AGRADECIDOS EN TODO TIEMPOMuestra

1- SEAMOS AGRADECIDOS EN TODO TIEMPO.

Seguramente en algún momento habremos hecho algún balance dónde pudimos ver reflejado lo bueno y lo malo que hayamos tenido que transitar.

Una característica nuestra es que siempre damos gracias luego de recibir tal o cual cosa o la respuesta específica a la oración realizada.

La Palabra de Dios nos confronta con este punto porque nos dice que la fe es la certeza de lo que se espera, y la convicción de lo que vamos a recibir aunque todavía no lo hayamos recibido. Esto nos lleva a quebrar un paradigma y nos enseña a ser agradecidos con Dios todo el tiempo, agradecidos antes que las cosas acontezcan e independientemente de la respuesta que obtengamos.

No debemos agradecer solo por lo que recibimos solamente; sino por lo que hemos de recibir.

No agradecemos solo por Su respuesta sino también por Su promesa. Porque si agradecemos por respuestas solamente nuestra fe se basa solo en lo que se ve. Pero no vivimos por vista sino por fe en Cristo Jesús...

Agradecidos con Dios todo el tiempo.

La gratitud encierra en sí, una motivación y una convicción.

Siempre la gratitud le da gloria a Dios.

“Todo esto es por el bien de ustedes, para que la gracia que está alcanzando a más y más personas haga abundar la acción de gracias para la gloria de Dios" (2° Corintios 4:15 NVI).