Piden acuerpar la “ley lupus”

Gladis Ivette Mancilla Sirvent, integrante de la Asociación de Pacientes Reumáticos Esperanza de Vida (APRE), hizo un llamado a las autoridades, ciudadanía y organizaciones civiles con el fin de apoyar a la iniciativa de ley en favor de los derechos de las personas con lupus y otras enfermedades autoinmunes.

Diagnóstico

Mancilla presentó dicho diagnóstico de lupus desde hace 19 años, y así como ella, existen cientos de personas que luchan contra esta enfermedad, de la que hoy en día no hay cura.

“Solo existen los tratamientos para tener una mejor calidad de vida; así mismo, porque en mi seno familiar soy la única persona que tiene lupus”, mencionó.

No obstante, dentro de la familia de Mancilla existen personas con artritis reumatoide y fibromialgia, ambas catalogadas dentro de las enfermedades autoinmunes.

“Por ella y su familia… necesitamos una mejor calidad de vida, por lo que es necesario que existan dichos medicamentos dentro del cuadro básico de las Secretarías de Salud”, se pidió.

Iniciativa

El pasado 20 de febrero, la diputada federal Amalia Dolores García Medina presentó una iniciativa que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley General de Salud y de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, en materia de lupus y otras enfermedades autoinmunes.

El lupus es una enfermedad autoinmune compleja, incurable y potencialmente mortal, si no se cuenta con acceso a tratamientos, servicios y médicos adecuados en tiempo oportuno. Aunque las investigaciones mundiales más recientes indican que puede resultar de la interacción de factores genéticos, hormonales y ambientales, no se sabe a ciencia cierta cuál es su origen. Esta enfermedad no tiene cura, pero existen tratamientos que ayudan a controlarla y mejorar la calidad de vida de quien la padece.

En la enfermedad de lupus el sistema inmunitario del cuerpo ataca sus propios tejidos y órganos, causando inflamación y daños diversos. Puede afectar a distintos sistemas y órganos del cuerpo, incluso las articulaciones, la piel, los riñones, las células sanguíneas, el cerebro, el corazón y los pulmones. Más de la mitad de los enfermos desarrollan daño permanente en diferentes órganos y sistemas.

En el caso de México, no existe un registro oficial, por lo que no se tiene una cifra, ni siquiera aproximada, de las personas que han contraído dicha enfermedad. El único esfuerzo vigente para generar una base de datos sobre la enfermedad es el Registro Mexicano de Lupus, ubicado en el Laboratorio Internacional de Investigación sobre el Genoma Humano de la UNAM, en Juriquilla, Querétaro. Esa institución señala la existencia de dos mil pacientes, la mayoría localizados en la zona centro del país, con un rango de edad desde los 18 y hasta 79 años, y que el 31.8 por ciento refiere acudir a consultas privadas.