El Submarino amarillo naufragó ayer ahogado por una marea roja en la ciudad en la que nació su apelativo. El Villarreal no pudo hacer más que aguantar durante la primera parte ante un Liverpool superlativo por momentos, que aplicó su fulgurante ritmo sin descanso hasta que encontró hendiduras en el bloque de Emery.
El sueño del equipo castellonense se difumina después del ejercicio autoritario de los 'reds'. De poco sirvió la ilusión y la fe de un Villarreal que afrontaba las 'semis' por segunda vez en su historia. Pero no hubo forma de inquietar al Liverpool, ni tan siquiera un solo tiro a puerta que complicó aún más la empresa de los amarillos ayer y, por extensión, en el partido de vuelta en La Cerámica de la semana que viene.
El Villarreal ni tan siquiera pudo replicar entre los tres palos y dio vida a su oponente en los minutos posteriores con nuevas ocasiones de Mané -que estuvo cerca del gol con una gran volea- y también a través de Salah con un disparo de primeras que no cogió portería. Para colmo de los locales, Thiago Alcántara la estrelló en el palo a tres minutos del descanso.Solo lució el color rojo durante los primeros 45 minutos de partido.
La segunda parte comenzó con el mismo guion, eso sí, con un Fabinho superlativo que dominó todos los escenarios ante un Villarreal que no pudo salir de su área. La apuesta de Unai Emery fue la misma que ante el Bayern o la Juve, pero esta vez no salió bien porque el conjunto de Jurgen Klopp estaba prevenido. Los ingleses lanzaron hasta 19 veces por una de los castellonenses. La diferencia fue abismal.
El gol llegó por fortuna, pero no fue fortuna que ganasen los locales al comienzo del segundo acto. Apenas dos minutos después apareció una jugada trenzada al borde del área que terminó con una gran definición de Sadio Mané, un tanto más que definitivo para el partido y casi para la eliminatoria salvo que el Villarreal cambie por completo en casa.
Salah amasó la pelota en el balcón y encontró el único hueco posible para quebrar la defensa amarilla. Ahí apareció Mané para meter la puntera y batir a Rulli. Un gol que colocó el 2-0 en Anfield y dejó sin recursos al 'Submarino Amarillo', que incluso pudo salir escaldado con algún gol más.
Henderson vio cómo le anulaban el tercero y la fase final perteneció por completo -como el resto del choque- al equipo dirigido por Jurgen Klopp, que impuso su 'rock 'n roll' ante la balada lenta y sin picante propuesta por el Villarreal. El billete se reparte el próximo martes en el 'poble' y con una Cerámica a reventar.
