Autor; FERNANDO GARCIA ROMERO
ESTRUCTURA DE LA ODA BAQUILIDEA:
ESTUDIO COMPOSICIONAL y METRICO
Tomo II
Director: Dr. D.
Jos~
S. Lasso de la Vega,
Catedrático de Filolog1a Griega
de la Universidad Complutense de Madrid
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
Facultad de Filolog1a
Secci6n de Filolog1a Clásica
Año 1986
505
ODA
9
La estructura de la Oda 9, dedicada a Automedes de Fliun
te, vencedor en el pentatlo de los Juegos Nemeos, ha sido, en
general, bien estudiada por Maehler(l). Se trata de un epini
cio con el mito principal central, de estructura, por tanto,
tripartita. La primera y la tercera secci6n tienen una estruc
tura igualmente tripartita, y una extensi6n semejante
fU= 39
versos;A2= 39 versos; Mito= 26 versos). La primera está dedi
cada, fundamentalmente, al triunfo en Nemea y la tercera a la
celebraci6n del mismo en Fliunte, patria del vencedor; el mito
central
tambi~n
se refiere a Fliunte (es al mismo tiempo "Loa
de la Patria ll ) ,pues narra la gloriosa descendencia del río 10
cal, el Asopo.
La primera secci6n (vv.1-39)-se subdivide a su vez en tres
partes, en claro clímax ascendente: a) vv.1-9: invocaci6n a las
Gracias y presentaci6n de los dos temas principales del epini
cio, Fliunte y Nemea, con paso ya al primero de ellos, Nemea;
b) vv.l0-24: mito sobre la fundaci6n de los Juegos Nemeos; c)
vv.25-39: presentaci6n de la victoria de Automedes y pormeno
rizada descripci6n de la misma. Segán Maehler, estas tres par
tes están organizadas de modo que cada una de ellas sirva de
contraste a la anterior(2).
La oda se abre con una invocaci6n a las Gracias "de áurea
rueca¡¡(3), a las que se pide &6/;'" • En ella, en lugar de un im
perativo, se usa un optativo ( &OC~~(E)), lo que constituye
prácticamente un ejemplo únicO(4), y, de manera característica
en Baquílides(5), se aclara la petici6n mediante una frase ex
506
plicativa, introducida en este caso por
tToCC
en lugar del ~ás
usual l't!p •
La 'palabra de más dificil interpretaci6n en los
versos es la que inicia el epinicio,
piensa que el poeta está solicitando
ó6~a
pri~e=os
• Generalmente se
ó6~a
para si mismo: ftthe
'repute' that is gained by a poet who 'persuades' his
hea-~=s,
i.e., carries them with him, wins their favour", dice Jebb C'""'
~ .. ,
y con él coinciden Kenyon, Taccone, Greindl(7), Gentili(8), ~
marque(9), Duchemin(lO), Rosado Fernandes(ll) , etc. r·!aehle=, al
ó6~a
contrario, opina que la
es para el vencedor: sola la vic
toria de Automedes no se basta para conseguirla, sino que
~~
cisa del canto del poeta, motivo por lo demás tan corriente 7
esencial en el epinicio, del que puede valer como muestra le
siguiente afirmaci6n de Pindaro (1_7_16ss.)(12):
&A.A.cl 1taAa&.~ y«p
EaÓE&. X~p&.~, &~Vá~OVE~ ÓE ~po~o',
uIr
~&.
"
~~
XAu~at~
"
009 ,
a~"
aw~cv axpov
l1t€wv
El uso del término
~oatv&.v t~'K~~a~
Cuy€v·
óó~a en Baquílides y en Píndaro ~~~
ce apoyar la interpretaci6n de Maehler. En efecto, óó~«
es, e~
la mayoría de los casos, la "gloria" conseguida por el vencec:'o=
con su triunfo; otras veces tiene un
car~cter
más general,
p~=o
nunca es la "reputaci6n" que obtiene el poeta con su canto. Se
refiere claramente al vencedor y su triunfo en B.IO.15ss:
óoO'a
<)
N,)ta~ ~xa~&.
aV~EO'&.V ~av~av &vaó~O'~~EVO~ xE~aAav
••
xüóo~ e6pE'a&.~ 'A%áva~~
.añ)i,a~ OlVE'Óa:~, ~E ó6~a:v
507
y 13.58s6. (motivo muy semejante al de los versos que comenta
mos):
lK ~oü napJa ~w~ov &pLo~ápxou ñLÓ~
NCKa~J ~[EJe[EJ~uófo~ &v
cr~ECP-&EJ!crLV
óó~av nOAócpav~ov
xpucrfJav
WVL]
lf [V}eEa
lv al
~plC{iEL naópoL~ ~po~wv
•
ajlEC,
•
Parece tener un sentido más general en 10.37(13) y 13.179.
También el adjetivo E~ÓO~O~
califica al vencedor y su
victoria:
7.8ss.
-
vCKa~,
~ca
14.22
in' &v-&p[wn]<2l..crLv
noAul;D[A.W~J2~.
Ka!.
nuppCXou
d~óo~o~ KlH.AT)
~' EnÓO~OV
fnnLÓVLK[OV utóv,
y en la oda que estamos comentando (v.21) leemos H.ECVWV &n'
E~ÓÓ~WV &yIDvwv , "certámenes que proporcionan glorialt a quien en
ellos vence; cf. Pi. 0.14.23 H.ÓA.nOL~ nap' E60ó~01..~ nCcra~
,e
1.3.1 cruv E~OÓ~OL~ &€-&A.OL~ •
Precisamente los ecos verbales pueden confirmar la inter
pretaci6n de Maebler. En el epinicio 9 se babIa de tlilustres
juegos lt en dos ocasiones, v.8 nEPL[KA.EL]'tWV &€-&A.wV
KECVWV &n' E60ó~wv &ywvwv
,y también
gido por KA.ELVO[C en el v.22:
KA.E 1. vo [1. ~] po~wv
C\
01.
_
~pLE~EL
.I!
~EcpaVW"
~av-&av lp€~v~aL Kó~av.
A~~o~fróEI. vüv yE vl.Ká
crav~ C VI. v
oa C¡JWv
l [oJWKEV.
y v.21
oó~av puede ser reco
508
La aplicaci6n inmediata de la sentencia al caso concreto
oó~a del v.l es la que
de Automedes pudiera sugerir que la
conseguirá el vencedor al ser cantado su triunfo por el poeta.
Pero no s6lo en Baquilides; también en Pindaro
oó~a, en
la mayoria de las ocasiones, se refiere a la tlgloria lt consegui
da por el vencedor con su victoria, y a menudo hay alguna refe
rencia a la labor del poeta como propagador de la misma; véase,
por ejemplo, Q.8.64, 0.10.63(14), ~.8024ss. (Egina)
1:EAEa\l o'
5ó~av ~n'
~XE&.
&pxa,. noAAoto&.
~EV
yap
~ECOE1:a&.
v&.Ka~6po&., ~v ~l~AO&., ~p€4a&.aa Kat %oat,
ÓnEp1:~1:ot), ~pwo:,
J.l.~xa&.,·
&1a y6\11:'
P.9.75-76 6ó~av fJ.l.Ep1:aV
~pE1:a~
i;v
5' atEt
~no ~EA~WV.
J.l.Ey~Aa&. noA6J.l.u~0&.·
~.11.45,
1.1.68, 1.3.16, 1.6.12; lo mismo ocurre con el adjetivo
E660~0,
en Q.14.23, 1.3.1, ~.6.17, ~.12.5, li.7.8, 1.2.34, 1.8.1,
y con la palabra E66o~Ca
KÜOO,
en P.5.8;
2!.
también
~nC6o~ov •••
(!.9. 46)(15).
En varios casos,
6ó~a
parece tener en Pindaro un sentido
más general, sin descartar, por otro lado, que en algunos de
ellos pueda referirse especificamente a las victorias agonisti
cas (0.1.70,
~.1.92, ~.2.64,
P.9.l05, li.3. 4 0, li.9.34 , li.ll.9,
1.4.11); pero lo importante es que nunca significa la "repu
taci6n lt conseguida por el poeta con su canto.
Aduce Maehler otro argumento en apoyo de su hip6tesis: en
sus invocaciones Baquilides pide siempre algo para el vencedor,
no para si mismo(16); s6lo en la invocaci6n que abre el epini
cio 12 el poeta pide a Olio que conduzca por el buen camino su
509
canto ( e~~uve ••• ~plva~ ~~e~€pa~ ), pero precisamente para
celebrar al vencedor y su patria (v.?
...
'K.Oo~T)oaL
).
Pensamos, pues, con Maehler, que son más fuertes las razo
nes para sostener que el poeta pide ó~a
para el vencedor, no
para sí mismo, como a primera vista pudiera parecer y como de
hecho interpretan la mayoría de los comentaristas(l?).
La invoeaci6n es explicada mediante una oraci6n causal que
introduce la conjunci6n
l~eC. Por lo que acabamos de decir y
por otras muchas razones eXpuestas por los distintos comenta
ristas, no parece admisible la primera lectura que hizo Kenyon
del texto, sino que generalmente se suele aceptar la leve co
rrecci6n de Blass del v.3, donde cambia simplemente
piro por
~e
del pa
yE, con lo que el sentido de la frase resulta perfec
to. Kenyon mantenía
~&
, lo que le obligaba a modificar otras
cosas y a explicar la frase de manera bastante forzada ("the
expression is, however, strange tr , reconoce él mismo(18)). Leía,
en efecto, !~eL (19), en lugar de l~eC
mente el poeta estaría pidiendo
el
~eto~ ~Po~[~~Ja~
yf~a~
o6~a
,
con lo que necesaria
para sí mismo; además,
del v.3 debía ser entonces Apolo
Mouoa
y no el propio poeta, como en Pi. Pae.6.6 (véase tam
bién Horacio, ~.3.1.3)(20); finalmente, Kenyon cambiaba
e~~u'K.o~ (v.4) en
E6~u'K.oV (=
en~VK~OV, Fliunte), lo que haría
desaparecer el motivo IIbuena disposici6n ff del poeta para cantar
a su cliente(21). Así pues, es soluci6n mucho más sencilla leer
l~E' ••• ye
con Blass(22); la ánica dificultad pOdría ser el
final de periodo tras la conjunci6n l~eC
'6.nico(23).
,
pero no es ejemplO
,510
En la frase explicativa aparecen ya los dos temas que se
tratarán fundamentalmente a lo largo de la oda, Fliunte y Be
mea (vv.4-5). Es, pues, la primera parte de la
lt~lenci6n
e .....
pleja U , donde el noeta nos indica la patria del vencedor (v.4).
el lugar de la victoria (v.4) y el dios de los juegos (v.5); el
nombre del vencedor y la prueba en que fue conseguida la victo
ria no se mencionan hasta el comienzo de la tercera parte de 18
primera secci6n (vv.25 y 27 respectivamente).
Inmediatamente se desarrolla el primer tema, Nemea (vv.6sa
y se hace alusi6n a las dos leyendas que corr1an sobre la fun
daci6n de los juegos, la victoria de Heracles sobre el le6n
(vv.6-9) y, más detalladamente, los juegos fúnebres en- honor
de Ofeltes-Arquémoro (vv.lO-20). Baqu1lides, en lugar de deci
dirse por una de las dos tradiciones, une ambas ("renovaci6n"
de la fundaci6n(24)). En el epinicio 13 se narra in extenso la
lucha de Heracles con el le6n de Nemea, que en el epinicio 9
es s6lo brevemente mencionada.
En los vv.l0-24 se describe, en efecto, la fundaci6n de
los juegos por los argivos, en honor de Arquémoro. Maehler(25)
observa que cada una de las tres partes en que se divide la pr:
mera secci6n sirve de contraste a la anterior. As1, la muerte
del le6n a manos de Heracles es la primera de las hazañas del
héroe (vv.8-9), a la que seguirán otras muchas; al contrario,
la muerte de Arquémoro es preludio de posteriores desgracias
(v.14), pero al mismo tiempo origen de unos e6ó6~wv &y~vwv
(v.2l; cf. también vv.11-12 np[w'¡;LCi''C']OV ••• tí'&;\:rloa:v ), en los
que ahora ha vencido Automedes (v.25).
La propia narraci6n m1tica muestra una divisi6n tripar
511
tita, que subraya ese contraste:
a) allí compitieron por primera vez los héroes mlticos
en honor de Arquémoro (vv.lo-14);
b) su muerte fue, por una parte, señal de muertes fu
turas, en el ataque de los argivos contra Tebas (vv.15-20);
obsérvense las siguientes repeticiones verbales entre a) y b):
12.
' APX€~6pwa.
lo-ll~pCo&eo L .... ~ A'PT€CWV
15.
1C.PL't"O' 17.
~otpa (26)
~c;; E15ávcpovc;;
&:y Lv l.ác;; (F).
c) pero también fue el inicio de gloriosos juegos (vv.
21-24) •
De esta manera, la primera narraci6n mltica de la oda pre
senta la habitual Ringkomuosition entre sus partes extremas:
10. Ke[t.&a. (p)
12.
~.e-":Ilcrav
12.
~av-&ocE PK~ c;; (F)
(p)
21.
'XE'VWV &n(ó) (p)
21.
&ywvwv (F)
24.
~av.e-áv •
Ie;ualmente, algunos ecos verbales pueden señalarse entre
b) y c):
16.
'O;'KAE'cac;;
22.
KAea.vo[J
17.
e: 6cfv ó po
21.
E15ó6twv
18.
&v-&~nwv
22.
13] po't"wv (F)
20.
~, e"-f3ac;;
22.
lv
En
v,
Ne~ۇl.
(p).
el v.lO es opini6n prácticamente unánime aceptar el su
plemento de Housman, vlilamowitz y Blass qlO Ir] v I.Kácrn I.óe, (ha
pax) , en lugar del simple
yap] VI.K~cmI.Ce:e;; de Kenyon o de otras
conjeturas que modifican el texto transmitido. La única dificul
tad para aceptar qlo I.J v IrKcfcm 1.0Ee;; radica en que los trágicos ll~
man siempre a los argivos
~EvKácrnI.ÓE,
CA.
~h.90;
s.
Ant.l06,
lyr.; E. ~.1099), qUizá por relaci6n etimo16gica con &py6,(27).
512
Housman(28) señala que en P1ndaro, en la guerra de los ep1go
nos, Alcme6n lleva una a:t.a.a: &:cm'c;; (!:.8.46). Pero el cambio de
color en el ep1teto puede explicarse simplemente por la prefe
rencia de Baqu11ides por el color rojo, que aparece en su obra
mucho más a menudo que el blanco(29); por otro lado, el adje
tivo TtOpcpupoó'va:\I, que califica al Asopo en el v.39, es pro
bablemente reminiscencia verbal del ep1teto aplicado a los ar
givos.
A prop6sito de esto, es muy llamativo el enorme número de
nombres de color que hay en la ~ 9(30), y especialmente en 105
XPUC1a:há'Ka:"I:'O 1. (v.l), tO~hecpápw\l
vv.1-12:
(v.?),
cpol.)\lt.)i.~cml.&ec;; (v.lO), 'APye'w\I
(v.3),
heU~he[\loJ {;
(v.ll, si admitimos
que Baquílides piensa en una relaci6n etimo16eica con &:Py6C;;),
~a:\I.e-o&ePK~C;; (v.12, hapax); posteriormente también ~a:\I-&4v
(v.24),
y
en los vv.2?ss. un gran número de palabras que indi
can brillo (u oseurided).: J1eha:¡J.cpdhhOU
(v.33),
&:¡J.ápuYIla: (v.
36) (31), 'ItO pcpupo& '\la::, (v. 39, hapax),
h t.Ttapol;tS\lw\I (vv .49-50;
s6lo aqu1 y en E. !2!.1?5, lyr.), )f,ua\lo'Ithoxá¡J.o'U (v.53; también
en 5.33 y 11.83, Q.S.5.345), XP)uC1la[v
x] pua&oOK&,;p [
(v.?2), lO1thÓXO\l (v.?2)
(v.lOO, hapax).
Pero es que, en general, los 10 6 12 primeros versos del
noveno epinicio contienen una cantidad enorme de adjetivos,
e~
pecialmente compuestos; tales adjetivos, por otro lado, suelen
coincidir con los miembros epitr1ticos más que con los dact!
licos: coinciden con dáctilos XPuC1aháxa"l:'ol.
(v.l),
tO~hecpáPlllv
(v.3), ¡J.T'\hoóatx,;a\l (v.6, hapax), en tanto que lo hacen con epl- '
tritos
hl{;
Ttet.C1C¡J.~pO"l:'o\l
(v.2),
(v.5), heuKtShE(\lO] C;
.&e!oc;; (v.3), E6't'UKOC;;
(v.4),
&61.
(v.?), Ttepf,,[xhelj"t'W\I (v.8), ~ap6-
513
cp-&oyyov
(v.9),
~ClV-&oÓePKD~ (v.12); CPoI.JvI.Káonl.c€~
(v.lO)
coincide a la vez con dáctilos y epitritos.
En los versos posteriores también abundan los adjetivos,
pero su concentraci6n no llega a ser tan grande como en el co
mienzo del poema· (en la primera estrofa hay 10; en la antistro
fa primera 6; también 6 en el primer epodo; 7 en la segunda es
trofa y en su correspondiente antistrofa; nuevamente 6 en el
segundo epodo. Predomina asimismo la coincidencia con epitri
tos, pero no de manera tan clara como en los doce primeros ver
sos).
el v.13 hay una corrupci6n en el texto transmitido por
el papiro, aoayepov~a , que A3 corrige en &oaye6ov~a. Esta ál
En
tima lecci6n ha sido defendida por
relacionando el verbo con oáyr}
11
Gomperz,~
Jurenka-y Taccone,
armadura It , de modo que signi
ficaria Uestar sin armadura, indefenso lf • Proveeria un buen con
(6páwwv) 6n€ponAO~
traste con
!vonAoL ~1tALa~€vOL~ ~~xov~al.
(2!.
Arist. ~.1116.b
), pero presenta dos graves di
ficultades: la cantidad breve de la silaba -o~de que &aaye~w
dos
~oaye6w
o
~anep
y el hecho
seria un hapax, y ni siquiera están atestigua
~aaylw
•
Kenyon propone, con un leve cambio, &aaAe~ov~a , segán
una glosa de Hesiquio, &aaAeLv· &cpPoV~I.~eLv· OáACl yap ~
cppov~'~
• La serpiente habria mordido a Ofeltes mientras éste
jugaba despreocupadamente en la hierba. Pero subsiste el pro
blema de la cantidad de -oa- ; bien es verdad que no podemos
conocer con absoluta certeza la cantidad de esa silaba en aáAa,
pero si fuera larga no se pOdria poner en relaci6n etimo16gica
con
aáAo~,
aaAe11w , como parece probable, pues el sentido es
514
adem~s
muy semejante ( cro:,,"&t1CI.V "agitar", &cro:,,"&t'v
preocupaciones, no agitado l1 ) ;
~pov~,,· o6~, ALox~,,"o,
paxo,
K~t ~ ~pov~"
v~ase
en el
l~xico
,y poco despu~s
oá,,"o,·
; y en Hesiquio crá,,"o,·
"estar sin
de Focio oá,,"o:·
cro:""&U~Ó,, ~á
~pov~'"
~apo:x~
,
lo que parece establecer una relaci6n entre ambas palabras.
Por 6ltimo, en el Etymologicum magnum leemos
-rl.', ~ ~T')5&vo, ~pov't'l:;oucra:· aáAT') l'ap
&~€p,,~vo,· ALoxú,,"o, (3 2 ).
&oo:,,"~,· ~ !~pov
~ ~pov~',
También sería fácilmente explicable el error desde el pun
to de vista paleográfico, si la lecci6n original hubiera sido
&Aa:~EÚOV~O: , como propone Cataudella(33); el verbo es ya hom~
rico, atestiguado en la Odisea. Cataudella compara con un pasa
je de Ovidio (Met.lO.8ss.) en el que se narra la muerte de Eur1
dice mordida por la serpiente y el poeta utiliza el
t~rmino
"vagaturl!; pero mucho más pr6ximo es, a nuestro entender, un
pasaje de Estacio
(~.4.793ss.),
donde se relata precisamente
la muerte de Ofeltes:
nemorisque malorum
inscius et vitae multum securus inerrat.
y
tambi~n
pUdiera servir de apoyo Servio (ad Verg. Ecl.6.68):
Aet volunt quidam hoc coronae genus ad indicium mortis alectum;
aut quod humilis herba inmaturum de Archemoro luctum ostendat;
aut quod supra hanc herbam reptans puer a serpente extinctus
sit". Se trata, creemos, de una propuesta muy digna de ser te
nida en cuenta(3 4 ).
Pero la conjetura que
m~s ~xito
ha tenido ha sido la pro
puesta, independientemente, por Neil y Sandys, &w~&úov~a: • Des
de el punto de vista paleográfico,
~
y r
se confunden fácil
515
mente y tampoco es imposible en la cursiva ptolomaica la confu
si6n de
Q
y
EA
(35). El verbo &>,;e11w puede entenderse de dos
formas bien diferentes. Conviene decir, en primer lugar, que
s6lo está atestiguado en una glosa de Hesiquio, &w,;eóe~v·
&1tav-&'CeO'-&a~
, y con ese sentido (tlrecoger flores") lo entienden
Neil y Sandys, y Jebb cita como caso paralelo el
Fr.75~
de Eu
r!pides, de Hios!pila(36):
l,;epov l~' t,;€~ alpó~evo~
•
,;~ V~1t LOV ~1tA1) o,;ov
Ixwv.
cf. también Estacio, Theb.4.780ss., sobre todo 792.
El mismo significado aparece igualmente en los escolios
a dos pasajes homéricos, en los que se usa no ya &w,;eóeLv si
no &w,;etv (37) a
Il.lO.159 "~fpeo, TUO€oC;
Od.lO.548 "M1)K€';"
&AA'
vüv
uf€- ,;C neXvvuxov 61tvOV &w,;etc;;
.
e660v,;e~
&w,;et,;e yAUKUV 6nvov,
to~ev·
K·159 &nav-& 'C'rJ ,;ov 61tvov, lK OE ';Oó,;ou Ka-&EóoE"~
,
Sch. K 159 b 2 Erbse &nav-&'Ce .. ~, 1tapa ';0 <•IW';OV, lS l~ .. v ~v-
§.2h. D
::J\
'&0', 1) Ko .. ~a• 1tapa ,,"o &€O'a~ ';0 Kot.~ao-&at..
#w
...."
Maehler opone a esta interpretaci6n que el término aw,;oC;
=
~v-&o,
no e s homérico, sino posterior al siglo Va. C.; por
otra parte, tampoco es indudable que &w,;€w sea un denominati
vo de &00';0'; as! al menos lo afirma \". Beck(3 8 ) y también
Chantraine(39) expresa sus dudas.
Cabe una segunda manera de entender el verbo &w,;eów, y
es con el significado de I1dormirfl. Baqu!lides, por razones mé
tricas, habr!a utilizado &w,;etSw en lugar de &w,;€w, para el
516
signLaé
absoluto de "dormir
tío Sim6nides emplea es~
~€KO, ••• ou é' &w~Ei,
complemento direct(
JU
último veroo en el ~.543.8 PMG, ~
• Esta pequeña variante, si se puede
llamar as!, del mito estaria apoyada por otro pasaje de Esta
cio,
~.5.503-504:
fessusque diu puerilibus actis
labitur in somnos, prensa manus haeret in hE ba.
Aceptan esta interpretaci6n Jebb, Edmonds, Snell-Maehler,
etc.(40).
También se podr'·' introducir en el texto un verbo con el
significado de "juga... , de acuerdo con Estacio, Silv.2.l.l8l
182:
Sic et in anguiferae ludentem gramine
~ern~
rescissum squamis avidus bibit ignis Oohelt
Ese verbo Dudiera se:
&~upE60v~a. 'A~ÚPW
se us
tido absoluto de rljugar ff , dicho de los niños, ya
:1.15.364
a:q,
también en E.
l.
con el sen
n Homero:
ali~L, Ol.fVÉXEUE 1tOOLV Kat xepotv &~6pwv.
~.52-53:
vio, ~€v oliv av &~~t ~w~Cou~ ~po~&~
~Aa,;' &~6pwv·
El verbo
&~upe6w
s6lo está atestiguado, y en voz media,
en una glosa de Hesiquio, &~upE6oe:a~aL· 1taCCe:Lv, J.l.L1·v~e ..v,
OKLp~av
• Otro problema es la cantidad de
-t)-
,
os que sea larga. La et:molog!é del verbo &~6pw
_. no podemos afirmar con plenas garantias si - t ) -
pues necesitaes insegura
es
or~g~na
riamente larga o breve. Según la hip6tesis de walde-pokOrny(41),
seria breve (42) , pero S. Laser(43) considera la etimolog1a des
conocida, y lo mismo Chantraine(lf.4.), quien s6lo dice que "le
517
verbe doit
~tre
un présent en
-ye- / -YO-, ce que suffit
~
rendre compte de l' upsilon long ll , pero ello no quiere decir
que en la ra{z sea necesariamente breve. Además, el hecho de
que en &:-&~pw sea larga pudiera bastar para explicar que en
&~UP€ÚW
lo fuera también. La demás palabras atestiguadas de la
misma raíz no ayudan a resolver el problema: ~~up~~, &-&up~!
~~oV, &-&upo~~, ~-&vp~a~~ó~~, ~-&6p~~ov
; &-&vpovó~o~
en Hesi
quio no nos puede informar sobre la cantidad. Baquílides usa
varias veces palabras de esta familia: ~-&vp~a
precisamente
en el v.87 de la oda que comentamos (lIjuego de las Musas ll ) ,
y también en 18.57 (lIjuegos de .Ares ll ) y Epigr.l.3 (lIjuegos de
las Nusas"); ~-&upol.~
(hapax) en 13.93, con el significado de
IIjuego" en general.
Pero de todas las conjeturas hechas hasta ahora para co
rregir el texto, la mejor, sin duda, nos parece la que ha pro
puesto el profesor Lasso de la Vega(4 5 ): partiendo de la lec
ci6n originaria de A, aoalepov~a, y no de la correcci6n de
A3 , se podría leer ~oal. l' IpPov'T:a (u ---u), "en el lodo mien
tras iba con dificultad (gateandO) 11.
v
a) La rarísima palabra !OT) , "lodo, fango, polvo húmedo", es
tá atestiguada en Luc.
~.l
(v.l.
~~v
), Oppo Ho3.433 (Her
mann, Orphica 711, Lehrs; c6dices !OI.V ), Poll.l.49 (variae
lectiones
!OOT)v,
~o~v
) y EM.153.24
vv~OV, ~OT), !Ol.~, ~~ ~~~~, ~~~I.~
~.3l,
daría
!OT).
~o~~. wEo~1.
• Cf. también ~~ó~~
que se explica mejor a partir de !OT) , pues
&Ol.~ó~~
ce
~apW
en A.
!Ol.~
• wAOT) , en efecto, coexiste con la forma
!Ol.~ (46), que encontramos en Il.2l.231, Nic. ~.176, Chari
to.2.2 (en 1!.2.461 algunos leen
&o'~
tv
~€I.~VI.
y traducen
I
I
518
"fangoso", derivado de
"
aO'Io~
aO'Io~· KÓV~~
Hesiquio,
;
v~anse,.;ualmente
dos glosas de
y aO'IoV· ~~v ~&~' &~páKWV
<Kat>
~C
&lv l~úv ).
b) El sentido or~g~nario de
~ppw es ¡¡caminar con dificultad",
en aller péniblement ff (Chantraine (47 )):
Jlgo slovlly lt (LSJ) ,
liS'
11.18.421 (el cojo
Hefesto),.~.4.367
(Id6tea), h.Merc.259 (el
niño Hermes). Se puede, pues, mantener
difficilior en lugar de
~~ov~a
fppov~a como lectio
, según el ya citado pasaje de
Servio (ad Verg.Ecl.6.68): supra hanc herbam reptans puer
A.
~.17,
(~.
dicho de un niño).
aO'a~
c) Es probable que
y'
!ppov~a
haya sustituído a
f€ppov~a , con digamma evitando el hiato, pues r
&O'aL
es la falsa
grafía de digamma más frecuente.
d) La menci6n del barro sería significativa, ya que, según la
leyenda, el niño Ofeltes-Arquémoro perecería mordido por una
serpiente, el animal ct6nico por antonomasia, si se le dejaba
sobre el suelo.
En el v.20 hay una breve laguna en el texto, que no afecta
al sentido general de la frase. Probablemente se hablaba de
Adrasto como protector o aliado de Polinices. Blass coloc6 en
este lugar el &.35 de Irenyon,. 'Jtpot&v[ , Y conjeturaba
~w~j npó~&vlOV
,lectura aceptada por
Festa,~ebb
'Jt~a['}'K
y Taccone.
Pero Edmonds(48) demostr6 que tal fragmento debía colocarse en
9.76; por otro lado, el .uplemento de Blass violaría la "ley de
Maas ¡¡. Edmonds, por su parte, propone
Pi. li.7.33). Sobre
'JtAayK~I~, v~ase
que Adrasto ayud6 al
~uráó~
'Jt~arx L~W ~ ~oa-&óov
••
(~ •
E. Supp.15, donde se dice
TIOAUV&CX&I. (también los vv.925ss.),
519
y Estacio, ~. 3 .340 (lfprofugi Polynicis 11); en .ll..14.120 'JtAa:yX
.&E.C,
se dice de Tideo, el otro yerno de Adrasto en Argos.
Mantienen la Iflex r-1aasiana" los suplementos de Kenyon,
'JtAa:[~C1t1tw" 'Jt€Aa:'J
('JtapaC Jebb), y de Herwerden, 'JtAa[~''Jt'Jtw"
~CAOVJ ; quiz~ sea preferible el primero, que continúa la ali
teraci6n con
Ipl, tan llamativa en este verso, como más adelan
te comentaremos. Con 'Jt€Aa,
l'H.&tvo,
(Polinices) •••
f
se puede comparar E. Ph.159-160:
AópáO't'<f 'JtAT'¡O'COV 'Jtapa:O"ta:-r&t.
En el v.20 acaba, abruptamente, la breve narraci6n de la
expedici6n de los siete contra Tebas(49) , y la segunda parte de
la secci6n inicial se cierra entonces con cuatro versos en los
que se vuelve a aludir a los juegos de Nemea y a la gloria que
procuran a quienes en ellos vencen, en claro contraste con el
O'a~a: ~€AAOV-rO, ~óvou
de la expedici6n de los argivos. Al mis
mo tiempo, esos versos sirven de transici6n a la tercera parte
de la primera secci6n, que comienza (vv.25ss.) con la aplica
ci6n de la frase de
car~cter
general al caso particular de
Automedes (exactamente la misma funci6n tiene otro pasaje de
contenido muy semejante, B.13.58-66).
Las dos primeras partes de la secci6n inicial, que hemos
estudiado hasta aqui, están relacionadas por numerosos ecos
verbales, como es habitual en nuestro poeta:
l.
óó~a:v (p)
21. e~óó~wv
l.
~
15. ~ tJ.otpa:
xpuaa:AcfKc.r;-ro ..
X~p .. \5J&' (F)
'JtOAt1H.pa:"C€~ (p)
(contraste)
2. 'Jt& .. aC~f3po"Cov
16. 'Jt&L.&(&) (p)
2. 'Jt&l.a'tJ.f3po"Cov
22. f3 J po "Cwv (F)
(contraste)
520
3.
12.
to 13 h.eq>á pt&)"
~a:v-&ooepK'r), (F)
(mismo v.)
3. -&eto,
4.
d5't' 1))(. o , (p)
,
5.
e (,-&ah.l,
4. N&J.1Ea:COU (F)
10.
~J.1 C-&eo ..
17.
e~áv6 pou,
E~-&cxh.l,
23.
6.
8-&&.
10. KE[t-&1o (p)
12-13. ,;óv • •• 1t&q>v' •••
opáK.wv
14.
1te p 1. [Kh.E lo] 't'wv &:l-&h.wV (F)
9.
q>~vou
E~o6~wv &:'Y~vw" (F)
21.
22. Kh.E I.VO Le
L'H] P(a]Kh.Et
(16.
'Oí:Kh.E Coa;, )
(F)
12. !-&h.T}O'a;v (p)
9. 1tpW"C'ov (p)
11. 1t Pl w't' 1. O''t'] ov
,.,
23. 't'p&.e"C'EI. •
8.
&:€-&h.wV
e(,06~wv
0"1: Eq>ávw lo
h.lov't'a: (F)
8.
, 21.
22. !v NEJ.1lá&. (p)
5.
6-9. J.1T}h.O oa:·tK,;a;v •••
(contraste)
En el v.25 comienza la tercera
y
última parte de la secci6n
inicial, fundamentalmente una nLoa del Vencedor", que por pri
mera vez es mencionado (v.25), as! como la prueba en que gan6
(v.27), completándose de este modo los datos que nos faltaban,
después de la primera parte de la "Menci6n Compleja" tras la
I1Invocaci6n Poética" (vv.4-5). En efecto, en los vv.25-26 se
aplica al caso concreto de Automedes lo que se acaba de decir
de modo general, mediante el t!pico vüv(5 0 ), y a continuaci6n
(vv.27ss.) se hace, hasta llegar hl mito', una detalla4á.' des
cripci6n de la forma en que Automedes consigui6 la victoria.
El relato comienza con una comparaci6n(51): Automedes bri
521
116 entre los participantes en el nentatlo como la luz de la lu
na brilla sobre las estrellas. La palabra más problemática de
estos versos es O~aKP'VE~
(v.28), en correspondencia tautomé
trica con la misma forma en el v.89. De dos maneras se ha enten
dido el verbo: 1) "la luna distingue los esplendores de las es
trellas", en el sentido de I'los' di.tltingue y los coloca en un or
den inferior fl • Es la interpretaci6n que dio ya Kenyon (tldistin
guishes the lights of the stars", es decir, "distinguishes from
herself and sets in a lower place"), pero presenta la dificul
tad de que serfa (como puede verse en
~)
un ejemplo único del
uso del verbo con un sentido pr6ximo a "eclipsar ll • A pesar de
ello, es la opini6n que aceptan la gran mayorfa de los edito
res y traductores, aunque algunos expresen sus dudas: Jebb (que
lo considera forzado pero con todo adDisible, y traduce lIas the
brillant moon of the mid-month night makes the rays of the
stars seem pole beside her own "), Taccone, Edmonds, r'laehler
(liSO
wie die Lichter der Sterne Uberstrahlt die leuchtende Mond
sichel in der Vollmondnacht"), Lens ("pues brillaba entre sus
competidores del pentatlo como sobrepasa a las estrellas en bri
llo el fulgor de la luna en una noche de medio mes n ) , etc.
2) Aún más forzada, y con menos sentido en el contexto, parece
la interpretaci6n de Thomas(5 2 ), que tienen en cuenta Jebb y
Festa, según la cual
o~axp'vw
significarfa "separar 11 , en el
sentido de "moverse en medio den ( lI moves among them").
Podrfa apoyar la primera opini6n la comparaci6n con el
~.96 de Sato, como ya seña16 Page(53) , tanto si se trata de una
imitaci6n directa como si es un lugar común(54):
vv. 6-11
522
'KEO'CHV C:.r;.
ÓÚV'tO r;.
&:EACW
O't"
t & ~ poóoócÍK-eVA.O ~
IJ.~VO:
+
náv't'o: nEpp€XOL~' ~a't"po:. ~áo~ ó'
lnC
OlE .. ~áA.o:aao:v ln' &A.\J.ÚPO:V
tOWr;. XO:L nOA.vO:V~€\J.OLr;. &pOÚPO:Lr;.·
Maehler(55) considera B.9.27-29 una imitaci6n de saro:
l¡.mp€nE't'O:L
se corres'Dondería
con lvÉnpEnEv., &EA.CW OÚv'tor;. con
-
vux't'or;. OLXOJ.1EVCÓOr;.
óoóá'K't'VA.or;.
(ambos genitivo.' con valor temporal); f3po
con E15~E'YYI1'r;., Y nEppéxoI.O'(O:)
con ÓLO:XpCVEI. •
Esta posible imitaci6n y sobre todo la correspondencia
tautométrica con el v.Be
la lecci6n del l.piro,
8
hacen preferible el mantenimiento de
pesar de sus dificultades, ante
su modificaci6n, por leve que sea (~., ÓI.O:M.pLVE't <páEL
Blass;
~áE 1.
ÓI.C;.)Xpo:CVEL
de Jebb;
ÓLO:Xpo:CVEI.
de Tyrrell; ÓLCXl~
que
de
'CEL
de Edmonds; ó Lo:Kpún-e&.. de Richards, etc.).
Tras la comparaci6n que abre la alabanza del venced
~',
Ba
e '~lides describe con detenimiento, como bace a menudo (5E), tres
de las cinco pruebas del pentatlo,
prec~samente
aquellas en las
que venci6 Automedes(57). La estructura general de la descrip
ci6n de las tres pruebas depende de un problema de puntuaci6n
que afecta a los versos 35 y 36 fundamentalmente. El papiro no
punt'6a ni tras A.o:wv
(v.35) ni tras náA.o:r;.
(v.36), por lo que
no propr 'Aciona n:,_.guna ay' la para resolver el problema. Una
primera posibilidad sería puntuar con coma tras A.o:wv
y con
puntuaci6n fuerte "-:,as 'itáA.o:r;. ; incluso en este caso se pOdría
mantener la lecci6n del papiro, 't'E LA.E]U'to: Co:r;. , y entonces ha
bría un zeugma, pues &lJ.ápuI'J.1O:
sería también complemento direc
to de 'itp~'it€IJ.'itWV , como lo es XA.c!óov
(v.33) (Jebb, Taccone);
523
o bien, con Hense(58 ) , cambiar ligeramente esta lecci6n por el
~E[AE]u~~aa~, correcci6n Que han aceptado la mayo
participio
r!a de los editores posteriores (Blass 3 , Festa, Edmonds, Snell
Maehler, Werner, etc.).
No parecen mejores otras propuestas de puntuaci6n que se
han hecho, como
man(59);
~K XELPÓ~, ~oáv l~J'~~PUVE Aawv
o~ Jebb)
~EAEu~aCa~ ~~ápuy~a náAa~·
tuaci6n completa tras
do
~ ••• náAa~
I ol
(Hous
de Jebb; o pun
Aawv y punto alto tras náAa~ , entendien
como una exclamaci6n (Blass).
Muy recientemente ha sugerido Maehler(60) una conjetura
muy atractiva: punto alto tras
despuás de
AaWV, pero no tras
náAa~
, sino
nop~upooCvay (v.39). En el v.36 habria que leer
~E[AEJ u~~aa~(6l), de modo que este participio
ir!an unidos , bien mediante conjunci6n (
que recoger!a
~oto~
y
~
nEAáooa~
~o~w[~ ~'
en el v.37,
del v.30), bien asindáticamente (leyendo
~o~w L~o').
De este manera, la descripci6n de las tres pruebas estar!a
estructurada en progresi6n creciente, mientras que, tal como se
ven!a puntuando hasta ahora el texto, a cada una de las dos pri
meras pruebas se dedicar1an tres versos, en tanto que uno solo
a la tercera, la decisiva que procur6 el triunfo final a Auto
medes. Tambián la periodologia que proponemos al estudiar la
estructura mátrica del epinicio, pensamos que confirma la pro
puesta de IvIaehler (váase all!).
Con esta puntuaci6n, en efecto, tras la comparaci6n del
brillo del vencedor con el de la luna por encima de las estre
llas, que introduce la descripci6n, el poeta alude a las dos
primeras pruebas en tres versos cada una, el disco (vv.3D-32 ,
524
aunque en realidad los dos primeros versos ti 1en carácter más
general) y la jabalina (vv.33-35). La construcci6n sintáctica
es claramente quiástica (en cambio, en los vv.36-38 no hay
quiasmo, sino "inversi6n ll , como veremos más adelante):
verbo personal ( <pctCve, v.31)
.
participio (
~CX1:WV,
participio ( XP01tɡl1tWV, V.34)'><verbo personal
v.32)
(~1:puve,
v.35) ..
Construcciones semejantes encontramos en otros pasajes de
los epinicios de Baquilides:
5.136ss. 1:ctÜ1:' O~lC, ~1n.Ae~ct¡l€va:
8eo1:Cou
t
lC,O~Pct
Óctt<ppwv
¡lcf1:T) p lC,ctlC,6xo1:¡lo ¡;;
~¡lo),
~o~Aeuoev SAe~pov &1:~P~ctK1:0¡;; yuv~,
lC,ctté 1:e ÓctLÓctA€ct¡;;
~lC,
AápvctlC,o, ~lC,~¡lOpov
<p L1:pOV
11.53ss.
~~ctúoa:oa:·
1:a:tOLv óe xOAwoa:¡llva;
a1:~~eOOL
na:ACV1:pOnov
<pevyov ó' 8po,
O¡.1epÓctA€a;v
Es notable
~,
!¡.1~cxAev
v6T)¡.1cx·
,;a;vC<puAAOV
<pwvav tetoa:L,
tambi~n,
dentro ya de cada frase en particular,
el diferente orden de palabras; en los vv.30-32, los dedicados
al lanzamiento del disco, substantivos y adjetivos van juntos
( &~ [eC]pova: lC,~lC,AOV, -&a:U¡.1a:a1:~V ó€~a:"
óCcmov 1:poxo e .. ó€cx ),
formando los vv .31-32 un "enmarcamiento":
<pa:tve -&a:Uj.La:a1:0V óilla:, óCcmov ,;poxoe .. óia:
[
I
~CX1:WV
525
Al contrario, en los vv.33-35 determinante y determinado
aparecen separados (
~lp(a), ~oáv
••• Aawv
~eAa~~óAAoU ••• &K~la~, atn&Lváv •••
at
), dando lugar a la siguiente figura:
526
.~o
m.
I
..
Q.
'W
d¡)
.....,
~
:>
~
::1.
'W
~
o
Q.
~
:>
:>
,tS
...w
.....,\:t
tS
\JI
oow
\JI
~
'W
P
..a
:>
o
<O
't:5
,<.
X
-
527
Por fin, en cuatro versos (36-39) se narraría la victoria
definitiva, la conseguida en la lucha,
tambi~n
mediante una
ci6n participial (esta vez dos participios, unidos
or~
asind~tica
mente o por medio de la partícula 'tE:. , según la hip6tesis de
Maehler(62)) y un verbo principal, tKE:.'t(O) • Expresiones seme
jantes (uhabiendo hecho tal cosa se march6 (o lleg6) a tal si
tiol!) encontramos, por ejemplo, en B.l.12lss.:
1tO~"'KpT)~VOV
'to] ¡O'I.V
x.&6va
VE:. C~ae; &1t01t~€wv ~CI.XE:.J't t le;
•
1fvwaov f~Ep'tav [:tóJ~I.V
~J aO'L ~etJe;
E-6 pw1t Lc!tóa c;] •
5.182ss __ (pasaje bastante semejante):
Ka.. nCO'av, ~v.&t 6 K~eevvoc;
1toJOOl. VI.K<Íoac;
óp6~1.
~~.&]E:.v ~E:.p€VI.KOe; <!e;) E:.-61tVpyouC; EupctKóa
oac;
6 l3.67ss., donde
tambi~n
a dos participios en relaci6n
asind~
tica sigue (prObablemente, ya que el texto es lacunoso) el ver
bo principal:
'twv Kq:lL
oJu
A<Í~1twvoC;
'tuxwv NE:.~lá .. ,
uf€ ,
1tav.&a~€wv ~E:.~ávo .. o.. v
&v.&] ~[WV] xaC'tav [lp]E:.cp-&E:.Ce;
~E:.CXE:.I.c;J 1tÓ~LV ~~Láyul.av
•
otros casos de dos participios en uni6n
5.46ss. (también una descripci6n):
~ ~1.1t«" yap taoe; ~op€a
8v
KU~E:.pv~'tav ~u~áo~v
asind~tica
son
528
tE't'Ctl, VEÓKPO't'OV
VCKaV
tIlpwv~ ~LAO~ECVW~ 't'~'t'ÚOKWV.
5.153-154- 1tú~a't'ov ó~ 1tvlwv óá'H.p'Uoa, 't'A4[~wv,
&yAaav ~~av 1tPOAEC1tWV."
En 1.151ss., en cambio, los dos participios están unidos pre
cisamente por la part!cu1a 't'E:
EJ ~ ÓE: Aaxwv [xJapC't'wv
1tO AAO t
~
't' E
J JJ. a00& Et ,
0& [0:'0
13 po't'wv,
o: Cwv' !A'UOEV' L1tJlv't'E Tta!
óa, JJ.EyaLv1Í['t'o]'U~ ALTtWV.
Aceptando la puntuaci6n que propone r-1aeh1er, los dos par
ticipios 't'E [Ae:] 'U't'~oa, y 1tEAáooo: [~ describir!an la misma ac
ci6n(63); otros pleonasmos de este tipo, dos frases unidas por
't'E que repiten la misma idea, se pueden hallar en la obra de
3aqui1ides: en una frase se expresa el pensamiento vagamente,
en ~enera1, y en la otra se dan detalles concretos(64-); as!
ocurre en los siguientes casos:
11.9286.
't'p~cmaCóEl(.cx
JJ.ev 't'EAlo'U,
..
JJ.Dva, Ka't'a ÓáOK~OV ~A6K't'o:,OV 6ACXV
~EOyóv
't'e: Ka't"
'APXCXóCcxv
JJ.T)AO't' pó~ov
11.115ss.
(texto inseguro)
ouv óe 't'6xaL
va 'E L~ ME't'CX'JtÓV't' ~OV, ~
xp'Uolcx ÓlO'1tOLVCX AcxWV,
aAOÓ, 't'l 't'OL fJJ.EpÓe:V
Káoav 1tCXP' E~'UÓPOV
(Q!. también 11.10-14-, 11.64--68, 13.110-113; quizá 11.30).
As!, 't'OLW[L -&' 61te:p-&J~~" O'Lo&lve:J\
(v.37) recoger!a
529
't"otO¡;; ••• cpaLVE <?-&au¡.¡.acr'tov O€¡.¡.a:¡;;
(vv.3D-3l), al comienzo de la
•
descripci6n, formando una Itcomposici6n en anillo" que cerraría
la trLoa del Vencedor" y daría paso al mito mediante la menci6n
de la patria (del río local, mejor dicho) en el v.39, como en
11.39 la menci6n de Artemis es el pivote que sirve para pasar
de la "Loa del Vencedor" a la narraci6n mítica de la locura y
curaci6n de las hijas de Preto(65).
Dentro de la descripci6n de las tres pruebas se pueden se
ñalar otros ecos verbales, además de los ya citados:
30. 'EAAávwv
34-35. l¡;;
35.
at~E~váv
•• •
Aawv (F)
38 • l1tpo~J
ra Cal.
(contraste).
aC-&€p(a)
También el librillo" del vencedor y su comparaci6n con la
luna se recoge en la descrinci6n posterior:
Aa¡.¡.q)\1AAOU
34-35),
(v.33, contraste),
~~
cpatvE (v.3l), ¡'¡'E
at1teLVáV ••• at-&€p(a) (vv.
&¡.¡.ápur¡.¡.a (v.36)(66).
Son igualmente numerosas las responsiones entre la tercera
parte de la secci6n inicial y las dos primeras:
Entre los vv.1-9 y 25-39:
1-2.
A~!;.av,
••• xápl. ['t"J E~ •••
00 CTJ't" " I.1tE
25-27 • VI.V óaC¡.¡.wv ~LOJWXEV •••
e •••
ráp •••
(comienzo de la primera parte
(comienzo de la tercera parte y
y de la primera tríada)
final de la primera tríada)
2.
1teI.OC¡,¡,~po't"ov
30.
·EAAávwv ••• Xt1KAOV
35.
~oav ~'t"PUVE
39. rAaW1t~'v.
Aawv (F)
(tautométricos)
La patria del vencedor se menciona al principio y al final de
la secci6n; en el v.4 se anuncian los temas I1Fliunte" y ItNe
530
mean, desarrollándose inmediatamente el segundo; en el v.39
comienza el tema "Fliunte ". '
8.
&l-&AwV (F)
27.
1tEv~al-&AoLaLv
9.
1tpGh:ov (p)
36.
"tE[AEJt)~áaa~
La lucha es el primer trabajo de Heracles y el
(p)
~ltimo
de Auto
medes(67).
35.
Q""
'\ ...
W~pt)VE ~awv.
~oav
(tautom~tricos)(68).
Entre los vv.l0-24 y 25-39:
10.
<po L]V "",áan Ll)E~
39.
no pqmpoo !vav• (F)
11.
np~"tLa~Jov
36.
~E
11.
KPL~O' (F)
28.
Ol.aKpCVEI. (mismo v. )
12.
~.a.AT)aav
27.
nEv~al~AoLaLv
(p)
lAEJ t)"t~aa~ (p)
(p)
15-20. Anfiarao no pudo hacer
39. Automedes ha vuelto triun
regresar a los argivos a su
fante a su patria (contraste).
ciudad, sino que se encami
naron a su ruina.
34.
~~
atnELvdv
nponÉ~nwv
(F)
(aliteraci6n en ambos casos)
Citemos, por último, otros ecos verbales no se5alados has
ta ahora en la secci6n inicial:
3.
rE
25.
3.
n pocp l á"tJ a ~ {F)
34.
4.
EO~t)KO~ ~p)
5.
5.
&d-&aAl~
23.
lE
n ponÉI,1.1tWV (F)
El.-&aAl~
, 17.
21.
El.o6~wv
29.
E~CPEll'l1'~
a.,;EcpávwL
El.ávopot)~
531
33-34.
lleAO:IlCJ)'6AAOU KA.áóov
&K,;lo:~
7.
AeuK15A e[vo) ~ \.F)
33. ll eAa ll<:pÚA.A.OU
7.
Aeu,w'Ae: [v o] ~ (F)
38. 'Yul,a[A.Kla:] (p)
8.
uH po: 1&e P 1, [KAe a.J 'C'wv
9.
9.
1t pW'C'ov (p)
10. 1tp[~';I,<n]ov , 23. ,;pl,e,;et'
(mismo v.)
e
eH] Ca] KAe t'
27. nev,;a:€iAol,al,v
tp)
ónepiJ~1J.ú)1,
13.
~n€po1tA.o~ \.F)
37.
15.
noA.uKpct'C'l~
20. llOAUVe: CKe
15.
no A.UK pct'C' €
15.
r
.:
37.
al~lve] ~ (F)
v;,v (F)
26.
v I.V
17.
l~
20, 34. (tautométricos 17 -- 34)
19.
,;cS''C'te)
25.
19.
" Aópaa'C'ov
30. ~1J [eC]pova:
2?
~v
(p)
27.
lvlnpenev
28.
Ó l.a:KpCve: 1,
30.
ól,(á)
30.
KÓKAOV (F)
32.
,;poxoel,ólct (69)
31.
óllla~ {F)
38.
aWJ ~ct,;a:.
•
~
vüv
El mito principal(70) de la oda (vv.40-65) presenta los
tres rasgos más frecuentes desde el punto de vista formal:
1) posici6n central; 2) introducci6n por medio del pronombre
relativo (v.4-0); 3) flcomposici6n en anillo", pues la menci6n
del Asopo (v.39) sirve para pasar de la "Loa del Vencedor" al
mito, y la nueva menci6n del río en los vv.64-65 permite la
transici6n del mito a la actualidad.
Si el primer mito era una ampliaci6n del tema nNemea ff
(victoria de Automedes), este segundo es una alabanza de la
532
patri,.-(7 1
pero el poeta no elogia directamente al Asopo, y
con ~l a Fliunte, sino la gloria de sus descendientes(72). En
cuanto a su estructura, piensa Maehler(73) que se divide en
dos partes de la misma extensi6n: una primera en la que se ha
blaría de la ugloria" ( KA.€O', v.40) del Asopo y la "fama"
( ~~~~"
v.48) de sus descendientes (vv.4o-52), y una segunda
que sería fundamentalmente un catálogo de las hijas del río
(vv.53-65). En este punto, sin embargo, creemos que Maehler
se ha dejado llevar demasiado por la estricta simetría que
resultaría si"ambas partes tuvieran igual número de versos.
Es preferible, a nuestro entender, la estructura que señala
Pieper(74 ): en los vv.4o-46 Baquílides se refiere a la des
cendencia masculina del Asopo, y en los vv.47-65 a su des
cendencia femenina.
Ambas partes comienzan con la afirmaci6n de que la glo
ria del Asopo llega a todQS sitios(75): nJaoav x~6va
N
n~v~a~
(v.48),
KIX€o,
(v.40) -
~~~~,
(v.40)
(v.48); otros ecos
verbales entre ambas partes serán señalados más adelante.
Se designan primero dos lugares extremos de la tierra,
las fuentes del Nilo y el Termodonte, a los que se añade un
tercero en el que la intervenci6n de los descendientes del
Asopo fue especialmente gloriosa, Troya.
La menci6n de los
foxa~a
NeCA.ou puede valer como una
expresi6n general para "límite del mundo", como lo es en Pi.
1.2.41-42(76 ), pero tambi~n puede contener una alusi6n más
concreta a la muerte de Memn6n por Aquiles y de Busiris por
Heracles, como piensan Jurenka, Taccone, Schober(77) o Maeh
ler (Jebb y Festa, en cambio, opinan que se trata solamente
533
de una expresi6n general). Esta doble referencia parece con
firmarse con la menci6n del segundo punto señalado como limi
te del mundo, que completa la I1figura pOlar ll , el Termodonte
(otro r10, como el Nilo y el propio Asopo), donde es más cla
ra la alusi6n a héroes descendientes del Asopo que lucharon
contra las Amazonas, tanto Aquiles en la guerra de Troya con
tra Pentesilea, hija de Ares
-
(~oupa~
••• " APno~, v.44),como,
una generaci6n antes, Heracles y Telam6n (según el
~.172
de
P1ndaro, también Peleo acompañ6 a Heracles tanto en su lucha
contra las Amazonas por el cintur6n de Hip61ita como en las
llanuras de Troya). Por fin, la alusi6n a Troya nos hace pen
sar en Telam6n, Ayante y Aquiles, y
quiz~
también en Peleo y
Heracles, según el recién mencionado fragmento pindárico.
Por lo que
respec~a
al orden de palabras en la primera
parte del mito, los vv.40-46 se inician con dos casos muy se
mejantes de lIquiasmol! (también lo son por el sentido):
vv. 40-41
't'oü
~[,,"€o~
'Jt]aaexv x-&6vex
t
~,,"-&elv ~extJ
. 1 . . . . . . - 1_
'_
1:.1t'
~axex't'a:
_
NeC,,"ou·
---J.
vv.42-43
't'ex'
't"
l'Jt'
.
e~vexEt'
,
1t6pwl.
ot~eüal.
En ambos casos el orden de los elementos sintácticos es el si
guiente: sujeto + complemento de lugar
+ verbo + complemento de
lugar (nombre propio).
En cambio, en los vv.43-44 hallamos un caso de "enmarca
I
I
I
534
miento" :
~JyxlCa)v tO'''CoP€~
I
I
KOÜpa:1. ol.wl;'mtol.'
.. ,
.
Como hemos dicho anteriormente, también la segunda parte
del mito, dedicada a la descendencia femenina del dios-río, co
mienza con un motivo semejante al que iniciaba la primera
p~e:
la fama de las hijas del Asopo llega a todos los lugares(7 8 ).
Ya los primeros comentaristas vieron una estrecha relaci6n
entre estos versos y un pasaje pindárico (1.6.22ss.), donde apa
recen unidos los dos motivos que en Baquilides están separados
e inician cada una de las dos partes en que el mito se divide:
el motivo de los "limites del mundo ll y el de los tlmúltiples ca
minosll(79), que en el lugar pindárico tienen la funci6n de en
fatizar el elogio de Egina y los Eácidas. También son conunes
a ambos pasajes el tema IInadie desconoce" (B.9.53) y las re:-e
rencias al parentesco con los dioses:
~Up'a:L
o'
~pywv
Ka:AWV "C€
"C~a:v~' tKa:"Có~n€ool. ~v O'X€Pf
K€AeU~OI.
'K,a:L n€pa:v NeCAoLo nayav Ka:L eL' tYn€p~op€ou~·
o~e' ~O"CLV
o6"Cw ~~p~a:po~
o~"C€ na:ACY1AwO'O'O~ nÓA"~,
!"CI.~ o~ TI~A€O~ die .. KAlo~ ~pwo~, eóeaC~ovo~ ya:~~poü
6ewv, •••
Las similitudes son tantas y tan notorias que Prentice(BO)
consideró que habia una imitaci6n consciente por parte de 3a
nuílides,' Pieper(81)
en cambio , observa diferencias(1~6 sue
_ ,
'i
le fecharse en 480, en tanto que carecemos de datos para ubi
535
car crono16gicamente el epinicio 9 de Baqu11ides).
El catálogo de las hijas del Asopo (vv.53-65)(82) está
enmarcado por sendas referencias a sus relaciones con los dio
ses, cuya importancia se resalta: lt.<; .f1~[oJC
(v.50), y
•••
81aa:1.
(vv.63-65);
el tema se recoge incluso dentro del propio catálogo (vv.55-56):
~ ~cXv 1.LE:'Ya:A.uSv'UJIJOV Af'Yl.va:v, lJe'Y [JCT'C] o''U
ZT}vJ~~
la
1tA.a:.f1e!aa: A.J~xel.
El catálogo en si está hecho en forma de pregunta ret6ri
ca o exclamaci6n, y ocupa los vv.53-62, en mal estado de con
servaci6n, cerrándose, como hemos adelantado, con una frase
que lo resume y sirve de paso a los personalia (vv.63-65). Po
demos reconocer los nombres de Teba y Egina, y es 16gico que
otras dos o tres hijas más fueran mencionadas en los vv.60
62(83).
Diversos ecos verbales relacionan las dos partes en Que
se articula el mito:
48.
q>á~ 1.<;
(55.
IJEya:A.WV'UJlJov
64.
40-41.
1tJaaa:v X.f1<S'va: ~A..f1e [v
47-48.
X-&<S'va: (F)
42.
&PI.'Yvw't'[O) 1.<; )
~eCXEI. Ól,' E~pECa:<;
A.E[~].f1ou
lta:I.J l1t f !axcrt'a: NE CA.o'U
40.
(F)
58.
r]a<;
e-&va:E!
1tÓpWI. tF)
.
64.
E[;6va1:'<; tp)
43.
otKeüa" (p)
51. ~LKl.aaa:v
44.
KOÜpa:" ••• " Apno<;
50. .s'U 'Ya:'t' pWv
.
lJ'UpCa 1t&v~al.
.
65. (1ta:!óe<;] lP)
44.
t~ope<;
(p)
.. .
53. OteSEv
ltE
536
c~v ••• ~yy6vwv (p)
45-46.
49.
aet<;
....
VEa:<; (p)
tIII
45.
1to't'a:tLWV tF)
65.
1to't'atLo 1)
46.
6~L1tÚAOU T po Ca<; ~6o<; (F)
52.
&1toP.&1Í't'wv &yul.av (F)
(contraste)
I
54.
Como muestran algunos
~U6tLal't'ov 1tÓA Ü v (F) •
e estos ecos, particularmente el
úl timo señalado -' parece q w l poeta establece' un contraste
entre la destrucci6n en la
~uerra
provocada por los descen
dientes varones del Asopo J las ciudades que llevan el nombre
de sus hijas, las cuales hicieron lo
dioses
&1topí't'wv
(v. 52).
Además, en la segunda parte del mito se aplican a las hijas del
Asopo epitetos amables ( A"1t«POt~Vf&)Y, vv.49-50;
...
v.53; EJ6n;En;Aov
..
, v.61; tAI.Koa't'lcpa[vov
, v.62; atJ9 0 [.TJgl.
...
65), mientras que las Amazonas s,
KoupaL •••
tIII
"
KUa:V01tAOK<!tJ. OU ,
Apijo<;
llamadas
, v.
lJYXlwv ta't'opE<;
(vv.43-44). Vamos comprobando que el con
traste entre dos partes sucesivé.'
es un principio composicl.o
nal esencial en el presente epinicio, como ha señalado f-iaehler
a prop6sito de la primera secci6n.
Tambi~n
hay frecuentes respor, iones verbales entre la sec
ci6n primera y el mito:
40. )(. [A€O<;
l.
66'tav (p)
8. 1tEpL[KAE L) 't'wv
21.
El56ótwv
22. KAELVO[J
40.
x.&óva (F)
41. IiA-&E
Lv
5. 1tÉ6ov
(tautométricos)
39. tKE't'(O) (p)
(en ambos ea
:os se llega a un rio)
41 Y 42.
ln; (C)
537
42.
.
E13va:Et
-'
61.
,54.
,
l:ü&~a:['tov
4.
...
EJ 6ttEttA.OV
E(5'tUX,O~ (p)
, 5.
17.
E~ávopou~
21.
E~5ó~wv
30.
E~<PE"I"I1Í~
•
d:!C[ECJpova;
10.
<poLJv .. x,ácntl.5E~
E~-&a:A.€~
29.
42.
ttópw .. (F)
43.
l:"IX€wv
(F)
13.
~1t€pOttAO~ (F)
x,A.áoo~ &x,'tla;~
33-34.
(mismo
44.
Q"w~ Ctttte,? ~ (o)
20.
45.
a;
l.
1tOA.Ul;~A.tu'tE
v. 43 y 34)
1tA.a;[~]'lttttw"
(Kenyon)
~ Xpuoa:A.áM.a:'to ..
15.
a;
~otpa; ttOA.ux,pa:'tÉ~
(en los tres casos ~ + subs
tantivo + adjetivo compuesto)
15.
ttO A. ux, pa:'t€~
20.
11.
' AP"lE 'tuv x,p ..'to" (F)
22.
....
tto'ta:1l0 U
llOA.UVE "X,E'~
X,A.E &.'110 el. ~] po'tWV (F)
eAO'W1tó] v
38.
(mismo
v. 65 y
38)
46.
l:"I"I ÓVWV (p)
22.
~v (p)
, 27.
46.
~~ ..ttÚA.OU TpoCa:~ ~&o~ (F)
20.
e~Sa:~
(mismo v.)
es
46.
~~"ttÚA.OU
47ss. gloria de las hijas
47.
5 .. ' E~PECa:~ x,EA.E[l1J-&ou (F)
34.
!!ÉttPEttEV
(Tebas
~1t'táttuA.o"
•
a; 'ttE"váv
en B.19.47)
(84)
21ss. gloriosos juegos (mismo v.)
30.
o .. ' &:;C[ECJpOVa: X,Ólf.A.OV (F)
28. ~a:KP"VE"
538
48.
'P~-r &. C; {F)
50.
'&E[OJC (F)
.
63.
3. 1t pocp lá,;] CtC; (F)
3 • .&e:!o~ , 10. ~IlC-&e:OL
(26.
-&EWV (F)
12.
t
ÓCtCf,tWV
)
APXe:Il&'PWI. , 15. Ilo!pcc
14.
aallcc jJ.€A.A.ov-rOC;
cp&'vou
(contraste)
51-52.
52.
&:P'XO:l'ot'JC;
&:yu&.av (F)
12.
17.
t
APX EIlÓ pt¡..l e.
&l'Lu&.~c; (F)
"
(en ambos casos
27.
= ciudad)
1tEvTCtÉ-&A.Oe.ce.v l'áp
(tautométricos)
53.
otOEv
32.
-rpo 'X oE e.6lcc
53.
')(.u~V01tA.O'K~jJ.ou
24.
!;ccv.&áv. •• ')(.ÓIlCtV
54.
8~¡3CtC;
20.
8~f3CtC;
56.
ZTlvJ &'C;
..
5.
56.
[nAa:-&e:! c-Ct]
20.
ZTlVÓC; (p)
[nlACtC;] (F)
(Kenyon)
38. 1tEAáoocc[ C;; (F)
56.
~pw
58.
y]ac;
(F)
58. f3CtmXlVOI.OLV 'Ax]CtI.ü\'v (F)
10. ')fll C-& e: o e.
38.
"(]CtCal.
30-31.
TO!Oe; tEAAávú}V óe. t
&~[e:C]pOVCt Kt'JKA.OV
cpa:!ve: ~CtujJ.aa'tbv ól~a:c;
62.
lA.LltOo-rlcpg[vov (F)
23.
64.
&pe.yv~-r[o] t,~
8.
65. 1to-rCtjJ.o"
4.
O'TEcpávw 1.
1tEpe.l'KA. Ee.J TWV
13.
~1tÉ p01tAOe;
15.
1tOAUKPCtTlc;
37.
"1te: p-&] '6IlW lo
.
{fIXe:1.0ÜVTa:
(F)
(mismo v.)
539
9.
~a;p"'q>.(1oyyov
35.
~o&'v.
La secci6n final (vv.66-l04) tenia, con seguridad, la mis
ma extensi6n que la inicial (39 versos), pero lamentablemente
su estado de conservaci6n es muy malo(85). No obstante, el si
guiente esquema puede darnos una idea general de su contenido.
Se divide en tres partes:
1) vv.66-82: alabanza de la patria y del vencedor, que com
prende a su vez:
a) celebraci6n de la victoria en Fliunte (vv.66-69?);
b) menci6n de las divinidades locales, según la hip6
tesis de Jebb, aunque es bastante inseguro (vv.69?-?);
c) victoria de Automedes, que, gracias a la canci6n del
poeta, será conocida por las generaciones futuras
(vv.?-82);
2) vv.82-96: parte gn6mica:
a) el himno de victoria vence a la muerte (vv.82-87);
b) pocos hombres pueden conocer el futuro (vv.88-96);
3) vv.97-l04: vuelta al principio:
a) menci6n de las divinidades locales (= "Loa de la
Patriall) (vv. 97..,.100) .¡
b) victoria de Automedes y celebraci6n de la misma
(vv.lOl-l04).
La secci6n final presenta, pues, una composici6n anular:
la alabanza del vencedor y de la ciudad parece ocurrir al prin
cipio y al final de ella(86), de modo que queda en medio una se
rie gn6mica(87), que, por un lado, recoge el final de la parte
540
primera (vv.?9-82: "el himno presente, Automedes,
victoria en Nemea a las generaciones venideras
anunciar~
---+)
tu
"porque
la victoria que es cantada vence a la muerte!!; paso de lo par
ticular a lo general), y, por otro, sirve de contraste a la
parte final (lino sabemos lo que nos puede deparar el futuro"
"pero de momento se puede alabar a esta ciudad y a su
-~)
hijo Automedes que ha vencido ll ) .
La secci6n se abre, en efecto, con una referencia a la
celebraci6n de la victoria en Fliunte. El paso del mito a los
personalia, ya lo hemos dicho,
est~
facilitado por la nueva
menci6n del rio local, el Asopo, al final del mito, en el v.
65 ( no~a~oü KE[A]áóov~Oh ), como el tr~sito de la secci6n
trav~s
inicial al mito se hacia a
de la primera menci6n del
rio en el v.39. Asi, Blass (y con él Jebb, Festa y Taccone)
reconstruye en el v.66
vuv
~oü
vuv &pxaCJav nÓALv , de modo que
(y también el relativo) marcaria la transici6n formal
del mito a la realidad, igual que en el v.25 del mismo epi
nicio 9; otros editores no han aceptado este suplemento(88),
pero
pr~cticamente
todas las lecciones propuestas para relle
nar la laguna mantienen vüv :
o~
vvv &YAa]&v nÓALv
(Edmonds,
(Jurenka), ~oü vuv e~p&!JaY
o bien
vüv
ó~
'tav KAELvJav nóJ,.Lv
jes usa nuestro poeta vüv
5.31
para pasar a la actualidad(89):
~h vüv KaL <l>~ot ~upCa náv'taL Y.€AEV~Oh
~¡J.&'t€pav
&pE'tcÍV
~J.lve:'tv
tras el sfmil del
6.10
(Maehler). En otros pasa
~guila;
54-1
cuando se pasa a la victoria actual tras el recuerdo de las pa
sadas victorias de Ceos en Olimpia, que está in loco mythi(9 0 );
véase también la transici6n del mito a la realidad en varios
ejemplos pindáricos:
0.10.78ss
&pxat, ó! npoTlpaL' lnÓ~EvoL
KaC vuv lnwvu~'av X~PLV
vCKa, ~yE~XOU KEAaó~aÓ~E~a ~POVT~V
KaC vuv lv nu~v' VLV &ya~f~ KapvELáóa
ula, E~~aAEt auvl~EL~E T6Xa·
•
~oAAa ~EV
yAwaaá
&pTLEnñ,
~OL TO~E6~aT' ~XEL
nEpL KECVWV
KEAaólaa~·
1.. 8 • 61s •
Kat v~v lv ·APE~ ~apTupf,aa~ • • •
TO Kat vvv ~lPEL AÓyOV, ~aaUT«' TE MOLaatov
!p~a
NLKÓKA€O,
~va~a nuy~~xou KEAaó~aaL.
Para un uso semejante del relativo, que en nuestro pasaje
pretenden leer algunos, cf. B.l.140, 13.58 (conjetura de Wila
mowitz; Bruhn propone
fV~EV,
que desempeña la misma funci6n
en 11.113).
La transici6n está también facilitada por la palabra con
que concluye el mito,
KE[AJ~ÓOVTO'
(v.65), que, como ha seña
lado Pieper(91), se usa asímismo con el significado de "can
tar ll (92), como ocurre en B.14.21 y 16.12 (yen tres de los
textos pindáricos que acabamos de citar, 2.10.78, I.5. 4 8, 1..8.
61)(93).
La referencia a la celebraci6n de la victoria(94 ) duraba
al menos hasta el v.69. En los versos siguientes, de acuerdo
542
con la
lter'Oret6.~i6n ci.
Jebb, debían de mencionarse laf:'
i vi
nidades principalmente veneradas por los fliasios, según el fi
l6logo británico Zeus y Rera (v.70), Hebe (v.7l), Afrodita (vv.
72-7-:Z:) ,Deméter y Dioniso (vv.7 LL _75), algunas de l3.S cuales rea
parecer1an en el epodo final, que cierra el
los temas con que
F'
lI
an illo" recogiendo
iniciabC' la secci6n. Es esta también la
idea fundamertal que sigue Edmonds el" sus suplemertos (acepta
dos por \<Terner), men:;ionando a Zeus, .lera y Afrodita. A diferen
cia de Jebb, para Edmonds la menci6n de las divinidades locales
acabar1a en el
v.7~
y en el v.74 comenzar1a el poeta a hablar
de nuevo de la victoria de Automedes en Nemea; Ir: evidente res
ponsi6n verbal tautométrica con el - ~22,
x, A.E] ~vav ~~o:o(tc;;
KA.EI.VO[t f3]po't'wv ....
~ es buen apoyo para tal suposici6n, aunque
esto requerir1a en el v.73, tras l~'t'wv , una pausa que el papi
ro no señala.
El caso es que, sea en el v.74, sea en alguno de los ver
sos siguientes, parece haber una transici6n al tema de la victo
ria de Automedes, que es cantada por el poeta, haciéndola inmor
tal con su himno. En efecto, por los escas1simos restos que que
dan de los vv.75-78 podemos pensar que se dir1a algo parecido
a lo que sigue: "yo, como huésped, he tra1do mi canci6n, que
vencerá a la muerte y seguirá anunciando tu victoria en Nemea
a las generaciones futuras", frase concreta qU f luego se expli
ca Fediante la serie de gnomai de los vv.82ss. de un modo gene
ral (95 ).
Como hemos indicado al comentar el v.20, Edmonds coloc6
en el lugar correspondiente al v.76 él
EE... '. S
de
~~enyon,
JITllO
8EN[ • Es muy probable que el poeta se esté presentando a sI
543
mismo como npÓ~Evo~; este término parece tener en la 11rica
coral un significado muy semejante al del simple ~lvo~, yas1
Thummer (96 ) afirma que 1tPÓ~EVO~ "ist bei Pindar kaum geschie
den von ~lVO~II, e indica que la misma indistinci6n puede ob
servarse en Esquilo
C~.419, ~.,
491, 920); de i5ual mane
ra, Slater(97) define 1tPO~EV'ex como "'friendly relation' (to
wards foreigners) ,,(98) • Véase Pi. 2.9.83-84:
1tPO~EV'~ 6' 4PE~~ ~' ~A&ov
•
•
~~~áopo~ tla&~CexaL Aa~npo~áxou
~,~paL~,
que Thummer compara con ~.10.64,
n€no~&a ~EV C'f
•
En nuestro pasaje, como en Q.9.83-84, tendr1amos el t6pico
l/he venido (99) como huésped (100) para cantar al vencedor 11 • En
los epinicios de Baqu11ides, las relaciones entre poeta
y
pa
trono se definen como de hospitalidad también en otros lugares:
~ aUv Xap'~Eaa~ ~a&u,IDvoL~ ~~áva~
6~vov &nh 'a&la~
..
v~aou ~lvo~ ~~E~ipav
l~ KAu~~v ~l~nE~ nóALv,
l~ yd:p &A~ Cav
12.45s.
; Eevo Lae
~E
nó-r:v La Ne",a
vaaav AtrCVa, &nápXEL
l~&~v~" Koa~~aaL &&~5~a~ov nÓ~Lv
-r:~v
,;' lv N&~€&L YULaAK€a ~ouvoná~av•
donde aparece igualmente el t6pico "he venido lt ;
13.224ss.
~&vCav
-r:E [~L~~
yAaov YEPexCpoo,
544
1:'aV ~lJ.o 1. AeXlJ,1tWV [
En el verso siguiente (77), Blass leia A~1:'~lJ.nÓE~, vaaJ~~
1:'av
(vaa]\~1:'av es conjetura de Herwerden), pues parece que el
poeta se
est~
dirigiendo directamente al vencedor y le ofrece
su himno, que seria calificado de lIisleño" (,gL. B.lO.lO, ya
a~w1:'~v ••• IJ.€A~aaav ); con este suplemento, el nombre del ven
cedor iria colocado en posici6n tautométrica con las otras dos
veces en que aparece en la oda, vv.25 y 103(101), pero presenta
el inconveniente de transgredir la "ley de rvraas", aunque no se
ria, como quiere Maehler en su comentario al lugar(102), la úni
ca violaci6n de la ley en tal posici6n, sino que hay otros casos
en nuestro poeta: 10.6
~av1:'~ x~pJw~ ~[vvJ6v ,14.17
KaLPo~J
&vó~v !prlJ.a1:'~ , y precisamente en 9.25, en la primera menci6n
de Automedes,
A~1:'OIJ.~ÓEL vvv rE VLKeX-/ aaV1:'L(103). otros ejem
plos de incumplimiento de la 111ey de Haas ll en que interviene un
nombre propio, son 1.6, 1.8, 1.148, 13.78, 13.97, 15.2, 15.3.
De todas formas, un vocativo se pOdria colocar en otro verso
(Tselios lo coloca en el v.76), si bien nosotros preferimos la
propuesta de Blass.
El optativo
~~~a~aKo~ del v.8l ha planteado problemas,
pues se ha pensado que pudiera ser un optativo de deseo; al
menos tal valor parece tener con los suplementos al v.79 de
Blass ( 8~ lJ.€vwv) y Schadewaldt ( 8~ 1:'p€~v 1:'LlJ.cXV), que es el
único, éste dltimo, que cita Snell en su aparato critico. Pero
la inmortalidad del canto del poeta no es en el epinicio, como
bien dice Maehler(l04), un deseo, sino un axioma; es una peti
ci6n que nunca aparece en las plegarias, las-cuales (105),
por otra parte, son muy poco frecuentes en Baqu11ides, pues 66
lo hay con seguridad tres y en las tres los buenos deseos son
para el vencedor: se nide bien dicha en general (5.36; 5.199
200,
tambi~n
mediante oraci6n de relativo), bien una victoria
en los Juegos Olimpicos (8.26ss.; probablemente la misma peti
ci6n, quizá para la familia del vencedor, se hace en 12.42ss.).
De acuerdo con todo esto,
~~~«~OKO~ seria más bien, como pien
sa Jebb, un optativo potencial o con valor consecutivo-final;
la particula modal no es absolutamente imprescindible, pero
seria en todo caso muy fácil de colocar, por ejemplo, en el v.
79,
5~ xe(v) , como hacen Jebb, Edmonds o Maehler(l06).
Por otro lado, la gnOme que sigue en los vv.82-87 se avie
ne mejor con este valor que con el valor desiderativo, pues se
afirma, fuera de toda duda, la inmortalidad del canto. Tal idea
es, además, consustancial al epinicio y ya se habia anticipado
en la "Invocaci6n
Po~ticall
.que abre la oda
(v~ase
el comenta
ó~«, v.l)(107); el mismo pensamiento se expresa tam
rio a
bién en B.3.90ss., 1.181ss. y 13.58ss. En cuanto a
-&EC'a ... ,
el
II
aUv Ó' &ha
motivo de la verdad" lo hallamos igualmente en
otros lugares de Baquilides: 3.95, 5.187, 8.20, 13.204 (véase
también el ~.14)(108).
En definitiva, 10 que se dice de la victoria de Automedes
en los vv.74ss., se confirma mediante una gnome de carácter ge
neral en los vv.82-87; fll a inmortalidad conseguida a través del
canto" es, pues, el primer pensamiento de la parte gn6mica que
ocupa el centro de la secci6n. Y si esta primera idea explica
10 inmediatamente anterior, la segunda (Ila pocos les es dado
conocer el futuro", vv.88-96) enlaza con la parte final de la
secci6n, a la cual sirve de contraste y retardaci6n. Los vv.
546
88-96, que coinciden exactamente con la cuarta antistrofa, es
tán muy mutilados, pero parece que la linea de pensamiento de
bia de ser más o menos la siguiente: "los caminos Que siguen
los hombres en su vida son diversos(109), pero pocos pueden
conocer lo que les depara el futuro, por decisi6n de los dio
ses". Es decir, una idea muy semejante a la expresada en B.IO.
35ss., donde la priamela concluye con el pensamiento (vv.45ss.)
';0
o·
na
J,1€AAOV
&w.pC,;ov<; "CCK"C€1.
,;t1ía: f3
p'
"C€AEV"C~<;,
a€ 1. •
Pero mientras que en este pasaje
"Co
J,1&V KcfAAl.O"&OV
aparece des
pués de tal afirmaci6n (vv.47-48), en el que nos ocupa ahora
KcfAAl.crr;OV
se ha dicho ya antes (v.86): "lo más hermoso" es de
jar tras la muerte un MOVa[.av ••• ~-&]1;!PJla:
que haga inmortales
los triunfos conseguidos durante la vida.
Así pues, las sentencias generales sobre la imposibilidad
que tiene el hombre de prever lo que le va a traer el porvenir,
sirven de contraste,
"l!
con ello engrandecen, la victoria actual..¡
.~
a la que se vuelve al final de la oda: Ita pocos les es dado conocer el futuro; pero de momento los fliasios habitáis una ciu
dad honrada por los dioses y ahora debéis celebrar la victoria
de un compatriota ll • En efecto, a pesar de que el texto presenta
muchas lagunas, parece Que, por un lado, es alabada Fliunte (
97-100), destacándose especialmente las dos divinidades protec
toras de la ciudad, Deméter y Dioniso(llO). Por otro lado, 1. .
últimos versos (101-104) están dedicados al vencedor y a la
lebraci6n de la victoria; de nuevo una sentencia (vv.lOl-l02)
8<;J ';1. Ka:Abv ",€[p€"Cc:tI.,
¡
54-7
1téi~ ex tJ v€o "
(Jebb)
sirve de foil para la alabanza del vencedor: la sentencia gene
ral se anlice al caso concreto del vencedor (vv.l02-104),
cerr~
dose la secci6n final tal y como empez6.
En la conclusi6n del poema se recogen los temas anunciados
al principio del mismo, Nemea
y
Fliunte, ffunter etwas verander
tem Aspekt in einer fllr die Wertbegriffe der Chorlyrik charak
teristischen Synthesell(lll).
La propia estructura de la secci6n final facilita la exis
tencia de muchos ecos verbales (claros, a pesar del mal estado
del texto, que a veces no permite entrar en detalles) entre las
distintas partes que la componen. As!, las responsiones entre
las partes primera (vv.66-82) y tercera (vv.97-104) se refieren
fundamentalmente a los temas "Fliunte 11 y ltvictoria de Automedes"
y celebraci6n de la misma":
66ss.
Fiesta de celebraci6n
(Blass conjetura
-
)(,wll0l.
en
el v.67)
71ss. Divinidades de Fliunte?
97ss.
~
66.
1tÓ~"V (F)
98.
67.
v 1.)(,0;[ (F) , 82. v C)(,cxv
101.
)(,Q:Xóv,
72.
Xp]uo€o;[v
100.
xJpuoeoO'K.á1t~p[
77.
[A6~ÓIl~ÓE~J (p)
(p)
(Blass)
1tÓ~ 1. \l' (F)
102-3.
104.
1tev~[Q:o&X
(p)
T I.1l0~[€vouJ 1to;LOC
(tautométricos)
99.
&:1tO [p-&,f't o u ~
(Blass)
(contraste)
80.
&~]
pu't'ov
99.
&:1to[p.e-~'tou~
(Blass).
Por otro lado, los ecos verbales que se establecen entre
548
las partes primera (vv.66-82) y segunda (vv.82-96) insistirán
en la idea de que la canci6n del poeta hace inmortal la victo
ria del atleta:
67.
v I.Ka:[ (F) , 82.
74.
f3 p01:0 [t~ (F)
78.
V'Ka:V
•
•
ts~vov (F)
82.
Ka:AOV fpyov (F)
85.
f3 p01:WV (F)
83.
88.
&v.e-~[nwv
96.
&v]óp [cfeH,v (p)
.
6~vwv
87.
79.
&nocp·thf.llvw &.
81.
Noua[av •••
&.a.J ~pp.a
86.
et1}[ep Ka&. -&áVTl&.
96.
1:3 P.lAAOV (F).
(F)
1:&.~ (F)
...
1:ot~ ~Jn&.rE&.vo~lvo&.~
(p)
80.
~1:J PU1:0V
Tambi~n
xp6vov (F)
las partes segunda (vv.82-96) y tercera (vv.97-104)
están relacionadas por medio de ecos verbales:
101. KaA6v
82. Ka:Abv fpyov (F)
84.
óa'~oal.
86.
Et'l}[ep Ka&. .a-ávTI&. 1:1., (F)
t
.atOOV (F)
89.
98.
-&Eo1:,~Q;'t'oLvJ
99.
&no[p&11'1:0 u ,
(Blass).
Señalamos a continuaci6n una serie de correspondencias ver
las dos secciones anteriores. En
bales entre la secci6n final
y
primer lugar entre la
y la primera:
66 Y 98.
67.
~tima
nóA. &. v (F)
v I.x.a t. (F)
t
82.
4.
V ''K <IV
iJ?Ae &.o\)v1:a
25-6.
, 39.
v &.'K áaav1: 1.
r Acwnó]
V
(en los tres
CaSos la victoria de Autome
des)
68.
f30aC (F)
35.
f30áv
(en ambos Casos en ho
nor de Automedes)(112)
549
72. Xp]uO"fu[v (p)
(Afrodita)
100. x1puO'e:ocm<!1t~p[
l.
XPUO'o::ACÓf.O::~OL
3.
to~Ae:cpáp.¡.lv
(las f1usas)
4.
dhU'Ko~ (p)
, 5.
(las Gracias)
(p)
(Zeus)
72.
tÓ1tAOltOV
72.
e:~
(Afrodita)
17.
e:6-&O::A€~
E6áv6pou~
21. e:'6óó!;wv
e:6cpe:1''Y~~
•
11AÓPO::cnov
29.
73.
74.
19.
&K] váIJ. [1tJ ';wv
80.
lhJpu~ov
85.
&Aa:.&e:
99.
&no [p.&'!f'tou~
30.
&'!,t LE CJ po \fa:
ca L
(Blass)
.
KAE]L~av ~po~o[t,
(F)
.. ..
22.
KA e: Lvo [~ ~J po~wv
(tautom~tricos)
74.
KA=l Lváv
8.
1te:PL[KAe:LJ~WV
74.
~ ~o:o[!~ (F)
2.
1te:L(jCIl~po~OV
85.
~po~wv
(F)
En los tres casos hay una referencia a la victoria inmortaliza
da por el poeta.
76. 1tPO!;EV[ (F)
(el poeta)
3.
1tpoCPL.41:']O::~· (F)
(el poeta)
(en los dos casos el poeta
habla de si mismo)
34. 1lP01tÉIl1tWV (F)
78. {5¡J.vov (F) , 83. {5IlVWV
6.
~Ilve:!v (p)
."
87 • MO'UO" @v ••• &.sJ'! Pila: (F)
79. &:1tO'P'&"Il~V!A)"
13. 1tÉcpv(e:) (p)
79.
&1tOCP-&LIJ.€VW ..
21. &1t (ó)
81.
~]1tL'YELVOIl€VOL~
12.
..
~1t(
C)
,14. cpóvou (F)
(mismo v.)
550
81.
n~~aóOKo~ (F)
31.
82.
NEJ~Üt.
4.
cpatvE (p)
NE~EaCOV
!v
22.
(F)
NE~€~~ (P)
(mismo v. 82 y 4)
3 y 25. rE
34-35. l, atnELváv
84.
rE
•
"tjloü (p)
84.
napcx
39.
nápa
84.
oaC~oO'~
26.
oaC~v
86.
Ká"-"-LO"t'OV (p)
11.
np[w"C L<YtJOV
87.
MovO'[av
3.
82.
,
MovO'av (p)
88.
&:v.&~[nwv
18.
&v-&p<.tinwv
89.
nOA,,-aC
15.
nOAVX pa"C€,
TIOAVVE 'xii.
20.
oJ..axpCvEJ..
28.
30.
89.
.&EWV (F)
3.
oJ..(á)
.{tEto,
,
10.
vux"C6, (p)
29.
90.
(tautom~tricos)
XPL't'o' (F)
11.
o ~ [aJ'!-pCv CE] ~
)
Xc!PL ['t] E' (F)
(l.
89.
••• at~€p(a)
~~,.{tEO J..
(mismo v.)
Contraste oscuridad (v.90) ~ brillo (v.29). Jebb reconstruye en
el v.90
SOVAO: ["CO xaAvn"CóJ~EvOV VVK10' [OYÓ~O~O'LV·
96.
&v]Oe[áO'LV
96.
"Co
97.
]~WKE XáPLV (F)
~€XXov
(F)
17.
E-6ávopov,
14.
~€XAOV"'O'
1-2.
8,]
(Jebb)
"CL XctAOV cp€['pE"Cal.
23.
(113)
XáPL["C]E' ••• OOCT)"C(E)
26.
101.
•
flO]WKEV (F)
Ol.\ "CPLE"CEt O"tEcpávwJ..
(tautom~tricos)
En ambos casos hay una referencia general a la victoria agonis
551
tica, con aplicaci6n inmediata al caso de Automedes.
TL~O~[€vouJ naLóC
102-3.
A~~o~ñóEL
25.
(tautométricos)
(también el v.77, según
Blass)
nEv~[a.&A
104-.
8.
&€-&AWV
(F)
~.&A1jaaV (p).
12.
Entre la secci6n final y el mito se pueden observar tam
bién muchos ecos verbales; destacan aquellos que establecen pa
ralelismos entre la "gloria de las hijas del Asopo" y la "glo
ria del vencedor lt o de Fliunte:
66 Y 98.
nóALv (F)
Tpo'cx~ ~ÓO~ (F)
46.
52.
&yuLav (F)
54.
nóA LJ v (F)
57.
~pa:~Jov (F)
(contraste)
(Jebb)
(tautométricos 57 y 66)
72.
tÓTtAO,WV
53.
KUCXV01tAOK~~OU
72.
E?;
42.
E~~a:Et' ,54. lÚó~a[~ov
E] ~lt~nAOV
61.
72.
Etn&t'v
48.
q>á~ L ~
74.
KAE]~V~V
40.
K[A€O~
79ss.
&nocp'&L¡..tÉVWL, ~~J pU~ov Xp6vov, atE
t, Et1,t [e:p
40ss.
(F)
naacxv X.&óvcx
48ss.
Ka&. .a-~V1jL ~L~
(extensi6n infinita en el
(extensi6n infinita en el es
tiempo de la gloria del
paciode la gloria del Asopo
atleta gracias al poeta)
y sus descendientes)
81. ~ot'~ lJ'.:~yELVO~€VOL~ (p)
45-6.
oWv ••• lyyóvwv (p)
552
82.
49.
YVTJO'Cwv (p)
...
O'a<; yevEa<; (p)
81.
lj-JtI.YEI.VO¡.Llvol.<;
.
41 Y 42.
82.
[o~vJ (p)
45.
(Automedes)
l~(C)
,49.
awv (p)
aa<; (p)
(el Asopo)
'ttJxóv (F)
83.
51 •
oUv ,;6xa.'1. <;
(P)
(la victoria que alcanza
(la gloria alcanzada por los
himnos legítimos, "yace
descendientes del Asopo, de
junto a los dioses lf )
bida a los dioses, no conoce
límites)
84.
6QJov (p)
85.
c.rov (p)
86.
86.
46.
6~I.~ÚAOV
51.
a~v (p)
'K.~AA I.Ci'tOV (p)
55.
lle:y[CCTt']otJ (F)
Ka'i. .&&v1') 1. "(;1.<; (F)
41.
'K.a.~J
, 103.
a~v
(límite temporal)
86.
't 1. <; (F )
87.
[~a;~ve~vwvJ
l1t'
(mismo v. 103 y 51)
~oXa.'ta.
(Blass)
(Jebb)
'tC<; (p)
49-50.
AL1tapOe~Vwv
47.
&~PECa.<; Ke:A&[Ú]-&ov (F)
89.
1tOAAaC
45.
1tOAveT1'AW't&
89.
é>l,[a.]~p'v~JI.
47.
a.. (~)
89.
-&EWV (F)
50.
-&~ [o] C (F)
98.
.(7&o't C¡J.a.'to [v)
(84.
óa.C¡.LoO'.. )
97ss. Los dios s han dado a
los
fliasio~
-&&o'tCIla.'toLv1
&1to[p-&~'tov<;
99.
Va.CEI." (p)
Ne:CAOtJ (F)
(límite espacial)
53.
[dóot1 ~oAAa'
88-9.
.
63.
-&EWV (F)
(tautom~tricos
89 Y 63)
50ss. Los dioses dieron a las
una ciudad
hijas del Asopo ciudades
(v.98),
&1top-&T1',;wv
(v.99, Blass).
(v.52) y las hon
raron.
43.
otKE~aL
51.
(p)
GS ..KI.OOa.V
553
102.
[1ta.;]
103.
1ta:lr6C (p)
(Jebb)
40.
nJaoa:v
'
na:v,;a:
Ir
, 48.
65. 1ta:!OE'; (p)
"""
KOUpa:1r
(44.
.aura:,; pWv ) •
50.
Para complet?r el capitulo de las responsiones verbales,
señalamos a continuaci6n rimas en el mismo lugar del verso y
construcciones sintácticas similares o idénticas también en
posici6n tautométrica. Son numerosas las que se pueden encon
trar, a pesar del mal estado del texto en la segunda mitad de
la oda.
Estrofa.
v.l.
l.
Xpuoa:A&'K a:,;o L XcÍpc. [,;] E';
10.
({lo c.] v c.Ká01t LOE';
l.
xpuaa:AáKa:~OL
36.
,;e[Ae] u~áaa.;
l.
ó!SE:.a:v, ~ xpua5!AáKa:~O L
36.
~ ,; elA E] \)~cÍoa:.; 1¡..L~puy¡..La:
xápl. [:1;] E';
1tiAar;;
10.
({lo Ir] V I.K~tLOE';
36.
't'e CAeD u't:cÍaa.;
la.
~¡..Li.a~o c.
79.
&1tO({l.a-,,¡..L~VW L
10.
KE[!.e-~ (p)
27.
1tEv~a:l.aAOc.ac.v
88. ~'LaJf
53. -oloEv
36.
fl'
~e [A e] u-:áaa:.; (p)
~¡..LC.e-EO L
...
62.
~ r..o~ nec.pávJ ~y
37 •
a[.e-iveJ 1"
80.
~hJpu't'ov
(Jebb).
v.2.
2.
54.
~1te' (F)
~ijo¡..La [~ov 1t6i.. Ir] v (F)
-
_lO
Xpóvov
(en ambos casos
tambi~n
tivo + substantivo)
80.
xp6vov
, 89.
-&eWv ..
adje
554
Y.!2.
3.
tb~A.Ecp~PWV
12.
'APXE¡J.6 PW"
3.
1t po cp [~'t ]
29.
O'EA.<Íva
3.
Mo'UO'av ~
55. ~ ~av ¡J.El'aA.Wv'U] lJ.ov
3.
Mo'UO'av (p)
90.
-
<!.t;; (F)
-
29. 2-+5+ 3 + 3 silabas
, 38.
1tEA.áO"O"~[~
~Jo'UA.<Í
55. 1 .... 1 + 5 .... 3 ... 3
29 •
O'EA.~Va
38.
1tEA.<ÍO'O'a[~
55.
IJ.Ey['O"~]o'U (F)
64.
'.f(a]A.aL[oü
90.
l~o xaA.'U1t't'6jIJ.EVOV.
81. 'J~~yE~volJ.lvo~t;;
v.4.
13.
+
&:O"ayEi5ov~a
t'Aaw1t~Jv 1t<Ípa
39.
82.
yl ~o..
13. 1t€cpv (E)
39.
tXE~(O)
30. ó .. ' &tt[c 'J pO'\lex
30. x6KA.OV (F)
39.
1tápa 1tOpep'UpoóCvav
82.
~pyov
65.
82. NEJIJ.GL.
4.
~E
xa'
alJ ~O[i.]t;L
,91.
'fE
xa'
.
-
Y.!..2..
5. 2 + 3 +- 2 silabas
14, 31 y quiz§ 57.
5.
14. cp6vo'U (F)
83. 'tlfxov
57. ~pa~Joü
14. cp~vo'U
40.
31. -&avlJ.aO'~~v
40. 1tJaO'av
40. 1tJaaav
66. Jexv
1tÉóov (F)
40.
~oü
(p)
40. 1 ... 2 -+ 2 + 2 sílabas
v.6.
57.
(Jebb), 92.
x-&6va
't'oü]~~
(Blass)
83. 3 + 2 + 2 •
1tO'U
-
. . _ - - -_
..
~.~.
-~-~.=--=====~------------
555
~C1t~WV
32.
32. 2
+5+
(F)
58.
2 silabas
84.
~ao~[vo 1.0l.V
58.
' AxJal.wv , 93. J&U~
67. JoC.
Y.:2...
7•
0& pác¡,e V ( P )
'O'CKheCoa,
16.
33. Ka.C
(p)
1tÓPWL (F)
42.
--
v.8.
+3
+4
8. 2
&:t.s-hWV (F)
8.
1tepL[Khe&j'twv &:€.s-A-WV
17.
l,
69.
oJu<!<:.:
1tei:-& (&)
85.
&ha-&e Cal.
42.
-raC
85 •
~
po'twv o
--
17.
sílabas
8.
16.
34. 1tp01t€ ....1tWV ,43.
(F)
&6~vopou,
lJrxtwv
17.
l,
E~ávópou, &:yLu &.~,
34.
l,
al1t&&.váv
86.
[KaCJ.
v.9.
9. 2 + 3
+4
3 sílabas
18.
~~ P~CP.a.~yr~ v
87.
[13~.s-~l;~v~vJ
9. 13 a p6cp-&o Y10V
44.
ó LW~ C1t1tO 1.{ o)
9.
J
...
.....
61.
&] ~1t&1tAOV
87.
[l3a.&ul;tSvwv}
87.
tf-&] '! p....a
35. AaWV (F)
96.
....€A-AOV
44.. Koüpa 1.
87.
M~oCav
18.
[V611 .... a (F)
44. 3
+
2 + 4
+3
sílabas
(Blass)
87. (tambi~n
96
con el suplemen
to de Jebb).
Enodo.
-v.2.
20.
[1tÉA-a,] (F)
(Kenyon)
98. 1t6AI.V
556
46.
YE'60a:V'tO
J..
}&€ v't' a:
46.
~<VL1tdAOtJ
72.
C~1tAOKOV.
E~&~~WV
47.
E6pECa~
hl·
21.
21. 2 + 4
21.
+3
silabas
47. (quizá
E6&6~wv &r~vwv (F)
tambi~n
~~pe'a~ KEAEL6]eou
47.
~
•
&xJválJ.[1tJ'twv l~'twv
21.
&1t'
99.
&:1to[
47.
O"tECXEL
99.
va'~~.v
L:¡.7 •
K EA€ [
11] .so tJ
99.
JEUV'ta:~.
+
48. (quizá
22. 3 4 2
2 silabas
99)
tambi~n
74)
v.6.
76.
1tpO~EV[
102.
TLIJ.O~[€votJ
N6-:"nse también las aliteraciones con labial en los versos
15-16, 20, 38, 45 Y 64-65, asi como las paronomasias • Hpa:
PI.[KAEI.]1:'WV •••
KWV
CHJp'[a:]'H.A~'t'
l;a:v&oó:OM.'r1', ... óoá.
&PXa:yo,s~ ... &:yuLav (vv.~:1-5L),
(vv.l?-13),
••• lJ.€yCCO"t]otJ
(vv.8-9),
1tE
j!Eya:MSvtJJlJ.oy
(v.55).
En cuanto a la estructura métrica, la oda está compuesta
en metros dáctilo-epitriticos, tanto la estrofa como el epodo.
La periodolog!a que proponemos es la siguiente:
Estrofa.
l.
-u---uu-uu-
2.
--u---u-
3.
--UU-Utl---U--
4.
-u---uu-uu--
I
II
I
e
-D
5
-
E
4
-D-e e - D -
5
5
A= 14 theses
557
I
5.
-u---u-
6.
--uu-uu--
7.
-u---u-
8.
--u---u--
9.
-u---u---u--
4
E
-
II
I
TI
-
III
12 theses
A=
14 theses
3
4
E
I
B=
-
E
-
E
-
e
4
-
6
Indicios de final de neriodo.
* •
v.2.
- hiato: 11
- "b.i.l. lI : 54
- rimas yecos verbales: 2.... 37, 63 -
~.
89(114).
- pausa sintáctica: 29
- rimas yecos verbales: 3 - 29 - 38, 55 - 64.
v.4.
- pausa sintáctica: 39 (paso al mito), 65 (paso del mito
a la actualidad)
- rimas yecos verbales: 30"" 82.
~.
hiato: 14 (pero el verso siguiente empieza con inter
jecci6n), 40, 57
- IIb.i.l.": 5,40,83
- pausa sintáctica: 14, 92
- rimas yecos verbales: 57 -
92, 5..., 83
(tambi~n
la se
cuencia de silabas 2 + 3 .... 2, en los vv.5, 14, 31 y qui
zá 57).
Y.!.§..
- pausa sintáctica: 41,84
- rimas yecos verbales: 32 ." 58.
!iZa
-
v.8.
- pausa sintáctica: 17
hiato: 42
- rimas yecos verbales: 8 ." 34 ." 43.
•111
2
558
Snell y Korzeniewski(115) consideran que la estrofa está
estructurada de la siguiente manera:
II - D - e - I
I E II - D - I e -
e - D - E
e - D-
Es decir, AB
AB'
e
II
- E -
I
III
E - e -
C, de modo que AB' seria una
It
amplia
ci6n" ("Er\',eiterung" dice Korzeniewski) de AB. Según la perio
dología que nosotros proponemos, el segundo periodo mayor no
seria una ampliaci6n del primero, sino que, al contrario, eoui
valdria a éste "recortado 11 , dejando un tercer periodo final
comnletamente epitritico (ttley de Zuntz ll )(116):
I - D - e - II
I E I - D - II
e - D- E
e - D-
E
I -
I
E -
E - e -
III
Puede reconocerse al mismo tiempo que el primer período
mayor está estructurado en clara "inversi6n":
e - D- E - D- e
i
I I
I
Esta "inversi6n" se refleja a veces en la sintaxis y en el sen
tido; así ocurre en los vv.36-38 (seguimos el texto y la pun
tuaci6n dispuestos por Maehler):
~ ~E [AE] u,;~oa~ &:~~pu'Y~a 1t~Aa~
~O'wC.L ,e.' Ó'JtEp&J~~L a~l\lEJ~
'YULa[AKla attí]~a~a ['Jtp~~
'Y]at'áL
1tEA~aaa[~
Al principio y al final aparecen los dos participios,
[As] u~áaa~ •••
[1tP~~
y] aCciL
1teAáaaa[~
~ ~e
,que coinciden funda
mentalmente con el elemento re r ; ocupan el elemento'D' los
complementos directos de esos verbos,
atA~t" ~J~a~a
&:~~puy~a 1t~Aa~
Y YUL
, y en el medio, coincidiendo con el elemento
111
I
I
I
559
central 'E', queda
entenderse
&'lt~
'to CW[J.,
.a'
Ó'lte:p-&] ~~1Jj J., o[.a€ve:J ~ , que puede
KOLVOÜ con ambos verbos.
Una adecuaci6n semejante entre el metro y el sentido pue
de también observarse en los vv.79-81 (los suplementos los da
mos a título meramente indicativo):
8~ Ke: - -
-J
Kat &'ltO~~L~€VOOJ.,
a
b
't'OV 'ltáv't ' ~~
,
~h]
pu't'ov XP6'vov,
c
-
KaL 'to .. ~ ~J tt ~re: LVO~ÉVO L~ ate:t 'lt J.,~aúO'Ko L
b
a
y en los vv.1-3:
6&'f;av,
a;
xpuoaAtñc.a'to .. XáPL ['t'J e:~
a
b
'Jte:J.,oC~~po't'ov &oC~'t', ~'lte:t
a
Mouoav ye: lO~Ae:~ápoov ~e:!o~ 'Jtpo~lá't'Ja~
a
La relaci6n entre la periodología y el sentido es especial
b
mente estrecha en un pasaje conflictivo, la descripci6n de las
distintas pruebas del pentatlo en las que venci6 Automedes;
nuestro análisis métrico nos reafirma en aceptar la interpre
taci6n que hace Naehler de estos versos. Acabamos de comprobar
que la tfinversi6nll en que está articulado el primer períOdo
mayor nos inclina más bien a pensar, con Maehler, que los vv.
36-39 forman una sola frase, pero es que, además, en toda la
descripci6n, a partir del v.27, el sentido se ajusta plenamen
te a la distribuci6n de los períodos, de acuerdo con nuestro
560
esquema métrico. Precisamente Korzeniewski estudia estos versos
de la segunda estrofa, que distribuye, según su periodo1og!a,
del siguiente modo:
~ev~a€~AOLGLV yap ~v€~pE~ev ~~ ~G~pwv óLaKpCvEL ~~~
.
VUK~O, ÓLXO~~VCóo~ e~~Eyrñ~ GEA~va·
~oto, 'EAA~VWV óL'&ne:Cpova K~AOV ~atvE ~au~aa~ov ó€~a~
óCaKOV ~POxoELó€a ~'n~wv, Kat ~EAa~~~AAoU KAáóov
&K~€a, l~
atnELvav nponl~nwv at~€pO lK Xe:LPO, ~oav
~~puve
y afirma que "die Strophenform AB
AB'
x'awv
c ... spiege1t sich in
der Para11e1itat von Verg1eich und Verg1ichenem wider".
Efectivamente, as! ocurre si colocamos fin de período mayor
en el verso tercero de la estrofa, como hacemos nosotros también;
pero si situamos el final del segundo período mayor no en el v.7,
como pretende Korzeniewski, sino en el v.6, la métrica y el sen
tido se ajustan a la perfecci6n, pues la descripci6n de cada una
de las pruebas coincide exactamente con un periodo mayor:
~ev~a€~AOLGI.V r~p ~v€npEne:v ~~
a~pwv
I
~cf~
Ól.aKpCVE ..
VUK~'o~ ó"xo~~vCóo[,1 ~6~errTl~ Ge:AtXVU·
~oto<;
'EAAávwv
.
&1J[EC]pova K~KAOV /
Ól.'
~atve: ~au~a~~v ó€~a~
•
óCaKOV
Kat
~POxoe:l.ó€a pCn~wv,
~e:Aa~~6x'AoU
«~~la, l~
.
~ponl~nwv
/
f30av ¿hPUVE Aawv·
~e:LAEJ u~áGa~ &~~puy~a mfAa~
~OCW[L .&'
11
11
11
11
11
/1
KAáóov I
atne:I.VdV
at~lp' ~K Xe:I.P~,
~
/
II
11
t)ne:p.&]V¡J.W1. Gl.e-lve:J~ I
11/
11
11
11
11
(1
561
1'\.n.a[A.x€a O'wJjfa't'Cl: l'n;po, 1'J aea 1. 1tEA.áaaa [, / /
tltE't' ,
e' AO'W1t~JV 1tápa 1tOp<pupoó(vay·
/
N
'tou •••
Sobre la sintaxis
y
el orden de palabras dentro de cada
uno de los períodos, véase el comentario al pasaje.
En el resto del poema tampoco hay, en general, grandes
discrepancias entre la periodología y la sintaxis, pues suelen
ajustarse bastante bien. Conviene notar, no obstante, el enca
balgamiento de algunas palabras que se quieren destacar. Así,
por ejemplo, en el v.6 está encabalgada la palabra IlTJA.Oóa"tK
'tCl:V, adjetivo muy enfatizado también por la sintaxis, ya que
precisamente el substantivo al que califica ( x.€ov'ta:, v.9) no
aparece hasta el final del tercer período y de la estrofa, de
igual modo que este su primer epíteto cierra el segundo perío
do mayor. De la misma manera, encabalgado entre los períodos
mayores primero y segundo está en el v.12 el adjetivo
ÓEpK~',
también bastante separado de su substantivo,
~Cl:V~O-
ÓpáKWV
(v.13); ejemplo muy parecido es 1][a]X.a:;~CoüJ ••• 1to'ta¡.J.ou
64--65); véase también IlE1'[C<1't']ou
(v.55) y
(vv.
aa:v NE]lltal. vCKav
(v.82) •
Epodo.
El estudio de la estructura métrica del epodo es más di
fícil que el de la estrofa, pues de los cuatro epodos que te
nía el poema solamente dos están en buen estado, mientras que
de los otros dos poco provecho se puede sacar. En consecuencia,
no contamos con muchos datos para determinar los fines de pe
ríodo. Proponemos, no obstante, el siguiente esquema métrico:
562
..
--u--
'u-m -
-
e
-
D
-
2.
-u---uu-uu---u-JJ
e
-
D
3.
--u---u--
-E
-
4.
-u---u-
5.
-uu-uu-
6.
7.
8.
I
--u---u-
I
-u---u--u---u--
III
5
e
A= 12
t~cases
7
4
E
4
D
3
B=
(b::.8
-
E
4
E
-
4
E
-
4
23 theses (2 x A)
b l =7
b=8)
Indicios de final de neriodo.
v.2.
- pausa sintáctica: 20 (acaba el primer mito), 46.
v.4.
- rimas yecos verbales :7'2;'; 74.
v.6.
- pausa sintáctica: 24
- rimas yecos verbales: 76... 102, 25 ...
(según Blass)
... 103.
El epodo parece articularse en .os grandes periodos mayo
res
el segupdo de los cuales prácticamente dobla al nrimero
por al volumen de the, ..:..:,. Cade. uno de ellos, como el primer
periodo mayor de la estrofa, está construido en lIinversi6n l1 .•
El primero,
- e - D e - D - e
I
[
I
[
eq' ivale al primer neriodo mayor de la estrofa, salvo en el he
cho de que el elemento central que sirve de pivote es 'e' en
1 Uf-):::.I' de lE'.
En los
~!.19-20
se puede observar que los nombres propios
cO' .lciden esencialmente con los elementos dactilicos:
563
-
a
v
- - VI
v-v V
xat ~ó~' ·Aopa~ov Ta~[atov'oav
_
v
1t€~1te:v
Tambi~n
v _ -..IV
v _
e~f3ae; nO~uve:CKe:'~ 1tA.aL~J f[1t1tWI. 1tÉ~ae;
V
le;
el segundo período me.;yor es, formalmente, una "in
versi6n f!:
- E - E / D - E / E - E - ///
I
Los dos períodos menores que se hallan en los extremos son igua
les, Y. el central presenta la variante de un elemento 'DI en lu
gar de 'El.
La periodología se adapta bien al sentido en los dos epo
dos Que se han conservado integros o casi íntegros. Al tratar
la construcci6n de la estrofa comprobamos que la descripci6n
de la tercera prueba en la Que venci6 Automedes acabaha con el
primer período mayor (v.38). El segundo contiene la frase que
sirve de transici6n al mito:
tKe:~'
lAO'W1to]V 1t~pa 1tOpcpupoóCvay·
(v.39, primer período menor), y la menci6n de un primer límite
geográfico, el Nilo (hasta el v.41); por último, el tercer pe
ríodo mayor de la antístrofa segunda contiene la referencia a
un segundo límite geogr6.fico que completa la "figura polar ll ,
el Termodonte, donde habitan las Amazonas (vv.42-44). Entrando
ya en el epodo, el primer período incluye la apelaci6n directa
al Asopo ( O'wv, v.45) y la menci6n de un nuevo lugar en el que
se distinguieron sus descendientes masculinos, Troya (vv.45-46).
En el segundo período mayor se pasa a la descendencia femenina
(vv.47-52), y comprende una primera frase general (vv.47-48):
564
a~ECXE~
KE~e[ÓJ~ou
ÓL' E6pcCa,
~upCa náV~aL ~á~L'
/
y la menci6n de las hijas, que lograron el favor de los dioses
(vv.49-52, comenzando, corno el primer período, con el posesivo
aa, ):
aa,
yEvEa,
A~napo-
~~vwv ~uya~pWv, ~, ~~(oJC
auv
~~xaL~ ~LKLaaav
/
&pxa
you, &nop~~~wv &yuLav. /11
También en el primer epodo sintaxis y métrica coinciden:
en el primer período mayor (vv.19-20) acaba la narraci6n del
mito de la fundación de los Juegos Nemeos, y luego se pasa a
la B.ctualidad tras una frase general:
KECVWV &n'
E6óó~wv &y~vwv
lv NE~€"L KAeLvo[\
a
_
o~
~pLe~EL
f3J po~wv /
,
~e~avwL
~av~av lp€~v~aL Kó~av.
A~io~~ÓEL
I
V~K4-
vvv rE
aa.v~C VLV óa.'~wv
1 (ÓJWKEV. /11
El "código" de la oda no presenta grandes diferencias
respecto al que propone Hamilton:
IP LV
LV?
TP - MCa (r-1Ft-f-1L-ND) M
II
III
LV
IV!
LV
11M III
GG
II
GG
I 1~1 Gil
f-l G MCb (KV) (1l2
IvI
II
I1
II
LP
G LV - TP
TP - LP?
II
111.
un
565
NOTAS A ODA
9
(1) II 147-149.
(2) Sobre la construcci6n tlquiástica ll en Píndaro,
gard, sobre todo pp.18ss.
(3) Sobre este adjetivo,
v~ase
v~ase
Green
nuestro comentario a 11.38.
(4) Cf. nuestras pp.934ss.
(5)
2!.
comentario a 11.lss.
(6) Ad loc., p.300.
(7) KA€O,
92.
