Equipo de investigación: Grupo CSIC 1703
«Acondicionamiento del suelo y sistema
urbano»
Autores
Mg. Arq. Edgardo J. Martínez
Mg. Arq. Leonardo Altmann Macchio
Asistente de investigación.
Apoyo metodológico y conceptual
de expedientes urbanos SIG
Arq. L. Andrés Quintans
Ayudante de investigación
y operador SIG calificado
Bach. Rodrigo Pedrosa
Asistencia en SIG
Lic. Geog. Soledad Camacho
Bach. Ignacio Bianco
Diseño y edición
Martín Delgado
Lucía Stagnaro (autores)
Ajustes en gráfica y diagramación
Leonardo Altmann
Rodrigo Pedrosa
Apoyo en producción editorial
Equipo de la Unidad de Comunicación de la
Universidad de la República (ucur)
El presente trabajo, llevado adelante entre 2016 y 2018,
toma como referencia, profundiza y amplía lo desarrollado
durante el observatorio de ciudades intermedias del
Instituto de Teoría de la Arquitectura y Urbanismo (itu),
instrumentado por Grupo csic 1703 (2003-2014)
bajo la coordinación del Mag. Arq. Edgardo J. Martínez.
Participaron los siguientes docentes y colaboradores
honorarios: Sergio Acosta y Lara, Leonardo Altmann,
Nicolás Ayala, Ignacio Bianco, Fabián Bregliano, Victoria
Capdepon, Laura Cúneo, Leticia de la Vega, Lucía Facio,
Flavia Gambetta, Paula García, Laura Guanco, Cecilia
Hernández, Nicolás Li Calzi, María Fernanda Magnou,
Igmarrey Pacheco, Julio Pereira, Verónica Piriz, Andrés
Quintans, Lucía Sansón, Paola Santurio, María Saravia,
Marianela Velásquez, Claudia Villar. La asesoría estuvo
a cargo de Carolina Rodríguez, Alejandro Nario, Raúl
Defranco, Manuel Chabalgoity, Carlos Musso y Álvaro
Portillo.
Agradecimiento especial:
A las autoridades y técnicos departamentales,
representantes regionales de ose, mtop, ute y los
innumerables informantes calificados locales, con
los que se trabajó durante el estudio de Ciudades
Intermedias desde 2003.
CIUDADES
INTERMEDIAS
DEL URUGUAY
procesos urbanos
y acondicionamiento
del suelo
(1985-2011)
Edgardo J. Martínez
Leonardo Altmann Macchio
instituto de
teoría y urbanismo
facultad de arquitectura,
diseño y urbanismo
universidad de la república
La publicación de este libro fue realizada
con el apoyo de la Comisión Sectorial
de Investigación Científica (csic) de la
Universidad de la República.
Los libros publicados en la presente
colección han sido evaluados por
académicos de reconocida trayectoria en
las temáticas respectivas.
La Subcomisión de Apoyo a Publicaciones
de la csic, integrada por Héctor Berio, Luis
Bértola, Magdalena Coll, Mónica Lladó,
Alejandra López Gómez, Vania Markarián y
Sergio Martínez ha sido la encargada
de recomendar los evaluadores para la
convocatoria 2018.
© Edgardo J. Martínez
y Leonardo Altmann Macchio, 2018
© Universidad de la República, 2020
Foto de portada: Ciudad de Florida
(Sensores Remotos Aeroespaciales, fau.
1982).
Las fotos satelitales de portada de
presentación de los casos de estudio son
de Google Earth.
Las fotos aéreas que ilustran las portadas
de los capítulos corresponden al vuelo
nacional de 1966 (Servicio Geográfico
Militar) (ciudad de Maldonado) y a vuelos
de 1981, 1982, 1994 y 1996 (Sensores
Remotos Aeroespaciales) en las ciudades
de Dolores, Nueva Palmira, Treinta y Tres,
Salto, Durazno y San José de Mayo.
Ediciones Universitarias,
Unidad de Comunicación de la
Universidad de la República (ucur)
18 de Julio 1824 (Facultad de Derecho,
subsuelo Eduardo Acevedo)
Montevideo, cp 11200, Uruguay
Tels.: (+598) 2408 5714 (+598) 2408 2906
Telefax: (+598) 2409 7720
Correo electrónico: <infoed@edic.edu.uy>
<www.universidad.edu.uy/bibliotecas/>
isbn: 978-9974-0-1777-1
índice
1 2 3 4 5 6 7 8
introducción
9
Presentación de la
Colección Biblioteca
Plural
11
Presentación del
estudio
13
Contexto académico 15
Objetivos generales y
particulares
16
marco
conceptual
17
La ciudad intermedia
polisémica
19
Modos de gestión
urbano-habitacional 23
Acondicionamiento
urbano del suelo
24
ciudad
intermedia
del
uruguay
29
metodología
49
55
La herencia del
macrocefalismo y la
ausencia de la escala
intermedia
31
Características de la
investigación
51
Situación de partida:
las ciudades uruguayas
en la crisis del modelo
de sustitución de
importaciones
57
Una definición de
ciudad intermedia
uruguaya
33
Delimitación
temporal de los ciclos
territoriales
34
Caracterización del
universo de estudio 36
Dimensiones,
indicadores
y fuentes
análisis
consideraciones
finales
52
Explicación de la
elección de los casos 53
Procesos urbanos 19852011. Presentación de
los casos
61
anexos
129
Amanzanados
regulares y
expansiones:
condicionantes
históricas en la
conformación
actual
131
Densidades de
vivienda y
población
135
Superficie de
expansión
136
Infraestructura
urbana
137
Asentamientos
irregulares
140
Conjuntos
habitacionales
141
bibliografía
147
Anexo metodológico y
operativo SIG
149
Mapas temáticos,
cuadros e indicadores
para cada localidad 156
Loteo convencional 142
Epílogo:
ordenamiento
territorial y nueva
gestión urbana
pos-2008
143
201
introducción
1
ciudades intermedias del uruguay
Presentación de la Colección
Biblioteca Plural
Vivimos en una sociedad atravesada por tensiones y
conflictos, en un mundo que se encuentra en constante cambio. Pronunciadas desigualdades ponen
en duda la noción de progreso, mientras la riqueza se concentra cada vez más en menos manos y la
catástrofe climática se desenvuelve cada día frente
a nuestros ojos. Pero también nuevas generaciones
cuestionan las formas instituidas, se abren nuevos
campos de conocimiento y la ciencia y la cultura se
enfrentan a sus propios dilemas.
La pluralidad de abordajes, visiones y respuestas
constituye una virtud para potenciar la creación y uso
socialmente valioso del conocimiento. Es por ello que
hace más de una década surge la colección Biblioteca Plural.
Año tras año investigadores e investigadoras de
nuestra casa de estudios trabajan en cada área de
conocimiento. Para hacerlo utilizan su creatividad,
disciplina y capacidad de innovación, algunos de
los elementos sustantivos para las transformaciones más profundas. La difusión de los resultados de
esas actividades es también parte del mandato de
una institución como la nuestra: democratizar el
conocimiento.
Las universidades públicas latinoamericanas tenemos
una gran responsabilidad en este sentido, en tanto
de nuestras instituciones emana la mayor parte del
presentación
conocimiento que se produce en la región. El caso de
la Universidad de la República es emblemático: aquí
se genera el ochenta por ciento de la producción nacional de conocimiento científico. Esta tarea, realizada con un profundo compromiso con la sociedad de
la que se es parte, es uno de los valores fundamentales de la universidad latinoamericana.
Esta colección busca condensar el trabajo riguroso de
nuestros investigadores e investigadoras. Un trabajo sostenido por el esfuerzo continuo de la sociedad
uruguaya, enmarcado en las funciones que ella encarga a la Universidad de la República a través de su
Ley Orgánica.
De eso se trata Biblioteca Plural: investigación de calidad, generada en la universidad pública, encomendada por la ciudadanía y puesta a su disposición.
Rodrigo Arim
Rector de la Universidad de la República
Setiembre 2019
10 > 11
Presentación del estudio
Dentro del sistema de asentamientos humanos del
territorio uruguayo, los ámbitos por fuera del Montevideo metropolitano han quedado relegados como
objetos de estudio de las dinámicas socioterritoriales propias de su escala. El macrocefalismo también ha
permeado en las agendas de investigación, haciendo
a los episodios urbanos no capitalinos poco visibles
en las dinámicas de un Uruguay urbano que no ha
sido homogéneo en sus procesos de conformación,
crecimiento y acondicionamiento.
Como aporte a la comprensión de las recientes dinámicas de los centros urbanos del país, el presente trabajo
aborda la transformación de una serie de ciudades intermedias uruguayas en las últimas décadas, desde el
estudio de los procesos de expansión urbana de once
ciudades, para considerar los diferentes modos de gestión urbano-habitacional en correlación con la cobertura/carencia de la infraestructura urbana.
Los censos nacionales de población, vivienda y hogares constituyeron la fuente principal para identificar la
efectiva ocupación del suelo urbano con usos habitacionales y lograr una serie que se inicia en 1985 y
finaliza en 2011, año del último censo disponible al momento de la escritura del texto (2018). Este lapso está
definido por el hito de la recuperación democrática del
introducción
país y la inserción incipiente en la globalización con
acentos de integración regional, desde una lectura de
ciclos territoriales que relaciona modelos de desarrollo
y patrones territoriales (Martínez y Altmann, 2016).
Para apreciar estos procesos urbanos de las ciudades
intermedias, se considera clave abordarlos desde una
mirada diacrónica, acumulativa de los procesos históricos; en tanto la comprensión de la expansión urbana
y la provisión/acceso a infraestructura urbana en el
período 1985-2011 no implica solo analizar patrones
gráficos o generar indicadores, sino, justamente, desde
un abordaje territorial, incorporar otras dimensiones
que dan cuenta de la complejidad de estos procesos
en relación con la topografía e hidrografía, los trazados
viales o ferroviarios, las lógicas de implantación fundacional del núcleo urbano, la evolución demográfica, la
normativa urbana que dan cuenta de la superposición
de fenómenos que operan según distintas lógicas en
un mismo ámbito espacial.
El estudio se articula en seis partes. La primera muestra la inserción de este trabajo dentro de los desarrollos del grupo de investigación y define sus objetivos.
La segunda parte relata el andamiaje conceptual en el
que se perfila la noción de acondicionamiento urbano del suelo como concepto articulador respecto a la
aptitud infraestructural para el desarrollo sostenible
de una ciudad. También se debate sobre el propio concepto de ciudad intermedia y sobre la importancia de
la dimensión temporal, a través de los ciclos territoriales. La tercera parte ahonda en la definición de ciudad intermedia del Uruguay y llega a conceptualizarla
como aquel aglomerado urbano con población mayor
a 5000 habitantes que no integra el área metropolitana de Montevideo. También se presenta este conjunto de localidades y los debates emergentes en torno a
ellas, al tiempo que se las caracteriza a partir de ciertas
dimensiones territoriales relevantes. La cuarta parte
remite a la metodología utilizada y a los criterios para la
elección de los casos de estudio. Le sigue el análisis, con
dos vertientes: la explicación de la situación de partida, en 1985, mediante un texto que sintetiza aspectos
relevantes del proceso de urbanización de las ciudades uruguayas. Posteriormente, se desarrollan los once
casos desde una lectura de mapas que dan cuenta de la
ocupación del suelo urbano con usos habitacionales en
los censos de 1985, 1996, 2004 y 2011 trabajando a escala de la zona censal (manzana) y cotejando la ocupación efectiva mediante fotos aéreas georreferenciadas.
También se realiza un seguimiento de las trayectorias
de los diferentes modos de gestión urbano-habitacional: tejido convencional, conjuntos habitacionales
y asentamientos irregulares, mediante indicadores de
12 > 13
producción habitacional y superficies. Complementariamente, se presenta un texto sintético, por localidad,
en el que se analizan estas transformaciones y se las
referencia a la situación de partida. El sexto capítulo
muestra las conclusiones a través de siete temas que
surgen del análisis.
Finalmente, en dos anexos, se especifican las definiciones operativas derivadas de la metodología, al tiempo
que se presenta una serie de mapas y tablas que fueron
parte de los insumos utilizados en la etapa analítica.
ciudades intermedias del uruguay
Contexto académico
El equipo de Ciudades Intermedias del Uruguay (ciu)
integra el grupo de investigación csic 1703, Acondicionamiento del Suelo y Sistema Urbano, con sede en el
Instituto de Teoría de la Arquitectura y Urbanismo de la
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo. En 2004,
el equipo ciu trazó un programa de estudios cuyo objetivo general apuntaba a observar las ciudades intermedias con énfasis en el desarrollo local para analizar el
sistema urbano, las desigualdades territoriales en el acceso a infraestructuras y servicios y los vínculos con sus
entornos productivos. Varios de estos frentes fueron
objeto de trabajos específicos a modo de proyectos o
en convenios de cooperación con organismos gubernamentales nacionales y departamentales. Por ejemplo: «Sistema urbano nacional. Una caracterización con
base en la movilidad de pasajeros» (convenio dinot,
mvotma-itu, fadu, Udelar; 2015-2016), «Mapeo de proyectos de inversión» (convenio opp y mef-itu, fadu,
Udelar; 2012-2013), «Lógicas territoriales del Uruguay
agroexportador» (convenio dinot, mvotma-itu, fadu,
Udelar; 2017), «Expediente sig urbano-territorial de las
ciudades de Durazno y Sarandí del Yi 1985-1996-2004»
(convenio Intendencia Departamental de Durazno-itu,
fadu, Udelar; 2012), «Expediente sig urbano-territorial
de San José de Mayo 2004-2011» (convenio Intendencia Departamental de San José-itu, fadu, Udelar;
2012) y «Entre macrocefalia estructural y policentrismo
introducción
emergente. Modelos de desarrollo territorial en el Uruguay (1908-2011)» (proyecto interno del grupo de investigación csic 1703; 2014-2015).
Se entiende que este trabajo presenta un aporte relevante
para la compresión de la estructuración urbana del territorio nacional. Se destaca el desarrollo de un método preciso y claro y la rigurosidad en la sistematización de datos
En tanto se procesaba la línea de investigación sobre
ciudades intermedias, los avances parciales y la realización misma de expedientes urbanos de varias ciudades mediante la utilización de sistemas de información
geográfica (sig) aportaron a la problematización de la
relación entre expansión urbana y cobertura infraestructural, principalmente en el marco de la discusión y
posterior aprobación de la ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible (lotds) y del debate sobre
las estrategias de optimización del suelo servido. Este
protagonismo quedó de manifiesto en la coordinación
del «Programa nacional de formación y capacitación
orientado al fortalecimiento de las capacidades de autoridades y técnicos de intendencias departamentales
y municipios para implementar procesos de ordenamiento territorial» que llevaron adelante Edgardo Martínez, Federico Bervejillo y Carlos Castro Casas en 2010.
(mvotma, 2015: 83).
El estudio fue reconocido por sus aportes, a pesar de
estar aún en proceso, al ganar el Premio Nacional de
Urbanismo (2015) del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (mvotma) en la
categoría Investigación, con la siguiente justificación:
14 > 15
Objetivos generales y particulares
El trabajo tiene por objetivo general analizar los procesos de crecimiento urbano de una serie de ciudades
intermedias del país en el lapso 1985-2011 desde las
dinámicas de ocupación urbano-habitacional del suelo
y el acceso a la infraestructura urbana.
Particularmente, también pretende:
• Definir la ciudad intermedia para el caso
uruguayo.
• Localizar los procesos de expansión urbano-habitacional en el período 1985-2011.
•
Analizar las trayectorias de los diferentes modos
de gestión habitacional y su incidencia en el crecimiento de las ciudades, de acuerdo con cantidades de pobladores y viviendas y sus respectivas densidades.
•
Estudiar las variantes de acondicionamiento urbano del suelo y su distribución espacial en las
ciudades.
ciudades intermedias del uruguay
marco conceptual
2
14 > 15
La ciudad intermedia polisémica
Para el análisis de los procesos urbanos de una serie
ciudades intermedias uruguayas entre 1985 y 2011, desde la expansión urbana y la provisión de infraestructura, se entrelazan tres conceptos: la ciudad intermedia
como ámbito, el acondicionamiento urbano del suelo
como proceso que refiere a las variantes de dotación
de infraestructura urbana y los diferentes modos de
gestión urbano-habitacional que hacen a la distribución de las unidades habitacionales en la ciudad para
la conformación de amanzanados y tejidos, y la propia
tenencia del suelo urbano.
Una mirada centrada en los
sistemas urbanos europeos
qué es una ciudad intermedia en la actual etapa del
proceso urbanizador mundial.
El concepto de ciudad intermedia ha cobrado relevancia
en las últimas décadas desde diferentes disciplinas que
hacen foco en la ocupación urbana del suelo. El pasaje
de un abordaje de ciudad media o mediana a ciudad intermedia se circunscribe a lecturas contemporáneas sobre los sistemas urbano-territoriales desde miradas superadoras de los esquemas jerárquicos de la economía
urbana clásica basados en el mero caudal demográfico
y la distancia a la concentración de servicios. En este
marco, el concepto de ciudad intermedia se nutrió de
teorías que pusieron en discusión la dicotomía rol-ubicación (Dematteis, 1991; Camagni, 2005) y concibieron
como condición de la ciudad intermedia el ser parte de
un sistema urbano, al definirse principalmente a partir
de su dimensión funcional en el territorio, intermediando entre espacios metropolitanos y zonas rurales
productivas.
Como primer rasgo, esos trabajos enfatizaban la
dificultad
Los trabajos del programa Ciudades Intermedias de la
Unión Internacional de Arquitectos (uia) y la cátedra
Unesco Ciudades Intermedias y Urbanización Mundial
de la Universidad de Lérida (uia-cimes-Unesco) han
aportado una importante base para la discusión sobre
marco conceptual
… de definir una ciudad intermedia a partir de su talla demográfica. Una ciudad intermedia lo es también por el
papel y rol que juega en un territorio y no simplemente
por el número de población que esta aloja. [Así, existe] la
necesidad de contextualizar los rangos a partir de los cuales definir una ciudad intermedia: las situaciones medias
necesitan referirse a unos contextos territoriales concretos y definidos, necesitan referenciarse a las redes y jerarquías urbanas existentes en diferentes áreas, contextos
socioeconómicos y culturales determinados (Bellet y Llop,
2003: 14).
Y resumían:
La ciudad intermedia no puede definirse tan solo por el
número de población que esta acoge. Tan o más importante es el papel y la función que la ciudad juega en su
territorio más o menos inmediato, la influencia y relación
que ejerce y mantiene en este y los flujos y relaciones que
genera hacia el exterior (Bellet y Llop, 2003: 14).
18 > 19
Marcaban, además, otro aspecto clave sobre la conceptualización de ciudades intermedias: que no formen
parte de la conurbación metropolitana de otra ciudad.
Sobre las características que definirían su función
dentro de los sistemas urbanos dándoles la condición
de ciudad intermedia, el programa uia-cimes-Unesco
plantea como posibles:
• Ser centros de interacción social, económica y
cultural.
•
Ser proveedoras de bienes y servicios más o menos especializados.
• Estar ligadas a redes de infraestructuras que
conectan las redes locales, regionales y nacionales e incluso, algunas, con fácil acceso a las
internacionales.
• Alojar niveles de la administración de gobierno
local y regional a través de los que se canalizan
las demandas y necesidades de amplias capas
de la población.
También pueden encontrarse abordajes que profundizaron sobre la dificultad de recortar la ciudad intermedia como objeto de estudio explorando diferentes
dimensiones: funcionales (menor diversificación de la
ciudades intermedias del uruguay
actividad económica, posible vocación de especializarse en un par de áreas de acuerdo a entornos productivos), posicionamiento local (tensión hacia espacios
metropolitanos que diluyen sus funciones urbanas) y
posicionamiento global (competitividad territorial y
desarrollo económico) (Gorenstein et al., 2012).
Muchas de estas indagaciones tuvieron origen en la
experiencia europea, donde la configuración y distribución territorial de los episodios urbanos han problematizado la escala intermedia y las relaciones de tipo policéntrico entre las ciudades, dando lugar a una agenda
propia de políticas territoriales. François Taulelle
menciona que «la Unión Europea toma en cuenta este
estrato de ciudades y desarrolló, en el contexto del
policentrismo, el tema de los polos de crecimiento secundarios» (2015: 18) y recuerda que la política francesa
para las ciudades de tamaño medio, en clave de equilibrios territoriales, se remite a mediados de la década
de 1970.
Continuando con el abordaje europeo, son destacables los desarrollos en el marco del Observatorio en
Red de la Ordenación del Territorio Europeo (espon por
sus siglas en inglés) de la Unión Europea, que publicó
en 2006 El papel de las ciudades de tamaño pequeño y
mediano en Europa (espon, 2006). Allí se destacaba que
la investigación urbana europea sobre estos ámbitos
tenía cuatro lineas principales, con sus propios marcos
teóricos y metodológicos:
• El rol y las funciones económicas de las entidades urbanas dentro del desarrollo de la economía política global (teoría económica regional, comercio internacional y economía de la
innovación).
• La forma y la evolución del tejido urbano, la arquitectura y la urbanización.
•
El ordenamiento territorial y la provisión de
servicios relacionados con la planificación del
transporte y de la infraestructura.
• La gobernanza territorial.
espon (2006) también predefine tres tipologías para
clasificar las ciudades pequeñas y medias europeas:
• Posición espacial (aglomerado, en red y aislado).
• Desempeño socioeconómico (dinámico/creciente, disminuyendo, reestructuración y con potencial desarrollo).
• Relación entre nodos urbanos y unidades
administrativas.
Desarrollos recientes
desde las particularidades
latinoamericanas/periféricas
Atendiendo a estos antecedentes, el concepto de ciudad intermedia desde el territorio latinoamericano y, en
particular, en la cuenca del Plata ha sido abordado con
una relectura del concepto manejado para el estudio
de las ciudades europeas.
Jorge Enrique Hardoy (1972, 1986) intentó una aproximación, en clave latinoamericana y de sistema urbano,
a la cuestión de la ciudad intermedia. Cesar Vapñarsky
y Néstor Gorojovsky (1990), al desarrollar el concepto
de aglomerados de tamaño intermedio (ati), los definieron por su peso demográfico (50 000 a 1 000 000 de
habitantes) y encontraron en ellos la principal novedad
del sistema urbano argentino desde el fin del modelo agroexportador, hacia 1914, hasta la década de 1980,
por su creciente incidencia en la cantidad de población
del país. Al mismo tiempo y dentro del contexto de industrialización tardía y desindustrialización temprana
típico de las ciudades latinoamericanas (Pradilla Cobos,
2014), estos autores ven en los ATI procesos territoriales relacionados con el modelo de sustitución de
importaciones que exhiben, en cierta medida, un urbanismo de industrialización. Estos procesos se pueden
marco conceptual
asociar también con el desarrollismo y la posterior generación de los polos de crecimiento económico.
Más recientemente, Silvia Gorenstein, Graciela
Landriscini y Jorge Luis Hernández (2012) presentan
una mirada con eje en lo funcional que abarca diferentes niveles de observación con el fin de captar la complejidad de la ciudad intermedia en la pampa argentina, inserta en una dinámica socioeconómica asociada
a complejos productivos basados en la explotación de
recursos naturales. Allí se indaga el rol de «intermediación territorial» considerando la trayectoria funcional
y la estructura económica. El estudio de economías
periféricas dependientes de la explotación de recursos
naturales con estructuras industriales de bajo contenido tecnológico (Pasciaroni, Preiss y Hernández, 2014)
resulta un punto de contacto relevante con el caso
uruguayo.
Francisco Maturana (2015), para el caso chileno, enfatiza la dimensión funcional dentro de un sistema urbano
que implica la ciudad intermedia, con claras referencias
al trabajo del espon europeo y los aportes de Nadine
Cattan y Anne Bretaggnolle. Así es que plantea una
definición de ciudad intermedia con base en criterios
dinámicos en cuanto a su población y tamaño. Refiere
a aspectos funcionales desde lo político administrativo
y a la provisión de servicios comunes y especializados;
tiene en cuenta las migraciones y crecimientos demográficos recientes relevantes y la población en términos
absolutos en relación con la capital regional. Utilizando
el umbral de tres de seis criterios para ingresar a la categoría de ciudad intermedia, de 144 ciudades analizadas solo 21 calificaron para tres o más criterios y únicamente tres lo hicieron para todos los criterios.
En buena medida, los abordajes teóricos sobre la ciudad intermedia en Latinoamérica toman como referencia los fundacionales desarrollos a partir de los
sistemas urbanos europeos, apropiándoselos desde las
particularidades de sus sistemas urbanos. Ello refuerza
la idea de que cada sistema urbano tiene sus propias
ciudades intermedias.
También aparece, transversalmente, otra dimensión
que retroalimenta los enfoques con base en análisis de
procesos demográficos, económicos o funcionales: el
papel de las ciudades intermedias dentro del combate
a la pobreza urbana en el Tercer Mundo. En ese sentido,
es interesante rescatar, como antecedente no vinculado al desarrollo académico, pero de impacto en el diseño y gestión de políticas urbanas, la Agenda 21. Surgida
de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo (Río de Janeiro, 1992), le
20 > 21
asignaba un rol clave a las ciudades intermedias en los
procesos de integración social y combate a la pobreza
por fuera de los espacios metropolitanos y actuando
sobre procesos migratorios rural-urbanos en los países
en desarrollo:
A fin de aliviar la presión en las grandes aglomeraciones
urbanas de los países en desarrollo, deben adoptarse políticas y estrategias para el desarrollo de ciudades intermedias con el objeto de crear oportunidades de empleo
para la mano de obra desempleada en las zonas rurales,
y apoyar actividades económicas basadas en las zonas
rurales, aunque es indispensable una ordenación racional
de las zonas urbanas para asegurar que el desenfrenado
crecimiento urbano no propague la degradación de los
recursos a una superficie mayor ni aumente las presiones
comunidad tradicional caracterizada por relaciones cara a
de intermediación en relación con aglomeraciones más
cara y dedicada a actividades agropecuarias (Noel, 2017: 129).
pequeñas y con sus respectivos hinterlands poco o nada
tienen en común con las ciudades medias de los investi-
La problematización de la escala se ha vinculado a la
superación de la mirada que asimila lo urbano con lo
metropolitano y los procesos de transformación de los
espacios urbanos. En la cuenca del Plata pueden apreciarse procesos como la disminución de la primacía de
los principales centros urbanos, el crecimiento de centros urbanos secundarios y la consolidación de sistemas urbanos más complejos que, en definitiva, hicieron
entrar en escena a lo urbano-no-metropolitano como
un espacio con dinámicas propias que compartió, desde la década de los cincuenta, la persistente recepción
de oleadas de migraciones rurales.
para urbanizar los espacios abiertos, las tierras agrícolas y
los cinturones verdes (ONU, 1992).
Finalmente, volviendo a la histórica contraposición entre urbano y rural que las ciencias sociales manejaron
desde el siglo xix, lo urbano remitía a representaciones
en clave
de metrópoli moderna, impersonal y anónima, enfocada
en la industria y los servicios y lo rural, en términos de una
Continuando con las referencias al caso argentino,
Gabriel Noel refiere que:
rio, satélites o frentes de periurbanización de las grandes
metrópolis (2017: 148).
Al conceptualizar la implicancia de la escala en lo abarcable que puede ser la ciudad intermedia como objeto de estudio y referirse a las fuentes documentales,
menciona ciertas limitaciones vinculadas a factores
como los demográficos (primacía urbana y macrocefalia) y metodológicos que guardan validez para el caso
uruguayo:
las aglomeraciones de escala intermedia suelen ser demasiado grandes para reconstruirlas etnográficamente y, al
mismo tiempo, demasiado pequeñas como para merecer
la atención de sistemas estadísticos nacionales o provin-
las ciudades intermedias que han conocido en las últimas
ciales que suelen generar poca información sobre ellas y,
décadas esa multiplicación y ese desarrollo acelerado
cuando lo hacen, la procesan a niveles de agregación altos
que la bibliografía latinoamericana comienza a registrar
como para permitir análisis detallados (Noel, 2017: 143).
—y que representan una relativa innovación respecto
de los patrones de primacía y macrocefalia usuales en el
subcontinente— han sido desde hace mucho tiempo la
regla en el Viejo Mundo. Las ciudades intermedias de la
región patagónica o pampeana y que cumplen funciones
ciudades intermedias del uruguay
gadores europeos que son sobre todo ciudades dormito-
Estas apreciaciones nos interpelan nuevamente sobre
el concepto de ciudad intermedia, las variantes de episodios urbanos que engloba y las posibilidades de contar con información pertinente para su estudio.
Modos de gestión urbano-habitacional
Si bien este estudio no plantea profundizar en la dimensión de morfología urbana, es importante, a la hora
de abordar los procesos de crecimiento de la ciudad,
apreciar las diferencias de conformación de los tejidos
urbanos, particularmente en los procesos de expansión
y de producción de nuevo suelo urbano.
Las dinámicas de construcción de la ciudad latinoamericana contemporánea muestran tres modelos básicos
de tejidos residenciales:1 conjuntos habitacionales de
política pública de vivienda, asentamientos irregulares y tejido tradicional a partir de lo que consideramos
loteo convencional (Cecilio, Couriel y Spallanzani, 1999).
Estos tejidos no son «puros» y si bien se reconocen
principalmente en la caracterización de periferias y expansiones en las que ha primado una lógica fragmentaria, se pueden extrapolar a toda la trama urbana.
infraestructural; condición de previa o ex post a la
ocupación del suelo).
•
Normativa urbana: zonificación o categorización2
del suelo.
1
Eventualmente, como una cuarta categoría, podrían añadirse
barrios privados o enclaves residenciales de baja densidad.
2
Zonificación refiere a la condición de suelo urbano, suburbano
o rural de acuerdo con la ley de Centros Poblados (1946).
Mientras que la categorización implica que se ha aprobado
un instrumento de ordenamiento territorial en el marco de
la lotds que define las categorías de suelo como: urbano,
suburbano y rural (arts. 32 a 34 de la ley 18.308)..
incluyen detrás una materialidad, estrategia y gestión y,
por tanto, es clara su incidencia en las modalidades de
acondicionamiento urbano del suelo:
Estos preceptos aparecen mezclados o sobrepuestos en el
tiempo y en el espacio de las actuaciones institucionales
Es importante señalar que estos modos son dinámicos
en su conformación espacial, ya que el desarrollo de loteos convencionales, conjuntos habitacionales y asentamientos irregulares ha tenido diferentes estrategias
y dinámicas, con una notoria incidencia, para el caso de
América Latina, de los programas de vivienda pública y
de las estrategias de rehabilitación barrial.
pertinentes, en tanto estas esgrimen diferentes estrategias para el acceso al suelo, para la obra del alojamiento
y para la conexión a servicios básicos. Al mismo tiempo
involucran a distintos gestores (públicos, privados y sociales) que interactúan en diferentes desempeños financieros o del patrocinio. En sus motivaciones y formas de
relacionamiento está la clave para entender la limitada
capacidad de respuesta al connotado proceso de (peri)
Las transformaciones territoriales en América Latina
han visto pasar sucesivos
urbanización o expansión metropolitana que caracteriza
a los grandes aglomerados y ciudades intermedias de la
región (Martínez, 2011: 7).
paradigmas que sustentan tanto la percepción como las
Las modalidades de gestión urbano-habitacional refieren a:
• Acceso al suelo (formal o informal).
• Desarrollo morfológico y edilicio (formas e intensidad de ocupación del lote y desarrollos tipológicos en consecuencia).
•
Conexiones a redes de infraestructura (gradientes de acondicionamiento según dotación
marco conceptual
intervenciones públicas en materia de vivienda urbana de interés social y provisión de infraestructura urbana
(Martínez, 2011).
Estos paradigmas, del bajo costo a las acciones para/
con los de bajos ingresos (desde mediados de los años
setenta a inicios de la década de los noventa) y el subsidio a la demanda habitacional e impacto en variantes de gestión urbana (comienzos de los años noventa), no implican únicamente temporalidades ya que
22 > 23
Acondicionamiento urbano del suelo
Según el Diccionario de la Real Academia Española,
acondicionar refiere a «disponer o preparar algo de
manera adecuada». En alguna medida, el reconocimiento de esa adecuación desde la conceptualización
de lo urbano-territorial involucra la aptitud infraestructural para el desarrollo de las actividades humanas. Desde la década de 1950, en el Instituto de Teoría
de la Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de la
República (itu) y tomando como referencia, entre otros,
los aportes del padre Louis Lebret,3 se comienza a hablar de acondicionamiento territorial. Se lo aborda desde
la escala nacional, pero incluyendo los servicios urbanos. Particularmente los desarrollos liderados por el
arquitecto Juan Pablo Terra en su Estudio social y económico del Uruguay rural (claeh y cinam, 1963) y el hecho
de que la propia Comisión de Inversiones y Desarrollo
Económico (cide)4 constituyó su Sector Vivienda y
Acondicionamiento Territorial demuestran un creciente protagonismo de la dimensión de la infraestructura urbana asociada con el hábitat y enfocada desde las
particularidades de las ciudades uruguayas. Aquella noción de acondicionamiento territorial inequívocamente remitía a la escala nacional y a la resolución de los
problemas a nivel país desde la planificación centralizada, dentro del paradigma desarrollista que primó en
América Latina en las décadas de 1950, 1960 y 1970.
ciudades intermedias del uruguay
Hablar de acondicionamiento urbano del suelo recupera una escala de ciudad y enfatiza la articulación entre
los diferentes sistemas de infraestructuras urbanas y su
gestión. Un suelo acondicionado permite un aprovechamiento intenso para usos habitacionales y mixtos y
ser exigido en densidades y ocupación en una concentración equilibrada de equipamientos y servicios.
El concepto de acondicionamiento urbano del suelo
refiere a la aptitud infraestructural del suelo para dar
soporte funcional y sustento ambiental a las actividades de las comunidades, mediante la provisión integral
y gestión de un conjunto de redes básicas de conducción y distribución: vialidad, agua potable, alcantarillado, energía eléctrica, telecomunicaciones o recolección
y tratamiento/eliminación de basura y desechos urbanos sólidos. Esta infraestructura urbana construye de
forma secuencial y progresiva, flexible y anticipatoria, el
emplazamiento de los episodios urbanos (Allen, 1998).
La dimensión temporal pone de manifiesto la incidencia que, en la producción de cada sitio, su configuración
y las cualidades ambientales y los impactos sociales,
tiene la secuencia en que tendrá lugar el acceso al suelo, la producción habitacional y la provisión de servicios
e infraestructuras, así como el apego o excepción del
marco normativo en que tiene lugar este proceso.
Para reconstruir el concepto y la gestión urbana detrás
del acondicionamiento del suelo urbano, podemos
rastrear dos trayectorias: una reciente, que refiere a las
declaraciones surgidas de las cumbres del Programa de
las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos
(ONU-Hábitat, 1976-1996-2016), y otra de más largo
aliento que surge con el proceso urbanizador derivado
de la revolución industrial y que puede definirse como
la teoría y práctica del urbanismo infraestructural: del
higienismo a la calidad de vida.
ONU Hábitat y una agenda internacional
de provisión de infraestructura urbana,
con énfasis en los países periféricos
Las declaraciones finales de las tres cumbres mundiales
de onu-Hábitat (1976-1996-2016) han construido una
hoja de ruta global, con particular incidencia en los países en vías de desarrollo, sobre cómo afrontar los procesos de urbanización del último medio siglo promoviendo la integración social y el desarrollo sostenible.
Sus derivaciones respecto a las políticas urbanas nacionales son evidentes en las estrategias de provisión de
infraestructuras como medio de combate a la pobreza
y de mejora de la calidad de vida de las poblaciones.
Esto se planteó en el marco de intensos procesos de
migración del medio rural al medio urbano en las décadas posteriores a 1960.
La urbanización improvisada y la situación consiguiente de hacinamiento, contaminación, deterioro y presiones psicológicas en las regiones urbanas, [la necesidad
de] estrategias de planificación espacial que se ajusten de
forma realista a las condiciones locales [y la] creación de
asentamientos que aseguren el suministro de servicios
sanitarios, educación, alimentos y empleo en un marco de
justicia social (onu, 1976).
El plan de acción surgido de la conferencia de
Vancouver, Hábitat I, planteaba que en el desarrollo de
los asentamientos humanos debería preservarse la calidad del medio y asociaba la provisión de infraestructura (que aparece desarrollada en un apartado específico) a los procesos de planificación urbano-territorial,
en los cuales desde el principio debe considerarse:
el esbozo de la red principal de infraestructura y la distribución amplia de los servicios sociales […] el suministro de
elementos de vital importancia para la salud y la supervivencia, especialmente agua limpia y potable, aire puro y
alimentos
marco conceptual
así como la «designación de pautas generales de utilización del suelo y cambios a lo largo del tiempo (ONU,
1976)».
3
L. Lebret (1956), Desarrollo y acondicionamiento de
los territorios. Montevideo: itu, fadu, Udelar.
4
La cide fue un think tank de perfil desarrollista creado por el gobierno
uruguayo que funcionó en el período 1960-1967. Bajo la secretaría
técnica del Cr. Enrique Iglesias, estructuró numerosos grupos
técnicos que delinearon el Plan Nacional de Desarrollo (19651974) que incluía una agenda de reformas estructurales del país.
agentes del sector privado y las organizaciones comunitarias y no gubernamentales, [para] participar en la prestación y la gestión de servicios bajo la coordinación de los
gobiernos a los niveles apropiados, incluidas las autori-
Dentro de una mirada sistémica, las edificaciones, infraestructura y servicios urbanos fueron conceptualizados como estructurantes del sistema de asentamientos
humanos. En ese sentido, debían ser planificados en
forma integrada y provistos en una secuencia adecuada
a las circunstancias.
