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www.flacsoandes.edu.ec CONSULTAS AL DICCIONARIO de la LENGUA \ (A lgo que falta en el Vocabulario académico y de lo que sobra en el de los ecuatorianos, etc.) POR CARLOS R. TOBAR Director de la Academia Ecuatoriana, correspondiente de la Española; miembro honorario de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Bellas Artes de la Universidad de Chile; de la Asociación de Escritores y Artistas españoles; del Ateneo Hispalense; de la Sociedade de Geographia do Kio de Janeiro y de la Sociedad Colombina Onubense; ó individuo correspondiente de la Real Academia de la Historia, de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, de la Sociedad Científica Argentina, etc. TERCERA EDICIÓN 1911 Imprenta «A tlas G eográfico » de A lberto Martín Consejo de Ciento, n.° 140 BARCELONA Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ---------- CONSULTAS al DICCIONARIO DE LA LENGUA Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Advertencias preliminares Las C o n su l t a s a l D iccionario d e l a L e n ­ g u a salen á luz en tercera edición, corregida y au­ mentada. Los aumentos son debidos, en gran manera, á la mayor generalización dada á las correcciones: antes versaban éstas, casi exclusivamente, tocante á erro­ res del habla quiteña; no obstante lo cual, un notable filólogo extranjero ha creído que las CONSULTAS son tan españolas como hispanoamericanas, como ecua­ torianas, como quiteñas. Con mayor fundamento la actual edición mere­ cerá el juicio expresado, pues versa acerca de vicios del idioma extendidos por toda ó casi toda la América española. Del propio modo, muchos-de los neologis­ mos, cuya, aceptación proponemos á la Real Acade­ mia de la Lengua, son vocablos comunes á todos ó casi todos los pueblos que la hablan en el Continente de Colón, esto es, voces pronunciadas por cincuenta Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ó millones de hombres, con suficiente derecho para so­ licitar de los diez y ocho millones de hermanos penin­ sulares una justa participación en el acervo común del lenguaje. No, por otra parte, se crea que tendemos á la inflazón, —como diría un filólogo-economista,— abo­ gando por las desatentadas emisiones de inútiles neo­ logismos, especie de papel moneda inmoral, cuando no es justificado por una necesidad imprescindible. No; ni siquiera estimamos esos Diccionarios que, sin ser enciclopédicos, se recomiendan por contener más palabras que el Vocabulario de la Academia, y nos recuerdan á aquel farmacéutico que, para conseguir clientela, agregaba una buena adehala á los medica­ mentos recetados por el facultativo. Acogidos por el Léxico de 1899 varios de los vocablos anotados en nuestra primera edición, na­ turalmente fueron suprimidos. Suprimidas, del pro­ pio modo, han sido algunas observaciones que el úl­ timo Diccionario ha aceptado asimismo. Conserva­ mos, sin embargo, algunos de aquéllos y de éstas, expresando su aceptación, cuando queda aún alguna diferencia de juicio entre el desautorizado nuestro y el decisivo de la muy sapiente Academia Española. Con lo expuesto y con agradecer los benévolos juicios de la prensa, reproducidos por los señores edi­ tores en el prospecto de la actual edición, pondremos punto á estas notas, complementarias de lo anterior­ mente expresado en el prólogo de nuestro libro, ad­ vertencias que, — suprimidos algunos párrafos ya in­ necesarios,—decían: “¿Porqué se ha intitulado este* libro CONSULTAS Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 7 al D iccionario de la L e n g u a ?—Denominárnoslo primitivamente Diccionario de y con tal nombre comenzó á publicarse en los Anales de la Universidad de Quito; mas, casi en seguida, algu­ nos literatos de otras provincias nos hicieron notar lo restringido del título, supuesto que muchas de las observaciones se referían á voces usadas en toda la República. Pero se presentaba otro óbice: ¿Cómo llamar honradamente á nuestro modesto trabajo Vo­ cabulario de ecuatorianismos si, la pura verdad, los estudios respectivos se habían hecho sólo en Quito; si, por otra parte, diferimos tanto algunas veces tocante á significación de palabras, modismos, frases, etc. los del norte de la Nación de los del centro y de los del sur, los de la sierra y los de la costa; tanto, repetimos, que una palabra significa aquí una cosa y allí otra enteramente diversa? Sírvanos de ejemplo la voz ckushi,cuyo significado para los quiteños es el de lechuza, y para los cuencanos el de renacuajo. ¡Qué bien se comprenderá, pues, entre el vulgo del Azuay el siguiente párrafo! “Posado el ckucshi sobre corpulento capulí, amedrenta á los sencillos labriegos con el áspero chillido.” Párrafo en el que, sustituido ckucshi con renacuajo, resulta un quid pro quo tan chistoso como el en que incurre la Academia al atribuir á anaco la definición correspon­ diente al guango de las indias. Se anotan los vocablos, aunque manifiestamente quichuas, de uso tan general, que se podría conje­ turar que no se conocen en absoluto las voces caste­ llanas equivalentes; así como los que nombran un objeto, animal, acción, etc., que no podríamos acasa Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 8 expresar, para ser comprendidos, sino valiéndonos de la denominación quichua, v. g.: cliucuri, Principiada esta obra hace muchos años, la edi­ ción duodécima del Léxico, que aceptó con sobra de prodigalidad americanismos innecesarios ó barbarismos llevados de España á América, hizo inútil una buena parte del trabajo de las Consultas; por tanto, nos hemos visto en la necesidad de suprimir algunas voces antes corregidas, así como otras que, por cons­ tar en la última edición del libro Apuntaciones críti­ cas sobre el lenguaje pbogtaodían cali de plagios hechos al sabio Sr. Cuervo. Inclúyense bastantes de las voces anotadas por el Sr. Dr. Pedro F. Cevallos: unas por dar fuerza á la corrección con ejemplos tomados de autores castizos; otras porque no habiéndose obtenido la enmienda, se hacía necesaria la repetición de la censura; algu­ nas porque requerían ampliación de doctrina; y po­ cas, en fin, porque no fueron sustituidas con la pala­ bra propia por nuestro ilustrado lingüista. Se han agregado, á más, los nombres de cosas nuevas, con­ viene á saber, de cosas americanas que no solamen­ te justifican el neologismo, sino que exigen nombres nuevos; pues en el Diccionario español no figuran mu­ chas denominaciones, especialmente de la fauna y de la flora de éste, por varios respectos, aún Nuevo M u n d o . Hay vocablos de todo punto castizos que tienen sin embargo en América, no precisamente una acep­ ción distinta de la que les señala el Diccionario, pero sí un matiz, digamos, un más ó un menos de signifi­ cado que de cierto no poseen en España: son términos Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 9 que se han naturalizado en nuestro Continente y que revestidos de las peculiaridades logradas por la dicha naturalización, se han despojado algún tanto de las pertinentes á las del país de origen. Hay otros que han transmutado, acrecido ó mermado sus significa­ ciones, según el modo singular ó enfático y entera­ mente nacional ó local, con que son pronunciados por venezolanos, colombianos, ecuatorianos, peruanos, bolivianos, chilenos ó argentinos. De aquí que podría acaecer que un español recién llegado á una de estas Repúblicas, quedase ayuno del sentido de frases, por otra parte muy castellanas; y aún sucedería que en la Península no se comprendiese de manera cabal, lo que escritores de aquende han expresado clara y per­ fectamente para sus connacionales, sobreviniendo allá lo que acá respecto de obras de brillantes auto­ res peninsulares, como Pereda, por ejemplo, cuyo Sabor de la tierruca ó cuyo Peñas de gusto delicioso para los que estamos habituados á la litera­ tura de la antigua Madre Patria, no son debidamente apreciadas por gentes, cultas quizá, pero que no han aprendido á saborear esos regalos, así como nues­ tros serranos van á mirar con desvío en la costa los ostioncitos con que se hace un agua la boca del ya engolosinado. De aquí también que quizá sean mejor recibidas en España obras literarias americanas, de americanismo contrahecho,—obras escritas sobre la falsilla peninsular, imitaciones en el fondo y la forma de libros europeos,—que libros genuinos de Amé­ rica, trasuntos de la naturaleza, de las costumbres, del lenguaje de cada país hispanoamericano. Caso en el que carecen hasta de competencia los críticos es­ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 10 pañoles para juzgar á los escritores nacionales de ul­ tramar, del propio modo como un fotógrafo técnico, si bien muy capaz para decidir tocante á la calidad de las sales, papel y máquinas empleados para una vista de un paisaje desconocido, es inepto para juz­ gar acerca del mérito principal de la fotografía, á sa­ ber, la exactitud del parecido; y ni podrá apreciar tampoco las condiciones características de diafanidad de atmósfera, de viveza de luz, de circunstancias de ambiente, que modifican de una manera ú otra las combinaciones y descomposiciones de los agentes químicos usados por el alejado artista, y que consti­ tuyen lo modal del medio en que éste obtuvo su obra. En las costumbres, vestidos, dialecto, etc., de las personas que nos rodean, hay un algo al que nos he­ mos habituado y que, aun cuando sea raro para otros, no choca á los que cuotidianamente oímos ese dia­ lecto ó vemos esos vestidos y costumbres; por el con­ trario, nos causa extrañeza otro algo que en los extraños no hemos adquirido el hábito de ver ú oír. Así v. g.: el modo de andar de las norteamericanas, el de reir de los ingleses no son del gusto de los fran­ ceses, españoles é hispanoamericanos. Las salsas dul­ ces de los alemanes, la coleta de los chinos, las ostras con miel de los japoneses, siquiera las uñas largas que pusieron de moda algunos extravagantes,—no queremos citar el bocio considerado como parte inte­ grante del cuerpo humano en algún pueblo,—¿Son del gusto de la mayor parte de las personas? No, á la verdád, y por esto uno de los pocos refranes de exac­ titud completa es el que dice que de gustos no hay nada escrito. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 11 Acerca del idioma y particularmente del dialecto, atendiendo á los sonidos más bien que á las modifica­ ciones analógicas y sintácticas, los americanos que hemos dulcificado la pronunciación, diferimos en modo notable de los peninsulares que conservan la primiti­ va fuerza y virilidad del varonil idioma castellano. ¿No diferimos asimismo, aunque en menor grado, los pobladores de las diversas secciones de la antigua colonia española? Alguna vez para ser entendidos por las personas que han de leer, ó mejor dicho á quienes se dirige lo escrito, necesitaremos emplear una de dos: ó los vo­ cablos propios del país en que se escribe, ó extensas perífrasis, insoportables para nuestros compatriotas, que nos censurarían los tales circunloquios con los cuales se ha tratado de evitar la censura de los críti­ cos extraños. Es decir, nos veríamos en el caso de los niños ó de los otros ignorantes del idioma, que desco­ nocedores de las palabras propias y precisas, han me­ nester circunlocuciones para comunicarse con sus se­ mejantes. No por lo expuesto opinamos que la única heren­ cia que nos queda de España, la dulce lengua de Cas­ tilla, deba desaparecer del Continente americano, y esta vez á los golpes de la zapa demoledora de la ig­ norancia. No, mil veces no; pero sí estamos á una con quienes comprenden que el idioma español, por razón del trasplante, experimenta algunas modifica­ ciones adaptadas al medio distinto que le presentan las naciones hispanoamericanas. Hay, además, un én­ fasis propio nuestro que comunica á ciertas locucio­ nes no sólo fuerza de expresión que las vigoriza, sino Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 12 acaso un significado distinto del que les pertenece. ¿Serán inteligibles tales locuciones enfáticas para quienes no están en coyuntura de calar el énfasis? Estos y otros son los matices á los cuales nos referi­ mos antes, y que si no han de cambiar propiamente, andando el tiempo, nuestro primoroso idioma, han de hacer necesario que el crítico de ultramar desentrañe el significado íntimo de la expresión, para no incurrir en apreciaciones erróneas tocante á obras literarias de Hispano América. Las lenguas, no queda duda de ello, tienden á una especie de mimetismo, que las adecúa al medio en que viven: adquieren una como semejanza con lo que las rodea, lo cual, por otra parte, les asegura la existencia, adaptándolas á la naturaleza, á las insti­ tuciones, á las leyes, á las costumbres, á las idiosin­ crasias de los hombres en cuyos cerebros y labios van á amoldarse, si no han de ser idiomas efímeros. Necesitan, digámoslo, aquerenciarse en los lugares á donde son trasladadas y donde van á continuar vi­ viendo. Una advertencia más. Encariñados con nuestro trabajo de mucho tiempo,—hecho y rehecho, como lo comprueban aún las varias veces que comenzó á salir á luz en publicaciones periódicas,—lo dimos, por fin, á la estampa como estuvo, sin ninguna modificación, conservando hasta algunas cosas que hemos encontrado después de elaborada esta modes­ ta obra, en autores que no habíamos leído antes; lo cual no debe causar extrañeza, pues libros conocidos, casi vulgares en otras partes, no lo son en el interior de nuestra República, donde, en vez de las ricas y Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 13 muchas bibliotecas públicas de naciones más afortu­ nadas, cada cual tiene su librería particular, carecien­ do, el que no la posee, de fuente de estudio y de con­ sulta. Ahí desgastamos, por tanto, buena parte de la existencia en la preparación de la materia prima, que ha de servir para utilizada en las labores de otra porción de la existencia. Decíamos, pues, que nada hemos modificado últi­ mamente en la obra, y ni siquiera hemos eliminado de ella las coincidencias: así conservamos la relativa á la palabra pecinado,Eque se nos ocurrió leyen­ m do uno de los Episodios Nacionales de Pérez Galdós, y que hallamos después en Rodríguez como to­ mado de Cuervo; y así además debe de haber, ó mejor dicho debe haber, otras de éstas que hemos llamado coincidencias, entre las doctas obras de los varios hispanoamericanos que han ocupado su tiempo fruc­ tuosamente en estudios lingüísticos, y este volumen, escrito no por persona dedicada de modo exclusivo á las letras, sino sólo enamorada de ellas, literato no de profesión sino de ocasión, cuya agitada vida se ha compartido, tal vez estérilmente, en múltiples y aca­ so antagónicos quehaceres. Respecto del quichua, debemos advertir que lo concerniente á él en este libro, se refiere al dialecto de la provincia de Pichincha; pues no conocemos otro de los muchos brotados, multiplicados, en cada porcioncilla de los antiguos extensos dominios de Huaina Cápac. La ortografía de los ejemplos es la misma usada por ios autores de quienes se han tomado.“ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CONSULTAS al Diccionario de la Lengua I A A B A L E A R , ABALEAD O Dice el Diccionario de la Academia: « . (Del b. lat. baleiuni, escoba.) a. A g r. Separar del trigo, cebada, etcétera, después de aventados, y con escoba á propósito para ello, los granzones y paja gruesa.» En el norte del Ecuador, se emplea el verbo dándole el significado de ejecutar á una persona con una descarga de fusilería, esto es, se le atribuye la acepción de , quizá porque se cree que abalear viene de bala. Por lo mismo se nombra abaleado al fusilado, y aun hemos oído llamar abaleadas á las personas . Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ABA i6 i A BAN D ERIZARSE Decimos que se abanderiza una persona cuando decidida­ mente se pone al servicio de un partido político, ó sea se alista en él ó se coliga con otros para un fin político, formando parte así de uno de los bandos ó parcialidades en que la familia ecuatoriana está dividida, no por intereses personales ni cosa parecida, sino con el noble objeto de engrandecer la nación y de colocarla en el pináculo del templo de la gloria, como en su magnífico y verídico lenguaje dicen los grandílo­ cuos de nuestra política. La Academia Española no concede á abanderizar ó bande­ rizar más acepción que la de dividir en banderías, esto es, casi lo contrario de lo que nosotros hacemos significar al vo­ cablo. Pero, de la definición de banderizo dada por los mismos sabios académicos, podría quizá deducirse que los ecuatorianos no incurrimos en pecado grave al ampliar, conforme lo ex­ puesto, las acepciones de la palabra anotada: « . Que sigue bando ó parcialidad.» A BA R C A R , A BR A ZA R (la gallina los huevos) (Del lat. ad, á, y , brazo). Ceñir con los brazos ó con la mano alguna cosa. || fig. Ceñir, rodear, comprender. || fig. Tomar uno á su cargo muchas cosas ó negocios á un tiempo. || fig. Moni. Rodear ó dar un cerco á un pedazo de monte en que se presume estar la caza. Tales son las acepciones de abarcar, según el Diccionario de la Academia. a b r a z a r , dice el mismo Léxico, a. Ceñir con los brazos. U. t. c. r. || Estrechar entre los brazos en señal de cariño. U. t. c. r. || fig. Rodear, ceñir. || fig. Comprender, con­ tener, incluir. || fig. Admitir, aceptar, seguir. || fig. Tomar uno á su cargo alguna cosa: a b r a z a r un negocio, tina em­ presa . A barcar. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ABI >7 ABARCAR y ABRAZAR no equivalen, por tanto, como nos­ otros queremos, á empollar ó sea calentar el ave los huevos, poniéndose sobre ellos para sacar pollos. Los (|ue andáis empollando obras de otros, Sacad, pues, á volar vuestra cría... — etra iI( Fábulas literarias: La Avutarda.) Los que gustan de palabras no muy usadas, pueden decir encobar ó i n c o b a r ,verbos venidos del latín bare, acostarse. O si quieren hablar culto, empleen un elegante circun­ loquio de los recomendados por D. Francisco de Quevedo, verbigracia: vivificar los globos de la m ujer del gallo. A B A RRO TE Como término de marina tráelo la Academia, y lo define: fardo pequeño ó cualquiera otra cosa que sirve para apretar ó asegurar la estiba, llenando sus huecos. a b a r r o t a r , asimismo como vocablo de marina, significa cargar un buque aprovechando hasta los sitios más pequeños de la bodega y cámaras, y á veces parte de la cubierta. Por extensión significa, también, llenar completamente, atestar de géneros ú otras cosas una tienda, un almacén, etc., de donde, es probable, hemos dado el nombre de tiendas de abarrotes, — como en Cataluña dan de colmados á las llenas de comestibles,— á las atestadas de bacalao, especias, etcé­ tera, esto es, á las que en español se denominan abacerías. Llamárnoslas tiendas de abarrotes, no simplemente aba­ rrote, como dice el Diccionario. ABIZCO CHAR El señor Uso, supremo juez y árbitro en materias lingüís­ ticas, del propio modo que otros jueces y árbitros no siempre acertado ni justo, tuvo por bien cambiar en la .y de la pri­ mera sílaba del sustantivo bizcocho quien, como sus deudos bizcotela, bizcochero, bizcochada, etc., debe poseer la susodi­ cha í por derecho de etimología. Pero ya no es el caso de que aleguemos en pleito sentenciado y ejecutoriado: vamos á tratar Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" sobr ABR |8 del prefijo, con que deforman el verbo de la expresada fami­ lia algunos hispanoamericanos. Ni a protética ni de otra naturaleza necesita de bis, dos veces, y c o c l n s c, ocido. ABO LLAR Es, según los señores académicos españoles, hacer á alguna cosa uno ó varios bollos ó a ru d lo bse decir: « que resultan en una de las caras de una pieza de metal ó de otra materia que ceda, sin romperse, por golpe dado ó presión hecha en la cara opuesta.» Para los hispanoamericanos la abolladura no es una elevación, sino lo contrario: una hendidura ó un hundido,—como decimos bárbaramente los quiteños,—que re­ sulta en un objeto por haber sido golpeado ó por otra causa. Paréceme, además, que algunas veces damos á abollar la significación de mellar, verbo que barbarizamos también agre­ gándole una a: amellar. ABORDONADO, ABORLQNADO Los paños ó telas con listas de tejido más ó menos grueso ó saliente, que alternan con otras más delgadas, se denominan en lengua castellana acanillados. Abor donadosacaso se llamarían en antiguo los individuos que llevaban bordón; pues hubo el verbo español, hoy arcaico, abordonar con la significación de andar ó ir apoyado en el tal palo. Los paños con canillas, á saber, con listas ó vetas formadas por alguna ó algunas hebras de distinto grueso ó color, se lla­ man también canillados. En las fábricas de España emplean, además, los verbos,—que no están aún en el Léxico de la Aca­ demia.—acanillar, formar canillas en la tela, y acanillarse, adolecer ésta de ,sa ru d lin cquiere decir, desigualdades provenientes del hilo, textura ó color. Acanilladura es voz muy usada, asimismo en las fábricas, sin venia de los académicos. Aborlonado no significa nada. A B R A S A R S E DE CALO R, DE SED Junto con los andaluces, que principalmente vinieron á Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ACA •9 poblar la región hoy denominada Ecuador, como era natural, vinieron asimismo castellanos, catalanes, etc., y como era también natural, nos trajeron consigo los modos de hablar peculiares á la parte de España de donde procedían los colo­ nizadores. Así debieron devenirnos de Cataluña, por ejemplo, unos cuantos modismos cual el anotado, que es traducción li­ teral de abrassarse de c a l o r ,de sel. Equivalente á a s a r s e b , asta con decir me desea encarecer la cosa, me abraso vivo. Abrassarse de set, en español es tener mucha sed, ó estar sediento, ó secarse de sed, ó sólo secarse según el Léxico. ABRIDOR Solemos nombrar al peine de púas ralas, gruesas y largas, que sirve para desenredar el cabello, más bien que para pei­ narlo. Escarpidor ó escarpiador |del lat. excarpere, cardar| es como se llamaba antiguamente el tal peine. ABUSIVO Abusivo, a, es adjetivo admitido en el Diccionario en la acepción: «que se introduce ó practica por abuso.» Creemos que no puede admitirse como participio activo, al modo ecua­ toriano. ACABAR Acabar á una persona es, según muchos americanos del sur, hablar muy mal de ella. Según el Léxico, acabar con una persona es quitarle la vida; acabar con una cosa es des­ truirla. De admitirse figuradamente la locución nuestra, de­ biera conservarse la preposición con. A CÁ PITE No está en el Diccionario.—El signo ortográfico con que se indica el término de un período, se denomina Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 20 ACE no punto decimos. a c á p it e n , i siquiera punto como no «Se pone punto Jin a l cuando el período forma completo sentido, en términos de poderse pasar á otro nuevo, sin quedar pendiente la com­ prensión de aquél: es esto tan claro, que no ha menester ejemplos. Resta advertir que en toda clase de escritos suelen hacerse después de punto fin a l ciertas separaciones ó divisiones llamadas p á rra fo s; cada uno de los cuales ha de empezar en renglón distinto de aquél en que acabe el anterior, y más adentro de las otras líneas de la pinina. Deben principalmente usarse tales divisiones cuando se va á pasar á diverso asunto, ó bien á considerar el mismo bajo otro aspecto.» {Gramática de la Lengua Castellana, por la R eal Academia Española— Ultima edición). ACÁPITE, corrige el Sr. Cuervo, párrafo, . Nosotros usamos también en tal sentido la palabra corregida, y así de cimos: «Pasando á otro acápite del escrito;» «El artículo edi­ torial tiene seis acápites;» «Ponga comillas al principio de cada a c á p i t e »,etc. En una ú otra acepción toma vocablo cuando, dictando á otro lo que tiene que escribir, le ordenamos que ponga punto acápite, ó que ponga punto y acápite, como se dice en francés: «Point á la ligne.» A C EN TU A RSE «Acentúase la mejoría de Fulano enfermo»; «se acentúan las señales de un buen tiempo»; «se han acentuado los sínto­ mas que se temían»; «se acentúa más la división». Tales y otras frases análogas se dicen y escriben en la América espa­ ñola y aun en España. No obstante, la Academia no concede sino dos significados rectos y uno figurado al verbo acentuar: Dar acento prosódico á las palabras. || Ponerles acento orto­ gráfico || fig. Pronunciar con esfuerzo significativo alguna pa­ labra ó frase para que en ella se fije la atención. La necesidad de la simplificación del idioma impele instin­ tivamente á inventar palabras ó á atribuirles significaciones fi­ guradas: así, para no decir «se hace ostensible la mejoría»; «se manifiestan más claras las señales del buen tiempo»; «se han Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ACH 21 hecho ostensivos los síntomas que se temían»; «se hace más visible», etc.—expresamos las ideas respectivas conforme lo dicho al comienzo de este artículo. % ÁCCIDO A ciclo «Los que recalcándose y echándola de más cultos que los demás, dicen decido, occe'ano...ignoran que nada justifica el empleo de la ble c; porque acer no la tiene en latín, ni en griego , cbtt¡¡; de la raíz «/, p u n t a , agu jó n ,ni tampoco se escriben con dos cc O en latín, ni Oxscoo; en griego.» {Benot—Arquitectura de las Lenguas). Aldrete no trae todavía la palabra en sus Orígenes, ni la traen tampoco obras contemporáneas ó anteriores al libro del Canónigo de la Iglesia de Córdoba, en las cuales sí se halla el adjetivo acedo, acaso predecesor de nuestro voca­ blo. Lo encontramos en el Diccionario Académico de 1726, que lo define «lo que es agrio al gusto,» y lo distingue de «lo que llamamos agrio, porque éste no se dice propiamente sino del sabor, y el ácido de lo que es corrosivo, que penetra, disuelve y corrompe la substancia de las cosas.» A C IA L Llamamos así al azote formado por una vara, de la cual pende una correa, y con la que los arrieros avivan ó castigan á las caballerías. Los españoles dan el nombre de acial al instrumento que nosotros denominamos moquillo, esto es, al que sujeta á las bestias, por el labio ó parte superior del hocico, para herrar­ las, curarlas, esquilarlas ó domarlas. ACHOLADO Bien podrá ser que la persona avergonzada ó corrida de- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 22 ADE lante de gente de suposición, esté ante ella como cholo en presencia de un superior; pero no porque esto sea posible, hemos de calificar de acholado al individuo , bado, temerosoy tímido y aun a,com miliarmente se dice del que, por encogimiento, no sabe qué hacer ó decir delante de gente. «El mozo, no muy dueño de sí, anduvo, al cruzarse con ella, ataru­ gado y confuso, amagando palabras que no pronunció y saludos que no hizo.» ( . — a d erP E l sabor de la El último Diccionario de la Academia, en el acepta ya el adjetivo o d a lh c ,pero en la acepción de que tiene la tez del mismo color que la del cholo. ADEFECIO Se escribe o isefd a, y no con c, como lo hacen algun Es notable que hasta Don Miguel Riofrío, en sus Correcciones de defectos de lenguaje [Lima 1874], haya incurrido en este error. Traen la etimología de adefesio varios autores, como Monlau por ejemplo; tráela también el último Diccionario de la Lengua. De ad Ephesios. «Por cierto, Señor Quijada, que estoy en extremo maravillado de que en el tiempo que nos ha durado la cena, he visto á vuesa merced algo diferente del que le vi cuando entré en su casa; pues en la mayor parte de ella le he visto tan absorto y elevado en no sé qué imaginación, que apenas me ha respondido jamás á propósito, sino tan ad Ephesios, como dicen, que he venido á sospechar que algún grave cuidado le ailige y aprieta el ánimo; porque le he visto quedarse á ratos con el bocado en la boca...» (Don Quijote de la Mancha.—E l Licenciado Fernández de A vella­ neda). De adefesio hemos formado el adjetivo Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" , adefe- 23 ADU siosa, con que naturalmente queremos significar que una per­ sona es ridicula, extravagante, disparatada y aun tonta. Lo decimos también de las cosas. ADOBÓN Puede muy bien ser aumentativo de adobe; pero esto no estorba que el pedazo de tapia que se hace de una vez, según el tamaño del tapial con que se fabrica, se denomine P lenta. A DUEÑARSE Apropiarse es la palabra castiza, como también enseño­ rearse, según los casos. Apropriarse decían « Apropriarse. — Vale hacerse dueño de alguna cosa, tomándola como suya propia: lo que regularmente sucede sin tener motivo ó justo título para ello.» I Diccionario dela Lengua Castellana—Año Acaso hacía falta al caudal de nuestra lengua el verbo adueñarse, cuando la Academia lo trae ya en la 13.a edición de su Diccionario. ADULÓN El que da á las gentes, «con palabras ó acciones motivo de satisfacción ó engreimiento, no por benevolencia ni por espíritu de justicia, sino por ruindad de ánimo ó con el inte­ resado fin de ganarse su voluntad,» es un adulador, lisonjero ó lisonjeador; aunque los dos últimos adjetivos no siempre tienen las mismas acepciones que el primero. Y con esta oca­ sión recordemos que en la lengua castellana no hay sinónimos propiamente tales. «¡Qué prevenidos están los príncipes contra los enemigos externos!; ¡qué desarmados contra los domésticos! Entre las cuchillas de la guar­ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" AQA 24 dia les acompañan y no reparan en ellos, listos son los aduladores y lisonjeros, no menos peligrosos sus halagos que las armas de los ene­ migos; á más príncipes ha destruido la lisonja que la fuerza... »Gran advertencia es menester en el príncipe para conocer la li­ sonja, porque consiste en la alabanza, y también alaban los que no son lisonjeros: la diferencia está en que el lisonjero alaba lo bueno y lo malo, y el otro solamente lo bueno... »No faltarían remedios para conocer la lisonja; pero pocos prínci­ pes quieren aplicarlos, porque se conforman con los afectos y deseos naturales; y así vemos castigar á los falsarios y no á los lisonje­ ro s...» ( SaavedraFajardo—Idea de un príncipe político cristiano). No hay motivo para que la Academia acepte el barbarismo adulón, ni siquiera como adjetivo familiar americano; con adulador, lisonjero ó lisonjeador había lo bastante. ADVENIMIENTO Venida ó llegada, y también elevación, exaltación de un sumo pontífice ó de un soberano al trono. No ha de confun­ dirse con avenim iento, convenio, ajuste. A E R EOLITO Ha de decirse o tilrea,voz griega formada de dvjp y \ í6oqípiedra. Tampoco es palabra esdrújula, como lo quiere Riofrío en las ya citadas Correcciones de defectos de lenguaje; pues no lleva el acento en la o eufónica, según la Academia. Mas, D. Felipe Robles Dégano, en su erudito libro Ortología Clásica de la Lengua a n letsC , se admira de que s grave al vocablo, que ha de pronunciarse lo mismo que sólito. AGALLA Posee seis ó siete significados diversos; pero ninguno que justifique siquiera el único que le damos en el Ecuador. En sentido figurado y familiar, dice el Léxico, Animo esforzado. I sase más con el verbo tener. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" AGU 25 Tener sa l,g según los ecuatorianos, vale tanto como cicatear, de donde hemos formado el adjetivo: AGALLUDO, Que aplicamos al que no se contenta con lo que le co­ rresponde, al negociante, jornalero, etc., que después de ob­ tener lo justo por la mercancía ó el trabajo, exigen aún más y ni ese más les satisface; pues les abre el apetito para solici­ tar todavía una adehala. AGARRADERA El asa ó mango de alguna cosa, ó la parte de un cuerpo que ofrece proporción para asirlo ó asirse de él, es agarra­ dero, no agarradera. I ' AGARRÓN La acción de agarrar, ramente decimos. o ra g,y no agarrón A G IL IT A R Decimos en vez de ra vitc, confundiendo las sign nes de los dos verbos. Véanse las diferencias: A gilitar. Hacer ágil, dar facilidad para ejecutar alguna cosa. Activar. Avivar, excitar, mover, acelerar. A G U A JE Término de marina con que designamos la lluvia torrencial de nuestras montañas andinas. Usárnoslo de preferencia en plural, aguajes. Además de la acepción académica y de la nuestra, algún autor emplea la voz en vez de laguna ó cosa parecida. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 26 AHO B h i z o bramar al encelado ciervo Junto al z'eja u gnque su sed templaba. ( G ahry Galán—Camp AGUATERO Azacán, aguador. «Y cuando no, la Infanta me ha de querer de manera que á pesar de su padre, aunque claramente sepa que soy hijo de un azacán, me ha de admitir por señor y por esposo.» f — setn a vrC Don Quijote de la Man « a z a c á n — Voz de origen arábigo, que significa aguador. Se usaba no sólo en Toledo, como indica Don Sebastián de Covarrubias en su Tesoro de la lengua castellana, sino generalmente en Castilla, como se ve por este ejemplo de Cervantes, y por los de Fr. Luis de Granada y otros escritores antiguos. » (iClemencia— Comentarios al ). « También en los viernes de la Cuaresma solía alzarse un pulpito frente á la fachada de esta iglesia, donde predicaban al aire libre los padres encargados de las misiones, con gran edificación de los astu­ rianos aguadores que formaban la base del auditorio. ( MesoneroRomanos— Antig AQUILÓN No está en el Léxico. Nosotros llamamos al caba­ llo que sólo anda de paso y que lo tiene duro. El Diccionario acepta el americanismo a liu g,pero lo define: « ballo muy veloz en el pasó»; queda, pues, sin denominación la caballería de las propiedades arriba expresadas. AHOGADOR propiamente la a b ro s ,según la definición del Dic­ cionario. Es, según los ecuatorianos, la correa de la brida, ó I Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 27 ALA mejor dicho de la cabezada, que ajusta ésta en la garganta del caballo. A IJA RES Ijares ó ijadas.—Antiguamente lujares ¡lijadas. El Léxico último escribe estos dos sustantivos sin k. Ya el Diccionario de las Autoridades advertía [tom. 4.0, pág. 209] que se escribiese sin la expresada letra, á causa de venir ija r é ijada del latín i lia, ilium . Revuelve lleno de vergüenza y furia Rompiéndole al overo las ¡lijadas Y otra vez yerra el golpe, porque el brazo Iba temblando de despecho y rabia. ( Saavedra — Moro Expósito). AJUSTÓN Es apretón. A justar significa cosa distinta que apretar. De confundir el significado de los dos verbos, hemos inventado la palabra que corregimos. ✓ « Y si acaso por desdicha Se ven estos apretones. ( Castillo Y á la carrera de sorbos Y al apretón de los tragos Nunca ha dado yegua el Betis Potro que pueda alcanzarlos. (Quevedo c, itado por el Dicciona ALA BA N C IA , ALABANCIOSO Jactancia, jactancioso; rpresuntuoso. p «Algunas veces la lisonja mezclada con la ignorancia, alaba en el niño por virtudes la tacañería, la la insolencia, la ira, la Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 28 ALA venganza y otros vicios, creyendo que son muestras de un príncipe grande.» {Saavedra Fajardo). \ «Pues no hay sino tenerla (paciencia) y prestarla, dijo el ciosoyque aquí no hay hombre sin penacho, ni hembra sin garzota.» ( G radan—E l Criticón ). «Sé humilde y serás temeroso; y si eres temeroso, serás vigilante; y si todo esto eres, presto serás de Dios: al Señor dispone lugar, quien con la humildad desembaraza el alma de la .» {Nierem berg.— Avisos espirituales sacados de sus obras). «El segundo (yerro de San Pedro) fue presum ir de sí más que de los otros, anteponiéndose á ellos. El tercero fue, presumir de sus fuer­ zas más de lo que podía y jactarse de ello. De aquí resultó que los de­ más apóstoles, por no quedar inferiores á Pedro y no ser notados de cobardes, todos dijeron lo mismo, que estaban aparejados á seguir á Cristo hasta morir. Y si esto dijeran con humildad, pidiendo á su Maestro que los ayudara, no erraran; pero como nacía de presunción. no fue agradable á Cristo nuestro Señor, el cual pudiera responderles aquello de Jeremías: Oído habernos la soberbia de Moab, en gran ma­ nera es soberbio. Yo conozco su jactancia y que no es conforme á ella su fortaleza, ni aun hará lo poco que podía. Lo cual se cumplió á la le­ tra con los discípulos. » (P. Luis de la Puente— Meditaciones Espirituales). En este ejemplo está perfectamente definido el , que dice nuestro pueblo. El Venerable de la Puente emplea, asimismo en el fragmento copiado, los varios términos casti­ zos equivalentes al barbarismo alabancia: , , jactancia. Si se quisiese emplear un término tropològico, se podría decir cacareador. Cacareador—Met. El que exagera y pondera con arro­ gancia sus cosas. ro ta cJ ,arrogatisi tumidus. ( Sa Iva—Dice. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ). 29 ALA A LAC EN A Hueco en la pared, con puertas y anaqueles, para guardar algunas cosas. Los ecuatorianos llamamos, además, alacena á la parte superior del pecho, que está encima de la clavícula (á la re­ gión clavicular que diría un anatómico); y á este hueso, hueso de la alacena. ALAD EAR Ladear. 1 Ladear, dice el Dice., inclinar y torcer una cosa hacia un lado. ¡| Andar ó caminar por las laderas. || fig. Declinar del ca­ mino derecho. ¡| r. fig. Inclinarse á una cosa; dejarse llevar de ella, ij Ladearse comino, fr. fig. y fam. Empezar á enemistarse con él. «Elias ladeó la conversación como el avaro que oculta el tesoro que quieren robarle.» (Selgas— , demonio y carne). Significaba también hacer partícipe ó dar parte de alguna cosa, aun cuando tal acepción no trae la Academia. «Puesto está en razón que el que fue fiel en la adversidad, vaya á la parte del gozo; y que quien no desamparó al afligido, mejore también estado. Jesucristo, nuestro Señor, que es la regla con que hemos de medir nuestras acciones, consagró con su ejemplo esta doctrina: á los que padecieron afrentas con él, hizo compañeros de sus honras; á los que le siguieron reo, escogió para jueces del mundo; y con los que se halla­ ron á su lado y en pie de tribunal en tribunal, ladeó él la silla de su trono.» (P. Ju a n Márquez—Los dos Estados de la E sp iritu al Jerúsalen). Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ALC 30 A LB A Ñ EL A Ibañil. «Según el sabio orientalista Don José Antonio Conde, baño, en ará­ bigo, significa edificio ú obra de yeso, y es raíz de las palabras albañil y albañilería.» ( E l Ingenioso Hidalgo comentado por Don Diego Y dando principio al fuerte, Porque eterno se edifique, Los que ayer Hércules eran Hoy se vuelven albañiles. « (Fr. G abriel Tellez— Marta la A L B E R JA En el Diccionario de 1884 no encontramos este sustantivo, tal como nosotros lo escribimos; es alverja ó arveja. Pero no es esto lo peor ni lo más común, sino que damos á una legu­ minosa que poseemos, el etn a siu g,el nombre de producen nuestros campos, la alverja. Antiguamente se escribía con b; pero denominábase así una planta nociva á los trigos: «Su grano es redondo, dice Terreros y Pando; llámanle en algunas partes algarroba sil­ vestre y alberjana.»—Según el mismo Terreros, en algunos lugares de Castilla se nombraban arbejos á los ,y de ahí acaso debió de venir el que nosotros los llamásemos alverjas. ALCACH O FLA Como si no nos bastasen las dificultades que, para gus­ tarla, nos presenta la alcachofa ó alcaucil ó alcarcil ó , le aumentamos también una / al nombre, que dificulte aún su pronunciación. Viene del árabe y el artículo A l. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 31 ALC A L C A P A R RAS Son los capullos tiernos del alcaparro (árabe arbusto que se cría especialmente en España y en el mediodía de Francia; mas nosotros denominamos así á los botones de flor del agave ó pita, aun cuando redondeados aquéllos como arvejitas, y alargados ó fusiformes éstos y mucho mayores, no se parecen más que en la circunstancia común de que se comen encurtidos. «Caparis ó alcapara de la cual la scriptura faze mención en el pos­ trero capítulo del libro del eclesiástico. Es una yerva que crece en Oriente cuyas flores y fojas y corteza son muy buenas en muchas medi­ cinas, mayormente la corteza que es en la raíz según dize Plinio en los xxiiy capítulos del xiiy libro... .Sus flores son calientes quando son ce­ rradas y las guardan en sal para uso de medicina. E mueven el ape­ tito y digeren los umores que son en la boca del estómago ca son vian­ das y medicinas. Su polvo vale á los surdos y á los que les chiflan las orejas cocho en azeite y puesto en la oreja agravada según cuenta el plateado.» (Fr. V. de Burgos— Libro de proprietatibus rerum e 1029). A LCAYATE Alcayata Pues al salir por la puerta, Como iba arrimado, asióme La alcayata de la aldaba Por los tiros del estoque. ( J . R . de Alarcó?i—La Verdad sospechosa). A LCUZA Es sólo una parte de lo que denominamos así en el Ecua­ dor; pues alcuza y aceitera significan vasija en que se tiene el aceite para el uso diario. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ALE 32 La pieza de madera, metal ó cristal, en que para el servi­ cio de la mesa de comer, van colocados varios frascos ó vasijas con vinagre, sal, aceite y otros condimentos, se llama taller ó angarillas. ALENTADO ALENTADO, de aliento, esfuerzo, es «Salió pues Gerardo, no poco de estos favores dos compañeros por la ciudad.» , valiente. , con sus ( Céspedes y Metieses— E l Español Gerardo). Estaba en un caballo derivado Castaño de color, presto, animoso, Veloz en la carrera y alentado. {Don Alonso de E rcilla —La Araucana). El son ó golpeo acorde que se hace con manos, pies, palo ü otra cosa, toqueado. ALEN TAR Respirar, animar, infundir aliento.—Tómalo el pueblo en la significación de golpear acompasadamente con las pal­ mas, etc. Sería mejor: tamboritear ó tamborilear. \ «Esta esperanza nos regocije, y este gozo nos aliente, y empecemos á gozar de lo que siempre hemos de gozar.» {N ierm berg— D iferencia entre lo temporal y eterno). «Si por el Reino de la tierra ajena se animaron tanto estos hom­ bres, por qué no nos alentamos á conquistar el Reino de los cielos...?» berg — Ib .) Cuando se anima con palmadas, ademanes y expresiones á los que bailan, cantan, etc., jalear. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ALE 33 ALEPANTADO Absorto, en sim a d o , o d ía rtsb,suspenso y aun según los casos. La Bruyère describe admirablemente al abstraído. Menalca, como se llama el personaje, lleva su abstracción hasta el punto de olvidar que él es el visitante, en casa de un amigo: impa­ ciéntase y trata de despedir á éste, cuya prolongada visita le irrita, etc. Me parece estáis suspenso, Don Luisito... Estoy pensando... (Don Francisco la máscara). Mzde la Rosa—La niña en casa y la m «Y acabado el convite se quedó (San Francisco de Asís) tan ab­ sorto en una elevación protunda.» (Cornejo— Será ). «Y andaba, desde que firmó la sentencia contra M. Germán, abs­ traído, reservado, meditabundo y triste. I (Selgas—Dos muertos vivos.) f Nuestro pueblo denomina también elevados á los felices sujetos que, pisando la tierra, habitan sin embargo un mundo distinto de este rastrero en que vivimos el común de los mor­ tales. Paréceme el calificativo tan expresivo como el de , que se les aplica en algunos otros lugares de Hispano Amé­ rica.—Véase el ejemplo tomado de Fernández de Avellaneda en la palabra adefecio. ALEPANTAM IENTO ■'■■■■ — ■ ■ — Abstracción, sia txé, ción, aunque lo corrijan críticos en demasía escrupulosos. 3 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" n ó isep u,elevación ALP 34 \ «Dezía después en los últimos años de su vida, que en esta abstrac­ ción ó éxtasis se había visto tan fuera de lo sensible... No lo sintió el Padre mucho, porque como tenía experimentado el genio, que era de gastador, y aora por las (Cornejo— A LESN A No es extraño que se conserve en América la palabra alesna conforme se usaba antiguamente en España, donde hoy ha sido reemplazada por la voz lesna; y no es extraño, su­ puesto que abundan los vocablos, giros, formas, frases y lo­ cuciones enteras, arcaicos ya en la Madre Patria, y en pleno uso y vigor entre nosotros. Antecesora de la actual es decir, del instrumento «que se compone de un hierrecillo con punta muy sutil y un mango de madera, del cual usan los za­ pateros para agujerear, coser y pespuntar», debió de haber sido la aguja de los mismos artesanos, por lo que en Covarrubias leemos: « Alesna,la aguja con que el zapatero suela del zapato y el cuero, antes de los cabos de cáñamo en­ cerotados con que cose. El italiano la llama a porque es peligrosa por ser tan aguda. Al que es muy vivo y presto, decimos que es agudo como una alesna. Lat. subilla. Marcial burlándose de uno, que habiendo ganado mucha ha­ cienda á zapatero, la despendió toda en dar al Pueblo Romano fiestas de gladiadores y lo que adquirió por la punta de la a l e s n a ,despendió por la de la daga, ó el puñal, lib. 6.° Epig. 16. Das gladiatores sutorum regale cerdo Quodque tibi tribuit subida sica rapit» ( Tesorode la lengua c ALFEÑ IQ UE A Ifeñique. «.Alfeñique, pasta blanca de azúcar, suavizada con aceite de almen­ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ALM 35 dras dulces. Francés pátede m e l l i s q u e g , luten ysejourn, y otros Latinidad. Italiano peim iti.Vulgarmente suelen decir en Ca Alfiñique. {Esteban de Terreros y Pando.—Diccionario Castellano). «Era un mozo galán atildado, de blancas manos y rizos cabedlos, de voz meliflua, y de amorosas palabras y finalmente todo hecho de alfe­ ñique, guarnecido de telas y adornado de brocados.» (Cervantes). Aldrete lo pone en el Compendio de algunos vocablos bigos, como nosotros lo pronunciamos, alfeñique; y así debe­ ría conservarse si su origen fuese el que señalan Urrea y Covarrubias: de féiiicum y el artículo al. ALIMENTOSO «El arroz es poco alimentoso,» dicen los que no saben que el adjetivo alimentoso es abundancial. Para no expresarse tan disparatadamente como los que contestan á la pregunta de sa­ lutación «¿Cómo está Ud?»—«Estoy un poco bastante regular.» —Se ha de decir: el arroz es poco alimenticio; pues y ali­ mentoso son incompatibles.—Alimenticio, asienta el Diccio­ nario, «que alimenta ó tiene la propiedad de alimentar.»— «Alimentoso, que nutre mucho.» ALM AD A ó ALM UADA A Imohada «Del árabe al-mikhadda, ó al-mokhadda, que significa lo mismo, di­ minutivos de khadd, mejillas. (Monlau—D ic e E tim ológico). «Del justo dice, que si cayere, no se lisiará, porque él pondrá su mano por almohada...» (Fr. Fertiando de Zarate— Discursos de la Paciencia Cristiana, divididos en d o s partes). Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ALT 36 «Sentóse é hizo que Flora Me llegase una » {Lope de Vega.—¡S i 710 vieran las mujeres!) ALM AIZAL < El paño blanco, recamado de oro, que el sacerdote se pone sobre los hombros y con que coge la custodia, se llama humeral, de humerus, hombro. A L O JA DO A la persona aposentada en casa que no es la suya, llama­ mos alojado\ así decimos «tengo un alojado en mi », resultando el vocablo sustantivo y con la propia significación de huésped. « Huésped, escribe la Academia, persona alojada en casa ajena.» (Ajena para quién? ¿Para el que se hospeda ó para el que hospeda? Hay anfibología en la definición: una persona alojada en m i casa propia ya no será huésped, según uno de los modos de entender á que se presta la definición. Decimos esto en descargo de nuestra conciencia, por haber definido alojado ó sea huésped de distinta manera de como se expresa el Diccionario. ALQUILON, NA Es persona ó cosa que se alquila. Inquilino, el que ha tomado una casa ó parte de ella en al­ quiler para habitarla. El inquilino ó arrendatario urbano no es, pues, alquilón. Tampoco lo es el colono ó arrendatario rústico. «Las reparaciones llamadas locativas á que es obligado el inquilino ó arrendatario de casa, se reducen á mantener el edificio en el estado que lo recibió...» {Bello.— Proyectos de Código Civil). Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 37 ALU «El colono ó arrendatario rústico es obligado á gozar del fundo como buen padre de familia.» {Bello.