Va finalizando el verano y se nos agotan las ideas para cocinar, por eso, te proponemos una receta muy andaluza y fresquita, el Ajoblanco

 

¿Sabías que es una variante del gazpacho? Ambas recetas tienen en común el pan, ajo y AOVE. Tres ingredientes básicos en la cocina de épocas pasadas y actuales

 

Esta sopa fría tiene sus orígenes en la gastronomía romana, incluso en la griega, a día de hoy, esta receta se fue convirtiendo en un indispensable de la cocina andaluza, de hecho tiene su propia fiesta celebrada en la provincia de Málaga, concretamente en Almáchar.

Al igual que el salmorejo o el gazpacho, tiene ingredientes muy básicos que están siempre en nuestras cocinas, uno de los ingredientes principales es el aceite de oliva virgen extra, de hecho, puede influir en el sabor dependiendo de la variedad de aceite de oliva que escojamos, en nuestro caso y para esta ocasión hemos optado por nuestro AOVE Temprano Finca Badenes Coupage, dado que es más suave y el resto de ingredientes tienen sabores fuertes, este aceite de oliva es ideal para rebajar la fortaleza de estos.

Te contamos diferentes beneficiosos que proporciona este plato. Los 4 beneficios del Ajoblanco:

• Rico en nutrientes: Receta repleta de vitaminas y minerales, como la vitamina C, el hierro, el magnesio y el potasio. Estos nutrientes son esenciales para mantener una buena salud, además, contiene antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro y la aparición de enfermedades crónicas
• Bajo en calorías
• Es un plato muy versátil, es decir, se puede servir como primer plato pero te aconsejamos que pruebes a introducirlo junto a tus recetas de carne , verduras, incluso para pasta o pizza como guarnición o aderezo por ejemplo
• Receta muy saludable. El ajo es conocido por sus propiedades medicinales, como la reducción de la presión arterial y el colesterol, el segundo protagonista de este plato como hemos mencionado antes, es el aceite de oliva, rico en ácidos grasos saludables, que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

¿Cómo se prepara la receta del ajoblanco?

¡No olvides anotar los ingredientes de la imagen en tu lista de la compra!

El primer paso es comprobar el estado del pan que tenemos ya que si está demasiado duro nuestro consejo de hoy es mojarlo con agua fría. Mientras, podemos poner agua a hervir y escaldamos las almendras un par de minutos, una vez pasados los minutos, las colamos y retiramos la piel de éstas.

El segundo paso, es agregar al vaso de la batidora el agua con el pan, junto con el ajo, el vinagre, la sal y, por supuesto, las almendras. Trituramos durante 4 minutos hasta que las almendras se hayan deshecho (a gusto de la textura que más te guste lo batiremos más o menos) y añadimos el aceite de oliva poco a poco mientras seguimos batiendo para darle la textura deseada a esta sopa fría.

Dejamos enfriar en la nevera durante al menos 3 horas para que repose y conseguir un mejor sabor. Un estupendo tip para acompañar este plato, es añadirle uvas, almendras tostadas o picatostes de pan. Si eres más atrevid@, podrías probarlo con unas dippas de maíz.

Detrás de este plato tan sencillo se esconden muchas historias como por ejemplo, que durante la Guerra Civil fue uno de los platos más consumidos, ya que es considerado una receta económica y evitó que un porcentaje de alto de la población feneciera de hambre. Otra historia curiosa del ajoblanco tiene lugar en la novela universal “El Quijote” de Miguel de Cervantes, en sus relatos nunca faltaba el ajo como ingrediente fundamental en las cocinas de la época, e aquí un fragmento de su libro.

Untado en pan, rehogado con migas frito o cocido en las sopas, en gazpacho o en ajo blanco, en salsa al ajillo, mojillo o ajilimoje, en ajiaceite, o ali oli

(Parte II, Cap. X)

¡Disfruta de la rica gastronomía andaluza! ¿Tienes anécdotas en torno a este rico plato? Esperamos tus comentarios 😊

#maridaconaove