La provisión de infraestructura fue resignificada en los
períodos siguientes de acuerdo a los paradigmas de intervención urbana y enfoque ambiental: en las primeras elaboraciones de los años setenta, particularmente
luego de las cumbres de Estocolmo (1972) y Vancouver
(1976), cobró importancia la dimensión ambiental y la
participación social. En los ochenta, el énfasis estuvo
puesto en las intervenciones focalizadas, de acuerdo
a las nuevas lógicas de reconfiguración estatal. Luego,
a partir de 1987, surge el paradigma del desarrollo sostenible que permea, junto a la descentralización, en
el discurso de la cumbre de onu-Hábitat de Estambul
(1996). Allí, un acento particular remitía al repliegue estatal en la provisión de estas infraestructuras, promoviendo incluir:
dades locales [… y] establecer un entorno propicio para
alentar al sector privado a participar en la gestión eficiente
y competitiva y la prestación de servicios básicos (onu,
1996).
Algo relevante aquí es la validación de la provisión de
servicios ex post a la ocupación urbana del suelo, al
promover
la mejora de los asentamientos espontáneos y los barrios
urbanos de viviendas improvisadas como medida expeditiva y solución pragmática a la escasez de vivienda en las
ciudades (onu, 1996).
Esta directiva dio lugar al surgimiento de varios programas de mejoramiento barrial financiados por organismos multilaterales de crédito en los países en vías
de desarrollo. En el caso uruguayo fue el Programa de
Integración de Asentamientos Irregulares (piai), en 1999.
En la cumbre Hábitat III celebrada en Quito, que dio lugar al documento Nueva Agenda Urbana (onu, 2016), se
reconoce el bagaje conceptual y operativo de las dos
cumbres anteriores, en un mundo donde ya más de la
24 > 25
mitad de la población es urbana. La infraestructura urbana aparece en diversos pasajes del documento, pero
fundamentalmente alienta a la consolidación urbana y
a evitar la inserción ex post de servicios:
Alentamos la formulación de estrategias de desarrollo
espacial que tengan en cuenta, según corresponda, la necesidad de orientar la ampliación urbana dando prioridad a la renovación urbana mediante la planificación de la
provisión de infraestructuras y servicios accesibles y bien
conectados, el logro de densidades demográficas sostenibles y el diseño compacto y la integración de nuevos barrios en el entramado urbano, impidiendo el crecimiento
urbano incontrolado y la marginación (Idem).
mejoras sanitarias urbanas, mediante la dotación de
alcantarillados, sistemas de drenaje adecuados y servicios apropiados de recolección de basuras. Esta primera ley higienista de 1848 es señalada por Leonardo
Benévolo (1992) como el comienzo del urbanismo moderno. Esa ley también reconoció el rol del Estado en la
mejora de las condiciones de vida colectivas y tuvo repercusión rápidamente para dar respuesta a problemas
urbanos similares que se daban en Occidente.
Ildefons Cerdá, a mediados del siglo xix, se refería a la
infraestructura urbana como una parte oculta de la ciudad que hace a su funcionamiento:
Si imaginamos cortada la planta de la calle hasta una
profundidad indefinida, sorprenderemos un gran nú-
Del higienismo a la calidad de vida
Los antecedentes modernos más claros respecto a la
incorporación masiva de la infraestructura urbana en
clave de mejora ambiental de las ciudades tienen su
origen en el higienismo, y en particular la Ley de Salud
Públlica británica de 1848 (Public Health Act) que creó
el Consejo General de Salud (Local Board of health)
y los Consejos locales de salud (Local Board of health) para todos los pueblos con altas tasas de mortalidad. Se daba a las ciudades la potestad de llevar a cabo
ciudades intermedias del uruguay
mero de bóvedas, tubos grandes y pequeños, por todos
los cuales discurren líquidos y fluidos de diversa naturaleza en direcciones distintas […] ese conjunto tubulario no constituye otra cosa más que el verdadero sistema de aparatos que sostienen el fundamento de la vida
urbana (Cerdá, 1867: 306).
También mencionaba una dimensión clave del acondicionamiento urbano del suelo: la necesidad de incorporarlo de manera integral y coherente en los procesos
de urbanización:
De la misma manera que las distintas calles de una ciudad
forman una única red viaria, las conducciones que horadan el subsuelo de aquellas también forman redes que
conviene considerar no solo como un tramo, sino en conjunto. Y desde esa perspectiva de conjunto, llama la atención que en ninguna urbe se hayan construido esas redes
bajo un plan general predeterminado y fijo ni por consiguiente con la debida subordinación y armonía con todos
los demás miembros de la urbanización (Cerdá, 1867: 310).
Por otra parte, estas dinámicas también tuvieron resonancia en América Latina, respecto a los procesos de
pensar y gestionar las ciudades:
En América Latina, las epidemias —como las de cólera (1867, 1886 y 1894) y de fiebre amarilla (1871) en
Argentina— fueron la oportunidad para que los médicos higienistas encontraran protagonismo. Esa suerte de
oferta de los nuevos especialistas que se formaban en la
universidad como «médicos» y se transformaban en funcionarios como «médicos de los pobres» muestra a la vez
los cambios en las capacidades de control e intervención
pública, en las ideas acerca de la relación entre el Estado
y la sociedad y el nuevo rol que asumen los especialistas.
Desde su rol de funcionarios de un Estado con capacidades de intervención y control creciente, promovieron las obras de saneamiento y una serie de normativas
higiénico-sanitarias que regulaban la construcción del espacio urbano (Dadón, Novick y Caride, 2013: 580).
A su vez,
la noción de progreso, asociada con la modernidad planteaba un futuro promisorio para las personas y los países
[pero] el acceso a los servicios, las infraestructuras y los
beneficios del desarrollo era muy desigual (Dadón, Novick
y Caride, 2013: 582).
Eso, en definitiva, mostró que el rezago infraestructural
fue lo corriente en los procesos de expansión con base
en los loteos populares que caracterizaron los desarrollos de las grandes ciudades latinoamericanas desde
comienzos del siglo xx.
A fines del siglo xix y en las primeras décadas del siglo
xx, los planes urbanísticos buscaron ordenar los crecimientos en un marco positivista: estudio, diagnóstico y acción, aunque también incorporaron elementos
pintoresquistas y de la ciudad jardín. Rápidamente se
identificaron dos vertientes: una basada en la zonificación funcional de la ciudad que trasladaba al terreno
las lógicas de la división del trabajo taylorista/fordista,
vinculada al urbanismo moderno de Le Corbusier y las
cuatro funciones: habitar, trabajar, ocio, circular. La otra
línea, iniciada con Patrick Geddes y Camillo Sitte, miró a
marco conceptual
la ciudad como organismo vivo cuyas funciones tenían
correspondencia con la biología animal (Fernández,
2016).
Los planes reguladores y directores de las grandes ciudades latinoamericanas de las décadas de 1930, 1940
y 1950 manifestaron la voluntad del Estado de hacerse
cargo de los procesos de crecimiento urbano junto a la
orientación del mercado y la renta inmobiliaria explicitando los nuevos desarrollos. En la práctica, la provisión
de infraestructuras urbanas como redes de saneamiento y agua potable o alumbrado público estuvo relacionada con la importancia de la higiene en el crecimiento
de las ciudades y en manos de compañías extranjeras
como concesión del servicio público. La velocidad del
crecimiento urbano en las principales ciudades latinoamericanas en la etapa de sustitución de importaciones —en las tres décadas siguientes a 1930, salvo
Montevideo, las capitales sudamericanas multiplicaron varias veces su población y configuraron robustos
espacios metropolitanos— constituyó una enorme
dificultad para acompañar el desarrollo de las ciudades
con la provisión de infraestructuras urbanas y servicios.
Recientemente, en la cuestión del acondicionamiento urbano del suelo y, en general, de la infraestructura urbana, emerge la ecología urbana como campo
disciplinar que, de manera integral, observa al ambiente urbano y la ciudad funcionando como un ecosistema
y los analiza como sistema complejo. Entre sus objetivos están
el análisis de la estructura de las ciudades, de sus flujos
de materia y energía, las interrelaciones de la ciudad con
su entorno y de su sustentabilidad, incluyendo el análisis
entrópico de los sistemas urbanos (Crojethovich Martín y
Herrero, 2012: 67).
o
la elaboración de indicadores ambientales y de sostenibilidad y el estudio de los impactos producidos por las
distintas actividades humanas sobre el ambiente (Di Pace,
2012: 38).
En esta lectura contemporánea que destaca el análisis
de flujos de materias, energía e información, pueden
apreciarse referencias al funcionamiento de la infraestructura urbana y el acondicionamiento urbano
del suelo.
26 > 27
ciudad intermedia del uruguay
3
26 > 29
La herencia del macrocefalismo
y la ausencia de la escala intermedia
Diversos trabajos (Martínez y Altmann, 2016; Urruzola
et al., 2011; Musso, 2004; Klaczco y Rial, 1981) coinciden,
al analizar la génesis y evolución de los centros urbanos
del país, en que, en el Uruguay urbano, se perfilan tres
grandes categorías de localidades identificadas por
cualidades que refieren en primera instancia a sus tamaños respectivos [área y población] [y] Más allá del rol de la
localización en el territorio, de cada localidad, sus dimensiones permiten reconocer identidades, problemáticas y
desafíos claramente asociados a estas categorías (Urruzola
et al., 2011: 112).
Estas tres categorías son: área metropolitana de
Montevideo, ciudades intermedias y pequeñas localidades (plu).
A pesar de ello, desde una lectura sistémica de los episodios urbanos del Uruguay, es notoria la ausencia de
una escala «intermedia» en la configuración o gestión
del territorio uruguayo (Collin Delavaud, 1972; Musso,
2005; dinot, 1997). La primitiva división en departamentos como única entidad subnacional, definida
al final de la época colonial, atravesó toda la historia
del país. Más allá de la disposición de la Ley Orgánica
Municipal de 1935 que permitía crear juntas locales, recién en 2009 se estableció un tercer nivel de gobierno (leyes 18.567 y 19.272) al reglamentar el artículo 262
ciudad intermedia del uruguay
de la Constitución de 1996 que creaba los gobiernos
locales.
Desde el ámbito académico existieron propuestas de
clasificación de las localidades del Uruguay con mirada
territorial tanto por su dotación de equipamientos y
servicios (Snyder, 1960; claeh y cinam, 1963) como por
sus dinámicas demográficas o particularidades de su
estructura económica (Klaczco y Rial, 1981; Lombardi
y Altezor, 1987; itu, 1987 ; Musso, 2004). Sin embargo,
ninguno de estos trabajos incorporó una noción local
sobre ciudades intermedias.
En el trabajo de consultoría Análisis de la dinámica territorial en ciudades intermedias en relación a trazados
viales (itu, mtop, ci; 2000) se definió como ciudades
intermedias del Uruguay aquellas mayores a 10 000
habitantes que no integraran el área metropolitana de
Montevideo y se añadieron aquellas de entre 2000 y
10 000 pobladores, pero que registraran un nivel básico de actividad económica, definido por la cantidad
de ocupados según el censo industrial del ine de 1997.
Este estudio tuvo como objeto indagar los procesos de
expansión de las ciudades uruguayas hacia los baipases
viales realizados entre las décadas de 1970 y 1990.
En lo referente a la gestión y políticas territoriales, a
mediados de la década de 1990, el anteproyecto de
las Directrices Nacionales de Ordenamiento Territorial
(que tuvo una impronta de planificación estratégica),
al enfatizar la necesidad de potenciar la escala territorial intermedia y microrregional en el Uruguay, mencionaba la ciudad intermedia, asociándola a la idea de
«cabecera regional» (dinot, 1997), pero sin mediar una
definición específica. El anteproyecto, luego de sus
conclusiones, incorporaba un listado de tareas urgentes dentro de una agenda de políticas territoriales que
incluía
Potenciar la calidad urbana y la presencia de funciones
avanzadas en las ciudades intermedias con vocación de
centralidad regional y mayores posibilidades para equilibrar el sistema urbano nacional (dinot, 1997: 6).
Particularmente en el final del período de análisis, hacia 2010, la trayectoria institucional de estas ciudades
intermedias presenta transformaciones que podrían
alterar significativamente las lógicas del modelo urbano heredado. La Ley de Ordenamiento Territorial y
Desarrollo Sostenible (lotds, ley 18.308, de 2008) impactó en la medida en que la generación de instrumentos de ordenamiento territorial (iot) específicos para los
departamentos y localidades implicó la explicitación
30 > 31
5
de un modelo territorial y sus procesos de transformación. La categorización del suelo según las categorías
especificadas en la lotds (suelo urbano —consolidado
y no consolidado—, suburbano —en formato enclave— y suelo rural; todos con sus variantes) y utilizadas
en los instrumentos de ordenamiento territorial pone
en evidencia las estrategias de crecimiento urbano
(suelo a consolidar, suelo a urbanizar, suelo con atributo
de transformable) desde un ordenamiento territorial
planteado (al menos desde el texto legal) como política pública cuyas determinaciones son de carácter vinculante con las políticas sectoriales (lotds, artículo 4).
Las leyes de descentralización política y participación
ciudadana (leyes 18.567, de 2009, y 19.272, de 2014)
crearon el tercer nivel de gobierno para todas las localidades de más de 2000 habitantes 5 y permitieron
la municipalización de buena parte del territorio del
país (Schelotto y Barbieri, 2015). Si bien anteriormente
existían juntas autónomas electivas (San Carlos, Bella
Unión, Río Branco) y la Ley Orgánica Municipal (ley
9.515, de 1935) permitía la existencia de juntas locales
«En toda población fuera de la planta urbana de la capital del departamento» (artículo 2), los actuales municipios implican otro nivel de empoderamiento a pesar
de tener competencias acotadas. El hecho de que varias ciudades intermedias sean «cabeza» de municipios
ciudades intermedias del uruguay
«Cada municipio tendrá una población de al menos dos mil
habitantes y su circunscripción territorial urbana y suburbana
deberá conformar una unidad, con personalidad social y
cultural, con intereses comunes que justifiquen la existencia
de estructuras políticas representativas y que faciliten la
participación ciudadana. Podrá haber un municipio en aquellas
poblaciones que no alcancen el mínimo de habitantes
requeridos por el presente artículo, si así lo dispone la junta
departamental a iniciativa del intendente» (ley 18.567, art. 1).
daría también un giro al concepto de ciudad intermedia de Uruguay, al incorporar una significativa dimensión político-administrativa local.
Según datos del censo del ine de 2011, en las ciudades intermedias vive más del 35 % de los uruguayos. Y
como territorio inexplorado en muchas de sus dimensiones sociales, productivas y urbanas, surge la necesidad de identificar y analizar sus procesos urbano-territoriales recientes. Particularmente el estudio de la
expansión urbana de las ciudades intermedias y su
sustento infraestructural sienta un precedente como
insumo para comprender los procesos y desafíos de
gestión urbana del país, en tanto proporciona una explícita línea de base previa a la aprobación de la lotds y
sus instrumentos derivados.
Todo esto implica que, dentro del histórico desbalance macrocefálico, los espacios no metropolitanos no
habían sido abordados como un colectivo de ciudades
con dinámicas y perfiles propios, con roles territoriales
y procesos urbanos diferenciales y que tuvieran en ese
rol de intermediación y en ese tamaño intermedio un
sesgo de identidad.
Una definición de ciudad
intermedia uruguaya
Partiendo de la base de que cada sistema urbano tiene
sus propias ciudades intermedias, las que se encuentren en territorio uruguayo deben tener rasgos comunes vinculados a los procesos territoriales que hacen a
la conformación de ese ámbito nacional.
En ese sentido, este trabajo define a las ciudades intermedias del Uruguay (ciu) como aquellos aglomerados urbanos con población mayor a 5000 habitantes que no integran el conurbano del Montevideo
metropolitano.
La condición de Montevideo de ser el único nodo de
escala nacional es clave en el andamiaje macrocefálico
del sistema urbano del país. Por otro lado, el umbral de
5000 pobladores como límite de las pequeñas localidades del Uruguay está refrendado en aspectos como
el hecho de que el Movimiento de Erradicación de la
Vivienda Insalubre Rural (mevir) actúe, por ley, en esas
localidades. Esto implica una validación por parte del
Estado uruguayo del límite de 5000 habitantes para
los pequeños centros urbanos. También los estratos de
la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional
de Estadística (ine) contemplan ese corte, que se corresponde con uno de los cortes históricos del ine para
categorizar centros poblados por número de habitantes. Todo ello redondea una perspectiva desde la cual
ese caudal demográfico es considerado como un umbral que delata un salto cualitativo en las dinámicas del
territorio uruguayo.
Tomando como referencia la noción de aglomerado
urbano de Vapñarsky y Gorojovsky (1990) y su traspaso a las particularidades del Uruguay en los trabajos de
Musso (2004) con referencias a los estudios del itu de
las décadas de 1960 y 1970 relacionados con la teoría
distancia-tiempo y con el concepto de área local y su
utilización en el Estudio social y económico del Uruguay
rural (claeh y cinam, 1963), se concibe la ciudad intermedia como aglomerado intermedio, aplicando para
su definición como entidad territorial los criterios de
contigüidad y proximidad: cada aglomerado ciu se integra con las localidades censales del ine que funcional
y operativamente constituyen una unidad, sumándole
a la ciudad central toda otra localidad u ocupaciones
urbanas comprendidas en un radio de 6 kilómetros de
la centralidad principal.6
ciudad intermedia del uruguay
32 > 33
Delimitación temporal de
los ciclos territoriales
Tomando como marco general las relaciones entre
modelos de desarrollo y modelos territoriales en el
Uruguay moderno, planteadas en Entre la macrocefalia estructural y el policentrismo emergente. Modelos de
desarrollo territorial en el Uruguay (1908-2011) (Martínez
y Altmann, 2016), la etapa 1985-2011 se muestra intensa y compleja. El retorno democrático (1985) funciona
como hito inicial del período en que el país se inserta
en la globalización, desde una perspectiva neoliberal
incipiente y con acentos de integración regional, hasta
la crisis de 2001. La posterior recuperación implicó un
inédito crecimiento económico, en tanto se daban reorientaciones políticas de signo progresista e innovaciones institucionales, en las que precisamente el Uruguay
no montevideano tuvo un singular protagonismo y dinamismo.6 Simultáneamente acontecían trascendentes
transformaciones agroproductivas con la implantación
del agronegocio.7
Observando las variaciones de los procesos urbanos,
del rol en el sistema urbano del país, entre 1985 y 2011
las ciudades uruguayas cambiaron significativamente. La acción viviendista del Estado tuvo amplio despliegue con diferentes programas habitacionales: los
conjuntos habitacionales de mevir (Movimiento de
Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural) en localidades con menos de 5000 habitantes, el siav (Sistema
ciudades intermedias del uruguay
6
Se pueden destacar, como un listado no excluyente: la política
de promoción de inversiones con exoneraciones tributarias para
las inversiones empresariales fuera de Montevideo, derivada
de la ley n.º 16.906 de 1998 y sus decretos reglamentarios
(decretos n.º 455/07 y n.º 2/12); la nueva matriz energética
(parques solares y eólicos, procesamiento de biomasa); las
políticas de regionalización y descentralización de la educación
terciaria pública (formación docente en los años noventa,
Universidad de la República desde 2006, y podría añadirse la
Integrado de Acceso a la Vivienda) y, dentro de este,
el programa de nbe (Núcleos Básicos Evolutivos), que
actuó en lo metropolitano y ciudades intermedias entre 1992 y 2008. En tanto, en todo el país, continuaron
desarrollándose las cooperativas de vivienda, que han
acumulado producción habitacional desde los años setenta y han sido claves en el acceso a la vivienda de los
sectores medios. Estos diferentes programas establecieron preferentemente una lógica de implantación de
conjuntos habitacionales en periferias con infraestructuras incompletas, aun cuando los planes quinquenales
de vivienda de los gobiernos entre 1985 y 2015 destacaron la necesidad de ubicar las acciones de producción pública de unidades habitacionales en espacios
urbanos con todos los servicios.
La impronta sectorial y descoordinada en la implantación de las infraestructuras básicas acompañó los
procesos de expansiones urbanas formales o informales, propiciando una despareja integración urbana
mediante la provisión retroactiva de servicios urbanos
asumidos por el Estado. De esta manera, el acondicionamiento progresivo del suelo —ex post a la ocupación
urbana— resulta tan incompleto como dispar y, por
ende, con notorias resonancias en las cualidades ambientales de las ciudades y en sus pobladores.
nueva Universidad Tecnológica (utec) desde 2014; así como las
leyes de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible (2008)
y de Descentralización Política y Participación Ciudadana (2009)
que creó el tercer nivel de gobierno (gobierno municipal).
7
Las transformaciones en el modelo de negocio agropecuario en
el Uruguay reciente han sido analizadas en sus repercusiones
en el uso del suelo productivo, en el mercado laboral y en sus
implicancias ambientales. Pueden señalarse como referencias,
Las estrategias de acceso a la vivienda y al suelo de los
diferentes estratos sociales dinamizaron los procesos de expansión urbana y segregación socioterritorial,
particularmente notables en el Montevideo metropolitano. Mientras los sectores de altos ingresos ocuparon barrios privados o semicerrados en formato de
enclave con servicios in situ en entornos periurbanos,
para los sectores de más bajos ingresos surge la proliferación de asentamientos irregulares, principalmente
en la modalidad de loteos clandestinos de suelo rural,
junto a ocupaciones de terrenos en periferias a orillas
de cursos de agua, o en la cercanía o bajo tendidos de
alta tensión. Paralelamente, se seguían expandiendo los
espacios de informalidad y precariedad sociohabitacional en los llamados cantegriles, surgidos en la década de
1950 y asociados a ocupaciones de terrenos públicos
en intersticios o bordes de obra pública, con viviendas
autoconstruidas de materiales de desecho y prácticas de cría de animales y clasificación de residuos. En
tanto en las áreas centrales se reproducían los tugurios
en hogares colectivos del tipo de los conventillos o las
pensiones.8
Mientras en las principales ciudades del interior uruguayo se dieron procesos análogos, aunque de menor escala e intensidad, el estancamiento demográfico, el crecimiento de hogares unipersonales y
a título indicativo, la producción académica del Programa
de Agronegocios de la Universidad Católica del Uruguay y,
en la Facultad de Ciencias Sociales de la Udelar, el grupo de
investigación Estudios en Sociología Rural, Territorio y Desarrollo,
y el Núcleo de Estudios Sociales Agrarios. Dentro de la producción
de organismos oficiales, hay diversos artículos publicados
en los anuarios de la Oficina de Programación y Políticas
Agropecuarias (opypa) del mgap dan cuenta de estos procesos.
monoparentales, y la disminución de la cantidad de integrantes por hogar (Batthyany et al., 2014) propiciaron
un creciente despoblamiento progresivo de personas,
pero no así de hogares, en las áreas centrales de estas
ciudades.
8
Respecto al Montevideo metropolitano, Martínez (2011:
28-30) identificó nueve variantes de la producción
social del hábitat en las últimas décadas.
tanto hacia atrás como hacia delante de cadenas están
directamente involucrados en procesos productivos con
asiento urbano (Errea et al., 2011: 95).
Finalmente, en este período emerge un nuevo protagonismo funcional de las ciudades intermedias, en tanto
aparecen nuevas funciones de los centros urbanos en
el actual modelo económico, con protagonismos regionales y con atribuciones en la localización de servicios
especializados para la producción o la logística (Boisier,
2000). En Uruguay, al ponderar las articulaciones urbano-rurales y el rol de las ciu en este lapso como centro
de servicios para entornos rurales en producción, queda de manifiesto que:
El crecimiento de la tecnología en el sector agropecuario
significa la compra de insumos, de servicios y de bienes de
capital, además de la administración del pago de salarios,
de impuestos y más acciones con un gasto promedio de
unos 900 dólares/hectárea en producción. Teniendo presente que se cultivan unas 1 700 000 hectáreas anuales y
que, además, en la medida en que el sector agropecuario
se desarrolla, su aporte al pib relativamente disminuye en
términos porcentuales, los derrames del sector agropecuario se dan fuera del sector. La industria y los servicios
ciudad intermedia del uruguay
34 > 35
Caracterización del universo de estudio
9
En 1985 y de acuerdo con la definición según la cual las ciudades
intermedias no integran el área metropolitana, en el país había
41 localidades con más de 5000 habitantes. Tranqueras y
José Pedro Varela se sumaron para el censo de 1996, al influjo
de la radicación de programas de mevir. En 2004, Guichón
se incorporó al grupo, mientras que Tala lo hizo en 2011.
10 Son los casos de San Jacinto (Canelones) y La Paloma (Rocha).
En este último caso dependerá de la consolidación del proceso
de conurbación de los fraccionamientos costeros, que apunta
Procesos demográficos en el contexto
del Uruguay urbano (1985-2011)
Las ciudades intermedias del Uruguay, es decir, aquellos aglomerados urbanos con población mayor a 5000
habitantes en 2011 y que no integran el conurbano del
Montevideo metropolitano, totalizaban 45 centros urbanos. En ellos, vivía el 36 % de la población total del
país, correspondiente al 38 % del país urbano. En los
aglomerados intermedios los habitantes pasaron del
31 % al 36 % del país y de un 35 % a un 38 % del país urbano. En tanto, el área metropolitana de Montevideo se
mantuvo relativamente estable en su incidencia dentro
de la población del país (52 % del país en 2011, 51 % en
1985), pero mostrando un apreciable descenso en su
peso relativo dentro del país urbano (de 58 % en 1985 a
55 % en 2011).
Por tanto, las ciudades intermedias del Uruguay (ciu)
aparecen como el único conjunto de localidades con
creciente incidencia poblacional en el país urbano en
el lapso 1985-2011, a pesar de la consolidación del área
metropolitana de Montevideo.
La cohorte de ciudades con población mayor a 5000
habitantes mostró leves variaciones en el período de
estudio, ya que solo cuatro localidades pasaron a tener
ciudades intermedias del uruguay
a dar continuidad a la ocupación en la franja costera entre La
Paloma y La Pedrera. Hasta ahora, en los estudios de pequeñas
localidades desarrollados por el itu, La Paloma ha sido tomada
junto a la contigua La Aguada-Costa Azul. El creciente proceso
de producción habitacional y poblamiento podría dar lugar a la
interpretación de nuevas contigüidades en los fraccionamientos
y a la redefinición del aglomerado, en vías de superar
ampliamente los 5000 habitantes para el próximo censo.
más de 5000 habitantes9 y no se vislumbran movimientos significativos de cara al próximo censo, visto
que en 2011 solo dos de las doce localidades de entre
3000 y 5000 habitantes eran habitadas por más de
4000 personas.10 A su vez, las localidades menores han
mantenido, con altibajos, su peso relativo en el país
urbano.
Tomando la conformación actual de las diferentes cohortes de localidades del país11 (en adelante: grupos de
localidades), si observamos su comportamiento en el
período 1985-2011, desde las tasas promedio de crecimiento anual12 (en adelante: tasas) en población y
vivienda, el conjunto de las 45 ciudades intermedias
encabezó los crecimientos.
Gráfico 1. Porcentaje de población por grupos
de localidad del país urbano
(censos de 1985, 1996, 2004 y 2011)
Gráfico 2. Porcentaje de viviendas por grupos
de localidad del país urbano
(censos de 1985, 1996, 2004 y 2011)
60%
60%
50%
50%
40%
40%
30%
30%
20%
20%
10%
10%
0%
AMM
CIU
PLU
1985
58,07%
1996
57,14%
2004
55,82%
2011
55,47%
35,48%
6,46%
36,64%
6,22%
36,97%
7,21%
37,72%
6,81%
Fuente: elaboración propia a partir de datos censales del ine
0%
AMM
CIU
PLU
1985
56,95%
1996
55,03%
2004
54,38%
2011
52,45%
34,68%
8,37%
36,39%
8,58%
36,32%
9,30%
37,53%
10,02%
Fuente: elaboración propia a partir de datos censales del ine
11 Vapñarsky adapta el concepto demográfico de cohorte referido
al conjunto de individuos que han vivido un acontecimiento
durante el mismo tiempo (onu, 1959 citada por Vapñarsky,
1989: 84) e interpreta que el acontecimiento que las une es
la cantidad de población que tenían al final del período.
12 La tasa se define por la fórmula: 2 / N ´ [(Dato finalDato inicial) / (Dato final + Dato inicial)] ´ 1000.
N = diferencia del tiempo entre-censos. Para el período
1996-1985, N = 10.586; para 2004-1996, N = 8.107; para
2011-2004, N = 7.260, para 2011-1985, N = 25953..
Tabla 1. Evolución de la población en Uruguay (1985-2011) por grupos de
localidades y tasas promedio porcentuales anuales
Tabla 2. Evolución de la vivienda en Uruguay (1985-2011) por grupos de
localidades y tasas de crecimiento promedio porcentual anual
1985
1996
2004
2011
1985
1996
2004
2011
Uruguay total
2.954.713
3.163.763
3.241.003
3.286.314
0,41 %
Uruguay total
988.525
1.126.502
1.279.741
1.389.740
Uruguay urbano
2.588.457
2.879.844
2.992.443
3.110.701
0,71 %
Uruguay urbano
871.007
1.022.190
1.170.931
1.298.241
1,52 %
Conurbano amm
1.503.039
1.645.477
1.670.350
1.725.496
0,53 %
Conurbano amm
496.039
562.484
636.745
680.952
1,21 %
918.329
1.055.284
1.106.243
1.173.350
0,94 %
45 ciu > 5000 habs.
302.045
371.974
425.268
487.215
1,81 %
Localidades < 5000
habs.
72.923
87.732
108.918
130.074
2,17 %
117.518
104.312
108.810
91.499
−0,96 %
45 ciu > 5000 habs.
Tasa 1985-2011
Localidades < 5000
habs.
167.089
179.083
215.850
211.855
0,91 %
Rural
366.256
283.919
248.560
175.613
−2,71 %
Rural
Tasa 1985-2011
1,30 %
Fuente: elaboración propia a partir de datos del ine
Fuente: elaboración propia a partir de datos del ine
Tabla 3. Evolución de los hogares en Uruguay (1985-2011) por grupos de
localidades y tasas de crecimiento promedio porcentual anual
Tabla 4. Personas por hogar por grupos de localidades (1985-2011)
1985
1996
2004
2011
Tasa 1985-2011
1985
1996
2004
Uruguay total
862.962
970.037
1.065.677
1.166.292
1,15 %
Uruguay total
3,42
3,26
3,04
2,82
Uruguay urbano
766.019
884.794
980.550
1.106.175
1,40 %
Uruguay urbano
3,38
3,25
3,05
2,81
Conurbano amm
451.838
511.816
560.974
625.983
1,25 %
Conurbano amm
3,33
3,21
2,98
2,76
45 ciu > 5000 habs.
263.622
316.278
353.406
405.751
1,64 %
45 ciu > 5000 habs.
3,48
3,34
3,13
2,89
Localidades < 5000
habs.
52.453
53.919
66.170
74.441
1,34 %
Localidades < 5000
habs.
3,19
3,32
3,26
2,85
Rural
95.049
88.024
85.127
60.117
−1,73 %
Rural
3,85
3,23
2,92
2,9
Fuente: elaboración propia a partir de datos del ine
ciudad intermedia del uruguay
2011
Fuente: elaboración propia a partir de datos del ine
36 > 37
13 El incremento poblacional y de stock habitacional está
ligado principalmente al emplazamiento de conjuntos
mevir y al desarrollo de loteos en balnearios.
Como se observa en la tabla 1, las dinámicas demográficas en los diferentes grupos de localidades uruguayas, en el caso de la población, las ciu superan en
más del doble las tasas de crecimiento promedio del
país y casi duplican las tasas del área metropolitana de Montevideo (amm), que creció por debajo de la
tasa nacional y del país urbano entre 1985 y 2011. En la
producción habitacional, son las pequeñas localidades
urbanas (plu) las que encabezan el crecimiento,13 pero
nuevamente las ciu superan con holgura la tasa del
amm que, a su vez, tiene las tasas menores del período,
incluso más bajas que la del país promedio ; de modo
similar a lo que sucede en la dinámica de crecimiento
de hogares. Respecto a esto último las ciu comenzaron
el período con mayor cantidad promedio de personas
por hogar (3,48) que el país en su conjunto (3,42) y si
bien llegaron a 2011 como la cohorte del Uruguay urbano con mayor cantidad de personas por hogar, lo hacen
en un contexto de descenso generalizado de integrantes de los hogares uruguayos.
ciudades intermedias del uruguay
Mapa 1. Ciudades intermedias del Uruguay:
dinámicas demográficas 1985-2011
Fuente: elaboración propia
La lectura hacia el interior del grupo de las ciudades
intermedias del Uruguay muestra una heterogeneidad
importante en torno a las dinámicas demográficas, más
allá de los valores que, como conjunto, las destacan
dentro del país urbano:
• Las «ganadoras» del período quedan definidas
como aquellas que superan las tasas 1985-2011
de crecimiento del país urbano en población,
vivienda y hogares. Son dieciséis localidades:
Artigas, Cardona-Florencio Sánchez, Carmelo,
Colonia, Dolores, Durazno, Fray Bentos, José
Pedro Varela, Libertad, Maldonado-Punta del
Este, Melo, Piriápolis, Río Branco, Rivera, Salto,
Tacuarembó y Young.
• Se definen las «perdedoras» como aquellas que
tienen tasas de población, vivienda y hogares
menores que las del país en su conjunto (las más
restrictivas) en el período 1985-2011. Son seis
localidades: Castillos, Juan Lacaze, Paso de los
Toros, Rocha, San Ramón y Lascano.
De la lectura territorial surgen algunas tendencias claras: la distribución territorial de las «ganadoras» tiene cobertura nacional, en tanto las perdedoras están
principalmente en el Sur no costero. Maldonado-Punta
ciudad intermedia del uruguay
del Este y Piriápolis encabezan, distanciados del resto de las localidades, los crecimientos de las tasas de
población, vivienda y hogares entre 1985 y 201, en una
muestra inequívoca del nuevo rol del departamento
de Maldonado dentro del sistema urbano del país (en
2011 casi el 40 % de su población había nacido en otro
departamento). Por su parte, la presencia de Carmelo,
Colonia, Dolores, Cardona-Florencio Sánchez, con significativos crecimientos en población, vivienda y hogares,
evidencia tensiones entre el protagonismo costero de
perfil turístico-inmobiliario y terciario, que no se dan
solo hacia el este, y el histórico protagonismo de los
centros vinculados a los servicios a la explotación agropecuaria. En tanto, algunas de las centralidades históricas del territorio uruguayo como las grandes capitales
del Norte (Rivera, Tacuarembó) también ocupan lugares destacados en el listado.
En un panorama general de leves crecimientos vegetativos, los procesos de migración interna cobran singular importancia. Los datos del censo del ine de 2011
puestos en perspectiva de las dinámicas observadas en
los períodos intercensales anteriores permiten apreciar
que:
… la migración interna es el principal factor que explica las diferencias en el ritmo de crecimiento poblacional
observadas por departamento y localidad. A nivel macro, las desigualdades socioeconómicas territoriales son
el principal elemento desencadenante de las corrientes migratorias. Por ende, los departamentos que atraen
población tienden a tener un mayor nivel de desarrollo
socioeconómico, mientras que los que tienen menor nivel
de desarrollo presentan, en general, las tasas de emigración interna más altas […] No sorprende que Maldonado y
Canelones sean los departamentos más «atractores» de
Uruguay y que, en el otro extremo, Artigas sea el que más
expulsa (Koolhaas, 2012: 44-45).
Desde la década de 1980, en el Uruguay se enfatizó el
patrón de desplazamiento urbano-urbano, dejando
de lado los procesos rural-urbanos que caracterizaron
períodos anteriores. En una primera etapa, cobraron
dinamismo los movimientos hacia los departamentos
fronterizos con Brasil, tradicionalmente expulsores de
población (Macadar, 2008 ). Promediando la década de
1990 se dieron movimientos dirigidos desde el norte
del país a los departamentos costeros con vocación
metropolitana (Montevideo, Canelones, Maldonado,
San José). Finalmente, el último censo (2011) muestra
una consolidación de esa tendencia, con el departamento de Maldonado y, sobre todo, su aglomeración
central Maldonado-Punta del Este recibiendo un fuerte
38 > 39
ciu
Tabla 5.