KUOO, e~xo, ~L~~ ~~~L' o6~a
,Dis. Munich 1938, p.
(8) P.16.
(9) P.79.
(10) Pindar,
po~te
et
nroph~t~,
p.60.
(11) O tema das GraGas, p.194.
(12) Cf. el comentario de Thummer al pasaje, II 118, así como
Gundert, Dichterberuf, pp.84ss.; en Baquílides podemos citar
3.90ss., 13.5Sss., 9.82ss., en esta misma oda, donde se reco
ge el tema (v~ase allí).
(13) Pero es pasaje discutido; Pinte piensa que se refiere al
poeta.
(14)~Este
se
texto es controvertido; los escolios explican la fra
tv oó~a ~€~&VO, &OXO, como ~v50~ov vo~Caa, ~O
(cf.Drachmann, I329).
a~vLov
vLK~aaL
(15) Sobre KUOO"
p.113.
v~ase H. Fr~kel, Dichtung und Philosophie,
(16) Pavese (p.317), que sigue la interpretaci6n de Jebb, co
menta: "Datemi il canto (c!): c! non si esprime nella forma
'datemi il canto I in Pindaro".
(17) Tampoco el adjetivo neLaC~~po~o,que califica a 56~a es
argumento a favor de la interpretaci6n tl reputaci6n para el poe
tan (s610 E1stá atestiguado en nuestro pasaje y en A. Ch.362
KeLa'~po~ov ~e ~OCK~POv ). Ni Baquílides ni Píndaro emplean
ne'~ en un contexto que pueda servirnos de ayuda; expre
siones como neCaalr' ••• AÓyW (0.3.16) o neCaal.a· &Ko'~av
nOIrKCAOL, ~ouAe(j~aalrv (N.5.28)-aparecen en la narraci6n mfti
ca, en boca de alguno de-los personajes que en ella intervie
566
nene Es perfectamente admisible suponer que el Que IIpersuade'ó'
es el poeta con su canto, pero ello no quiere decir que la Ó
~a sea pedida por el poeta para si mismo: es la que consigue
el atleta con su triunfo, pero que, para "persuadir a los mor
tales" necesita del canto del poeta.
(18) Ad 10c., p.70.
(19) V~ase H. Koller,
todo 19-21.
11
·~o<; ", Glotta L 1972, pp.16-24, sobre
{20) Housman (p.4471_ cambia 'tE por 'tó cuyo I3J1tecedente seria
!1tEI, , y mantiene E~'tU'H.O<;, pues " MoudcXv 1tpo<pa,;a<,;; is the poet,
and cannot be anyone else". Kenyon (ad loc., _pp.70-7l) objeta a
su propia interpretaci6n que "normally a 1tpoq¡T}~T}<';; is one who
speaks for a higher power than himself". Sobre esta palabra,
véase J. Wackernagel, Vorlesungen fiber Syntax mit besonderer
Berücksichti~ung von Griechisch, Lateinisch und Deutsch, Basilea
1926-1928 (2ª ed.), II,pp.239-240; E. Fascher, Pro~etes, Dis.
Giessen 1927, p.15; Radt, ad Pi. Pae.6.6, pp.105-1 ; también
A. Kambylis, Die DichterweIhe und-rEre SYffibolik, Heidelberg
1965, pp.1lss., sobre todo 12-13; Gianotti, p.64; Kramer, arte
11 1tpo<PT}'tT}<';; 'H.'tA. 11 en Th\elNT VI (año 1959), pp. 78lss.,
sobre todo
792-793.
(21) Sobre este motivo, véase el comentario a 4.7-10.
(22) Gf. Denniston, p.l46.
(23) Véase la nota 114 al epinicio que comentamos.
(24) Qf. Maehler, II 143-144.
(25) II 147.
(26) Sobre las etimolog1as con nombres propios en Baqullides,
véanse las p!ginas s~ñaladas en el Index rerum.
(27) La etimologla de " Apyo<,;; no es bien conocida y cabe inclu
so la posibilidad de que sea de origen pregriego; cf. Ghantrai
ne, DELG, s.v., pp.103-104; E. Irwin (o~. cit. en Oda 5, n.370),
pp.217-2l8-sobre la etimologla, y pp.21 -21b sobre-e! signifi
cado; también estudia detenidamente esta palabra y su relaci6n
con AEUK~<';; H. Dürbeck, Zur Charakteristik der griechischen
Farbenbezeichnungen, Bonn 1977, pp.87-98.
(28) P.447.
(29) Gf. Kriegler, PP.5ss. y 37ss.; las estadlsticas en las pp.
l19ss-.
(30) Ya lo señalan Kirkwood (p.l04) y Stern (1, pp.129-l30). So
bre los ep1tetos de color en P!ndaro, véase S. Fogelmark, ~
dies in Pindar, Lund 1972, pp.15ss.
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I
I
I
567
(31) Sobre &¡.LcÍpui'lla, véase Ir\rJin (oP. eit. en Oda 5, n.370),
p .216: "These ,."ords occur only nine times in classical Greek.
Most commonly it is the bright flash from the face, particu
larly the eye, as in Sappho ,U:.16".18 ~ ••• h.Herm.45 ••• He
siod. fr.43(a).4 MW. Eacchy11des uses 1t for the 'flashins mo
vements of the c10sing wrestling bout' (9.36) ••• ".
(32) Conviene advertir, no obstante, que en otra glosa de He
siquio se dice a~~~~vov· ~p6v~~O¡.1a y que de &aa~E!v h~? una
variante &aá~~E~v.
(33) Cataudella 2, pp.231-232.
(34) Maehler, sin embargo, ni siquiera la menciona en su comen
tario; si Snell en su aparato critico. Baquilides usa &~~~av
en 18.36.
(35) Qt. Maehler, I 40.
(36) Cf. G. W. Bond, Eurinides. HyPsipyle, Oxford 1963, pp.91
92.
(37) Para las formaciones en -E~W junto a formas en -€w, véa
se P. Chantraine, Grammaire homérique, Paris 1953, I 367ss.
(38).'~Art. n &W~lW" en
~o"
formally simple
~.,
(39) DELG,
LfrgE vol.I, col.1792: "denom. from
out semant. unconvincing".
!w
p.153.
(40) Turyn propuso ~aa~, E6óov~a, pero la corrupci6n es mucho
más diflcil de explicar desde el punto de vista paleográfico;
Cataudella critica que introducirla en la narraci6n un dato
nuevo, el de la "saciedad 11, tras la cual el niño se adormece,
aunque seria algo natural.
S rachen,
(42) Esta etimologia es aceptada como buena en el
d~~pw; Frisk la considera digna de atenci6n.
(43) Art.
( 44)
It
&~t1pwfl
mll&, .2.!..!.,
~, ~.
en LfrgE vol.I, col.230.
p. 28 •
(45) CFC XIX (en prensa).
(46) Cf. P. Chantraine, La formation des noms en grec ancien,
Paris-r933, pp.113-11 4 •
(47) ~,~. ~p.~, p.375: ltd' ou en général taller
perte, d1spara1tre' l .
(48) Edmonds 1, p.148.
a sa
568
(49) También el mito se. terrumpe ')rusca:·::nte en 5.175 y 15.
63; véase el comentario éA.J.. primer .,. . . saje, pp .362.
-
(50) Sobre vuv, véase el comentario a 10.9, y, en la oda Que
estamos comentando, al v.66.
I
I
(51) otras comparaciones en los poemas de Baquilides encontra
mos en 5.16ss., 5.65ss., 12.1, 13.82-83, 13.87ss., 13.124ss.
1
(52) P.79.
I
I
I
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I
I
(53) Sappho and Alcaeus, Oxford 1955, reimpr. corregida 1970,
pp.89-90.
~1ás paralelos señala e. H. I1liller, De similitudinibus
inibusoue a ud veteres oetas ele iacos, Dis. Bremen
,pp. ss.; tamblen .Nae ler, ad loe., I 156-157. fvlientras
1
que para Page es un "lugar comón ", para I'laehler se trata de
una imitación, opini6n compartida por Th. McEvilley ("Sapphic
imagery and fragment 96", Herme s e I 1973, p. 271) Y por Schmid
Stahlin (r.l 5~2),quienes consideran poco feliz la adaptaci6n
de la imagen del gineceo al terreno deportivo. Sobre el bri
llo de la luna y los astros, puede consultarse R.Bultmann,
ItZur Geschichte der Lichtsymbolik im Altertum Tl , Philol05uS
XC'llII 1948, pp.11-13; eh. Nugler, "La lumi~re et la viSl0n
dans la poesie grecque tI, REG LXXIII 1960, pp .41-42; véase
también E. Heitsch, llZum Sapphotext", Hermes XCV 1967, pp.
390-392; L. '·leld-Vl. Netherait, "Sappho ' s rose-fingered moon:
a note", Arion V 1966, pp.28-3l •.Alusiones al brillo de la
luna en la tragedia tenemos en A. ~.298, E. ~.992 (~.).
(54)
(55) Ad loe., II 156-157.
(56) ef. pp.1053-l054; otros ejemplos son 5.43-49, 10.21ss.,
11.1588. Pindaro, en cambio, no es demasiado amigo de este
tipo de descripciones y suele pasar por ellas como sobre as
cuas (0.8.67ss., P.8.81-82), salvo en el más detenido relato
de los juegos funaacionales (0.10.64-73; también Cástor y Yo
lao en 1.1.23ss.). Se suele pensar que en este punto Baquili
des sigue más bien a Sim6nides (cf. Schmid-Stahlin, 1:.1 531),
por los escasos restos de sus epIñicios que nos quedan, como
se puede comprobar en Fr.507 P~~ J sobre todo ~.5l6 PMG, KO
vea ót nap~ ~poxov ~e~a~WVLO~
~e
• También es caracteris
tico de Baquilides la intervención del p~blico para hacer más
vivida la descripci6n (3.9ss., 5.48-49, 10.21ss., 11.17ss.);
Pindaro rara vez se sirve de este recurso (Q.9.93, QlO.72-73,
en los juegos fundacionales). El p~blico tiene asimismo un pa
pel destacado en el canto 23 de la Iliada, en los juegos f~e
bres en honor de Patroclo (vv.721, 728, 766-767, 815, 847,
869, etc.); véase Patrucco, Lo sport nella Grecia antica, pp.
24-25 Y 399.
(57) Sobre la manera de determinar el vencedor en el pentatlot
véase Patrucco, Lo sport nella Grecia antica, pp.202ss., con
exhaustivo estudio de las fuentes y los problemas que se plan
I
I
I
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I
~
~
I
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I
I
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~
I
i
I
I
11,
569
tean (bibliografía en p.223); recientemente, R. Merkelbach,
"Der Sieg im Pentathlon ll , ~ XI 1973, pp.261-269. Digamos,
como curiosidad, que de las cinco pruebas, parece que Automedes
venci6 en aquellas en que predomina la potencia de brazos (dis
co, jabalina, lucha), y en cambio fue derrotado en las dos en
que importa más la potencia de piernas (estadio y salto); en
el atletismo moderno hay casos notables de corredores de dis
tancias cortas que han sido también grandes campeones en el
salto de longitud; baste citar los nombres del mítico Owens
y, actualmente, Carl Lewis.
(58).Hense 2# P.309; ya le precedi6 Stahl (p.323), que propu
so ~X't'EAEU't'a:O'ctt; 't' •
(59) Pp .447-448.
(60) Ad loe., II 160, Y también 11 147-148.
(61) Si leemos un participio en lugar de 't"ELA.EJ u't'ctCa:t;, la
sílaba -0:0'0: estar1a en correspondencia tautométrica con los
versos 1 y 10. Las rimas internas son frecuentes en la Oda 9,
a pesar de su mal estado de conservaci6n, y abundan especial
mente en el verso primero de la estrofa.
(62) Sobre estas construcciones participiales, sindéticas o
asindéticas, véase Ch. Mueler, L' évolution des construction
narticipiales comnlexes en grec et en latin, Estrasburgo 1938.
Sobre el aslndeto de participios, Schwyzer-Debrunner, II 405
406; cf. también J. A. de Foucault, Recherches sur la langue
et le-Style de POlybe, París 1972, p.l72.
(63) Q!. f'ilugler (on. cit. en la nota anterior), p.18.
(64)
(65)
21·
91..
comentario a Oda 5, p. 351 , con nota 341.
Zanghieri, 1'.54, así como nuestras pp.895-896.
(66) ef. Kriegler, pp.85ss.
(67) ef. Maehler, II 148.
-
(68) ef. Kriegler, pp.166ss.
(69) ef. Stern 1, pp.120-l21.
(70) Llamamos limito principal" del epinicio al excurso sobre
el río Asopo y sus descendientes, y limito secundario" a la
leyenda sobre el ori~en de los Juegos Nemeos. La afirmaci6n
de Schmid-St§'hlin (I-.. l 533;cf. también 1'.536, n.2), !tim 8 (9)
Gedicht ist der mytnologiscne Tei1 verkttmmert und eigenartig
zersplittert" implicaría considerar ambos mitos como una uni
dad que se ha dispersado, cuando los dos mitos no tienen nada
que ver entre sí; exactamente lo mismo ocurre en el epinicio
13.
570
(71) Cf.el c,..?itulo ":"0a de la Patria", pp.1114--1115.
(72) Sobre esta variante de la alabanza de la patria,
Kienzle, Der Lobpreis von Stadten, p.70.
v~ase
(73) II 14-8.
(74-) PP.76 y 80-81.
(75) "No es la fama del rio Tajo tal que la cierren limites ni
la ignoren las más remotas gentes del mundo", dice nuestro Cer
vantes al comienzo del canitulo VIII del libro tercero de Los
trabajos de Persi1es y Segismunda.
--
(76) Más casos en Thummer, ad 10c., II 50-51, y
en ~ 5, n.14-1), pp.67ss., sobre todo 85ss.
P~ron
(on. cit.
(77) P.25.
(78) Parece ser una variante del "tema de la facilidad n (cf.
Thummer, ad I.l.45-4-6, II 26), que Pindaro suele usar esp9=
cia1mente-Cuando habla de Egina y los Eácidas pero no exclu
sivamente: en 1.3.19ss. se refiere a Tebas (véase el comenta
rio de Thummer al pasaje, II 64-65, con bib1iografia; tambi~n
Bundy, pp.14-15 y 61ss.); en Baqui1ides el motivo aparece en
5.31 y 13.176ss.
(79) Cf. Gianotti, pp.96, n.43, y 119ss.; P. Ange1i Bernardini,
"Linguaggio e programma poetico in Pindaro ll , QUCC IV 1967, p.82.
(80) PP.53-54.
(81) pp.81-82.
(82) Pindaro (I.8.15ss.) las atribuye al AS020 tebano. Los nom
bres de las hijas son citados en D.S.4.72; véase \'lilisch, arte
"Asoposll en Roscher I.1 (año 1884--1886), co1.642-64-4; Wagner,
arte "AsopOSIl en R.E. II.2 (año 1896), col.1705-1708; sobre la
narraci6n de Baquilides en particular, cf. Schober, pp.21-28,
y Maehler, II 145-14-7.
(83) Para los nombres que pueden ajustarse al metro y al espa
cio disponible, v~ase Jebb, ad loe., p.309, y Maeh1er, ad loe.,
Ir 168.
(84-) Cf. B.3 ..18;" 36,
tautom~tricos.
(85) Los intentos de reconstrucci6n del texto pueden consultar
se sobre todo en los comentarios de Jebb y Maehler; tambi~n H.
Tselios 4, pp.313-316.
(86) Para este posible caso único de dos alabanzas de la misma
ciudad en una misma secci6n de la oda, v~ase nuestra p.114-0.
(87)
V~anse
nuestras pp.1175ss.
571
(88) Cf. Kienzle, Der Lobpreis von Stadten, pp.66-67.
,."
(89) Sobre VVV para introducir la victoria actual, véase nues
tro comentario a 10.9.
(90) Como señalamos en el comentario al último pasaje citado,
vuv se usa en las plegarias para pasar a la actualidad tras
el recuerdo del pasado, que ocupa la posici6n central; baste
citar Sapph.l.25, ~A~& ~OL Ka\ vvv •
(91) P.82.
(92) Cf. Kriegler, pp.166ss.; Thummer, ad 1.3/4.26-27, 11 66,
Y .a5!. r.8.61-62, 11 140.
-
(93) Pieper (p.76) observa también una división tripartita en
el presente epinicio, pero en lugar de distinguir tres seccio
nes, de las cuales la central es el mito, divide la oda en tres
partes principales, cada una de las cuales se subdivide a su
vez en tres partes en clímax ascendente, que culminan, cada una,
con una referencia a la victoria de Automedes: 1-39, 40-74, 75
104; es decir, incluye los vv.66-75 en la misma "parten que el
mito. Por otro lado, opina que tal estructura tripartita (usual
en Baquílides, incluso en los epinicios sin mito; véase sobre
todo el comentario al epinicio 10, pp. 620S8.) 'tundoubtedly
was suggested by the athlete's triple success with the discus,
with the j ave1 in , and in wrestling ll , lo cual nos parece un ex
ceso de fantasía por parte de esta autora.
(94) Sobre el tema, véase el comentario a 10.52ss.
(95) Jebb (ad 10c., p.311) parafrasea del siguiente modo, sin
intentar la reconstrucci6n del texto: tlAutomedes, we have brought
thee the song of the island Muse, which shall rernain for thee,
in thy life and after thy death, for endless years, to tell all
generations of thy victory at Nemea ll •
(96) Ad 1.3/4.26-27, 11 66.
(97) S.v., p.451; Gerber (4,
cise Sense unclear ft •
~.,
p.206) dice simplemente "pre
(98) Cf. también Schadewaldt, pp.316-317.
(99) Cf. Thummer,
~
1.2.34, 11 46-47; Bundy, p.23, n.53.
(100) Cf. H. Fr~kel, Dichtunf und Philosophie. pp.548-549;
Schadewaldt, PP.3l4ss.; támbi n nuestra 'p.249.
.
(101) Un caso muy semejante encontramos en la Oda 3, donde el
nombre de Hier6n aparece tres veces y las tres-eñ posici6n tau
tométrica (versos 4, 64 y 92).
,
(102) 11 171: "Blass' und Herwerdens Erg~zung V(XC,...W1;(XV •••
wUrde bei B. den einzigen Verstoss gegen die Maas'sche BrUcke
I
I
I
I
I
572
an dieser \7ersstelle darstellen".
(103) Cf. Barrett 2, pp.252-253.
(104) Ad 10c., 11 171.
(105) Q.!.. nuestras pp.958ss.
(106) V~anse otros ejemplos homéricos, con o sin particula mo
dal, en Ivlonteil, La 'Ohrase relative, pp.45 y 47; Chantraine
(0'0. cit. en la nota 37 al epinicio que comentamos), 11 244 Y
24t3-249; tambi~n Slater, p.363, y, en e;eneral, J. N. Stahl,
Kritisch-historische Syntax der griechischen Verbums der
klassischen Zeit, Heidelberg 1907, reimnr. Hildesheim 1965,
pp.527ss.
.
(107) Cf. Gundert, Dichterberuf, n.46; Duchemin, Pindar, no~te
et proDh~te, pp.283ss.; H. Maehler, Die Auffassung des nichter
berufs im frUhen Griechentum bis zur Zeit Pindars, G8ttingen
1963, pp.85ss.; Thummer, ~ 1.7.16-18, 11 118-119.
(108) Gf. 3tmdy, pp.59ss.; Demarque, pp.66ss.; Gundert, Dich
terberuf, pp.50ss.; D~chemin, Pindar, no~te et proph~te, pp.
l62ss.; Gianotti, pp.62ss.; Naehler, ad 3.96, 11 61, con n.2?;
en general, M. Detienne, Les ma1tres de v~rit~ daDS la Gr~ce
archaique, Paris 1967, s9br~ todo pp.9ss.; este ~ltimo autor
(liLa notion mythique d' AA1'j.&e&.o: f1, REG LXXIII 1960, pp.27-3~,
sobre todo 32-33) y ::8. Heitsh ("Die nicht-philosophische &A.1')
-&e::&.a 11, Hermes XC 1962., pp.24-33) insisten en la. int,erpretaci6n
de la palabra como compuesta de alfa. privativa y A:r¡-&rJ , mu::
adecuade para la lirica coral, donde es un tema fundamentsl ~ue
la canci6n impide que la gloria caiga en el olvido. Véanse ta3
bién A. vI. H. Adkins, "Aletheia in archaic Greece n, CH XXI
1971, pp.220-222, y recientemente A. M. Komornicka, "Termes
d~terminant le Vrai et le Faux chez Pindare lt , en el volumen
colectivo Aischylos und Pindar, Berlin 1981, pp.8l-89, donde
cita otros articulos suyos anteriores sobre el tema.
(109) Sobre este tipo de priamela,
v~ase
Bundy, pp.7ss.
(110) La mención de Dioniso es más o menos segura, pero no
así la de Deméter, que es sólo una conjetura de Jebb (v~ase
su comentario al pasaje, p.312). Blass sustituye el nombre
de Dem~ter por el de Heracles. En cuanto a Dioniso, era, se
gún una tradición (Paus.2.6.6 , 2.12.6; véase el comentario
de Maehler al lugar, 11 176-177), padre del h~roe ep6nimo
Fliante, habido de su unión con Aretirea, hija del héroe beo
cio Minias. Por otro lado, la riqueza principal de Fliunte
consistía sobre todo en viñas y cereales (cf. Jebb, ~p.205206; E. 1·1eyer, arte nphleius" en R.E. XX.1""'Taño 1941), col.
269ss.).
--
(111) Maehler, 11 149.
(112) Cf. Kriegler, pp.197ss.
•
•
573
(113) Maehler (ad vv.95-96) afirma: "nur weniger ipt p;~geben,
die Zukunft im voraus zu kennen - B. sagt nicht O'OÓE"', weil
es Ausnahmen geben kann wie Kassandra". Creemos nosotros, sin
embargo, que, de estar pensando en alguien en p~rt:lcuJ..tcfl Ba
qul1ides probablemente aludirla a Anfiarao, el OtKAEL a~
del v.16, cuyas predicciones no pUdieron "persuadir" a los
atacantes de Tebas; este eco verbal lo corroborarla.
(114) En el v.2 h~brla que colocar fin de perlodo menor tras
una conjunci6n, t~E', si aceptamos la correcci6n de Blass a
la lecci6n propuesta por Kenyon. En Baqul1ides hay in~lu~9 9
un caso de fin de periodo tras preposici6n: 5.74-75 t~ // E~
AE~O ; cf. Snell, p.XXI; Barrett 2, p.250, n.5; J. S. Lasso
de la Vega, "La séptima Nemea': ..... ti, p.93, n.64; T. C. W.
Stinton, tlPause and period in the lyrics of Greek tr¡.tgedytl,
QS XXVII 1977, pp.59-60. V~ase B.IO.25, también luEL •
(115) P.147.
(116) Véase nuestro comentario al epinicio 12, pp.748ss.
(117) La flMenci6n de la Prueba" inmediatamente después, al
comienzo de la "Loa del Vencedor" (v.25, 1tEv't'al-&h.OLO'LV) •
574
ODA
10
El decimo epinicio de Baqu!lides celebra las victorias con
seguidas por un ateniense de nombre desconocido (véase el comen
tario al v.9) en los Juegos !stmicos (v.19). En los vv.20ss., en
efecto, parece que el poeta se refiere a triunfos logrados en
dos carreras, el estadio y la denominada Ifhipnios tl , pero tam
poco lo sabemos con seguridad. Igualmente ignoramos en qué ca
tegor!a participaba el vencedor, aunque parece probable que
fuera entre los adultos, as! como la fecha de composici6n(1).
Junto con la pindárica
~.7
(dedicada al exiliado Megacles)
es el único epinicio que celebra a un atleta ateniense. Presen
ta, además, otras llamativas particularidades: es el único epi
nicio de Baqu!lides y P!ndaro que se compone, con
segv~idad,
de
dos triadas (probablemente también B.l4-); carece de mito, a pe
sar de tener 54 versos, y su estructura presenta alEUnos rasgos
peculiares(2).
Le. oda se inicia, como el epinicio 2, con una invocaci6n a
Fama(3), que llega hasta el v.8. Al nombre de la divinidad in
vocada (personificaci6n en este caso) sigue una predicaci6n
explicativa introducida por y«p (4-), en la que muy probable
mente se recog!an los atributos y funciones del personaje en
cuesti6n. POdr!a, seguramente, hacer el poeta menci6n de la
cualidad de Fama de llevar la noticia, y con ella la gloria,
de la victoria hasta los
~ltimos
rincones de la tierra, de mo
do semejante a B.13.178-18l, donde se dice de Aretá:
&AA' ~~neóov &x[a~~~a~
\3 púo u aa óó~a"
575
arpúlq>a'ta .. l'ta j'av ['tE
Ka1. 1tOAl11tAaj'K'&'0 V .& [áAaooav.
~.
también Pi. 1.4.41-42:
Ka\ 1táj'Kapnov ~1tt x~óva KaL o..
a 1tóv'tov
~€~aKEV
~Pj'~~'&'wv &K't\~ KaAwv !a~Eo'&'o~ atEC.
una alabanza de la poes1a(5). Este cometido que tiene la can
ci6n de difundir la noticia de la victoria, lo desempeña tam
bién Fama en B.2.lss.:
"AC'~OV, ~J oE~voo6'tE .. pa ~~a,
~~ K[lov f]epav, xap .. 't~-
vVIl [ovJ q>€povo'
&:j'j'EA Cav,
As1, el contenido del proemio podría ser más o menos el
guiente: "Fama, porque tú recorres el mundo difundiendo noti
cias y muestras a todos, incluso bajo tierra, la gloria de
llos que llegan a ser ilustres y común alegría para su patria
porque han conseguido la victoria ll , según esta reconstrucci6n '
hipotética:
~Ila,
.
00 y@;]p.
.
&[~avá'twv ~va'twv 't' l]1tOLXVEt,
q>\"SJAa, Kat 1tCi[ol,v 1tLq>aúOKE"~
- u] l;!-EAalJ.~~[.&lol,v
Kal. j'a~ óJ1tO KE6L~EOI, KÜOO~ (vel
o~av)
ot yE] vwv'ta~ (- v -
1tav'tt X~p]WI, ~ [vv]6v, Z5't' .. xpv[o€ a
Vl.V tOEV
o [laL) '! &q>~aAlJ.ot'oL N [CKa
~[aüA]a:v &:1tpooc:t"av
l,;'
El v.l cabría rellenarlo con
(OWKEV
&~avá'twv
(lli,.
-e' S1ta
.&va'twv 't' ,
576
tura de Headlam (cf. B.ll.6-7), o con
Jebb, por ejemplo; en el primer caso
&YYEACal.C;; .&va't'wv
&-&av~"Cwv estarfa en co
rrespondencia tautom~trica con el v .11
nodría completar con
de
~-&~va"Cov. El v. 2 se
1ta[env 1tl,cpaúcrn.EI.C;; de Jebb, según 9.81, o
algo semejante. El v.3 es más difícil; quizá, como piensa Ed
monds, haya un epíteto para la palabra
el verso siguiente. tI propone
220,
yaC;;, que aparecería en
~EAa~~~[-&loc;;; cf. A. ~.219-
Tap"Cápou ~EAa~~a-&~c;; KEU-&~WV
, y S. Fr.523:
~K"CaC;; ~1taCwvác;; "CE Kat ~EAa~~a-&Etc;;
AI.1tOÚOa AC~V~C;; ~A-&OV, ~pOEvac;; xo~C;;
'AxÉpov"CoC;; 6~U1tAñyac;; ~xoúoac;; yÓOUC;;.
De acuerdo con el pasaje esquileo, quizá fuera mejor no leer
genitivo sin;::.ular sino datiyo plural, ~EAa:~~~[.&lol.v
-0]1'60
KEÚl-&ECI.
, aceptando
en el v.4.
Así, los vv.4-5 pOdrían reconstruirse del siguiente modo:
Kat yaC;; -o]1tO KEÚ[-&EOL KÜÓOC;;
o~ yl]vw~"CaL•
Para
-o1tO KEú-&eOI. yaC;;
(~
ó6'~av)
•••
, v@anse varios pasajes:
Pi. N.IO.56
't'av ó' -o1tO KEV-&EOI.
11.22.482-3
vüv
yaCac;;
ói oU ~EV 'Atóao óó~ouC;;
-o1tO KEÚ-&EOL yaC~c;;
~PXEal.,
Od.24.204
1.~acS't"
A. ~.lC36 (lyr.)
ECV
'Atóao óó~o .. c;;,
yac;; -o1tO KEÚ-&EOLV ~yuyCo .. o .. v
Hes. ~.300
Ca-&lT}c;; 151t0 KE~-&EOL yaCT}C;;·
Hes. ~.158
raCT}C;; lv KEU-&~WVI.,
A. Eu.805
-o1tO KEÚ-&EOI. la'~c;;·
!ópac;; "CE Kat KEu-&~wvac;; lVÓCKOU X-&OVÓC;;
cf. tambi~n E. Fr.865:
qn1'~T} 1:0V lC-&AOV K~V ~uXcf ÓECKVUOI. YT1C;;
y Pi. 0.8.81ss., donde
'AYYEACa debe llevar al Hades la noti
,
577
cia de la victoria (y lo mismo Eco en 0.14.20ss.).
..
El v.5 pOdr1a iniciarse con una oraci6n de relativo, (KU
éo~) ot Y€Jvwv1:a~
, trIa gloria de aquellos que •••
11.
Para
la ausencia de antecedente explícito, compárese B.19.1ss.:
nápEaT~ ~up'a K€AEU&O~
&~~poa'wv ~EA€WV,
8~ ~v ~apa n~Ep'éwv Aá
XT}a~
y
éwpa Mouaáv,
be
1:~II~
~~,~CvE~a~ ~v &EÓ~
b
Pi. Q.7.31 (
•••
),
1.1.48, I.2.4,
etc.(6).
Una idea semejante contiene ya la prrrDuesta de Edmonds:
ya'a~ ~J~o KEU[&O~€vo~~, ~a00
~
j'lJ VWV1: '
'Dero no es aceptable el "colon-continuo" (por lo cual
se excluye KAELVOL é' / ot •••
tambi~n
de Jebb), ya que hay brevis in
longo en los versos 14, 32 y 42. Al principio del v.5
C\
,
YE
o~
estar1a en correspondencia tautométrica. con el v.33 oI 1:E
bi~n el v.15 comienza con un relativo,
doaa<
(tam
> ).
En CUa:ltO a los vv.5-6, se suele coincidir en que en ellos
se expresa la idea de que la victoria es una talegr1a común 11 pa
ra la patria, a partir del muy probable ~[uvJ6v del v.6. As!,
Jebb propon
leer
é' ot Y€JVWV1:a~ [XáPl1' lxouaLV
1tav~\ X~JPWL ~luv]6v •••
pensamiem.
que se recoger1a en los vv.12-13,
."
~uvóv
•••
i/I>
X«~
donde la sentencia general se aplicar1a al caso concreto del
vencedor; pero también, como apunta Maehler, son posibles
•
'
578
suplementos, por ejemplo KcSO'~OVJ ••• ~[uvJóv ••• , según Pi.
1.. 6 .69
~ uvov ~O'te L KcSO'~OV ft¡) 1t po O'cÍl'wV (7) •
El uso de la I"lalabra KcSOJ.I.O~ para indicar el canto es fre
cuente:
KOO'~DO'~L ~eó&~~~ov
~áv ~.
1tÓALV
.
lv NE~~L l'UL~AK€~ ~OUV01tcÍA~V
Pi. Q.ll.llss.:
tO'~L
vüv, 'APXEO'~pá~ou
1t~t, ~ea~,
'Al'~O"&~~e, 1tul'~~X'~~ ~vEKev
KÓO'~OV
O'te~áv~ xpuO'éa~ lAa'~~
l1tt
.
&&u~eA~ KeAQ&~O'w,
A 5~L, en los vv.6ss., debía de seguir una expresión para
T1vencerll. Jebb propone
a,
~L xpu[O'é~v
t&ov e6
OA~OV &~~aA~otO'L N [CK~V
1J[~üAJav &np~'t"~v [~e ~ÓX~v.
lección admitida por Edmonds, que sólo cambia NCKav por a~A.WV
y
~e ~cSX~v por
:~[A] ~~ [ot~.
Así pues, el poeta estaría empleando el giro "ver la vic
toria" con el significado de "vencer", que, sin embargo, carece
de paralelos(B). La personificación de NC)(.(t en expresiones que
significan "vencer!! ocurre dos veces en píndaro:
1,.2 .26 XPuO'€~~ lv j'o1Sva:O'Lv
1t ''t"vov~a
NCx.a:~
li.5.42 N,f(,(t~ lv &~Ve:OOL 1tC,:vwv
A la vista de estos dos pasajes, penSamos que hay que in
vertir el giro: no sería "porque han visto la Victoria", sino
"porque la Victoria los ha visto lf , de modo que tendríamos el mo
tivo de la "mirada favorable" del dios para expresar el triunfo,
579
como en B.ll.15-17:
t".. E~" LV] ,,\1 ~ L\~[AJoyev'h~ ut
O~ F3a.&uC~vo
["oJ
lI.a'toü~
.
.
ÓlK't lo] {3Aeep ú!pw] &.
véanse también los siguientes pasajes pindáricos:
'Sa:ACa: 'tE
0.14.15ss.
lpa:aCjJOAnE, tóotaa: 't~vóe 'H.WJ.\.OV in' Et¡';'EvEt Wl.f
ltoücpa: {3,,{3wv'ta·
P.3.85-86
Aayl'tav
et
'to&.
't~pavvov
't~v' &v.&~nwv,
~va~,
P.8.67ss.
r~p
Ót'PKE'tCX&',
d J.\.fra, nó'tJ.\.o,.
tKÓV't&. Ó' e~xolJa&. v6~
Ka't! 't&.v' aplJovCav f3AfnE&.v
&IJCJ>' ~Kaa'tov, lScro: V€OIJ(H.
1. 2 •18
iv KPCa~ Ó' E~pucr.&EV~,
EtÓ' 'AnÓA.AWV v&.v n~pE 't' &rAcxtav
y
en el propio Baqu11ides es NClLa 1 El. que "mira favorablemente
en Epigr.l(9):
Ko6pa náAACXV'tO, nOAUcSVUIJE, nó'tv &.a NCit.a,
npó~pwv
KpcxvvaCwv tlJep6Ev'ta xop6v
.
a:tev lnon'tE~o&.~, nOA€a~ é'
lv &.&6PlJacrL Mouaáv
K~tw&. &1JCJ>L'tC.&EL BCXKXUA.CÓ~~ cr'tecp~vou,.
Quizá pudiera rellenarse la laguna con algo parecido a lo
siguiente:
lS'tL xpu[ala VLv fÓEV
0llca] '!
&~.&aAlJo¡;cH NLCKa
~[aüAJav &npaK'tav ['t' ~éWKE
xpucrla NCxa
aparece en Pi. 1.2.26;
-
(vel 't' 8naacrEv).
v&.v plural en B.l.76 y
9.15. Para la expresi6n !lel dios lo vio y le concedi6 la victo
I
I
I
,
I
580
ria", tl.Pi. 1.. 2 • 18 (10).
No s610 la canci6n es
ano
" L va o
A~OLr.",
nóvwv (Pl.' . _..
O 7 16 ,
-0.10.91ss., ...P.l.58, -P.2.14,
...N.3.17ss., -N.4.1ss., No7.16ss.,
(11))_
1..3.7, 1.. 4 • 4 7, I.8.1ss.
,
'1.
tambl.~n
lo es la victoria, tan
ligada, por otro lado, al canto, como atestigua Pi. N.5.4B-49
(poco antes, en el v.42, leemos la ya citada expresi6n NC}la~
lv
&rKWVEOOL nC~vwv
), li. lO • 23ss., y quizá Q.B.7(12).
En los vv.9ss. se produc1a probablemente el paso de lo ge
neral a lo concreto, la aplicaci6n al caso particular del ven
cedor. Los vv.13-14,
~Eav &pE~av ~avüov lnLx~ovCCLOLV , indi
can claramente que el vencedor ha sido ya nombrado, pero cuál
sea su nombre y la
~bicaci6n
de éste en la oda es problema aún
no definitivamente resuelto(13). Digamos, en primer lugar, que
la soluci6n más aceptada ha sido la propuesta por Blass de leer
'A[rAJa~L
al comienzo del v.9. No
obStante, la admisi6n de e~
ta hip6tesis no ha sido unánime. Una primera dificultad es el
propio nombre del vencedor, pues, en opini6n de Wilamowitz(14)
"ein Athener Aglaos ist nicht glaublich n(15), y él mismo, algu
nos años antes, habla afirmado(16): "Das Gedicht ist fUr einen
gewerbsm~ssigen
Laufer aus Athen verfertigt, der vermutlich Pa
sias hiess", pues lela naoCa ~(v en el v.2(17). Por su parte,
Jurenka, siguiendo una sugerencia de Herwerden y Tyrrell, in
troduce al principio del v.ll el nombre
EnXELpE~.
Pero, apar
te de que E-6XE Cpr¡~ no está atestiguado (18), un posterior aná
lisis del papiro por Snell demostró que en ese lugar lo que hay
que leer es ~ [r'}xE Lpl~, a pesar de ser un hapax.
Blass intent6 superar esta primera dificultad pensando en
581
un origen extranjero de la familia del atleta(19): "monuit iam
'V'ilamovlitzius ignobilem domum victoris indicari tribu nominata,
non gente aliqua, neque abhorret a veri specie unum ex
pere~i-
nis a Clisthene in novas tribus Atticas receptis etiam hunc pe
tremve eius fuisse, propter quos dicit Aristoteles institutum
esse Athenis ut non n«~p6~EV cives appellarentur, sed a suo
quisque pago, quocum arte coniuncta erat tribus". De esta mane
ra se explicaría
tambi~n,
como podemos comprobar por las pala
bras de Blass, el hecho de que parece mencionarse la tribu (v.
18) en lugar del padre o la familia del vencedor (de todas for
mas, que no se mencionen el padre o la familia tampoco se puede
afirmar con totó.l seguridad, teniendo en cuenta las lagunas que
presenta la oda(20)). Como de costumbre son pocos los datos
biográficos que se expresan explícitamente en el epinicio, de
modo que sobre ese punto s610 se pueden hacer conjeturas. En
todo caso, la objeci6n de \oTilamowitz no es un impedimento de
finitivo que eche por tierra la propuesta de Blass(21), a~que
hay que tener siempre en cuenta que se trata de una hip6tesis
orientativa, pues en el estado actual de nuestros conocimien
tos es imposible asegurar si ése era o no el nombre del desti
natario del poema.
Otro tipo de dificultades son de orden paleográfico. El
espacio entre«
e
L
parece demasiado estrecho para ser ocu
pado por w , por lo que se ha pensado en un error del
que habría copiado ArAAOI
escriba~
en lugar de ArAAQI (22), ya que, adI
más, hay un signo que debe de corresponder a un acento cireUD
flejo(23) •
Rechazando la conjetura de Blass, Naehler prefiere ubica
582
el nombre del vencedor al comienzo del v.6 (nombre que acabaría
en -a!o~ u -WPO~) y restituir en el v.9, por ejemplo,
&:[AA]á.
of • De esta manera, en la estructura general de la oda, a un
breve proemio de cinco versos (vv.1-5) corresDondería lm cierre,
también en muy mal estado, de extensi6n similar (vv.5l-56)(24).
no armonice demasiado bien con ~E~V
Pero quizá el pronombre ol
&:PE~á.v
(v.13) y se esperaría mejor lm pronombre de seGunda per
sona, para evitar ese paso tan brusco de una persona a otra.
También en el v.6 prefiere situar el nombre del atleta J.
S. Lasso de la Vega (2 5 ), con lme. conjetura más atrevida, ya que
propone reconstruir los vv.9-l0 de la siguiente
a [o'
.
m~~era:
'AJ~~~ Kat vúv KacrLyv~~av &:KoC~al~!
vacrl.w~ 1. v
•
lx. eV1) ae: v Al. y6<p.&oyyov
~€AI. crcrav
Eco es una ninfa amada por Pan (s:.!. Honno D.16.289
!{g 16.154), que puede ser llamado su
y
39.130;
&:x.o''ta~ (~. Pi. Fr.156.2
Natoo~ &xoC~a~ ¿e:I.A~VÓ~ ). Pan es, según una versi6n extendida,
hijo de una ~!infa, ol'JÓ~
(Olvo~·t~)(26), y, por tanto, sus her
mémas son las Ninfas. r1elissa es igualmente una Ninfa (27) •
El poeta estaría jugando con esos parentescos míticos
cuando pasa en el v.9 de la invocaci6n a Fama a la indicaci6n
de que
xat vüv el Eco, que pregona la gloria del vencedor (cf.
Pi. Q.14.20-2l), ha llegado a Ceos y ha puesto en movimiento
a la Ilabeja isleña ll , que es el propio poeta.
Por último, habría que admitir al
libertad de responsi6n entre
y
princi~io
del v.9 una
-u-, debida al nombre
propio.
A nesar de las razonables dudas que suscita, a nosotros
nos sigue pareciendo más verosímil la antigua propuesta de
583
Blass: el nombre del vencedor (sea 'ArAa6~, 'ArAáo~
o cual
quier otro posible) deb1a de hallarse en el v.9, donde la f6r
mula de transici6n
,
Ka~
""
vvv señala el paso del proemio con el
que se inicia la oda a la alabanza del vencedor, que llegar1a
hasta el v.35. En efecto, aunque no siempre (cf. B.ll.37);
la f6rmula
(Kat) vúv, tanto en Baqu1lides como en P1ndaro, sue
le marcar el paso de 10 general al caso concreto del destinata
rio del poema, cuyo nombre se menciona entonces(28); los ejem
plos son numerosos: B.9.25-26, 11.10-14, 14.19-22 (29) ; Pi. Q.7.
13-14, 0.11.11-15, rr.6.8-9 (en B.14B.7 tenemos
de vúv (3 0 )).
Kct~cV en lugar
La estructura de la parte dedicada al vencedor (vv.9-35)
ha sido interpretada de diversas maneras, debido sobre todo a
problemas de puntuaci6n que afectan a algunos versos, particu
larmente 18, 20, 24 Y 26. Generalmente se piensa que consta de
tres partes, aunque el contenido de cada una de ellas puede va
riar según la puntuaci6n que adoptemos en cada caso:
1) Presentaci6n:
a) Referencia a las victorias de Aglao (llamemos as1 al
vencedor) en general: "voy a cantar cuántas veces has
triunfado y has alzado gloria para tu ciudad y tu tri
bul!; puntuaci6n fuerte en el v.18 tras
en el v.20 tras
~p~«v.
ó6'~av
mejor que
As1 hacen Blass, Jebb, Platt,
Festa, Piccolomini, Taccone, Edmonds, Snell (que pun
túa en los dos lugares), van Groningen(3l), etc.
b) Referencia a las dos victorias 1stmicas que se cantan
en la
~
10: "voy a cantar cuánta gloria has conseguido
para ti, tu patria y tu tribu con estas dos victorias
584
en los Juegos !stmicos,,(3 2 ); puntuaci6n fuerte en el
v.20 tras dp~áv • Es la opini6n de Kenyon, Palmer, Ju
renka, Barrett y
~Iaehler
OIaehler da cuenta en su co
mentario de un trabajo no impreso de Barrett, cuyas
propuestas acepta muy a menudo).
~)
Descripci6n de las victorias actuales:
a) Vv.19(2l)-24, con puntuaci6n fuerte tras S~~~ov
Snell,
Taccone, Schwartz.
b) Vv.19(2l)-26, con coma tras 8~~~ov
~ov
y
punto tras
: Jebb, Edmonds, Finn.
c) Vv .21-28, con coma tras 8~ L~OV
y tras
op&'J ~ov
puntuaci6n fuerte s6lo en el v.28': Barrett,
3)
Cat~logo
op&]
y
r~1aehler.
de victorias: 25, 26 6 29-35.
En los vv.9-l0 el hecho de que sea el cuñado del vencedor
el que ha encargado la oda (
KaOL1'v'fÍ'tct<; ~KOC'ta:<; )
ha dado lu
gar a muchas especulaciones sobre la situaci6n personal del su
puesto Aglao y su familia más pr6xima. Así, Blass(33) pens6 oue
el atleta podría estar muerto cundo Baquílides compuso su poe
ma, opini6n que aceptan Zanghieri(3 4 ) y Severyns(35). Pero pa
rece difícil de admitir: el poeta se dirige directamente al
destinatario, en segunda persona, y además el carácter "festi
vo" del final de la oda, con invitaci6n a la celebraci6n de la
victoria, según podemos deducir de las escasas palabras conser
vadas, lo hacen improbable. Por otro lado, la palabra
~ya~~a
(v.ll) puede referirse simplemente a la canci6n que recuerda los
méritos del vencedor, sin que sea necesariamente elmonumentum
de un muerto, aunque tal significado tenga en B.l.l84:
585
~pe~a
&'
lnC~ox~o,
..
~EV ~JeAEu~~~e!aa
.
&VOpL v.Jat
V~ase,
&'
eQ~e 9~V~~
por el contrario, B.5.4,
~p&W,
AEC
~.20B.5;
Pi. li.8.l6,
~.3.l3.
Se ha supuesto tambi~n que el vencedor era aún nat, o
';&ylVE~O<; y que su padre habia muerto. No obstante, el fran nú
mero de victorias conseguidas y catalogadas en los vv.29ss. ha
cen improbable lo primero(36).
otra posibilidad sería que la familia inmediata de Aglao
tuviera problemas econ6micos, lo cual habria que relacionarlo
con el oscuro origen que supone ''¡ilamowitz(37), pues se men
ciona la tribu y no el linaje en el v.18 (en los vv.49ss. hay
una alusi6n a la riqueza).
Como vemos, se trata simplemente de conjeturas, unas
m~s
probables que otras, pero nada seguro al fin y al cabo; una vez
más comprobamos lo difícil y arriesgado que resulta deducir de
los epinicios de Baquílides o Píndaro datos biográficos concre
tos(3 8 ).
En el v.ll, la lecci6n &k}áva:~ov Mouaav ~:raA~a: del papi
ro es modificada por Blass 3 en &9av~~wv, si bien entre interro
gantes. Desde luego, no habría problema en aceptar el cambio
desde un punto de vista puramente paleográfico; lo que hay que
comprobar es si el sentido lo requiere. Esta breve modificaci6n
de la lecci6n del papiro ha sido aprobada por FUhrer(39) , que
al argumento dado por Blass (responsi6n con
XapC'Twv, v.39)
añade otro nuevo: es frecuente que Baquílides mencione a la Mu
sa, en singular, sin epíteto, pero lo normal es que en plural
•,
I
-
586
lo lleve. De todas formas, el propio FUhrer señala las excep
ciones: Fr.20B.4,
~.55.2
(de atribuci6n dudosa), Epigr.l.3.
En cuanto a la acumulaci6n de epítetos para ~yaA~a
(mante
niendo la lecci6n del papiro), tampoco sería raro en un poeta
como Baquílides, y el propio FUhrer reconoce(40) que estaría
justificado por el IIclímax de pensamiento" que representa el
motivo (que, por otra parte, aparece ya en el proemio) de la
canci6n inmortal que anuncia la &pE~d del vencedor(4l). Pero
lo más importante en este problema es responder a la siguiente
prefunta: ¿es adecuado el epíteto &.e-avá't'wv
para las r'1usas?
Baquílides utiliza a menudo este adjetivo (substantivado
con el significado de Itlos dioses lt en 5.86, 5.193, 11.6; sin
contexto en Fr.20E.14). En 15.45 se refiere a los dioses,
~EotO<~V) ••• d~avá't'oL~ ; en 13.65 al renombre (KA€O~ ) conse
Guido con la victoria; en el Fr.65.l (de atribuci6n dudosa) pa
rece que califica a
K] ü6o~. Nunca se aplica a las Nusas ni a
ninguna divinidad en particular.
Pero es Que tampoco en toda la literatura griega es un
eníteto muy corriente para las ~'lusas(42), a las que s6lo cali.
fica en dos ocasiones:
AP 7.14.1-2
I: CUt ep~ 't'o L 'KE6O&E 1", X.awv AtOA', 't'av Il E't'Ct" Mo'l1oCtI.'
&~CtVá't'CtL~ ~VCt~aV
Enigr.3l0.7- B
(Kaibel)
MoüoCtV &E~oolllvav,
cr~A~ 't'ELIl~OCtV't'E~ lllov ~á [epov &~Ctvá~o I.~
~E
TI I.EP'OLV·
Son, pues,dos testimonios tardíos; además, en el primer caso el
íteto parece impuesto por la contraposici6n &~Ctvá't'al.~ - ~vCt't'áv,
y
en el segundo se trata de una conjetura.
Calificativos semejantes son ~¡J.~P01':O~ :
•I
-
587
I
Emp. B13l Diels
Et yap ~~~~EP'WV ~~VE~€V ~~vo~, a~~PO~E Movoa,
~~E~€pa~ ~EA€~a~ <!ÓE ~OL> óLa ~pOV~Cóo~ ~A~E!V,
E6xo~€VWL
VÜV
a~~E napCü~aoo,
&~cpl, ~EWV ~aKápwv
!t 7.41.1
KaAALónELa,
&,..a'&dv AÓ/'OV ~~~aCvov,;~.
~A ~áxap, &~~pOO'~OL OOV€~LE ~CA~a~E MoúaaL~,
X"~PE Ka~ Etv 'AtóEw ó~~ao~, KaAA'~aXE.
y
~igr.226.5 Kaibel(43)
dJcp.&áp~OL~ MotSOO:L~ ya:[p] ~n[€Ja[~E~JoV a6~o~ ~~[o:u,;óv,
La correcci6n de Blass se hace aún más dificil de aceDtar
si comprobamos los adjetivos con los que Baquilides suele calificar a las 1'1usas:
2.11
3.3
3.71
Movo' a6&~yEv~~
yAUK~ówPE
KAEOL
ConAó]xwv ••• Mouoa"
4.8
&[Vo:t:LcpÓpJ~LryO~ 06p[av] fa~
5.4
tJ) oo,;E<páv~v MOLcriv
5.13
xpuoá~nuKo~ 06pav'a~
5.176
AEV~AEVE
5.193
yAvKELav ••• Movaav
6.11
KaAALóna
&VO:~L~óAnov 06pav'a~
9.3
Mouaav yE tO~AE<pápwv
9.87
MovoGtv ~a~vCwvwvJ
12.2
~~voávaao(a)
.
13.228 KAELW
(Blass)
••• KAELOt
nav&aA~~
I
16.3
,
,
-1
~LUJ.&po~~~ [OJ6pavCa
19.4 TILEPCówV ••• Movoav
I
I
I
I
588
28.9 r.iot1O'cx~ tpcxO'I.1t[A.OK •••
Fr.2OC.3 'ltJo?:[ucp-&órrwvJ ••• MouO'a[v
~.21.4
(Snell)
MoüO'~ ~E rA.UKELex.
A la vista de tales epítetos, el calificativo
~-&ávcx~o~
nos pa
rece demasiado "insulso ll en un poeta tan aficionado a los cali
ficativos "floridos" como es Baqu11ides; además, corno dice Maeh
ler(44), "dass die f"Iusen unsterblich sind, versteht sich von
selbst". No hay, pues, nine;una raz6n de peso para modificar,
aunque sea tan levemente, la lecci6n transmitida por el papiro;
al contrario, todo parece hablar en favor del mantenimiento de
~-&~vcx~ov, incluso el orden de palabras, que presenta, en los
vv.
11-13, un caso de "distracci6n":
~ [rJxEl.pe~~ ~.&ávcx~ov [MouO'av 1 llrcxA¡J.ex
l
[
l'!:'vov &v-&. EtT) xáp¡J.cx
r
I
(
La aplicaci6n de dos adjetivos a un mismo substantivo se
produce también en la frase anterior (vv.9-10, VCXO'LW~LV •••
AI.¡11q¡-&orr ov ¡J.€A.LO'O'CXV
), donde tenemos "quiasmo" en lugar de
"distracci6n fI:
I
t
. 1 - - 1_
En el v.13, la lecci6n
1
_
~Eav &pE~áv
_
-----1
de Richards es induda
blemente mejor que la propuesta por Kenyon(45):
xáp¡J.cx ~LE]
av
~pE~av,
¡J.cxvüov l'JtLX~OVCOI,O'LV
80'0'cx
<VÜV >•.•
Como hemos indicado anteriormente, suponemos que se aplica
al caso concreto de Aglao y de la canci6n de Baqu11ides lo que
589
se ha dicho de un modo general (conjeturamos) en el nroemio:
Fama lleva a todas partes la gloria del vencedor, que es "ale
gría común" para su patria; así, ahora la canci6n de la "abeja
isleña", que es
dos la
~?VOV &V-&~'ltOI.CI.V ••• X&'P/la:(46), anuncia a to
&ps~~ de Aglao~
Este hecho puede ser también un apoyo más para la lecci6n
&:-&~vo:'t'ov , pues la canci6n del poeta, como Fama, no s610 llega
~'lt"X.eov'ol.(nv (v.14), sino incluso
a los
01.
,
xo::l. 1'at; 6]'lto xsú[-&s
si la reconstrucci6n del sentido del v.4 es más o menos
correcta(47).
Hasta aquí, dejando a un lado los pequeños problemas tex
tuales, la estructura de la parte central de la oda, dedicada
al vencedor, parece clara. Las dificultades aparecen con la fra
se de relativo que comienza con
8000:
en el v.15. En efecto, es
ta frase, y sobre todo la supuesta falta de una sílaba tras
00:
,
80
para completar el metro, influyen decisivamente en la es
tructura de la "Loa del Vencedor", pues del sentido que le de
mos den ende en buena parte que puntuemos en el v.18 6 en el v.
20:
a) puntuando en el v.18: victorias en general (hasta el
v.18); descripci6n de las victorias ístmicas y
cat~logo
de victorias anteriores (vv.19ss.);
b) puntuando tras
ÓP/l~V
(v.20): victorias ístmicas ac
tuales (hasta el v.20), que son descritas inmediata
mente (vv.21ss.) y a las que sigue un catálogo de vic
torias anteriores.
En el v.15, en efecto, parece faltar una sílaba larga de
tras de
8000:
(aunque Blass, con la aprobaci6n de Taccone, ad
I
I
I
I
590
mite la correspondencia entre una "dipodia trocaica catalécti
ca y acatalecta ll ) . La lecci6n más generalmente aceptada es da
a~<KL~> de Niemeyer (apud Blass l ), que convence a Wilamowitz(48) ,
Platt(49), Jebb (para quien debi6 de caer por semejanza con la
terminaci6n
-Ka~
de la palabra que sigue), Edmonds, Snell, etc.
Con este sunlemento necesariamente hay que colocar puntuaci6n
fuerte tras 6~~av, en el v.18(5 0 ), en lugar de tras dp~áv
(v.2ü), lo que presenta varias dificultades, apuntadas por
Barrett en defensa de su propuesta.
En primer lugar, tenemos el testimonio del papiro, que no
indica puntuaci6n después de
ó~~av y
si después de dp~áv •
A continuaci6n, aduce Barrett un argumento importante: hasta el
v.20, )X~ , el poeta se dirige al atleta en segunda persona,
mientras que a partir del v.2l describe su victoria en tercera
persona, y en ese caso "the change of person between 20 and 21
must coincide with a major break in the sense; with 19-20 su
bordinate, the break is where it should be. With 19-20 inde
pendent, the major break would be between 18 and 19, with 19-20
serving to introduce the detailed account which follows and
thrown thereby into close connexion with it; a change of
per~
son across that connexion is inconceivable!l.
Esta dificultad ya fue advertida por los primeros comen
taristas, según nota un autor que, como Taccone, defiende la
puntuaci6n fuerte en el v.18: "non ha forse tutti i torti lo
Schwartz di affermare (p.633) che, integrando qui con un aor.
pers., si dovrebbe poi continuare colla 2ª pers. sino alla
fine del catalogo, il che sarebbe
per~,
com' egli a ragione ri
conosce, ben difficile, per non dire impossibile,,(51 ); también
591
S1ell, en el aparato crítil
de
Sl-
3dici6n, nota que Ittransiri
IJ
a secunda persona (20
o:~)
ad tertiam mirum est". Para obviar
esta dificultad, Edmonds cambiaba la segunda persona del v.20
por una ter era, es decir, leía
[E~~U~ fvóe~~Jev
; pero el re
medio parece peor que la enfermedad, uues supone modificar una
lecci6n que no ofrece por sí misma ningún problema
Así pr"s, si puntuamos en el v.20, lo que no T'\'1demos admi
tir es la . . -.:ci6n 6aaá<KL~> (52). Por eso Barrett, partiendo de
la base de que lo que necesitamos no es la frecuencia sino la
grandeza de las hazañas de Aglaodos victorias en los mismos
jue~os,
tanto en las pruebas atléticas de la antigliedad como en
las actuales, es algo fuera de lo corriente), prefiere leer, con
Richards(53),
6aaov <o:~> ••• KÜOO~, Ifwhat great glory once again
you have brought about for Athens ll • Esta interpretaci6n requiere
el cambio de 6aaa en 6aoov, aunque el posible error del copis
ta pudo verse facilitado por la caída de una sílaba(54 ).
Nos
mac;enie:
nep
'~',leda,
por último, la posibilidad de puntuar en el v.20
:; 6aaa (se podría completar el metro leyendo 6aaa
o 6aaa 0'11' , como apunta Jebb). El valor adverbial del neu
tro plural Saaa no sería problema (~., por ejemplo, Pi. Pae.
6.87-89, con valor exclamativo(55)); la dificultad estaría en
su significado, ya que este pronombre indica la cantidad y no la
calidad, de modo que no pOdríamos trae\- ::ir la frase
11
anunciando
tu virtud a los hombres, c6mo conseguiste gloria para tu tribu
y para tu patria en los juegos de Posid6n". Por eso precisaI'len
te Blass y Jebb eran ya de la opini6n de que lSaaa en el v.15
requería 'ecesariamente puntuaci6n fuerte en el v.18. Kenyon(5 6 ),
~in
embargo, había mantenido 6aaa
vüv puntuando en el v.20 e
592
interpretando
80'0'a: con valor exclamativo(57): "hO\IT much thou
hast brought gloryll. Pero es dificil acentar un neutro plural
80'0'a: , en lugar de 80'00\1 , con
también
En
KÜOOC;, aunque luerro se a.Yiada
óó~a:v.
definitiva, creemos que son más numerosas y convincen
tes las razones para T1untuar en el v.20; el problema está en
mantener
BO'oa: o modificar esta lecci6n en lSooo\l. Quizá el
cambio plantee incluso menos nroblemas que el ma.Dtenimiento del
texto del papiro.
Según puntuemos en el v.18 o en el v.20, asi rellenaremos
la laguna que presenta el napiro al comienzo del v.20. Blass,
I
Que 1o h aC.l.a
en e 1 v. 18 ,comp 1 e t a b
a eI t ext o con
~Ja:C;
rE~~ur
'
lIo ~VOE~-
, lecci6n que imprimen también Jebb, Taccone, Snell, Ed
monds (este 6ltimo con la modificaci6n ya señalada), etc. En
cambio, Kenyon propuso
npOnOEL~a:C;
[!v~a: npon~~\lJa:C;
(npon~a:va:C; Jurenka;
Palmer) y aduce en su defensa Pi. T.8.56:
'AX~AEdc;, o~pOC; Ata:K~óav,
Ati~va:v o~E~lpa:v ~E ~C,a:v npó~a:LvEV.
El verbo 1tpo~aCvw
está atestiguado en B.5.77:
~&h
~vx& npo~áv~
o'
~va:v~ Ca:
MEAEáypov,
( ~po~a:\lñc; en 3.51).
Pero Barrett contraargumenta que la lecci6n de Kenyon es
demasiado larga para la laguna y propone, a su vez,
~~~a\lJa:c; , según Tl.20.4ll
&\1 Cl' '
noow\I ~PE~~\I ~\la:~aC\lwv. No obstante,
el verbo está atestiguado también quizá en el propio Baqui1ides
(13.75-76):
593
na~~ax'av &va ~a'vwv.
(as! Snell, Blass;
nC(~~ax Lav &:va~a'vwv
Kenyon, Jebb, Taccone,
Edmonds). Igualmente en la forma apocopada &:~~a'vw , aparece
en varios pasajes pindáricos (P.4.62, P.9.73, N.9.12, 1.4.71,
~.211),
aunque no en contextos demasiado parecidOS.
Por otro lado, cita Barrett
m~s
ejemplos de frase temporal
con la conjunci6n pospuesta (prolepsis), como en nuestro texto
clv eK
(
a)
( 58)
:
lv TIOOELoavo~ nepL~AeL~Or~ &:€~AOI.~
~v,~' &~~avJa~
son
vEAAaoLv noowv ~axe!av ~p~áv,
~stos:
Pi. !:..4.122
Pi. P.4.188
~
~v
nepL,
,t
' '0..
~neL yavnoev,
l~
5' 'IaoAKov lneL Ka~€~a vau~av ~w~o~,
~vxav
Más semejante al caso que nos incumbe es 0.6.26-27:
~e~ávov~ lv 'OAv~nC~
aunque la conjunci6n tenga más bien valor causal.
Sin necesidad de recurrir a P!ndaro, se pueden citar tam
bi~n
algunos casos de prolepsis en la obra del propio Baqul1i
des; en primer lugar, en oraci6n temporal:
5.71
~ov o' ~~ tcev 'AAK~~(V>LO~ ~au~a~o~ ~pw~
10.25-26
.
~e~l?[a€ALK~oJV lneC
Ká~~L€V op6J~ov,
11.120ss.
TIpLá~OL' lnet Xp6VWL
~ouAa!oL ~ewv ~aKápwv
n€poav nÓALv e~K~L~€vav
e igualmente en otro tipo de oraci6n subordinada:
"wv
re
v\'Jv
594
at
~~~ lnLX~OVC~V,
~[Y]XELpe~ tv' &~áva~ov Moverav ~YCXA~a
10.11
Ó CKCX~ K€AEV~OV
11.26-27
Et ~~ ~~~ &n€~panEV &p~a~,
11.123-124
~atL~ fXEL 9P€va~,
16.27
'IóAav B~L AEUKWAEVOV
18.42
~.11.2
~v~~v Et ~L~ ~XWV &nEv~~.
Consideramos, pues, verosímil, tanto la propuesta de Barrett
como la de J. S. Lasso de la Vega, puntuando tras
dp~cfv
en el
v.20. El verbo &vcx9CXCvW es muy apropiado en el contexto, como
muestran el ejemplo homérico y el dudoso paralelo baquilideo.
En cuanto a la conjunci6n áVCKCX, no está atestiguada en Baquí
lides, pero sí suficientemente en Píndaro; quizá en lup;ar de
dvCx'
podamos leer dnnó~'
(si pareciera demasiado largo, po
dríamos SUDoner un error del copista, que habría escrito una
sola -n- , como en 13.110), que sí emplea nuestro poeta, en 13.
110 la forma con doble n
,yen 1.143 la forma con una sola
n , en un contexto semejante al que ahora nos ocupa(59):
[lx ~oJn ~EV Y€vo~
•
fnAE L~O Kap~EJ p6xE L p
, APYE!oL~ v_v] Aéov,;o~
~v~o[v ~Xwv], dnó';E
XPEI.[-v -) l3oAo!
~cfxa~
noaaC[v ,;' lACXJCPPÓ[~, nJg:~p'~v
~' o6x [&J;t[ÓKACXpO~ XJCXAWV,
~.
también Pi. 1.1.24-25:
595
ol~ ~e
XEPOtV &KOV~C~Ov~e, aCx~ar,
Kat AL~'VOL' ~n~~' ~v ÓCOKOL' leVe
En el mismo v.20, al final, el papiro transmite la lecci6n
't'ax etav
..,
't'aXe~av
~p~<!v
, que algunos editores han invertido en
~P~cXV
por razones métricas, pues en los versos 10, 38 Y 48
el esquema métrico es
e E - e
-u--u---u---u--
mientras que, con la lecci6n del papiro, en el v.20 seria
-u--u---u-u-u--
e E u e - •
Invierten el orden, entre otros, Jebb(60), Taccone y Edmonds.
Pero no hay ninguna necesidad; anceps en esa posici6n, entre
los elementos 'E' y 'e' , es muy corriente, como muestran los
siguientes ejemplos de Baquilides:
3.13, 27, 55
-u---u---u-
E - e
frente a 69
-u-u-u-u-u-
E u e
frente a 116, 156
-u---u-u-u-
E u e
-u---u---u-
E - e
frente a 80, 120, 160, 200
-u---u-u-u--
E u e
-u---u---u--
E - e
(este último caso es muy semejante, con una secuencia
id~ntica
y cerrando también una estrOfa)
13.64, 130, 163, 229
-u-u-u---u-
E - e
frente a 97?, 196
-u-u-u-u-u-
E u ea
Finalmente, antes de pasar al comentario de los vv.2lss.,
conviene señalar, en lo que respecta al orden de palabras de los
vv.17-l8, un ejemplo de flenmarcamiento tl :
596
así como,
final del v.16, la habitual fip;ure.
En el v.21 se inicia la detallada descrinci6n de las dos
victorias que la oda celebra, como en 5.43-49 y 9.27-39. Pre
senta varios problemas, dado su carácter fragmentario, entre
ellos el de su extensi6n, ya que, además de la cuesti6n de si
hay que puntuar en el v.lB 6 en el v.20, se añade la dificul
tad de colocar o no puntuaci6n fuerte en el v.24, tras 3~LAov •
Para Jebb, Edmonds y Finn(61), que sitúan punto fuerte en
los versos lB y 26, después de óP~~OV
,la estructura de la
descripci6n (con algunas variantes en el complemento de las la
gunas, que no afectan sin embargo a la composici6n general) se
ría la siguiente: los vv.19-2ü se referirían a la primera carre
ra de las dos en que venci6 Aglao; los vv.21-26 narrarían la se
gunda victoria: ÓEÓ~EPOV Ó' o~JpoLaLv ~nL ~a&Cou
Jebb,
reconstruye
C:~:[E 1l00v o(5]pO"L(HV Edmonds ( o(5]pOI.OI.V es conjetura de
Blass). De esta manera, los vv.26-28, con la proclamaci6n de
los dos triunfos ístmicos, iniciarían el catálogo de victorias
anteriores.
Snell, que puntúa tras a~I.AOV
(también, en su edici6n bi
lincüe, Werner), considera que la estructura es ésta: los vv.
19-20 se refieren a la primera carrera; los vv.21-24 a la segun
da; los vv.25-28, con la proclamaci6n de las dos victorias íst
micas, abren el catálOgo(62).
La interpretaci6n que ofrece Barrett difiere en diversos
puntos de las dos anteriores.
I
Reconstruye en el v.2l e~~Le
,
59?
iniciandc
decir,
fr¿ 1e ten'ral que llega hasté;, el v. 28
''1.0.
emp~eza
(6
:
(es
y acaba con el epodo), y, por consiguiente, no
indica purt;uaci6n fuerte ni tras g~.Ll.AOV (v.24) ni tras ópóJ
¡.to"
(v.26), sino s610 tras
1tpocpa"t'al.
(v.28)~ Así, la estruc
tura de la IILoa del Vencedor ll sería la sigu '3nte:
vv.15-20: alusi6n general a
vv.~1-23:
,) dos victorias istmicas;
descripci6n de la primera carrera;
vv.23-26: descriuci6n de la seGunda
c~~era
(la descrip
ci6n de las dos carreras ocuna le nr6tasis de la
oraci6n temporal);
vv.26-28: proclamaci6n de las dos victorias por los he
r
dos (ap6dos-' 9 del periodo temporal).
Veamos, verso por verso, las diferentE:s reconstrucciones e
interpretaciones que se hacen del pasaje.
Hemos dicho que Jebb, Edmonds y Snell, entre otros, pien
san Que los vv.21-23 se refieren a la segunda carrera, después
de le ;:.i.escripci6n de la primera en ]")s vv.19-20; Barrett, al
contrario, opina que narran la primera. De las tres primeras
letras se ve s610 el trazo inferior, lo oue resulta insuficien
te para identificarlas ni siquiera con aproximaci6n.
Seeúnla primera interpretaci6n, el atleta, nada más ven
cer en la primere. carrera, se situ6 de nuevo en la línea de
salida (oG] po 1.0''''' ) para iniciar otra, en la que también triun
f6. Blass sac6 a colaci6n la descripci6n de la doble victoria
de un atleta en
lill
epigrama de Tero., del siglo I a.C., recogido
por Kaibel con el número 942 ( = .ID. XII.3.3g0):
600poKAE'óa~ tIIJ.E'POV"t'O~
'EPlJ.a~
Ka\ 'HpaxAet
598
'A NCxa ~6K~a~c~ o~' at~a~o,· &AA' ~~~ ~EP~OV
~veü~a ~€pwv OKA~pa, ~at, &no nvy~ax'a,
t,
!~a ~aYKpa~Cov ~aptv
~ÓVOLVJ· ~ ~'a o' &w,
0\' 8wpoKAeCoaV etoev &e~AO~ÓpwV.
Basándose en le.s semejanzas que parece tener
(tambi~n
COIl
nuestro pasaje
&tt;, ••• eIoev es expresi6n baquilidea, como señala
Snell en su aparato critico, pues en 5.37ss. leemos:
Xa
~av~ó~p~
~ev wepiv~KoV / nWAov &eAAoopó~av / etoE v~xáoav~a Xpvcó
nax v ,
'Aw, , donde
ademés reaTIarece la palabra !EAAa, que s610
está atestiguada en este texto y en la oda Que estamos comen
tando, dentro de la obra conservada de Baqui1ides), ya Blass
reconstruy6 en el v.22
~ep~[av 5' !~~J nvÉwv ~eAAav (Jebb,
Edmonds, Snell, etc, .aep~Lav ~~&] ).
En opini6n de Barrett, en los vv.21-23 el noeta describe
la primera carrera, no la segunda; el atleta no se colocaria
en la linea de salida para iniciar una nueva carrera, sino Que
el poeta narraria su llegada a la meta como vencedor de la pri
mera. De ahi su suplemento
5Cou • La particula
tra B.9.27ss.,
~~:Le yQ:P ~l<p>~JpOHHV !~~ o~a
yáp encaja bien en el contexto, como mues
~ev~a€~Ao~o~V
yap lvlnpenev, donde
tambi~n
cia la descripci6n de la victoria(64) • En cuanto a
O'~v
ini
~É<P)-&] po~
indicaria, como decimos, la meta, en tanto que la lecci6n
de Blass,
O~JpOLO'~V, seria, en cambio, el punto de salida. Con
este sentido, sin embargo, la palabra o~po, no está atestigua
da, aunque no sea imnosible(65). Los términos técnicos para in
dicar el punto de inicio de una carrera son
6onA~~, ~~eo~,
y
ypa~~ñ,
~aA~'"
&~E~~p'a(66), pero un poeta puede permitirse
también usar otros, como
~á~p:r¡,
que significa tlpunto de par
599
crr;~-&IlT)C; c5PIlT)-&€V't'EC;
tida" (Opp. g.4.102
y
&:nóaou't'ol.; Eust.l023)
tambi~n
"punto de llegada", incluso en sentido metaf6rico
,
!.6.7, E. Ion.1514 (67) ). Por tanto, si cabe teoracamente
.
(p~.
la posibilidad de que
15poc; sea el "punto de salida
ll
de una
carrera.
Para ttmeta", el t~rmino m~s usual es 't'lplla ; pero como esta
palabra no encaja en la laguna del v.21, Barrett propone leer su
't'€p-&pov,
sin6nimo
sentido
t~cnico
que, sin embargo, no está atestiguado en el
de "meta de una carrera", aunque te6ricamente
es posible. Cita el autor
brit~ico
en apoyo de su tesis un
pasaje pindárico muy semejante, P.9.114(68):
!crr;acs&v yap
~~av't'a
xopóv
¿v· ""€pt.lCIcn.v a~"'CCK' &ywvoC;·
Por otro lado, la defensa que hace de su conjetura es muy
h~
bil: si su lecci6n fuera demasiado larga para la laguna, se po
dr1a suponer que el copista escribi6 't'l-&-
en lugar de 't'€(p¡&-
pues la ca1da de P , por disimilaci6n, ocurre
~.440:
't'&p-&pCOUC; RM, 't'&-&PC'OUC; VAr',
~.2.125;
Y en Hesiquio
"'C&
en esta
Emp~docles, ~.
misma palabra, en la tradici6n manuscrita de
100.4 Diels ( =Arist •. R~~.473b.12): 't'€-&pa
tambi~n,
por 't'€p-&pa
-&pCOVC;
,
B
; en Ar.
Ald.; en Hp.
't'&(p)-&Pnówv· npw¡,pe6c; •
Con esta lectura no se aviene demasiado bien el suplemen
to al v.22 propuesto por Blass en base al epigrama de Tera,
.a.&PIl[~V
Platt
l't'l.] nv€wv
; acepta entonces Barrett el suplemento de
&:noJnvlwv, aunque piensa que el texto original debi6 de
haber sido &no)nv&<'>wv , pues, como él mismo ha demostrado(69),
en comienzo de periodo tras '(x)e' Baquilides evita anceps bre
ve; como argumento a fortiori podemos aducir,
adem~s,
que le
600
yendo -~ve,'>wv
tendríamos una rima tautométrica con &xpetov ,
en su único verso corresponsal(7 0 ).
Si los vv.21-23 se refieren, como quiere Barrett, a la pri
mera carrera y 23-26 a la segunda, entonces es obligatorio man
tener en el v.23, en lugar de ~"~e de A, la correcci6n <X~'te
de A3 , para indicar que se está hablando de una nueva prueba~7l).
En efecto, A lee AlEEeATHmN , que A3 corrige escribiendo YT
sobre 18
y añadiendo E
entre e
y A (72). Si aceptáramos la
lecci6n de A, deberíamos completar la laguna que antecede pro
bablemente con un participio ( ~pfxwJy Blass, Taccone, Jebb,
quien, por otro lado, intenta conciliar las dos opciones pro
poniendo
~~' <X~'te; ~pu~~wJy
SChwartz); pero si preferimos
<X~'te , necesitamos un verbo personal, como ó'<xveJ~
que sugie
re el propio Jebb(73) y acepta Edmonds y ahora Barrett-Iv1aehler.
El v.24 presenta otra
lag~a,
ésta relativamente más fácil
de rellenar. En primer lugar, conviene precisar que
8~~~ov no
es la multitud de corredores dispuestos a tomar la salida, como
supuso Blass (y con él Taccone), que completaba el texto leyen
do l~ t~n~oJv , adjetivo que se aplicaría a los corredores en
atenci6n al nombre técnico de la segunda carrera en la que ven
ci6 Aglao, denominada
t1t~~O, Ópó~0,(74). Como se encarg6 de
demostrar Jebb(75), y ha sido admitido luego con casi absoluta
unanimidad,
8~~~ov
indica la multitud de esnectadores apiñados
que asistían expectantes al desarrollo de la prueba y sobre los
cuales vino a caer el vencedor al final de la misma llevado de
su impulso. sí apreci6 bien Blass, en cambio, que la laguna se
podría rellenar con un adjetivo calificativo de
blemente precedido de la preposici6n
l, (
8~~~ov
l~~C~'tw
, proba
está bien
601
l, ,
documentado en su construcci6n con la preposici6n
aunque
sea más habitual el dativo s610). De esta manera aparecería de
nuevo la figura
l,
&~póoJv l~n'~vwv a~~AOV.
I
que encontramos también en el v.22:
~ep~[o:v
&:no] nvlwv lleAAav
1
En ambos casos (como ocurre en el v.16) las dos palabras unidas
sintácticamente están separadas por un participio.
Jebb propuso e~~poo"
lecci6n que se ha imureso en edicio
nes posteriores (Edmonds, v/erner, etc.) y que, según su traduc
ci6n ("cheering", l/alegre, vitoreadora"), tendría excelente
SeD
tido. Sin embargo, esta palabra s610 está atestiguada en dos
oc~
siones:
Opp. 2,.3. 28 5-6
~11~nava;
~
6.39.6-7
d 0&
nOAVaKa~twv ~eAeo~~ova;
KePKeOa
~lnNwv
et5~poov
y estos dos únicos ejemulos son poco parecidos al nuestro. No
obstante, la comparaci6n que establece Jebb con B.3.9 -&p4TJGE
óe'
1m Ó' es muy apropiada.
''E
Es quizá nreferible, sin embargo, la lecci6n l, d.e.póo] y
propuesta ahora por Barrett: "close-packed spectators (unlike
scattered ones) have little chance of dodging when a man
Ca.8S
suddenly among them at a run ll • Tal adjetivo no aparece otra
'\'eS
en 5aquílides, pero sí en ?índaro, dos veces con el sentido de
"apiñado, prieto,,(76), si bien es cierto que en contextos t __
602
biAn muy diferentes, pues se dice de las coronas:
I.l.28 (cnécpa:vol.) "Cwv &.sp6ol.' &VOr¡O'áJ.LeVOL ia:J.LcfKL,
~pve:al. v
xa:C"Ca,
8v"Cl.v' &.sp601. a"C€~a:vol.
xe:pa\ VI.K~aav"C' &v€or¡aav
~ie:Lpav
Pero tanbién se aplica a los soldados que marchan en filas com
pactas, formando igualmente un
Hdt.6.112.3
'A-&r¡vatoL
óe
8~I.AO,
de hombres:
~~&'''C& &~p6ol. ~poo€~e:I.~a:v
"Cotal. ~ap~a
poten,
x.
x.
An.l.lO.13 o~ J.L~V ~"C" d~p6ol. &AA' !AAOI. ~AAO~e:V •
~.5.3.36
.
d~p6o .. y~p ~v"Ce:,
KaL
"C&XI.~a
Ka\ &acpaA€aTa"Ca ~o
P&ooCJ.Le:'&' !v.
Finalmente, la lecci6n "C&"C~[alA I.K"CcB v e s de Jurenka y
Platt.
misma palabra reaparece en p~ 7.210.4, v60'cp1.0'&v
~oCvwv "Ce:"Cpa:€AI.K"CO'
AI.K't'O' ),
y
~CPI.'
(cf. Hdt.6.77.2
OeLVO, ~CPI.' "Cpl.€
también en una ~losa de Eesiqu.io,
~av· ~yoov "CpI.KO~'aV
't'e"Cpa€AI.K't'oV
&~
(77). Como Dare.lelo para tACaafJl, señala
Barrett 11.23.309 ~&pt 't'€p~a~' tAI.O'a€~e:v, dicho de Antíloco
en una carrera de carros(7 8 ).
En los vv.25-26 hay un caso de "enmarcamientoft:
't'&"C~La€A"'H."CoJV
[
lnd,
I
)f,~J.L<V[&V opó]~ov
I
I
cuyo orden de palabras es idAntico al de 11.123-124:
OI.KaCa:, ~O"t'L, ~X&1. cpplva,
[
r
I
¡
tambiAn con prolepsis del adjetivo.
11
603
Para concluir el análisis de le, descr'
I
ci6n de las prue
bas en que venci6 el destinatario del poema, podernos decir
~uet
de todas las diferentes interpretaciones sobre su estructura
propuestas hasta ahora,
Quiz~
la de Barrett sea la más veros!
mil en conjunto, aunque el problema diste mucho de estar re
suelto de modo definitivo, tanto en lo que respecta a la com
posici6n general como en los detalles particulares.
En su opi
ni6n, la estructura de la descripci6n, repitámoslo una vez mis.
sería la siguiente: hasta el v.20, menci6n de las dos victorias
ístmicas, que se describen en los vv.21-28; los vv.21-23 se re
fieren a la primera carrera y los vv.23-26 a la segunda; los
vv.26-28 aludirían a la proclamaci6n de las victorias por el
heraldo.
A la descripci6n y proclamaci6n de los dos triunfos actua
les, sigue un catálogo de otras victorias anteriores, oue com
pleta la l/Loa del Vencedor" y llega hasta el v.35. Está intro
ducido 'Dor la llamativa anáfora SC, (v.2?) ••• óCc;
(v.29)
t
que
une las dos victorias ístmicas celebradas en el epinicio con los
triunfos pasados, y presenta las carácterísticas generales que
ha observado Thummer(?9) en los catálogos de victorias pindl
ricos: tras la menci6n de la victoria actual, se nombran los
otros grandes juegos panhelénicos y luego los festivales meno
res. Por otro lado, señala Maehler(80) que Baquílides ha dis
puesto la lista de triunfos en estricta simetría formal: los
primeros y los últimos juegos quedan unidos por el eco verbal
4yv6v "'" te:~.'; Tebas, Argos y Eubea llevan epíteto, dejando
.
..
el centro, sin calificativos,a Sici6n y Pelene; de manera gr6
I
604
fica, resultaría la siguiente figura:
Nemea
Tebas
Argos
Sici6n
Pelene
I
Eubea
v .
....gl.na
I
dyv6v - tEpáv
En el v.35 acaba la parte central del poema dedicada al
vencedor, y comienza la parte gn6mica, con una priamela cuya
interpretaci6n ha suscitado gran cantidad de comentarios sin
que se haya llegado a una soluci6n absolutamente definitiva(81).
Desde el punto de vista formal, hay que decir, como ha indica
do Finn(82), que es en realidad un catálogo de los caminos Que
puede tomar el hombre para conseguir la &~a , y sigue a la enu
meraci6n de las victorias de Aglao(83): ambos vienen a tener la
misma extensi6n y ocupan idéntica posici6n métrica, los siete
primeros versos de la estrofa (incluso en los dos casos las
tres últimas silabas del verso 7, llá·n:uEI.
(v.35)
y
~?, Il€AAOV
(v.45), no pertenecen al catálogo).
El catálogo de ocupaciones humanas que conducen a la
quisici6n de la ó6~a
ad~
parece dividirse, tras los versos de in
troducci6n (35-38), en tres partes, como indica el juego de
partículas:
1) vv.39-42:
~ ya:p qCo] Cj>bC; 1) Xo:pC,;w'V 1:LllaV AEAOyXWC;
lAnCó" xpua€&1.
1:É~aAEv
~ ~L'VO: ~EunponCo:"
Etóc.5C;e
2) vv.42-43:
~';EpOC; ó' ~ut
no: .. aC
605
3) vv.44-45:
oe
ó' ~n' ~pyoLaCv ~E Ka1 &~~L ~owv &[Y]~L~
.st)~ov a:~~Ot)crLV.
Ahora bien, a qué ocupaci6n en particular ha.ce el poe1:a
referencia en cada caso, es lo que no está claro. Antes de
sar a examinar el problema, conviene decir que desde
m~
~
P2"
to se puso en relaci6n esta priamela con la que hallaoos ea
a.
16n 13.43ss.(84); indudablement~, los rasgos comunes so~ . .~. .~
pero querer interpretar demasiado estrictamente el catálogo"
Baquílides a la luz del de So16n puede conducir, y de hecho . . .
ha sido, a errores, desde el momento en que el ateniense hebJ.
de la adquisici6n de la riqueza y nuestro poeta de la
6cSt••
D. Pinte ha formulado una interpretaci6n de la priamelz
muy diferente a la que suele aceptar. Como indica claramente el
titulo del artículo, piensa su autor que Baquilides no hace
~
ferencia a diversas ocupaciones humanas, sino a una sola, la
noesía, cuyos distintos géneros se inventarían: epinicios, poe
sía religiosa, er6tica, ge6rgica y buc61ica. Parte para ello
de la base de que Baquilides anuncia (vv.35-37) que va a pasar
revista a los caminos que procuran
&pLyvW~OLO ó6~a"
pero no
todas las supuestas ocupaciones que cita después son aptas na
ra conseguirlo, como es el caso de la agricultura y la ganade
ria Ccf. Pi. I.I.47-51, donde a estos oficios "bajostl se con
trapone el xüóo, del atleta y del guerrero). Es, desde lue:o,
un nunto no
m~y
claro si se aceptan más o menos las interpre
taciones tradicionales, pero la de Pinte tiene también algunas
dificultades, entre ellas, aparte de los problemas de detalle
que iremos examinando, el hecho de que un catálogo de géneros
poéticos no tiene mucho sentido en el contexto, y se esperarta
11
IJ
IJ
IJ
11
606
mejor, por ejemplo, en 19.1ss.:
n~perrt~ ~vpCa Kl~€v~o~
&~~ poaCwv ~€~lwv
o~
av
x~a~
IJ
napa: TI ~€ pCÓW\I ~~
ówpa:
Mova~v,
lof3~lq>a:poC ,;e K(6p)ca
q>€pea,;lq>a:\lo~ xápL,;e~
f3~~a~\I &~q>t ~L~~\I
{S~\lol.(a\l·
texto que, por otro lado, presenta diversas afinidades con el
que tratamos. Es, en todo caso, la de Pinte una interpretaci6n
sugestiva y bien defendida, aunque, en palabras de Naehler(8 5 ),
al menos fllasst sich jedoch aus dem Text nicht herleiten ll •
Otra interpretaci6n de conjunto ofrece vlilammvitz (86). Ba
sándose en un texto de Plat6n (R.581c; cf. también Arist. EN.
l095b.15ss.), distingue cuatro géneros de vida:
(poeta y vidente, vv.39-42),
q>L~OXp~~a:,;o~
q>L~6aoq>o~
q>L~~ÓO\lO~ (pederasta, vv.42-43) y
(agricultor y ganadero, vv.44-45), a los que se
contrapondrfa, culminando la priamela en clímax ascendente, el
q>~~6';L~O~
(laa~ov !vópa, el atleta, según su opini6n, vv.47
48). Tal interpretaci6n tiene, sin duda, algunos puntos criti
cables, pero puede arrojar mucha luz a la hora de entender es
ta complicada priamela(87) •
En el primer grupo de ocupaciones, el poeta nos habla del
aoq>6~
ó~,
, del
Xa:pC,;wv ';L~&V ~e~o"X~~ y del
';LVa: '&evnponCav
el
• Parece claro que en el último caso se alude al adivino,
perO.la quién se refiere Baquflides en los dos primeros? Se
gún Blass, Jurenka y ¡'¡ilamowitz,
l
aoq>ó~
designar1a al sabio en
607
xcxpC~wv
general y
"t' t..¡..tav
Taccone opinan que
i\.oYXwC;;
i\.ei\.oyxwC;; al poeta; en caITloio, Jeb't y
I
ao~oC;;
designa al poeta y
'
~
'\
Xcxpt..~v ~t..¡..tcxv ~e-
al atlet e.
Es indudable que en Pindexo ao~6c;;, ao~Ca
designan al sa
bio en general y especificamente ta.mbi~n el poeta(88). En Ba
quilides están igualmente atestiguados ambos sentidos: ao~6~
es el sabio en general en 13.201(89 ) (como adjetivo, en 12.1
Kuf3€pv".~ac;; ao~6~
dalo; ao~'a
, y 26.6
~€K~ÓV[WJ v ao~[~á"t'w t..
dicho de D~
parece usarse en sentido general en Fr.14.3, mien
tras que Fr.26.2 es lucar corrupto), pero es el poeta con toda
seguridad en ~.5.1(90).
En cuanto a
xapC~wv ~t..¡..tav i\.ei\.oyxw~,
hay en Baquilides al
menos tres pasajes semejantes:
1.151-152 e:J lj
oe
i\.cxxwv [XJapC~wv
noi\.i\.otc;;
~€ ~[au]¡..taa&et~ f3po~wv,
en que puede referirse a los triunfos atl~ticos (los nJq;~pCw"
••• Kai\.wv
de los vv.145-146);
19.1ss., texto ya citado anteriormente y donde la expresi6n alu
de indudablemente al poeta;
9.1-2
~ó~av, ~ xpuacxi\.OCKa~ot.. xápt..[~Je~,
1tE L aC¡..tf3 po~ov
00 CT}1; ( e: ) ,
nasaje que suscita la misma controversia que el que tratamos(91):
Kenyon, Jurenka, Jebb, Taccone, Gentili, Demarque, Greindl, Ra
sado Fernandes, etc., opinan que se refiere al poeta;
Maehle~
que al vencedor, hip6tesis que nosotros compartimos.
Así pues, estos paralelos de Baquilides no contribuyen
gz~
demente a decidirnos por lIDa u otra interpretaci6n, pues haceD
posibles ambas. Lo mismo podemos decir de P1ndaro, ya Que en
11
11
11
..
11
608
su poesía las Gracias van asociadas a menudo al poeta, pero
al atleta: 0.2.48-51, 0.6.74-76, Q.7.10-12, P.5.45,
N.IO.37-38, etc. (92 ).
tambi~n
Para Pinte(93) , las Gracias representan en B.IO.39 la
poesía, pero no la poesía en general, sino un
g~nero
en nar
ticular, el epinicio. Es cierto que Baquílides, como Píndaro,
"place volontiers ses oeuvres sous le patronage des Charites ll (94 ),
pero esto no quiere decir que necesariamente haya en nuestro tex
to una referencia al epinicio y no a la poesía en general; así,
las Gracias son tambi~n invocadas por Safo (95) :
Fr.53
f3pa:001tCixeq; !i'Va:L XápL'te, ódhe 6(0, KÓPCtI,
Fr.103.8
Fr.128
!i'VaL Xár:.H,,'tq; ITL€pLOlC.' 'te] MOt[ga:L
oeihl vov af3pa:L XáPL'tC, 'Ka:AACKO¡.lOC 'te Motaa:L
De las interpretaciones propuestas, dado que en principio,
como hemos visto, no se puede descartar del todo ninguna, la que
más nos convence es la de Snell-Haehler. En primer lugar, no
'\ ,
:r
leen n ya:p como casi todos los editores anteriores, sino 11
i'áp , con valor afirmativo (96 ). Se aludiría entonces al q>I.AÓaO
epo,
primero en general
(ñ i'O:P aoepó,)
y
luego se especifica
ría: se puede ser aoepeS', bien XapC'twv 'fL¡.lav AeAOi'X~' , que se
correspondería con los vv.51-52 de So16n:
!AAO, 'OAO¡.lnLáówv Mooalwv nápa: ówpa: OLóa:x~eC"
f¡.lep'f~,
aoepCn, ¡.l€'tpov tnl.O"tá¡.levo,·
o bien "'LVa: ~eonponCa:v Etó~, , que se correspondería con los
vv.53-55 de So16n:
!AAOV ¡.láV'tLV !~n'Kev !va:~ tKáepi'o, 'A~ÓA~WV,
~i'VW ó' &Vop¡ 'Ka:KOV "C'T)Aó~ev tPXÓ¡.lEVOV,
i5
•
crOVOf..La:p't~ awa L ~EO C·
609
Los vv.42-43 son asfmismo objeto de gran discusi6n, con
opiniones
dispar~s.
Seg6n Wilamowitz y Jurenka, Baquflides es
tarfa describiendo al pederasta, pero en mal sentido, y en es
te punto está plenamente justificada la objeci6n de Pinte (97 ):
lI
on s' explique mal la
pr~sence
de ce vice dans une
s~rie
ne
comportant, par ailleurs, que de nobles occupations ll •
Jebb
C~
Kenyon) y Sandys entendlan estos dos versos
como una referencia a la poesfa er6tica, opini6n que ha encon
trado posteriormente bastantes seguidores; para mantener tal
-
interpretaci6n
se aDoyaban
en Pi. I.2.3:
~'~~a naL&ECov~ ~~6~EUOV ~EA~rápua~ 6~vou~,
y
B. ;Er..4.80:
a'
na~&~KO'
6~VOL ~Alrov~a~.
Pero tal hin6tesis se sostiene diffcilmente, pues rompe total
mente la 16gica del pasaje: ¿c6mo explicar satisfactoriamente
la alusi6n a un
f,~nero po~tico
tan determinado tras la menci6n
de la poesia en general en los vv.39-40?
otro es el parecer de Kenyon, seguido por Festa y muy re
cientemente por Finn (98 ). Comparando
rO~aL
tnL na~aC
con
~n' ~p
(v.44) , traduce non the ground of his children", que Finn
parafrasea "hace de sus descendientes el objeto, la meta de sus
esfuerzos y aspiraciones ll ; Festa (99 ) añade: "Tra le vie di giun
gere alla fama c'
~
quella di esser padre di valentuomini •• _
idea commtme agli antichi"(lOO). Pero, además de ser la expre
si6n bastante rara, tampoco tendrfa demasiada 16gica, en este
catálogo de ocupaciones humanas, una referencia a los hijos;
por otro lado,
tambi~n
el agricultor y el ganadero trabajarfan
non the ground of his children".
•I
I
I
610
Ante la dificultad que ofrece la expresi6n l1t t 1tctLaC
ha habido intentos de modificarla. La correcci6n más ingeniosa
es la de Blass, que propuso leer
de Hesiquio,
naaL~· K~~aL,
naaL, basándose
~n
una glosa
, con lo que se aludir1a a los co
merciantes, como en los vv.43-46 de So16n. Es la lecci6n que
imprimen Jebb y Edmonds y aceptan otros fi1610gos, como Ro
magnoli o Simpson(101), pero presenta el problema de introdu
cir en el texto una palabra tan rara como naaL'
s610 atestigu,ª
da con certeza en la glosa de Hesiquio; además, tampoco hay que
suponer que Baqu11ides deba mencionar necesariamente la riqueza,
el tema central de la priamela soloniana, pese a las innegables
semejanzas entre ambos pasajes. Por otro lado, la lecci6n
puede ser corroborada por la rima tautométrica con a!aav
naLaC
(v.32).
As1 las cosas, también en este punto preferimos la inter
pretaci6n de I'laehler. Como \'lilamm·litz, piensa que el poeta es
tá hablando de la pederastia, pero sin ningún sentido peyorati
vo; si antes se ha referido al ~Lhóao~o, , ahora se refiere al
~Lh11'6ovo,
•
Los vv.44-45 no ofrecen, en cambio, dificultad alguna; la
alusi6n al agricultor o al ganadero (o a la poes1a ge6rgica y
buc61ica, seGún Pinte) es unánimemente aceptada. Ahora se ha
blar1a del
~Lhox~~a~o"
que, como en el caso del ~LA6ao~o, ,
se desdobla en dos, el agricultor y el ganadero, estructurándo
se la nriamela en una simetr1a formal perfecta:
noeta
vidente
pederasta
agricultor
r:anadero
611
e los e
para lograr la
&6;0:, se alude a
'entes caminos
~~ incertiduobre del futuro,
como ocurre también en So16n (13.63-57). El tema reaparece
e~
B.3.78-8~ (~.
iGualmente 9.88ss.), en las palabras de Apolo a
Admeto, donde,
d,,;
acuerdo con la intenci6n fundamental del -::-oe
ma, se contrapone a la niedfld para con los dioses:
~aLa
OpWv
&~~paLV& ~u~ov· ~ou~o
rap
'KEPO€wV ~1tÉp"Ca:"Cov.1t
En la Gtta 10 el pensamiento sirve de contraste a la frase
siguiente, con la que culmina la priamela: la-eA-wV
(la~,;,6y?)
(vv.~7-48). T~
bién esta frase ha suscitado gran disparidad de opiniones en se
interpretaci6n.
:Sl centro de los problemas es fundamentalme:
la~A-wv
la fOr:l'!a
• La lecci6n que transmite el papiro es EEEAON , Que ya
Kenyon corrigi6 en la~A-wv , modificado posteriormente 'Dor l-Jila
mmritz en lo.&A-óV •
Aún acentando la.&A-wv , se-an propuesto al menos dos in
terpretaciones diferentes de la sintaxis de la frase: 1) Para
Blass (lª ed.), Platt y Fraccaroli, el genitivo depender1a de
"Co
KáAA-L~OV
• Es la opci6n que menos adeptos tiene y es tam
bién, en nuestra opini6n, la menos probable. Ya han señalado
los comentaristas (por ejemplo, Naehler(102)
qu11ides usa un superlativo como
subs~ntivo
terminado por ningún genitivo; as1
O"
que cua.'I'ldo Ba
neutro, no
.::.'re en 1':;".1-2:
f'"
de
612
2) Jurenka propuso entender
la~Awv
••• nOAAwv como ~enitivo
de causa, opini6n que acenta Taccone, y también Jebb eh cier
to modo (104). Pero mientras gue para Jurenka los laJOAá. serían
"victorias agonísticas", Taccone prefiere entenderlo en un sen
tido más amplio, "nel largo significato •• 0 di buone venture non
solo, ma procacciate con nobili azioni ti ( 105). Esta doble inter
nretaci6n también se ha dado con la correcci6n
tendremos ocasi6n de comprobar poco más
la~Aóv,
como
adela~te.
Que la.f1AWv ••• nOAAwv pueda ser genitivo de causa es in
cuestionable; encontramos, en efecto, este tipo de genitivo
con el adjetivo
CT)AW't'Ó~
en Pi. 0.7.6,
.f1TjK€ VLV l;aAw't'ov dJ.1ó
q>povo~ E{,va~ (106), Y también es muy frecuente con el verbo
l;T)AÓW
(cf. S. El.1027, Fr.584; Ar. Ach.lOU8 (lyr.),
y.1450; Isoc.4.91, etc.).
pp~a
~.837,
el orden de palabras, véase, por
ejemplo, B.3.?1, 4.6,4.19-20, 5.191-193, etc.(lO?).
La correcci6n
lcr.f1AÓV de vlilamO\vitz ha tenido gran éxito
(Blass, 2ª y 3 g ed., Jebb, Edmonds, Snell, r'íaehler, etc.), pero
no ha sucedido lo mismo con su interpretaci6n del pasaje. Wila
mot.¡itz part1a del presupuesto de que en un epinicio los éxitos
agon1sticos deb1an ser considerados como el mejor camino para
conseguir la gloria, la 5ó;a: en este caso. Por eso opinaba
que el la.f1Aov
~v5pa
no era otro que el vencedor (comp.§.rese la
interpretaci6n de Jurenka manteniendo la lecci6n la.f1AWv)(108).
Pero
la.f1Aó~
no tiene necesariamente que designar al ven
cedor. Usado absolutamente, sin determinaci6n, tiene un senti
do más amplio, pues designa al noble en general (B.14.3) o sig
nifica, en neutro, "bienes, excelencias" (4.20, 5.198, 17.132),
aunque pueda englobar, dentro de esa referencia general, al ven
613
cede
y sus triunfos agonísticos(109). De manera semejante, co
mo observa Arrighetti,
Kahó~ en Baquílides no s610 si~nifica
la gloria del vencedor (2.6, 9.82, 9.86), sino también "el com
plejo de virtudes que lo hacen destacar sobre los demás", CO!lO
ocurre quiz~ en 3093, 3.96, y con seguridad en 5.50(110):
gh~~O~~~~LV~ ~eó~
~otp~v ~€
KaAwv f~opev
a6v ~' ~~~CñAW~ ~~xa~
&~veov ~LO~aV ó~~re~v·
Además, probablemente una menci6n tan nrecisa del vencedor
no se avendrla demasiado bien con la IIf6rmula de ruptura" de los
vv.51-52, ya que se volverla a hablar de él solamente un par de
versos después.
Por todo lo expuesto, se suele entender la frase en un sen
tido más general, como hacen Jebb ("The noblest lot for a men is
that his Ovffi worth should make him widely admired among his
fellows"), o
r'~aehle!',
que parafrasea "das SchBnste ist, dass
ein guter r'iann, gleich ,,¡elches seine ~~ .. O'"Cñ~T)
ist und ,""orauf
sich sein Ehrgeiz nichtet, Erfolg hat und deshalb von Vielen
beneidet wird"¡ asl, esta sentencia es la culminaci6n de la
priamela toda.
Con tal interpretaci6n, que daría un sentido muy bueno,
~a~hov ~vópa,
el orden de palabras sería también excelente:
con el adjetivo delante del substantivo, y
~wv
~OhhWV ó~· &v~~
, con la preposici6n entre adjetivo y substantivo, como es
frecuente en nuestro poeta (con
tEK~op]€a~ ó~o xe"lPó~
ó~ó
+ genitivo,
~.
13.154,
). El sintagma la.&hO~ &vr}'p es corrien
tísimo: 1l.16.600, 19.122, 23.112;
~.3.471,
4.236, 14.104;
614
Thgn.95, 186, 234, 563-564, 1112, 1118; Adesu.Eleg.2; S.
~.1345,
1352, 1399,
~.195,
~.905,
319, 922; E. HF.1335, Heracl.201,
Fr.8, 1079.2, y un largo etcétera.
La palabra C~AO~ , frente a ~~óvo~ , tan frecuente en el
epinicio, se usa generalmente en buen sentido: "envidia sana,
deseo de emulación, deseo de alcanzar la situación de que f,oza
otra persona tl • La diferencia entre ambos términos está clara
mente explicada en un pasaje muy conocido de Aristóteles (Rh.
1388a), en el que distine;ue entre "la envidia 11
"la emulación ll
(
6 ,TíAO~) (111). El uso de
(
't~ ~.a.ove!v)
CTíAOt; en buen senti
do está también claro en las glosas y escolios que explican
AOVV
como
~"I-I.otí~a'
ae
~a;)(.ap"e"v;
y
así, en Hesiquio,
y
,~
C~AW ae· ~aKap"w ae
,~AW"c6~· ~aKap&.O"'t'ó, (tamhién Focio)(112); véase
igualmente Isoc.5.69 y Th.5.105.3.
Los ejemplos se pOdr1an multiplicar (en Píndaro
CaAw'tóv
en 0.7.6, con buen sentido), pero basta ceñirse exclusivamente
a la obra de Baquílides para comprobar que, mientras
~~óvo~
tiene siempre valor peyorativo (3.68, 5.188, 13.200, con el te
ma del
~.a.6vo~
y la alabanza del vencedor; y 16.31, el
de Deyanira por causa de Yola), nuestro poeta nunca usa
en mal sentido: 1.184, 5.52, 7.10, 9.45, 11.63 (113) •
~.a.óvo~
CTíAO~
La parte gn6mica concluye con una referencia a la riqueza
(vv.49-51), tema que aparece igualmente en el poema de Solón,
tras la alusión a la incertidumbre del futuro. La riqueza, que
también puede ser Dose1da por el malo, sirve de contraste a la
~pe'tá , exactamente igual que en B.l.159-161(114):
~a~t KaL ~áaw ~€r&.a'tov
Kv6o~
!Xe&.v ~pe'táv- ~AOtí
615
Estos versos parecen iniciar una nueva priamela, en la
que
se tratarían en orden inverso los tres ~COL
mela anterior; a la referencia al
guir otra al
~'o, ~L~~ÓO~O"
de la pria
~'o, ~L~OXP~~~~o, debía se
pero es interrumpida abruptamen
te por una "f6rmula de ruptura" en el v.51, como han observado
Race(115) y Maehler(116).
En la fff6rmula de ruptura!l (vv.51-52) se recoge la iman:en
del camino, Que ya aparece antes, en el v.36
Kl~EV~O~(117).
Al mismo tiempo, se sirve el poeta de la ima¡;;en del carro, co
mo ya not6 Jebb (118), "0recisrunente lec misma oue emplea Bp.(!uíli
des en la única otra
Abbruchsformel
del ,c.orpus. conservado,
5.176(119). El verbo
t~~~w (o €6~~~w), en efecto, puede de
siITnar la conducción del carro; además del ejemplo homérico ci
tado por ,Jebb, Il.ll.528:
tnnou, ~€ lf,~\ !PIl' C~,s~O~E~,
K€ L a'
podemos p.ñadir otros ~ 120) :
Hes. 8c.324
Ar. Av.1739
~~'OXO, ••• t~~~€~O •••
t
o ó'
&~~L~~~'D' "Epw,
XPUaÓ1t~EpO, ~~,~,
~~~U~E 1t~~L~~Ó~OU"
E. ~.178
~,(h;pe:Il~L~ K€~~p~ K~l, awq>po~~
1tW~OL, Il€~~~lpwv t~ÚV€L.
Isoo .1.32
't'w~ €6~vvoúv~w~ [lipll~~~]
Es más probable que se trate de la imagen del carro y no
de la de la flecha o la conducci6n de una nave(121). No obstan
te, tanto
vw
t~~vw
como
~AcroVW
pueden referirse
El
una nave ( C-&\1
en 11.23.317, Od.ll.10, 99:..12.82, Hdt.l.194.4; 6€ -&6vw
en
616
B.12.2;
l'A.a6vw en Od.l?109, 13.155, Pi. ;E.l.46, Pi. I':r.6.
28(122», y esta imagen la emplea P1ndaro en al nenas dos "f6r
mulas de runtura ll : :;E.ll.39-40,
r~.3.26-27.
También pueden decir
se tales verbos de la flecha o el dardo ( t.eúvw en 11.5.290,
Il.6.3, Od.22.8, E. Cyc.15; l'A.a6vw
en 11.5.57, 11.5.400, Od.
22.295, Pi. g.10.70); cf. la Ilf6rmula de ruptura ll de Pi. 0.13.
9~-97. De todas formas, la e~resi6n lK ~óoü parece indicar
más bien que la imf'.e:en es la del carro, pues con la de lfl. fle
cha o el dardo esperaríamos mejor
lK O'K.OTtOÜ o algo parecido.
La uf6rmula de runtura ll abre paso a una referencia a la
celebraci6n de la victoria (vv.52-56), fragmento en bastante
mal estado, pero cuya interpretaci6n no ofrece dudas; parece
que se recoge ahora el
alusi6n
~uvov xáp~a de los vv.6 y 12-13. La
la fiesta cierra también el poema en los epinicios
. (124)
2, 6, 9 y 13, Y es así~ismo el te~a de 11.10ss. (1?~'I
-~/. F1nn
8
afirma Que el interés por la fiesta tras el triunfo atlético
es frecuente en los epinicios sin mito: 2 (celebraci6n musi
cal), 6 (canci6n de victoria), 10 (ambas cosas); pero no es
exclusivo de este tipo de odas, ya que concluye también dos
largos epinicios con mito, 9 y 13. Digamos, por último, Que
Blass deja abierta la posibilidad de que el nombre del padre
del atleta sea mencionado en los versos finales, ya que no en
el resto de la oda (cf. 9.102-103 T ,,~o~ [€ v ou
[~Ol.~
; también en la
~
/ Ttal.ó'¡, Q'vv KW
2 la alusi6n final a la fiesta in
cluye una segunda menci6n del vencedor, que es designado en
este caso por el nombre del padre).
Antes de pasar a considerar la estructura general del epi
nicio, digamos algo acerca del orden de palabras en la parte
617
final. Es
~ste,
en (';eneJ
,muy sencillo, lo que habla té1bien
er:. favor de la correcci6n lo.&'A.óv
en el v .4'1, ya que con un
,e-enitivo nlural el orden sintáctico se complicaría. En la enu
meraci6n le los distintos caminos que puede seguir el hombre
para alcanzar la
ó~a
, predomina el más absoluto paralelismo;
5610 en el v.46 encontramos la casi inevitable figura
&xp'~ov~ ~CK~e~ ~e'A.eu~á~.
Asímismo, los adjetivos brillan por su ausencia; no apa
recen más que los imprescindibles y no hay uno solo de los lla
~ativos
compuestos tan abundantes en nuestro poeta. En este as
pecto, como en el orden de palabras, nos hallamos ante un nasa
je cuy sobrio.
El naralelismo predominante en los vv.39-45 se observa
claramente en los sigui 0 ntes esquemas:
618
•VI
-,.
'3
c.Q
1-------1
W
t:$
'..1
~
O
O
~
::>
w
di'
ts
,.
..1
~
,.
ttS:'"
W
,<
t:$
di'
\W
~
•
Ot:$
><
619
I
I
I
•
<Xl.
•<O
....,1-
o
,
..
-1\->
=w
620
La estructura conDosicional de la
~
10, largo epinicio
sin mito, ha sido bien estudiada por van Groningen (125) y r'Íaeh
ler(126).
Puede ser dividida, como los epinicios con mito cen
tral, en tres ..cciones, cuya extensi6n es, por cierto,
basta~-
te semejante.
1) La primera secci6n llega hasta el v.20 (recordemos que, de
acuerdo con la reconstrucci6n de 3arrett preferimos puntuar en
el v.20, no en el v.18), y comprende a su vez: a) un proemio en
el que se invoca a Fama (vv.1-8) (127); b) una alabanza del ven
cedor, con menci6n de su nombre, su patria, su tribu, los jue
gos y la prueba en que venci6.
2) La narte b) de la primera secci6n da paso a la segunda, en la
que el poeta describe detalladamente las dos victorias actuales,
descripci6n que empalma directamente, mediante la aná.fora
...
6'~ Ó(€)
ó,~
, que une las dos únicas triadas de que se compo
ne la oda, con un catálogo de victorias anteriores; esta sec
ci6n, que comprende 15 versos, viene a ocupar la posici6n que
correspondería al mito, al que en cierto modo sustituye(128).
3) La tercera secci6n abarca, más o menos como la primera, 21
versos, y, como ella, se COIDDone de dos partes: a) una narte
gn6mica, con la larga priamela, que se corresponde formalmen
te con la parte b) de la secci6n primera; b) una referencia a
la celebraci6n de la victoria, que cierra el poema y se corres
ponde con el proemio. As1 pues, también la secci6n final es más
o menos comparable a la de las odas con mito central de Baqu1
lides, que normalmente se inicia con unas al ai:>anz as , seguidas
de una larga parte gn6mica que ocuna el centro de la secci6n,
para volver de nuevo a la victoria actual en los versos fina
621
les. En la secci6n tercera de
~
10 hay, en efecto, una lar
ga serie de sentencias que deja paso, en el cierre del epinicio,
a la victoria actual; esta Darte gn6mica va precedida también
por una extensa "Loa del Vencedor tl Que, debido a las peculiares
características estructurales del epinicio, ocupa al mismo tiem
po el lugar del mito.
En resumen, como ha hecho notar Haehler, podemos decir que
la estructura del epinicio 10 es quiástica, pues se articula en
torno a un pivote central eme hace las veces de mito:
b (29-35)
a
Victoria
Victorias
Parte
Celebraci6n
actual
anteriores
gn6mica
de la
a (1-8)
b (9-20)
s'
Proemio
inuncio
de la
a
2 (21 versos)
2 (15 versos)
1 (20 versos)
(21-28)
victoria
Fama
(35-51)
b (51-56)
victoria
I
I
I
ot~as
Esta divisi6n tripartita es también característica de
odas sin mito de Baquílides, que presentan la misma estructura
que 10 pero en pequeño (van Groningen señala este hecho a
pro~6-
sito del epinicio 4, pero, en nuestra opini6n, es más claro
e~
el caso de 2 y 6):
Oda 2
1 (5 versos, estrofa)
2 (5 ve~sos, antístr.)
3 (4 versos,
a (1-3)
b (4-5)
Victorias enteriores
Celebraci6n
Proemio
A.."1uncio
de los ceyos en los
victoria
de la
Juegos !stmicos
a
victoria
e~oCo)
~e
la
622
Oda 6
1 (3 versos)
2 (6 versos)
3 (7 'Tersos)
Anuncio de
Victorias an
Celebraci6n de
la victoria
teriores de los
la vic.torie
ceyos en Glirnuia
En estos dos casos, el
"lu~ar!l
del mito no lo ocupa la
inicio le
descripci6n de la victoria actual, como en el
(donde además se
fu~ade
un catáloGo de triunfos), sino el re
cuerdo de las anteriores victorias de los comnatriotR.s del
vencedor en los juegos correspondientes.
