Page 18 - Mensaje a la Nación 28 de julio\1993-1995\PLO-1993-34F
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las obras de los Aeropuertos de Atalaya y Puerto Esperanza, que constituyen una
defensa real de nuestras fronteras.
Si vemos con acuciosidad el mapa del Perú, caeremos en cuenta, obviamente, que no
solo tenemos Fronteras en Tumbes y Tacna, a menudo olvidamos que tenemos la
Frontera más extensa en la Selva y que incluso, el propio Presidente de la República, no
puede llegar a muchos puntos de esa Frontera, mientras que los forasteros si pueden
ingresar por esos puntos a nuestro país y explotar y depredar nuestra Selva, me
pregunto si nos hemos olvidado de la Soberanía del Perú, tan peligrosamente
descuidada; y es que nunca ha habido una real Política de Fronteras, la Soberanía y el
Patriotismo, deben de mirar también a Puerto Esperanza, a Güeppi en la punta norte,
Pantoja, Putumayo, donde el Estado empieza a tener presencia, luego de muchos años
de olvido.
(Aplausos.)
La situación de los Puertos ha mejorado significativamente, en términos de reducción de
costos, en la operación de las naves y en la estiba y desestiba, lo que permite afirmar
ahora, que el Puerto del Callao, ya no es el más caro del mundo, es uno de los más
competitivos del mundo y todo ello en beneficio de nuestro Comercio Exterior.
En lo relativo al aspecto de rehabilitación y facilidades ferroviarias, está concluyendo el
proceso de reparación de vagones y locomotoras, posteriormente se procederá a la
rehabilitación de las vías; luego, debemos realizar reformas en el Sistema Institucional y
Financiero de ENAFER, empresa donde debemos reconocer, no se ha avanzado mucho,
en cuanto a racionalización y eficiencia.
A la par que estamos terminando con parte del aislamiento de muchos pueblos, con la
reconstrucción vial, hemos instalado Sistemas Telefónicos de Discado Directo en
innumerables ciudades del país, a su vez, ENTELPERÚ tiene en plena ejecución el plan
de expansión telefónica digital que permitirá en su primera fase la instalación de
cuarenta mil quinientas líneas telefónicas y en su segunda fase permitirá la instalación
de sesenta y cinco mil líneas telefónicas adicionales.
El actual déficit de vivienda se estima en un millón trescientas mil viviendas. Siendo el
déficit cuantitativo de 40% y en lo que se refiere al aspecto cualitativo, del 60%. Su costo
podría cuantificarse para resolver este problema en no menos de cinco mil millones de
dólares. Es pues ilusorio, salvo que se convierta la asignación de viviendas en una
lotería construir para intentar resolver este enorme déficit acumulado. En cambio la
cobertura de los servicios de agua potable y alcantarillado y luz es relativamente baja.
Cuatro de cada diez habitantes en nuestro país, carecen de agua potable, y seis de
cada diez, de alcantarillado.
La política de atención a la vivienda se ha reordenado en atención a las necesidades
propias de esa población. Esta en mayor parte está capacitada para la autoconstrucción
pero requiere de apoyo del Estado para infraestructura de agua potable, desagüe y luz y
pavimento; la cuenta, señores congresistas resulta simple: dar servicios cuesta mil
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