Santoral del 1 de julio: día de San Aarón, hermano de Moisés y sacerdote del pueblo de Israel tras el éxodo de Egipto

“Pero Moisés insistió: Perdóname Señor, encomienda a otro esta misión. El Señor se enojó con Moisés y exclamó: ¿Acaso no tienes a tu hermano Aarón, el levita? Yo sé que él tiene facilidad de palabra. Ahora justamente viene a tu encuentro, y al verte se llenará de alegría. Tú le hablarás y harás que sea tu portavoz. Yo lo asistiré siempre que ustedes hablen, y les indicaré lo que deben hacer” (Éxodo 4.13-15).

Aarón es un personaje bíblico, hermano de Moisés, considerado como uno de los primeros profetas o sacerdotes de Israel. Miembro de la tribu de Levi, de allí lo de levítico, Aarón era mucho más elocuente que su hermano y, según se desprende del texto sagrado, actuó como su “intérprete” en su misión de liberar al pueblo de Israel de la dominación de Egipto. Todo esto ocurrió unos 1300 años antes de que naciera Jesucristo, según acuerdan la mayoría de los historiadores.

En el Antiguo Testamento, pilar original de la Iglesia Católica, el Señor le encomienda a Moisés liberar a los israelitas. “Moisés y Aarón son los mismos que recibieron del Señor la orden de sacar de Egipto a los israelitas, distribuidos en grupos. Ellos fueron los que hablaron al Faraón, el rey de Egipto, para hacer salir a los israelitas. Son los mismos Moisés y Aarón” (Éx 6. 26-27).

La genealogía de Moisés y Aarón aparece en Éxodo 6. Hijos de Amrám, quien vivió 137 años, y de su tía Ioquébed (Éx 6.20), Aarón se casó con Eliseba, hija de Aminadab y hermana de Najsón; de ella le nacieron Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar (Éx 6.23).

La Biblia también dice que, al entrevistarse con el Faraón, Moisés tenía 80 años y Aarón, 83 (Éx 7.7). Agrega que Aarón transformó un cayado (o bastón) en una serpiente delante del Faraón, siguiendo las instrucciones del Señor (Éx 7.10).

A su vez, el Faraón hizo que sus hechiceros hicieran lo mismo, pero la serpiente de Aarón devoró a todas las demás (Éx 7.12-13). A pesar de esto, el Faraón se resistió a liberar al pueblo de Israel.

Si bien el rol de Aarón nunca estuvo a la altura de Moisés, en Éxodo 7.1, dice: “El Señor dijo a Moisés: “Yo hago de ti un dios para el Faraón, y Aarón, tu hermano, será tu profeta”. Es decir, que Aarón tendrá como misión llevar la palabra de Dios. Para algunos especialistas, será una especie de “intérprete” de Moisés.

Pero la función más importante es la de haber sido, posiblemente, el primer sacerdote de Israel. En el Éxodo, dice “Después ordenarás que Aarón y sus hijos se acerquen a la puerta de la Carpa del Encuentro y los lavarás con agua. Tomarás luego las vestiduras y revestirás a Aarón con la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y lo ceñirás con el cinturón del efod”. (Ex. 29.4-5).

Ya en el Nuevo Testamento, Aarón es mencionado sólo en la Carta a los Hebreos, al referirse a la función del Sumo Sacerdote. Luego de describirlo, dice: “Y nadie se arroga esta dignidad, si no es llamado por Dios como lo fue Aarón” (Heb, 5.4). Agrega: “Por lo tanto, se podía alcanzar la perfección por medio del sacerdocio levítico, sobre el cual se funda la Ley dada al pueblo, ¿qué necesidad había entonces de que surgiera otro sacerdote, según el orden de Melquisedoc y no según el orden de Aarón?” (Heb, 7.11).

Aarón fue enterrado en el monte Hor y sucedido en el sacerdocio por su hijo Eleazar.

Otros santos del 1 de julio

• San Junípero Serra. (1713-1784). Fraile franciscano que destacó en la evangelización de los indios en California (Estados Unidos). Nació en Mallorca y en 1749 comenzó su misión en el Virreinato de Nueva España (actual México). Luego de la expulsión de los jesuitas, en 1767, llegó a California. En 1772 fundó la misión de San Luis Obispo de Tolosa. Canonizado por el papa Francisco en 2015.
  
• San Atilano Cruz Alvarado. (1901-1928). Uno de los mártires mexicanos, víctimas de la persecución desatada entre 1915 y 1937. Nació en Jalisco y fue ordenado sacerdote durante los años más duros de la persecución, en 1927. Siendo proscripto, pronto llegó a Cuquío, donde fue baleado por un grupo de soldados. Sus reliquias están en la iglesia de San Felipe (Cuquío). Canonizado por el papa Juan Pablo II en 2000.
  
• San Domiciano. (Siglo V). Abad del monasterio de Bebrón, en la provincia romana de la Galia Lugdunense (actual Francia) llevó una vida eremítica pero luego formó una comunidad de cristianos.
  
• San Eparquio. (¿?-581). Gregorio de Tours asegura que vivió en el monasterio de Dordogne (Aquitania, actual Francia) y que luego, pese a la fama de sus milagros, se retiró a Angulema. Luego de recibir los hábitos, tuvo algunos discípulos, a quienes les exigía que rezaran en soledad y hasta les prohibía trabajar. Su culto estuvo muy extendido en el siglo VI.
  
• San Justino Orona Madrigal. (1877-1928). Otro de los mártires mexicanos, nació en Jalisco y fue ordenado sacerdote en 1904. Ejerció en varias parroquias hasta que se estableció en Cuquío. Desde 1926 padeció la proscripción y dos años después fue ejecutado. Canonizado por el papa Juan Pablo II, en 2000.
  
• San Oliverio Plunklett. (1629-1681). Primero de los mártires irlandeses que alcanzaron la beatificación. Nació en el condado de Meath y en 1669 asumió como arzobispo de Armagh. En 1678, al igual que otros sacerdotes, el gobierno lo acusó de tramar una conspiración contra el rey. Fue ejecutado, luego de un turbio juicio. Sus reliquias permanecen en la abadía de Downside. Su cabeza, en San Pedro de Drogheda. Canonizado por el papa Pablo VI en 1975.
  
• San Teodorico de Reims. (¿?-533). El patrono de Reims (actual Francia) nació en esa ciudad y fue ordenado sacerdote por Remigio. Fundó una comunidad religiosa en Mont d`Or. Famoso por lograr la conversión de sus seguidores y por curar milagrosamente al rey Teodorico I, quien sufría de una enfermedad de la vista.
  
• San Zhang Huaileu. (¿?-1900). Víctima de la persecución de los Bóxer, en China, eligió el cristianismo cuando tenía unos 50 años. Por eso, recibió la catequesis entre niños, que solían burlarse de él. Murió al ser lanceado por los Bóxer, ante quien reafirmó su fe en Jesucristo. Canonizado por Juan Pablo II en 2000.