Obs~rvese
que 19 es
tructura de 2 y 6 es la misma, con la salvedad de que en S
fel ta la invocaci6n inicial.
Oda 4
1 (6 versos)
2 (6 versos)
:;; (8 versos)
Anuncio de
Otras veces el
a)
la victorie,
noeta cant6 a
anteriores
Hier6n (recuer
de
tritL~fo
a) frase
b)
3e~eral
actual
tritL~fos
b) Gname
final
..ler 6n
Lí'
do del pasRdo)
inicial
En el epinicio 10 los ecos verbales no
I
~arecen
desempeñar
en la estructuraci6n del poema un papel tan imnortante como en
otras odas de Baqu11ides:
623
~ ¡..La:
1•
(p de 1 a primera
28 • 1t pO<p a,; o: 1.
tríada)
tríada)
52.
(si e s de Cf'lp-C
n€cpa:"Co: 1.
y no de <po:C\lw)
11. Mouoa\l
39.
(todos e~ el
Xo:pC"CW\I
v.;
mismo
ZT)\lÓ~
, 29.
tautométricos 11
y 29)
l.
(en ambos casos in~
39. y&p
.
ylá]p
.
duce la primera frase
ee
la
estrofa; en el v.21, priner
verso del epodo, Barrett
re
construye la misma nart1cnla)
1•
&: [-&0:\1 eX"CW\I -&vO:"CW\I "C'J
!J-&0:\1 á"Cw \1
,52.
-&\lcrtot'a..
(tautométricos 1 y 11)
(Headlam)
l.
&:-&~\lO:"CO\l
11.
8.
!n p<ÍK.';0:\1
,11 •
&-&á\l crto v
46. &Kp'''Cou~
50.
&XPEtO\l
(mismo v. 8 y 46)
14. l1tl.x.&o\lCol.al.\I (F)
21 •
!n 1.
,38. l1t 1. cn;ap.aL
l1tC
42 Y 44.
(mismo v. 14 Y 42)
l.
!J1FOI.X\lEt~
6. ; [uv] 8\1
6. XpulaE
.
10. \lo:al.w"CI.\I (p)
11.
N
![yJxEl.pl~ ~p)
~
37·
O"'C E
exJ W\I
..
12. ;u\l6\1 (p)
40. XPUOCaL
35.
.
vaoo\l (1')
19. !\I (p)
,
24.
l¡..L1tC-rvwv
I
624
29. l[v
f..,oeL;] ex,
(20.
12. &V.&pW1tO 1. 01. v
48. &v.&pW1tWV
12. etT) (F)
48. e !I-Lev (F)
15.
NClta~
26.
(mismo v. 11 y 29)
Blass)
'Io'&l-Ll.ovCltav (F)
52.. v Clta~ (F)
(ef. también v.7)
16.
~v.&eoLv (p)
40. 't'l.&aA.ev (F)
16.
&va:óT)oál-Levo~
20.
~I-L~av]a:,
(Barrett)
27. &'YltJ áput: av
,
17.
e-6peCctl.'
31.
18 •
.&íiKa:~
50. 't' fL&T) oJ 1. (F)
18.
óól;a:v (F)
37.
eJup'I1xopov
óót:a~ (F)
19. 1te PLltA.E L'tOt,
30. KA.ELJvá
19. 1tEPL'Y.A.EL'tot,
37.
dPL"VW'tOLO
(tautométrieos)
19.
&l.&A.OL~
23.
~o'ta[
27.
v [Lv
27-8.
(F)
(p)
e6~oúA.wv
..So.
38.
l1tLo'trxl-LaL
31.
LV LV]
34. Ef5~oLav
53.
34.
&1-L~1. ' t ' En~oLav (p)
34.
1tO~LUA.(f'oJ y
(Platt)
28. &E.f}A.ápX]wv
e~~pooúva (F)
(mismo v.)(129)
34. 1tO~ LUAcf¡o] "
44. ~1t' ~P"OLOLV
36. X.lA&U.&OV (F)
52.
cSóoü
37.
41.
';Lva
ay,; 1.
LVex ( p)
56.
47.
'túxa
,51.
't' L':IL
(mismo v.)
't'C
(6. 8't' L
)
625
38.
&v6pWv
42. Ee6w~
4é.
av6pa (p)
49.
or6a (p).
(mismo v.)
Rimas ;r construcciones sintácticas tautométrice.s.
Estrofa.
l.
el [-&avi'Ctllv
(11.
XapC'twv
&-&ávo;'Cov)
11. Mouoav
39.
v.2.
..
12. ~uvóv
30.
~wjJ.ó[v
40.
"'C€-&aAEv.
~.
13.
dPE"'Cáv
41.
-&EUítpOít C~
31.
Et5 p6'xo pov
41.
-&EUítpOít Cav. '
4. 'Yo.:C~~J (F)
32.
araav
14. lítLX~OVCOLOLV (F)
42.
ítaLoC.
43.
ítO LK CA.2.Y.-!Ó~OV
5.
J~a~
33.
ot
33.
v€jJ.ov'taL
(p)
,42.
itO LK CA.OV
,.
~F)
'tL'CaLVEL.
v.6.
6.
ít~"'CfJ tp) (Blass
y Kenyon) 34.
16. aV~EaLv ~ p)
34.
16. ~av-&¡;fv
..L.!..
34.
E6f3o Lav
34.
te:páv
44.
~pyo LOLV.
16.
)('E~aAáv
34.
E6SoLav
(F)
ítaLOC
I
I
I
I
I
626
!.!2.
17. 2 + 3 + 3 silabas
17.
--
35.
8.
vacrov
45.
-&~j.LóV
45.
-&Uj.Lóv.
46.
't" e: A. e: u't" á <;
&Tt páx't" exv
18.
't"e:
Cs[.
36.
•
también v.8)
ó' ~A.ALO~
46.
~pC't"ou<;
KÉAe:U-&OV
46.
't" e:A e: u't" cÍ<;.
37.
&p~yvw't"o~o 6ó~ex<;
v.9.
9.
xexo~yvD't"ex<; &xoC't"ex~
19.
Tte:PLXA.e:~'t"O!<;
37.
&p l. ,,/vw!2.,!-O
19.
&É~AO~<; (F)
47.
lcrflA.óV
37. 3 -+ 2 -T 5
+2
sílabas
47.
v.10.
10.
llt CVT)~
20.
vEA.A.CC(HV
10.
j.LÉALOOexV (F)
20.
dpj.Láv
10.
j.LÉA.lrooexv
38.
nÉA.ov't"cclr
20.
~Xe:!ccv
38.
lnlro"t'aj.Lexlr
20.
1tOÓWV
48.
TtOA. uCñA.w't"oV
38.
&vópWv
48.
~v.apW1twv.
49.
1tA.o(hou_
Enodo.
:!!1..
21.
onJPolro~v
22.
&1toJ Ttve:(C>wv (Barrett)
(Blass)
•,
627
I
Y.!l..
23.
fo'ta[ (p)
51.
XPTI o-::óv
23.
lAa C(;H (F)
51.
lAaúvw·
I
v.6.
Obsérvense también las naronomasias de los versos 36
!\
1~'LoC; &:AAO yav , 48 'JtOAAWV ••• 1tO/~vt;,f¡A(;.n:ov , y 50-51 &:XPE!OV
••• XPT101;ó'V
(cf. v.l &:[eavá't'wv ~va:'t'wv
't"J
).
Ha;;r aliteraci6n
en los versos 8 '!t[av~ av &:'JtpáH't'a:V , 15 dao&:(aLC;) N~ac; ~~a¡; ..
16 8.v-Be:CL'J c..cr.v.e~y , 17-18 'Á-&c!val,C; .eTjKac;, 42-43
•
,
,
I
E1t!. TIcr.LaL 1totKL\OV 't'ó~ov .l't..!aCvEt.
Ae:Vlác;, 1tñ :E,ÚXa: ¡3pCcrf. t.
,48 1tOAAWV
~1.e:poC; 6'
,
,46 aapC't'ovc; 't'CK't'Et, 't'E
Ú2!..' &:v-&~1ttUV .!:OA.Vt;,~AW't'O'V •
Asimismo, es frecuentisima en toda la oda la vocal
lal,
y en
alc;unos casos su acumu1aci6n es franca.rnente llamativa:
-_.- --
vv. 8-9 ~ CavA.] av &:1t páH.'tav
- - - v.l
y[o:JP &:\..-&avá't'wv -&va't'wv
'.0.'
u:.'\7a:va'tov
--
v.13
xá p¡.¡.a , 'tEaV &pe:'t'áv
v.16
- -
•••
JI
.\'<10' vaav
"yaA¡'¡'C!:
v. 11
----
~
-
-
~v-&e(JLv ~av~~,! &:va:&T1a~lle:voc; Kecp~Aáv
vv.22-23
-&e:PIl[av &1tO'J 1tVe: (C)<.ov ~eAA."V
~<1't~[v-vJ'1 &' a:~Í't'e -&a't'ñptllV lAaCwl,
vv .27-28
&YKJ~p'U~~... tle:-&A~px1 wv 1tpocpñ't'a: t, •
vv.34-36
ot.s' fE.páv / vñaoy (!tYl,vJav. Ilo;'t'e:~e!. é' tlA.A[OC;
~A.AOÜ~
v.51
¡.¡.cmpav y[A.Jw[aJaav t.e~ao;c;.
,
628
En cuanto a la estructura métrica, las lagunas que presen
ta el papiro la hacen difícil de determinar, sobre todo en el
caso del epodo. Korzeniewski(130) considera que la estrofa es
tá construída de la siguiente manera:
-
D -
I
e -
E - E -
II
liD -
E -
I
D -
II
II
e - D d2
I
I
U
E - e -
II
E -
e E ~ e -
III
Los fines de período que nosotros reconocemos coinciden
sustancialmente con los que señala dicho autor, pero distin
guimos del siguiente modo entre período mayor y menor:
-e -
l.
--uu-uu---u--
-
D
2.
-u---u-- I
E
-
3.
-uu-uu-
D
3
-D-
3
E
-
4
e
- D d2
6
E
-
4
4.
I
--uu-uu--
II
5.
-u---u--
6.
-u'!"--uu-uu-uu-
7.
-u---u.. -
8.
9.
10.
-u---u--
I
II
I
-u---u---u-u
-u--u---u---u--
- "b.i.l. lI : 40.
- "b.i.l.": 14, 32, 42
pausa sintáctica: 32
A= 19 theses
B= 14 theses
4
-e-
6
e E u e
8
E
Indicios de final de neríodo.
v.4.
4
E
III
5
- -
B= 14 theses
629
- rimas yecos verbales: 14
~.
N
42, 32 - 42.
- hiato: 15, 33, 43
- Ifb. i .1. ": 15
- pausa sintáctica: 43.
v.6.
- rimas yecos verbales: 16 - 34.
v.8.
- "b.i.l. lf : 18, 36
pausa sintáctica: 8 (paso del proemio a la
Drese~~ecil.
del vencedor y su victoria), l8?
- rimas yecos verbales: 36 _ 46.
- "b.i.l.": 47 (si leemos
lcr,sXóv)
- rimas yecos verbales: 9 _ 37, 19 _ 47.
La periodología del
~Dodo
ofrece muchas dificultades; 5610
disponemos de dos, de los cuales el primero presenta
proble~~s
de puntuaci6n y el final del segundo se ha perdido casi
nIeto:
e
-
l.
-u---uu-uu-
2.
--u---u--
3.
--u---u---u--
I
4.
-uu-uu---u--
I?
5.
-uu-uu-
o.
,
--uu-uu--
-
D
7.
-u---u--
E
-
8.
I
- .....
I
4
1-7
I
-u---u--
5
D
D
1-7
.;.J
-
e
-
e
-
E
-
Indicios de final de neríodo.
- "b.i.l. lI : 49.
6
5
3
D
III
-
-
3
4
4
~cr
ea.
6:;0
~.
- hiato: 51
- rimas yecos verbales: 25
v.4.
- pausa sintáctica: 247.
~.
- hiato:53.
N
51.
En el v.25 habría que colocar fin de perfodo tras
!1t€ ' ,
pero la prolepsis lo facilita; cf. además 9.2(131).
Una primera posibilidad sería distinguir tres perfodos ma
yores en estructuxa asimétrica: A= 15 (vv.1-3),
~
(vv.4-5),
(vv.6-8). También se pOdría dividir el epodo en dos gran
C= 11
des períodos mayores: A= 20 (vv.1-4) Y B= 14 (vv.4-8), de modo
que el primero se construirfa en "inversi6n ll :
e - TI - E - - E - e - D - e
I
y el segundo consistiria en la renetici6n de dos elementos:
D- D-
E - E - •
Con esta última periodología seguramente habría oue colo
car pausa fuerte al final del v.24; en los vv.52-53 quedarfan
separados v C'Ka:~ /
El
Il
D~O"t'€} pov.•
c 6digo ll del epinicio no presenta, en general, granq,es
dificultades, a pesar de las lagunas del texto:
IP
TP - MCa 01V)- / /
LV - f.lCb (r'lFt-NL-HD-r';IPr)
LV
GG
TPr - G - TP
//
GG
//
G
l/l.
//
LV
///
I
I
I
I
~
631
NOTAS A ODA 10
(1) Un detallado estudio se puede leer en
~inn,
:p:p.116-123.
(2) Cf. Hamilton, np.82-83; también Gelzer, p.112, n.22.
(3) Cf. F. \'iassermann, Fama. Geschichte eines f10tivs der anti
ken DIchtLm~, Dis. Fribt~go 1920 (mee.), pp.17-19.
(4) Véase el comentario al proemio del epinicio 11, asi como el
CEDítulo d.edicado 8 la "Invocación Poética",
.930ss.
(5) Cf. ThumP.1er, I 102 Y 11 76; sobre la exnresi6n nolar fI!,or
tierre. y mar", cf. Btmdy, ,.24, n.55. Véanse otras invocacio
nes semeja.'I'1tes en Pi. r~.5.1ss., S. El.1066ss., así como Pi.
0.8.81, 0.14.20ss., S.-OT.158ss., AP-IC.89, etc.
(6) Cf. Slater,
~.,
p.363.
(7) Cf. Bundy, pp.64ss.
(8) Cf. Thllffir.Ier, 1 29-30.
(9) véase también Eoracio,
(10) Sobre la posici6n de
todo 517-518.
~.4.3.1ss.
~e
, véase Denniston, pp.515ss., sobre
(11) Cf. Thummer, 11 26-27, así como nuestro comentario a 5.6ss.
(12) Cf. Schadewaldt, pp.277-278, con notas.
(13)
21.
Jebb, pp.476-477.
(14) Pindaros, p.158, n.l.
(15) J. Kirchner (Prosopogranhia Attica, Berlin 1901, reimnr.
Berlín 1966, 1 9) s610 atestigua. un ArAAo[eYMO] ¿ AEH1NAIO¿ en
una inscripción délfica de 338-337 a.C.
(16) Sannho und Simonides, p .185.
(17) Sannho und Simonides, p.186, n.l.
(18) Si E6xel,.P
ner, 1 399.
y
E6xe "po~; cf. Pape-Benseler, 1 431, Kirch
(19) P. LXII.
(20) Q!. Jebb, '0. 207.
(21) Véase, para el nombre Aglao, Pape-Benseler, 1 12$' Y el
buen acopio de datos que o.frece Finn (pp.115-116), quien ter
632
mina concluyendo Que (-1 nombre está muy bien distribuido r-eo
gráficamente y no hay raz6n suficiente para negar la posibilidad
de que se hallara en Atenas.
(22) Cf., por ejemplo, 1.158 l'rvl,.!loC~V en lug~ de -0\1 ; en ~s
ta miS'iña Oda 10.47 ~:lilamowitz corri~ en lo-&"f.óv la lecci6n to
{+XW\I del papiro. Véase Jebb, p .128.
(23) Cf. Kenyon, ,.86; Edmonds, en el aparato critico de las pp.
170-171; Maehler, I 100 Y ad loc., II 181.
(24) Maehler, 11 180.
(25) CFC XIX (en prensa).
(26) Cf. escolio a E. Rh.36; F. Brommer, arte "Fan ll en R.-E.
Suppl:V1II (año 1956),-Col.1003.
(27) Cf. L. 1/1eni~7.r, arte IINelissa" en Roscher 11.2 (año 1894
189?)~ol.263?-2~2.
(28)
21.
Bundy, Pp.5ss.
(29) Para las semejanzas entre los epinicios 9 y 10 Y entre 10
14, véase Pieper, pp.l06ss.
y
(30) La "Invocaci6n Poética ll de la Oda 10 es muy semejante a las
de l4B y 7: en las tres falta la petici6n y en las tres lo gene
ral se aplica luego al caso concreto del vencedor; cf. el capi
tulo dedicado a la "Invocaci6n Poética", p.936.
(31) P.194.
(32) La idea lila gloria del vencedor es también gloria para su
ciudad ll aDarece constantemente en el epinicio: B.6.3 y 15-16;
Pi. 2.3.38-39, Q.l.64-65, 1.1.10ss., etc.
(33) Prefacio a la tercera edici6n, p.LXV1.
(34) pp.32 y 43-44.
(35) P.66.
(36) Cf. Naehler, II 179: ItDie grosse Zahl sej.ner Sie!f;eLscheint
eher gegen die Annahme, dass er hier noch nal,.~ oder áy~\lel,.O~
ist, zu sprechen ll ; pero parece con~radecirse en la p.18l, co
mentario al v.9: ffVielleicht war der Sieger noch ein Knabe und
sein Ve.ter bereits verstorben".
(37) Pindaros, p.158, n.l.
(38) Para una com~leta discusi6n de las diversas propuestas,
cf. Finn, pp.128-l29.
633
(39) FUhrer 2, p.185, n.136.
(40)
~.,
pp.183-185.
(41) Cf. Baehler, ad loe., 11 182. Sobre el motivo "el canto
hace Emortal la gloria", véase Thummer, 11 118-119; Schade
waldt, pp.267-268; BO~lra, Pindar, p.153, n.l; pensamientos muy
semejantes e~resa Baqui1ides en otros pasajes: 3.88ss., 9.
82ss. (v~ase el comentario a este lugar), 13.58ss.
(42) Cf. Roscher VII (año 1893-1921),
PP. 174-178.
(43) Kaibel (E igrammata Graeca ex lanidibus conlecta, Berlin
1878, ;reimpr. Berl n 1965, sd loe., p.84 apunta: liNee dese
sunt o:q>-&o:p-co ¡, ~IoVocCl., sed carmina, e quibus ille saeculoru1!l
laudem sibi fore sperat".
(44) Ad loe., 11 182.
(45) Cf. Jebb, ad loe., pp.314-315: 1l0Ur poet uses the plur.
áPE-Co:r- only in XIII.8 (ana probably VIII.88), and then with
reference to several men 11; "!ilamowitz, Sanpho tilld Simonides,
p.18r:;, n.l: IIKenyon hatte nicht Ubersehen, dass die Absicht
bei der Bestellung des Liedes nur auf die Verbreitun~ der
SiegesktLndenziehlen kann und daher interPtill~iert tv &~ávo:
"Cov Mouaav O:yO:A~O: ~uvov &v-&pWno¡,o~v Et~ xáp~a "CEav &pE"Cav
;
aber das Lied kann nicht ein allgemeines xáp~o: der Grossta
ten sein". Pero tamnoco es preciso cambiar &:v.&pW1tO t.o¡,V ELTj
por &v-ttpW1tOC,(H -&EC~, como propone 'VlilamO\·Jitz en ese mismo
lugar.
(46) Pavese (p.319) aclara que no es HeomÚD a la humanidad l1 ,
sino "a los hombres que oyen el canto, a los conciudadanos";
2.f. también r'~aehler, ad loe., 11 182: liSO dass sich alle
.f\lenschen darall freuen k8nnen, der· Sieger ebenso 'trie seine
Familie und seine NitbUrger".
(47) Cf. Finn, pp.129-131; en la p.129 afirma: "here emphasis
lies not so much upon the pleasure it brings (as in Ode 5.4)
nor upon its place at banquets (as in ~ra5ment 20B.5J,but
rather upon its abiding qualities in eontrast to the imper
manence of human life '( ~v-&pcSno ¡,o¡,v, line 12, and ~Tt\,X-&O
vCo¡,o¡,v , line 14)".
(48) \vilamO\vitz 2, p.330.
(49) Platt 1, p.61.
(50) "óooál{,¡"
no s610 no está atestiguado otra vez en Baqui
lides. ni en Pindaro, sino que además es este caso que comen
tamos el único que Fatouros señala en toda la 1irica arcaica;
en Ho~ero, no obstante aparece tres veces ("Coooáx~ en Simon.?9.
3 Diehl; "COU"COCK ¡"
está documentado en varios pasajes pindá
ricos).
I
634
(51) M....,y.20, p.95.
(52) 'O(j(j~<Kt.;<;> presenta otras dificultades, aparte de las se~~
ladas-hasta aquí. En primer lugar, ¡·íonteil (La p~rase relative,
pp.298-299) indica que, con valor iterativo, ~o KL' siempre
nrecede a la oraci6n principal y, además, el verbo de la 0ra
ci6n subordinada es (excepto en Rdt.l.198, subjuntivo con "V )
un optativo iterativo y el dt la principal un imperfecto (en el
pasaje de Qer6doto, un presente atemporal). Por otro lado, el
uso interro(!:ativo-exclamativo indirecto es rarísimo, hasta el
punto de qne s6lo está atestiguado una vez, en Lys.25.9.
(53) P.76.
(54) A~ no está atesti~uado otra vez en Baquílides; sí a~~L~
(3.89, 15.60) Y Quiz~ avaL (Fr.60.27, de atribuci6n dudosa);
a.O~E es varia lectio en el v-;¿7., del epinicio que nos oc't~ne.•
(55) V~ase el comentario al epinicio 6, pp. 449-450 , con n.20.
(56) P.87.
(57) Sobre el uso exclamativo de l5ao~ , véase ~1onteil, 1J8. -r:-.hra
pp.221-222. Como "exclamaci6n dependiente" se
construye con indicativo, como sería nuestro caso: "Oresente
en S. Aj.512 y Ar. Th.281, \[.796; imperfecto en Jl.24.630;
Aoristo en Ar. ~~.~5.
~elative,
(58) ~T. s. Lasso de la Vega sUGiere que en este ce.so quizá
pudiera entenderse ~v'Ka aún como a~verbio relativo, reco
p;iendo lv nOOE Lóavo<; 1tE PLKr..e: L'toL «; ~l.a.A.o 1" «; que tendría en
tonces más sentido temnoral Que local: nqué gloria alcanzaste
en los muy ilustres jue~os de Posid6n, cuando mostraste e los
Griegos el r~:oido lanzarse de tus riesu. Por cierto Que así
traduce r'laehler (" ••• um Ruhm den Oíne!den in Poseidons ruhm
vollen "!ettkl:impfen, (als du ziegtest?) den Griechen deiner
FUsse raschen Sch'VrunZ").
Es verdad que el empleo de ~vCKa con este valor es m~Y
raro, como señala Monteil (La nhrase relative, p.297), pero
está atestiguado en S. El.954 y Tr.36 (antecedente vúv , como
en Lys.20.17), Ar. Y.23;-(antecedente ~~~ ) y E. Ph.5 (ante
cedente ~~€pa ). La subordinada sigue a la principal en los
pasajes de 1~ist6fanes y Eurípides, precisamente los dos casos
en que el antecedente no es vúv • En el lugar euripideo el
verbo está también en aoristo.
(59) Cf. l\10nteil, La phrase relative, "0.285: d1tó't'e:
"subor
donnant d~fini", referido a una circunstancia definida. Está
ya bien atestiguado en Homero y desnu~s de él; incluso es el
uso más frecuente en Píndaro (8 de 16 casos, según ~lonteil);
.9f.. Slater, ~., p.386, usos con aoristo de indicativo.
(60) Para otros casos de inversi6n del correcto orden de pa
labras, véase su nota ad loe., p.316.
,
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
i
~
635
(61) P.133.
(62) Una pequeña variante supone la recopstru~pi6~~e Blass,
acepta Taccone; leyendo en el v.2l tK~aVEL~ oOJPO~OLV
~n~ o~aóCcu· , la descripci6n de la primera victoria lleca
ría hasta este verso, y en el v.22 comenzaría el relato de la
segunda.
~ue
(63) Carey (3, p.165) critica la reconstrucci6n de Barrett, que,
en su opini6n, da lU3ar a una fea frase n9 s610 por su exten
si6n, sino tambi~n porque la cláusula fnE ~"depende de~ la &láu
sula E~~E. tl propone, ror ej~mn~, EO~UX~~ / tKnpEn'l~,OOQOLOLV ~nL u~aóCou 9€p~aV ~vanvELwv aEAAav ~~a· ó~aCvwv ó av
~E
•••
(64) Q!. Finn, pp.133-l34.
'l'
(65) Por otro lado, Baquílides usa la forma 8po~, no oupo~ ,
y en los dos casos en Que aparece tiene el sentido figurado
de "limite de la vida"·
5.144
.
~ov ÓT}
~o!Q' lnÉKAwoEV ~Ó~E
~wa~ ~pov ~~E~lpa~ f~~EV.
Fr.ll.l
E!~ 8pO~f ~Ca ~po~otoCv lo~~v E~~uxCa~ dóó~,
Eñ,Pínda..:ro hay un s610 ejemp,J.o, y además muy dudoso, 0.6.77:
Óno KuA.A.ava:~ Z5pOL~
(codd.; opo~ TI , Snell).
(66) Cf. R. Patrucco, Lo sport nella Grecia antica, pp.l04ss.
(67) Fennell (Pindar: The Olympian and Pythian Odes, Cambridge
1879, ad loc., p.170) cree que es éste el sentido que tiene la
palabra en Pi. P.2.90, opini6n que no compartimos¡ ~. sobre
el problema R. Grimm, Pindar's Second Pythian Ode, Ann Arbor
1959 (microfilm), pp.27lss.
(68) E~a:óCou correspondería al &ywvo~ del texto pindárico;
en los epinicios, en efecto, la palabra a~«ó~ov parece signi
ficar siempre la carrera, no el recinto: B.6.7y 15; Pi. 0.10.
64, 0.13.30 Y 37, P.ll.49, N.8.l6, 1.1.23. Cf. Slater, s.v.,
p.470; Gerber 4, s7v., p.2l;.
(69) Barrett 2, p.250.
(70) Para &no1tv€w, cf. 11.6.182, ÓE~VOV &1t01tVECOUOa nupo~
, dicho de la Quimera.
~€vo~
(71) ti al)-¡;E is necesss.ry: é' al)~E makes it clear from the
outset, as él alone would not, that this is now another
race thall that of 21-3", Barrett, apud Maehler, 11 186.
(72) Para las correcciones, casi siempre certeras, de A3 , ~.
Jebb, pp.133-135.
(73) P.478.
636
(74) Q!. Patrucco, Lo sport nella Grecia antica, pp.96-97.
(75) P.477.
(76) Of. Slater, ~., pp.14-15, apartado b), traduce "close
setlt;-"'dichte fl es la trao.ucci6n de Thummer. Es curioso que
Jebb diga (p .477): 11 ttJ.1t L'tVWV expressed hOll! the victor rushed
into the crowd of spectators ,,¡ho nressed around the goal" ~
utilice la misma pale,bra en su comentario al verso (p.316~;
sin embarGo, no ha considerado la posibilidad de leerá~p~oY
en esta laguna.
(77) T.wnbiél1. en H~siquio, 'te,; palA. L~· 'te'tpcm L<; 1te pLe "A.T)~¡.Llvoc;,
11 cpv'tóv 'tI. •
~ 1to;\vtA.I.~,
(78) Sobre la forma de correr las carreras largas, véase Fe
trueco, Lo sport nella Grecia antica, pp.106ss.
(79) 1 26ss.; véase también nuestro capitUlO dedicado a la
IILoa del Vencedor", pp. 1054ss.
(80) Ad loe., 11 188.
(81) Doxografia en TIemarque, pp.22ss.; y Finn, pp.139ss.
(82) P.140, sobre todo n.56.
(83) Sobre este tipo de priamelas, véase Bundy, pp.4-10. La
que ahora nos ocupa contiene tres expresiones que Bundy (pp.
7ss.) cq.'Ylsider.a tipicas de lo que él llama tlp~iamelas suma
rias ll : 15::\:\0' (Í;\:\oCa;v (v.36), ¡.WpCa.L ••• t1tl.crra:~a:1.
(v.38) ,
~'tepo, ••• oe 6'
(vv.42-44).
Se puede consultar también u. Sc~mid, Die Priamel der
¡..Terte im griechischen von Romer bis Paulus, 1'Jeisbaden 1964,
p.72. Sobre una posible imitaci6n de Horacio, aunque el poe
ta latino parece seguir más a So16n que a Baquilides, véase
R. G. r·l. nisbet y r'1. Hubbard, A commentar:y on Horace: Odes
book 1, Oxford 1970, pp.lss.
(84) Q!. Romagnoli 3, pp.163-166.
(85) 11 190, n.6.
(86) Sapnho und Simonides, pp.185ss.
(87) Sobre el tema en general, véase A. J. Festugi~re, "Les
trois vies", Acta Oongressus f"IadvÜr,iani, Copenhague 1958,
11 131-178, aunque no se refiere a nuestro pasaje.
(88) 2[. Slater,
~.,
pp.468-469.
(89) "Con referencia principal al entrenador" (Gerber 4, .§.!.Y.,
p.207) •
(90) Q!. Balasch 3, pp.375-377.
637
(91) Véase nuestro comentario al lugar.
(92) Cf. Rosado Fernandes, O tema das Gragas, pp.216ss.
(93) Pp.462ss.
(94) Los textos se citan en la p.463.
(95) Cf. Rosado Ferncndes, O tema das Gragas, pp.172ss.; "1.
Schadewaldt, Safo, trad. española Buenos Aires 1973, p.lll.
D
(96) Cf. Denniston, pp.280ss.;
yáp en p.284.
uso de ~
con vaTor afirmativo está b
documentado en Ba('1u11ides (cf.
Gerber 4, s.v., pp.96-97): 509 y 89; 9.36; 13.51+; 79 y 157;
18.41; Fr.IS":1 (cf. también 8.11). Podemos comparar el pasa.
;1e
.
- que comentamoscon Pi. P.6.1-3:
.
'AKo~aa~'· ~~T~P tA~KW~~&O, 'A~po&C~a,
~poupav
ap'~wv
&VCt1tOACCOI-lEV;
véase asimismo P.l1.38ss., e 11.2.272, donde también intro
duce tma :oriamela.
(97) P.460.
(98) pp.141ss.
(99)
sta 2, p.55.
(100) ¡
Of. ¡
también
Rosado Fernandes, O teme. da.s.•GraqRS,
pn.
-.
193-194, comentarlO a B.1.151ss.
(lCl) Oo. cit.
(n.L~2
al e1jinicio 4), p.437, n.l.
(102) Ad loe., 11 191.
(103) Cf. también el famoso pasaje de Pi. 0.1.1 ~PLO'l:OV I-l~V
5ówp • Sobre el problema que nos ocupa, véase el reciente ar
ticulo de W. H. Race, "Pindar's 'Best is water': :3est of \.'lhat?",
~ XXII 1981, pp.119-124.
(104) pp.319-320: I1If ~a-&Awv ",ere read it \I1ould be neuter •••
and might best be joined with 1tOAAWV "; de todas formas, él
prefiere la correcci6n de 1tJilamm·ritz.
(105) Ad loc., p.98.
(106) Cf. también Plu. Pomr. 6 7.4, CnAW~O, &v~p ~~, 1tPO, a6~ov
E6vo'a~~wv &v~~1twv.
(107) Stern 1, p.165, apéndice 11.
(108) Para los argumentos Que se oponen a esta idea, además de
los ya aducidos, véase Arrighetti 1, pp.21ss.
I!
638
(109) K<:5hn.iten (p.217, n.119) afirmé
.e lCJA.oC
'edlen KamT)fer und Sieger' die Pi. besingt".
7
(110)
V~ase
"meint die
nuestro comentario a 1.145.
(111) Cf. Chantraine, DELG, ~. l;TjA.oC;; , n.400; Schmidt, Sy,
nonyrnik7 IV 198; P. Ruart, Le vocabulaire de l' analyse psy
cholo iaue dans l' oeuvre de Thuc:rdide, Paris 1968, p.400.
anse tamb1 n_os comentar1os de E. Fra.enkel a A. U~.939
(11 426), Y ele Barrett a E. Hhrn.168-169 (pp.193-19 •
(ll¡;) Cf. H.,?r!=inkel, Dicztung uncl Philosophie, p.54 6, n.9:
fI -&r¡KEl;cxA.w"C'ov
(6) ist' = ~Cótc.tp\'CJe:\i 'gibt der Nitfreude
am GIUck des andern Ausdruck t " ; PearsQn, comentario al Fr.703
de S6focles, ~.311. Sobre el ~CX'X.ap\'a~óc;; en 3aqul1ides, v~ase
nuestro comentario a 5.50ss.
(113) Cf. tambi~n Fr.65.8, pero es de atribuci6n dudosa y ade
más desconocemos er-contexto.
(114) Para el contraste riqueza-virtud, v~ase Pi. PB.88 Y 92,
N.9.33, I.l.57-68; cf. Thummer, II 34-35, asl como-la biblio
grafla cItada en nuestra n.lO al epinicio 3. Sobre el poder de
la riqueza, Pi. 2.2.58-60, f.5.1-4; tambi~n Thgn.189, 718; E.
21.427; Alc.360, que hace referencia a las palabras del es
partano Aristodamo, las mismas que repite Píndaro en 1.2.11.
(115) The classical nriamel, pp.84-85.
(116) Ad loc., II 192.
(117) Cf. Finn, pp.139-140 y la bibliOGrafía de la p.123;
Pieper, pp.113-114, Quien, a nuestro entender, exa
gera al extender esta métáforH a tantos as"Oectos de la oda.
tambi~n
(118) Ad loc., p.320; tambi~n Naehler y Simpson (op. cit. en
n.42 del e~inicio 4), p.437, n.l.
(119)
V~ase
la nota 407 del epinicio 5.
tambi~n nuestro comentario é 3.4.10, l'ltloE\'C":-:V
donde COi:1cidimos con Finn "3.1 considerar que t.;. poeta
está empleando la metáfora del carro.
(120) Cf.
6~votJc;;-;
(121) Cf. Jebb, ad loc., p.320: tlThe metaphor ••• shoule be
from guidinf, the course of a chariot ••• not from launching
a missile 11 •
(122) Cf.
185-18b.
P~ron
0F. cit. (Oda 5, n.141), pp.119, n.l, 181,
(123) Cf. Bundy, p.2.
(124) PP.155-156.
(125) PP.194-195.
I
I
I
I
I
I
I
I
,
f
639
(126) II 180.
(127) En opini6n de I·Taeh1er (ya 10 hemos dicho), el proemio
s610 llegaría hasta el verso 4 6 5, buscando un equilibrio,
excesivamente riguroso, con la alusi6n a la ce1ebraci6n de la
victoria en los últimos seis versos; que el proemio ocupe
ocho versos no es 6bice para que tal equilibrio pueda aún
mantenerse.
Z)
(128) D. C. Young (Pindar Isthmian
sostiene que en ese epi
nicio pindárico hace las veces de m1to la referencia, en el
centro de la oda, a las hazañas del tío materno del vencedor
Estrepsíades, ya muerto, hazañas recientes, pero mitificadas,
en opini6n de Young. También en el epinicio 10 de Baquílides
el lugar del mito estaría ocupado por las "hazañas" del ven
cedor, sus dos victorias actuales y las conse~uidas anterior
mente. De todas formas, no terminan de convencernos los ar
gumentos de Youne y preferimos sunoner, con la mayoría de los
comentaristas, que 1.7 tiene un catálogo mítico inicial en lu
gar del más o menos-habitual mito central.
(129) Qf. EM, ~. E~~oLa , p.389.
(130) P.149.
(131) véase la nota 114 al epinicio 9.
640
ODA 11
El epinicio 11 celebra la victoria de Alexidamo de Meta
ponto en la lucha infantil de los Juegos Piticos(l). La fecha
de composici6n es desconocida, y las opiniones oscilan entre
su adscripci6n a las primeras etapas de la carrera de
Ba~!
lides(2) y su dataci6n en el periodo de las odas sicilianas(;).
La oda debi6 de ser representada en Metaponto, y se trata
del 6oico epinicio conservado compuesto por Baquilides para un
griego occidental no siciliano(4). Consta de tres largas tria
das de 42 versos cada una (14 versos las estrofas y 14 los epo
dOs), por lo que pOdriamos esperar que a cada triada correspon
diera más o menos una de las tres secciones en que suelen divi
dirse los epinicios con mito de nuestro poeta(5); lo impide, sin
embargo, la extensi6n del mito a la tercera triada, de modo que
se trata del único epinicio con mito
perif~rico
de Baquilides,
ya que tras el relato mitico no se vuelve a la actualidad. Este
hecho explica, además, la carencia de gnomai que se observa en
la oda(6), pues Baquilides suele concentrarlas sobre todo en la
secci6n final.
El epinicio 11 consta, entonces, de dos secciones: I) El
proemio, los datos de la victoria y la primera alabanza del ven
cedor (vv.l-;9); II) el mito, compuesto por la narraci6n miti
ca propiamente dicha (vv.4D-112) y por una breve coda final
que relaciona de alguna manera el
re~ato
precedente con la ciu
dad del vencedor, a trav6s de la figura de 1rtemis (vv.ll;-126).
La primera secci6n de la oda (vv.1-39) se divide en dos
641
partes(7): 1) el proemio (vv.1-14); 2) la alabanza del vencedor
(vv.15-39).
El proemio (vv.1-14), que ocupa justamente la primera es
trofa, se inicia con una invocaci6n a Nike, de carácter himni
co(8). Presenta la siguiente estructura:
-menci6n de la diosa (v.l)
atributos y funciones de ella (en general) (vv.1-7)
petici6n (imperativo y nuevo vocativo) (v.8)
~--aplicaci6n
al caso concreto de Alexidamo (vv.8-14).
'fAs1 pues, el proemio queda dividido a su vez en dos par
tes de la misma extensi6n (siete versos cada una), que guardan
entre si un estrecho paralelismo, como más adelante comprobare
mos.
Los tres primeros versos están en muy mal estado, pero el
sentido parece más o menos claro.
A la invocaci6n a la diosa puede seguir inmediatamente una
predicaci6n introducida por yáp, que recoge sus atributos y
funciones. Sin embargo, los primeros que intentaron rellenar
la laguna no lo consideraron así. Hense(9) (quien, no obstante,
tambián proponía leer
~av ~6wKev
KAu~av y~p)
conjeturé
~ey'o~av
•••
~~
(Jurenka a~aaaev), basándose en B.13.79-80(lO):
~ ~OL ~EyáAa~ ~povC&a~
~OWKE ~,,¡.táv
lecci6n aceptada por Taccone; Kenyon, por su parte, leía xp&
~"a~ov
y
Jebb
~ey'otav
•••
~~aooev ~"¡.táv.
Pero en invocacio
nes del mismo tipo(ll) es muy frecuente que al vocativo siga . .
imperativo (que en B.ll no aparece hasta el v.S) o un verbo ...
signifique "suplicar" en primera persona, y no directamente . . .
642
frase enunciativa con el verbo en tercera persona; por otro la
do, este imperativo o verbo en primera persona suele ser expli
cado mediante una oraci6n intir.oducida por ycÍp o giro semejante
diferente es 1.l.1ss., donde no hay petici6n en imperativo, pero
(Pi. 0.12.1ss., 0.14.lss., P.8.lss., N.7.lss.; un caso un poco
sl una frase explicativa que sigue inmediatamente al vocativo,
introducida no por yáp, sino por a€
fKa~~, como en B.ll.9).
En el pasaje que nos ocupa, al vocativo pOdrla seguir in
mediatamente la larga frase con yáp, que indicarla los pode
res de la diosa invocada, y el imperativo no aparece basta el
v.S ( fA"',dh ), seguido de una predicaci6n en
U
Du-Btil " (O'€.e-ev
Ó' fKa't' ~ ). Para el caso de una oraci6n introducida por yáp
inmediatamente tras el vocativo, que queda de este modo como
suspendido, disponemos de un claro paralelo en el propio Ba
qullides, 10.lss.:
q;~J~a,
0'0
!laJe •••
d:[vv--- !J1.t0~xvet~ •••
(en el v.9 Kat vüv , como en 11.10).
Por todo lo expuesto, creemos que en el proemio del epi
nicio 11 se puede aceptar la existencia de una predicaci6n con
yáp
tras el vocativo. Por otro lado, su estructura es muy se
mejante a la del proemio de Pi. Q.4:
1) vocativo: N'KQ; yAvKúówpe / 'EA.á't'TlP ••• Zev ;
2) predicaci6n con yáp en
~Du-Stil rt:
y?x:p]
0'01.
/
't'ea1. )'dp
"'a pal. ;
3) nueva invocaci6n; en ambas odas se invoca a la misma divini
dad a la que se dirigla la primera, pero no directamente con su
nombre, sino mediante la perlfrasis "hijo de ••• ":
~ov
Koúpa ~['t',),yo~ &p] .&OÓCKOV / i3 Kp6vov 'Ka!;
~a~vnAoKá-
643
4) petici6n en imperativo:
~~~a~L
5) nueva predicaci6n explicativa:
/ ól~aL;
al~ev é' ~xa~L / Ya6~Lo~
ycfp •
En los dos casos la "Menci6n Compleja" va unida a la se
gunda invocaci6n, e igualmente en ambos
hay dos menciones de
los juegos y las dos veces la denominaci6n es diferente:
B.ll.13 nu-& I.ÓV LXOV
'O~U~L1t1..0V Cxav
Pi. Q.4.8
19-20 l.v 'Jt.EÓ Cwt, a't'€cpavo
12 8~ !~aCa o~E~avo-
L
•
-&EI.~ nLoá~t,óL.
KCppa~
Véase también el caso de Pi. Q.8:
1 ) vocativo: 06~u~1t Ca ;
yáp, sino mediante subordinada de lugar:
2) predicaci6n, no con
tva ,.
3) nueva invocaci6n, por medio de una perífrasis (v.9):
&~~' (!) n'oa~ dSÓEVÓPOV
4) imperativo:
o€~ a L
5) predicaci6n:
(
!",' • A~~EW
•
~~oo~,
v .1 O) ;
~oL~12).
El suplemento exacto de los vv.1-3 nunca podrá hacerse,
naturalmente, con absoluta certeza, pero sí podemos entrever su
sentido. En el v.l Hense propuso leer
~ówKev
K~u~av
yáp •••
~L~av
, con la aprobaci6n de Snell; sugestiva es también la
conjetura de E. Fraenke1(13): 10 que hay que reconstruir es
~óvaL yáp
, pues
~óvo~
se utiliza frecuentemente en este ti
po de predicaciones y sobre todo en el "Du_Stil rr (14). En prin
cipio, no es un obstáculo el hecho de que 10 que se afirma de
Nika no sea absolutamente cierto, pues esta diosa no es la
IIÚDica" que tiene la atribuci6n que se le imputa(15).
Para completar el v.2 se han propuesto lo.s siguientes su
644
plementos: 't"'¡J.cXv ~ÓWKE
(Jurenka, según Pi.
&vóp(jv -&EWV 'tE ••• ~1taa' léo~
f.4.107-l08);
't" I,Il~V
(Hense) u 3'ltaaaEV
(Jebb); 'tE.&¡.J.OV óléwxEV
(Kenyon); ~1taaaE
(Maehler). Como observamos, las
diferencias de sentido entre unas y otras conjeturas no son muy
grandes. Es, en efecto, probable que debamos reconstruir un
bo que signifique "dar
'KEV
ll
,
ve~
posiblemente ~éWKEV, mejor que éléw
(de las ocho veces que éCéw¡.J.1, aparece en Baquílides, siete
de ellas es aoristo de indicativo) ,u ~'ltaaaEV. Nosotros nos iB.
clinar!amos más bien por ~éwKEV
t
forma que vol vemos a encon
trar en el v.39, de modo que constituiría uno de los ecos ver
bales que subrayan la Ringkomposition que da unidad a la pri
mera secci6n y marca su conclusi6n. En Baqu!lides, el verbo
ÓW¡J.L
óC
tiene siempre por sujeto a una divinidad, como ocurriría
en 11.2:
9.1-2
h6~av, ~ xp1JaaAcXKa'to ... XáPLL't]E~
1tEI,CíC¡.J.~pO't"ov
9.25-26
éoCTI't(e),
A15'to¡J.'!fÓEI, vüv 're v"'Ká
aav'tC VI,V óaC¡..¡.wv l[é]WKEV.
11.39
'H¡J.] (pa 'tO~ÓKA1J't"O~ vCKav léwKE.
13.79-80 ~ 't"01. ¡J.EyeXAay [KPovCóa,
fÓWKE 't1.¡J.áv
xpóaEóv
17.36-38
I
'tE
oe
ó6aav [Ó1tAOY-OI, Ká
A1J¡J.¡J.~t Nl1 Pl1 tóe,.
17.115-116 'tóv 1to't"€
o e lv yá¡J.W 1,
éWKE ÓÓA ... O' 'A~poóC'ta ~óéol,~ lPE¡J.VÓV.
Fr.25.1
~a~pol,al, óE &va'twv 'tov ~1tav't"a Xpóvov óaC¡J.wv fÓWKEV
(probablemente
tambi~n
9.97, texto lacunoso).
•
11
645
&1táCw (16):
Igual ocurre en el caBO de
1.147-148 ,;60-a TIav [Ih: C5G: 1. itAU';ÓJ "C'O
~o,
8.26-28
' A1tÓ[AAWV ~1taaEJ v,
~ ZEV K[E]pauvE"{xl"
~x-&aI.CiI.V
ita:[J l.1t' &p!'uJ poóCva
'AA<pEI.OÜ "C'EAla[al.' IlE!'JCtAOKAla,
.
-&Eoó6"C'ou, e:~X~', 1tEPI, it[pa"C'C
15.59-60
"Y¡3pl."
a 1tA01i~[.oJy
&AAÓ,;pI.OV
"C"
&J 1tá[aaCtaJ ,.
ót1VCtIlCv 'tE -&000'
~1ta:aEv
17.130-132 ~áAI.E, XOpOLal. K~twv
q¡plvCt [CtV-&EC,
~1tCtCE
-&eó1tOIl1tOV l.a-&Awv 't~Xa:v.
(g!. también Fr.65a.2, lacunoso).
En cuanto al complemento directo de ese verbo, la compara
ci6n con B.13.79-80
(~.
también 17.68-69; ZEÚ',
~1tlpoX6v
'te
MCvw''; cpt1'te:uaE 't I.l.l.áv ) hace muy posible una palabra como 't I.lláv •
No obstante, t-laehler opina que el sentido sería demasiado vago,
por lo que propone "C'e-&¡..L6v, basándose en Pi. Q.8.21-27 y
~.
6.56(17). De todas formas, esta lecci6n quedaría igualmente va
ga sin una palabra que la acompañe y explicite (Q.8.25
ól. 'tI., ;
~.6.56
';E~~O'
,,);,oü,;ov ••• ['tE-&]Il ÓV ), que pOdría ser un ad
jetivo en el v.l; por otro lado, tal suplemento requeriría, por
razones métricas, una forma verbal ólówitev en lugar de
lÓUlXEV
(nosotros preferiríamos esta última, como señalamos anteriormen
te) (18) •
En suma, de todas las propuestas hechas hasta el momento,
creemos que la de Hense, KAU"t'áv ••• "C' l.¡..LaV ~ówKev, es la más
convincente; el sentido, en todo caso, parece más o menos cla
ro, aparte cuestiones de detalle.
646
En
el v.3 la laguna es completada por Hense con la palabra
06pav'&a~ , que designaría a Zeus (ef. B. Fr.20D.8
~~CCvyo~
-
-
oúpav[ ). Pero tal calificativo s610 se refiere a Zeus en un te~
to tardío(19); normalmente acompaña a Crono (Hes. ~.486; Pi.
f.3.4), a los Titanes (Hes.
~.502)
pero no a Zeus en particular (Pi.
o a los dioses en general,
~.4.l94;
Cerc.4.39; Call.
3, etc.). Bien es verdad que el epíteto ~~'Cvyo~
~.
va a menudo
unido a KpovCon~ y pOdría pensarse en una analogía (cf. Il.4.
166, 7.69, 18.185; Hes. 22.18, ~.343.9(20)), pero quizá sea
preferible leer, con Jebb y Edmonds, Oúpav~&av
(~.
Pi. ~.4.
194 na~Ép' Oúpav~oav ~yx€~xlpauvov Zñva; en Call. Jov.3 &~KaanóXov OúpavCó~a~ ).
-
En los vv.4-7 se especifican las atribuciones de NCKa.
En el v.4 es imprescindible introducir en el texto una partí
cula, porque el sentido así lo requiere y para evitar el hia
to. Neue propuso <o ') , que aceptan Jebb y Taccone; Snell lo
modific6 en <~'/, lecci6n que imprime Maehler(2l): "Haupt
s§tze werden in der Klteren Dichtung durch ein alleinstehen
des
~€
besonders dann angeschlossen, wenn 'sie eine Erglnzung,
Erkllrung, weitere AusfUhrung des vorangehenden
Satzes~er
auch eine aus diesem hervorgehende natUrliche Folge aus
drticken', KWmer-Gerth 11, 242 mit Beispielen n (22). Pero el
suplemento
tambi~n
<~
')
no es tan seguro como pretende Maehler, pues
&l puede usarse con ese mismo valor • .Así .10 afirman
KUhner-Gerth (23): nSo drUckt ot't der Satz mit &l einen Grund
aus und steht statt y!p, wobei jedoch auch der Unterschied
nicht selten stattt'indet, dass &l den Satz als einen logisch
beigeordneten und mit dem zu begrUndenen gleiche WUrdigkeit
647
habenden darstellt, wgbrend
y~p den Satz als einen logisch
untergeordneten bezeichet: 1.496s., a.416, Eur. Hipp.197, X.
~.l. 7 .12 •••
tt.
Véase también Denniston (24): "( ól) For y~p:
This is quite commun, not only in Homer, where we might expect
to find it, but also in later, and logically more developed,
style. The Scholia often observe: d
Tucker on A. Qh.32): Hom.
~
Be ,hl't;¡
48, ! 240,
Anon.20.2 (Diehl), A. Supp.190, E.
~
JÜ
412,
~.689,
i'~p
~ ~O,
(See
Schol.
Ar. !!.584 ••• ".
Tampoco es prueba definitiva que corrobore el suplemento
de Snell la cita por Fulvio Orsini de un fragmento, hoy per
dido, de Estobeo (3.219): BaKXVA'ón~ óE ~~~ NCKn~ YAVXÚÓW
pó~ ~naL K~~ !~ ~oAvXp6ow 'OA6~nw zn~t ~~pLc.~~~l~n~ KpC~EL~
--
I
t
~lAO~ &~~~á~oLa' ~E K~L ~~n~o!~ &pE~~~
• La paráfrasis de Or
sini puede igualmente explicarse leyendo ó{,.
La segunda parte del proemio (vv.8-l4) se inicia con la
petición en imperativo ( IAAa~~, v.8) ·que esperamos tras la in
vocación inicial y la frase explicativa introducida por yáp •
Sigue una predicación, en la que ya aparece la "Mención Com
pleja", anunciada. por el habitual
~tí~
(v.lO): mención de la
patria (v.IO), del lugar de la victoria (v.13), del vencedor
(v.14). Este 6ltimo es designado mediante el nombre del padre;
el suyo propio no lo conocemos hasta el v.lB, ya en la "Loa
del Vencedor", retrasado a propósito por el poeta; cf. B.5.16,
9.25; Pi. 2.6.12 (el nombre del padre en el v.9), Q.8.17, g.lf
18 (el padre en el v.2), 2.12.18 (el padre en el v.13), Q.13.:
etc.
Las dos partes en que se subdivide el proemio (l-? y 8-1
presentan una estructura idéntica. En los vv.1-7 al vocativo
648
sigue una predicaci6n en la que se describen los atributos de
la diosa Victoria; en los vv.8-14 al nuevo vocativo y al im
perativo correspondiente sigue una predicaci6n en la que se
aplica al caso concreto de Alexidamo lo que se ha dicho ante
riormente de modo general(25). Ambas partes están, además, re
lacionadas por medio de diversos ecos verbales:
1-2.
lCtpJ 00'
2. 1tCl1:'l-,rP , (5.
9.
ZT)vC (p) )
l.
NCKO: (p)
2.
1:'L~aV lówKe)
2.
1:'e-&/J~v]
4.
lv 1toil. u Xpúowt. <.~'>
'Oil.Ú/J1tWL
(F) (Hense)
(Maehler)
ol.&ev
9. itO t1 po:
Ó' lito:~ 1.
(F)
~ L~U16~ (p)
13.
nu.eL.~VL.KOV
12.
-&e6~L.¡'¡'ov
9. 6pJ -&05 CKOU (26)
10-2. Me:] Cl1tÓV1:' LOV •••
¡.¡.OV
&01:'1)
-&e6~ 1.
(27).
En lo que respecta al orden de palabras, en el proemio del
epinicio 11 predominan los "enmarcamientos":
vv.6-7
vv.8-9
&p] .&05 C'K-OU
I
I
I-
649
vv.10-l2
M&flCI1t. &óyuCwv l!-[a'tl]toucnv vÉwv xw~o' 'te: XCII. e:óq>. -&e:6. lfCf1;U
I
En los versos bien conservados los epítetos son bastante
abundantes, salvo en los vv.5-7. Unos son tradicionales, como
ó~CCuro~
o 1tOAUXp~ow~(28)¡ otros son hapax o están atesti
guados por primera vez en Baqu!lides: yAuxÚOWpe:
(~. B.3.; Y
5.4; AP 5.21.1),
f3a-&uJ1tAOKá~ou, etSyuCwv¡ con &&ó't .. ~ov lfCf1;U ,
compárese B.9.98
-&e:O't'~CI'tO[VJ 1tÓALV, y el v.60 del epinicio
que comentamos, &&oq>"Al~ ••• HAPYO~
1.6.65~66; -&e:Ó'tL~O~
(1tÓALV -&e:Oq>LA~ en Pi.
en el v.l; de la misma oda)(29).
La alabanza del vencedor (vv.15-39) está introducida por
los últimos versos del proemio, que constituyen la "Menci6n
Compleja". Se puede dividir en tres partes: a) vivida descrip
ci6n de la victoria actual, rasgo habitual en Baqu!lides (vv.
15-23)(30); b) alusi6n a un triunfo olímpico anterior que le
fue arrebatado (vv.24-36); c) vuelta a la victoria actual y
transiei6n al mito (vv.37-39).
a) La descripci6n de la victoria que la oda celebra si
gue inmediatamente a la ·'Menci6n Compleja", y está estruc
turada, a su vez, también en tres partes:
CI) vv.15-l7: Apolo
ha concedido la victoria a Alexidamo¡ Baqu!lides hace uso del
motivo "mirada favorable del dios" ( IA~" ••• ~A&q>L!pwJ~)(3l);
f3) vv.17-2l: aplauso del público, que en nuestro poeta es a
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
650
menudo un refuerzo de la flLoa del Vencedor u (3.9ss., 5.4-8,
9.30 y 35, 10.1988.); en el texto que comentamos la admira
ci6n de los espectadores se manifiesta en la <p1)AAO~OACa;, la
costumbre de arrojar flores al vencedor (cf. B.4-.l0, seg6n la
interpretaci6n de Snell; Pi. 2.8.76, ~.8.57, l.9.l24-, etc.)(32).
Lo expuesto en a) y ~) es explicado en los vv .22-23, uni
dos
asind~ticamente
con lo anterior; en ellos reaparece el tema
de la mirada (O-6K ~ el] BI. v I.V &l.A LO~ ), y 06K ••• '1tEo6v'ta repite
~'1tEOOV
(v .20).
Como ya hemos anticipado, en la "Loa del Vencedor" se men
ciona por primera vez el nombre del vencedor (v.18) y se nos da
el áltimo dato que nos faltaba, la prueba en que la victoria
fue conseguida ('1táA.a;~, v .21) (33) •
El orden de palabras del pasaje es muy variado. En los
vv.15-17 hay un nuevo caso de uenmarcamiento":
tA.EWI. [v] I.V d l\~[A.] ore:VT)~ 1) eo~ ~a& • .Aa'tou~ BlK't [oJ ~A.e:cp [á¡:x.uJ ~ •
I
I
...
En los vv.17-21 predomina, en cambio, la "distracei6n":
nOh€e,
e'[ &~~' 'Ahe~.I&v~iwvltv nee'WLJaT€~avOL[K,ppa,l~neoov
,
,I ·
l'
'1'
I
651
Por fin, en los vv.22-23 encontramos un "quiasmo ff con un ele
mento intercalado:
06x
~[rJó€ VLV~€ALO,IKECVWL
I
yE auv
~~aTL\npo,
yaCaL nEaóvTa
I I
En los vv.15-l7 todos los substantivos van acompañados de
su correspondiente adjetivo, que siempre precede. En cambio,
en los vv.17-2l solamente un substantivo (nttAa,) es califica
do, y en los vv.22-23 no hay un solo epíteto, probablemente pa
ra contrastar este pasaje con el que sigue, donde abundan ex
I
,!
I,
1:
~.
traordinariamente(34).
b) La victoria actual de Alexidamo es inmediatamente con
trastada con una desgracia anterior, una merecida victoria
olímpica que le fue arrebatada, circunstancia que también se
describe extensamente (vv.24-36). Las desgracias, en efecto,
~
sirven a menudo de contraste para encarecer la alabanza(35), y
además en el texto que nos ocupa Baqu!lides utiliza también la
derrota como elogio del vencedor, al afirmar que se debi6 a
una injusticia, no a la superioridad de los contrineantes(36 ).
El pasaje es introducido por un verbum dieendi (q>ttow),
que es una llamada de atenci6n para advertir sobre la impor
tancia de lo que se va a decir; nuestro poeta recurre otras
veces a un verbo de este tipo para introducir una alabanza:
5.42 (n Lípa(Scmw ), 8.20
()C.o~mlao~aL
), 1.159
(q>a~1. xa!.
cpáow ;
introduce una serie de sentencias)(37).
El tema de la victoria arrebatada viene realizado grama
ticalmente, como es probable que ocurra también en 4.1188.(38),
652
mediante una oraci6n condicional irreal. Igualmente, Baquili
des recurre ahora al
~~~
an6nimo (v.27), que evita herir la
sensibilidad de nadie; más adelante, en los vv.34-36, es algo
más expl!cito(39), pero procurando también no atacar a nadie
personalmente.
Hay dos versos lacunosos (30-31), dif!ciles de rellenar,
aunque no impiden en absoluto seguir el desarrollo fundamen
tal de las ideas.
En primer lugar, parece incuestionable que el poeta habla
del regreso triunfal del vencedor a su patria si no le hubie
ran arrebatado la victoria. As! lo hacen suponer otros pasa
jes en los que, tras la descripci6n de un triunfo, se alude a
la vuelta del atleta a la patria:
B.9.37-39
't'o~w["ó' ÓitEp-&J~¡.lW" cr[-&lVEJ~
YULa[AK€a
tx E't"
Pi.
~J~cr't'a [itpO~
yJaCa .. itEAácrcraL~
[' AC1W'ltO] v itápa itO p<pu po Ó'vay,
~.5.49-53
itE't'6v't'EcrcrLV dv .. 6xOL~ 8AOV
óC<ppov KOIl'~aL~ &'t'apf3Et (fIPEVC,
~A.&E~ ~ó" ALf3"a~ it€óCOV
!~ &YAatSV
&€~AWV KaL ita~pwiav itÓALV.
Además, el v.114 del epinicio 11 de Baqu!lides (corresponsal
de 30)
tambié~
se refiere a Metaponto:
~VÓPEcroLV <!~>
y
titito't'p6(f1ov itÓALV 'AxaLot~
hallamos en él el ep!teto
't'L't'~(fIOV
••
titito't'
p6(f1ov, que recuerda el itO p
del v.30(40) •
En cuanto a la manera de rellenar la laguna, se han hecho
varias propuestas, cuyo sentido no varia sustancialmente. Blass
653
conjetu.r6
<~v> 1tEO Cov 1tá't"pa.
.&', con hendiadis (muy semejan
te, como se puede comprobar, al citado pasaje pindárico,
~.5.
49-53); habria que suponer que la particula modal ha sido omi
tida por el copista, pues no hay espacio para ella. Esta pro
puesta es aceptada por Jebb y Taccone, aunque el primero su
giere como lectura alternativa
'I't"aACav X' ~opav(4l). La par
ticula modal se podria colocar también en el v.24, leyendo
en lugar de
v
oE Ka1
~v
ol
(pero véase la rima tautomé
trica con 'rE KaC, v.66; y con 'rE Ka'r', v.94) o en el v.28
xaC't"av (K) lAaca.. • No obstante, Maehler no la considera im
prescindible, y cita un ejemplo de su ausencia en la ap6dosis
de una oraci6n condicional irreal (~.4.l?lss.'
entonces la conjetura de Platt
Tanto
~2). Acepta
('I-raA] f[av 1teX'r] e~v
.e-'
lKla.&al..
'I'raACa como 'Jtá't"p« serian hapax en Baquilides, pero es
to no supondria obstáculo alguno, ya que se
tr~
a del 1nico
epinicio que nuestro poeta dedica aun italiot..!' m!-rpa está
suficientemente atest:ladc en Pindaro.
El v.3l se ha perdido por completo, lo que hace dificil
adivinar el sent
~o
exacto del pasaje. Por otro lado, no co
nocemos los detalles del sueeso por el que Baquilides afirma
que la derrota de Alexidamo fue injusta; por tanto, cualquier
intento de completar el texto se asienta sobre una base prác
ticamente nula.
La interpretaci6n de la idea que encierran estos versos
depende fundamentalmente de c6mo entendamos la palabra 1taLo Ca) •
Puede referirse bien al contrincante de Alexidamo, bien a éste.
Conviene decir, en primer lugar, que Blass no consideraba
la forma 1tal.·0' como singular, sino como dual, y reconstruia
654
&V1'Llt~AW
OÚ'
~ltE t
ltato (e)
, con coma tras
t,,~€o-&al. y
puntua
ci6n fuerte tras 1t€AaooEv (43) •
Maehler(44), por su parte, entiende que 1tato' es el con
trincante de Alexidamo, y propone leer algo así como ~ 1'Lva
'Yap 1to1'~ 'Yal. ••• 1tato' ••• 1t€AacrO'Ev
AOV ):
11
(o bien o(5oE-~ 'Y' &v1'C'Jta
Alexidamo debi6 en justicia haber vencido también en
Olimpia, pues arroj6 al suelo a su contrincante". TLva signi
ficaria "cualquieralt, como, afirma el autor alemán, en Pi. !l.
1.64(45).
Pero si para vencer era necesario tirar al suelo al con
trincante tres veces(46), afirmar simplemente que "arroj6 a su
adversario al suelo" no es decir mucho, y tampoco estaría muy
claro por qué fue injusta la derrota. Por paralelismo con los
vv.23-24,
OÓK ~[tJoé VLV &€ALO~ KeCvwL yE aov if¡J.a1'L npo~
yaCaL nEa6v1'a ,
1tato' debe de ser más bien Alexidamo (en el
v.14 también natoa es Alexidamo): si sin caer ha vencido en
Delfos, también debi6 haber vencido en Olimpia si no cay6.
Quizá los jueces contaron como caídas válidas unas que, en
opini6n del poeta, no lo eran(4?). Naturalmente, todo son su
posiciones sin una base real.
El cambio de sujeto de los vv.3l-33 no es de ningún modo
un impedimento para pensar que nato' sea Alexidamo, como quie
re Maebler. No obstante, esta interpretaci6n ltato(a)= Alexida
mo presenta algunos problemas de 1ndole sintáctica.
Nos referiremos en primer lugar a los suplementos de Jebb
y Festa, similares por el sentido:
ot5
xaL
l' L
06AO~
KCOt6cp j:X1lV
06 1'1.
OOAo~po~va
Festa,
Jebb ( &AA.O: 1''''xa CP.&OVE p~ Palmer; tl. 1'6
en el corresponsal v.115): "Not that a malignant fraud
I
655
made
~e
boy a prey to crafty arts in the fair precints of Olym
pis ••• " traduce Jebb; los vv.26ss. habr1an sugerido una
corru~
ci6n y el poeta se apresura a evitar malentendidos: fue un dios
el que extravi6 las mentes de los hombres o se trat6 simplemen
te de un error humano, sin mala intenci6n.
Pero ofrece dificultades la construcci6n uO~K'Aa~~ ~€xva~~
U€AaaaEv
con el signifieado de "vencer (hacer presa) eon ma
las artes" ( 1tO~KCAO~ estaria entonces usado en mal sentido,
!i.5.
como en Pi. Q.l.29, !.5.28). Jebb señala como paralelos
EtW-&E KaKV'~ &ot1v1Ja~ UEAál;E~V , A.
766 (Atenea)
(~E) &EO~ot~ ••• UEAáaa~
12:. 1 55
(m.)
, a los que se podr1an añadir tam
bién Hes. Fr.33a.2l-22 1tOA€a~ oE ~EAaCv~ KDPt uÉAaaoE [K]1 EC
-
VWV
,
y Hes. ~.43l
KaAA~x6pw~
16~~0~a~v 1tEAáaa~ (lÓDV)~48). 'Ev x~ovt
seria, naturalmente, Olimpia.
Edmonds también considera posible la eonstrucci6n sintác
0(5 ~~~ 'oAt)¡.l1t~á&wv(IIJebb's
tica, pero lee
~pwv
is tautological with
0(5 ~~ &6AO~ KaK6
1tO~K'Aa~~ ~€xva~~
and leaves
x~o
vt KaAA"x6~, unqualified by the necessary genitive ll ) .
Taccone(49), en cambio, piensa que tal sintaxis es difieil
de admitir, pues los paralelos aducidos no son exactamente ea.
parables, y propone otra soluci6n. Partiendo de una conjetura
de Jurenka ( 11 0(5 ~ ~ ~ ln" X.a.ov Cwv, con signo de interrogaei6n
'"-'"
en el v.36, tras
l€pa~)
lee simplemente
o~ ~~, lu~x~ovCwv
:
n
• • • il poeta, mentre coi vv.34-36 viene a spiegare in modo
non offensivo per gli 'EAAavoOCKa~ l' affermazione eontenuta
nei vv.26-2? (la quale poteva, cos1 da sola, essere interpre
tata nel senso che B. movesse accUSa di frode), mantenga pur
tuttavia con fermezza che il vincitore ad Olimpia era versa••
I
I
I
I
I
f
11
656
te stato Alessidamo. E questo era tutto
ci~
che Alessidamo po
teva pretendere che il poeta dicesse nel toccare della negata
gli corona, poich~ una vera e propria accusa agli
'H.CU,
'EhhavoéC
averbbe potuto, 01tre al procacciare all' atleta non picco
le noie, precludergli, o quasi, la speranza di una futura vitto
ria olimpica".
Pero, a diferencia de Jebb, considera lv ••• nlhaooev
tmesis
yx~ovC
dativo regido por ese verbo. Desde luego, la
construcci6n nehcXl;el,v X.&ovC "acercar al suelo" no ofrecerla
ningún problema, pues se pueden citar muchos ejemplos parale
los (aunque en nuestro texto el adjetivoxahAI,x 6 pwl,
vendrla demasiado al significado de X.&ovC
no con
como fila superficie
de la tierra ti, sino que más bien parece referirse a Olimpia):
Il.8.277 ~áv~a~ lnacrou~lpou~ nlhaoe X.&OVL ~OUhU~O~EC~.
13.180
xahx~ ~a~vo~lv~ ~lpEva
X.&ovl
~~hha ~EhácrCV
14.438 a~~I,~ é' l~onCow ~A~~O X.&ovC,
La dificultad estarla en la preposici6n lv • neAcXl;w , tan
to cuando es transitivo como cuando es intransitivo, se suele
construir con dativo, o, más raramente, con genitivo o giro
preposicional,
1tptS~+acus.,
l~,
l1tC -+ genit. o acus., pero
no con lv; en el dDico caso que hemos encontrado, la preposi
ci6n significa claramente "dentro de", sentido imposible en
nuestro pasaje:
~.lO.404
x~~a~a
é' lv
an~EcrcrL nEháaaa~E a~ha ~E náv~a·
Por eso, Taccone considera lv •••
tampoco
l~nEhcXl;w est~
~€hacrcrEv
tmesis. Pero
atestiguado con la construcci6n "acer
car algo (acus.) a algo (dat.)".
Adem~s,
no creemos que
l1tI,X
.&ovCwv , palabra que lee Taccone en el verso anterior, sea muy
I
65?
adecuada en el contexto(50 ), sobre todo si después se dice ~
(que si no derri
baron,
~stos
últimos, propiamente a Alexidamo, si fueron cau
santes de su: fracaso). 06 ~I., l1tl,x'&ovCwv
en el v.31 implica
ría que fue un dios el culpable de la derrota de Alexidamo,
por lo que no tendría sentido la posterior menci6n de los
jueces.
Si fuera posible aceptar los argumentos de Jebb ( 1tO 1.)(, ,
í\a!., ~txva:l,<; 1tlí\aooEv ) o de Taccone ( lv ••• 1tÉA.a:OOE.v), pre
feriríamos leer, por ejemplo,
~L, &v~l.1táí\wv (51). 'Av~C1taí\o,
06~L, ~p' &v~L1táAWV
o 06ót
no está atestiguado en Baqu!
lides, pero sí en Píndaro (Q.8.?1, !.11.26); no es palabra ra
ra y nunca mejor aplicada que en el caso de un 1taAaLo"C'!1, (x.x
í\a, en el v.21)(52 ).
Pero si no convencen los argumentos de Jebb o Taccone, po
demos intentar situar el dativo regido por 1tے\a:OcrEv
en el pez
dido v.31, como pretende Maehler, pero manteniendo, contraria
mente a este autor, la interpretaci6n de 1tat'ó' como "Alexida
mo". Así, se podría leer, por ejemplo,
06K
~pa ~L, ~6~E 1a~
o bien 06 "C<S'~E ~L<; 1to~l.yrh (53). La separaci6n de 06 y 1:~,
por una partícula no es rara: 06 yáp
yáp ~I,~
yáp
~I,
~LC:
.Q5!.8.552; 06 yáp~!. 11.20.467,
11.19.321; 06 v11
~I,
11.6.487; 06
~EY
s. !&i. llll ; 06
~EV
11.8.39, etc.
T6~E (54) vendría muy bien en el contexto, pues se contra
pondría en primer lugar a
gundo lugar a
Ke:.CVW!. yE ouv ~~a:~!. (v.23), y en se- "
vüv Ó(t) (v.39) (recordemos que el desarrollo de
las ideas sigue esta secuencia: victoria real que celebra la
- victoria robada - vuelta a la victoria actual, a la que la .
I
I
I
I
~
658
justamente arrebatada sirve de foil). TÓ~E ••• vúv
ponen en Pi.
~.4.48ss.
(v~ase
e 1.2.6ss.
se contra
~.799;
también A.
E.
~.915, ~.1402).; en Baquílides, 9.19-25.
El régimen más frecuente de
sici6n, como seria
ya~.
~EA«~W
es dativo sin prepo
2[. los siguientes pasajes:
~.14.315
(~E) ya'~ 6Eonpw~WV ~É~aaEv ~€ya Kú~a KU~CV&ov.
Il.14.468
O~&EL n~~v~(o)
11.23.719 O~&E~ ~E nE~«aoa~,
(Odiseo a Ayante en la lucha).
~po~ ya~,
Si, por el contrario, optamos por
el v.23 npo~ "(aC~1. nEoóv~a, y en 9.38
tenemos la segunda alternativa 06
fijándonos en
[~po~ YJa'a:~ nE~áooa~,
~Ó~E ~I.~ no~t ya~
, que reco
geria casi literalmente el v.23(55).
otra posibilidad que se nos ofrece es considerar la frase
interrogativa. Ya Jurenka proponia
signo de interrogaci6n tras
y€pa~
Do~
~~~ ~nI.X~ovCWv,
'-./
con
(v.36), Nosotros preferiria
mos, en todo caso, considerar interrogativa la frase s610 hasta
né~aaoEv
, esperándose respuesta negativa (pregunta ret6rica:
"¿Quién arroj6 al niño al suelo?" o bien "¿Acaso alguien arro
j6 al niño al suelo?").
Dos alternativas se nos presentan de nuevo si entendemos
la frase como interrogativa:
1) Frase interrogativa introducida por el pronombre
~Ó~E &~ no~t yal.
guado en B.5.l56
Pi • .2.3.25, A.
<
(
~~E &11' en el v.95);
(~. tambi~
~.214 (~.)f
l!.1.476,
~Ó'tE
~,~:
~C~
&~ ~Ó~E está atesti
~.15.228,
Hes. 22.417,
&11' en 11.1.92 y 8.69,
~.
8.299 Y 9.52 y 59, etc.).
2) Frase interrogativa introducida por
~~~«~(¡JV
~
o
~pa:
~p« 'tl.~
&v
(aceptando la interpretaci6n de Jebb o Taccone) o -Dpa
659
1tpb~ o(joe:t 1: I.~
1:e: 06oe:t 1: I.~
).
Tambi~L cabria ~ 1:61:e: 1:1.~ 1t01:L 1'al. ( o ~ 1:Ó
•
Para ~, ~ pa cuando se espera respuesta nega
tiva, ~. !L.15.504, 5.421
1:1.~
762; Sapph.107; Pl. g.552a. ~Hpá
y
aparece en B.5.165. En el epinicio que estamos comentando,
v.2l, leemos ~pa, aunque con el significad~ de "gracias a ft ,
"por causa de (1, que es preci. amente el 6nico caso de construc
ci6n con genitivo conocido antes de la ~poca alejandrina(5 6 ).
En conclusi6n, teniendo en cuenta que no conocemos los
detalles del suceso, 1tato'
puede ser tanto Alexidamo como su
rival, aunque nosotros preferimos la primer& alternativa por
paralelismo con los vv.22-23. También nos inclinamos a entender
1tol.'KCil-a .. ~
1:€xval.~
13.49 1tav1:oCal.ol.
in bonam partem, "con variadas artes" (saL. :B.
1:€xval.~);
la culpa de la derrota de Alexidamo
no se imputa al rival, sino a la divinidad o a los jueces(57).
'Ev X.f}o"t 'Kahhl.xÓpúH
se refiere
probablemen¡;e, a Olimpia.
Digamos, finalmente, que c be también la "osibilidad de
modificar el texto transmitido')r el papiro.
., S. Lasso de la
Vega propone leer en los vv.32-53
1tato' lv
X.f}ov~
1to"KCha .. ~
ITail-aCw
'Kahhl.Xópwl.
1:€xval.~
1táil-al.oev*
"luchar con lt se construye con dativo (.2!. Pi. !.8.2?,
1:.9.27; 1tpocmaha Cw en 1:.4.290 e I.4.53b); pero con el sisni
ficado de "vencer" 1tail-a:Cw lleva acusativo, como
~a:'ta:1ta:ha:Cw.
cita ejemplos tar·l.ios, pero el uso pasivo se da ya en
-LSJ
go clásico:
grie
E. ~.686 ~~ et 1tail-a:l.o.f}et~ 1t1:W~a: .f}aváol.~ov 1teav,
Cyc.6?8 oe .. vo~ yap
otvo~ V.~L
1ta:ha:Ceo.f}a:1.
~apú~.
Asi, el sentido de la frase seria: " (Ninguno de sus adversa:: __)
.i
660
le venci6 en Olimpia (X~ovt xaAALxópwL) con variadas artes
( nOLxCAaL, ~€xvaL~), sino que el dios o los jueces le qúita
ron de las manos el excelso triunfo".
El paso de a - e (eu.)
a e - a; es una falta corriente (58);
S.
924 , tS, óvcma:CAaa,;cS'v
LV
l1.a:xcS'v; óvcmaC-cf.
Aa:cnOV es correc·ci6n de Nauck(59), unánimemente aceptada, a la
~Q'l:'
Fr.
&lla~Ca:
lecci6n cSvcmlAaa,;ov de los c6dices.
<.
Con esta conjetura del profesor Lasso de la Vega, libre
de problemas sintácticos, el paralelismo entre los versos 31ss.
y
18ss. se acentuaria aún
m~s
( 1táAa:C; en el v.21). El verbo 1ta
AaCw , además, vendria muy bien en una oda que celebra preci
samente la victoria de un
1ta;AaLa~~c;
•
Tras la descripci6n de la victoria frustrada de Alexidamo,
en los vv.34-36 el poeta vuelve al tema del causante de la derr,2.
ta (
~LC;,
v.27), presentándonos la alternativa
&J~A' ~ ~e6c; af~Lo"
y]vwllaL
n
1tOAÚ1tAa:yl1.~OL ~po~wv
~Jllepaa;v ~1t€p~a~ov ~x
XeLpWV y€ p a;,.
De este modo prepara el retorno a la victoria actual en el v.37:
vuv cS'
·AP~eIlLC;
•••
Ya comentamos, a prop6sito de la ausencia de epitetos en
los vv.21-22, la gran cantidad de ellos que hallamos en los
vv.24-36, culminando con su extraordinaria acumulaci6n en el
pasaje de transici6n al mito (vv.37-39), como enseguida estu
diaremos con
m~s
detalle. La mayoria de los adjetivos de los
vv.24-36 son bastante frecuentes, con excepci6n de
na;y~lvwL
(v.28), que volvemos a encontrar únicamente en B.13.95 y S.
661
~.378.l(60), y ~op~L~p5~9Yt que s6lo aparece aquí y en h.Ap.
21(61).
Poca cosa hay que decir del orden de palabras en estos ver
sos. Tenemos un nuevo caso de "enmarcamiento" (vv.26-27):
óCxa,
X€AEV~OV
El ~~ ~L, l~€~pa~Ev &p~a"
I
con la expresi6n
óCxa, X€AEV~OV muy destacada sintáctica y m~
tricamente(62); otro "quiasmo" (vv.28-29):
~ay~€VWL xaC~av
[
lAaCáL yAavxaL
I
y, por último, en el v.36 la habitual figura al final de una
frase:
Ó~€p~a~ov
lx XELpWV y€pa,.
[
c) Después de describir las circunstancias del triunfo que
l~
fue arrebatado a Alexidamo, Baqu!lides retorna, por breve
tiempo, a la victoria actual, en tres versos (37-39) que sir
ven de transici6n al mito, que comienza en el v.40.
Esta transici6n, este punto álgido, queda marcado por la
extraordinaria acumulaci6n de ep!tetos, que ha sido censurada
por algunos comentaristas: "grotesque accumulation of epi
thets rr (63); "the pa8sage i8 an extreme case of the poet' s
fondnes8 for epitheta ornantia tt (64); "In Pindar the very or
dinariness of the epithets adds to their emotional impact. In
662
Bacchylides the epithets (huntress, with golden distaff, famed
for her bow, gentle) produce no poetic picture, only a deade
ning catalogue of attributes" (65) •
Pero la acumulaci6n de calificativos no es caprichosa, si
no muy importante y significativa(66), pues de esa manera se
destaca la figura de Artemis, que es el v1nculo entre el mito
y
los personalia: como la diosa libr6 de su locura a las hijas
de Preto, intercediendo ante Rera, as1, intercediendo ante
Apolo, ha procurado la victoria a Alexidamo, después de su fra
casO en Olimpia; la raz6n para la ayuda de irtemis es el culto
especial que recibe en Metaponto, patria de Alexidamo, como de
ja bien claro Baqu1lides en la 'coda- final que sigue al mito
propiamente dicho (vv.113-l26).
La defensa del adecuado uso de los ep1tetos en el pasaje
es la tendencia más frecuente en los trabajos de los dltimos
años. As1, Stern(6?) considera que hay un triple prop6sito:
1) transici6n al mito; 2) establecimiento de la principal ima
gen de la oda, la oposici6n entre la vida salvaje y la civili
zaci6n; 3) sugerir, mediante ambivalencias, la doble funci6n
de esa imagen, que es ilustrar la animalidad de las hijas de
Preto en su locura y mostrar el proceso de su cura mediante
el paso a la civilizaci6n.
'Aypo~€pa
es un nombre cultual de Artemis(68), que pa
rece debe interpretarse, con von der MUhll(69) , como opuesto
a domesticus más que a dp€a~€po~ , y relacionado con su carác
ter de diosa de la caza, lfypa (~. B.5 .123). No obstante,
Stern(?O) cree que hay una primera ambigüedad, ya que el ep1
teto se relaciona también con c!yp6~
"the settled life of the
663
farm".
xpuactháKct"Co~,
El segundo adjetivo,
es el que presenta
XPuaDháKCl"CO~·
mayor dificultad. Una glosa de Hesiquio dice
'Kcthh'''CO~OC;· ~hClKá"CT) r~p d "Co~ LKOC;
"Co
bEK"CLlt~V "Cwv tpCwv ~prahE!ov
; y otra ~hcmá"CT)·
ltáhClJlOC;
••• 'Kal
~"CPctlt"COC;
••• 'KClt "Co
l3€hO C;, ~v auv.&l"C~ •
Las distintas opiniones sobre el significado del epíteto
podemos dividirlas en dos grupos:
1) Algunos lo interpretan "la del arco de oro" (H. W. Smyth(?l),
Pieper(?2)) o "la de áurea flecha" (Jebb(?3), apoylmdose en el
testimonio de Hesiquio y advirtiendo que no es incompatible con
"CO~6lthU"COC; ; Lens, Steen Due(?4)).
2) Para otros significa "la de áureo huso", a pesar de la afir
maci6n de Hesiquio ~hctl(.á"CT)· "Co ¡3lhOC;, tv a\)v.&l"C~ (MaCurdy(?5),
Christ(?6)). Maehler(??) indica que P!ndaro y Baqu!lides son
los únicos que aplican el ep!teto a otras diosas distintas de
Artemis (B.9.l, las Gracias; Pi. Q.6.104, Anfitrita; 1.6.36 y
Fr.128c.l, Leto; !.5.36, las Nereidas;
~.
29.1, Melia), y con
cluye que, pues a estas diosas ni se las representa armadas con
flechas ni trabajando con la rueca, P!ndaro y Baqu!lides usan
el compuesto con el sentido general de "femenino", pues la rue
ca es el sfmbolo de la mujer, como ya observ6 Maeurdy. As!, re
sultar!a una figura ABBA en la eolocaei6n de los ep!tetos: "der
Jilgerin gebtsrt der Bogen, der 'Sanften' die Spindel":
I
I
I
...;..V..;..Ü..;..V_b_'_". . :A:.:.IP_"C_E. :. .Jl. .; .L. .: :~ &. Lr.!. .po. :. ."C. :. .l~p. .; .a: . . . !X:. !:p. .; .\). ;. . [hl,'Tta:pav I LHJl] ~pa:
I
I
I r:-1
"Co~. ~ fótAuu:
I
664
La "distracci6n
ll
hace que los epítetos de 1rtemis se agru
pen de dos en dos, y es probable que el orden sea, efectivamen
te, ABBA, como piensa Maehler.
Además, a pesar de la noticia de Hesiquio, ~"-ctKá~
compuestos puede perfectamente significar "huso":
~ •• NoCPTlC;;; , Nonn. ~.1.:?6?;
en
oV~"-aKá~ov
otJ~"-aKá~ov IJ?L"-Oj.1TÍ"-Tl<;, ~.4.321;
Y en el propio Baqu!lides Na] ~e:;\W ••• [cp LA.] a"-áKa~o<;, 1.73-74.
Stern(?8) considera tambi~n ambiguo este segundo califica
tivo: "The ambiguity of this word is perfect for the context,
for essential to the meaning of the poem is the contrast bet
ween cultivated society, as aptly represented by 'spindle',
which is the proper 'emblem of women l
•••
and wildness and hun
ting, as seen in the notion of the arrow".
'H¡J.] ~pa;
c1¡J.J ~pa;
es el muy probable suplemento de Blass sobre
de Purser y Palmer. La forma ~¡J.e:pOC;;; pudo ser panhelé
- también Tab.Heracl.I.172),
nica (cf. Pi. N.B.:?, donde Snell lee ~j.1lPOL<; , mientras que
-
Bowra dj.1€POLC;;;;
y en todo caso está
atestiguada en inscripciones arcadias como nombre cultual de
1rtemis en Lusos(79). Como ya observ6 van Groningen(80), se
trata sin duda del más importante de los cuatro epítetos que
se apliean a la diosa, pues subraya el punto de uni6n entre
las circunstancias personales de Alexidamo y la historia que
se narra en el mito: Artemis lila apaciguadora" ha sido quien
ha proeurado la vietoria a Alexidamo y la que eur6 de su locu
ra a las Prétides; para conmemorar este Último acontecimiento
se celebran en Lusos precisamente las 'H¡J.&páoLa;
en honor de Artemis 'Hj.1épa; (81).
,las fiestas
665
Las diversas partes de que se compone la primera secci6n
I
del epinicio están unidas por medio de un complejo entrelaza
do de ecos verbales (ya se han señalado los que se establecen
entre los versos 1-7 Y 8-14):
~owKeJ
(2.
1. KA.u'táv]
{p)
21. 'Jt<Xvv CKO 1.<.0)
!
(Hense))
(Hense)
39.
'toI;6xA.u'toe;
...
30. 'Jtá't]petv
2. 'Jt<X't[t1'P
(Platt)
2. 'Jt<X't[t1'P (5. Zll v C (p) )
9. KOÜP<X tp)
4. 'JtO A. ux p11 Oüll.
I
35 • 'Jt oA.'I1'Jt A. cx yx. 't o L
I
17. 'JtoA.€&e;
4. 'JtOA.UXp'l1owL
38. xpuesa:A.áxa'toe;
6-7. &,s<xvá'to 1. es'v 'te K<X t ,sva
34-5. dJ~A.' 'ij -&&Oe; ett't 1.0e;,
(p)
n
yJvw¡J.etl. 'JtOA'I1'JtA.a:yK'tOI.
'tote;
F'Po'twv
8.
lA.A.CX,sL(P)
8-9. ~cx~uJ'JtA.oKá~ou KÓ"'P<X
.
15. tA.&W L (P)
15-6. 1)
ea e;
f3 et-&uCwvo [LOJ Aa'toüe;
E ['tu'Y~e;
(83)
9. &p] ,sOó CKOU
la. Ka&. vU[v- (p)
26-7. otRete; ••• &~ae;
10. Me't] <X'Jt6v't I.OV
30. ['I'ta:A.Ca:v 'Jtá't] páv -&'
37. vüv ó ( € )
{ p)
••
(P1att)
24. Ca-&€o Le;
12. ,seó'tL¡J.ov
13.
II1),sL~VI.KOV
14. 'Jtcxtócx
(Alexidamo)
1,
•I
•I
1) Entre 1-14 y 15-32:
l. NCKCX yA.UKt1&Upe (p)
13. IlU,sL6vI.KOV
!
,34 •
~e6e;
20. KCppa:e;
32. 'Jta:tó(a:)
(¿A1exidamo?).
666
2) Entre 15-23 y 24-36(84):
17-9. ~oAlE, ••• &v~€wv
28-9.
O''t'l<pavol.
O''t'E<pavw O'á¡..t.EVO v
17. ~oi\.ÉEe;;
35. ~oi\.151ti\.a'YK't'oL
I.v ~EÓ Cw L ••• K Cppae;;
19-20.
I.AaCáL yAavKaL
xaC't'av
I.v ~a~Éol.e;; &yvov nÉAO
24-5.
1t0e;; óa1t€óol.e;;
(31. ~EÓ Cov ]
21. 1taVVCKOI.<O)
23.
28.
~pbe;; yaCal. 1tE0'6v't'a (F)
(Blass))
~a:y~ v
€ w ..
31-~.
[~0't'1. yal. ]
••• ~€AaO'O'Ev.
3) Entre 15= 2 3 y 37-39:
15-6.
d [)~[i\.J Oy EVTle;; ••• Aa't'oVe;; 37. ., Ap't'E¡.a e;; (85)
15-7.
'tAE~L VLV ~L
.
.
•••
vfóe;;
••• Aa'&'oUe;; ÓÉK't'[OJ
f3i\.E<p[ápw] 1.
21.
~avvCKo L,o)
39.
v CKav
23.
KECVW1. yE aUv ~¡..La't'1. tp)
37.
vuv ó(€ )
(p).
4) Entre 24-36 y 37-39(86) (todos los ecos verbales son contras
tivos):
31.
't'6't'EJ?
37 •
vvv
34.
'&E6,
37 •
"AP't' E¡..L 1. e;;
36.
l!J ¡..LE poav
39.
v CKa:V g6WKE (F).
I.v (p)
••• 'Y Épae;; (P-F)
Ó ( €)
(P)
5) otros ecos verbales:
4.
I.v
19.
5.
~ap1.O''t'a¡..LÉva
26. 1tápa
,24, 32.
10.
E~y'U Cwv
12.
E-6<ppoO'15va1.
15.
[v] l.V
22.
VI.V
26.
KaAA1.p6av
32.
KD:Ai\.1.x6pw1..
noA15~Aa'YK't'ol. (v.35) pudiera recoger la imagen "desviar el
11
11
667
camino de la justicia lJ (vv.26-2?) y preparar los errablL.'1deoe
-
de las hijas de Preto en el mito (cf. los versos 43,
54, 55,
84, 93).
•I
I
El mito del epinicio 11 es muy extenso (vv.40-ll2) y está
compuesto con sumo cuidado. En su estructura predomina la "com
posici6n en anillo 11 , que le da unidad formal y al mismo tiempo
hace avanzar la acci6n, indicando d6nde empiezan y acaban las
distintas uescenas" (8?) :
vv.4Q-43: las hijas de ?reto dedicaron un altar a !rtemis;
vv.43-46: a ellas liera hizo huir de su casa, enloqueciéndolss;
vv.4?-52: porque se jactaban de que su padre era más rico;
vv. 53-54: por eso las enloqueci6 (o bien, upor eso las hizo
huir
ll
);
vv.55-58: huyeron al bosque, abandonando Tirinto;
vv.59-63: porque vivian alli desde hacia diez años;
vv.64-?6: porque entablaron disputa Preto y t1.crisio, y Zeus re
solvi6 el problema;
vv.??-8l: los C1clopes construyeron una muralla para que Preto
y los suyos habitaran Tirinto;
vv. 82-84: de alli huyeron las hijas de Preto;
vv.85-9l: Preto quiso suicidarse, pero se lo impidieron;
vv.92-95: trece meses enteros estuvieron huidas;
vv.96-l09: hasta que Preto lleg6 a la fuente Luso y suplic6 a
!rtemis, quien persuadi6 a liera;
vv.llO-l12: las Prétides fundaron el templo y las fiestas ea
honor de Artemis.
La estructura del mito seria la siguiente:
I
)
668
vv. 40-4-2
vv.4-3-46 __
n_
I-¡
vv.47-52
:
I
vv.53-54 __ ~ ______ ~ ?
vv.55-58 :... _ _ _ __
I
I
vv.59-63
vv. 64-76
vv.??-81
3-:
vv.82-84 _______
I
I
91
VV.85vv.92-95 -------
J
vv.95-109
vv.llO-112
--------------~
--------- indica el "motivo de la huida", con la duda de si
aparece o no en los vv.53-54.
Cada cuadro está individualizado por medio de la Ringkom
position, como han indicado diversos comentaristas(88).
Vv.40-42.- El mito es introducido formalmente por el pronombre
relativo
~J~~ (~. 9.40, 13.100) Y el adverbio nO~E , que nos
lleva a un tiempo pasado
(~.
3.23 y probablemente tambi6n 5.
56(89)). La idea expresada en estos tres versos de introducci6n
se recoge al final del relato (vv.llo-l12), igual que ocurre en
la Oda 3 (vv.23-29 y 53ss.). Como suele suceder cuando hay "com
posici6n en anillo", al final se amplia lo dicho al principio:
vv.40-42: Preto y sus hijas fundaron un altar;
vv.llo-l12: las hijas fundaron un recinto sagrado y un altar,
salpicaron sangre de animales e instituyeron coros
de mujeres.
669
Los co..~ceptos expuestos en uno y otro pasaje son muy se
mejantes, aunque no haya muchos ecos verbales exactos(90):
40. "']~t. (p)
41.
(Artemis)
~]w¡J.ÓV
110.
-raC (p)
110.
~w¡J.óv
42. -re;
110 y 111.
42. xoüpa;1. (F)
109. )(,ot1pa~.
(las Prétides)
En cuanto al orden de palabras, hay un claro ejemplo de
"enmarcamiento" tras las palabras -rJ~1. 1to-r(e:) que introducen
el mito:
, Af3cxv'tl.áócxc;; Cf3Jw¡J.OV! )(,cx'tlvcxooe:I1tOAÚA~["J a'tOV d51tE1tAOC 'te: XOÜPCXI.·
1
1
Vv.43-54.- Los vv.43-46 forman "anillo n con 53-54 (nHera hizo
huir a las hijas de Preto presas de locura"), mientras que en
los vv.47-52 se narra la causa de esa locura y huida de las j6
venes.
La Ringkomposition es clara, sea cual sea el significado
que atribuyamos a la palabra 1taACv-rp01tOV (v.54). En los vv.
43-46 se ponen de manifiesto dos conceptos: 1) Rera las hizo
huir; 2) tras enloquecerlas. La "composici6n en anillo" se
cumple tanto si naA Cv't'p01tOV VÓTl¡J.cx es tJpensamiento que im
pulsa a la huida" (1), como si es "mente doblegada, loca" (2).
La primera traducci6n es de Festa, aceptada por Jebb, LSJ, De
marque(9l ), Lens(9 2 ); la segunda es defendida por Romagnoli(93),
Jurenka, Werner, Maehler.
En el primer caso, el compuesto tendria un sentido acti
VO,
factitivo (el
~ico
ejemplo, según
~),
y en el segundo
670
un significado pasivo, el más común. Jebb afirma que no es pre
ciso un cambio de acento para defender el significado activo.
Véanse los siguientes ejemplos (las traducciones son de LSJ):
",a: pc!--r p01tO <;
~Uturned
from the right
~activo:
Itaverting" (E. Andr.528,
waylt
m,.)
"turned away, f sr from men"
ctivo: "turning away, averting n (94).
Maehler(95) opone tres objeciones a la interpretaci6n "pen
samiento que impulsa a la huida": 1)
1ta:~'v't'P01tOV
pOdria signi
ficar, en todo caso, Uvolver a caSan, no "marcharse de casa".
Pero
1tá~~v
también puede querer decir "hacia atr&s, en reti
rada", no s610 "de vueltarr~96):
ll.18.138
20.439
'Q <; &pa: q:JWvDaa:aa: 1tá~~v -rpá1tE-&' vto<; ~oto,
('A~DV~) 1tVO'~ 'AX~~~DO<; 1tá~~v ~'t'pa:1tE Kvóa~'~o~o,
5.836 xe~pt ",á~~v ~p6aaa', d ó~ !p' ~~~a:1téw, &1tópovaev·
.
21.593
.
(a~epóa~€o<; Ková~~ae,'",l~~y
..
ó' &1tO
Xa:~KO<;
8povae
.Qg..7.14 3 xal. 't"ó't"e óD' ~' a:6't"oto mf~Lv x'6't"o -&lacpa:'t"o<; &~P.
2) N6~~a
no es un "impulso", como el pánico, que hace huir a
las muchachas, sino "pensamiento, facultad de pensar ll : "das
Denken der M!dchen ist gestBrt, es wird 'zurUck-' oder tabge
bogen', bevor es sein Ziel erreicht". Pero también cabe inter
pretar sin problemas
vó~~a:
rada por un dios, como en
como
II
pl an , proyecto, idea" inspi
~.14.273-274:
a:~~ap l~ot ZEV<; a:6't'o<; lVL ~pEa~v ~ó€ vó~~a:
1tO '~CJ'·
3) La tercera objeci6n tiene poca consistencia: en los vv.102
671
103, en la súplica de Preto a !rtemis, vuelve a aparecer el
tema de la locura: ~lKva óu~ávo~c Aúocra~ ~áp~povo~ l~ayaN
yELV , por lo que, al volver la narraci6n a su punto de par
tida, la simetria de la composici6n hablaria en favor de uGeis
tesverwirrung ll , no de "impulso a la huida". Pero no es preciso
suponer que los vv.l02-103 recojan necesariamente lo dicho en
los vv.53-54; el tema de la locura aparece ya en los vv.45-46,
que ocupan además la misma posici6n métrica que 102 ( &:VáY'Ka:~/
Aúaca,
tautométricos en fin de verso), por lo que es más pro
bable que sean estos versos los que se recojan en 102-103.
En definitiva, caben las dos maneras de entender la expre
si6n; quizá el paralelismo
a~~~Ecra~v ~ •• ~~~aAEv
~p€va,
•••
CEú~acr(a)
(vv.45-46) /
(v.54) haga que nos inclinemos en favor
de la interpretaci6n -locura". En los vv.43-46 se nos dicen dos
cosas: 1) Rera las hizo huir; 2) tras enloquecerlas. En los vv.
53-54 se recoge el segundo punto, mientras que el primero se
desarrolla en el siguiente paso de la nerraci6n,
cpd5j'ov ó' •••
(vv.55ss.). Pero, insistimos, ambas interpretaciones son per
fectamente posibles.
En el v.52 hay un pequeño problema textual. El papiro tren,!.
mita la lecci6n
dativo (con
e:6pu~ G
nAoú~wL,
.. , corregida en
€l1pu~ Ca
por Kenyon. El
v.5l) es defendido por Nairn, Taccone y
Maas, atendiendo a 16.31
~~~VO~
E6puf3 Ca~, y a Pi. 1:.5.1 d
nAoü~o~ E~pua~Ev~, (97). Al contrario, aceptan la correcci6n de
Kenyon otros autores, como Jebb, Maehler y Stern, pues la cons
trucci6n adjetivo
+ nombre de un dios + ep1teto caracter1stico
está bien documentada en Baqu1lides (98):
5.99 a€~va, X~AOV ' AP~ll.a.óO' AEUltWA€VOU
672
5.174-175 xpuO'lat;
KÓ1tpI.6o~ -&EA~q.:.~pÓ'tou.
También Stern(99) presenta ejemplos de adjetivos separa
dos del nombre al que califican por dos o
ocurrirla en el caso de
1tAOÓ~W~
•••
m~s
palabras, como
E6pu~CaL.
Segdn sus cuen
tas, en 51 casos el adjetivo precede al nombre y sólamente en
9 aparece detrás, dos de ellos en la
xa:~
••• 6p-&át; ; y 77-79
saje lacunoso);
~.
't'ErxO~
~
11 (versos 26-27 óC
••• Xet]I.AI.CM:OV; 11.2-3 es pa
también 9.1-2, 12.4-7, 14.4, 15.45, 16.2,
17.4;-45. En ningún ejemplo se trata de un compuesto del tipo
E-6pt)~ Ca:~
•
En consecuencia, aunque B.16.31 y Pi. f.5.1 pOdrlan apo
yar
el dativo, la presencia del nombre de Zeus y la propia
frecuencia de la construcción adjetivo-nombre-adjetivo, hacen
más probable la corrección de Kenyon. El error del papiro se
ría perfectamente explicable, al ser mucho más frecuente la
forma del dativo que la del genitivo dórico en
-a .
El orden de palabras de los vv.43-54 presenta las siguien
tes figuras:
vv.43-45
~cX~ l~ lpa:~wv l<pó!3TlOEV 11taYKPa:'t~<; . "HPa:\ IlEAct-&PWV TIpo C'Coo,
~I-----11
I
vv.45-46
.1to.:pa:1tATjyl.
'¡
l<fpÉva~1 Kap~EPal.l CEó~a:a'l &VáYKci!.·
I
I
I
I
673
Es
~ste
último un nuev", caso de "distracción lt , en el que
destaca el caracteristico final
K~p~epa~ ,e6~ao' &VáyKá~
L - - [_ _ _
~
que luego volvemos a encontrar en el v.54:
~~A'v~ponov ~~~aAev v6~~a·
I
vv. 50-52
q>áO'KOV
ó~ ~.
':'lA\) oq>€-repov
l~_1
nAo~-rú.a ~pocp€pe ~v ~a~€ p~
_--+
Como en el pasaje de transición al mito (V'ír. 37-39), en los
primeros versos d'
relato los adjetivos son abundantisimos,
culminando en los VV.50-52(lOO). Segal(lOl) nota que cuando
Hera vuelve locas : : las muchachas recibe nU.erosos ep!tetús:
'~'}'Kpa'tr1'c;;
(v.44)~. 17.24,
~otpa; ~.14.4, &A.á.ee::1.a ; sólo
aqui se dice de Rera), ~opq>vpot;wvo 1.0
y en Hesiquio,!?'!'y'.
t6t;wvoc;;),
(v.~9)
(sólo en este lugar
1;av.∾; (v.51), en cambio, cuan
, do es persuadida por !rtemis al final del relato, es simplemen
te Rera (v.l07).
Vv.55-84.- Narran la huida de las
Pr~tides
de Tirinto.
Tambi~n
una "composición en anillo" enmarca el mAs largo excurso de'
mito, la disputa de Preto y Acrisio : el abandono de Argos por
el primero y su establecimiento en Tirinto. En efecto, en los
vv.55-58 el poeta dice que las hijas de Preto abandonaron Ti
rinto, idea que recoge
despu~s
del excurso, para enlazar de
1I11III
674
nuevo con la narraci6n principal (vv.82-84):
IV
55. ipEU)'OV (p)
84. q>EUYOV
57. T1. p6v-& LOV ~O'''(;"
82.
~V~E:V &nEO'O'ó~EvaL
84.
~óIJ.O:'tOI. •
(p)
A.1./tOUcrIXI. (p)
58.
.&EOÓIJ.~'t'O",
Reaparece, pues, el tema de la huida, como han puesto de
manifiesto Maehler(102) (uDas Grundthema sind die im Wahnsinn
umherirrenden Madchen, es kehr, wie in einem Rondo, nach jedem
Exkurs wieder: 43 't'a~
•••
o1Í¡..LEVa 1.
92-95 ~A.Ú'K't'IX(,OV ••• q:>EÜr ÓV "(;€"),
•••
q:>eü)'ov
lipó~TJoE:V - 55 ip€üyov - 82-84 &1tEcr
"J'
Stern(103) ("Tbe imagery oí the ode is not, however, limited
to the metaphor of the yoke: a secondary pattern oí vords exists
by means oí which the contrast between be stial ity and cultiva
tion ••• is emphasized ••• The basic contrast is between ílight
and settled living").
Los vv.59-8l están ocupados por un excurso que nos pone
en antecedentes: Preto sali6 de Argos y se estableci6 en Tirin
to, de donde huyeron las
Pr~tides.
Esta digresi6n, que nos lle
va a un tiempo anterior al de la narraci6n
realidad'la íunci6n
d~
~rincipal,
tiene en
enfatizárlos motivos témáticos de dicho
relato, como han destacado algunos comentaristas:
Taccone (1()LI.): n~ da notare come tanto rispetto ad Alessidamo
quanto rispetto alle Pretidi si svolga il motivo di una sven
tura susseguita da una gioia che la compensa; il medesimo mo
tivo anzi compare anche nell' episodio del transferimento di
Preto da Argo a Tirinto,,(105).
Maehler(l06): "Vielmehr st5sst man bier wieder au! das 'Leiv
motiv' des Liedes, das seine thematische und íormale Einheit
•
675
begrUndet: Gott
erh~rt
die Bitten der
bedr~gten
Menschen".
carey(l0'7): "Bacchylides attributed a healing role to Artemis
in relation to
The same role is played by Artemis
the~victor.
in the myth of the Proetides and by Zeus in the myth of Proe
tus and Acrisius. In all three cases we have disaster which
is reversed by divine intervention".
otros autores, en cambio, piensan que se trata de una
simple divagaci6n accesoria, sin mucho que ver con la narra
ci6n principal. As! opina van Groningen (108): "les vers 59-81,
qui sont introduits par
the, fait
r~alit~,
pose le
ant~rieur
lui est
po~te
,
Y~P,
racontent la fondation de Tiryn
A ceux que le mythe comporte et qui, en
~tranger,
sympt~me
dans l' emploi de ce
de la
libert~
dont dis
troisi~me ~l~ment mat~rial
de l' ~pinicie, le mythe"; y tambi~n Pavese(109): "Questo ex
cursus non contribuisce nulla alla storia della guarigione
delle Proitides e alla gloria di Artemis. Si
pu~
dire che
esso sia insignificante? In senso particolare, sl. Ma il mito
ha una funzione ornamentale generica, anche quando non
~
connes. .
con elementi specifici. Esso sirve a transportare l' atleta e
la vittoria nel mondo leggendario".
Para nosotros, es claro su paralelismo temático con el
relato prinCipal, cuyas ideas básicas repite y enfatiza, ea.o
se evidencia por las numerosas repeticiones verbales que
re1~
nan ambas historias(llO):
92-3.
~p~OKaCóEKa ~EV ~EA€O~
~Tjva~
57-8.
81.
"AP1'O~ ••• A~n;óv't~~
(p)
T~p11v.e~ov !o'tu i.~ltOüc.:..
xat ~EOÓ~~'tou~ &TC~l~
I
I
I
I
I
676
61. vatov (p)
41. Ka't ivaaae:
116. VaCEI.~ (p)
vatov (p)
80.
61. &0& 1.0'1.~6a:\
56. ap.E poaA,€av cpwváv
~~&ol.aC 'tE P.&I.A.t.xCOl.,
90.
99. KCKA,1) [&.O"H.€ (p)
62.
'XaA,K~a1tt.oE~
(111)
123. xaA,Ko&Jpcmwv (p)
66. TI po C't'w 1. (P )
45.
TIpo C't'otJ (p)
83. TI po C'totJ
68. &P.E'tpO& CKal.~
123. OI.KaCat; (F)
69.
A,Caaov'to (p)
41-2. 1tOA.~A.1-[I.JO"tov
69.
A,Caaov't'o &r. 1ta!Sat; (p)
98-9.
Aa'toü~ K CKA.lJ [l. O"H.&
-&~'}'a'tp]q
69.
"Af3o::v'tot;
71.
TCpuv&a
40. ;., Af3av't l.áoa~
(p del epodo 22)
57.
(p de la antis
TLP,sV-&L.OV
trofa 2ª)
72.
}(.'tC<:e:I.V (p)
72. lt;
&P'}'ClA,€a:V
122.
.1111
&Vá1
E~K'tL.p.€vav
(F)
46. Kap'tE pa 1. .. 11 &vd''}'Ka L (F)
Ka\!
73.
ZE11~ (p)
52.
75.
& "w~ C1t1tO LO
101.
80. tn1t6f3o'tov (F)
76.
.
-
-
1to:: u aa L O"t tJ '}' &pw V &:Xlwv (p)
lHÓ~
t1trnt'H.EO~ (p)
114.
l1':1to't pócpov
108-9. navaEv
'H.aA.tJ'H.oO"t&9ávotJ~
Ko~pa~ p.a:vLav &~€wv
76.
&xlú.w
85.
77.
't'gtxo~ &~ KímA,W1tE~
110.
Káp.ov (F)
aXOt;
'ta~ Ó I
a~'tCKa o t 't'€p.gVO~
f3wp.óv 'tE 'tgVXOV
(en ambos casos es el resultado final de la historia)
I
677
78. 1t[6A.J~1. (F)
(Tirinto)
57.
~'t'U
(Tirinto)
114. 1tó:\I.V (Metaponto)
122. mSALv (Troya)
96. 'K,etAAI.P<SC::V.
En cuanto al excurso considerado en si mismo, presenta tam
bién una composici6n circular, tan caracteristica del mito de la
oda que comentamos: a) Preto se estableci6 en Tirinto tras aban
donar Argos (vv.59-63); b) causa: la disputa con su hermano
Acrisio t resuelta por intervenci6n de Zeus (vv.64-76); a) nueva
alusi6n a la colonizaci6n de la ciudad de Tirinto (vv.77-8l).
Baquilides empieza la narraci6n por el final, echa la vista
atrás y vuelve de nuevo al resultado final.
Esta estructura ciclica viene marcada por claros ecos ver
bales, que además componen una bonita rtinversi6n lt, como ha no
tado Pieper(112):
v.60 AI.1tÓV'tS~ -APYo~
[
v.6l
vatov
v.62
~IlC.a.sol.
v.79 &V,",''&SOL
...
v.80 val.ov
"------- v. 81
En la parte central, enmarcada por el "anillo", queda la
disputa de los dos hermanos y la salida pacifica de uno de ellos
por intervenci6n de Zeus, ante las súplicas del pueblo; la his
t~ria,
como hemos dicho, reproduce el sentido de la narraci6n
principal: una pena que se convierte en alegria por interven
ci6n de la divinidad(113).
I
I
~
I
I
j
6?8
Maehler(114) añade que tambi~n la parte central del ex
curso (vv.64-?6) está construida simétricamente:
vv.64-65 VEtKO<; ... &lla\.ll~ov ..... ~v€na::\.'t:o O''t'UyEpGSV ~X€wv
adjetivo-verbo
,con "inversi6n ff sintáctica (substantivo
~
verbo-adjetivo-substantivo)
v.68 ~ pe: Lnov ••• Il~xa L<; 't"E :\uypa'i:<;
~vcf"(Ka:v
v .. ?6 1ta:üao::l.
v.?2
M
~t; &pya:\€o::v
nEaE'i:v
•
El orden de palabras de los vv.55-84, y sobre todo la ad
jetivaci6n, presenta aspectos dignos de comentario:
vv. 55-56
q¡EUYOV
M
~t; 't"a:vC~u:\:\ov
Ó'
O'IlEpóll:\lo::v q¡wvav ~E'i:aa:l.,
¡
I
Es UD'nuevo ejemplo de trinversi6nll sintáctica: verbo
substantivo-adjetivo
~
adjetivo-substantivo-verbo.
vv. 57-58
Tl.p~V~LOt; ~~u¡:\LnovO'a:I.IKa:t ~EOÓllá't"ou<; &yu\.át;.
I
Segal (115) subraya el contraste entre 't"avCq>u:\:\ov (epíte
to notable aplicado a SPOt;), que simboliza la vida salvaje,
y
&EOÓllá't'out;, que representa la vida civilizada de la ciudad.
eE6ólla't'Ot;
califica a nó:\\.t; en otros dos pasajes de Baqulli
des, l2.? y 13.163
la isla de
I
(~. tambi~n
P~lope").
1.14, dicho de "las puertas de
679
vv. 59=63
Destaca la figura
~eo~~~E~ ~Lnóv~eb ·APYo~
I
que reaparece en los versos 72:
lb
neae!v ~váYKav
&pyaA€av
I
y
I
zeó~ ~' f~e~ev
73:
KpovCoab
I
La acumulación de adjetivos &óe1.o1.f3óa1.
(sólo aqu! y en
5,155) xa~KáomLóeb ~~C~eo1. se repite posteriormente en los
.
vv. 79-81 ,
&v't'C~eot. ••• ~p!.I.)e~ 1tepL').1.Ae'.'toC, 10 cual hace aún
más patente la correspondencia entre los dos pasajes que en
marcan el núcleo central del excurso. En general, los ep!te
tos son abundant!simos, y en otras ocasiones se aplican tam
bi~n
dos de ellos a un mismo substantivo (vv.8D-81, Argos;
vv.83-84, las hijas de Preto).
vv.64-66
vetKo~ yap &Il~ f:3AT)xpa~ &v€1takro
lC.aCH. 'vT)'t'o!~" ~1t' &pxa~ TI.
