Las alcachofas han sido y serán durante mucho tiempo una de las delicias más veneradas de la huerta. Las alcachofas a la plancha es una de las formas más sencillas y ricas para degustarlas. En esta ocasión, vamos a disfrutar no solo de su sabor, sino también de su estética, pues estas flores de alcachofa son tanto un regalo para la vista como para el paladar. ¿Has visto lo chulas que quedan?
A la hora de cocinar las alcachofas para hacerlas flores, las podemos cocer o también podemos confitar las alcachofas en aceite. Ambos métodos valen perfectamente. Para cocerlas también hay dos opciones. La primera, hacerlas por el método clásico, que es pelar primero las alcachofas y luego cocerlas. La segunda es al revés, cocerlas primero y luego pelarlas.
Ambos métodos tienen sus ventajas y desventajas. Si las pelamos primero, solo vamos a cocer la parte que vamos a utilizar pero mientras las pelamos corremos el riesgo de que se vuelvan negras, se oxiden, si tardamos demasiado. En caso de cocerlas sin pelar, que es el método que usaremos hoy, este problema ya no existe pero necesitaremos una olla más grande.
Para terminar, hemos presentado las flores de alcachofa únicamente con sal y un chorrito de aceite. Cuando quieras darles un toque distinto, puedes ponerles otros ingredientes por encima, desde virutas de jamón a gambas salteadas, gulas y, por qué no, hasta un huevo frito. ¡Tú eliges!
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 40 minutos
- Tiempo total: 1 hora
- Raciones: 4
- Categoría: entrante
- Tipo de cocina: española
- Calorías por ración (kcal): 81
Ingredientes de las flores de alcachofa para 4 personas
- 4 alcachofas
- Aceite de oliva
- Sal en escamas (o sal fina normal)
Cómo hacer flores de alcachofa
Iniciamos la preparación cociendo las alcachofas. Para ello, tomamos nuestras 4 alcachofas, las lavamos, las ponemos en una olla amplia y las cubrimos con agua. Tapamos y llevamos a fuego fuerte hasta que el agua empiece a hervir. En cuanto rompa a burbujear, bajamos a fuego medio y dejamos que se cocinen hasta que estén tiernas. Esto puede tardar de 25 a 30 minutos. Para comprobar que están en su punto, las pinchamos con un cuchillo.
Una vez que nuestras alcachofas estén tiernas, el siguiente paso es prepararlas para su transformación. Para ello, primero les quitamos las hojas más externas y duras, hasta que veamos el corazón que estará tierno y de color más claro. Luego, cortamos la parte más dura de la punta y le quitamos también el tallo, dejando la base nivelada.
Ahora llega el momento de hacerlas florecer. Esta transformación es muy fácil de realizar, basta con ir desplegando suavemente las hojas, empezando por las más externas. Poco a poco irán quedando con una apariencia de una flor en plena apertura. Este paso es delicado y requiere cuidado y paciencia para que no se separen las hojas, pero al final obtendremos unas flores estéticamente muy vistosas.
A continuación, después de haber preparado nuestras alcachofas y habiéndolas transformado ya en preciosas flores, las llevamos a la plancha que le va a dar un punto extra de sabor. Para ello, ponemos una plancha o sartén grande a calentar y la engrasamos con un chorrito de aceite. Cuando la plancha esté bien caliente pero sin humear, las cocinamos un par de minutos por cada lado, hasta que queden doradas al gusto.
Finalmente, una vez doradas, las servimos inmediatamente con una pizca de escamas de sal (o sal fina normal) y echando por encima unas gotas más de aceite de oliva. ¡Y ya estaría! Así es como hemos transformado una simple alcachofa en una elegante flor. ¡A disfrutar!
Resumen fácil de preparación
- Cocer las alcachofas hasta que estén tiernas
- Quitar las hojas más externas y duras, cortarles la punta y el tallo
- Abrir las alcachofas en forma de flor
- Dorar a la plancha un par de minutos
- Servir enseguida con escamas de sal y unas gotas más de aceite
