Julio César García-Luengo Montero no descarta ser candidato en Arbo y atribuye lo sucedido a 'una tontería entre un padre y un hijo'

'Fue un acaloramiento de la prensa'

Julio César García-Luengo Montero, padre de Julio César García-Luengo Pérez
Las aguas de 'la guerra de los García Luengo' se van remansando poco a poco, pero el enfrentamiento dejará secuelas entre padre e hijo y no se olvidará fácilmente en la localidad de poco más de 2.500 vecinos.
Julio César García-Luengo Montero, padre del actual alcalde, Julio-César García-Luengo Pérez, con cuatro décadas de experiencia política a sus espaldas y como él mismo dice 'con 40 años de servicio a mi pueblo', achaca lo sucedido a 'tonterías de un padre y un hijo por ideas que a veces no concuerdan'. 'No fue nada, solo un acaloramiento de la prensa que en vez de tratar temas de más calado como el paro o la rebaja de sueldos a los trabajadores públicos, sacó esto porque levantan más revuelo'. Así valora el ex alcalde la repercusión de un conflicto de intereses entre él y su hijo, que se saldó con su destitución como primer teniente de alcalde del municipio.

NI UN EURO

Una decisión a la que también resta importancia porque, asegura, 'ya le había planteado a mi hijo el deseo de abandonar el cargo, me quedaré hasta el final de legislatura como simple concejal, cobrando mi pensión, porque no percibo ni un euro del ayuntamiento a pesar del trabajo que desempeño preocupándome por solucionar los problemas de mis vecinos', dice. 'La labor de un alcalde, es esa'. El 'capricho de mi hijo de destituirme' sabe que lo suscitó su comentario de hacer política en Arbo, 'de donde no paran de llamarme para que encabece una lista''. Algo que por otra parte no considera nada extraño porque Arbo, según sus palabras, forma parte de su vida, 'allí me casé, en Barcela,allí compraba madera para la fábrica de mi padre y allí me apoyan'. Lo de su posible cambio de distrito político, que comentó sin reparos, llegó a oídos de su hijo y fue el detonante de una destitución que no le importa, 'porque solo faltan seis meses para terminar la legislatura'. Todo lo demás, 'lo estoy pensando' y el resto sirvió para 'calentar más el enfrentamiento y que la familia pasase un mal rato'.

LA OPOSICIÓN, A LA ESPERA

Tanto el BNG como el PSOE están a la espectativa. Consideran lo sucedido en la vida municipal ' un esperpento' y la repercusión en Crecente creen que será nula, porque 'la Familia' seguirá 'manejando los hilos'. Padre e hijo, para los portavoces de ambos partidos con dos concejales cada uno en la oposición de Crecente, 'son lo mismo,tan solo cambian los modales, pero la forma caciquil y de favores es la misma desde hace cuarenta años'. Achacan el enfrentamiento a que el padre 'no asimiló la pérdida de poder' y con mucha retranca, no descartan que en vez de en Arbo, lo que realmente pretenda es presentarse en el propio Crecente, frente a su hijo. Si no, 'los 28 censados en su domicilio, en las últimas municipales, tendrá que trasladarlos a Arbo, para que puedan volver a votar'

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