't.
K.' A,
Un nuevo contraste se establece(116), entre los adjetivos
&~aLIl~e~ov
y
F3AT)xpa~;
la posici6n de t§ste 6.ltimo es desta
cada, dada su separación del substantivo al que califica.
680
vv.67-68
Aao'l1~ 'tE
o.. xoO"'t'a;aCa~
~pE:LnO" &jle:'tpOO'XOl,~ ¡J.áxa;l.~ '¡E At)'ypa;t~ ..
I
I
tAjlE'tp~O"'XO~
es un hapax. La construcci6n de la frase y
el sentido (en ambos casos hay un cierto pleonasmo) recuerdan
los vv.57-58: Tl.p~V%LOV ~O"'t'u AI,nOÜaal, xaL ~e:oó¡J.á'tou~ &ruLá~.
vv. 69-72
ACaaov'to
oe
natoa~
-A. ya" n.l Aaxóv'ta~IT,pu"ea
I
~ov ~n. K,¡C~e:I.V,
I
Especialmente destacable es el epíteto 1toAl1xpl.-€·o~ (s6lo
aquí, en Euph.51.l4 y Suid., ~. XpCjlvov). Stern(ll?)
7
Se
gal(118) opinan que el paso de la vida salvaje a la civiliza
da se manifiesta en el dominio de la agricultura (1tOAÚKpl..e·OV)
y en la doma de caballos (o .. w~'n1to",o
to
hom~rico
,v.75; f1tnól3o't'ov, epíte
de Argos, v.BO).
vv.77-?9
't'e:!xo~
oe
K'I1KAW1tE, xájloV
tA~ÓV'te:~ ~1t~
I
I
KA.
1t[6AJ~1.
I
XeÍAA"O"C'OV,
681
vv. 79-81
tv'
&V,;C.e'EOL vatov 'KA.u'tov e1t'JtÓ~o'tov "AP'Yo~ fipwe:~ 1tEp. A.1,1tóv't"[e:~.
,
vv.82-84
~v-&e:v &1tEoo1S~e:VClL TIpo e'rO\} KUaV01tA.ÓKa~O 1. cpe:u)'ov liÓ'J.Cl'tO 1. .e·t5'YCl'tpe:~.
I
El adjetivo ~ó~a't"o 1. aplicado a las hijas de Preto contras
ta su salvajismo con la civilizada vida de la ciudad, una de cu
yas señales es, como indicamos poco más arriba, la domesticaci6n
de animales. La imagen del yugo y la domesticaci6n, así como su
significado, es el tema central del tantas veces citado artículo
de Stern.
Vv.85-109.- El personaje de Preto pasa ahora a primer plano de
la narraci6n, que
tambi~n
presenta una estructura cíclica 'aba':
a) vv.85-9l: frustrado intento de suicidio de Preto, que preten
de hallar así una salida a su situaci6n;
b) vv.92-95: reaparici6n del tema de la locura y huída de las
Prátides;
a) vv. 95-109: soluci6n definitiva del problema de Preto de la
mejor manera, por la vía pacifica: súplica a Artemis, que per
suade a Hera.
Las repeticiones verbales muestran un curioso paralelismo
entre la "locura lf de las muchachas y la del propio Preto¡ ambas
682
se solucionan de manera pacifica, con buenas palabras (aunque
en el caso de Preto también I3GaL XELpWV, v.91)¡ no olvidemos
que en el excurso de los vv.59-81 la soluci6n violenta se ha
revelado igualmente in6til y Zeus lo ha arreglado todo pacifi
camente. Podemos señalar los siguientes ecos:
85-6.
90.
tE 'va ... j.1€ pLj.1va
j.1~~OLaC ~E j.1EL~LXCOL~
102-3.
99~
A~aaa~ ~áp~povo~
KCKA:n [LOK€
107.
(p)
6€ xoj.1€vou
107. ~L~oüaa (119)
91.
Ká~EXOV
(F)
91.
108.
~aüO'Ev
(p)
100.
XE!pa~
(p).
Esta 6ltima repetici6n es contrastiva: en el primer caso
se impide el suicidio de Preto
~CaL
XELpWV, mientras que en el
segundo Preto XErpa~ dV~E'VWV suplica a al divinidad(120).
El primer eco verbal parece indicar que ~E'va •• ~ j.1éPLj.1
va
se refiere a la intenci6n de Preto de suicidarse, no a la
preocupaci6n por sus hijas(12l). Asi, la frase de los vv.87-88,
ooCaee: ól ••• na~aL , seria una explicaci6n de la anterior,
o' EtAEv ~ •• j.1€pLj.1Va (122)
•
Carey(123) comenta que es caracteristico de la técnica
~ov
narrativa de Baquilides llevar la historia a una situaci6n li
mite, acumulando tensi6n, antes de la soluci6n definitiva, por
-
obra de la divinidad. Tal ocurre en el mito de la Oda 3 y lo
mismo sucede en el epinicio 11: el desesperado intento de sui
cidio de Preto prepara la intervenci6n definitiva de Artemis,
que lo resuelve todo pacíficamente, como en el excurso de los
vv.59-8l Zeus impide que la disputa entre Preto y Acrisio llegue
a mayores (v.73).
683
En los vv.92-95 la atenci6n se vuelve a centrar por unos
instantes en las muchachas, insistiendo el poeta en el tema de
la huida. La segunda frase,
~ov
~EÜrÓV ~E Ka~' 'APKaoCav ~~AO~PÓ
, repite la idea de la primera,
~PLOK~CoEKa
••• 6Aav , es
pecificando el lugar donde se desarrolla la acci6n(124).
Una palabra ofrece problemas en el v.93, donde el papiro
transmite la lecci6n ~A~K~aCov, que Blass' (3ª ed.), seguido
por Taccone, cambia en
&A~OKaCov, verbo ya homérico. Esta mo
dificaci6n no es necesaria; en primer lugar, porque ~A6K~a~ov
sería lectio difficilior, pues s6lo está atestiguado en otro
pasaje, Rdt.9.70.4(125 ); y en segundo lugar, porque el senti
do no presenta dificultades. Así, Jebb(126) dice: " &AÚW, &AUK
~~Cw, &AÚcrcrW
(11.22.70),
&AuK~aCvw (Resych.), are
&AUK't"€w,
verbs in which the root &A- (&Aáo~aL)
takes the special
sense of mental wandering, unrest, distress ••• Rere Bacchyli
des has used ~A~K",a~ov in a way which blends the notions of
mental and physical unrest: 'roamed wildly'll.
Maehler(127) compara con un pasaje homérico (11.l0.9lss.),
en el que Agamen6n, que no puede conciliar el sueño a causa de
sus preocupaciones, habla a Néstor:
1tAá~o~al.f~éf ~.~
ofJé€
~O, ~~op f~1tEéoVf &AA' &AaAÚK~~~al., KpaoC~ él ~~1. f;w cr~~~lwv
~K-&pfOKEI., K't'A •• ' AAaAúK't'~~al.
significa, según Maehler, "ich
bin ausser mira, y la construcci6n de Baqu!lides con la prepo
sici6n
Ka~á,
como si se tratara de un verbo de movimiento, es
taría facilitada por analogía con
1tAáCo~(tI.
bién, añadimos nosotros, por la expresi6n
Ka6Cav
y similares, y tam
~EÜrÓV ~E
Ka't"
'AP
que sigue inmediatamente, pues la segunda frase es una
precisi6n de la primera, pero ambas desarrollan fundamentalmen
I
I
I
I
I
I
I
I
I
,
684
-
te la misma idea. Cf. tambi6n Il.2.4-69ss.(128):
'HÚ~€ ~vLáwv ~óLváwv
at
~~v€a nOAAá,
~€ Ka~a ~a~~ov nOL~~vLOV ~AáaaovaLv
~P1J I:.v € lapl.vV,
Los vv.92-95 recogen 55-56, pero ahora el raro
~av'~vAAOV
~Aav
3po, 1:.,
es sustituido por el homárico Ka~a óáaaLov •••
(1!.15. 273), como apunta Segal(129), quien indica además
que los epitetos "positivos" aplicados a Arcadia (v.95) y a la
fuente Luso (v.96) preparan los coloristas adjetivos de los vv.
978S.
En cuanto al orden de palabras, únicamente merecen comen
tario los vv.92-94-:
~p. ~ev ~eAlov, ~Dva, Ka~a
ó. ~AúK~aCov 6Aav ~eüyóv ~. Ka~'
--'------:-L~
__...:.__ -=--_--=___-¡-__________ 1
1
,
A"
~--------------~--------------~
De nuevo hallamos la figura
óáaal.ov ~AúK~a~ov 6Aav
I
En los vv.95-109 el centro de atenci6n es de nuevo Preto,
que, tras un baño ritual (vv.95ss.), suplica a !rtemis que li
bere a sus hijas de la locura. Precisamente la extensi6n de su
discurso directo ha sido discutida. LUdwich(130), Housman(131)
y Romagnoli(13 2 ), con la duda de Taccone, consideran que debe
empezar en el v.102 y que !l!ayayet'v es un infinitivo imperati
vo. Tambián FUhrer parece ser de la misma opini6n(133).
Jebb(134-) aduce dos convincentes objeciones, que aprueba
~.
685
Maehler(135): 1) cuando, en una plegaria, hay infinitivo impe
rativo, normalmente precede un vocativo con el nombre de la di·
nidad; 2) el sujeto del infinitivo no suele ser el dios.
A estos dos argumentos se debe añadir que no hay otro ca
so de infinitivo imperativo en Baquílides y que tampoco hay
grandes dificultades para aceptar que el infinitivo ~~arcxyEtv
dependa de KCKA.!l ~C'K.E. Maehler señala como caso paralelo .!l.
9.566ss.;
~.
también
s.
QI.209ss.
(~.):
~ov Xpuoo~'~pcxv ~E KLKA.~OKW.
~aoó' lnwvu~ov
ya"
otvWnCX BáKxov, E5LOV
MCXLV~ÓWV d~óo~óA.OV,
nEA.aa~DvCXL ~A.lrov~(cx)
•••
Otros verbos de la misma raíz pueden construirse igualmente
infinitivo. Así,
C4
KCXA.ÉW en 11.15.54-55:
,
KCXL\ uEUpO KCXA.EOOOV
~...
.
"'IPL'.I ~' lA.~É~EVCX L KCXL 'AnóA.A.wvcx KA.U~Ó~O~ov.
o
lnLKCXA.lo~CXL
Hdt.l.87.1
Th.3.59.2
(también con el sentido de "suplicar"):
lnL~~oa;o.(1cxL
. 'AnóA.A.wvcx
,;ov
lnLKaA.EÓ~EVOV,
~nLKa;A.O~~E~a; ~ou, KEK~~Kó~a;, ~~ rEvla~cxL ~nO
e~~CX'OL,~~óe ~ot, lx.(1'a~oL, ~'A.~CX~OL 3V~E, nexpa
óO.(1DvCXL.
Así pues, compartimos la opini6n de que las palabras de
Preto en estilo directo abarcan solamente los vv.l04-105 l' se
introducidas abruptamente(136).
En este pasaje hay abundantes ecos verbales del resto
~
epinicio, y en particular de otras partes del mito. Los ep1't1
tos, en especial, son importantes. irtemis es llamada
,o~v~
111.1
11.1
686
11.'
K
Lpccó€~vOJ ~O Acc'toü<; •••
~"VLKOKp~ÓE~VO<;
[&úyCC't pJc: ~OW1t" V
• El calificativo
contrasta con 1tOP~Upo~wvo"o (v.49), que se
dice de Hera(137); y ~own .. v , además de continuar con la imagi
~oü<;
neria animal (cf. v.l04
), es significativo por tratarse
del tradicional epiteto homérico para Hera, usado por 6nica
vez como calificativo de Artemis(13 8 ).
Preto promete sacrificar en honor de !rtemis, si cura a sus
hijas ( 'E~CCO(CC), v.46;
son además
~OLV"K6'tp .. xa<;
~ó~a~oL, v.84),
(hapax;
~oü<; &,uya<;(139), que
~OLV"KOKp~ÓE~VO<;
s610 está
atestiguado en B.ll.9?-98 y 13.222, aplicado a al Musa).
La acumulaci6n de epítetos sigue siendo grande en los ver
sos finales del mito, y en varios casos un mismo substantivo
recibe dos de ellos:
~úooa<;
~oü<;
, v.l02;
, v.l04; 1rtemis, vv.
106-107.
En cuanto al orden de palabras, se pueden observar las
siguientes figuras:
vv. 97-99
~V~EV
xp6cc VL~~&VO<; ~OLVLK. Acc~oü<;
I
K
CKA!) LL C'H.E -&úycc't p) e:
~OW1t LV
I
I
vv.106-107
~oü
Ó' fKAu'
&p"o~o1tá~pa
I
-&npoox6no<; E(,XOj.l€vou·
I
I
(140)
687
Vv.llO-l12.- Lús dos versos con los que el m.
) concluye t re
cogen el principio (vv.40-42), formando una perfecta "composi
ei6n en anillo". Gomo señalamos al iniciar el comentario del
mito, Baquilides no se limita a repetir lo que ha dicho en los
vv.40-42, sino que amplia los datos y da más detalles sobre el
suceso. En tres
b~eves
frases se describe la fundaci6n del san
tuario en honor de 1rtemis: establecimiento de. un recinto sa
grado y de un altar, tal como se adelant6 en los vv.40-42; sa
crificio de animales, eomo promete Preto en los vv.105-l06;
creaci6n de coros de mujeres. El orden de palabras de las tres
frases es notable, sobre todo por la posici6n del verbo(14l),
que en la primera está al final (-¡;e"x ov ), en la segunda al
principio (Xpa:tvov) y en la tercera en medio (tO"ta:v ), de
modo que el periodo se cierra con la tipica figura
xopou~ to-¡;a:v rVVa:~KWV.
I
La brevedad y aoncisi6n de las tres frases finales, sin un
solo epíteto frente a la abundancia de ellos en los versos an
teriores(142), es un ejemplo más de lo que Segal denomina nt~c_
niaa de contracci6n y expansi6n h •
Vv.113-l26.-
Despu~s
del final del mito (vv.llO-l12), que la
Ringkomposition señala con toda claridad, el oyente espera una
vuelta a los personalia. Pero no encontramos una nueva alaban
za del vencedor ni se mencionan otras victorias de Alexidamo o
sus familiares; tampoco se habla del entrenador, como suele
ocurrir cuando el vencedor no es un adulto(14 3), ni se elogia
688
~
la patria, al menos de la manera habitual; en fin, está to
~mente
ausente el elemento gn6mico, tan caracter1stico de la
secci6n final de las odas con mito central de Baqu1lides. En
su lugar, nuestro poeta introduce una
coda
final que rela
ciona el culto a lrtemis (y el mito en general) con la patria
Lel vencedor, hetaponto, supuestamente fundada por los héroes
aqueos tras la guerra de Troya. La
~almente por el adverbio
coda
es introducida for
lv~€v (v.113), utilizado también dos
veces en el mito propiamente dicho (versos 82 y 97), de modo
que Baqu11ides sorprende a al audiencia al continuar as! con la
narraci6n en lugar de pasar inmediatamente a los personalia. En
definitiva, el epinicio 11 es el único con mito periférico den
tro del corpus conservado de Baqu!lides.
De nuevo es la figura de 1rtemis la que enlaza el final
del epinicio con el mito y también con la secci6n inicial. Esta
"funci6n integradora" de la diosa para unir las distintas par
tes de la oda ha sido subrayada por diversos autores; as1, van
GrOningen(l44): "L' image de la déesse sert encore 11 passer
la
derni~re
partie qui nous reporte
a M~taponte,
a
la patrie du
vainqueur, fondée par des grande héros achéens"; o Maehler(145):
" ••• Artemis' integrierende Funktion in diesem Lied zeigt: die
G~ttin,
die in Lusoi Proitos' Gebet
erh~rte
und in Delphi Ale
xidamos den Sieg erringen liess, ist die StadtgBttin von Meta
pont, wo jetzt der Sieg gefeiert wird H •
De esta manera, por un lado la 'coda
final es una conti
nuaci6n del mito, algunas de cuyas ideas centrales repite: la
fundaci6n de una nueva ciudad bajo protecci6n divina (Tirinto
en el excurso dentro del relato mítico); el establecimiento de
689
un santuario en honor de Artemis ( ~Aao~, v.118), como hicie
ron Preto y sus hijas. También otro motivo importante reapare
ce, como señala Pieper(146): la invocaci6n ro xpua€a
Aawv (vv.116-ll7) en lugar del típico
5éanoLva
~~pWv(147) es
5€anoLva
significativa, pues 1rtemis ha dejado de ser la diosa de los
animales salvajes ( &ypo~€pa, v.37; ~~poaK6no~ , v.lO?) y se
ha convertido en divinidad de hombres civilizados.
Pero, por otro lado, el cierre del epinicio se corresponde
con el proemio (vv.1_14)(148): ambos constituyen una unidad métrica exacta y en los dos casos se invoca directamente a una
diosa, a Victoria al principio y a 1rtemis al final. En el
cierre, en efecto, encontramos el vocativo (vv.116-117) y el
uso de la segunda persona (versos 116 y 118). Los ecos verbales
son, además, muy numerosos:
12.
~~u (F)
~1e:"&"o::nóv~ LOV
10.
Me:~Janóv~Lov
xpua€a
4.
1toAuXp11owL
2.
ao' ,9.
114.
n6ALv
116.
117.
(Metaponto)
118. "&"0"
119.
dSuópov
10-1.
122.E~~~~€vav
121.
~EWV ~aK~pwv
flouAai:a..
12;. ÓLKa'a~ (F)
124.
~Xe:1.
(Metaponto)
aé-&Ev
e:6yuCwv
12 • E-6q> po crova lo
12.
&E6~L~OV (149)
9.
&p}&OÓCKOU (150)
11. ~ la~lJxoua ...
Añadamos que la frase con que acaba el .epinicio,
ó LKa'a~
..
a~ ~ ~XEI. q>plva;~, E~
Pñae:1. aVv &1tav~1. XpÓVWI.
~up'a~ &AKa~ 'AxaLwv.
I
I
I
J
•
690
relaciona el pasado m1tico con la victoria pitica actual, ya
&AK~, 'Axa~wv se refiere tambi~n al triunfo de Alexidamo,
que sigue los pasos de sus antepasados legendarios(15l ). Hay,
que
en efecto, muchas responsiones verbales entre el cierre y la
alabanza del vencedor en los vv.15-39:
f~~o~p~~ov
114.
(Metaponto)
~oP~~~P~~9Y
30.
(Metaponto)
(mismo v.)
auv &e ~~xa~ (F)
115.
[&AA« ~~xa ~%OVEP~J
31.
(Palmer) (mismo v.),
(contraste)
117.
xpua€ a
(irtemis)
119.
K~oav ~ap'
121.
%&Wv
E6u&pov
38.
xpuoaAáKa~o~
26.
'AA~EOV ~ápa KaAA~p6av (p)
24.
~a~€o~~,
(Ártemis)
34. %EÓ'
(contraste entre 121 y 34:
~xi
la divinidad decide el
to o el fracaso)
123-4.
&~Ka'a, 80~L'
&CKa, KÉAEU%OV EC
26-7.
~~
~~, &~l~pa~Ev 6p~a,
fXE~ ~p€va,
(contraste)
2~.
Tambi~n
KE Cvw ~ TE oUV ~~a~ ~ (p).
son numerosos los ecos verbales que se estable
cen entre la 'coda' final
y
el mito propiamente dicho, ya que
importantes temas que aparecen en éste se repiten, como hemos
comprobado anteriormente, en aquella:
113.
&pr¡.'~ CAO ~~
114.
emto~p6~ov
• •• 'Axa~ot~
60.
%EO~~A€~ • ••
75.
& ~w~ C1t1tO ~o
" APTo~
80.
t~~6~o~ov (F)
101.
e'JtmSKEo ,
691
114.
fnno~p~~ov
95.
~~AO~P~~ov (152)
114.
~~A~V
57.
tl~u, 78.
.
(Metaponto, la
nueva ciudad fundada)
'Jt [~A]
~ ~ (F)
(Tilinto, la nueva ciudad
i'undada)
116.
va:Cel.' tp)
61.
va:tov (p) ,BO.
117.
AaJJSV (F)
67.
Aa:06,
110 •
ot
tlAao,
11Bss.
~€ ~o 1. •••
tcacff.1evo 1.
.
no~t Ka:AAl.p~a:V (p)
96.
AQuaov
np~yovoLt
74.
ye:ve:áv
XP~VU)l. (153)
59.
f~o~ OéKa:~OV
119-20.
120.
~lf.1EVO, ~wf.16v ~E ~e:üxov
+
Káaa:v ~a:p' e~uopov
119.
va:tov (p)
¡ti • •
121.
-&ewv
60.
-&EO~LA€<;
62.
~f.1'.e·e:OL
79.
&v~ C.seo 1. (F)
(mismo v. 121 y 79)
122.
E6K~I.f.1€Va:v
123.
Xa:AKO~páxwv
123-4.
123.
(F)
OI.Ka:Ca:, •••
(p)
~p€va:,
Ot.Ka:Ca:, (F)
72.
K~'l;e:"v (p)
62.
xa:AKeXan "oe: ~
45.
~p€va:,
68.
&IJ.E~POO CKO L~.
(contraste)
En cuanto al epodo final en s1, hay varias palabras que
se repiten en breve espacio:
114.
~~AI.V
114.
, AXa:Lot, (F)
115. (jvv oE
~t1xa 1. (F)
xp~vúa
..
125. cWv
111ta:v~L
XpÓVWI.
122. e6K~I.f.1€Va:v (F)
119. dSuopov
120.
122. 1tÓAI.V
,
126. AXa:t.wv t F )
(F)
125.
Xp~vw ...
692
Por último, el orden de palabras de los vv.113-126 pro
;x>rciona un caso de "distracci6n" (vv.113-115):
~V~EV KaL[ap~t~'~OL~ avopEooLV I<~~> Enn. nÓ~Lv I~'-A-X-~-LO---L~~I
I
I
~anEo·
I
,. otro de flenmarcamiento" (vv.123-124):
oL,(.a:Ca~ 8cr'tL~
fXEL
'PP€va~
I
e~
el que destaca la relevante posici6n de la importante pala
bra oLKa; Ca<;; (154) •
Hemos ido comprobando, en suma, que el epinicio 11 es una
oda algo extraña, desde el punto de vista formal,dentro del
corpus de Baqu!lides, con un final algo abrupto si se quiere,
pero con una unidad evidente entre sus distintas secciones, y,
dentro de cada una de ellas, entre las diferentes partes en que
se dividen. La figura de 1rtemis tiene una "funci6n integrado
ra rt , es decir, sirve de enlace y vinculo entre cada una de las
secciones de la oda; desde el punto de vista formal, la unidad
de cada parte y la relaci6n entre cada una de ellas es marcada
por las repeticiones verbales y por el uso continuo de la "com
posici6n en anillo n • Rechazamos, pues, categ6ricamente la nega
ci6n absoluta de la unidad del epinicio que han censurado di
versos autores(155) y que aún podemos leer en trabajos relati
vamente recientes, como el de Townsend(156 ), para quien Ba
693
quilides ha compuesto el poema "in Hesiodic catalogue manner,
writing down whatever strikes him at the moment instead of
planning the whole ode and its emphases ahead".
Hay que hacer menci6n, finalmente, de un problema textual
que afecta a los vv.119-l20.
VOL taa~~€VOL ,
r·re lecci6n del papiro es npóyo
que parece una corrupci6n por diversos moti
vos: por la sintaxis, por el hiato y por el esquema métrico,
ya que esperariamos
u---uu-
y no
uu--uu-
do defendida por Jurenka, que sobrentiende
otra posible dificultad métricf
; aún así, ha si
etaCv • Hay, además,
y es que en el corresponsal
,
){.á~ov
daría 1u
gar a brevis in longo, indicio ce final de período, por lo que
no sería posible en los vv.119-l20 ....n flcolon-continuolJ (el otro
verso corresponsal, 35, no nos ayuda, pues la palabra final es
~po~wv
). De todas formas, se podria admitir perfectamente un
alargamiento de la ~tima silaba, )(.á~ov (157).
Las distintas soluciones dadas para arreglar el texto han
sido recopiladas por Jebb(15 8 ) y Cataudella(159).
En primer lugar, se intent6 resolver el problema (si es que
lo hay) de la brevis in longo del v.?? modificando la lecci6n
del papiro en este lugar, con todo el riesgo que supone cam
biar un texto transmitido (aunque los cambios sean mínimos), que
además da perfecto sentido, en base a un texto corrupto casi con
toda seguridad. Platt propuso
){.á~ov~·,
pero, según Jebb,
~a
forma media s6lo aparece en griego pre "üejandrino dos veces
(Il.18.34l y Od.9.l30), y en ambos casos no es mera sustituci6n
de la activa por comodidad métrica, sino que tiene un sentido
694
distintivo (t'construirse algo con el propio trabajo, con las
propias manos "). RAbil es la leve modificación de Maas (
AOV~&~
.a€
en lugar de ~A~OV~&~ ), pero la mejor solución seria,
creemos, considerar que hay un alargamiento de la vocal ante
-v •
En cuanto a las propuestas para corregir los vv.119-l20,
podemos dividirlas en dos grandes grupos: las de quienes admi
ten un "colon-continuo" y las de quienes no lo hacen.
Dentro del primer grupo, Wilamowitz conjeturó npoy6vwv
toollll€VWV
, que aceptan Blass, Taccone y Festa¡ Jebb y Schwartz
leen tambián
taallllévwv, pero en lugar de
go británico prefiere
npo VIlOt' y el alemán
Platt(160) se inclinaba por
llloC
~POYÓVOL<~ ~f>;
TIP~ youvot' y Headlam por nll~pWwv
(u--), que habria sido glosadO por
~aallv
~poyóvwv el filólo
npóyovoL (uu-).
de Palmer, con puntuación tras AIlWV
TIpóyovoL
(v.ll?), ha
convencido a Kenyon y a Crusius(16l); pero ya Blass demostró
que tenia muchas cosas en contra: el hiato; la forma activa del
verbo, rarisima en lugar de la media con el significado reque
rido por el contexto; el hecho de poner en boca del poeta una
afirmación que carece de base(162). Jebb(163) resolvia el pro
blema del hiato y de la forma activa
dia
~aaav~o
leyendo
.&€aallv,
~aallv
en lugar de la me
aunque ál mismo, en su edición
comentada(164) considera esta enmienda Umetrically untenable".
Tambián presuponen "colon-continuo" las conjeturas
~ Lllwa' de
\i. Theiler(165) y npóyovo L
~O
~aallv OIlOÜ , "piantaro
no tutti insieme", de Cataudella.
J. S. Lasso de la Vega(166) ha propuesto la siguiente lec
tura:
695
.
¡WV
~Aao~ ~l ~o~ f~€p6€v·
K~oa:v
1ta:p'
d~uopov
1tPÓI'OVO ~
<€ta>voa:v ~~ot rrp~á~o~' ~1t€C •••
.
AAOO~
seria el segundo complemento de va:
,
'
~
€~~.np0'Y0vo~
con
correptio epica (en la oda que comentamos se da tambián en los
versos 12, 24 Y 118(167» daría una secuencia --u---uuu, es
decir, - EUu , que encontramos también en 3.83 (y qUiz' 8.28)
a comienzo de período, y en 3.40 con nombre propio(168); compá
rese, en Píndaro, !.5.6, 10 y 12(169), 1.2, verso 6 del epodo,
1.4.54b, 1.6.63 (nombre propio), y qUizá Q.3.35 y
~.4.253.
Para (EfO'':>T)aexv con la preposici6n 1texpá + acus., véase
~~~E ~o~€va:~
Hdt.l.99.l:
na:pa ~a:O~A€a: ~DO€Va:. El verbo está
bien atestiguado en Píndaro
(~.4.l20, ~.lO.32,
li.lO.16,
~.169.
18). Para el preverbio Et~- en Baquilides, 21:..- F.¡,.20D.8.
rrp61'0Vo ~ •••
f~o'
seria el "yo coral H: es el coro de
metapontinos el que habla de sus antepasados, no el propio poe
ta. Asi, los vv.119ss. recogerian lo dicho en los vv.113-ll5,
pero ampliando los datos, como ocurria en el caSO de los vv.
92ss •.
Finalmente, puntuando tras
l~EPÓ€V,
la nueva frase que
comienza en el v.119 seria muy se~ejante a Pi. !.7.33-35(17 0 ):
napa ~lro:v &~cpaA.bv €OPUlf.ÓA1tOU
~ÓAEV X~ovó~ - !v rru~'oLa~ o~ oa1t€oo~~
lf.Er~exL
-
rrp~~~ou
1tÓALV
NEOn~ÓA€~O~ ~1tEt npá~Ev,
otros autores consideran que en el v.77 hay brevis in 10m
~ y
por tanto fin de periodo, lo que haría inadmisible
un -cO
lon-continuo!f. Dentro de este grupo de propuestas, contamos cea
_____
.,.''0
_
696
una segunda conjetura de Wilamowitz(17l),
A~O~
npo ~ov ~ooa~ TIú
, de acuerdo con Estrab6n (6.264), quien transmite una le
yenda según la cual los pilios fundaron Metaponto tras la caída
de Troya; presenta la dificultad de ~oaav en voz activa.
Maas(17 2 ) leía &~ao~ ~6 ~o~ f~Ep6EV Káoa ~ap' EOUÓPOV
~60v looav~o, <KAUT~V) ITp~~~o~' l~EC
••• , pero son demasiados
los cambios que deberíamos admitir en el texto. Tampoco con
vencen las propuestas de Carey(173),
(de nuevo
~€vwv
n6pov laoav np6yovo~
looav en voz activa) y de Edmonds,
(~o~
np6~wv ~o~'
tooa
••• ~o&', "t6 tienes").
Turyn(174 ) prefería
!~oo~ ~€ ~o~ f~Ep6EV K~oav nap' EOUOpOV
K~Coav otó' ~aoá~Evo~ , aceptado en parte por Maehler(175), que
mantiene
~EVO~
K~Coav
pero sustituye
otó'
~aaá~Evo~
por
o~a&~aoá
Si hubiera final de período en el v.119 y fuera correcta
, según Pi. 0.10.45.
(aunque arriesgada) la idea de Wilamowitz de leer el nombre de
los pilios, que habría sido expulsado del texto por su glosa
np6yovo~ (176), se pOdría haber dicho, por ejemplo, nu~Cwv
,
\./
KEt~' tooá~EVO~
(!~oo~ ••• nu~Cwv: "santuario de (alzado por)
los pilios"), sin puntuaci6n fuerte tras ~aWv , V.ll?(l??).
En B.9.46 el papiro tambi~n lee
ErrONOI, cuando lo correc
to es ErrONQN. nuA.CWV rimaría con sus corresponsales
(v.35) y
17.39.
Ká~ov
KEt&~
~po~wv
-
(v.77); sobre la sinicesis, cf. KvwaCwv
en
.....,.
est~
atestiguado en 9.10, aludiendo a la funda
ci6n de los Juegos Nemeos en honor de
pasado legendario.
nu~Cwv
Arqu~moro, tambi~n
en un
sería el sujeto de la frase siguien
te, que no se vuelve a repetir, como en los vv.6?ss:
~ao~~ ~E ó~xoo~ao'a~~
697
ACOOOV'tO ó€
•••
Quizá tambi~n cabria, aunque los cambios son mayores, TIu
ACUlV,
lf.'tLO.&EV 'to 1táACU,
.....,
y v.121 EÓlt't&.~€vav
hay varias
'to 1t~Aa&.
palabr~s
(~AOO~ ••• lt'tl.o.&lv). e:f. v.72
,
X'tCCE&.V
(ya hemos señalado que en el epodo :final
,
que se repiten, 1tOA&'b'
,
L
'
Axa~ub'
xpovo~
);
en Fr.5.2.
Indicamos, :finalmente, otros ecos verbales observados a
lo largo de la oda:
Dentro del mito.
'tJ q: ~
40.
(p )
43.
't'cf~ (P)
85.
, 53.
'tato..v ól.
'tov ó(l) (p)
106.
'tov ó (l)
(p)
110.
'tal.
(p)
126.
aO"t&.~
Ó (€ )
,p)
(tautom~trieos
43 y 85, 40 y
126)(178~
73.
KpovCóab (F)
123.
41-2.
1tOAt1A~ [&.]
O"tov
50.
' A't PE Lóav
1tOA~
70.
41.
lf.a'tivaooe
42.
e~1tE1tAO
&.
,63.
1tOAUC~AW&.
1tOA~lt P&..&ov
91. )f,~'tE:XOV (F)
119. d5uópov
t
93 y 94. Ka't&
122. E&r.'t &.Illvav
103. l~a'Ya'YEtv
43-4.
lpa'twv ••• ~EA~~PWV
118. !AOOb 'ti 'to&. tllEp6ev
698
44.
44.
44.
"Hpa:
, 51. 1ta:p€opou
(F)
107~
"lipa:v (F)
(tautométricos
51 y 107)
A~aaa:c;
102-3.
1tápeppovoC;
123-4. OI.Ka:Ca:C; ••• cpplva:c;
51. 1ta:plopou (F)
103. 1tápcppovoc; lP)
119. 1ta:p,á)
45. 1ta:PO:1tAfi'yl.
47. yCLp
48.
~'t" 1.
59. yCLp
~'t"oc;
, 64. 'Yáp
55, 72, 114. (tautométricos 72
l;c;
y 114)
48. 't"€(.lEVOC;
110. 't"€~EVOC;
50. O'cp€'t" EpOV
71. Ó1tAÓ't"EPOV (F)
51. 1t POcp€ PE 1. V
119-20. 1tpóyovol.+
51. 1t po<p€ pe: 1. V
89. a: Cx~o<p6po 1.
51. 1t a:'t" € po:
96. 1ta:'t"11' P
(Preto)
(Preto)
106. clpl.O"'Co1tá't"pa: (F)
91. f3 cal.
.54.
• ••
58. c{yua.ác;
~F)
61. !OEI.O'I.¡3Óa:1.
88 • l; V
O"'C
€ pv o 1. O' 1.
103. ~~a:'Ya:'YEt'V
64. &:~a:I.~cñtE't"OV
68. c{tJ,E't" po o CKO I.~
84. !cS~a:'t"o 1.
105. !l;u'Ya:~
109. &-&€wv
63.
O'~v
115, 125.
(Zeus)
699
JO.
...
&V';E CVW\i
119-20.
65.
KO:OLyVT}';OL~
7'+.
65.
&1t(~)
82. &1tEOOÓ~EVO:L
67.
&LXOo,;O:OCO:L~ (F)
102.
yEvEeXv
,
&UO';~VO LO
112 • t O't' o:v
77 • K ÓKAW1t E ~
99.
~OW1tLV
78.
KAE LVaL
80.
KAU,;6v
8'+. .&ÓYO:';PE~ \F)
99.
.&\1yo:,; pJ q;
86.
VLV
89.
VLV
91.
K<Í';EXOV
95.
99.
,
124.
fXEL
~T)Ao,;p6<pov
111.
~~AWV
~OW1tLV
104.
~oü~
10'+. ';01.
(F)
118. ';01.
(!.rtemis)
111.
~LV
(Artemis).
Entre el mito y la seeci6n inicial.
41.
KO:';€VO:OOE
91. }l.á,;txov (F)
93 y 9'+.
41-2.
Ko:,;á
1toA6A~lLJO';OV
:1.7.
50.
1tOAÓ
63.
1toAul;~AW"
70.
1tOAÓKPL'&OV
42.
KOÜPO:L
42.
dhE1tAO L
(F)
,109.
119.
Ef}v6pov
122.
E6K~~~évo:v (F)
43. ~~
,103. t~O:YO:'YEtV
44. 1tO:YKpa:,;~~
KOÓPO:~
9.
KOÓPO: (p)
10-1.
12.
36.
1tOA€E~
tK
Edyu Cwv
ElJ<p pooóvo: "
1tpóyovo 1.1
700
~1tO:v,;¡,
125.
44.
1tO:yKPO:'t'~C;
-
46 •
45.
45.
20.
K pCC'tE pac;;
12.
E(,q> pooúvo:&.
'K po:'t' Epo: &.
q>p€vo:C;;
103.
1tápq>povoC;; (p)
124.
cp pEVO:C;
,
5.
1tO:PO:1tA:TlY 1,
51.
46 •
28. 1to:y~€v(.tH.
:no:pé'epou (F)
1tO:PLO';O:¡.t€VO:
26. 1tápo:
103.
1tctPCPPOVOC;; (p)
119.
1to:po:
(mismo
v. 103 y 5)
,.
r: E ú~a: o t a: )
84. ltell-O:';ol,
105.
47, 59
lfr:uyo:c;;
y
64.
yáp
l.
[yáp]
49.
1tOpq>uPOr:WVOLO
16.
~o:-&ur:wvo [&.oJ
49.
~Eac;;
12.
-&EÓ';LIl-OV
(F) , 58, 60, 62,
79, 109 (F), 121.
34.
, 24.
-&EÓC;
50.
q>cto;tOV (p)
24.
q>crow (P)
50.
Oq>€';EpOV
37.
&ypo,;é'po: (F)
71.
51.
d1tAÓ';EPOV (F)
1to:'t'€po:
96.
(Preto)
1t0:'t't) P
2.
1t0:'; Cri' p ( Zeus )
5.·
1tO:PLO';O:Il-€VO:
(Preto)
106. &pLa';01t(X,;po: (F)
51.
r:0:~€0"C;
1to:pÉepou (F)
(Zeus)
(Rera)
(30.
(único caso en que se dice
fepo:v]
(Nike)
~ebb)
de una esposa)
52.
OEIl-VOU ~LÓC; (p)
52 •
~ "eS c;;
,
73. ZEú C;;
25.
( p)
5.
d:yvoü néi\o1toc;;
ZT]V C (p)
I
701
21.
naA C\/'t ponov
54-.
54.
naA CV't ponov • • •
57.
lío'tu
114.
61.
nÓAI.V
,122.
a&EI.OI.~ÓaL
,
74.
nói\.l,v
64, 68, 84,
5-6. a-&av cÍ't o 1.0 LV
,
(mismo
v.61
,
ouv
ouv
,
~póyovol.t
65.
an(ó)
67.
lh xoo'taoCa1.
, 82.
102.
&uo'tcÍVOI.O
112.
to'tav
~nEootJ~EVal.
2:7.
(F)
5.
nap I.o'ta~éva
9.
6pJ-&0& CKOU
a~E'tpo& CKO 1. e;
:123.
"
12. ao'tu
yEvEav
119-20.
68.
•••
yvw~al.
y 5)
105, 109 (F)
63, 115, 125.
,
vOT}~a
n[6h.J~L (F)
,78.
&:né'tpanEv
~~é'tpanEv
I
I
I
&I.KaCa<; (F)
-
(mismo
v. 68
y 26)
68.
~pEl.nOV (p),
69.
nat&ae;
14.
70.
ya e;
23 (¿y 31?). yaral.
74.
't I.~Wv (p)
2.
72.
~EOEI.V
20.
23. nEoóv'ta
33. ~éA.aOOEV (F) (180)
~~EOOV
,
, 32.
nat&a
['tI.~ávJ
nato (a)
(Hense)
12. .sEÓ't I.~OV
76.
O'tUyEpWV
9.
78.
ÓnEp<pCai\.OI.
36.
78. i-tAEl.val. , 80.
81.
nEpI.Ki\.E I.'to'
KAU't6v
l.
~L'tuyóc;
~~l p'ta'tov
L KA.U't cÍv]
39.
(tautométricos)
(Hense)
'tOl;ÓKA.u'to e;
(mismo
v. 81
I
I
I
I
I
I
I
I
y
39)
I
~
702
Ká~~~o~ov
79.
95 •
(p)
Ka;i\~ ~ póa;v
26.
Ka;~~ ~ póa;v
Ka;i\\c.xópwC.
32.
(tautom~tricos 81 y 39)(181)
¡3a;-&uJ ni\oKá~ou (F)
8.
/;e:. Cva;
85-6.
86 y 89.
,111.
v~v
~~v
lf~t-pa;Ke:.<;
87-8.
90.
~e:.~~I.X'o~<;
91.
xe:.~pwv
91.
'
Ka;~eXov
(F) , 124.
92.
~e:.~€ou<;
tF)
95.
~ f)i\ o-¡; pócpov
-
, 100.
"
na;)'/; Évw c.
15.
vJ
18.
&~t-p (C)
~Xe:.~
-
(mismo v.)
Xe:.~pwv
11.
ijo [a;'t'l]
XOUO ~
~É~o<;
.
no p-¡; ~ -¡; pót-pov
..
30.
' ' \ '\
'
no-¡;~
Ka;~~~poa;v
Káoa;v na;p'
'Ai\t-pe:.ov nápa;
26.
e:.~u&pov
(tautom~tricos
96.
tKa;ve:.v (F)
30.
t'K.€o-&a;~
98.
Aa;~ou<;
16.
Aa;~ou<;
100.
v~v
"'"
36.
6.
22.
ri\uKúÓWPe:.
l.
xe:.~pa;<;
,
~v
(mismo v. 114-30)
95. Aouaov
119.
28.
(F)
npo<; a;6r&<; •••
~e:.A'OU
Ka;Ai\~póa;v
96 y 26)
(F)
(F)
23 (¿y 31?).
npo<; ra;Ca~
(contraste)
101.
~e:.ACOU
104 y 118.
108.
112.
112.
&:lA ~o<; (F)
22.
~o~
2.
Ka;i\uKoo~e:.t-p~vou<;
xopoú<; •••
,
Xo pou<;
0'0 e
9.
o€-& e:. v
a~Ét-pa;vo~
19.
rUva;~Kwv
,
29.
11-2.
O'~e:.t-pa;vwoá~e:.vov
703
Rimas y construcciones sintácticas tautométricas.
Estrofa.
!.:.l.
l. NCxa (p)
99. x 'XAn [1. O'IU':
>
lq> ó f3.:J2e:t..v
15.
t.~ CA] o y e: v,; ,
15.
[vJ.!y
43.
"Cá, (p)
T 1. púv-&-.!'2Y
,
85. "Cov
43.
l~ !p~"Cwv
85.
-
.i
v.2.
2.
1ta"Cí,1Íp
43.
57.
-e:tAEV
axoe;.
,
44-. 1tayx pa"CT) e;
16.
f3a-&v,wvo [l.oJ
58. -&Eoó¡.¡á"Cove;
44.
¡'¡EAá-&pwv
86.
58.
d:yvl.á, (F)
100.
¡.¡€pl.¡.¡va
1tPoe; a'6yáe;.
~.
3.
[ofJpavl.óav]
+
3. 4
3.
4 silabas
óq,Ct;v[yo,
cpáayavov
87.
101.
101.
t 1tmS'K E.Q5.
(ambos epitetos a principio
de verso)
1tapa1tAiiy 1.
,
59. yap.
18.
d:v-&€wv
46.
d:váy'Kal.
18.
' AAE~ [Cóa] ¡.¡OV
60.
-&EOq>I.A€e;
45.
-v.4.
60. (misma construcci6n sintác
46.
tica)
46.
d:váyKal. (F)
88.
88.
a"C €
102.
pv2..! eH
1ta~al.
óvO'''Cávol.o.
704
!.!.2.
5.
5.
1tap 1. O't'aj.l É\I a
2
19.
+
5 silabas
,
O't'€q>a\lol. (F)
47. 1ta P.&€\I ea 1.
47. 1tap.&€\I Ca 1.
(F)
&ó€~al.~óal.
61.
Cw 1.
1t€Ó
19.
O''t'Éq>a\lo 1.
61.
89.
a t Xj.lO q>ó po 1.
89.
\I~ alXj.loq>ópol.
,
1tapq>po\lo S;
103.
a l X~oq>ó po 1. •
89.
-6.v.6.
Xpl.\I€ I .S;
20. K Cppas;
6.
&.&a\leX't'oI.O'I.\I
90.
~e:I.AI.X'OI.S;
62.
xaAxáO'1t I.Ó€ S;
,
e
20.
K. ppas; !1t€O'O\l
90.
j.lú.&o 1.0'1. 't'€
j.l€ I.A I.X Co~
104.
.&úO'w Ó€.
't'01. € "I.XOO'1. ~OÜS;.
!.!2.
7.
1táAas; , 49.
21.
&pe:'t'as; (F)
105.
21.
-0'1.\1
63.
7.
Ka'
91.
91.
,
Ka't'€ X O\l
--
(F)
-X as;
1ta\l\lCxol.<o)
1tOpq>uPO~W\l~
49.
7.
.&€as;
,
O'U\I
105.
!:.&.
8.
[~a.&u] 1tAOM.eXj.lOu
64.
106.
.
&pI.O''t'o1teX't'pa
50. .ól , 92.
22.
€ [ 1:]Ó€
22.
O(,K fi['t]Ó€
50.
q>áO'~\I
64.
\le:I.XOS;
50.
óÉ
64.
'}'ap
50.
O'q>É't'€ pO\l
64.
&j.lal.j.leXx€'t'o\l
(p)
(F)
lOG.
't'pI.O'xaCÓ€Ka
-
't'ou Ó' fKAU [e:]
,
-
705
,
50.
cpamc.ov
~.' ,
9. K..QYpa
9. O'É-&e:v
(p)
,
9. Koupa
ELtui'ó~
(p)
9. Koúpa;
_.-
92. 't' P l.2.?ia' Oe:Ka;.
51.
n", oú't'úJ 1.
51.
~av.(ta,
65.
~ "'l1xpa,
107. -&l1Pomc.óno~
-
-- -
(93.
9. 6p] -&00 CKOU
,
jlT}va~
e:l,XOjlÉvou
107.
23. Ke: \, VúJ 1.
51. n",oú't'úJ 1.
"
1.
23. ajla't'
61. na't"Épa
65.
~"'l1xpa~
93.
93.
~",a;v
10'1.
-
-
(F)
Ka,;a, )
jlT}va~
v
Hpav •
Y.!1.Q..
24. O€ Kat."
66.
,
94.
't'& Xa:"f I
(10. Me:'t'] anóv't' 1.0V )
,
24. cpaaw
94. cpe:üyov
e:l, pu~ ca (F)
52.
't'e: Ka; e
94-.
, 108. -,¡a:üa&'
' Apx.ao.f~v
52. e:l, p I.~ Ca (F)
108. Ka"'UKoO''t'e:cpávou~
66.
' AK Pt. O' CúJ t. (F)
94-.
11. K(a't"ÉJxouO't.
.
67.
11.
vÉúJv (F)
109. &-&ÉúJv
25.
nÉ",ono~ o~nÉool.~
53. OE
,
1:. '
ApKaul.av.
v.11.
-
o I.xoO''t'ao'a: .. ~
xo",wO'~jlÉva
(109. d-&ÉúJv
25. ~i'VOV rrl"',ono~ oanloo 1. ~
25. 2
T
3
+ 3 silabas
67.
)
",aoú~ 't'-=- o L x.~'t'~o Ca:
109. (también construccj
táctica inversa)
53. ol
67. 't'e:.
706
!.d,g.
54.
1ta:ACv'tponov
&¡J.e'tpoóC}tol.~
68.
12.
~e
26.
,
a:~1' CKa:
110.
}ta:1.
' AAcpeóv
26 y 96(182).
Ka:AAl.pÓa:V
96.
AOUOOV
56.
1ta:ACV'tP01tOV
K€Aeu-&ov
68.
~ pe I.1tOV
68.
~e
110.
-001.
&¡J.e'tpoóCltol.~
68.
26.
(54.
~~ 'teüxov (183)
v.13.
13.
~¡J.veüol. &€
(p)
N
cpeuyov & Oc É)
55.
69.
ACOOOV'to &€
111.
xpa:'tvóv
13.
nU.&l.óvl.ltOV CF)
55.
~a:V'cpUAAOV
55.
cpet;'Y ov ~po~
69.
ACOOOV~o
111.
111.
v.14.
-14.
1ta:!óa:
(óJ y
Xpa:t'vóv 'te
a: 1: ¡J. a:~ 1. "
28.
1ta:y~€vwl.
28.
xa: C'ta:v
14-.
-&a:,,~
14-.
1ta:!óa:
56.
o¡J.ep6a:A€a:V
14.
.&o:T)~[BY
70.
1tOAÚKPI.-&OV
14-.
1ta:!&a:
112.
28. 3 .... 2
+
3 silabas
~e
x.a:C
56, 112.
,
28.
Xa:C~a:v
56.
cpwva:v
28.
~Aa: Cal. CF)
56.
fet'oa:1.
28.
1ta:y~€vw 1.
70.
yav
,
112.
to~a:v
1ta:-
)
707
28.
98. Aa'toue;
28.
112.
56.
-
'Yuv~xwv
70. A.axóv'tae;.
tEtoal. (F)
EpOdO.
v.l.
29. o't E<pa~oálJ,~Y...Q.Y (F)
-v.2.
~P'Ya:A.Éa:v 1tEOE'tV
72.
t1t1to'tpó~ov 1tó\I.V
114.
114. lfVÓPEOO~ (le;>
l
72.
1tPLV
72.
~Pla:A.€a:v
114.
-v.4.
32.
1tarÓ (a)
116. VaCEI.e;
t1t1to't pócpov.
116. ~.
32. lC.a:A.AI.Xópw1.
!.!.2..
33. 1t€~aooEv
75.
117. A.aWv
ÓI.W~'1t1tOI.O
117. ófo1tol.va.
y&..
34. d]~A.(l) (p)
118. ~AOOC;.
!.&2.
35.
-
~ po'twv
v.B.
36.
(F)
XE l.{:lJJv
78. Ó1té:P'¡J Ca:A.~
77.
xáfJ.ov.
78.
xA.é:l.vac.
120.
TIpl.álJ,o 1. (o).
38. xpuoa:A.áxa'toe;
122.
1t€p~v
38. A.1.1ta:páv (F)
122.
e~x 't L.lJ.É v a:v
---
v.l0.
80. 2 + 2
+4
sílabas
122.
708
(id~ntica
estructura sintác
tica).
39.
v CKav
12:;.
' A"t'pe: LOaV
39.
fOWKe: (F)
12:;.
Ól.KaCa<;
81.
1te:Pl.'KA~"t'OC
12:;.
' A't"pe: l.Oav.
!.!li.
-
<pe:u'Y 0v •
N6tense
tambi~n
los siguientes casos de aliteraei6n:
v.25 - néAono
<; ,=:-..:::::=:
óa1tÉoo l. <;
-
vv.5D-51
<p~m.f.ov O€ 11;OAO O",!É't"e:pov
1tA-oú't"Wl. 1tpo<pÉpe:l.V 1ta't"€pa !;av.&a<; 1tapÉópou
vv.2D-21
-
KCppa<;
f1te:oov
'Kpa"t'Epa<;
..=- ... _ -
~_pa
. - -1tavv Clt.O
- L(o> 1táXa~
vv.77-79
"t'e:LXO<; OE KÚKA-W1te:<; Xcl¡.lOV
~A.&ÓV"t'e:<; ó1te:pepCaAOl. KAe:LVal. 1t[ÓA]~l.
xclAA LO""t'OV,
Blass(l84) resalta la aspereza de los sonidos en los vv.
85-88, frente a su blandura en los vv.89-90; la aspereza rea
parece en el v.91, si bien de manera no tan evidente como antes.
En su opini6n, hay correspondencia entre estos juegos f6nicos y
la diversidad de los conceptos expresados por el poeta.
El esquema
siguiente:
m~trico
que proponemos para el epinicio 11 es el
709
Estrofa(1 85).
l.
-
--uu-uu--
2.
-u---u--
3.
4.
--uu-uuu
-u---u--
5.
-uu-uu-
6.
--uu-uu-
7.
-u---uu-
8.
--uu-uu-
9.
u
--uu-uu---u--
10.
--uu-uu-
11.
12.
--uu-uuu
--uu-uu---u--
13.
--uu-uu--
-u---u--
14.
I
D
-
3
E -
4
-
D
3
e u e
4
D
3
- D
:;
- -
/1
e
I
- d1
4
D u e
- -
II
-
I
-D
-D
- D -u e
III
14 theses
B=
18 theses
B=
18 theses
3
- D
- D
A=
5
:;
3
-
-
E -
5
3
4
Indicios de final de periodo.
-v.2.
- "b.i.1.": 86
- pausa sintáctica: 58 (comienzo del excurso del mito),
86
- rimas yecos verbales: 58 - 100.
-v.4.
- hiato: 88
XiZ.
-
- pausa sintáctica: 46, 88.
pausa sintáctica en todos los casos, con rima además
en los versos 7, 21, 49, 105 •
.!.!.2..
-
"b.i.1. u : 23
- pausa sintáctica: 23
- rimas yecos verbales: 93 - 107.
•
710
-v.12.
- hiato: 12
- "b.i.l.": 12, 26, ,54, 96
- pausa sintáctica: 12, ,54, 68.
La estrofa se divide en tres periodos mayores, con una es
tructura pro6dica ABB.
El primer periodo mayor se forma por repetici6n de un ele
mento: - D - E -
/
- DE -
//.
En el segundo periodo mayor también se repite una secuen
cia, pero "recortada":
D - D e - dl
/
- D - D ~ e - //
El tercer periodo mayor comienza con una ampliaci6n (por
delante) del segundo periodo menor del periodo mayor anterior:
- D- D- D~ e -
/
; y concluye repitiendo la secuencia bá
sica del primer periodo mayor: - D - E -
l/l.
Epodo.
l.
--uu-uu-
2.
--uu-uu-u-u--
3.
-uu-uu-
D
4.
--uu-uu-
-
5.
6.
7.
-u---u--
/
--u---uu
--uu-uu---u-
9.
--uu-uu-
10.
--uu-uu-
11.
-u---u---u--uu-uu-
-
D U
e
-
5
D
4
3
/ ?
-D
-E
4
- D :!: e
5
- D
3
-D
3
/
//
E - e
D
=
18 theses
3
E -
//
A
3
//
--uu-uu-
8.
12.
3
- D
-
6
3
B= 12 theses
B= 12 theses
711
13.
--uu-uu-
14.
-u---u--
D
///
E -
3
c= 10 theses
4
Indicios de final de periodo.
v.2.
- pausa sintáctica: 30, 72
- rimas yecos verbales: 30
!.:.2..
N
114.
- "b.i.l.": 33
pausa sintáctica: 33, y quizá 117.
L.2..
- "b.i.l.": 771
(v~ase
el comentario al problema textual
de los vv.119-l20).
-v.8.
-v.10.
- pausa sintáctica: 36.
- "b.i.l.": 80
- rimas yecos verbales: 38
!.&. - "b.i.l.
fI
:
N
122.
39, 81
- pausa sintáctica: 39 (paso al mito), 81 (fin del excur
so).
Obs~rvese
que en el epodo primero la periodologia se ajus
ta impecablemente a las pausas sintácticas.
Korzeniewski(186) presenta el siguiente esquema:
vv.1-4:
vv.5-8:
- D / - D: u e - / D / - D E - / /
•
- D - E / - D !! e / /
vv. 9-12:
- D- D // E - e - // D - DE - ///
con una estructura A1 BA2 , y nota agudamente que A2 equivale a
Al , pero ampliado con un elemento
IEI
en el interior. Sin a.
bargo, en el recuento de tiempos mareados resultaria una figu
ra 18-12-22, bastante
asim~trica.
Si dividimos el tercer perio
do en dos, como proponemos nosotros, la asimetria es menor '7 _ ;
sigue siendo válida la observaci6n de Korzeniewski.
712
Asl, el epodo comenzarla con tres perlodos mayores en es
tructura pr06dica ABE, a los que se añadiria un periodo final
e,
que en los tres epodos supone un cambio en el desarrollo de la
acci6n. En el primer epodo (vv.4D-42) constituye el inicio del
mito
despu~s
de la secci6n inicial de la oda, a la que pertene
ce el resto del epodo. En el segundo (vv.82-84) supone el retor
no a la narraci6n principal tras el excurso sobre la fundaci6n
de Tirinto, en el que se incluyen los once primeros versos. Por
fin, en el tercer epodo (vv.124-l26) el periodo
(con encabalgamiento de la importante palabra
e
comprende
oLXaCa,) la fra
se que cierra el poema sobre las inmumerables hazañas de los
aqueos, entre las que hay que contar la presente victoria de
Alexidamo en Delfos.
Los dos primeros perlodos mayores, cada uno de los cuales
se compone a su vez de dos perlodos menores, están articulados
en "inversi6n rf :
- D
D u e - I D D E - /1 - D - E I - D ~ e /1
I
Los dos perlodos menores del primer periodo mayor comien
zan con un elemento 'D' que falta al inicio de los dos perio
dos menores del segundo periodo mayor.
El cuarto periodo mayor es una repetici6n "recortada l1 del
tercero:
- D - DIE - e - /1
D- D
E -
l/l.
_..-------~-~~--~~
713
El Uc6digo" del "-rinicio 11 queda como ~GUe:
Me ;"HFt_VlL-Mv(187))
M III
!VI
II M II
t-I
II
LV
II
LV
M
11/ M II
M
II
111.
,
,
714
NOTAS A ODA 11
(1) Carecen de base los argurr:entos con que I\1erkel bach 2 ha in
tentado demostrar que la oda se compuso para celebrar una vic
toria conseguida en los juegos de Artemis en Lusos; véase la
refutaci6n de K5hnken l. El triunfo en unos juegos locales, en
efecto, no sería demasiado consuelo para una victoria olímpica
frustrada. Por otro lado, no es tan extraña la tl c ol aboraci6n lt
de Apolo y Artemis para conseguir sus fines (cf. Pi. P.3); en
B.ll Apolo ha concedido la victoria a Alexidamo por iñtercesi6n
dp. su hermana; n6tese que en los vv.15-16 se llama al dios llq.
[AJOYEV~~ ueo~ ~a~uCwvo[L~ Aa~oü~, Y en los vv.98-99 a Arte
mis <po!.V UI.O'H. [paót'¡..Lvo] LO Aa~ov~ ••• f.&ú'Ya~pJ c¡., destacándose lo
que más une a los dos 'hermanos, el ~ugar tle nacimiento y la ma
dre.
(2) Snell, pp.XXVIII-XXIX y XLV, por razones métricas; Pieper,
pp.24-25.
(3) Severyns, p.95; Gentili, pp.21-22.
(4) Cf. Taccone, p.lOl.
(5) Pieper, p.24.
(6) Ya lo
notw~
Taccone (p.lOl) y Pieper (p.25).
(7) Maehler, II 203.
(8) Cf. nuestro capítulo dedicado a la "Invocación Poética",
pp. 9226S. El carácter hímnico ha sido observado por Pieper
(p.26): ap6strofe seguida de frase explicativa introducida por
yáp ; ~enealogía (vv.2 y 9); lista de funciones (vv.5-7); re
~etici6n del pronombre personal (vv.2 y 9); finalmente, peti
ción de asistencia. Sobre el himno en general, véase la bi
bliografía citada en el capítulo dedicado a la nInvocaci6n
Poética n , p.947, n.20.
(9) Hense 1, p.319.
(10) Véase también Pi.
:E. 2 • 89:
(.eEO~)
fÓWXEV
¡..Lt'ya xÜ&o~.
(11) Se trata del IlDu-Stil '¡ de Norden, Agnostos 'I'heos, pp.
143ss.; cf. Thummer, II 83-85 Y 87, así corno nuestro capi
tulo sobre la flInvocaci6n Poética", pp.93D-931.
(13) Plautinisches in Plautus,
-
(12) Cf. también 0.10; véanse nuestras pp.929-930.
Berlín 1922, p.l02, n.l.
(14) Véase Norden, Agnostos Theos, p.160, donde estudia la oda
a Roma de fvlelino: Xat'pt' ¡..LO!. 'IW¡..La ••• 0'0'1. ¡..L6va, 1tpÉO'~LO'~a;,
•
715
6€6wKE Motpa Kv60~ , cuyo contenido pudiera ser semejante al de
los versos que no~ ocupan; e~ la p.,245. :r:wl se r~.tie~ al Fr.93
de Píndaro: oLo~ anAa~ov KEpat~E ~EWV ~V~WVd ••• ~EV na~Ep :-En
los himnos 6rficos I-.1Ó~O~ rearece en eontextos de este tipo 16
veees, Yóotra vez ~a~~o~ ~o vóo~; numerosos ejemplos de las f6r
mulas jJ. vo~ y npw~o~ Kal. jJ. vo~ eitan Sehmid-StIDllin, .1.2 568,
nota.
el comeptario de Barrett a,E. Hipp.12SD-128l (~.):
oVlJ.nav~wv ~aoLA~Lba ~LjJ.av,
KúnpL, ~WV6E jJ.óva Kpa~úvEL~.
tI jJ.óva; is strietly false, :for Aph. is not alone in her royal
. power over all ereation ••• But Eur. is using, albeit inexact7
ly, a traditional element of ~eek prayer and hymns ••• The jJ.o
vo~
serves to enhanee the de1ty's honour by insisting that no
other god posseses his power ••• or performs this function".
Of.,' A:r. Th.~14l (m,.), Atenea; iS,. Av.1546, PrOl!leteo; .id.
1e.7 y l~ 1d. P~.590 (1lt.), Paz; in. V.392, L1eo; D1pn.
lI'r.86 Koek, -n-iomso.
(15)
V~ase
,
(16) En Píndaro easi siempre es una divinidad el sujeto de
6náCw ; ef. Thummer, ad I.l.ll, 11-12-13; Slater, s.v., p.
385.
-
(17) En este 61timo pasaje Wilamowitz traduee ~E~jJ.Ó~ por
"Aufgabe ll (ttPindars siebentes Nemeisehes Gedicht", SBB 'XV 1908,
p.346, n.2; recogido en Pindaros und Bakehylides, p~O, n.37)
o por "Amt tf (Pindaros, pp.131-132).
(18) TE~IJ.Ó~ no está atestiguado en Baquílides ~alvo en una
eonjetura de Blasa a 3.70 ( ~E~jJ.COV). Sobre ~E~jJ.O~ en Píndaro,
v~aae Gundert, Diehterberuf, pp.64-65 y 135, n.303; Sehadewaldt,
pp.271 y 284; Bowra, Pindar, pp.196-197.
(19) Porph. Phil.282 Wolff; cf. Roscher VII (año 1893-1921),
p.136.
.
(20) Roseher VII, p.142.
(21) Ad 10c., 11 206-207, con bibliografía.
(22) 1i.l.256, 15.682; Pi. Q.l.89; S. !a.657; Hdt.l.40; Tb.l.4.
(23) 11 274-275.
(24) pp.169ss.
(25) Sobre el paso de lo general a lo partieular,
mentario a 3.90ss.
v~ase
(26) Pieper (pp.26-27) opina que en el v.6 KP'VEL~ ~lAO,
troduce la imaginería legal tan frecuente en el poema.
el eo
in
(27) Maebler (ad vv.1-14, Ir 205, y ad vv.6-7, 11 208) ha notadD
el paso del plano divino en los vv .1-7 8i plano humano en los
716
vv.8-l4 mediante &.&avá"t"o.,,~'v "t"~ K<¡L. -&va"t"o¡;~ (vv~6~-7). Este pa
so se reflej a en la opos~c~6n OAtI~nW \. / ME"t"J anov Lcfv • En los
siete primeros versos se habla de la funci6n de Nike entre los
dioses y en los siete siguientes de su funci6n entre los hom
bres.
¡,
(28) Q!. Kriegler, pp.117-ll8.
(29) Sobre &p]'&O&CKOU, véase el comentario a 4.3 y 4.11-12.
(30) Cf. Carey 2; en las pp.227-229 compara las descripciones
de Baqu!lides con las de P1ndaro; véase también nuestro cap!
tulo dedicado a la "Loa del Vencedor", pp .1053-1054.
(31) Cf. Pi. 0.14.l5ss., P.3.85ss., P.8.67-69, I.2.l8. Véase
nuestro comentario al epiñicio 10, PP.578ss.
(32) Más ejemplos en Maehler, ad loc., II 212; véase también
nuestro comentario a 4.10.
(33) Es frecuente que este dltimo dato se nos dé en la "Loa del
Vencedor" en lugar de en la flMenci6n Compleja" propiamente di
cha; cf., por ejemplo, Pi. ~.6.l7.
(34) Véase el comentario al epinicio 4, p.2l2s •• sobre la "técni
ca de contracci6n y expansi6n de los epítetos".
(35) Thummer, I 79-80; Maehler, ad loc., II 214, que cita otros
ejemplos de "victorias arrebatadasi/.
(36) Maehler, ad loc., II 214; esta idea es criticada por Ca
rey (3, p.166), pero es, a nuestro entender, perfectamente vá
lida, y no es preciso imputarla al "duro bundysmo" de Naehler.
En tiempos no muy lejanos se acostumbraba a hablar de "victo
ria moral" para justificar una derrota deportiva que se consi
deraba injusta.
(37) Véase nuestro comentario a los pasajes citados.
(38) Sobre la semejanza entre ambos pasajes, véase el comenta
rio al epinicio 4, pp.23l-232.
(39) TI.~ no es, pues, espec1ficamente "einer der Kampfrichter",
como quiere Maehler (ad loc., II 215). Taccone (ad v.3l, pp.l05
106) observa que un ataque directo contra los helan6dicas po
dría comprometer seriamente futuros triunfos de Alexidamo, de
ah! que Baqu!lides se muestre tan cauto, pese a mantener firme
mente que el vencedor debi6 ser Alexidamo.
(40) En el v.119 la expresi6n K&aav nap' EnU&pOV recuerda
[' Aaw1to) v n&pa nOP9upoO Cvay de 9.39.
(41) '~v na"t"pC&' e6xapn6v -&' Jurenka, pero probablemente haya
que leer ]pav.&' •
••
717
(42) Pd loc., Ir .15, con bibliograf1a; en cambio, Carey (3,
p.165j sI >,msidera necesaria la part1cula.
(43) Cf. Pi. 0.8.68, donde lv ~É~paoLv ~aC&wv &~E~ñKa~o
yUCOL~ se dice del vencedor; v~ase también el aludido pasaje
baquilideo, 9.37-39.
(44) Ad loc., II 215-216.
1-
(45) Pero este pasaje es controvertido; ~. des Places (0
cit.
en n.20 a Oda 6), p.83: "En somme, ~LC; est le pronom de r ano
nymat ••• quelques exemples oa Ir anonymat ••• dissimule une
personne que Ir on h~site A nommer ••• Ce genre d' allusion
convient A un oracle comme celui de Tir~sias N.l.64, oa VLV
(66) doit d~signer A Héracl!s vainqueur de ses ennemis, et ~Lva
l' un au moins de ceux-ci, Busiris ou plut~t Antée tJ •
(46) Cf. Gardiner, Athletics of the ancient world, pp.18l-196,
sobre-rodo 183 y 185.
(47) Que no todo tipo de caídas contaban para el triunfo final
lo aclara Gardiner en las páginas citadas. El imputar a los
árbitros las culpas de las derrotas no tiene por qu~ ser nece
sariamente cosa de ahora.
(48) nEAál;w puede también usarse sin ese sentido hostil que
normalmente tiene; cf. A. Fr.132 = 212B Mette; S. El.220 (l¡r.),
fl!.727-728 (m.).
(49) Ad loc., pp.l05-l06.
(50) La expresi6n ~L~ f~LX~OVCwv es frecuentísima; cf. B.5.5 y
54, Fr.20C.17; Pi. Q.12.7, etc. (v~ase también B.4.l~.
(51) Esta dltima lecci6n ya la propone Maehler, que sin embargo
acaba por rechazarla; no obstante, también Carey (3, p.165) la
prefiere a la conjetura por la que finalmente se decide el fi
l6logo alemán.
(52) Para el valor conectivo de ~pa, explicaci6n de lo que se
acaba de decir, cf. Denniston, pp.32ss., sobre todo 40-41; KUh
ner-Gerth, II 3l78s.; des Places (ttudes sur guelgues particles
de liason chez Platon, París 1929), pp.279-28l. NApa en Baqul
lides se encuentra en 13.164 (con ~]€AAOV, cf. Denniston, p.
¡6) y 228 (en oraci6n condicional; cf. DenniSfon, p.37). OG~E
apa es una combinaci6n frecuente, sobre todo en Homero (Dennis
ton, pp.42-43): Il.l.93, 15.72; Hes. ~.489, 784; Phoe.2.5;
Emp.:B17.,O y'142+Diels, etc.
(53) Carey (3, p.165) estima que
de X~OV,.
Y&L sería inoportuno al lado
(54) Hay algunas coincidencias l~xicas notables entre el epinicio 11 y el lacunoso ~.20C, un encomio a Hier6n:
•
•
~
,
,
,
718
Fr.2OC
13. 't6'tE
14. ~~O~ náyxeCuaov
38. nJoAuxp.[ua,
17 ¿Sa'tw~ ~n~x.&ov~wv
•21. ofh ~1 v' &:v.& pW'J'twv
(cf. 5.5 y 54, también en
unLPoema dedicado a Hier6n)
19. 'tt,;xv]cn
21-22. Ka:.&opal.] AE[t1K~J 1t1tOe;
, Awe;
31. ~EÓ1to[~nov ~]~~A1tO[V
32.
22.
'tlxva:l.~
(también en 13.49)
OOK ~[!]ó€ VI.V áeALo~
(ef. 5.40)
_ ,
11-1~ ~[a:'ttJxoyoLv ~ •• KW~~I.
'tE Ka:L EU~pOOUVa:L ~EO'tL~OV a:O"'tu.
"
(55) véase el comentario de Jebb (p.3OG) a 9.38, ~p~~ TI a:Ca~ :
"The redundant preposition, though'on1y a conjecture, is part1y
supported by X.23 npo~ ya:Ca: 1tEOÓV'ta: • As Jurenka observes, there
is no other examp1e of a p~ep. being added to the dative after
1tEAá,w ". En efecto, cuando 1tEAá~w rige un giro preposici~nal,
la ~repoei~i6n nunca.l1eva dativo; cf, Od.7.254, ~E ••• v~oov
te; QyUY~DV 1tEAa:oáv ~EO~ ; y con 1t~a:,ro-intransitivo Hes. 22.
732 ( 1tpoe;+ acus.); Hdt.2.19.2 y 4.181,4, S. OC.1761, E. IT.
1212 Y !!.1332 ( EL~); ~h.A.888 ( t1t~+ genit;).
-
(56) Cal1.
(57)
21.
~.231;
AE 15.22.1, 15.26.18, 16.299.
Komornicka (op. cit. en Oda 9, n.108), p.87.
(58) Cf. Young (op. cit. en Oda 1, ~.69), pp,lOG,l07: Pi. P.8.
45, .eal"O~a:L / -trta:o~a:~ ; P.9.I'2
tpa:'táv / apE'ta:v i N.9.5r,
ápyUpÉa:LO~ / &pyupaCEoL .-tambi~n J. Jackson, Marg~na1ia Scae
nica, Oxford 1955, pp.134, 148-149, 242.
(59) Aristophanes Byzantii fragmenta, Halle 1848, s.v. "transpo
sitio" , p.301.
(60) LSJ no recoge los dos pasajes de Baqu11ides, s61amente el
fragmento sofoc1eo.
(61) Sobre este adjetivo, véase el interesante comentario de
Jebb, ad 10c., p.324.
(62) Sobre la prolepsis, consdltese nuestro comentario al epi
nicio 10, pp.593-594 ; para la expresi6n tlcamino de la justi
cia", véase el comentario de Maeh1er, ad loe., II214-215.
(63) Farne11, pp.3 4 5-346.
(64) H. W. Smyth, p.420.
(65) H. C. Avery, UPindar and .four epithets fT , Arion II 1963,
pp.128-129.
(66) Véase nuestro comentario a 5.98-99, un caso semejante.
I
719
(67) Stern 2, pp.275-278.
(68) Of. M. P. Ni1sson, Geschichte der riechische Re1i ion,
1 454-457 (sobre todo 455 ; Wernicke, arte uArte
II.1 (año 1895), co1.1378-1379.
Munic~1914,
mis" en ~.
(69) "K1eine Bemerkungen zu Pindars 01ympien", MH XI 1954, p.
55; de la misma opini6n es Ohantraine CoP. cit.-en la n.282
al epinicio 5), pp.36-37.
(70) Stern 2, p.276.
(71) P.420.
(72) P.31.
(73) Ad loe., p.325.
(74) "The meaning of the Homeric formula xpua~~áK«~o~
vñ", ~ XXVI 1965, pp.1-9, sobre todo p.9, n.28.
(75) P.XXXVII.
(76) Ohrist 1, p.108.
(77) Ad loe., 1I219.
(78) Stern 2, pp.276-277.
(79) IG V.2.403; véase también Ca11. Dian.235-236 y Paus.8.18.8.
Wernicke (art. cit. en la n.68), c01.1386-1387.
21.
(80) P.195, n.4.
(81) Véase, sobre todo ello, Maeh1er, ad loe., 1I219-220.
(82) Maeh1er, II 203; Pieper, p.30.
(83)
2!.
Pieper, p.28; Carey 2, p.227.
(84) Maeh1er, II 203.
(85) Véase la nota 1.
Maeh1er, II 203.
(88) Kirkwood, pp.105-106; van Groningen, pp.195-196; Duehemin,
p.188, para quien, naturalmente, es imitaei6n de la técnica na
720
rrativa de Pindaro; Maehler, 11 203-204, Y ad vv.40-42 1 11
220-221; Carey 2, pp.23lss.; Pieper, p.32; vease tambien
Illig, pp.56 y 59ss.; Greengard, p.34.
(89) Véase nuestro comentario a 5.56.
(90) Es lo normal;
~.
Hamilton, p.57.
(91) P.183.
(92) P.199: "pensamientos que las impulsaron a la fuga".
(93) Romagnoli 1, p.28l.
(94) Cf. la discutida palabra á~pono~ en Pi. N.7.l03; Kohn
ken, p.80; E. Tugendhat, "Zum Rechtfertigproblem in Pindars
7 Nemeischen Gedicht", Hermes LXXXVIII 1960, pp.405-409.
(95) Ad loe., 11 224-226.
(96) Maehler aduce los dos primeros ejemplos para el significa
do de "regresar", pero también subyace el de "alejarse".
(97) Véase también Pi. Q.4.l0
Eópua~Ev€wv &pE~av.
(98) M~s ejemplos de la construcci6n adjetivo-substantivo-adje
tivo, en Stern 1, p.166, donde incluye el que ahora comentamos.
(99) Stern 1, p.165.
(100) Qf. Carey 2, p.23l.
(101) Segal 2, p.122.
(102) Ad vv.40-42, 11 220-221.
(103) Stern 2, pp.279-280.
(104) ~.40, p.l0'7.
(105) También el mito de Creso en la Oda 3 desarrolla el mismo
tema de la desgracia que pasa a convertirse en alegria por 10
tervenci6n de la divinidad.
(106) Ad vv.64-76, 11 227.
(107) Carey 2, p.235.
(108) P.196.
(109) P.322.
(110) Las más importantes las señala ya Carey 2, p.232.
(111) Sobre la significaci6n e importancia de la palabra en el
l
721
mito,
~.
Segal 2, p.125.
(112) P.34.
(113) Cf. Maeh1er, 11 227 (ad v.63), 229 (ad v.69), 230 (ad
v.70),-Sobre la correcci6n aer-mito por p~de Baqu1lides,
causa de su carácter pacifista; Carey (3, pp.165-l66) cri
tica esta idea.
a
(114) Ad vv.64-76, 11 227.
(115) Segal 2, p.124.
(116) Maehler, ad loe., 11 228.
(117) Stern 2, p.280.
(118) Segal 2, pp.127-l28.
(119) Q!. n.lll.
(120) Sobre los gestos en las plegarias, véase el comentario a
3.35ss.
(121) Q!. Maehler, ad loe., 11 232-233.
(122) Para él introduciendo una frase que explica la anterior,
véase el comentario al v.4 del epinicio que nos ocupa. No es
necesaria, sin duda, la correcci6n,que",pr9110n~ Platt_("Sopho
clea", CR XIII 1899, p.147): Kp~éLav o~ELa ~ tv npa~ev ~É
pL~V~ .
(123) Carey 2, p.234.
(124) Véase el comentario al epinicio 4, pp.2l8-2l9, y al epi
nicio 5, p.35l , con n.34l;, también al eplllicio 9, p.528.
(125) Lo mismo ocurre con la palabra ~tx~o~ópo~ (v.89), que
solamente aparece en Baqu1lides y en varios pasajes de Her6do
tOe
(126) P.480.
(127) Ad loe., 11 235.
(128) Cf. J. A. Cramer, Anecdota Graeca e codtcibus manuscri'-·
tis biD!iothecarum Oxoniensium, Orlord
rel.Dlpr. !mster am
1963), 1, 77, 1 y t, 88, 3; Et.Gud.79.5¡ Eust.792.5¡ Bechtel,
pp.33-34¡ H. Erbse, Scholia Graeca in Homeri Iliadem, Ber11n
1974, 111 21.
(129) Segal 2, pp.124-l25. La misma expresi6n se encuentra tam
bién en h.Cer.386; reminiscencias de este himno (vv.375ss.) hay
asimismo en B.-5.l6-30, como señalamos en el comentario al lugar.
Pieper (pp.31-·~) cita otras en el epinicio 11.
722
(130) P.12.
(131) P.449.
(132) Romagnoli 1, p.282.
(133) En Formprob.lem-Untersuchl.Ulsen habla de B.l1.102-105.
(134) Ad loe., p.332.
(135) Ad loe., II 236-237.
(136) Extraña es la afirmaci6n de A. Hurst en su reciente ar
ticulo: IfBacchy1ide l' obtient sans un seu1 discours direct U (1)
(p.164) •
(137) Segal 2, p.122; Pieper, p.36.
(138) Algo muy parecido ocurre en 5.99 'AP~€~~óo, ~EUKW~€VOU ;
v&ase el comentario al lugar.
(139) Segal 2, p.t2?; St;rn 2, pp.278-279. Paralelos para la
expresi6n CEU~O::cr aváy'Kal. cita H. SChreckenberg, ANAI'KH.
Untersuchl.Ulsen zur Geschichte des Wortgebrauchs, Munich 1964,
p.l8, n.16.
(140) Sobre E6xo~€vou, véase Cor1u, Mots relatifs a l' id~e
de pri~re, p.98.
(141) Maeh1er, ad loe., II238.
(142) Sega1 2, p.123.
(143) V&anse nuestras pp.1161ss.
(144) P.196.
(145) II 205; véase
tambi~n
Gentili, pp.123-124.
(146) P.37.
(147) Wilamowitz (2, pp.3J0-331), que compara con Anacr.348.3
ó€01tOl.V' "AP~E~I. .&T}pú.)v; v~ase también Gentili, p.124.
~
(148) Van Groningen, p.196; Pieper, p.38; Maeh1er, II 204-205.
(149) Tema del favor divino;
(150)
2!.
2!.
Carey 2, p.238.
Carey 2, p.239.
(151) Q!. Maehler, ad loe., II 241-242; Pieper, p.38.
(152)
(153)
2!.
2!.
Pieper, p.3?
Carey 2, p.238.
723
(154) Sobre la prolepsis,
Ef.
n.62.
(155) Farnell, pp.345-346; Romagnoli 1, p.279; Jebb, p.58;
Corbato, p.362.
(156) PP.89-90.
(157) Cf.,S~ll, p.XXI, con numerosos ejemplos, entre ellos
11.114-1tOA LV.
(158) pp.481-483.
(159). Cataudella 2, pp.232-233.
(160) Platt 1, p.61.
(161) Crusius 2, p.179.
(162) Palmer se basa en un conocido pasaje pindárico, P.5.74ss.,
donde el poeta afirma que sus antepasado~ y los del veñeedor,
Arcesilao de Cirene, fu~ron los mismos: t~ot 1ta~ÉpE~ (ef. tam
bi~n 0.6.84 ~~po~á~wp t~á ).lNo obstante, en el texto~e Ba
qu11ides pudiera entenderse ~~oC como "yo coral".
(163) Jebb 4, p.126; también Jebb 1, pp.225-228.
(164) pp.482-483.
(165) En W. Theiler y P. von der MUhll, uDas Sapphogedicht au!
der Scherbe fJ , ~ III 1946, p.24.
(166) lli XIX ( en prensa).
(167) 21. Snell, p.XX.
(168)
21.
Snell, p.XXVII.
(169) Maas, Greek Metre, p.41; Htshl (op. cit. en .Q!! 4, n.84),
pp.23ss.
(170) Seguimos el texto de la edición teubneriana de 1964, no
el de la nueva de 1984.
(171) Griechische Verskunst, p.422, n.2.
(172) Maas 3 11, p.19.
(173) Carey 2, p.238, n.35.
(174) pp.111-112.
(175) Ad loe., 11 239-240.
(176) No nos parece importante la objeción de Maehler (ad loe.,
II 240): 11 nÚALOI. wttrde an dieser Stelle, zwischen 'AxaI.6'~
724
114 und ' Axa I"WV 126, die Schlusspointe des Liedes zersttsren,
die darauf beruht, dass B. die GrUnder d~ ach~ischen Kolonie
Metapont kurzerhand mit den homerischen AXal"O gleichsetzt,
um fUr sie deren 'unzUhlige Heldentaten' in Anspruch nehmen
zu k5nnen - also die Taten aller Griechenhelden vor Troia, nicht
nur Nestorsl". No hay dificultad alguna para admitir que Baqu1
lides hubiera podido decir que los pilios Udestruyeron la ciudad
de Pr1amo junto con los Atridas". Un ejemplo muy parecido es Pi.
t
"
~
'C
-1.5.34ss. :~aAA • EV
O~vwva ~EyaA~I~opE<;; opya
AtaKoÜ naCówvl~E· ~ot Kat ouv ~áxal,,<;;
,.
'o.
'
1tpavOV,
a1tO~EVO
1"
Ó",,<;; 1tOA&.V Tpwwv
'HpaKAñ¡ npó~EpoV,
)tal" auv • A~pECóal,,<;;.
(177) No es impre~indible, contra Maehler, suponer que falte
un verbo finitp; aAGo<;; puede ser perfectamente complemento
directo de VaI.EI.<;;, unido a rlE~aTIOV"t'1.0V mediante la part1cu
la ,'bE.
(178) Cf. Illig, pp.31-32: también en Pi. P.9 las distintas
partes-ae la narraci6n son introducidas por relativos.
(179) Consúltense los art1culos de Stern(2) y Segal (2).
(180) Pieper (p.34) nota que al hablar de la disputa de Preto y
Acrisio, el poeta utiliza la terminológ1a de_la lucha.
(lSl) La forma KaAA&.póa<;; s610 está atestiguada en estos dos
de Baqu11ides y en Inscr.Prien.376; más frecuente es
KaAAI.Ppoo<;;. Sobre su repetici6n en el epinicio, véase Pieper,
p.36.
pasaj~s
(lS2) 26 y 96 son dos versos muy semejantes , idénticos, por
su sintaxis, e incluso presentan la misma secuen;ia de s1la,
bas 2 +) 2 + 4 + 2 + 3 Ccf. también en el v.55 opo<;; t<;; ~av
epUAAOV.
-
(lS:;) Of. 10.:;6 'K.ÉAEU-&OV·
"" 46. 'tEAEU'tá<;;
•
--(184) Prefacio a la tercera edici6n, p.XXIX.
(lS5) 2[. Korzeniewski, pp.151-152.
(lS6) P.14S.
(lS7) En el v.14 el vencedor es nombrado con
padre. El suyo propio aparece en la flLoa del
también en ella se nos dan los dltimos datos
el dios de los juegos (vv.15-16) y la prueba
el nombre de su
Vencedor" (v.lB);
que nos faltan:
(v.21).
725
ODA
12
Los epinicios 12 y 13 son los únicos que Baquílides de
a ciudadanos de Egina. El que ahora nos ocupa celebra la
~ca
.~ctoria
de Tisias en la lucha de los Juegos Nemeos, ignoramos
:~ qué fecha\l).
8610 se conocían los ocho primeros versos hasta que, en
:?4l, M. Norsa public6 un nuevo fragmento del papiro londinen
se (E§! XII.1278) , que fue inmediatamente estudiado por 8nell(2),
I
I
:ellacher, Gallavotti(3) y Pighi, Y algo más tarde por 8etti.
~entras
=~evo
que Oellacher y Pighi creían que se trataba de un
epinicio, Snell reconoci6 sagazmente que el fragmento
;~rtenecía
I
I
,
I
I
,
,
•
•
•
!OS
al epinicio 12 y comprendía los cinco últimos ver-
de la antistrofa y los cinco primeros del epodo; concluy6
;ue el poema constaba de tres tríadas y 72 versos en total (7
Tersos las estrofas y 10 los epodos), pero Gallavotti precis6
~~e
el epodo debía tener 9 y no 10 versos, y por tanto el to
~al
del poema serían 69, hip6tesis que fue aceptada unánime
.ante, incluso por el propio Snell(4).
Gallavotti(5) sugiere también que la estructura del epi
:icio pOdría ser semejante a la de la Oda 10: ambos poemas tie
~en
una extensi6n semejante (56 versos la Oda 10, 69 la
~
12),
se inician con una "Invocaci6n Poética" y presentan hacia la
?arte central un catálogo de victorias, del vencedor en el
epinicio 10, de su familia o sus conciudadanos (10 primero es
lo que opina Gallavotti) en 12(6); en consecuencia, en los ver
sos perdidos quizá hubiera una descripci6n de la victoria de Ti
sias a partir de la primera antístrofa y una larga parte gn6mica
726
final cerrar!a la oda, como en el epinicio 10. Se trata, natu
ralmente, de una mera suposici6n, pues de los 69 versos apenas
podemos leer 16 6 17; no cabe descartar siquiera la posibili
dad, aunque nos parece improbable, de que hubiera un breve mi
to, como apunta Maebler(?).
Se inicia la oda con una "Invocaci6n Poética" a el10 ('como
el epinicio 3 y qUizá también 13)(8), que presenta los rasgos
más característicos de este tipo de proemios en Baqu!lides:
nombre del personaje invocado, al que califica un adjetivo, ~~
voávaoo«
(9), sin interjecci6n; petici6n en imperativo,
EO&U
VE , en que el personaje invocado desempeña un papel lIactivo~(lO);
predicaci6n explicativa introducida por
yáp(ll), que conduce
directamente a la "Menci6n Compleja", que incluye el nombre de
la patria (v.6), de los juegos y la prueba (v.8), y, con toda
probabilidad, del vencedor en los versos siguientes.
Tiene, no obstante, la tfInvocaci6n Poética" de la Oda 12
la p~ticularidad de iniciarse con una comparaci6n, WaEI, KU
~Epvñ~a~ ao~ó~ (12), que nos presenta a la Musa como el hábil
piloto(13) que conduce la inspiraci6n del poeta. J. Péron(14)
comenta lo siguiente a prop6sito de este pasaje: "car lA enco
re le rOle de Clio est double; c' est
A la fois la déesse sous
le patronage de la quelle il se place pour que, telle un pilote
- l' image est exprimée deux fois, par la comparaison initiale
EO~UVE (v.2) - elle guide
et par la métaphore incluse danf
favorablement l' ode vers Egine,
brée; mais elle représente en
o~
m~me
celle-ci doit atre céle
temps le phénom3ne propre
ment intérieur de l' inspiration qui anime le
po~té n.
A noso
tros nos parece que precisamente la última idea es la que pre
:11
1111
1,'l.,.1.1
1'1
1
1'
727
valece: la Musa como "piloto" que tfconduce ll la inspiraci6n del
poeta, y de modo secundario se nos muestra como timonel que
guia la "nave del canto n hacia Egina(15). Con acierto, a nues
tro entender, estudia Péron el presente ejemplo en el apartado
"Le pilote intérieur u (16), en el cual se deben incluir también
otros dos pasajes de Baqu!lides:
14.10-11
8~ ~aJ n«p X~LPO~ KU~ÉpvaO'~V
olJ KaCal.O' I.
,
"61.0~
17.20ss.
!ppÉv~OOl.v.
t"
UI.~
,
!p~P"t'a~ou,
8ol.ov O~KÉ~1. ~Eav
~ow KU~~PV«I.~ !PP~vwv
-&?I;- [óv] •
La metáfora de la "nave del estado U aparece en 13.183ss. (17):
O'uv
(AretA)
Kr..E I.a 1. OE
nór..l.v
E6
qHr..OO~~!p
[ávw 1.
KU~~pV«I.,
y en 5.47 KU~Epv~~av es el auriga(18).
La Musa Cl!o es la mAs apta para conducir la inspiraci6n
de un poeta de epinicios, pues Itc' est en effet l' idée du con
trele efficace d' une autorité apte
termes comme
ota~ ou
A diriger que
sugg~rent
les
KU~~PV~~D~, et ce, par transposition,
dans des domaines qui n' ont rien de maritime ll (19). De ah! que
sea adecuado en el contexto el adjetivo (hapax)
ó~voávaoo(a) (20),
as! como el calificativo O'o~ó~ para el piloto, bastante fre
cuente, como ya seña16 Jebb, que compara con Archil.211
V~~D~ oO!pó~
KU~Ep
, A. §BIut.770 KU~EPVTÍ~V oo!Pq>, o Fedro 83.8 nguber
nator sophus 1I (21) •
Digamos, por
~timo,
que en P!ndaro la Musa no es nunca
I
?28
"piloto" con;) en nuestro texto, pero desempeña un papel
,xy se
mejante: IlQue Bacchy1ide con(foive la ro1use Al' image d' un pi
lote ••• a10rs que Pindare la voit comme la
nI implique pas de
diff~rence
d~esse
du vent,
dans le rOle que tous deux 1ui
assignent': car dans les deux cas elle appara1t sous les traits
dI un guide dont l'
autotit~ Si
exerce favorab1ement sur le
cours du po~me, qu' elle dirige en 1igne droit ll (22).
Por otro lado, la ffInvocaci6n
cio 12 recuerda, en cierto modo, el
Po~tican
inicial del epini
g~nerode1 "prop~mpticotl
o
"poema de despedida U (23), que consiste generalmente en el deseo
de un buen viaje para la persona que se va, pero a menudo los
poetas introducen variaciones diversas. Asi, en lugar de un
buen viaje se desea el naufragio del enemigo (combinándose el
propémptico con el poema de maldici6n) en Hippon.115 (= Archi1.
?9a Dieh1), probablemente imitado por Horacio en
~.10;
bi~n
~.4.365-38?¡
un naufragio desea Dido a Eneas en Virgi1io
tam
Propercio, en cambio, hace del propémptico e1egia amorosa (1.6,
1.8) o poema triunfal (3.4). Por ello no debe extrañar, en pria
cipio, que Baqui1ides pudiera introducir una nueva variaci6n y
combinar el poema de despedida con la "Invocaci6n
Po~tica",
de
seando Hbuen viajen a su propio himno.
Cairns(24) señala cuatro elementos caracteristicos en los
propémpticos no
aXE~ALaa~~Ká,
como seria el nuestro:
1) buenos deseos y petici6n de ayuda divina para que el viaje
llegue felizmente a su término;
2) descripci6n del destino;
3) deseo del que habla de acompañar, o bien excusa por no poder
hacer1o¡
I
I
I
I
I
I
I
I
,
729
11
4) reiteraci6n de los buenos deseos y del ruego de protecci6n
divina.
Estos cuatro rasgos pueden aparecer todos y en el orden
§!f!.3.2; Paulino de Nola, Carm.17),
expuesto (E. Hel.1451ss.), todos y en otro orden (Estacio,
o bien s610 algunos de
ellos (Propercio 1.6, que presenta únicamente los elementos
3
y
2).
En el caso del epinicio 12 de Baquilides faltaria, por
su propia naturaleza, el apartado tercero,ya que el poeta
"despide" a su propio himno; también, al ser un propémptico
resumido, estA ausente el cuarto, la reiteraci6n de los buenos
deseos. Nos quedan, sin embargo, dos elementos fundamentales,
la invocaci6n a al divinidad en petici6n de ayuda y la "des
JI
11:
:I!
il
'l..
l.
l.
l.
!I.
111
cripci6n n del lugar de destino (Egina); precisamente estos dos
elementos son los que encontramos también al comienzo de uno
de los más famosos poemas de despedida de la literatura anti
gua, Horacio Carm.l.3:
Sic te diva potens Cypri,
sic fratres Helenae, lucida sidera,
ventorumque regat pater
obstrictis aliis praeter Iapyga,
navis, quae tibi ereditum
debes Vergilium; finibus Atticis
reddas incolumem, precor,
et serves animae dimidium meae.
La menci6n o descripci6n del lugar de destino es un ele
mento prActicamente indispensable: Hippon.115; E. Bel.1465ss.
(con mitos relativos a él); Estacio, Silv.3.2.102ss. (con una
730
especie de "Loa del Vencedor u en los vv.123ss.); Paulino de Nola,
~.17.1ss.;
Propercio 1.6.1ss., 1.8.1s8., 2.19.1s8., 3.4.
lss.; Juvenal 3.1ss., etc.
En cuanto a la invocaci6n, cuando se trata de un viaje por
mar es natural que el poeta se dirija, pidiendo protección, a
divinidades marinas, como ya seña16, al estudiar el gánero, el
r~tor Menandro (399)(25): lav OE o~a ~aAá~~~~ &váyn~a~, lKEr
ao~ ~v~~~ ~aAa~~'wv ~a~a~ oaL~óvwv, Atyun~Cou r.pw~Éw~,
'Av~
oovCou rAaÚKou, Nnplw~, nponE~nóv~wv ~E KaL auv~Eóv~WV ~~ vnt
••• En
B.12 la divinidad invocada es la Musa 0110, cosa perfec
tamente explicable, ya que nuestro poeta pone igualmente bajo
su patronazgo los epinicios 3 y 13, como dijimos anteriormente.
Olio es, en efecto, una de las nueve Nusas desde Hes. ......
Th •
77(26); sin embargo, también se da el mismo nombre a divinida
des inequ1vocamente marinas o fluviales(27). En el ~.577 ~
de Sim6nides, Olfo aparece relacionada con las fuentes: Plut.
Pyth.Orac.17.iii:
~~v
~~xPf oE nEp~Epyó~Epov a~~L'
d LL~WVCOn,
KAELW npoaELnwv·
~yvav
lnCaxonE XEPVC~WV,
Pero contamos, sobre todo, con dos textos en que Olio es una
diosa del mar, una Nereida en Higinio
(~. pra~f.8)
y una'Oceá
nide en Virgilio (Georg.4.341):
Olioque et Beroe soror, Oceanitides ambae,
La circunstancia de que el nombre de una Musa coincida
con el de una divinidad marina o la ninfa de alguna fuente,
(27 bis)
ocurre también en el caso de otras Musas' .
:
Erato es una Nereida en Hes. ~.246 y APOIIOd.1.2.?(28),
y
una N~ade en Higinio (~.1?0)(29).
11
731
Talla es (Hes. Th.909) una de las tres Gracias, hijas de
11
Zeus y Eur1nome, a su vez hija del Ocáano; es también una Ne
reida ya en 11.18.39 (véase Virgilio,
y 1130.39, Y
~.5.826,
Eust.742.37
quiz~ Hes. ~.245)(30~.
Urania es una Oceánide en Hes. ~.350 e h.cer.423(3l)~
Quizá Baqullides, al invocar a la Musa C110, pueda estar
jugando con estas otras tradiciones que nos la presentan (a
ella y a sus otras compañeras) como diosa marina, y en calidad
de tal le pide que conceda una buena ftnavegaci6n" a su poema.
Como hemos indicado, la petici6n de asistencia a divinidades
marinas es natural cuando se trata de un viaje por mar, y en
tre estas diosas del mar ocupan un lugar destacado las Nerei
das, especialmente Galene y Galatea, que aseguran la bonan
za(32): E. ~.145lss.; Estacio, §!!y.3.2.l3; Propercio 1.8.
18; Theoc.7.52ss.; Ovidio, A!.2.ll_34ss.(33).
En resumen, Baquílides habría podido combinar el género
del propámptico con la petici6n de asistencia a la divinidad
para que guíe su himno por buen camino, sirviéndose de imá
genes naúticas ( KU~€pV~~a~, e~aUV€) y del doble papel de Clío
como Musa del canto y divinidad marina. Tambián Ovidio, en el
l.¡.
célebre comienzo de sus Tristia, despide a su libro:
'.1/.
se explicativa ( ráp, v.4) introduce un motivo muy semejante,
como señala Maehler, a Pi. 2. 4 •lss • (34 ):
:.
J'"
Parve - nec invideo - sine me, liber, ibis in urbem • • •
Tras la invocaci6n y la petici6n en imperativo, la fra
'E;"o:'t'~P ó1tlp~o:'t'€ ~pov't'a~ &KO:l-1o:v't'ó1to'50~
Zd)-
~€a:1,
rap
TQ
po: 1,
732
ó~o ~OLKLAO~Óp~LyyOC &oL6a~ E~LaaÓ~€V
ó~~Ao~á~wv ~áp~vp' &€~AWV·
v~ase también Q.14.17ss.(35):
AV&~
yap
'Aaw~LXov
lv
~pó~~
En nuestro caso, la que incita a cantar al poeta es Nike(36)
personificaci6n que aparece a menudo en Baqu!lides (3.5, 5.33,
10.15,11.1, Epigr.1.1)(37).
En esta frase parece haber un pr;";ojlema sintáctico en el uso
del verbo
&:1tá'PX€ L (v.6), atest: "~lado pocas veces en los textos
griegos que han llegado hasta
no~otros.
Probablemente la 1ec
ci61:. del papiro se pueda mantener y explicar
1~
posible irre
gularidad sintáctica sin necesidad estricta de modificar el
texto transmitido(38 ). El verbo &:1tá'pxw está atestiguado tam
bién en Pi. !.4.46, donde significa "reinar lejos de la patria",
en uso absoluto(39); puede igualmente usarse en el sentido de
"guiar, ¿ :igir", y en ese caso parece que se construye con
dativo, como ocurre en
Af 9.189.3:
~~~ L &' &1táP~E ¡,
Ea1t~w xpva€C~v
XEpatv fxovaa
AÚP~V.
y en una inscripci6n pub1icadar E. SChwyzer(40):
&1tápxov~o, A€q~Ot, e~~aCoL',
~A6Fmc.o~
~do F16vax estaba a la cabeza
de escogidos tebanos,,(41); es"' . : to dudoso D.H.7.73.5 ~ov oll
K«A&~ &~ápxov~a ~wv &px~a~wv,
onde pudiera regir genitivo(42),
As1 pues, habria que explicar en el pasaje de Baqu11ides el
acusativo IJ.€
-
en lugar del espe::ldo dativo
:.lOL (que, por otra
•
•-.
...,
parte, no encajar1a en el esquema métrico) •
De varias maneras se puede interpretar, entonces, la sin
taxis del texto, aunque el sentido no cambia esencialmente •
Una primera posibilidad es suponer que el verbo
usado absolutamente y
~E
f
,
anaPXE~
está
es s610 el acusativo sujeto del in-
finitivo consecutivo-final
N
Koo~~oa~
; es el parecer de Jebb,
que traduce "for divine Victory leads the way,bidding me go
to Aegina's happy isle, in honour of hospitable friends, and
do grace to that god-built city".
otra posibilidad, para nosotros preferible(43), es con
.
' ,
siderar ~E como réglmen de anapXE~ y Koa~~aa~ infinitivo
consecutivo-final. Que tengamos acusativo en lugar de dativo
puede explicarse, en primer lugar, por atracci6n de
lAaóv~a,
pero también por analog1a con otros verbos; as1, l~ápxw
pue
de construirse con genitivo, dativo y acusativo de cosa
(~.
11.2.273; h.Hom.XXVII.18; Archil.120.1; Theoc.8.62), pero
también con doble acusativo, como en E.
~.152
(lyr.) y, so
bre todo, S. !i.557:
EC oÉ
~' ~ó'
&EL
AÓyOV~
(Y!l. AÓyO ~ ~), donde aparece, como en el pasaje que nos ocu
pa, un acusativo ~(E) (44).
Maehler(45) cita también como posible paralelo la cons
trucei6n sintáctica de KEAEtJW, como en 11.17.30:
&AAá a' ~ywy' &vaxwpñaav~a KEAEÚW
l~ nA~aVV CÉva~,
y traduce ItDenn die glSttliche Nika sehreitet mir voran naeh der
gesegneten Insel Aigina, und ich komme, meinen Gastfreunden die
I
734
I
I
I
I
I
I
gottgebaute Stad t zu schmüc...:::en n •
Casos semejantes del uso del infinitivo final son, por
ejemplo, los siguientes(46):
li. l • 442-3
.y,
"
w XpVOD, npo
~
tt
" t
~nE~~Ev ava~
1:: - ,
,
avupwv
Aya~E~vwv
nat&á ~E oo~ &y€~EV,
-
E. Hec.43-44
Hagamos menci6n, por
~ltimo,
de la propuesta de J. S.
Lasso de la Vega, que sugiere como lecci6n alternativa
xar~
dnap
/ lA~óv~a , suponiendo que el verbo personal estaría en
los versos perdidos. Las "primicias" serían el canto, y el da
tivo con
KOO~ErV
no ofrecería problemas
(2!.
B.?ll; Pi. 1.1.
19, Parth.2.49).
El primer fragmento de la
~
12 se interrumpe
despu~s
de
la menci6n de la patria, del lugar de la victoria y del tipo
de prueba, tras lo cual esperamos la mención inmediata del
vencedor (a no ser que,- como en el epinicio 9, haya de por me
dio un mito relativo a los juegos o a la lucha). otras "Men
ciones Complejasl/ semejantes, en que los diversos datos se unen
simplemente por medio de la partícula
~E
y están en acusativo,
dependiendo de un verbo que significa "cantar", sonf 47 ):
B.3.1ss.
' Ap I.O'to LX] ápnou E l,XEA Ca~ KpÉovoav
fi[áJ~a'tpa too'té~avóv
6~VEl"
yAVXV&WpE KAEOr,
AV~J1tI.O&pó¡.J.ov~
14.19ss.
KAEo1t'toAI~wl.
vvv
ou
'tE Kovpav
~oá~ ~'
'0
'IÉpwvo~ tn1t[oJu~.
6k xápl.v
Xp~ TIoOEl,&avó~ ~E
'té~EVO~ KEAa&~Oal.
ITE'tp[aC
r
735
nvppCxov
~' E~OO~OV
tnnóVLX[OV VeÓV,
En B.12.7 el poeta usa el verbo
xoa~DaaL
con el signifi
cado de "cantar"; expresiones semejantes encontramos en 3.94ss.,
7.10ss., y, sobre todo, en algunos pasajes pindáricos, especial
-
mente N.6.45-46, citado por Taccone(48):
nAa~E!aL návTo~EV
vaaov
AoyCoLaLv
lv~t
npóaoooL
E~KA€a ~áVOE xoa~E!v·
también Plndaro está hablando de Egina. Véanse igualmente los
siguientes casos:
Q.ll.llss.(49) ta~L vüv, 'APXEa~pá~ou
na!,
TEa~,
Kóa~ov
dOV~EAD
~.194.3
lnL
tAYDaCoa~E, nvy~axCa~ ~VEKEV
a~~~ávwI xpva€a~ lAaCa~
xEAaoñaw,
Era TELXC~W~EV ñOD nOLxLAoV
xóa~ov a~oáEvTa
AÓYWV
Los vv.9-32 se han perdido por completo, y el nuevo frag
mento editado por Norsa comprende los vv.33-42, hacia la mitad
del poema, según la reconstrucci6n de Snell. Su interpretaci6n
ha suscitado diversos problemas, aún no resueltos, primero por
las lagunas que presenta, y sobre todo porque es un pasaje ais
lado y la pérdida del contexto anterior y posterior complica
las cosas al faltarnos algunos datos esenciales. Las dificul
tades se reducen fundamentalmente a dos: se trata evidente
mente de un catálogo de victorias, pero ¿quiénes las han obte
nido, la familia de Tisias o los eginetas todos?; y en segundo
lugar, el orden en la enumeraci6n de los juegos no deja de ofre
cer problemas. Quizá la soluci6n de la segunda cuesti6n contri
I
736
buy~
a aclarar algo la primera.
En el catálogo de victorias es segura, y todo el mundo
coincide en ello, la menci6n de dos grandes juegos panhelá
nicos, los ístmicos (vv.38-39) y los Nemeos (vv.40-41). Lo
que ya es muy dudoso es lo que precede y lo que sigue. En
cuanto a los juegos que se mencionarian en los vv.42ss., tras
los Nemeos, casi todos los comentaristas coinciden en admitir
la propuesta de Norea, que ya apunt6 la posibilidad de que el
poeta se refiriera a los Juegos Olimpicos: "Notevole la coin
cidenza della fine di questo verso con la riconstruzione del
v. VII 46 Blass (= VIII 26 Snell). Anche qui potrA parer ovvio
seguitare con 5x~aLoLv 'AA~eoU ,o ~oaL~, ~poxoat~, ~e€apOL
CHV, nóplf , o sim. n(5 0 ). Lo mismo opinan Snell, Gallavotti,
Setti, Maehler y Oellacher, aunque éste último, para quien se
trataba de un nuevo epinicio que celebraba una victoria olim
pica, suponia que el catálogo de triunfos familiares acababa
tras la menci6n de Nemea, y reconstruyendo
vüv óE]
:aú~aj
KaL
[5x~aLoLv 'AA~eLoU
l~'
&pyupoóCva
Aáxe ~L~a~ d óeLva 'OAU~~LOVCK~~]
ereia que se pasaba de nuevo en estos versos a la victoria ae
tual. Para Pighi, que eonsideraba también el fragmento un nue
vo epinicio, la primera menci6n de los Juegos Olimpicos ten
dria lugar en el v.5 (= 37 Snell), donde él propone recons
truir ol ~ev
'OAu.mCa,
•
lv
nCoa o algo semejante; y en los
I
vv.lOss. (= 42ss. Snell)
[vUvJ -:' a~~' &~Kat l~' &pyupooCva
[Kp~~vaLoLv 'AA~eLoU ~eyáAaLJ
[~áp~upe~
éyyevlwv &pe~av]
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
737
se pasarfa a la victoria actual otra vez.
I
I
También nos parece a nosotros probable que en los vv.42ss.
el poeta aluda a los Juegos Olfmpicos. Hay, no obstante, una
dificultad: en los catálogos de victorias(5 l ) el orden de los
cuatro grandes juegos suele ser Olimpia, Delfos, Istmo, Nemea,
y
,
,
í'
l'l.
l.
í.
I
11
l.
111
no se altera generalmente sino por causa justificada; en efec
to, en Pi. Q.13.98 Istmo y Nemea, y en
~.7.l3
Istmo aparecen
antes que Olimpia y Delfos, pero ello se debe, como observa
Thummer(52 ), al gran número de victorias conseguidas en esos
juegos, que impresionarfa aán más al oyente al colocarse en
primer lugar. Por eso no nos parece aceptable la explicaci6n
que da Setti al hecho de que los Juegos Olfmpicos aparezcan
en la -6.ltima posici6n del catálogo de B.12~53): tiMa, in real
ta, che la lista degli agoni termini con la menzione, e in
speciale rilievo, di Olimpia, si spiega, in ogni caso, con
1 1 altezza suprema di questa gara, trattandosi qui, come tutto
lascia credere, di una visione riassuntiva di tutte le glorie
sportive della cittA".
La soluci6n al problema debe ser otra. El papiro punt-6.a
tras N~~~a'ov en el v.4l, lo que parece indicar una separa
ci6n, siquiera pequeña, con lo que sigue(54). As!, la su
puesta menci6n de ülimpia en los vv.42ss. no puede ser otra
cosa que el deseo de un triunfo futuro en los más grandes jue
gos de Grecia(55). En efecto, que un catálogo de victorias se
cierre con el deseo de una victoria en Olimpia, es algo per
fectamente comprensible, y, lo que es más importante, conta
mos con suficientes ejemplos paralelos que puedan corroborar
10(56). En primer lugar, un pasaje muy semejante es, en el pro
I
738
pio Baquilides, el catálogo de 8.17ss.: comienza con la men
ci6n de las victorias conseguidas en Delfos (v.17), Nemea e
Istmo (v.18), y se cierra (vv.26ss.) con la petici6n de un
triunfo olimpico (si son válidos, como parece probable, los
suplementos
'tEA€a[aL~ y &J1tá[aao:!J ~
de Naas); se trata
precisamente de la única nPlegaria para el Futuro ff de Baqu!li
des en que con seguridad se desean nuevas victorias:
í!i ZEU XLEJ pcxUVE1'Xé~, xa[1. l:.1t' &pyu] poóCva
5X~O:LaLv 'AA~ELOU 'tEA€a[aL~ ~EyJO:AOKA€O:~
.&EOÓÓ'tO\.'~ E6xá~, 1tEpl. K[PO:'tC 't' &]1tá[aoO:LJe;
yACXUKOV
~VÓT)~'
At'tWACÓO~.
l:.Aa Co:~
l:.v rrÉA01tO~ ~pvyCov
Ya hemos señalado que Norsa se basa en estos versos, y
más concretamente en la palabra
&pyv]poóCva, para suponer que
la reaparici6n del mismo adjetivo en 12.42 es indicio de que
el poeta
tambi~n
está hablando de Olimpia; el parecido entre
ambos textos seria, entonces, aún más grande.
Se pueden citar otros ejemplos (éstos pindáricos) de pe
tici6n de una victoria olimpica después de un c.atálogo: en
ll.lO.24ss. se mencionan las victorias de Teeo en Argos (vic
toria actual), Delfos, Istmo y Nemea, y en los vv.29ss. se
pide a Zeus un triunfo en Olimpia; igualmente, en
1.1.64
de
sea el poeta que su compatriota Her6doto venza en los Juegos
Piticos y Olimpicos tras un catálogo de victorias en compe
ticiones menores.
En 2.13.105,
~.5.124
e 1.6.7 se piden
tambi~n
victorias
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
739
olimpicas para la familia del vencedor(57).
As:!, si en B.12.42ss. hubiera una "Plegaria para el Futuro", el
?rincipio del v.42 pOdrla reconstruirse, por ejemplo,
~~é;
(58)
o incluso E1 ~~ó~, pues quizá haya espacio suficiente para
seis letras, si son delgadas (59). Para o:: t~€w, compárese ,Pi.
donde, tras mencionar a Zeus, como en B.12.41, el poe
~.5.124,
ta concluye el epinicio con una petici6n:
,11
~oü~o OÓ~EV y€po::~ ~n~ Bá~~oo
-
Y€VEL.
y sobre todo N.9.29ss.:
at~€w
~o!pav
OE
~a~aLv
oapov
O'
EnVO~OV
At~vaCwv 6~áCE~V,
ZEÜ ná~Ep, &yAataL.OL.v O' &a~oVÓIlOL.~ ~~L~E!~aL
Aaóv.
1I
l'
i'i.
n'l.
It
Suponiendo, pues, que en los vv.42ss. se aluda a los Jue
gos 011mpicos, con la petici6n de una victoria en ellos, nos
queda el problema, aún más complicado, de los versos que ante
ceden a la menci6n, segura, de los Juegos ístmicos y Nemeos,
es decir, esencialmente los vv.35-37:
¿qu~
juegos se mencionan
en ellos?