—Proyectos de Código Civil.) A L T AM ISA Es curioso que el nombre de esta planta, tan conocido por nuestros campesinos, esté en la JConquist de Vega, y no en el Diccionario de la Academia. Encarnadas rosas, ........................................ .... . • ♦ Yerbamoras, amaros, manutisas, Balsaminas, punteras y «altamisas». A LTILLO La parte más alta de la casa que tiene por cubierta el te jado, es el d e s v á n ,según el Diccionario español; ecuatoriano, la voz altillo equivaldría á aquella palabra cas­ tiza. A ltillo posee otra significación: cerrillo ó sitio algo elevado. ALTO * Decimos mal en vez de o trcla expresar q lleva el vestido alto». Por lo mismo erramos al decir bajar el vestido, en vez de alargarlo. «Hasta entonces, en el colegio ó fuera del colegio, con los vestidos un poco más largos ó un poco más cortos, siempre había sido Nieves para su padre una niña...» {Pereda—A l P rim er Vuelo.) ALUVIÓN (La) E l aluvión (del lat. m u ivlavenida). a En un artículo de un bien redactado periódico de Quito (La Defensa, N.° 5 .° de 9 de Enero de 1897. Art. Pastores), Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" AMA 3» leo: «Pues nuestros constituyentes... no han de mirar ni som­ bra de pecado en lasaluviones de pastores...» No hay motivo para que la palabra, cuyo único significado es el de avenida fuerte de agua ó inundación, lleve el artículo femenino en vez del masculino que le corresponde. Las obras de Geología tratan de los aluviones y de los te­ rrenos de aluvión,ó sea de los formados por el depósi limos, tierras, etc. arrastrados por las avenidas ó inundacio­ nes; pero nunca hablan de las . T a gos ni los codificadores. Ni en el lenguaje vulgar, ni en el científico es, pues, feme­ nino el vocablo aluvión. A L V E R JIL L A Es el guisante de olor, según Colmeiro en su Curso de Bo­ tánica y según algunos traductores del francés, idioma en el que los perfumistas denominan pois de á una especie de C y t i z e ,ó sea, al Lathyrus de Linneo. Es tan rico, y consiguiente tan conciso el castellano, que debemos descon­ fiar de toda denominación en que se emplee más de un voca­ blo. Entre la compleja de Colmeiro y el nombre simple verjilla, quizá sea éste el preferible. AMANERADO Que adolece de o tn eim a r ,esto es, contraer una per sona, por afectación, el vicio de dar á sus obras, ó á su pala­ bra ó expresión, cierta uniformidad y monotonía contrarias á la verdad y ála variedad.—Decimos en vez de cortés, político, cortesano, afable, comedido. A M A N SA JE, AMANSE Amansamiento, acción y efecto de amansar. AM ASAR Es mucho más genérico que lo supuesto por los ecuatoria- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" AMB 39 nos; pues significa formar ó hacer masa mezclando harina, yeso, cal, tierra ó cosa semejante con agua ú otro líquido. Amasa, por tanto, así el que hace mortero para trabar los si­ llares ó ladrillos de un edificio, como el que prepara la pasta para fideos ó macarrones. Verbos específicos, propios, precisos que significan hacer pan, son panadear y panificar; así como panadeo expresa de una manera más precisa lo que queremos dar á entender con la palabra o jisa m,que es la porción de harina amasada para hacer pan, ó acción de amasar con tierra, yeso, harina ó lo que fuere; y de preparar ó disponer las cosas necesarias para ello. Panadeo acción de fabricar pan, ó lo que es lo mismo, ac­ ción de panadear,como dice el Diccionario. AMB A T E ÑO No encontramos en el Diccionario de la Lengua Castellana por la Real Academia Española el adjetivo étnico , ña. N atural de Ambato,capital de la provincia de rahuaen la República del Ecuador. U. t. c. s. ¡| Perteneciente d esta ciudad.—Y sea esta ocasión oportuna para indicar á la Academia Matriz los adjetivos gentilicios que, tocante á nues­ tra República, faltan en el gran Diccionario ó están equivo­ cados. No será mucho exigir, parece, que se adopten en la XIV edición, al menos los pertenecientes á las Provincias y á sus Capitales. Guayaquileño.Natural de Guayaquil, etc.—La X I edición del Dice, colocaba á Guayaquil en el Perú; la XII y la XIII han corregido el error geográfico, pero incurren en otro yerro al poner el nombre propio Guayaquil como adjetivo nacional. —Si en España se dice, por ejemplo, cGuayaq guramente por elipsis, en vez de cacao de Guayaquil. Los ecuatorianos decimos guayaquileño al natural de Guayaquil y á lo perteneciente á esta ciudad. Gentilicios de Provincias y de Capitales de la República del Ecuador. De Provincias: azuayo, de Azuay; bolivarense, de Bolí- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 40 AMO i var; cañarejo, de Cañar; carchino ó carcheño ó cárchense, de Carchi; chimboraceño, de Chimborazo; esmeraldeño, de Esmeraldas; guayasense, de Guayas; imbabureño, de Imbabura; leonés, de León; lojano, de Loja; manabita, de Manabí; órense ó áureo, de El Oro; pichinchense, de Pichincha; ríoense, de Los Ríos; tungurahuense, de Tungurahua. De Capitales: ambateño, de Ambato; azogueño, de Azo­ gues; babahoyano ó babahoyense, de Babahoyo; cuencano, de Cuenca ( conquensedicen en España); esmeraldeño, meraldas; guarandeño, de Guaranda; guayaquileño, de Gua­ yaquil; ¡barreño, de Ibarra; latacungueño, de Latacunga; lojano, de Loja; inachaleño, de Machala; portovejeño, de Portoviejo; ríobambeño, de Ríobamba; tulcaneño, de Tulc.án. AM ERICAN IZAR SE Feo, refeo es, á la verdad, el verbo; pero no mejor es el europeizarse, que leo en un diario de Barcelona: «Es menester que nos europeicemos...» Africanizarse, decía ya D. Leandro Fernández Moratín, en su época: «Eso se va africanizando por minutos»... (Cart. .— Obras postumas.) AMODORRADO El que padece el accidente de modorra, está amodorrido ó modorro, según el Diccionario. El Diccionario de las Autoridades trae las voces amodo­ rrado y m odorado, así como también las dos conservadas por la última edición del Léxico. Se emplea la palábra modorro en la acepción figurada más que en la propia. AM O JO SEARSE Cubrirse alguna cosa de moho ó de , como dice nuestro Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ANA 4 pronunciando la licomo en inglés, es e mohecerse. Pero no solamente se dice que está amojoseado (mohbso) el objeto sobre el cual han criado los Byssus^ , Stilbum , Botrytis y otros hongos, de que nos hablan los bo tánicos; sino también el metal que, por causa de la humedad, el contacto con el aire atmosférico, etc., se combina con el oxígeno, esto es, se oxida. Oxidado ha de decirse, pues, del metal que denominamos amojoseado. La Academia dice del orín que es un moho del hierro; quizá sea, más bien, el óxido de que hemos hablado antes. pueblo ANACO Muchos años ha, cuando la Academia publicó la X I edición de su Diccionario, hicimos algunas observaciones en un libro nuestro acerca de los errores que, tocante á vocablos ecuato­ rianos, se habían cometido en la obra de la sabia Corporación. Como subsistiesen en la edición X II, en el Diccionario de quiteñismos(título que tuvieron estas CONSULTAS cuando las publicábanlos Anales déla Universidad Central) tornamos á insinuar á nuestra Academia Madre la necesidad de corregir aquellas equivocaciones que, conservándose aún en el Voca­ bulario último, deben ser denunciadas otra vez á la docta Academia Española. El anaco de las indias ecuatorianas es una falda, gene­ ralmente de bayeta, abierta hacia un lado por donde deja al descubierto las enaguas ó los refajos. Sujétase á la cintura por las varias vueltas de una faja. s el vocablo genuino quichua y anacuna el verbo, ponerse el anacu. Las aborígenes allá cuando la conquista llevaban, según el historiador D. Pedro F. Cevallos, «sobre la camisa una manta envuelta alrededor del cuerpo fanacoJ desde la cintura para abajo, y asegurada con una faja ( y se cubrían desde la cabeza ó los hombros- hasta los muslos con un manto ( pachallina, tupullina, ,Ja lci segurado por una ( iupu)que agarraba los dos lados en el pecho.» Ahora bien, el Diccionario dice: «Anaco. Peinado de las indias ecuatorianas, que consiste en una sola trenza fajada es- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 42 AND trechamente y que cae por la espalda». Definición muy gra­ ciosa, pues trastrueca el anaco con lo que, no solamente las indias sino aun las blancas, llaman . (Véase esta pa­ labra). A N A L F A B ETO De « privativo, y o h a,a 3f(ta, las dos prim griego: persona que no sabe ni las letras del abecedario, que no sabe leer. El adjetivo es usadísimo en América y en España; sin em­ bargo, no está aún en el Diccionario. ANDANZA Sustantivo anticuado que el Diccionario define: «caso ó suceso». Está mal dicho «volver á las », pues la frase como se usa actualmente en España es «volver á las andadas,» esto es, reincidir en un vicio ó malacostumbre. Aunque siendo como es andanza sinónimo de , palabra tan anti­ cuada como la anterior, no hay más motivo para corregirla que el rigor del empleo de las expresiones consagradas por el uso en las frases, consistentes sólo en las palabras y hasta en la colocación de ellas. Es probable que antiguamente se haya empleado en el lenguaje familiar el uno ó el otro vocablo de manera indistinta, y aun en la frase que estudiamos. Estos maridos, no hay duda, Ofrecen muchas ventajas, Pero también es verdad Que á la menor circunstancia Ya está una muier temblando Que vuelvan á las andadas ( n D. Ventura de la Vega— E l Hombre de M Ella las mañas pasadas Del marido sabe ya; Y al menor paso que da Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 4 APA 43 Cree que ha vuelto d las andadas. (Idem—ibidem) «Así es que los pretendientes volvieron á las andadas, pensando cada uno que á la tercera va la vencida.» {Selgas—Dos muertos vivos.) ANEXIONAR I Por anexar,se dice en varias repúblicas hispanoameri­ canas, así como en Cataluña, de donde debió de habernos ve­ nido el barbarismo. AN NO Aún 110, todavía no. A N TEN A LLA Llaman los cerrajeros ecuatorianos á lo que en España se llama entenallas. ANTIALCOHÓLICO. ANTIALCOHOLISMO vSi la aceptación de las palabras produjera la obtención de lo que ellas significan, rogaríamos encarecidamente á la Aca­ demia que, sin pérdida de tiempo, declarase castellanas, casti­ zas, puras y propias las voces anotadas. Socicté de tempérance llaman los franceses á la asociación para combatir el uso del demonio alcohol. Sociedad de temperancia se dijo también en castellano; aunque tal vez sin el visto bueno de la Academia. Hoy habla­ mos de sociedades antialcohólicas y de leyes , etc. y de antialcoholismo,todo lo cual tiene, cuando meno el mérito de significar esfuerzos en contra del más vergonzoso vicio de S. M. el Rey de la Creación. APARTA D O R Tiene varias acepciones; pero no la de , vara que en Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ( APL 44 un extremo lleva una punta de hierro ó una espina, con que los boyeros y labradores pican á los bueyes ó á las muías. Un labrador que conducía Sus bueyes de la arada Atadas las coyundas á las frentes Y en la rústica mano la aguijada. {Lope de Vega— S i no las mujeres!) APLO PEJÍA Apoplejía Sea que la palabra venga del verbo ouroTtXyj'CTe, hervir vio­ lentamente, sea que esté formada de las voces áx á causa de, y rXrfiu), estoy lleno, las denominaciones griegas, Xr^»r¡, ár.rjjKr^'.a, aítoTtXr^'.Q, a-o-)*r(xTr/.ov voT/¡¡xa; las latinas casus apoplexia, comus a ixelp o , a ixelp o,apoplexis; las francesa plexie, apoplectique;las italianas , colpo apoplético; las inglesas xelp o a, apoplexy^ , , apoplexed, etc., todas se escriben con la l en la tercera sílaba, y no en la segunda. »Escribe Dubravio (Dubr. lib. I. Histor. Boemicae. 1414) que el rey de Bohemia Venislao, cobró tanta ira con un Aulico suyo,... que fué á matarle con la espada desnuda; pero deteniéndole, porque no manchase á la Majestad real con la sangre de su criado, le dió una apoplejía, de que murió luego». (—D iferencia etc.) APLOPÉTICO Apoplético «Don Martín yacía en el centro de la habitación con todos los sín­ tomas de un accidente o citélp a». (Selgas o' su continuador—Nona.) Respecto de o citélp a,debe notarse también que, como Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" APU 45 sustantivo, significa el que padece apoplejía, y no el mismo flujo cerebral ó sea la enfermedad denominada apoplejía. Se expresa, pues, mal el que dice: «Ramón murió con », aunque Ramón hubiese estado apoplético antes de morir. Usase principalmente como adjetivo, que quiere decir rela­ tivo á la apoplejía, predispuesto á la apoplejía,' que predis­ pone á la apoplejía: temperamento , complexión apo­ plética. APOLTRONADO Decimos de los caballos y aun de las gentes que, por haberse entregado á un largo descanso, se habitúan á la pereza ó haraganería y odian el trabajo, que están apoltronados. Aun cuando el verbo es apoltronarse, el adjetivo es «Para obviar nosotros este inconveniente (el de las citas), hemos tenido por conveniente recopilar aquí con la mayor brevedad lo mismo que dijimos allí, en gracia de nuestros lectores flacos, miserables y pol­ trones.» (Isla— F ray Gerundio de Campabas.) APTITUD Suficiencia ó idoneidad para el buen desempeño de un empleo, cargo, negocio, industria, etc.— Se usa por , postura del cuerpo humano, ó de un animal, ó figuradamente, manifestación de una disposición de ánimo. APÜRISMADQ El enfermizo, el débil, el enclenque no tienen por qué ser denominados con el vocablo que corregimos, ni siquiera con el castizo aporismado de la antigua medicina; pues aporismarse es hacerse aporisma, y la Academia define aporisma: «Tumor que se forma por derramamiento de sangre entre cuero y carne de resultas de una sangría ó de una punción seme­ jante, cuando la abertura hecha en la piel es menor que la de Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" la vena, ó dejan una y otra de hallarse en correspondencia», ó no hay paralelismo entre las dos punciones, como dicen los cirujanos. En la i .a edic. corregimos aún la definición del Diccionario, que estuvo errada. APURO No es lo mismo que apresuramiento ó apresuración. Así como tampoco el verbo apurar significa, sin según queremos los ecuatorianos, lo propio que acelerar, dar prisa y aun ra iveb, aligerar. «Dicho y hecho; con el apresuramiento que en las casas inalterables produce el anuncio de una visita extraordinaria...» (belgas—Nona.) ARCIÓN La correa de que cuelga el estribo es , palabra que, según el último Diccionario de la Academia quizá proviene del latín n o xa,de a'wv eje, ó según el Diccionario Etimológico de la Lengua a n let,sCdel árabe , ligar, apretar. « Ación la correa de donde cuelga el estribo, quasi asión porque va asida á la barrena de la silla del caballo.» (Sebastián de Covarrubias— Tesoro de la lengua Castellana.) * A REN ILLERO ó A R E N IL L E R A Ni masculino ni femenino. La palabra castellana es salbadcra que, según la Academia, viene de , arena; y según Cabrera, citado por Monlau, de , «porque antigua­ mente se usaba de salvados para enjugar ó secar lo que se acababa de escribir»,—etimología que tiene en su apoyo el que se escribiese antiguamente y no como hoy está en el Diccionario. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ARK 47 «Y así tenía una caja de hierro toda agujereada como .» (Quevedo—Gran Tacaño.) «Tornó á repetir, entre roncos bramidos, mientras se incorporaba derribando el sillón y se hacía pedazos en el suelo una salgadera de vidrio.» (Pereda—E l sabor de la tierruca.) ARISM ÉTICA A ritm é tic a , de ap».0 ¡xo;, número, palabra griega de la cual se forman o m tira g l ,ritm o y otras. Arisméticaes otra de las voces anticuadas en España y aun usuales en algunos lugares de la América española. «Guarismoviene evidentemente del g. ap'.0¡xoq, número, de donde se formó también el nombre de Aritmética.» (Clemencia—Comentarios a l Ingenioso «De los nombres de las artes y ciencias no hay que tratar, pues casi todos son griegos, aritmética, botánica, , etc.» (Mayans y Sisear— Orígenes de la Lengua Española) ARISTÍN A r e s tín « Arestín, un cierto género de sarna seca, que despide el humor á modo de caspa, del verbo Lat. o csera,is, por secars que suele dar á las bestias.» (Covar rubiasO rozco— Tesoro de la Lengua Castellana.) A RRA N C A R (gritos, etc.) Catalanismo. E s t a r en un, dice la A quejarse por efecto de un dolor agudo é incesante. Véanse en el Diccionario las acepciones castizas de a rra n c a r y se perci­ birá la impropiedad de la frase corregida. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ARRAYADOR El instrumento que sirve para igualar las medidas de maíz, trigo, cebada, etc. se llama rasero; así como la operación misma se dejiomina rasar (de radere, raer) y no , como dicen nuestros campesinos. « Rasar es estar lleno el vaso, á , del supino R a­ sero un palo rollizo, con que se raen las medidas de cosas áridas. Lle­ varlos á todos por un o resa,igualarlos.» (A Idrete—D el Origen y Principio de la Lengua Castellana.) A RRELLEN A RSE Arrellanarse Dice el Diccionario de 1726, que viene del nombre , porque el que se sienta en llano está con más descanso y á placer que el que está sentado en parte pendiente, que enton­ ces necesita de ayudarse y estribar con los pies, y se cansa más. «Ben almorzado el ilustre descendiente de los Cañizares, se a rre­ llanó en el sillón de vaqueta que ocupaba, como ün patriarca...» (Selgas—Nona.) Sin embargo, D. Antonio de Yalbuena, en su traducción de «Les étapes d'nne »n ó isr,evo c dice, lo mismo que nosotros, arrellenarse; y escritor tan escrupuloso debe de tener sus mo­ tivos para ir contra lo prescrito por los buenos escritores cas­ tellanos: «Ella y Bonifacio desaparecieron por la puerta del gabinete oscuro, y yo me hallé solo en frente de Juan, que se arrelloiaba en su gran poltrona hecha girones.» > •. A R RETRAN CA Dígase retranca (de retro atrás, á la parte trasera); sota­ cola (de sn tb u, debajo); atafa r r a ó ataharre (del árabe Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ARU 49 «Púsosela (la albarda) encima; y como el ataharre le viniese junto á la boca, dijo á Don Quijote que se le echase tras de la cabeza...» ( . — a d en lvA Don Quijote de la Mancha.) A R R IA R Término de marinería, es distinto de lar á las bestias para que anden. , ó sea, estimu­ «Montó sobre el zurrón, arreó un verdascazo al burro y continuó su camino más alegre que una pascua florida.» (Trueba—La Necesidad.) A R T ESÓN Como término de arquitectura es cada uno de los adornos cuadrados ó poligonales, por lo común con molduras y un llorón en el centro, según dice la Academia, que se ponen en los techos y bóvedas ó en la parte interior y cóncava de los arcos. Nosotros llamamos malamente artesón á las bóvedas, á las arcadas de los templos y quizá á las azoteas. Artesonado es lo adornado con artesones. No es, pues, pa­ labra sinónima de artesón; ni pueden denominarse con ella las azoteas, cuando no están adornadas con artesones. «Ilízose la iglesia de fábrica suntuosa toda de piedra labrada, y el techo artesonado con florones dorados.» (Ovalle— H istoria del Reino de Chile.) ARUÑ AR Lo trae ya la Academia como término de lenguaje familiar, y también Friedrich Diez. Tolera asimismo, como de uso fami­ liar, las voces siguientes: ARUÑO—ARUÑAZO Araño) o za ñ ,r o tn eim a ñ r cación y efecto de arañar, 4 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ASE 50 si se quiere rasguñar. rasguño,que significa lo mismo aunque v «Que aun quiero yo dilatar para el lector escribiendo, ó por mejor decir, dando un rasguño en las muchas partí ularidades...» (Céspedesy Meneses— Español Gerardo.) ASCEN SO R «Aparato para trasladar personas ó cosas á los pisos altos de las casas», dice el Diccionario. Entendemos que sirve tam­ bién el tal aparato para trasladar personas ó cosas de los pisos altos á los bajos de las casas. Mas, le supo mal al Léxico aquello de ascensor que desciende,—como por falta de costumbre, nos parece extraño á nosotros mismos el decir á una persona: «Baje usted en el ascensor»,—y dejó incompleta la acepción del vocablo. Además, para descabalar los servicios del ascen­ sor, tuvo acaso presente aquello de: Para andar cuesta arriba quiero mi mulo; Que las cuestas abajo yo me las subo. ASESA R Es adquirir seso ó cordura, no , carlear ó g a r l e a r ,como se decía también antiguamente. «Hícele andar de-manera que iba como podenco con sed, y tanto, que de cansado se asentó en el camino.» { E—Marco Entre jadear é i jadear (de i lia, i uní) hay la diferencia que jadear, voz imitativa, es respirar anhelosamente, é ¡jadeares menear aceleradamente las ijadas. «Cuando acaban de subir aquella empinada cuesta, llegan () Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" — .» . ) ASO 5' «Ya en esto Don Quijote y Sancho, que la paliza de Rocinante habían visto, llegaban ijadeando. ( — setn a vrC E l Ingenioso Hi Mirábanse de uno y otro bando, En el sitio y contrario alojamiento Cubierto de agua y sangre Que no pueden hartarse del aliento. , —La Araucana.) Y mientras su alazán Por la nariz hinchada se desfoga De humo, de espuma y de sudor cubierto, Y lánguido á rascarse cuello y cola Va al tronco de un ciprés... (Don Angel de Saavedra—E l Moro Expósito.) Ya dan ronquidos últimos los pechos, Ya laten los ijares, ya garlean Los ardientes pulsos menudean. (Oña—A rauco domado.) Acezar. Lo hemos hallado posteriormente en algunos auto­ res, en la acepción de jadear. Sírvanos en consecuencia la corrección sólo para la Ortografía. ASIGN AD OS Parte del salario de los empleados de las haciendas, paga­ dera en especies; ó mejor, especies que completan el salario. Estaría mejor llamada asignación. ASO RAD A La comida que, por haberse requemado, toma sabor des­ agradable, está asurada; pues sa,según la nifica «requemar los guisados en la vasija donde se cuecen, por falta de jugo ó humedad.» Viene del latín exurerc: de ex aument. y urere quemar. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 52 ATE «Asurado, da, part. pas. Lo recalentado y quemado en la forma di­ cha (en la olla ú otra vasija por falta de agua ó grasa). Lat. Pene ex testus a um.» (Diccionario de la Academia Española, 1726.) Asorar, asorarse tampoco están, pues, bien dichos: asu­ rar, asurarse. A S P IL L E R A Como término de fortificación, tiene varios significados. Nosotros pretendemos darle la acepción de arpillera ó harpi­ llera, esto es, «tejido por lo común de estopa muy basta, con que se cubren varias cosas para defenderlas del polvo y del agua.» A lpillera,dícese asimismo á la , y está peor que lo de aspillera; pues ésta al menos es palabra castellana, mientras que aquélla no lo es. Me parece también que, en idioma de pajes, se denomina alpillera indistintamente, ya á la servilleta, ya al estropajo. A T A P IA L A R Cerrar con tapia, es tapiar. ATENOR Atanor, ó mejor arcaduz. La voz árabe atanor, manantial y boca de pozo, significa, según el último Diccionario de la Lengua, tubo ó cañería para conducir el agua; arcaduz, ade­ más, es cada uno de los caños de que se compone una cañería, que es el valor específico de la palabra atenor entre nuestros albañiles y arquitectos é ingenieros empíricos. «Que así se ofenden de un agravio encañonado por arcaduces, como de una cuchillada en el rostro, como si hubiese alguno en el mundo, por justo que sea, que tenga las ausencias sin algunas calumnias». (Espinel—E l Escudero Marcos de Obregón.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" AVI 53 A U JA Aguja en todas sus acepciones. De paso advertimos también, que agujas se llaman las cos­ tillas delanteras del animal, y carne de agujas la carne corres­ pondiente á la región expresada. Nosotros nombramos así á una porción muy distinta del cuerpo de los animales. A U JET ER O Ni siquiera o retju g a,que no estaría mal formado. tero nombran en España al cañuto de metal, madera ú otra materia que sirve para guardar alfileres y agujas. Agujetero se denomina la persona que hace ó la que vende agujetas, esto es, las correas ó cintas con un herrete en cada punta, que sirven para atar los calzones, jubones y otras cosas, y que nada tienen que ver con las agujas. AUTOMÓVIL. AUTOMOVILISTA. AUTOMOVILISMO Den ustedes paso, por Dios, al , al autobús y á los automovilistas, señores académicos, no sean ustedes des­ trozados,—quiero decir, denles entrada en el vocabulario; y vayan discurriendo, además, la manera menos extravagante de ataviar castizamente al u efa h c ,para darle tamb trada. En el Suplemento del Léxico de 1899 está ya pero no autom ovilista, ni sú b o tu a,ni menos chauffeur los académicos vestirán á éste en castellano? (Chofero) No es imposible, como de retó p,reportero. Al fin esos señ choferos están habituados á disfraces y vestidos de esqui­ males, y á procedimientos de salvajes y antropófagos... AVÍO Nosotros limitamos la significación de este sustantivo á las caballerías que sirven para un viaje, así decimos: «Fulano sale Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" AZO 54 mañana hacia Otavalo; ya le llegó el avío», quiere decir las re­ feridas caballerías. Avío, además de otras acepciones, tiene la principal de prevención ó apresto, de donde, sin duda, ha sido entresacada la única que hemos expresado. AVOCACIÓN Voz forense: acción ó efecto de avocar, esto es, «atraer ó llamar á sí algún juez ó tribunal superior, sin provocación ó apelación, la causa que se está litigando ó debe litigarse ante otro inferior». ( E s c r i c h e ) . i Es cosa, por cierto, muy diversa de advocación, título que se da á una imagen para distinguirla de otra, por razón del misterio ó pasaje que representa, ó áun templo, altar, etc. por estar dedicados á Nuestro Señor, á la Virgen, á un santo, ó á un misterio de la religión. AZAFATE Vocablo castizo en otro sentido, no es lo propio que nillo, dornajo ó artesón. « A zafate,s. m. Un género de canastillo llano texido de mimbres, levantados en la circunferencia en forma de enrejado cuatro dedos de la misma labor. También se hacen de paja, oro, plata y charol, en la forma y hechura referidas.» {Diccde las Autoridades.) A Z A N JAR Dígase zanjar. A ZO R R A R SE Quedarse como adormecido, tener la cabeza muy cargada, Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" es muy distinto de azorarse (aludiendo á las aves perseguidas por el azor): conturbarse, sobresaltarse. « Azorado (San Francisco de Asís) con estas ó semejantes razones, salió de su gruta, dexó el monte»... (Cornejo— Seraphica.) \ r Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" \ B BACEN ILLA. BACENICA Corrige la primera palabra el señor Cuervo; no la segunda, por no usarse, seguramente, en Bogotá. Bacinica, a lin cb,definen los académicos: «bacía pequeña que sirve para pedir limosna. |j Bacín bajo y pequeño.» A este menester nombran en Chile, por razones de eufemismo, escu­ pidera; y han inventado el sustantivo escupidor á fin de no dejar anónimo el recipiente en que se escupe. Por las mismas laudables razones, al trasto alto y grande, á cuyo diminutivo los chilenos denominan , llamábase antonomásticamente vaso^—voz muy bien empleada por nues­ tros mayores; pues que el Diccionario, en quinta acepción, la declara vigente hoy mismo. Me han referido en la Península ibérica una conseja, que yo no creería aun cuando la viese en letras de molde. Pretén­ dese que allá, antes de conocerse los IV. C. públicos, andaban por las calles unos individuos envueltos en amplias capas, bajo las cuales ocultaban un... un vaso. Estos benéficos sujetos acu­ dían al llamamiento de las gentes solicitadas intempestiva­ mente por una necesidad, que se aliviaba debajo de la dicha capa dispuesta por el empresario como las alas de una gallina que abriga á sus polluelos. Eranse, pues, esos caritativos per­ sonajes, unos IV. C. ambulantes y ni siquiera costosos, su­ puesto que, por honorarios, cobraban apenas uno ó dos cuar­ tos, según la calidad del servicio prestado. * Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" BAL 57 BA D U LA Q U E Llamamos al que no cumple con su palabra. El significado familiar castellano de badulaque es: persona de poca razón y fundamento. BA LA C A D A Baladronada, tancia. a tvrb, fa n fa r r ia , , jac­ B A LA Ù ST R E Es la columna pequeña que sirve para formar las barandi­ llas de balcones y corredores, para adornos de escaleras, etc. La plancha de hierro con asa ó manija, de que usan los albañiles para extender la argamasa, yeso, cemento, se deno­ mina en castellano plana ó llana. Don Rufino J. Cuervo, en sus Apuntaciones críticas sobre el lenguaje o n a tg ,b nota la varia acentuación de esta voz cuadrisílaba, y presenta unos cuantos ejemplos, de los cuales copio aquí algunos, con el objeto de que se conozca el signi­ ficado de la palabra balaustre, muy otro, por cierto, del que solemos darle: El pecho recliné sobre el herrado Balaustre que abortó la ardiente fragua Para marcar la esclavitud del agua a g irA { —La cavilación solitaria.) Al pie de aquel balconcillo Cuyos rústicos baláustres Engalanan y perfuman Madreselvas y rosales. í Trueba— Romance la niña y el marino.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 58 BAM De plata los balaustres y antepecho De jaspes escaleras anchurosas. (Balbuena— Bernardo.) Don Miguel Luis Amunátegui, en el libro Acentuaciones viciosas, trae también algunas observaciones, no acerca del significado, sino de la acentuación de , y cita la opi­ nión de don Mariano José .Sicilia, en las Lecciones elementales de Ortología y a id o s,rP favorable al acento en la segunda a de la palabra; la de Bello en los Principios de Ortología y Mé­ trica de la Lengua a n letsC , adversa á la de Sicilia; y el de Calderón de la Barca y otros poetas de su tiempo, que car­ gaban el acento en la u y no en la ti. Robles Dégano, en su Ortología Clásica de la Lengua tellana, dice que balaustre es tónico en la Si la cuestión relativa al acento quedara, pues, por resol­ verse, no quedaría la del significado, nacida exclusivamente en los caprichos de nuestro vulgo ignorante. BALUM BA Es bulto que hacen muchas cosas juntas. No nada, como se pretende en algunas partes del Ecuador. BAMPUCHE ó MAMPUCHE Indudablemente son una deformación del sustantivo caste­ llano bam boche, tomado del italiano , sujeto muy pequeño, gordo y de rostro abultado: definición que corres­ ponde con exactitud á lo que nosotros nombramos mampuclies ó bampuches, esto es, á unas figuras ridiculas de barro vidriado, que los antiguos solían poner en las balaustradas de las azo­ teas. De donde proviene la frase con que aun hoy los niños y gentes del pueblo encarecen la fealdad de alguien: feo como un mampucho de azotea. ¿O vendrá acaso de ú p a m,de la tierra (ar gente? Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" BA N A L Este adjetivo francés ha pasado al idioma de los hispano­ americanos tal como está en los vocabularios de la lengua francesa. Naturalmente ha pasado también con uno de los significados que tiene en su patria, , , común, vulgar: moralité baílale, banale poliiesse. Ya principiamos asimismo á usar el sustantivo galicano ba­ nalidad y el adverbio banalmente. Antes de mucho, no es im­ probable, tendremos además en nuestra galiparla el verbo banalizar. BANQUILLO Se denomina el asiento en que se coloca el procesado ante el tribunal. Lo otro es cadalsoó patíbulo. i «Va pues en su muía el bienaventurado Maestre en la manera que ya diximos, acompañado todavía de aquel reverendo Religioso é guian­ do al cadahalso. E después que llegado á él, descavalgó de la muía é subió sin empacho alguno por los escalones del tal cadahalso.» (Autor desconocido— Crónica de Don A lvaro de Luna.) «Porque habiendo sido este hombre hijo de padre católico, y que estando ya en el cadalso para morir, exhortó con grande afecto á todo el pueblo que perseverase en la fe católica...» (Rivadeneira— Cisma de Inglaterra i) La palabra patíbulo (Lat. pacris, sus, pati) es quizá nueva en castellano; mas no el vocablo ca­ dalso ó c a d a h a l s o ,cuya primera significación fué de en lugar público para un acto solemne cualquiera: «tal como la jura de pendón ú otro que toque á la Corona; las represen­ taciones y danzas de fiestas, de las de la Iglesia, ó de los secu­ lares.» Cadahalso se llamó también el túmulo funeral de Em­ perador, Rey ó persona real. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 6o BAR BAÑADOR Es el que baña á otra persona ó alguna cosa; por tanto, decimos mal que Juan es o d a ñ b,cuando sól mismo, aunque ejecute esta operación todos los días del año, en día frío ó en caluroso: el dicho Juan es simplemente bañista. «Haciendo en el año i 852 una obra para mejorar el servicio de aquellos baños (los de cerca de Vicarello), encontraron los trabajadores en el fondo del agua muchos millares de monedas de cobre y otros ob­ jetos, pías ofrendas de los bañistas á los númenes tutelares de las aguas benéficas...» (Don Ju a n Eugenio — h csu b n etra H Discurso de incorporación en la Academia, de Don Pedro F . a l de Bañador—Se llama también el traje especial para baño. BARAJO La acción de barajar, es baraje ó barajadura. BARATILLO Aunque los sustantivos o lita rb,que decimo dor, y baratura como llaman en Chile á lo que luego expresa­ remos, son palabras castizas, no equivalen, sin embargo, pre­ cisamente á lo que en España nombran , esto es, á . la venta de los géneros á precio bajo para reducirlos pronto á dinero. Baratura está mejor que baratillo. BARBIQ U EJO Los Diccionarios de la Academia definen el vocablo barbo­ quejo'. «cinta con que se sujeta por debajo de la barba el som­ brero ó morrión para que no se lo lleve el aire», sentido en el que apenas será usada esta palabra en el Ecuador por los Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" BAS 61 doctos. El pueblo denomina ra b, y los tal didos barboquejo, á la porción de soga, cordel ó correa que se pone á los caballos, muías, asnos, en la boca, y les ciñe la barba para sujetarlos y guiarlos en lugar de freno; quiere de­ cir, á lo mismo que se llamaba barboquejo en la antigüedad, además de la cinta con que se sujeta y se cierra la boca á los cadáveres (Véase el Diccionario de 1726). Volvemos á encontrarnos, pues, con otra de las muchas voces arcaicas en España, pero en todo su vigor en América. Terreros y Pando trae en su Diccionario la palabra quejo, y la define: «pañuelo que usan en América para po­ nerse en la barba, abrigarse y embozarse». Acepción que hoy nos es desconocida. ¿El barbiquejo de los ecuatorianos no será, acaso, el que se dice en España? BA R R A Es, según la sexta acepción del Diccionario de 1899, espe­ cie de barandilla que cierra y limita la sala donde un tribunal ó asamblea celebra sus sesiones; quedando un espacio más ó menos amplio entre ella y la puerta principal. Por extensión nosotros denominamos , además, á los curiosos que concurren al dicho espacio para oir las delibera­ ciones de los que forman los referidos tribunal ó asamblea. Llámase así en singular al público concurrente á las Cámaras legislativas. BARRULLO Barullo (¿Del ital. barrullo)) m. fam. Confusión, desorden, mezcla de gentes ó cosas de todas clases. BASCOSIDAD «Inmundicia ó suciedad», dice el Diccionario académico. Los ecuatorianos llamamos bascositropológl las palabras sucias. Viene de bascoso. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" BAT 62 BASCOSO Adjetivo anticuado que, según el Léxico, se aplicaba al que padecía bascas. Se emplea todavía en el Ecuador, aunque no en el sentido recto, sino en el metafórico de persona que dice cosas sucias. En 1 786 había caído en desuso aun en su primitiva acepciórt. «Bascoso, dice Oud, por el que tiene náuseas; pero está sin uso, como también el francés .angoisseux,que le acomoda.» ( Pando). Bascoso es una de las palabras desusadas de antiguo en España, y vivas todavía en América. En la tercera edición del Diccionario de la lengua llana, compuesto por la Real Academia Española (1791), figura ya el adjetivo bascoso con la misma nota de anticuado con que está en el de 1884; pero lo singular es que ni siquiera lo trae la Academia en su primer vocabulario, año 1726, ni el canó­ nigo Aldrete en su « Origeny principio de la llana», publicado, como se sabe, en 1674. ¿En qué tiempo se anticuaría? BASTO Decimos al almohadillado inferior de la silla de montar, que resguarda los lomos de las caballerías. El dicho almohadi­ llado es baste. Basto tiene otras significaciones. « B A T A L L A CAM PAL «En vez de darse una batalla fcampal, las tropas entraron en la ciudad, donde combatieron...» etc., he leído en algún parte militar.—Parece, por tanto, que lo de batalla campal fuese contrario á batalla dentro de la ciudad, según el leal saber y entender del que escribió lo que precede. Batalla la p m c, dice la Academia, «es la general y decisiv Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" entre dos ejércitos completos en un terreno en que puede abrazarse el conjunto de las maniobras que se ejecutan.» Así, pues, aunque sea campal también la que se da en campo raso, no dejará de serlo la que se libre en una población, con tal de reunir las condiciones antes expresadas. «Puestos en vista, como se reconocieron unos á otros, sin ordenar esquadrones ni deshacer el paraje que traían, arremetieron así como llegaron en el sitio donde se halló cada cual... Con todo esto morían asaz hombres valientes en ambas partes, y crecía la crueldad allende lo que suele crecer en reencuentros apresurados y súbitos, no siendo batalla campal ó travada sobre del beración.» (Florión de Ocampo— de España). BAYONESA Es la persona natural de Bayona; la salsa fría que se hace batiendo aceite y yemas de huevos es del francés mayonaisse. A creer á cierto cronista, no debería tampoco escribirse mayonesa, sino mahonesa; pues viene de Mahón. Tomada por asalto en 1756 la capital de Menorca, que acabamos de nombrar, el duque de Richelieu, jefe de las fuerzas francesas, entra en un hostal y pide algo de comer. Preséntasele el cocinero y le expone que no quedan sino restos de comida indignos de los molares del triunfador. —Tráeme los restos, ordena éste, con la concisión del cansan­ cio y del hambre. «Después de algunos minutos, agrega el cronista, se servía á R i­ chelieu un plato de piltrafas frías, guisadas con una exquisita salsa; y llamado el cocinero, se entabla el siguiente diálogo: —¿Cómo me dijiste que no podías darme nada de comer? Este plato es excelente. — La bondad del señor me confunde. Usando de su licencia, he aprovechado las sobras halladas en la cocina y procurado prestarles algún atractivo con una sencilla salsa de huevo. —Tu salsa es una obra maestra que merece pasar á la posteridad. Es menester darle un nombre. —Si el señor duque lo permite, la llamaremos salsa mahonesa.» Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" BER 64 BEBED ERO Se dice del líquido cualquiera bueno de beber. Entre otras acepciones, tiene también la de «paraje donde acuden á beber las aves». Nosotros acostumbramos decir que el fundo X carece de agua, pero que posee bebederos para los ganados; confundimos, en consecuencia, bebedero con , que la Academia define «paraje donde se da de beber al ganado». BELERMO El Padre Belermo de nuestras máscaras ó mejor dic nuestras mojigangas, es un individuo vestido con una ropa talar de percal ó percalina con capilla ó capucha, semejante así á un dominó, como á un hábito de fraile. Por llevar el tal moharracho una jeringa en la mano, sos­ pechamos que se propone remedar á los religiosos Bethlemitas ó sea de la congregación fundada para servicio de los enfermos en Guatemala, hacia 1653, por Pedro de Bethencourt, muerto á 2 5 de Abril de 1667 en olor de santidad. Bethlemita,de Belén ó Bethlem ó Beit-el-Lahm. «Las órdenes religiosas sucesivamente establecidas en la presiden­ cia (de Quito) fueron las de Franciscanos ( i 535 )... y luego, también Bethletnitas,de San Juan de Dios y de San Camilo de Lelis...» (Cevallos— Resume?ide la Histo BEN EFACTO R Vocablo anticuado, usan los ecuatorianos más que hechor,tanto como adjetivo, cuanto como sustantivo. B E R R E A R , BERREO Según la Academia, el verbo , del latín barriré bramar el elefante, significa dar berridos los becerros ú otros Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 65 BOC animales; y berrearse en estilo bajo, quiere decir descubrir, declarar ó confesar alguna cosa. Antiguamente berrear significaba también reñir con otro, dando bufidos á manera de los becerros, y era voz jocosa, conforme lo asienta el Diccionario de 1726. Acepción metafórica que se aproxima á la en que se toma la palabra en nuestra República, esto es, la de encolerizarse, enfadarse con demasía, ó sea emberrenchinarse ó emberrincharse. Lo que decimos berreó es berrinche. BILABARQUÍN ó BIRABARQUÍN -------------------------------------------— A imitación del francés vilebrequin ó del quí. — Ningún instrumento de carpintero se denomina así en castellano; el que sirve para abrir taladros en las maderas ú otras materias, se llama berbiquí. * B 1 RONDO é Lirondo. Mondo y o d n r,il es decir, limpio, puro. M ondo, del lat. mundus. Curioso es que se conserve en castellano el adjetivo com­ puesto in m un do, sucio, no limpio, y que haya desaparecido el adjetivo simple mundo. Todos conocen la composición leída por Fr. Gerundio,— con motivo de la representación de «No hay burlas con el amor»,—una de cuyas estrofas dice: Al verle en sueño tan hondo ¿Qué hace doña Dalilita? Va y con una tijerita Le deja mondo y j lirondo. BOCARADA Bocanada, cantidad de líquido, aire, humo, etc., que de una vez se toma en la boca ó de ella se arroja. 5 , ‘.vi A Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Tiene además otras acepciones figuradas. «Las chimeneas empinadas sobre las pendientes de los tejados, aquí una, más allá otra, empezaban á lanzar al aire bocanadas de humo, que huían como pájaros que se escapan de la jaula...» f —Dos muertos vivos.) «Comenzó el estómago á basquear, y arrojó tanta cantidad de canadas.» (.Espinel—E l Escudero Marcos de )• El golpe de sangre, líquido gástrico ú otra cosa, que á manera de vómito sale repentinamente por la boca, dícese también espadañada, y en lenguaje anticuado BOCINA Del lat. buccina,trompeta para tañer. Es un instru músico, según la Academia, ó una trompeta para, hablar de lejos. No tiene nada de músico el instrumento que en el Ecua­ dor nombramos bocina; pero como no hay, sin duda, en el Diccionario, palabra que sirva para denominar la caña ó la especie de cerbatana que, con el sonido bronco que produce, sirve á los conductores de reses para anunciarlas á los tran­ seúntes y evitar á éstos un amurco ú otro daño, debería acep­ tarse en el Léxico esta nueva acepción. La bocina usada por nuestros ganaderos debe de ser des­ cendiente de la denominada rg a s, de qu en La Conquista de Méjico: «Pero apenas se dió principio á la marcha, cuando asustó los oídos un instrumento formida­ ble y melancólico, que llamaban ellos la Bocina , porque solamente la podían tocar los sacerdotes cuando inti­ maban la guerra y concitaban los ánimos de parte de sus dioses.» (Cap. X X II.) «Los esfuerzos que en esta materia [ayudar al oído ó aumentar su sensibilidad] han hecho los matemáticos, han sido casi inútiles, y lo único que han descubierto, ha sido la , que es un instrumento en Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" BOH 67 forma de trompeta, que propaga el sonido de modo que se pueda hablar claramente desde una gran distancia. Hay apariencia de que la inven­ taron los griegos...» (Saverien—Historia de ¿0$ progresos del entendimiento humano. Trad. Rubín de Celis— 1775.) I Lautaro al puesto término llegando Presenta la batalla en bella muestra Con gran rumor de bárbaras trompetas, Atambores, bocinas y cornetas. —La Araucana.) BODOQUERA i Cer balaría. • '■ * ' ’ \ Bodoquera es el molde en que se hacen los bodoques. «Con mayor confusión la centinela, los oídos hechos dos escuchaba impaciente aquestas cosas...» , {E l Español Gerardo.) D. Pedro F. Cevallos corrige, con razón, el significado erróneo que damos á bodoquera; pero el Diccionario de la Academia acepta ya este vocablo como sinónimo de cerbatana. Cebratana, encontramos escrito en libros antiguos, y pro­ viene esto, según parecer del Dr. Aldrete, de que es una co­ rrupción de terebratana. BOHEMIA. BOHEMIO 1 La Academia no concede acepción alguna figurada á los vocablos que anotamos; no obstante la prensa de América y la de Europa hablan á menudo de los del talento, de los bohemios del Barrio Latino y de la Bohemia del arte. El Léxico académico trae las voces , , bohemio y o m eh b,casi como sinónimas. Los franceses tienen las palabras n eim éh o bybólleme, de las cuales la última equi- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 68 BOL vale á nuestros bohemio y ati jo u r le jo u r. duda, vienen nuestros vocablos. N .f . a im eh o b: person L'ensembledes bo BOLA Es cuerpo esférico de cualquiera materia. La de que nos valemos en las universidades y colegios para dictaminar acerca de los exámenes de los estudiantes, tiene nombre espe­ , votar con balotas cial: balota. De él se formó el verbo (inglés to B állotJ. Las bolitas blancas y negras con que se hacen las votaciones secretas en los cabildos y otras comuni­ dades, se llaman también sa b h, porque usaron, al efecto, las semillas de la leguminosa que tiene este nombre. La Academia ha restringido, sin razón, la definición y el uso de la palabra a to lb,en su último Diccionario, al que es «pelotilla ó bolilla de que algunas comunidades usan para votar». BO LETER ÍA Como denominamos o telb, ó alguna vez leta, al etlib,esto es, la tarjeta que da derecho para entrar ú ocupar asiento en alguna parte, llamamos boletería al sitio donde se venden los mal nombrados boletos. Casilla nombran en muchas ciudades de España al despacho de billetes de los teatros. También taqtiilla. BOLSICO Voz anticuada en acepción distinta de «saquillo más ó me­ nos grande cosido en una ú otra parte de los vestidos, y que sirve para méter en él cosas usuales»,—decimos nosotros mu­ chas veces, en vez de bolsillo. B O L SIC Ó N Nombramos la saya de las mujeres del pueblo: úsanla ge­ neralmente de bayeta. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" BOT 69 El vocablo a ys ,á trueque de esto, ha subido á denomin la misma vestidura cuando es de tela fina y, en singular, de seda. De modo impropio llamamos vestido y traje á las sayas que no son tampoco de bayeta. BOLSICO NA Mujer que usa bolsicón. «Una señora de vestido» ó «unas señoras de traje», decimos para diferenciarlas de las bolsiconas. BOMBA - Este sustantivo tiene varios significados, pero no el de globo aerostático. No tiene tampoco la significación de ampolla que forma un líquido por el aire ú otro gas que se le introduce, lo cual en castellano se denomina pomburbuja ó si a m p o l l a . BONHOMÍA ó BUONHOMÍA 1 Por repugnancia á la denominación compleja hombría de bien ó por simpatía hacia la voz francesa , hemos aco­ gido los dos vocablos que estamos anotando. Aunque, álas ve­ ces, la significación que les damos es algún tanto despectiva: recuerda la de bonhomme en francés, que en castellano tradu­ ciríamos bonazoy ó tal vez bonachón. BOTAR En el lenguaje ecuatoriano tiene una extensión mucho ma­ yor que la poseída en realidad; pues hasta le damos las acep­ ciones de malgastar, derrochar y etc. B OTONCILLO La denominación Spilanthes de Decandolle, no Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" BRA 70 tiene equivalente, sin duda por no ser conocida en España la planta originaria de América. Podría quizá la Academia acep­ o licn ó tb,con que la referida planta es nom tar la palabra brada en el Ecuador. BO TU ALAN TE Esta interjección de nuestro pueblo es, de cierto, formada por contracción ó mejor dicho, por yuxtaposición, del jura­ mento «Voto al Ante» ó «Voto al Antecristo», conjetura que se vuelve más probable al hallar escrita la palabra como la pone D. Juan León Mera en los Cantares del pueblo ecuato­ riano: / Tienes unos ojitos De votoalante Que me dan tentaciones De ser tu amante. BOZAL 1 L L O Será acaso diminutivo de bozal; pero no signifícalo propio que almártaga. Antiguamente se decía también almártaga y almártiga. Pudiera ser que viniese, en efecto, del árabe , tener firm e ó fuertem ente una cosa y el art. al, según la opinión de Covarrubias y Urrea. Los picadores llaman asimismo bozalillo al cabezón que, además de otras acepciones, posee la de «media luna de hierro con unos dientecillos, que tiene en sus extremos unas asillas donde se atan unos radiales gruesos de cáñamo; sirve para su­ jetar y hacer obedecer al caballo poniéndosela sobre las nari ces, afianzada de la cabeza». fSalvá—Dice. 1838.) BRACEAD O R ___________________________ 1 El caballo que levanta mucho los brazos y pisa con violen­ cia y estrépito es, según el Diccionario de la Academia, p i­ sador. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" BRO BRAMADERO 7« f Más en lo justo están los que llaman simplemente poste al madero clavado en el suelo y destinado á atar caballos, va­ cas, etc. BRASILERO Decimos en algunos lugares de América al natural del Bra­ sil. La Academia, en su Diccionario, dice brasileño. Las gentes de los Estados Unidos del Brasil se denominan á sí propias brazileiro ó brasileiro. Curiosa es la falta de uni­ formidad en la ortografía, entre nuestros vecinos del oriente; pues escriben con s ó con z aun el nombre de su patria; dife­ rencia curiosa que puede verse hasta en las monedas de diver­ sas acuñaciones. B R E V A R IO Breviario ( breviarins, breve. Libro tiene el rezo eclesiástico del año. Equivale también á epítome ó compendio. En cuanto á la pronunciación de la palabra, citaremos al erudito ortólogo Sr. Robles Dégano, quien recuerda á los poetas partidarios del diptongo y á los más numerosos del adiptongo. Inclínase hacia los segundos conforme al uso de Castilla, que guarda la azeuxis en esta palabra. BROCHES Decimos á \os> gemelos,ó sea juego de dos botones ig para sujetar los puños de la camisa. BROQUEL Es el escudo pequeño destinado á cubrir el cuerpo y de­ fenderlo de los golpes del enemigo; por lo tanto, cosa bien distinta del antepecho que se pone alrededor de los pozos, el Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" BUCH 72 cual se denomina brocal; así como es muy diferente también del vallado de piedra ú otra materig. que impide á las gentes caer de los puentes, azoteas, atrios, andenes, etc., y que se llama guardalado ó literp, ó también pasamano. «Toda esta plática ó conversación pasó estando este hidalgo y yo echados de pechos sobre el guardalado de la puente Segoviana...» (E spinel— E l Escudero Marcos de Obregón.) «A un lado y otro de este balcón monumental se abrían otros dos más pequeños encerrados en el espesor del muro y guarnecidos con pasamanos de hierro». (Se¡gas— Rayo de Sol.) BUCHAZO Dar b u ch a zo s.— Apabullar llaman familiarmente en otras partes, donde se habla el castellano, al acto de aplastar, estru­ jar un objeto, y especialmente un sombrero sobre la cabeza del que lo lleva. Así los periódicos nos dieron lá noticia de que, á prin­ cipios de 1900, se habían puesto de moda en la capital de Francia los alfileres de corbata los llamamos im­ propiamente los ecuatorianos) que representaban un sombrero apabullado, haciendo alusión al del Presidente de la República Francesa después de la bastoneada del Conde Christiani. Aun en el caso de que el sombrero redondo se llamase buche, buchazono sería el golpe dado al , sino el golp dado con él. BUCHE No comprendo porqué motivo llamamos al sombrero alto, de felpa de seda, de ,a p o c de copa alta ó La palabra buche posee varias acepciones, mas no la que extravagantemente le damos en el Pxuador. La primera, según el Diccionario académico, es la bolsa que tienen las aves en el cuello. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" BUE 73 «Ahí verás la buena conciencia; tiene buen , no se ahoga con poco, ni se ahita con cosillas, engorda con la merced de Dios; y así todos le echan mil bendiciones.» (G radan —C riticó n ) Buche,equivale también á burro recién nacido. Ni con esto ni con lo otro, según parece, tiene semejanza alguna el pobre sombrero redondo. En la República Argentina llaman al sombrero alto en Chile lo denominan tarro de unto ó , en Colombia lo nombran etlib u c,en los varios lugares de España lo apellida el pueblo chistera,catite y tsa c, sombreros hauts de em r,o f Bolívar y , éste del no del primer sombrerero que lo fabricó, y aquél por haber usado un sombrero de forma especial el Libertador de Colombia. Los ingleses disputan á los franceses la gloria de haber inventado el sombrero alto, cuyo origen sería un poco extra­ vagante, si nos atuviésemos á lo que refiere el Times corres­ pondiente al 16 de enero de 1797: «John Hetherington, dice, mercero en el Strand, acaba de comparecer ante el Lord-Mayor que le condenó, por tumulto y excitación á desorden, á pagar una multa de 5 oo libras. El Sr. Hetherington, evidentemente con la intención de espantar al público, se presentó en plena calle llevando en la cabeza un sombrero de forma alta y forrado de una seda muy lustrosa, cuyo brillo incomodaba á la vista. Según declaración de los oficiales de lá Corona, algunas mujeres se desmayaron al verlo, los niños dieron gritos de miedo, la multitud, asom­ brada, trató de huir, y un hijo de un señor Thomas fué lan­ zado al suelo en medio del desorden y se rompió un brazo.» Vean ustedes un sombrero que en e l siglo XVIII causó más daños que hoy los automóviles. BUEN (día) Buen a í,d buena eh ,co n decimos como en cat bona .E tinn castellano se acostumbra decir, para saludar, bue­ nos sa í,d buenas noches; aunque en francés, italiano, portu- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" gués, inglés, etc., se diga en singular, bon soir, bnona sera,etc. BU Ñ EGA buon % Boñiga. «¿Cuándo se vió tal hambre como la que en este cerco se paso, cuando los hombres comían los cintos, y las riendas de los caballos, y los cueros de los zapatos, y las pajas y boñigas de los bueyes?» ( — D el Símbolo de la Fe.) BU Ñ ELERA l Buñolera, la que hace ó vende buñuelos. BUÑELOS Buñuelos I « uñelo—Lat. B . globulus, es cierta fruta de masa, frita con azeite, que se come caliente y con miel; y en España es más usada que en otra ninguna parte en tiempo de iñvierno. Díxose buñuelo quasi porque tomando un poco de aquella masa batida y en su punto en el puño, le van apretando poco á poco sobre el azeite, es el buñuelo ex­ primido del puño. Ordinariamente son mujeres las que los hazen, y venden, y las llaman buñoleras, se dixo de , que tesillo.'» {A Idre te— D el origen de la lengua castellana.) ¿Y por qué no de a lu b,ampolla, ó de e llir ó hervir, ó de su b l , cebolla redonda, ó de cuero, ó de so in u b,nabo grueso? El mundo de l es muy grande... El simple sonido de las palabras, unido á la semejanza ú otra relación de los seres que ellas representan, puede llevar­ nos á muy ingeniosas suposiciones; pero quizá rarísima vez al acierto. Monlau cita en su Diccionario , la opinión de Diez, quien conjetura que el vocablo buñuelo se refiere al an- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" \ BUS tiguo—alto—alemán lia pertenecen el catalán bugna, etc., que todos significan forman parte el francés bégnet ó tro buñuelo. 75 a g n u b,bulbo; y dice que á la mis yn o b,el inglés bun, el i Del mismo grupo , que equivalen á nues­ «Hay algunos que así componen y arrojan libros de sí como si fue­ sen buñuelos.» {Cervantes.) «Juro por vida de la cordura, exclamó Critilo, que sueñan todos éstos, en opinión de juicio, y que dixo bien aquel monarca, habiendo oído alguno de esotros, trahedme quien ore con seso; y á otro seme­ jante le apodó buñuelo de viento.» (Lorenzo —E l Criticón.) Una especie de buñuelo se llama arrepápalo. BU SC A R Indagar, averiguar ó examinar cuidadosamente una cosa; hacer diligencia para encontrarla: tales son las definiciones dadas por la Academia. En consecuencia, erramos cuando de­ cimos: «Fui á ra csu bá usted y no le encontré en la casa»; «buscan á usted»; «hoy estaré á buscar á usted», etc. Si el individuo á quien se refieren las frases expresadas, no es una aguja que se ha perdido ó un malhechor que se oculta, debemos decir: «Fui á ver á usted»; «preguntan por usted»; «hoy iré á visitar á usted», etc. Confieso que me alarmo cuando me dicen que me buscan. —¿Qué?, ¿se trata de prenderme?—Ni en este caso habría nece­ sidad de que se me buscase; pues, gracias á Dios, no me es­ condo, ni tengo por qué hurtarme de las personas que quie­ ran verme. ¿Que soy persona muy buscada) No, señor; tal vez me visi­ tan muchos amigos pero les salgo al encuentro y no les per­ mitiría, en caso alguno, que penetrasen hasta lo íntimo de mi hogar para dar conmigo. Tampoco empleo frases , ni Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 76 BUS menos rebuscadas, que pudiesen autorizar el calificativo de buscado, siquiera sutilizando su significación. El verbo reh c, equivalente á , en francés, es asimismo empleado por algunos escritores: « de vous laisser seul... J e vais chercher », etc. De donde acaso nos ha venido la acepción que anotamos respecto del verbo español. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" c CA BA LG A D U RA Bestia en que se cabalga ó se puede cabalgar. La correa de que pende el estribo en la silla de montar á caballo, ación; el ángulo que forman los dos muslos, jadura. «Y si yendo á pie puso temor á los leones la pujanza de vuestro brazo, bien podéis dar felice y venturosa cima á la batalla para la que demanda vuestra ayuda Fr. Gerundio, sin necesidad de que opriman vuestras posas los lomos de Rocinante, ni de otra mejor .» (Gerundio C A B E Z A (del arado) Los campesinos ecuatorianos llaman cabeza indistintamente la cama ó camba y el dental del arado. «Cama.— En el arado la pieza de madera encorvada, que por un extremo está afianzada entre el dental y la esteva, y por otro en el timón. P a rs d ra tri incurvacu; stiva innitur.» (Don Vicente Salva— «Dental.— El palo donde se encaja la reja del arado. (Don , 1838.) .» Salva—Dice. 1838.) «Había en Campazas un sastre que no sabía cortar una capa sin \ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ' CAB 78 echarla abajo una pieza añadida que llaman , porque tiene la forma de la camba de un arado. Cuando se le echaba en cara ese de­ fecto, siempre decía que era por la poca marca de los paños. Un día mi tío el mayorazgo tuvo la humorada de sacar al campo al buen sastre Camba, que por este nombre era ya conocido; y para experimentar su habilidad le dijo: ahí tiene Ud. esa tierra que hace una carga de sem­ bradura; figúrese Ud. que todo eso es paño; á ver cómo me corta usted una capa para mí bien cortada. El ingenioso profesor echó sus líneas por la tierra adelante, y por último concluyó diciendo: «y aquí se echa una camba». (L afuente— Cap liadas IX .) CABEZAD A (de la silla) Es simplemente n ó zra, de donde vino sin duda arcionar (que debió ser arzonar),atar a cabestro con que se tiene sujeto al toro. Aunque me queda la duda respecto de si los arzones ó fustes de las sillas españolas tienen ó no la p erilla delantera, cual la que nombramos ca­ bezada . CABEZAZO Cabezada es el golpe dado con la cabeza. Dícese también calabazada. «En Angelo Policiano fué tan vehemente su dolencia, que se daba de calabazadas por las paredes». (N ierem berg— D iferencia entre lo temporal y lo eterno.) CA BLEG RA M A Ninguna falta hace, según parece, el sustantivo anotado, como tampoco el verbo a rg elb c—sustantivo , a que denominamos el parte telegráfico transmitido ó recibido por medio del cable eléctrico submarino, y verbo éste con el cual reemplazamos á telegrafiar cuando es dicho cable el que funciona.—El adjetivo telegráfico ha padecido también restric­ ción en su significado, gracias al vocablo ó sea, Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CAB 79 cosa relativa al cable ó á la cablegrafía (otra denominación del mismo origen). Los franceses dicen, del propio modo, câblogramme al despacho telegráfico por el cable, y câbler á telegrafiar por cable. Partidarios entusiastas somos del enriquecimiento del idioma; pero no por serlo, dejamos de reconocer uno como peligro que hoy amenaza á las lenguas: cada semana, cada día, cada hora, la ciencia entrega á las industrias, á las comodida­ des, á la civilización, inventos que naturalmente reciben un nombre y que, al paso que vamos, doblarán en breve el caudal de la lengua. La antigua casa de nuestros abuelos, la solariega, que sub­ siste aún en su primitiva sencillez allá en los campos, lejos de las ciudades ¿qué es, comparada con la de éstas? Figuróme que una especie de esqueleto y no más: fáltanle los nervios que dan vida, esto es, los alambres eléctricos de las campanillas, los conductores del alumbrado, los hilos del teléfono; le faltan las arterias y venas, es decir, las tuberías de agua, de vapor, de calórico, de refrigeración; carece de los complicados pul­ mones de ventilación y aeración; no posee los canales de des­ asimilación, etc. Es, repetírnoslo, un esqueleto. La casa de la ciudad es ya el sér vivo, dotado, digámoslo así, de sentidos, de órganos que le comunican existencia, amén de todo cuanto ha deservirle, además, de belleza y ornato. Ahora bien, res­ tringiéndonos á ella, á la casa, que hemos elegido simplemente como ejemplo, ¿daremos nombre á cada porcioncilla de los aparatos, á cada acción? ¡Qué estudio tan difícil el de esta no­ menclatura anatómica y fisiológica! ¡Y cuánto aumento de dificultades si clasificamos y diferenciamos casi sinónimos! ¡Invéntese antes una máquina mnemotécnica para recordar faradios, y so ita v, y so itlv, y , y y etc.! Con mucho acierto se han dejado siempre los tecnicismos para los libros científicos. Un diccionario egciclopédico hoy, más que nunca, es indispensable; pero el vocabulario del idioma tiene que ser limitado por su propia naturaleza. No se diga que la ciencia se vulgariza: vulgarícese, demos por ello gracias á Dios; pero no hemos de multiplicar al infinito las palabras de Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" uso diario y por eso hemos de decir, verbigracia, ,á la comunicación por medio de alambres terrestres; á la que se transmite por cable; no sé á cuál; marconigrama, á la que va ó viene según los procedimientos de Marconi, etc. Telegrama,de tvjXs, lejos y yoa¡qj.a, y basta. Con la palabra tenemos aún la definición de ella; no necesitamos sa­ ber más, ni quien inventó el aparato, ni de qué se componen sus piezas, ni si pasó el mar el despacho ó se vino á pie enjuto. CABOS Cuando queremos expresar que un caballo, un mulo, un asno, etc. tienen de un color el cuerpo y de otro las patas, ó más circunstanciadamente los cascos, decimos, v. g.: «un po­ tro blanco con cabos negros», ó «una yegua alazana con cabos blancos»; y lo que expresamos en verdad es una cosa distinta de la que queremos. Pues, al decir de la Academia, por en este caso, se han de entender la crin y la cola. Caballo cas­ taño con cabos negros, será por tanto, un caballo que tenga la lana de aquel color y las cerdas negras. El Diccionario añade que cabos negros, en las mujeres, son el pelo, las cejas y los ojos negros. C A B R E ST O Cabestro. \ «Iba Sancho detrás dél con el asno del cabestro, aguardando ver en qué mesón paraba su amo...» {Fernández de Avellaneda — D. .) Erramos también en la significación dada á cabestro: ramal ó cordel, según los académicos, que se ata á la cabeza ó al cuello de la caballería para llevarla ó asegurarla. Para los ecuatorianos, la acepción de la voz se extiende á significar la Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CACH 81 materia de que suele ser el ramal: si no es de cuero no será cabestro. Como á éste llamamos cabresto, para ser consecuen­ tes, nombramos también cabrestillo al cabestrillo y cabrestero al animal ca b estro , esto es, al que se deja llevar del cabestro. Cabresto, por fin, decimos al buey manso que sirve de guía en las toradas. «Le llevaba á trote vivo, como toro entre cabestros, de sala en sala...» ( Pereda—Nubes de estío). CARRO El macho de la cabra es el cabrón ó macho cabrío ó cabrío simplemente, como se decía antes; la cría de la cabra mientras mama es el choto ó chotuno ó cabrito; el que ya no mama es el chivo; y por fin, el cabrón pequeño ó maltón, que dicen nuestros campesinos, es el b a cH é ahí los apelativos de esta ilustre familia. No obstante, en Lope de Vega leemos: «Andan con otros las cabras En presencia de los (Nadie se conoce). CABUYA Cabulla dice la Academia, según la que el vocablo vendría del bajo latín capula. (Véase Pencos). CACHO Sin acudir al quichua (cachu) podríamos explicar por qué damos el nombre de cachos á los cuernos de los irracionales, que los tienen por dádiva de la naturaleza, y aun á los de los racionales, que se los han ganado en la vida social. Quizás sólo hemos extendido la significación de la palabra, sinónima de gacho en punto á lo que atañe á los dichos apéndices fron­ tales. Pero, al fin, la Academia ha aceptado ya la voz como americanismo, y nada tenemos que añadir por esta parte^mas sí diremos algo tocante á otra acepción del vocablo. Cachos llamamos también á los cuentos, chascarrillos y Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 82 CAJ hasta á las anécdotas. Lo cual me trae una á la memoria: cier­ ta dama pedía á una amiga que la relatase un cacho.