CIU y tasas de crecimiento 1985-2011
en población, vivienda y hogares
(ordenadas por tasa de población decreciente)
Fuente: elaboración propia a partir de datos del ine
ciudades intermedias del uruguay
Tasa población 1985-2011
Tasa vivienda 1985-2011
Tasa hogares 1985-2011
Maldonado-Punta del Este
2,99 %
3,09 %
3,43 %
Piriápolis
1,98 %
3,04 %
2,61 %
Tranqueras
1,82 %
2,37 %
1,34 %
Río Branco
1,80 %
2,69 %
2,41 %
Libertad
1,40 %
2,30 %
2,17 %
San Carlos
1,24 %
1,80 %
1,68 %
Nueva Palmira
1,23 %
2,05 %
1,08 %
Colonia
1,20 %
2,32 %
1,88 %
Tacuarembó
1,16 %
2,31 %
1,97 %
Young
1,15 %
1,84 %
1,77 %
Pan de Azúcar
1,10 %
1,58 %
0,73 %
Cardona-Florencio Sánchez
1,01 %
2,01 %
1,67 %
Salto
0,99 %
1,56 %
1,60 %
Carmelo
0,94 %
1,80 %
1,49 %
Rivera
0,91 %
1,86 %
1,64 %
Fray Bentos
0,86 %
1,54 %
1,46 %
Tarariras
0,86 %
1,74 %
0,89 %
José Pedro Varela
0,85 %
2,03 %
1,60 %
Dolores
0,85 %
1,54 %
1,42 %
Melo
0,85 %
1,72 %
1,56 %
Artigas
0,77 %
1,88 %
1,65 %
Sarandí Yi
0,74 %
1,43 %
0,86 %
Durazno
0,74 %
1,63 %
1,48 %
Tala
0,74 %
1,72 %
1,31 %
Nueva Helvecia
0,74 %
1,63 %
0,84 %
Florida
0,64 %
1,64 %
1,45 %
Chuy
0,64 %
1,60 %
1,51 %
Paysandú
0,62 %
1,58 %
1,33 %
Guichón
0,62 %
1,71 %
1,16 %
San José
0,59 %
1,56 %
1,40 %
Trinidad
0,59 %
1,23 %
1,28 %
Treinta y Tres
0,59 %
1,57 %
1,38 %
Bella Unión
0,53 %
1,62 %
1,29 %
Canelones
0,52 %
1,53 %
1,31 %
Mercedes
0,52 %
1,25 %
1,13 %
Minas
0,44 %
1,33 %
1,15 %
Santa Lucía
0,44 %
1,23 %
1,06 %
Castillos
0,40 %
1,24 %
0,82 %
Sarandí Grande
0,37 %
1,43 %
1,27 %
Rosario
0,31 %
1,54 %
1,14 %
Rocha
0,21 %
1,01 %
0,80 %
Lascano
0,15 %
1,20 %
0,47 %
Juan Lacaze
0,13 %
1,10 %
0,92 %
San Ramón
0,07 %
1,13 %
0,82 %
Paso de los Toros
0,06 %
1,21 %
0,97 %
flujo desde Montevideo, así como de las mayores localidades del Este uruguayo (Treinta y Tres, Melo y Minas,
principalmente).14
Considerando una lectura desde los grupos de localidades del país, los datos de migración reciente, a 2011,
permiten apreciar que el saldo migratorio de las ciudades intermedias del Uruguay es favorable respecto
al área metropolitana de Montevideo y que las ciu se
siguen nutriendo de las pequeñas localidades y de los
entornos rurales. A su vez, hay un interesante intercambio ciu-ciu, empujado por las dinámicas de atracción de los principales aglomerados (Maldonado, Salto
y Paysandú).
ciudad intermedia del uruguay
14 Elaboración propia a partir del procesamiento de microdatos
del censo de 2011, pregunta de migración reciente..
15 Se tuvieron en cuenta todos los casos que declararon vivir, a cinco
años del censo, en otra diferente a la de residencia en 2011 y
definieron departamento y localidad. Se dejaron de lado los 3416
casos (1,5 %) en los cuales el microdato no identifica la localidad
de residencia anterior (especifica solo el departamento).
Tabla 6. Migración reciente. Grupo de localidad de
residencia 2011, según residencia 2006 (expulsión)
Tabla 7. Migración reciente. Grupo de localidad de
residencia 2006, según residencia 2011 (atracción)
Grupo de localidad
2006
Grupo de localidad
2011
Grupo de
localidad
2006
amm
ciu
plu
rural
amm
58,57 %
33,47 %
24,55 %
20,40 %
ciu
34,34 %
42,12 %
36,71 %
41,22 %
plu
5,60 %
17,13 %
24,70 %
28,49 %
Rural
1,48 %
7,29 %
14,04 %
9,89 %
Grupo de
localidad
2011
amm
ciu
plu
rural
amm
63,36 %
41,69 %
18,44 %
12,15 %
ciu
24,97 %
35,27 %
38,87 %
41,15 %
plu
5,83 %
9,78 %
17,84 %
25,23 %
Rural
5,85 %
13,27 %
24,85 %
21,47 %
Fuente: elaboración propia con base en datos del censo del ine de
Fuente: elaboración propia con base en datos del censo del ine de
2011.
2011.15
40 > 41
16 La ley 18.840 de 2011 (a partir de la disposición constitucional
de 2004) y su decreto reglamentario 59/13 de 2013
establece la conexión obligatoria al saneamiento en caso
de que la red pase frente a una vivienda. Por la forma en la
que el censo captó el dato (se le preguntaba al hogar) no
se recoge la cobertura efectiva de la infraestructura.
Dimensiones del acondicionamiento
urbano del suelo en el contexto
del Uruguay urbano (2011)
Considerando que el suelo acondicionado es aquel que
reúne las características de dotación de infraestructura
que lo hacen suelo urbano consolidado de acuerdo con
la normativa vigente y con el acceso universal al agua
potable y a la energía eléctrica a nivel urbano, el análisis
sobre acondicionamiento urbano del suelo se centrará
en la localización de las cuatro infraestructuras principales que lo definen:
• Drenaje de aguas pluviales.
• Red vial pavimentada.
•
• Sobre el acceso a saneamiento, se indagaba si
la evacuación del servicio sanitario del hogar se
realizaba a red general, fosa séptica, entubado
hacia curso de agua u otros (superficie, hueco en
el suelo). El dato que surge es cantidad de hogares que cuentan con el servicio.16
Las otras dimensiones fueron relevadas en el Censo de
Entorno Urbanístico:
• Alumbrado público (si o no).
• Tipo de pavimento (bitumen/hormigón/adoquín, balasto, tierra/pasto).
• Límite de acera (con o sin cordón/cordón
cuneta).
Evacuación de aguas servidas.
• Alumbrado público.
En ese sentido, se realizará una caracterización general
del conjunto de las ciudades intermedias dentro del
sistema urbano nacional utilizando como fuente los
datos más recientes, surgidos del censo del ine de 2011.
Las dimensiones y fuentes consideradas fueron las
siguientes:
ciudades intermedias del uruguay
En este caso, debemos realizar una salvedad metodológica sobre cómo se captó el dato de alumbrado público. En la información relevada en el Censo
Urbanístico, el microdato remite al borde de manzana
(lo que en lenguaje corriente podríamos definir como
cuadra) por lo cual el indicador obtenido refiere a porcentaje de bordes de manzana. Es importante observar
que la presencia de alumbrado público fue definida de
la siguiente manera:
Considere la opción «SÍ» si hay al menos un foco en el
borde de relevamiento que está relevando o si el foco está
colgado en el medio de la calle. En caso de que el o los
focos estén en el borde de relevamiento de la zona de enfrente, no lo considere, ya que será(n) registrado(s) en esa
zona (ine, 2011: 51).
Esto significa que, si el alumbrado de una calle se da
con columnas ubicadas de una sola acera, se le computará sin alumbrado del lado que no tiene columna. A
los efectos de considerar la provisión de la infraestructura, la cobertura real está siendo subvalorada por la
metodología de relevamiento. En las otras dos variables (presencia de cordón cuneta y tipo de pavimento)
es corriente el caso de que la misma situación se dé a
ambos lados de la calle, aunque existen situaciones minoritarias con cordón de un solo lado.
A pesar de estas limitaciones, la información brindada por el Censo de Entorno Urbanístico del ine es de
suma utilidad para orientarnos en la caracterización
infraestructural y el acondicionamiento del suelo en el
Uruguay urbano.
La situación infraestructural de las ciudades intermedias del Uruguay a 2011 puede resumirse de la siguiente
forma:
Tabla 8. Situación infraestructural en cuatro servicios
urbanos por grupo de localidades. Censo de Entorno
Urbanístico, ine 2011
Infraestructura
Alumbrado público
Tipo de pavimento
Cordón cuneta
Saneamiento
amm
ciu
plu
Uruguay
urbano
Sí
45 %
51 %
37 %
45 %
Bitumen /hormigón
58 %
62 %
26 %
52 %
Balasto
31 %
25 %
51 %
34 %
Tierra o pasto
11 %
13 %
23 %
14 %
Sí
44 %
52 %
13 %
40 %
Zanjón cuneta abierta
56 %
48 %
87 %
60 %
Red general
65 %
62 %
22 %
60 %
Fosa séptica/pozo negro
29 %
37 %
75 %
35 %
6%
1%
3%
5%
Entubado hacia el arroyo, otros e ignorado
Fuente: elaboración propia a partir de datos del ine de 2011
De la lectura de este cuadro se desprende que las ciudades intermedias del Uruguay son el conjunto de
localidades con mayores niveles de consolidación del
suelo urbano, en la medida en que para estas cuatro infraestructuras siempre superan el valor promedio del
país urbano. A su vez, salvo en el caso del saneamiento,
en el que están levemente por debajo del área metropolitana de Montevideo (65 % a 62 %), en las otras tres
dimensiones son el grupo con mayores porcentajes
positivos.
• Alumbrado público: 51 % de bordes de manzana tiene al menos una columna de alumbrado o
foco colgante operativo (reiteramos la salvedad
de que no quedan contemplados los bordes de
manzana que acceden al alumbrado por tener la
infraestructura en el lado opuesto de la calle). El
dato para el Uruguay urbano es del 45 %.
• Tipo de pavimento: 62 % de los bordes de manzana aparecen con bitumen, hormigón o adoquín. El restante 38 % se reparte entre balasto o
tosca (25 %) y tierra o pasto (13 %). Los datos de
referencia para el país urbano reportan un 52 %
de pavimento bitumen, 33 % de balasto o tosca y
14 % de tierra o pasto.
• Cordón cuneta: un 52 % de los bordes de manzana registran cordón cuneta o cordón, en tanto
el 48 % restante registra las variantes de zanjón rural o cuneta a cielo abierto. En el caso del
Uruguay urbano a nivel general, un 40 % de bordes de manzana tiene cordón o cordón cuneta.
•
ciudad intermedia del uruguay
Saneamiento: un 62 % de los hogares de las ciu
accede al saneamiento por red general de ose y
42 > 43
17 El método de Jenks se utiliza para generar rangos dentro de
series numéricas, agrupando datos atendiendo a los saltos
inherentes, de forma que se maximizan las diferencias.
más de un 37 % tiene fosa séptica o pozo negro.
Los casos de entubado o disposición directa a
terreno no llegan al 1 % (alrededor de 1000 hogares en todo el país). Estos valores se corresponden con los del país urbano (60 % de acceso
a red de saneamiento).
Cualidades territoriales relacionadas con
su rol en el sistema urbano nacional
El concepto de ciudades intermedias del Uruguay, al
basarse en una lectura sistémica del territorio, sugiere encontrar una serie dimensiones relevantes para la
caracterización de los centros urbanos que abarque
aspectos endógenos del núcleo, así como otros relativos a su posicionamiento en el sistema urbano, es decir,
en clave relacional (roles, vínculos materiales, o no, con
otros centros urbanos), que hacen a sus dinámicas territoriales. En ese sentido y atendiendo a las particularidades del proceso urbanizador del Uruguay (Álvarez
Lenzi, 1972; Musso, 2004), consideramos las siguientes
dimensiones:
• Origen. Remite a la intencionalidad en la ocupación inicial del territorio. Musso (2004) refiere a
los modos de origen de las ciudades uruguayas
ciudades intermedias del uruguay
de la siguiente manera: asentamiento estatal
español, asentamiento militar español, asentamiento estatal portugués, asentamiento misional español, asentamiento estatal brasileño,
asentamiento estatal uruguayo, asentamiento espontáneo vecinal español, fuerte español,
privado para loteo y venta (ferrocarrilero y no),
privado espontáneo (ferrocarrilero y no). A partir
de ello, se perfilan tres grandes categorías: dominio territorial (tanto colonial como republicano), especulación inmobiliaria (loteos privados,
asociados o no al trazado ferroviario) e iniciativa
vecinal (particularmente el agrupamiento espontáneo de población rural).
• Etapa o ciclo del territorio en que se inscribe la
fundación. Da cuenta de la inserción en un contexto institucional, político-administrativo y del
modelo económico en vigencia. Así es que se
desarrollan tres variantes de acuerdo con una
temporalidad definida según los ciclos del territorio uruguayo: ciudad colonial (hasta la independencia, 1811), ciudad burocrático-comercial
(época republicana, antes del ferrocarril hasta
1867) y ciudad capitalista (época republicana
posferrocarril).
• Conectividad. Esta dimensión es clave para comprender el papel de las localidades en las etapas
del sistema urbano nacional, tanto en el período de auge de la conectividad fluvial como de
la posterior, asociada al ferrocarril. Implantarse
junto a un curso de agua navegable era clave en
el sistema urbano colonial. Luego, la asociación
a un enclave urbano de infraestructura de tipo
nodo logístico de un trazado ferroviario netamente de cargas (subsidiariamente de pasajeros) dio lugar al surgimiento de nuevos poblados
al tiempo que propició la extensión de los existentes. En ese sentido, se perfilan tres categorías
de conectividad determinantes en el emplazamiento fundacional y su desarrollo:
a) fluvial;
b) costero;
c) mediterráneo.
También se considera la inclusión o no de una estación
ferroviaria en el centro urbano.
• Demografía. Contempla dos dimensiones: tamaño y dinámicas. Respecto al tamaño, se valora
al inicio del período. Se clasifican las ciu, a partir
de su cantidad de población en 1985, en cuatro
grupos según cortes naturales de Jenks:17 menores a 10 000 habitantes, entre 10 000 y 20 000
habitantes, entre 20 000 y 40 000 habitantes
y mayores a 40 000 habitantes. En cuanto a las
dinámicas, se expresan en las tasas promedio
de crecimiento porcentual anual de habitantes
en el lapso 1985-2011. Se clasifican las ciudades
en cuatro categorías: con tasas menores al promedio del nivel país (0,41 %), con valores entre
la tasa del país y la del Uruguay urbano (0,71 %),
entre la tasa del país urbano y la tasa de las ciu
(0,94 %) y superior a la tasa ciu.
• Emplazamiento por regiones. En la historia del
territorio uruguayo, las propuestas de regionalización lo han abordado desde diferentes
miradas territoriales, geográficas, sociales o
económicas, dando lugar a diferentes esquemas de regiones (Yagüe y Díaz-Puente, 2008). La
más consistente con la calificación de centros
urbanos, en el marco de una mirada de sistema
urbano nacional, es la que refiere a la condición
norte-sur. Varios estudios (Álvarez Lenzi, 1972;
Urruzola et al., 2011; Klaczco y Rial, 1981) son claros en marcar diferencias de estructura y componentes en el sistema urbano del país al norte
y al sur del río Negro. Al norte, se encuentran
centros más grandes y más dispersos, con mayor
salto de escala por tamaño. En tanto al sur, los
ciudad intermedia del uruguay
centros tienen en general menor población, con
menor distancia entre ellos y una distribución
territorial más equilibrada.
Como resumen de estas consideraciones, las ciudades
intermedias del Uruguay admiten clasificarse de la siguiente manera:
Tabla 9. Clasificación de las ciudades intermedias
del Uruguay por tipo de origen
Tabla 10. Clasificación de las ciudades intermedias
del Uruguay por época fundacional
45 ciu
Porcentaje
Época fundacional
23
51,1
Ciudad capitalista
17
Especulativo
9
20,0
Ciudad colonial
17
37,8
Vecinal
9
20,0
Burocrático-comercial
11
24,4
Especulativo-ferrocarrilero
3
6,7
Total
45
100,0
Vecinal-ferrocarrilero
1
2,2
45
100,0
Origen
Dominio territorial
Total
45 ciu
Porcentaje
37,8
Fuente: elaboración propia a partir de datos de Musso (2004)
Fuente: elaboración propia a partir de datos de Musso (2004)
44 > 45
Desde el origen y la época se aprecian estrategias de
localización y del trazado fundacional con importantes derivaciones en el desarrollo posterior. Las ciudades
de dominio territorial suelen asociarse al modelo de
la ciudad indiana, cuyas disposiciones sobre el trazado fundacional y el modelo territorial siguieron siendo
aplicadas por la vía de los hechos en las fundaciones
republicanas, pero cada vez con más licencias. Ejemplo
de ello es el manejo diferencial de la zona contigua al
núcleo amanzanado (el ejido) en localidades surgidas
en la época republicana.
Solo dos ciu fueron fundadas luego de ser dictado el
reglamento de Trazado de Pueblos y Ciudades (1878)
y ninguna es posterior a la ley de Centros Poblados
(1946). El dominio territorial es la principal causa fundacional (23 ciudades), seguido del especulativo (incluye el ferrocarrilero, 12 casos en total). Los agrupamientos vecinales totalizan 10 casos.
y, en otro medio siglo, la ciudad capitalista acumula
diecisiete localidades que han superado los 5000 habitantes en 2011.
Respecto a la conectividad fluvial y ferrocarrilera, se ve
una predominancia en cantidad de las localidades mediterráneas y con estación ferroviaria, lo que refuerza el
diagnóstico de Klaczco y Rial (1981) respecto al rol del
ferrocarril en el desarrollo urbano en el país.
Tabla 11. Clasificación de las ciudades intermedias
del Uruguay por conectividad
Conectividad
ciudades intermedias del uruguay
Ferroviaria
45 ciu
Porcentaje
45 ciu
Mediterráneo
27
60,0
No
10
22,2
Fluvial
12
26,7
Sí
35
77,8
6
13,3
45
100,0
Total
45
100,0
Costero
Total
En la época de fundación predominan la ciudad capitalista y la ciudad colonial, con diecisiete ciudades cada
una. Así, queda de manifiesto la estrategia de poblamiento y urbanización tras la independencia: la ciudad
burocrático-comercial, asociada a la primera etapa del
desarrollo republicano, suma once casos en medio siglo
Porcentaje
Fluvio-marítima
Fuente: elaboración propia a partir de datos de Musso (2004)
Tabla 12. Clasificación de las ciudades intermedias
del Uruguay por localización territorial
Emplazamiento por región: Norte/Sur
Tabla 13. Clasificación de las ciudades intermedias
del Uruguay por población en 1985
(inicio del período de estudio)
Tabla 14. Clasificación de las ciudades intermedias
del Uruguay por dinámica poblacional (1985-2011)
45 ciu
Porcentaje
Norte
2
18,2
Hasta 10.000 habitantes
19
42,2
Mayor a tasa ciu
13
28,9
Sur
9
81,8
De 10.000 a 20.000 habitantes
12
26,7
Entre tasa uy urbano y tasa ciu
12
26,7
11
100,0
De 20.000 a 40.000 habitantes
8
17,8
Entre tasa uy y tasa uy urbano
12
26,7
Más de 40.000 habitantes
6
13,3
Menor a tasa uy
45
100,0
Total
Fuente: elaboración propia a partir de datos de Musso (2004)
Sobre la localización de las ciudades, se reafirma la predominancia del Sur del país en términos de cantidad de
centros urbanos.
ciudad intermedia del uruguay
Categoría: población en 1985
Total
45 ciu
Porcentaje
Categoría: tasa población 1985-2011
Total
45 ciu
Porcentaje
8
17,8
45
100,0
Fuente: elaboración propia a partir de datos del ine
Fuente: elaboración propia a partir de datos del ine
Sobre la distribución de la población al inicio del período de estudio, se muestra una clara jerarquía en la
relación tamaño-rango en los grupos delimitados por
los cortes naturales, predomina una mayor cantidad de
localidades menores a 20 000 habitantes.
Sobre la dinámica demográfica los datos con contundentes: el 80 % de las ciu tienen tasas de crecimiento
promedio porcentual anual superiores a la del país y
más de la mitad superan la tasa del país urbano..
46 > 47
metodología
4
46 > 49
Características de la investigación
El análisis en profundidad de los procesos de expansión y acceso a infraestructura urbana planteado en
una serie de ciudades intermedias abarca la secuencia
de censos 1985, 1996, 2004 y 2011.
Tomando como partida la complejidad de un abordaje territorial, la investigación planteó un diseño
flexible, combinando aspectos estructurados y otros
emergentes.
y análisis bibliográfico e información secundaria. Las
dinámicas 1985-2011 fueron analizadas con una estrategia cuantitativa. Las cantidades de pobladores
y unidades habitacionales fueron abordadas a escala
de la zona censal y procesadas en sig, y se realizó una
apertura según el modo de gestión urbano-habitacional. Los mapas de cobertura de infraestructura urbana
también se analizaron desde una serie de indicadores
vinculados a la ocupación urbana del suelo (superficies,
viviendas, personas).
La investigación acumula una serie de estudios de caso
y si bien plantea encontrar algunas regularidades, no
pretende ser totalizadora del conjunto de las ciudades intermedias uruguayas respecto a sus procesos de
transformación 1985-2011. El propio énfasis en incorporar en el análisis otros aspectos como las condicionantes físicas de cada caso, los procesos demográficos
o las delimitaciones legales de zonas por usos del suelo
(urbano o suburbano) no restringe la reflexión a una
sistematización de indicadores, más allá del trabajo en
profundidad realizado sobre las cartografías. Tampoco
pretende agotar todas las dimensiones en juego en los
procesos territoriales.
El análisis de la situación de partida respecto a los procesos urbanos previos a 1985 para enmarcar las dinámicas a estudiar constituyó un ejercicio de recopilación
metodología
50 > 51
Dimensiones, indicadores y fuentes18
18 En el anexo 1 se especifican los aspectos
operativos de la metodología.
19 La fórmula de diferencia relativa de población por zona censal
está tomada del trabajo sobre transformaciones recientes del
área metropolitana de Montevideo y fue formulada por la Ec.
María del Pilar Mejía (Martínez, 2015). La diferencia relativa de
población 1985-2011 quedó definida de la siguiente manera para
La indagación sobre los procesos de transformación urbana de estas localidades se ha canalizado a través del
estudio de las siguientes dimensiones:
•
Expansión de las ciudades en términos de superficie, población y vivienda para los censos entre
1985 y 2011. Para ello, se utilizaron los indicadores: superficie de sectores con ocupaciones con
densidad de vivienda mayor a 4 viviendas por
hectárea para cada censo y cantidad y densidad de población y vivienda para ese ámbito. La
fuente es el marco censal del ine y fotos aéreas
del Servicio Geográfico Militar o Google Earth.
• Análisis de la superficie, viviendas y personas
vinculado a los modos de gestión urbano-habitacional: loteo convencional, conjuntos habitacionales y asentamientos irregulares para los
censos entre 1985 y 2011. Los indicadores son:
cantidad y densidad de población y vivienda,
para cada censo, desglosados por modos de gestión urbano-habitacional, delimitados de acuerdo a cartografías del mvotma y el ine de conjuntos habitacionales y asentamientos, así como
fotos aéreas.
• Análisis de la composición del crecimiento en superficie de la ciudad en los períodos
ciudades intermedias del uruguay
intercensales, de acuerdo a los modos de gestión
urbano-habitacional.
•
Análisis de la variación relativa de población por
zona censal para el lapso 1985-2011. A partir de
la información censal se construyó un indicador de variación relativa de población por zona
censal que refleja la incidencia de la variación
de población en dicha zona sobre el total del
crecimiento total de habitantes de la ciudad en
ese período.19
• Estudio de las variantes de acondicionamiento
urbano del suelo considerado como grado de
consolidación, de acuerdo a las combinaciones
de acceso o carencia de redes de infraestructura
urbana, en la situación previa a la sanción de la
lotds (2008). La definición de suelo urbano consolidado es tomada de la propia lotds (artículo 32) cuando lo define como aquel que cuenta
con: «redes de agua potable, drenaje de aguas
pluviales, red vial pavimentada, evacuación de
aguas servidas, energía eléctrica y alumbrado
público; todo ello en calidad y proporción adecuada a las necesidades de los usos a que deban
destinarse las parcelas». A partir de los mapas
sig de cobertura o carencias de infraestructura urbana (combinaciones de la presencia de
cada zona censal (Población 2011 − Población 1985) / población
de zona censal 1985 * (población en 2011 / población total de la
localidad 2011). De esta forma se puede apreciar la variación de
pobladores por manzana respecto al peso relativo de la manzana
en el total del aglomerado urbano, así como su localización.
saneamiento, escurrimiento de aguas pluviales,
tipo de pavimento, alumbrado público), se definen áreas con el mismo nivel de acondicionamiento, las que, a su vez, se recodifican en: nivel
consolidado (todos los servicios), no consolidado (tiene alguno/s de los servicios) y deficiente (no tiene ninguno de los cuatro servicios de
infraestructura urbana). Los indicadores refieren
a la superficie por nivel de acondicionamiento
y los respectivos valores de cantidad y densidad de población y vivienda en cada una de ellas
para el censo previo (2004) al dato infraestructural (2007). La fuente utilizada corresponde a
datos brindados por la Administración de las
Obras Sanitarias del Estado (ose) y los gobiernos
departamentales.
Explicación de la elección de los casos
Las once localidades seleccionadas fueron: Treinta y
Tres, San José, Carmelo, Nueva Palmira, Florida, Sarandí
Grande, Durazno, Sarandí del Yi, Dolores, Salto y Young.
Los casos elegidos no corresponden a una lógica probabilística, sino a una muestra sesgada y abarcan localidades de acuerdo a las dimensiones territoriales
relevantes en la estructura urbana de la ciudad: sus
dinámicas demográficas en el período de estudio, condicionantes históricas que hacen a su emplazamiento
y conectividad dentro de una perspectiva del sistema
urbano del Uruguay. La muestra fue definida de manera
de integrar los aspectos relacionados con la caracterización señalada en el apartado de caracterización del
universo ciu y de focalizar en dos grupos de interés. Por
un lado, las ciudades de entre 20 000 y 40 000 habitantes en 1985 situadas al sur del río Negro y fundadas
en la época colonial que se corresponden con la capital
departamental promedio. Y, por otro, explorar valiosos casos particulares: Salto (principal ciudad fuera de
Montevideo, con crecimientos demográficos significativos en el lapso de estudio y situada al norte); Young
(la única ciudad fundada en el siglo xx que llegó a tener
más de 10 000 habitantes en 1975); Sarandí Grande (un
típico enclave de origen especulativo-ferroviario, pero
que en el ciclo reciente del país ha tenido tasas de crecimiento poblacional por debajo de las magras tasas
metodología
promedio del país); Nueva Palmira, el segundo puerto del Uruguay, surgido a inicios de la era republicana sin ser capital departamental, de pasado industrial
y con desarrollo reciente vinculado a su infraestructura portuaria granelera, y Sarandí del Yi, un loteo de
fines del siglo xix no vinculado en su origen al trazado
ferroviario.
En lo referente a la cantidad de habitantes, aparecen
representados los cuatro grupos definidos de acuerdo
a su población en 1985, con una sobrerrepresentación
de la categoría de entre 20 000 y 40 000 habitantes,
donde estaban ocho de las capitales departamentales
del Sur del país. Este grupo de 20 000 a 40 000 habitantes en 1985 se consideró un conjunto de interés por
su homogeneidad en tanto ciudades de origen colonial
o burocrático-comercial, de trazado indiano inicial, con
ejido o zona de chacras, condición de capital departamental y crecimiento planificado a través de ensanches
y subdivisión del ejido hasta mediados del siglo xx.
Sobre las dinámicas demográficas, se mantienen en la
muestra las principales tendencias respecto a la significativa mayoría de localidades que crecen por sobre
la tasa promedio porcentual anual de crecimiento de
población del país entre 1985 y 2011 (aun cuando se
incluye un caso por debajo de la media nacional) y una
distribución equilibrada entre los restantes intervalos
definidos por las tasas del Uruguay urbano y del conjunto de las ciudades intermedias.
Finalmente, en la distribución territorial, se reflejan los
emplazamientos mayoritarios al sur del río Negro.
Estas once localidades seleccionadas totalizaban
322 919 habitantes en 2011, es decir, el 28 % de la población en ciudades intermedias. En los casos elegidos hay
un predominio de las ciudades con origen en dominio
territorial y, en menor medida, por especulación (con
y sin ferrocarril), y se incluye un caso de origen vecinal.
Respecto a la época, se replica el equilibrio entre las
ciudades que pueden categorizarse como coloniales,
burocráticas comerciales o capitalistas que muestra el
conjunto de las 45 ciu. Lo mismo que para las tendencias de conectividad, hay una presencia mayoritaria
de enclaves mediterráneos y luego fluviales, pero se
integra un caso costero; también hay una abrumadora mayoría de localidades que cuentan con estación
ferroviaria.
Síntesis de la muestra en relación con el conjunto:
52 > 53
Origen
45 ciu
Muestra
45 ciu
Muestra
23
6
Norte
11
2
Especulativo
9
2
Sur
34
9
Vecinal
9
1
Total
45
11
Dominio territorial
Especulativo-ferrocarrilero
3
1
Vecinal-ferrocarrilero
1
1
45
11
Total
Emplazamiento región Norte/Sur
3
Mayor a tasa ciu
13
12
4
Entre tasa uy y uy urbano
12
3
Total
45 ciu Muestra
Ferroviaria
45 ciu Muestra
Categoría según intervalo de
población en 1985
45 ciu
Muestra
Hasta 10.000 habs.
19
3
Mediterráneo
27
6
No
10
3
De 10.000 a 20.000 habs.
12
3
Fluvial
12
4
Sí
35
8
De 20.000 a 40.000 habs.
8
4
Total
45
11
Total
Muestra
8
1
45
11
45 ciu
Muestra
Fuente: elaboración propia
Conectividad
Costero
45 ciu
Entre tasa uy urbano y tasa ciu
Menor a tasa uy
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
Fluviomarítimo
Categoría según tasa población
1985-2011
6
1
45
11
Fuente: elaboración propia
ciudades intermedias del uruguay
Más de 40.000 habs.
Total
Fuente: elaboración propia
6
1
45
11
Época fundacional
Ciudad capitalista (desde 1867)
17
3
Ciudad colonial (hasta 1811)
17
4
Burocrático-comercial (1830- 1867)
11
4
Total
45
11
Fuente: elaboración propia
análisis
5
54 > 55
Situación de partida: las ciudades
uruguayas en la crisis del modelo
de sustitución de importaciones
El estudio de las transformaciones de las ciudades
uruguayas en el período 1985-2011, vistas desde la expansión y el acondicionamiento urbano del suelo, debe
considerar particularmente esos dos aspectos y observarlos de manera integral y en la perspectiva del anterior ciclo territorial.
La infraestructura urbana en Uruguay es provista por el
Estado, generalmente en red, a través de entes especializados (ute, en energía eléctrica; ose, en captación,
tratamiento y distribución de agua potable y de saneamiento fuera de Montevideo) o a través de los gobiernos departamentales (alumbrado público en articulación con ute, pavimentación de calles, recolección de
residuos y, en el caso de Montevideo, el saneamiento)
de acuerdo a las competencias establecidas en la Ley
Orgánica Municipal (ley 9.515, de 1935).
Montevideo fue la primera ciudad sudamericana en
contar con una red de saneamiento (1856) y su servicio
de aguas corrientes comenzó a funcionar en la misma época que el de Buenos Aires (1871). Las principales
ciudades del interior (Salto, Paysandú y Mercedes) dispusieron de agua corriente y saneamiento recién desde
1916. En esta etapa, los servicios fueron concesionados
a privados, aunque el Estado tuvo un papel clave en el
desarrollo de las redes de alcantarillado y saneamiento
análisis
de las capitales departamentales entre las décadas de
1920 y 1950. En primera instancia estas redes fueron
tendidas en las capitales departamentales y principales
balnearios. A partir de la década de 1970, el país acordó
préstamos con organismos multilaterales de crédito
para avanzar en el nuevo saneamiento de Montevideo
(etapa 1 en 1972) y la ampliación de las redes de abastecimiento y saneamiento en las principales ciudades del interior, en el marco del impulso a este tipo de
políticas que se daban desde organizaciones mundiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS),
la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la
propia Organización de las Naciones Unidas a través de
onu-Hábitat, como se mencionó anteriormente.
toda división de las tierras que implique crear predios
independientes menores en superficie a dos mil metros
cuadrados, en cualquier centro poblado o zona urbana o
suburbana donde previamente no se hayan establecido
servicios públicos de saneamiento y agua potable o servicios privados de la misma índole que excluyan técnicamente la posibilidad de contaminación del suelo y de las
aguas para el consumo (ley 10.723, artículo 15).
Aunque mencionaba que
cuando se trate de lugar de veraneo o de habitación no
permanente, o cuando se trate de situaciones creadas con
anterioridad a la presente ley, en las zonas urbanas o suburbanas existentes, o cuando mediare un interés nacional o municipal en favor de la existencia o creación de un
Respecto a la energía eléctrica, desde 1960, con la
ampliación de los complejos hidroeléctricos sobre el
río Negro (Baygorria, Palmar) y el río Uruguay (Salto
Grande), se consolidó una red nacional nutrida por estos, desplazando a las usinas de combustibles fósiles en
las diferentes ciudades.
centro poblado determinado, la autoridad departamental
podrá reducir prudencialmente, por mayoría absoluta de
los componentes de la respectiva junta, las exigencias […]
La exigencia de la ejecución previa del saneamiento podrá
ser suplida por la existencia de reglamentaciones municipales que impidan la edificación en los predios respectivos sin la previa ejecución de las obras de saneamiento
Respecto a los procesos de crecimiento y expansión
urbana, la ley de Centros Poblados, sancionada en 1946,
constituía el marco general del desarrollo urbano y
derivaba la gestión a los ámbitos departamentales.
Asimismo, prohibía
requeridas (artículo 15 según redacción dada por la ley
10.866 de 1946).
Otro artículo de la misma ley establecía que
56 > 57
En los pueblos, villas o ciudades en que existan servicios
públicos de saneamiento y agua corriente, queda prohibida, […] toda división de la tierra que implique crear predios
independientes menores en superficie a trescientos metros cuadrados (300 m2) (artículo 16).
Finalmente, se mencionaba que estas restricciones
regían
como mínimas con carácter general, sin perjuicio de que
los límites y condiciones establecidos en ellos puedan ser
superados por exigencias más estrictas todavía en las disposiciones municipales de las respectivas jurisdicciones
(artículo 17).
y que
todo ensanche de ciudad, villa o pueblo, cualquiera sea
de la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico
(cide). La vivienda (y el suelo urbano, en general) era un
problema nacional. El rancherío rural y el déficit habitacional en los grandes aglomerados urbanos del país
eran notorios y referían a las condiciones de vida y las
deficiencias en la materialidad de la vivienda. En tanto,
el crédito, los costos y la gestión de la política habitacional eran presas de la inflación creciente. Esta minó
al sistema de créditos hipotecarios públicos con cuotas fijas en moneda nacional. Y también al de alquileres urbanos que, dentro de una política que impulsó
contener los aumentos y desalojos, terminó rompiendo tanto la relación entre el valor real del alquiler y los
posibles precios de mercado; como entre esos alquileres, el valor de la vivienda y la capacidad de pago de las
familias.
su carácter, será considerado, en la parte que se agrega al
centro poblado existente, como formación de nuevo centro poblado, a los efectos de la presente ley (artículo 18).
Sin embargo, la aplicación de esta ley y sus efectos en
el territorio, en general, recorrieron un camino diferente. Esto fue puesto en evidencia recién a mediados de la década de 1960, cuando se resentía fuertemente el modelo de sustitución de importaciones y
Uruguay encaraba un profundo proceso de análisis de
la realidad nacional, en clave desarrollista, de la mano
ciudades intermedias del uruguay
El sector Vivienda de la cide, coordinado por el arquitecto Juan P. Terra, generó una serie de estudios y documentos sobre la situación habitacional del país que
abordó las carencias infraestructurales desde una lectura de «servicios urbanos» asociados a la vivienda, a
partir fundamentalmente del censo de 1963: el Estudio
social y económico del Uruguay rural (1962) y el Muestreo
nacional de vivienda (1964). Esta producción constituye
la fuente más robusta para analizar la situación de las
ciudades uruguayas antes de 1985. La propuesta final
de cide Vivienda refería a dos ejes: la vivienda como
derecho y la política de vivienda «planeada y administrada como una pieza inseparable del desarrollo
económico general» (cide, 1965: 216). Este giro hacia
una inserción de la vivienda dentro de las lógicas del
desarrollo general implicó un cambio profundo en el
abordaje político de lo urbano.
En el Muestreo Nacional de Vivienda de 1963 (cide, 1964)
se analizaban, en casi cien centros urbanos del país,
diferentes aspectos materiales y sociales de hábitat
y vivienda. A su vez, manejaba una ficha de manzana
relativa a las infraestructuras en la que se relevaban
bajo el rótulo de «servicios públicos»: agua corriente,
electricidad domiciliaria, alumbrado público, colector,
pavimento (de hormigón, bitumen o balasto); en «salubridad», la condición de inundabilidad y la presencia de
aguas estancadas. También se registraba la existencia
de baldíos. En todos los casos, la unidad era la manzana
o sus divisiones en cuartos.
A fines de los sesenta, el mismo Terra, a partir de esta
información, aseveraba que el país urbano tenía una
bajísima densidad promedio de 13 viviendas por manzana. El dato escondía heterogeneidades como que en
Montevideo esa densidad era de 42 viviendas y en el
conjunto de las ciudades y pueblos del interior era de 8
viviendas por hectárea, lo que daba lugar a que una importante proporción del área fraccionada de las ciudades y pueblos del interior estuviera baldía (Terra, 1968).
Un giro clave en la conceptualización del acondicionamiento urbano del suelo en Uruguay tiene lugar cuando se empiezan a asociar estas variantes de densidades
de vivienda, que implican la ocupación urbano-habitacional, con la provisión de infraestructuras:
ciudad. Los loteos aparecen desconectados unos de otros,
abarcando muchas veces zonas inundables con problemas muy graves de seguridad y salubridad; áreas que por
su ubicación y relieves impiden la extensión de las redes
de saneamiento sin llegar a costos absolutamente prohibitivos (Terra, 1995: 132).
A su vez, se mencionaba que esta abundancia de superficie loteada era crítica en ciudades y pueblos menores
«en los cuales existen lotes que representan el 230 %
de la necesidad real» (Terra, 1995: 132).
En semejante dispersión se hace prácticamente imposible
prestar servicios de agua, saneamiento, energía eléctrica
domiciliaria, alumbrado público, pavimentos, recolección
de basuras (Terra, 1968: 29).