Según se puede comprobar examinando los catálogos de vic
torias pindáricos y baquilideos, esperarlamos en tales versos
una alusi6n a los Juegos P:!ticos; por eso, en la laguna del
final del v.37 Snell lela o f ~€,! [TIU~ó" , de acuerdo con Pi.
1.7.51, y este suplemento lo acepta Gallavotti y lo modifican
ligeramente Maas (TIo.aCaL.~ , unido a VCKaL~) y Oellacher (TIU
.a Ca L ~
) (
60) •
Pero esta manera de completar el texto, tan convincente
740
en principio, tropieza con una dificultad, y es que en el v
los editores y comentaristas del pasaje admiten unánimemente
el suplemento de Norsa para rellenar la laguna:
&;~tp I.K['t I.óv]!fv
l.v &:€&t..o ~ [C;;;
¿cuáles son estos njuegos de los vecinos"? Una primera posibi
lidad consiste en suponer que con tal perlfrasis Baqul1ides
estarla aludiendo precisamente a los Juegos Plticos, si se com
para con algunos pasajes pindáricos:
-P.4.66-67
't~ ~ev 'Anó~~wv
&'tE
nu&w XÚÓoC;;; t~
&;~tpI.K'tI.ÓVWV ~nopEV
tnnoópa~'ac;;;.
~.lO.8-9
o'tpa'tw 't'
•
&~tpI.K'tI.ÓVWV
ól.aut..oópo~av
d napváool.oc;;; a6'tov ~uXÓC;;;
6na'tov naCówv &vÉEl.nEV.
Surgirla entonces el problema de compaginar esta supuesta pri
mera menci6n de Delfos con la segunda, también supuesta, del
V.37(61). La única manera de hacerlo seria considerar que ol
~ty lnu&CaL~
(v.37) recoge la frase anterior y a su vez la
contrapone a las posteriores; es decir: "los eginetas (o los
familiares de Tisias) en los juegos de los vecinos (i.e., Del
fOs) con treinta brillantes coronas fueron celebrados con cor
tejos, éstos con victorias piticas, otros en el Istmo ••• ". De
tal modo, los vv.35-37 podrian referirse a los Juegos Plticos
e iniciar el catálogo de victorias.
Pighi, puesto que lee en el v.37
['O~u~nCáI.J no encuen
tra dificultades para admitir que el v.35 se refiera a Del
fos; Gallavotti, por su parte, se limita a dejar la cuesti6n
en suspenso(62). Norsa, a quien se debe el suplemento
d~tpl.
K['t l.óvJ<:>v , creia también que asl eran denominados los Juegos
741
:1ticos, pero en el v.37, en lugar de [nu-&o' ]
o semejantes,
prefería leer un adjetivo, ~Ey[a.AOO.sEVE!<;], ~Er[a.CvTrt"o ¡,J, etc¡
~ell(63) sugiere, en la misma direcci6n, ~Er[a.O.sEVE!~], y
.setti(64) ~Ey[(Df.AEE!<;;;).
Sin embargo, la gradaci6n
,
:f ó' •••
ot
ó' •••
ot ~Év
•••
parece bastante clara(65).
Cabría también la posibilidad de que con d~~I,R[~LÓV]~V
I1I
!v &É-&AO ~ r..~
€Os
1I
el poeta se estuviera refiriendo a todos los jue
panhel~nicos,
~terpretaci6n
que luego se especificar1an uno a uno; esta
no la ha tenido en cuenta firmemente nadie y ya
3nell la consideraba imposible(66), pese a que en Pi. !.6.39
,
nov~ou
'11·.
1,
,
",
yE~Up
a.Ra.~a.v~o<;;;
~E
.1
~v
1_
,
~~~I,R~LOVWV
~aupo,óvwI ~p¡'E~npCÓI, KPEov~Cóav
se designen así los Juegos ístmicos.
11
Una tercera soluci6n es la que propugna Maehler(67) , pun
~ando tras
&É.sAO~[<;: se tratar1a de competiciones locales;
se basa en dos textos de P1ndaro:
t_
'\
\.
~y~a.al,
VI,RCXI,
,
ncx~pav
~
,
,API,O~cxyo, pav
"
euwvu~ov
lo~e~ávwoav náA~ Rcxt ~Eya.uxet naYKpcx~C~.
Illi
11:
e 1.8.64(68)
lvCKcxoe
lnEt nEpLR~'ova>
OD
no~e
KaL
" s:.
KEI,VO<;
avupa<;
"
a,UK~CX
I
XEPI,,
.J!
KAOV~WV.
111:
Sin embargo, presenta esta interpretaci6n la dificultad,
.'i.:
7a señalada por 8ne11, de que entonces los juegos locales se
ii
rian mencionados antes que las grandes competiciones
panhel~
nicas, lo cual s6lo ocurre en circunstancias excepciona1es(69):
en Q.7.80ss. el catálogo se inicia con las victorias de Diá
I
742
goras en los juegos locales rodius, pero se debe a que asf se
enlaza directamente con el mito(7 0 ), y además Olimpia y Delfos
ya se han mencionado en el v.lO. Para aceptar la propuesta de
Maehler, habrfa que pensar en alguna excepci6n de este tipo.
De estas tres posibles soluciones, quizá la mejor sea la
primera: ~~~~K~~6vwv ~E~AO~
el catálogo; ol ~ev
nv~Ca~~
son los Juegos Pfticos que inician
recoge y resume ·toda la frase
anterior y a su vez se opone a los siguientes elementos de la
enumeraci6n.
Pero quizá cupiera
tambi~n
la posibilidad de que en el v.
35 se estuviera hablando de los grandes juegos
panhel~nicos
en
general, mencionándose a continuaci6n cada uno de ellos por se
parado. Esta interpretaci6n, que es factible (aunque improba
ble, como hemos señalado un poco más arriba) manteniendo el su
plemento &~~~K[~LÓV]~V
de Norsa, serfa más verosfmil rellenan
do la laguna de otra manera. En efecto, nadie hasta ahora, a lo
que hemos podido comprobar, ha intentado otra lecci6n. En ello
quizá ha pesado mucho la rotundidad de las palabras con que un
fi1610go de la talla de Snell (tan buen conocedor del texto de
Baqui1ides) ha defendido el modo de completar el texto por par
te de la papir610ga italiana: "v.36
eine sichere
~~CP~K~ ~6vwv
halte ich fttr
M. Norsas, obwohl die Spuren auf dem
Faksimile nicht fUr J~v zu sprechen scheinen 11 (71 ); "ich bezwei
Erg~zung
fle nicht, dass letztere (
ist n (7 2 ) •
¿De
qu~
&~~LK~~ÓVWV
lv
&€~AO~~)
richtig
otra manera, entonces, se puede rellenar la laguna?
Mejor que una palabra compuesta seria un sintagma
&~~
e.. . nombre
de lugar, como, por ejemplo, en otro catálogo, B.IO.34
~~~C~'
í
I
~
11
I
11
11
I
1
I
I
!
•
•
•
•
•
743
,
~.cu
• Fero necesitaríamos
~eguramente
un acusativo (aunque
!:: !inal J ~v no e s seguro) y no vemos, además, c 6mo medi ante
-- nombre de lugar pOdría haber en nuestro pasaje una referen
a los cuatro grandes juegos en conjunto. Por eso, es mejor
, "
~:onstruir tras
a~~~ una palabra que venga a significar algo
:~
!.Si: como "premio fl y entoces el sentido total del pasaje seria
-::2~
o menos el siguiente: tilos familiares (o los compatriotas)
~ Tisias en los juegos en que se compite por ilustres(73) pre
con treinta brillantes victorias fueron celebrados con cor
~os,
~~jos,
unos en Delfos, otros en el Istmo y otros en Nemea; oja
:! logren también victorias olimpicas tl ; o bien, suponiendo que
:: número treinta se refiera s610 a las victorias délficas y
;-r.::::::::.tuando al final del v.35:
•••
en los juegos en que se com
por ilustres premios: con treinta brillantes victorias fue
;~te
III
ti
~n
celebrados con cortejos unos en Delfos, otros en el Istmo
•••
ti
El uso de
,
,
en expresiones del tipo "luchar por obte
afJ.~1.
:sr algo" está suficientemente atestiguado en Pindaro:
~.9.90
~€VEV
&rwva ~pEO~U~Épwv &~,' &prUpCOEOOI.V·
,,:ubién en un catUogo, pero en lugar de
,111
s:..n6nimo &rwv ;
~.9.l05-6
oto~ AI.~vooa<;; &~~L
" 1 paoa ~ po <;
11II
7
11I1
:1'
,
TtÓA
ruval.xo<;;
~~av
~ v,
con la preposici6n TtEpe en el propio Baquilides:
5.l24ss.
~apvá~E~'
,:
!E..ft'A.O<;; aparece su
tVOUKÉW<;
KouP~o" ~EVE~~OA€fJ.O"<;·
744
4
~ no,; é cp a:¡.L L
y 13.54ss.(7 )
,;a"ÓE] nEpt O'';Eep<ÍVO "aL
na:yK]ea:,;COU nóvov 'EA
AávEOOLJ v f6¡:x.SEV';' lOEO-&a:L."
¿Qué podemos leer en lugar de
~¡.LCPLK[';LÓV]~V que signifi
que algo así como "premio"? Tiene que ser una palabra con una
estructura métrica
uu-
y en la que la x- inicial vaya se
guida de una consonante o sonante para hacer posici6n, pues la
iota final de
a¡.LcpC debe ser larga. Podemos intentar recons
truir, por ejemplo,
K[A0:6ÉJ~v
, pues, como es sabido, el pre
mio para el vencedor en los cuatro grandes juegos panheléni
cos era una corona "vegetal n : de olivo en Olimpia, de laurel en
Delfos, de apio en los Juegos ístmicos, de apio fresco en los
Nemeos(75). La menci6n de estas coronas como premio al vencedor
es corrientísima; en Baquílides podemos citar casos semejantes
en 8.30, dentro del catálogo que tantos puntos de contacto tie
ne con el que nos ocupa:
'!tE pI.
yAO:UXOV
ltVÓT)¡.L'
y 11.28
'K [po:,;' 't'
&] ná [00'0:"] ~
.
At';WACÓO~
lAa:Ca:~
'Jto:y~ÉVWL
XaC,;o:v
lAaCa ..
yAauxaL o';Ecpavwoá¡.LEVOV
así como el ya citado
'!tEp\ O'';EcpávOLOL de 13.55(76).
Especialmente significativos para nuestros prop6sitos son
dos pasajes pindáricos:
-0.8.76
,
"
cpUAAOCPOPWV
a:'!t
l.
,
~yWVWV.
745
's:.
TI~Ep~uWV,
"
E~~
..
~a~
TIu
~W~EV tOAu~~~áówv ~' t~a~p{~o~,
'AA~EOÜ ~PVEcr~ ~pá~a~
~onde con
XE!pa •••
~pVEa~ se alude al mismo tiempo a las recompensas
~e Delfos y Olimpia, como en nuestro caso con XAaó€wv se alu
:~la
a los premios en los cuatro grandes juegos panhelénicos
:excepto Olimpia, si es "Plegaria para el
,Fut~otÍ)(7a).
No obstante, un problema morfo16gico presenta la forma
',-,,:,ó€wv , ya que lo corriente es que la palabra KAáóo, siga
:a declinaci6n temática, y asl ocurre en el único caso que te
,'11
~emos
en Baqullides, 9.33 (en Plndaro no está atestiguada). Pe
::-o flexionada por la declinaci6n atemática(79) la encontramos
!I
al
menos 50 años después de Baqul1ides, en Fi16xeno (435-380
~roximadamente),
EI,.836a.3
E!m.:
El~' ~~EPE o~€~avov
AEn~a, ~no ~up~Cóo,
yv~~wv
:11
aunque
KAaó[wv
E¿
ó~oúvan~ov·
)(.Aaó€wv es correcci6n de Bergk en lugar de KA<ÍÓWV;
: en Ar. !!.239
(~.):
Boa ~' ó~wv ~a~~ 'K~~Ou, t~t K~OcrOÜ
~AáóEcr~ vo~~v ~XE~,
Quizá mereciera la pena seguir investigando en esta di
recci6n, si no convence el suplemento propuesto. Se pOdría
leer también
!I'
l':.'
.1
&:~~..~ 'K[pa~€]~v lIen los juegos en torno a las
fuerzas (de los hombres)", englobando todas las competiciones
en que prima la fuerza (lucha, pugilato, pancracio) y supo
niendo que la familia de Tisias habrla vencido s610 en este
746
tipo de pruebas. La especiE.;.
}acj
_ de
.~. :la.falf;
'La o ciu
3n
unas determinadas disciplinas es cosa habitual, como se puede
comprobar, por
ejempl~,
~
en la
6 de Baquílides, donde se
nos dice que los ceyos vencían en el pugilato y en el estadio(80).
En cuanto a la expresi6n, podemos comparar sobre todo con Pi.
-0.3.36ss. :
~
,
va~~ov
,...
aywva
,
VE~ELV
&vopwv ~' dpE~a~ nÉpL KaL ~L~~ap~á~ou
ÓL~p~Aa:()Ca~.
Véase igualmente g,.4.253, !.6.14, 1.8.66. También Kpá~o<; po
dría traducirse por "victoria", como er.: B.5.114 y qUizá 13.83(81).
Por fin, se pOdría asímismo reconstruir un adjetivo y su
substantivo al final del verso anterior.
Queda por tratar el segundo problema que presenta el catá
log~:
¿las victorias que se enumeran han sido conseguidas
po~
los familiares de Tisias o por los eginetas todos? La cuestión
no puede resolverse con seguridad, máxime teniendo en cuent
que el número de triunfos, treinta, si es buena la reconstrue
ci6n de Snell(82), puede ser un número general que signifique
"muchas", como quizá setenta en 2.9-10(83).
Piensan que se catalogan las victorias de los eginetas
Snell (para quien el número treinta se refiere s.lo a los triun
fos conseguidos en Delfos), Pighi\ Setti, Pavese(84), Hamil~
ton(85). Por el contrario, atribuyen los triunfos a los fami
liares de Tisias Oellacher, Gallavotti y recientemente, aunque
reconoce que no se puede dar una soluci6n definitiva, Maeh1er(86
1I
74-7
Quiz! si aceptamos que la menci6n final de Olimpia es una
11I
·Plegaria ".para el .Futuro", sea un argumento en favor del cat&logo
ie victorias familiares, pues ya anteriormente los naturales
I
de Egina habrlan conseguido triunfos ollmpicos, y el deseo de
una victoria en esos juegos tendrla menos sentido(87); parece,
en efecto, que en el ndmerotreinta no se incluyen las victo
1I
rias en Olimpia(88). Adem!s, nunca en una "Plegaria para el Futuro ll
en la que se formulan buenos deseos para la patria del vence
ior, se piden triunfos deportivos, cosa que sl es frecuente
cuando la petici6n es para la familia(89).
111:
Dado el estado de conservaci6n del epinicio, las pocas
repeticiones verbales que podemos señalar, apenas nos dicen
Ilr
l',1"
1',
!
I
l'
I1II1
111
nada y no nos sirven de ayuda para determinar la estructura
iel poema, como normalmente ocurre. En tales circunstancias,
enumeramos los siguientes ecos simplemente a tltulo indicati
vo:
5. !;.ECVOI.OL
:;. N
eltCX
(F)
M
(p)
34-.
~EI.VOtJ
•
(p)
,
37. v t.XCX.L<;• (p)
o.
vcxoov (p)
39. váootJ (p)
,.
-t+EÓO¡'¡CX';ov
38.
~
.
..
Ccx-&Éa<; tF)
7. nÓA.LV (F)
34-. &:0';[
B. NEj.lGL
4-1. NEJ..I.ECX CotJ (F)
~
'"
-'e
lv
35, 38.
Rimas "l. construcciones sintácticas tautométricas.
11I
t
41
1.1
l. ~¡,¡v2.~V~O
"7.
KOO¡.¡TjOCXL
I
748
Tambi~n
determin&~i6n
la
de la estructura
m~trica
del epi
nicio presenta muchas dificultades, ya que apenas podemos apo
yarnos en la relaci6n entre el metro y el sentido; en conse
cuencia, toda reconstrucci6n ha de basarse casi exclusivamente
en la consideraci6n de la propia composici6n interna, con las
limitaciones que esto supone, sobre todo a la hora de distin
guir entre periodo mayor y menor.
Para determinar la estructura
m~trica
de las estrofas so
lamente disponemos de una de ellas entera y casi la mitad de
otra, de las seis que compon1an la oda; el esquema que propo
nemos es el siguiente:
l.
--u---uu-uu-
-e -D
5
2.
--u--
-e-
2
3.
-uu-uu-
D
:;
4.
--uu-uu-u-u-
5.
--uu-uu--
6.
-u-~-u--
7.
--u---u---u-
1I
-
II
I
III
5
:;
B= 8 theses
E
4
A= 10 theses
-E -e
6
D
u e
A= 10 theses
D
Indicios de final de periodo.
v.6.
- hiato: 6.
As! pues, la estrofa tendria una estructura tripartita,
0
mes6dica, .ABA,(9 ). Los dos primeros periodos estar1an articu
lados en "inversi6n ti (91 ):
- e - D- e - D
I
I
1/ - D u e - D - II
I
I
I
I
I
I
I
I
,
I
,
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
749
El segundo periodo mayor equivale a la inversi6n del pri
:tero tlrecortado", pues falta el elemento 'e' que encabeza el
;~imer
a:
periodo. El hecho de que el segundo periodo equivalga
primero recortado, también lo hemos observado en otros epi
~cios
de Baquilides; asi ocurre, en efecto, en la estrofa de
:a
9:
~
e - D - E / - D - e-I/
e - D / - E / - D - 1/
ionde en lugar de ltinversi6nll del primer periodo hay "repeti
=i6n" con el recorte del elemento final 'e,(92). y del mismo
=odo que en la estrofa del epinicio
~as
9, en la estrofa de 12,
los dos primeros periodos mayores asi construidos, queda
::c tercero, epitritico, que cierra la estrofa ("Ley de Zuntz lf )
7 se equilibra por el volumen-de theses con el primero, con lo
;'ile resulta en ambos casos una estructura ABA muy semejante:
:da 9
A= 14
B= 12, equivale a
11I
Il
repetici6n recortada" del primer
periodo;
A= 14, epitritico.
:da 12
A= 10
B... 8, equivale a "inversi6n recortada ll del primer
11
periodo;
A= 10, epitritico.
~III
!.
iI
La estructura métrica del epodo presenta aún más y mayores
problemas, prácticamente insalvables, pues de los tres epodos
eon que contaria el epinicio, si la reconstrucci6n de Snell y
::;allavotti es correcta, como parece, 'Ó.nicamente se nos han con
I
I
750
servado los cinco primeros versos de uno de ellos; a esto hay
que añadir la hip6tesis, ya formulada por Snell y tenida muy
en cuenta por Gallavotti(93) , de que los dos versos del
~.l,
transmitido por Estobeo,
t
o , Ó' !na~ EtnEtv, ~p€va xa\ nux~v&v
KÉpCO~ &v~pWnwv ~~a~a~.
(el único fragmento de los epinicios al que no se ha podido
encontrar ubicaci6n en los pasajes lacunosos de otras odas),
pertenezcan al epodo del epinicio 12, con lo que tendríamos dos
de los cuatro versos que desconocemos. Suponiendo (y reconoce
mos que es ya mucho suponer) que los dos versos del
~.l
corres
vv.6-7 del epodo, es decir, los dos que siguen in
pondan a los
mediatamente a los cinco que podemos conocer, la estructura
métrica podría ser la siguiente:
l.
--uu-uu-
2.
--uu-uu--
3.
-D
-
3
D
5
-e-
2
-
D
-u---uu-uu-
e
-
4.
--u--
5.
[-u-J --uu-uu--
6.
-u---uu-uu-
7.
-u----u--
I
/1
/1
/
3
[e] - D
-
5
e _:cD
5
E -
4
A= 13 theses
B= 10 theses
¿A= 13 6 14 theses?
8.
9.
Indicios de final de período.
-v.2.
-v.4.
- hiato: 39.
- pausa sintáctica: 41.
La construcci6n sería muy semejante a la que presenta la
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
751
~strofa:
~eorte
dos primeros periodos articulados en ltinversi6n", con
de un elemento en el segundo, y un
:~inantemente
~ltimo
periodo pre
epitritico con el mismo volumen de theses que
:: primero. En efecto, la construcci6n de los dos primeros pe
-'
_-od os
del a"
s~gu~ent e manera(94) :
"
quedar~a
D - / e - D+-I_-_i_-_I_I_C_?_----JI
- D-
-
e - D //
El tercer periodo tendria tres versos (7-9), de los cuales
~:
primero seria E - • Los dos últimos versos podrian ser, pon
§;'a:lOS
por caso,
D - e - E , lo que daria un volumen de 13
~
~, como el primer periodo (9~); o bien pOdria tratarse de un
;~riodo final totalmente epitritico de 14 theses (A,)(96) o de
:2 theses (A'= E - E - E).
111I
Finalmente, el Itc6digolt de la oda es:
:P - TP
Me (MPtl
••. /1 ••• OL
• • • 111 •
:11
II
i'
II
97 )
II
Me (ML-MPr/
ol99) _ n(lOO) •••
98 } ... II
••• III
/11 ••• /1 ••• /1
?52
NOTAS A ODA 12
II!
II
(1) Kenyon (p.109) comenta que /lit is interesting as showing,
in conjunction wi~h the poem which follows, that Pindar, in
spite of the number of his Aeginetan odes and the evident clo
seness of his connexion with the island, did not have a mono
poly of the celebration of the athletic victories won by mem
bers of Aeginetan families 11
el
(2) Snell 4, pp.2l3-2l9.
I
1I
I
(3) Gallavotti 1, pp.8-l5.
(4) P.XLV.
(5) Gallavotti 1, p.14.
(6) ¿Podrían permitir las condiciones materiales del fragmen
to ubicar el pasaje no en la segunda triada, como hace Snell
y aceptan todos los editores, sino en la tercera y última, de
modo que el epinicio acabara con un catálogo de victorias que
concluiría con la petici6n final de triunfos olimpicos, como
ocurre en B.8 y otras odas pindáricas, si es correcta la hi
p6tesis que en su momento expondremos?
(?)
Ir
245.
(8) Q!. pp. 919-920; Maehler,
~
13.1-12,
Ir
259-260.
(9) Qf. pp.92?-928.
(10) Cf. pp.939.
(11)
V~ase
nuestro comentario a ll.lss.
(12) Cf. Pi. P.l.9l
~e;pvTRT)t;, etc.
~O~&P KU~Epvá~a~
&vnp; Thgn.5?6
~Ofi&P
KU
(13) Cf. K. H. Kaiser, Das Bild des Steuermannes in der antiken
Literatur, Dis. Erlangen 1954 (dactil.).
(14) Qp. cit.
(~5,
n.14l), p.138.
(15) Sobre la imagen del canto como nave, cf. B.16.lss.; Pi.
P.l.46, P.3.28, P.10.5l-52, P.ll.39-40, N.;726-2?, N.4.69-?0,
W.5.50ss:, N.6.2~; v~ase nuestro comentario a B.10.;1.
-(16)
-
Qp. cit., pp.13?ss.
(1?) Q!. Péron, op. cit., p.197.
(18) Páron, op. cit., p.l02.
753
(19) Péron, op. c.,i., p.l02.
(20) Qt. 4.7-8 &[va~I.cpópJj.lLrYOc;., y 6.10
&vac;.I.j.lóA.1tOu.
(21) Of. Péron, o~. cit., p.l04 n.4; Gladigow (op. cit. en
~ 9-;-n.20), p.$ ; véase tambi¿n Pi. r..5.ll5 clpj.lcct"T)X¡ltac; oocpÓC; •
(22) Péron, op. cit., pp.18o-l8l; v'ase también p.138, n.lO.
(24)
pp.
cit., pp.115-ll7.
(25) Qt. Nisbet-Hubbard, op. cit., p.43.
(26) No es mencionada por Homero; según el indice de Fatouros,
en la lfrica arcaica s6lo aparece en Baquilides, Pindaro y en el
~.577 ~ de Sim6nides.
(27) Cf. Adler, arte "Klio" en !h!.. XI.l (año 1921), col.862.
(27 bis) Alcmán identifica a la Musa con la Sirena en el Fr.30
cf. Gianotti, p.44, con n.8, donde cita bibliografia:
~;
(28) Cf. Snell (op. cit. en Oda 1, n.20), pp.69ss., sobre todo
p.73.
(29) Cf. Stoll, arte "Erato" en Roscher 1 (años 1884-1886), col.
Escher, arte "Erato" en R.E. VI.l (año 1907), col.
354-356.
l295-~96;
(30) Véase el comentario de West a este último pasaje, p.239.
Sobre Talia, cf. H6fer, art. "Thaleia, Thalia" en Roscher V
(años 19l6-l9~), col.449-457; Le sky, arte "Thaleia, Thalia"
en ~. V.l (año 1934), col.1204-l207.
(31) Cf. Mayar, arte nUrania" en Roscher VI (años 1924-l937)~
col.98-l05; Oberhummer, arte "Urania" en R.E. IX.l (año 1961),
col.93l-942. Mayer (col.lOl) indica que er-ipiteto "Urania"
aplicado a Afrodita est! relacionado con su car!cter de diosa
marina.
(32)
21.
Snell (op. cit. en
~
1, n.20), pp.73ss.
(33) otras divinidades invocadas son los Dioscuros (E. Hel.
l495ss.; Estacio, Silv.3.2.l; Ovidio, Am.2.ll.29; HoracIO;
Oarm.l.3.2); Proteo, Trit6n, Glauco, PaIem6n (Estacio, Silv.
~35ss.; Ovidio, Am.2.ll.27), Eolo (Estacio, Silv.3.2.42;
Horacio, Carm.l.3.3)7 Isis (Estacio, Silv.3.2.l~ Afrodita
(Horacio, Carm.l.3.l~, Posid6n (Thgn.b9!; Pi. 2.6.104-105), etc.
(34) Of. Race, The vaunt in Pindar, p.23.
(35) Cf. asimismo, aunque es algo diferente, !.3.lss., !.5.l ss •
754
---
.:;:) Motivo "canto-victoria"; cf. Schadewaldt, pp.278-279 y
----::·ss.
~)
V6ase también nuestro comentario a 10.7.
~=) De las diversas conjeturas ( &naL~Er Jebb, ln&pxEL
, ,
etc.), probablemente la mejor sea la de Crusius, anaL
:::. , que Jebb conf?id~ra :'posi'9lell -: Edmongs imprime_en su edi
:~5=; en Hesiquio ana~pEL
dOEUEL, anooD~E~, ávaxwpEL •
!~_.~ll,
:?) "Regno procul a patria U , Rumpel (s.v., p.56); "reigo far
.III~ home", Slater (s.v., p.60). Ha ha'6iñ'o intentos de modi
~~:ar la lecci6n de los manuscritos también en este pasaje.
Dialectorum Graecorum exem
re~pr. H1
eshe1m 1
•
~:) V6ase tambi6n E. Fraenkel, ad Ag.1227, III 565-566, que
se refiere al pasaje de Baqu1lides en la nota 4 de la p.565:
~~ere the sense of the verb appears to be.'orders' or forders
~:yf". En el pasaje esquileo la,pa~abra
anapxo~ no parece
~erenciarse mucho del simple
apxo~, como comenta Wilamowitz
: prop6sito de A. Pers.327; véase también el comentario de
~adhead (Cambridge-!960, p.112) a este texto •
.~2) Tombién se ha intentado corregir este texto: lnapx ov
:=~Yt apxov~a Kiessling, lnápxov~a L. Dindorf.
Ja
'..:..3) También para Gerber 4, s.v., p.26: "apparently as the ver
:al equivalent of
~napxo~
":'th acc. and in!.".
'commander t and so torder, bid',
:..:..4) De todas formas, este ejemplo no es absolutamente seguro,
~a
que, además de la varia lectio AÓyoL~, la forma ~' puede
ser tanto ~(E) como ~(OL) • Véase G. Mt1ller, JJTextkritisches
:t1 den Septem des Ai8Chylos", Hermes XCIV 1966, pp.260-264;
;; S. Lasso ae la Vega (op. cit. en ~ 4, n.40), pp.ll0-lll;
:-. n.13.481.
- :~5)
Ad loc., II246-247.
:~) Más ejemplos en Stahl (op. cit. en Oda 9, n.l06), pp.
5068s.; y en Chantraine (op. cit. en Oda~ n.37), II30;ss.
,llll ,"
II
,1111
1II
1
i
también B.4.lss.:
·E~L tupaKoaCav ~LAEr
nÓALv Ó X~uooKo~a~ 'AnóAAwv,
&O~Ú~E~CV ~
'r€ [ pw]va YEpaCpEL·
:4-8) Ad 10c., p.117;
Ef. nuestro comentario a
~
10, pp.578ss.
:49) No obstante, Wilamowitz (Pindar08, p.2l7, n.4) opina que
:a palabra KÓO}tOV designa el adorno que está sobre la corona,
:as "cintas" t ~''t'paL) de 2.9.84.
755
(50)
Qf. también 5.38; véase Pighi, p.178, n.4.
(51) Of. Thummer, 126-28, as! como nuestro capitulo dedicado
a la '1'f!;oa del Vencedor", pp.1054ss.
(52) 1 28.
(53) P.129.
,
1.
,
,
ó'
(54) O!, Maehl~r, 11 244: "in 42 mit Ka~ ~n apyopo Lva
(scil:- AiI.<pE~OO ) offenbar neu eingesetzt wird"; también parece
confirmarlo la métrica (véase el comentario métrico al epinicio).
(55) Ya lo apunta Maehler (11 244): "Was hierauf folgte, war
sicher eine Erwahnung olympischer Siege, entweder von frUher
errungenen (wobei vielleicht wieder eine Zahl genannt war)
oder von zukUnftig erhofften". Setti (p.129) considera seguro
que el epinicio 8 acaba con la petici6n de una victoria ol!m
pica, pero no aplica tal conclusi6n al pasaje que comentamos.
(56) 2[. nuestras pp.958-959.
(57) Of. nuestra p.959.
(58) At~Et está atestiguado en el dudoso Fr.66.ll. Para el
verbo de súplica en primera pérsona, v'ans~as pp.939 y 972.
(59) Sobre El aEÓ~ , véanse las pp.955 y 972.
(60) Sobre la variatio en los catálogos de victorias, véase
Thummer, 11 3l-~2.
(61) Q!. Oellacher, p.llO; Snell 4, p.2l8.
(62) Gallavotti 1, p.13: "non credo che stia male le~gere TIo
aót nel v.37, neppure se !osse certo che la parola a~<pLK~LÓ
vwv del v.35 gil designi di per se stessa a sufficenza le ga
re Pitiche; ma come ~ noto, tale parola ~ di incerta interpre
tazione, e poteva variamente essere determinata con qualche
aggettivo nelle lacune dei primi versi, in modo di acquistare
un signi!icato generico. Lasciata quindi in sospeso l' inter
pretazione dei vv.33-35 ••• H.
(63) Snell 4, p.2l7, n.l.
(64) P.133.
(65) Para un encabalgamiento estr6fico semejante, v&ase, den
tro de otro catálogo, B.10.29.
~66)
Snell 4, p.2l7: "Entscheidend ist vielmehr, dass mit dem
aEail.oL nicht die vier panhellenischen Spiele be
zeichnet sein ktsnnen tf •
a~<pLK~~ÓVWV
(67) Ad loe., 11 247-248.
756
'58) Para el signi:ficado "vecmos lf de &jJ.CPLK"t' Cove<,;; , Maehler
:~~para
con Hdt.8.l04 y Pi. 1.4.8, Parth.2.43.
'59) Snell 4, pp.2l7-2l8.
'''''')
v
Thummer, 1 28.
•
.
¡
-., )
-
Snell 4, p.2l6.
'''2) Snell 4, p.2l7.
-3) KAU"t'WV o un adjetivo semejante pOdr1a hallarse al :final
v.34; sobre este tipo de adjetivos aplicados a los juegos,
::. comentario a la ~ 9, p.507.
~::
~4)
N.lQ.3l: \ ~
L
"te Ka~ ucr"t'L<';; ajJ.LAAa"t'aL
~crxá"t'wv &laAWV'Kopucpat,.
~:ter (~., p.427) lee nepC •
O:f.
--
tam~i~n~P1~
yvw"t
aeLow-~ew
~5) Of. Patrucco, Lo sport
~-~~dante bibliograf'la.
~€pL
nella Grecia antica, pp.3D-32, con
-5) O:f. también 2.10, 5.186, 7.11, 9.23, 10.16, 13.59-60,
::.59=70, l3.l96ss., l4B.9; en P1ndaro, 0.3.13, 0.4.11, 0.11.13,
~.:3.33, !.1.17, N.4.88, !.6.l8, !.11.29~ 1.2.l6~ 1.8.64~ etc.;
~ase Thummer, 1 ~9-30.
G:f. también 1.1.29.
-;5) O:f Hdt.7.l9.1 dno
~)
&E,"t'~<,;; t~a~D' "t'ov, KAá&ou<,;; YDV nacrav
~~~a~v. En E. ~.80, &acpvD' KAaóoLcrL en el templo d~l:fico
:..: Apolo.
-;) Q!. Ohantraine, DELG,
~.,
p.537.
30) Véase también N.ll.19ss. En la actualidad, por ejemplo,
_:: etiopes destacañ exclusivamente en las carreras de gran
!'=.do.
=:)
O!. Gerber 4, s.v., p.130. En Baqu1lides y en P1ndaro s6lo
en singular:-
E; =-~ce
52) 80ell 4; de!endida en las pp.2l6-2l7.
:3) C:f. Setti, p.132: "11 numero sarA :forse arrotondato, ma
~ ogñI caso sembra
~::a :famiglia"ia lo
troppo elevato per i componenti di una
que Maehler (II 244) objeta que en Pi.
J • ..s.58ss. se cuentan 25 victorias que una sola :familia de
~-=:la, los B!sidas, habia conseguido en trlos juegos llamados
~-ados". Sobre el nmnero tres, v~ase Delling, arte n "tpEt<,;;u
E:. ~WNT VIII (año -1969),,'.pp.2l5-225, eon bj..en provista biplie
g::!la.
?5?
(85) P.I02, donde codifica "HaP".
(86) V~anse sus argumentos en
pasaje, rr 248.
rr
2438S.
y en
su comentario al
(8?) Cf. T. Klee, Zur Geschichte der gymnischen Agone an grie
chiscnen Festen, Leipzig 1~n8 (reimpr. Chicago 1980), pp.l09ss.
(88) Cf. Maehler, rr 244: UDass in der von Bakchylides genenn
ten Ziñl von 30 Siegen auch olympische Siege enthalten waren,
lasst sich nicht ausschliessen, ist j~d09h wenig~r~~ahrscpe~
lich da nach der Aufglieder~g.in O',~EV ••• o~,u ••• 2~
••• ~3?-40) in 42 mit 'KO:~ ~'1t o:pyupoo I.va: (scil. A"'q>E~OU )
offenbar neu eingesetzt wird (s. zu 42)".
(89) Q!. nuestra p.959.
(90) En el caso de que, en efecto, hubiera fin de periodo tras
el v.3, no seria válida la conjet~a ~e Snell (4~ ~.2l6), que
propone leer en los vv.33-34 1ta:Y]/~EI.VOU
o EUJ/ ~ECVOU •
(91) otros casos de ttUmkehrung" en Baquilides hemos estudiado
en los epinicios 9 y 10; v~anse los comentarios a la estructura
m~trica de ambas odas.
(92) véase también el segundo periodo mayor de la estrofa de
la Oda 11:
D -Te - dI I
- D - D !! e - II
(93) Gallavotti 1, p.15.
(94) Obsérvese que en este caso la "inversi6n" seria inversa
(permitasenos el juego de palabras) a la de la estrofa, con
los mismos elementos: en la estrofa - e - D - e - D es el
primer periodo que luego se invierte en el segundo; en el epo
do e - D - e - D seria el segundo periodo resultado de la in
versi6n del primero.
(95) Para un periodo final no totalmente epitritico, véase,
por ejemplo, el último periOdO de la estrofa y del epodo del
epinicio 11.
(96) 21. el periodo tercero de la estrofa del epinicio 9:
E - E - E- e
y de la estrafa de 10:
E - e - e E - e - •
(9?) Es dudoso que sea "Loa de la Patria", como quiere Hamil
ton, y no simplemente "Menci6n de la Patriarl.
(98) Probablemente seguia la "Menci6n del Vencedor".
(99) Hamilton codifica t1HaP (M)?"; nosotros creemos que se tra
ta más bien de un oat~logo de victorias familiares, con todas
758
las reservas expresadas a lo largo de nuestro comentario.
(100) Ya hemos dicho que para nosotros la supuesta menci6n de
no
Olimp~a en los yv.42~s. r es una !fP~e~aria ,para el Futuro" y
una s~mple cont2nuac~6n (y culm~ac~6n) del catálogo •
•
•
759
ODA
~l
~w
__
12
epinicio 13 de Baqullides, dedicado al egineta Piteas,
de Lamp6n (v.68), celebra la misma victoria cantada por
~~-¿aro en su ~.5(1). La fecha de composici6n, asl como la
=-~ologla
relativa de las odas dedicadas a los miembros de la
:~~ia de los PSalicladas, es cuesti6n complicada(2), aunque
1.:3 suele situarse entre 487
;~bable,
y
480 (485 Severyns). Es bastante
por otro lado, que la victoria de Piteas se produjera
~ la categorla de los
árlvELOL, que en Nemea era intermedia
-!:::tre Ilniños lt y '·hombres
tl
,
como ha demostrado Blass(3).
Es, qUizá, el epinicio más largo de Baquílides. Kenyon, sin
~~bargo, estima~a
que 8610 se habían perdido diez versos al
pr~
:ipio de la oda y, por tanto, se tratarla del segundo epinicio
~or
su extensi6n (198 versos),
despu~s
de la
~
5. Blass, por
el contrario, opinaba, y tal parecer ha sido aceptado por la ma
joría de los editores posteriores, que el poema empieza para
~osotros
¡¡II
en el v.44, de modo que se habrían perdido la primera
trlada entera y casi toda la estrofa de la segunda tríada, y,
en consecuencia, el epinicio completo constaría de 231 versos
y sería el más largo de nuestro poeta. El único fi16logo que
ha vuelto posteriormente a la vieja teoría de Kenyon es Iri
goin(4), pero sus ideas no parecen haber tenido, al menos por
el momento, mucho eco (en su comentario al epinicio, Maehler
'.
•
l'111
i~'
ni siquiera las menciona).
Con el cómputo de Blass, la secci6n inicial comprenderla
99 versos, el mito
~.
70 y la secci6n final
~.
60. En cambio,
en la Oda 9, que, como iremos comprobando, presenta una estruc
~
760
tura muy semejante, la secci6n inicial abarca 39 versos, 26
el mito y 39 la secci6n final, es decir, exactamente la mis
ma extensi6n que la primera(5). En el epinicio 13, con el c6m
puto de Kenyon e Irigoin, la primera secci6n comprenderla 66
versos,
~.
70 el mito y la secci6n tercera ca. 60; es decir,
la primera y la última secci6n tendr!an un n6mero de versos
muy semejante. De todas formas, la extensi6n de. las dos sec
ciones extremas es muy diferente en las otras dos odas con
mito central en las que podemos hacer con seguridad tales cál
culos (cosa imposible en el epinicio 1):
~.-
Al -- 22 versos
2.-
= 40 versos
A2 = 36 versos
Al = 55 versos
Mito
Mito
~
A2·=
120 versos
25 versos.
Además, en 9 el breve mito inserto en la primera secci6n
llega hasta el v.20, mientras que en 13 acabarla en el v.57
con las cuentas de Blass y en el v.24 con las de Kenyon e
Irigoin (el pasaje-puente gn6mico, que en 9 es s6lo de cuatro
versos, en 13, en cambio, ocupa nueve),
En todo caso, en tanto este asunto no quede definitivamen
te zanjado, seguiremos utilizando, para mayor comodidad, la nu
meraci6n de Blass, que es
tambi~n
la de Snell.
Pero, aun en el caso de que sea el epinicio más largo de
Baqu!lides, contando la gran laguna inicial y otras más peque
ñas (vv.170-l74, 210-219), apenas una cuarta parte de los versos nos han llegado completos; por eso, podemos reconstruir,
en general, la estructura de la oda en su conjunto, as! como
su linea de pensamiento, pero en much!simos versos el suple
mento exacto para rellenar la laguna es muy inseguro y son
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
t
t
~
t
,
761
admisibles varios de ellos.
El epinicio 13 es uno de los más alabados poemas de Baqul
:"ides:
II!
I1
c armine egregio lt (6), t'placentero y gracioson(7), etc.
.se trata de una ada con largo mito central, que narra, como es
costumbre también en las odas eginetas de Plndaro, "historias
1'1
l'
l':,
11'
'.l.
l.
•
de los Eácidas", en este caso las hazañas de Aquiles y Ayante
ante los muros de Troya. Pero, además, tiene en su primera
secci6n otro mito que cuenta el origen de los Juegos Nemeos,
con lo que su estructura se asemeja mucho a la del epinicio 9,
que contiene también un primer mito relativo a la fundaci6n de
los Juegos Nemeos y otro central, más largo, que es, igualmente
en esa oda, alabanza de la patria.
Del proemio apenas podemos decir otra cosa que la Musa Cllo
era invocada o, al menos, mencionada, igual que en las IIInvoca
ciones Poéticas fl de los epinicios 3 y 12. Cllo reaparece al fi
nal del poema (v.228), con lo que, como es habitual en Baqul1i
des, el cierre enlaza con el proemio(8) •
Tampoco podemos saber con exactitud c6mo se pasaba del
proemio al primer mito, pero, fijándonos en la Oda 9, parece
probable que tras la "Invocaci6n Poética" se mencionara al me
nos el lugar de la victoria(9), que introducirla (quizá median
te un adverbio relativo de lugar; en 9.6
~.eL)
el tema "Nemea"
y el consiguiente excurso sobre la fundaci6n de los juegos. A
la alusi6n a la primera hazaña de Heracles, la victoria sobre
el le6n, debla de seguir la profecla sobre sus futuras proezas
(hasta los vv.44-45), una nueva referencia a la lucha con el
animal, que es descrita (vv.46-54), y otra prOfecía final so
762
re los Juegos Nemeos
y
el pancracio que en e,.
lS
tiene luL
·:::,
(vv.54-57). Es decir, ::lgo as! como: ·'Canta, Clio, la victoria
de Piteas en Nemea, donde Heracles venci6 al le6n, la primera
de sus hazañas; a ella seguirán otras muchas, que lograrán pa
cificar la tierra; c6mo derrot6 al le6n con toda clase de ar
tes; as! también, en este mismo lugar, los griegos competirán
con esfuerzo por las coronas del pancracio"'.
Para nosotros, el epinicio comienza prácticamente en el
v.44, cuando debia de acabar la alusi6n a las futuras hazañas
de Heracles y el poeta volv!a a la primera de ellas, con la
descripci6n pormenorizada de su victoria sobre el le6n(lO).
Un personaje predice las proezas de Heracles y, tras la des
cripci6n de la lucha, las futuras competiciones lel pancra
cio en Nemea(ll). Quién sea tal personaje, resulta, en el es
tado actual de nuestros conocimientos, imposib¡e de saber.
Dos son las teorlas que más éxito han tenido. Por un lado,
Blass(12) y Wilamowitz(13) creen que se trata:'.e la ninfa
Nemea, hija del Asopo y hermana de Egina, a
Sl.
vez ninfa ep6
nima de la patria del vencedor; aceptan esta hip6tesis Pie
per(14) y Lens(15). En cambio, Jebb (que en un principio pen
s6 que pudiera tratarse de Tiresias, según Pi. !.1.61ss.)
propuso Atenea, que, en muchos vasos en que está representada
la lucha de Herac1es y el le6n, aparece como espectadora y
protectora del héroe, junto a otra
;ura femenina
,e se
ha querido identificar como la nin¡a Nemea(16). otros casos
de concordancia de pasajes baquilideos con escenas vascula
res, señala Jebb(17) a prop6sito de las odas 3, 17 Y 18; hay,
'demás, ejemplos de más profecias de Atenea (A. Eu.685ss.).
763
-e ~ropuesta de Jebb ha gozado de una aceptaci6nalgo mayor
la de Blass y es la preferida, con mayor o menorconvic
~e
:~~~, por Taccone, Festa, Edmonds, Werner, Pavese(18) y Fran
::~s; Pieper(19), que al final parece decidirse más bien por
-=
~ip6tesis
=~~~ionada
del alemán, señala, sin embargo, que Atenea es
nuevamente en el v.195 de la presente oda (como
::!o lo es también en ambas secciones).
Pero, en definitiva, como afirma Maehler, es imposible
~a=
una respuesta segura; ambas teorías pueden ser ciertas
tienen gran validez los argumentos presentados para
~ ~o
~:x~luir una u otra(20).
En los vv.44-45 parece acabar una profecía sobre las fu
hazañas de Heracles y su labor pacificadora. El mayor
~as
;=o~lema,
en estos dos versos, es la expresi6n
óCKa~ ava~o!
:. ~paCvwv • Maehler(21) critica las interpretaciones hechas
~sta
la fecha, pues opina que óCKaL, en plural, no puede
::'g:nificar ttderecho, justicia R (flRecht, Gerechtigkeit"), sino
~.510
"sentencias" (nUrteile lf ) , y así traduce "ejecutando cas
-::'§;os para los (injustos) mortales" ("indem er Strafen
:~eckt
voll~
an den (ungerechten) Sterblichen"; "Strafen an Sterbli
:!¡en vollstreckend tt), entendiendo ó Cxa~ xpa CVE LV más o menos
=0:10
&Cxa~ ACq..l.¡3cÍVE LV •
Algunas traducciones, en efecto, parecen difíciles de
aceptar, como las de Jurenka ("des Rechtes
Satzungen stiftend
:'en Menschen lf ) o FranQois ("fijando reglas a los mortales fl ) ,
7a que, como muy bien apunta Maehler, Heracles no ha sido nun
:.a un legislador, sino un encargado de castigar la
fS¡3PL~,
al
764
modo de Teseo en B.18.4l-42:
~ ~EO~ ~u~ov dp~a~
El Anfitri6nida no ha impuesto la ley "fijando reglas a los
mortales ", sino que su papel de OWTIÍ P y defensor de la jus
ticia se basa en el empleo de su fuerza fisica para asegurar
la(22). Desde este punto de vista, la interpretaci6n que hace
Mae}¡ller de OCKCX~ ~va~o¡;o~ xpaCvwv en el sentido estricto de
"imponiendo castigos a los (injustos) mortales" seria proba
ble y tendria una posible confirmaci6n en los vv.62ss. de la
!.l de Pindaro, que tanto se saca a colaci6n a prop6sito del
texto de Baquilides que estamos comentando(2;):
~ooou~ ~EV
~ooou~
,
xaL
...
~a
oE
lv x€pow
•
K~avwv,
~óv~wI ~Dpa~ ~LopooCxa~·
,~,
ouv
~Lva
.1
~
s:: '
uCXWOELV
•
Sin embargo,
~~alLw
•
,
~opov
quiz~
•
no se pueda negar, tan tajantemente
como hace Maehler, que 6CKaL en plural signifique "justicia,
derecho ft ; al menos, la opini6n contraria es sostenida por M.
Schmidt(24): "bes. im PI. sowohl individualisierend Entschei
dungen wie (nicht davon zu trennen) koll. die in solchen
Entscheid. sich manifestierenden Prinzipien: -aL
(t~E¡;CXL)
Recht, Gerechtigkeit (h.Cer.152, n 542, 11:,.86, 22,.;6, viell.
QJ2..l24) , -CXL OXOALaC 'Unrecht' (.QE..2ll); neben o.
Dat. sind
-&€~LO~E~
im instr.
die 'Urteilssprttche', s. zu Th.86".
Váase también Thgn.54:
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
765
!rantes, no conocían ni el derecho ni las leye.s tt (Adrados),
lII
ceux qui autrefois ne connaissaient ni droit ni lois"
(Carri~
:-e), Ilquelli che prima né di diritto sapevano né di leggi"
::Garzya); y ya antes Q1..9.215(25):
OÜTE
óCKa~
EO
Etóó~a OÜ~E &€~~OT~~·
As!, se pOdria traducir entonces óCKa~ &va~o!oL KpaCvwv
en un sentido más amplio que el que le atribuye Maehler: "cum
pliendo (haciendo cumplir) la justicia a los mortales", sin
m~s
:-eferencia explicita a castigos; es decir,
o menos como
traducen Jebb ("confirming the reign of law for mortals tl )
,
Taccone (lIassicurando alla giustizia il suo regolare corso lf ) ,
Edmonds ("by putting judgments into effect among men") o Lens
("impartiendo justicia a los mortales ft) (26) •
En los vv.46-54 se describe vividamente(27), como acostum
II
1I
II
bra Baqu!lides, la lucha de Heracles con el le6n, que sirve de
paradigma y
at't ~ov, como demuestran claramente los vv. 54-5'? ,
a las competiciones del pancracio en Nemea. Este hecho ya fue
observado por Wilarnowitz(28) y Jurenka(29), que señalan el eco
verbal
~omo
nav'toCaLo~ 't€xvaL~ (v.49) -
.
nayK]pa'tCou (v.56)(30).
indicamos en el comentario al epinicio 9, en los vv.10-20
de ese poema se narraba una de las leyendas sobre la fundaci6n
1I
de los Juegos Nemeos, a saber, los juegos fúnebres en honor de
Arquémoro; en la
~
13 se recoge la otra tradici6n, la muerte
del le6n a manos de Heracles. El motivo de tal variaci6n en la
selecci6n de las leyendas puede estar muy bien en el deseo de
Baqu!lides de señalar en el epinicio 13 la primera hazaña de
Heracles como paradigma del pancracio, pues en la
~
9, en
efecto, no se trata de un pancratiasta, sino de un pentatleta.
766
La profecia del personaje desconocido(3l), y con ella el
primer mito, acaba coincidiendo justamente con el final de la
segunda antistrofa(32); Pieper(33) ha observado que en el epi
nicio 13 hay gran coincidencia entre las divisiones temáticas
y
estróficas, lo cual seria indicio de temprana composición.
En definitiva, el discurso directo (y el primer mito) de
bia de articularse esencialmente en tres partes, tras una pro
bable referencia inicial a la victoria de Heracles sobre el
león en el valle de Nemea, que serviría de introducción: a) fu
turas hazañas de Heracles; b) descripción de la lucha; c) futu
ras competiciones en Nemea. La parte b) seria el gozne entre
las otras dos, pues la proeza descrita es, por una parte, pre
ludio de hazañas posteriores (a), y, por otra, at~Lov
del pan
cracio de los Juegos Nemeos (e); véase el eco verbal v.45
~o 'ta L
Y
- vv. 56-57 'EA [AávEoca] v , y los futuros
loe:o~aL
~va
naúae: L (v .45)
(v.57) frente a los presentes y aoristos de la des
cripción; las dos predicciones se encuentran, además, en posi
ción tautométrica.
En los vv.58-66, el primer Upasaje-puente" gnómico de la
oda(34 ) procura el tránsito del primer mito a la t1Loa del Ven
cedor", mediante una referencia a la inmortalidad que proporéio
na al atleta la victoria en los juegos, cantada por el poeta;
as!, lo que se dice en estos versos de manera general, se apli
ca en 67ss. al caso particular del vencedor, Piteas. Las sen
tencias reproducen exactamente la misma idea que encontramos
en 9.2lss. y 9.77ss.(35); en el primero de los dos pasajes, ade
m~s,
las gnomai desempeñan el mismo cometido que en 13.58-66, ya
que permiten la transición del mito sobre el origen de los jue
.1
,
1 •
.
•Ir,
111
111
?6?
gos a la alabanza del atleta que ha vencido en ellos. Un caso
muy semejante hallamos en Pi. Q.l.9?ss.: tras el mito de Pélope,
a qUien se tenia por el primer vencedor en las carreras de ca
rros de Olimpia y fundador de las mismas, un pasaje gn6mico
(vv.9?-lOO)
d VLKWV oE ~oLnov &~~t ~Co~ov
EXEL
"
's::'
EVuLav
'l.'
~E~L~oEcrcrav
&é~~wv
y'
~VEKEV· ~o
o'
atEt
napá~EpoV tcr~óv
deja paso a la "Loa del Vencedor":
KELVOV fnnCw
•
vó~w
•
Si el sentido general de las sentencias de 13.58-66 es
claro, las lagunas del texto hacen que algunos detalles de por
menor permanezcan oscuros, especialmente, en el v.58, la forma
de efectuarse la transici6n del mito a las gnomai(3 6 ). Blass
proponía leer
el v.61 [a:
-&á~~E L
napJá, cuyo sujeto sería
K~u~Jav Oó~av
singular, con
N'Ka~
•••
:p€~EL
~[v}&Ea, y
en
, de modo que lI. (femenino
como antecedente) sería sujeto de :pé
<pEL (3?). Jebb, por su parte, suplía en el v.58 8~ vüv 1tapJá
y en el v.61
Xpucrl] av, de modo que
sería sujeto de
&V[OE~EJ~crLv
:pé~EL y
8~
(=
1tayKpa~ Cou
1tóvov)
lt[vJ-&Ea (acusativo) complemento de
, que reconstruye en los vv.59-60, siguiendo una
propuesta de Housman, en lugar de
acusativo complemento de &:V[OE-&E]
un par de ejemplos,
o't&IJ.I.l'
&v[~pW1tO]~crLV
~crLv
de Blass. Un
sería raro; Jebb cita
&vaOT)cráI.lEVO~
en una inscripci6n,
768
y
{(jJ
'ten ••• ~ó&a. en Ath.f'J6d
(2!.
t
como éluismo reconoce, el dativo es much- más
que es más importante para nosotros, es el
:lcuente, y, lo
~~abitual
en Ba
quilides y en Pindaro:
B.IO.16
..
~V~EOLV ~a.v~av &va.6~oá~evo~ xe~a.Aáv
Pi. P.2.6 't~Aa.Vr€OLV &v€ó~oev 'Op'tvrCa.v o'tE~ávOL~,
-~.lO.40
&á~v~ 'tE XPUOÉ~ xó~a.~ &va.ó~oav
'te~
-N.ll.28
-1.1.28
"EpVEOLV
,
xaL'ta.~
e incluso en Simon.506 ~, fragmento de un epinicio~38):
'tC~ ó~ 'twv VÜV ~óo&6t
n ~e'tá~oLdL
~úp'twv
~ o'tE~ávOLOL ~óówv &VEÓ~Oa.'tO,
vLx<áo>a.L~
lv &rWVL REPLX'tLÓVWV;
Por otro lado, leer en el v.58 vüv
quiz!
sea adecuado.
Sin embargo, Maehler(39) propone tambi~n ~~ vüv o 'tw VÜV t ba
f',(::ndose en que en estos versos se realiza el paso del mito a la
victoria actual de Piteas en el pancracio, y alega como parale
lo
-
vüv del v.25 de la tan socorrida Oda 9. Muy al contrario"
en nuestra opini6n, este pasaje que cita Maehler, si algo prue
ba, es que al principio de 13.58 no hay que leer vüv • En efec
to, en 9.20 acaba el
m~to
sobre la fundaci6n de lOE juegos, y
en los vv.21-24 se ubica el "pasaje-puente" gn6mico:
xeCvwv &n' e~6ó~wv &rwvwv
lv NE~Éa:L ;t\ELVO[t ~Jpo'twv
769
II11
Y s6lo en el v.25, en la presentaci6n del vencedor, aparece
vüv
A6~o~ñóEL
oav~'
VÜV rE VLKá
VLV óaC~wv f[Ó]WKEV.
En consecuencia, en la tan semejante Oda 13, esperarf.amos vüv
en el v.67, cuando se refiere el poeta al caso particular del
vencedor, y no en el v.58, iniciando la parte gn6mica, la cual
tiene un valor general que no se avendrf.a bien con un
vOv
particularizador(40).
Asi, la mejor forma de rellenar la laguna del principio
1
1
.'I
11
del v.58 seria, creemos, seguir la orientaci6n de
~Vilamowitz
(lK ~oü) o Bruhn ( ~V~EV; 2!.11.113)(4l). En cuanto a la pro
puesta del primero, podemos decir que en el epinicio 13 es fre
cuentisimo el uso del pronombre demostrativo-relativo como
transici6n de un tema a otro (un pronombre demostrativo-rela
tivo inicia una estrofa o un epodo en los versos 67, 91, 100;
~.
v.46
otav, y vv.124-l33
~O~(E)
•••
~~
); tampoco es raro,
por otra parte, que, al acabar el mito, el tránsito a la rea
lidad se haga por medio de un relativo o un demostrativo (42) ,
como ocurre .en 9.21
1.140
KE Cvwv &1t' E~ÓÓl;.WV &rwvwv; véase también
[lK ~o]V ~EV ylvo~ (conjetura de Edmonds), y Pi. 2.6.71:
l~
Oó
1tOAÚKAEL~OV Ka~'
Aava~ ylvo~
v
EA _
fIa~Lóav·
frase con que concluye el mito (quizá se pudiera leer asimismo
l~ o~
en B.13.58, pues el mismo sintagma reaparece en Pi. 2.9.
76).
Para Wilamowitz, entonces,
~Lv)~Ea
(v.60) serf.a el sujeto
,
I
I
I
I
I
I
I
I
770
del verbo ~p€cpel. (v.62) (43) • La palabra S:v-&o~ aludir1a, con
seguridad, a las coronas de victoria, pero quizá también pu
diera contener una alusi6n al canto del poeta(44), como en los
siguientes pasajes~45):
B.16.B-9
S:v-&ea ne60I.XVeLV,
Fr.4.63
xa¡ ~eAl.yAwaawv ~01.6av S:v-&ea
Fr.2OC.3
lfv-8-E~oV
f40uaa[v tI] Épwv [1.
Pi. 2.6.105
~vwv S:E~' E~~epne~ S:v-8-o~.
-0.9.48
atvEI. 6E naAal.OV
,
~tv
o!vov, av-8-ea 5'
ü~vwv
VEw~epwv.
~p€cpw,
En cuanto al verbo
~pe~a[~
yE
podemos comparar con B.3.90ss.
~JEV o~ ~l.vú-8-el.
~po~wv a~a a(w~]~~1. cpÉyyo~, ~AAa
~p[ÉcpEI.J
Moüaá VI.V
y Pi. 0.10.95
~pÉcpOV~1.
xópaL
~.
6'
e~pu KA€O~
TILEp'6E~ ~I.Ó~.
tambián Q.l.112:
En los vv.59-60 hay igualmente discrepancias en el posi
ble suplemento de la laguna. Wilamowitz pretend1a leer un ver
bo personal, ~v[6C6w1(1"1. , Y en el v.61 (xat xAu~]áv • Jebb(47)
objeta que
~va61.6óval.,
en griego clásico
(~.
usado intransitivamente, es rar1simo
Hdt.7.26.3), y en dos pasajes pindári-
cos (1.6.39, Fr.133.3) es transitivo. Por otro lado, parece
que la primera letra tras la laguna es una iota, por lo que
(46)
:
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
771
,~~e
más bien a reconstruir un dativo plural, que antici
~=úpo~~ ~po~wv
-,-:-:-uye
~
del v.62. Housman, como hemos adelantado,
&V[ÓE-&EJ~(HV, que acepta Jebb, pero que, según
Xaehler, sería demasiado breve para el espacio dispo
~:J.ell, seguido por vlerner, propone
&v [a~ Eíp-&E] ~a 1. v, que,
....:: :'e I1aehler, sería demasiado largo, y, además, el verbo
no está atestiguado hasta Eurípides (Hipp.806;
~.241
:\ y posteriormente en Calímaco (~.260.15 y 194.42) Y
7;~grama
-
del siglo II (786 Kaibel); no obstante, en 13.
:"eemos a't'EípcÍvo La LV [&v-&] ~ [wv], que pOdría recoger &v [a~Eq>
=[vJ-&Ea •
:= todo ello, el suplemento que mejor parece adaptarse a
-""-
es &ve8pW1to] ~al.v de Blass (también Taccone, Edmonds,
,....
-: _:::..
;·íaehler), que, sin embargo t presenta la dificultad,
- .:. ::""7ente sin duda, de la cantidad larga de -w-
, pues en
versos corresponsales la sílaba es breve (93, 126,
en el v.159 no podemos saberlo)(48). Para la repe
=\I~PW1tO~ ••• ~ po~ó~, compara Blass (49) con 1.161 &\1
.. 162-163 &vópó~, y 1.169 &v-&PW1tWV -176 -&va~o!al.v;
- -:a.::bién 3.61 -&va~wv ... 66. ¡3po't'wv, 3.88 &vópC ... 91
•
7, en la ~ 13, 201
~vópa
~po
_ 202 ~PO~W\l.
:.::.. el "pasaje-puente" gn6mico son constantes los contras
~-~
tienden precisamente a resaltar la idea central, la
.:=~::-:::-
idad que procura la victoria atlética cantada por el
4',-:. =-,,,\
_ ... ):
. :-- ~lJav óó!;,av
-:;:
,
·.u9a\l~ov
,
-:":'....~: a\l~ o v
64 •
KuaVEOV vÉq>o~
#'
62. 1taupo L~
#'
64. KaAúq¡" 1.
??2
65.
&.aáva't'ov
(61-2.
~v at[wvL
63. a:]~e:'
).
El orden de palabras en los vv.58-63 seria muy complicado,
si es
v~lida
la reconstrucci6n que hemos admitido:
773
'ci
i
CQ
t.....J
~
\.P
o
'W
c.O
::>
;(
r;J
¡,......I
,.,0..'
~
e
1/1
1111
111
774
En general, los adjetivos son abundantes, igual que en el
primer mito, e incluso en varios casos se aplican dos al mismo
substantivo:
crÉ] av
óaJ.LacrCJ.L~po't"o<;; at{twv [xa,,"]~ó<;;
óó~av no,," úcpav't"ov
'y~Cvoo<;;
(vv.50-51),
(v.61) •
s610 está atestiguado posteriormente en Nonn.
~.9.207 y Epigr.Gr.440.10 Kaibel (siglos 11-111);
't"o<;;
aparece también en Simon.616
( a CXJ.LTÍ );
614~,
Xpu
~
óaJ.Lacr'~~po
(Esparta) y Pi. Q.9.79
c{pCcr't"apxoc; es igualmente epíteto de Zeus en Simon.
el único otro pasaje en que está documentado, mientras
que <pE PE}tUÓl)<;; es palabra típica de Baquílides (13.182, 1.127)
- épí
Y s610 vuelve a aparecer en una inscripci6n de Calcis (IG XII.
9.1179). Por cierto que la aplicaci6n de los dos
~1timos
tetos a sendos dioses, uno tras otro (vv.58-59), es llamativa:
ápl.cr't"ápx ou
6. 1.0<;;
[N Cl<,a<;;] cP. LE] P
c;
. [E] }tuÓÉo
..
I
I
Finalmente, no,,"úcpav't"o<;; es otro hapax.
En el v.6? comienzan las alabanzas, del vencedor (vv.67-76)
y de la patria (vv.77-99); la menci6n de la ciudad (vv.7lss.),
en la cual se celebra la
~iesta
por la victoria de Piteas,
~a
cilita el tránsito de una a otra.
Como hemos anticipado, en los vv.67ss. Baquílides pasa a
hablar de Piteas, aplicando la sentencia general inmediatamen
te anterior a su caso concreto: Piteas ha sido uno de los pocos
mortales que ha triunfado en Nemea. La transici6n se realiza de
nuevo por medio del pronombre demostrativo-relativo, y, además,
775
~irigiéndose
el poeta directamente al vencedor mediante un vo
:ativo(51 ).
Piteas no es llamado por su propio nombre, que no aparece
~asta
el v.191, sino por el de su padre,
,
CL
Aa~nw~o~ u~~
(v.68).
:or eso, suponemos que ha sido ya nombrado al principio, en la
;arte perdida. En la Oda 9, antes del mito primero, Baquilides
::::>s da a conocer el nombre de la patria ( <l>AE~oüv't'a, v.4) y de
:os juegos ( NE~EaCou, v.4), y s610 después de dicho mito el
~mbre del vencedor ( AO't'o~~ÓE~, v.25) y la prueba ( nEv't'aÉ
-:-'.::> I,CHV
~a,
,
se debía de indicar el lugar de los juegos (cuya mención
s¿~viria
~~e
v.27). En la Oda 13, al comienzo, en la parte perdi
para introducir el mito), quiz! también la prueba,
de todas formas se nombra ya el el mito (v.56), o la pa
~ia(52). No podemos asegurar que fuera nombrado igualmente
:~teas,
~~icie
pero es bastante probable. En primer lugar, en ningún
de Baquílides el nombre del venceder aparece después
~= la primera tríada(53); pero. es que, además, sería caso dni
!~
~
si se nos presentara por primera vez al venceder per el nem
de su padre y luego su propio nombre no apareciera hasta
:25 versos después. En efecto, lo más frecuente es que se de
:~~e
=-
antes al vencedor por su nembre y ya después per el de
padre(54); no ebstante, pudiera ecurrir a la inversa, ceme
se aprecia en los siguientes Casos:
7.11
=.:1.14 na!óa ••• <l>a"tc.mou
1II
11.18
AcÍXW] va
'AA.E~
CCóa] ~OV
: en Píndare:
, A1'1lO' Ca
11II
¡III
,,
l
I
I
I
776
!.7.7
-
1ta;I.~
d ee;a;pCwvo ~
li· lO • 24 OU'A'I.a: 1ta:I.~
,
1.. 6 .3 Aa;I·mwvo~ •••
-
ye;ve;a:~
en odas con mito, y en las
Q.ll.11-12
li· lO • 2
,
'ye;vT1 ~
ee;a;to~
¡
il>UAa:K Cóa:
siguientes odas
I.6.7
'APxe;a~pá~ou 1ta:t
UtE ~I.Aávopo~
Q.12.l3
-
li·7.8
TI.~ovóou
-N.2.l0Pero podemos1ta:tó(a:)
observar que,
sin mito:
Q.ll.12
tAYT1aCóa:~e;
-0.12.18
'Epyó~e;Ae;~
cuando esto ocurre, el nombre
del vencedor no suele tardar en aparecer (la mayor distancia
ocurre en
Q.IO, donde el nombre del padre est' en el v.2
y
el
del vencedor en el v.18) y en todo caso nunca se retrasa hasta
la
~ltima
secci6n del epinicio.
Por otro lado, una segunda menci6n del vencedor tras el
mito, iniciando su alabanza, es corrientisima, a menudo en vo
cativo; asi sucede en B.3.64 (
( tIÉpwv),
m1ta:t
Q.6.77 y 80 ( t AyT1a Ca: y
mente), ~.9.100 (
('AAKC~I.Óa:
m~e;ya;CvT1~e;
mTe;Ae;aCKpa:~e;~),
tIÉpwv), Pi. Q.l.l07
¿wa~pá~ou
respectiva
!.4.78 ( TI.~áaa:pxe;), !.6.60
), y también en !.5.43 (
nU~Éa:),
que celebra el mis
mo triunfo que B.13; en otro caso distinto al vocativo podemos
citar B.5.185 ( tI€pwvl.) y 13.191 ( nJu~€a:)(55),
(
~ov AlvT1al.óá~ou),
Q.7.80 (
AI.a:yópa;~;
Pi. Q.2.46
caso muy parecido al
que nos ocupa, pues el mito acaba con la menci6n de unos jue
gos atléticos rodios, en los que ha vencido Diágoras, hacién
dose también la transici6n por medio del pronombre relativo,
~wv av~e;al. AI.a:yóPa:~ / !a~e;~a;vwaa;~o óC~
), ~.5.103 ( 'APKe;aC-
ACf ), ~.11.43-44 ( ~ 1ta:~pL IlU~OVC'K<f / ~ó y€ vuv ~ epa;auó~),
!.3.67 ( avv tAPl.a~O'KAe;Có~),
1.. 6 .57
I
I
I
I
I
( ~UAa:KCóCf)' etc.
En la primera alabanza del vencedor, se refiere el poeta
I
777
1I
a la celebraci6n de la victoria en su ciudad natal, lo cual es
bastante corriente en Baqu11ides (2.11ss., 6.14ss., 9.66ss.,
10.52ss., 11.9s8. ) (56) •
Diversos ecos verbales relacionan la narraci6n de la pri
mera victoria m1tica y la sentencia general sobre la gloria
eterna de quien vence en Nemea, con su aplicaci6n al caSo par
11I
ticular de Piteas:
67.
'twv (p)
58.
t.K
58.
nap]a ~w~ov &pLo-,;ápxou
l1Ló~
11I
(Wilamowitz)
-,;oü] (p)
t"F)
68.
l\.á~nwvo~ u tl (F)
48.
nEpoECóa~
69.
o'tEcpávOLOLV (F)
55.
o'tEcpávol.CíL (F)
70.
&:v-&J ~[wv (p)
60.
ll[v}&Ea (F)
70.
[tp]ecp-&EC<;; tF)
64.
Kah. úcjJ" 1.
71.
ó~l.árul.av (F)
44-.
ÓcjJLVÓOU
72.
'tE] pcjJl.~[~Jpó'twv (F)
50.
óa~ao C~f3 po-,;o~
.
62.
t"p)
(57)
f3 po'twv (F)
(45. .&v a't otal. )
75.
ónÉp¡3 1. [o v]
76.
na~~axCav (p)
toxúv (F)
4649.
ÓÚOh.ocpov
•••
XEtpa
49. nav'toCal.ol.
56. nayx] pa't Cou (p)
•
76. cpaCvwv (F)
61. noA.vcpav'tov.
La menci6n de Egina en la "Loa del Vencedor" 'permite un
!'Acil tránsito a la primera "Loa de la Patrian (vv.??-99), que
a su vez introduce el largo mito central (vv.IOOss.).
11I
:11
1I
II
Esta "Loa de la PatriafJ consta de dos partes: 1) unos ver
sos de introducci6n, en que se habla fundamentalmente de las
victorias de los isleños en competiciones deportivas (vv.77-83),
778
y que presenta relaciones sobre todo con las gnomai de los vv.
58-66; 2) alusi6n a las canciones de alabanza de las j6venes
eginetas en honor de Egina y sus descendientes (vv.83-99); en
esta parte abundan los ecos verbales de los vv.67-76 (celebra
ci6n de la victoria de Piteas), pero
tambi~n,
como comprobare
mos, de la descripci6n de la lucha entre Heracles y el le6n(5 8 ).
Una clara Ringkomposition enmarca la alabanza de Egina:
77-78.
94-5. Ji &~o1tol.va 1tay~e:[Cvoo
Ji 1to-¡;alJ,oü -&úya-¡;e:p
x-&ovó<;
cPpov,
83.
at]ve:! ••• KÓ<P,*
94 •
1tanAévol.
IIÉA1tOUOI.
¡.rv
t""
95.
1tay~e:CCvou_
e incluso
78.
~1tl.ócpPov
(F)
si admitimos con Jebb(59) y Taccone(60) que el poeta usa el ad
jetivo ~1tl.ócpPov para referirse a la hospitalidad de los egine
tas(6l): "1 1 appellativo dato qui alla Ninfa lo si comprenderl
bene quando si ricordino i costumi ospitali degli abitatori
dell' isola, sempre vantati tanto da Bacchilide quanto da Pin
daro ogni volta che essi celebrano un atleta eginese" (Taccone).
El ep!teto s6lo estA documentado en otros dos pasajes, en Emp. B
35.13 Diels :
~1tl.ócppwv ~I.A6-¡;~-¡;0<;
y en una inscripci6n de
&lJ,ElJ,CP€O<;
~poca
~lJ,~po~o<; dplJ,~
imperial (1027 Kaibel -
1&
III.
171), en la que se invoca a Asclepio:
A~~oC&ou
v~1t1.6cppova<;
OElJ,VD<;
~e:
KopwvC&o<;
~1tl.ócppwv
aparece en Str.l.2.8; cf.
na!,
&yavócppwv ya en Homero,
Il.20.467, y en Pi. ~.12.l2, donde Leto es llamada &yavóq>pwv
KoCoo
I~
~oyá~~p
•
V~ase tambi~n
lJ,a~aKócppwv
en Orph.H.59.l5:
779
"
..
A~pOnE,
Kalo" AaXEOlo,
"1.
0..'.
K~wvw
~ó~~pwv en AP 9.525.8(62):
-
(ApolO) •
En esta primera flLoa de la Patria", y sobre todo en el en
~antador pasaje ("de gusto anacre6ntico", a decir de Gentili (63))
~ue
describe los juegos de las j6venes eginetas, hay un claro
:ontraste con la descripci6n de la lucha de Heracles y el le6n
~e Nemea(64); todo lo que all! era rudeza, violencia, se torna
~~ora
delicadeza, juego; s610 con atender a la adjetivaci6n se
muestra con claridad:
~os
~eracles
l. el le6n
SÚOf...OIP o V
,
..la TI
...,
o't a: 1.
Sa¡J.a:o e¡J.~ po~o ~
::L-&WV
t
,
,
óq.,a:UXT)~
(contraste con
(contraste con
ó~a-
f...ocpov )
,
tÓpWEv't(a)
&nEvC:81Í~
,
(contraste con novou
...
"ouIPa
&yaXA.E .. ~a:[t~
~o
¡¡II
ll..'
E~ina
~o¡.lTlo~a lo)
'ta:pcpEW~
1:'
il.
~nloóCPPov
::;¡;"a~ou
I~I
I:I'¡
doncellas es¡inetas l.
..
lo vJ t, K ÉWV
nay;E[CvOU
(contraste con
&nf...tÍ'tou ).
Además, varios temas se repiten en uno y otro pasaje, en
clara contraposici6n:
- coronas del pancracio (54ss.)
- coronas de las muchachas (91ss.)
780
- por tales coronas los hombres - para las muchachas son sim
sufren
1tÓVOV ••• fopW€v't' (a)
plemente una
o~v
(56-57)
- Heracles lanza su ÓÚOAO~OV
itóó€oa~ 't'ap~Éw~
• ••
(46-49)
AÉOV't ~
(92-93)
- la doncella egineta retoza
••• xetpa contra el le6n
Heracles domeña al
l [it'~wJ pCav tf.e'up
~~~o't'a~
•••
-&pw~OKoua (a)
(86-90)
la joven asemeja un
&itEV[&~~
(46-47)
Koü~a
V&~PO~
(87)(65).
En cierto modo, la "Loa del Vencedor tl (vv.67-76) sirve, a
este respecto, de puente entre ambos pasajes, pues si bien la
adjetivaci6n es colorista y tlpositiva", haciéndose eco de la
alegria de la fiesta ( itav&a:AÉwV;
contraste con
oalJ.aoC~~po't'o,
hay una referencia a la
'tEJp~~~[~]p'ó't'wv
(v.50);
~1tÉp~~[ov]
d~lP01tV)ówv
,
),
en claro
al final
lax úv de Piteas, por la
que es comparable al Heracles del mito(66).
En la primera parte de la alabanza de la patria (vv.77
83), el poeta habla de los triunfos de Egina en los juegos,
de modo que cabe aplicar también a la patria la sentencia ge
neral de los Vv.58-66, como se habia hecho antes al caso con
creto del vencedor Piteas (vv.67ss.): la victoria atlética
procura fama inmortal a quien la consigue, como es el caso
de Egina (vv.61-62
~&~ -
xpuo€ ] av
oóf:av itOAÚ~av'tov lv al[wvl.] lpÉ
vv.79-80 ~ 't'o~ ~EyáAay [KpovCóa~] ~OWKE 't~lJ.cÍv ), y
aunque son pocos los que 10 logran (v.62
itaúpo~~ ~po't'wv),
los ciudadanos de la isla han conseguido muchos triunfos
,
1tav'tEaa~v
[taywoLv
J
lv
(v.81).
En la segunda parte, Baquilides se refiere a los cantos
de alabanza de las muchachas eginetas, que introducen el mito.
781
AdemAs de los ya señalados, multitud de ecos verbales re
~=-cionan
la "Loa de la Patria" con los versos anteriores:
-~-8 Y 9~-95.
vocativo
-3. AtYl.v(a)
-. 1;
,
71. ttÓAI.V ,75. vaoo[vJ
(p)
, 83.
,
(mismo v. 79 y 67)
0'0 V
-:. [Kpov Cóa<;]
58 • 6 &, Ó<; (F )
.• [Kpov Cóa<;]
~8.
llEPOECÓa:<; (p)
,
ltáV'tEO'OI.V (p)
-_e
95.
lta:v'tol.al.o&'
ltay~E [CVOV
56. ltayK] ea't Cou (p)
69. ltavaaAéwv (p)
,
uallllaXl.av Cp)
76.
(tautométricos 81 y 69)
=_28.
,
/.v ltaV'tEO'O&.V
L&yWO' &. v]
,
,
76. ltallllaXLav ava epa&,vwv
JI
••• q>a:CVWV
.
-- .
.
,
/.V (p)
~
61. ltOAúepav'tov
99. /.v
ltVPO'óv (p)
61 • /.v
50 •
-.:.. "EAA [aO' &.
atawv (F)
56-7.
'EA[AávEOOI.] v
,
~6.
'tLVa:
~.
"q,'vóov
71. Óq,&,áyuLav (F)
51. <Aá'tou
65.
'a.'
(p)
a:vava'tov
,
""
66. aO'q>a:AEI.
.,-
lu(e)
,92.
l.[ltl.xwJpCav
:c. &VaE~.I.(SEV'ta<; \ p)
' 0.'
(p)
-:-2 • a:VvEWV
- - OVV
,
=-.-:-.
~8.
lq¡ CT}OL
60.
lÍ[vJ'&Ea (F)
70.
66. oúv
[&vaJ ~[wv] (p)
782
n).
d:YCXKAE I.'HX ['t<¡;
KA.ÉO<¡;
(83.
65. KAÉO<¡;
Kenyon)
55.
o~E~cxvwoá~E[VCXI.
91.
o,;"E~ávol.ol.
o~E~ávol.ol.v
67.
92-3.
94.
l[~~xwJpCcxv
~ [EOV
';"ÉKO] ,
(Hr'!sman)
(F)
52.
XWpE]'tV
72.
[AtCXKOÜ]
(F)
(Blass)
(p) (Bla~s) (67) •
99. ACcxKGh
Hay
diversas
en los versos que constituyen la "Loa de la PFia tl
que normalmente no oscurecen el sent __ co ge
laguna~,
neral del pasaje, pero para las que se han propuesto varios
suplementos diferentes.
Una primera se encuentra en el v.79 y no ofrece grandes
dificultades. Kenyon suplfa ~
Pi. !.2.3
e 1,.4.70
~EyáACX[V ~OE 1tCXL<¡;], según
';"01.
00' av'IÍp (en el último caso ~oJ &v~p 01.
~AÓCXV v CKCXV &:ve:~ávcx~o ); Blass (68) propuso [KPov Cocx,] , lecci6n
que ha sido
En
un&nim~mente
efecto, 5610 dt
aceptada por
::.n dios se puede dE
s editores posteriores.
>
r que "concede gr',"'). ho
nor" en los juegos atléticos(69), y, tratándose de ntodos los
certámenes", ese dios es
taco y esposo de Egina;
probablemente~eus,
pad..t:·e además le
21. Pi. !.1.16ss.:
.1::'
,
,\'
uE
Kpovl.wv
1tO~E~OV
... " , '\
~vcxa';"~pcx 01. XCX~KEV~~O~
"
~cxaE
~
t1t1tCXI.X~OV,
ACXOV
~cx~a o~
KCXt
JOAV~_
1tl.áowv ~ÚAAOL, lACXl.ñv X~ ~ÉOI.'
~~X-&Év~cx.
Zeus es protector de Etna
(21.
v.7), como en B.13 lo es de Egi-
na.
LKpovCocx<¡;)
rimarfa con
[AtCX)KCOCXI.~
(v.166:: y q'l:.izá tsm-
•I
I
I
I
I
I
783
_~: con
[6ap6avC6a~] (v.112).
En el v.81 falta el final, en el que se ha suplido
~::yon,
Jebb, Edmonds) o
~=:l, Fran~ois,
,
aywoLv (Blass, Taccone, Festa,
Werner). Mejor seguramente es la propuesta
~: 31ass, que rima con los vv.48
l~C~OL, 69
o~E~ávOLOLV,
XALOC~LOLV (de todas formas, en el v.198 podemos leer
:<
:avEAAávwv &É~AOL~ ).
La laguna cuyo suplemento ha planteado
m~s
problemas es
-- del v.82. Las conjeturas que se han hecho podemos dividir
~~
en dos grupos: por un lado, las de quienes integran un com
;:;~ento
,
de
~aLvw;
por otro, las de quienes consideran que el
: ::::;llemento de dicho verbo es el mismo que el de
~6WKE, o sea,
-._iv , y completan el texto con un adverbio.
Entre
aqu~llos
hay que citar a Kenyon y Maehler. El primer
~~~tor de Baqu11ides le1a VEAA[aoLv &AKáv] , aceptado en prime
~ instancia por Blass(70); recogeria
~~lp~L[OV] lox úv •••
:=Cvwv , que se dice de Piteas en los vv.75-76. Maehler, por
~
parte, reconstruye en estos versos
lv náv~EooL V[EOp~OV
~upoov w~
VEAA[aoL vCKav
~a:: Cvwv.
~~ter
allen Grieehen (den frischen Sieg) wie eine Fackel zei
~endll(71) •
Dentro del segundo grupo, los que consideran ~~~&v comple
::ento
tambi~n
de
:a conjetura que
~aCvwv
y rellenan el texto con un adverbio,
m~s ~xito
ha tenido es
aceptan Taecone, Festa, Edmonds,
~oloea
~DAE
Fran~ois,
de Blass, que
Werner, y que Snell
en primer lugar en el aparato critieo de su edici6n.
784
Jebb alega en contra de esta lecci6n que todos los versos co
rresponsales conocidos, menos 115 (
tt
ao~u)
tienen la última s1
laba larga, pero no es una objeci6n importante, pues puede ha
ber perfectamente brevis in longo si hay hiato, y con
~l
fin
de per10do,en los versos 103 y 115. Por otro lado, la compara
ci6n con la antorcha se aviene muy bien con la propuesta de
Blass, pues, por ejemplo, en Pi. ~.129.9
tenemos nupt ~~Ae
~avEt (72); en li.3.64 se dice de Egina
~T}A.auyE<;
Jebb, suponiendo
de
~sta
~€yyo<;
apape
tambi~n
AtaKI.<5av aó~ó-&Ev·
,
que ~I.~av es complemento tanto
~owxe como de ~aCvwv, proponía wEAA[aol. náv~~J ' palabra
bien atestiguada en Baqu1lides en contextos similares:
~W<;
vvv xat
UIlE~É pav
<l)~ot ~upCa náv~al. K€Aeu~o<;
&pE-¡;áv
Ó~vEtV,
O~E
CXE 1, <51, t eópE (a<; KeAe [ú]-&ou
,.
,..,
~upl.a nav-¡;al. ~a~I.<;
9.48
aa<; yEVEa<; AI.napO
l;wvwv
.eura~pwv,
náv-¡;al. oE
<51.É<5pa~Ev
aóoáEI.<; AÓyO<;
v~anse
Para la expresi6n,
los siguientes pasajes de Pinda
ro:
,2.1.116
A.ava<; lóv-¡;a nav-¡;a.
I
-
P.4.l7l
l.'
a-¡;ap
t,
"
laawv au-¡;o<;
•
,.
wpvuev
Kapuxa<;
<pal.vɡ..LEv
tt~
~u~
l'
Eov~a
,
nAoov
1t(lv~éi •
•
Por otro lado, la segunda "Loa de la Patria" (vv.182ss.)
-
785
Ta precedida de un pasaje gn6mico en el que podemos observar
~a
serie de semejanzas con los versos que nos ocupan. All1
:5 hace menci6n del "brillo" ( o~ yap (h.cq.L~é'': vv~ [¡;-6C;) de
;=etá, y se destaca sobre todo su extensi6n por toda la su
;erficie de la tierra:
&AA' ~~neoov &xLa~&~aL
~ púovaa 6ó~a L
a~PW~a~aL xa~a
xat
:0
yav
[~E
nOAúnAayK~ov ~[&Aaaoav.
que podr1a ser eco del posible
-
,
nav~aL
,
~aLvwv
que propone
:eer Jebb en los vv.82-83, pues, además, se aplica a 'ApE~&
el calificativo
naaL~avDC; (hapax).
La repetici6n
n&v~eaaLv
(v.al)
,
N
(v.82)
tampoco
nav~aL
:er1a un obstáculo, y menos en el epinicio 13, donde tal pa
:abra y sus compuestos y derivados son abundant1simos (versos
-9, 56, 69, 76, 95, 141, 176, 198), incluso repetidos en ver
sos pr6ximos entre si: 203
n&v~eaoL,
205 navo[aJ~&~w[pJ ;
229 nav~aAñc; , 231 nav~C (73).
En conclusi6n, nada seguro podemos decir y las posibili
iades son muchas, aunque básicamente no afectan al sentido ge
~eral.
Cabria incluso un adjetivo para nvpaóv , que pOdr1a ser,
por ejemplo, Aa~npóv
(tl. 3.53-54; en 13.175 leemos
&:Aa~'ttÉ"
J A&~nwv
en los versos 68 y 226; véase también 17.103ss.,
)'O:P &:yAa:WV A&~nE yvCwv oÉAac; ~~E nvpóc; ) (74 ).
En el v.83, el suplemento de Kenyon [KAÉOC; aCJvE1
~o
,
&no
ha si
aceptado por muchos autores (Jebb, Blass, Taccone, FranQois,
Snell, Werner). 8610 han opinado otra cosa Edmonds ( [yÉvoc;
VEL ) y Barrett (apud Maehler, [Kpá~oC; Ó~Jvet )(75).
a~
786
~
heme
apuntado que hay una Ringkomposition entre estos
versos y 94ss., de modo que quiz! allí se podria repetir más o
menos lo que se dice ahora. Lo malo es que también el v.94 es
lacunoso y ~alta precisamente el complemento del verbo
~€Anou
aL • TEOV Kpá~o~ leen Blass, Taccone, Jebb, Edmonds, FranQois,
Werner(7 6 ); pero como el segundo complemento de ~€AnouoL es,
.
en el v.96, 'EvJóa'~óa , un nombre de persona,
quiz~
rible en el v.94 el suplemento de Housman (77)
~[EOV ~€)toJ ~
sea prefe
,
lecci6n que imprime Maehler en su reciente edici6n comentada(78)
Así, quizá también en el v.8; se podría completar el texto
con una palabra que hiciera
na, como [y€vo~ al]vEt
re~erencia
a la descendencia de Egi
de Edmonds (o bien Ó~JVEt
de Barrett
r€vo~ aparece en H.l.140 y 17.9.3; en FÍll
en lugar de al]vEt).
daro es frecuente para designar la descendencia de un personaje
mítico:
~.9.21
(Perseo),
~.9.14
(Océano), N• .3.28 (taco), li. 4 •
68 (Peleo), etc. Por otro lado, alv€ w
en Baquílides lleva sie&
pre un complemento de persona (1.3.201, 5.16 y qUizá 9.102, tex
to lacunoso; en 5.188 se usa absolutamente, pero puede sobreen
tenderse un complemento personal). En Pindaro, no obstante, ha1
-
ejemplos de complemento de cosa, e incluso en N.7.6.3 se dice
~6a~o~ ~~E ~o&~ ~'AOV ~~
KA€O~ l~n~u~ov
KAELva~ ~~
También con
B.5 •.33
alv€ o w·
y€vo~
aunque, en defensa de
avóp' &ywv
se pOdría citar Q.9.14:
tOnóEv~o~· alVnoaL~
~~v€w
E xaL
ulóv,
caben ambas posibilidades:
~W~ vúv KaL <l>~o~ ~up'a náv~aL )t€AEU~O~
Ó~E~€pav &pE~áv
~~vEtV,
787
~-
cambio, en Pi. li.5.25, que celebra el mismo triunfo que B.13,
!!A
dice
a~
éE TIp@~La~ov ~EV ~~v~
Oav ~LO~ &pxó~EvaL aE~vav 8ÉTLV
~~e introduce el mito y sería un buen paralelo para ~ÉATIOUaLV
: :e:ov
~ÉKOJ ~ •••
En
t
Ev] {>a-Léa
TE ....
de B.13.94ss. (79) •
cuanto al orden de palabras en la tlLoa de la Patria",
::5 casos más interesantes son los siguientes:
7"7.77-78
Primero se agrupan los substantivos y después sus corres
-ondientes adjetivos, en el mismo orden.
-;-:,.79-81
Z
"to L!'-fl,-E-Y-á-A.-a-y---;ILKPoV Céat;] f:éWKE [T L~av Ilv návTEocHV [&yWOLv,
l
1
...-;.87-90
'Ó,e
ve~po~
&.1 &v. ln'
(SX~OU~]IKOÚ~a
~p~LOKoua'I&Y,
auv &YX.
L--~_----,"f
;111
11I
1II
il
I
Son dos casos de "distracci6n u • En el segundo, el final
ovv &YXkéó~[Ok~] ~pWLax.OUO' &yaKA.ELTa[t~ tTaCpa]L~"
I
I
t'.1
788
es
€
al mismo substantivo.
,aract: '!stico de m, has .. 'ases de Baquílides (cf. loE'
5l-52);se ap.Lican, además, dos adjetivos
Como en los vv.44-66, los adjetivos son abundantes,
•
v
"
también llamativos, en los vv.67-99. Hay bastantes hapax: Óq;L
áy\nav (v.7l), d;~[po1tvJówv
(Blass) o a~ [po.&pJ ÓWV (Barrett)
(v.73), óq;auxñ~ (v.84). otros compuestos están atestiguados muy
raramente: TV.&CXA.É,
'twv
(v.72;
~.12.~--,9,
h.Ap.4ll, dicho de Helios, y Orph.A.
1049, dicho de la Aurora), ~1tLÓ<PPOV (v.78, ya comentado), ~1tEV
[:t}ñ~
(v.87; B. !!:..11.2 y ::l:.65.5, A. Pr.956), ~YXLóólL[OL~
(v.89; Coluth.247) , 1tay~E[CvOU (v.95; B.ll.28, S. ~.37B.l) \80)
En el v.100, introducido por relativo, comienza el
mi~o
central, en el que se narra, al modo épico(Bl) la lucha junto
a las naves aqueas durante la guerr& de Troya, descrita
en
J~.15.4l5ss.,
t~nr:'
ién
destacándose especialmente el papel de Ayante
y, mediante una mirada retrospectiva, también el de Aquiles,
con 10 que el poe
desc~.i... dientes
cumple as! su prop6sito de alabar a los
de taco y, con ello, a la isla de Egina, patria
del vencedor. Muy hábilmente, Baquílides se refiere primero a
los méritos de Ayante, vuelve enseguida la vista al pasado,
cuando Aquiles sembraba el pánico en las filas troyanas, y
de nuevo retorna a la lucha junto a las naves (vv.150ss.),
parE
reunir a ambos héroes al final com
-"rincipales causantes
de la victoria de los aqueos (vv.164ss./ 32):
f..L]ÉAJ\OV ápa
1tpó't~(po)
v]~v'ta ,0LVC~~~[v
.&JVáLOKOV'te:~
v
Ó 1.
Ex]cXf..Lavóe[ .,
Ó1t' [A Ca) x Cóa:I.~
I
789
l PE 1,4 [I.'t] g f [xc 1. <; •
Así, la estructura del mito es la siguiente(83):
-;.100-104: introducci6n, presentaci6n
------------------------~
de Aquiles y Ayante
~.l05-109:
lucha junto a las naves,
papel de Ayante
~.110-113:
mirada retrospectiva, que
introduce el motivo "c6- ----------------------- -------i
lera de Aquiles"
- miedo de los troyanos
(vv.114-120)
~.114-149:
explicaci6n de
- c61era de Aquiles- ------;
la situaci6n
(vv.121-123)
expuesta en los
comparaei6n
vv.105-109
(vv. 124-132)
c61era de Aquiles _ -- ___
.J
(vv.133-140)
- miedo de los aqueos, __
los troyanos llegan
a las naves (vv.141
148)
TO.150-156: lucha por las naves
...157ss.: conclusi6n,
m~ritos
de los Eácidas, cuya
gloria no perece.
77.100-104.- Son los versos de introducci6n, el proemio de la
-:=raei6n mítica, en el que se nos presentan los dos persona
790
jes princi:.?ales, Ayante y Aquiles. Apenas podemos observar más
repeticiones verbales con los versos de cierre (164ss.) que la
menci6n de los Eácidas, pero es claro que la aparici6n de am
bos
h~roes
juntos inicia y concluye el mito central.
Al final del v.lOO hay una laguna que nos impide conocer
la desinencia del adjetivo. Prácticamente todos los editores,
desde Kenyon, han impreso &EpOL~cÍ~[OU~Jt pero Barrett (apud
Maehler, que acepta la propuesta) prefiere &EPOl.lJ.cÍ~[a:'J (con
este dltimo suplemento habr!a rima con los versos 79 y 112,
tambi~n
conjeturas, y 178). En realidad, ambas lecciones son
perfectamente posibles, y no hay ningún argumento que haga
que nos decidamos definitivamente por una u otra. En la obra
conservada de Baqu!lides podemos citar, en apoyo de la se
~1.0~ ufo~ &~a:p~o~áXa:~ (Heracles) y 5. 105
gunda, 16.28
,
s:
'
xá
npov
a:Va:LuOIJ.~Xa:v
mos
na:AAá50~ &pOLlJ.cÍX OU , compuesto pr6ximo por el sentido a
&EpOC~a:xo~
(el jabal! de Calid6n), pero en 15.3 tene
(o -a:~ )(84). En otros autores hay también ejemplos
de ambos tipos de compuestos, e incluso dobletes en un mismo
adjetivo. Ciñéndonos a los que aparecen en P!ndaro y Sim6ni
des, citaremos los siguientes:
nEColJ.cÍxaLCI.V
~v50IJ.áxa~
(Q.12.14, hapax),
nECó~a:xO~ en Luc. ~.
(l.2.65, hapax; pero
(!!.4.30, hapax),
&Ka:IJ.a:V~OlJ.cÍXa:1.
pax,; pero
(1.4.171, ~.22r.6),
(Q.7.15,
E~~ÚlJ.axo~ en Simon.104c.l Diehl, e !~u~áxwv
Simon.l04b.l Diehl); y en cambio
pax),
E6~ulJ.cÍxa:v
~uyólJ.a:xov
(Simon.524
~)t
Kpa:~~CClJ.axov (~.9.86,
fnnolJ.áxo~
hapax).
en
h!
(Simon.144.4
Diehl y 96.8 Diehl; ya en 11.10.431 y Mimn.14.3),
(~.10.3,
~
ji
,
a:pI.O~OIJ.a:xou
791
I
I
Tampoco los compuestos con primer elemento
&Epa~- ayudan
I
a resolver el problema. Ni en P1ndaro ni en Baqu11ides hay
otro atestiguado con seguridad(85 ), y los que aparecen en otros
I
autores pueden declinarse de las dos maneras:
ttEpa'-~o~o~ : A.R.2.1060, Nonn.
, ,
I
•1
•
•
•
1
aEpa~-voo~
Q.2.684;
: Nonn. Q.33.67, probablemente Ion Eleg.744.4
~,
Orph.Fr.280.9;
~Epo'-nopo~:
,
,
Nonn. Q.l.285;
2EpaL-no~~~o~
: Hes.
~.777,
Nonn.
~.2.483;
frente a
&Epo~-nÉ~~~
: Q.S.3.211¡
,
'ó ~~
aEpa~-no
: Nonn. Q.IO.401;
I
1.
.
También en este caso hay dobletes:
,
,
aEpO~TIE~~~
-
,
,
aEpoLno~~~-
&EpoCnou~(Il.18.532, h.Ven.211,
......
Vv.105-109~-
Con estos versos entramos ya en el mito propiamen
11·
te dicho tras el pr610go y presentaci6n del tema. El poeta nos
•
•
muestra, en el punto álgido de la lucha, a Ayante apostado en
I
I
•
•
•
•
la proa de una nave resistiendo las embestidas de
H~ctor.
En
los vv.150-163 (sobre todo 150-156), en perfecta Ringkomposi
tion, se vuelve a recoger el cuadro, esta segunda vez con más
detalle,
despu~s
de que se ha "iluminado" la escena con el re
lato de las causas que han llevado a tal situaci6n, en los ver
sos centrales del mito. Los ecos verbales, muchos de ellos tau
tom~tricos,
son muy abundantes:
I
792
'
8a't' in t npvJ.1vca
105.
150.
a'ta-&[e: Ce;;
v] aval. Ó'
~aXEv
151.
~~pvav't(o)
106.
~axe:v
163.
~~EI.V
156 •
ó pJ.1áv (F)
150.
v]avaC (p)
107.
[ó pJtJ.a Cvov'ta
v[aae;; (F)
161.
-&e01tEOCWI. (p)
155.
]vÉae;; (F)
Cao-&Éwv
163.
vEK'topa (p)
15'+.
(Blass)
~tJ.I.-&Éo 1. e;;
156.
109.
(tautom~tricos:
iK[1tÉpo~v'tee;;
160-1.
108.
1tapa:(
(tautom~tricos)
106.
106-7.
E~npÚJ.1Vo 1. e;;
-& [EÓÓ] tJ.a'tov
'EM.'topJ€ae;;
(tautom~tricos).
Es de destacar la retardaci6n del nombre de los dos héroes,
Ayante y Héctor, y la acumulaci6n de ep1tetos en torno a
ellos(86):
vv.l03ss.
E~EI.ÓÉOe;;
't' 'EPI.~o'cxe;;
1tcx!ó' ~1tÉp-&v~ov ~oáLaw
Atav'tcx O~KEO~ÓPOV ~[pw,
vv.l06ss.
fOXEV -&paouxápól.ov [~p
~a'vov'ta
v[aae;;
-&E01tEOCWI. 1tV[PI. -
vEK'topa
xaA[xEo~C'tpaJv,
•
Con excepci6n del ya comentado hapax
&Epol.tJ.á~[ove;;,
los
adjetivos son ahora, como en general en todo el mito, mucho más
tradicionales, como corresponde al tono épico de la narraci6n(B?
Vv.ll0-113.- Con estos cuatro versos el poeta echa la vista
¡l.
l.
•
l'
793
atrás e introduce por primera vez el tema "c61era de Aquiles lt ,
causa principal de que la situaci6n haya llegado a tal grado
de desesperaci6n para los griegos. El mismo tema se vuelve a
recoger dos veces, en los vv.121-123 (en parte tautométricos
con llD-113)Y en 133-140 (en los tres casos se trata de una
oraci6n temporal), y cada vez el poeta nos da un nuevo dato
y nos detalla progresivamente las consecuencias y la causa
primordial de la c61era. As!, en los vv.llD-113 nos indica
que la c6lera del Pelida hizo que los males cesaran para los
troyanos; en los vv.121-l23 nos enteramos de que los males de
los troyanos cesaron porque el héroe abandon6 la lucha; por
fin, en los vv.133-140 se nos aclara definitivamente la cau
sa de la c61era de Aquiles y su retirada consiguiente del com
bate:
EtyEK[EJ~ ~av~a~ rVvaLK6~,
BJp[,,191ltóo~
~~EpOrVCOv,
. .
Las variaciones que va introduciendo Baqu!lides en cada
uno de los tres pasajes se reflejan incluso en el propio nom
bre del héroe, que una vez es llamado por el nombre de su pa
dre (n!lt).EtÓa:~, v.llO), otra vez por el de su madre (NTJpfi ..
ÓO~ &~p6~TJ~o[~ vfó~ , v.123) y finalmente por el suyo propio
( 'AX"A~Éa, v.134)(88).
Hay, naturalmente, diversos ecos verbales entre los tres
pasajes, pero las comentadas variaciones y ampliaciones que
va introduciendo poco a poco Baqu!lides, hacen que tales res
ponsiones no sean repetici6n exacta de una misma palabra o ex
presi6n:
794
112-3. [óa:póa:v Cóa:C;]
133 Y 139-40. TpG)e, ••• <po &,
~av
't"' fA-uoev lf["Ca:c;
lOLóóv't"e, ónat xe~~wvoc;
a:tj'A-av
113. ~A-UOEV
122. A:r;~ ev (p)
121-2. nOA-€~o ~[oJ A.Tl~EV
135. ~C~vo[v't"'J ~v KA.~OCTl~o~v.
En el v.lll hay un problema textual') debido a una laguna
en el papiro. En su primera edici6n, Blass leia
que acepta Taecone, pero en la segunda prefería
,
,.
APj'E ~o 1.0 ~ ,
, A"C PE C5a: ~o ~
(quizá mejor para el espacio disponible), que convence a Festa,
Edmond s , Snell, Frangois y Werner. Maehler, en cambio, defiende
el suplemento lv O"Cñ~EOOL de Desrousseax, ya que encuentra di
ficultades en la expresi6n
' A"CpEC5a:~0~ ~av~v tilpCva:'t"d 8 9).
l'iuestra
Maehler(9 0 ) que la expresi6n "alzaba c61era para
los Atridas ll , de acuerdo con el uso homérico del verbo ópCvw,
s610 pOdria entenderse con el sentido de que eran los Atridas
los que estaban encolerizados con Aquiles, y por eso suple,
con Desrousseaux, [lv o"Cñ.a-eoo ~ ~J av ~v tilpCVE"CO
homérica, si sustituimos
llaV ~v
por
~UIlÓV4I
, expresi6n muy
Rechaza, pues, la
posibilidad de que la leeei6n propuesta por Blass tenga el
significado de 'falzaba c61era contra los Atridas"; pero lo
mismo que Baquilides ha introducido una variaci6n en el uso
de la voz verbal, ha podido ampliarla también a la construc
ci6n sintáctica. Es verdad que la interpretaei6n "alzaba c6
lera contra los Atridas" para
t
'1:..
...
,,.
A't"pe~ua:&'o~ J.l.a:v~v wp~va:"Co
no tiene paralelos claros, ni en Homero ni en otro autor, pe
ro sl es posible señalar pasajes semejantes con el verbo SpVU~~
,probablemente de la misma ra1z; una expresi6n muy pa
recida encontramos, en efecto, en E. Hec.201
(~.):
795
otav otav
a~ 001. X~~av
lx~Co~av ~pp~~av ~.
tlquel outrage odieux, indecible, a encore contre toi soulevé
quelque génie!U (M'ridier), "iQué, qué ultraje odiosísimo e
indecible ha suscitado contra ti una divinidad! ti (A. fl1edina
González y J. A. L6pez Férez).
Con la lectura
• A~ PE 1."s:.
u ((1, O 1.
o
'APYE
c o 1.01.
habría un con
traste con ilapóav Céete¡; del v.112 (otra conjetura de Desrouseaux).
Los contrastes argivos-troyanos son constantes en el mito que
narra Baquílides, pero es especialmente significativo el v.
ie
145, "i:)pqáv ~[E] <póF3ov ilavaot', , cuando se ha descrito en los
versos anteriores el ataque de los troyanos; la construcci6n
sintáctica del v.145, verbo + acusativo .... dativo, es compara
ble a la de los versos que comentamos, y además se usa el verbo
con
n
OpVV~L
, y
•
prec~samente
en correspondencia tautométrica
wpCva~[o (v.112), muy destacada por tratarse de princi
pio de verso y de estrofa.
En cuanto a la elecci6n entre
• A~pECéaLoL
.
" 1.01.
o . APYE 1.0
,
parece mejor la primera opci6n por el tamaño de la laguna (se
gún Edmonds), aunque la antítesis quedaría más marcada si le
yéramos 'APYECOLOL (91), que además rimaría con los versos 45
~va~ot'cH
y 222
<POLvLKoKpaél~v~
verso_ corresponsal); a su vez,
(en 56-57
'A~pECéal.ol.
~EX[XávEOOI.JV,
rimaría con los
versos 90 ~YaKX~~a[t', , 177 &:~aupo[thal. y 189 EC[pJñvQ:L ,
así como con 123 ~~pó~r¡~o[, •
Vv.114-l49.- Estos versos constituyen el núcleo central de la
I
796
f
narraci6n mitica, en el que se expone el cambió de situaci6n
que provoc6 en la lucha la retirada de Aquiles del combate,
como consecuencia de lo cual los troyanos llegaron a las na
ves, donde los contuvo Ayante.
aegún hemos expuesto en el gráfico anterior,
tambi~n
den
tro de esta parte la estructura viene subrayada por la carac
teristica "composici6n en anillon:
vv.124-l32: comparaci6n
vv.133-l40: c6lera de Aquiles
1
I
I
t
vv.114-l20: miedo de los troyanos
vv.12l-l23: c6lera de Aquiles
I
I
]
,
vv. 141-148: miedo de los aqueos
Es decir, la situaci6n favorable para los griegos (vv.ll4
120), se torna favorable para los troyanos (vv.14l-l48), a cau
sa de la c61era de Aquiles (vv.12l-l23 y 133-140), cambio sub
I
I
rayado por una larga comparaci6n al modo homárico (vv.124-l30)
1
que ocupa la parte central, justamente el epodo cuarto.
I
Los ecos verbales entre los vv.114-l20 y 141-148 son muy
numerosos, y muchos de ellos destacan sobremanera el gran con
,
traste entre las situaciones, totalmente opuestas, que se des
I
criben:
114.
[1tOAÚ1tUPYO] v (F)
142.
~E 'XEa (p)
115.
'I]~'OU ~a~~ov ao~u
142.
~ECXEa Aao~Éóov~o~
116.
96 AEt1tOV
141.
A~1tÓV~E~ (F)
116.
&~utÓ~EVO~
145.
~pgáv ~
(p)
lE] cpó¡3ov 6.avao't~
t
(los troyanos)
117.
1
f
143-4.
)(.pa~EpcÍv
<p€pOV~Er;
•••
ó[oJ~Cvav
t
I
,
797
ne:.óCw~
tv
:lB-9.
,
¡J.a~vo~'t
,
KAovfw[v
, AX~ A\e:.u~
'
ne:.óCov • • •
lX1.~av
(los troyanos)
:20.
Aao<póvov (p)
142.
:'20.
oópu
133-4.
(Aquiles)
t]~
143-4.
Aao¡J.Éoo\l'to~
,
,
a~X¡J.a'tav
147.
,
,
e:.ue:.l'XT)~
(F)
(Aquiles)
(Ares).
La total contraposici6n entre circunstancias tan dispares
viene subrayada, como acabamos de decir, por una comparaci6n
~e
claro corte homérico, que ocupa exactamente el epodo cuar
-;0(92). El contraste que se establece entre lfos c uridadlJ (vv.
:24-127) y Uluzlt (vv.12B-132) refleja la Itluzlt que vieron los
~oyanos ( ~o~~av ta~óóv'te:.~ ~nat Xe:.L¡J.WVO~ aty\av , vv.139-l40)
~uando
Aquiles se retir6 de la lucha; el léxico empleado por
el poeta subraya de manera inequ1voca tal contraste(93):
Kuavav~É¡
:24-5.
•••
~
124-5.
~no
•••
nóv~wL
129.
o'tópe:.ae:.v óÉ 'te:. nól\l'tov
1'30.
Nó'tou
x,ú¡..t.aoLv
[u¡J.ov &vÉpwv]
•••
óat~e:.L
BopÉa~
127.
129.
,AO ...L.
También pueden observarse diversos ecos verbales entre la
111
::larraci6n de los hechos (vv.114-123 y 133-149) Y la comparaci6n
(vv.124-l32) :
224.
)(. uavav~É"
125.
nÓ\l'twL (p)
129.
124-5.
'1
149.
~aAáaaa,
(F)
nó[v'tov
~[UIlOV
&:vÉpwvJ
Bop€a~
••• &at~e:.L
•
•
fI
116-7.
fI • •
122.
&:'t PÓ¡..t.T1 ~o [~
154.
~ó~ov
798
-
125.
BopÉac;;
14-0.
XEI.IJ.WVOC;;
127.
&:v't<xoac;;
138.
llv'tEI.VaV
128.
AT)~EV
122.
Ar¡~EV
128.
<paEOl.IJ.[¡3pó'tWI. (F)
,
O''tOpEOEV
,
~~C[1(.) ov'to X~[pCJov (F)
120.
Aao<póvov Cp)
la9.
132.
.
139-40.
149.
(p)
<poL~áv
(contraste)
••• ati'AaV
t ~ov 't '~ nI,.. -&Lva -&'
aAaCJoa~.
N
Al final del v.127 hay una laguna en el papiro que plantea
ciertos problemas; la lectura original era ANTAI:ANY~1 , que A3
corrige, añadiendo AL
antes del segundo AN
haplografla) y enmendando y
bien
en A y M en algo que puede ser
TI (como opinan Kenyon y Snell), bien T
menos probablemente, de O
(clara falta por
seguida de E
o,
(Blass, Jebb, Maehler, etc.).
En el caso de que fuera TI , Crusius (y su propuesta la
acepta \'lerner) conjetur6
'tóc;;
&vanE1t'taIJ. Éva c;;, que formarla con
vtnc.
un genitivo absoluto, nal exparcirse la noche"; pero
Jebb(95) objeta que este verbo se usa generalmente cuando lo
que se despliega es la luz, no la oscuridad, como en 1!.17.3?l
u
~.6.44;
(con
en este caso, Jebb preferirla leer
nóv'tlf), Umar abierto 11 , como en Hdt .8.60
1tE1t'taIJ. Év lf vaUlJ.aX~CJELC;;
1tEPLKAÚ~OLO
,y Arat.287-288
~v
1tEA<XYE" &:va
IJ.~ KE'V~ ~VL
IJ.nVL
-&aAáCJOV / 1tE1t'taIJ.Évlf 1tEAáj'EL XEXpnIJ.ÉVo~ •
Leyendo TE , se suele reconstruir un participio del verbo
&:va'tÉAAw , pero aún asl caben dos interpretaciones. Una es la
de Blass (seguida por Festa, Edmonds, Werner, Maehler) áva'tEAA
lJ.€vac;;
, genitivo absoluto unido a
v'U'K'tóc;;, lIal levantarse la
noche l1 .(la tormenta habria durado toda la nOChe). Pero el pro
blema radica en que este verbo nunca se dice de la noche o el
dia, sino de un cuerpo celeste, el sol muy frecuentemente (2!t
?99
;or ejemplo, S. OC.1246,
~a
también en la comparaci6n con
o las estrellas (A.R.3.
~.?54)
tormenta), la luna (Ar.
~59, tambi~n
~~e
~.,
en una comparaci6n; Musae.lll, etc.). De ahí
Jebb haya propuesto
"av~aoa"
"
VUK~O,
,
'\"
ava~ [
Cf...~O~cV~
~~e el participio iría unido sintácticamente a
I
..,
.';'0"
~ice
, con lo
~acoL~[~pÓ~w~
(así leen Taccone y FranQois); el verbo, en efecto, se
también a menudo de la Aurora:
~eoc.18.26
'Aw,
&V~lf...\oLoa
Kaf...OV óL€~avE ~póow~ov,
,
' r :~o
' ~c
~O~VLa
NU~,
'\~CUKuV
~"
cap
ffiÓE Kat d XPuoÉa 'Ef...Éva
"".
