Esta casa sobre un acantilado te quitará el aliento

Una construcción única, esta casa sobre un acantilado se inspiró en un templo budista situado a mil metros de altura.
casa sobre un acantilado
La sorprendente casa al borde del abismo se sostiene por cuatro columnas.Kodiak Greenwood.

A mediados de la década de 1960, Richard Clements, un contratista de San Francisco, se propuso construir un complejo turístico único, una casa sobre un acantilado. El emplazamiento: casi 4 hectáreas en lo alto de un impresionante acantilado con vistas al océano Pacífico. La inspiración: el monasterio de Paro Taktsang, en Bután, quizá una de las estructuras colgantes más famosas del mundo. Aunque el hotel nunca llegó a existir, sí se construyó el vestíbulo, que parece crecer desde el interior del mirador rocoso. Y en 1992, este atrevido diseño fue adquirido y transformado en una casa sobre un acantilado, que recientemente ha salido al mercado por 25 millones de dólares.

Los materiales orgánicos del interior complementan las vistas del océano a través de la ventana.

Kodiak Greenwood.

Descrito en su obituario como una persona con una "carrera ecléctica", Clements diseñó anteriormente Timber Cove Inn, un enorme complejo turístico construido a lo largo de un acantilado en la costa de Sonoma, además de varias casas frente al mar en Timber Cove y Big Sur en las que vivió él mismo. Se dice que se inspiraba en Frank Lloyd Wright y que era un apasionado de la arquitectura y el desarrollo ecológicos. Cuando los nuevos propietarios la compraron a principios de los 90, la casa consistía solo en el ala principal y no tenía calefacción central. Así que contrataron a Mickey Muennig, un arquitecto de Big Sur conocido por su arquitectura orgánica, para renovar la estructura y convertirla en una casa sobre un acantilado que, a pesar de las alturas, fuera habitable.

Las claraboyas proporcionan una mayor conexión entre el interior y el exterior.

Kodiak Greenwood.

La casa de dos dormitorios y dos baños, que tiene una superficie de 338 metros cuadrados, se conoce ahora como Taktsang Big Sur, en honor al templo ubicado en Bután. Agarrada a la ladera del acantilado, la casa está anclada por cuatro pilares de concreto de dos pisos. Paredes de cristal de altura completa rodean la casa, con lo que ofrece vistas de 240 grados de la costa rocosa de California y el Océano Pacífico. Los materiales orgánicos definen los interiores de la casa: una chimenea central de piedra domina la sala principal, grandes claraboyas y cerchas de madera adornan el techo, y los suelos de piedra se extienden por toda la casa de dos plantas.

Además de su impresionante entorno, la casa ofrece una serie de cuidados servicios, como una cueva de meditación y una bañera en el ala principal, añadidos por Muennig. En el exterior, una escalera conecta la propiedad con una zona ajardinada superior donde un anfiteatro domina el acantilado. El anuncio señala que esta propiedad también podría utilizarse para albergar una estructura secundaria o una casa de invitados, en caso de que los posibles compradores estuvieran interesados.

Un atrio de dos plantas evoca los inicios de la casa como vestíbulo de hotel.

Kodiak Greenwood.

Según Mike Gilson, de Coldwell Banker Realty y agente de la propiedad, "las vistas de la casa son consideradas las mejores por muchos, ya que está lo suficientemente cerca del océano como para oír sus relajantes sonidos y lo suficientemente alta como para tener unas vistas espectaculares de toda la costa". Según Gilson, los vendedores, quienes adquirieron la propiedad en 2002 después de que esta hubiera pertenecido a dos dueños anteriores, contrataron brevemente a Muennig para explorar las posibilidades de otra estructura en el terreno superior. Aunque nunca llegó a realizarse, según recuerdan los vendedores, Meunig les dijo que la casa de 25 millones de dólares era su lugar favorito en Big Sur gracias a sus impresionantes vistas. Como reitera Gilson: "Realmente todo se reduce a las vistas".

Artículo publicado originalmente en AD US.