La deficiencia en el aprovechamiento del suelo urbano en referencia a la provisión de servicios respecto a
la urbanización de baja densidad y baja ocupación era
notoria:
Esta dispersión de los lotes no resulta de un criterio de
abundancia de superficie sino de una distribución totalmente irracional. Mientras en Montevideo los lotes baldíos alcanzaban el 9 % del total de la superficie […] en el
interior el 55 % del área estaba formada por lotes baldíos
[que además integran] fraccionamientos que no corresponden a un crecimiento racional de la superficie de la
análisis
Acorde al pensamiento desarrollista, se consideraba
que los desajustes de gestión serían resueltos en un
marco planificador integral del país, en tanto se reconocía una carencia de legislación intersectorial:
La falta de legislación urbanística impide que los organismos nacionales, como la ute (energía eléctrica) o la ose
(agua y saneamiento), coordinen sus planes, de modo de
servir a las mismas áreas. Poco puede extrañar, por tanto,
que en 1963 el agua corriente cubriera solo el 28 % del interior urbano y el 10 % de los pueblos menores. Ni tampoco que el saneamiento cubriera el 63 % de la superficie de
Montevideo y desapareciera prácticamente en las ciudades de menos de 10 000 habitantes (Terra, 1968: 29).
A dos décadas de vigencia de la ley de Centros
Poblados, se establecía una evaluación crítica de sus
impactos, lo que encerraba la ausencia de una política
urbana:
En ciudades medianas y pequeñas, el crecimiento urbano
continúa produciéndose en condiciones tan anárquicas
como las anteriores a la aparición de la ley (Terra, 1968: 29).
La planificación y la capacidad coercitiva y persuasiva del Estado en el cumplimiento de la normativa eran
casi una quimera:
Ninguna ley ha impuesto a los gobiernos municipales
autónomos la obligación de establecer planes reguladores que ordenen el crecimiento de la ciudad. La iniciativa
sigue siendo de los particulares, de los dueños de la tierra.
La autoridad municipal es la autorizadora del loteo y debe
ejercer una policía del mismo; pero nada le impide que
conceda las autorizaciones con criterios oportunistas o
incluso bajo presión o como favor político. Por otra parte,
ninguna autoridad central tiene potestad para exigir el
cumplimiento de la misma ley (Terra, 1968: 28).
El propio Terra, en 1973, semanas antes del golpe de
Estado, presentó en el Senado de la República un proyecto de ley de creación del Ministerio de Vivienda
y Urbanismo que intentaba llevar al ámbito urbano
58 > 59
los progresos en materia habitacional que avizoraba
la implementación de la ley de vivienda de 1968. En
su exposición de motivos, mencionaba la necesidad
de una política nacional de urbanismo apuntando a
las graves deficiencias de las estrategias de desarrollo
urbano en el país, la especulación, el alto precio de la
tierra, los loteos sin servicios y la falta de coordinación
interinstitucional:
de intensos flujos migratorios rural-urbanos y de conformación del área metropolitana de Montevideo. En
1966, como parte de las iniciativas parlamentarias derivadas del trabajo de la CIDE, se habían reiterado las
disposiciones sobre la obligatoriedad de contar con infraestructura urbana en los nuevos fraccionamientos:
Las autoridades competentes no autorizarán ningún fraccionamiento destinado a crear un centro poblado (leyes
Para que un barrio esté bien atendido debe conjugarse la
números 10.723 y 10.866, de 21 de abril y 25 de octubre de
acción de una variedad de organismos nacionales y depar-
1946, respectivamente) sin que se hayan previsto las ins-
tamentales. En lo nacional, la ose y la ute y los organismos
talaciones para el suministro de energía eléctrica y exista
de los cuales dependen servicios imprescindibles como la
adecuado abastecimiento de agua potable […] Prohíbase
escuela y policlínica. Pues bien, la norma es que los orga-
a los fraccionadores ofrecer en venta terrenos ubica-
nismos nacionales no coordinan entre sí ni, desde luego,
dos en los fraccionamientos a que se refiere esta ley sin
con los gobiernos departamentales. A veces, las redes de
que posean abastecimiento suficiente de agua potable
pavimento, el agua corriente, el alumbrado, la electrici-
en funcionamiento correcto e instalaciones de suminis-
dad se extienden con distintos criterios y distintas áreas y
tro de energía eléctrica, todo lo cual se justificará con la
no es raro ver que, terminado un pavimento, se proceda a
documentación emanada de los institutos correspon-
destrozarlo para instalar algún otro servicio. Esta descoor-
dientes que apruebe las instalaciones. [Exceptuándose]
dinación es especialmente grave entre los servicios nacio-
los fraccionamientos en zonas balnearias y en zonas de
nales y los requerimientos locales de las poblaciones del
habitación no permanente, así declaradas por la autoridad
interior (Terra, 1973).
competente (Ley 13.493).
Si bien el proyecto no llegó a ser tratado, el documento establece un certero diagnóstico sobre los procesos
de expansión urbana en el país, dentro de una época
ciudades intermedias del uruguay
En definitiva, la expansión urbana sin servicios fue vista
como fruto de la descoordinación entre entes sectoriales, de la ausencia planificadora con perspectiva
integral y, fundamentalmente, de la aplicación discrecional y desnaturalizada de la ley de Centros Poblados
fuera de Montevideo. Aunque las ciudades uruguayas
no crecieron, en esta etapa previa a 1985, ni aceleradamente ni sobre la base de la informalidad en el acceso
al suelo, como sucedió en otras metrópolis y ciudades
medias latinoamericanas (Pradilla Cobos, 2014), las deficiencias infraestructurales configuraron situaciones
de exclusión urbana y desigualdad, más allá de la formalidad en la tenencia de la tierra urbana o del acceso
a la vivienda desde un mercado formal.
Procesos urbanos 1985-2011.
Presentación de los casos
A continuación se presentan los once casos estudiados
en profundidad, ordenados de manera decreciente de
acuerdo a su población según el censo del ine de 2011.
Cada ciudad se aborda de la siguiente manera:
• Un breve párrafo sobre su fundación y origen.
•
Una tabla con el seguimiento demográfico (población, vivienda y hogares) de los últimos cuatro censos (1985, 1996, 2004, 2011).
• Un dosier de mapas temáticos que incluyen:
a) variación de la superficie ocupada con usos
urbanos y densidad mayor a 4 viviendas por
hectárea para el período 1985-2011, discriminada por modo de gestión urbano-habitacional.
Se incluyen los límites de zonificación urbana y
suburbana, de acuerdo a la normativa previa a
la lotds;
b) variación relativa de población por zona censal (1985-2011);
c) cobertura de infraestructura urbana discriminada según el nivel de consolidación (consolidado, no consolidado, deficiente) en la situación
previa a la sanción de la lotds (circa 2007).
análisis
• Un texto de análisis del proceso 1985-2011 de
acuerdo a la lectura de los mapas temáticos, sus
indicadores derivados y otras fuentes bibliográficas que refieren al desarrollo de la ciudad (particularmente fueron utilizadas las memorias de
información de los planes locales o directrices
departamentales de ordenamiento territorial).
En «Anexos» se encontrarán:
a) Mapas de densidad de vivienda y población por zona
censal (para entidades con densidad de vivienda mayores a 4 viviendas por hectárea) para los censos 1985,
1996, 2004 y 2011.
b) Indicadores derivados del procesamiento de estos
mapas y su información asociada con: cuantificación
y calificación de la expansión según modos de gestión
urbano-habitacional, variantes de consolidación del
suelo urbano y variación de densidades de vivienda según modo de gestión urbano-habitacional.
60 > 61
SALTO
Salto tiene un proceso fundacional que abarca el
período 1757-1822, con un origen vinculado tanto al
dominio territorial como al asentamiento espontáneo. Capital del departamento de su mismo nombre, creado en 1837, obtuvo el rango de ciudad en
1869. Actualmente, tiene su Plan de Ordenamiento
Territorial y Desarrollo Sostenible, aprobado en
2016.
Lógicas de crecimiento y expansión (1985-2011)
Entre 1985 y 2011 el aglomerado Salto (que incluye a las
localidades censales Salto, Arenitas Blancas y Colonia
18 de Julio) tuvo tasas de crecimiento promedio anual
de población que superaron tanto la del país urbano
como la de las ciudades intermedias. Esto colocó a la
ciudad históricamente más poblada del país fuera del
Montevideo metropolitano entre los aglomerados intermedios más dinámicos del período en términos de
crecimiento poblacional. Sin embargo, el proceso de
disminución de integrantes promedio del hogar (de
3,8 a 3,2) y el propio incremento de los hogares en un
52 % en esos veintiséis años siguieron las tendencias
generales del país, evidenciando (en tanto las viviendas
análisis
son demandadas por hogares) una expansión del parque habitacional notoriamente superior al incremento
poblacional (51 % y 16 % respectivamente). La superficie con usos urbanos y densidad de vivienda mayor
a 4 viviendas por hectárea se incrementó un 25 %, con
una tendencia a la baja considerando los tres períodos
intercensales, y se estabilizó en unas 65 hectáreas tanto
entre 1996 y 2004 como entre 2004 y 2011, luego de
un empuje de más de 100 hectáreas entre 1985 y 1996.
Estas 65 hectáreas mostraban la estabilidad del loteo
convencional como motor de la expansión, con unas
45 hectáreas en cada período intercensal. Sin embargo, en el último período, los asentamientos irregulares
jalonaron el crecimiento de superficie urbanizada por
fuera del loteo convencional junto al protagonismo de
los conjuntos habitacionales.
Respecto a las densidades de vivienda, a través de las
cuales es posible apreciar la intensidad de uso del suelo
servido, Salto ha sido una de las ciudades estudiadas
Salto
que más ha incrementado su densidad de vivienda en
el período 1985-2011, pasando de 22,3 a 27,5 viviendas por hectárea. Igualmente, logró una densificación
poblacional al registrar de 81,7 a 86,7 personas por
hectárea.
En el comportamiento de las densidades abordadas
por modo de gestión habitacional (loteo convencional, conjuntos habitacionales, asentamientos irregulares) pueden verse crecimientos significativos en
los tres modos. El loteo convencional destaca por su
densificación en vivienda, pero no en población. Los
asentamientos irregulares, en tanto, incrementaron su
densidad en población y vivienda. De las ciudades analizadas, Salto es la que cuenta con mayor incidencia de
este fenómeno de autogestión (con 44 hectáreas en
2011, lo que implica un 4 % de la superficie, más de 800
viviendas y casi 3000 personas) dentro de varios episodios ubicados en diferentes espacios de la ciudad.
1985
1996
2004
2011
Diferencia
2011-1985
Crecimiento
1985- 2011
Tasa
2011-1985
Población
81.257
94.195
99.072
105.289
12.938
16 %
0,99 %
Vivienda
22.243
26.185
29.342
33.503
11.260
51 %
1,56 %
Hogares
21.201
24.936
28.060
32.281
11.080
52 %
1,60 %
62 > 63
Mapa de variación relativa de población
por zona censal (1985-2011)
ciudades intermedias del uruguay
Mapa de variación de suelo «urbanizado» (con ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea) (1985-2011)
análisis
64 > 65
Mapa de niveles de consolidación infraestructural
del suelo urbano por zona censal (circa 2007)
ciudades intermedias del uruguay
Respecto a la consolidación infraestructural previa a
la sanción de la lotds, la mitad del suelo urbanizado
(entendido como aquel con ocupación urbana predominantemente habitacional y densidades de vivienda mayores a 4 viviendas por hectárea) contaba con
presencia de las cuatro infraestructuras que dan el carácter de suelo urbano consolidado. Y el 18 % era suelo
urbanizado deficientemente, pues no contaba ni con
alumbrado púbico ni saneamiento ni calles de bitumen
u hormigón ni dispositivos de escurrimiento de aguas
superficiales.
Respecto a las tendencias de expansión, la ciudad ha logrado mantener su crecimiento dentro de los rígidos límites del plan de 1998 que, a su vez, retomaba una zonificación anterior de la década de 1960. Se evidencia una
consolidación de los bordes sur y norte dentro del suelo
«suburbano» según la ley de Centros Poblados, que
definía una zonificación con zonas urbanas, suburbanas
y de huertos. La ciudad, además, presenta la particularidad de una planta urbana con dos sectores divididos
por el arroyo Ceibal y la zona denominada Alto Ceibal
(calificada como «de reserva» por el plan de 1998, para
desalentar su fraccionamiento en predios menores a 1
hectárea y con bajísimos factores de ocupación del suelo por motivos fragilidad ambiental). De allí hacia el río
Uruguay, está el suelo zonificado como «urbano» según
análisis
la ley de Centros Poblados, con una cuadrícula regular
orientada norte-sur, atravesada por los arroyos Sauzal
y Ceibal y la vía del tren desde la estación Midland al
puerto como barreras históricas del desarrollo y continuidad en la trama urbana. Este sector cuenta con las
características infraestructurales de consolidación.
En 1985 existían en la ciudad espacios vacantes que
fueron completados con conjuntos de vivienda, particularmente en el borde del arroyo Ceibal y hacia el este.
En este espacio zonificado como «urbano» según la ley
de Centros Poblados, se aprecia tanto un incremento
de la densidad de vivienda como amplias zonas con estabilidad o descenso relativo de la población.
La zona «suburbana» según la ley de Centros Poblados,
con calidades infraestructurales variadas y en proceso de consolidación, muestra las principales dinámicas
de expansión de usos habitacionales tanto con loteo
convencional como con conjuntos habitacionales y
asentamientos irregulares. Se destaca, en el período
1985-2004, la estructuración del borde sur con la intervención pública al generar el barrio Horacio Quiroga.
Los conjuntos habitacionales públicos, particularmente
cooperativas de vivienda, aparecen en grandes enclaves semiperiféricos, pero ubicados en las cercanías de
estructuradores viales de la ciudad.
La zona al este del arroyo Ceibal, llamada Matadero,
presentaba en 2011 barrios y loteos originados varias
décadas atrás, en acelerado proceso de ocupación reciente y de notorio rezago infraestructural. La traza del
baipás rutas 3-31 y el establecimiento de dos grandes
complejos habitacionales de realojo de inundados, a
inicios de los ochenta, pueden señalarse como hitos
históricos en el crecimiento del sector este del aglomerado Salto. En la última década, este territorio se ha
complejizado por la creación de los grandes asentamientos irregulares: Andresito 1 y 2.
Respecto a Arenitas Blancas, con su perfil de segunda
residencia y ocupación en baja densidad, y el enclave rural Colonia 18 de Julio (dinamizado por un amplio
conjunto mevir en la década de los noventa), si bien
pueden incluirse dentro del aglomerado, presentan lógicas de ocupación y provisión de servicios diferentes a
las de Salto ciudad.
66 > 67
SAN JOSÉ DE MAYO
La ciudad de San José de Mayo fue fundada por
la corona española en 1786, dentro de sus estrategias de dominio territorial en la Banda Oriental.
Capital de uno de los departamentos fundacionales del país, obtuvo el rango de ciudad en 1856. En
2018 tiene en elaboración su Plan de Ordenamiento
Territorial y Desarrollo Sostenible.
Lógicas de crecimiento y
expansión (1985-2011)
El aglomerado San José de Mayo-Raigón no ha sido particularmente dinámico en lo demográfico en el período
de estudio. La ciudad ha crecido a tasas de población,
vivienda y hogares levemente inferiores a las del país
urbano y significativamente menores a las del grupo
de ciudades intermedias. Aquí también son evidentes
los cambios demográficos en términos de hogares y su
impacto en los modos de desarrollo urbano. Una ciudad
que apenas creció un 17 % en población, en el mismo
período incrementó un 51 % su parque habitacional y un
44 % sus hogares, mientras la cantidad de personas por
hogar se desploma de 3,4 a 2,7 entre 1985 y 2011.
análisis
San José logra destacarse como una de las ciudades estudiadas que menos expandió su superficie urbanizada
con ocupaciones con densidad mayor a 4 viviendas por
hectárea (27 %) y logra densificarse en promedio, más
de 5 viviendas por hectárea, pasando de 24,4 a 29,6. En
ese sentido es la ciudad más densa de las once estudiadas, tanto a nivel general como en la densidad lograda
por el loteo convencional (28,1 viviendas por hectárea). Sin embargo, en población, la ciudad ha perdido
algo de densidad (de 79 a 74 personas en promedio por
hectárea).
En el análisis de la expansión por período intercensal discriminado por modo de gestión habitacional, la
superficie se reparte entre el loteo convencional y los
conjuntos habitacionales, al no existir asentamientos
irregulares. Se aprecia una estabilidad en el proceso
de incorporación de nuevas tierras urbanizadas, con
San
José
1985
1996
2004
2011
alrededor de 30 hectáreas sumadas entre 1985 y 1995
y, otras tantas, entre 2004 y 2011. Mientras en el lapso
restante, se dio un pico de 42 hectáreas impulsado por
los conjuntos habitacionales, con cooperativas al sur
de la ciudad de San José de Mayo y la segunda etapa
del conjunto mevir de Raigón. El loteo convencional ha
mantenido estable su aporte, consolidando entre 24 y
27 nuevas hectáreas en cada período intercensal.
Desde el diagnóstico infraestructural previo a la lotds,
San José de Mayo mostraba una situación singular dentro del conjunto de ciudades estudiado, siendo la de
mayor superficie de suelo urbano consolidado. En efecto, el 77 % del suelo con densidades mayores a 4 viviendas por hectárea contaba con saneamiento en red,
pavimento de hormigón o bitumen, alumbrado público
y cordón cuneta o entubado. En ese 77 % del suelo urbano, se asentaba el 87 % de la población, lo que hacía
trepar la densidad de vivienda a 32,5 viviendas por
Diferencia
2011-1985
Crecimiento
1985-2011
Tasa
2011-1985
32.131
35.126
36.339
37.485
5.354
17 %
0,59 %
Vivienda
9.819
11.519
13.339
14.793
4.974
51 %
1,56 %
Hogares
9.508
10.888
12.244
13.717
4.209
44 %
1,40 %
Población
68 > 69
Mapa de variación relativa de población
por zona censal (1985-2011)
ciudades intermedias del uruguay
Mapa de variación de suelo «urbanizado» (con ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea) (1985-2011)
análisis
70 > 71
Mapa de niveles de consolidación infraestructural
del suelo urbano por zona censal (circa 2007)
ciudades intermedias del uruguay
hectárea para las zonas con todos los servicios. Por otra
parte, solo el 1 % del suelo urbanizado no tenía infraestructura alguna.
Respecto a las tendencias de crecimiento y expansión,
la ciudad muestra una ocupación casi completa de la
zona urbana previa a la lotds, tributaria del viejo plano
de fraccionamiento de San José y su ejido de la década
de 1850 y que cuenta con todas las infraestructuras. En
el área zonificada como «suburbana» de acuerdo con
la ley de Centros Poblados, se acumuló una serie de
fraccionamientos que desde la segunda mitad del siglo
xx impulsaron la ciudad hacia la traza de la ruta 3 que
bordea la ciudad. De esta forma, la ciudad queda contenida entre la ruta 3 y el río San José, con su planicie de
inundación y las de sus afluentes (particularmente el
arroyo Mallada) con marcada incidencia en los procesos de ocupación del territorio.
focalizada de conjuntos habitacionales (cooperativas de vivienda) en el sur de la ciudad, donde se dan
los procesos más dinámicos y menos articulados de
ocupación de suelo. Estas ubicaciones periféricas de
los esquemas de vivienda pública parecen decidirse en
función de ofrecer soluciones donde lo que importa es
la masividad.
Finalmente, a pesar de la consolidación infraestructural y los procesos generales de densificación, la ciudad
ha visto despoblarse su centralidad tradicional, en el
marco de los procesos demográficos reseñados sobre
disminución de integrantes del hogar. Los espacios
periféricos y de borde protagonizan los incrementos
poblacionales.
El dinamismo de la antigua zona «suburbana», tensionada por la estructura vial (la intervención con parquización y recuperación de bordes del arroyo Mallada, el
barrio contiguo al Parque Rodó, el sector Norte de la vía
del tren con heterogeneidad de usos: silos, estadio, estación de tren recalificada como centro cultural), es una
de las claves de este período. Así como la localización
análisis
72 > 73
DURAZNO
La ciudad de Durazno fue fundada durante el período de dominación luso-brasileña, en 1821, dentro de sus estrategias de dominio territorial en la
Banda Oriental. Capital de uno de los departamentos fundacionales del país, obtuvo el rango de ciudad en 1906. Actualmente tiene vigente su Plan de
Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible,
aprobado en 2013.
Lógicas de crecimiento y
expansión (1985-2011)
Durazno y Santa Bernardina han tenido, entre 1985 y
2011, una dinámica demográfica con tasas de incremento poblacional, de vivienda y de hogares levemente superiores al país urbano, pero sin llegar a los valores
del conjunto de las ciudades intermedias. Mientras la
población creció un 21 %, las viviendas lo hicieron un
54 % y los hogares un 47 % dentro de las tendencias generales de incremento de los hogares y disminución de
su tamaño (en este caso, pasaron de 3,7 a 3,1).
análisis
Este aglomerado ha sido el que porcentualmente tuvo
mayor expansión de las once ciudades analizadas: su
superficie urbanizada con densidades mayores a 4 viviendas por hectárea se incrementó un 56 % entre 1985
y 2011. Esta expansión se ha dado manteniendo la tendencia en intensidad de ocupación del suelo, ya que la
densidad de vivienda se ha incrementado mínimamente pasando de 23,9 a 25,2 viviendas por hectárea.
que bajó la de población (de 78,3 a 61,6). En general, se
observa una tendencia decreciente de una expansión
que ha sido significativa. En el período 2004-2011, el
crecimiento fue de 48 hectáreas, mientras entre 1985
y 1996 la ciudad se había expandido casi 80 hectáreas.
Los conjuntos habitacionales han tenido una tendencia
creciente, ocupando cada vez más superficie en los tres
períodos intercensales considerados.
En los modos de gestión habitacional, los asentamientos irregulares tuvieron un pico en 2004, con 9 hectáreas ocupadas por casi 180 viviendas, pero que fueron
objeto de intervención y realojo. Hacia 2011, se reducían a dos enclaves con 85 viviendas en poco más de
tres hectáreas. Los conjuntos habitacionales se incrementaron hasta triplicar tanto superficie como población y vivienda en esos veintiséis años, aunque mantuvieron sus densidades (43 viviendas y 135 personas
por hectárea). El loteo convencional apenas incrementó su densidad de vivienda (de 22,8 a 23,1) al tiempo
En la situación previa a la sanción de la lotds, Durazno
tenía en casi el 50 % de su superficie ocupación con
densidades de vivienda mayores a 4 viviendas, con presencia de las cuatro infraestructuras que dan el carácter
de suelo urbano consolidado. Estos sectores abarcan
al suelo «urbano» definido según la ley de Centros
Poblados y parte de los fraccionamientos más antiguos
en el antiguo suelo «suburbano». Un 6 % del suelo no
contaba con ninguna de las infraestructuras. Alrededor
de 2008, la zona consolidada mostraba las densidades de vivienda más altas: 30 viviendas por hectárea.
1985
1996
2004
2011
Diferencia
2011-1985
Crecimiento
1985-2011
Tasa
2011-1985
29.245
31.814
33.576
35.466
6.221
21 %
0,74 %
Durazno Vivienda
8.439
9.782
11.367
12.970
4.531
54 %
1,63 %
Hogares
7.860
9.004
10.285
11.593
3.733
47 %
1,48 %
Población
74 > 75
Mapa de variación relativa de población
por zona censal (1985-2011)
ciudades intermedias del uruguay
Mapa de variación de suelo «urbanizado» (con ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea) (1985-2011)
análisis
76 > 77
Mapa de niveles de consolidación infraestructural
del suelo urbano por zona censal (circa 2007)
ciudades intermedias del uruguay
Los sectores de infraestructura incompleta, que en su
mayoría solo contaban con alumbrado, llegaban a 17
viviendas por hectárea.
Las tendencias de expansión de la ciudad muestran
que la zona urbana previa a la lotds se presentaba
ocupada casi en su totalidad. El río Yi y sus afluentes
(cañadas, arroyos), así como la presencia de la ruta que
atraviesa la planta urbana, han constituido barreras al
crecimiento de la trama urbana, afectando su continuidad. El nuevo loteo convencional y los conjuntos
habitacionales se posicionaron en el antiguo suelo
«suburbano» según la ley de Centros Poblados y no
siempre de forma contigua a las trazas preexistentes,
por motivos orográficos, la presencia de cursos de agua
o la vía del tren.
Entre las zonas de ocupación reciente destacan tres:
• Hipódromo-Sandú. Se desarrolla alrededor del
hipódromo y el fraccionamiento en torno a la
calle Antonio Orlando Giordano. La memoria de
información del Plan Local de Durazno (2011)
manifiesta que en este sector no se identifica
una centralidad clara, la trama urbana es irregular, discontinua y marcada fuertemente por la
topografía y por la presencia de cañadas, el río
análisis
Yi y sus zonas inundables. Este sector, zonificado como suburbano antes de la lotds, presenta
las principales carencias infraestructurales del
aglomerado.
• Vía Férrea Trinidad Sur. Ubicado allende la vía del
tren, en su ramal a Trinidad, se distancia del resto
de la trama urbana y es objeto de ubicación de
numerosos programas de vivienda pública. La
conectividad vial con el resto del aglomerado
queda reducida a la calle Juan Gómez. Contaba
con saneamiento y alumbrado y se encontraba
en proceso de ocupación urbano-habitacional.
•
La lanera. Ubicado al oeste del aglomerado,
constituye el enclave más alejado y ha incrementado sensiblemente su población en las últimas décadas; está vinculado a la industria y a un
fraccionamiento contiguo con notorias deficiencias de infraestructura.
78 > 79
FLORIDA
La ciudad de Florida fue la última fundada (1809)
por la corona española dentro del actual territorio
uruguayo en el marco de sus estrategias de dominio
territorial. Capital del departamento creado en 1856,
obtuvo el rango de ciudad en 1894. Actualmente
tiene vigente su Plan de Ordenamiento Territorial y
Desarrollo Sostenible, aprobado en 2016.
Lógicas de crecimiento y
expansión (1985-2011)
En el período 1985-2011, Florida no estuvo entre las ciudades intermedias del Uruguay de mayor crecimiento
poblacional (con una tasa de promedio anual de poblamiento de 0,64 %, menor a la del país urbano). Su dinámica de crecimiento de hogares y viviendas registra tasas superiores al conjunto de las ciudades intermedias.
Esto se vio reflejado en que la ciudad creció apenas un
18 % en población, pero un 54 % en viviendas y un 47 %
en hogares. Al tiempo que el descenso en la cantidad de
personas por hogar estuvo entre los más pronunciados
de las ciudades estudiadas: pasó de 3,6 a 2,9.
análisis
Este incremento de la cantidad de viviendas, empujado
por la dinámica de hogares, dio como resultado procesos de expansión moderados. La ciudad extendió su
suelo urbanizado en un 29 %, pero incrementó su densidad de vivienda, pasando de 22 a 26,5 viviendas por
hectárea, mientras la densidad de población menguó
levemente (de 75 a 70 habitantes por hectárea).
En estos procesos de expansión urbana tienen lugar los
tres modos de gestión habitacional: loteo convencional, conjuntos habitacionales y asentamientos irregulares. Estos últimos involucraron una expresión muy
acotada de unidades habitacionales, aunque se consolidaron a partir de 1996. En 2011 se registraron 5 hectáreas ocupadas por 84 viviendas y 236 personas, distribuidas en dos enclaves en la zona Sur de la ciudad. Los
conjuntos habitacionales, manteniendo una densidad
en el entorno de las 50 viviendas por hectárea, aumentaron su superficie seis veces (de 4,6 a 28 hectáreas) y
en proporción similar, las viviendas. La población en los
conjuntos habitacionales aumentó significativamente,
1996
2004
2011
El proceso de expansión entre 1985 y 2011 mostró una
tendencia general a la baja; el período 1985-1996 fue el
más dinámico con casi 60 hectáreas agregadas de suelo con nueva ocupación urbana. En los otros períodos
se dieron procesos de menor entidad: en 1996-2004,
unas 20 hectáreas, en un panorama diverso con presencia de loteo convencional, conjuntos habitacionales
y asentamientos irregulares. Y en el lapso más reciente,
el loteo convencional acapara prácticamente todo el
nuevo suelo urbanizado.
Antes de la sanción de la lotds, Florida tenía casi el
54 % de su superficie urbanizada con presencia de las
cuatro infraestructuras que dan el carácter de suelo urbano consolidado. Apenas un 3 % del suelo urbanizado
Diferencia
2011-1985
Crecimiento
1985-2011
Tasa
2011-1985
28.451
31.589
32.128
33.640
5.189
18 %
0,64 %
Vivienda
8.263
9.843
11.425
12.745
4.482
54 %
1,64 %
Hogares
7.950
9.288
9.918
11.647
3.697
47 %
1,45 %
Población
Florida
1985
pero disminuyó la densidad; aunque en 2011 esta se
encontraba en 156 personas por hectárea. El loteo
convencional tuvo un menguado proceso de densificación, pasando de 21,5 a 24,9 viviendas por hectárea,
pero con pérdida significativa de densidad de población al pasar de 73,5 a 64,7.
80 > 81
Mapa de variación relativa de población
por zona censal (1985-2011)
ciudades intermedias del uruguay
Mapa de variación de suelo «urbanizado» (con ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea) (1985-2011)
análisis
82 > 83
Mapa de niveles de consolidación infraestructural
del suelo urbano por zona censal (circa 2007)
ciudades intermedias del uruguay
no presentaba ninguna de las infraestructuras básicas y el 90 % del suelo con infraestructura incompleta
tenía saneamiento. Este contexto permite apreciar un
enorme potencial de la consolidación del suelo urbanizado, dentro de procesos de mejor aprovechamiento
de la infraestructura, ya que los espacios de suelo con
infraestructura incompleta apenas llegan a 18 viviendas
por hectárea de densidad, en tanto en las zonas consolidadas se llega a 31.
antiguo «suburbano» según la ley de Centros Poblados,
donde se concentran las mayores variaciones de población. En tanto al este, emergió la mixtura de usos
militares, productivos y urbanizaciones en baja densidad, en entornos rurales. Mientas que la zona Sur se
reservaba para usos industriales con la progresiva radicación de estas actividades en las últimas décadas.
El suelo zonificado «urbano» de acuerdo con la ley de
Centros Poblados contaba con todas las infraestructuras. Con su trazado regular del amanzanado, estaba delimitado por la vía férrea, el recodo del río Santa
Lucía, el arroyo Tomás González y el hipódromo. El
antiguo «suburbano» se planteaba sumamente extendido, con el claro borde de la calle 60. Dentro de él,
entre las décadas de 1950 y 1980, se dieron numerosos
fraccionamientos y loteos que configuraron espacios
de ocupación urbana contiguos, pero desarticulados y
ubicados más allá de la vía del tren. Su lenta pero persistente ocupación en baja densidad estuvo pautada
por la paulatina provisión retrospectiva de infraestructura urbana.
La consolidación de los bordes sobre el río Santa Lucía
y las inmediaciones del hipódromo con la implantación
de conjuntos habitacionales configuró un mejor aprovechamiento de los remanentes de suelo zonificado
como «urbano». La estrategia de ubicar otros conjuntos habitacionales en barrios zonificados como «suburbanos» pero en proceso de consolidación a nivel de
infraestructuras, pretendía lo mismo. Los crecimientos
recientes de la ciudad incluyen la ocupación de viejos
loteos o nuevos fraccionamientos que han desafiado
barreras naturales (arroyos o cañadas) e infraestructurales (dos ramales ferroviarios y la estación Florida, e
incluso el baipás de ruta 5 con el nuevo barrio universitario) en su articulación con la trama urbana existente, lo que plantea un desafío a la provisión y funcionamiento en red de las infraestructuras.
Los procesos de crecimiento de suelo con usos urbanos
se han dado principalmente al norte y oeste, dentro del
Desde las condicionantes para la expansión urbana y el
acceso al suelo, es importante mencionar que la zona
análisis
de El Cortijo, al noroeste, situada estratégicamente
dentro de la zona «suburbana» según la ley de Centros
Poblados, ha visto frenado su desarrollo por la presencia cercana del vertedero de basura municipal.
84 > 85
TREINTA Y TRES
La ciudad de Treinta y Tres fue fundada en la era
republicana por el Estado uruguayo, un par de años
después de finalizada la Guerra Grande y dentro de
sus estrategias de dominio territorial. Capital del
departamento creado en 1884, obtuvo el rango de
ciudad en 1915. En 2018, tiene en elaboración su Plan
de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible.
Lógicas de crecimiento y
expansión (1985-2011)
El aglomerado integrado por las localidades de Treinta
y Tres, Ejido de Treinta y Tres y Villa Sara presenta un
particular comportamiento dentro del conjunto de
ciudades intermedias analizadas, con una significativa
expansión en superficie dentro de un estancamiento
poblacional y sin aumento de densidad habitacional en
el marco de un precario panorama infraestructural.
El aglomerado creció a una tasa de 0,59 % promedio
anual a nivel de población (la menor de las capitales
departamentales analizadas). Entre 1985 y 2011 la población apenas aumentó un 16 %. El panorama respecto a viviendas y hogares es diferente, en tanto aparece
análisis
alineado con las tendencias a nivel nacional. Las viviendas crecieron un 51 % y los hogares un 44 % al tiempo
que disminuyeron su cantidad de integrantes de 3,4 a
2,7. Donde el crecimiento de los hogares se dio a tasas
superiores a las del país urbano.
Treinta y Tres presenta la particularidad de abordar el
incremento de 50 % de su superficie urbanizada sin llegar a agregar una vivienda más por hectárea a la densidad de la ciudad (de 20,4 en 1985 a 21,20 en 2011). Este
dato la coloca como la menos densa de las capitales
departamentales estudiadas, llega a la actualidad con
una notoria diferencia con sus pares, que oscilan entre
25 y 29. Lo mismo sucede en población. La densidad se
ha desplomado de 62 personas por hectárea en 1985 a
50 en 2011, cuando las otras capitales de la muestra están entre 70 y 80 personas.
Treinta
y Tres
1985
1996
2004
2011
Este proceso de expansión también muestra una regularidad al sumar entre 70 y 75 hectáreas respectivamente en cada período intercensal entre 1985 y 2011.
En esta dinámica, los modos de gestión habitacional
adquieren protagonismos diferenciados. Mientras entre 1985 y 1996 los conjuntos habitacionales implicaron
parte importante del crecimiento en superficie urbanizada, esto decayó en los períodos siguientes, llegando
al último finalizado en 2011, en el que toda la expansión
recayó en el loteo convencional.
El Ejido de Treinta y Tres, sobre el que prácticamente no
han mediado más antecedentes de planificación que
el trazado del ejido fundacional en 1862, fue zonificado como «urbano» de acuerdo a las últimas disposiciones municipales que tomaban como marco la ley
de Centros Poblados. Esta zona ha tenido un complejo
proceso de ocupaciones dispersas, exentas y en baja
densidad. Así, el loteo convencional se ha mantenido
Diferencia
2011-1985
Crecimiento
1985-2011
Tasa
2011-1985
28.731
31.780
32.882
33.458
4.727
16 %
0,59 %
Vivienda
9.363
11.438
12.718
14.156
4.793
51 %
1,57 %
Hogares
8.509
10.000
10.931
12.225
3.716
44 %
1,38 %
Población
86 > 87
Mapa de variación relativa de población
por zona censal (1985-2011)
ciudades intermedias del uruguay
Mapa de variación de suelo «urbanizado» (con ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea) (1985-2011)
análisis
88 > 89
Mapa de niveles de consolidación infraestructural
del suelo urbano por zona censal (circa 2007)
ciudades intermedias del uruguay
estable en su densidad con unas 20 viviendas por
hectárea y una población que cae a 46 habitantes por
hectárea. Los conjuntos habitacionales han logrado optimizar sus procesos de ocupación del suelo pasando
de 37 a 47 viviendas por hectárea y estabilizándose en
110 habitantes por hectárea. En el lapso estudiado, los
conjuntos habitacionales multiplicaron su superficie y
población por tres y las viviendas, por cuatro, con varias implantaciones en el norte de la ciudad, cerca del
empalme de las rutas 8 y 17. La ciudad no cuenta con
asentamientos irregulares, aunque un viejo conjunto
habitacional tugurizado (de unas 8 hectáreas y donde
viven casi 600 personas, ubicado en un área intermedia) ha sido señalado de esa forma de acuerdo con el
ine y el piai en su cartografía de 2011.
En lo que respecta a la cobertura de infraestructuras, en
la situación previa a la aprobación de la lotds, la ciudad
presentaba notorias deficiencias. Apenas un 19 % del
suelo urbanizado tenía las infraestructuras que definen
el suelo urbano consolidado para la lotds. Otro 20 %
no presentaba ninguno de los cuatro servicios básicos,
el mayor valor dentro de las ciudades de la muestra. En
el 62 % de suelo urbanizado que contaba con infraestructura incompleta, la mayor parte tenía únicamente
alumbrado público. Aunque casi la mitad tenía saneamiento en red.
análisis
En las tendencias a nivel espacial de estos procesos de
expansión, tanto el río Olimar como el arroyo Yerbal
plantean un riesgo hídrico con incidencia en los sitios
aptos para la ocupación urbana, al tiempo que cada
una de las tres localidades integrantes del aglomerado
Treinta y Tres ha tenido dinámicas propias.
Con una población descendente en el período 19852011, la ciudad de Treinta y Tres presenta un damero
regular y contenido por la ruta 8, el río Olimar y la vía
del tren, con una baja densidad de vivienda y un suelo consolidado solamente en su centralidad histórica.
Donde en algunos remanentes de suelo urbano, se han
instalado conjuntos habitacionales.
2004-2011, con el correspondiente incremento poblacional. La contradictoria calificación (de acuerdo con las
normas derivadas de la ley de Centros Poblados) como
zona «urbana» (al igual que Villa Sara) revela algunas
paradojas de esta implantación territorial. Otros loteos y fraccionamientos en lógica de enclave residencial en entornos rurales, al norte y al oeste, dan lugar
a una importante heterogeneidad en las modalidades
de acondicionamiento retroactivo del suelo con usos
urbano-habitacionales.