L.
XEL~WVO,
av~v~o,
óLc~aCvE~'
lv
tt~lv.
en una comparaci6n;
Q'ÓÓ{
;.• R.2.l00?
~o~É o~" v
~w, &V~Éf...f...EL Ka~á~wv &~cp,
El único problema sería la particula óÉ , que iria enton
ces en tercera posici6n, tras
Jebb(96 ) y Denniston(97).
f...~;EV;
otros ejemplos señalan
Vv.lSD-lS6.- La narraci6n vuelve a su punto de partida con una
nueva alusi6n a la lucha junto a las naves; los ecos verbales
que unen estos versos con 105-109 ya han sido señalados.
il
Los vv.155-l56 están en mal estado, pero, en todo caso,
parece decir el poeta que el ataque de los troyanos (
too~Éwv
5,,' d p~áv ) puso en graves apuros a los aqueos ( f¡~ ".sto L' ).
Las posibles lecciones para rellenar las lagunas son muchas(98 );
quizá al principio del v.156 pudiera encontrarse un adjetivo
que calificara a dp~áv (99), como creen Jebb (&<;'E'tav; ~.
v.ll?) y Blass
(~apElav),
rima con el v.lll
de modo que en ambos casos habría
..
~pa:Lx]Etav.
..
Sobre el orden de palabras, com
800
párense, en la oda que comentamos, los versos 51-52
...
&~a o~~a~o~ ; 66
&o~a~eL ouv afoa~; 88
&n~á~ou
&v&E~óev~a~ ~n['
SX&ou~ ; 154 'EK~opJ€a~ óno xe~[pó~ ; 203 náv~eao~ ••• ~nt
f!pyo ~ [~ •
También seria aceptable un substantivo que significara
"dolor" o
I1
peligro" ( nÉv&o~ Schwartz, Taccone, Festa; ~áp~o~
Edmonds; "~vy~a
Maehler), y en el verso anterior su adjetivo,
~JÉy(a) , precedido de una particula ( ~e Pfeiffer). La expre
si6n ~€ra nñ~a
(a menudo con dativo de persona, como en nues
tro texto ~~L&ÉO~~) es frecuente en Homero: !h.3.50, 6.282,
9.229, 17.99;
~.21.305.
En el v.156 acaba la narraci6n propiamente dicha de la lu
cha junto a las naves, y el poeta añade una coda final (vv.157
167), para declarar que, en realidad, las esperanzas de los
troyanos de incendiar las naves eran vanas, y los encargados de
terminar con ellas fueron precisamente los Eácidas (vv.164-167),
con lo que Baquilides cierra el mito con una nueva alabanza di
recta de los descendientes de laco, igual que lo empez6(100).
Señalamos a continuaci6n una serie de ecos verbales dis
persos que podemos encontrar entre las diversas partes del mi
to central:
100.
~wv
(p)
121.
B~E
, 124.
~o~(e)
(p)
105.
Ba~\E)
(p)
133.
110.
Bnno~E
(p)
(tautométricos 100 y 133)
114.
ol (p)
100.
vta~
OS~
(p)
103. 1tat&(a) (p)
801
123. [tJ fó e;] lF)
117.
J.lcXXa [v
121. noAÉJ.lo~O Añ~ev
(contraste)
' 't' , 'AX~AAéa (F)
101. 't'axtJv
,
101.
't'axtJv
102.
e-l1E~6Éoe;
'Ep~~o
1:"
Cae;
110.
TIT)Ae'¿6ae; !pa[xJ 7!ay
117.
o
t~
_
e~av
Coa't'ecpávo [u] NTJ pTj ~ooe; (101)
122-3.
B ] ~ [~J qTJ t 60 e; fJ.le: po "fu Cou
137.
111,
102.
e:-l1e:~6ÉoS; (p)
139.
ta~6óv't'e:,
102.
e6e~6éoe; (p)
11+7.
e}-l1el'Xr1<;
:11
e6npúJ.lvo ~<;
150.
(tautom~tricos
11
I1
!,I
!,
l'
i'l.
:1.
:.
•-
124.
-&[UJ.lóv)
102 y 11+7)
103.
Ó1tÉp-&UJ.lov
158.
~1tepcp[CaJAov
104.
aaKeaq>ópov
11+4.
q>Épov't'e<; (F)
104.
fi[pw]
155.
~J.l ~.eÉo ~ e;
(F)
156.
105.
l1tC
108.
-&ea1teaCw~
(p)
Cao-&Éwv
149.
ln'
138.
-&e:o!al.~ (p)
155. ~J.lI.-&ÉOI.<;
156.
Cao-&Éwv
163. -& [e:óó] J.la-¡;ov
108.
1t'![pC
169.
1tUpO:I.
111.
[' A't'pe: Coa l.a~J
145.
l\avaot<;
111. J.l) av 1. v (F)
119.
J.laCvo I.'t' (o)
112. t:>pCva't'[o (p)
145.
i:>pqo:v
112. [l\apoav C6a<;}
133.
T pwe<; (mismo v. 112 Y 133)
(tautom~tricos)
160. TpWe:]<; (p)
802
[n;oAt1'JtUPYO]V (F) (102)
11L.
167.
lpEL.4{"n;]~e[yoL.e;J (F)
(Barrett)
115.
~(}'tu
118.
lv
124, 135, 151, 162.
123.
&'t PÓIlT)'tO [t;;
131-2.
124.
Kua:va:v-&l'~
160. xua:vwnL5at;;
124.
[&vlpwv] (F)
152.
cpw'twv (F)
154.
1Elf.'tOp]€a:t;;
(F)
cpaEO"Il[~ pó'tw,,]
128.
125-6.
163.
(Troya)
n;ó~Lv (F)
(Troya)
~EAn;'tov
(F)
ón;o KÚIla:O"V
166.
Ó'Jto XE,,[pÓt;;
,)n; , uta} x C5a:" e;
127.
&va:!t[
138.
lfV'tE"Va:V
130.
[n;voa"J (F)
158.
n;vEC]OV'tEe; (p)
lh:A'Jt'tov
157.
(103)
lA'Jt'O"V (F)
n..K1ov'to
160.
EX[
153.
ra:La:
131-2.
132.
lf;,
132.
X~[P('V (F)
138.
XEpat;;
154.
XEL[póe; (F)
139.
lea 5ÓV'tE t;;
143.
lJt;; (p)
142.
'tE 'XEa (p)
167.
epE L<J¡[L't] C? ~(xo L.t;;
144.
ó[o]ll'va:v cp€pOV'tEe; . (F)
159.
t€V'tEe;]
,
..,
....
a65á.v, (F)
(Barrett)
152-3.
~pEU%E ••• ra:ta:
165.
(contraste)
IJ.lAa: ["va:
154.
q>OLvCt~~[v I:K)<ÍIla:VOe[OV
':E¡.-op]Éa:t;; ón;o xE,,[pÓe;
166.
')'Jt' [Ata]K '5a:Le;
(contraste).
Tambi~n
son numerosas las
repeticione~
verbales entre el
mito central y la secci6n inicial del epinicio:
100.
ula:e; ,103.
'Jtato(a) (p)
68.
ut€
(F) ,77 •
.&Úra:'tEp
803
:00.
&Epo~~á1[OU~
76. ncxll~cxxCcx\l (p)
117.
lláX a l \lJ
121.
nO"-É~.lO ~ [oJ (F)
:01.
(mismo
,
86.
'tax.u\I
'tcxp<pÉw~ (F)
89.
102.
:1
(l~EYXñ~ (p)
150.
EUnpU~\lO~~
1I
,
,
ónÉp.&u~o\l
148.
104.
Kouq>a (p)
E6EI.OÉO~ (p)
147.
103.
v. 121 y 76)
75.
ónÉplh[o\l]
(104)
48. ~CT}O~ (F)
,88.
ónEP<P [CaJ,,-o\l
,
Oa:M.EOq>0pO\l
144.
q>ÉPO\l1;E~ (F)
¡,
105 Y 149.
tnC
1I
1,'
l'
:,•
l'
92-3.
106.
~OXE\I
108.
1tt}[pC , 169. [1tupa~)
, 163.
l~E~\I
75.
é1t(
C)
t[n~xwJpCcx\l
tOXÚ\I (F)
82. 1tUPOÓ\I (p)
(mismo
v. 169 y 82)
109.
XaA.(KEoll C'tpa] y (F)
51.
XCXA.J~ó~ (p)
109.
xaA.[KoKoPUo'tá]y
98.
[xopuo'táv]
(Jebb, Barrett)
(Barrett)
110.
n!l [A.E"tOa~J
48. nEpoECoCX~ (p)
111.
[' A't PE COa: ~OLJ
79. [Kpo\l Cocx~1
112.
[6apoa\l Coa:~ J
96.
123. NT} PTl LOO ~
137. BJ P. [~] qT}too~ ( p)
166. [Ata}KCoa~~
110. n!í[A.E·toa~J
'E\I] 9atoa
I,p)
(tautométricos 112, 166 Y
79)
804
110ss. IT1J [AE-ióa~] :pa[x1 ~ta~
1:.'
,
46ss. UUOAO<pOV
wjJ.no'tal.
[ , A't PE Cóa 1,(,11. jJ.] av 1. V
... L
~~ov't~
TIEpO'ECoa, I.cpCnol. XEtpa
lA p eva1: [o
113.
fAUOEV ~['ta~ (F)
114.
[noAV1tUPYO] v (F)
61. nOAúcpcxv'tOv
115.
&crtu (F)
71.
163.
116.
•
nói\l.v (F)
AEtnov
141.
.1
nOAI.V
64. AECnE'tal. (F)
ALnóv'tE~ (F)
118, 124, 135, 151, 162.
I.v
61, 81 (P), 99.
(mismo v. 135 y 81)
120.
Aao<póvov óó pu (p)
122.
Aíi~EV (p)
122.
tOO''tE<PeXvo [u
123.
,128.
50-1. oajJ.ao CjJ.~ p01:0~ • • •
Aii~EV
.
55 • O't e<p eXv o 1. o 1. (F)
&'t pÓjJ.T)'to [~
131-2.
,
46. naUOEI.
69.
o'te<pcXvo LOI.V
91.
Ou:cp avwoeXjJ.E[V a 1.
51. &nAeX'tou
tfei\n'tov
65. &-&cXva'tov (p)
66. &o<paAE't'
87.
&nEv [-&rí~ tF)
(mismo v. 131-2 y 65-66)
124. ~O't(E) (p)
,133. ~t; (p)
82. Il',t;
60. &[Y]-&Ea (F)
70.
&vo&] ~Lwv]
88. &:Vo&EjJ.ÓEV'tO~
92.
124. )(. uavav-&€·':
160. xuavwnLOat;
&:vo&€wv
64. KUeXVEov
805
&:\la1}[
,138. ~\I'tEL\la\l
"
76. a\la
50. oa~aoC~~po'to,
61.
I3po'tw\I (F)
72. 'tEJp~L~[I3J~ó'tW\I (F)
(tautométricos 128 y 61)
66, 89.
:'28. OÚ\I
:.,0.
[it\loa L]
73.
(F)
(Blass)
dl3[poit\l]ów\I
158. [1t\lEC] O\l'tE, tp)
:'32. l~ fe 'H,] O\l'to
160.
:';7.
58. l'H,] (p)
l'H,[
46-9.
t~EpOyUCou (F)
OÚOAO<pO\l
XE! pa
•••
(contraste)
96.
--:7.
t~EeoyuCou
72.
poóó[ita:xuv
'tE] p<VI,~[I3J J?ó'tW\I
(Barrett)
:'38. -&EO!Ot.'! (p)
(mismo v. 163 y 97)
155. f,~L-&ÉOL,
156.
too-&ÉW\I
163.
-& [EÓOJ ~a'to\l
(108. -&E01tEOCWI,
:38.
Xe:! pa, \F)
154.
)
49.
Xe:! pa (p)
49.
1ta\l'toCaI,OL
xe: 1. [pó, (F)
:./,J..1. 1tQ:oouocal, ,p)
.
56.
1tay'H,] pa't CO\) (p)
69.
1ta:\I-&a:I\.ÉW\I (p)
76.
1ta:~tJ.a:xCa:\I (p)
1.1111
1'lIi
81. 1tá\l'tEOOL\I (p)
95.
1I1I
1tay!;,e:[C\lou
806
56. 1ta" '~a'CCou (p)
98. [HopaJ:[aJ ~[6vJ
(Kenyon)
(mismo v. 143 y 56)
145.
c:pó~ov
148.
ltvo:;~
...,
56-7. 1tÓVOV 'E\[\cXVEOO&.] V
navaOL<;;
95 • óÉ01tO Lo va
58. 1tap]á
150. 1tapa('>
155.
79. ~Eráhav
~JÉy(a)
157.
~Eráha LCHV
156. o 1. (á)
52
.
.
..
Ó "a'
157. oúmp] gOVE<;; (p)
(Blass)
46. óúo\oq>ov
157. oúoq>] p'OVE<;; (p)
(Blass)
78. ~1t LÓCPPOV (F)
157.
1i
54.
1i
,79.
1i
(p)
71ss. Fiestas en Egina por el
162. E'ha] 1t Cva<;;
triunfo de Piteas
Fiestas en Troya por la
liberaci6n de la ciudad
164-5.
166.
?8. ól.vav'Co<;;
Ó l..[v]av'Ca
~Jvá ..aKov'CE<;; (p)
46.
~va'CoLo"
63.
~avá'Co LO
65.
&~áva't'ov
?2. [AtaKovJ (p)
(Blass)
99. AtaKwl..
Digamos, por último, que el orden de palabras en el largo
mito central presenta ejemplos de varios tipos de figuras(105):
vv.114ss.
1
o t 1t.
~.I1t. LIJh Cou
-&.
lto'Cu
q~
hCL1tOV,
I&'Cu~.
(oE] ¡1t:aooov
'----
I
_~_._pJq_"_._.
I
I1
807
vv.118ss.
I
, AXI.Ax'e::.ÚC;!,
'----
E?;';' lv nEÓCWL XAovéw[v] ¡J.CX{VOL't"
I
:1
I
-,
vv. 139-140
1-
vv. 143-144
:
i.¡.
l.
¡
l.
l.
l.
l1li
l1li
11
l1li
<poL~av
X,CXOep. ÓÓpU O'e::.CWV·
j
lO'L6óv't'e::.C; ÓncxL Xe::.L¡J.WVOC; atrx'av·
I
lJ C; ne::. 6 Cov xpa't' e::. PO:v
I
Ilf l:'.~ av I [0'] ¡J. {vav I<pe pOV't'E c;.
'Ó
1 \
La figura
lfe::.An't'ov le, {LX] ov't'o X~[pO'ov
I
(v.132) la encontramos también en los versos 130
y
164-165.
El comienzo de la secci6n que cierra el epinicio se conser
va bastante mal, e incluso se han perdido cinco versos enteros
(170-174). Sin embargo, prácticamente todos los fi161ogos que
han estudiado el pasaje están de acuerdo en aceptar la recons
trucci6n de la idea general que deb1an de contener estos ver
sos propuesta por Blass: "quorum (Aecidarum) etsi corpora obru
ta sunt ~a~Uf,úA~ nup~
sive (nempe Aiacis) terrae aggere, fama
tamen immortalis viget u (l06). Esta afirmaci6n a prop6sito de
los EAcidas se ilustra acto seguido con una sentencia general
(vv.175-181), que introduce la segunda "Loa de la Patria" de la
I
808
O.:la (vv.182-189)
Así, 1é sentencia generel perr:e la transi
ci6n del mito a los personalia: la fama de los
muerto
_~)
E~cidas
porque la virtud no se oscurece -~)
no ha
también a:Oo
ra sigue siendo gloriosa la ciudad de laco. Es decir, estas
gnomai desempeñan exactamente la misma funci6n que las de los
vv. 58-66 , mediante las cuales se pasaba del primer mito a las
alabanzas del vencedor y su patria. Ahora, sin embargo, se in
vierten los términos, de acuerdo con el propio contenido del
mito: el primer mito se refería a la victoria de Herac1es so
bre el 1e6n, at~~ov
del pancracio de los Juegos Nemeos, en el
cual ha vencido Piteas, y por eso las gnomai sirven de transi
ci6n entre el mito y la rrLoa del
\,~ncedortl,
que a su vez intro
duce luego lE' IILoa de la Patria ll ; en cambio, el segundo mito se
refiere a las glorias de Egina, y, como consecuencia de ello,
en este caso las sentencias permiten el paso a una segunda
tlLoa de la Patria", que a su vez va seguida de una nueva ala
banza de la victoria actual, del vencedor y su entrenador Me
nandro (vv.190ss.).
A pesar de ello, las dos partes gn6micas repiten las mis
mas ideas generales y también idéntica imaginer1a(107 ):
- contraste 1uz-oscuridad(108):
175.
&:AaJ.l~l~C Vu~['tó~
177. OÓ •••
KpU~~&!a'
64.
&:J.lau
KUcÍVEOV vl,o,
64-5.
AE '1tE~a ~
&:~cÍva'tov
po[U~a~ 6v6,0~a~'1
- difusi6n de la gloria:
176.
1ta(H,aV~~
, AP&'t [eí
( 1tao ~,avl1'~ hapax)
61.
6ót;.av
1tOAÚ,av'tov
( nOA ú,av'tov hapax)
KAlo,
I
I
I
809
::"::0-1.
a'tpwcpa'tcxl. KCX't"O: yav
['tE] KCXL nOhúnAcxyK'tOV
-&[áAaaaCXV
Extensi6n en el espacio(109)
Extensi6n en el tiempo
- persistencia:
::"78-9.
f~nE60v &K[cx~á'tal.
f3púovacx
6ó~aL
- otros ecos verbales:
::"76. , APE't[á
179.
6ó~al.
(F)
58.
61.
:'81. nOAúnhayK'tov
6ó~cxv
61. no hÚcpCXV'tOV •
No hay mucho que comentar sobre el orden de palabras en
los vv.175-181. En los vv.178-179 aparece la figura
&K[cx~á'taI.J f3púovacx 6ó~aL
1':
l':,
l'¡-
l1li
~
IIJI
...
que enfatiza el tema de la persistencia de la gloria, al jun
tar las palabras f~nE60v yd:K[a~á'tal. •
A las sentencias generales sigue un ejemplo concreto, in
troducido por Ka\. ~áv (110): la alabanza de Egina. Tambi~n en
este caso podemos señalar diversos ecos verbales que relacio
nan esta segunda "Loa de la Patrian con la primera (vv.77-99),
así como con la "Loa del Vencedor lt que precede (vv.67-76):
182-3. v[aaov] (F)
AtaKoU (p)
185. nÓALv
(tautom~tricos
71-2)
71-2. ~ÓAI.V ••• [AtaKou] (p)
(B1ass)
182-3 y
74-5. 1;Fcx'tP[uÍl.cx] v (F) vaao[y] (p)
99. AtaKWL
810
,
80., 't t.1J.a:v
90.
&ya:KAEL'ta:Lt~
(83. [KAÉO~J
91.
Kenyon)
a'tE~a:vwoáIJ.EtVa:t.
69.
o'tE~ávOLO"V
(F)
zuv Et5KAE C<X .. oe.~ t.A.oO'tEcp[ávw .. .recoge, por el sentido t lo
que se dice de Egina en los vv.79-83.
186. aa:ó~pwv (F)
78. ~n .. ó~pov (F)
69.
na:v~a:AÉWV
(p)
recoge
todo el ambiente festivo (676S.) y de paz (las j6venes egine
tas son como el cervatillo &nEv[~D~ , v.87) de la primera ala
banza.
En la "Loa de la Patriall (vv.182-l89) la construcci6n
sintáctica es bastante simétrica; en todas las frases el ver
bo va al final, el sujeto es una personificaci6n y el comple
mento directo una palabra que designa a Egina:
aov] A[a:KOÜ
&vopWv
(vv.182-l83),
~EPExuóéa:
v[a
nÓALv (v.185), ao'tEá 't' Et50E~éwv
(vv.188-l89).
La gloria de Egina bril16 en la mítica guerra troyana y
sigue luciendo en los juegos atléticos. Por eso, tras la I1Loa
de la Patriall se pasa, sin transici6n alguna t a una nueva "LoI
del Vencedor", muy breve, que a su vez introduce la alabanza,
más larga, del entrenador Henandro (111) ; . ambas loas ocupan
exactamente el epodo sexto, con lo que comprobamos una vez má
que en el epinicio 13 las distintas partes temáticas se ajust
muy a menudo a las unidades métricas.
811
En los vv.190-198 se recogen ideas e imágenes que ya encon
~~os
en la primera serie de alabanzas, incluyendo el primer
'; asaje-puente /f gn6mico:
- -'-'.
v CKav 't"' lpLKu[&laJ (p)
59. N CKa~J cp [E] ~ [EJ~u&lo~
(p)
94. tl ÉA nouo L
at]vE!
(83.
,Kenyon;
ÓtlJVE!~ Barrett)
_~ ...
94. napaÉvo L (p)
c1i VlOL (F)
84. Kó<pa>
:. ~ l. n] uala ( p)
68.
Aátlnwvo~ ufÉ (F)
:'~:"-2.
62 •
~ po't"wv (F)
~po't"wq>[EJX.la
72.
'tEJp(h'!-[~Jl?ó'twv (F)
58. 1tapJa
~WtlOV &pLO'tápxo u ~LÓ~
~o [a!~J
&VaE~ÓEv't"a~ l1t[t axaou~J
88.
62 •
1tau po! ~ ~ po'twv (F)
(contraste)
81. lv 1táV'tEOOLV [&ywot.v
~upCwv ••• &v€pwv
•• •
'tC~aoEv
(Atenea, protec- 80. ~ÓWKE 'tt.¡J.áv (F)
197.
_~.
tora de Menandro)
: ~.
- -r
-;ot:::)-
Xpuo<Í Ptla'to~ (F)
7•
(Zeus, protector de Egina)
61.
xpuoÉ]av (p)
• • • lO'tE<pávw- 69-70.
.a] ([wvJ xaC'tav [lp] E<pae: C~
OEV lae: Cpa~
91-2.
Klwv
&vaÉwv
.
111I
::'8.
1II
1I
o't"E<pavwo<Ítle:[vaL q>ot.vJ~
lv nave:Ax.ávwv &É.&AOL~ (F) 81.
lv 1tCXV't"EOOLV [&ywOLv
82.
-EAA [ao L.
Asimismo, igual que ocurría entre la primera "Loa del Ven
:::edor tl y la primera "Loa de la Patria ll , hay
tambi~n
algunas re
812
peticiones verbales entre la segunda
alab,~za
del vencedor y
su entrenador (vv.190-198) y la segunda alabanza de la patria
(vv.182-189):
190. ~PL'KU [óÉa]
,
194. ~LlJ.acre:v
195. cre:lJ.vá (p)
..
196.
&:v€
. pwv
197.
lcr~e:'Pávwcre:v (p)
(F)
182.
'Pe:pe:'KuóÉa
183.
~LlJ.aL
-
188.
e:l!oe:~Éwv
189 •
&vópWv
184.
'P L."'ocr~e:'P [ávw L.
Las dos frases que componen los vv.190-198 son dignas de
comentario en lo que respecta al orden de palabras. En la pri
mera
v CKav
1:'
~PL'K.¡ IJ.., ~ v€oL,I[nJu~Éa, 1J.e:"'É~~Lv ~e:J ~po~.
I
Me:v<Ívópou,
hay simetría en la construcci6n (con el verbo y el vocativo in
tercalados): substantivo + adjetivo compuesto + nombre propio
en genitivo; obsérvese además la rima vC'Kav
IJ.e:A€~q;[ v ~e:] ~ pO~W'P [e:] ",la
~J
lPL'Ku[ó€a]
•••
•
La segunda frase (vv.193-198) también consta de dos par
tes con los mismos elementos cada una, pero el orden de pala
bras es diferente en ambas. El centro de toda la construcci6n
es el nombre de la diosa Atenea, enfatizado por la extraordi
naria acumulaci6n de tres epítetos, como Artemis en 5.98-99 y
11.37-39:
813
•
.. ts
•
-w
o•
-w
1
1
I
.
• l
a.
::>
:1
..
•
~
..
•
~
l.tJ
::1.
•
\:)
•
•
•
,<
..<
814
En la estrofa séptima (v.199) comienza, en uni6n asindé
tica con las alabanzas anteriores, la tercera y
~ltima
parte
gn6mica de la oda, que llegaba probablemente hasta el v.220,
aunque desgraciadamente se nos han perdido los vv.2l0-2l9.
En esta ocasi6n, el paso es de lo concreto (triunfos del en
trenador r'lenandro) a lo general (sentencias de valor general,
que también se pueden aplicar al caso de Menandro), al contra
rio de lo que ocurría con las dos primeras series de gnomai
del epinicio: GG
~
(vv.58-66)~
LV (vv.67ss.), GG (vv.175-l8l)
LP (vv.182ss.).
Maehler(112) observa con acierto que la parte que se nos
ha conservado de las gpomai (apenas la mitad) está articulada
en una serie de contraposiciones pOlares(113):
- envidia _ alabanza(114):
200. cp-&óvoC;
•
201. f!- tvÉ'tw
202.
~uv ó CKa..
(p)
- verdad _ mentira (reproche)(115):
Una frase general:
~po'twv
oE
¡..Lw¡..LOC;
náv'tEoo" ¡..LÉv lo'tl.v ln' ~pyo~[c;·
se desglosa en dos miembros contrapuestos: "la verdad vence" _
tila mentira muere ti :
204-.
~ Ó' &Aa.&ECa (p)
204-5. cp I.AEt VI.KaV
208-9. ¡..La:['ta:Ca: YAwoota:)]
209. á"LÓr,C; ~.I.I.VLÚ-&E ....
207. á[€~EI..
Es difícil determinar c6mo continuaba, en la parte perdi
da, la serie de sentencias hasta desembocar en el v.220 t~.,
ó 1. -&U¡..LOV ta:Cv(-
•.Jebb, Taecone y K5rte (116), basándose en la
815
de este verso con 10.40:
:..::.za
lAnC&~ xpvala~ ~é~aAEv
Que los versos que faltan podrían estar ocupados tam
una priamela que acabaría con la menci6n del arte del
:0
cual permitiría pasar a la parte de cierre del epi
~r.22lss.).
2
~
que el poeta aludiría a la "esperanza fI de futuros
= :.~
Piteas, lo que constituiria una especie de "Plegaria
~~ :~turo"
':~s
7
Maehler, al contrario, se inclina más bien
casi al final de la oda.
común a las tres partes gn6micas del epinicio es el
:a inmortalidad,
;·~tos
consid~rado
en cada caso desde dis
de vista. En primer lugar (vv.58-66) se habla de
:::=-:alidad conseguida mediante el triunfo en los juegos
-
- 7:::8
en particular (aunque, como apuntamos al comentar
:_~,
quizá pudiera haber también una alusi6n al canto
-:=; en todo caso, no seria demasiado explicita); en la
: serie de gnomai
-=~
(vv.175-l8l) el poeta se refiere más
a la inmortalidad (e infinitud) de la Aretá; finalla tercera es la gloria duradera del
ao~~v ~v&pa.
ser el entrenador l-íenandro. pero que a la vez se en
sentido más amplio. En los diez versos perdidos de
serie de sentencias quizá se hablara, más explici
-.
;~e
en la primera, de la inmortalidad conseguida y
;:'.:.:':::' ?or el canto del poeta, pues seria raro que no se
::::=::.
al tratarse el tema de la ínmotalidad en un epíni
~e~ás,
permitiria una fácil transici6n a la parte fi
- ;:ema (vv.221-231), en la que se vuelve a la victoria
~
final de la Oda 3 el poeta retorna también a la vic
816
toria actual tras
est~
un~
parte gnómica, y en ese caso la transición
igualmente facilitada por la idea, básica en el género del
epinicio, fiel canto del poeta procura inmortalidadtl~117):
&pE,;a [<,; yE ¡.¡.] EV o~ IJ. 1. VÚ-&E 1.
vv. 90S8.
~po,;wv
!¡.¡.a
Moüaá VI.V
a[w¡.¡.J~,;1. ~€YYo<,;, &A~a
,;p[É~EI. ..]
'I€ p wv,
al> ó(é) •••
Al ser el mismo el tema central de las tres partes gnómicas
de la oda, se pueden observar entre la tercera y las dos prime
ras, a pesar de la pérdida de diez versos, algunos ecos verba
les que lo subrayan:
ao,ov ~vópa
201.
202 •
(F)
~ po,;wv
....
205.
VI.KaV
205. ~ó[aJlJ.á,;w[p
176.
';0 KaAw<,; el] pYIJ.Évov
206-7.
207.
~aúpol.<'; ~po,;wv
62.
atÉv
~~av1Í<,; (p)
.
65-6.
El; lpx.&Év,;o<,;
61-2.
lv a t[wv t.]
aJ~E' (p)
117.
,
C.u,;at.
.
ou, ••• a¡.¡.aupo
( contraste) •
Las breves lagunas del texto no ofrecen graves problemas
de reconstrucción; sólo nos referiremos a la que se encuentra
al final del v.207. La frase fue completada por Kenyon del si
guiente modo:
lS ';E
~avó[aJf..Lá,;w [p
XPóvo<,; ';0 KaAwc;
[l]pyiJ.€vov
El verbo
atev
&[É~EI.·
&[l~EI. ha sido impreso por la casi totalidad de los·
editores posteriores, prácticamente sin comentario alguno. Es
817
~
:ectura, en efecto, proporciona una buena contraposici6n,
~~ m~s entre las que abundan en el pasaje, con
~~V[Ú~E~ del
·.~:9. El mismo contraste ~~V[Ú~E~ ••• &l~E~ aparece también
.- ~ lugar hesi6dico muy conocido, ~.6(118):
~E!a
ót
&pC~~~ov ~~VÚ~E~
xat
&ÓD~OV &l~E~,
Píndaro, en un controvertido pasaje con graves problemas
:,,=rtuales, qUizá afirmara igualmente que la virtud flcreceu(119):
a6~E~a~
ó'
&pE~a x~wpa!~ ~lpoa~~
w~ B~E ÓlVÓPEOV &tooE~,
Sin embargo, piensa Maehler(120) que, en el pasaje baqui
~:~eo,
-~~
en principio no esperaríamos que se dijera del Tiempo
l1aumenta" o "exaltan toda buena acci6n, sino más bien que
-::. "acreditan o
~~entes
II
pone de manifiesto n , de acuerdo con los si
textos de P1ndaro:
~.lO.53-55(121)
B~' ~~E~lyxwv ~6vo~
&Aá~E~av é~ñ~v~ov
Xpóvo~.
,
~ap~vpE~
~.159
,
oo~w~a~o~.
&vópwv ó~Ka'wv Xpóvo~ ow~~p ~p~o~o~
~. también Men. ~.829 (edici6n de Jaekel)(122):
x ,
povo~
óCKaLOV av
"ó pa ó
'
E~KVUO~V
,
~ovo~
No creemos nosotros que haya suficientes razones para re
:~azar
el suplemento de Kenyon, pero, en todo caso, mejor que la
:~njetura de Maehler,
a[vCOXEL, preferir1amos (a pesar de la
:orrespondencia tautométrica con el v.75, toxúv ) un verbo que
significara "revelar, poner al descubierto, poner de manifies
illll
~o".
Quizá pudiera leerse
&lVOCrE~,
ya que este verbo puede
818
usarse también en el sentido figurado de ftdescubrir, sacar a
la luz u una acci6n, buena o mala, como en los siguientes pa
sajes:
8. ~.515-516
~~ ~po~ ~EvCa~ &voC~~~
(~.)
~a~ aa~ ~ ~Énov~' áva~óij.
(escolio: ~ñ &va~~ú~~~ ~ov ~a &va~óñ fpya
)
E. 1!.326
E. Ion.1563
véase también:
A. Supp.322
KaL ~ovó' ~VO~rE ~o~vo~a d~~óv~ AÓy~.
Men. Fr.638
OUK
-
,
.1
\
Precisamente en Men.
xpuao~
,
~~ov
ó'
,
,
"
aVOLrE~V Aav~avouaav a~ux~av
~.826
leemos
&VOCyE~ ~ávTa
y el manuscrito F dice
KaL
xaAKa~ ~úAa~
Xpóvo~ en lugar de xpuaó~ (123).
En cuanto al orden de palabras en la serie de sentenci: ,
señalaremos 6.nicamente un caso de "enmarcamiento 11 (vv .199-202):
EJt
~~ ~Lval~EP. ~~óvo~l ~~a~a~, ~tvEC~W ao~ov ~vópa ~vv óCKa~.
I
y
, - - - 1-
-
-
-
'
la figura
náv~Eaa~ ~Év lo~~v l~' fpyo~[~·
I
que luego reaparece en los versos 229
y
231.
Los vv.221-231 constituyen el cierre de la oda, en el que
se vuelve a pasar de lo general a lo particular, mediante la
819
~:icaci6n
de la parte gn6mica a la propia labor del poeta, que
::..;:1a de sí mismo (221 lyw, 224 <paCvw, 225
: :'?
tjJ.a'tc;) (124),
~:spitalidad
YEpaCpw, 226
tlJ.oC,
incluyendo tambi~n una breve alabanza de la
de Lamp6n, el padre del vencedor.
En la parte final del epinicio se recogen, a través de lla
~~~ivos
~e
ecos verbales, temas y motivos apuntados ya a lo largo
la oda, pero aplicados generalmente a otra persona:
- v.22l "Cal.
lyw \P)
l1.at
v.67
"Cwv I1.Cf[1. oJú
(p)
En ambos casos se pasa de lo abstracto a lo concreto, en
c-
v.67 al vencedor y la celebraci6n de su triunfo, y en el v.
¿21 al poeta y su obra.
.
- v.222 C:POI.VLKOKpaoÉjJ.VOloC; ["CE r10Úoal.C;
vv.9l-92
...
'tat OE. O"CE<paVWOcÍIJ.E[vaL epo I.V] loltÉWV
&V~ÉWV OÓvaltOC; •••
Las muchachas que cantan a Egina y a sus descendientes.
vv.69-70
nav-&aA.Éwv O"CECPcÍVO loOI.V
&v-&J ~[wv) xaC"Cav [tpJEep~ECC;
Piteas.
vv.196-l97
ji'
'í
I
l:1'
:,
,
:1111
,
jJ.UpLWV
"C '·0
nn
...
' ,
jJ. , "CpaLOI.V aVEpwv
lO'tE<pávWOEV t-&ECpac;
Los discípulos de Menandro.
- vv.223-224 tsjJ.vwv "Cl.vO: "CáVOE v[EÓnA.OltOv OÓOI.V
,
cpal.vw
El poeta tlmuestra" su canto.
vv.?5-?6
,,,
,
nalJ.lJ.aXLav ava <paLvwv
Piteas Ilmuestra" su fuerza en la competici6n.
820
<pa: Cvwv
Zeus "muestra" la gloria de Egina en los juegos deporti
vos(125).
v.224
~EVCa:V
I
I
Hospitalidad de Lamp6n.
6~ono~va na:y~E['VOV X~ovó~
v.95
Hospitalidad de Egina.
~&v !~o', Aá~nwv, q[U
- v.226
vv.67-68
~wv
I
nopwv
Kq:[1. oJ v ~uXiliv NE~€a~
Aá~nwvo~
\Jel,
[<p~~á]yAa:OV
- vv.224-225
- vv.226-227 [o~J ~Anxpáv
El canto del poeta.
vv.61-62
nOAv<pav~ov!v a:t[wv~
La fama del que vence en Nemea.
vv. 79-80
~EyáAay
•••
~~~áv
La gloria de Egina.
v.176
La Aret'á.
- v.227
~C.€KE~J
Barrett ( ~[lKVW~J Schwartz; ~[lxvovJ
Piteas, cantado por el poeta.
v. 94
~lEOV
TÉKO] ~
taco, cantado por las j6venes eginetas.
- vv.228ss.
~ttv
EtK
l~ú~w~ ~pa: KAE~W
na:v~aA~~ !~at~ !v€oTa:~lEV
~Ep~~EnEt~ VLV gLo1~6a~
na:vTL
Ka:PÚ~OVT~ Aa:Lw]~.
I
<ppa:aCv,
Snell)
821
'
a• t VEL~W
. . "avupa
1:.
ao~ov
vv.69-70 1tav-&a:A w
€ v
••• [&:v-&J ~ [wv]
- :antos del poeta que alaban al vencedor.
. .
P<jJC.¡,,¡,L¡3J pó~wv
-::
en honor del vencedor.
~s~as
~av~t Kapú~ov~c. Aa:[WJ~
- cantos del poeta anuncian a todo el pueblo el nombre
-::ior.
_=s.: la victoria en Nemea (y el canto del poeta) extien
:~a del vencedor por doquier ( 1tOAÚ~aV~Ov)t para siem
, ..,
'-
~::1.
).
-;::v'tal.
-,¿~
(Jebb)
victorias de Egina en los juegos se extienden por do
-- .!..retá •
. amos, para acabar, que, a pesar de haberse perdido el
del poema, es probable que el final estuviese relacio
el proemio por medio de responsiones verbales, como
_::.:-:lal
en Baqu11ides(127):
9.
KAEI.W
."
(128)
12. &0 ~J &á.v
?
•
•
822
Para comple+-ar el cal ,:;ul0 de las responsiones verbales,
citamos a continuaci6n otras que hemos observado a lo largo
del epinicio:
Dentro de la sección final.
178. &x.[allá'taL
204. &,.a-&E Ca
209. &.,&~,
(177. &ll au poLü'taL
175.
Ó:Aa~,!€"
226.
176.
na6L~av~, (p)
198. TIavEAAcfvwv
)
Aá~nwv
203.
náv'tE6oL (p)
205. nC·.Jo[aJ ~á~w[p
v-&aA ~ ,
229.
'J" A:
231.
no:v~'
I
1
(mismo v. 198 y 231)
176.
naaL~av~,
(p)
178. t:,.mE&ov
183.
aóv
183-4.
El!'KAECaL
I
224. <paCvw (p)
189, 198, 229.
202.
aúv
lv
(P)
186. E6vOll Co: (p)
188. E6aE~€W\l
183-4.
184.
El!'KAECaL
~LA06~E~[ávWL
228. ltAEI.W
224. [<pLAá]yAaov
186. aaó~pwv
229. C.~paa'v (F)
187. -&aACa,
229. nav-&ai
189.
&v&pG)v
;
192. MEVáv¿¿ou (F)
196.
..
&vlpwv
(F)
.,
201. ~vópa (F)
19'--. v C'Kav (p)
205.
vLKav
I
I
823
223.
V[EónAoKov
202.
f3 pO"Cwv
~EVcÍVÓpou
208.
(p)
ÓUCJ¡J.EV&WV
.
t,;; ( C)
203, 227.
220. -&u¡J.óv
,.
223. "CLVa:
•lo \, (F)
~ po"CWcp [E]Ala
<.
• EyeÍ-&U¡J.O e;
~~so
207.
:as secciones primera
ÉJpY¡J.Évov (p) ..
y ~ltima.
06 yeÍp (p)
' ] (p)
50. 00' yap
:l:ACt¡J.ttÉ"
51.
,
,
- • a:x[a¡J.a'ta:L
-
verso del epodo)
de la estrofa)
Épyo t. Ce; (F)
~~
(3ª y 4ª sílaba del primer
4ª sílaba del primer
-: y
.
-"-
.
'- .
- - '"'
--
-- ""'7 .
65. &:-&cÍV a:'to V
(p)
~Aa:-&ECo:
66.
~acpaAEt
~·i.ó1Íe;
87.
~TtEV[.e-TÍC; (F)
~¡J.O:u po [ü'to: L )
~AO:¡J.,€L
, 226.
Aá¡J.TtwV
1tacHq>a:v1Íe; (p)
(tautométricos 204 y 51)
68. Ac͡J.TtWVOC;
,.
49. Tta:v'tOLaLOL
na:VEAAávwv
56. Tta'Y1'J ea"C Cou
TtáV'tEOOL (p)
69. Tta:v-&aAlwv (p)
,
76. TtO:¡J.¡J.a:XLa:v (p)
81. TtáV'tEOOLV
TtaVÓ [a] ¡J.á'tw[p
Tta:v-&aA1Íc;
.::;: l.
~1tAcÍ'tOU
,
95 •
1tO:V'tL
TtaY~E[CvOU
(tautomEStricos 176 y 56)
na:OLcpavlÍc; (p)
224.
<pa:Cvw (p)
61.
TtOAVGlav'tov
,
76.
<pal.vwv (F)
83.
cpo:Cvwv (p)
824
89, 198, 229.
178.
61, 81 (P), 99.
(mismo v. 198 y 99)
178.
~1l1td)ov
183.
avv
,
183-4.
86. nóótaal,·
66, 89.
, 202 (p).
EÓ)tAE
65. E~
ca 1,
186.
E6vo¡..¡.Ca (p)
188.
E6aE~€wv
)tA.€o~
65.
EÓltAE Ca 1,
183-4.
90.
&:y<ril.A.E I,~a:[¡;~
(83. [ltA.€o~J Kenyon)
184.
197.
186.
~a~E'P<ÍvwaEv (p)
aaóq>pwv (F)
229.
202.
69.
a~Ecpávol,al,v (F)
91.
a~Ecpa:vwaátLE[va: ..
78.
~1t ..ócppov (F)
50.
óa:¡..¡.a:aCtL~po~O~
['PpaaCv (F)
f3PO~Wcp[EJA€a:
191-2.
a~tcpávo .. a.. (F)
55.
'P1,A.oa'tEcp[ávwl,
~po~wv
62.
~po~wv (F)
72.
~tJ P~"I-:(~J eó~wv (F)
193.
br. ( C) , 203, 227.
48, 88, 92.
195.
J.1Eyá.&vtLo~
79.
tLty<ÍAav
199.
~ I,va:
46.
~I,va:
, 223.
,
~I,va
,
, 84.
~I,~
(tautométricos 199 Y 46)
200.
~ I,a~a: 1, (F)
75.
~1tÉpf3l,[ovJ
201.
a:CVEC~W (p)
.
83.
a CJ VEt (F)
202.
Ó Clta 1,
45.
Ó C)ta~
203.
f pyo I,[~ (F)
65-6.
207.
203.
f]pYIlÉvov (p)
~a~l,v
lpx.&lv~?~
(Kenyon)
825
205.
na'Vo[a] ¡.J.á't'w[p
50.
oa¡.J.aoC¡.J.~po't'o<;
208.
oOO'¡.J.&'V&w'V
_"'_.
46.
O",OAOCP°'V
223.
[OÓOI.'V (F)
80.
fowx&.
(p)
(Blass)
~
::2ntre la secci6n final
175ss. Contraste luz-oscuridad
139-140.
175. &Aa..,:J¡€t
123.
131-2.
204. O:A,a.&& Ca
(tautométricos 177 y 123)
g&An't'o'V
ti'~OT}' r...
(177. O:¡.J.aopolü't'al.
:1
&'t'pó¡.J.T)'t'oC<;
178. tiK [a¡.J.á't'a 1.
209.
1:1
el mito central.
)
175. 'Vo~{'t'ó<; (F)
128.
'VOK't'Ó<; (p)
176. naol.cpa'Vñ<; (p)
141.
naO'ooO La 1. (p)
128.
cpaEal.¡.J.(~pó't'WI.
198. TIa'VEAAeX'VW'V
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118, 124, 135, 151, 162.
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118.
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144.
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166.
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128.
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186. E6vo~'a (p)
147.
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128.
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,203, 227.
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105, 149. (mismo v. 203 y 149)
155.
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(ambos bapax)
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v.3.
48. 3 + 4 silabas
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48.
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202. ~w~o~
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202. ovv oCKaL. ~po~wv oE ~w~o~.
!.!2.
50. at&wv
83. ~J ve:'t
50. oa~aa'~~po~o~ at&wv
104. oaKe:acpópov ~[pw
182. cpe:pe:x,uoÉa vlaoov
,
182. Ka"1. ~av
50. 06 yáp] (p)
50. [ó6] (p)
116. ~6
71. tt ÓALV
116. Ae:'t1t~
71.
~cVl.&'YULá;v
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(F)
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(ambos hapax)
71. 1iA&e:~J (p)
149. ll;ov
71. ~A&e:~]
203.
83. cpaLVWV (p)
83. q¡a Cvwv· ~ó
104. Atav~a
, 182. KaL"-
104. Afav~a
, 149. l~ov ~'
--
104. Atav~a (p)
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51. &:1tAá~ou
84. ~4>aux,,~
117. d~e:'tav
150. e:61tPÚ~VOL~
51. &ÉAEI.
51. 2 +
105. o~a&[EC~
3 + 2 silabas
72. [Atcnc.oü] (p)
(Blasa)
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117, 138, 150.
84. KaC
,183. Atcnc.oü
84. x,ó(pa:)
138. XÉpa:,
105. 1tpt1~val,
138.
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183. 't" t. ¡..¡.a 1.
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117. ¡"¡'~j{~[v
150. 'Jtapa('>
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138.
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73.
106. -&paouKápo¡,ov
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45. '&va't'o!o¡, xpaCvwv
90. dyax~EI.'t'acr<; t't'aCpaJI.<;
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111. [' A't' PE C&~a I.J
177. &J..I.a'Opo[ü't'al. xa~ú1t't'pal.
189. itlpJ~val. ~'O~áoaEI.
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90. L~'t'a Cpa] 1.<;
57. foeo-&a 1. (F)
177. XaAÚit't'pal.
(Housman)
222. ['t'E MovoaL<;
57. -t&pwev't'(a:)
--
156.
ia~.s&v & 1. '
90. &YaK~EI.'t'a:['t<; t't'a:Cpa] L<;
123. &'t'póJ..I.n't'o[<; 'O'ó<;
222.
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78. OI.Vetv't'o<;
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[e:] AÉa r'ie:vávó
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_
- . .=:vJ.s-e:a
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127. &v'táaac;
_. -:¡oAúcpav'tov
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160. xuavw1tl.óac;
193. ' , A"Acpe: LOÜ
,
226. ,;av
- -::. 'AAq> e: LO Ü
(nombre propio) 226. Aá¡..L1twv.
--
~.
=;.
1taúp~
227. lna-&PrlaaLC;
:::" [X.s-OVÓC;] (F)
194. xpuaáp¡..La'to C;
=; • nay~e: [evou
227. l'lta-&pr)oa" C;
834
1,
q>a:EOL¡..L(~PÓTWL (F)
•
y.&.
63.
aJtEe (p)
129.
' AO!
63.
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228.
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63.
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228. !!pa: Kk.~W
228. KkEI.W ..
' A.-&áva
195.
Y..:2..
64.
xakú(jJT} L
64-.
kECnETaL (F)
64.
A.E CnETa: L (F)
97.
fTI.[M.TE
97.
LTIT}A.€a]
130.
, 163. 1tók LV (130)
[1tvoci!.]
196 •
64. 3+ 2 +3+ .3 silabas
,
XUa:VEOV
229.
1to:v-&a:A.nc;
130.
oll.Efa
196.
iJ.U pCwv
130.
xÓt. 1l{wCCCV
229.
l VEO"C á~ [EV
64.
229.
163. 3+2+4-+ 2 silabas
163.
-
nókl. v (F)
229.
[q>po: oCvl·
TEkcc¡..LL.w]va:
_. - .
197 •
lo"C~q>ctv~o EV
197.
latEq>ávwaEv ..
v.8.
98.
131.
v.9.
66.
tOTCOV (p)
-
¡..L 1. X-&EtO' (a:)
99.
&cHpaA.E1
165.
66.
ouv atOaL (F)
66.
lpx-&Év"Coc;
66.
lpX-&~T,?C;
99.
_.
131-2.
lv Et![vaL
165.
&L[vJav"Co: , 231.
198.
lv
164-5.
<1pnak&wC; (T ') lfEA.nTOV
q>o LV C~~ ~LV
1tPÓ"C~LpoJ V &1. [v] av"Ca:
l~~Lx]OVTO X([pOOV
(adverbio + adjetivo + verbo
+
substantivo)
835
x~[pO~ (F)
165.
l~ C[w.] OV1:0
•
231 •
.
ElC.] clIJ.aVÓ p[OV
-
Podemos citar, finalmente, muchos casos de
paronomasia~,
aliteraciones y otros juegos verbales:
- paronomasias: 61-62
&:-&áva1:ov; 103-;: 'Epl.f'O Ca: e; ...
65
&1:UCÓIJ.EVO 1. (132); 155
116
y(a:) 228
,11
nav-&a~ñe;
-&aVcl1:o"o ...
"1J. .. .alo Le; _ 156
tí [1:ae;]
tao-&Éwv; 155
205
IJ.] É
navó[a:JlJ.á1:w[p;
na:v1:C(133).
231
- aliteraciones yhpmeoteleutos:
n01:E ••• nEpC ••• -na:ylC.]ga1:Cou
.
nóvov
&vl-&pwnoJ l.a .. v tf[V}&Ea: [xpual]a:v óó~av no~d'epav1:ov
59-61
69-70
"
-
a]tEC; 63
104-. f'oá[aw (131); 113
IJ.Eyá~a: .. al.v; 203 náV1:Eaal. _
157
54-57
II
lv at[wv&.] ... 63
nav-&a~€wv ••• [&:v.e-] €
(tl. 87-88 &:nEv[<&~e;1 ._
&:V&E... ·
.
124
t
&a:A.áaaae;, 195
Kua:va:v< -&[UlJ.óv] , 149
&tva.
IJ.Eyá&ulJ.oe; 'A&áva:
72-75: abundantes vocales de timbre /0/
'
11
,
(tambi~n son abundantlsimas en estos
76 n~IJ.IJ.~X" a:v ~v a: epa: .. vwv
versos las nasales)
"
•IIIt
•
•
106-107
-&paauKápól.ov ~1J.a:CVOV1:a:
110-112
nU[AoE-'Óa:e;] ••• [' A1:pECóa: .. al.] ••• [Aapóa:vCóae;]
127
VU'K1:0e; &:v1:áaae; &:Va:1~[A.AoOIJ.ÉVa:e;
143-144
K
pa:1:EpaV tí"'~a:v ó[aJ IJ. Cva:v
147-149 Auw.Cwv 1:E Ao~Ca:c; tfva~ 'AnÓAoA.wv·
-
-
.=.::'!:
:::-...
==
-_ .
153 ~11J.~]1:1. y~ta IJ.lA~Ll.va
VCKa:V 1:' lpI.KU(óla:] ••• nu&Éa, IJ.EA.l~q:C.v 1:E] SP01:Wep[E]A.€a
190-192
196
'
~UpI.WV
\
231 naV1: ..
"ó n
1: , n
'
~1.1:pal.a
Kapú~~
(134)
.. v
•
836
La periodologla del epinicio 13 se puede establecer con una
cierta seguridad, a pesar de las numerosas lagunas, ya que, de
bido a su extensi6n, quedan aún muchas estrofas y epodos bien
conservados.
La estructura de la estrofa podrla ser la siguiente(135):
l.
2.
3.
--uu-uuu
--u--
---uu-u
-D
u e
1
1
3
-
-
D?
2
A= 12 theses
3
4.
-u---u--
1/
e u e
4
5.
--uu-uu--
1
-D-
3
6.
-u---u-
E
4
- -
A= 12 theses
7.
--uu-uu-
-
D
3
8.
u
1/
-u e -
2
3
--u--
-
9.
-uu-uu--
/
D
10.
-uu-uu--
/
D -
3
11.
-uu-uu-
D
3
- e -u e -
4
12.
u
--u---u--
111
Be 13 theses
Indicios de final de perlodo.
~.
- hiato: 101, 200
- "b.i.1.": 47, 68
pausa sintáctica: 113, 167
- rimas yecos verbales: 101 - 134, 113 _ 146, 179 ... 200.
!.:..2..
- "b.i.1.
1I
:
48, 69, 114, 135, 147, 180, 201
- rimas yecos verbales: 48 _ 69... 81 _ 135, 147 _ 180.
~.
- hiato: 103, 115
- pausa sintáctica: 49, 148, 181.
l:.!.Í.
- hiato: 104
837
- "b.i.l.": 182
- pausa sintáctica: 149, 203
- rimas yecos verbales: 71-72
N
182-183 (con el suple-
mento de Blass).
I.!.1.
hiato: 185
- pausa sintáctica: 140
- rimas yecos verbales: 86 - 206.
- hiato: 108?, l53?
- Ub.i.l.": 54
- pausa sintáctica: 120, l74?, 207·
- rimas yecos verbales: 9 ... 120, 120 - 186.
7.10.
- "b.i.l.": 55, 121, 142, l54?, 187
- pausa sintáctica: 76, 220"
- rimas yecos verbales: 141 - 154 - 175.
Los dos primeros periodos mayores, que tienen el mismo vo
':'umen de theses, están articulados en llinversi6n 11:
- D u e - D? - e ~ e - II
- D - E - D ~ e - II
El final del primer periodo (D? - e ~ e -) se repite en la
apertura del segundo (- D - E -), Y a su vez el cierre del se
gundo periodo mayor (D ~ e -) es igual a la apertura del pri
~ero (- D ~ e -). Esto parece llevarnos a la conclusi6n de que
el raro elemento del v.3,
---uu--, se considera equivalente a
'D -', pero con la sustituci6n de las dos primeras breves por
1111I
una larga en todos los versos; es más, en dos versos cabria
III
l.
111I
I .¡
I¡
incluso la posibilidad de medir
óa~ l~C~a~
-uu-uu-- : en el v.48 TIepaeC
es la lecci6n de Snell, pero se pOdr1a medir TIep
aetóa~ ~cpC~a .. ,como
n1JLA.etoa~] en el v.llO, 'E"] oo:too:
en el
838
v. 96, o BJ e[¡,J \111·¿óo~ en el v.137 (véase, en cambio, ,Nr¡ pTj "óo~
en el V.123)(13 6 ); en el v.69 nav~a~~v o~E~ávOLO" mide Snell,
pero también podría ser
-
v
-.;-
v
"'i -
~
1tav-&a:~EwV ~E<pavO,,(:a,
v
pues --&a:A-
es
breve, y no larga, en el v.229 (1ta:v-&a~~~)(137). La sustitu
ci6n de las dos breves por una larga se produce en otros lu
gares de Baquílides(138), y quiz~ el tono épico mantenido a
lo largo del epinicio, pero especialmente en el mito, contri
buya también a disminuir la extrañeza por tal sustituci6n, tan
habitual en el hexámetro de la epopeya.
En cuanto al tercer período mayor, presenta casi la misma
cláusula final que el período primero (D - e ~ e -), del que
s6lo se diferencia por el comienzo dactílico (D - D -), frente
al comienzo dáctilo-epitrítico del período inicial (~ D ~ e -).
Precisamente los dos versos que constituyen ese comienzo dac
tílico (y forman un hexámetro perfecto)(139) están a menudo
ocupados por expresiones de marcado cuño homérico: vv.87-88
(tl. 11. 21 • 29 ~;j't'E VE~pOÚ"
ópC~ &:V-&E~ÓEV't'1,
22.1 ~i3~E VE~PO' ; 2.467 ¿Ka:~a:V-
) ¡ vv.l08-l09¡ vv.120-l2l ( &:AA' O~E ó';- es
un comienzo de hexámetro frecuente en Homero: 11.3.216, 10.365,
22.208, 23.721, 24.31; véase también !h.4.446, 12.437, etc.);
vv.14l-l42 ( na;oouóC'a" a comienzo de hexámetro se encuentra en
n.2.l2, 11.709, etc.¡
Aao~€óov~o~
tro en 1!.5.640 y 649, 6.23;
~.
aparece a final de hexáme
asímismo 21.443, donde se ha
bla de la construcci6n del muro); vv.153-l54
v.
EK~opo,
• s:
'
avupo<povol,o
Aunque en la
~
(11. 1 •242
ón'
; 18.11 XEP01.v ~no TpWwv ).
13, como hemos indicado en varias oca
siones, con mucha frecuencia coinciden los límites estr6ficos
y de sentido, sin embargo no es demasiado habitual que haya
839
~=uerdo
~ido
entre limite periodo16gico y sintáctico. Netro y sen
coinciden con mucha exactitud, por ejemplo, en la ant1s
~ofa
sexta (fin de periodo mayor en los versos 181 y 185),
;ero no es corriente que los dos fines de periodo mayor de cada
estrofa coincidan con pausa sintáctica o de sentido, aunque si
~o
de los dos (cf. los versos 49, 70, 86, 140, 148). Por eso,
en muchas ocasiones hay una palabra, generalmente importante,
~ue
queda encabalgada entre dos periodos mayores, resultando
asi fuertemente destacada: v.54 ~áolaJvov ; v.75 vaoo[v] ;
v.83 q>a'vwv ; v.116 915 A..e:C1tWV • otras veces no es una palabra,
sino una frase entera, lo que se encabalga: v.l04
KEO<¡)ÓpOV"Tt[pw ; v.120
"
ALav~a
oa
Aaoq>óvov 6ópu oe:Cwv; v.137 BJ~[LJqT}{'!I
6o~ f~EpOrU'Ou , caso muy semejante al del v.l04, con el re
,i~
traso deliberado del nombre de persona que se quiere destacar;
v.203 mxv~EaoL ¡JÉv t!a~Lv l1t' ~PloL[C;
I11
1I
,
•
; v.207 ~O XCIAWC; ¡ [t!Jpl
~€vov
atEv &:I€E;.e-f..
EpOdO(140).
l.
u
--uu-uu---u-
- D ~ e
5
2.
--uu-uuu
-
3
3.
--u--
u
- e
I
e
4.
-u---uu-uu-
5.
--u---u-
6.
u
--uu-uu-u
u
-u---u--u-
7.
8.
9.
u
-uu-uu-u
-u---u--
D
II
III
-
-D
- E
I
- D -u
u e :!:: e
e u
D e u- e -
2
5
A= 19 theses
(a= 10 ... b= 9)
4
3
B=
6
3
4
16 theses
(b= 9 -+- c= 7)
I
840
Indicios de final de periodo.
!::..2..
- rimas yecos verbales: 191-2 - 224-5, 193 "'" 226
~.
- hiato: 128
- rimas yecos verbales: 62
!iZ.
N
(",!Xv).
128, 226 "'" 228 (anáfora).
- hiato: 64, 130
- pausa sintáctica: 163
- rimas yecos verbales: 64
N
130, 163 ... 229.
La estructura del epodo es, pues, la siguiente:
- D ~ e - D ~ e - I e - D - E II
e I D ~ e ~ e - III
Obs~rvese
que el segundo periodo mayor es una repetici6n
del primero, con la excepci6n de un elemento 'D ~, (v.2) que
se inserta en
~ste.
En cuanto a la construcci6n de cada periodo mayor en par
ticular, cada uno de ellos se articula en dos perlodos menores.
Dentro del primer periodo mayor, el primer periodo menor consis
te en la repetici6n del miembro
- D -u e
t
que en el segundo
periodo menor se invierte (e - D), cerrándose con la cláusula
epitritica.
Dentro del segundo periodo mayor, su segundo periodo me
nor consiste en la "repetici6n recortada" (falta un elemento
'e') del primer periodo menor(141).
En los epodos, la adecuaci6n metro-sentido es más exacta
que en las estrofas; la coincidencia entre limite periodo16gi
co y de sentido es perfecta en los epodos tercero, quinto y
s~ptimo.
Conviene notar que a menudo la anáfora
ayu~a al
es
I
I
I
I
,
841
-:ab1ecimiento de la periodologia: 91
.;J 1,
•••
228
;
157 ~ éúoq>] 80V&<; ••• -
~áv
~a:t él ••• ...,
94 'Jta:p-&l
160 T pW&J <; ••• ; 226 ~áv •••
•••
No obstante, hay
tambi~n
varios casos de encabalgamiento;
:ma sola palabra se encabalga en los versos 63 a:] ~E', 129
:'31 eo~cov
V~
;
tAo!,
una frase entera en el v.195 OE¡..LVa ¡..LEyá-&u¡..Lo<; tA-&á_
con lo que se destaca aún más el énfasis buscado con la
,
acumulaci6n de tres adjetivos para el nombre de la diosa, al
quedar el primero de ellos (el
xpuaáp¡..La~o<;)
separado de los
otros dos al final del periodo anterior. Hay que señalar asi
mismo que en el segundo epodo los encabalgamientos aumentan
1!lt
el énfasis de las palabras, importantes, con que cada periOdO
comienza: v.61 xpualJ a:v áór;.av , v.63 a] ~EC (que repite, ha
ciendo hincapié en la idea, la expresi6n
~v
a:t[wv ..]
de los
vv.61-62), v.65 &:.f}ávo:~ov ltr..Éo<; •
l:,'
:,
:.
:e
•
•
::1
El "c6digo" de la oda es el siguiente:
III ••• M II M II G III Me 2 (142) - LV - TP
•••
LP
II
M G
III
LP
II
G LP
TP - OL - TP
M
II
111.
II
M
II
LV - TP
I-l
OL
III
III
M
GG
II
II
M
II
M
GG - TP
LP
III
II
II
842
NOTAS A ODA 13
A Filácidas, hermano de Piteas, están dedicadas las !stmi
y 6 de Píndaro.
5
:: Si. Jebb, p.2l3; Taccone, pp.118ss., donde recoge su artí
~~~accone 1; Severyns, pp.4lss.; véase tambi~n el artículo
-= ..'oloch •
. ~~ Blass 3, pp.364-365;
-
~
-.
tambi~n
Snell, p.XLVI, y Haehler, 11
Irigoin 1, p.56.
-'
V~ase
el comentario a la
~
9, pp.505 y 539.
Snell, p.XLV.
Kirkwood, p.lO?
. '!~ase nuestro !a4i.ee. !.!.!! "Respgnsi6:q .verbal n; tambi&n en
:. Oda 3, entre otros ecos veroales, KAEO~ (v.3) es recogido
~ ~inal por Moúoa (v.92).
:: En 9.4s8., en la primera parte de la t1l'-1enci6n Compleja lf ,
:7 ~os
- -:::..
indican la patria del vencedor y el lugar de la victo
:.._) Es seguramente un error de Pieper (p.8), considerar una
'= =-"7:'uctura :
(1) Introducci6n (vv.1-45).
(2) Mito sobre la fundaci6n de los juegos (vv.46-55).
:..~ introducci6n no llega hasta el v.45, sino que el mito comen
- =..-:e probablemente antes.
:..:) Sobre los "discursos de profecía" en la lírica arcaica,
~~se FUhrer, Formproblem-Untersuchunr,en, pp.109-ll0 y l12ss.
:..~)
Blass 1, p.3?4.
:..;) Wilamowitz 2, p.33l; Pindaros, p.l?2, n.2.
::..-=-) P.95, n.3.
:"5) P.202, n.48.
:s)
Cf. Franqois, pp.95-96, con ilustraciones (v~ase tambi~n
láiñina 4 de la edici6n de Naehler de 1968). Sobre las re
:~sentaciones artísticas de la lucha de Heracles con el le6n
:5: Nemea puede consultarse
A. Furtwangler, art. HHerakles" en
~:scher 1.2 (años 1886-1 8 90), col.2l95-2l98; F. Brommer, Hera
~ces. Die zwtllf Taten des Belden in antiker Kunst und Literatur,
''!::ster/Co10nia 1953 (reimpr. Co10nia/Viena 1972), pp.7ss.;
:.=.
843
sobre la:r
2215-2216.
!lci6n entre Heracles
~
Atenea, FurtwlIDgler, col.
:17) pp.72-7:3. Véase también Gentili 2, Jebb 2, Stern 3 (p.
299), Y los artículos de A. H. Smith, Pryce, WUst, Davies,
y Pharmakowsky. Se puede consultar asímismo la edici6n de
DI Eichtal-Reinach, el libro de Gentili, y los sucesivos in
formes de Webster, "Greek archaeology and literature~, Lustrum
1 1956, pp.95ss., sobre todo 102; VI 1961, pp.13ss., sobre
todo 20; XI 1966, pp.lOss., sobre todo 14; XV 1970, pp.13ss.
(18) P.326.
(19) P.95, n.3.
(20) Así, W~lamowitz (Pindaros, p.172, n.2) afirma que, si
fuera Atenea, no se limitarla a mirar, sino que intervenccría
activamente en ayuda de Heracles; Jebb, por su parte, piensa
que las palabras son demasiado solemnes para una ninfa, cuan
do Lens) al contrario, ve lIen el tono del pasaje más bien una
expresion de ingénua sorpresa u •
(21) Ad loc., 11 260.
(22)
fi. Galinsky (oP. cit.
t
~
5, n.174), pp.29 y 32ss.
(23) La interpretaci6n de estos versos es controvertida, y
son varios, y graves, los problemas textuales; cf. Farnell,
pp.248-249; S. L. Radt, "Pindars erstE: NemeischeOde tl , ~
mosyne S.IV, XIX 1966, pp.148-174, sor"€ ' todr l69ss.
(24) Art.
303-304.
11
ÓCKT)
IJ
en LFrgE vol.II, coL.;)02-3~./, sobre todo
(25) Puech traduce Pi" P.4.1.52-153
~
%pov~, 00 no~& KpT)~&~óa~
Élxa~C,wv tn~ó~at~ &~~UV& Aaot~ o'xa~
lile trene, oh siégeait jadis le fils de Créthée, pour r,epdre
la j'P-stice A S9n peuple de cavaliers"; cf. Sol.4.36 EU-&UV&I.
OE ó~Ka~ C'KoA.~a~ , ITeereza las s;'!ltenCias torcidas" (Adra
dos, García Gual); vé::.e también Ht;s • .QJ2..262.
(26) Sobre xpaCvw, vJas~ E. F;aenkel ad ~. !g.369, 11 193
le; cf. 11.5,,508 ~ou O txpal.al.VEV l c:pffJ.l.a, ,-Pi. 0.3.11
Kj:. I.vUlV" t~J.l.a, , Orph.A.1297 K. -&lJ.l.l.a~a~.
(27) Parece claro que o tav (v'.46) es una exclamación como
quiere Blass, y no un símil, como asegura Pieper (p.9~: "The
last words make a reference to jusyice, which is immediately
illustrated by asimile ( o t v ~ l.va, 46) relating the first
labor of HerSkles and the m~~hical founding of the Nemean
games". Jebb, en apoyo de su teoría sobre el personaje que
habla, observa que en los vasos en que aparece representada
la escena, las dos figuras femeninas alzan lo~ brazos "con
asombro y deleiten.
844
'28) Wilamowitz 2, p.33l.
-
'29) Cf. también Dumortier, pp.4l7-4l8, y Merkelbach l.
:30) Blass (1"p.374)_co~para con B.ll.33 nO~KCAaL~ ~€xvaL~,
7 Pi. 0.9.91 o~upeneL OOX~t dicho en ambos casos de un na
',:; Lcr'rñ~ •
:31) Para el uso de ~n~C (v.54) en una profecia, véase FUhrer,
?ormproblem-Untersuchungen, p.12l, n.35.
~32) Cf. FUhrer, Formproblem-UnttrSuchun~en,.pp.66sS._Y 77!
?ara ~ndaro es fundamental el l1bro de • Nlerhaus (op. Clt.
en ~ 6, n.30.), sobre todo pp.40ss.
(33) PP.8-9.
:34) Sobre la función de "puentes" para pasar de un tema a otro
tienen los pasajes gnómicos del epinicio 13, véase Maehler,
=1 255 Y 257-258. Es una idea de Dornseiff, p.13l¡ véase nues
tro capitulo dedicado a las fmomai¡
~ue
~35)
Véase el comentario a estos lugares.
Cf. Jebb, pp.483-484.
(37) Siguen esta propuesta Taccone, Frangois
~36)
y Edmonds, aunque
para este hltimo a seria neutro plural, con S: [v}&ea:; Jebb
objeta el hiato entre los vv.60-6l, que no tiene paralelos en
los versos corresponsales.
(38) ¿'re~a:vów se construye con dativo de la cosa con que se
corona: B.13.196-197; Pi. 0.1.100, 0.4.11, 0.7.81 (también
áv~eo~ ), 0.14.24, P.8.19¡-en B.13.~1 qUiz6-con genitivo, co
mo en Pi. ~ae.13a.lb.
(39) Ad loe., II 262.
(40) Sobre vüv en la transición a la persona del vencedor,
véase el comentario a 10.9 y 9.65.
(41) Barrett (apud Maehler) prefiere ~ó&ev, atestiguado en
~ó~~ en 3.7 (conjetura de Palmer) y 19, Y 17.101.
5.197;
I
I.il··
I
(42) Qt. comentario a 9.65; véase también FUhrer, Formproblem
Untersuchungen, p.41.
(43) Wilamowitz 2, p.33l; Pindaros, p.173, n.l.
(44)
Qt. Maehler, ad loc., II262.
(45) Cf. Maehler (OE. cit. en Oda 9, n.l07), p.GO, n.l; Duche
min, PIndar, po~te et proph~te;-Pp.237ss.
(46) También en este caso se trata de una sentencia general que
11I
845
es luego aplicada inmediatamente c a.,t Hier6n e'p"
I~pwv, aO o'
'KcÍAA La"C' l:neo [e C~Jao -&va't"ot<;
~ticular:
o~~ou
éfv-&ea·
(47) P.484.
(49) Blass 1, p.375.
(48) Of. Jebb, p.483.
(50) Ya ene el mito podemos observar el contraste v.44 O~ pLO<;
v.45 o lf.a<;; cf. Schmidt (art.cit. en n.24), col.304,
apartado 3).
N
(51) otros ejemplos del uso del vocativo en las transiciones
cita Pieper, p.190; v~ase tambi~n nuestro comentario a 6.10ss.
(52) Cf. el capitulo dedicado a la "Menci6n Compleja", pp.lOOBsfl
s610 eñ un epinicio de Baqu11ides, 14, la patria es mencio
nada después de la primera triada.
(53) Qf. "Menci6n Oompleja rt , pp. 999ss. ; s1 en cinco epini
cios de P1ndaro, cuatro de ellos con mito periférico (P.l, f.:;,
li.lO, 1.7) y uno con mito central (Q.13).
(54) Cf. el caso de los epinicios 2, 4 Y 6, que comentamos en
su momento.
(55) En B.l.142 es nombrado Argeo tras el mito, pero también
se ha perdido el principio del poema.
(56) Para la reconstrucci6n de las lagunas,
485-486, Y Schwartz, p.636.
v~ase
Jebb, pp.
(57) 'Y<v'áyu La es un ha~ax y ó<vCvoo<; t como anteriormente se
ñalamos, s610 está atest1guado otra vez en Nonno y en un epi
grama (son relativamente numerosas las palabras que están do
cumentadas únicamente en Baqu11ides y en Nonno dentro de la
literatura griega conservada). También es un hapax ó~aux~,
(v.84).
(58) Este canto de alabanza de las j6venes eginetas recuerda
el canto de la "virgen locria" en honor de Hier6n en Pi. f.2.
18ss.; s!. Pavese, p.327.
(59) Ad loc., p.341.
(60) Ad loe., pp.124-l25.
(61) Cf. nuestro capItulo "Loa de la Patria", pp.1122-ll2;.
(62) En B.16.7 Jurenka reconstruye d]oe-tav q>plva ; ~. tambih
Pi. P.;.7l:
(Hier6n) ~pat<; &a"Cot<;, o~ q>-&ov€wv &ya-&ot" ~eC-
846
'53) P.122.
:54) Ya lo apunta Pieper, pp.13-14.
:65) Maehler (ad loc., 11 266) nota que, mientras en Homero
::1.4.243, 21.29, 22.1) el cerv~tillo representa el asombro
: ~E~~nó~E~) o el miedo ( nE~u~o~E~), en Baqu11ides indica el
=ovimiento alegre y retoz6n.
:56) Sobre los rasgos comunes a Heracles y Piteas (y también
:2 Ayante del mito central, que resiste tenazmente los ata
~ues de Héctor), véase Dumortier, pp.417ss.; también nuestro
:::ap1tulo "Loa del Vencedor fl , pp .1045-1046.
~67) Q!. también 83 [~pá'to~1
~enyon
~68)
- 56
ncxyKJp'cx~LOU
(P).
Barrett y 98 [Kpcx]1LCX] ~ [ÓV]
Blass 1, p.377.
:59) Véase el comentario a 11.2, sobre
ÓCÓW~L y dná~w
•
(70) Blass 1, p.377. Jebb (ad loc., p.3 4 1), aunque propone
otra cosa, estima que la lecci6n de Kenyon es tlquite possi
ble" •
(71) N€oP~o~ (VEOp~Ó~ Maehler) no está atestiguado hasta s6
:ocles (00.1507, Tr.894, lyr., Fr.872, lyr.); VECXV~~~ , otra
?osibilidad que cOñsidera Naehler, aparece en Nic. Alex.609
e IG 111.716.16, del siglo 111 después de Cristo. Compárense
en~aqu11ides los hp;ax VEÓKpO~OV ( VCKCXV), 5.48; VEOKpC~OU ,
7.17; VEOK€~CXÓOV,
.61.2, de atribuci6n dudosa; VEOK'tC~WL
s610 está atestiguadO en B.17.126 y Nonn. D.18.294.
1
11111
1II
111I1
111I
III
(72) También 'tDAE~CXVE~ nüp se encuentra en el médico Areteo
(4.13.10 en la segunda edici6n de Rude) , probablemen~e ~el
s~glR 1 después de Cristo. En B.17.5 leemos ~DACXUyÉL ycxp [lvJ
~CXpEI.
•
,
(73) Barrett (apud f>la~hler, 11 265) piensa también,q\\e 'tL¡.J.CXV
es complemento de ~CXLVWV, pero suple en el v.82 a~EL •
(74) En E. Ph.1377,encontramos una comparaci6n semejante, sin
adjetivo para nu~ao~ .
tnE~ Ó &~Et~D nupao~ w~ Tupa~vLK~~
aáAnLyyo~ ~XD
..•
cf. también HF.361 (1zE.), con el comentario de Bond (Oxford
1981), p.155.
(75) " KA.€o~ is too short rt (Edmonds); "Kenyons [KA.ÉO~ cxC] VEL
wUrde die LUcke nicht ausfUllen" (Maehler).
(76) T[ECLV XápLV]
de Wilamowitz (2, p.331), suplemento acep
847
t
~or Schwartz (p .637),
o es !"lO )le, pues la úl timEl let
3 una sigma; Jebb (apuú Kenyon, había propuesto ~EOV
(u bien ~O oov) Kt..ÉO~ •
,
,
(77) P.464; en la p.450 propone yalJov o yOVOV.
(78) Cf. Pi. Fr.75.12:
yóvov ~1tá~wv !leV ~S~€pwv IJE~1tÓIJEV<O l.)
yuvaLKwv ~E KaOlJeLaV,
(79) Carey (3, p.165), basándose también en la R~ngktmpo(ition
que encuadra la ItLoa de la Patria fI, prefiere KA o~ !lV E en el
v.83 y 't"EOV K~€O~ en el v.94.
.
(80) Véase nuestro comentario a 11.28, con la n.60.
(81) Sobre los homerismos en esta narración, véase el comen
tario de Maehler, passim; también Kirkwood, p.lOO, y, en ge
neral, el libro de Buss. En el gusto por desarrollar el mito
al modo épico, ve Jebb (p.217) lt ')rincipal diferencia con el
estilo narrativo de los mitos pi~ cáricos, especialmente en
comparaci6n con la N.5; cf. Taccone, p.12é., Dumortier, p.419,
Duchemin, p.189, cuJo juICio es, por supuesto, desfavorable
para Baquílides.
(82) Q!. Maehler, 11 253-254.
(83) Como se puede comprobar por el gráfico, la tltécnica en
volvente ll de la narraci6n, en la que la Ringkomposition juega
un papel fundamental, es muy semejante a la que hemos apre
ciado en el mito del epinicio 11; véanse nuestras pp.900ss.
(84) Pero cf. lrepol.-lJáXa~ en AP 7.424.4; todos los
citados sonnapax.
eje~plos
(85) En el v.?3 del epi: ::do que estamos comentando Blass
propl.l, junto a c!~[p01tvJ ówv, &~[POl.vJÓwv.
-
(86) Cf. Maehler, ad v.l 9, 11 270.
-
(87) Véase, al respecto, el comentario de Maehler.
(88) Este tipo de variatio en nombres propios es frecuente en
los epinicios. En P1ndaro, por ejemplo, N.7.30 "I~ou 1tó\I.V t
35 npl.álJov 1tÓALV, 41 Tpo"a-&ev; cf. KBhñken, p.63 con n.132,
J. S. Lasso de la Vega, liLa Séptima Nemea ••• 11, pp.123-124.
(89) El uso con valor intransitivo de &pCvw en voz media es
único, pero se puede admitir sin necesidad de modificar
el texto; poco después, en el v.152, lpeú-&w en voz activ~:,
está usado intransitivamente, lo cual es muy raro; cf. Wila
mowitz 4. También en "este caso Baquilides parece IñoCfítícar
el uso homérico, 'siempre intransitivo: .
(.1S0
'rl.ll.394
d··o-€."
-&' atlJa~1. ratav lpeú-&Wv
848
1!.18.3 29
~g~w y~p nÉnpW~aL d~oCnv yatav tpeuOaL
aÚ~ov !v t Tpo '11,
Véase también
gar.
tp€ú~€~a~ en B.3.44, con el comentario al lu
(90) Ad loe., 11 270.
(91) ~sí Jf}bb (ad loe., p.345): 11 'APyeCoLoL seems fitter here
than A~peL&aLot : the antithesis is between Greeks and Tro
jans"· señala Taccone que, si bien la c6lera de Aquiles se
dirigla especialmente contra los Atridas, sus efectos se de
jaron sentir sobre todos los griegos.
(92) Cf. To~msend, p.125, y Maehler, 11 273 Y 276 (ad vv.139
l40);-en general, H. Frankel, Die homerischen Gleicnnisse,
G5ttingen 1921, y H. Stroch, Die ErzIDílfunktion der homerischen
Gleichnisse in der Ilias, Dis. TUbingen 1960 tdactil.); véase
también Péron Cap. cit. en Oda 5, n.14l), pp.278ss. y, para
este texto de Baqul1ides en-pirticular, pp.305ss., aunque la
opini6n que le merece no es precisamente muy buena: flTexte
insolite en vérité, véritable monstre littéraire ••• , dans
cette comparaison colossale di une extension telle qu' elle
paralyse littéralment l' ensemble du po~me ••• ".
(93) Péron, op. cit., pp.307-308.
(94)
21.. Hugler (op. cit.en
~
9, n.54), p.42.
(95) P.486.
(96) Ad loe., p.346.
(97) pp.185ss., sobre todo 187ss. De todas formas, caben otros
suplementos, como, por ejem~lo, un p~ticipio e~ dativo o ge
nit~vo como ~omplemento de av~aaa, : áva~Aeuoa~tvoL,
(-wv)
o aVa1tAeLo~ÉvoL, (-wv ), licuando navegaban de regresott o
;'hacia al1;a mar"; quizá s~ pudiera leer también, en ,lugar de
ava~EAAO~€Va, , ava~ELvo~eva,
"la noche que se ext1ende en
cima" (ef. Xen. QE.7.1.4, un águila; 7.1.6 y 23, el ejérci
to).
(98) Cf. Jebb, ad loe., p.349; Maehler, ad loe., 11.278-279.
Schwarez, p.637.
(99) Barrett cree reconocer al final de la laguna el resto de
una letra que pOdría ser Jp' o]~ , de modo que, si fuera v,
pudiera tratarse del acusativo femenino singular de un adje
tivo.
(100) Los vv.157-163 están en muy mal estado, pero parece que
en ellos se mentan las esperanzas de los troyanos de incen
diar las naves (vv.16o-l62) y, de esa manera, liberar su ciu
dad, que lo celebraría con grandes festines. Para los comple
~entos de las lagunas, véase Jebb, pp.486-487, y Maehler, ad
~., 11 279-280, con las nueVaS lecciones de Barrett.
.:·I!
849
(101) Los lep1tetps de los hombres sop, por el con..tr~io, llgue_
rreros": aé:p(jI.lla¡[OV, (v.IOO) 't'axv~ (v.lOl), l.}7tÉp'&VIlOV
(v,.103), aax.é:ocpópov (v,.lQL.¡.)~ hpaovKa~&I..qy (v.I06), xaA[Ke:o
1ll..'tpaJy ,(v.109), Aaocpovov ~ v.120), a'tpollr¡'tOC, (v.123),
[a CJ Xlla't'av (vv .133-134) , tnne:v'ta 1.. (v.160), lpe: 1.. <v (,,'t'] 9 ~ txo I..~
(v.167); cf. Segal 2, p.130, y nuestro comentario al presente
epinicio,-Pp.779-780.
(102) Solamente atestiguado en h.Ap.242.
(103) Q!. 3.29 ~e:An't'ov -
75 lAnCe;.
(mismo verso).
(1QL.¡.) Sobre la comparaci6n de Piteas con Ayante, véase Dumor
tier, p.419 (~. nuestra nota 66 al presente epinicio).
(105) Sobre los epítetos en el mito, véase Segal 2, pp.128ss.
(106) Asi también, por ejemplo, Jebb: "And if (the bOdies) of
the Aeacidae (have :f3rished, burnt) on high-built pyre (or
buried in the tomb, yet their names live for ever ••• )". En
Pi. I.8.55ss. la transici6n del mito (que también narra las
hazañas de los Eácidas en Troya) a la realidad es muy seme
jante.
(107) Q!. Dumortier, p.419; !'laehler, 11 257-258; Pieper, p.18.
(108) Cf. Duchemin, Pindar ~o~te et proph~te, pp.193ss.;
G. Frener, Kontrast und Añ i hese bei pindar, Dis. Innsbruck
(dactil.),
pp.23ss.; KBhnken, pp.113-114, D. Bremer, Licht
unCl Dunkel J.n der frUhgriechischen Dichtung, Bonn 1976, p.;
253 (también pp.24?, n.2, y 313, sobre los vv.201-207~.
t
19~
(109) Otros ejemplos de esta "figura polar" en Frener, o~. cit.,
pp .6ss; 1'1aehler, ad 10c., 11 281-282. otra ".figura polar , aun
que diferente, encontramos en 9.40-44. Para la correspondencia
entre "eX'tensi6n en el espacio n y "eX'tensi6n en el tiempo",
véase el comentario al epinicio 9, p.551.
(110) Cf. Denniston, pp.351ss., con ejemplos en p.352; también
nuestro-comentario a B.5.56.
-
(111) También lo alaba pindaro, N.5.48; cf. el articulo de
Woloch.
(112) Ad loc., 11 286.
(113) También las contraposiciones y contrastes son claros en
los dos primeros pasajes gn6micos de la oda, como notamos en
nuestro comentario.
(114) Sobre el tema del cp.&óvo,
véase Bundy, pp.59-62;
Thummer, 1 18; K6hnken, passim ¿relaci6n de páginas en p.241,
s.v. "Neid"; sobre nuestro pasaje, véanse las páginas 33,
~-207, 210, n.95); también el articulo de Eitrem citado en
~ 5, n.4,34.
850
-
(115) Cf. comentario a 9.85.
(116) K6rte 1, pp.142-l43.
(117) Cf. también 5.l87ss., aunque es menos claro.
(118) Q!. West, ad loe., pp.139-l40.
(119) El paralelo 10 señala K6hnken, pp.34-35, n.62.
(120) Ad loe., 11 288.
(121) Q!. B.
~.14:
opWv o'
&v
&~&~av ao~Ca ~&
xa1Kpa~~~ ~ l~€YXE~
&~á-&E~a •••
(122) Cf. igualmente las sentencias 13-. 939, 7l~, e39 d~ Me
ov& d navu~~a~wp a~au
ep1teto que en B.13.205
y el mismo verbo que en el v.177 (véase también Epigr.Gr.
1050 Kaibel).
n~dro;-Fi. Fr.227; Simon.53l.5 PMG,
pwa&~ XP6vo~-; donde se usa el miSmo
(123) Cf. Il.15.492-493; precisamente en la lucha junto a las
naves .~.ue~arra el mito de B.13, diQe Héctor¡
(Zeus~ &"~~~va~ ~Lv6&~'~E KaL O~K t~€~~a~v "~ÚV&~V,
~ vüv ' APyE Cwv IJ. LVÚ&E ~ ~€vo ~f ~IJ.IJ.I. o'
PlÍrE l..
En el mismo canto se describe una tormenta, y el poeta usa
el verbo loa·t¡;'e-¡;o (v.629), como B.13.l26 oa·t¡;'e~ •
(124) Sobre el cierre de un epinicio con alusiones personales
del poeta a su propio arte, véase Maehler, ad loe., II289,
con bibliografía; tl. B.3.96ss., 2.1lss.
(125) En el v.223 Maehler prefiere leer v[Eó~av~ov 1J.'~pavJ,
ya que, según Barrett, &óaLv sería demasiado trivial para ir
acompañado por un ~~vá enfático (véase la crítica de Care~ 3,
p.165). Ciertamente, hace falta un substantivo femenino (~av
&e ) que sea una metáfora para la canción, de modo que habría
varias posibilidades, dado Que ni siquiera podemos saber el nú
mero de letras y de'sílabas que'tal palabra tenía, y habida
cuenta la gran cantidad de metáforas que utilizan ?índaro y
Baquílides para designar la canci6n; véase, por ejemplo,
Slater, s.v. &OLÓ& o 6IJ.vo~; Duchemin, Pindar, po~te et
proph~te~assim, Gianotti, pp.85ss., etc.
(126) Este eco parece apoyar la hipótesis ,de Schwartz (pp.638
639), quien sugiere que en los versos finales el poeta se di
rige en segunda persona a Lamp6n; aceptan esta propuesta, con
algunas variantes, Barrett y Maehler, y también Snell (y Wer
ner), aunque con más dudas. Los demás editores, siguiendo a
Platt, hacen de A~lJ.nwv sujeto y de lna&~aal.~ un partici
pio de aoristo:
851
~av l~OL A~~nwv [napÉxwv XáPLV
~A.r¡xpav lna-&plÍoaLt; ~[CEL
Blass, Jebb,
oó
Fran90is;
T~ccone)
~av t~ot Aa~nwv 'CáPEXEV ~áPLV oó
~A.r¡XP~v lna~plÍoa~t; ~[Lva,
Edmonds.
(127) 21.. fvIaehler, ad 10c., 11 291.
(128) 21.. 3.3 KA.EOL
N
3.92 Mouoa •
(129) Sobre KU~Epva~ (v.185), véase Dumortier, p.420, así como
nuestro conentario a 12.1.
(130)
21..
13.71
lÓA.~v
N
116
A.Etnov.
(131) Q!. comentario al epinicio 4, n.32.
(132) Q!. IvIaehler, ad 10c., 11 270-271.
(133) V~ase la p.785 del comentario al presente epinicio.
(134) Véase también 120.
en el mismo verso.
A.ao~óvov
(P)
N
186.
oaó~pwv
(F),
(135) Una periodo1ogía en cierto modo semejante, con diferentA
distinci6n entre periodo mayor y menor propone Schroeder 2 ("Die
enoplischen Strophen Pindars", Hermes XXXVIII 1903, pp.202
243 Y lf.80,.En las pp.23B-239 analiza la Oda 13 de Baqu11ides
y propone el siguiente esquema (en la columna de 1adereche.,
la notaci6n de rviaas y la numeraci6n de los versos según la
edici6n de Sne11, con la periodo10gia que proponemos nosotros):
Schroeder
u Sne11
v.1
vv.1-2
a i eU
- D- e - 7
v.2
io,- u u I
D? ~ e ~ e - II
vv. 3-4
v.3
v.5
a iO~
- D- ~
v.4
vv.6-8
u u i o u II
E - D - e - II
v.5
v.9
i o
D- I
v.6
i o, i o u u
D - I D - e ~ e - III vv.10-12
-
13.187,
(136) Cf. Maehler, ad 1.113, 11 15.
(137) Qt • .&a:A.Cat;
Snel1, p.XXI.
EÓ.&cxA.lt; 9.5, e:ó.&aA.Éa
(138) Qt. Sne11, p.XXVII; H6h1 (OPe cit. en
59ss., sobre todo p.64, n.l.
~
14B.8; véase
4, n.84), pp.
(139) Qt. B.5.170-172, con nuestro comentario al lugar.
(140) Como hemos hecho en el caso de la estrofa, comparamos él.
continuaci6n la periodologia de Schroeder con la que propone
mos nosotros 'para el epodo:
852
Schroeder
v.l
v.2
v.3
v.4
v.5
a
i
~
a i
u i
a i
i o
e
eu I
o u u
eee
u u
Snell
- D -u e
- D- e
e - R - {t
B - ti
D - e - e
I
II
e :! e I
- III
(141) Véase nuestro comentario al epinicio 9, p.558
epinicio 12. pp.748ss.
v.l
Vv.2-3
vv.4-5
vv.6-7
vv.8-9
, y al
(142) Hamilton (p.102) nota nMenci6n Compleja" sin dudar, pe
ro, como señalamos en su momento, es muy probable que al me
nos algunos datos de la ItMenci6n Compleja tl hubieran aparecido
ya en los versos perdidos.
853
ODA
14
-
La Oda 14 canta el triunfo conseguido, en fecha descono
cida(l), por el tesalio Cleopt61emo en la carrera de carros de
los Juegos Petreos, que se celebraban en honor de Posid6n, pro
bablemente en el valle de Tempe(2). Se trata, pues, de un fes
tival menor, de ahí la colocaci6n del poema entre las últimas
odas del libro de los epinicios, según se admite generalmente
desde Kenyon(3).
otro hecho notable, ahora relativo a su contenido, pre
senta la
~
14, Y es que se trata del único epinicio entre
los conservados de Baquílides que comienza con una parte gn6
mica(4), bastante extensa. Precisamente la gran extensi6n de
las sentencias ha hecho suponer a diversos comentaristas(5)
que el poema tendría un número de versos superior a las dos
tríadas (#4 versos) que reconstruye, aunque con dudas, Bruno
Snell(5). Así, muy recientemente, Maehler(7) ha afirmado: "Auf'
dieses grosse, kunstvoll komponierte Prooimion dUrfte ein ver
haltnismassig langes Siegeslied gefolgt sein, denn hatte B.14
nur aus zwei Triaden = 44 Versen bestanden, hatte das Prooi
mion ein ganz unproportioniertes Ubergewicht gehabt. Es sind
also wohl mindestens drei Triaden anzunehmen, vielleicht noch
mehr. Ob auch ein fI..ythenerza.hlung darin enthalten war, kBnnen
wir freilich nicht sagen n (8).
En la parte gn6mica se vierten unos conceptos muy seme
jantes a los que expresa el poeta en 10.35ss. (9) , pero su po
sici6n dentro del poema, y con ella su funci6n, es muy distin
ta, justamente 1 a
~versa.
En el epinicio 14, en efecto, las
854
gnomai
'ven como preparaci6n para la alabanza del vence
ya que se aplican luego a la persona de Cleopt61emo ( vüv
v.20), ejemplo del hombre
Ka:Ca:I.O .. ~p€VEOO .. V
,
xPTÍ,
.
S<; '&'a] nap XE"PO<; KU~ÉPVa:[OEV [n]
(vv.lO-ll). En el epinicio 10, al contrario,
las sentencias se encuentran tras la larga loa del vencedor,
con catálogo de
v~ctorias
incluido, que ocupa el centro de la
oda, de modo que su funci6n es precisamente la. contraria, dar
a la loa del vencedor una dimensi6n más general; es decir, en
10 se pasa de lo particular a lo general, y en 14 de lo gene
ral al caso particular
del vencedor, como muy bien ha señala
do f.laehler(lO).
En cuanto a la propia estructura interna de la serie de
gnomai, parece que se puede observar una composici6n artisti
camente elaborada. Se trata, hay que decirlo en primer lugar,
de una priamela, del tipo que llama Bundy "sumariall(ll), pues
contiene, en efecto, diversos rasgos que el fi16logo america
no(12) considera esenciales en este tipo de priamelas: expre
siones como ~A]AO<; &AAOCa:V (v.7) o /J.upC]a:1. ••• &pE[-Ca:CJ
(v.8)(13), y la correlaci6n 06';(E) ••• 06'&'(E) ••• &AA(á) •••
Como ocurre a menudo en las priamelas, y es también una carac
teristica constante en el arte compositivo de Baquilides, la
Ringkompositión da unidad al conjunto(14). Pero véamos cuál
es la estructura general de la parte gn6mica:
855
buen destino de parte de la divinidad -------.
para los hombres lo mejor (vv.1-2).
fortuna a veces oscurece al bueno
- - ------,
al malo (vv.3-6).
,
P.uchas son las virtudes de los hombres,
pero una prevEüece, el gobernar con mente
justa lo que se tiene a mano (vv.6-11).
,
I
,,
I
Ejemplos (vv.12-16).
- - - - - ---- - _ _ _ _ _ _ • .2
En cada acci6n de los hombres, la
oportunidad es 10 más hermoso,
y
a
aquél que logra actuar as1, la divinidad
endereza (vv.16-18).
En los versos 1-2, 6-11 Y 16-18 se expresan los conceptos
fundamentales de la parte gn6mica, en clara progresi6n, pues
en los vv.16-18 ( 11 1a oportunidad es lo más hermoso l1
-
fiel
dios endereza al que as1 procede") se recoge, en sucesi6n in
versa, lo que se ha dicho tanto en los vv.1-2 ("tener buen des
tino de parte de la divinidad es lo mejor"), como en los vv.6
11 (ffgobernar lo que se tiene a mano es la virtud que prevale
ce!!). En efecto, en cada uno de los tres pasajes hay un super
lativo:
v.2 8:pI.CJ'tov (15)
vv.8-9 ~Ca ó' l[K mXCJCi1vitpÓKEI.~Cll. (16)
¡
¡i
856
vv .17-18 XcIhh 1.0'1:0<; •
También en los tres se repite la palabra "hombre":
vv.1-2 [&:v}&pW1tOI.<; , v.8 &:vopwv , v.17 d:vopWv •
Finalmente, hay otros ecos verbales que unen el principio
y el rinal de las gnomai:
l.
&t
18. [E];5
(p)
l. 1to:p~ Oo:C¡.L[ovo<;
9EÓ<; del v.18, en singular, conrirma a~n más, si cabe,
la lecci6n Oo:C¡.L[ovo<; de Blass (v.l), aceptada por todos los
editores posteriores, en lugar de oo:C¡.L [oO'I.V , que imprirni6
Kenyon. El suplemento de Blass es avalado, además, por la com
paraci6n con otros pasajes, as! pindáricos como baquilideos
(B.5.50-51; Pi. Q.2.36, n.8.l7, 1.6.l0ss., etc.;
2f., no obs
tante, B.4.18), y por el propio uso que hace nuestro poeta del
término oo:C¡.LWV ; s610 dos veces esta palabra aparece en plural:
9.84
~<jJoti
17.117
&1&1.0'1:0V ~ 1:1. Oa:C¡.LOVE<;
mxpa 00: C¡.LoO'\, XEL1:O:I.·
~ÉhWO'I.V O~o&V ~PEVOcIpo:l.<; ~P01:0L<;·
y en el resto de los casos en singular (3.37, 5.113 y 135, 9.26,
16.23, 17.46,
~.13.l
Y 25.1). Por otra parte, en nuestro con
texto se presenta la divinidad más bien como dispensadora del
destino, y con este significado es el singular lo que espera
mos(17).
En medio de los tres puntos fundamentales de la serie de
sentencias (versos 1-2, 6-11, 16-18), quedan dos paSajes que
presentan caracter!sticas llamativamente comunes entre si (ver
sos 3-6 y 12-16); en ambos se ampl!an los conceptos expuestos
en las rrases inmediatamente anteriores, y en uno y otro la
857
construcci6n
sint~ctica
es muy semejante. Veámoslo:
vv.3-6
a]u~<popQ: ó' la-&A,óv .(-c') &:~aA,óú-
1 2 3
VE&. f3J apú-cA,[a] :o~ ¡..LoA,oüaa
4
3
2
XE 1. K] a-co p-&w-&Etaa·
4
vv.12-l6
o~-c'
lJ v
f3apu'JtEv-&Éal.v d:p~ó-
3
2
1
2
4
Ka L A, l.] 'YUKA,a'Y'YEt~ XO po' •
•
4
o~-c' !}V -&aA,CaL~ Kavaxá
1
2
4
Cada una de las dos frases está articulada en claro para
lelismo sintáctico(18), y en ambas el segundo miembro está re
cortado con respecto al primero. As!, en el segundo miembro de
la primera frase no se repite el sujeto (obsérvese también que
I
I
en el primer miembro el ep!teto compuesto se predica del sujeto
y en el segundo del complemento directo), mientras que en el
858
ser ¡do miembro de la segunda fr[ :' lo que n, ;:le rep:
veroo, y además
e:
l Jv .&aA. Ca Le; no está calificauo por nlngún eri
teto, al contrario que ~J~xaLe;
.
~Jcxpú~A.[aJ~oe; ,
v.4),
y
dos del primer miembro (
~or
es
(BapUnEv~ÉoI.V, eco verbal de
s6lo presenta un sujeto ( Kavcxxá), por
o~~á
••.
xopoC).
otro lado, este paralelismo sintáctico tan notable
lo utiliza, a nuestro entender, hábilmente el poeta para
s~b
rayar la clarísima contrapo_ci6n cor ~eptual que se establece
entre los dos miembros de cada frase en cada uno de los dos pe
sajes(19).
También en los versos 3-6 y 12-16 se concentran los ep!
tetos ornamentales de la parte gn6mica, totalmente ausentes
en el resto de los versos; ~CXpÚ~A.cx~Oe; , ~~L~av~e; , ~apunEv~~
y
xaA.KÓK~UnOe;
están documentados en este texto por primera ~.
mientras que A.LyuKA.aYI'~e;
es palabra de cuño baquilideo, pues
s6lo aparece en otra ocasi6n en 5.73. Una concentración sene
ja."'1te de adjetivos no vo: -'~mos a encontrar hasta el paso e la
persona del vencedor (vv.¿2-23).
De este moe
~
la serie de sentencias que abre la
~
lL
procede en cinco etapas, que llevan desde lo más general (ti
~EV Ee~áp~aL
••• ) hasta una alusi6n más particular, más di
rectamente referida al vencedor, que, sin perder su valor ge
neral, permite la transici6n al tema central del epinicio, la
celebraci6n de la victoria, en los versos f:
les(20).
La primera sentencia general (vv.1-2) introduce el teEa
que domina la parte gn6mica, el destino y su poder sobre el
hombre, como nos aclaran los versos siguientes (3-6).
A1~as
insignes fi16logos, amigos de deducir datos biográficos ce
859
determinadas afirmaciones expuestas en los epinicios, se han
basado en estos versos para suponer que Cleopt61emo 10gr6 su
triunfo tras un infortunio anterior, bien la derrota en una
competici6n precedente (Jurenka), bien la muerte de su padre
(Blass(21)). Pero en nuestro texto tales sentencias deben te
ner un valor más general, como reconocen la mayoria de los co
mentaristas(22).
El t6pico de la "variabilidad de las circunstancias en la
vida del hombre u , sirve como transici6n a la frase central, con
ceptual y posicionalmente, de la parte gn6mica (vv.6-11); la
asociaci6n de ideas que sirve de nexo debe ser la siguiente(23):
,
,
y las ape~a~ humanas, aunque sean muchas, están ex
puestas a los golpes del destino n , de donde se deduce la supe
rioridad de una de ellas,
KaCa~a~ ~p€veoo~v
8~ ,;&]
1tap
XE~pO~ KtJ~Épva[aEv
6(1
• Sin dejar por ello de tener las sentencias
un valor general, parece que ya se va preparando el paso a la
persona del vencedor; asi, los
,;a:] 1tap XE~PÓ~, "la tarea in
mediata" (Jebb), de Cleopt61emo es la competici6n, pero al mis
mo tiempo puede haber una referencia al poeta, cuya "tarea in
mediata" es el canto de victoria, al que se· alude abiertamente
en los versos siguientes. Asimismo, la expresi6n
c:pp€veoo~v
6~J 'KctCaLa~
puede aplicarse a Cleopt61emo Ifdass der Sieg mit
erlaubten lI-1itteln errungen sei ll (24), e igualmente al poeta,
que alaba
rt
con justas mientes" al vencedor(25).
Tras los ejemplos ilustrativos de los vv.12-16, en la dl
tima etapa de la serie de sentencias se recoge de nuevo, segfin
hemos apuntado, el tema de la floportunidad tl como la principal
excelencia del hombre(26), y junto a él, el tema que iniciaba
I
I
860
la oda, lfel buen destino de parte de la divinidad ll , que'alcan
za "el que obra con oportunidad 11 , cerrándose así la parte gn6
mica con la ya comentada tlcomposici6n en anillo" y la uni6n de
los dos temas expuestos con anterioridad. Los versos finales
apuntan ya probablemente al vencedor, a quien el poeta va a
referirse de inmediato, pero siguen conservando un valor uni
versal(27).
En el v.19, en efecto, se pasa ya a la persona del vence
dor (cuyo nombre es la primera palabra con que nos tropezamos).
mediante el característico vüv (28); se inicia así la rlf>1enci6n
Compleja", que comprende, por este orden, la rnenci6n del vence
dor, del dios de los juegos, del lugar de la victoria, del pa
dre y de la prueba, de modo que s6lo nos falta, para que los
datos estén completos, la patria del vencedor, que precisamen
te en Baquílides suele aparecer muy pronto y, además, en pri
mera posici6n por regla general(29).
La parte conservada de la Oda 14 se interrumpe súbitamen
te en el v.23, cuando parece iniciarse la loa de Cleopt6lemo
con las palabras
8,
~~Ao~eCvov ~e Kat &p~O&'KOV ••• El rela
tivo parece claro que se refiere al vencedor, pero ¿e quién o
a qué aludían los epítetos
~~Ao~eCvov ~e
Kat &p~O&CKOU?
Herwerden(3 0 ) recontruye en el v.24, exempli gratia,
ne~vKw,
na~po~
, con 10 que, en su opini6n, Baquílides estaría ala
bando la hospitalidad y rectitud de Pírrico, padre de Cleop
t6lemo. Es verdad, como indica Maehler(3l), que el elogio de
la hospitalidad del padre del atleta celebrado es una corte
sia frecuente en el epinicio, según podemos comprobar, dentro
861
de la obra conservada de Baqu!lides, en 1.150 6 13.224; tam
bién la rectitud del padre es motivo de elogio, por ejemplo,
en Pi. Q.7.17(3 2 ).
Pero no debe descartarse la posibilidad de que tales ala
banzas no tengan como destinatario al padre, sino a la patria;
la hospitalidad, en efecto, es un tema constante a la hora de
loar a la patria del vencedor (33 ):
l~ yap &A~Cav
B.12.5
~ECVOI.O'C ~E
1tó"Cvl.a NClta
13.95
y lo mismo ocurre con la justicia:
B.13.186
t,
,
Euvol..LI.a "CE O'aoeppwv,
E incluso en varias ocasiones los dos temas, justicia y hospi
talidad aparecen unidos en la alabanza de la patria(3 4 ):
-
Pi. 0.8.21ss.
fv&a ¿w"CEl.pa 61.0~ ~EVCOV
,
J::
1tapEupO~
t...
aOKEI."Cal.
L
e~~I.~
f~ox.' ~v&pW1twv.
-N.4.12
-1.9.4ss.
&(Ka
•
06
~EVap'H.€·' RO
&€~LV o~&€
I.VOV
ep€Y'Yo~.
&CKav
~E'VWV ~1tEp~aCvov"CE~·
En consecuencia, al principio del v.24 podríamos recons
truir, por ejemplo,
'YaCa~
o bien
1tá"Cpa~
(que rimaría con
1ta
O'a] v, v .11) •
El hecho de que prácticamente s610 se haya conservado la
862
primera tríada, reduce el número de los ecos verbales que
p~e
mos observar, aparte de los ya señalados como significativos
para marcar la
Rin~komposition
que da unidad a la parte gn6
mica que inicia la oda:
l.
napa óaC~[ovo~
10.
nap XEt.PÓ~
4.
~J
aptÍ'tA,[a] 10~
12.
~apunEv-&€ot.V
6•
'K] a'to p-&w·lh;'toa
18.
eS [p-&o't (F)
(35).
No obstante, son más numerosas las repeticiones verbales
y conceptuales que hay, efl la parte conservada, entre las sen
tencias (vv.1-18) y la celebraci6n del vencedor (vv.19-23):
noO'e:t.óavo~
20.
l.
napa oaC~ [ovo~
-&e:ó~
18.
21.
xe:A,aóf}oat. (F)
vv.11-16.
22.
d~oo~ov
l.
e:lj (p)
22.
d50o~ov
6.
'tt.~av
23.
~~
10.
23.
eS p-&oo CKOU
(p)
6.
,
~~]
eS p-&oó CKOU
23.
11.
, 8.
e:] lj
&pe: ['taC]
(p)
H. ]a'to
18.
, 18.
p-&w-&e: 't oa
eS [p-&o 't (F)
ót.JxaCat.O't..
Aún podemos señalar también algunos casos de rimas y co=s
trucciones sintácticas tautométricas:
l.
óaC~[ovo~
8.
&pe:['taC]
3-4.
&~aA,óv[ve: t.
10-11
KV~Épva[o&v
5-6.
'te:v[Xe:..
12-13. clp~ól~e: ..
así como otros, más numerosos, de aliteraciones, paronomasias,
rimas
vv. 3-4
~c.:
O'J V~cpo pO: 6' lO'-&A,óV ('t:> &~aA,óv
ve: .. ~J a~v'tA, [a] :o~ ~oA,oüoa
86;
vv. 5-7
'tEÚ[XEI.] ••• fXEI.
v.7
~A] AO~
vv.8-9
&:A.A.O Cav
jJ.upC] a 1. o' avopwv &pE[ 'taC;]
;
2
1
,
,
'.na o' ~[K 1taoa] v 11 pOKE 1. 'ta l.,
2
1
3
v.8
jJ.upC] a" o' avopG)v apE['taCJ
v.9
]!aoaJv 1tpÓXEI.'ta"
v .10
1tap XE" po ~ KU¡3€ pva [OEV
-:::I!!!:!I//t
....::::::r
-
vv .10-11 Ku¡3ÉpvaL~Ev OI.J Ka Ca"E" <ppÉvEOaI.V
¡3apu11Ev~ÉO"V ~pjJ.ó-
vv.12-1;
~EI. jJ.J~xa,,~ <pÓpjJ."Yro~ &jJ.<pá
-
-
-
.
vv.l;-llJ. <pÓpjJ."YYO~ ••• A"JYU'KAaYyEt'~
vv.15-16 Kavax& [xaA.K]ÓK'tU1tO~
-=- =-=
-=.
vv.16-17 tKáo'tw" ~a"pó~J
~EO~ &[~ot'
v.lB
Xp~
vv.19-20 xápl.v VÜV
nOOEI.OaVO~
vv.20-21
OU
'tE llE'tp[aC
=
-
.=.
'tljJ.EVO~
=
Tampoco la estructura periodo16gica de
puede darse con seguridad, a falta de
m~s
estro~a
datos; podría ser la
siguiente:
Estro~a.
I
I
I
I
l.
-u---uu-uu-
2.
--u--
3.
-u---u--
4.
5.
/
-u---u---uu-uu--
e
/1
-D
5
- e -
2
E -
4
E -
4
- D -
:3
A=
y epodo .
12 theses
864
-u---u--
6.
III
-u---u-
E -
4
E
4
B= 11 theses
Indicios de final de perfodo.
v.2.
- hiato: 9
- pausa sintáctica: 2.
-v.4.
- "b.i.l."; 4, 11
- pausa sintáctica: 11.
Tenemos, pues, dos perfodos mayores, A y B, de los cuales
A se compone a su vez de dos perfodos menores Ca= 7 + a l = 8);
el segundo perfodo menor forma la cláusula del primer perfodo
mayor, que es igual a la del segundo perfodo mayor, epitrftica.
El primer perfodo menor es dáctilo-epitritico, como es dactíli
co
tambi~n
el comienzo del segundo perfodo mayor.
Epodo.
l.
--uu-uu-
2.
--uu-uu--
3.
-u---uu-
4.
-D
I?
-u---uu-uu--
II
3
-
D
-
3
A= 15 theses
e
- dI
-D-
4
Ca=
e
5.
-uu-uu-
D
6.
--u---u--
-ED -
7.
8.
-tl.U-UU--
-u---u-u-u--
/?
III
E u e
Indicios de final de perfodo.
-v.4.
- pausa sintáctica: 18.
6
+
b=9)
5
3
-
4
AI= 16 theses
3
Cb'= 10 +
6
a=6)
865
El
tl
c 6digo" del epinicio 14 es el siguiente:
GG
/I
GG
//
GG
MC
(MPt?) - LV? •••
TP - NC
(~lV-rJID-NI~fJI.Pd-MPr-)
///
866
NOTAS A ODA 14
(1) Severyns (pp.34ss., sobre todo 36) la sitúa, pero es una
mera suposici6n, antes de la partida ae Sim6nides para Atenas
(490), en base a los siguientes presupuestos: 1) s6lo un poeta
principiante y poco conocido, no en el cénit de su carrera,
hubiera podido ir a Tesalia ex professo para celebrar una vic
toria poco importante en una competicibn local; 2) Baquílides,
en estos los primeros años de su carrera, sería recomendado a
sus amigos tesalios por su tío Sim6nides, que pas6 veinte años
de su existencia en aquella regi6n.
(2) Sobre estos juegos, de los que sabemos muy poco, consúlte
se Jebb, pp.2l7-2l8 y 359; Taccone, p.l;8; Maehler, 11 294;
para las fuentes y la bibliografía, J. Schmidt, arte nFetraios"
en ~. XIX.l (año 1937), col.1180.
(3) F.135. Sin embargo, el primer editor afirmaba, demasiado
precipitadamente, según se pudo comprobar después, que no
había ningún otro epinicio tras éste antes de los ditirambos;
véase también Gallavotti 1, p.9, quien creía igualmente que
la Oda 14 era el último de los epinicios: n ••• questa oda
impO:ñente e squisita per Pitea meglio serviva di splendida
conclusione all' intero libro, prima di quella specie di
epirnetron che era il c.14 ed ultimo lt • Q!. Irigoin 1, pp.57
y 59-60.
(4) Q!. Finn, p.90.
(5) Jebb, p.2l8; Taccone, p.138.
(6) También 44 versos reconstruye Irigoin (1, p.57); Galla
votti (1, p.9) igualmente se inclinaba a pensar que el poema
tenía 44 versos, pero pertenecientes a una sola tríada en lu
gar de a dos: ti • • • ed era forse composto di una sola triada
di vv.44 It •
(7) 11 296.
(8) La Oda 10, extenso epinicio sin mito, con una considera
ble parre-gn6mica también, consta de 56 versos, de los que
16 6 17 corresponden a las ~nomai, y el resto, poco más del
doble, al proemio y la cele racibn del vencedor. Con tres
tríadas, la Oda 14 tendría un número de versos más o menos
similar, y la proporci6n entre las sentencias (18 versos)
y la celebraci6n del vencedor (48?) tampoco variaría dema
siado.
(9) Cf. Wilamowitz, sa~ho und Simonides, pp.183-l9l; Arri
1; Maehler, II$.
ghet~
(10) 11 295; véase también van Groningen, p.195.
,
867
(11) Pp .48S.; cf. nuestro comentario al epinicio 10, n.83.
(12) P.7.
(13)
Qt.
