Cataplexia en niños: Cuando las emociones pueden provocar una pérdida de consciencia

Artículo publicado el 18 Abr 2022 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 1 abril, 2024

La cataplexia en niños es un trastorno crónico común en menores con narcolepsia que consiste en una pérdida repentina de tono o fuerza muscular desencadenada por el estrés o una emoción fuerte, como la risa.

¿Qué enfermedad es la cataplexia?

La cataplexia o cataplejía es una manifestación de una rara enfermedad llamada narcolepsia. La narcolepsia es una enfermedad donde los límites entre el sueño y la vigilia no están bien regulados y el paciente se queda dormido de repente en lugares y momentos inapropiados.

En la cataplexia el afectado pierde el tono muscular y puede caer al suelo sin pérdida de consciencia. La cataplexia se puede desencadenar por emociones fuertes como el miedo, la risa o la ira, causas que pueden resultar muy incómodas cuando se presentan en menores, que tienen este tipo de reacciones emocionales con frecuencia y pueden verse afectadas sus actividades habituales.

Causas de la cataplexia

La narcolepsia se trata de una enfermedad neurológica poco frecuente. Afecta a 25-35 personas/100.000 habitantes y es 3 veces más frecuente en varones. Puede aparecer a cualquier edad y aunque suele iniciarse en adultos jóvenes, un 34% tiene síntomas antes de los 15 años y un 4,5% antes de los 5 años.

La causa de este trastorno es desconocida, pero podría tener un trasfondo genético y se ha visto que hay una disminución del neurotransmisor hipocretina en el cerebro. Este neurotransmisor estimulante favorece el estado de vigilia e inhibe la fase del sueño REM, por lo que la estructura normal del sueño también está alterada.

Síntomas de la cataplexia

Los síntomas de la cataplexia en niños pueden tener algunas características diferentes que en adultos debido a factores madurativos del sueño a estas edades.

Los niños y niñas afectados suelen tener una somnolencia excesiva, les cuesta despertarse por las mañanas y continúan durmiendo la siesta aún después de los cuatro años. Si sufren ataques de sueño y duermen algo pueden despertarse irritables y desorientados porque no han llegado a descansar bien, pero a veces consiguen inhibir el sueño aunque se muestran intranquilos y no pueden quedarse quietos.

En el ámbito escolar esto se traduce en importantes problemas como disminución del rendimiento académico, déficit de atención y labilidad emocional. Un niño o una niña que no duerme bien no puede concentrarse, no rinde bien en los estudios y pasa de la risa al llanto con facilidad, sin causa aparente.

La cataplejía es muy frecuente en la narcolepsia de los niños y consiste, como decíamos, en una pérdida brusca del tono muscular. El paciente nota de repente una debilidad muscular generalizada tan intensa que no puede mantenerse de pie y cae al suelo. La debilidad muscular se desarrolla de arriba a abajo de modo que se afecta primero la cara, luego los brazos y finalmente las piernas, lo que produce la caída. A veces afecta solo a la cara y se acompaña de una típica protrusión de la lengua. Es característica la cara inexpresiva con la lengua afuera que se puede ver en estos casos.

Los menores con narcolepsia suelen dormir mal y pueden tener otros trastornos del sueño como pesadillas, terrores nocturnos y alucinaciones a la hora de quedarse dormidos o al despertar. Estos síntomas pueden provocar miedo a los peques, que no saben explicar lo que les sucede y a veces se acompaña de trastornos emocionales que pueden desencadenar depresión.

También se asocia este trastorno a obesidad o sobrepeso debido probablemente a que la calidad del sueño es fundamental para mantener un peso saludable y se ha demostrado que la falta de sueño es un factor de riesgo importante para desarrollar sobrepeso y obesidad.

Diagnostico de la cataplexia

El diagnóstico es fundamentalmente clínico. Es muy importante preguntar por los detalles de los problemas del sueño, ya que muchas familias consideran que dormir mucho no es un problema y cuando los síntomas aparecen en la adolescencia pueden achacar la somnolencia diurna a pereza o al típico retraso de fase del sueño, propio del adolescente y que se considera normal.

Es muy importante llegar a un diagnóstico correcto para evitar problemas escolares que inevitablemente aparecerán. Estos niños son habitualmente considerados vagos, perezosos y tienen habitualmente problemas con el rendimiento escolar sin tener afectada la capacidad intelectual.

Son niños inteligentes, pero no rinden en los estudios como sería de esperar. Estos trastornos acaban teniendo un impacto importante en la vida social, ya que pronto evitarán jugar o reír para no desencadenar las crisis y pueden ser aislados socialmente en el entorno escolar.

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¿Se cura la cataplexia?: Tratamiento para la cataplexia

Con un tratamiento adecuado estos pacientes pueden mejorar enormemente su calidad de vida. Lo principal es tener un diagnóstico adecuado, lo que permitirá que la familia y el entorno escolar conozca la naturaleza del proceso y pueda comprender lo que realmente sucede.

El tratamiento farmacológico puede ser muy variado y dependerá de las necesidades particulares de cada caso, pero puede incluir estimulantes como los que se usan para el trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, benzodiacepinas para los trastornos del sueño o antidepresivos.

Es importante promover una dieta saludable, ejercicio físico y una higiene del sueño correcta que incluya siestas programadas y rutinas previas al sueño.

 

La narcolepsia con o sin cataplexia constituye un grave problema de salud en la infancia porque puede tener consecuencias emocionales y escolares importantes. El diagnóstico correcto es imprescindible para informar de la naturaleza del proceso al paciente, a la familia y al entorno escolar. Con el tratamiento apropiado y el apoyo adecuado en el ámbito familiar y escolar, estos niños pueden tener una calidad de vida aceptable y un desempeño escolar normal.

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