Villa Sara, el fraccionamiento estructurado por la ruta
8 en la margen derecha del río Olimar, no contaba con
ninguna infraestructura en la situación previa a la lotds,
aun cuando evidenciaba procesos de densificación y
poblamiento, particularmente en torno a un conjunto
mevir de mediados de la década de 1990. Al tiempo que
el Ejido de Treinta y Tres presenta una enorme complejidad como gran espacio de borde, sin barreras orográficas ni hidrográficas relevantes (salvo la cañada de las
Piedras, que lo limita al este), con ocupación dispersa
de baja densidad y carente de infraestructura. Su ocupación por fragmentos se vio acelerada en el período
90 > 91
DOLORES
La ciudad de Dolores fue fundada como asentamiento vecinal, en 1801, en la etapa colonial.
Elevada a la categoría de ciudad en 1923, es sede
desde 2010 del municipio con su nombre que incluye la ciudad de Dolores, la zona de Chacras y una
extensa zona rural contigua. Tiene vigente su Plan
de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible
desde 2016.
Lógicas de crecimiento y
expansión (1985-2011)
Dolores y su zona de Chacras conforman un aglomerado de ciudad intermedia con casi 20 000 habitantes
que ha tenido un comportamiento destacado a nivel
de dinámicas de población, vivienda y hogares, con tasas de crecimiento anual que superan las del conjunto
de ciudades intermedias del Uruguay entre 1985 y 2011.
La población creció un 25 %, en tanto el parque habitacional lo hizo un 50 % y los hogares crecieron un 45 %,
confirmando las tendencias a escala nacional, y con un
descenso en la cantidad de integrantes por hogar de los
menos pronunciados de la muestra, al pasar de 3,5 a 3.
análisis
Dolores aumentó su densidad de vivienda en cuatro
viviendas por hectárea en el lapso de estudio, pasando
de 18,2 a 22, 2, en tanto la población se mantuvo en una
densidad de alrededor de 60 habitantes por hectárea.
En una localidad donde los asentamientos irregulares se reducen a media manzana en la zona cercana al
puerto y que ha tenido una ocupación variable, pero
que entre 1985 y 2011 nunca superó las 20 viviendas,
los modos de gestión habitacional se reparten entre el
loteo convencional y los conjuntos habitacionales. La
tendencia de expansión ha sido creciente y se destaca
en el último período (2004-2011) con un crecimiento
de casi 30 hectáreas totalmente resultante del loteo
convencional. En los períodos intercensales anteriores,
en que las expansiones no superaron las 20 hectáreas,
los conjuntos habitacionales tuvieron una mayor incidencia, particularmente entre 1985 y 1996.
1996
2004
2011
La consolidación infraestructural previa a la lotds mostraba rasgos similares a los de otras localidades intermedias que no son capitales departamentales. La zona
servida con las cuatro infraestructuras que consolidan el suelo urbano abarcaba la centralidad histórica,
pero sin cubrir todo el damero regular ni la totalidad
del área zonificada como «urbana» de acuerdo con la
ley de Centros Poblados. A pesar de ello, un 47 % del
suelo urbanizado estaba consolidado, el 12 % no contaba con ninguno de los servicios y el 40 % restante
mostraba variantes de combinación de infraestructuras
Diferencia
2011-1985
Crecimiento
1985-2011
Tasa
2011-1985
15.323
17.121
19.004
19.135
3.812
25 %
0,85 %
Vivienda
4.617
5.286
6.076
6.914
2.297
50 %
1,54 %
Hogares
4.379
4.914
5.713
6.363
1.984
45 %
1,42 %
Población
Dolores
1985
El loteo convencional incrementó su densidad de 18
a 21,6 viviendas por hectárea y mantuvo su densidad
de población en unos 60 pobladores por hectárea. Los
conjuntos habitacionales incrementaron sensiblemente su densidad de población (de 147 a 166 habitantes por hectárea) y vivienda (de 47 a 67 viviendas por
hectárea).
92 > 93
Mapa de variación relativa de población
por zona censal (1985-2011)
ciudades intermedias del uruguay
Mapa de variación de suelo «urbanizado» (con ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea) (1985-2011)
análisis
94 > 95
Mapa de niveles de consolidación infraestructural
del suelo urbano por zona censal (circa 2007)
ciudades intermedias del uruguay
incompletas. Pero el saneamiento solo estaba presente
acompañado del alumbrado público, calles de bitumen
u hormigón y escurrimiento de aguas superficiales vía
cordón cuneta o entubado.
Las tendencias de expansión mostraron un agotamiento del suelo zonificado «urbano» y la ocupación del
antiguo «suburbano» con dos tendencias principales:
con protagonismo del loteo convencional, el barrio
Altos de Dolores, ubicado al sureste y desarrollado desde mediados de los años noventa con un lento proceso
de consolidación infraestructural aunque de acelerada
ocupación habitacional dinamizada por la traza de la
ruta perimetral, y los barrios al sur (Santa Marta, zona
del Estadio, Tomás Gómez) sobre el eje de la ruta 96,
que también han tenido un significativo proceso de
ocupación.
Los conjuntos habitacionales tuvieron un aporte acotado, principalmente en el lapso 1985-1996, particularmente en el barrio de núcleos básicos evolutivos contiguo al molino Cadol. Los procesos de poblamiento, si
bien se concentraron en esas nuevas periferias, no son
un fenómeno exclusivo de estas, al tiempo que se advierte una notable pérdida de población en la centralidad tradicional dotada de todos los servicios urbanos.
análisis
96 > 97
CARMELO
Carmelo fue el único centro urbano fundado durante el período revolucionario artiguista (en 1816)
como parte de estrategias de dominio territorial en
la Banda Oriental. Fue declarada ciudad en 1920 y
es sede, desde 2010, del municipio con su nombre,
que integra junto a una extensa área rural contigua vinculada al borde costero. En 2018 tiene en
elaboración su Plan de Ordenamiento Territorial y
Desarrollo Sostenible.
Lógicas de crecimiento y
expansión (1985-2011)
población un 28 % entre los censos de 1985 y 2011. La
superficie urbanizada se expandió un 38 %.
Entre 1985 y 2011, el aglomerado integrado por
Carmelo, Cerro Carmelo, Caserío el Cerro y Zagarzazú
muestra un destacado incremento demográfico y supera a los del conjunto de ciudades intermedias del
Uruguay en tasas de crecimiento promedio anual de
población (0,94 %), vivienda (1,82 %) y hogares (1,49 %).
Al analizar estas trayectorias, no incide solo el cambio ya mencionado a nivel nacional en la dinámica de
hogares (aunque este caso es de los que registra menor incremento de personas por hogar para la muestra analizada: de 3,3 a 2,8), sino el desarrollo urbano
con fines turísticos y de segunda residencia que tuvo
lugar en el aglomerado Carmelo y su entorno en las
últimas décadas (Colonia Estrella, El Golf). Las viviendas se incrementaron un 62 %, los hogares un 48 % y la
A pesar de este proceso de expansión, y aunque
Carmelo no integra el grupo de ciudades analizadas
con mayores niveles de densificación, la ciudad pasó
de 17,3 a 20,1 viviendas por hectárea. Cada uno de los
modos de gestión habitacional muestra dinámicas diferenciales: los conjuntos habitacionales aumentaron
notoriamente su participación al multiplicar por tres
su superficie y habitantes y casi por cuatro sus viviendas, incrementando la densidad de vivienda (de 49 a
62 viviendas por hectárea), pero no así de población
que decae de 162 a 138 habitantes por hectárea. Los
asentamientos irregulares aparecen desde el censo de
1996 en un solo enclave, estabilizado en tres hectáreas y alrededor de 100 viviendas. El loteo convencional muestra una creciente incidencia en el proceso de
expansión, dentro una tendencia al alza de nuevo suelo
1996
2004
2011
Diferencia
2011-1985
Crecimiento
1985-2011
Tasa
2011-1985
14.508
16.998
17.334
18.527
4.019
28 %
0,94 %
Carmelo Vivienda
4.716
5.668
6.556
7.624
2.908
62 %
1,82 %
Hogares
4.419
5.201
5.609
6.541
2.122
48 %
1,49 %
Población
análisis
1985
98 > 99
Mapa de variación relativa de población
por zona censal (1985-2011)
ciudades intermedias del uruguay
Mapa de variación de suelo «urbanizado» (con ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea) (1985-2011)
análisis
100 > 101
Mapa de niveles de consolidación infraestructural
del suelo urbano por zona censal (circa 2007)
ciudades intermedias del uruguay
urbanizado. Luego del período 1985-1996, en que la
ciudad se expande 25 hectáreas, en los siguientes períodos oscila entre las 33 y las 35 hectáreas de nuevos
espacios con densidades mayores a 4 viviendas por
hectárea.
La situación de la infraestructura urbana previa a la
aprobación de la lotds mostraba un 35 % de suelo consolidado, todo incluido dentro de la antigua zonificación «urbana» según la ley de Centros Poblados. Un
11 % de la superficie urbanizada no reportaba ninguno
de los servicios, concentrándose en el fraccionamiento
Lomas de Carmelo y los espacios periféricos de la ciudad. El restante 55 % muestra variantes de infraestructura incompleta, donde la superficie con cobertura de
saneamiento no llega a un tercio.
Los fenómenos de nuevo suelo urbanizado en Carmelo
muestran dos tendencias principales:
• Consolidación de Lomas de Carmelo, Playa Seré
y ocupaciones al sur del arroyo de las Vacas. Este
sector se estructura a partir de loteos surgidos
desde la década de 1960 y presenta las principales carencias infraestructurales. Sin embargo,
concentra una creciente ocupación y mantiene
el patrón de baja densidad de vivienda, a lo que
análisis
se suma una pluralidad de usos (deportivos en
torno al arroyo, residenciales, turísticos).
• Bordes y periferias al norte y oeste. En estos espacios de borde, existe suelo zonificado como
«urbano» aún vacante, al tiempo que se dan
procesos de expansión hacia el antiguo «suburbano» según la ley de Centros Poblados. Los
conjuntos habitacionales se han radicado principalmente en una franja al norte, en torno a la calle General Artigas. De allí hacia el norte, se dieron nuevas ocupaciones habitacionales en baja
densidad, articuladas en torno a la ruta 21. La lectura de las fotos aéreas desde 1985 muestra una
clara sustitución de usos productivos, principalmente vitícolas y hortícolas, por otros urbanos.
El borde este sobre el arroyo de las Vacas y donde se
encontraba el astillero de la Administración Nacional
de Puertos presenta menor presión. A pesar de su ubicación, la expansión urbana no se tensiona hacia el borde costero sobre el Río de la Plata, de notorias cualidades paisajísticas y fragilidad ambiental. Se aprecia una
consolidación del borde sur del arroyo de las Vacas y la
expansión sobre el eje de la ruta 21.
102 > 103
YOUNG
La ciudad de Young es la de fundación más reciente
del grupo de ciudades de la muestra. Tuvo su origen
en 1910 por un fraccionamiento en torno a una estación de ferrocarril, modalidad corriente del período 1870-1920. Declarada ciudad en 1963, es sede del
municipio con su nombre, que abarca la localidad
y una extensa área rural contigua. Tiene vigente
su Plan de Ordenamiento Territorial y Desarrollo
Sostenible aprobado en 2012.
de incremento de población, 63 % de vivienda y 60 %
de hogares) ni de la disminución de la cantidad promedio de integrantes por hogar (de 3,7 a 3,2).
Lógicas de crecimiento y
expansión (1985-2011)
Respecto a los modos de gestión habitacional, la ciudad no tiene asentamientos irregulares, por lo que
la trama se reparte entre el loteo convencional y los
conjuntos habitacionales. Se destacan varios conjuntos
cooperativos y tres planes de mevir situados al sur de la
ciudad que constituyeron una operación relevante en
Young y José Pedro Varela son las únicas ciu fundadas
en el siglo xx. Young, además, fue la primera ciudad
fundada durante el siglo xx en superar los 10 000 habitantes (según el censo de 1975). En el período 19852011, mantuvo ese dinamismo poblacional, con tasas
de crecimiento promedio anual de población, vivienda
y hogares superiores a las del país urbano y a las de las
ciudades intermedias del Uruguay. No escapó a las tendencias generales de incrementos de viviendas y hogares muy por encima de los poblacionales (aunque con
brechas menores que otras ciudades estudiadas: 35 %
análisis
Sin embargo, respecto a sí misma, fue la ciudad con
menor expansión en superficie de las once estudiadas
(apenas un 15 %) y, a su vez, la que más se densificó en
viviendas, pasando de 13,2 a 19 viviendas por hectárea
entre 1985 y 2011. Esa expansión muestra una tendencia descendente y, tanto en el período 1985-1996 como
en el período 2004-2011, fue jalonada por conjuntos
habitacionales.
1996
2004
2011
A nivel de cobertura de la infraestructura urbana, la ciudad mostraba varias carencias en la situación previa a
la aprobación de la lotds. Con un 7 % del suelo urbanizado sin ninguna infraestructura básica, apenas un 32 %
Diferencia
2011-1985
Crecimiento
1985-2011
Tasa
2011-1985
12.404
14.738
15.759
16.756
4.352
35 %
1,15 %
Vivienda
3.407
4.279
4.832
5.537
2.130
63 %
1,84 %
Hogares
3.324
4.016
4.514
5.302
1.978
60 %
1,77 %
Población
Young
1985
ocupación urbana del suelo a mediados de la década
de 1990. Por ello, los conjuntos habitacionales han multiplicado su superficie por ocho veces en los veintiséis
años de estudio, y las personas que habitan en ellos en
2011 eran diez veces más que en 1985. La densidad de
vivienda de los conjuntos habitacionales tuvo una tendencia descendente (fruto de la presencia de las intervenciones de mevir, de menor densidad que las cooperativas de vivienda), pero la densidad de población en
ellos ha aumentado de 80 a 120 personas por hectárea.
Las áreas del loteo convencional también mostraron el
crecimiento compacto, con una densidad que pasó de
12,6 a 17,6 viviendas por hectárea, con un leve aumento
de la densidad de población.
104 > 105
Mapa de variación relativa de población
por zona censal (1985-2011)
ciudades intermedias del uruguay
Mapa de variación de suelo «urbanizado» (con ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea) (1985-2011)
análisis
106 > 107
Mapa de niveles de consolidación infraestructural
del suelo urbano por zona censal (circa 2007)
ciudades intermedias del uruguay
de la superficie contaba con los servicios que dan el
carácter de consolidado al suelo urbano según la lotds,
al tiempo que el suelo con infraestructura incompleta
tenía mayor densidad de vivienda que el consolidado.
En las tendencias de expansión, la ciudad ha crecido
de manera compacta dentro de los límites fijados en
el plan de 1989 respecto a la zonificación de «urbano»
y «suburbano» según la ley de Centros Poblados y ha
completado procesos de ocupación habitacional dentro de dicho perímetro. El cruce de rutas y vías férreas
ha generado una planta urbana con cuatro cuadrantes
bien definidos. Las vías del ferrocarril marcan claramente la división entre el norte y el sur de la ciudad.
pero propiciando una calificación/consolidación de los
bordes urbanos.
El suelo zonificado como «urbano» en el plan de 1989
(de acuerdo con la ley de Centros Poblados) aparecía
con un bajo porcentaje de consolidación infraestructural, en tanto el «suburbano» se mostraba como más
generoso en su delimitación, aunque las expansiones
han priorizado la contigüidad con la ciudad construida.
Dentro de un panorama de incremento de población
y expansión controlada, y por la propia escala de la localidad, no aparecen claros patrones de corrimiento de
habitantes hacia la periferia, aunque el leve despoblamiento se concentra en zonas de mayor consolidación
infraestructural.
En la elaboración del Plan Local de Young y su microrregión (2012) (Intendencia de Río Negro, 2016), se
aceptaba que «Las zonas de crecimiento que se vienen
dando en estos últimos años confirman las áreas que el
plan del 89 visualizaba como posibles»; mientras que
en el lapso 1989-2012 se confirmaba un descenso en la
cantidad de terrenos baldíos del 16 % al 10 % de la ciudad, lo que habla del crecimiento de la localidad dentro
sus espacios planificados. Los conjuntos habitacionales
que tanto dinamismo han dado al crecimiento de estas
últimas décadas se han ubicado en áreas periféricas,
análisis
108 > 109
NUEVA PALMIRA
La ciudad de Nueva Palmira fue de las primeras
fundaciones de centros urbanos (1834) por parte
del Estado uruguayo independiente, en el marco
de estrategias de dominio territorial. Elevada a ciudad en 1953, desde 2010 es sede del municipio que
lleva su nombre e integra junto al territorio rural
contiguo. A 2018, tiene en elaboración su Plan de
Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible.
Lógicas de crecimiento y
expansión (1985-2011)
Dentro de la muestra de ciu y en el lapso de estudio,
Nueva Palmira fue la que más creció en población, vivienda y hogares, con porcentajes de 38 %, 73 % y 63 %
respectivamente. También está entre las que más se
densificó en cuestión de viviendas (de 14,6 a 19,8), aunque su densificación poblacional fue menor (de 42 a 46
habitantes por hectárea). Respecto a la superficie urbanizada, el crecimiento es moderado (33 %). Los hogares mantuvieron la tendencia nacional de disminuir su
cantidad de integrantes, pasando de 3,2 a 2,7 personas.
análisis
Los modos de gestión habitacional muestran un dinamismo, tanto del loteo convencional como de los
conjuntos habitacionales y asentamientos irregulares. A
nivel general, la expansión muestra una leve tendencia
a la baja, aun cuando la ciudad mantuvo su crecimiento
en el entorno de 17 a 20 hectáreas por período intercensal desde 1985.
Los conjuntos habitacionales triplicaron su superficie
y viviendas, y duplicaron su población. Al final del período de estudio, en 2011, en ellos vivía algo menos del
10 % de la población. También aumentaron su densidad
de vivienda (de 46 a 53 viviendas por hectárea), pero no
de población, que descendió de 161 a 134 pobladores
por hectárea. El loteo convencional mantuvo su intensidad de ocupación poblacional en unos 40 habitantes
por hectárea, e incrementó su densidad de vivienda
de 14 a 18, 3 viviendas por hectárea. Los asentamientos
irregulares fueron los protagonistas del crecimiento del
1985
Población
Nueva
Vivienda
Palmira
Hogares
1996
2004
período 1985-1996. La generación de un notable asentamiento irregular en el borde sur de la ciudad (entre
las calles Montevideo y Lázaro Gadea), de más de 10
hectáreas, y de otro sobre la costa del río Uruguay, de 3
hectáreas, fue parte importante del proceso de creación de nuevo suelo urbano, mientras, en comparación,
los conjuntos habitacionales y el loteo convencional
tenían mínimas expresiones. En los siguientes períodos,
los enclaves informales se estabilizaron y consolidaron sin que surgieran nuevos. En el lapso 1996-2011 se
aprecia una densificación del amanzanado regular, y la
aparición de nuevos fraccionamientos.
Nueva Palmira tiene la particularidad de ser la única de
las ciudades analizadas que no cuenta con red de saneamiento de ose. Por lo tanto, no tiene suelo urbano
que cumpla con la completitud de la infraestructura urbana planteada por la lotds. Al momento de la aprobación de la lotds la ciudad contaba con un 10 % de suelo
2011
Diferencia
2011-1985
Crecimiento
1985-2011
Tasa
2011-1985
7.151
8.339
9.230
9.857
2.706
38 %
1,23 %
2.492
3.216
3.591
4.303
1.811
73 %
2,05 %
2.244
3.090
3.205
3.664
1.420
63 %
1,08 %
110 > 111
Mapa de variación relativa de población
por zona censal (1985-2011)
ciudades intermedias del uruguay
Mapa de variación de suelo «urbanizado» (con ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea) (1985-2011)
análisis
112 > 113
Mapa de niveles de consolidación infraestructural
del suelo urbano por zona censal (circa 2007)
ciudades intermedias del uruguay
sin servicios y el 90 % con variantes de infraestructura
incompleta, del cual casi la mitad contaba con calles
de bitumen u hormigón, alumbrado público y escurrimiento de aguas superficiales por cordón o entubado, es decir, el máximo de consolidación posible sin
saneamiento.
Analizando el comportamiento desde los sitios de expansión, se observa que el puerto y la cuenca del arroyo Higueritas (área inundable) condicionan los ámbitos
de posible crecimiento. El amanzanado regular tiene un
trazado generoso de rígidos bordes y que aún no está
completo, lo que permite absorber una mayor densificación de la trama, a pesar del riesgo que implica la
carencia de saneamiento dentro del dinamismo de la
ocupación urbana de Nueva Palmira. El trazado del ejido (también en cuadrícula, pero de 400 metros ´ 400
metros) es de 1857 y ha sido subdividido en algunos
sectores para usos urbanos. A pesar de ser una localidad de algo más de 9000 habitantes, Nueva Palmira
muestra, en particular en su interfaz urbano-rural, la
complejidad de una ciudad portuaria y, en algunos
casos, industrial, con cuatro sectores de periurbano altamente dinámicos, con el agravante de la deficiencia
infraestructural por carencia de saneamiento y el uso
intensivo de los pavimentos por parte del movimiento
de carga portuario y de la zona franca. Se identificaron
análisis
cuatro sectores: los bordes costeros de alta sensibilidad
y atributos paisajísticos que presionan por el uso residencial, en el norte y recientemente hacia Punta Gorda,
la tensa articulación del puerto y la zona franca con la
ciudad consolidada al suroeste, la expansión al norte
asociada al emplazamiento de conjuntos habitacionales públicos y la formación del asentamiento irregular
al borde de una zona inundable en el sureste.
114 > 115
SARANDI DEL YI
La ciudad de Sarandí del Yi fue fundada en el último tercio del siglo XIX como parte del proceso de
fraccionamiento con fines especulativos que se dio
en esa época, aunque la ciudad contaba con varios
intentos fundacionales públicos ligados al control
territorial. Si bien cuenta con estación de ferrocarril,
esta data de 1934. Es sede del municipio que lleva su
nombre y que la incluye junto a un extenso territorio rural contiguo. Fue elevada a la categoría de ciudad en 1956 y en 2018 tiene en elaboración su Plan
de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible.
Lógicas de crecimiento y
expansión (1985-2011)
Sarandí del Yi está entre las ciudades intermedias de
menor tamaño y ha tenido un moderado crecimiento
poblacional en las últimas décadas. Sus tasas de crecimiento porcentual anual de población, vivienda y hogares están por debajo de los valores del Uruguay urbano entre 1985 y 2011 (población, 0,74 %; vivienda, 1,43 %;
hogares, 0,86 %). El incremento porcentual muestra una
clara relación entre hogares y viviendas (47 % y 46 %,
respectivamente) y de estos con la población (21 %),
análisis
dentro de la tendencia general del país a aumentar
significativamente la cantidad de hogares y que estos
sean, a su vez, más pequeños. En este caso, la disminución fue de 3,3 a 2,7 personas por hogar.
En el crecimiento de la superficie urbanizada, Sarandí
del Yi fue de las que menos se expandió porcentualmente de las ciudades de la muestra, con solo un 18 %.
Este proceso se dio en el marco de una lenta pero persistente densificación habitacional, pasó de apenas 11,3
en 1985 a 14,1 viviendas por hectárea en 2011.
En una localidad sin asentamientos irregulares, los modos de gestión habitacional se reparten entre el loteo
convencional y los conjuntos habitacionales. Estos últimos duplicaron su superficie, multiplicaron por cuatro
la cantidad de viviendas y por cinco su población, en un
creciente proceso de densificación (pasaron de 23 a 35
viviendas por hectárea). En 2011, el 17 % de la población
1985
Sarandí
del Yi
1996
2004
2011
de la localidad vivía en un conjunto habitacional. El
área cubierta por el loteo convencional mantuvo su
densidad poblacional en el entorno de las 30 personas
por hectárea, al tiempo que creció levemente la densidad de vivienda, pero dentro de valores muy bajos,
pasó de 10,9 a 12,9 viviendas por hectárea.
La expansión ha permanecido constante, se agregaron 10 hectáreas en cada período intercensal; los dos
primeros tuvieron la misma relación entre superficie
ganada por el loteo convencional y los conjuntos habitacionales. En el último lapso (2004-2011), la expansión
se debe a la consolidación del loteo convencionalEn cuanto a la situación infraestructural previa a 2008,
la localidad mostraba 37 hectáreas de la zona urbana
central con la infraestructura completa (suelo urbano
consolidado), lo que significaba apenas un 19 % de la
superficie urbanizada. Un 9 % de la superficie no tenía
Diferencia
2011-1985
Crecimiento
1985-2011
Tasa
2011-1985
Población
5.911
6.662
7.289
7.176
1.265
21 %
0,74 %
Vivienda
2.078
2.475
2.705
3.024
946
46 %
1,43 %
Hogares
1.784
2.103
2.334
2.625
841
47 %
0,86 %
116 > 117
Mapa de variación relativa de población
por zona censal (1985-2011)
ciudades intermedias del uruguay
Mapa de variación de suelo «urbanizado» (con ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea) (1985-2011)
análisis
118 > 119
Mapa de niveles de consolidación infraestructural
del suelo urbano por zona censal (circa 2007)
ciudades intermedias del uruguay
ningún servicio y el restante 72 % mostraba variantes
de infraestructura incompleta, en las que destacaba la
más básica (solo alumbrado público) en más de la mitad de esta superficie.
Sarandí del Yi muestra, al igual que otras ciudades medias de menos de 10 000 habitantes y otro grupo de
pequeñas localidades urbanas, un amanzanado que
excede sus capacidades de ocupación «urbana» y una
generosa zonificación «suburbana», en términos de
la antigua ley de Centros Poblados. De esta manera, se
generaliza la baja densidad de vivienda y la ocupación
dispersa, y se dificulta la optimización de la infraestructura en red. La localidad cuenta con dos núcleos urbanizados: uno es un damero regular de unos dos kilómetros de lado, que corresponde al trazado fundacional
de 1876 y a las subdivisiones de sus zonas de huertos
aledañas. El otro, distante casi un kilómetro, pero contiguo, es un fraccionamiento ubicado cruzando la vía
del tren y que rodea a la estación del ramal del ferrocarril al kilómetro 329, hoy reutilizada como sede regional
de la Dirección Nacional de Vialidad del Ministerio de
Transporte y Obras Públicas (mtop). Realizado entre las
décadas de 1930 y 1950, este tendido ferroviario quedó
incompleto en su cruce del río Negro. Cerca de la estación, se encuentra el cuartel del Ejército Nacional de
análisis
Paso del Rey, que también tensiona y dinamiza el poblado hacia la zona Norte.
La memoria de información del Plan Local de Sarandí
del Yi (2012) menciona que
El sector residencial privado se desarrolla en padrones
individuales y en viviendas de un solo piso. Caso particular lo constituyen las cooperativas, los conjuntos siav y los
conjuntos mevir (Intendencia de Durazno, 2012).
En efecto, estos conjuntos habitacionales se ubican en
zonas de borde, consolidando el borde sur en las cercanías del estadio, y se expanden por el eje de la calle
Sosa Bernadet. Los ubicados en el sector Norte lo hacen cruzando la avenida Petrini, que en buena parte de
su trazado es la continuación de la ruta 6 en la trama
urbana. Si bien la ocupación de las parcelas denota un
esponjamiento por baja ocupación, lo cual se evidencia
en las densidades de vivienda de las zonas censales; la
confluencia del río Yi, el arroyo Malbajar (con sus planicies de inundación) y la propia vía del tren enmarcan y
condicionan los espacios de crecimiento urbano.
120 > 121
SARANDÍ GRANDE
Parte de un importante conjunto de fraccionamientos asociados al tendido de la red ferroviaria, la
ciudad de Sarandí Grande fue fundada en el último
tercio del siglo XIX, en 1873. Fue elevada a la categoría ciudad en 1956 y es, desde 2010, sede del municipio que lleva su nombre y que incluye la localidad y
un área rural contigua. En 2018 tiene en elaboración
su Plan de Ordenamiento Territorial y Desarrollo
Sostenible.
Lógicas de crecimiento y
expansión (1985-2011)
Sarandí Grande es la más pequeña de las localidades
analizadas. Apenas superaba los 6000 habitantes en
2011 y sus dinámicas demográficas son las más rezagadas del conjunto, con la tasa más baja de crecimiento promedio anual de población de la muestra
de ciudades intermedias del Uruguay (0,37 %, inferior
a la del país). En cuanto a vivienda, se sitúa por debajo del ritmo del país urbano y en hogares apenas lo
supera. Aunque su 27 % de expansión de suelo urbanizado la posiciona en el grupo de expansión moderada,
está entre las de menor densificación, pasó de 16,4 a 19
análisis
viviendas por hectárea. La densidad de población en el
período de estudio bajó levemente, de 47 a 42 habitantes por hectárea.
La población solo se incrementó un 10 %, aunque las
viviendas lo hicieron un 46 % y los hogares, un 39 %.
De esta manera, evidenciando las tendencias demográficas de nivel nacional mencionadas, la cantidad de
integrantes del hogar descendió significativamente de
3,3 a 2,6.
En el corte por modos de gestión habitacional, la ciudad no presenta asentamientos irregulares, por lo que
el tejido se reparte entre el loteo convencional y los
conjuntos habitacionales. Estos han tenido un claro
dinamismo, particularmente por influjo de mevir, multiplicando por cinco su superficie y por seis la cantidad
de viviendas y personas, y generando un notorio incremento poblacional, al punto que en 2011 el 17 % de la
1985
Sarandí
Grande
1996
2004
2011
población vivía en un conjunto habitacional, mientras
que en 1985 no llegaba al 3 %. Dentro de un panorama
general de baja densidad de vivienda, estos conjuntos
habitacionales la han aumentado de 21,5 a 28,7 viviendas por hectárea y de 69 a 87 habitantes por hectárea. El área correspondiente al loteo convencional, si
bien aumentó levente su densidad de vivienda (de 16,2
a 18,1) en términos absolutos, perdió población entre
1985 y 2011.
La tendencia de generación de nuevo suelo urbanizado comienza con un calmo período 1985-1996, pero
se dinamiza enormemente con los conjuntos mevir
desarrollados entre 1996 y 2004. En el último período, es notoria la expansión y ocupación del loteo
convencional.
Dentro de las dinámicas de expansión y crecimiento urbano, se observa una equilibrada distribución de
Diferencia
2011-1985
Crecimiento
1985-2011
Tasa
2011-1985
Población
5.563
5.636
6.362
6.130
567
10 %
0,37 %
Vivienda
1.896
2.021
2.482
2.759
863
46 %
1,43 %
Hogares
1.694
1.863
2.187
2.361
667
39 %
1,27 %
122 > 123
Mapa de variación relativa de población
por zona censal (1985-2011)
ciudades intermedias del uruguay
Mapa de variación de suelo «urbanizado» (con ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea) (1985-2011)
análisis
124 > 125
Mapa de niveles de consolidación infraestructural
del suelo urbano por zona censal (circa 2007)
ciudades intermedias del uruguay
densidades de vivienda, sin un patrón claro de incremento de población o despoblamiento más allá de la
ocupación de los conjuntos habitacionales en zonas de
borde. En el borde norte del amanzanado fundacional
se emplazaron varios conjuntos habitacionales de distintos patrocinios públicos (siav, mevir, cooperativas).
Dada la estructuración y el desarrollo urbano limitado por el trazado de las vías férreas (1873) y de la ruta 5
adjunta (1930, corregida en su trazado con un baipás en
la década de 1970), en un poblado de 6000 habitantes
resulta extemporánea la existencia de al menos cinco
cruces hacia y desde la ruta 5 actual. Esta redundancia
de caminos y calles de acceso y salida impone, a su vez,
una diversificación de esfuerzos e inversiones públicas
en infraestructura urbana.
La zonificación «urbana» y «suburbana», derivada de la
aplicación de la ley de Centros Poblados, plantea algunas situaciones que complejizan los procesos de provisión de infraestructuras y articulación con el tejido
urbano, tanto de la proa de Aparicio Saravia con Juan C.
Lateulade-ruta 42, como en el fraccionamiento alineado y con cruces sobre la ruta 5. También a ambas márgenes de la ruta 5, a la altura de Villa Hípica, se abren
inconvenientes de expansión urbana. En estos dos
casos, el posible origen de la inclusión de estos ámbitos
análisis
dentro del suelo urbanizable remite a dos antecedentes que legitimaron la demarcación actual: el añejo emplazamiento externo al casco urbano de un conjunto
habitacional del Banco Hipotecario del Uruguay (bhu) y
la persistente subdivisión de predios y localización de
viviendas-chacras alineadas en ambas márgenes de la
vieja ruta 5 (desde la vía férrea a la ruta 5 actual).
Por otra parte, los conjuntos mevir situados en el borde
oeste de la ciudad, en una ubicación insular y cruzando un arroyo que servía de borde a la zona urbana de
la ciudad, plantean una concesión bastante reñida con
la lógica de zonificación urbana, dado que en el propio
marco normativo que tuvo mevir hasta 2008 se establecía que su actuación debía darse en suelo no urbano
(aunque sus conjuntos fueran de impronta urbana).
Dentro de esa lógica, el histórico oportunismo de mevir
al ubicar lo más próximo posible a la planta urbana de
las localidades sus conjuntos habitacionales, tiene en el
caso de Sarandí Grande uno de sus ejemplos más claros: la densificación de la periferia de pequeños centros
urbanos de baja densidad cuyos optimistas dameros
fundacionales, hoy esponjados y poco poblados, se
ocupan y consolidan muy lentamente.
126 > 127
consideraciones finales
6
Amanzanados regulares y expansiones:
condicionantes históricas en
la conformación actual
Del estudio comparado de los once casos de ciudades intermedias del Uruguay (ciu) se desprenden siete
temas principales y un epílogo que hacen al proceso
de expansión y acondicionamiento urbano del suelo
en el lapso 1985-2011. Además de referir a las cualidades de la ciudad intermedia uruguaya como ámbito de
gestión de procesos de urbanización distintos a los que
se aprecian en el área metropolitana de Montevideo
(amm) o las pequeñas localidades con menos de 5000
habitantes (plu).
En líneas generales, las modalidades de crecimiento,
tendencias de ocupación del suelo, provisión de infraestructuras, densificación, poblamiento y normativa
urbana encontradas en la muestra de once ciudades
uruguayas mayores a 5000 habitantes para el período 1985-2011 evidencian, dentro de un panorama
heterogéneo, la regularidad en algunos fenómenos:
la expansión periférica con loteos sin infraestructura
(aunque con aprobación formal), la intensificación de
la producción habitacional de los programas públicos
de vivienda y la condición dispar de la cobertura de la
infraestructura urbana que, en definitiva, determinan
variantes de suelo urbano no consolidado. Se verifican,
asimismo, las tendencias a nivel nacional de un significativo incremento relativo de la cantidad de viviendas
por sobre la de pobladores, de la mano de un cambio
consideraciones finales
en la dinámica de hogares, con más hogares compuestos por menos personas, lo que evidencia un correlato
en la demanda habitacional.
Sobre el final del período de análisis fue aprobada la
lotds (2008), cuyo impacto sobre las transformaciones
urbanas es prácticamente imperceptible en el estudio, en la medida en que los primeros instrumentos de
ordenamiento territorial (iot) en su marco datan de
2010 y 2011. De todas maneras, las relaciones entre el
modelo urbano-territorial heredado y los lineamientos de planificación y gestión de la lotds estructuran
el epílogo de este trabajo y nutren la agenda de temas
actuales en los procesos urbanos de las ciudades intermedias uruguayas.
En la interpretación de las lógicas de expansión (cuándo, hacia dónde, con qué intensidad y usos) se perfilan
tres grupos de ciudades intermedias del Uruguay que
se corresponden, en buena medida, con las agrupadas por intervalos de población al inicio del período de
estudio.
Capitales departamentales de 20 000
a 40 000 habitantes en 1985
Para el caso de la muestra: Florida, San José, Durazno
y Treinta y Tres. En estas ciudades el damero regular
protagoniza una trama urbana que se consolida en el
período 1985-2011, se ocupan los pocos espacios vacantes, generalmente en los bordes, y el suelo «suburbano» según la ley de Centros Poblados está pautado
por el emplazamiento de conjuntos habitacionales.
Este damero suele coincidir con la antigua zonificación «urbana» y cuenta con los cuatro servicios de
infraestructura que, en definitiva, dan el carácter de
suelo urbano consolidado según la lotds (red ose de
saneamiento, escurrimiento de aguas superficiales vía
cordón o entubado, pavimento de bitumen u hormigón y alumbrado público). Generalmente, el trazado y
la definición del amanzanado regular data de mediados
130 > 131
20 La propia ley de Centros Poblados permitía sortear el requerimiento
del saneamiento para ocupación urbana del suelo mediante el
mecanismo de la excepción: «Cuando se trate de lugar de veraneo
o de habitación no permanente, o cuando se trate de situaciones
creadas con anterioridad a la presente ley, en las zonas urbanas
o suburbanas existentes, o cuando mediare un interés nacional
o municipal en favor de la existencia o creación de un centro
poblado determinado, la autoridad departamental podrá reducir
prudencialmente, por mayoría absoluta de los componentes de
del siglo xix, cuando se dieron los ensanches y redefinición de ejidos. De las localidades de este grupo, dos se
corresponden a fundaciones coloniales españolas, una
es portuguesa y otra republicana, pero todas tuvieron
como fin fundacional el dominio territorial. Y en su ubicación y trazados iniciales subyace implícita o explícitamente el modelo indiano. El límite del damero estuvo asociado a barreras físicas (por lo general, cursos de
agua). Posteriormente, el trazado ferroviario, siguiendo
lógicas de ubicar las vías sobre territorios de mayor altura y evitando atravesar o entrar a las ciudades existentes, fue generando estaciones en las periferias, por
lo que tensionó la ocupación hacia y en el entorno de
estas, a la vez que instauraba otra barrera a la expansión urbana.
