S e p a r a t a d e l a J u v e n t u d - D o m i n g o 1 6 d e F e b r e r o d e 2 0 1 4 - A ñ o 1 4
Para los asiáticos, hablar de
América (la nuestra, la irredenta)
es hablar de un continente impreciso, tan desconocido para ellos
como lo es para nosotros...
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S e p a r a t a d e l a J u v e n t u d - D o m i n g o 1 6 d e F e b r e r o d e 2 0 1 4 - A ñ o 1 4
Para los asiáticos, hablar de
América (la nuestra, la irredenta)
es hablar de un continente impreciso, tan desconocido para ellos
como lo es para nosotros esa
inmensa parte del mundo cuyas
ansias libertarias encontraron el
vehículo de expresión apropiado
en el pacto de Bandung.
Nada se conocía deAmérica,
salvo, quizás, que era un gigantesco sector del mundo donde
vivían nativos de piel oscura,
taparrabos y lanzas, y donde
una vez había arribado un tal
Cristóbal Colón, más o menos en
la misma época en que otro tal
Vasco de Gama cruzara el Cabo
de las Tormentas e inaugurara
un terrible paréntesis de siglos
en la vida cultural, económica y
política de esos pueblos. Nada
concreto se agrega a este conocimiento, excepto un hecho para
ellos casi abstracto, que se llama
«Revolución Cubana». Efectivamente, Cuba es para ese mundo
lejano una abstracción que sigQL¿FD VyOR GHVSHUWDU DSHQDV OD
base
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