Race, The classical priarnel, p.82, n.115.
(14) Cf. Wilamowitz, Sappho und Simonides, p.184; Race, The
classICsl ~riamel, p.82, a propbsito de la priamela que Iñr
cia el ditlrambo 19 de Baquilides.
(15) Para otras priamelas, en Baquílides y Píndaro, que ~o
mienzan con un superlativo acompa.,..qado de la partícula ¡.lÉv,
véase Race, The classical priamel, p.84, n.125, y también
p.15, n.48.
(16) 'Ex ~aoav es una conjetura de Jurenka, basada en lK na
oéwv , propuesto por Richards (p.76); Housman (p.452) sup11a
l~ &kkav • La lecci6n de Richards-Jurenka es aprobada por
\Vilamowitz, Sappho und Simonides, p.185, n.l.
(17) Sobre el uso de los términos ~&Ó~ y óaCllwv y las rela
ciones destino-dioses en Baquílides, se puede consultar Ba
lasch 2, pp.7ss. Un pequeño error, que en nada modifica sus
conclusiones generales, comete nuestro compatriota al se~aler
(p.ll, apartado b) que Baquílides usa óaCllwv en plural so
lamente en una ocasi6n (17.117), cuando hemos comprobado que
también 10 hace en 9.48. En Píndaro son más numerosos, pro
porcionalmente, los casos de óaC¡.lwv en plural; ~. Slater,
~., p.117.
(18) Sobre el paralelismo en las priamelas, véase Race, The
classical priamel, p.27.
(19) El paralelismo sintáctico que subraya la oposici6n con
ceptual es un buen arzumento en favor de la conjetura de
Schwartz (p.639) L~ ~Jov Ka(Kóv] (con el solo cambio de ~
por Ka', propuesto por Suess y Wilamowitz 1 Seppho und Sima
nides, p.184, n.l), para corregir la lecciOn del papiro:
KAI[•• ~
JONRAHY'fI •••
Blass leía D xuópov ~ó' y Jebb X&l"~OV tó', que se ajusta mejor
esquema métrico. Sobre el pensamiento, ~. Hes • .Q.l2..6.
(20) Para todo ello, véase I'laehler, 11 295.
(21) Prefacio a la tercera edici6n, p.LXX.
(22)
ln
868
de Cornell studies in classical phililogy), pp.56-90.
(23) Arrighetti 1, p.24, n.2.
(24) vlilamowitz, Sappho und Simonides, p.185.
(25) Sobre las "rectas mientes ll del poeta al alabar al vence
dor, cf. B.13.202, y también 11.123; Pi. 0.2.96, N.3.29, N.7.48,
etc. vrase Gundert, Dichterberuf, las páginas a las que remite
en su registro de p.i46.
(26) [KaLpó,J al principio del v.17 es una magnífica conjetu
ra de Jebb l unánimemente aceptada; véase su comentario al pa
saje, p.35~, así como A. Poutsma, p.339. Sobre el tema del KaL
pó, , Demarque, p.51.¡ Gianotti, p.122, n.117.
(27) Qt. Arrighetti 1, pp.19-20.
(28) C:r. el comentario ala. 9 j \1;:;\1 es también bastante fre
cuente-tras una priamela, segun señala Bundy, p.5, n.18.
(29)
Qt. nuestras pp.1008ss.
y 1029ss.
(30) Herwerden 1, p.211.
(31) Ad 10c., II 301; entre otros, también parecen dar por
hecho que tales ad~etivos se refieren al padre, J~bb ,(~lOC.,
p.359) y Severyns (p.35); Edmonds reconstruye OLKOL
EX
~\I •••
tfwho went forth from a hospitable and uprightjud
ging house ••• ".
(32) Q!. nuestra p.1155.
(33) Cf. nuestras. pp.1120ss.
(34) En Pi. 0.2.6 justicia y hospitalidad aparecen unidas en
la alabanza del vencedor, Ter6n, y en N.ll.7ss. en la loa de
los compañeros del nuevo prítano, Aris~goras (véase también
0.10.14ss., P.3.;2). El adjetivo <PL~Ó~E\L)\lO' y el substan
tivo <pl.~O~Erl.)Vl.a se aplican a Hier6n en B.3.16 y 5.49; en
Pi. 0.3.1 a los Tind~idas y en.!.1.20 al vencedor Crpmio¡
en 1f."5.8 Egina es <pC'h.a\l ~lvwv apoupav. En cuanto a óp.sÓOl.
KO" se dice de la Estigia en B.ll.9 y quizá de las f10iras
en 24.7, aunque en este último pasaje se pOdría reconstruir
también eó.&'6)ÓI.KOl. 1 adjetivo que se aplica a Hier6n en 5.6
(el tirano es también áa~ú3E~I., en 4.3). En Pi. P.ll.9-l0
Delfos es llamado &p.&oóCKav yaS; &~<pa",ó\l.
(35) En el v.18 Maehler (ad loc., II 299-300) prefiere su
plir O[~!3PE't , Turyn d[p~(h f cf. Snell, p.XX.
869
ODA
14B
Durante más de cincuenta años el último epinicio conocido
de Bagui1ides fue el gue Snell numera con la cifra 14, dedica
do al tesalio Cleopt61emo, vencedor en la carrera de carros de
los Juegos Petreos; pero en 1956 Edgar Lobel pUblic6, en el vo
lumen XXIII de los papiros de Oxirrinco, varios textos nuevos
de nuestro poeta, y, entre ellos, con el número 2363, 17 versos
que correspondian a los epinicios, y a dos poemas diferentes,
pues en el margen izquierdo del v.7 aparecen unas cuantas le
tras que sin duda debian pertenecer al titulo de una nueva oda.
Del prinero de ellos, que su editor denomina 14A, s610 se pue
den leer los restos de tres versos, en los que apenas es re
conocible alguna palabra; el segundo (14B) corrió mejor suer
te, y aún se nos han conservado prácticamente completos los
diez versos iniciales, en los que reconocemos los nombres del
vencedor, su familia, su patria y la menci6n de dos triunfos
en los Juegos Piticos. Ahora bien, el contenido de estos diez
versos no es bastante para resolver los distintos puntos que
todavia permanecen oscuros, de los cuales es el más importante
precisamente la ocasión del epinicio, en qué juegos y en qué
prueba fue conseguida la victoria que celebra el poema. El
problema está bien
eA~uesto,
con acierto y claridad, en la
introducción de Maehler a la oda(l).
Lobel pensó que l4B pOdria celebrar el triunfo consegui
do por Aristóteles en la carrera de carros ( AapCaa[~ &Jva~Cnnou,
vv.9-l0) en los Juegos piticos ( KCppav npO~ E6~ak€a, vv.7-8)(2),
pero esta suposici6n plantea a su vez otros problemas, que afec
870
tan sobre todo al orden en que fueron dispuestas las
distint~s
odas en el libro de los epinicios de Baqul1ides(3). En efecto,
si 14A y 14B siguen a 14, que celebra la
vic~;oria
conseguida
en un certámen local, pOdrla pensarse que también estas odas
cantarlan triunfos logradOS en
jue~os
de menor importancia que
las cuatro grandes competiciones panhelénicas, igual que las
"Nemeas" 9 y 10 de Plndaro celebran sendas victorias conse
guidas en 8ici6n y Argos respectivamente. Por todo ello sería
raro que 14B cantara un triunfo en los Juegos Plticos, e im
probable que tal victoria fuera conseguida en la carrera de
carros, la prueba más prestigiosa de cuantas tenlan lugar en
ellos. Pero también la suposici6n de que fuera compuesta con
ocasi6n del triunfo en unos juegos menores tropieza con un
problema no pequeño: en los epinicios es de rigor que la vic
toria actual sea la primera que se mencione, incluso cuando el
destinatario ha conseguido otras de mayor importancia(4), y
precisamente este hecho se cumple sin excepciones en los epi
nicios de Baqul1ides en que ·os es posible cor'·robarlo (l?, 2,
3, 4, 5?, 6, 7, 9, 10, 11, l¿, 14).
Para resolver esta aparente contradicci6n, Maehler ha
formulado la hip6tesis de que la Oda 14B pudiera no ser un
auténtico epinicio, sino un poema compuesto para celebrar la
toma de posesi6n de un funcionario de Larisa, como Plndaro
compuso su !.ll con ocasi6n de la toma de posesi6n de la
pritanla de Ténedos por parte de Aristágoras(5); ambas odas
tienen, además, otra destacada nota común, 1
"Invocaci6n
Poética" a Hestia, en nuestro caso el ffhogar" de la ciudad
de Larisa, que en principio no tendría mucho que hacer en un
871
epinicio. Asi, Maeh1er reconstruye el titulo de la siguiente
manera:
'AP~a~o~€hE~
AJa
p~aaCw~ t1t] 1t a
(= t1t1tá( PXl1 ~)).
Se trata, en conclusi6n, de una hip6tesis atractiva y a
tener en cuenta, que permitiria resolver los problemas que la
oda plantea, pero su confirmaci6n definitiva es, con lo poco
que del poema conservamos, punto menos que imposible(6).
En cuanto a la estructura del epinicio, apenas nada cabe
decir, pues tampoco es posible determinar su extensi6n, ni si
quiera aproximadamente.
Se inicia con una flInvocaci6n
Po~tican
(vv.1-6) a Hestia,
en la que el vocativo con el nombre de la divinidad va acompa
ñado, como es habitual en Baqui1ides(7), por un epiteto
namental n, xpuaó.frpovoC;; (8); sigue una
fl
tl
or
p redicaci6n de relati
vo ll , con el caracter1stico pronombre !~(E) , precisamente el
único caso de este tipo de predicaci6n que podemos encontrar
en nuestro poeta(9); falta, finalmente, la petici6n en impe
rativo (como en l?, 2, 3, 5, 11, 12) o en optativo (como en '9),
cosa que ocurre
tambi~n,
al parecer, en otras odas de Baqu11i
des, concretamente en las "Invocaciones
Po~ticasl1
de 7 y 10
(aunque el estado de conservaci6n es bastante malO), y de Pín
daro (P.l, li,.8; en el segundo caso
tambi~n
hay
u predicaci6n
de
relativo", con el pronombre lf ~E Y el verbo en segunda perso
na, como en B.14B)(10). En la 1fInvocaci6n Po~tican del epini
cio que nos ocupa, es presentada ya la familia del vencedor
(v.2) y su patria ( eEaaaACatc;;, v.5), aunque
~sta
última se
872
precisa un poco más adelante ( AapCaa[~, vv.9-10).
En el v.? pasamos a la persona del vencedor; la transi
ci6n se hace mediante el adverbio KEt~EV (11), mencionándose
entonces el destinatario (v.7)(12) y las ya comentadas y pro
blemáticas victorias piticas.
En este caso, quizá más que en ningún otro epinicio de
Baqui1ides, cualquier intentó de establecer una periodologia
válida seria esfuerzo vano, por cuanto ni siquiera conocemos
el número de versos de cada estrofa ni si se trataba de un
poema estr6fico o triádico. Hasta el v.lO el esquema métrico
es el siguiente:
l.
2.
-u---u-
4
E
--uu-uu---u-
I
-
D
-
D
-
e
5
3.
--uu-uu--
4.
-u-ú-u--
e
Ü
e
-
4
5.
--u---uu-uu-
-
e
-
D
5
6.
--uu-uu-
-
D
3
7.
--uu-uu--
-D-
3
E
4
D
3
-E
4
8.
9.
10.
?
I
-u---u-uu-uu--u---u- • • •
?
3
Se podria, en principio, colocar fin de periodo tras el
v.3 y tras el v.6, con lo que resultaria una estructura A=
12 + A= 12 + B= ? (al menos 14 theses}. En el v.6 hay pausa
fuerte, en el paso de la "Invocaci6n Poética tl a la persona del
vencedor, mientras que en el v.; un posible indicio de fin de
873
'EO"'tCf.X (v.l) ••• ,,~évf.X
periodo es la anáfora
(v.•;) ••• Tam
bién la estructura interna de cada periodo apoyaria esta hi
p6tesis, pues los dos primeros, de igual número de theses,
tendrian una composici6n parecida:
E
e
?
Ü
D
e - D
e - - e - D
D
/
/
con la sola inversi6n de - D - e del primer periodo (v.2) en
- e - D del segundo (v.5), pero
tos
y
inici~dose
ambos con epitri
acabando con dáctilos. El tercer periodo comenzaría con
una repetici6n - D - E D - E.
otro indicio que nos puede
~vudar
a establecer una perio
dologia es el orden de palabras. El periodo primero presenta la
típica Itdistracci6n 11 :
y la figura la repite,
pr~cticamente
igual, en el tercer perio
do:
_1t--,-pO_C;~E_.---,-¡.L_O_"'_W_v I()1. ~
, A pI. O' • \ _K_'-,-P-,-P_Cl_V
I
O''t ecp ClV .1_A_f.X_p_._c!_J_v_._X_f.X_'p_,,_v
I
I
Las determinaciones de lugar "enmarcan" al sujeto y su verbo;
en este caso, la adecuaci6n entre el metro y el sentido es
bastante grande:
,
I
874
v
v
vv
v-
---
v_
KEt~EV KaL 'APLa~O~É~~~ KCppav npo~ E~~a~€a ~O~WV
\,.;
\.IV
VV
___
v
--
-
v
ot~ a~E~aVWaa~o AapCaa[~ &Jva~Cnnou X~PLV •••
Como se puede observar, los dáctilos coinciden con el sujeto
y su verbo, y los epitritos con las determinaciones de lugar.
Nos queda entonces entremedias el segundo periodo:
~~Éva ~ÉaaL~ &yuLat~
llnVELOV
&~~. E~w&Ea eEaaa~'a[~
~nAO~pÓ~Ou ~v yU~AOL~·
En él, tras el participio ~~Éva
(en anáfora con 'Ea~'a , v.l),
siguen tres determinaciones locales, que, en parataxis, van
especificando gradualmente la patria del destinatario de la
oda:
~€aaL~ &rULat~, nnVELOV &~~' E~woEa, eEaaa~CaL~J ~~-
~o~pó~ou tv yU~AOL~
aa[~
,aunque hasta el tercer periodo ( hapC
, vv.9-l0) no se nos aclara definitivamente.
Hemos apreciado que en los periodos segundo y tercero
abundan las determinaciones de lugar; ahora bien, la presen
cia y abundancia de tales determinaciones parece responder
una consciente intenci6n del poeta, pues
h~
8
gran semejanza
en el orden de palabras y en los epitetos que se aplican a
las del segundo periodo y a las del tercero. Primeramente,
\
llnVELOV
l.
,
a~~
t 's:.
KCppav npo~ E~~a~Éa ; en ambos casos
EUWuEa-
el orden de palabras es el mismo, substantivo .... preposici6n +
epiteto, y, además, las dos veces se trata de un adjetivo
compuesto con un primer elemento
mente subrayada por la rima
E~-
E~woEa
; la similitud es igual
- E~~aA€a. Por otro lado,
Lobel observ6(13) que el adjetivo E~w&Ea
aplicado al Peneo
875
hay que relacionarlo con otros casos en gue Baquilides llama
I1florido" a un rio, transfiriendo el epíteto de sus riberas
a la corriente misma:
&V~E~w[óEaJ NE~AOV, 19.39-40; &V~E
~ÓEV~~ vE~PW~ ,16.5;
~OÓÓEV~~ AUKóp~a~, 16.34(14). No obs-
tante, pudiera
considerarse
L
tambi~n
"ó Ea como un caso de
EUW
sinestesia(15).
Una seg~~da correspondencia encontramos entre 8Eaaa~'a[~J
~nAO~pÓ~Ou
lv
rUáAO~~
y
Aap'oa[~ &Jva~'nnou Xáp~v
; el orden
de palabras es de nuevo idéntico, nombre de lugar en genitivo
epiteto + substantivo rector del genitivo, e igualmente en am
bos casos los ep1tetos se corresponden, pues los dos aluden a
la crianza de animales(16).
Señalamos, para acabar, los pocos ecos verbales que pode
mos citar en los versos conservados:
1-2.
2.
E6óó~wv
'Ara~OKA&aÓaV
5.
E6tSóEa ,8.
E6.aaAÉcx
11. 'KA'o[ (P).
El "c6digo lJ de los diez primeros versos del epinicio
14B es:
IP - OL?(17) - Me
(MV-ML?_MPt(18)_}Wr?) •••
~
876
NOTAS A ODA l4B
(1) 11 302-303.
(2) De todas formas, incluso el propio Lobel pone reparos:
UBut Ilu}&l.ct is certainly not what was ~Tritten, J1' La; or J'; La:
being the only alternatives to Jnct, ••• The two P.ythian
crowns must, therefore, have been previous victories, to
which Aristoteles ••• has added that celebrated here in an
event and at a contest which 1 see no hope of determining
on the remaining evidence u (pp.29-30).
(3) Sobre este particular, consáltese Gallavotti 1, pp.8ss.;
Irigoin 1, pp.59-60; también Snell, p.VIII, y l"laehler, I
36-37.
(4) Thummer, 1 26; se trata precisamente de la ánica conclu
si6n del autor austriaco que Hamilton (p.7) acepta como re
gla fija (Ustatement 'a' is the only really helpful one n ).
Para las posibles excepciones y su explicaci6n, véase Ramil
ton, pp.103ss.; Maehler, II 302, n.2.
(5) Léanse los escolios en Drachmann, III 1~-185, que ~e~on
tan a la autoridad de Didimo: l'el'P~'~ctl. <ol) T~ol. ,;~v ~o~v
eC, npu,;a;ve60v,;ct KctL ,;~, nó~ew, npoeo,;w,;a: ,;ov API.O,;a1'ópav •••
I
I
11
I
I
I
I
I
11
11
(6) Oarey (3, p.165) considera débiles los argumentos de Maeh
ler; partiendo de la idea (quizá demasiado tajante) de que la
posici6n en el papiro es irrelevante, pues las odas no mues
tran un clar9 princiRio de orde~aci6n, suglere,como título
~ara la oda
API.O,;o,;lAEI. Aapl.octl.WI. nctAct .. o,;~1. nU~l.ct • Gelzer
\p.96, n.4) se hace también eco de la hip6tesis de Maehler.
(7) Cí. nuestras pp.927-928.
(8) Sobre el significado de este epíteto, véase el extenso
comentario de Maehler al verso (11 304-305).
(9) Of. nuestro capitulo dedicado a la ffInvocaci6n Poética tt ,
pp. 93'0ss. ; en las restantes invocaciones predomina el tt es
tilo-tlí", puesto que no hay ejemplos de "estilo-él fl ni de
"estilo participial ti.
(10) Qt. nuestras pp.93l-932.
(11) Más ejemplos baquilideos de adverbios de este tipo usa
dos en transiciones señala Pieper, p.188.
(12) Parece que 'Ka:.. 'APl.o,;o,;lA~~ se debe entender "también
Arist6teles, como antes otros Agatocléadas", y no rtcomo
Arist6teles antes así también ahora Fulano' (el nombre del
vencedor aparecerla en los versos siguientes, perdidos) ha
vencido", interpretaci6n que también tiene en cuenta Lobel
8??
(p.30, comentario al v.13); véase la refutaci6n de esta últioa
posibilidad en Maehler, II 306.
(13) Ad loe., p.30.
(14) El adj~tivo eQ u~a~o con más propiedad, por ejemplo, en
13.88 áV-&&¡..Lo&v'ta:, tn [ OX-&ou, •
(15) Para más ejemplos de sinestesia en que interviene el sen
tido del olfato, véase S. Lilja, Tbe treatment of odours in
the poetry of anti~uity, Helsinki 1972, pp.40, 99, 111 y 114;
r. \',Taern, "Zur Synasthesie in griechischen Dichtung", Eranos
L 1952, pp.14-22, sobre todo 21-22. También se puede consul
tar 'd. B. Stanford, Greek metaphor, Oxford 1936, pp.47-62.
(16) 'A1va:~Cnnov como epiteto para Larisa, como supone Lo
bel, pOdria indicar que la victoria se c,onsigui6 en qpa carre
ra de carros, igual que en Pi. P.4.2 &~~1tnou ••• Kupava, , pe
ro en modo algqno es argumento cQncl~ente¡ cf. Pi. P.9.4 ó~w
~C1tnou ••• Kupava, , B.ll.BO-81 Cnnó~oiov' Aprjo, ,y 11.114
t1t1to'tpó~ov nÓA~v , cuando la victoria de Telesicrates de Ci
rene fue obtenida en la carrera de hoplitas y la del metapon
tino Alexidamo en la lucha. Ni que decir tiene que Larisa, y
Tesalia en general, era famosa por sus caballos; véase nuestro
capitulo "Loa de la Patria", p.1126.
(17)
2!. el capitulo "Invocaci6n Poética
fl
,
p.943.
(18) Tesalia ya se menciona en la tlInvocaci6n Poética ll , e igual
mente la familia del destinatario de la oda.
PAR T E
S E G U N D A:
ELEMENTOS
DEL
EPI N 1
ES T R U
e
1
o
e
T
uR
AL E S
879
M 1 T O
l. Generalidades.
El mito es un punto crucial para cualquier investigaci6n
sobre la estructura formal del epinicio, como esencial es tam
bién la comprensi6n de su funci6n para la inteligencia del poe
ma en conjunto. Pero es, a la vez, el elemento menos convencio
nal del género, el que más se resiste a una formalizaci6n y
sistematizaci6n rígida(l) y ofrece al poeta mayor libertad de
elecci6n y tratamiento entre el riquísimo material de que dis
ponía. Por eso, es quizA el elemento más conflictivo del epi
nicio, el que ha centrado, junto con los flcomentarios perso
nales ll del poeta(2), buena parte de las discusiones sobre su
unidad(3): ¿es el mito una mera digresi6n, que poco o nada
tiene que ver con las partes no míticas, o se trata de un ele
mento esencial? ¿cuál es su funci6n en la oda?
Ya los comentaristas alejandrinos acusaron a Píndaro de
introducir tI irrelevante s digresiones" en sus epinicios ( 4 ), con
lo que venían a decir que los lazos de uni6n entre las partes
míticas y los personalia eran muy laxos o incluso inexistentes.
Contra esta opini6n reaccionaron los grandes fi16logos que en
el siglo XIX resucitaron los estudios pindáricos, intentando
demostrar la relevancia del mito para el entendimiento de la
oda: el mito expresa indirectamente la summa sententia (Dissen:
"In fabulis ideale exemplum inest sententiae carmini subjec
ta u (5») o la "idea poética ll (G. Hermann), o bien expone de
manera aleg6rica las circunstancias de la vida del vencedor
(Boeckh). Estas teorías, que coincidían entre sí en la nega
880
ci6n del carácter digresivo de los relatos mfticos de Píndaro,
pero diferían a la hora de enjuiciar su funci6n en el poema,
se mantuvieron en boga el tiempo que las tesis unitarias do
minaron la crítica pindárica, pero hicieron agua cuando el veD
daval del antiunitarismo (Drachmann, "el audaz Normando que
baj6 en incursi6n sobre los simétricos castillos que durante
generaciones habían edificado los pindaristas con las precio
sas piedras de los epinicios,,(6); Wilamowitz, Dornseiff(?))
volvi6 a sacar a flote las ideas expuestas por los escolias
tas, que de nuevo influyeron grandemente en los estudios so
bre el epinicio. De los relatos míticos se sacaron muchos de
esos purpurei panni que constituyen (al menos en opini6n de
Wilamowitz y sus seguidores) la sal de la poesía pindárica,
pero su pertinencia, su significaci6n para el conjunto del
poema, era negada. Así, perrotta(8), distinguiendo, como ha
cía Wilamowitz(9), entre partes puramente poéticas, que ge
neralmente se corresponden con los mitos, y partes prosaicas
(los personalia y las sentencias), concluye que "Pindaro
~
il
poeta del mito", y que en los mitos reside la verdadera mate
ria de su poesía(lO), pero afirma, sin embargo, que a menudo
no tienen nada que ver con el resto del poema.
El nuevo rumbo que los estudios sobre el epinicio toma
ron con la publicaei6n del libro de Sehadewaldt afect6 tam
bi~n,
como no pOdía ser menos, al entendimiento del papel del
mito en la oda(ll). Sin embargo, hay que reconocer que el maes
tro alemán se ocup6 más de las partes no míticas que del mito,
como han señalado diversos autores(12). Fue un discípulo suyo,
Illig, quien estudi6 con detenimiento los mitos de los epini
I
•~
J
881
cios pindáricos, pero trat6 el tema,
tambi~n
interesante, de
la estructura narrativa del relato en si, sin apenas hablar
de su relaei6n con las partes no míticas de la composici6n.
No obstante, se basa Illig en la premisa de que el mito no es
un mero adorno(13).
Quienes, muchos años
despu~s
de Schadewaldt, continua
ron los trabajos sobre las convenciones del
g~nero
(nos re
ferimos, naturalmente, a Bundy y sus seguidores), tampoco se
ocuparon suficientemente del problema de la funci6n del mito
en el epinicio, probablemente por ser, como hemos dicho, el
elemento que más se resiste a la sistematizaci6n. Bundy, en
efecto, no trat6 el tema, y s610 su disc1pulo H. Lee(14) in
tenta salvar el escollo considerando el mito un elemento en
comiástico más, como había hecho su maestro con los "comen
tarios personales" del poeta(15). Thummer, por último, llega
más lejos y lo incluye, junto con el proemio, entre las "par
tes predominantemente decorativas rl del epinicio, lo que equi
vale, más o menos, a negar la unidad del poema. En este punto,
pues, la aplicaci6n exagerada del bundismo tampoco parece
aportar una soluci6n satisfactoria.
La respuesta a las dos preguntas que formulamos al comien
zo del presente capítulo (¿es o no es el mito un elemento esen
cial en el epinicio? ¿cuál es su funci6n?) s610 puede hallarse,
en nuestra opini6n, mediante el estudio detenido de cada oda
en particular, para determinar con exactitud, si las hubiere,
las relaciones que el poeta establece (o pretende establecer)
entre las partes m1ticas y no míticas. Este es el prop6sito que
ha guiado, en los últimos años, a diversos helenistas, que han
I
882
analizado con pormenor los epinicios de Píndaro (Young, Carey,
! .
K5hnken, Angeli Bernardini ••• ) y de Baquílides (Brannan,
P~
ron, Lefkowitz ••• ). Si bien estos autores manifiestan diver
sas concepciones de lo que es un epinicio (dan mayor o menor
importancia a las convenciones del género, insisten más o me
nos en los aspectos hist6rico-biográficos y su influencia y
reflejo en el poema, etc.), sus trabajos han demostrado una
cosa: las relaciones, a veces muy Complejas(16), que se es
tablecen entre las partes míticas y no míticas de un epini
cio, muestran a las claras que Píndaro y Baquílides elegían
un determinado relato y lo componían de una determinada manera
teniendo siempre presentes las partes no míticas del poema, a
las que el mito ilumina mediante la analogía
O
el contraste.
Precisamente la elecci6n de una determinada leyenda (o
una variante de ella) y la manera de narrarla por parte del
poeta, es un buen indicio del cuidado con que éste trata las
partes miticas y de c6mo tiene siempre muy en cuenta la espe
cial situaci6n del destinatario, sus allegados o su patria(l?).
Del mismo modo que en las partes no míticas de entre los
m~
tiples materiales que el género provee "el poeta selecciona
(por tanto, acepta y rechaza) y ordena a su beneplácito n (18),
de acuerdo con sus particulares intenciones en cada caso, ta.
bién la elecci6n de una determinada leyenda y su tratamiento
(escogiendo una versi6n y no otra, insistiendo en unos aspectos
y
callando otros(19)) debe igualmente ilustrarnos sobre los
prop6sitos del poeta. Así, Pindaro en Q.13.9l calla el triste
final de Belerofontes, después de extenderse ampliamente en
describir sus hazañas, por tratarse de un epinicio dedicado
883
a un ciudadano de Corinto; en cambio, en I.7.44ss. es pre
cisamente el castigo del héroe lo que le interesa, para ilus
trar las sentencias inmediatas(20). De igual manera, Baquilides
en el epinicio 9 narra la leyenda de Arquémoro y los juegos
fúnebres que los argivos celebraron en su honor como origen
de los Juegos Nemeos, pero en el epinicio 13 prefiere contar
la leyenda alternativa sobre la fundaci6n, la lucha de Hera
eles con el le6n de Nemea, para presentarla como
at't' t.ov
del
pancracio en dicha competici6n, en el cual ha vencido el des
tinatario de la oda, Piteas de Egina(21).
En definitiva, la funci6n del mito dentro del conjunto
del poema s610 se mostrará suficientemente en todos sus as
pectos mediante el análisis detallado de cada oda, estudiando
sus relaciones con las partes no miticas, yeso es lo que he
mos pretendido llevar a cabo en nuestro comentario a cada uno
de los epinicios de Baqu11ides.
El tratamiento del mito es quizá el punto más débil del
libro de Hamilton, y puesto que tiene una importancia capital
en la reconstrucci6n del modelo de epinicio que él propone,
esta deficiencia es un factor fundamental que determina el
fracaso de tal reconstrucci6n, que s610 se mantiene, como
afirma K6hnken, "a base de constantes juegos malabares con el
concepto de mito,,(22).
Hamilton distingue dos tipos de material m1tico(23) , lIMi
to" y "Ejemplo M1tico". Se distinguen, según él, por dos fac
tores fundamentalmente: 1) la extensi6n: el liMito" comprende
por lo menos catorce versos y el "Ejemplo Mitico" no más de
884
ocho; 2) la posici6n: los dos tipos de material mítico ocupan
posiciones mutuamente exclusivas en la oda, pues el "Mito" nor
malmente aparece s610 en la secci6n central y el "Ejemplo M1ti
con s610 en las otras dos secciones (adem!s, el "Ejemplo Míti
co" no se halla nunca en la primera estrofa).
El primer criterio, la diferente extensi6n, no puede tener
valor absoluto, aunque si relativo (la duraci6n de una parte
m1tica en comparaci6n con otra dentro de la misma Oda). En
primer lugar, es completamente arbitrario fijar una extensi6n
máxima de ocho versos para el "Ejemplo f-t1tico" y una extensi6n
m1nima de catorce para el UMito,,(24); en segundo lugar, y más
grave, el propio Hamilton se contradice al considerar como
"Mito" algunas narraciones que abarcan menos de catorce ver
sos(2,5).
El segundo factor, las posiciones mutuamente exclusivas,
puede ser operativo, pero siempre que se aplique con cautela.
Cingano(26) afirma que el hecho de que Hamilton(2?) cite die
ciocho excepciones sobre sesenta y cuatro ejemplos invalida
cualquier posibilidad para el oyente de basarse en este cri
terio distintivo (el propio concepto de expectaci6n del oyen
te es, en si, bastante discutible). Pero estas dieciocho ex
cepciones no impiden que, en cierta medida, la posici6n en la
oda pueda considerarse un buen indicio para distinguir el re
lato m1tico principal ("Mito") de los secundarios (nEjemplos
M1ticos"). En efecto, en todos los casos, menos en uno, se
trata de epinicios con mito no central, en los que la dispo
sici6n de las partes m1ticas, salpicadas entre las partes dedicadas a la actualidad, es mucho más compleja que en las odas
I
~
I
885
con mito central; y en !.2, oda sin mito, las alusiones míti
cas que ocupan la parte central del poema son demasiado bre
ves para que puedan ser consideradas "Mito" propiamente di
cho. En los epinicios con mito central no hay normalmente pro
blemas para distinguir entre el mito principal y los "Ejemplos
Miticos" •
Solamente dos epinicios de Baquilides, 9 y 13, ambos con
una estructura muy semejante, presentan más de una narraci6n
m1tica: un mito central más largo y un mito más breve en la
secci6n inicial\. El primer mito de la Oda 13 es posible que
fuera bastante extenso (aunque el principio del poema se ha
perdido por completo), pero el primer mito del epinicio 9 so
lamente comprende los vv.l0-20, lo que, unido a su posici6n
no central y al hecho de que no empiece en la primera estro
fa, hace que en la teor1a de Hamilton debiera ser catalogado
como "Ejemplo Mitico"; sin embargo, el autor americano lo con
sidera flMito,,(28), y afirma expresamente(29) que Baquilides no
emplea en absoluto los I1Ejemplos Miticos".
En definitiva, los dos criterios que Hamilton utiliza pa
ra distinguir entre lo que él denomina "Mito" y "Ejemplo Miti
co,,(3 0 ) s6lo pueden ser válidos relativa, no absolutamente. En
los epinicios con mito central no hay, en general, grandes pro
blemas para distinguir el mito principal de los más breves que
aparecen en las dos secciones que lo enmarcan. En las odas sin
mito la propia brevedad del poema y especialmente, dentro de
él, de las partes miticas con respecto a las no míticas, im
pide que tales partes miticas puedan ser equiparables a los
"Mitos" propiamente dichos. S6lo los epinicios con mito pe
886
rif~rico
presentan dificultades a este respecto, ya que le
o
sici6n generalmente no nos indica nada y tampoco la extensi6n
es un criterio estable.
En nuestra codificaci6n de los epinicios de Baqu11ides
hemos señalado como "Mito" los relatos m1ticos de la secci6n
inicial de 9 y 13, pero insistiendo en el comentario a los dos
poemas que son mitos secundarios con respecto al mito
cent~a1t
por la posici6n y por la extensi6n (9.10-20 _ 9.40-65; 13.?-57
_
13.100-~.1?O).
II.Posici6n del mito.
La idea de que el centro del epinicio es el lugar propio
del mito (eso implica la tradicional estructura ABA, siendo B
el mito y A los personalia) no puede considerarse como una re
gla absoluta, aunque si es 10 más frecuente. El análisis que
hace Hami1ton de los epinicios pindáricos le lleva a concluir
10 siguiente(31): 1) aproximadamente una cuarta parte de los
epinicios carecen de mito; 2) dentro de los epinicios con mito,
en una cuarta parte de los casos el mito no ocupa el lugar CaD
tral.
En los epinicios con mito de Baqu11ides,
~ste
tiende a
ocupar el centro con más frecuencia que en los de Píndaro; en
cambio, las odas sin mito son proporcionalmente más frecuentes,
aunque en algunos casos pueda haber dudas por el estado de caa
servaci6n del texto.
Es el mito precisamente (su presencia o ausencia y su po
sici6n) el factor fundamental en la divisi6n que hace
de los epinicios de P1ndaro en tres grupos(32):
Hamil~
887
1) Odas sin mito(33): diez de cuarenta y cinco (22'2%),
ocho que señala Hamilton como tales (0.4, 5, 11, 12, 14; P.7;
li.2; 1.3) más otras dos que engloba en el apartado "Uniques
Variants,,(34 ), li.ll e 1.2, odas sin mito de mayor extensi6n.
2) Odas con mito central(35): veintisiete de cuarenta y
cinco (60%). Hamilton señala
Q.l, 2, 3, 6, 7, 8, 9, 10, 13;
~.2, 5(36), 6, 8, 10, 11; li.3, 4, 5,6,7,8,9; I.l, 5, 6,
8. A ellas pOdríamos añadir ~.12, que él(37) incluye entre
las "odas con mito al principio". En efecto, Hamilton(38)
considera "odas con mito periférico" aqu6llas en que la narra
ci6n mítica comienza ya en la primera estrofa, COSa que ocurre
en el caso de P.12; pero se trata de un epinicio muy breve
(algo mayor que las odas sin mito "normales", pero más breve
que N.ll e 1.2) y el volumen de las dos secciones extremas,
Al y A2, se equilibra, de modo que equivale a una noda con
mito central n en pequeño(39).
Por último, Hamilton coloca aparte, dentro de este grupo,
las odas eginetas, dadas sus características comunes que las
diferencian de las demás(40).
3) Odas con mito perif6rico: ocho de cuarenta y cinco
(17'8%). Como acabamos de decir, Hamilton llama nadas con mi
to perif6rico u exclusivamente a aqu611as en que la narraci6n
mítica comienza ya en la primera estrofa, y distingue dentro
de ellas las que comienzan con un mito propiamente dicho
(~.3,
4, 9; tambi6n incluye 61 P.12) Y las que comienzan con un ca
tálogo mítico (N.lO, 1.7)(41).
Á
ellas, simplificando un poco
las detalladas clasificaciones de Hamilton, podríamos añadir
tres odas que el fi161ogo americano estudia como casos apar
888
te(42):
f.l comienza con una larga "Invocaci6n Poética" h1mnica,
de modo que el breve mito (vv.16-28) no aparece hasta el epo
do primero; pero quiz! se pueda
tambi~n
incluir este epinicio
(nforma11y the most comp1icated in de corpus,,(4 3 )) entre las
"odas con mito periférico", pues la secci6n que sigue al mi
to (vv.29-100) es 1arguisima en comparaci6n con la que 10 pre
cede.
!.1 e
1.4,
al contrario, tienen el mito al final, y por
ello son también 1Jodas con mito
perif~ricofl
en ambos casos una narraci6n mitica
m~s
en sentido amplio;
breve ocupa la posici6n
central del mito desp1azado(44). El final de !.1 coincide con
el final de la narraci6n mitica(45), mientras que en
hay
ti~mpo
1.4
aún
para una alabanza final del vencedor y su entrena
dor (vv.69-72b), brevisima en comparaci6n con la secci6n que
~.1-51).
precede al mitc
A la hora ti
istil'uir en 10f. epinicios de Baqui1ides
entre odas con y
b.l.n
que a veces el me
asegurar si una
Ol.-.~
mito, conviene obrar con pr"- ancia, ya
stado del texto no nos
permi~~
siquiera
tenia o no mito. Es probable que 7, 8 Y
14 carecieran de él; de 14B s610 se conservan los diez pri
meros versos, mientras que 12 presenta grandes lagunas que
podrian ser ocupadas por un mito no muy largo, aunque se sue
le pensar más bien que no tenia mito.
1) Odas
si~
mito: nueve de quince (60%), 2, 4, 6,
10, 12?, 14?, 14B?
abundar bastante
14
ser~_¡
m~
?, 8,
Asi pues, los epinicios sin mito parecen
en Baqui1ides que en Pindaro. 10, 12 Y
odas sin mito muy largas, comparables a las
pind~-
889
ricas N.ll e
1.2.
2) Odas con mito central: cinco de quince (33'3%), 1, 3,
5, 9, 13.
3) Odas con mito periférico: una de quince (6'7%). La
~
11 tiene el mito al final, aunque el epinicio no acabe justa
mente con él (como en Pi. !.l) ni haya lugar para breves ala
banzas (como en Pi. 1.4); tras el mito hay una breve coda fi
nal, en la que se ponen en relación la diosa protagonista del
relato, !rtemis, con Metaponto, patria del vencedor.
En la Oda 1 la sección inicial parece ser de muy poca ex
tensión en comparación con el mito y la sección final, pero
aún asi puede ser incluida entre las odas con mito central, a
falta de datos más precisos (el texto se encuentra en pésimo
estadO).
En los epinicios
9
y
13 un mito más breve que el central
se inserta dentro de la sección Al, sin otro en A2 que le sir
va de contrapeso(46), pero este hecho no altera en absoluto la
estructura total del poema, comparable en lineas generales al
resto de las odas con mito central.
Hamilton(47) resume en unas tablas la posición del mito
en los epinicios de Pindaro. Aplicando su sistema a los epi
nicios de Baqu11ides, obtenemos los siguientes resultados:
1: mito en el primer cuarto de la oda;
3: mito en el 61timo cuarto de la oda;
2: mito en los dos cuartos centrales.
890
1
2
1.191-140
x
3.23-62
x
5.56-175
x
9.10-20
3
x
9.40-65
x
11.40-112
13.1- 57
x
x
l3.l00-~.170
x
III.Extensi6n del mito.
Hamilton(48) ha demostrado, estudiando el tema con deta
lle, lo que ya se suponía, que la longitud total de la oda
depende de la extensi6n del mito, no s6lo porque los epini
cios sin mito carecen de una de las tres secciones, sino tam
bién porque la presencia de mito trae consigo además la apa
rici6n de una secci6n final (12), de modo que, en lineas ge
nerales, se puede decir que la extensi6n de las odas con mito
triplica al menos la de las odas sin mito.
En las tablas que ofrecemos a continuaci6n(49) hacemos
unas estad1sticas de la extensi6n del mito en relaci6n con la
extensi6n total de la oda.
Píndaro.
Odas con mito central.
total versos
total versos
de la oda
de las partes
míticas
116
71
61'2
891
Q.2
100
61
61
Q.3
45
26
57'7
Q.6
105
47
44'7
Q.7
95
53
55'7
Q.8
88
22
25
Q.9
112
51
45'5
Q.10
105
59
56'2
Q.13
115
50
43 1 4
~.2
96
33
34 1 3
~.5
124
41
33
~.6
54
14
25'9
~.8
100
24
24
~.10
72
17
23'6
~.11
64
27
42'2
P.12
32
21
65'6
!.3
84-
42
50
!.4
96
44
45'8
!.5
!.6(50)
54
29
53'7
66
10
15'1
N.7
-!.8
105
30
28'5
51
22
43'1
N.9
55
17
30'9
1. 1
68
17
25
1·5
63
21
33'3
-1.1.68
75
30
40
70
44
62'8
2210
~
41 1 7
total odas
con mito central
892
Odas con milio 12eriférico.
!:..l (51)
100
24
24
-P.3
P.4
-f·9
115
81
70'4
299
254-
84'9
125
93
74'4
!.l
72
44
61'1
!.10
90
54-
60
!.4
72
24
33'3
!.7
50
20
40
~
~
64'3
2l22.
lill.
-48'4
total odas con
mito 12eriférico
total odas con
mito de P1ndaro
Bagu11ides. En algunos casos los porcentajes son simplemente
aproximativos, cuando el texto se encuentra en mal estado y
no sabemos d6nde empezaba o acababa un mito exactamente.
Odas con mito central.
total versos
total versos
de la oda
de las partes
míticas
1
184
~.123
66'8
3
98
40
40'8
5
200
120
9
104
37
35'6
13
231
~.125
54'1
total odas
817
ca.445
~
con mito central
60
893
Odas con mito periférico.
11
126
83
65'8
total odas con
g§.
§2
65'S
~
ca.528
mito 12eriférico
total odas con
2.§.
mito de Baguilides
En Baquilides los porcentajes son algo más altos que en
Pindaro, sobre todo en los epinicios con mito central: mientras
-
que en el tebano oscilan entre un 65'6% (P.12) Y un 15'1% (N.6),
-
en Baquilides van del 66'8 de 1 hasta el 35'6 de 9.
En los epinicios con mito periférico las partes miticas
suelen ocupar, en general, mayor extensi6n que en los epini
cios con mito central. En Pindaro nada menos que tres odas con
mito periférico
(~.3, ~.4, ~.9)
superan el porcentaje mayor
entre las odas con mito central (65'6). El
~ico
epinicio con
mito periférico de Baqu!lides tiene también un porcentaje bas
tante superior a la media, aunque es ligeramente inferior al de
un epinicio con mito central, la
22:!!. l.
IV. Funci6n del mito.
Jurenka divid1a en tres grupos los mitos de los epinicios
de P!ndaro y Baqu!lides según su relaci6n con las partes no
miticas: 1) mitos en relaci6n con el lugar de la victoria o el
tipo de prueba; 2) mitos en reláci6n cón la patria o la familia
del vencedor; 3) mitos escogidos por parang6n con las condi
ciones personales del vencedor. Esta clasificaci6n es repro
ducida tal cual por G. Fraustadt(52 ), Dornseiff(53) y Oehler(54);
894
tambi~n zanghieri(SS) la reproduce, pero para despuás criticar
la; finalmente, la matizan y amplían BischOff(S6), Thummer(S7)
y Hamilton(S8). En el caso de Baqu!lides se puede mantener m!s
o menos, pero debemos tener siempre en cuenta que a menudo las
cosas no son tan sencillas, ya que con frecuencia hay dobles
e incluso triples referencias, que s6lo pueden apreciarse de
bidamente mediante el estudio pormenorizado de cada epinicio
en particular.
1) Mitos en relaci6n con el lugar de la victoria: 9.10-20,
l3.?-57. Se trata en ambos casos del primer mito del epinicio,
más breve que el mito central (que en las dos odas se refiere
a la patria del vencedor); en cada uno de los dos pasajes se
narra una versión diferente sobre el origen y fundaci6n de los
Juegos Nemeos
ro;
~
(~
9, los juegos fúnebres en honor de Arquámo
13, la lucha de Heracles con el león).
Estrictamente hablando, un mito sobre el "tipo de prueba"
en que fue conseguida la victoria que se celebra, no se encuen
tra en Baqu!lides; el único ejemplo pind&rico es
~.12,
tambi6n
el único epinicio dedicado a un flautista, Midas de Acragante.
Sin embargo, en el primer mito de B.13, aunque puede decirse
que narra la fundación de los Juegos Nemeos en general, se re
fiere más en particular al pancracio, la prueba en que ha venci
do Piteas: los pancratiastas emplearán toda suerte de habilida
des para derribar al contrario, como hizo Reracles (v.49
~oCaLaL ~ÉxvaL,
~av
) para vencer al león, contra el que nada po
d!an las armas. Los vv.5lJ.ss. muestran a las claras esta parti
cular referencia al pancracio:
~ 1to~l
q¡aflL
895
~a~&EJ nEpL cr~E~ávo~cr~
nayKJecr~COu nóvov
'EA
i\áve:crcr~] v t&pWEV~' lcrEcr.ea~.1f
2) Mitos en relaci6n con la patria: 1.7-140, 9.40-65,
l3.l0o-~.170(59). El mito del epinicio 1 narra una leyenda
local de Ceos, la patria del vencedor, pero al mismo tiempo
parece que se quiere establecer también una relaci6n entre esa
leyenda y la familia del vencedor, que descendería de Euxancio.
Así, la transici6n del mito a la realidad se hace en los si
guientes términos (vv.140SSe)(60):
~K ~oJV ~EV yÉvo~
lni\e: [~o Kap~EJ póXe: L p
, APyELo [~ •••
En el largo mito del epinicio 11 también se relaciona de
algún modo el relato mítico con Metaponto, por medio de la fi
gura de !rtemis. Pero la funci6n del mito es fundamentalmente
lIejemplar": así como !rtemis 10gr6 la curaci6n de las hijas de
Preto, del mismo modo ha propiciado que Alexidamo haya obteni
do una victoria tras su fracaso anterior. Hay, pues, que in
cluir este caso en el grupo tercero.
3) Mitos escogidos por parang6n con las condiciones per
sonales del vencedor: 3.23-62, 5.56-175, 11.40-112.
En los epinicios pindáricos los mitos del primer grupo
s610 se encuentran en odas dedicadas a griegos occidentales
(una posible excepci6n, aunque dUdosa(61), es ~.11.17ss., en
una oda dedicada al tebano Trasideo). En este punto, Baqu11i
des difiere de Pindaro, pues el epinicio 9 celebra la victo
ria de un fliasio.y 13 la de un egineta, y además en ambos
896
casos no se trata del mito central de la oda, sino de uno más
breve incrustado en la secci6n inicial(62).
El grupo más numeroso es, sin duda, el segundo. Los mitos
que se refieren a la patria del vencedor son abundant!simos(63),
en especial en las odas eginetas(64): los once epinicios pindiri
cos que celebran a ciudadanos de Egina tienen mito central y en
todos ellos menos en
~.8
ese mito es alabanza de la patria.
Ba~
lides dedica dos epinicios a vencedores eginetas: el mito central
de la
~
~
13 narra, en efecto, "historias de los Eácidas"; la
12, en cambio, es posible que no tuviera mito (ser!a la dnica
oda egineta que careciera de
~l),
pero nada se puede asegurar
dado su estado de conservaci6n. La relaci6n con la patria es
también predominante en el mito de los epinicios 1 (a Argeo de
Ceos) y 9 (a Automedes de Fliunte).
Pero la excepci6n la constituyen, tanto en P!ndaro como
en Baqu!lides, las odas dedicadas a griegos occidentales(65):
"La raggione salta subito agli occhi. Colonie recenti come
quelle di Sicilia, se avevano culti locali, non potevano avere
miti 10Cali H (66). Este hecho puede explicar c6mo, en el mito
de B.ll, la acci6n se
sit~a
en el Feloponeso y s6lo al final
se nos dice que el culto de Artemis fue llevado de allí a Me
taponto, en un intento por relacionar
tambi~n
este mito con
la patria del vencedor.
En efecto, en los tres epinicios eon mito que Baqu!lides
compone para griegos occidentales (la
~
4 carece de mito),
la narraci6n mítica es escogida en virtud de su relaci6n con
las circunstancias personales del vencedor (grupo tercero). Al
ya comentado caso del epinicio 11 se deben añadir 3 y 5, en ho
897
nor de Hier6n. En ambos poemas, como estudiamos en el comenta
rio particular a ellos, el mito es escogido por su significado
para Hier6n(67) , pero su funci6n es distinta, opuesta dir!a
mos mejor, en cada uno de los casos: en el epinicio 3 el per
sonaje central del mito, Creso, es un "ejemplo positivo", una
contrafiguraci6n mítica de Hier6n; al contrario, en 5 tanto He
racles como Meleagro son "ejemplos negativos", pues su desgra
cia contrasta fuertemente con la buena fortuna del tirano, co
mo ya apreció Blass(68): "fabula non illustrat ante dicta qui
bus victoriam ceterasque Hieronis laudes extulerat, sed contra
posita est n •
v.
Introducci6n formal del mito.
Simplificando, podemos reducir a dos los procedimientos
que emplea Baqu!lides para pasar de la realidad al mito (no
sabemos cómo era introducido el mito de la Oda 1 ni el primer
mito de la
~
13): 1) mediante una sentencia cuyo contenido
es ilustrado por el mito; 2) mediante una palabra-clave que
sirve de enlace. Estos dos procedimientos son también los más
frecuentes, con mucho, en los epinicios de Píndaro(69). Con
viene advertir que algunos casos son en realidad una mezcla
de ambos expedientes.
1) Una sentencia de transición tenemos en los dos epini
cios con mito de Baqu!lides dedicados a Hier6n, 3 y 5. En 3
el mito se inicia con la conjunci6n ÉnEC , seguida del fre
cuent!simo adverbio nO~E (v.23), que sitúa la acci6n en el
pasado(7 0 ). En 5.56 hay desgraciadamente una laguna, de modo
que no sabemos con exactitud c6mo se efectuaba la transici6n,
I
898
aunque parece seguro que
~ambién
se empleaba no-r, •
En los epinicios de P!ndaro hay varios casos de senten
cias de transici6n entre realidad y mito. En Q.9.29 se usa iD
cluso, como en B.3.23, la conjunci6n lneC (71 ), y en Q.7.2? una
expresi6n semejante, Kat y~p ••• no~e
,que asimismo es fre
cuente en la introducci6n de un mito (cf. B.5.97, introducien
do un mito dentro de un mito)(72).~También una sentencia in
troduce una alusi6n m!tica en ~.4.289-290 ( KaL ~áv (73); el
ejemplo m1tico es ilustraci6n de la sentencia) y
~.5.55ss.
(ó€ , que marca una contraposici6n).
Hay algunos casos intermedios entre los ejemplos de este
primer grupo y los que estudiaremos en el grupo segundo; son
aquéllos en que dentro de una sentencia se encuentra la palabra
clave que, recogida normalmente por un pronombre relativo(74 ),
introduce el mito: 0.4.19 (
( a ~o~,
ó~ánE~pa
•••
~nEp
••• ), 1.7.44
que recoge toda la sentencia anterior); en !.8.23
en lugar de un pronombre relativo tenemos uno anafórico, KEt
vo~ KaC
(= ~~óvo~ , deducido de ~~ovepoto~v
-P.5.57 Ketvov
,v.21;~.
).
Por último, en otros cuatro pasajes a la sentencia gene
ral sigue la mención de un personaje al que le cuadra bien;
el nombre es recogido luego por un pronombre relativo que in
troduce propiamente el mito, por lo que también se pueden con
siderar casos intermedios entre los dos grupos:
0.2.22-23
fnE~a~
ót
AÓyO~ e~~póvo~~
Káó~o~o KoúpaL~, ~na~ov a~ ~eyáAa·
1:,.1.15-1 6 lS~~' I.v atv~ Tap~áP«f KEt~a~, aEWV nOA€~Lo~,
899
"
EyEv~o
~.6.29-30
'l.,
xa~ npO~EpOV
,
Av~
C'\AOXO~ a
'"
~~a~a~
vó~~a ~OÜ~O ~ÉPWVf
•••
¿s~
~.9.79-80
~yvov nO~E xal 'Ió\aov
06x
&~~~áoav~á
VLV
tn~ánu\o~
2) En fin, los casos más numerosos son aquéllos en que
la transici6n se efectúa no por medio de una sentencia, sino
tan s6lo por medio de una palabra-clave (el nombre de un hé
roe o un dios, de la patria del vencedor u otra palabra cual
quiera que establezca la relaci6n entre realidad y mito). Esa
palabra-clave es inmediatamente recogida por:
a) un pronombre relativo: B.9.39-40 ( ['Aawnólv ••• ~oü
••• ), ll.37s9. ( "AP~E~L~ ••• [~J~L nO~(E) ••• ), l3.97ss.
( [n~i..€aJ xa\ ~Ei..a~[w)~a ••• ~wv ••• ); Pi. Q.1.24ss. ( nÉi..o
no~
~ou
•••
•••
li..aCa~f ~áv nO~E
), Q.3.139s. (
l2ss. ( atvo~ •••
av ... ),
••• ), Q.6.
Q.6.28ss. ( n~~ávav •••
&~OL
••• ),
Q.8.30S9. ( Ataxoü· ~óv ••• ), Q.9.7ss. ( &xpw~~p~ov ••• ~O
ó~ nO~E
(
a nO~E
•••
~Pq
), Q.10.24ss. ( &ywva ••• -' ~v •••
•••
~.9.4ss.
(
••• ),
Kt)páva~· ~áv
vwv· oloL •••
~.8.38ss.
•••
no~€
), ¡.10.30ss. (
), Q.10.104--105
( i..óyov • • •
••• ),
~.9.105ss.
'YnEp~op€Wv
••• nap'
( twv npoyó
ol~ nO~E
••• ), ¡.11.16ss. ( 'op€o~a. ~ov ó~ ••• ), ~.11.58ss. ( XáPLV •••
a ~E
•••
), P.12.6ss. (
~€XV'ff ~áv nO~E
vwv ~nEp 'HpaKi..€o~ ••• &~ ...
~ nO~E
•
(
•••
lpW~wv
•••
••• ), ,H.3.21ss. (
), ,H.4.24ss. (
'Hpax\€o~
x~ó
••• auv
), ~.5.8ss. ( ~a~pÓnoi..Lv ••• ~áv no~{€) ), ,H.8.5 ss •
010~ KaC ••• ), ~.9.10ss. ( ~pwa ••• 8~ ~Ó~E •••
1.1.12ss. (na~pCóL ••• lv ~ Ka' ••• ), 1.6.26ss. ( na~pó~·
),
I
900
~ÓV
••• ), I.8.18ss. ( ZDVC ••• g ••• ).
b) Un adverbio anaf6rico o relativo(75): B.9.10 ( Ke[t~~,
Ne~eaCou ZDVO, eó~aAE, x€&ov , vv.4-5); Pi. ~.4.3ss.
que recoge
( nu~wv~ ••• ~v~a xo~€ ••• ).
c) En !.1.16ss. en lugar de un relativo es el pronombre
anaf6rico
KeLvo, el que recoge la palabra-clave (véase, en el
grupo primero, el caso de !.8.23):
~ Kaa~ope'~
ñ
'IoAáoL(~) •••
Ke'tvo" yáp •••
Para completar este estudio, conviene añadir que también
se dan en los epinicios de P1ndaro otras transiciones:
1) en lugar de una sentencia propiamente dicha, una afir
maci6n del poeta en primera persona, introducida por
Q.13.49ss., li.7.20ss., !.1.33ss.(76 ).
2) ~av~C, A€yov~aL
lyw
&€ ••• :
o expresiones similares(77): ~.1.52ss.t
~.2.21ss.t ~.3.86ss. y 112ss. ( &v~~xwv ~á~",
),
!.7.84ss.,
li·9.39ss.
3) otras veces la parte m1tica comienza directamente con
la oda misma; tal ocurre en los IIcatálogos m1ticos lt de li.lO.
lss., tras la breve "Invocaci6n Poética" inicial, e !.7.1ss.
(2!.
también
~.3.1ss.).
En !.4.52ss. el mito (Heracles-Meliso) es introducido por
las partículas
KaC ~oC xo~(e)(78).
VI. Estructura del mito.
Si hemos insistido repetidas veces en que la 6nica manera
de comprender en su integridad las complejas relaciones que se
establecen entre las partes míticas y no m1ticas de un epinicio
es estudiar detalladamente todo el poema en conjunto (no s610
901
el mito), a fin de determinar la funci6n que el mito desempeña
en &1, en cambio si es perfectamente posible analizar indepen
dientemente el relato mitico desde el punto de vista de la
fo~
ma, para hallar su propia estructura composicional, la técnica
narrativa del poeta. La obra básica sobre la estructura for
mal de los mitos pindáricos es el libro de 1llig, donde se es
tudian los distintos casos detenidamente. 1llig insiste, en
efecto(?9), en la necesidad de analizar con pormenor cada
ejemplo por separado: "Ehe nicht, unter Bertlcksichtigung der
technischen und inneren Voraussetzungen der mythischen
Erz~
lung im Epinikion tlberhaupt, in Einzelinterpretationen geprtlft
ist, warum Pinder gerade so erzl:lhlt, wie er erz8.hlt
n•
Por su parte, Hamilton(80) distingue dos tipos de mitos
claramente delimitados según su construcci6n en los epinicios
de P:1ndaro:
1) la forma que llama "catalogue focus n (8l): el mito co
mienza con un catálogo de héroes y de ese catálogo se escoge
un personaje, cuya historia es relatada con mayor amplitud.
Una variaci6n es lo que Hamilton denomina "balanced focus":
el catálogo es suprimido y se produce el balanceo de dos "fo
cos l1 •
Este tipo de construcci6n es caracter:1stico de las odas
eginetas. Hay catalogue focus en
H.3, H.4,
N.5, 1.5,1.6(82),
e 1.8. En cuanto a la variante balanced focus, Hamilton(82bis)
señala tres ejemplos, N.6, H.? y N.8. De los tres, solamente
H.? es válido, ya que efectivamente hay un "balanceo" entre
las historias de AYante y Neopt6lemo(83). En el mito de N.6
Hamilton afirma que se "balancean n la historia de la familia
I
902
e los Básidas en forma de
~
o y el mito egineta; pero ya De
mos dicho que el catálogo de victorias familiares no puede caa
siderarse
a~
mito. Por lo que respecta a !.8, el fi16logo ...
ricano(84), rizando el rizo, une la narraci6n mítica relatiYa
a taco (vv.6-22) con el relato del suicidio de Ayante para ca.
seguir un nuevo ejemplo de balanced focus. De nuevo la excesi.-.
tendencia a generali:.ar, a no dejar un solo caso luera de su
esquema, ha jugado una mala pasada a Hamilton, que
alarga~
acar
ta, divide o junta los mitos para adecuarlos a sus teorias.
2) La forma que Hamilton llama "kephalaion ring ll (85), cu
ya estructura es la siguiente:
A: frase general (que Illig denomina "kephalaion-)
que contiene un escueto resumen del cJntenido de1
mito;
B: explicaci6n;
Al: vuelta a la afirmaci. 5n inicial, aunque general
mente no en los mismos
t~rminos
que al principio.
El kephalaion inicial cuenta el I'.'ultado final del mito,
de modo que la explicaci6n (B), que sigue formalmente al kepba
laion, precede crono16gicamente(86).
¿Hay en Baquilides ejemplos de uno y otro tipo de estruc
tura? Hamilton(87) dedica unas pocas lineas a aplicar los re
sultados de su investigaci6n a -''.1estro poeta, y lo hace con
acierto.
El mito central de la egineta
~
13 presenta
tambi~n.
co
mo es habitual en Píndaro, catalogue focus(88). Pero el uso que
Baquílides hace de este tipo de construcci6n es algo más com
plicado que el que observamos en los mitos eginetas de Pindaro.
903
En efecto, hemos dicho que el catalogue focus consiste en un
catálogo inicial del que se destaca un personaje en cuya his
toria el poeta se detiene durante más tiempo. Este personaje
es, normalmente, el áltimo de los mencionados:
~.3:
Peleo, Telam6n, Aquiles;
~.4: Telam.6n, Teucro, Ayante, Aquiles, Neopt6lemo, Peleo(89);
li.5: Endeide (Peleo y Telam6n), Foco y Psámate, Peleo;
1.5: hazañas de los Eácidas (sobre todo de Aquiles);
1.6:
1.8:
Peleo, Ayante, Telam6n(90);
taco y sus descendientes; Peleo y sobre todo Aguiles.
El mito central del epinicio 13 de Baqu1lides comienza
también con un catálogo de Eácidas: Peleo, Telam6n y, dentro
ya del mito propiamente dicho, Aquiles y Ayante. Pero en lu
gar de desarrollar simplemente la historia de uno de esos hé
roes, Baqu1lides mezcla hábilmente las hazañas de los dos úl
timos, Aquiles y Ayante, en la guerra de Troya, de modo que al
final aparecen ambos como los mayores baluarte s de los aqueos
y principales causantes de la caída de la ciudad de Pr1amo(9l).
En efecto, tras el catálogo se refiere nuestro poeta a la tenaz
resistencia de Ayante ante los ataques de Héctor en la lucha
por las naves (vv.l05-l09); a continuaci6n, mirando al pasado,
expone claramente la diferente suerte de los aqueos antes y
después de la retirada de Aquiles del combate, causa princi
pal de la situaci6n a la que se ha llegado (vv.llo-149); en los
vv.15G-156 se vuelve a la lucha junto a las naves, y al final
del mito, en muy mal estado (vv.157ss.), parece que se presen
taba a los dos héroes desendientes de taco como responsables de
la ruina de los troyanos
I
(2!.
vv.164-l67).
904
Los mitos de los epinicios 3 y 11 proporcionan sendos
claros ejemplos de kephalaion ring(92). En ambos, efectiva
mente, el kephalaion inicial (A) se recoge al final (A'), que
dando reservado el centro del mito para una pormenorizada ex
posici6n de los hechos (B)(93).
En el mito de una y otra oda la narraci6n gira en torno
a un eje central, alrededor del cual las distintas partes se
disponen en rtanillos
conc~ntricosn,
procedimiento del que t811
bi~n se sirve P1ndaro(94 ). El caso de B.3 es más sencillo:
Introducci6n
(kephalaion)
(vv.23-29)
Actitud
de
Palabras de Creso
Actitud
Conclusi"
(vv.35-49)
de sus
(recoge la
Creso
hijas
(vv.29
(vv.49
35)
52)
(vv. 53-62)
I
En cambio, en B.ll este procedimiento se complica mucho
más, al introducirse, dentro de la historia de la locura de
las hijas de Preto, una nueva historia, la disputa entre Pre
to y Acrisio y la colonizaci6n de Tirinto por el primero (vv.
59-81). Este segundo relato precede crono16gicamente al primero,
de modo que Baqu11ides está empleando la
t~cnica
de la "crono
logia retr6gada", que tampoco falta en los epinicios pindári
cos(95):
905
vv.40-42------------~
VV.43 - 4 6 ]
vv.47-52
vv. 53-54
vv.55-58 - - ,
VV. 59-6 3]
VV. 64-76
vv.77-81
vv. 82-84 ----.)
VV.8 5- 91
VV. 92-95
J
VV. 95-109
vv.110-112 - - - - - - ,
As!, la estructura tanto del mito en su conjunto como de
cada una de las distintas partes que comprende
est~
marcada
por la Ringkomposition( 962.
Pero la tácnica de los "anillos concéntricos" y de la
flcronolog!a retr6grada", con las distintas partes individuali
zadas y unidas con las demás por medio de la ncomposici6n en
anillo", no es exclusiva de los mitos que presentan kephalaion
ring. Tambián en el mito central del epinicio 13, con catalo
gue focus, se aplican éstas técnicas narrativas: las hazañas
de Aquiles, colocadas formalmente en el centro, son crono16
gicamente anteriores a las de Ayante, y las distintas partes
se disponen en anillos concéntricos, tanto el mito en conjun
to como la historia central inserta en él:
906
vv.10D-~04:
intr iucci6n, presentaci6n
------------------------~
de Aquiles y Ayante
vv.105-109: lucha junto a las naves,
papel de Ayante
vv.llD-113: mirada retrospectiva, que
introduce el motivo "c6
lera de Aquiles"
- miedo de los
troyanos~
(vv.114-120)
vv.114-149: explicaci6n
- c61era de Aquiles---,
(vv.121-123)
- comparaci6n
(vv. 124-132)
- c61era de Aquiles_--I
(vv.133-140)
- miedo de los aqueos; .
los troyanos llegan _ _
....J
a las naves (vv.141
148)
vv.15D-156: lucha por las naves
vv.15?ss.: conclusi6n; méritos de los Eácidas.
En los restantes mitos de Baquílides la estructura es
más variada. En la larga narraci6n del epinicio 5 es totalmen
te imprevisible, como señala Hamilton(9?), y el abrupto y sor
prendente final, que tan bien explota nuestro poeta, impide
absolutamente la Ringkomposition.
No obstante, hay un cierto recuerdo de la técnica de los
907
"anillos concéntricos", ya que, tras los versos de introducci6n
(56-76), el mito se estructura en cinco discursos directos, dis
puestos del siguiente modo:
vv.76-84: palabras de Meleagro
vv.84-92: palabras de Heracles
vv.93-l54: narraci6n de Meleagro
vv.155-l69: palabras de Heracles
vv.170-l75: palabras de Meleagro
El discurso central (vv.93-l54) comprende la narraci6n,
hecha por Meleagro, de los sucesos que desembocaron en su pro
pia muerte; es decir, de nuevo un relato inserto dentro de otro
relato. Pero también en este segundo relato interior la narra
ci6n de los hechos es bastante lineal, y la única Ringkomposi
E.2B.
que se puede apreciar es la repetici6n del tema "c6lera
de Artemis" (vv.97ss. y 122ss.), que sirve para introducir ca
da una de las dos batallas que se cuentan, la lucha contra el
jabalí y la posterior guerra entre etolos y curetes(98).
El mito central del epinicio 9 (vv.40-65) es todo él un
catálogo, de modo que se diferencia fundamentalmente de la
forma que llama Hamilton "catalogue focus rr , donde se destaca
uno de los personajes citados y su historia es narrada con ma
yor pormenor. En todo caso, es más semejante a la variante que
Hamilton denomina "balanced focus,,(99), donde el catálogo se
elimina y hay dos "focos" de atenci6n que se contrapesan, aun
que el caso que nos ocupa presenta a su vez la variaci6n de
que los dos "focos" que se contrabalancean son precisamente
sendos catálogos. En efecto, el mito central de la
~
9 se
puede dividir en dos partes: la primera (vv.40-46) es un ca
908
tálogo de los descendientf
masc'_inos
el
~
o AC':!::lpo y le
a
gunda (vv.4?-65) un catálogo de sus descendientes femeninos(lOO);
ambas partes están relacionadas mediante numerosos ecos verba
les, como ocurre habitualmente entre los dos "focos" que se
contrapesan cuando hay balanced focus(lOl).
En cuanto al mito del epinicio 1, su lamentable estado de
conservaci6n impide cualquier comentario sobre su estructura
de conjunto, pero debfa de ser bastante elaborada, a juzgar
por lo poco que de él se conserva(102).
Nos quedan, finalmente, los dos mitos no centrales de los
epinicios 9 y 13, insertos en la secci6n inicial. Del mito de
13 conservamos únicamente los versos finales, de modo que su
estructura de conjunto nos es igualmente desconocida(103). El
breve primer mito del
epiL.,,~io
partes (a: vv.1D-14- b:
transici6n a la act.
V\"
~lidad.i'
9 (vv.1D-24) se divide en tres
5-20; c: vv•.7.-24, sentencias de
cada una de las cuales se rela
ciona con las demás mediante ecos verbales(l04);
909
NOTAS
A "MITO"
(1) Cf. Kt:Shnken, p.l4-, con n.9l; Lasso de la Vega, liLa Séptima
NemeB:"":"••• ", p.84-.
(2) Cf. Kohnken, pp.9ss.
(3) Cf. Hamilton, pp.3ss.; Kt:Shnken, pp.lss., sobre todo pp.13ss.
(4-) Cf. van Groningen, pp.33l, n.l, y 358, con n.l; Burton, pp.
~-64; Kohnken, p.10, con n.60.
7y
(5) Op. cit. en "Introducci6n", n.26.
(6) Gildersleeve; tomamos la cita de Lasso de la Vega, "La Sép
tima Nemea ••• ", pp.64-65.
(7) Cf. Illig, pp.lss.
(8) Pindaro, Roma 1958, pp.30 y 121.
(9) Cf. Lasso de la Vega, tILa Séptima Nemea • • •
11, pp.66-67.
(10) Qt. van Groningen, p.335.
(11) Cf. Illig, p.4-.
(12) Ya H. Frankel, we§e und Formen, p.355; véase K5hnken, p.10;
van Groningen, p.334-. chadewaldt (p.267) comienza por llamar al
mito "der festeste Teil des Programms", pero luego apenas se ocu
pa de estudiar su funci6n en la oda. Van Groningen, al contra-
rio, incluye el mito entre los "motivos arbitrarios", "ceux que
le po~te développe parce qu'il a quelque chose A dire, ou sim
plement paree quetel est son bon plaisir ••• et ••• ceux-ci
ne présentent qu' un rapport plus ou moins éloigné avec le cen
tre matériel de l'ode" (p.325); no lo considera un elemento
tan esencial como los personalia ("la narration mythique, moins
essentielle 1 trouve sa place logique entre les deux (éléments
d' actualite) ", p.327), pero en su posterior análisis de poemas
individuales se esfuerza por estudiar los posibles lazos de
uni6n entre las partes m1ticas y no m1ticas.
(13) P.12. Sobre la significaci6n de los mitos pindáricos, véan
se las profundas páginas de Schadewaldt, en su recensi6n del li
bro de Illig (Deutsche Literaturzeitun~ LV 1934-, pp.14-07-l4-l2 •
Hellas und Hesperien, Stuttgart 1970 (
edici6n), 1 181-186
(pp.94-98 de la 1ª edici6n).
ª
(14) Aspects of Pindar's arte A literary study of Nemean 11,
.1
ians XIV XII and IV .. and P:1thian 1, Dis. Stanford 1972 (mi
·crofJ.lm ;so re este punto, v ase Lasso de la Vega, "La Séptima
Nemea ••• ", pp.84-85.
910
(15) Véase, sobre ello,
K5hnken~
p.9.
(16) Sobre las "dobles referencias" de los mitos, véase, por
ejemplo, Burton, p.ll?
(l?) Sobre el tema, véase KBhnken, pp.226-22?; B. Gentili,
"Aspetti del rapporto poeta, committente, uditorio nella li
rica corale greca l1 , §!1! XXXIX 1965, p.?2.
(18) Lasso de la Vega, "La Séptima Nemea ••• ", p.83.
(19) "Las omisiones de P!ndaro son de lo más significativo de
sus mitos" (Lasso de la Vega, "La Séptima Nemea ••• ", p.123).
(20) Q!. Gentili (art. cit. en n.l?), p.84.
(21) Véase nuestro comentario a ambos pasajes, especialmente
al segundo. Kohnken ha escogido precisamente los epinicios que
estudia en su lipro por narrar diversas variantes de una le
yenda, lo que le permite tratar la funci6n del mito en cada
caso a la luz de las variaciones que introduce el poeta en
una oda con respecto a otra (cf. pp.15ss.).
(22) Las criticas del uso abusivo que hace Hamilton del con
cepto de mito, con enumeraci6n de pasajes concretos, pueden
encontrarse en las Reseñas de Cingano. pp.184-18?; Newman,
pp.419-420 y ~22; Radt, pp.398-400; K5hnken, passim.
(23) pp.14-15.
(24) Q!. K5bnken, Reseña, p.128; Péron, Reseña, p.2?9.
(25) Véanse las Reseñas de Cingano, p.l84; Newman, pp.419-420;
Péron, p.2?9; K5hñken, p.12? Son claros, por ejemplo, los
casos de P.l.16-28, N.l.13-18, N.8.23-32 (cf. Hamilton, pp.
43-44, doñde intenta-eliminar esta tlexcepc'IOn" a base de unir
este relato mítico con los otros de la oda, que no tienen na
da que ver con él; en el "c6digo tr considera "Mito" la refe
rencia a C!niras, v.18), P.9.?9-88; más dudosos son otros
ejemplos que aduce Newman-(0.9.29-35, N.3.22-26, N.4.25-30),
en los que el poeta inicia ün relato mítico, pero-se interrum
pe y la narraci6n sigue otro curso.
(26) Reseña, p.l84.
(2?) P.21, n.?
(28) Véase el "c6digo" en la p.lOl; en p.l02, n.22, parece
incluir como "mito presente" los vv.21-24, que son en reali
dad las sentencias de transici6n a los personalia!H
(29) P.80.
(30) En p.21, n.4, Hamilton reconoce un antecedente en Illig
(p.?). El autor alemán afirma en otra ocasi6n (p.l?, n.5) que
911
no trata en su libro los pequeños interludios mito16gicos que
se encuentran dentro del programa (lidie ganz kurzen, mytholo
gischen Einlagen innerhalb des tProgramms tn ).
(31) P.8.
(32) pp.14-l5 Y 28. Es cierto que tal clasi~icaci6n no cons
tituye ninguna novedad (c~. Cingano, Reseña, pp.189-l90; véase,
por ejemplo, Illig, p.17~n.5), pero sI lo es el estudio sis
tem~tico que pretende llevar a cabo Hamilton. En nuestra opi
ni6n, la distinci6n entre epinicios con mito central y epini
cios con mito peri~érico es muy ~til en un an~isis ~ormal,
pese a las reservas de KBhnken (Reseña, p.127).
(33) Hamilton las
IIcodi~ica"
en las pp.97-98.
(34) P.lOl; pero véase p.29 y el
cios en la p,75.
(35) Hamilton las
IIcodi~ica"
an~lisis
de estos dos epini
en las pp.98-l00.
(36) Cingano (Reseña, pp.184-l85) ~irma que P.5 es una oda
sin verdadero mito; pero la historia de Bato puede per~ecta
mente considerarse mito central.
(37) P.lOO.
(38) P.15.
(39) C~. Hamilton, pp.29 y 73-74. En su lIcuadro de material
miticO" se observa que el mito de P.l2 ocupa la posici6n cen
tral de la oda. Véanse las criticas de KBhnken (Reseña, p.l27),
Cingano (Reseña, pp.186-l87) y Newman (Reseña, p.420).
(40) C~. pp.56ss. Es una idea alabada por sus recensionistas;
Newman, Reseña, p.422.
~.
(41) Sobre I.7, véase nuestra nota 128 al epinicio 10 de Baqu1
lides.
(42) pp.72ss.
(43) Hamilton, pp.74-75.
(44) Hamilton, p.75. Es también
al principio tengan otro mito al
~recuente que las odas con mito
~inal que les sirve de contra
peso (f.3, P.9, N.lO).
(45) Hamilton, p.2l, n.9: "in the peripheral myth odes, only
the Myths o~ !:.9 and li.lO go to the close o~ the ode".
(46) Q!. Hamilton, p.82.
(47) PP.l7-l9.
912
(48) pp.26ss.
(49) Los datos relativos a Pindaro los hemos tomado de las
tablas de Hamilton (pp.3l-32).
(50) Hamilton (p.3l) afirma que el mito de N.6 ocupa veinti
versos, pero porque en él incluye la afabanza de los
Básidas, la familia del vencedor (ef. pp.42 y 59), que no
pertenece aún al relato mitico proPiamente dicho; v~ase
Radt (Reseña, p.400) y Ktlhnken (Reseña, p.126).
tr~s
(51) Hamilton indica que las partes mitieas de P.l ocupan
veinticinco versos, pero el mito de Tif6n empieza en el v.16,
no en el v.15, como él cree.
(52) Encomiorum in litteris Graeeis
histor1a, D1S. Le1pzig 1 O , pp.2l
ue ad Romanorum aetate.
sobre todo 0-31.
(53) P.120.
(54) 4A~a~r=a~u~1~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
M
Dis.
p.73.
(55) PP.59ss.
(56) pp.46ss.
(57) I 110-121.
(58) PP.17-l9.
(59)
V~ase
nuestro capitulo "Loa de la Patria", pp.1109ss.
(60) Q!. los mitos de Pi.
~.4
Y P.5.
(61) Cf. Thummer, 1 112; Hamilton, p.18; Young, Three odes of
Pindar; pp.lss.; Burton, pp.63ss.; van Groningen, PP.358ss.
(62) Cf. Oehler
(Ot.
cit. en n.54), pp.58-59 sobre Pindaro,
y p.6~sobre Baqu~ides.
(63) V~anse los cuadros reproducidos en nuestras páginas 1ll6ss.
Cf. Oehler (op. cit. en n.54), p.59; Zanghieri (p.58) explica
por qu~ son tan numerosos los mitos que cantan las glorias de
la patria: n! una fusione delle glorie patrie con quelle dell'
uomo celebrato. Questi porta lustro alla sua cittA, la aggiun
ge gloria, si rende degno delle sue gloriose tradizioni ••• ".
(64)
n.7.
V~ase
nuestro capitulo "Loa de la Patria", p.1149,
(65) V.§ase nuestro capitulo "Loa de la Patria",
(66) Zanghieri, p.58.
p .1109.
913
(67) 2[. Oehler (op. cit. en n.54), p.69.
(68) Prefacio, p.XXIII.
(69) 2[. Dornseiff, p.120.
(70) Cf. Burton, p.49; F. Dornseiff, Die archaische Mythener
zIDlluli, Berlin-Leipzig 1933, pp.17 Y 51; W. J. Slater, "Lyric
narra:C~ve: structure and principle", CIAnt II 1983, pp.118,
119, 127 Y 128.
(71) 2[. Oehler (oP. cit. en n.54), pp.7o-71.
(72) Sobre yáp , v6ase Illig, p.32, n.4; sobre xa~ yáp, Oehler
(op. cit. en n.54), p.70. KaL yáp Ro~e
es una de las posibles
lecciones para rellenar la laguna de B.5.56.
(73) Sobre ~áv , v6ase Illig, p.32, n.4; Oehler (op. cit. en
n.54), p.71. Ka\ ~áv no~e
es otra lecci6n posible en B.5.56.
(74) Sobre la introducci6n del mito mediante un pronombre re
lativo la bibliografía es abundante: Oehler (op. cit. en n.54),
p.71; des Places (op. cit. en Oda 6, n.20), pp.48ss.; Thummer,
I 133ss.; K5hnken, pp.129, n.6~32-133, 159-160; Illig, pp.
31 y 32, n.4; Young, Pindar Isthmian 7, ·p.35.
(75) Cf. Young, Three odes of Pindar, p.32, n.4.
(76) En este último caso se usa ~~
rácter ~pico; ~. Illig, pp.2o-21.
exclamativo (v.35), de ca
(77) 2[. Oehler (op. cit. en n.54), p.70.
(78) Q!. Oehler, ibid., p.71.
(79) P.5.
(80) PP.56ss.
(81) 2[. ya Illig, p.18; Y Schadewaldt, pp.309 y 339; tambi6n
K5hnken, pp.198-199, 207, 213, con n.l. Caso por caso estudia
Hamilton los distintos mitos en las pp.57-60.
(82) Pero
21.
Radt, Reseña, pp.398-399.
(82 bis) PP.59-60.
(83) Para las relaciones entre los mitos de Odiseo-Ayante y
de Neopt61emo, v6ase K6hnken, pp.37ss., sobre todo 60ss.;
Lasso de la Vega, tiLa S6ptima Nemea ••• ", p.99.
(84) PP.43-44 Y 60.
I
I
I
(85) Cf. ya Illig, passim; van Groningen l pp.351ss.; Young~
Three-odes of Pindar, p.33, n.2; Slater ,arte
cit. en n.70j,
914
que estudia sobre todo pasajes homéricos, pero también algunos
pindáricos.
(86) Para los casos particulares, véase Illig, passim; Hamil
ton, pp.61-65.
(87) P.82.
(88) De 12, el otro epinicio de Baquilides dedicado a un egi
neta, ya hemos dicho que sólo nos han llegado un par de frag
mentos de varios versos, de modo que no podemos saber con se
guridad si tenia o no mito, aunque los distintos comentaris
tas suelen inclinarse más bien por lo áltimo. Sin embargo,
Hamilton (p.84, n.14) afirma: nOde 12 is also Aeginetan and
seems to have a Myth as well as Aegina Praise", suponemos
que refiriéndose al discutido catAlogo de victorias de los
vv.35ss.; pero ni siquiera sabemos si esas victorias cata
logadas eran de los compatriotas o solamente de los familia
res de Tisias (véase también p.l02, donde Hamilton codifica
"HaP (M)?").
(89) También se habla algo de Telamón, pero menos que de Pe
leo. Sobre la estructura del catálogo, véase K~hnken, pp.
198-199; una opinión contraria a la de K~hnken sostiene
C. Carey, "Three myths in Pindar: N.4, Q.9, N.3 1f , Eranos
LXXVIII 1980, pp.146-151.
(90) Para más detalles, véase la pormenorizada critica que
hace Radt (Reseña, pp.398-399) al análisis del pasaje por
parte de Hamiiton.
(91) Véase nuestro comentario al epinicio, pp.788ss.
(92) Hamilton, p.82.
(93) Hamilton (pp.61ss.) señala que en algunos mitos pindá
ricos, tras recogerse la afirmación inicial el relato no
acaba, sino que se añade una ampliaci6n imprevista; tal
ocurre, por ejemplo, en el caso de 0.10 o P~2. En B.3 Al
marca claramente el final del mito y la vuelta a los
sonalia, pero en B.ll se añade una coda final (vv.113- 6),
que tampoco era previsible.
Pi2
(94) Cf. Illig, pp.58ss., donde estudia con detalle numerosos
ejempIOs; en pp.59-60 se ocupa precisamente del epinicio 11 de
Baquilides; véase también van Groningen, pp.349ss.; Young,
Three odes of Pindar, p.33; Slater, arte cit. en la n.70.
(95) Véase, además de las páginas citadas de Illig, van Gro
ningen, pp.327-328 y sobre todo 352ss., a propósito de 0.7;
es también el tema del reciente articulo de A. Hurst.
(96) Es un tema muy estudiado en los epinicios de Pindaro y
que nosotros hemos destacado también en nuestro comentario
a las odas de Baquilides. Cf. G. Fraccaroli, Le odi di Pin
-
915
daro dichiarate e tradotte, Verona 1894, pp.136 Y 385; Illig,
,aSSim, sobre todo pp.56ss.; Schadewaldt, p.308, n.l; Bowra,
indar, pp.310-311; Young, Pindar Isthmian 2, p.35; Greengard,
p.5!.
(97) P.82.
(98) Para más detalles, véase nuestro comentario al epinicio,
pp. 28988.; el tema lo trata recientemente J. Pinsent, que
no aporta nada nuevo.
(99) pp.56 y 59-60.
(100) También en la lista inicial de glorias de Argos qu~ ~bre la
N.IO de Plndaro se dice que la ciudad x,at y1Jva .. ~ .. v x,aA.Af.,KÓ
~o .. af.,v &p~~EÚE" náAa~· (v.lO), pero de hecho no hay una sepa
raci6n tan tajante entre hombres y mujeres, sino que se mez
clan en el catálogo.
(101) C~. Hamilton, pp.59-60. Para los ecos verbales entre las
dos parres en que se divide el mito central del epinicio 9, véa
se nuestro comentario al poema, pp.531ss., sobre todo 535-536.
(102) Véase nuestro comentario al epinicio 1, pp.77ss.
(103) Para una reconstrucci6n hipotética, véase el comentario
al epinicio, pp.761-762.
(104) Véase el comentario al epinicio, pp.510-511.
916
INVOCACIÓN PO!TICA
- Hamilton, pp.l? y 19-20; Thummer, I 107-110 Y Ir 83ss.; Scha
dewaldt, pp.269-28l; Kambylis, Anredenformen.
l. Concepto y frecuencia.
Es una invocaci6n dirigida a una divinidad (normalmente
no panhe16nica), que suele situarse al comienzo de la oda y con
cierne a la victoria actual y al canto que la celebra(l). Consta
habitualmente de un vocativo, con el que se nombra a la divini
dad, y de una petici6n, aunque 6sta puede faltar (2f., por ejem
plo, Pi. li.8 o 1.5); a menudo adopta la forma de un largo himno.
Corresponde, aunque s6lo parcialmente, al "proemium lt de Dissen
y
al "prooimion" de Schadewaldt, que son conceptos más amplios(2).
Su frecuencia en los epinicios de Píndaro y Baquílides es la si
guiente.
De los cuarenta y cinco epinicios conservados de Píndaro,
veinticinco tienen "Invocaci6n Po6tica" (5515~)(3). Como más
adelante comprobaremos, se ubica al principio de la oda, salvo
en Q.13 (en el centro de la secci6n inicial) y !.5 (no exacta
mente al principio, sino que precede una comparaci6n del poeta
con el escultor). 1:.1 tiene dos
n~oe.aéiQnes
Po6ticas", una al
comienzo de la oda y otra en el epodo tercero, vv.58ss.; tam
bi6n Q.14 presenta otras dos, que prácticamente convierten esta
breve composici6n en un himno continuo(4).
1) Odas sin mito. De diez, cinco tienen "Invocaci6n P06ti
ca" (Q.4, 5, 12, 14; l.ll):
5~.
2) Odas con mito. De treinta y cinco, veinte tienen "Invo
caci6n P06tica":
5?·1~.
917
a) Con mito central. Quince de veintisiete (Q.2, 8, 10,
1;; P.2, 8, 11, 12; N.;, 5(5), 7, 8, 9; 1.1, 5): 5515~.
b) Con mito
-
perif~rico.
-
Cinco de ocho
(~.l,
4; !.l, 10;
I.7): 62'5%.
De los quince epinicios conservados de Baquílides, s6lo pode
mos tener en cuenta trece, ya que en dos de ellos (8 y 1;) la
apertura de la oda, el lugar más propio para la "Invocaci6n
Poética", se ha perdido, aunque en 1; pudiera haber una "Invo
caci6n Poética" inicial, a juzgar por la palabra ~~E~W del
v.9(6). En diez epinicios hay "Invocaci6n Poética", casi siempre
abriendo el poema; el epinicio 5 tiene dos, una al comienzo de
la oda y otra iniciando la secci6n final. Solamente falta en 4
y
6 (que comienzan directamente con la "Menci6n Compleja") y 14
(que se inicia con una larga parte gn6mica)(7). Así pues, hay
"Invocaci6n Poética" en el 76'9% de los epinicios de Baquílides,
como mínimo.
A la hora de distinguir entre odas con y sin mito, debemos
contar siempre con las limitaciones impuestas por el mal estado
de conservaci6n del texto(8).
1) Odas sin mito. Tienen "Invocaci6n Poética" 2, 7, 10, 12
Y l4B, si es que estos dos últimos son epinicios sin mito; care
cen de ella 4, 6 Y 14, los tres únicos epinicios de Baquílides
que no comienzan con "Invocaci6n Poética".
2) Odas con mito!_cinco de cinco, 100% (1, ;, 5, 9, 11,
ésta última con mito periférico; quizá
tambi~n
1; comenzara con
"Invocaci6n Poética ti).
A la vista de estos datos, parece tener raz6n Hamilton(9)
cuando afirma que Píndaro presenta una mayor variedad en la
918
forma y el contenido de sus "proemios", as! como en la posici6n
de la "Invocaci6n Poática". En efecto, el porcentaje de odas
con "Invocaci6n Poética" es bastante m!s alto en Baqu!lides
(76'9 frente a 55'5 de P!ndaro). Por otro lado, en P!ndaro ape
nas bay diferencia entre las odas con y sin mito en los que res
pecta a la frecuencia del uso de la "Invocaci6n Poática"
(57'1~
frente a 50% a favor de las odas con mito), mientras que en Ba
qu!lides bay una buena diferencia, también a favor de las odas
con mito
(lO~
frente a 62'5%1), basta el punto de que todos
los epinicios con mito de nuestro poeta se abren con "Invoca
ci6n Poética n •
Digamos, por último, que lo.s
"pr.oemio8~:4e ~ndaro
no s6lo
presentan una mayor "variedad" que los de Baqu!lides, sino tam
bién una mayor "profundidad", como ba demostrado Scbadewaldt(lO):
"Wo Pindar den Hymnos im Epinikion verwendet, wird ibm diese
Form zu einem Organ
religi~ser
Seins- und Wesenserkenntnis; der
Dicbter entfaltet durcb die Beziebungen der g6ttlichen Gestal
ten zueinander, durcb ibr Wesen und ibre Werke den Inbegriff
einer wertbaften Eigenscbaft des Sieges oder des Siegers. Dem
Bakcbylides dienen saine beliebten Anrufungen der Muse Kleio
oder der Pbema und sonstiger Gestalten zum Ausdruck anmutig
bunter Festlichkeit. Ibm ist die Hymnenform wesentlicb Tr!ger
gstbetiscber Werte, kaum bedeutsamer als bei seinem Nacbabmer
t
I
!
Horaz". El poeta tebano expresa a menudo en sus invocaciones,
de profundo significado religioso, conceptos claves para la
comprensi6n de la oda(ll), o es capaz de deducir toda una con
cepci6n religiosa de la poesía (f.l) (12) •
919
11. Personaje invocado.
1) ,?:!.ndaro(13).
a) Lugar: Q.5 (Oamarina), Q.8 (Olimpia),
P.12 (Acragante), N.l (Ortigia), I.l (Teba),
~.2
I.7
(Siracusa),
(Teba); total,
siete veces.
b) "Musa": Q.2 ( 6~vo a.), Q.lO (Musa), Q.14 (Gracias),
(forminge, v.l; Musa, v.58), P.4 U-rusa), N.3 (Musa), N.5
-P.l
-(
), !.9 (Musas), !.10 (Gracias); total, diez veces.
&o~óá
c) Personificaci6n (14): 0.12 ( Tt1xo: ), Q.14 (Eco), ~.8
( 'Haux Co: ),
!.8 ( "'Opo: ), !.ll (Hestia); total, cinco veces.
d) Divinidades mayores: Q.4 (Zeus), Q.13 (Zeus); total,
dos veces.
e) Divinidades menores: P.ll (hijas de Oadmo), !.7 (Ili
tia),
1.5
(Tia); total, tres veces.
2) Baquilides.
a) lfMusa": 1 (Piérides), 3 (Ol:!.o), 5.l76ss. (Oal:!.ope),
9 (GraCias), 12 (Cl:!.o;.:¿tambi'n 131); total, cinco veces.
b) Personificaci6n: 2 (Fama), 7 (¿N'mesis?,
¿H~mera?,
¿o
acaso Hécate?), 10 (Fama), 11 (Victoria), l4B (Hestia); total,
cinco veces.
c) Vencedor: 5 (Hier6n).
En este aspecto es también notable la diferencia entre el
usus de P:!.ndaro y de Baqu:!.lides. En P!ndaro predomina la invo
caci6n a la "Musa", en la que inclu:!.mos "canto", "forminge", y
tambi~n
las Gracias, que a este respecto desempeñan un papel
semejante al de las Musas(15). También buena parte de las "In
vocaciones Poéticas ll de Baqu:!.lides van dirigidas a las ItMusas n (16)¡
pero mientras que en P:!.ndaro el segundo lugar lo ocupan las
920
invocaciones dirigidas a la ciudad del vencedor (o a la ninfa
local, que viene a ser 10 mismo; en 0.8 al lugar de ce1ebra
ci6n de los juegos), en Baqui1ides no contamos con ningún ejem
plo de este tipo de invocaciones, y, en cambio, ocupan un lugar
predominante (tantas veces como la dirigida a la "Musa") las
invocaciones a "personificaciones", que en el tebano son bas
tante menos frecuentes. Por último, Pindaro se dirige en tres
ocasiones a divinidades menores y en dos a Zeus (el caso de
Q.13 es especial, pues se unen "Plegaria para el Futuro" e
elnvocaci6n Poética
ll
);
nada de esto encontramos en Baquí1ides.
Por el contrario, la invocaci6n inicial al vencedor en B.5 es
un caso ~ico, muy debatido(17).
III. Posici6n.
La posici6n que esperamos ocupe la "Invocaci6n Poética" es,
naturalmente, el comienzo del poema, y ello se confirma en casi
todos los casos. Son s610 cinco las excepciones, cuatro en P!n
daro y una en Baqui1ides.
Una pequeña variaci6n ofrece !.5, que no empieza directa
mente con "Invocaci6n Poética", sino que ésta sigue a una breve
comparaci6n del arte del escultor con el del poeta ("Tarea del
Poeta"), la cual abre la oda.
En tres epinicios,
Q.14,
~.l
Y B.5, encontramos dos "In_
vocaciones Poéticas"; en los tres casos la primera de ellas
inicia la oda. En B.5 la segunda es a la vez "f6rmula de rup
tura", que interrumpe súbitamente el mito e introduce la secci6n
final; es decir, en este epinicio,
y
s6lo en él, las dos seccio
nes que enmarcan el mito se inician con "Invocaci6n Poética".
I
921
8e trata asimismo del único caso que conocemos de "Invocaci6n
Po~tican
~.l,
usada como "f6rmula de ruptura".
la oda más complicada del corpus pindárico, a decir de
Bamilton, tiene mito periférico, que sigue precisamente a la
larga "Invocaci6n Poética" himnica con que el poeta da comien
zo a su composici6n. La segunda ItInvocaci6n Poética", a la Musa,
se encuentra en los vv.58ss., y con ella pasamos de la persona
de Hier6n a la de su hijo Din6menes, cuya alegría por la vic
toria es también grande(18).
Q.14 tiene, como hemos adelantado, un carácter himnico MU7
acusado, pues a la larga invocaci6n himnica inicial (vv.1-20)
sigue otra invocaci6n dirigida a Eco, que cierra la oda (vv.
20-24). En realidad, como nota Hamilton(19), la segunda invo
caci6n, más que una petici6n, es un lIencargo" del poeta, seme
jante a los que hallamos, por ejemplo, en !.2.24 ( ~ ~o~t~a~ ),
1.2.47 ( NLKáaa~~(E) ) o 1.5.62.
Nos queda, por fin, Q.l;, epinicio con mito central, en el
que la "Invocaci6n Poética" (que presenta un carácter dual, pues
es al mismo tiempo "Plegaria para el Futuro") ocupa el centro de
la secci6n inicial (vv.24-;0; la secci6n tiene cuarenta y nueYe
versos), iniciándose con la triada segunda. La triada que pre
cede es fundamentalmente una alabanza de la patria, mientras
que el resto de la secci6n que sigue a la "Invocaci6n Poética
es esencialmente un catálogo de las victorias de Jenofonte y de
sus familiares. Precisamente es la "Plegaria para el Futuro"
IIInvocaci6n Poética" lo que sirve de pivote para pasar de una
alabanza a otra (vv.24ss.):
J(
v~a~
'.1."'"
EvpU avaaawv
922
'OAv~nCa~, &~~6v~~0~ lnEaO~V
y€VO~O
xa\
Xp6vov
~6VÓE
&nav~a,
AaOV
ZEÜ ná~Ep,
&~Aa~~ VÉ~WV
8EVO~WV~O~ E~~VVE óaC~ovo~ O~poV·
&É~al. ~€
ot •••
IV. Estructura de la "Invocaoi6n Poética".
Conviene distinguir, en primer lugar, entre aquellas in
vocaciones que presentan carácter himnico y las que no lo tie
nen(20). Un himno consta esencialmente de:
1) Invocaci6n a la divinidad.
2) Predicaci6n en la que se recoge su genealogía, funcio
nes ("aretalog!a H(2l)) o ubicaci6n.
3) Petici6n de asistencia.
En los epinicios de Píndaro cumplen estos requisitos nueve
"Invocaciones Poéticas l1 : Q.4-, 8, 12, 14; !:..l, 8; !l.7, 8, e
1.5
(no obstante, en las dos últimas falta la petici6n de asisten
cia, y rasgos hímnic08 tienen también P.12 y !.ll). Schade
I
I
I
t
I
I
I
I
waldt(22) no señala Q.4 ni Q.8; Burton(23) afirma que nueve
proemios pindáricos tienen carácter h!mnico, pero no indica
cuáles; Hamilton, por su parte, s6lo especifica en su "c6digo l1
E,.l y P.8.
En lo que respecta a Baqu!lides, Burton asegura que ocho
proemios tienen carácter h!mnico, pero nos parecen más acerta
das las palabras de Pieper(24): nA similar type of proemium
(como el de 11) is found in nine of Pindar's epinicians, but
in Baechylides a simple invocation i8 more common rt • En efecto,
dejando aparte la Oda 1, cuya HInvocaci6n Poética" está mal
923
conservada, tienen carácter himnico las invocaciones de
?
y 10,
probablemente, y con seguridad la de 11; no ocurre as! en 2, 3,
5, 9, 12, mientras que l4B presenta algunos rasgos himnicos.
Estudiemos cada uno de los elementos componentes de las
"Invocaciones Poéticas 11 , tanto de las h!mnicas como de las que
no lo son.
El vocativo.
Antes de iniciar una
clasi~icaci6n
de los
di~erentes
ti
pos de vocativo (que, por cierto, se inspira, aunque sin se
guirla exactamente, en la que lleva a cabo Langhol~(25)) que
remos hacer algunas aclaraciones. Es muy corriente que en la
invocaci6n a la divinidad se encadenen una serie de vocativos
seguidos; pues bien, en tales casos, muy numerosos como decimos,
tendremos en cuenta únicamente el vocativo principal. Así, por
ejemplo, en Pi.
At~€w
~.12.lss.:
OE, ~LhárhaE, xahACo~a ~po~Eav nOhCwv,
~EpoE~~va~ ~óo~,
&~t
aX&aL~ ~nL ~~hO~Ó~OV
vaCEL~ tAxpáyav~o~ lÓó~a~ov
xOhwvav, ~ ~va,
entrará en nuestra clasificaci6n únicamente el Último vocativo,
el que contiene el nombre o apelaci6n de la divinidad (~ ~va ),
aunque en algunos casos sea dificil distinguirlo.
Un caso especial se presenta cuando hay dos vocativos se
parados; nos referimos al tipo, que luego estudiaremos más de
tenidamente, de B.ll:
v.l NCxa yhvxvowPE
vv .8-9
~a:&'UJ nhoxá¡J.o'U
xovpa: ~[~uro~ &pJ&oóCxou.
En estos casos tendremos en cuenta ambos vocativos. Por último,
señalemos que, debido a su estado corrupto, no podemos clasifi
924
car la invocaci6n de B.1.
1) Con interjecci6n.
a) Simplemente
ti
señor , señora" ( &lo-noLva, '1tÓ~VLa, ava
etc.):
Pi.
.,.. ava
"
w
~.12.3
1,.5.6
wvaooa.
"
b) "Señor, señora" con amp1iaci6n:
Pi. Q.14.13
!.3.1
~ -n6~vLa Motaa.
c) Simplemente nombre:
~
Pi. Q.10.3
Moto(a).
d) Nombre + adjetivo:
~ ~Lnapa~ &OC&L~OL ~aoC~ELaL
Pi. Q.14.3-4
XáPL~E~ 'EPXO~EVOU,
.,..
( w
0.1 4 .13-16
,
"
nO~VL
t)
Ay~ata
~L~~oC~o~n€ ~' E6~poo6va • • •
•••
,.aa~Ca ~E
lp"oC~OAnE •••
~.2.1
MEra~o'1t6ALEb ~
1,.7.1
~ ~áKaLpa 8~~a
EupáKooaL
B.2.1
~J OE~VO&ó~ELpa ~~a
B.9.1
~ xpuoa~áKa~oL X~pL[~JE~.
e) Perífrasis "hijo de ••• ":
· _..
O4 6
P ~.
P 11 • 7
_.
'
a~~
.,..
w
,.,..
w KpÓvou naL (27)
N
-&«
naL
E~
f) Per1frasis t'hijo de ••• "
B.7.1-2
~ ~Lnapa ~6ya~Ep
NUwcó~,
,
AP~OVLa~.
i-
adjetivo:
Xpóvou ~E ~[aC
925
Dentro del último apartado podemos incluir
2. 8 .9
tambi~n
Pi.
, que se
corresponde con 06Au~nCa del v.l, exactamente como en B.ll se
corresponden NCxa yAuxvówPE (v.l) y
~[~uyo~ &p1~oóCxou
~a~uJnAoxá~ou
xovpa
(vv.8-9); la estructura de ambas invoca
ciones es, en efecto, muy semejante(28).
2) Sin interjección.
a) Simplemente "señor, señora": ningún caso.
b) "Señor, señora" con ampliación:
Pi. 2.13.26
ná~Ep
ZEÜ
v Opa nó~v~a.
N.8.1
c) Simplemente nombre:
Pi. 2.5. 4
Kallápl.va
2. 8 • 1
06Au~n'a
!:.1.58
'AXo!
Mo!aa
P.4.3
Mo!aa
N.l.2
top~uyCa
!t.?l
tEAE'.&U~a:
.!.9.1
Motaa~
!t.lO.l
Xáp~~q;
!.ll.l
'Ea~Ca
B.IO.l
Ma~Ep ~ xpuaoa~E-
&:É~AWV )
cpáv(»v
2. 14 • 21
(pero antes
~]Ila.
d) Nombre -+- adjetivo:
Pi. 2. 2 .1
2. 4 • 1- 2
&:vai;I.q>6p~I.YYE~ 6llvo~
'EAa~T¡p ~nÉp~a~E ~pov~a:~ c!xa:~av~6no6o~
ZEÜ
926
E,.8.1 <p I.~ó<ppov
~HouX Ca
H 5 2
_..
-"
y~U;c.EI.
1. 1 • 1
XPÚOaORI.
1.5.1
nO~UWVUf.lE
,
(después 6.1.;c.a<;
.,.
W
f.lE
r:.'
aOl.ua
e~~a
BECa
y~U;c.ÚÓWPE K~EO!
B.3.3
~EU;c.W~EVE Ka~Al.óna
B.5.l76
B.l1.l NCKa
B.12.l-2
y~UKúÓWPE
tEo~'a
B.14B.l
K~E\O!
óf.lvoávaoo(a) •••
XpuoÓapOV(E).
e) Perífrasis "hijo de • •• n.•
Pi.
Q.5. 2 'Q;c.Eavoü
f. ll • l
N
'%
_.~.
Kácf.loU KÓpal.
11
B.1l.8-9
~úya~Ep
(pero después se especifica)
1....
~
~
,
(29)
oupavou
no~uvE<p~~a ;c.p~OV~1. ~uya~Ep
~a.euJnAOKáf.lou
;c.oúpa ~ [~uyo<; &p}&oó C;c.ou.
f) Perífrasis "hijo de ••• JI + adjetivo. Podemos incluir
en este grupo B.5.l-2, invocaci6n especial dirigida
al vencedor:
E6f.l0 1. p~ [l:] u pa;c. [00 Cw] v
tmtoó I.v1Í~wv
0~pa~a[1J É,
Del estudio de estos datos podemos obtener varias conclu
siones. En cuanto al uso o no de interjecci6n con el vocativo
Jlprincipal ti, no hay gran diferencia entre ambos poetas. Sobre
treinta y cinco casos en Pindaro y once en Baqu!lides, el pri
mero usa la interjecci6n, siempre ~
como también Baquílides,
927
en doce
ocasione~
(incluimos el duo
caso 2.4.6), lo que su
pone un 34 1 3%, mientras que Baqu!.lides lo hace en tres (27 1 3%).
Estos porcentajes concuerdan bastante bien con los que señala
J. S. Lasso de la vega(3 0 ), quien recoge las estadisticas de
J. A. Scott: en Pindaro, Baquilides y Timoteo hay 184 casos
COD
interjecci6n frente a 461 sin interjecci6n (39 1 9%).
Más notables son las diferencias entre ambos poetas en lo
que respecta al tipo de vocativo. La siguiente tabla nos da una
idea bastante clara (las letras de la izquierda se refieren a
los apartados de la clasificaci6n anterior):
P!.ndaro
Baguilides
a)
2
O
b)
4
O
c)
11
1
d)
12
7
e)
5
1
f)
1
2
Comprobamos, en efecto, que en Pindaro los casos están mucho
más repartidos, mientras que en Baqu!lides predominan, con gran
diferencia sobre el resto, las invocaciones en que al vocativo
acompaña un adjetivo (apartados 'di y 'f'), casi siempre del ti
po llamado "ornamental", lo cual
cc~cuerda
plenamente con el
gusto de nuestro poeta, con frecuencia señalado desde el des
cubrimiento y pUblicaci6n del gré;' papiro londinense, por esta
clase de adjetivos. Basta s610 ojear los calificativos que usan
en estos casos ambos poetas para comprobar el diferente gusto
en su elecci6n. En Baquilides encc
ramos epitetos floridos,
por ejemplo, aE~voóó~ELpa, xpuaa~áKa~oL, yAUXÚÓWPE, ~EUKW~EVE,
,
,
,
I
I
I
928
XPUOÓ~pOVE
, etc., mientras que P!ndaro, aunque también se sir
ve de ellos, prefiere generalmente adjetivos más simples y,
quiz~, m~s
ajustados al sentido general del proemio y de la
oda en conjunto:
L
o~a ~
~a
,
Ó p~Ly~,
.1
'
~Aa~~p
.<.
L
un~p~a~E
, .HouX
~LAO~pOV
ea,
- ,
T'uxa, Xpu••• ZEU,
OW~ELpa
s:. '
.,.,
yAUKEL-" aOLua,
W
~aKaLpa
0"
o~
etc. (31).
En cambio, en P!ndaro es frecuente la acumulaci6n de vo
cativos junto al vocativo principal(32), algo que no ocurre en
Baqu!lides
(¿quiz~
en Oda l?), quien prefiere otro tipo de pre
dicaciones (con yáp, de relativo). As!, podemos señalar en P!n
daro los siguientes casos:
0.8.1-2
Ma~Ep ~ XPuooo~E~ávwv
OllAu~nCa,
&:É-&AWV,
&:Aa-&ECa~,
oÉonoLv'
Q.14.3-4 ~ ALnapa~ &:OCOL~OL ~aoCAELaL,
P.l.1-2 xpuoÉa
_P ••
2 1- 2
~ÓP~L)'~,
'1.''1.
JV1Eyaf\.OnOf\.LE~
L
~~~EVO~
"
, AnoAAwvo~
,
KaL
~"
LonAoKa~wv
.,.,
c.
L
W
¿upaKooaL, ¡::¡l-'avunoAql.OU
APEO~,
's:.- vLnnwv
avupwv
~E
s:.
OLuapoxap
~av oaL~óvLaL ~po~oC,
1:,.12·.1-3 At't'Éw OE,
~
LAcÍyAaE, KaA:'" Co~a
a ~'
~EpoE~óva~ E60~,
~ pO~Eav
nOA Cwv,
5x-&aL~ ~nL ~~AO~Ó~OU
vaCEL~ 'AKpáyav~o~ lÚo~a't'ov KOAwvav, ~ ~va,
" A~nvEu~a
Nl14
_.
• -
,
OE~VOV
''1.
KAELvav ¿upaKoooav
OÉ~VLOV
Af\.~EOU,
~cÍAO~
'Ap~É~LOO~,
~cÍAOU KaoLyvñ~a,
N.7.l-2
'EAEC3uLa, nápEopE MOLpav
~a~u~póvwv,
929
-
~aL
,.
~EyaAoo~EVEO~,
oov,
!.8.1
v
uHpa~,
axou
yEVÉ~ELpa ~ÉXVWV·
Qpa ~6~vLa, xápu~ 'A~poOC~a~
&~~pOaL~V ~LAO~á~wv,
Hemos ya apuntado que en varias invocaciones hallamos dos
vocativos "principales t • distanciados entre si; entre ambos se
sitúa bien la predicaci6n del personaje invocado (Pi. Q.4, 8,
14;
1.5;
B.ll), bien la petici6n (Pi. Q.5,
~.ll,
!.;).
El tipo
más frecuente es aquél en que uno de los vocativos es el nom
bre del personaje invocado y el otro la menci6n de su padre o
madre, es decir, su genealog!a, que acompaña frecuentemente a
la invocaci6n, como tendremos ocasi6n de comprobar(;;). Este
doble vocativo aparece en los siguientes casos:
O .4 . 1 Z"'\"';
· _
w'"
P1..
Q.5.2 'QxEavou ~úya~Ep
Q.14.;-4 i1i ••• XcÍPL~E~
1.3.1 i1i ~6~vLa Moioa
6
w
... Kp6vo"v .n. . a':'"
4 Ka:¡J.cÍPLVa:
1;-15 <i1i) •••
~EWV xpa~Co~ou ~ai5E,
o~pavoü ~OAuvE~lAa XpÉOV~L
10
~vya~Ep
B.ll.l NCxa yAuxúowPE
8-9
~a~uJ~Aoxá~ou
1: [~uyo<;
"
xoúpa
&p]-&oó Cxou.
Muy semejante es la estructura de Pi. 0.8, como ya se ha
apuntado:
v.l
06Au~n Ca
9
~AA' c!i nCoa<; d~OEVOpOV
ln'
'AA~EW
En
1.5
&AoOr; •
•
tenemos v.l 8E Ca: - 6 t:>va:ooa , y
especial, con la menci6n de ambos padres C;4):
~.ll
es un caso
930
vv.1-3
7. ¡:; 'Jto:'i:ÓE~ 'Ap¡.10vCo:~
Káó¡.1oU lt6po:1. •••
<EE¡J.Éi.a: ••• 'Ivw DE AEUXO-&€a:(35)
Tambi~n
peculiar es el caso de 1.1, donde el segundo voca
tivo ( ~ 'AnoAi.wvl.á~ , v.6) no va dirigido al mismo personaje
que el primero ( xp'6O'a:O''Jt 1. eñ~o: , v.l).
Segán Hamilton(36 ) , en estos casos el poeta está jugando
con la expectaci6n de los oyentes, que esperan la menci6n del
nombre y el parentesco del personaje invocado, al retrasar una
de las dos cosas.
La predicaci6n.
La predicaci6n de las funciones, genealogía o ubicaci6n
de la divinidad es un rasgo propio de las invocaciones de ca
r~cter
hímnico. Norden distingue, desde el punto de vista for
mal, cuatro manera de hacer la predicaci6n: 1) "estilo-tú n (37);
2) "estilo-él JI (38); 3) "estilo participial" (39); 4) "estilo re
lativo,,(40). La distribuci6n de las invocaciones de Píndaro y
Baquílides es la siguiente.
1) "Estilo-tú" (introducido por y([p, "COl., o''6v,
pronombre de segunda persona):
Pi. 2.4.1 't'Ea:t yap ""OPO:L •••
2. 8 •10-11
,
iS't'I.VI. o'ov
,
,
2. 12 .3 't'I.V ya:p •••
I
,
y€po:~ ~O'1tE't'
2. 14 .5 O'uv yap 6¡.1'i:v • • •
20 O'EÜ fxo:'t' 1.
1:. 8 • 6 't'u yáp •••
li.7.2
~VEU a€~Ev
6 ouv
oe:
•••
't' Cv •••
'
~yAa:ÓV.