Una vez agotado el damero, los procesos de loteo y
fraccionamiento de nuevo suelo para usos urbano-habitacionales sortearon esas barreras físicas sin que
mediaran soterramientos, pasos a nivel adecuados
o canalización de cursos de agua; dejaron latente el
riesgo hídrico y así condicionaron los espacios para el
desarrollo urbano sostenible. Las expansiones, por lo
tanto, tuvieron una relación desarticulada y conflictiva
con el resto de la trama. Los loteos surgidos a partir de
la década de 1930, cuando se aceleraron los procesos
ciudades intermedias del uruguay
la respectiva junta, las exigencias de este artículo y las del artículo
siguiente. La exigencia de la ejecución previa del saneamiento podrá
ser suplida por la existencia de reglamentaciones municipales
que impidan la edificación en los predios respectivos sin la previa
ejecución de las obras de saneamiento requeridas» (ley 10.723, art.
15, en la redacción dada por la ley 10.866, de octubre de 1946).
de migración rural-urbanos, plantearon amanzanados
no regulares dejando de lado la cuadrícula regular para
dar lugar a nuevas formas de subdivisión de predios en
distintos tamaños.
La situación luego de aprobada la ley de Centros
Poblados en 1946 no tuvo demasiados cambios, además de la condición de aprobar sistemáticamente nuevos loteos sin requerimientos infraestructurales.20 Esta
infraestructura, fue provista ex post al proceso de lenta
ocupación habitacional y en forma tan sectorial como
descoordinada. Desde la década de 1960, a su vez, se
añadió otro elemento relevante en la consolidación de
bordes y caracterización de periferias: la realización de
baipases de rutas nacionales que en los hechos provocaron nuevos procesos de expansión hacia esas trazas.
Mapas de fraccionamientos de la ciudad de Florida (1925-1966).
Fuente: Archivo del Instituto de Historia de la Arquitectura, Facultad
de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Universidad de la República
En definitiva, en estas capitales departamentales, las
condicionantes hidrográficas, topográficas y del trazado ferroviario determinaron la extensión de los
dameros regulares y pautaron una primera etapa de
21 Respecto a este proceso, ver itu (fadu), mtop y ci (2000),
Análisis de las relaciones entre la dinámica territorial de las
ciudades intermedias y los trazados viales nacionales.
crecimiento en la que los viejos ejidos —tanto coloniales como republicanos— fueron tornados en banco de
tierras para los procesos de expansión (más notorios en
Treinta y Tres, menos explícitos en Florida o Durazno).
Al tal punto que la subdivisión de esos predios ejidales fue parte de los procesos de restructuración de las
periferias, con cambios de usos notorios que pueden catalogarse como un pasaje del ejido al periurbano
(Altmann, 2018).
Cuando la ciudad avanzó sobre el suelo zonificado «suburbano» (según la normativa previa a la lotds), ese
suelo nuevo, urbanizado sin o precaria infraestructura y
ocupación extendida en el tiempo, distorsiona la lógica
ordenadora pautada por la regularidad de los ensanches del siglo xix. Finalmente, en las últimas décadas,
con el protagonismo de los baipases de las rutas nacionales, la consolidación de loteos y la oferta de nuevo
suelo urbano mantuvo lógicas similares. En los casos
en que no se realizaron baipases,22 la consolidación del
trazado carretero igualmente permitió una calificación
y reconocimiento de los bordes. De esta forma, estructuradores viales de escala regional o nacional, como
es el caso de rutas nacionales o departamentales, en
tramos dentro de la planta urbana admitieron también
una calificación como conectores locales relevantes.
consideraciones finales
Salto aparece como un caso singular dentro las ciudades de más de 20 000 habitantes. Surgida en la época
colonial, pero sin la referencia del modelo indiano para
su implantación y trazado, fue consolidándose desde
finales del siglo xix como la segunda ciudad del país y
en 2011 contaba con más de 100 000 habitantes. Hasta
mediados del siglo xx, Salto creció sin un criterio claro
ni un plan ordenador, pero la zonificación surgida luego de la ley de Centros Poblados delimitó claramente
los espacios «urbano», «suburbano» y «de huertos»,
La ocupación de éstas zonas periféricas con fraccionamientos, se hizo considerando la regularidad de la
trama vial que estructuró la zona suburbana y de huertos. En sus procesos de expansión urbana, la ciudad
superó las barreras físicas de los arroyos Sauzal y Ceibal
y el ramal ferroviario al puerto con el desarrollo de barrios delineados con base en trazados regulares y con
avenidas perpendiculares al río, tanto al norte como
al sur (avenida Apolón de Mirbeck y avenida Pascual
Harriague, respectivamente). Finalmente, la generación
de un polo urbano en el extremo este de la ciudad, separado por el arroyo Ceibal y su zona inundable junto
al trazado del baipás de las rutas 3 y 31, generó el área
de mayor dinamismo de ocupación urbana del suelo
reciente.
132 > 133
Ciudades de 10 000 a 20 000
habitantes en 1985
lógicas, por reconversión de chacras y viñedos a alojamiento de alta gama.
Localidades menores a 10 000
habitantes en 1985
Estas localidades constituyen un conjunto relevante dentro del país urbano ya que, sin ser capitales departamentales, son los centros urbanos más poblados fuera del área metropolitana de Montevideo. En la
muestra, los casos estudiados fueron Carmelo, Dolores
y Young.
Dolores no presenta grandes obstáculos de relieve
o hidrografía para el desarrollo de su expansión, aun
cuando su zona de chacras no está definida por un
trazado regular ortogonal. Sus expansiones por fuera
del damero y ensanche son de las últimas décadas y
se articulan de manera bastante fluida con el resto de
la trama urbana. El trazado de la ruta perimetral Juan
Manuel Blanes en los últimos años ha contribuido a
contener el proceso de expansión.
En este caso las tres localidades estudiadas —Nueva
Palmira, Sarandí Grande y Sarandí del Yi— presentan
una baja ocupación de los dameros fundacionales, significativamente sobredimensionados en sus previsiones de ocupación. Esto ha generado la disfuncionalidad
de que las ocupaciones en los exejidos o zonas «suburbanas» según la ley de Centros Poblados redundaran en el fomento de la baja densidad de vivienda
al generar nuevo suelo urbano cuando aún existían
amplios espacios vacantes en los dameros regulares. El
impacto de los conjuntos habitacionales (particularmente mevir) es apreciable en la densificación de periferias, y afectó la equilibrada distribución de población
y viviendas.
Carmelo y Dolores, ambas de surgimiento colonial, reconocen implícitamente las Leyes de Indias y mantienen el trazado en damero regular, y su zona de chacras
o ejido, luego subdividido. Tienen la particularidad de
que no recibieron el trazado ferroviario. Se aprecia un
proceso de expansión de suelo con usos urbanos de
patrones similares al grupo de las capitales, pero de
menor escala y complejidad.
En Carmelo, la ocupación urbana del suelo se extendió
al sur del arroyo de las Vacas y se desarrollaron, a partir
de la década de 1950, nuevos ámbitos urbanos en torno al fraccionamiento Lomas de Carmelo. Esos loteos
quedaron desarticulado del resto de la trama y con
deficiente cobertura infraestructural. Los procesos de
expansión al norte son más recientes y guardan otras
ciudades intermedias del uruguay
Young es la única de las ciudades analizadas surgida
durante el siglo xx. El trazado original no se vinculaba
a las Leyes de Indias ni al Reglamento de Trazado de
Pueblos y Ciudades de 1877. Su proceso de expansión y
crecimiento se encuentra muy contenido en los límites
de su trazado fundacional y ensanches posteriores, con
la condicionante de cursos de agua de poca envergadura que rodean la ciudad. Dividida en cuatro cuadrantes por dos rutas y la vía del tren, en torno al cual se
fundó la ciudad, presenta, junto a la densificación, lógicas de ocupación y crecimiento propias.
Nueva Palmira se ve condicionada en su implantación
y crecimiento por la costa del río Uruguay y el arroyo Higueritas. Al ser fundada en la época republicana
y no tener estación ferroviaria, no logró incrementar
significativamente su población durante el siglo xix y
principios del xx. Sin embargo, cierto perfil industrial y
la cualidad de puerto dinamizaron sus procesos de urbanización a fines del siglo xx y comienzos del xxi.
Densidades de vivienda y población
La ciudad de Sarandí Grande surgió a partir de la estación ferroviaria y la planta urbana está dividida en dos
mitades por la vía. Su acotado amanzanado ha dado lugar a unas escuetas expansiones sobre la ruta 5 y grandes conjuntos de mevir.
Sarandí del Yi, en cambio, presenta un generoso damero con bajos niveles de ocupación, grandes baldíos y
vacíos; además del enclave en derredor de la estación
ferroviaria, surgida muchos años después de la fundación de la ciudad.
Las densidades de vivienda y población muestran la
intensidad de usos habitacionales del suelo urbano. En
líneas generales, se aprecia un proceso de densificación
de vivienda en el grupo de ciudades estudiado. Al inicio
del período de estudio (1985) las localidades menores
a 20 000 habitantes no llegaban en ningún caso a densidades mayores a 20 viviendas por hectárea. San José,
con 24,4, era la más densa y Sarandí del Yi, con 11,3, la
de menor densidad. Veintiséis años después, Sarandí
del Yi se mantiene como la menos densa con apenas 14
viviendas por hectárea, pero el resto oscila entre 18 y 29
viviendas por hectárea con tres grupos bien definidos:
• Localidades estables en densidad de vivienda
con aumento insignificante: Treinta y Tres (aumento de 0,8 viviendas por hectárea) y Durazno
(aumento de 1,3 viviendas por hectárea).
• Localidades con densificación leve: Sarandí
Grande, Carmelo y Sarandí del Yi aumentan su
densidad entre 2,5 y 2,8 viviendas por hectárea, con la particularidad de no ser capitales
departamentales.
• Localidades con densificación relevante: Dolores,
Florida, Salto, San José, Nueva Palmira, Young.
Estas localidades incrementaron su densidad de
vivienda entre 4 y 5,75 viviendas por hectárea
consideraciones finales
en el período de estudio. La singularidad radica
en que las que más crecieron no son capitales
departamentales. De todas formas, este grupo
pujante desde la densificación habitacional del
suelo constituye la mayoría de la muestra.
La densidad de población arroja un panorama más
diverso. La mayoría de las ciudades (7 de 11) pierden
densidad, empezando por Treinta y Tres y Durazno, con
una disminución de 12 personas por hectárea. Respecto
a los incrementos, son encabezados por Young, que aumentó 11 personas por hectárea. Salto aumentó casi 5 y
Nueva Palmira 4 personas.
En 1985, Sarandí del Yi tenía 31 habitantes por hectárea y era la menos densa en población. Luego estaban Nueva Palmira, Young, Sarandí Grande y Carmelo,
con densidades de entre 42 y 55 personas por hectárea, y Dolores y Treinta y Tres, con alrededor de 60. Las
más densas, que superan las 75 personas, son cuatro:
Florida, San José, Durazno y Salto.
En 2011, los grupos se configuran de otra manera.
Claramente Sarandí del Yi sigue siendo la menos densa,
con 33 personas por hectárea, y solo Salto y San José
superan las 75 por hectárea. Salto llega a 86 y es el valor
134 > 135
Superficie de expansión
más alto de la muestra. Las otras localidades configuran
un grupo que oscila entre las 42 y las 70 personas por
hectárea.
Es interesante considerar que en la ley de Centros
Poblados de 1946 se plantea una densidad de 80 habitantes por hectárea para zonas urbanas. En este caso,
como promedio, es alcanzado solo por Salto y San José
a ocho décadas de la aprobación de esa ley. Mientras
que la relación entre viviendas y personas, a nivel de
densidades, tiene la influencia del cambio en la dinámica de hogares que, como hemos visto, consistió en un
aumento de estos al tiempo que se daba una disminución en la cantidad de sus integrantes.
La tendencia general muestra una estabilidad y un descenso de la generación de nueva superficie con usos
urbano-habitacionales. Solo Dolores, Carmelo y Sarandí
Grande añaden nueva superficie urbanizada con ocupaciones urbanas de densidades mayores a 4 viviendas
por hectárea.
Sobre el incremento de áreas urbanizadas visto desde
los porcentajes relativos entre la superficie con ocupaciones con densidad mayor a 4 viviendas por hectárea,
entre 1985 y 2011, pueden apreciarse tres grupos bien
definidos:
•
Expansión acotada: refiere a las ciudades con
menor incremento de la superficie urbanizada.
Son los casos de Young (15 %) y Sarandí del Yi
(18 %).
•
Expansión moderada: ciudades con un incremento que oscila entre el 24 % y el 37 % de nuevo suelo urbanizado. Este grupo está integrado por las ciudades de Carmelo, Nueva Palmira,
Florida, Dolores, Sarandí Grande, San José y Salto.
• Expansión alta: ciudades con niveles de expansión cercanos al 50 % y que representan los mayores niveles de expansión urbana. Son los casos
de Treinta y Tres, con 49 %, y Durazno, con 56 %.
ciudades intermedias del uruguay
Una lectura de este primer grupo de temas muestra
que Durazno y Treinta y Tres han tenido una expansión
urbana muy significativa sin incrementar su densidad
de vivienda, al tiempo que han perdido densidad de
población. Constituyen un claro fenómeno de crecimiento periférico con una oferta indiscriminada de
nuevo suelo.
Young aparece como el contraejemplo. Es la que se expande menos y se densifica más en vivienda y población, en todos los casos, de manera relevante.
En el resto de las ciudades, destacan San José y Salto,
las capitales departamentales de mayor densidad de
vivienda y población, y que han tenido una densificación relevante en ambas dimensiones, aunque con
niveles de expansión menores dentro del grupo con
crecimiento moderado de suelo.
Infraestructura urbana
Respecto a la cobertura de infraestructura urbana, es
importante considerar el marco normativo vinculado
a los procesos de provisión de infraestructura en términos de ocupación urbana del suelo. Pueden señalarse, como un listado indicativo, lo establecido en la
Constitución de la República tanto en la creación del
Fondo de Desarrollo del Interior (incluido en el artículo
298 en la reforma de 1996 y reglamentado por artículo
643 de la ley 17.296 de 2001 y su decreto 411/01) como,
a partir de la reforma de 2004, respecto a que el Estado
sea el prestador exclusivo del servicio de agua potable
y saneamiento. Se incluyen en este listado las competencias de los gobiernos departamentales definidas en
la Ley Orgánica Municipal (ley 9.515, de 1935) y la ley de
Descentralización y Participación Ciudadana, que separa la materia departamental y la municipal (ley 19.272,
de 2014). También en la ley de Centros Poblados y sus
modificativas (leyes 10.723 y 10.866 de 1946, además
de la ley 13.493, de 1966) y luego, en la propia ley de
Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible (ley
18.308, de 2008). Además de las leyes orgánicas de los
entes sectoriales: Obras Sanitarias del Estado (ose) (ley
11.907) y Usinas Termoeléctricas del Estado (ute) (decreto ley 15.031, de 1980).
Antes de la aprobación de la lotds, el promedio
del suelo urbanizado de la muestra de ciudades
consideraciones finales
intermedias, es decir, aquel con ocupaciones con densidades mayores a 4 viviendas por hectárea, señala un
43 % del suelo completamente acondicionado desde la
infraestructura. Es notoria la diferencia entre las ciudades de más y menos de 20 000 habitantes. Las capitales departamentales (salvo el caso singular de Treinta y
Tres, con tan solo un 19 % del suelo urbano consolidado) tienen más de 50 % del suelo urbano consolidado
(en promedio, casi el 60 %) y las menores, menos del
50 % (en promedio, 34 %). Durazno, con 49 % (muy bajo
para ser capital departamental), y Dolores, con 47 %
(muy alto para no ser capital departamental), son casos
de borde entre estas categorías. En el resto de los indicadores de densidad y ocupación urbana, Dolores tiene
un comportamiento más similar a las capitales departamentales que al resto de las ciudades con menos de
20 000 habitantes. Y Durazno cuenta con un proceso
reciente de notable expansión urbano-habitacional
sin servicios que ha incrementado significativamente
la superficie de la ciudad con carencias en infraestructura. Nueva Palmira no cuenta con saneamiento en red
de ose por lo que no tiene suelo urbano que pueda ser
considerado consolidado. San José es otro caso particular, pero de amplia cobertura de infraestructura:
previo a la sanción de la lotds, el 77 % del suelo urbano contaba con los cuatro servicios de infraestructura
urbana. Este número aumenta si se considera solo San
José de Mayo, sin incluir al poblado de Raigón, donde
la infraestructura es incompleta. En estas capitales departamentales con amplia superficie consolidada, esta
se suele corresponder con la antigua zonificación «urbana» según la ley de Centros Poblados.
En las ciudades menores a 20 000 habitantes, la infraestructura completa suele estar en sectores del
damero fundacional coincidente con la centralidad histórica, sin que todo el antiguo suelo zonificado como
«urbano» según la ley de Centros Poblados tuviera la
cualidad de la consolidación infraestructural.
En cuanto a los espacios con infraestructura incompleta, estos muestran una enorme heterogeneidad que
da cuenta de los dilatados procesos de consolidación,
con combinaciones que muchas veces desafían la secuencia lógica de provisión de los servicios (como, por
ejemplo: calles con bitumen, pero sin saneamiento;
sectores con saneamiento, aunque sin alumbrado). En
algunas ciudades (como Durazno o Treinta y Tres), los
sectores solo dotados de alumbrado público (considerado como el nivel menor de consolidación) eran más
de la mitad del suelo con infraestructura incompleta.
En tanto en otros casos (Florida, Salto o San José), el
suelo no consolidado solía tener al menos un 40 % de
diferentes combinaciones que incluían el saneamiento
136 > 137
(el más costoso y de provisión más compleja de los
servicios).
Respecto a la intensidad de uso según la consolidación infraestructural, las zonas consolidadas lograron
una mayor densificación de vivienda y población que
el promedio de la ciudad. Las áreas con infraestructura
incompleta suelen tener una densidad menor, mientras
que las de infraestructura deficiente en varios casos
no llegan a 10 viviendas por hectárea. Las dinámicas
de crecimiento urbano de las diferentes localidades
muestran que cada una tiene su propia brecha en densificación según el grado de consolidación urbana. Así
como la falta de consolidación de las periferias, donde
se dan los procesos más dinámicos y recientes de ocupación (peri)urbana.
Por otra parte, las variantes de combinaciones de infraestructura incompleta revelan las diferentes estrategias de las intendencias municipales, en coordinación
con el Gobierno nacional o los entes autónomos, en la
provisión de servicios. La trayectoria de la provisión de
saneamiento es la más rígida, con claros períodos: una
etapa fundacional en las décadas de 1920 y 1930, en las
que las capitales departamentales dotaron del servicio
a sus áreas centrales, generalmente por intermedio de
empresas privadas. La siguiente etapa, posterior a la
ciudades intermedias del uruguay
creación de ose (1952) y ya con la provisión de infraestructura en el ámbito del Estado, se caracterizó por
la ampliación de redes en las capitales y el comienzo
de intervenciones en localidades no capitales departamentales a partir de la década de 1960. Esta etapa
inicialmente fue impulsada directamente por la acción
estatal en coordinación con organismos multilaterales de crédito para hacer frente a la inversión. Durante
estos períodos, paralelamente, numerosos gobiernos
departamentales aprobaron loteos con interpretaciones laxas o simplemente haciendo caso omiso a las
disposiciones de la ley de Centros Poblados de 1946
respecto a la provisión de servicios previa a la ocupación urbana del suelo. Si bien la norma fue ajustada en
1966 con mayores exigencias, estas expansiones sin
servicios, ubicadas en suelo «suburbano» constituyeron un modo de hacer ciudad característico de la época, tal como se reseñó en el capítulo de conceptualización de acondicionamiento del suelo al mencionar la
propuesta de ley de creación del Ministerio de Vivienda
y Urbanismo de 1973 del arquitecto Juan P. Terra.
Desde la década de 1980, la provisión de la red de saneamiento quedó inscripta dentro de los planes de
obras de ose vinculados a cada gestión del Gobierno
nacional. La extensión de las redes y la construcción
de plantas de tratamiento y vertido de efluentes han
pautado estas últimas décadas de desarrollo de esta
infraestructura en las ciudades intermedias. La presencia de posibles dispositivos alternativos de tratamiento
y disposición de aguas in situ, como puede apreciarse en diferentes conjuntos mevir, han formado parte
de la agenda del período, todo lo cual configura una
realidad compleja según el informe del convenio entre el Instituto de Mecánica de los Fluidos e Ingeniería
Ambiental (imfia) de la Facultad de Ingeniería (Udelar)
y ose (2013), Sistemas de saneamiento adecuado en
Uruguay. De acuerdo con este informe, la reglamentación vigente no es clara, técnicamente precisa, ni
exhaustiva:
• Abundan distintas definiciones de sistemas de
saneamiento adecuados dentro del territorio
uruguayo (falta de estandarización) y algunos de
ellos no serían adecuados a menos que se consideren ciertos aspectos en forma explícita.
• Falta de registros nacionales y departamentales de sistemas de saneamiento aprobados o
construidos.
• Ausencia de control y seguimiento a sistemas de
saneamiento estáticos.
• Vacío en la reglamentación respecto de los sistemas de saneamiento estáticos.
23 «La materia municipal estará constituida por: […] El
mantenimiento de la red vial local, de pluviales, de
alumbrado y de espacios públicos…» (Ley 19.272, art. 4)
Al final de nuestro lapso de estudio la situación de la
muestra de ciudades intermedias que tenían red de
ose respecto al tratamiento y disposición del saneamiento era la siguiente:
• Salto, Dolores y Carmelo: vertido directo.
•
Durazno, Florida, Sarandí Grande, San José y
Treinta y Tres: planta de tratamiento.
• Young: plantas tratamiento y pretratamiento (2
plantas).
• Sarandí del Yi: planta de pretratamiento.
Las restantes infraestructuras presentan en su provisión, diseño y gestión estrategias menos rígidas. El escurrimiento de aguas superficiales se da por entubado
en el menor de los casos (en algunos sectores de la ciudad asociado a la red de saneamiento) y en la mayoría
de las situaciones, por cordón cuneta y gravedad. La topografía y el juego de pendientes para el escurrimiento
natural del terreno inciden en esos trazados. Esta infraestructura, al igual que el material del pavimento de
las calles, corre por cuenta del gobierno departamental
en su definición y ejecución.
En tanto se evidencian visiones compartimentadas en procura de soluciones parciales o sectoriales
consideraciones finales
a problemas de escurrimiento de aguas superficiales
que generan efectos colaterales negativos, actualmente se procura avanzar hacia la integración de políticas e
intervenciones, apostando a la planificación y considerando la infraestructura como componente de un
sistema urbano. Al mismo tiempo, a nivel mundial se
están aplicando, cada vez más, nuevas estrategias para
el tratamiento de las pluviales urbanas, como las que
se agrupan bajo el concepto de sistemas urbanos de drenaje sostenible (suds), que intentan restaurar el ciclo natural del agua previo a la urbanización y apuntan a una
sana convivencia entre el agua y los ciudadanos aprovechando los procesos de depuración natural, realizando una gestión eficiente del agua y colaborando con la
mejora del paisaje urbano.
gobierno (el municipal) un involucramiento relevante en la gestión y en el aporte a la definición de estas
infraestructuras..23
En definitiva, la provisión de infraestructura urbana
tiene en los gobiernos departamentales un actor central que diseña y ejecuta por su cuenta o en coordinación con los entes sectoriales, al tiempo que articula
con el Gobierno nacional, a través de la opp, el financiamiento del fdi. Las variantes de consolidación del
suelo urbano muestran las diferentes estrategias de los
gobiernos departamentales al proveer estos servicios,
en las que inciden las demandas de la población por la
provisión ex post a la ocupación de loteos aprobados,
sin exigir los servicios básicos, por parte de la juntas
departamentales.
Respecto al alumbrado público, este es provisto por
la coordinación entre ute y el Gobierno departamental. Desde la creación del Fondo de Desarrollo
del Interior (fdi), en 2001, ha sido creciente la asociación de los gobiernos departamentales con la Oficina
de Planeamiento y Presupuesto (opp) para financiar
y ejecutar obras de mejora y ampliación de la infraestructura urbana. Posteriormente, las leyes de
descentralización política y participación ciudadana (leyes 18.567 y 19.272) otorgaron al tercer nivel de
138 > 139
Asentamientos irregulares
Respecto a los asentamientos irregulares en las ciudades intermedias entre 1985 y 2011, salvo los casos de
Salto y Nueva Palmira, el fenómeno no se da o es de
efecto acotado o puntual.
En 2011, Salto tenía 43 de sus casi 1200 hectáreas ocupadas con asentamientos irregulares en los que vivía
el 3 % de su población. Para el caso de Nueva Palmira,
la proporción era similar. Ese valor es menor al del país
en su conjunto (en 2011, el 5,2 % de los pobladores del
Uruguay vivía en asentamientos irregulares), lo que
se explica por la incidencia del área metropolitana de
Montevideo, donde se concentraba casi el 75 % de los
pobladores de asentamientos irregulares (piai, 2012).
En Salto, en 2011, había catorce espacios con asentamientos irregulares, principalmente en la periferia de
la ciudad, que tuvieron un persistente desarrollo en el
período de estudio.
En Nueva Palmira, son dos enclaves que se han mantenido estables luego de su generación y primera consolidación en la década de 1980.
De acuerdo a la cartografía base del censo ine 2011, que
incluye la identificación de asentamientos irregulares
definidos y localizados por el piai, de las otras nueve
ciudades intermedias del uruguay
ciudades analizadas, Sarandí Grande, Sarandí del Yi,
Young y San José no registraban asentamientos irregulares. Asimismo, un elemento singular refiere a la catalogación como asentamiento irregular de conjuntos
habitacionales tugurizados, como la situación que se
recoge en Treinta y Tres.
Conjuntos habitacionales
Los conjuntos habitacionales de patrocinio público
aparecen en este período como un actor de primera línea dentro de los procesos de crecimiento de las
ciudades intermedias, en tanto en todos los casos el
crecimiento de la población en conjuntos habitacionales multiplica varias veces el crecimiento relativo de la
población de la ciudad.
En 1985, Salto y Durazno, con 9 % y 8 % respectivamente, eran las ciudades de la muestra con mayor porcentaje de población residiendo en conjuntos habitacionales. En el resto de las ciudades, el porcentaje oscilaba
entre 2 % y 5 %. En 2011, solo Carmelo, Dolores y Nueva
Palmira tenían menos del 10 % de su población viviendo en conjuntos habitacionales. En las demás ciudades
analizadas, el porcentaje oscilaba entre un 11 % (Treinta
y Tres) y un 18 % (Durazno).
Es notoria, durante este período, la localización de los
conjuntos habitacionales en periferias, áreas intersticiales o pequeños remanentes de suelo servido,
aunque por lo general el emplazamiento es en ámbitos con infraestructura incompleta. Programas como
núcleos básicos evolutivos y cooperativas de vivienda
por ahorro previo o por ayuda mutua, se instalaron con
densidades de entre 30 a 50 viviendas por hectárea, lo
consideraciones finales
que duplicaba la densidad lograda en promedio por el
tejido tradicional en manzanas de 85 metros ´ 85 metros con aproximadamente 20 a 25 lotes de alrededor
de 300 metros cuadrados ocupados por una o eventualmente dos viviendas.
Cada ciudad recibió diferentes programas de conjuntos
habitacionales públicos —del Banco Hipotecario del
Uruguay (bhu), cooperativas, núcleos básicos evolutivos (etapa siav 1992-2005) y en las localidades con
menos de 5000 habitantes, conjuntos de mevir— con
diferentes modos de acceso al suelo urbano (a veces
las licitaciones incluyeron el suelo como parte de la
propuesta y otras veces no). De todas maneras, la producción pública de vivienda resulta un factor clave en
la localización de la población y las unidades habitacionales, así como para el acceso a la infraestructura
urbana. Analizando el comportamiento de las ciudades
muestra no se ven patrones claros respecto a la incidencia de los conjuntos habitacionales en la superficie
de expansión por períodos, salvo el último (2004-2011)
en el que se advierte una merma posiblemente debida
a la reestructura del sistema público de vivienda que
tuvo lugar entre 2005 y 2008.
140 > 141
Loteo convencional
Los loteos convencionales han sido los principales impulsores de la expansión de las ciudades intermedias
del Uruguay. El despoblamiento de manzanas centrales
por cambios en las dinámicas de los hogares y el envejecimiento de la población redunda en unidades habitacionales que siguen siendo utilizadas, pero a menor
intensidad. Los viejos loteos se consolidan lentamente
y los nuevos aparecen y colocan suelo disponible para
hogares emergentes. En general, puede apreciarse una
leve densificación de vivienda del tejido convencional
(damero fundacional y expansiones en loteos y fraccionamientos formales) en las diferentes ciudades intermedias. La propia carencia de infraestructura ha condicionado la baja ocupación habitacional. Respecto a la
población, su crecimiento ha estado significativamente
por debajo del ritmo de crecimiento de las ciudades intermedias. En definitiva, el loteo convencional ha agregado nueva superficie para usos urbano-habitacionales, pero en general la ciudad formal consolidada crece
demográficamente a menor velocidad que la ciudad de
los conjuntos habitacionales.
Siguiendo a Donzelot (2009) y mirando en perspectiva
la ciudad intermedia uruguaya, podemos hablar de que
dentro de estas ciudades intermedias hay varias ciudades que evolucionan a diferentes velocidades: la ciudad
ciudades intermedias del uruguay
de los conjuntos habitacionales y la de los barrios tradicionales del loteo convencional es claro que han corrido por caminos propios de intensidad de ocupación
de suelo, relación con las infraestructuras y características socioeconómicas de la población residente. A estas
ciudades las une un territorio en disputa: la periferia,
en tanto suelo «suburubano» según la ley de Centros
Poblados (1946 y 1966) con infraestructura incompleta
y de compleja transición al suelo rural productivo.
Epílogo: ordenamiento territorial y
nueva gestión urbana pos-2008
La LOTDS, acondicionamiento del
suelo y ciudades intermedias
junto a la debida previsión de las transformaciones
futuras.
sin perjuicio del respeto de la competencia atribuida a
Uruguay cuenta desde 2008 con una ley de
Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible
(lotds) que declara al ordenamiento territorial de orden público e interés general, en tanto lo señala como
cometido esencial del Estado. La aplicación de esta
norma ha disparado la elaboración de numerosos instrumentos de planificación y gestión urbano-territorial
en los ámbitos local, departamental, regional y nacional concebidos, a su vez, como complementarios y no
excluyentes. La lotds apuesta a la descentralización
reconociendo el ámbito departamental como clave
respecto a las propias competencias en la potestad de
categorizar suelo. Por ende, profundiza en ese sentido
las disposiciones de la ley de Centros Poblados y de la
Ley Orgánica Municipal.
En la lotds subyace un reconocimiento de los procesos de expansión urbana como consumidora de suelo
sin servicios y, por ende, como parte de las disfunciones del modelo de desarrollo urbano del país, en el que
incide la descoordinación de las políticas sectoriales en
el territorio. Por lo tanto, plantea explícitamente, en lo
programático e instrumental, una serie de conceptos y
dispositivos al respecto:
• La definición del suelo urbano a partir de su grado de consolidación infraestructural (artículo
32):
consideraciones finales
“El suelo categoría urbana comprenderá las áreas de territorio de los centros poblados, fraccionadas, con las infraestructuras y servicios en forma regular y total, así como
aquellas áreas fraccionadas parcialmente urbanizadas en
las que los instrumentos de ordenamiento territorial pretenden mantener o consolidar el proceso de urbanización.
• Dentro de los principios rectores:
La conciliación del desarrollo económico, la sustentabilidad ambiental y la equidad social, con objetivos de desarrollo integral, sostenible y cohesionado del territorio,
compatibilizando una equilibrada distribución espacial de
los usos y actividades y el máximo aprovechamiento de
Este proceso planificador, de perfil técnico y político,
respaldado por la participación ciudadana y la evaluación ambiental, si bien apunta a una integración de las
políticas públicas en el territorio, fundamentalmente
refiere a la calificación del suelo por su uso y, en consecuencia, por la capacidad del sustento infraestructural.
Esto implica un reconocimiento del modelo heredado
cada una de ellas (lotds, artículo 8, inciso E)-
las infraestructuras y servicios existentes (lotds, artículo
5, inciso G).
• La especificación de que en la elaboración de los
diferentes instrumentos:
El suelo categoría urbana comprenderá las áreas de territorio de los centros poblados, fraccionadas, con las infraestructuras y servicios en forma regular y total, así como
aquellas áreas fraccionadas parcialmente urbanizadas en
las que los instrumentos de ordenamiento territorial pretenden mantener o consolidar el proceso de urbanización.
En el suelo categoría urbana los instrumentos podrán establecer las subcategorías de:
a) Suelo categoría urbana consolidado, cuando se trate
se observarán los principios de información, participación,
de áreas urbanizadas dotadas al menos de redes de agua
cooperación y coordinación entre las entidades públicas,
potable, drenaje de aguas pluviales, red vial pavimentada,
142 > 143
evacuación de aguas servidas, energía eléctrica y alumbrado público; todo ello en calidad y proporción adecuadas
a las necesidades de los usos a que deban destinarse las
parcelas.
b) Suelo categoría urbana no consolidado, cuando se trate
de áreas en las que, aun existiendo un mínimo de redes de
infraestructuras, las mismas no sean suficientes para dar
servicio a los usos previstos por el instrumento.
Asimismo, podrán tener la categoría de suelo categoría
de actuación específicamente delimitado dentro de suelo
ordenamiento territorial y estarán obligados a ejecutar, a
con el atributo de potencialmente transformable (lotds,
su costo, las obras de conexión de la parcela a las infraes-
artículo 34).
tructuras existentes a fin de garantizar la condición de
solar de la misma. En aquellos ámbitos señalados en los
• El deber de uso de los inmuebles, de acuerdo a
lo que dispongan los instrumentos de ordenamiento territorial (lotds, artículo 37).
• La exigencia de que el desarrollador o fraccionador asuma el costo de las infraestructuras o su
conexión a las redes existentes:
urbana no consolidado las zonas degradadas o en desuso
que, de conformidad con las previsiones de los instrumentos, deban ser objeto de actuaciones con la finalidad
de su consolidación o renovación.
• El procedimiento planteado para los cambios en
el uso del suelo, a través del atributo de potencialmente transformable:
En todos los casos, los instrumentos de ordenamiento
territorial exigirán que las nuevas urbanizaciones y fraccionamientos, antes de su autorización definitiva, ejecuten a su costo la red vial y la conexión a la red vial general
para la continuidad de la trama existente, además de las
infraestructuras [que caracterizan el suelo consolidado según el artículo 32 de la lotds] (lotds, artículo 38).
Los instrumentos de ordenamiento territorial podrán delimitar ámbitos de territorio como potencialmente transformables. Solo se podrá transformar un suelo incluido
dentro de una categoría en otra, en áreas con el atributo
de potencialmente transformable. Únicamente será posible incorporar terrenos a los suelos categoría urbana y categoría suburbana mediante la elaboración y aprobación
de un programa de actuación integrada para un perímetro
ciudades intermedias del uruguay
• Dentro de los deberes y obligaciones territoriales,
lo establecido en el artículo 40 respecto al suelo
urbano consolidado sobre su optimización:
instrumentos de ordenamiento territorial y en los casos
que determine la intendencia municipal, los propietarios
de los solares baldíos o terrenos con edificación ruinosa,
deberán edificarlos o rehabilitar sus construcciones, en el
plazo máximo que establezcan los mismos (lotds, artículo
40).
• La reiteración de lo reseñado en la ley de Centros
Poblados acerca de la no ocupación de los ámbitos inundables con usos urbano-residenciales y otras dimensiones del suelo en términos
ambientales:
Los instrumentos de ordenamiento territorial deberán
orientar los futuros desarrollos urbanos hacia zonas no
inundables identificadas por el organismo estatal competente en el ordenamiento de los recursos hídricos. Deberán
además proteger la sustentabilidad productiva del recurso
suelo como bien no renovable, no autorizando las actividades causantes de degradación hídrica o del suelo, o las
Los propietarios de parcelas en suelo urbano consoli-
incompatibles con otros tipos de utilización más benefi-
dado tendrán derecho a edificar y usar, conforme a las
ciosa para el suelo, el agua o la biota (lotds, artículo 49).
determinaciones establecidas en los instrumentos de
• La necesaria coordinación de los gobiernos departamentales con el Gobierno nacional para la
ubicación de los programas públicos de viviendas en suelo servido (lotds, artículo 52).
• Una serie de disposiciones y herramientas desarrolladas en el capítulo de actuación territorial
que apuntan a equilibrar las relaciones público-privadas respecto al uso del suelo urbano, sus
transformaciones y operaciones (urbanización,
reparcelación o fraccionamiento obligatorio, definición de perímetros de actuación o regímenes
de gestión del suelo).
• El control territorial y la policía territorial definidos por los artículos 68 y 69, particularmente
cuando señala que
Las intendencias departamentales, en el marco de los
poderes de policía territorial y de la edificación, deberán
se ubiquen en zonas donde pudiera llegar a expedirse dicha autorización (lotds, artículo 69).
Finalmente, respecto a las articulaciones entre los
niveles de gobierno y con lo sectorial en el acondicionamiento urbano del suelo, la figura de los informes de incidencia y correspondencia tiene un valor
significativo:
Se deberán solicitar informes a las instituciones públicas,
entes y servicios descentralizados respecto a las incidencias territoriales en el ámbito del instrumento.
las ciudades intermedias del país. Tanto a nivel de directrices departamentales como de planes locales.
