La importancia de una alimentación saludable

La opinión del doctor Jesús Bernardo García, fundador y director de la Unidad de Nutrición, Alimentación y Metabolismo (UNAM)

“Cuando la alimentación es mala, la medicina no funciona. Cuando la alimentación es buena, la medicina no es necesaria”.

Llevar una dieta saludable tiene muchos beneficios. La alimentación no sirve sólo como tratamiento sino también como prevención. Llevar un estilo de vida saludable reduce las probabilidades de padecer enfermedades en el futuro tales como la Diabetes Mellitus, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y del sistema digestivo, anemia, dislipemias y algunos tipos de cáncer.

“La alimentación no sirve sólo como tratamiento sino también como prevención”

El estilo de vida actual, el estrés y las prisas juegan en contra de la alimentación saludable. Cada vez las personas recurren más a los platos preparados y precocinados con el objetivo de ahorrar tiempo. En Estados Unidos, el país de las prisas y el “fast-food” la tasa de obesidad ha llegado a unos niveles en los que nunca antes se había situado. Casi el 40 por ciento de los adultos estadounidenses y el 20 por ciento de los jóvenes padecen obesidad.

La obesidad es la pandemia del s.XXI. Por esto, es tan importante cuidar la alimentación en en todas las etapas de la vida y, en especial, en la infancia. Esta es una etapa muy importante con respecto a la alimentación ya que es el momento en el que el niño va a adquirir los hábitos alimentarios que seguirá a lo largo de su vida.

En esta etapa los niños suelen optar por alimentos deficitarios en nutrientes y perjudiciales para la salud como son la bollería y los dulces y dejando a un lado alimentos saludables como las verduras y las frutas que han de ser grupos de alimentos indispensables en su alimentación.

La Universidad de Ohio (EEUU) llevó a cabo el pasado año un estudio muy interesante publicado en el International Journal of Obesity en el que afirma que es beneficioso establecer rutinas en los niños desde muy pequeños para impedir que en el futuro padezcan enferme-dades relacionadas con el peso. El equipo de investigadores responsables del estudio concluyen como rutinas fundamentales para evitar el sobrepeso en los más pequeños: dormir suficientes horas, comer en familia y tener limitado el tiempo que ven la televisión.

“Es beneficioso establecer rutinas en los niños desde muy pequeños para impedir que en el futuro padezcan enferme-dades relacionadas con el peso”

Los datos que arrojan los estudios sobre los niveles de sobrepeso y obesidad no son muy esperanzadores y dan idea del gran problema y lo importante que es poner medios para revertir la situación. El estudio ALADINO 2015 en escolares de 6 a 9 años señalaba una prevalencia de sobrepeso de 23.2 por ciento (22.4% en niños y 23.9% en niñas) y la prevalencia de obesidad fue del 18.1 por ciento (20.4 en niños y el 15.8% en niñas), utilizando los estándares de crecimiento de la OMS.

EFECTOS DE LA COMIDA BASURA

  • Puede generar problemas de memoria y aprendizaje: Una mala alimentación puede generar reacciones químicas que llevan a la inflamación del hipocampo. Esto está asociado a la memoria como concluyó un estudio del Americal Journal of Clinical Nu-trition (2011) en el que personas obtuvieron peores resultados en pruebas cognitivas que valoraban la atención, la velocidad y el humor tras someterse a una dieta basada en comida basura.
  • Provoca fatiga, debilidad y genera adicción: Este tipo de alimentos carecen de nu-trientes esenciales como vitaminas o minerales que el cuerpo necesita para mante-nerse saludable.
  • Aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer: Su contenido en grasas saturadas y grasas trans afectan directamente a los niveles de triglicéridos y colesterol produciendo placas y lesiones en los vasos sanguíneos. Ade-más, este tipo de alimentación favorece procesos inflamatorios crónicos que pueden devenir en la presencia de otras enfermedades como la diabetes o el cáncer.
  • Aumenta el riesgo de padecer depresión: Las personas que consumen comida rápida tienen más de un 50% de riesgo de padecer depresión con respecto a las personas que comen de manera saludable.

LAS CLAVES DE UN ESTILO DE VIDA SALUDABLE

Estas son las siete claves que da a Asociación Americana del Corazón (AHA) para llevar un estilo de vida saludable:

  1. No fumar.
  2. Mantener un peso saludable, con un IMC inferior a 25.
  3. Hacer actividad física, al menos moderada, durante 2 horas y media a la semana.
  4. Mantener una dieta sana, con poca sal, poco azúcar, mucha fruta y verdura, mucha fibra y mucho pescado.
  5. Tensión arterial por debajo de 120 mmHg la sistólica (máxima) y por debajo de 80 mmHg la diastólica (mínima).
  6. Colesterol total en sangre por debajo de 200 mg/dl
  7. Glucosa en sangre por debajo de 100 mg/dl en ayunas.

A estos puntos podríamos añadir la importancia de una correcta hidratación – beber entre 1,5 y 2 L de agua al día; el descanso y vivir una vida alejada del estrés.

Se estima que las personas que consiguen cumplir seis de estos siete pasos reducen en un 76 por ciento la mortalidad cardiovascular respecto a los que sólo cumplen uno o ninguno. Sin embargo, la mayoría de la población cumple a lo sumo tres.

“Las personas que consiguen cumplir seis de estos siete pasos reducen en un 76 por ciento la mortalidad cardiovascular respecto a los que sólo cumplen uno o ninguno”

En este aspecto es primordial la prevención: crear en la sociedad la conciencia de que es fundamental llevar una vida sana con el objetivo de que ni siquiera emerjan los perfiles de riesgo. Conseguir, finalmente, que lo normalmente aceptable sea lo sano.


UNIDAD DE NUTRICIÓN, ALIMENTACIÓN Y METABOLISMO DEL DR. JESÚS BERNARDO GARCÍA

Doctor Jesús Bernardo García
Médico Nutriólogo
Especialista en Nutrición y Dietética por el Hospital Robert Debré de la Universidad de Reims (Francia)
Especialista en Nutrición Deportiva por la Universidad Paul Sabatier de Toulouse (Francia)

Araceli Llerandi Trespalacios
Nerea Rocha López
María Peón Fernandez
Nutricionistas