Revista Algarabía, un proyecto cultural diverso

En el marco de la cuarta edición de la Feria Internacional de Libros (FIL) Chiapas Centroamérica, organizada por la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), Pilar y Fernando Montes de Oca Sicilia, ofrecieron una entrevista en la que destacaron que la revista cultural Algarabía es un proyecto de acercamiento a la cultura en general y no solo de las letras, destacando que no ha sido fácil subsistir por 13 años y los orígenes del proyecto.

¿Cuál es su propuesta cultural?

PILAR: Siempre pensamos que la cultura está en otra parte, que la cultura le pertenece a otro y no. Algarabía es un intento por acercar la gente a las artes, pero no solo a las artes, también es a la ciencia, la historia, los datos, los deportes y todo lo que conforma la cultura humana, que puede ser desde una cuchara, un tenedor hasta el pozole.

¿Cómo surge la idea de hacer esta revista?

FERNANDO: Algarabía es una empresa que nació de otra, que se llamaba Aljamía, que era una empresa de semiótica… es complicado, pero a esos clientes de esa otra empresa se les daba un boletín muy parecido al que es hoy Algarabía, que hablaba de cultura, de literatura, mucho de lengua, para hablar y escribir bien; era un boletín que se imprimía con nuestros propios recursos y después se fue entregando a los diversos clientes de la empresa. Fue exitoso, tanto que pedían más. “¿Tienes más boletines?” decían, entonces a Pilar se le ocurrió que podía ser un buen negocio, “si a la gente le está gustando esto de recibir cultura a cucharadas, pues vamos a dársela”, dijo, y así empezó hace 13 años.

¿Es redituable Algarabía?

PILAR: Es una empresa que subsiste por sí misma pero le ha costado trabajo, ha tenido que formar una serie de productos de diferente índole, más comerciales aunque sentimos que no son estrictamente comerciales, digo, no llegan a ser de autoayuda, no son este tipo de productos de chismes, moda o belleza, pero hay productos como el Chingonario o este Manual para mandar a la Chingada, cosas que nos permiten llegar a otro público y poder vender más.

No ha sido fácil. Nosotros no estamos patrocinados por ninguna empresa de Gobierno, no tenemos ningún subsidio, ninguna beca, tampoco estamos patrocinados por ningún capital privado… somos personas que estudiamos en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y que hemos “hecho camino al andar” un poquito.

¿Cómo conjuntan la parte creativa con la informativa o literaria?

FERNANDO: Es un trabajo de grupo. Semanalmente hay un Consejo Editorial en la revista, pero aparte están los miembros de la revista. Nos juntamos, hacemos una lluvia de ideas. Todos tenemos conocimientos de ciertas áreas más que otros y es echarle cabeza… “acabo de ver este libro…”, “fui a un viaje…”, “investigué sobre este tema..” y buscamos. Algarabía vive de sus contenidos, es una revista cultural y hay cierta reticencia a la cultura. Las empresas no se quieren anunciar en esa clase de revistas, prefieren algo más comercial, pero Algarabía vive de la gente que compra sus revistas, no de la publicidad que se anuncia en ella.

Como vive de sus contenidos tenemos que ser muy selectivos. Es una revista temporal, coleccionable, consultable… la información tiene que ser muy fehaciente, verídica y aparte amena, pero siempre con la característica del humor de Algarabía. No es fácil pero es un trabajo de equipo y creo que queda bien.

PILAR: Además es una revista, que si te fijas en otros medios de información impresos o no impresos, hay faltas de ortografía y en Algarabía no, le ponemos mucha dedicación a la redacción. Como lingüistas somos muy cuidadosos, y si encuentras algo, que lo encontrarás por ahí, hay una fe de erratas.

Hay un trabajo minucioso en cada número, por eso cada uno se convierte en una revista-libro coleccionable y de consulta al mismo tiempo.

¿De dónde viene el nombre de la revista?

PILAR: La otra empresa de la que hablaba Fernando, se llamaba Aljamía. Resulta que cuando vivían los árabes en España, los siete siglos que estuvieron se generó este idioma que es el mozárabe, que es como el árabe pero españolizado, y decían que los españoles hablábamos en quedito, en aljamía, mientras que ellos hablaban en algarabía, que era como en bullicio, así se quedó y eran como antónimos.

Los contenidos son diversos y elaborados por un grupo selecto, ¿pero hay apertura para otras colaboraciones, digamos externas?

FERNANDO: Hay ciertas especificaciones en cuanto contenido. Para que se pueda publicar en Algarabía: tiene que ser atemporal, apolítico.

PILAR: Bien fundamentado bibliográficamente, no es un “maquinazo”, no es un ensayo, un poema, un cuento.

Los contenidos los vamos formando y si hay algún tema específico que no conozcamos, por ejemplo en ciencia estamos un poco cojos, aunque siempre publicamos algo de ciencia. Tenemos colaboradores que son “Algarabía-adictos” y son con maestría o doctorados en ciencias y nos apoyan con la investigación. Hacemos el artículo y nos apoyamos en ellos o de plano ellos hacen el artículo siempre sin ninguna remuneración.

“Le ponemos mucha dedicación a la redacción. Como lingüistas somos muy cuidadosos, y si encuentras algo, que lo encontrarás por ahí, hay una fe de erratas”

“Es una revista cultural y hay cierta reticencia a la cultura. Las empresas no se quieren anunciar en esa clase de revistas, prefieren algo más comercial”

“Algarabía es un intento por acercar la gente a las artes, pero no solo a las artes, también es a la ciencia, la historia, los datos, y los deportes”

“Las empresas no se quieren anunciar en esa clase de revistas, prefieren algo más comercial, pero Algarabía vive de la gente que compra sus revistas”

“Tenemos colaboradores que son “Algarabía-adictos” y son con maestría o doctorados en ciencias y nos apoyan con la investigación”