~lf.a:'t'I.,
~VEU
931
I.5.2 alo l'H.a'tL
B.?2 al
,
8 au
B.lO.l
au 'Y. [á] p.
•••
B.ll.l 'YO:p] ao' •••
• ••
Véanse también en invocaciones no hímnicas:
,
Pi. Q.5. 4 aav
? 't Cv
N.l.4 al.&e:v
-
N.3.5 al.&e:v
N.ll.5 ae:.
2) "Estilo-él
11 :
Pi. Q.14.8
O~ÓE
'Yap ~e:ot ae:~váv XapC'twv ~'te:p •••
(en
los vv.5ss. y 20 tenemos "estilo_tú fl )(4l)
1:.l.2ss.: mezcla de "estilo-él" y lIestilo-tú" en
oraci6n de relativo.
3) IfEstilo participial":
Pi. Q.13.24-25
~~a't' E~PU
t
E,.8.3-4
&váaawv
,
OA.U~nLa"
~ouA.av
'te: 'H.at
noA.l~wv
~xoLaa 'H.Aatóa, ~~Ep't~'ta,.
4) IfEstilo relativo":
Pi. 0.4.6 8, At'tvav fxe: .. , •••
Q..8.2 tva •••
0.14.2 al'te: vaCe:'te:
1:. 1 • 2 'ta, &'H.06e:t.
•••
•••
1:. 12 • 2-3
•••
932
•••
!.ll.l
8:.
'te • • •
AlAOYXa:~
•••
B.14B.1-2
8:.'t(e) •••
Predomina, en el áltimo grupo, el pronombre 8o'te
,que
expresa la acción habitual del sujeto, "une fonction du su
jet lt (42).
En Píndaro, no en Baquílides (aunque el lamentable estado
del comienzo de algunas odas no nos permite afirmarlo con total
seguridad), es bastante frecuente encontrar varios tipos de pre
dicación, siendo el caso extremo Q.14, donde alternan "estilo
tá",
"estilo-~l"
y "estilo relativo lf • En ambos poetas el
m~s
frecuente es el "estilo-tú" y a continuación el "estilo rela
tivo"; en Baquilides no hay ejemplos conocidos de
y "estilo participial" , que
tambi~n
"estilo-~ln
en Pindaro son muy escasos.
Tanto en las invocaciones de carácter himnico como en las
que no presentan tal carácter, es muy frecuente que se indique
la genealogia del personaje invocado. Pero la frecuencia depen
de de quién sea ese personaje, como ha señalado Hamilton(43) ,
aunque sus datos deben ser revisados. En este particular, el
usus de Pindaro y Baquilides es muy semejante:
1) Si el personaje invocado es un "lugar":
- se indica la genealogia: Pi. Q.5 ( 'Qxeavoü ~úya'tep,
v.2),
Q.8 (v.9),
,
V
~.2 ( 't€~evo, HApeo~r v.2), P.12 ( ~epoe~ó-
.2) '_.N 1 (
tupaxoooav
~áAO~
, v.2),·
- no se indica: !.l, l.?
2) Personificación:
- se indica la genealogia: Pi. Q.12,
B.ll;
~.8,
,!!.ll; B.?,
933
- no se :lndica: Pi. 2,.14 (Eco), : .8; B.2, B.lO?, B.14B.
3) Divinidad menor:
- se indica la genealogía: Pi.
~.ll,
!.7;
- no se indica: 1.5.
4) Zeus:
- se indica la genealogía: Pi. 0.4;
- no se indica: 0.13.
5) "Musa ll :
- se indica la genealogía: Pi. Q.14 (Gracias),
~.l,
N.3; B.l;
- no se indica: Pi. Q.2, Q.lO,
~.l
(v.58),
~.4,
li.5,
!.9, !.lO; B.3, B.5 (v.176), B.9, B.12.
En la inicial invocaci6n al vencedor de B.5 no se indica
la genealo;ía.
En
general, podemos decir que píndaro es más dado que Ba
quílides a expresar la genealogía del personaje invocado (pín
daro, catorce veces de veintisiete, 51'8%; Baquílides tres de
once, 27'2%). Sin embargo, ambos coinciden en una cosa, y es
que raramente la señalan cuando el persanaje invocado es la
ItMusa,,(44), mientras que lo hacen más a menudo cuando es una
personificaci6n, sobre todo Pfndaro. Asímismo, es muy fre
cuente cuando se trata de un lugar, aunque desgraciadamente
no disponemos de ejemplos de este tipo en Baqu!lides. La ma
yor insistencia en la genealogía por parte de Píndaro se debe
poner en relaci6n, sin duda, con la ya.:;omentada mayor pro
fundidad de sus proemios, pues "la genealogía es una forma de
revelaci6n que expresa la esencia del cosmos,,(45).
934
Características del verbo.
El último elemento que hemos de estudiar es el verbo, con
el que se pide asistencia al personaje invocado. La distinci6n
de modos queda como sigue.
1) Imperativo:
Pi • .Q.. 4. 9
ó l1; a 1.
( 46 )
0.5.3 Ól'KEV
0.8.10 ól1;a 1.
, ,
0.10.1 avayvW'tE
~
5 lPÓKE'tOV
&~<p\''ItÓAEI.
0.12.2
I
0.13.28
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
2. 14 .5
dj-&VVE
29 ólr;a 1.
K"-ih(E)
21
~"-.e(E)
;t.l.59 'JtC.eEO
60
le,EÓPWjJ.EV
E,.11.3
t'tE
E,.12.5
óle,al.
N.3.3
9
tKEo
l5'Jtat;E
10 ~PXE
!i.5.3
O'tELX (E)
!.7.2 tl'KOVOOV
!.9.1
3
'KW~áOOIJ.EV
1t páOOE'tE
935
..,
1tepaaa l.
10
I.l.6
1..7. 20
B.l: texto lacunoso; los suplementos suelen contener un
imperati vo.
B.2.l
"Á[t'~ovJ (47)
B.3.3
B¡..¡.vel.
B.5.8
~&Pt'\oov
..,
177
o'taoOV
6¡,,¡,v1)aov
179
B.l1.8
~Af..a& l.
B.12.2
e~&vve.
2) Optativo:
Y€VOI.O
Pi. Q.13. 26
l1taxoo1:'te
Q.14.l5
1. 1 .3
ve¡..¡.eaáaal.
B.9.2
60 C11't (e) •
3) otros casos:
Pi. Q.2.2 xeAa6nao¡J.ev
(futuro de indicativo o aoristo
de subjuntivo)
~.l
(sin verbo)
~.2.3-4 ~€pwv ¡"¡'€AO~ ~Pxo¡J.al.
(presente de indica
tivo) (48)
1:. 4 • 1
Xp'!Í ae (presente de indicativo)
!.1.5-7
6¡J.Vo~
dpIJ.a'tal. • • •
de indicativo)
!.8
(sin verbo)
(presente
936
<&ñoo~al.
(.futuro de indicativo)
¡;E"'~W (futuro de indicativo)
(sin verbo)
d~'Ppava~
(aoristo de indicativo)
yvWOT}1. (futuro de indicativo)
(¿sin verbo?)
B.7
B.lO
(¿sin verbo?)
B.14B
(¿sin verbo?).
Como era de esperar, tanto en Baqu!lides como en P!ndaro
predomina el imperativo(49 ). No obstante, en Baqu!lides son com
parativamente abundantes las "Invocaciones
Po~ticas"
en que fal
ta la petici6n y, en general, cualquier verbo que no forme parte
de la predicaci6n. Los tres ejemplos (7, 10, l4B) son del mismo
tipo: lo que se dice en general en la "Invocaci6n Poética" se
aplica inmediatamente después al caso concreto del vencedor
(7.10-11, 10.9, l4B.7). El optativo tiene mucho menos uso,
puesto que, como más adelante estudiaremos, suele quedar re
servado para las "Plegarias para el Futuro". As!, de los cua
tro pasajes señalados, en Q.13.26 el optativo pertenece más
bien a la "Plegaria para el Futuro" que va unida en este texto
a la "Invocaci6n
Po~tica"
propiamente dicha; en cuanto a 1.1,
ya hemos advertido que su "Invocaci6n
Po~tican
no sigue los
patrones corrientes; en cambio, B.9.2, como Pi. 0.14.15, es
un caso claro de optativo usado en una "Invocaci6n
Po~tican.
Un ejemplo dudoso es !.11.10; nosotros hemos leído, siguiendo
la conjetura de Dissen que aceptan Snell, Bowra, Bury y Turyn
entre otros, nEpaoaC
VLV
,y, por tanto, lo hemos incluido
entre los imperativos; sin embargo, la lecci6n de los manus
I
937
critos, que siguen Puech y Farnell, es un optativo,
o6v •••
,
nEpaoa~
Si fuera buena esta última lectura, tendríamos un caso
semejante a 0.13, con una "Plegaria para el Futuro fl dentro de
una
Invocaci6n Poética", pues el poeta pide que Aristágoras
pueda desempeñar con éxito su cargo(5 0 ).
ti
otro aspecto que concierne al uso del imperativo en las
invocaciones es la adopci6n del tema de presente o del tema
de aoristo, problema discutido del que tenemos una buena expo
sici6n en el citado libro de Bakker(51 ).
Presente.
Píndaro.
divinidad menor
dios olímpico
0.5.3 (Oamarina)
0.13.28 (Zeus; pero es al
0.10.1 (en general)
mismo tiempo "Plegaria
0.10.5 (Musa y Ver
para el Futuro ti )
dad)
0.12.2 (Fortuna)
2.14.5 (Gracias)
2.14.15 (Gracias1
P.8.5 (Oalma)
~.11.3
(hijas de
Oadmo)
,li.3.9 (Musa)
N.3.10 (Musa)
N.5.3 (canto)
N.9.3 (Musas)
Baquílides.
3.3 (Olío)
11.8 (Victoria)
12.2 (Olío).
938
Aoristo.
Píndaro.
divinidad menor
dios olímpico
2.8.10 (Olimpia)
2.4-.9 (Zeus)
2.14-.21 (Eco)
2.13.29 (Zeus)
P.l.59 (Musa)
~.12.5
(Acragante)
!.3.3 (Musa)
!.7.2 (Ilitia)
N.ll.3 (Hestia)
!.ll.lO (Hestia)
1.1.6 (Delos)
Baquílides.
2.1 (Fama)
5.177 (Calíope)
5.179 (Cal!ope).
En
B.5.8 (Hier6n) se usa también el tema de aoristo.
Es muy semejante el número de pasajes en que se usa el
presente y el aoristo. Las "Invocaciones Poéticas ll dirigidas
a divinidades menores predominan con mucho sobre las dirigidas
a dioses olímpicos. Los dos únicos ejemplos en que el poeta
invoca a un olímpico (Zeus) son pindáricos y en ambos se usa
el aoristo ( ol~a~); 2.13.28, donde se emplea el presente
&n
.&1JV& , es más bien una "Plegaria para el Futuro". En dos tlIn_
vocaciones Poéticas" dirigidas a divinidades no olimpicas pero
de gran contenido religioso (!.7 y N.ll), Píndaro emplea el
aoristo, pero el presente en
~.8,
también de gran contenido
religioso. En Baquílides no se observa
el uso del presente o el aoristo
KA&Ot
; 5.176ss.
(c~.
di~erencia
3.3
~~V&~,
alguna entre
yA1JXÚOWPE
AE1JXWAEV& KaA~~óna ••• ~~v~oov ).
939
Hamilton(52) estudia también los casos en que el perso
naje invocado tiene un papel "activo" ("canta", "acude", trvell"
etc.), y aquéllos otros en que su papel es "pasivo" (trrecibe",
"escucha", etc.). Mientras que en Píndaro la repartici6n es
muy equilibrada, en Baquílides predominan los casos en que el
personaje invocado desempeña un papel "activo": «[t'~O\lJ
6¡J.\lEL
E~{}U\le
(3.3), «&Plloo\l
(5.8), o"Caoo\l
(12.2), frente a
(5.177), 6¡J.\lll00\l
(2.1),
(5.179),
~"''''a&1. (11.8) (53) •
Por último, en algunas
11
Invocaciones Poéticas ll de píndaro,
no de Baquílides, al menos en nuestro actual conocimiento del
texto(54 ), la petici6n es reforzada por un verbo que significa
"suplicar" en primera persona: ",Coao¡J.al.
XOllaL
v.
(0.14.5), al"CÉw (P.12.1) (55).
(0.12.1, N.3.1), e~
-
-
Combinaciones.
Es frecuente que la "Invocaci6n Poética f1 vaya combinada,
inseparablemente unida, a otros elementos estructurales del
epinicio.
"Tarea del Poeta".- Pi. 2.2, 4, 10, 14; E,.l, ._2, quizá 4;
!.1,3,9, quizá 10; 1.1; B.5 (vv.176ss.), 9, 11, 12(56). Men
ci6n especial merece B.5.176ss., el dnico ejemplo conocido en
que la uInvocaci6n Poética" es al mismo tiempo "f6rmula de
ruptura"~57) •
"Menci6n Compleja".- Es el caso más frecuente: el poeta pide
al personaje invocado que acoja o cante al vencedor, indicán
dose también otros datos de la victoria. Ocurre en Pi. 2. 4 , 5,
10, 13, 14; E,.4, 8, 12; E.l, 7, 9, 11; B.3, 7, 11; en B.9 va
unida s610 a MOa ("Menci6n de la Patria" y "Menci6n del Lugar-).
940
No incluímos aquellos casos en que la "Menci6n Compleja"
sigue inmediatamente a la "Invocaci6n Poética n, pero aún po
demos establecer una pequeña separaci6n entre ambos elementos;
cf. Pi.
~.2, ~.ll,
!.5, B.2 (estos dos últimos casos muy se
mejantes, con el "motivo del anuncio,,(5 8 )).
"Gnome".- Pi. Q.4, 8; !:.l (vv.58ss.);
!.3, 7; 1,.1. 8610 conta
mos con ejemplos pindáricos; como veremos, Baqu!lides tiende
a presentar las sentencias en grandes bloques más que a inter
calarlas dentro de o entre otros elementos de la oda.
En cuanto al uso que hace P:índaro de las gn5'mai dentro de
la "Invocaci6n Poética", es notable que las emplee para divi
dirla en dos partes. En
Q.4 Y Q.8 inmediatamente después de
la sentencia hallamos un segundo vocativo, tras el cual se
encuentra la petici6n en imperativo. Así, en ambas invocacio
nes la estructura es muy semejante:
a) vocativo: ZEÜ
O(,A.u~nCa
/
y~p
b) predicaci6n:
/
tva
c) gnome:
Q.4.4-5
2.8.8
~ECVWV
o'
~
~oavav
au~
~vE~aL
oE
E~ npaoaóv~wv
, eK
npo~
J.
'lo'
ayyEALav
t
XáPLV
,
nO~L
E(,oE~Ca~
- "
yA.UKELaV
EOA.OL •
&vopwv
A.L~at~·
d) nuevo vocativo, perifrástico:
a; K póvou na!
&A.A.' a; rrC C1a~ • • • ~A.ao~
&A.A.'
e) imperat i vo : olc;a L
/
f) nueva explicaci6n:
yáp
En ~.1.58ss. y
rativos:
O€c;aL
/
~o
L.
!.3 la sentencia separa los diversos impe
941
a) vocativo:
Mot'aa
b) imperativo:
ili 1tó'tvl.a Notaa
/
1tC~EO
/
txeo.
-
En N.3, cuya "Invocaci6n Poética" es mucho más larga, te
nemos además un verbo de súplica (
hCaao~al.
) y una frase ex
,
plicativa introducida por yap •
c) Gnome:
~.1.59
xáp~a &' 06x &hhó'tpl.ov vl.xa~opCa 1ta'tÉpo~
&e~hovl.xCa
a'te~ávwv
&E
~áhl.a'tt
&pe'tav 'tE
d) nuevo imperativo: lpe~~w~ev
&ol.&av
&e~l.w'tá'tav
~l.hEtt
&na&óv·
/
En N.3 hay además un segundo vocativo.
En ~.7 la sentencia (vv.5-6):
&vanvÉo~Ev &' OÚx a1tav'te~ lnl taa·
separa las dos partes de la predicaci6n:
!1vEU aÉ.&Ev • • • auv
&E 't Cv •••
En l..l, cuya "Invocaci6n Poética" es anormal, la senten
cia se formula en forma de pregunta (v.5):
'te
~Ch'tEPOV
xe&vwv 'toxÉwv
&ya.&ot'~;
"Loa de la Patria lf . - Es relativamente frecuente la menci6n de
la patria en la ffInvocaci6n Poética" (no debemos olvidar que
muchas invocaciones de Pindaro, no de Baquílides, se dirigen
a la propia patria del vencedor o a la ninfa ep6nima), pero ya
son menos los casos en que podemos hablar de "Loa de la Patria"
propiamente dicha; incluso algunas veces es dudoso si se puede
considerar una alabanm en toda regla lo que se dice de la pa
tria(59).
942
Parece que hay "Loa de la Patria" en las "Invocaciones
Poéticas" de Pi.
~.2,
f.12 (en ambos casos el personaje invo
cado es la ciudad patria) y !.lO (el poeta invoca a las Gra
cias)(60); bastante más dudosos son los casos de !.l, !e3(61)
y N.9 (en estas tres odas hallamos posteriormente una "Loa de
la Patria" más larga: !.1.13-l8, N.3.l2-l4 Y 64ss., !.9.23-33).
En
Baqu11ides contamos con dos ejemplos posibles: 3 y
14B (Hamilton también señala el epinicio 12, más dudoso). Para
Hamilton el primer pasaje es claro(62), mientras que el segundo
lo deja entre paréntesis. No obstante, para nosotros se trata
de dos casos dudosos, como !.l, !.3 y!.9_ No vemos, en efecto,
gran diferencia entre la posible alabanza que se hace de Sira
cusa en B.3:
'APLcr~o[KJápnou ¿LKe~Ca~
Kploucrav
~[á]~a~pa tocr~l~avóv ~E
Koúpav
6~VEL,
•••
y~uKú&wpe K~eo!,
y la que se hace de Egina en !.3:
"(\'
~,
nO~VLa
MOLaa,
~&v no~u~lvav
t'Keo
~wp'&a
fv
.,
~a~ep
L
3.
~~e~~pa,
,
~Lcrao~aL,
fepo~~v'a Ne~eá&L
•
vacrov AtyLvav·
o de Etna en !.9 (que Hamilton ni siquiera señala entre parén
tesis):
Kw~áao~Ev
nap'
'Anó~~wvo~ tL'KUWVÓ~e,
Mo!craL,
~av veoK~'cr~av f~ At~vav, ~v~t &vanen~a~€vaL
~ECVWV vevCKav~aL ~úpaL,
La diferencia está en que no hay una posterior "Loa de la
Patria" en B.3 (de l4B nada podemos saber).
"Loa del Vencedor".- Es mucho menos habitual. En Píndaro pode
943
mos citar Q.5.4ss., Q.14.22ss. y li.9.4-5, si bien en los dos
últimos casos es dudoso si la "Loa del Vencedor" pertenece
enteramente a la "Invocaci6n Poética" o s6lo están estrecha...
mente unidas pero sin llegar a ser lo mismo(63).
Por lo que respecta a Baquílides, en 3.5-8 encontramos
un caso muy semejante a H.9, donde hay una frase explicativa
introducida por yáp que dudamos en incluir o no dentro de la
"Invocaci6n Poética" propiamente dicha(64). En B.3 hay pos
teriormente "Loa del Vencedor" en los vv.9ss., 63ss., 92ss.
La especial invocaci6n al vencedor en la Oda 5 es, en
cierto modo, también "Loa del Vencedor 11 • No obstante, más
clara "Loa del Vencedor" tenemos luego en los vv.3lss. y
19-5ss.
Por último, señalemos que Hamilton(65) indica "Loa del
Vencedor" en la "Invocaci6n Poética ll de B.ll; pero la "Loa
del Vencedor" comienza en los vv.15ss., tras la IIMenci6n
Compleja" •
"otras Loas ll . - Son igualmente poco frecuentes en la "Invoca
ci6n Poética" y plantean problemas parecidos a los del apar
tado anterior. En Píndaro podemos indicar
~.1.58ss.
(Din6me
nes, el hijo del vencedor) y H.ll (los compañeros de Aris
tágoras).
Un posible ejemplo de Baquílides es la invocaci6n ini
cial de l4B, con alabanza de la familia del vencedor.
"Plegaria para el Futuro".- Aparece unida a la "Invocaci6n
Poética" en Pi. Q.13.24ss., como se ha señalado repetidas ve
ces. En H.ll la invocaci6n acaba con el deseo de un buen desem
peño de su cargo para el nuevo prítane, y es, por tanto, tam
bién "Plegaria para el Futuro", tanto si leemos 1tepaaO:L con
Dissen como si preferimos seguir la lecci6n ~ep~aO:L de los
c6dices. También puede considerarse al mismo tiempo "Plegaria
para el Futuro" la "Invocaci6n Poética" de 0.12:
A'aao~O:L, ~o:t Z~vo~ 'EAEU~EP'OU,
'I~€PO:V E¿pua~Evl' ~~~L~ÓAEL, aw~eLpo:
T6XO:.
Ningún ejemplo hemos hallado en Baquilides, en quien es
casean las "Plegarias para el Futuro".
•
94-5
NOTAS
A "INVOCACION poETICAII
(1) Hamilton (p.17) generaliza otra vez en exceso al afirmar ,
sin restricci6n alguna, que la "Invocaci6n Poética ll "occurs
in the opening of an ode"; asi es en la mayoria de los casos,
pero hay excepciones, como tendremos ocasi6n de comprobar.
(2) También Thummer habla de "prooimion", que él incluye entre
las "partes predominantemente decorativas del epinicio". En un
trabajo reciente, A. Lenz (Das Protlm des frUhen griechischen
~OSt Bonn 1980, p.252, n.2) advierte que, aunque es costumbre
empIear el término "proemio" para designar el comienzo de los
epinicios pind&ricos (precisamente es Pindaro el primer ~oeta
en que la palabra está documentada con este sentido, segun
afirma H. KOller, "Das kitharodische Prooimion. Eine form
geschichtliche Untersuchung", Philologus e 1956, pp.159-206;
véanse las pp.187ss., donde se refiere a tres pasajes pindá
ricos, P.l.4-, P.7.2, N.2.3), no es conveniente usarlo, al me
nos mientras no quede-oien fijado hasta qué punto es compara
ble con lo que llamamos "proemio" en las obras de Homero o
Hesiodo. Lenz prefiere hablar simplemente de ItEinglinge", pues
presentan una diversidad grande de forma y contenido. Preci
samente J. Danielewicz, "Regu~y rozpoczynania tekstu w melice
greckiej" (ltLas reglas del comienzo del texto en la poesia
mélica griega rt ) , Eos LXVIII 1980, pp.4l-50 (en polaco, con
un breve resumen ~inglés), insiste en que los comienzos de
los poemas de la lirica arcaica no son simplemente imitaci6n
de los proemios épicos.
Garcia L6pez llama "prooimia" a los poemas más breves
(susceptibles, según su teor1a, de ser posteriormente encua
drados en una composici6n más extensa o bien formar por si
solos un poema; cf. p.399) y "preludios" a la introducci6n
de los más extensos.
(3) Con respecto al estudio de Hamilton, debemos hacer las
siguientes precisiones. En primer lugar) no incluimos 0.3,
donde Hamilton piensa que hay IIInvocacion Poética" imp!'i
cada (cf. el "código" en la p.90); no obstante, no la cita
en el cuadro de la p.19 (cf. p.23, n.24-). En todo caso, no
se trata de una "InvocaciOn Poética" propiamente dicha, co
mo tampoco lo es N.4.ll, que Hamilton cita en la p.20, pero
s6lo entre interrogantes en el "c6digo" de la oda (p.9l y
p.96) n.l03). si eontamos 0.12.lss., en atención a su po
sicion y a los elementos hImnicos que presenta, aunque la
petici6n no concierne al canto, sino a la patria del ven
cedor, lo que la acerca a una "Plegaria para el Futuro"
(~. Hamilton, p.24-, n.29).
(4) Cf. M. D5nt, "Zur l4.olympischen Ode Pindars", RhM
CXXVY-1983, pp.126-l35, cuyo prop6sito es precisamente
demostrar que ttdie hymnischen Strulttur in der ganzen Ode
durchlaufend vorhanden ist" (p.126). El articulo es un de
tenido y acertado estudio de los elementos himnicos del
I
epinicio; cf. ya Gianotti, pp.7lss.: ti • • • 0.14, l' ode com
posta per Ir giovenetto Asopico di Orcomeno-e che si pu~ a
buon diritto definere un inno alle Cariti" (p.7l; véase la
bibliografía de la nota 11;).
(5) Newman (Reseña, p.42l) critica a Hamilton que cite N.5 al
hablar de las "Invocaciones Poéticas" en la n.25 de la p.23,
y en cambio no lo indique en el "c6digo" de la p.9l; debe de
tratarse de un descuido de Hamilton, ya que la existencia de
una "Invocaci6n Poética" al comienzo del poema sí se señala
en la segunda codificaci6n del epinicio (p.99).
(6) Es muy probable que la Oda 1 comenzara con una "Invocaci6n
Poética", de acuerdo con la-reconstrucci6n de Maas.
(7) Para Hamilton (pp.lOl y 102, n.lO) hay quizá tlInvocaci6n
Poética lf implicada en el comienzo de la Oda 4; cf. el ya ci
tado caso de Pi. 0.3.
---
(8) Véase nuestro capítUlO dedicado al "Mito lf , pp.888-889.
(9) P.8l.
(10) PP.276ss.; cf. también pp.286ss., sobre
sobre P.l.
-
~.8,
y pp.336-337,
(11) Cf. Schadewaldt, p.276, n.3; Lasso de la Vega, "La Séptima
Nemea-:-•• tI, pp.90-9l y 128, con n.160, Thummer, I 73, n.49
(a prop6sito de P.8), y sobre todo I 109, n.95, aunque el autor
austriaco, al coñsiderar el proemio una "parte predominante
mente decorativa" niegue la existencia de tal significado re
ligioso: í'wir glauben nicht, dass man das Prooimion allgemein
und dieses im besonderen (está hablando de N.7) ••• als ein
Zeignis der Religiosit§t Pindars deuten dar!".
(12) Q!. SChadewaldt, pp.336-33?; Gianotti, pp.54ss. y l23ss.
(13) Notamos las siguientes diferencias con respecto a Hamil
ton. En 0.4 el dios invocado es Zeus y no lo incluimos en el
apartado-"lugar", aunque sea el dios de los juegos y de la
patria del vencedor (cf. Hamilton, pp.19 y 23, n.25; véase
también Schadewaldt, p.269, n.3). Para nosotros, en 0.14.20
Ec...o es II personificaci6n" y no "Musa ll , y a la inversa-en P.l.l
cpóP/J.l.y!; es "Musa" y no "personificaci6n"j cf. Hamilton,-p.23,
n.25; véase Gianotti, p.124, n.122. Con mas-audas hemos colo
cado aparte las divinidades menores: P.ll (hijas de Cadmo;
Hamilton, p.19 "simple occurence"), W.7 (Ilitia) e I.5 (Tia);
Hamilton (p.20~ considera las dos últimas "abstracciones".
(14) Preferimos hablar de "personificaciones" en lugar de
"abstracciones", como hace Hamilton (~. p.19), dada la exis
tencia de un culto a estos personajes. As!, por ejemplo, para
"Fama" de B.2 y 10, cf. Plu. Cam.30.3 y Paus.l.17.l; véase
o. Kern, Die Religio~der Grieehen, Berlin 1938, III 79-80;
u. von Wilamowitz-Moe11endorff, Der Glaube der Hellenen, reimpr.
947
Darmstadt 1973, I l7ss.; J. nberg, arte "Pheme" en Roscher
III.2 (años 1902-1909), col.2292-2293; Voigt, arte ItPheme" en
R.E. XIX.2 (año 1938), col.1954-l955; L. Deubner arte "Per
SOñifikationen" en Roscher III.2 (años 1902-l909~, col.2068
2169- F. Sttsssl, arte fipersonifikationen" en R.E. XIX.l (año
1937~, col.l042-l058. Bowra (Pindar, indice de-ra p.430) ha
bla de ItAbstractions personified".
(15) Cf. o. Falter, Der Dichter und sein Gott bei den Grie
chen üñd R6mern, WUrzburg 1934, p.29 (sobre Plndaro); J. Du
chemin, Pindare, po~te et pro~h~te, pp.54ss.; Rosado Fernan
des, O tema das Gracas pp.lB -196 (sobre Baquilides) y
196-225 (sobre pindaro~; en p.197 leemos: "Com as Musas for
marao elas uma uniao indestructivel por cujo favor o poeta
se torna imortal"; Gianotti, pp.4lss., sobre todo 6Bss. (p.
48: "in questi versi la presenza delle Cariti, che svolgono
la stessa funzione che altra volta abbiamo vista pro~ria
delle Muse ••• "; cf. también la n.2l de esa misma pagina);
más general, aunque-también alude a este tema es Balasch 3,
pp.375ss.; también Fernández-Galiano, ad 0.14.12, p.332. So
bre una posible diferencia entre el papel-de las Musas y el
de las Gracias, véase nuestro comentario a B.5, n.22.
(16) Se ha hecho notar que, mientras Pindaro suele invocar
a la "Musa" en general (en N.9 en plural), Baquilides pre
fiere dirigirse a una de elras en particular, y en dos oca
siones (quizá también en la Oda 13) a Cl1o, cuya etimologia
tan bien acuerda con la esenCIa del epinicio; cf. Maehler,
II 259-260, ad 13.1-12, y E. Barmeyer, Die Museñ, Munich
1968, pp.113=r16.
(17) Véase nuestro comentario al epinicio 5, p.253.
(lB) Cf. Schadewaldt, p.27l, n.3; A. KBhnken, "Hieron und
Deinomenes in Pindars erstem Pythischen Gedicht", Hermes
XVIIIC 1970, pp.1-13, sobre todo 2ss.
(19) P.94, n.49.
(20) Para el himno en general y sus rasgos formales en parti
cular, véase Norden, Agnostos Theos, pp.143-l76; V. Langholf,
Die Gebete bei Euripides und die zeitliche Folge der Tragtsdien,
Gtsttingen 1971, sobre todo PP.5l-65, con buena bib1iograf'ia;
H. Meyer, aymnischen Stilelemente in der frUhgriechischen Dich
¡uni' vrurzburg 1933; Dtsnt, arte cit. en n.4. Véase también
• eyssner, Gottesvorstellun~ und Lebenaui'fassung im §rie
chischen H~US, Sttutgart 19 2; E. von Severus, arte 'Gebet"
en RAO VIII afio 1972) col.1134-l25B; WtInsch, arte nHymnos"
en R:!. IX.l (año 19l4~ col.14o-lB3. Sobre la estructura del
"pr'O"eiñio citar6dico", v¿ase Koller, arte cit. en la n.2, pp.
175-176.
(21) gf. NOrden, Agnostos Theos, pp.150, n.l, 154, 165, n.2.
(22) P.276, n.l.
948
(23) pp.9l-92.
(24) P.26.
(25) Op. cit. en n.20, pp.5lss.
(26) Pero la invocación continúa luego; véase el apartado d).
(27) As! leen Bowra, Puech, Gildersleeve, Fernández-Galiano
""
.....< otros ma
aAAa
Kpovov, seó~
nuscritos.
y otros; Snell-Maeh1er y Turyn
(28)
21.
nuestro comentario a B.ll, pp.647-648.
(29) Bow.ra; Snell-Maehler colocan coma tras
Kp€OV~L.
(30) Sintaxis griega, Madrid 1968, I 339ss., sobre todo 341.
(31) Véase lo que decimos a propósito de los adjetivos que
acompañan al vocativo en las "Plegarias para el Futuro".
(32)
21.
Dornseiff, pp.89ss., sobre todo 91-92.
(33) Véase nuestro comentario a la invocación inicial de B.ll;
también Greengard, pp.54ss.
(34)
21.
Greengard, p.29.
(35) Para la enumeraci6n de las hijas tras la mención general,
Pi. Q.14.3-4 Y l3ss.
~.
(36) P.115.
(37) Agnostos Theos, pp.143-l63.
(38) Ibid., pp.163-l66.
(39) Ibid., pp.166-l68.
(40) Ibid., pp.168-l76.
(41) Cf. D5nt, arte cit. en n.4, pp.127 y l29¡ Gianotti, p.73.
(42) E. des Places, oR. cit. en ~ 6, n.20, pp.55-56; casi to
dos los ejemplos que cita son de proemios. Véase tambi~n C. J.
Ruijgh, Autour de I1TE é~iqUen, Amsterdam 1971, pp.296ss.; P.
Monteil, La phrase rela ive, pp.lOlss., sobre todo 119-120.
(43) P.115.
(44) Incluimos el caso de Pi. 0.14, cosa que no hace Hamilton
(p.119, n.19)¡ para diferencias de detalle con respecto a nues
tros datos, v&anse las pp.115 y 119, n.19.
(45) P. Philippson , Origini e forme del mito greco, trad. ita
949
liana Turin 1949, p.79; véase el capitulo "La genealogia como
forma mitica" (pp.39-82), donde estudia la Teogonia de Hesiodo.
(46) Sobre el Umotivo- ó€~(XI. ", véase Schadewaldt, pp.269 y 274.
(47) Q!. nuestro comentario al lugar.
(48) Sobre la posible perifrasis ~€pwv ••• ~pxo~aL , véase
E. Coseriu, "El aspecto verbal perifrástico en griego antiguo lJ
Aetas del III congreso español de estudios clásicos, Madrid
1968, III 93-116, sobre todo p.l06, donde cita un ejemplo
pindarico, N.7.69 (la traducci6n alemana de este articulo
puede leerse en Glotta LIII 1975, pp.1-25)¡ cf. también el
articulo de su disclpülo W. Dietrich, "Der periphrastische
Verbalaspekt im GriGchischen und Lateinischen", Glotta LI
1973, PP1 188-228 ( EPxo~aL + participio de presente en pp.
2l0ss.; EPxo~aL + participio de futuro en pp.2l7ss~).
(49) Sobre el imperativo en las plegarias, véase W. F. Bakker,
The ~eek imperative, Amsterdam 1966, pp.98-l27, sobre todo
110:1 5 para Plndaro. Recuérdese la censura de Protágoras al
primer verso de la Iliada en Arist. E2.l456b.
(50) Hamilton, en las tablas de las pp.19-20, indica también
los distintos modos verbales usados en las "Invocaciones Poé
ticas"; no obstante, nuestros datos muestran una serie de
discrepancias que es preciso notar. En primer lugar, Hamilton
incluye KEx'aólÍaollEv (0.2.2) entre los casos de imperativo.
Es cierto que t~EVPWIlEV (P.l.60) y Kw~áao~Ev (N.9.l) son
casos de subjuntivo-impera~ivo; pero, aun aceptando que KE
x'aólÍao~Ev
sea subjuntivo mejor que futuro de indicativo (lo
cual es imposible de determinar con exactitud como señala ya
Gildersleeve en su comentario al lugar, p.143~, seria más bien
un subjuntivo deliberativo, ya que la "Invocaci6n Poética" está
en forma de pregunta (cf. Fernández-Galiano, ad loc., p.137).
Por todo ello nosotrosnemos preferido incluir este pasaje en
el apartado "otros casos tl • Tampoco es exactamente un impera
tivo xP~ aE ••• a~allEv
de P.4.lss. (pero cf. Hamilton, p.24,
n.26). En cuanto a N.4.ll, ya aclaramos en ot'ro lugar que no
lo consideramos propiamente "Invocaci6n Poética"; Hamilton
coloca este pasaje entre los optativos.
(51) ºp. cit. en n.49, pp.llss. y 98ss.
(52) Tablas de pp.l9-20, con notas, especialmente p.24, n.26.
(53) También las Gracias desempeñan un papel activo en la invo
caci6n inicial del epinicio 9 ( ÓOC~~(E) , v.2), e igualmente
las Musas en la invocaci6n del epinicio 1, si leemos con Maas
LÓEÜP' t~E1 (v.3) y con Blass lvu~aCLvE~E ó' ü~vou~] (v.5).
Sobre el tema en general, véase J. Laager, arte ffEpik:lesis"
en RAC V (año 1962), col.577-599.
-
(54) Véase nuestro comentario a B.12.42.
950
(55) Cf. Corlu, Mots relatifs ~ l' id~e de ~ri~re; para la
distinci6n entre eUxo~al, y Xtaao~al" pp.3 5-326; entre
e~xo~a 1, y aC",tw , p.65; entre ACooo~a 1, y aC",tw
p .296. En
0.14.5 P1ndaro usa e~xo~al, en el caso en que esth más inte
resado en la petici6n: "Deux traits doivent ~tre soulign~s
(sobre e~xo~al,): l' affirmation est ~ la fois personnelle
et solennelle. L' affirmation a ceci de particuli~rement
grave que celui qui la formule parle de lui-m~me" (p.117).
Tambi~n parece ser más fuerte la petici6n con ACOOO~al,
( 'I~€pav e6pua&evÉ' &~~I,K6Ael, ,0~12.1-2; txeo ~wpC6a vaoov
~tyl,vav ••• !PXe ••• 6ÓKI,~OV 6~vov ,N.3.3ss.) que con al",~
(simplemente 6É~al, , P.12.1ss.). Por sü parte, W. J. Verde
nius (nPindar's TwelfTh Olympian Ode, A comment ary l1, en Zete
sise Album amicorum dood vrieden en colle a' s aan eboten aan
Prof. Dr. E. de tryeker, Amberes 1 73, p.
1ndica que con
ACaaO~al, se eXhorta a hacer un favor gratuito, mientras que
e~xo~al, implica un intercambio, el s~plicante recuerda al
dios los servicios prestados. Sobre eúxo~al, , v~ase reciente
mente H. Reynen, EnXeqSaLund seine Derivate bei Romer Bonn
1983; en particular sobre los verbos de süplica en Baquflides,
Kriegler, pp.143ss.
(56) En N.5 "Tarea del Poeta" (comparaci6n del poeta con el
escultor) precede a "Invocaci6n Po~tica", pero no forma pro
piamente parte de ella.
(57)
V~ase
nuestro comentario al pasaje.
(58) Cf. Schadewaldt, pp.274ss., así como nuestro comentario
al pasaje baquilideo.
(59) Sobre la "Loa de la Patria" en los proemios,
1 59ss.
Ef.
Thummer,
(60) Hamilton señala "Loa de la Patria" en el "c6digo ll de
!.10 y, entre par~ntesis, en el de P.2, no así en ~.12.
(61) Entre paréntesis lo indica Hamilton.
(62) Pero
2f.
p.l02, n.2.
(63) V~ase nuestro capítulo dedicado a la "Loa del Vencedor",
p.1099, n.3.
(64) Cf. tambi~n,B.12.4SS., donde pasamos, mediante frase ex
plicatIva con yap, de "Invocaci6n Po~tica" a "Loa de la Pa
tria"-"Tarea del Poeta".
(65) P.102, en el "c6digo".
ti
I~
I
I
I
'
951
PLEGARIA PARA EL FUTURO
- Hamilton, pp.17 y 20; Thummer, I 103-106; Bundy, pp.76-83 ;
Kambylis, Anreden forme n.
I. Generalidades y frecuencia.
A diferencia de la "Invocaci6n Poética", con la que tiene
bastantes rasgos formales comunes, en la "Plegaria para el Fu
turo" la petici6n no se refiere al presente, sino al futuro,
y abarca un campo más amplio que la "Invocaci6n Poética": de
seos para el vencedor, su familia, su patria o para el propio
poeta.
Esta concepci6n de la "Plegaria para el Futuro" (en la que
seguimos a Hamilton) comprende un área más restringida de la
que pretende abarcar Thummer cuando habla de "deseos" ("WUnsche")
en las páginas citadas. Tales restricciones se refieren sobre
todo a los "deseos para el poeta" (las peticiones para el ven
cedor, su familia o patria vienen a coincidir sustancialmente),
pues no incluimos aquellos casos en que el poeta pide una buena
acogida para su canto presente o el acierto en el mismo, que
estudiaremos en el capitulo "Tarea del Poeta"(l): 1.2.35-37,
1.4.43, 0.9.80, P.9.89, etc., asi como los pasajes que Thummer
r e c oge en su apartado "Bitte um gn~dige Aufnahme des Liedes ll (2) ,
que ya hemos tratado en el capitulo dedicado a la "Invocaci6n
Poética,,(3) •
Desgraciadamente, e l emp leo que Baquilides hace de la "Ple
garia para el Futuro" es d ific il de estudi ar , pues 8610 dispo
nemos de tres ejempl os s eguros (dos de ellos en la
~
5 y otro
952
en la 8) y un cuarto posible (12.42ss.) en todo el corpus de
los epinicios conservado; además, el hecho de que su ubicaci6n
en la oda sea más variada que la de la "Invocaci6n
Po~tica"
aumenta e s t a dificultad, porque en el caso de la IIInvocaci6n
Po~tica"
podemos al menos intuir a veces, por los escasos
resto s conservados de una parte del epinicio, especialmente
el comienzo, si aparecía o no en la oda, al ser su posici6n
mucho más fija. En compensación, el material que ofrece Pín
daro es bastante amplio, de modo que alguna conclusi6n sí po
dremos obtener.
En
veinticuatro de los cuarenta y cinco epinicios conser
vados de Píndaro hay "Plegaria para el Futuro" (53'3%)(4). Su
posic i6n dentro de la oda es variable y, a diferencia de lo
que ocurre con la "Invocaci6n
Po~tica",
es frecuente que haya
más de una "Plegaria para el Futuro" en un mismo epinicio (el
caso extremo es P .l , que tiene nada menos que cinco).
1) Odas sin mito. De diez, cuatro tienen "Plegaria para
el Futuro" (0.4, 5, 12; N. ll ), lo que representa un 4OC,,6 , por
centaje un poco más bajo que el de los epinicios sin mito con
"Invocaci6n
Po~tic a "
(50%).
2) Odas con mito. De treinta y cinco, hay "Plegaria para
el Futuro" en veinte: 57'1%, el mismo porcentaje que tenemos
en el caso de la "Invocaci6n Poética".
a) Con mit o central: dieciseis de veintisiete, 59'2%
(!lInvocaci6n Poética ll en quince de veintisiete), 0.1, 2, 6 ,
7, 8, 13; P.2, 5 , 8 , 10, 11; N.7, 8, 9; 1.1, 6.
b ) Con mi t o
perif~rico:
cuatro de ocho,
50% ("Invoca
ci6n Poé t ic a" e n c i nco de OChO), P.l, P.3, N.. IO, 1.7.
953
Aunque no podemos a segurarlo de un modo categ6rico, pare
ce que Baqu11ides hac e un uso bastante menor de la "Plegaria
para e l Futuro ll , como afirma Hamilton( 5) . De los quince epi
n ic i os conservados, no sabemos si t enían "Plegaria para el Fu
turo" 1, 7, 13, 14 Y 14B (e s probable que 1 no tuviera, si el
mito empez aba ya en la primera tríada, pues conservamos toda
la secci6n final; en 13 ocurre algo parecido, aunque en este
epinicio se han perdido diez versos cerca del final). Con se
guridad carecen de "Plegaria para el Futuro ll 2, 3, 4, 6, lO,
11 Y muy probablemente 9, aunque la sección final de esta
última oda está bastante deteriorada(6). En suma, podemos
asegurar que hay "Plegaria para el Futuro" en dos epinicios
de Baqu11ides: 5 (dos veces, versos 36 y 199-200) Y 8 (vv.26-32);
además, en la Oda 12 es muy posible que el catálogo de victo
rias de los vv.35ss. concluyera con la petición de un triunfo
en 01impia(7). Todo esto supone un porcentaje bajísimo, ya que,
aun suponiendo que hubiera IIPlegaria para el Futuro" en las
cinco odas en que no podemos saberlo, lo cual es prácticamente
imposible, apenas se llegaría al porcentaje de los epinicios
pindáricos (53' 39~) (8) •
De los tres epinicios de Baquílides con "Plegaria para
el Futuro ll , uno de e l l os, 5, ti ene un largo mito central,
mientras que 8 es probablemente una oda de mediana extensión
(32 versos) sin mit o, y 12 un poema más largo (69 versos) sin
mito, si bien pudiera haber un breve relato m1tico en alguna
de las partes perdidas. No hay "Pl egari a para el Futuro n en
otros largos epin ic ios con mito (3 , 9, 11), ni en la sección
final de 1 y quizá de 13; t amp oco en tres breves odas sin mito
954
(2, 4 Y 6) ni en la larga 10 (55 versos), también sin mito.
En conclusi6n , podemos decir que, en efecto, Baqul 1ides
hace un uso mucho menor de la "Plegaria para el Futuro ll que
píndaro, lo cual contrast a con el gran empleo de la "Invoca
ci6n Poética" en la apertura de s u s epinicios, frente a la ma
yor variedad de los proemios pindáricos. La diferencia pudiera
deberse en parte al mal estado del texto en muchas odas de Ba
quílides, pero no conviene olvidar que el final del poema es
el lugar más propio para la "Plegaria para el Futuro" y lo
conservamos en buena parte de ellos: 1, 2, 3, 4, 5, 6, S, 9
(con lagunas) , 10 (con lagunas ) , 11, 13; s610 5 y S acaban
con "Plegaria para el Futuro".
11. Personaje del que se hace depender el cumplimiento de
l a petic i ón.
Como estudi aremos al tratar la estructura de la "Plegaria
para el :Futuro" , puede contener o no una invocaci6n; es decir,
se pide al persona je invocado que cumpla la petición o se for
mula simplemente el deseo. A este respecto, podemos clasificar
las nPlegarias para el Futuro" del modo que sigue, según el per
sonaje del que se haga depender el cumplimiento del deseo formu
lado ( 9 ) :
1) Zeus: Fi . 0 .2.12ss., 0.5.17ss., 0 . 7 . S76S., 0.S.S4ss.,
....0 . 13 .248S.,
-
-
0.1 3.115 , F.l.29-30, -P.l.67ss., P.5.124, N.S.35ss.,
.....
N.9.2Ss s. , N.9 .53ss., N.I O.298s., B.5.199-200, B.S.26ss.(10 ) .
2) Otro dios mayor: 0.6.10368. (Posid6n), P.l.39-40 (Apo
10 ) , P. 5.118s s. (Crón idas), P o S.67ss. (Apolo), 1 .7.498s. (Apo
10) (11) .
•
955
3) eE ó~
o simil are s: 2. 1.108ss. (~EÓ~ ), 0 .4.12-13 ( ~EÓ~),
0.6. 1 018s . ( ~E Ó ~), 0.13.1 05-1 06 ( 6 aC~wv yEVÉ~~~O~ ), ~.1.56-57
( ~E Ó ~ ), P.3 . 11 0-111 ( ~E Ó~ ), P.IO.20ss. ( llt ~EWV ), No7 .89ss.
( ~ EÓ~) , 1.7.39ss. ( ~ 6' &~av á ~wv ••• ~~óvo~ ), B.5.36 ( ~EÓ~).
~EÓ~EV lpaC~av lta~wv
También P. ll .50,
, debe pertenecer a este
grupo mejor que al cuarto, así como P.8.67 (v.71), ~EWV 6' 5nLv I
~ ~ ~ovov at~Éw, S lVa plt E~,
u~E~Épa~~ ~ úxa ~~
•
4) Simple pet ici6n, sin expl i citar: 0.1.115-116, P.2.72,
f.2. 96, P.3.1ss.,
~.10.17ss.
(pero en el v.20 llt
~EWV
), l.l.
64S8., l.6.7s8.
Una variante especial y frecuente, en este apartado, está
formada por aquellos casos en que el s ujeto es "el tiempo":
0.6.97ss., 0.8.28-29 (cf. B.5.36, muy semejante, aunque con
~EÓ ~
en lugar de
Xpóvo~
), P.l.46, ll.7.67-68.
5) otros casos: 0.12.1-2 (Fortuna), f.3.77ss. ( Gran Madre),
P .8.98ss. (Egina), N.7.89ss. (Heracles), N.8.13ss. (taco), N.ll.9
(Hestia ) , l.6.16ss. (las Moiras).
Entre las "Plegarias para el Futuro" en que se invoca a un
di os mayor, sobresalen las que se dirigen a Zeus(12): en Píndaro tre
ce casos de dieciocho, y en Baquílides los dos únicos ejemplos(13).
De est os trece casos, en seis (Q .7.87, 0.13.26, N.8.35, N.9.31,
N. 9. 53 , N.IO.29) la invocaci6n va dirigida a ZEU ná~Ep
y en dos a
(14),
ZEU ~É~E~E (0.1 3 . 115 y P.l.67)(15), "el que lleva las
cosas a su fin", epíteto que tan bién se acuerda con la petici6n
del cumplimiento de un vot o (16) . De los cinco ejemplos restan
tes, dos carecen de invoc ac i 6n(17) :
lo ~ a
0.8.84-85
Epya
6'
ln '
~l~ o ~ OÓ ~ EV,
lo~ o ! ~
&~ ECa~
oE
vóoou~ &na~á~ltOL.
956
( Zeus menc ionado en el verso anterior)
"
E uxo~a
L
y P .5.124 :
-
) " O~v~nLa
VLV (
Zeus
___
~o u ~o
I
s:.'
uO~EV
L
y~pa~
"
EnL
,
Ba~~ov
L
•
.,.
,
y~vE L
mi entras que los tres que nos quedan (0 .2.12 w KpOVLE na
Q.5.17
EW~~P ~~LVE~ E~ ZEU , ~.1.29 ZEU ) present an tamb:é_
rasgo común,
y
es que la "Plegaria para el Futuro" aparece
forma de una elaborada invocaci6n, como las que encontram
las "Invocaciones Poéticas", de donde son más propias (18).
tipo de "Plegari a para el Futuro" elaborada e s, en c ambio,
cuando se invoca a ZEU
ná~Ep
o a
ZEU
~tAELE
, que s ueler
'!:"
....=
=
r ecer simplemente as1, sin más aditamentos, como s i por sí
las las palabras
ná~Ep y
~tAE
I.E tuvieran una fuer z a e spec:..=
y o.
en este context o de súplica (excepc i ones son 0 .7 . 87ss.
~.
24ss.).
Los dos solitarios ejemp los de Baqu11ides no no s
perc~
ten establecer una comparaci6n compl eta, pero si podemos
.~
tacar algún rasgo. En 5.199, sin invocaci6n, leemos(19)
~ou~ d ~ErLa~oná~wp
ZE~~ &KI.V~~OV~ lv E[p~V[~L ~vAáaaoL .
En este pasaje , en lugar del simple
Baqu11ides dice
~Erl.a~oná~wp
(sr.
ná~Ep
que emple a pin
&pl.a~oná~pa,
dich o de
-
mi s, en 11.106) , y en el otro caso ( 8 .26ss.) el poet a invoca
• En ambos ejemplos observamos de nue vo
tendenc i a de Baqu11ides a usar ep1tetos ornamentales (los .
son hapax), que IIhace n bonito", pero que quizá no sean t an
tados al contexto en que se encuentran como el simpl e
ná ~ E
o ~tAE I. E de P1ndaro (20 ) •
En otros cinco e jemplos, todos pindáricos, el poeta se
~
~~
5
~
957
-
dirige a un dio s olímp i co distinto de Zeus: en P.l.39-40, P.8.
-
67ss. e I.7.49ss. se invoc a a Apolo, y se trata siempre de una
invocaci ón más O menos elaborada ( 21) . En lo s dos primeros ca
sos , sendas Pít ic as , el poeta p i de al dios por el éxito de su
l abor poética (en P.l.39-40 f undamentalmente por la patria del
vencedor ) , mientras que en 1.7.49ss. l e ruega una victoria en
los juegos que él preside, los píticos. La invocación a Posi
dón en 0.6.103ss. está plenamente justificada, por cuantó se
pide al señor de los mares que conceda al vencedor una feliz
travesía en su viaje de vuelta a la patria , de ahí que se in
voque al dios como
nov~ó~E60v(22); de todas formas, pudiera
haber un doble sentido, con referencia a la "buena navegación"
por la vida(23). Por último, ningún significado especial pare
ce tener la invocación a los
KpovC6aL ~áxapE~ en P.5.118, don
de se suplica dicha en general para Arcesilao.
otras vece s no encontramos invocación, sino una simple
plegaria, con optativo de deseo o período hipotético (véase
más adelante el apartado dedicado a la estructura de la "Plega
ria para el Futuro"). De un total de veintitrés casos, en doce
de ello s aparece ~EÓ~ (24)
•
En siete pasajes, todos pindáricos, la plegaria es dirigi
da a una divinidad menor. En 2 .12.1-2 y N.ll.9 co incide con "In
vocación Poét ic a ll , en la que h ab i tualment e se invoca a una d i vi
nidad menor, no olímpica; también t ienen invocación P.8.98ss.,
a Egina, ninfa epónima de la patri a del vencedor, y N. 7.87ss.,
a Heracles, IIvec i n o" de S6genes y su familia. Carecen de ella
y tienen idént i ca estructura P .3.77ss. (25):
&\\'
ln€Ú~aO ~aL ~ ~v
Éywv l~É\w
958
Ma't pe, o o.•
lyw
e Io6.16s s. (26) :
KAW~W Kao~yvD'ta~
v€ vÉnw
6' ó~C~povov
'tE npoo
~onÉo%aL KAu~a¡~
Por último, un caso semejante a los dos últimos e s N. 8. 13s s . :
exÉ'ta~ ACaxoü OE~VWV yová~wv nÓAL ó ~ ~' ün~p ~CAa~
&o~wv ~'
Au6Cav
un Ep ~wv6' an~o~aL ~Épwv
~C~pav Kavax~6a nEnoLKLA~Évav,
III. Destinat ario de la pe t ici6n.
Thummer distingue cuatro tipos de "deseos" se gún el desti
natario de la petic i6n: para el vencedor, su familia, su patria
y para el propio poeta. A esta divisi6n nos acogeremos también
nos otros (naturalmente, en una misma "Plegaria para el Futuro"
pueden hacerse v ari as pet ic i ones)(2 7 ).
1) Petici6n para el vencedor. Es la más frecuente; se puede
pedir:
a) felic idad en general: 0.1 .115, 0.4.12, 0.5.17, 0.7.
87, 0.13.24, 0.13. 115, P.l.46, ~.1.56, P.l.67 (69) ( 28) ,P.2.72,
P.5.118, N.7.89 ( 94), B.5.199.
b) Nuevas v ictorias en certámenes atléticos: 0.1.108
(nuevas victorias Olímpicas),
~.50118
(124) (victoria en Olim
pia), N.IO.29 (vic tor i a en Olimpia), 1.1.64 (victorias en Del
fos y Olimpia), I.7.49 (victoria en Delfos), B.8.26 (victoria
en Olimp i a ).
c) Pet ic i ones de carácter particular: 0.6.97 (98) (que
Hier6n r eciba bené volo el cortejo de Hagesias) y 103 (feliz re
959
gre s o de l vencedor a s u patria), P.3. 1 (deseo irrealizable,
que QUir6n r e sucit ara y pudier a curar a Hier6n), P.3.77 (tam
b ién s úplic a por la curac i 6n de Hier 6n ) ( 29), li. 7.89 (que s6
gene s cont inúe habitando l a cas a de s us mayores), N.ll.9 (que
Arist ágor as desempeñe con éxito su magistratura).
Notemos s610 que los dos únic os c asos de "Plegaria para
el Futuro" en que se formula una pet i c i6n para el vencedor
en el grupo de las ístmicas, en ambos se pide la victoria
en otros juegos de mayor importancia (cf. I.6.7 en el aparta
do 3) .
2 ) Petici6n para la patria.
a) Dicha en general: 0.5.17, 0.6.101, Q.8.28, 0.8.84,
0.12.1, 0.13.24, P.l.39, P.l.67, N.8.13, N.9.28 (29).
b ) Peticiones especificas: P.l.67 (71) y N.9.28 (que
los cartagineses permanezcan tranquilos en su patria y no en
tren en guerra con los griegos), P.8.98 (que Egina siga siendo
libre) •
3 ) Petici6n para la familia del vencedor.
a) Dicha en general: 0.6.97 ( 30
. ) ,0.7.87 (92), 0.8.84,
67 ,
~.10.17,
~.8
N. 7 . 89 (100), I.6.16, B.5.36.
b ) Nuevas victorias en j uegos deportivos: 0.13.105,
P.5.124, I.6.7 (en los tres casos se piden victorias olfmpi
cas ) ; probablemente también B.12.42ss. ( 31 ) •
c) Petici6n especifica : Q.2.12 (que los descendientes
de Ter6n sigan manten i endo como herencia Acragante).
4) Petici6n para el prop io poeta. El poeta (o el "yo coral")
puede rogar éxito en s u actividad poét ica o bien dicha en otros
aspectos de su v i d a; a vece s es dificil distinguir entre una u
960
otra c osa . A otros aspectos de su vida se
refie ren~ •
•é
•
P.2 .96(32) , P. 3.ll 0 , P.8.67(33), P . ll.5 0 , N.8. 35 , I • . 39. -
cambio, l a ac tividad poética parece predominar en 2. 1.1_'
0.6. 103 , 2 .7. 87 , 0.1 3.24, 0.1 3 . 115, P.l.39 (34 ) , N.7.67, _
De l a s cuatro "Plegarias para el Futuro" conser vadas ::
Baquilides , en dos se p i den bienes p ara el vencedor (5. 9J '
8.26), en otra para éste y su familia (5.36), y en la
cua-~~
(si es que hay una cuarta) probablemente para la f am ilia
_~.
4 2) . No h ay peticiones para el poeta y quizá t amp oco para
_E
patri a, con la duda de 12. 4 2.
IV . Posici6n.
La p os ic i 6n de la "Plegaria para el Futuro" es mucho
re _
nos fija que la de la "Invocaci6n Poética", pero aún es po ::.
ble ob s ervar una serie de tendencias, cuando no reglas, que
se cumpl en con c asi t ot al regularidad. Hamilt on( 35) nota _
al contrario que la "Invocaci6n Poética", la "Plegaria paré.
el Futuro" no aparece al principio de la oda (excepc iones
Q.12, P.3 y también N.ll) Y en cambio es frecuente al f in~
este último hecho lo destaca también Thummer (3 6 ), haci~nd
se eco de unas palabras de van Groningen(37) :
rI
•
••
on cons
te ici une tendance, toute naturelle, A donner au dernier
ment un accent particulier d' intensité. Au
d~ but
d~sir
de
~_
b~t ir
le 'splendi de fron von' correspond celui de terminer p
une phrase
~
marquable,
pr i~re,
a
~
gr and effet, sentence, proverbe, express i on re
n ote personnelle".
El propio Thummer ( 3 8 ) señala que los "deseos", aunque n ~
están directamente subordinados a la laudatio, si son, sin e_
961
bargo, una parte esencial de ella. En e fec to, muy a menudo van
unido s a el la, i ntroduciéndola, inter rump iéndola o culminándo
la.
Tr ate mos todos est os punto s con det alle, en cada caso con
cret o , p ara lo cual es conveniente c lasif i c ar las odas según
su particul ar e structura.
1) Odas con mito.
a) Odas con mito central.
La "Plegaria para el Futuro" puede encontrarse en la
s ecci6n inicial o, más a menudo, en la secci6n final.
Si se encuentra en la secci6n inicial, con la excepci6n
de
0.13.2~ss.
siempre se piden bienes para la familia o la pa
tria del vencedor, nunca para el propio vencedor o para el poe
ta. Suele aparecer la "Plegaria para el Futuro " hacia la mitad
de l a secci6n, nunca al principio y hacia e l final solamente en
0.8.28-29, donde es un paréntesis que i nterrumpe la "Loa de la
Patria " , que a su vez enlaza directamente con el mito (referido
a Eac o y, por tanto, al mismo tiempo "Loa de la Patria").
La IIPlegaria para el Futuro 11, en la secci6n inicial, cul
mina l as alabanzas de la familia o de la patria, según sea la
petic i6n para una o para otra. La petici6n de bienes para la
fam ilia culmina su alabanza en 0.2.l2ss. (l oa de los antepa
sados de Ter6n), P.lO.1 7ss . (l oa del ve nc edor y su padre),
I.6.7ss. (catálogo de vi ctorias de la e stirpe d e Lamp6n, pa
dre de l vencedor, que termina con e l deseo de una victoria
olimpic a ) , I.6.l6ss. (dese os de felicidad para Lamp6n, tras
al abarle) y B.5.36, donde la alabanza de los hijos de Din6me
nes concluye con el de se o de que su buena suerte continúe ( E~
962
Pet ici6n de biene s para la patria encontramos en el ya
comentad o pasaje 0. 8.28-29 y en N.8.13s8.: la "Plegaria para
el Futur o " ( unida a "Tarea del Poeta") sigue a un "Ejempl o Mí
tico ll (= "Loa de la Patria"), en el que se relata el nacimien
to de laca . En 0.13.24ss. la "Plegaria para el Futuro " ( con
deseos para el prop i o poeta, el vencedor y su patri a ) sirve
de pivote para pasar de la "Loa de la Patria ll a la IlLoa de l
vencedor t,(3 9 ); t ambi~n en este caso ocupa la parte central de
la secci6n.
Asi pues, se puede ob servar que la "Ple garia para el Fu
turo" no aparece aislada e n la secci6n inicial, sino siempre
unida a una alabanza, de la que, como se ha dicho, es una par
te esencial. El único ejempl o baquilideo (5.36) no presenta
ninguna caracterist ic a diferencial, de modo que el us o que
hace Baquilides de la "Plegaria para el Futuro" en la secc i 6n
primera de las odas con mito central es el mismo que hace pin
daro , aunque un caso aislado sea demasiado poco para deducir
ninguna conclusi6n definitiva.
Tambi~n
se puede observar que únicamente en I.6 hay más
de una "Plegaria para el Futuro" en l a secci6n inicial de una
misma oda, lo cual es , en cambio, un hecho relativamente fre
cuente en la sec ci6n final.
El número de "Plegarias para el Futuro" que encontramos
en la secci6n final es, en efecto, bastante mayor
que el de
la secci6n inicial , y , por tanto, su disposici6n más compli
cada. Las pet iciones son asimismo más variadas: para el ven
cedor, su familia, su patria o para el poeta.
963
La "Plegaria p ara el Futuro 11 puede ub icarse al princi
pio, en medio o al final de la se cc i 6n. Son pocos los casos
en que s i gue inmediatament e al mit o, al comienzo de la se cci6n,
y presentan rasgos comunes perfectamente distinguibles. En
P.8.67ss. (petic i6n para el p oeta y para la familia del ven
cedor) y N. 9 .28ss. (para la patria), l a "Plegaria para el Fu
turo ll es muy larga y sirve para abrir adecuadamente la sec
ci6n(40); en el segundo caso acaba en una breve "Loa de la
Patria 11 (vv. 32-33 ) •
También la "Plegaria para el Futuro ll de N.8.35ss. se
ubica poco después del mito, pero tiene un carácter especial,
ya que se trata en realidad de una. gnome personalizada .
(otros casos volveremos a encontrar más adelante ) , y de he
cho aparece inserta en una larga serie de gnümai que siguen
al mit o .
Tampoco son muchos los casos en que el poeta sitúa la
"Plegari a para el Futuro ll en la parte central de la última
secci6n. La mayor1a de ellos presentan las mismas caracter1s
ticas que ya apuntamos en las "Plegarias para el Futuro ll de
la secci6n inicial: van unidas a una alabanza, del vencedor
o la familia, o bien a "Tarea del Poeta", según a quien se
destinen las gracias de la petici6n.
La petici6n de una nueva victoria ol1mpica para Hier6n
culmina su alabanza en 0.1.108ss . ( Situada, no obstante,
casi al final de la oda, ya que la secci6n A2 es bastante
breve, debido s obre todo a la extensi6n del mito); en 0.13.
105-106 la súpl i c a de nuevos é xi t os olímpicos en la larga
serie de triunfos de los Ol i gétidas interrumpe un catálogo
964
que luego se conti ' :a c on otras victorias menores; de igual
mod o , la "Plegaria para el Futuro" de N.7.67-68 ( d 6(; AO!.
1tOe; E ~ q:>pWV no·d. xpóvoe; ~P1to!.
,para el poeta) se inserta en
una l arga "Tarea de l Poeta", mientras que
lpaC~av ~aAwv,
•••
1:. 11 .50-51 ( -&EÓ-&C V
,también para el poeta) es en re al idad
una gnome personalizada (como N.8.35ss.), dentro de una l ar
ga serie de sentencias, que siguen a la "Loa del Vencedor"
y llegan hasta el "Ejemplo M1tico" que cierra la oda.
Por último, un carácter especial tiene P.2.72 (pet i ci6n
p ara el vencedor ) . No está unida a ninguna loa, como es prác
ticamente de regla en l a s "Plegarias para el Futuro" situadas
en el centro de la secci6n final, sino que presenta una auto
nom1a seme j ante a la que tienen, como más adelante comproba
remos, muchas "Plegarias para el Futuro" al final de una oda .
Este uso especial está, sin embargo, plenamente justif icado
en el presente caso, pues el poeta se ha despedido previa
mente ( Xa¡pE, v .67) , aunque ante nuestra sorpresa el poema
continúa aún durante más de una tr1ada( 41 ).
Con todo, lo más habitual es que la "Plegaria para el
Futuro" esté al final del epinicio. Cuando se encuentra en
tal posici6n, puede ser culminaci6n de una loa, como hemos
observado que ocurre siempre en la secci6n Al y generalmente
cuando la "Plegaria para el Futuro ll se halla en la parte cen
tral de la s e cci6n A2 ; pero también es muy frecuente que ten
ga gran independenc i a con respecto a lo que antecede, como un
medio al que r e curre el poeta para cerrar adecuadamente su
composic i 6n, según ha notado van Groningen.
As1, en 0.7. 87 ss. el poeta expresa buenos deseos en pri
965
mer lugar para e l ve n cedor (v . 87) , en medio de la "Loa del
Vencedor ", separando el cat á logo de victorias y el elogio de
sus cualidades personales; en segund o lugar para su familia
(v. 92), dentro de la alabanza de lo s antepasados, unida a
la "Loa del Vence dor": Diágoras no ha hecho más que seguir
los paso s de sus antepasados con su t r iunfo. La "Plegaria
para el Futuro H no está exactamente al final, sino que el
poema se cierra con una gnome (vv. 94-95):
lv bE ~~~ ~oCpa Xpóvou
I
I
Igualmente, al final de P.5 (vv.118ss.), la "Plegaria
para el Futuro" cierra una larga alabanza del vencedor y con
c luye la oda con buenos deseos para él. En I.l.64ss. la pe
t ic i6n de victorias píticas y olímpicas culmina el catálogo
de triunfos de Her6doto; como en 0.7.87ss., el poema acaba
con una sentencia.
El único ejemplo baquilideo de "Plegaria para el Futuro"
cerrando una oda con mito central
(5.199~200)
presenta estas
mismas características: los buenos deseos concluyen una breve
"Loa d e l Vencedor".
En ot ros casos la "Plegaria para el Futuro" es mucho más
independiente. Así ocurre en 0. 1.115-116, donde las peticiones
siguen a una sentencia (motivo n e plus ul tra). En 0.6. 97ss.
l os buenos deseos ocupan toda l a parte final de la oda. Está
unida a la alabanza de Hier6n la "Plegaria para el Futuro ll
de los vv.97-1 00 , c on pe ticiones para Hier6n (
Xpóvos 5A~OV l~€ pnw v
~~ ~páooo~
) y para el vencedor ( ouv bE
); en
~~AO~PO-
cambio, ya
966
l a IIPlegaria p ara e l Futuro
de los vv.l Ol-l05 est ' más des
lig ada: tras una se ntenci a introduct oria se formulan pet ic io
nes p ara las dos pat r ias del venc edor (Estínfalo y Siracusa)
y por un fe l i z regres o de
T amb i ~n
~ste
a Sicilia.
tiene cierta independencia la "Ple garia para e l
Futuro " (petic ione s para la patria y la familia del ve nce d or)
de 0 .8.84ss., aunque en cierto modo queda unida a lo anterior
por la menci6n de Zeus y algunos familiares de Alcime dont e
("ya que Ze us ha concedido esta victoria, que sig a distribu
yend o di c ha para la familia del venced or y su patria ll )
.
Conse r va cierta autonomía la "Plegaria para el Futuro"
de
~
9 . 53ss., donde el poeta pide acertar en su canto, aunque
anteri ormente se ha hablado de la fiesta y la celebraci6n de
otra s victorias d e Cromio.
Ya cl aramente des conectadas de l o anterior, a modo de con
clusi6n, e st án las "Plegarias para e l Futuro" de 0.13.115 (preH
cedida de br eve "Tarea del Poeta": a.yE
,
~
X.OU<pOLOI.V f;;X.VEUOO V
nooCv ), ~ .2.96 Y P.8.98ss. (precedidas de una larga serie de
gnomai) •
Nos queda por examinar s610 el caso de N.7, cuya parte
final es muy complicada(42) y en ella la IIPlegaria para el
Futur o" ocupa buena parte y mant ieL-.
c ierta independencia.
El poeta, al iniciarse el cuarto epodo , cumple con su "deber"
de cantar a Zeus, cuyo r e cuerdo
l~
trae el de Beracles , que ,
además , es el protector de la familia de S6genes. Como tal lo
invoca Píndaro p ara que proteja al vencedor y a sus descendien
tes (hasta el v.l Ol ) . Cuando ya el programa parece conclus o ,
el poeta añade unos versos finales
e d i f ícil interpret aci6n,
967
en los que está imp l icado el problema c entral del epinicio,
si Pfnd aro se está just i f i cando o no por lo dicho en Pae.6(43).
b) 9das con mito periférico . En cuatro epinicios de
P1ndaro con mito periférico hay "Pl e garia p ara el Futuro",
y dos de ellas (P.3 y espe cialmente P. l ) se caracterizan pre
cisamente por el gran uso que hace el t ebano de este elemento,
c osa 16gica en poemas dedicados a un Hier6n ya viejo y enfer
mo.
P.l tiene nada menos que cinco "Plegarias para el Futuro" ,
con diferentes funciones. La de los vv.29ss. se ubica inmedia
tamente después del mito; el poeta, portavoz de ide as comunes,
"
ZEt>,
pide a Zeus serIe gr ato ( EI.T),
1;
\
I.V EI.T)
" O:v5ávEI.V
) , en cla
ro contraste con el ej emplo negativo que nos acaba de ofrecer
en el mito, con el enfrentamiento entre Tif6n y Zeus (véase el
v.13, Booa
oc
¡J.~ nEcpCAT)KE ZE Vt;
,que contrast.a con el v.29);
pero este Zeus, como el del mito, es Zeus Etneo, que tutela
la patr ia de Hier6n, de modo que la "Plegaria para el Futuro"
se usa t ambién para introducir la "Menci6n Compleja" tras el
mito. La de los vv.39ss. está unida a la "Menci6n Compleja"
mediante una sentencia a modo de comparaci6n: asf como los
marineros, cuando en el viaje de ida tienen buen tiempo, tam
bién esperan tenerlo al regreso, de igual modo los triunfos
atléticos actuales de la ciudad h acen esperar otros en el fu
turo; se pide a Apolo que cumpl a estos deseos.
En los vv.46 y 56-57 se e xpresan buenos deseos para el
vencedor; el primer c a so introduc e, tras llamativa "Tarea del
Poeta", la "Loa del Venc edor 11 , ilustrada con el ejemplo mfti
co de Filoctetes, y el s egundo prec isamente cierra esta misma
968
=
"Loa de l Vencedor", concluyendo, además, una primera p ar
la oda (una se gunda, dedicada a Din6mene s, comienza ense
introducidé.~por una nueva "Invocaci6n Poética" (44 )) . Por
Úl
timo , hay otra "Plegaria para el Futuro" en P.l .67s s.; s e
pide por el vencedor y su hijo y por su patria, es muy
lar5~
y une precisamente la alabanza de Din6menes con la de la
a
tria y la del vencedor.
En P. 3 hay t re s "Plegarias para el Futuro", la pr i mer:::.
P.3~ _ =E.
de ellas de características muy especiales. En efe cto,
es s610 en c ierto sentido una "Plegaria para el Futuro", _ _
que los deseos que se expresan son irrealizables; pre senta
además, otra peculiaridad llamativa, y es que abre l a oda,
que s610 ocurre en este Caso y en Q.12 y li. l l, ejempl os
ferentes,como veremos en seguida al tratar las odas sin
La "Plegaria para el Futuro" de
~.3.1ss.
ci~
•
introduce, c on la
menci6n de Quir6n, el mito , que se encuentra al comien zo 'e __
oda, como en r.l (45 ).
En los vv .77ss. hallamos una plegaria de tip o más co__ ~~~
te: los nuevos de se os de curaci6n para Hier6n cierran adee"'=.
d amente la al abanza del vencedor que precede~46 ) .
Finalmente, los vv.llOss. contienen una "Ple garia para
el Futuro
ll
de otro tipo
t amb i~n
conocido: se trata de una
~
me personalizada, inserta en una larga serie de gnomai que
cierr a la oda.
Tam bi~ n
es n ormal la posici6n de la plegaria en otr o
nicio con mit o per i férico, N.IO. Los vv.29ss. son una
pe t ~c:
implicit a de una victoria olimpica para Teeo, que c onc l uye
venient emente un c at ál ogo de triunfos.
969
En
1.7,
con c atál ogo mítico inic ial, hay dos "Plegarias
p ara el Futuro " . En los vv. 39ss . l os c iudadanos de Tebas ha
blan por boc a del p oeta y piden una vida dichosa hasta la ve
jez; s igue a una "Loa del Vencedor". En l os vv .4-9-51 una nue
va plegaria conc l uye el poema, con r e l ativa independencia con
respecto a lo que antecede; el ep inicio acaba así con la peti
c i 6n a Apolo de una victoria pítica(4-7 ) .
2) Odas sin mito. Nunca hay más de una "Plegaria para el
Futuro" en el mismo epinicio.
En dos ocasiones la plegaria se encuentra al principio
del poema y en ambos ligada a "Invocaci6n Poética". En 0.12.
1-2 hay practicamente una identidad entre ambos elementos,
mientras que en N.ll.9 la "Plegaria para el Futuro" cierra la
"Invocaci6n Poética", con la petici6n a Hestia de un buen de
sempeño del cargo por parte de Aristágoras. Compárense estos
dos pasajes con la ya comentada "Plegaria para el Futuro"
que abre P.3, no unida a "Invocaci6n Poética".
En 0 .4-.12- 13 la petici6n (para el vencedor) une la "Men
ci6n Compleja ll con la "Loa del Vencedor"; es decir, va unida
a una alabanza, introduciéndola.
0.5 presenta una larga "ple garia para el Futuro", que
ocupa casi toda la tercera y
~ltima
tríada, con una sentencia
final (motivo ne plus ul tra) que c i erra la composici6n. No e s
tá subordinada a lo anterior y en ell a el poeta expresa bue
nos deseos para el vencedor y su patria .
La "Ple garia para el Fut uro" de B.8.26-32 no tiene ningu
n a particularidad esp ec i al. La petici6n de un triunfo olímpico
cierra la oda y a la vez la "Lo a del Vencedor", que incluye un
97 0
catálogo de victorias.
T ambi~ n
cierra un catál og o de victorias (famil iare s
r o
babl ement e) la posibl e "Plegaria para el Futuro" de B.12 .42s s.
co~ .
pero n o concluye l a oda, si la reconstrucci6n de Snell es
ta, sino que se sitúa hacia su parte central.
En conclus i 6n, en lo que respecta a Baquilides pode mos
afirmar que, al menos por lo que se puede deducir de los cua
tro únicos casos que conocemos, su uso de la "Plegaria p ar a
el Futuro" coinc ide plenamente con el de Pindaro. A falt a de
cantidad, por lo menos hay cierta variedad. En cuanto a los
ejemplos del epinicio
~
5, con mito central, e l primero ( v . 36 )
está en la se cci6n inicial y cierra la alabanza de los hijos
de Din6menes, en favor de los cuales se formulan los bue nos
deseos; el segundo (vv.199-200) se encuentra en la secc i6n
final y concluye el epinicio y una breve "Loa del Venced or •
También al final del poema y cerrando una IlLoa del Vencedor
se halla el terce r caso, 8.26ss., en una oda sin mi to. Por
último, en 12.428S. la IlPlegaria para el Futuro" culmina
catálogo de vict orias, pero no el poema. Es decir, en l os
cuatro pasajes la plegaria concluye una alabanza, y en d OE
de ello s el epinicio.
V. Estructura.
Para realiz ar l a clasificaci6n de las "Plegarias p ar a
Futuro" de l os epinic ios de Pindaro y Baquilides desde e l
to de vista f ormal nos basamos fundamentalmente en la que
blece Langholf en s u obra ya citada(48), aunque con al~
~
._
es-~
7
dificac iones de ac uerdo con nuestras neces idades. La clasi
fic ac i6n que propon emos es l a s i uiente, teniendo siempre en
cuenta que a ve ces en una mism a It Pl egaria para el Futuro" pue
den co inc i dir varios tipos (por e j empl o , 0 . 13.24ss., primero
opt ativo y luego imperativo; 0 .6.101 55., P.l.675s., N.7.S9ss.,
etc .; de B.12 .42ss. apenas nada se puede decir).
1) Invocaci6n a la divinidad y súplica inmediata •
.,.
,
a) Con segunda persona del i mperativo (tipo W ~EO~,
' Q ' ): Pi. Q.2.12, 0.6.1 03 , Q.7 .S7, 0.12.1 (con
ut. ó 't E: IlOI. a:ya:va:
verbo de súplica
ACOOOIla:I., aunque es un tipo diferente a
los ejemplos consignados en el apartado 4), 0.13.24 (27),
Q.13.115, P.l.67 (71) (también con
9 (leyendo nEpaoa:C VI.V
ACOOOIla:l.), P.S.9S, N.llo
)(49),1.7.49.
b) Con segunda persona del optativo (tipo ~ ~EOC,
bO!'tÉ IlOI. ~ya:~á
B. S .26 (5 0 ).
): Pi. 0.13 .24, P.l. 39, P.5.11S, N.7.S9 (94),
2 ) Invocaci6n a la divinidad, pero súplica no directa,
sino !
a) mediant e una persona del optativo que no sea l a se
gunda (t ipo
~ ~EOC, yÉvol.'tó IlOl. ~ya:~á ; en Pfndaro y Baqufli
des nunca imperativo): Pi. P.l.29, P.l.67 (69), P.5.11S (120),
N. 7 . 89 (100), N.8.35.
b) otros cas os: 0.5.17ss., fltÉ'ta:c; OÉ~EV !:PXOIla:~ •••
•••
Tambi~n
~,
~
; N.I O.29, ZEU na:'tEp, 'twv
~
Il~V
H
Epa:'ta:1.
,
~pEVI.,
01.
se podría i ncluir en este apartado P.l.67ss.:
ZEÜ 'tÉAEl.' , a tE l
bE
'tol.aú'ta:v 'AIlÉVa: na:p' ~bWp
a:toa:v ~o'to !c; Ka:L ~ aOI. A E ÜOl.V bl.a:ltpC
972
vc~v ~~u~ov ~óyov
av%pwnwv.
cuya s i nt axis es dudosa(5 1 ).
3) Si n invocaci 6n.
a) El dios es suje to (tipo
ot
%cot aya%á ~o~ 60!EV
siempre con optativo) : Pi. 0.4.12, 0.6.101, 0.8.84 Y 87,
P. l .~ ~
B.5. 36 , B.5.199.
b) El di os no es sujeto
(tambi~n
siempre con optativ
Pi. 2 . 1.115, 0.6.97, 0.8.28, P.l.46, P.2.72,
~.2.96,
~ .10. 1
1 9 , P.ll.50, N.7.67, I.l.64, 1.6.7, 1.7.39 ( a%avá~wv ••• ~~ '
vo C; ).
.
c ) Un caso especlal
es N.8 .13ss. (51 bis) :
~~t~ac; ACa~oü OE~VWV yová~wv nó~~óc;
%' ónEp
~C~ac;
& o~w v ~' ón~p ~wv6' &n~o~a~ •••
4) Con verbos de súplica (
En Xo~a~ + infinitivo, etc . ) ( 52 .
a ) Con vocativo (tipo ~ ~coC, cüxo~a~ ó~!v áya%á ~ OL
6oüva~
( r cvÉo~a ~ ) ): Pi. P.8.67, N.9.53.
b ) Sin voc at ivo (tipo E~xo~a~ ~0!C; ~Eotc; áya~á ~o~
60üva~
( rE vÉa~a ~ ) ): Pi. 2.8.84 (86), P.3.77, P.5 .118 (124),
I.6.16.
5) En forma condicional(53): Pi. 2.1.108, 2. 13.105, f.3.
P.3.110, N.7.89, N.9.28 (los dos últimos casos con invocaci6n ;
en N.9.29 hay además un verbo de súplica,
aC~tw
OE
+ infini
tivo ).
Los cuatro únicos ejemplos de Baqu11ides poco nos permit e=
concluir, con el agravante de que nada se puede decir sobre
a
estructura de 12 .429 9 . En todo caso, pertenecen a tipos perfec-,
tamente atestiguados en P1ndaro.
973
Como h ic i mos a l estudiar la "Invocaci6n Poética,,(54), ofre
cemos a c ont inuac i6n una cl a s ificac i6n de los diferentes tipos
de vocativo que aparecen en las "Ple garias para el Futuro".
1 ) Con interj ecci6n .
a ) Simplemente "señor, s eñora": P.8.67 Jiva:.~ •
b) "Señor , señora" con ampliaci6n: 0.7.87 Ji ZEÜ neX'tEp •
e) Simplemente nombre (cf. 1.7.~9 , en el apartado l C).
d) Nombre + adjetivo: B.8.26
T
ti)
,
ZEU- tt.[EJ pa:.UVEYXE<;
•
En Pi. N.7.9~ ap arece solamente el adj et i vo ,
<7i
¡J.eXtt.a:.p , pues ya
se ha invocado anteriormente a Heracles con su nombre en el
v.86 (cf. también el v.90).
e) Perífrasis "hijo de •••
na:.!
11.
Pi. 0.2.12
<7i
KpÓVl.E
~pta:.<; •
f) Perífrasis "hijo de •••
11
+ adjetivo : ningún caso.
2 ) Sin int erjecci6n.
a) Simplemente
II
señor, señora ll : ningún caso.
b) II Se ñor , señora" con ampliaci6n:
Pi . 0.6.1 03
0. 13 .26
6Éano"ta:. nov"tó¡J.e:6ov
ZEÜ ná't Ep
N.8.35
Atyl.va:. cpCAa:. ¡J.a'tEp
,
ZEÜ na:.'tE p
li· 9 .31
ZEÜ ná"t Ep
N.9.53
ZEÜ na:.'tE p
P.8.98
N.IO. 29
,
ZEÜ ná,; E p •
e) Simplemente nombre:
Pi . !:.1 .29
Z EÜ
Ca
N .11 . 1
~ Ea,;
1. 7 .49
Ao ~ Ca
(pero antes
<7i xpua{~ tt.ó¡J.~ ~áAAWV
).
974
d) Nombre + adjetivo:
Q. 5.17
Q.12.2
Pi.
0. 13.115
~w~~p ~~LVE~E~ ZEU,
OW~El.pa
TúXa
z dS 'tÉAEL(E)
P.l. 39
AÚKLE Kal ÓcÍAOI.' aváoowv / ~ O¡~ E
P.l. 67
ZEU ~ÉAEL(E)
P.5.118
KpovCoaL
¡..LcÍKapE~.
e) Perífrasis "hijo de ••• ":
Pi. 0.6.104
riant e ) •
f.. 1 .71
KpovCwv
N. 9.28
KPOVCwv.
f) Perífrasis "hijo de •••
Como en la
11
rr
+ adjetivo: ningún ejer:;2. .
Invocaci6n Poética" (55), en Pínd aro predor:':"~
mucho los casos sin interjecci6n (diecinueve frente a cuatro
si bien
1.7.49 es un caso intermedio); en Baquílides el único
e jemplo de invocaci6n la lleva, pero un solo caso no nos pue
~
indicar nada.
También la siguiente tabla de frecuenci as es
Píndaro
Baguílides
a)
1
O
b)
8
O
c)
3
O
d)
7
1
e)
4
O
f)
O
O
instruc ti v ~ :
El únic o pasa je de Baquílides pertenece pre c i samen te él
grupo de vocat ivos (nombre + adjetivo) que asímismo en la
-
11-
975
voc aci6n Poét i ca ll pred omina con gr an d iferencia sobre el res
t o(5 6 ) . Tamb ién en el c a so de Pindaro las cifras son propor
cionalmente seme j ant e s , con la salvedad de que se invierten
los papeles de los grupos 2 ) y 3), el primero muy frecuente
e n las "Plegarias para el Futuro" y el segundo en las
11
Invo
c aciones Poéticas"; ello es debido sobre todo a la frecuencia
c on que Píndaro invo ca a
Ze:u ná'te: p en las "Plegarias para el
Futuro", como ya hemos indicado(57).
En cuanto al modo verbal, la clas i f ic aci6n que iniciaba
nuestro estudio de la estructura de l a "Plegaria para el Fu
turo" mu e stra a las claras que predomina con mucho el opta
tivo desiderativo , aunque el imperativo no sea infrecuente(5 8 ).
En la "Invocaci6n Poética" ocurre justo al
predomina el imperativo.
Tambi~n hay
rev~s,
pues en ella
ejemplos de otros modos,
cuando la plegaria tiene forma condicional o es del tipo
~a ~
e:Qxo
+ infinitivo .
En la siguiente tabla se puede c omprobar el uso del tema de
presente o de aoristo del imperativo.
Presente.
Píndaro .
divinidad menor
dios olímpico
0 . 12.2 (Fortuna )
0.6.104 y 105 (Posid6n)
P.8.99 (Egina)
0 . 7.88, 89 y 92 (Zeus)
0 .13 .28 (Zeus)
0.13.115 (Zeus)
P .l.68 (Zeus; infinitivo
imperativo)
Aoristo.
Pindaro.
N. 11.9 (He stía )
0.2.14 (Zeus)
976
divinidad menor
dios olímpico
P.l.71 (Zeus )
1.7.49 (Apol o)
No hay ningún cas o en Baquílide s. En las nPlegari as para
el Futuro" dirigidas a divinidades menores se puede observar
una cierta d iferencia, aunque los ejemplos son poc os para ob
tener conclusiones generales. En las dos ocasiones en que se
usa el presente la petici6n tiene carácter general, mientras
que en N.ll.9 lo que se desea es algo muy concreto: que Aris
tágoras desempeñe con éxito su cargo. También en las "Plega r i as
p ara el Futuro" dirigidas a dioses olímpicos en que se emplea
el a ori st o se formulan deseos concretos: que los cartagineses
no levant en guerra (P.l.71), que Apolo conceda una victoria
pítica (1.7.49), que Zeus mantenga Acragante como patria para
los descendientes de Ter6n (0.2.14). Pero igualment e deseos
concretos se expresan con el presente: que Zeus acoja
ben ~
vol o el himno (Q.7.88), que Posid6n conceda buena navegaci6n
a Hagesias (0.6.1 04 ) , aunque en este último caSo cabe también
pensar en una alu si6n a la "navegaci6n por la vida" y entonces
la petici6n tendrí a un c arácter
general~ .
No parece haber gran diferencia en el uso del tema de pre
sente o de aorist o c uando en lugar de imp erativo encontramos
optativo de deseo, ya que incluso alternan en la misma pet i
ci6n: 0.8 . 85
~€A O~
••• ~naAáA~oL ; P.l.46
E~~~VOL
••• napá
aX oL • En Baquíl ides hay más casos de aoristo que de presente.
Presente.
simple pet i c i 6n
Píndaro
Q.1. 115
divinidad menor
~
dios olimpico
N.7.99 y 100
0.4.13
Q.8.85
y 88
977
simple pet ic i 6n
divinidad menor
~ ~Ó>
dios olímpi c o
0 . 6.97
0.6.102
P . l.29
P.l.46
P.l.56
P.5.119 y 121
P.2 .96
P.IO.21
N.8.35 y 36
P . l O.17
P.ll.50
N.7.68
I .1 .64
I.6.7
Baquílides.
5.200
Aoristo.
Píndaro.
0.8.29
0.8.85
P.l.46
0.13. 26
P.2.72
P.l.40
Baquílides. 5.36
8.27-28
En algunos casos, t odo s ellos en la obra de Píndaro, la
"Plegaria para el Futuro" no se limita simplemente a un voca
t ivo y un verbo que contiene la petici6n, sino que la invoca
ci6n puede ser más elaborada, indicándose algunos atributos de
la divinidad, que siempre es un dios mayor, Zeus (0.2.12ss.,
0.5.17ss., 0.7.87ss., 2.13.24ss., P.l.29-30) o Apolo (P.l.39-40
P.8.61 ss., I.7.49-51 )( 59). La est ructura de todos estos casos
es muy similar: al vocativo c on el nombre del dios (en 0 . 2.12
~ KPÓVLE na! 'pta~
,y en ~. 8.6l ' EK a~a~ó~E ) acompaña una
predicaci6n, que s iempre es part icipial, menos en P.l.29-30,
donde se realiza mediante una orac i6n de relativo, una pequeña
variante(60). Además, en todo s l os casos excepto en
XPuoÉ~ KÓ~~ ~á~AWV
1.7.49, ~
,se indi ca que la divinidad invocada go
978
bierna o habita un lugar que le está consagrado. Unas veces
se nombran e l l ugar de los juegos y otro lugar(61):
Q.2 .12-13
~AA' ~ KpÓV~ E n a!
'péa~,
& É~AWV ~E Kopu~av
n6 pov
EW ~~P Ü~~V E~E~
Q. 5. 17-1 8
~60~
~'
'OAú~nou vÉ~wv
'AA~Eou,
ZEU, Kpóv~óv ~E vaLwv AÓ~ O V
~L~WV ~' 'AA~E6V E~PU ~Éov~a 'r6a1óv ~ E crE~ Vb V &v ~ p o v,
,
'
AUK~E K a ~
"
, á crcrwv
av
~aAOL
otras solamente el lugar de los juegos:
0.13 .24-25
E.8.61-63
Bna~'
EÓ pU dvácrawv
,
'
'1.
O ", u~n ~ a ~ ,
~U
'EKa ~a ~óAE,
6',
,
.,
,
vaov
EUKAEa
nu~vo ~
lv
6
náv60KoV
.L
Lav~~wv
yUáAOL~,
y otras, en fin, un monte que el dios tutela en la patria del
vencedor:
Q.7.87(62 )
ZEU
ná~ Ep ,
vw~o ~a~v
' A~a~upCou
~E6Éwv,
P ••
1 29 - 30
En~ TJ, Z EU, ,
~ ~ V E"
LTJ d: v 6'av E ~ V,
(el Etna)
Por otro lad o, a diferencia de lo que ocurre en la "Invo
caci6n Poética", es raro que se nos indiquen las "fWlciones"
propias del personaje a quien se invoca. Aparte de Q.12.1ss.
y
li.ll.lss., es c l aro, por ejemplo, en li.7.89ss., ,v.90 rCyav
~a~ ~~ l6á~aaa~
, y, sobre todo, vv.94ss.:
.,. ,
W
¡.1.aKap,
~tv 6' lnÉo~KEv vHpa~ nócrLv ~E nE~~É~EV
9 9
Kópav
~E y~avKwn~6a· oúva cra~
oe
~po~oto~v ~AKáv
~~ a xav~ av 6 uo ~ á~wv ~a~a OLO Ó~ EV .
donde se hace la descripc i6n de He racles ~AE~CKaKo~ • Tambi~n
en
li. lO • 2 9-30 ( nav óE
general en
~ . 5. 118ss.,
~lAO ~ lv ~tv ~pywv ) y de un modo más
sobre todo vv .122-123:
~ ~Ó ~ ~OL v 6 0~ ~lya~ KU~E pva
,;.'
" a vus: pwv
ua~~ov
,
~~AWV.
•
Para terminar, en nuestro estudi o de la tlInvocaci6n
Po~
tica,,(63) indic amos que es frecuente hallar dos vocativos, e l
primero de los cuales es generalmente el nombre del personaje
invocado y el segundo la menci6n de su genealogia; entre ambos
se coloca habitualmente la predicaci6n de los atributos de la
divinidad o bien la pe tici6n.
Tambi~n
en el caso de la "Ple
garia para el Futuro" hay algunos ejemplos.
Id~ntica
estructura presentan 0.6.103ss. y P.l.67ss.:
1) vocativo :
6Éono~a nov~ó~E60v
/ ZEU
~lAE~(E)
2 ) petici6n, para el vencedor en 0.6, para la patria y
el vence dor (y su hijo asociado a él ) en P.l;
3) nuevo vocativo, perifrástico: xpuoaAaKá~o~o nóo~~ 'A~~~
~pC~a~
I Kpov Cwv;
4 ) nueva petici6n, para el poeta en
Q. 6 y otra vez p ara
l a patria en P.l.
Liger amente d i ferente es li. 9 .28ss.:
1) vocativo perif rást i co : KPovCwv;
2) petici6n para la patria;
3) vocativo: ZEV
ná~Ep;
4) continuaci6n de la petic i 6n para la patria.
Ya bastante diferente es P.8.61ss.:
980
1 ) vocat ivo : c EKa:'ta:~ót..E;
2) "ha s c oncedido el mayor gozo a Arist6menes";
3 ) nue vo vocativo :
~va:~ ;
4) pe tici6n, p ara el poet a y la familia del vencedor.
La "Plegaria para el Futuro" propiamente dicha s61 0 abar
ca l os puntos 3) y 4).
Digamos, finalmente, que algo semejante ocurre en N.7.89ss.,
a cuya comp licada estructura ya hemos hecho alusi6n varias vec es .
Tras e l vocativo 'Hpá~t..EE~
rCya:v'ta:~ 8~ t6á~a:oa:~
v encedor, y luego
(v.86), se encuentra la pre d icaci6n
(v.90), seguida de una pe tici6n para e l
~ ~á~a:p
(v.94), y tras este vocativo la men
ci6n de las f unc iones del héroe y nuevas peticiones para el veL
cedor y sus descend ient es .
I
9B1
NOTABA "PLEGARIA PARA EL F UTUR
(1) 2[. Hamilton, p. 23,
n.2~.
(2) I 106.
(3) Un caso dudoso e s N.9.53-55 ; nosotros, aunque con muchas
reservas , l o hemos incru1do dentro de las lIPlegarias para el
Futuro ", fundamental mente en función de su posición al final
de la oda y de la invocación a Ze:ü 1tcÍ'te:p , t1pica de las IlPle_
garias para el Futuro ll , como tendremos ocasión de comprobar.
Hamilton, con cier t a incoherencia, cita el pasaje como "Ple
garia para el Futuro" en su "código" (pp.92 y 99), pero no
lo h ac e en las tabl as de las pp.19-20; en p.23, n.2~, indica
expre samente que no lo incluye entre las "Plegarias para el
Futuro", pero si lo hace en p.2~, n.30.
(4) Señalamos a continuación nuestras discrepancias con otros
autores que han tratado el tema. Con respecto a Hamilton nota
mos las siguientes: en su cuadro de p.20 no cita P.l.46, pero
si l o hace en el "código ll (pp.90 y 101 ) Y en p.24-:- n.29; tam
poco incluye en dicho cuadro, como y a hemos señalado, N.9.28ss.,
n i I.6.16, que para ~l ofrece dudas ( codifica "PT Il , e indica
en p .97, n.148 "FP? OP?") ¡ no tiene en cuenta P.2.72, la dis
cut i d a frase yévoL' olo~ €ooC , ni N.IO.29 1 que es una "Plega
ri a par a el Futuro" especial, pues va impll.cita en un catálo
go de victorias y no se expresa expl1citamente (cf. Bundy, p .
79); no consideramos nosotros "Plegaria para el Futuro ll el fi
nal de P.4 , que Hamilton no incluye en el cuadro de p.20 pero
sí en e! "código ll ; en cambio , añadimos N.8.13ss.:
fK€'ta~ 4taKoÜ OE~VWV yová'twv 1tÓALÓ~ ~' Ó1tCP ~CAa~
&o'twv ~ Ó1ttp 'twvó' a1t'to~aL ~€pwv
Au óCav ~C'tpav Kavax~óa 1tE1tOLKLA~Évavf
como hace Thummer (1 104-105; cf. 0.5.19 fKÉ'ta~ O{~EV ~Pxo~aL
AUÓ CO L~ &1tÚWV lv a6Ao L ~
); cf-.-tarnoi~n KBhnken, p.22.
Las d i ferencias con respecto a Thummer ya han sido seña
ladas anteri ormente.
(5) P.Bl .
(6) n¡,~ aúox oL del v.81 Ilc annot have expressed a wish ll , Jebb,
p.311 ; cf. tambi~n Maehler, ad loc., II 171. Sin embargo, los
s uplemeñFos de Blass y Schadewel dt s up onen la expresión de un
deseo.
(7)
V~ase
nuestro c omentario a la oda,
(8) El ditirambo 17 ac aba
Futuro 11 ; cf. P. 0.2.12.
( 9) Cf. Hamilton, p.20.
tambi ~n
PP.735ss.
con una "Plegaria para el
982
(1 0) En 0. 13.105-106 s610 ind~rectame~te Ce: apartado 3):
Ett oi:.
Oal./-lWv
YEV~{}AI. O ~
p1tOI.,
,
,
, . 1
~l. ~O U ~
EVUaAI.W
~
~xuwaO~EV
,
1t paa a E l. v.
.
~,
~ll ) En P 8.67ss. hay una seg~da petic ión ( ~EWV o' 81tl.v /
a~ {}ov o v al ~ Éw, E Évapx E~, Ó~E~Epal.~ ~Úxal.~ ), qu e debe incluir s e
en e l punto 3 ) .
(12) De lo s trec e cas os pindáricos, en la mayoría se trata de
v ic tor i a s olímpicas o nemeas, pero también la petición se ha
ce depender de Zeus en tre s odas píticas: P.l.29-30 (a Zeus
Etneo , protector de la pat ria del vencedor), P.l.67ss. y P.5.
124 (petición de una victoria en Olimpia). En-Baquílides con
tamos con dos ejemplos: en 5.199-200 se trata de una oda olím
pica y en 8.26ss. (no sabemos en qué juegos fue conseguida la
victoria que se canta) se pide un triunfo en Olimpia.
Sobre el tema, véase H. G. Gerhardt , Zeus in den pinda
rjschen Epinikien, Dis. Frankfurt am Main 1959, sobre todo las
pp.48ss. y 63ss.; S. Fogelmark ( op. cit. en Oda 9, n.30), pp.
498 S.
--
(13) Hamilton (p.17) indica que en Píndaro ocurre en diez de
quince casos; nosotros añadimos tres más: 0.13.24ss., donde se
unen "Invocac ión Po~tica ll y "Pl egaria para-el Futuro" y la
invocación, Ze:ü 1tá~EP , es característica de las pl egarias; so
bre N.9.53ss. y N.IO.29ss., v~ ase la nota 4.
(14) Cf. Gerhardt (op. cit. en n.12 ), pp.16 y 17, n.35.
(15 ) Cf. Gerhardt . (op. cit. en n.12) , p.14.
(16 ) Cf., t~bi~~ en una p1 ~gari~, A. ~.9~3-974:
ZEU ZEU ~lAEI.E, ~a~ l~a~ E¿xa~ ~EAEI.·
~éAOI. 6é ~oCOOI. ~WV1tEP ~v ~ÉAA~~ ~EAELV.
(17) Sobre estos dos casos, v~ase Corlu, Mots re1atifs a l'
de pri~re, p.l08: Píndaro usa E 6xo ~al. en la petici6n
como variatio, para evitar la acumulación de optativos o el
excesivo paralelis mo de dos plegari as.
id~ e
(18) Hamilton Cp.24, n.30) nota que e stas elaboradas invoca
c i ones ocurren c l1 qndo el invocado es Zeus o Apolo; véase más
adel ante nuestras pp.977ss.
(1 9 ) La reconstruc ción de un optativo ~uAáaooL es sin duda
preferible a un i ndic ativo ~uAáoOEL (Palmer), por su situa
ción al final de la oda, propia para una "Plegaria para el
Futuro", y seguramen t e tambi~n porque que el poeta afirme
que Zeus "guarda" siempre inmutables los cimientos de la di
cha para Hier6n s ería un aserto peligroso, que conllevaría
ts~pl.~ •
(20) Cf. , n o obst ante, Q.5.17 Ó~I.\lE~l~ , aunque la autenti
este epinicio sea dudosa (cf. M. Fernández-Galiano,
c idad~e
983
"Psaumis e n las Olímp icas de Píndaro IT , Emerita X 1942, pp.
112- 148). En l os dos e j emplo s p indári cos en que se enc arga
a Zeus el cumpl i miento de la pe t ic i6n pero n o se le invoca
(0 .8.84, P . 5 .124 ), se le menci ona un poco antes y no s e le
nombr a en-l a "Pl egari a p ara el Futuro ll prop i amente dicha;
en el único caso d e Baquílides (5 . 199 ) sí es mencionado
Zeus en la "Pl egaria para e l Fut uro", pero puede ser mera
casualidad, que un grano no hace granero.
(21) Véase la nota 18 .
(22) ~ap~ e~ Píndaro y palabra
(~.,
• ~.743 (~. ) , Ar.
a----srm6nide s.
n o muy corriente: A. Th. 130
V. 153l, AP 13 .19, atrlDul do
(23) Q!. Péron (op. c i t . en Oda 5, n.14l), p.133; Fernández
Galiano, ad 10c., p.209 .
(24) Hamilt on (p. l ?) cuenta en Píndaro ve intiún casos, nueve
de e l los c on ~EÓ~; nosotros añadimos, n aturalmeDte~,el úni/
~o pasaje d~ Bas~i1ides ( 5.36) y P.8,67 (71 ) , ~EWV o ón ~v
a: cp ~o vov a: ~ 'tt w , ~€va:pl<. E:~, t11le;~t'p(H S ~U XO: L~
; ant e r iormente
e l poet a ha f or mulado a Apolo una pet ic i6n para sí mismo,
como acab amos de señalar.
( 25 ) Cf. nota 29.
( 26 ) Cf .
--
!JIO.17-l8~
E nO L ~ O ~oLpa
,
KaL ~a~t'p O:LaL v
lv a~~pO: L~ &y ávopa n~ oü ~ov &v ~E: !v a~CoLv·
(27 ) Cuando señal amos dos cifr as, una de ellas entre parénte
s is , la primera indica el verso en que comienza la "Plegaria
para e l Futuro ", y l a segunda, entre paréntesis, el verso en
que empieza la petici6n c orre spondiente a cada apartadO, cuan
do hay más de una .
( 28) Se pide dicha para Hier6n, pero se asocia también a su
hijo Din6menes , por lo que también podría ser "petici6n para
l a f ami l ia "; cf. B.5. 36, donde se pide dicha para los hijos
de Din6mene s, -entre l os que se halla e l vencedor, Hier6n.
(29) El r a z onamiento que s e sigue e s e l s iguiente: puesto
que l a sal ud de Hi er6n no puede s er re s t aurada ni por Qui
r 6n ni por Asc l epio , al poeta le qued a : 1 ) invocar a la
Gran Madr e ( vv .77- 79); 2) pedir resign ac i6n ( vv.80ss.), ( cf .
J. Duchemin , fyt higue s 111, IX, I V, V, París 1 967} pp.51=?2).
Según los escolios (Dr ac hmann, 11 80-81 ) , Rea tenia entre
sus atribuciones h acer crecer y decre cer una enfermedad. Los
mismos escolios, apoyados por lo s t estimonios de Paus.9.25.3
y al gunas biografí as pindáricas (l a ambrosiana y la de Eusta
c io ) , cuentan que Pindaro habia ded i c ado a esta diosa un san
tuario cerca de su ca sa, tras una visi6n, según decía Aris
t odemo. Cf. N. 7.87ss., donde se pid e a Heracles que proteja
984
al muchacho Sógenes, que tenia su casa paterna cerc a de s u
santuario; sobre el tema, véase J. S. Rus ten, rrrE I EQN HPQ ¿ •
Pindar 's pr ayer t o Heracles (N.7.86-101) and Greek popular
religi on", HSPh LXXXVII 1983,-pp.289-297.
(30) No exact amente para la familia, sino para Hierón, am i go
prot ector de Hagesias.
y
(31) Váanse nuestras PP. 735ss.
(32) To!~ &y a~ot ~ d ~L~C!V parece tener un significado gene
ral, aunque tambi~n se ha pensado que alude solament~ a lQs
vencedores en los jue gos (cf. 0.1.115ss. vL~a~6poL~ 6~LACLV );
el poeta estaria deseando Ya restauración de su amistad con
el tirano. Sobre el pasaje, véase Gundert, Dichterberuf, p.
142, n . 375; Bowra, Pindar~ p.336; Burton, pp .1 33- 134; Grimm
(~. c i t. en Oda 10, n.67J, pp.290ss. Para la expresión, com
p ese con Thgn.31- 32 y 37.
(3 3) También es dudoso si este pasaje se refiere sólo a la ac
t i vid ad poética o si es una petición más general. Se trata, en
efect o , de un lugar controvertido, con problemas textuales ade
más. Farnell (pp.196-197, "the reference need not be limited
to his poetic activities") y Burton (pp.1 84-185) entre otros,
prefieren entender la frase en sentido amplio, no C9mo refe
rencia exclusiva a la actividad po~tica. Los escolios, no
obstante, parafrasean de la siguiente manera (Drachmann, II
21) 5) : , ~' .,."
"1.
_
SI
_
..
,
a OOL uC, tu Ano~Aov, cuxo~aL E~opav OE LKao~ov ~ wv nOLD~a
~w v, ooa ~a~á ~lva ap~o vC av lnÉpxo~aL ~at rpá~w.
b) aAAw~· ~~OL 6La~E~aLoU~aL. ~ EnXo~ aC OOL, w "AnoA AO v, Ka~'
&E~ovCav npo~ náv ~a €PX E O~aL npár~a~a, otov npo~ ~~6EV nAD~~E
AW~ ~PXEO~aL.
Corlu (Mots relatifs a l' idée de pri~re, p.337) cree
que Pindaro está habland o de la actividad poética.
(34 ) En realidad se pide sobre todo por la ciudad del vencedor,
que el dios no sienta envidia por la alabanza que el poeta le
hace; al go parecido ocurre en Q.13.24ss.
(35 ) P.17.
(36) 11 53-54, comentario a I.2.47-48; véase también Bundy,
pp.76ss.
(37) P.72.
(38) 1 103.
(39) véase el capitulo dedicado a la "Invocaci6n Poética",
p.921.
(40) Hamilton ( p .95 , n.81) comenta acerca de la "Plegaria para
el Futuro ll de P. 8 .67: "Long, to balance opening".
(41 ) El pasa je, como es sabido, es uno de los más debatidos de
985
la obra p i ndárica, s o~re tod o por e l s i gnific ado que h ay que
dar a la pa l abr a Ka a~o p E~oV del v. 69. También son problemá
ticos los p opi os versos 2-73; no s otro s s e guimo s l a int e r
pretaci6n del, prQfesQr ~a s so ~e la vóeg a , en~evist a ~por B~ gk
y B~ y' : y€v o ~ ot o ~ t ao ~· ~a~wv Ka~ ~ ~o ~ n ~ ~w v nap ~ naL o Lv,
a CE L ! i<.aA.6~ • 1I0jal é.. l l egues a ser cual eres. Habié ndo l o
apr endido (por aprendiz a j e ) , sábe l o, he rmos o e s el mono entre
l os niños, s i empre h ermoso l1 (contraposic i 6n n atur al eza / apren
d iz aj e, tan pindárica) . Cf. L. Woodbury , "The ep ilogue of Pin
dar's Second Pythian ll , TArhA LXXVI 1945 , pp . 11-3 0, c on com
pleta doxograf ia ; Grimm (oP. cit. en Oda 1 0, n. 67) , pp. 199s s. ;
Burton, pp.125ss.
(42 ) Cf. Ham i 1ton , p .96, n.1 23 : "The whol e l ast tri ad i s ela
borateand original and therefore hard t o code n •
(43) Cf. Las s o de la Vega, li La Sépt i ma Neme a • •• " , pp. 1 09ss.,
sobre-rodo 120ss., con completa bibliografia s obre el t ema.
(44- ) Cf . nuestro c apitUlO " Invocaci6n Poé t i c a" , p . 921. Para
esta func i6n de tr ansici6n , véase Bundy , p. 78 .
(4 5)
~f.
Young , Three odes of Pindar , pp.28s s.
(46) Véas e la nota 29.
(47) Cf. Bundy , pp.79-80 . Young (Pindar Isthmian 7, p.33) ha
bl a de c ontraste con el ejemplo mItic o de Bel er ofontes.
(48 )
Ir
Invocaci6n Poé t ica ", n .20; l a s páginas son 57-65.
(49 ) Véanse l as pp.9 36- 937.
(50 ) Los opt ativos son suplement o de Maas; Kenyon reconstruia
i mperativos.
(51 ) Nosotros aceptamos l a inter pr etaci6n de Boeckh y Her mann,
quienes consideran que el sujeto res al aav o A6 yov ; según
SChroeder, Zeus es el sujeto y a aav y Aó yov acusativos en
aposic i 6n (en tal caso, habr í a que inc luir e ste pasa je en el
apartado 1). En t odo caso ÓLai<.pCVELV e s infinitivo con valor
imperat ivo.
(51 bis) Cf. 0 .5.17 en el ap artado 2b, con i nvoc ac i6n, que en
N.8 13ss.:ño encontramos.
0
(52) Qf. Corlu, Mots re latif s ~ l' i dé e de pri~re, pp .65ss.,
99s8. , 295-296.
(53) Comprende los casos en que están explicitas la pr6tasis
y la ap6dosis de l periodo condic ional; n o incluímos casos en
r
que no hay ~p6~os i s
E(a,ioja~á! ) , c Qmo Pi. P.l. 46 :
EL yap O n ~~ Xpovo~ OA. ~OV ~ E V o~ ~w
i<.aL K~cávwv 6óaLV EÚ~ÚVOL, i<.~ ~ á~w v ó' tnCAaOLV napáoxo~·
986
(51
véanse n . stras pp.92 3ss •
(55)
véanse nuestras pp.926-927.
( 56)
Véanse nuestras pp.927-928.
( 57 )
Véan se nuestras pp .955-956.
( 58) Sin embargo, el imperativo es más frecuente cuando la in
voc aci6n se hace a un dios mayor, como señala Hamilton (cuadro
de p.20 y p .24, n. 30 ).
(59) Cf.
~ amilton,
p.24, n.30.
(60) Véase IlInvocaci6n Poética ll pp.930ss
• En 0.12 y N. ll,
en que coinciden I1Invocaci6n Po~ t ic all y I1 Plegaria para eT Fu
turo l1 ,la estructura es más complicada.
(61) Cf. Gerhardt (op. cit . en la nota 12), pp.30-31; sobre l a
indicaci6n topográfica que sustituye a la historia del naci
miento del d i os en los himnos, véase Gianotti, p.73.
(62 ) Cf. Young , Three odes of Pindar, p.94.
(63 )
Véanse nuestras pp.929-930.