Sus efectos en el territorio desde el acondicionamiento del suelo están por fuera de nuestro período de
análisis. A pesar de ello, y en función de la gravitación
de la norma y su planificación derivada en términos de
las transformaciones urbanas, se detalla en «Anexos»
un estado de situación de la planificación del ordenamiento territorial y el desarrollo sostenible hacia mediados de 2018, respecto a planes locales o directrices
departamentales en el ámbito de las ciudades intermedias uruguayas.
Previo a la aprobación definitiva, se deberá solicitar al
Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio
Ambiente (mvotma) el informe sobre la correspondencia
del instrumento con los demás vigentes y realizar el procedimiento ambiental que corresponda (lotds, artículo 25).
impedir la ocupación, construcción, loteo, fraccionamiento
y toda operación destinada a consagrar soluciones habitacionales que implique la violación de la legislación vigente
en la materia o los instrumentos de ordenamiento territorial respecto de los inmuebles del dominio privado donde
no pueda autorizarse la urbanización, fraccionamiento y
edificación con destino habitacional. Esta obligación regirá
Más allá de las especificaciones del marco normativo,
en estos diez años de vigencia de la lotds, se han generado diversos instrumentos de ordenamiento territorial (iot) que abarcan diferentes ámbitos territoriales
del país y que afectaron la definición de usos del suelo
y la previsión de transformaciones futuras en varias de
también para los casos que carezcan de permiso, aunque
consideraciones finales
144 > 145
Una posdata: el acceso al suelo
urbano servido, directrices nacionales
de ordenamiento territorial
y nueva agenda urbana
La cumbre de onu-Hábitat de Quito, en 2016, la ley de
Directrices Nacionales de Ordenamiento Territorial y
Desarrollo Sostenible (ley 19.525, de 2017) y la Estrategia
Nacional de Acceso al Suelo Urbano (enasu), planteada
por el mvotma entre 2017 y 2018, han hecho retornar
con ímpetu el tema de la optimización del suelo urbano en Uruguay. En este nuevo contexto, la problematización del uso del suelo urbano ha incorporado a
las históricas miradas con énfasis en la renta del suelo
como dinamizador (precio, disponibilidad y localización de la tierra urbana) las dimensiones ambientales,
la articulación con las políticas sectoriales y las implicancias en la integración y cohesión social. En ese sentido, la infraestructura urbana, el acondicionamiento
del suelo y la dinámicas e intensidad de su utilización
se incorporan en la agenda con nuevos significados.
El desafío de la implementación de la Nueva Agenda
Urbana, vinculada a los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ods) plantea un ámbito fértil para el estudio de los vínculos entre infraestructura urbana, calidad
ciudades intermedias del uruguay
de vida e integración social. En efecto, el ods 11, que refiere a Ciudades y comunidades sostenibles,
renueva un discurso y acción global sobre los espacios
urbanos desde la resiliencia, el desarrollo sostenible, la integración social y la preocupación por el cambio climático
(onu, 2016),
La ley de Directrices Nacionales de Ordenamiento
Territorial y Desarrollo Sostenible tiene un apartado
denominado «De los criterios, lineamientos y orientaciones generales para el suelo urbano y suburbano»
que profundiza los contenidos planteados en la lotds
promoviendo heterogeneidad residencial y densificación de centralidades, especificando directivas para las
áreas con infraestructura vacante y presupuestos de
consolidación urbana. Esa misma norma es la que plantea como una de sus actuaciones territoriales la de
favorecer la conformación de los subsistemas urbanos de
todo el país facilitando el transporte de bienes y el acceso
universal de la población a los servicios y áreas de actividad, generando corredores y circuitos que integren los
grandes equipamientos y servicios sociales, culturales, recreativos y turísticos, a nivel nacional e internacional (ley
19.525, artículo 12).
En definitiva, las ciudades intermedias, sus procesos
de consolidación y expansión urbana y el acceso a la
infraestructura han logrado un espacio destacado y
robusto dentro de los marcos normativos de ordenamiento y gestión del territorio uruguayo hacia el final
del período de análisis. Por consiguiente, la implementación y gestión de políticas urbanas a partir de ello
plantea un enorme desafío para las ciudades uruguayas, lo que es decir, para sus pobladores y sus condiciones de vida, en el marco del desarrollo sostenible y la
integración social en el territorio.
anexos
Capítulo en coautoría
con Andrés Quintans
7
Anexo metodológico y operativo SIG
Pautas operativas y desarrollos
metodológicos para las cartografías SIG
por localidad, con densidades de población
y vivienda por zona censal «urbanizada»,
para los censos 1985,1996, 2004 y 2011
A partir de la identificación de los tres modos de gestión urbano-habitacional (loteo convencional, conjuntos
habitacionales, asentamientos irregulares) se elaboraron
mapas de densidad de vivienda y población por zona
censal para cada una de las once localidades analizadas en profundidad, para los censos 1985, 1996, 2004 y
2011, y remarques de ocupación urbana con densidades mayores a 4 viviendas por hectárea para los censos
1985 y 2011. En ambos casos con destaque de los conjuntos habitacionales de política pública de vivienda y
asentamientos irregulares.
Como fuentes se utilizaron:
• los marcos censales22 de los censos del ine de
1985, 1996, 2004 y 2011.
• fotos aéreas anteriores a 2004 obtenidas del
servicios de Sensores Remotos Aeroespaciales
de la Fuerza Aérea del Uruguay con la fecha más
próxima posible al los censos 1985 y 1996.
anexos
22 El marco censal incluye la cantidad de personas, hogares
y viviendas por zona censal, la menor de las entidades
territoriales en las que el ine captura la información censal.
• imágenes satelitales de Google Earth con la fecha
más próxima posible a los censos de 2004 y 2011.
• Cartografías en formato shape de los diferentes
censos del ine, cartografías de la ide, de manzanas y padrones.
Uno de los principales desafíos metodológicos y operativos de este trabajo refería a desarrollar y operar un
proyecto en un sistema de información geográfica (sig)
en el que los datos censales estuvieran disponibles a
nivel de zona censal en cuatro censos, con cartografías
base que permitieran comparabilidad.23
Para comprender el desafío que implica ese tipo de
abordaje en las formas de ubicar en el territorio la información censal, es importante considerar dos aspectos:
a) El ine codifica cada porción del territorio nacional de
forma tal que las diferentes entidades, según su escala,
tienen un código único a nivel nacional al cual se vuelcan los datos demográficos correspondientes.
b) En la medida en que las ciudades crecen y se transforman (se ocupan nuevos espacios periféricos, antes
rurales, con usos habitacionales, sean formales o informales; una manzana baldía en la trama consolidada se
transforma en otras por la implantación de un conjunto habitacional o un fraccionamiento) las cartografías
23 El ine ha dividido el territorio uruguayo con fines estadísticos
en porciones cuyos límites coinciden, en general, con
elementos físicos (naturales o artificiales) permanentes y
de fácil ubicación en el terreno. Cada porción está referida
a otras unidades o porciones de menor nivel jerárquico.
base del ine cambian. Son tan dinámicas como nuestras ciudades. Pero el dinamismo del proceso urbano
genera nuevas zonas censales por partición o fusión
de las anteriores. Incluso el mismo ine, considerando
aspectos prácticos de la gestión del relevamiento, dividió o renumeró segmentos o zonas censales, aunque
no mediaran transformaciones físicas desde la estructura vial o accidentes geográficos que las delimitaran.
Entonces, si bien las diferentes cartografías son instrumentalmente hermanas, realizar comparativos para varios censos es extremadamente complejo para la escala
de la zona censal, ya que las zonas y el primer agrupamiento jerárquico de estas, los segmentos, han sido las
entidades que han tenido modificaciones geométricas
o de numeración en los censos desde 1963, sin que departamentos y secciones hayan variado.
•
Departamento censal: coincide con los límites político-administrativos del país.
•
Sección censal: cada departamento se divide en
secciones censales, porciones importantes de
territorio que pueden incluir áreas amanzanadas
y no amanzanadas. Sus límites corresponden a
los de las secciones judiciales vigentes en el censo del año 1963; al haberse registrado cambios
en los límites de las secciones judiciales, la coincidencia actual entre ambas divisiones es parcial.
148 > 149
• Segmento censal: cada sección censal se subdivide en segmentos censales. En localidades
censales o áreas amanzanadas, es un conjunto
de manzanas. En áreas no amanzanadas es una
porción de territorio que agrupa unidades menores con límites físicos reconocibles en el terreno y que puede comprender, además, núcleos
poblados.
• Zona censal: es la unidad menor identificable. En
localidades censales o áreas amanzanadas, generalmente coincide con una manzana. En áreas no
amanzanadas corresponde a porciones de territorio definidas por límites naturales o artificiales
de fácil reconocimiento (cursos de agua, carreteras, caminos vecinales, vías férreas). (ine, 2012)
El ine cuenta con cartografías base sig de los censos de
2004 y 2011. Para los censos 1996 y 1985 debió generarse cartografías base propias, reconstruyendo las variaciones por cambios en las geometrías y numeración de
las zonas censales, a partir del soporte papel o tablas
de correspondencia de transformaciones, según el material brindado por el Departamento de Infraestructura
Geoestadística del ine. Este trabajo permitió al equipo de investigación contar con cartografías censales
en sig, a nivel de zona censal para 1985 y 1996 de once
ciudades intermedias del uruguay
ciudades del país, que al momento de realizar este trabajo ni siquiera están generadas por el propio ine.
Respecto a la definición del área ocupada con usos urbano-habitacionales se consideraron las zonas ine con
densidad igual o superior a 4 viviendas por hectárea. A
esta superficie nos referiremos como área o suelo «urbanizado». Este umbral tiene su origen en el estudio
realizado por el Instituto de Teoría de la Arquitectura y
Urbanismo (itu) respecto a la correlaciones entre densidades y morfología para la ciudad de Montevideo (itu,
1994). Allí se hacía referencia al parcelario original de
las manzanas de la época colonial, que inicialmente se
dividían en cuatro predios. Más allá de subdivisiones
posteriores, plantea un umbral mínimo de 4 viviendas
por hectárea para pasar a considerarse urbano-habitacional. Si bien no todas las ciudades intermedias del
país surgieron en la época colonial, se plantea válido
mantener ese umbral, considerando todas las ocupaciones dentro del aglomerado urbano. Esto implica las
siguientes definiciones metodológicas y operativas:
• El ámbito espacial en que se trabaja es el conglomerado ciu formado por una o varias localidades
ine. El área amanzanada define la localidad censal, que se identifica como «urbano», en tanto las
viviendas dispersas son, por exclusión, lo rural. El
perímetro de las localidades ine se considera por
un tema operativo, de coherencia y consistencia
de las cartografías base y las entidades territoriales a las que se les carga información (zonas
censales). Para delimitar estos ámbitos, el ine ha
trabajado históricamente con las intendencias
departamentales considerado los límites de las
zonificaciones urbanas o suburbanas.
• Para el caso de zonas censales de borde o periféricas que tenían densidades menores a 4 viviendas por hectárea, pero que demostraban tener
ocupaciones con tres o más unidades habitacionales en proximidad o contigüidad, se procedió
a recortar este conjunto de padrones contiguos
o próximos aplicando la densidad de vivienda a
esta nueva entidad. De esta forma, la zona censal queda dividida en varias geometrías. Algunas
tendrán densidad mayor a cuatro viviendas por
hectárea y en otras quedarán los ámbitos sin viviendas o con viviendas dispersas. La verificación
de ocupación se realizó chequeando contra foto
aérea con la fecha más cercana posible al operativo censal. La población asignada a cada una de
estas geometrías es un estimado, resultante del
promedio de personas por vivienda de la zona
censal en cuestión, considerando el total de personas por manzana que sale del marco censal.
• Para el caso de zonas censales con densidad mayor a 4 viviendas por hectárea, pero que cuenten
con baldíos urbanos que superen, como unidad,
una cuarta parte de la zona, se recortará este
baldío y la superficie de la manzana a la que se
aplicará la densidad será toda menos el área de
baldío.
Para la identificación en el territorio de los tres modos
de gestión habitacional, se realizan las siguientes precisiones operativas:
• Conjuntos habitacionales (ch). Se consideran desde
una lógica de recorte de zona censal, en el caso de
que no ocupen la totalidad de la misma. Se localizan a través de la capa de ch derivada de la cartografía base del censo del ine de 2011, de los shapes
de conjuntos habitacionales del sistema de información territorial (sit) del mvotma y de fuentes
complementarias (intendencias departamentales o validación en campo). Con las fotos aéreas e
información de las intendencias se determinó la
cantidad de viviendas para cada ch en cada censo, para los casos en que ocupaban la totalidad
de una zona censal. Aquí también la población
anexos
imputada a cada una de estas geometrías es un
estimado, resultante del promedio de personas
por vivienda de la zona censal en cuestión, considerando el total de personas por manzana que
sale del marco censal.
• Para los asentamientos irregulares (ai), el procedimiento es análogo. Se utilizan como base los
asentamientos registrados en las cartografías de
los censos ine de 2011 y 2004, a partir de datos
del piai que identifican los asentamientos irregulares en esas fechas. En el caso de que ocupen
partes de zonas censales y a los efectos de reconstruir la situación de 1985 y 1996, se toman
criterios análogos a los anteriores, utilizando fotos aéreas, información validada en campo o con
informantes calificados vinculados a la administración departamental o local, tanto para ajustar
los perímetros como para hacer el estimado de
población y vivienda.
• La identificación del tejido tradicional, los loteos
convencionales (lc), queda definida por exclusión, a partir del área total de la localidad menos
el área ocupada por conjuntos habitacionales y
asentamientos irregulares.
Estos procedimientos permiten identificar, para
cada ciudad de la muestra, la superficie ocupada con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea con lc,
ch y ai, a nivel de todo el aglomerado urbano para las
situaciones 1985, 1996, 2004 y 2011. Dentro de ese universo, se estiman los datos de población y vivienda y
las densidades.
Pautas operativas y desarrollos
metodológicos para las cartografías
SIG por localidad, para cobertura de
infraestructura urbana circa 2007
Como punto de partida se tomó la definición de suelo
urbano consolidado establecida en la lotds, es decir,
aquellas áreas dotadas.
al menos de redes de agua potable, drenaje de aguas pluviales, red vial pavimentada, evacuación de aguas servidas,
energía eléctrica y alumbrado público; todo ello en calidad
y proporción adecuadas a las necesidades de los usos a
que deban destinarse las parcelas (lotds, artículo 32).
En Uruguay, de acuerdo al censo del ine de 2011, el 93 %
de los hogares tiene acceso a agua potable dentro de la
vivienda vía red general de ose. En las localidades urbanas llega al 97 % de las viviendas censadas en 2011, porcentaje que se mantiene para las ciudades intermedias.
Algo similar ocurre con la energía eléctrica. La red de
150 > 151
24 Datos surgidos del procesamiento propio de
microdatos censales del ine de 2011.
ute abastece al 98 % de las viviendas urbanas censadas
en 2011 y al 99 % de las viviendas en ciudades intermedias.24 Esto implica que el acceso al agua corriente y a la
energía eléctrica es prácticamente universal en las ciu.
Considerando que el suelo acondicionado óptimamente es aquel que reúne las características de dotación
de infraestructura que lo hacen urbano consolidado de
acuerdo a la normativa vigente y el mencionado acceso
universal al agua potable y a la energía eléctrica a nivel urbano, el análisis sobre el acondicionamiento del
suelo urbano se centrará en la localización de las otras
cuatro infraestructuras que lo definen:
• Drenaje de aguas pluviales.
• Red vial pavimentada.
•
Evacuación de aguas servidas.
• Alumbrado público.
Para abordar los gradientes de consolidación del suelo
urbano que refieren a las diferentes dotaciones de infraestructuras para las ciudades analizadas en profundidad, se utilizaron los polígonos de infraestructura, un
dispositivo original del grupo de investigación csic 1703
trabajado en sistemas de información geográfica y que
ciudades intermedias del uruguay
implica identificar zonas urbanas con el mismo nivel de
acondicionamiento infraestructural.
El objetivo es adjudicarle a cada zona censal un valor asociado con el grado de acondicionamiento del suelo urbano. La coincidencia de dichos límites permite una ágil
construcción en cuanto geométrica existente con las demás trazas ya existentes y, a la vez, permite el cruzamiento con los datos censales relevados por zona censal.
Tabla 1. Servicios de infraestructura urbana, variantes,
agentes responsables y umbral de consolidación para
este estudio
Infraestructura
Variantes
Agente
responsable
Umbral de
consolidación
Saneamiento
En red
(colector)
ose
Tiene
cobertura de
red
Intendencia
departamental
Tiene
hormigón,
bitumen o
adoquín.
Intendencia
departamental
y ute
Tiene
iluminación
Intendencia
departamental
Tiene cordón
cuneta o
entubado
In situ
Hormigón
La construcción de los polígonos de infraestructura se
da a partir de la territorialización de las coberturas de
las siguientes infraestructuras y sus variantes.
• Saneamiento (existencia de red de colectores
o dispositivos in situ). No se discrimina el tipo
de disposición final, según si el sistema funciona por gravedad, planta de bombeo o planta de
tratamiento.
• Alumbrado público (existencia o no de luminarias ).
• Tipo de pavimento (bitumen/hormigón/adoquín, balasto, tierra/pasto).
• Escurrimiento superficial de pluviales (existencia
o no de cuneta a cielo abierto, cordón cuneta o
entubado).
Pavimento
Bitumen
Balasto
Iluminación
pública
Sí
No
Cordón cuneta
Escurrimiento
de aguas
superficiales
Entubado
Sin cordón
(con o sin
cuneta a cielo
abierto)
Fuente: elaboración propia
Las fuentes utilizadas fueron: ose (para el saneamiento), intendencias departamentales (para las otras tres
infraestructuras) y relevamientos de campo complementarios en los casos en que fueron necesarios. Como
entidad territorial sobre la que volcar la información se
utilizó la zona censal.
La combinación de las variantes de las cuatro dimensiones de infraestructura urbana da lugar a de acondicionamiento, codificados a cuatro dígitos de la siguiente manera:
•
primer dígito: saneamiento;
• segundo dígito: drenaje superficial;
•
tercer dígito: pavimento;
ser previa al pavimento de bitumen u hormigón y al
cordón cuneta o de entubado. Así, un suelo con saneamiento tiene dadas las condiciones para su próxima
consolidación urbana. El drenaje superficial, particularmente en su versión entubado, también condiciona la
provisión de saneamiento o la consolidación del pavimento y suele estar asociado a él.
El caso del pavimento implica una mayor variedad de
posibilidades de consolidación y estas pueden existir
sin que ello implique la presencia de saneamiento o
cordón. En este caso, el grado de consolidación puede
evolucionar hacia completar tres de las cuatro dimensiones sin pasar por el saneamiento. En este caso, es
frecuente dotar de pavimento de bitumen, aunque no
exista saneamiento.
A partir de esta caracterización de las cuatro dimensiones, y sus variantes, asociadas a dígitos que plantean la
consolidación, de menor a mayor, se llega a la siguiente
codificación:
• Saneamiento: 1 = in situ / 2 = en red-ose
• Drenaje: 1 = cuneta a cielo abierto / 2 = cordón
cuneta / 3 = drenaje entubado
• Pavimento: 1 = balasto / 2 = bitumen / 3 =
hormigón
•
Alumbrado: 1 = sin iluminación pública / 2 = con
iluminación pública
• cuarto dígito: alumbrado.
El orden refiere a la importancia relativa en términos de
sustento ambiental y confort habitacional, y la complejidad de las obras correspondientes a la inserción
de la infraestructura, costos y dificultades técnicas y
de gestión para proveer cada uno. Se ha considerado el saneamiento como de primera importancia en
la salubridad, además de la mayor complejidad en su
implantación. Es, junto al pavimento, la infraestructura más costosa y condiciona a las demás, en tanto debe
anexos
Finalmente, el alumbrado público es el de provisión
más extendida de las cuatro dimensiones, considerando las facilidades del tendido y puesta en funcionamiento, así como sus impactos en términos de seguridad pública y accesibilidad. La provisión de alumbrado
suele ser la primera de las etapas de inserción retroactiva de infraestructura y configura una situación mínima de acondicionamiento.
152 > 153
Mapa 1. Variantes de combinación de infraestructura
urbana para el caso de San José
Fuente: elaboración propia
ciudades intermedias del uruguay
Si bien para cada una de las once ciudades analizadas
en profundidad fueron mapeadas todas las variantes,
se plantea una lectura desde una versión simplificada,
a partir de las definiciones de suelo urbano consolidado y no consolidado establecidos en la lotds. De esta
manera se recodificaron los códigos de cuatro dígitos mencionados que daban cuenta de los niveles de
acondicionamiento.
• Suelo urbano consolidado: correspondiente a las
variantes 2332, 2322, 2222, 2232 (cuenta con saneamiento, pavimento de hormigón o bitumen,
escurrimiento de aguas superficiales por cordón
cuneta o entubado y alumbrado público).
para cada una de las once ciudades, los siguientes
indicadores:
•
Superficie y porcentaje de área urbana con suelo
consolidado, con deficiencia de infraestructura y
con infraestructura incompleta.
• Combinaciones de infraestructura predominantes dentro del urbano no consolidado.
• Densidad de población y vivienda según el nivel
de consolidación.
• El suelo urbano no consolidado se discrimina en
dos categorías: una, considerada con deficiencia de infraestructura y correspondiente a la variante 1111 (no cuenta con ninguno de los cuatro
servicios), y otra, denominada suelo urbano de
infraestructura incompleta, que refiere a las demás variantes de infraestructura incompleta o
en proceso de consolidación.
A partir del área con ocupación con densidad mayor a
4 viviendas por hectárea para 2004, se consideran los
diferentes polígonos de infraestructura y se obtienen,
anexos
154 > 155
Mapas temáticos, cuadros e indicadores para cada localidad
Salto
Gráfico 1. Composición de la expansión del suelo urbano con densidades mayores a 4 viviendas
por hectárea, por período intercensal
100%
Tabla 1. Evolución de la superficie, personas y viviendas por modo de gestión habitacional
(loteo convencional, conjuntos habitacionales, asentamientos irregulares)
Tipo de
gestión
90%
80%
70%
66,17
43,36
46,02
Área con
densidad de
vivienda mayor
a 4 viviendas
por hectárea
60%
50%
Conjuntos
habitacionales
40%
30%
7,56
7,01
20%
10%
0%
Loteo convencional
Asentamientos
CH
30,69
14,41
16,41
5,05
1985 -1996
66,17
7,56
1996 -2004
43,36
7,01
2004-2011
46,02
14,41
30,69
16,41
5,05
Asentamientos
irregulares
Loteo
convencional
El gráfico muestra la expansión medida en hectáreas y valora los pesos relativos de los modos de gestión urbanohabitacional, para el total del incremento de la superficie urbanizada en cada período intercensal
Fuente: elaboración propia
ciudades intermedias del uruguay
Dato
1985
1996
2004
2011
Expansión
1985-2011
%
Expansión
Superficie (ha)
952,37
1.056,79
1.123,56
1.189,05
236,68
24,85
Personas
77.856
90.803
99.053
103.131
25.275
32,46
Viviendas
21.284
25.379
28.800
32.723
11.439
53,74
Densidad pobl. (ha)
81,75
85,92
88,16
86,73
Densidad viv. (ha)
22,35
24,02
25,63
27,52
Superficie CH (ha)
49,09
79,77
96,18
101,23
52,14
106,22
Personas
7.480
11.278
16.670
17.048
9.568
127,91
2.955
141,46
Viviendas
2.089
3.258
4.556
5.044
Densidad pobl. (ha)
152,39
141,38
173,32
168,41
Densidad viv. (ha)
42,56
40,84
47,37
49,83
Superficie AI (ha)
14,94
22,50
29,50
43,92
28,98
193,98
746
1.524
2.570
3.101
2.355
315,68
651
376,30
Personas
Viviendas
Densidad pobl. (ha)
173
352
569
824
49,94
67,74
87,10
70,61
Densidad viv. (ha)
11,58
15,65
19,28
18,76
Superficie LC (ha)
888,35
954,52
997,88
1.043,90
155,55
17,51
Personas
69.646
78.128
79.829
83.120
13.474
19,35
7.831
41,16
Viviendas
19.026
21.795
23.679
26.857
Densidad pobl. (ha)
78,40
81,85
80,00
79,62
Densidad viv. (ha)
21,42
22,83
23,73
25,73
Fuente: elaboración propia
Situación infraestructural previa a la sanción de la LOTDS (2008)
Tabla 5. Densidad de vivienda según gradiente de consolidación
Tabla 2. Superficie de suelo urbano según niveles de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Superficie (ha)
1.123,56
Total ous-hab* Salto
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
completa
572,9
51,0
incompleta
347,4
30,9
deficiente
203,3
18,1
(*) ous-hab: ocupación urbana del suelo-usos habitacionales
Suelo urbano
Infraestructura
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Densidad viv.
25,75
Total ous-hab Salto
completa
27,73
incompleta
26,74
deficiente
18,46
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
Tabla 3. Cantidad de viviendas en suelo urbano con ocupación con densidades de vivienda
mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Viviendas
28.926
Total ous-hab Salto
completa
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Tabla 6. Variantes en las combinaciones de infraestructura para el suelo urbano no
consolidado incompleto
Porcentaje
Infraestructura incompleta
Superficie (ha)
100
Saneamiento y alumbrado
201,36
57,96
Porcentaje
15.884
54,9
Saneamiento, bitumen y alumbrado
59,71
17,19
incompleta
9.289
32,1
Alumbrado y bitumen
36,68
10,56
deficiente
3.753
13,0
Solo alumbrado
36,51
10,51
Solo saneamiento
13,17
3,79
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
Tabla 4. Cantidad de población residente en suelo urbano con ocupación con densidades de
vivienda mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Población
99.464
Total OUS-HAB Salto
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
completa
48.466
incompleta
35.557
48,7
35,7
deficiente
15.441
15,5
Fuente: elaboración propia
anexos
156 > 157
Densidades de vivienda 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE VIVIENDA
1985-1996-2004-2011
SALTO
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE VIVIENDA (viv/ha)
Menos de 4
4a8
8 a 16
16 a 32
32 a 64
Más de 64
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia a partir de datosdel
INE (censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
2004
2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
ciudades intermedias del uruguay
Densidades de población 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE POBLACIÓN
1985-1996-2004-2011
SALTO
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE POBLACIÓN (pob/ha)
Menos de 12
12 a 20
20 a 50
50 a 80
80 a 120
Más de 120
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
2004
2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
anexos
158 > 159
San José
Gráfico 1. Composición de la expansión del suelo urbano con densidades mayores a 4 viviendas
por hectárea, por período intercensal
100%
Tipo
90%
Área con
densidad de
vivienda mayor
a 4 viviendas
por hectárea
80%
25,61
70%
60%
Tabla 1. Evolución de la superficie, personas y viviendas por modo de gestión habitacional
(loteo convencional, conjuntos habitacionales, asentamientos irregulares)
23,48
27,44
50%
Conjuntos
habitacionales
40%
30%
17,61
20%
10%
0%
Loteo convencional
Asentamientos
CH
9,49
3,51
1985 -1996
23,48
0,00
1996 -2004
25,61
0,00
2004-2011
27,44
0,00
9,49
17,61
3,51
Asentamientos
irregulares
Loteo
convencional
El gráfico muestra la expansión medida en hectáreas y valora los pesos relativos de los modos de gestión urbanohabitacional, para el total del incremento de la superficie urbanizada en cada período intercensal
Fuente: elaboración propia
ciudades intermedias del uruguay
Dato
1985
1996
2004
2011
Expansión
1985-2011
%
Expansión
Superficie (ha)
391,58
424,54
467,19
497,74
106,16
27,11
Personas
31.044
34.422
36.815
37.248
6.204
19,98
5.164
54,09
Viviendas
9.547
11.278
13.327
14.711
Densidad pobl. (ha)
79,28
81,08
78,80
74,83
Densidad viv. (ha)
24,38
26,56
28,53
29,56
Superficie CH (ha)
12,72
22,21
39,82
43,33
30,61
240,56
Personas
1.828
3.011
5.082
4.905
3.077
168,33
1.257
193,38
650
1.105
1.787
1.907
Densidad pobl. (ha)
Viviendas
143,67
135,58
127,62
113,20
Densidad viv. (ha)
51,09
49,76
44,88
44,01
Superficie AI (ha)
0,00
0,00
0,00
0,00
Personas
0
0
0
0
0
Viviendas
0
0
0
0
0
Densidad pobl. (ha)
0,00
0,00
0,00
0,00
Densidad viv. (ha)
0,00
0,00
0,00
0,00
Superficie LC (ha)
378,85
402,34
427,95
455,39
76,53
20,20
Personas
29.216
31.411
31.733
32.343
3.127
10,70
3.908
43,92
Viviendas
8.897
10.173
11.540
12.805
Densidad pobl. (ha)
77,12
78,07
74,15
71,02
Densidad viv. (ha)
23,48
25,28
26,97
28,12
Fuente: elaboración propia
0,00
Situación infraestructural previa a la sanción de la LOTDS (2008)
Tabla 5. Densidad de vivienda según gradiente de consolidación
Tabla 2. Superficie de suelo urbano según niveles de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Superficie (ha)
467,19
Total ous-hab* San José
completa
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
Suelo urbano
Infraestructura
361,26
77,3
incompleta
81,07
17,4
deficiente
24,87
5,3
(*) ous-hab: ocupación urbana del suelo-usos habitacionales
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Densidad viv.
28,65
Total ous-hab San José
completa
32,38
incompleta
17,23
deficiente
11,66
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
Tabla 3. Cantidad de viviendas en suelo urbano con ocupación con densidades de vivienda
mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
completa
Suelo consolidado
incompleta
Suelo no consolidado
Viviendas
13.386
Total ous-hab San José
deficiente
Porcentaje
100
Tabla 6. Variantes en las combinaciones de infraestructura para el suelo urbano no
consolidado incompleto
Superficie (ha)
Porcentaje
Solo alumbrado
12,71
15,16
16,73
19,95
Infraestructura incompleta
11.699
87,4
Bitumen y alumbrado
1.397
10,4
Calle hormigón y alumbrado
0,59
0,70
290
2,2
Cordón cuneta y alumbrado
1,04
1,24
13,00
15,51
Cordón cuneta, bitumen y
alumbrado
Fuente: elaboración propia
Tabla 4. Cantidad de población residente en suelo urbano con ocupación con densidades de
vivienda mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Entubado y alumbrado
0,86
1,02
Entubado, bitumen y alumbrado
3,82
4,55
Solo saneamiento
2,25
2,69
Saneamiento y alumbrado
6,09
7,26
Saneamiento y bitumen
Saneamiento, bitumen y alumbrado
Suelo urbano
Infraestructura
completa
Suelo consolidado
incompleta
Suelo no consolidado
Población
36.973
Total ous-hab San José
deficiente
Porcentaje
100
32.122
86,9
4.006
10,8
845
2,3
Saneamiento, entubado y
alumbrado
1,43
1,71
18,25
21,77
7,06
8,42
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
anexos
160 > 161
Densidades de vivienda 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE VIVIENDA
1985-1996-2004-2011
SAN JOSÈ DE MAYO
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE VIVIENDA (viv/ha)
Menos de 4
4a8
8 a 16
16 a 32
32 a 64
Más de 64
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
2004
2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
ciudades intermedias del uruguay
Densidades de población 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE POBLACIÓN
1985-1996-2004-2011
SAN JOSÈ DE MAYO
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE POBLACIÓN (pob/ha)
Menos de 12
12 a 20
20 a 50
50 a 80
80 a 120
Más de 120
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
2004
2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
anexos
162 > 163
Durazno
Gráfico 1. Composición de la expansión del suelo urbano con densidades mayores a 4 viviendas
por hectárea, por período intercensal
100%
Tipo
80%
60%
Tabla 1. Evolución de la superficie, personas y viviendas por modo de gestión habitacional
(loteo convencional, conjuntos habitacionales, asentamientos irregulares)
52,25
69,80
34,12
Área con
densidad de
vivienda mayor
a 4 viviendas
por hectárea
40%
Conjuntos
habitacionales
20%
0%
-20%
Loteo convencional
Asentamientos
CH
5,55
1,50
6,50
13,58
9,02
-5,14
1985 -1996
69,80
1,50
1996 -2004
52,25
5,55
2004-2011
34,12
-5,14
6,50
9,02
13,58
Asentamientos
irregulares
Loteo
convencional
El gráfico muestra la expansión medida en hectáreas y valora los pesos relativos de los modos de gestión urbanohabitacional, para el total del incremento de la superficie urbanizada en cada período intercensal
Fuente: elaboración propia
ciudades intermedias del uruguay
Dato
1985
1996
2004
2011
Expansión
1985-2011
%
Expansión
Superficie (ha)
326,16
403,78
468,26
509,21
183,05
56,12
Personas
26.634
30.235
33.456
35.181
8.547
32,09
5.040
64,76
Viviendas
7.782
9.412
10.943
12.822
Densidad pobl. (ha)
81,66
74,88
71,45
69,09
Densidad viv. (ha)
23,86
23,31
23,37
25,18
Superficie CH (ha)
16,17
22,66
31,68
45,26
29,10
179,98
Personas
2.191
3.638
4.826
6.176
3.985
181,88
1.284
191,36
127,74
671
1.053
1.419
1.955
Densidad pobl. (ha)
Viviendas
135,53
160,54
152,32
136,45
Densidad viv. (ha)
41,51
46,47
44,79
43,19
Superficie AI (ha)
1,50
2,99
8,54
3,41
1,91
Personas
218
423
831
344
126
57,80
Viviendas
54
88
177
85
31
57,41
100,97
Densidad pobl. (ha)
145,72
141,38
97,28
Densidad viv. (ha)
36,10
29,41
20,72
24,95
Superficie LC (ha)
309,29
379,09
431,35
465,46
156,17
50,49
Personas
24.228
26.179
27.863
28.661
4.433
18,30
3.727
52,81
Viviendas
7.058
8.272
9.349
10.785
Densidad pobl. (ha)
78,33
69,06
64,60
61,58
Densidad viv. (ha)
22,82
21,82
21,67
23,17
Fuente: elaboración propia
Situación infraestructural previa a la sanción de la LOTDS (2008)
Tabla 5. Densidad de vivienda según gradiente de consolidación
Tabla 2. Superficie de suelo urbano según niveles de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Superficie (ha)
468,26
Total ous-hab* Durazno
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
Suelo urbano
Infraestructura
completa
229,42
49,0
incompleta
207,32
44,3
deficiente
31,51
6,7
(*) ous-hab: ocupación urbana del suelo-usos habitacionales
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Densidad viv.
23,37
Total ous-hab Durazno
completa
30,15
incompleta
17,30
deficiente
13,93
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
Tabla 3. Cantidad de viviendas en suelo urbano con ocupación con densidades de vivienda
mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Viviendas
10.943
Total ous-hab Durazno
Porcentaje
100
Tabla 6. Variantes en las combinaciones de infraestructura para el suelo urbano no
consolidado incompleto
Infraestructura incompleta
Solo alumbrado
2,54
63,2
Solo cordón cuneta
incompleta
3.586
32,8
Cordón cuneta y bitumen
10,565
5,10
439
4,0
Cordón cuneta, bitumen y
alumbrado
8,598
4,15
6,975
3,36
Solo saneamiento
Saneamiento e iluminación
Saneamiento y cordón cuneta
Tabla 4. Cantidad de población residente en suelo urbano con ocupación con densidades de
vivienda mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Infraestructura
Población
33.456
Total ous-hab Durazno
Suelo no consolidado
56,56
5,257
6.918
Fuente: elaboración propia
Suelo consolidado
Porcentaje
117,255
completa
deficiente
Suelo urbano
Superficie (ha)
Porcentaje
100
completa
20.093
60,1
incompleta
11.649
34,8
deficiente
1.714
5,1
14,792
7,13
4,016
1,94
Saneamiento, cordón cuneta y
alumbrado
10,57
5,10
Saneamiento, cordón cuneta y
bitumen
29,294
14,13
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
anexos
164 > 165
Densidades de vivienda 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE VIVIENDA
1985-1996-2004-2011
DURAZNO
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE VIVIENDA (viv/ha)
Menos de 4
4a8
8 a 16
16 a 32
32 a 64
Más de 64
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
2004
2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
ciudades intermedias del uruguay
Densidades de población 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE POBLACIÓN
1985-1996-2004-2011
DURAZNO
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE POBLACIÓN (pob/ha)
Menos de 12
12 a 20
20 a 50
50 a 80
80 a 120
Más de 120
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
2004
2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
anexos
166 > 167
Florida
Gráfico 1. Composición de la expansión del suelo urbano con densidades mayores a 4 viviendas
por hectárea, por período intercensal
100%
Tipo
90%
Área con
densidad de
vivienda mayor
a 4 viviendas
por hectárea
80%
10,73
70%
60%
Tabla 1. Evolución de la superficie, personas y viviendas por modo de gestión habitacional
(loteo convencional, conjuntos habitacionales, asentamientos irregulares)
43,62
24,05
50%
Conjuntos
habitacionales
3,20
40%
30%
20%
10%
0%
Loteo convencional
Asentamientos
CH
0,14
7,95
13,73
1,15
1,69
1985 -1996
43,62
0,14
1996 -2004
10,73
3,20
2004-2011
24,05
1,15
13,73
7,95
1,69
Asentamientos
irregulares
Loteo
convencional
El gráfico muestra la expansión medida en hectáreas y valora los pesos relativos de los modos de gestión urbanohabitacional, para el total del incremento de la superficie urbanizada en cada período intercensal
Fuente: elaboración propia
ciudades intermedias del uruguay
Dato
1985
1996
2004
2011
Expansión
1985-2011
%
Expansión
Superficie (ha)
365,59
422,32
444,59
471,61
106,02
29,00
Personas
27.409
30.644
31.521
33.010
5.601
20,43
4.448
55,40
Viviendas
8.029
9.612
11.217
12.477
Densidad pobl. (ha)
74,97
72,56
70,90
69,99
Densidad viv. (ha)
21,96
22,76
25,23
26,46
Superficie CH (ha)
4,67
18,40
26,35
28,04
23,38
500,75
Personas
905
2.736
3.760
4.371
3.466
382,98
1.215
465,52
261
840
1.408
1.476
Densidad pobl. (ha)
Viviendas
193,87
148,70
142,69
155,87
Densidad viv. (ha)
55,91
45,65
53,43
52,63
Superficie AI (ha)
0,25
0,39
3,59
4,74
4,49
1.829,53
16
114
170
236
220
1.375,00
77
1.100,00
21,74
Personas
Viviendas
Densidad pobl. (ha)
7
32
44
84
65,13
292,04
47,32
49,79
Densidad viv. (ha)
28,50
81,98
12,25
17,72
Superficie LC (ha)
360,67
404,30
415,02
439,08
78,40
Personas
26.488
27.794
27.591
28.403
1.915
7,23
Viviendas
7.761
8.740
9.765
10.917
3.156
40,66
Densidad pobl. (ha)
73,44
68,75
66,48
64,69
Densidad viv. (ha)
21,52
21,62
23,53
24,86
Fuente: elaboración propia
Situación infraestructural previa a la sanción de la LOTDS (2008)
Tabla 5. Densidad de vivienda según gradiente de consolidación
Tabla 2. Superficie de suelo urbano según niveles de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Superficie (ha)
444,48
Total ous-hab* Florida
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
Suelo urbano
Infraestructura
completa
240,75
54,2
incompleta
189,80
42,7
deficiente
13,94
3,1
(*) ous-hab: ocupación urbana del suelo-usos habitacionales
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Densidad viv.
