Por muchas generaciones, los besos apasionados inmortilizados en el cine, las canciones y en general en las artes han servido como un termómetro para medir la intensidad del amor.
Pero investigaciones realizadas recientemente han encontrado que no solo los besos románticos no es la norma en la mayoría de las culturas, sino que algunos lo consideran molesto e incluso repulsivo.
En el Kinsey Institute de la Universidad de Indiana University, se ha realizado un estudio que se publicó en la revista American Anthropologist bajo el título "Is the Romantic-Sexual Kiss a Near Human Universal?" donde se estudian 168 culturas de todo el mundo para lograr una mejor comprensión de donde se besa y donde no.
Utilizando métodos estándares inter-culturales el estudio encontró que menos de la mitad de todas las culturas analizadas 46 % practican el beso romántico/sexual. El estudio define al beso romántico como el contacto labio-labio que puede o no ser prolongado.
El hallazgo de que son minoritarias las culturas que practican el beso romántico demuestra cómo la cultura occidental puede crear una visión errada en la forma de pensar acerca del comportamiento de los seres humanos.
El beso romántico era más frecuente en zonas del medio este, donde las diez culturas estudiadas lo practican. En América del Norte, el 55 % de las culturas se besan, en Europa lo hace el 70 % y en Asia el 73 %.
Pero no hubo evidencias de besos románticos en América Central, y en el África Subsahariana, Nueva Guinea o entre los residentes de la Amazonia o los horticulturalistas no se encontró evidencia de que practicaran el beso romántico.
La investigación encontró una interrelación entre la complejidad social y el beso: mientras más compleja y estratificada es la sociedad, es mayor la frecuencia del beso romántico.
No se conoce de donde surge el beso romántico/sexual en la raza humana. Algunos animales lo practican en comportamientos muy similares como por ejemplo los chimpancés practican los besos de boca abierta.
Sin embargo el beso en humanos, se utiliza como una manera de conocer más sobre la pareja, "lo que uno siente es una especie de "quimica", o posiblemente sirva para evaluar la salud por medio del gusto y el olfato, y en cierta forma para evaluar la compatiblidad entre ambos".
Existe un efecto biológico durante la práctica del beso, ya que a menudo conlleva un intercambio de feromonas y saliva, y también de patógenos o bacterias -que pueden ser particularmente peligrosas en sociedades donde la higiene oral es deficiente, donde el beso puede ser el vehículo de contaminación de enfermedades respiratorias o de otro tipo". Pero esto solo sucede en sociedades donde el beso erótico se ve como parte de su gran repertorio romántico y sexual.
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