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Existe una buena razón por la que los exámenes médicos suelen incluir un palpado rápido pero suave del área del cuello por parte de los proveedores de atención médica. Entre otras afecciones, buscan un bocio, un agrandamiento de la glándula tiroides que puede significar problemas de salud pero que también puede ser inofensivo.

Los bocios afectan a alrededor del 16 por ciento de las personas en todo el mundo, que van desde poco menos del 5 por ciento en países como Estados Unidos hasta un 28.3 por ciento en el continente africano, así lo indican los Institutos Nacionales de Salud (NIH) del país norteamericano. Pero la causa más común de bocio en todo el mundo es la falta del nutriente yodo, que no es un problema importante en las naciones donde habitualmente se usa la sal yodada.

«En Estados Unidos, muchos bocios son idiopáticos, lo que significa que no sabemos la razón por la que ocurren», señaló Alexander Shifrin, cirujano endocrino del Centro Médico de la Universidad de Jersey Shore.

De todas formas, varios factores de riesgo pueden aumentar la probabilidad de que alguien desarrolle un bocio. Estos incluyen:

  • Género: las mujeres experimentan más bocios que los hombres, así como más problemas de tiroides en general.
  • Edad: los bocios ocurren con más frecuencia en personas mayores de 40 años.
  • Antecedentes familiares: si tú o un miembro de tu familia han padecido una enfermedad autoinmune, esto aumenta su riesgo de padecer bocio.
  • Embarazo y menopausia: los problemas de tiroides ocurren con más frecuencia durante estos períodos de fluctuación hormonal en la vida de las mujeres.
  • Exposición a la radiación: aquellos que se han sometido a tratamientos de radiación en la cabeza, el cuello o el pecho, o que han estado expuestos a la radiación de una instalación nuclear o un accidente, son más propensos.

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Síntomas de tiroides agrandada

Ubicada en la base del cuello, la tiroides produce hormonas que regulan una variedad de funciones corporales cruciales, que van desde mantener el calor corporal y utilizar energía hasta alimentar el funcionamiento adecuado de los órganos y músculos. El desarrollo de un bocio no significa que la glándula no esté funcionando. Pero este agrandamiento, que puede ocurrir lenta o rápidamente, también puede indicar que la tiroides está produciendo demasiada o muy poca hormona.

Según el doctor Shifrin, el tamaño importa cuando se trata de buscar signos de advertencia: «Debes estar atento(a) a un agrandamiento de la tiroides», incluyendo hinchazón en la base de tu cuello. «Todas las glándulas agrandadas deben examinarse en busca de cáncer».

Según la Asociación Estadounidense de la Tiroides, también debes vigilar estos signos:

  • Dificultad para tragar, respirar o hablar normalmente
  • Toser
  • Opresión en la garganta

RECUERDA: La mayoría de los bocios no son cancerosos, afirma Shifrin, pero incluso así debes acudir a revisión con tu médico de cabecera o con un especialista endocrino. Generalmente, los análisis de sangre por sí solos no pueden determinar si existe cáncer de tiroides. «El 90 por ciento de los cánceres de tiroides se detectan palpando la glándula y mediante un ultrasonido de tiroides», agregó Shifrin.

 

Vía: Hackensack Meridian Health