-Porque los humanos están perdiendo sus esperanzas y olvidando a sus sueños. Así es como la Nada se vuelve más fuerte.
- ¿Qué es la Nada?
-Es el vacío que queda, la desolación que destruye este mundo y mi encomienda es ayudar a la Nada.
- ¿Por qué?
-Porque el humano sin esperanzas es fácil de controlar y aquél que tenga el control, tendrá el Poder.
Si decimos que
La Historia Interminable es un libro infantil o juvenil no nos equivocaríamos, pero entre sus páginas hay mensajes que resonarán poderosamente cuando seamos adultos. De hecho, es un relato que tiene como fin que nuestro yo adulto y nuestro niño interior se vuelvan a conocer, y pocas historias de ficción consiguen hacer eso.
Cosmo emite estas navidades La Historia Interminable, la adaptación cinematográfica que se ha convertido por derecho propio en mucho más que un clásico de los 80. Es de hecho un clásico atemporal destinado a niños y adultos de toda índole y que cada generación tiene derecho a descubrir.
Para celebrar tal ocasión, vamos a hacer un repaso por alguno de los aspectos menos conocidos de La Historia Interminable.
¡Hacía Fantasía!
El verdadero mensaje de la historia. Lo genial de esta clase de relatos imperecederos es que cada uno de nosotros puede encontrar su propio mensaje. Pero si nos ceñimos a las palabras del autor del libro, el alemán Michael Ende, La HIstoria Interminable versa sobre el deseo de encontrar la realidad que nos rodea a través de recorrer el camino inverso, es decir, la parte interna de cada uno que reside en su imaginación. "Para encontrar la realidad hay que hacer lo mismo: darle la espalda y pasar por lo fantástico. Ése es el recorrido que lleva a cabo el héroe de La historia interminable. Para descubrirse, a sí mismo, Bastián debe primero abandonar el mundo real (donde nada tiene sentido) y penetrar en el país de lo fantástico, en el que, por el contrario, todo está cargado de significado. Sin embargo, hay siempre un riesgo cuando se realiza tal periplo; entre la realidad y lo fantástico existe, en efecto, un sutil equilibrio que no debe perturbarse: separado de lo real, lo fantástico pierde también su contenido".
Die unendliche Geschichte. Este es el nombre original de nuestro relato. No sólo de la novela, sino también de la película, que no nos vino del fastuoso Hollywood de los años 80 sino de Alemania, convirtiéndose en la producción más cara del país germano en ese momento con un presupuesto de 27 millones y haciendo el cuádruple de dinero en taquilla. Su director fue Wolfang Petersen, que más tarde dirigiría otros clásicos de acción como Troya o Air Force One.
Leyendas ciertas y falsas. Como con cada película de cierto éxito, se creó alrededor de esta película cierta leyenda que deparó alguna noticia impactante para generar polémica. Una de las leyendas urbanas más extendidas de su rodaje hablaba de Artax, el caballo de Atreyu que en la cinta moría hundiéndose en el Pantano de la Tristeza y de cómo debido a un fallo en el sistema de seguridad el caballo que lo interpretaba habría muerto en la vida real. Totalmente falso. De hecho, el actor que interpretaba a Atreyu se hizo con él tras el rodaje, y el equino viviría una vida natural hasta que le llegó su hora. La leyenda urbana que sí es cierta habla sobre el destino final del Áuryn, el talismán fantástico que simbolizan dos serpientes entrelazadas y que tiene mucha importancia en la película. Actualmente reside sobre el escritorio de otro de los directores más imaginativos de la industria, Steven Spielberg, otro enamorado de La Historia Interminable.
Atreyu y el Áuryn. Aunque Noah Hathaway, el actor que interpretó al valeroso Atreyu en la cinta, dejó el cine poco después del estreno de la peli, la leyenda de La Historia Interminable le persigue hasta el día presente. Noah encontró otra vocación en el mundo del tatuaje, su ocupación actual. Como no puede ser de otra manera, todo aquel que acaba en su estudio y le reconoce le pide un tatuaje muy concreto: el símbolo del talismán Áuryn. Noah confesaba hace poco que ha empezado a negarse a hacérselo a más clientes, por el simple hecho de que se aburre haciendo siempre el mismo dibujo.
Is the answer to a neverending story. Así acababa el estribillo de una de las canciones que más sonaron durante la década de los 80, interpretada por el cantante inglés Limahl. Lo curioso es que si vemos la versión original de la cinta, nos referimos a la alemana, la canción no aparece en ningún momento. Fue un añadido de la productora para colocar en los créditos de la versión americana y española. Como curiosidad, la canción comienza con las mismas notas con las que termina, pues está destinada a sonar en bucle una y otra vez, como la historia interminable que es.
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Redacción COSMO
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