Derribando la AltivezSample

LA ALTIVEZ: La palabra altivo y altivez en los idioma griego y hebreo, tiene como significado básico, el aparentar ser "alto", "exaltado", elevado" y "eminente". La persona altiva se estima superior a los demás. Como resultado, tal persona suele exigir atención y honores indebidos, y trata a los demás con falta de respeto e insolencia. Partiendo de acá, nos damos cuenta de la importancia de cuidar lo que sembramos en nuestro corazón y en nuestra mente, porque de ellos se van a generar argumentos que pueden ir a favor o en contra de nuestra vida en el Señor. Por otro lado es interesante ver que el Señor nos hace ver que la altivez de espíritu se manifiesta a través de los ojos, es decir de como vemos las cosas. Los ojos altivos representan la vanidad; aquella persona que mira con arrogancia y antipatía. Una persona de ojos altivos, cree que él es autosuficiente. La Palabra de Dios dice que esta altivez, está entre las cosas que Él aborrece y abomina. Ahora teniendo una idea más clara de lo que es la altivez, podemos observar como la Palabra de Dios nos advierte de ella y nos dice cómo pelear contra ella, y todo argumento como producto de ella, que se levante en contra de la voluntad de Dios. Diciéndonos y aclarando que tenemos a disposicion nuestra, las herramientas necesarias de parte de Dios, para poder derrotarlos y acabar con esos argumentos, y toda altivez, inclusive cuando comienzan a formarse. La Biblia tambien menciona que como producto de la altivez de espiritu, se levanta en nosotros argumentos. Ahora bien, qué es un argumento. Un argumento es una explicación que apela a la razón. Básicamente es un razonamiento como producto de la lógica de una persona que justifica algo como verdad, de ahí que el Apóstol el Pablo lo compare con una fortaleza. Ahora bien, esa explicación puede ser el resultado de una emoción, un sentimiento o una sensacion, la cual la empleamos para probar o demostrar una propuesta, o bien para convencernos o hacer convencer a alguien de aquello que estamos afirmando. Es decir, que un argumento es todo aquello que estamos aceptando y creyendo en nuestro corazón y nuestra mente, como algo correcto o incorrecto. En la Biblia se pone mucha atención y cuidado a esos argumentos que apoyan el camino correcto hacia Dios, como aquellos que surgen como producto de nuestra fe, del estudio constante de la Palabra de Dios, La Biblia, y que se forman y crecen como consecuencia de la obediencia a ella. Estos argumentos son alimentados por el Espíritu de Dios mismo y los mismos revelan y comprueban las verdades de las Sagradas Escrituras. Estos argumentos son como murallas fuertes en contra del mal, porque son armas celestiales, Palabra de Dios, capaz de derrivar cualquier argumento en contra de Dios aquí en la tierra. Y por otro lado, la Biblia tambien nos advierte de aquellos argumentos que surgen como producto de la altivez y que van a ir en contra de Dios y de su Palabra. Estos argumentos NO forman parte de las verdades de las Escrituras para recibir la Salvación y son producto de una vida de pecado. Nos aleja de la creencia en un Dios Único y Todopoderoso, al cual se le debe respeto, honra, y es digno de toda admiración. Estos argumentos altivoz tienen su origen en el padre de las mentiras, Satanás orque nos aleja de la Verdad de Dios. Dichos argumentos te hacen pensar que la Biblia no es Palabra de Dios y que por lo tanto no necesitas de ella. Te engañan, haciéndote creer que eres autosuficiente y hasta puedes llegan a negar la necesidad de Dios en tu vida. Estos argumentos engendran pecado y son condenados ante Dios y nos conducen a la muerte. Porque la paga del pecado es muerte y el regalo de Dios es vida eterna en Nuestro Señor. La pregunta que surge es: ¿Cuál argumento vamos a permitir entrar en nuestro corazón y en nuestra mente? Tengamos cuidado de lo que sembramos en el corazón y la mente. Primero, tenemos que tener fe en el Señor, lo cual sin ella es imposible agradar a Dios. Porque es necesario que crean en Él, y que recompensa a aquellos que le buscan con un corazón sincero. Segundo, llevar una vida de oración, en donde le entregamos al Señor todos nuestros afanes en ruego y dándole las gracias por escucharnos. El Señor nos dice que entregado todo, debemos de mantener una actitud mental que agrade a Él asi podremos recibir la promesa de tener la paz que sobrepasa todo entendimiento. De esta manera nos sujetamos y dependemos de Él para la victoria. Es interesante ver como el Apóstol Pablo, en el libro de Corintios, nos dice que las armas de nuestra milícia, esa que vamos a usar para destruir y desbaratar la altivez y sus argumentos, vienen de parte de Dios. Cabe destacar que llama la atención que el Apóstol dice milicia, dejándonos claro que todo hijo de Dios está en guerra espiritual. Una guerra espiritual entre el bien y el mal, porque eso fue lo que dijo Dios al principio en el Jardín de Edén, que si comiamos del arbol prohibido íbamos a conocer el mal. Es decir, nos íbamos a dar cuenta qué cosa proviene de la luz y de la oscuridad. La diferencia entre los frutos de la carne (la humanidad) la cual es débil, egoista, y te hace creer que tiene el control vs el Fruto del Espiritu Santo de Dios el cual es Poder, Amor, Dominio Propio y jamás nos va a mentir. La Palabra de Dios nos deja claro que SI sometemos esos argumentos y toda altivez, y lo llevamos cautivos a la obediencia a Cristo, nosotros, con la ayuda de Él, vamos a vencerlos. Nos dice que, cuando en medio de toda turbulencia y confusión mental, si sobresale en nuestra mente la Palabra de Dios y obligamos a nuestro alma a someterse a este sentir fundamentado en la Palabra de Dios escrita. Podemos decir que hemos castigado y destruido el argumento altivo, debido a nuestra obediencia al Señor en su Palabra, ya que Él nos da la Victoria en Cristo Jesús.