25,24
Total ous-hab Florida
completa
31,88
incompleta
18,07
deficiente
8,04
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
Tabla 3. Cantidad de viviendas en suelo urbano con ocupación con densidades de vivienda
mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Viviendas
11.217
Total ous-hab Florida
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
Porcentaje
4,97
2,62
Cordón cuneta y alumbrado
3,24
1,71
68,4
incompleta
3.429
30,6
Cordón cuneta y bitumen
0,92
0,49
112
1,0
Cordón cuneta, bitumen y
alumbrado
3,74
1,98
Solo saneamiento
Saneamiento y alumbrado
Tabla 4. Cantidad de población residente en suelo urbano con ocupación con densidades de
vivienda mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Infraestructura
Población
31.521
Total ous-hab Florida
Suelo no consolidado
Superficie (ha)
Solo alumbrado
7.676
Fuente: elaboración propia
Suelo consolidado
Infraestructura incompleta
completa
deficiente
Suelo urbano
Tabla 6. Variantes en las combinaciones de infraestructura para el suelo urbano no
consolidado incompleto
Porcentaje
100
completa
20.983
66,6
incompleta
10.207
32,4
331
1,1
deficiente
5,90
37,1
3,11
19,59
Saneamiento y cordón cuneta
18,7
9,87
Saneamiento, cordón cuneta y
alumbrado
104,6
55,16
Saneamiento, cordón cuneta y
bitumen
10,40
5,48
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
anexos
168 > 169
Densidades de vivienda 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE VIVIENDA
1985-1996-2004-2011
FLORIDA
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE VIVIENDA (viv/ha)
Menos de 4
4a8
8 a 16
16 a 32
32 a 64
Más de 64
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
2004
2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
ciudades intermedias del uruguay
Densidades de población 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE POBLACIÓN
1985-1996-2004-2011
FLORIDA
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE POBLACIÓN (pob/ha)
Menos de 12
12 a 20
20 a 50
50 a 80
80 a 120
Más de 120
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
2004
2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
anexos
170 > 171
Treinta y tres
Gráfico 1. Composición de la expansión del suelo urbano con densidades mayores a 4 viviendas
por hectárea, por período intercensal
100%
Tipo
Área con
densidad de
vivienda mayor
a 4 viviendas
por hectárea
80%
60%
Tabla 1. Evolución de la superficie, personas y viviendas por modo de gestión habitacional
(loteo convencional, conjuntos habitacionales, asentamientos irregulares)
55,49
57,79
71,22
40%
Conjuntos
habitacionales
0,00
20%
21,65
8,47
0%
-20%
Loteo convencional
Asentamientos
CH
-0,10
0,00
0,37
Asentamientos
irregulares
1985 -1996
55,49
0,00
1996 -2004
57,79
8,47
2004-2011
71,22
0,00
21,65
-0,10
0,37
Loteo
convencional
El gráfico muestra la expansión medida en hectáreas y valora los pesos relativos de los modos de gestión urbanohabitacional, para el total del incremento de la superficie urbanizada en cada período intercensal
Fuente: elaboración propia
ciudades intermedias del uruguay
Dato
1985
1996
2004
2011
Expansión
1985-2011
%
Expansión
Superficie (ha)
431,54
507,97
573,73
645,40
213,87
49,56
Personas
26.838
31.243
31.287
32.280
5.442
20,28
4.871
55,28
Viviendas
8.811
11.094
12.115
13.682
Densidad pobl. (ha)
62,19
61,51
54,53
50,02
Densidad viv. (ha)
20,42
21,84
21,12
21,20
Superficie CH (ha)
8,25
29,91
29,81
30,18
21,92
265,61
Personas
916
3.590
3.584
3.418
2.502
273,14
1.124
361,41
311
1.369
1.381
1.435
Densidad pobl. (ha)
Viviendas
110,97
120,03
120,22
113,26
Densidad viv. (ha)
37,68
45,77
46,32
47,55
Superficie AI (ha)
0,00
0,00
8,47
8,47
8,47
Personas
0
0
612
573
573
Viviendas
0
0
197
224
224
0,00
0,00
72,26
67,65
Densidad pobl. (ha)
Densidad viv. (ha)
0,00
0,00
23,26
26,45
Superficie LC (ha)
423,28
478,77
536,56
607,78
184,50
Personas
25.922
27.653
27.091
28.289
2.367
9,13
Viviendas
8.500
9.725
10.537
12.023
3.523
41,45
Densidad pobl. (ha)
61,24
57,76
50,49
46,54
Densidad viv. (ha)
20,08
20,31
19,64
19,78
Fuente: elaboración propia
43,59
Situación infraestructural previa a la sanción de la LOTDS (2008)
Tabla 5. Densidad de vivienda según gradiente de consolidación
Tabla 2. Superficie de suelo urbano según niveles de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Superficie (ha)
573,73
Total ous-hab* Treinta y Tres
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
Suelo urbano
Infraestructura
completa
107,62
18,8
incompleta
350,57
61,1
deficiente
115,53
20,1
(*) ous-hab: ocupación urbana del suelo-usos habitacionales
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Densidad viv.
21,12
Total ous-hab Treinta y Tres
completa
30,19
incompleta
22,31
deficiente
9,04
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
Tabla 3. Cantidad de viviendas en suelo urbano con ocupación con densidades de vivienda
mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Viviendas
12.115
Total ous-hab Treinta y Tres
Porcentaje
100
Tabla 6. Variantes en las combinaciones de infraestructura para el suelo urbano no
consolidado incompleto
Infraestructura incompleta
Solo alumbrado
completa
3.249
26,8
Solo saneamiento
incompleta
7.822
64,6
Saneamiento y alumbrado
deficiente
1.044
8,6
Fuente: elaboración propia
Superficie (ha)
200,7
Porcentaje
57,24
1,1
0,31
111,2
31,71
24,5
6,98
Saneamiento, hormigón y
alumbrado
9,0
2,55
Saneamiento, cordón cuneta y
alumbrado
4,2
1,20
Saneamiento, bitumen y alumbrado
Fuente: elaboración propia
Tabla 4. Cantidad de población residente en suelo urbano con ocupación con densidades de
vivienda mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
completa
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Población
31.287
Total ous-hab Treinta y Tres
Porcentaje
100
7.597
24,3
incompleta
21.037
67,2
deficiente
2.653
8,5
Fuente: elaboración propia
anexos
172 > 173
Densidades de vivienda 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE VIVIENDA
1985-1996-2004-2011
TREINTA Y TRES
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE VIVIENDA (viv/ha)
Menos de 4
4a8
8 a 16
16 a 32
32 a 64
Más de 64
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
2004
2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
ciudades intermedias del uruguay
Densidades de población 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE POBLACIÓN
1985-1996-2004-2011
TREINTA Y TRES
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE POBLACIÓN (pob/ha)
Menos de 12
12 a 20
20 a 50
50 a 80
80 a 120
Más de 120
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
2004
2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
anexos
174 > 175
Dolores
Gráfico 1. Composición de la expansión del suelo urbano con densidades mayores a 4 viviendas
por hectárea, por período intercensal
100%
Tabla 1. Evolución de la superficie, personas y viviendas por modo de gestión habitacional
(loteo convencional, conjuntos habitacionales, asentamientos irregulares)
Tipo
90%
Área con
densidad de
vivienda mayor
a 4 viviendas
por hectárea
80%
70%
60%
17,20
50%
17,34
27,38
Conjuntos
habitacionales
40%
30%
20%
10%
0%
Loteo convencional
Asentamientos
CH
2,18
1985 -1996
17,20
0,00
0,75
1996 -2004
17,34
0,00
0,00
2004-2011
27,38
0,00
2,18
0,75
0,00
Asentamientos
irregulares
Loteo
convencional
El gráfico muestra la expansión medida en hectáreas y valora los pesos relativos de los modos de gestión urbanohabitacional, para el total del incremento de la superficie urbanizada en cada período intercensal
Fuente: elaboración propia
ciudades intermedias del uruguay
Dato
1985
1996
2004
2011
Expansión
1985-2011
%
Expansión
Superficie (ha)
223,76
243,14
261,23
288,61
64,85
28,98
Personas
13.344
15.869
17.576
17.914
4.570
34,25
2.351
57,62
Viviendas
4.080
4.909
5.624
6.431
Densidad pobl. (ha)
59,64
65,27
67,28
62,07
Densidad viv. (ha)
18,23
20,19
21,53
22,28
Superficie CH (ha)
1,78
3,96
4,72
4,72
2,93
164,71
Personas
262
681
881
783
521
198,85
228
259,09
88
253
310
316
Densidad pobl. (ha)
Viviendas
147,05
171,87
186,80
166,02
Densidad viv. (ha)
49,39
63,85
65,73
67,00
Superficie AI (ha)
0,56
0,56
0,56
0,56
0,00
0,00
23
56
55
4
-19
-82,61
1
12,50
Personas
Viviendas
Densidad pobl. (ha)
8
16
12
9
40,82
99,39
97,62
7,10
Densidad viv. (ha)
14,20
28,40
21,30
15,97
Superficie LC (ha)
221,42
238,62
255,95
283,33
61,92
27,97
Personas
13.059
15.132
16.640
17.127
4.068
31,15
2.122
53,26
Viviendas
3.984
4.640
5.302
6.106
Densidad pobl. (ha)
58,98
63,42
65,01
60,45
Densidad viv. (ha)
17,99
19,45
20,71
21,55
Fuente: elaboración propia
Situación infraestructural previa a la sanción de la LOTDS (2008)
Tabla 5. Densidad de vivienda según gradiente de consolidación
Tabla 2. Superficie de suelo urbano según niveles de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Superficie (ha)
261,21
Total ous-hab* Dolores
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
Suelo urbano
Infraestructura
completa
122,77
47,0
incompleta
106,33
40,7
deficiente
32,11
12,3
(*) ous-hab: ocupación urbana del suelo-usos habitacionales
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Densidad viv.
21,53
Total ous-hab Dolores
completa
24,57
incompleta
21,25
deficiente
10,87
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
Tabla 3. Cantidad de viviendas en suelo urbano con ocupación con densidades de vivienda
mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Viviendas
5.624
Total ous-hab Dolores
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
Tabla 6. Variantes en las combinaciones de infraestructura para el suelo urbano no
consolidado incompleto
Infraestructura incompleta
Solo alumbrado
Superficie (ha)
Porcentaje
51,58
48,51
completa
3.016
53,6
Solo bitumen
0,88
0,82
incompleta
2.259
40,2
Bitumen y alumbrado
9,76
9,18
349
6,2
44,11
41,48
deficiente
Fuente: elaboración propia
Cordón cuneta, bitumen y
alumbrado
Fuente: elaboración propia
Tabla 4. Cantidad de población residente en suelo urbano con ocupación con densidades de
vivienda mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Población
17.576
Total ous-hab Dolores
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
completa
9.007
51,2
incompleta
7.305
41,6
deficiente
1.264
7,2
Fuente: elaboración propia
anexos
176 > 177
Densidades de vivienda 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE VIVIENDA
1985-1996-2004-2011
DOLORES
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE VIVIENDA (viv/ha)
Menos de 4
4a8
8 a 16
16 a 32
32 a 64
Más de 64
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
2004
2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
ciudades intermedias del uruguay
Densidades de población 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE POBLACIÓN
1985-1996-2004-2011
DOLORES
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE POBLACIÓN (pob/ha)
Menos de 12
12 a 20
20 a 50
50 a 80
80 a 120
Más de 120
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
2004
2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
anexos
178 > 179
Carmelo
Gráfico 1. Composición de la expansión del suelo urbano con densidades mayores a 4 viviendas
por hectárea, por período intercensal
100%
Tipo
90%
Área con
densidad de
vivienda mayor
a 4 viviendas
por hectárea
80%
70%
60%
Tabla 1. Evolución de la superficie, personas y viviendas por modo de gestión habitacional
(loteo convencional, conjuntos habitacionales, asentamientos irregulares)
24,15
32,01
33,08
50%
Conjuntos
habitacionales
40%
30%
20%
10%
0%
Loteo convencional
Asentamientos
CH
0,75
2,22
2,38
2,24
1985 -1996
24,15
0,75
1996 -2004
32,01
2,22
0,00
0,85
2004-2011
33,08
0,00
2,38
2,24
0,85
Asentamientos
irregulares
Loteo
convencional
El gráfico muestra la expansión medida en hectáreas y valora los pesos relativos de los modos de gestión urbanohabitacional, para el total del incremento de la superficie urbanizada en cada período intercensal
Fuente: elaboración propia
ciudades intermedias del uruguay
Dato
1985
1996
2004
2011
Expansión
1985-2011
%
Expansión
37,96
Superficie (ha)
257,33
284,62
321,08
355,01
97,68
Personas
13.755
16.390
16.775
17.621
3.866
28,11
Viviendas
4.470
5.394
6.190
7.142
2.672
59,78
Densidad pobl. (ha)
53,45
57,59
52,25
49,63
Densidad viv. (ha)
17,37
18,95
19,28
20,12
Superficie CH (ha)
2,30
4,68
6,92
7,77
5,48
238,61
Personas
374
748
978
1.070
696
186,10
374
333,93
112
257
434
486
Densidad pobl. (ha)
Viviendas
162,96
159,90
141,39
137,69
Densidad viv. (ha)
48,80
54,94
62,74
62,54
Superficie AI (ha)
0,00
0,75
2,97
2,97
2,97
Personas
0
69
338
316
316
Viviendas
0
14
106
87
87
0,00
91,76
113,65
106,25
Densidad pobl. (ha)
Densidad viv. (ha)
0,00
18,62
35,64
29,25
Superficie LC (ha)
255,04
279,19
311,19
344,27
89,23
34,99
Personas
13.381
15.573
15.459
16.235
2.854
21,33
2.211
50,73
Viviendas
4.358
5.123
5.650
6.569
Densidad pobl. (ha)
52,47
55,78
49,68
47,16
Densidad viv. (ha)
17,09
18,35
18,16
19,08
Fuente: elaboración propia
Situación infraestructural previa a la sanción de la LOTDS (2008)
Tabla 5. Densidad de vivienda según gradiente de consolidación
Tabla 2. Superficie de suelo urbano según niveles de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Superficie (ha)
321,06
Total ous-hab* Carmelo
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
Suelo urbano
Infraestructura
completa
110,03
34,3
incompleta
175,61
54,7
deficiente
35,42
11,0
(*) ous-hab: ocupación urbana del suelo-usos habitacionales
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Densidad viv.
19,32
Total ous-hab Carmelo
completa
25,49
incompleta
17,27
deficiente
10,28
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
Tabla 3. Cantidad de viviendas en suelo urbano con ocupación con densidades de vivienda
mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Viviendas
6.202
Total ous-hab Carmelo
Porcentaje
100
completa
2.805
45,2
incompleta
3.033
48,9
364
5,9
deficiente
Fuente: elaboración propia
Tabla 6. Variantes en las combinaciones de infraestructura para el suelo urbano no
consolidado incompleto
Infraestructura incompleta
Superficie (ha)
Porcentaje
Solo alumbrado
50,696
28,87
Bitumen y alumbrado
73,433
41,82
Saneamiento, bitumen y alumbrado
38,608
21,99
Saneamiento, entubado y bitumen
12,873
7,33
Fuente: elaboración propia
Tabla 4. Cantidad de población residente en suelo urbano con ocupación con densidades de
vivienda mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Población
16.801
Total ous-hab Carmelo
Porcentaje
100
completa
6.543
38,9
incompleta
8.945
53,2
deficiente
1.313
7,8
Fuente: elaboración propia
anexos
180 > 181
Densidades de vivienda 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE VIVIENDA
1985-1996-2004-2011
CARMELO
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE VIVIENDA (viv/ha)
Menos de 4
4a8
8 a 16
16 a 32
32 a 64
Más de 64
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
2004
2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
ciudades intermedias del uruguay
Densidades de población 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE POBLACIÓN
1985-1996-2004-2011
CARMELO
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE POBLACIÓN (pob/ha)
Menos de 12
12 a 20
20 a 50
50 a 80
80 a 120
Más de 120
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
2004
2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
anexos
182 > 183
Young
Gráfico 1. Composición de la expansión del suelo urbano con densidades mayores a 4 viviendas
por hectárea, por período intercensal
100%
90%
Tipo
4,82
80%
2,92
70%
60%
Área con
densidad de
vivienda mayor
a 4 viviendas
por hectárea
12,72
50%
40%
Tabla 1. Evolución de la superficie, personas y viviendas por modo de gestión habitacional
(loteo convencional, conjuntos habitacionales, asentamientos irregulares)
Conjuntos
habitacionales
14,89
30%
3,10
20%
10%
0%
Loteo convencional
Asentamientos
CH
Asentamientos
irregulares
0,21
1985 -1996
4,82
0,00
1996 -2004
12,72
0,00
2004-2011
2,92
0,00
14,89
0,21
3,10
Loteo
convencional
El gráfico muestra la expansión medida en hectáreas y valora los pesos relativos de los modos de gestión urbanohabitacional, para el total del incremento de la superficie urbanizada en cada período intercensal
Fuente: elaboración propia
ciudades intermedias del uruguay
Dato
1985
1996
2004
2011
Expansión
1985-2011
%
Expansión
Superficie (ha)
247,92
267,20
280,14
286,05
38,13
15,38
Personas
11.467
14.098
15.402
16.442
4.975
43,39
2.149
65,60
Viviendas
3.276
4.179
4.737
5.425
Densidad pobl. (ha)
46,25
52,76
54,98
57,48
Densidad viv. (ha)
13,21
15,64
16,91
18,97
Superficie CH (ha)
3,47
18,36
18,57
21,67
18,20
524,33
Personas
276
2.123
2.275
2.653
2.377
861,23
580
327,68
177
561
594
757
Densidad pobl. (ha)
Viviendas
79,51
115,65
122,52
122,42
Densidad viv. (ha)
50,99
30,56
31,99
34,93
Superficie AI (ha)
0,00
0,00
0,00
0,00
Personas
0
0
0
0
0
Viviendas
0
0
0
0
0
Densidad pobl. (ha)
0,00
0,00
0,00
0,00
Densidad viv. (ha)
0,00
0,00
0,00
0,00
Superficie LC (ha)
244,91
249,74
262,46
265,38
20,46
8,35
Personas
11.191
11.975
13.127
13.789
2.598
23,22
1.569
50,63
Viviendas
3.099
3.618
4.143
4.668
Densidad pobl. (ha)
45,69
47,95
50,02
51,96
Densidad viv. (ha)
12,65
14,49
15,79
17,59
Fuente: elaboración propia
0,00
Situación infraestructural previa a la sanción de la LOTDS (2008)
Tabla 5. Densidad de vivienda según gradiente de consolidación
Tabla 2. Superficie de suelo urbano según niveles de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Superficie (ha)
280,11
Total ous-hab* Young
completa
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
Suelo urbano
Infraestructura
Densidad viv.
16,91
Total ous-hab Young
99,31
35,5
incompleta
157,16
56,1
deficiente
23,64
8,4
(*) ous-hab: ocupación urbana del suelo-usos habitacionales
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
completa
16,93
incompleta
17,42
deficiente
13,49
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
Tabla 3. Cantidad de viviendas en suelo urbano con ocupación con densidades de vivienda
mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Viviendas
4.737
Total ous-hab Young
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
Tabla 6. Variantes en las combinaciones de infraestructura para el suelo urbano no
consolidado incompleto
Infraestructura incompleta
9,91
6,31
81,20
51,67
Cordón cuneta y bitumen
2,84
1,81
Cordón cuneta, bitumen y
alumbrado
34,01
21,64
1.681
35,5
Solo bitumen
incompleta
2.737
57,8
Bitumen y alumbrado
319
6,7
Fuente: elaboración propia
Suelo urbano
Infraestructura
Población
15.402
Total ous-hab Young
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
2,33
Entubado, bitumen y alumbrado
3,92
2,49
Saneamiento y bitumen
8,04
12,37
Saneamiento, bitumen y alumbrado 13,57
Tabla 4. Cantidad de población residente en suelo urbano con ocupación con densidades de
vivienda mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Porcentaje
3,66
completa
deficiente
Superficie (ha)
Solo alumbrado
8,64
Fuente: elaboración propia
Porcentaje
100
completa
4.878
31,7
incompleta
9.446
61,3
deficiente
1.078
7,0
Fuente: elaboración propia
anexos
184 > 185
Densidades de vivienda 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE VIVIENDA
1985-1996-2004-2011
YOUNG
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE VIVIENDA (viv/ha)
Menos de 4
4a8
8 a 16
16 a 32
32 a 64
Más de 64
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
ciudades intermedias del uruguay
Densidades de población 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE POBLACIÓN
1985-1996-2004-2011
YOUNG
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE POBLACIÓN (pob/ha)
Menos de 12
12 a 20
20 a 50
50 a 80
80 a 120
Más de 120
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
anexos
186 > 187
Nueva Palmira
Gráfico 1. Composición de la expansión del suelo urbano con densidades mayores a 4 viviendas
por hectárea, por período intercensal
100%
Tipo
Área con
densidad de
vivienda mayor
a 4 viviendas
por hectárea
80%
60%
Tabla 1. Evolución de la superficie, personas y viviendas por modo de gestión habitacional
(loteo convencional, conjuntos habitacionales, asentamientos irregulares)
17,57
18,77
12,46
40%
Conjuntos
habitacionales
20%
2,60
0%
-20%
Loteo convencional
Asentamientos
CH
-0,30
0,67
-0,78
1,27
-2,02
1985 -1996
-0,30
17,57
1996 -2004
18,77
-0,78
2004-2011
12,46
-2,02
2,60
0,67
1,27
Asentamientos
irregulares
Loteo
convencional
El gráfico muestra la expansión medida en hectáreas y valora los pesos relativos de los modos de gestión urbanohabitacional, para el total del incremento de la superficie urbanizada en cada período intercensal
Fuente: elaboración propia
ciudades intermedias del uruguay
Dato
Expansión
1985-2011
%
Expansión
1985
1996
2004
2011
Superficie (ha)
152,96
170,35
191,49
203,19
50,24
32,85
Personas
6.464
7.682
8.825
9.389
2.925
45,25
1.797
80,44
Viviendas
2.234
2.987
3.366
4.031
Densidad pobl. (ha)
42,26
45,10
46,09
46,21
Densidad viv. (ha)
14,61
17,53
17,58
19,84
Superficie CH (ha)
2,60
5,20
5,87
7,13
4,54
174,56
Personas
419
401
898
959
540
128,88
258
215,00
120
294
308
378
Densidad pobl. (ha)
Viviendas
161,28
77,15
153,06
134,44
Densidad viv. (ha)
46,19
56,56
52,50
52,99
Superficie AI (ha)
0,00
17,57
16,80
14,78
14,78
Personas
0
742
843
884
884
Viviendas
0
232
259
330
330
0,00
42,22
50,19
59,82
Densidad pobl. (ha)
Densidad viv. (ha)
0,00
13,20
15,42
22,33
Superficie LC (ha)
150,36
150,06
168,83
181,28
30,93
20,57
Personas
6.045
6.559
7.084
7.546
1.501
24,83
1.209
57,19
Viviendas
2.114
2.467
2.799
3.323
Densidad pobl. (ha)
40,20
43,71
41,96
41,63
Densidad viv. (ha)
14,06
16,44
16,58
18,33
Fuente: elaboración propia
Situación infraestructural previa a la sanción de la LOTDS (2008)
Tabla 5. Densidad de vivienda según gradiente de consolidación
Tabla 2. Superficie de suelo urbano según niveles de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Superficie (ha)
191,50
Total ous-hab* Nueva Palmira
completa
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
Suelo urbano
Infraestructura
0,0
incompleta
174,08
90,9
deficiente
17,42
9,1
(*) ous-hab: ocupación urbana del suelo-usos habitacionales
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Densidad viv.
17,58
Total ous-hab Nueva Palmira
completa
incompleta
17,94
deficiente
13,95
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
Tabla 3. Cantidad de viviendas en suelo urbano con ocupación con densidades de vivienda
mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Viviendas
3.366
Total ous-hab Nueva Palmira
completa
Suelo consolidado
incompleta
Suelo no consolidado
deficiente
Porcentaje
100
0,0
3.123
92,8
243
7,2
Fuente: elaboración propia
Tabla 6. Variantes en las combinaciones de infraestructura para el suelo urbano no
consolidado incompleto
Infraestructura incompleta
Superficie (ha)
Porcentaje
Solo alumbrado
64,15
36,85
Bitumen y alumbrado
31,69
18,20
Cordón cuneta, bitumen y
alumbrado
54,00
31,02
Cordón cuneta, hormigón y
alumbrado
17,43
10,01
6,79
3,90
Entubado, bitumen y alumbrado
Fuente: elaboración propia
Tabla 4. Cantidad de población residente en suelo urbano con ocupación con densidades de
vivienda mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Población
8.825
Total ous-hab Nueva Palmira
completa
Suelo consolidado
incompleta
Suelo no consolidado
deficiente
Porcentaje
100
0,0
8.125
92,1
700
7,9
Fuente: elaboración propia
anexos
188 > 189
Densidades de vivienda 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE VIVIENDA
1985-1996-2004-2011
NUEVA PALMIRA
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE VIVIENDA (viv/ha)
Menos de 4
4a8
8 a 16
16 a 32
32 a 64
Más de 64
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
2004
2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
ciudades intermedias del uruguay
Densidades de población 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE POBLACIÓN
1985-1996-2004-2011
NUEVA PALMIRA
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE POBLACIÓN (pob/ha)
Menos de 12
12 a 20
20 a 50
50 a 80
80 a 120
Más de 120
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Br. Rodrigo Pedrosa
Con apoyo de
Lic. Soledad Camacho
Br. Ignacio Bianco
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2011
INSTITUTO DE TEORÍA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Junio de 2018
anexos
190 > 191
Sarandí del Yi
Gráfico 1. Composición de la expansión del suelo urbano con densidades mayores a 4 viviendas
por hectárea, por período intercensal
100%
Tabla 1. Evolución de la superficie, personas y viviendas por modo de gestión habitacional
(loteo convencional, conjuntos habitacionales, asentamientos irregulares)
Tipo
90%
Área con
densidad de
vivienda mayor
a 4 viviendas
por hectárea
80%
70%
7,22
60%
7,81
9,34
50%
Conjuntos
habitacionales
40%
30%
20%
10%
0%
Loteo convencional
Asentamientos
CH
2,98
2,56
0,75
1985 -1996
7,22
0,00
1996 -2004
7,81
0,07
2004-2011
9,34
0,00
2,98
2,56
0,75
Asentamientos
irregulares
Loteo
convencional
El gráfico muestra la expansión medida en hectáreas y valora los pesos relativos de los modos de gestión urbanohabitacional, para el total del incremento de la superficie urbanizada en cada período intercensal
Fuente: elaboración propia
ciudades intermedias del uruguay
Dato
Expansión
1985-2011
%
Expansión
1985
1996
2004
2011
Superficie (ha)
176,18
187,24
197,68
207,77
31,59
17,93
Personas
5.596
6.404
7.064
7.015
1.419
25,36
944
47,25
Viviendas
1.998
2.373
2.601
2.942
Densidad pobl. (ha)
31,76
34,20
35,73
33,76
Densidad viv. (ha)
11,34
12,67
13,16
14,16
Superficie CH (ha)
5,09
8,07
10,63
11,38
6,29
123,51
Personas
219
727
1.151
1.166
947
432,42
285
235,54
121
284
352
406
Densidad pobl. (ha)
Viviendas
43,01
90,07
108,25
102,45
Densidad viv. (ha)
23,76
35,18
33,10
35,67
Superficie AI (ha)
0,00
0,00
0,07
0,07
0,07
Personas
0
0
31
27
27
Viviendas
0
0
9
9
9
0,00
0,00
463,08
403,33
Densidad pobl. (ha)
Densidad viv. (ha)
0,00
0,00
134,44
134,44
Superficie LC (ha)
172,09
179,31
187,12
196,46
24,37
Personas
5.377
5.677
5.882
5.822
445
8,28
Viviendas
1.877
2.089
2.240
2.527
650
34,63
Densidad pobl. (ha)
31,24
31,66
31,43
29,63
Densidad viv. (ha)
10,91
11,65
11,97
12,86
Fuente: elaboración propia
14,16
Situación infraestructural previa a la sanción de la LOTDS (2008)
Tabla 5. Densidad de vivienda según gradiente de consolidación
Tabla 2. Superficie de suelo urbano según niveles de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Superficie (ha)
197,62
Total ous-hab* Sarandí del Yi
completa
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
Suelo urbano
Infraestructura
37,48
19,0
incompleta
141,53
71,6
deficiente
17,52
8,9
(*) ous-hab: ocupación urbana del suelo-usos habitacionales
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Densidad viv.
13,2
Total ous-hab Sarandí del Yi
completa
13,11
incompleta
13,08
deficiente
9,07
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
Tabla 3. Cantidad de viviendas en suelo urbano con ocupación con densidades de vivienda
mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
completa
Suelo consolidado
incompleta
Suelo no consolidado
Viviendas
2.591
Total ous-hab Sarandí del Yi
deficiente
Porcentaje
100
Tabla 6. Variantes en las combinaciones de infraestructura para el suelo urbano no
consolidado incompleto
Infraestructura incompleta
Solo alumbrado
583
22,5
Bitumen y alumbrado
1.851
71,4
159
6,1
Fuente: elaboración propia
Superficie (ha)
Porcentaje
82,25
58,12
5,48
3,87
Saneamiento y alumbrado
37,37
26,41
Saneamiento, cordón cuneta y
bitumen
17,52
12,38
Fuente: elaboración propia
Tabla 4. Cantidad de población residente en suelo urbano con ocupación con densidades de
vivienda mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Población
7.034
Total ous-hab Sarandí del Yi
Porcentaje
100
completa
1.336
19,0
incompleta
5.181
73,7
508
7,2
deficiente
Fuente: elaboración propia
anexos
192 > 193
Densidades de vivienda 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE VIVIENDA
1985-1996-2004-2011
SARANDI DEL YI
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE VIVIENDA (viv/ha)
Menos de 4
4a8
8 a 16
16 a 32
32 a 64
Más de 64
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
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Con apoyo de
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2011
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Junio de 2018
ciudades intermedias del uruguay
Densidades de población 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE POBLACIÓN
1985-1996-2004-2011
SARANDI DEL YI
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE POBLACIÓN (pob/ha)
Menos de 12
12 a 20
20 a 50
50 a 80
80 a 120
Más de 120
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
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2004
2011
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anexos
194 > 195
Sarandí Grande
Gráfico 1. Composición de la expansión del suelo urbano con densidades mayores a 4 viviendas
por hectárea, por período intercensal
100%
80%
Tabla 1. Evolución de la superficie, personas y viviendas por modo de gestión habitacional
(loteo convencional, conjuntos habitacionales, asentamientos irregulares)
Tipo
0,64
Área con
densidad de
vivienda mayor
a 4 viviendas
por hectárea
7,38
60%
13,15
40%
1,41
Conjuntos
habitacionales
8,23
20%
0,00
0%
-20%
Loteo convencional
Asentamientos
CH
Asentamientos
irregulares
1985 -1996
0,64
0,00
1996 -2004
7,38
0,00
2004-2011
13,15
0,00
1,41
8,23
0,00
Loteo
convencional
El gráfico muestra la expansión medida en hectáreas y valora los pesos relativos de los modos de gestión urbanohabitacional, para el total del incremento de la superficie urbanizada en cada período intercensal
Fuente: elaboración propia
ciudades intermedias del uruguay
1985
1996
2004
2011
Expansión
1985-2011
Superficie (ha)
112,27
114,32
129,93
143,07
30,80
27,43
Personas
5.301
5.490
6.218
6.036
735
13,87
873
47,50
Dato
%
Expansión
Viviendas
1.838
1.972
2.430
2.711
Densidad pobl. (ha)
47,22
48,02
47,86
42,19
Densidad viv. (ha)
16,37
17,25
18,70
18,95
Superficie CH (ha)
2,14
3,55
11,77
11,77
9,63
450,35
Personas
147
302
1.181
1.026
879
597,96
292
634,78
46
94
334
338
Densidad pobl. (ha)
Viviendas
68,72
85,12
100,31
87,16
Densidad viv. (ha)
21,51
26,49
28,37
28,71
Superficie AI (ha)
0,00
0,00
0,00
0,00
Personas
0
0
0
0
0
Viviendas
0
0
0
0
0
Densidad pobl. (ha)
0,00
0,00
0,00
0,00
Densidad viv. (ha)
0,00
0,00
0,00
0,00
Superficie LC (ha)
110,13
110,78
118,15
131,30
21,17
Personas
5.154
5.188
5.037
5.010
-144
-2,79
Viviendas
1.792
1.878
2.096
2.373
581
32,42
Densidad pobl. (ha)
46,80
46,83
42,63
38,16
Densidad viv. (ha)
16,27
16,95
17,74
18,07
Fuente: elaboración propia
0,00
19,22
Situación infraestructural previa a la sanción de la LOTDS (2008)
Tabla 5. Densidad de vivienda según gradiente de consolidación
Tabla 2. Superficie de suelo urbano según niveles de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Superficie (ha)
129,85
Total ous-hab* Sarandí Grande
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Porcentaje
100
Suelo urbano
Infraestructura
completa
45,42
35,0
incompleta
76,40
58,8
deficiente
8,03
6,2
(*) ous-hab: ocupación urbana del suelo-usos habitacionales
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Densidad viv.
18,71
Total ous-hab Sarandí Grande
completa
20,85
incompleta
18,55
deficiente
8,09
Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propia
Tabla 3. Cantidad de viviendas en suelo urbano con ocupación con densidades de vivienda
mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
completa
Suelo consolidado
incompleta
Suelo no consolidado
Viviendas
2.429
Total ous-hab Sarandí Grande
deficiente
Porcentaje
100
947
39,0
1.417
58,3
65
2,7
Tabla 6. Variantes en las combinaciones de infraestructura para el suelo urbano no
consolidado incompleto
Infraestructura incompleta
Porcentaje
1,46
1,91
Solo saneamiento
7,57
9,90
Saneamiento y alumbrado
37,22
48,72
Saneamiento, bitumen y alumbrado
29,20
38,22
0,95
1,24
Saneamiento, cordón cuneta y
bitumen
Fuente: elaboración propia
Superficie (ha)
Solo alumbrado
Fuente: elaboración propia
Tabla 4. Cantidad de población residente en suelo urbano con ocupación con densidades de
vivienda mayores a 4 viviendas por hectárea, discriminado por gradiente de consolidación
Suelo urbano
Infraestructura
Suelo consolidado
Suelo no consolidado
Población
6.215
Total ous-hab Sarandí Grande
Porcentaje
100
completa
2.223
35,8
incompleta
3.815
61,4
177
2,8
deficiente
Fuente: elaboración propia
anexos
196 > 197
Densidades de vivienda 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE VIVIENDA
1985-1996-2004-2011
SARANDI GRANDE
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE VIVIENDA (viv/ha)
Menos de 4
4a8
8 a 16
16 a 32
32 a 64
Más de 64
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
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2004
2011
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Junio de 2018
ciudades intermedias del uruguay
Densidades de población 1985, 1996, 2004 y 2011 por zona censal para ocupaciones con
densidades mayores a 4 viviendas por hectárea
CIUDADES INTERMEDIAS DEL URUGUAY
DENSIDAD DE POBLACIÓN
1985-1996-2004-2011
SARANDI GRANDE
°
Escala 1:45.000
Espacio público
Necrópolis
Hidrografía
Rutas nacionales
Vías férreas
Conjuntos habitacionales
1985
1996
Asentamientos irregulares
DENSIDAD DE POBLACIÓN (pob / há)
Menos de 12
12 a 20
20 a 50
50 a 80
80 a 120
Más de 120
0
1
2
Kilómetros
FUENTES
Elaboración propia basada en datos INE
(censos 1985, 1996, 2004, y 2011),
cartografías INE, IDE, PIAI-PMB, y DINOT
Prof. Mag. Arq. Edgardo J. Martínez
Prof. Arq. Leonardo Altmann
Prof. Arq. Andrés Quintans
Bach. Rodrigo Pedrosa
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Junio de 2018
anexos
198 > 199
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8
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