—« dota has de decir, no cacho»—le corrigió el marido de aquélla, cuando estuvieron á solas. Pocos días después un toro des­ manado hirió de gravedad á un transeúnte, delante de la dama de nuestro cuento, quien refiriendo horrorizada el caso, decía: «—Figúrense ustedes que la fiera metió al pobre hombre por el vientre, toda la anécdota..» Cachudo decimos á los racionales é irracionales y en especial á los cornalones. CA D A Adjetivo que sirve para designar separadamente una ó más personas ó cosas con relación á otras de su especie, está mal empleado en vez de todos los ó todas las, en frases como las siguientes: paseo cada tarde, tomo cada mañana, que son catalanismos. Para expresar la costumbre ó la repetición pe­ riódica de esos actos, se dirá en castellano: paseo todas las tardes, tomo café todas las mañanas. C A FÉ El árbol que lo produce se llama cafeto, de donde viene el nombre de cafetal, sitio poblado de los árboles menciona­ dos; pero nosotros denominamos café, tanto al fruto del cafeto, como al cafeto mismo. La palabra cafeto no está toda­ vía en el Diccionario académico de 1729, sin duda á causa de que, como él mismo lo asegura en el vocablo café, el uso de éste se había introducido recientemente en España. C A JA DE FIERRO Llamamos á la de caudales. Si quiere emplearse una sola palabra, dígase arca. C offre-fort le llaman los tranceses. C A JE T A El que tiene saliente la parte inferior de la boca, por ser más grueso el labio inferior que el superior ó por otra causa, es befo ó belfo. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CAL 83 C A JO N E R A S Llamamos en Quito á ciertas buhoneras, sin duda porque exponen sus portátiles mercancías en unos cuantos cajones. Cajonera es conjunto de cajones que hay en las sacristías para guardar las vestiduras sagradas y ropas de altar. «Desde allí pasaron á la sacristía... por debajo de estas ventanas se extendían las cajoneras en toda la longitud de la sala». ' ( —Nona.) «Aquí fué el sacristán el encargado de enseñar los ornamentos, y no tardó mucho en colocar sobre el ancho tablero de las cajoneras los temos de más valor». (Selgas—Nona. ) CALÉ Así llamábamos á una monedita equivalente á la cuarta parte de nuestro real, que, por cierto, vale el doble del real de vellón\y aun hoy se dice que cuesta un calé lo que cuesta dos centavos y medio ó, lo que es lo mismo, un cuartillo de un real.—Reemplaza á la palabra cuarto en las frases estar uno sin tm cuarto,110 tener un Creíamos que vendría del antiguo, calle italiano; mas, pos­ teriormente hemos oído la palabra á los catalanes, y aún la hemos hallado en el cuento la ro Cpublicado en de Madrid «Por esos Mundos». CA LEN TU RAS Denominamos en algunas provincias del Ecuador á las jiebres intermitentes ó á las palúdicas. En otros lugares de SudAmérica, como en Chile, se suele llamar vulgarmente calen­ tura á la tisis ó tuberculosis. La Academia pone jiebre como sinónimo de calentura; Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 84 CAL pero la verdad es que se diferencian la una de la otra, tanto como el todo déla parte, el compuesto del componente. En el lenguaje de la ciencia (que debemos empeñarnos no se diver­ sifique del común), fiebre es un género á que pertenece especies su fit, a ed io ft , a lirm,etc. Las señalan varios orígenes á la voz hervir; fermentación; februare} purgar. Calentura es un síntoma común á casi todas las afecciones agudas, inclusive las fiebres; no es una enfermedad esencial. Se revela por aceleración de los movimientos del pulso y au­ mento de la temperatura orgánica. Los franceses no tienen sino la palabra fievre para signifi­ car así lo que en castellano la medicina llama , como lo que nombra calentura. CÁLIDO Consérvase entre el vulgo ecuatoriano la donosa clasifica­ ción de los medicamentos, ó mejor dicho de los remedios, ó aun quizá de todos los agentes de la naturaleza, en cálidos y fr e s ­ cos. Y como sucede con los actos del dicho señor vulgo, la re­ ferida clasificación no está fundada más que en el arbitrario juicio de cada opinante. Así para don Fulano el azufre es lido\ mientras para don Zutano, fresco; el azúcar es una can­ dela conforme al parecer de Mengana, y un hielo según dicta­ men de Perengana. Algo análogo acaece respecto de las enfermedades: quién cree que la alferecía proviene de , quién que es produ­ cida por el calor. Lo cual pone á las veces en aprietos serios al médico, á quien se le consulta acerca de la condición fresca ó caliente del remedio ó de la enfermedad; tocante á las enfer­ mas acaso la decisión sería menos difícil. Y la cosa no es sólo nuestra. Para no citar sino á Paracelso, hallamos entre sus aforismos uno que da razón á la homeopatía y á las viejas curanderas: Ñeque morbus C A L L I D U S p er FRI G ID A sanatus , nec F R I G I D U S ^ / ' CALLIDA; simileautemsuum sim ile frequenter curavit. Don Benjamín Vicuña Mackenna relata en su obra Los Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 85 CAL Médicos de o ñ a tn , que hasta no há mucho, los religiosos de Chile aplicaban los Evangelios á los pacientes, calificando és­ tos los efectos según el color de los hábitos del que propinaba la aplicación: así los Evangelios de los religiosos mercenarios eran frescos,y cálidos los de agustinos y franciscanos. Amén de la clasificación general de que hemos hablado, específicamente el pueblo posee otros maravillosos conoci­ mientos relativos al arte de curar, ya alopáticos, ya homeopá­ ticos, ya eclécticos. De conformidad, verbigracia, con el prin­ cipio de Hahnemann, sim ilia scurantu las entendederas de cada cual, la pifia, por parecerse á una ca­ beza rubia y crespa, tiene la propiedad de hacer rubio y crespo á cualquier nieto de cualquier soldado raso de Rumifiahui, con tal que el dicho nieto se peine con el jugo de la anana cuotidianamente. Al pobre toinatede árbo mismo á causa de asemejarse á los tubérculos de los leprosos, el ser propenso á la elefancía. En cuanto á la fórmula de las viejas para recomendar un medicamento, «si no le hace bien tampoco le hará mal», em­ pléase también entre las curanderas de Francia: pas de n ei,b ca ne fa itp a s de ma C A PO ST R E Calostro,en todo sentido. «O pintar, las ya afinadas, á punta de navaja sobre la pátina artifi­ cial del calostro secado al fuego». ( . —Peñas arriba.) CA LC E Llaman en Guayaquil á cada uno de los palos de madera incorruptible que se introduce en el suelo y sirve de cimiento al estante con el que está empalmado. ¿Será acaso el pilote? Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CALL 86 C A L Z A R (los dientes) Decimos á lo que los dentistas nombran orificar; y calza llamamos á la orificación. Hay no obstante la diferencia, en­ tre las varias palabras expresadas, que calzar y calza se refie­ ren á todo relleno de la picadura de un diente ó de una muela, sea con platino, con pasta ó con oro; mientras que orificar y orificación, según su etimología, expresan la operación sólo con el último metal nombrado. Calzar una muralla se dice asimismo, en vez de y calza denominamos al refuerzo ó reparo que ponemos para fortalecer una pared ó muralla que amenaza ruina. Nombramos a zlc,por fin, á la porción de hierro ó que se añade á las rejas de arado, etc., cuando están gastadas, esto es, al calce. C A LLÁ , VENÍ Esta forma del imperativo, tan empleada en el Ecuador y Colombia y que aun me parece haberla oído en el Perú, Chile y la República Argentina, se usa ó se usaba en España, de donde debió de ser llevada á la América española. « Veníacá, paje, dijo D. Quijote: ¿vuestro amo no se llama Perioneo de Persia hijo del gran Soldán de Persia?» (A vellaneda— .) « Veni á ca , hombre del diablo: ¿de dónde sois y cómo os llamái que tanto atrevimiento habéis tenido en casa de dueño de tan ilustres calidades?» (Id .— ib id.) « Cal/á, Sancho, que para que cenéis más á vuestro placer os hemos puesto esa mesa aparte». (Id .— Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CALL 87 Alma, comenzáá llorar Si acabáis el padecer. ¿Por qué habéis de aborrecer Lo que queréis desear? (Céspedesy Metieses—E l Español Gerardo.) Alma refretid el vigor De mi estrella y nacimiento Si no ha sido encantamento, Tirano dueño, tu amor. (Id .—ib id.) CALLAM BA, ó CALLAM PA Como se dice en Chile.— o g n H,de fungus ( esponja), de donde vienen también las palabras castellanas fungo y o sg n u f; las francesas , fongible y fongueux; las inglesas íg n u f, la italiana fongoy etc. «Los hongos (fu n g í) son vegetales formados de células ó filamen­ tos, y á veces de ambas cosas, muy variados en su forma y tamaño, provistos de micelio y nacidos en la tierra sobre mantillo, ya proceda de uno ú otro reino orgánico, ó de algún leño muerto, ó parásitos so­ bre diversas plantas vasculares, vivas y siempre con mayor necesidad de cierto grado de humedad y calor, que de luz... «Los hongos varían en sus cualidades, siendo unos estimados como alimento, mientras que otros son venenosos; y entre los parásitos exis­ ten muchos cuyo conocimiento interesa por el daño que causan á las plantas sobre que viven. En cuanto á los hongos comestibles de*be ad­ vertirse que caben peligrosas equivocaciones con otros más ó menos parecidos...» ( C— Curso «En los hongos vemos también la información de nuevos individuos por el desarrollo de sus filamentos radiciformes...» (Blancoy Fernández— Curso completo de Botánica.) Esto por lo que se refiere á los hongos en general; los co­ mestibles son comunmente setas. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CAN 88 CAMADA i Es palabra castiza; pero no significa lo propio que camarada el que anda en compañía con otro ú otros, tratándose con amistad y confianza. CAM APÉ Llaman, los que sin duda creen que esta voz viene de cama, á lo que en castellano se denomina palabra que, cuando la Academia publicó su primer Léxico, acababa de ser introducida del francés, según expresa el mencionado Dic­ cionario en el artículo respectivo. C A M ISO L A (de fuerza) Camisa de fuerza llaman los españoles á lo que los médi­ cos ecuatorianos, sin duda por la costumbre de leer libros franceses, nombramos camisola de fuerza. C A M I S O L E D E F O R C E, sorte de camisole de toile f, paraly ments des sa rb , et à l ’ aide delaquelle on maîtrise les fous f u ­ rieux, les crim inels. CA N A STA Lat. canistrum. Cesto redondo y ancho de boca que suele tener dos asas y se hace de mimbres. Nosotros llamamos canasta á todo trasto de mimbres, chico ó grande, redondo ó alargado; pues para el pueblo es comple­ tamente desconocida la palabra , que define el Diccio­ nario de la Academia: «Cesta grande formada de mimbres ó listas de maderas delgadas y entretejidas. Es comúnmente de forma prolongada. Las hay de distintos tamaños y figuras.» Uno y otro vocablo encontramos desde antiguo usados en castellano. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CAN 89 «Nunca faltaban por los trascorrales algunas coladas, que con las canastas mismas trasponíamos en los aires.» {Mateo Alem án— Guzmán de A lfa r ache i) Piensas que llevas banastas Me dice cuando le asierro. Si le oyeran las banastas Le confundieran á retos. ( Quevedo— Romances .) CÁNCER Tumor ó úlcera de naturaleza maligna. Del lat. , carcinos, xapxívo;, xapxívojia (por la semejanza entre las venas di­ latadas que cubren los tumores cancerosos y las patas de la langosta marina* ó porque, como un animal, devora las carnes vivas; ó por la repugnancia que inspira la vista de la enferme­ dad, como la del cangrejo). Del mismo origen han sido toma­ das las denominaciones españolas , carcinoma\ las fran­ cesas recn á, carcinome\la inglesa cáncer y las holande kanker, kankergezwell. Caer cáncer decimos vulgarmente en vez de , esto es, morirse, desorganizarse, pudrirse una porción más ó menos extensa del cuerpo á causa de una quemadura, de una herida, etc. CANECA ------------------ 1 No está bien en vez de alcarraza. «Alhajan las mesas de aguamaniles, jarros, alcarrazas y otras cosas.» (Oviedo Valde's— H istoria General y N a tu ra l de las Indias O c c dentales.) CA N G A G U A Denominamos á diversas tierras duras, compactas, estéri­ les, que por lo general constituyen el subsuelo de nuestros Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CAN 90 campos andinos, y especialmente á los yacimientos diluviales de arcilla a so g rm , que dirían los geólogos. Cuando las lluvias las han denudado de la capa vegetal, forman una especie de calveros que impropiamente llamamos calaveras. Cancagua dicen, según parece, en Chile; pues así escribe la palabra el Dr. Rodulfo Amando Philippi, en su libro Los fósiles terciarios y cuartarios de Chile. CANGUEREJO Cangrejo (de xap/.tvoc) Los más autorizados, los más* viejos De todos los cangrejos Una gran asamblea celebraron. . • • • • • • . • I• Repetían las madres sus lecciones Mas no bastaban teóricas razones, Porque obraba en los jóvenes cangrejos Sólo un ejemplo más que mil consejos. (Samaniego—Fábulas: Los Cangrejos.) CANGUIL El Zea mais de los botánicos tiene entre nosotros un sin­ número de variedades, naturalmente con sus nombres respec­ tivos para que las diferencie el comercio. Así poseemos el maíz delgado ó de a ro ,j el maíz grueso ó de , blanco, el maíz o rg en,el maíz pintado; el morocho que, p compacto, duro, vitreo, ha dado su nombre como calificativo á las cosas que poseen los atributos expresados; el , chico, arrugado y de un sabor especial; el asimismo pequeño, mas no rugoso, y provisto de una parte saliente y aguda como una espina. Sometido á la torrefacción, que diría un boticario, ó sea á la tostadura, se revienta y echando fuera, en masa esponjosa y blanca, la fécula y más sustancias que contiene, toma el aspecto de un jazmín doble, constituyendo lo que denominamos canguilreveniado) ó lo que llaman palomitas, según el decir de Don Pedro Paz Soldán. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CAP 9 CANILLA Es cada uno de los huesos largos de la pierna ó del brazo. Nosotros hemos restringido su significación á sólo la tibia ó hueso de la a lin p se ,palabra esta última que en cambio he­ mos reservado para denominar cierta erupcioncita pasajera del rostro. «Y á buena cuarta se larga el palo en la espinilla ó en los nudillos del pie desnudo». (Pereda—E l sabor de la i \ CANTERÓN El que labra las piedras ó cantos para los edificios se llama canteroty no canterón, como decimos agregando una 11 intrusa. Llámase también o red p a ci . El derivativo cantero trae origen de , como zapatero del primitivo zapato, herrero de hierro, etc. Las terminacio­ nes a n te, ario^ etn , o re ,ista y también la , lo sa dos, indican generalmente destino, secta, profesión, oficio ú ocupación. Canterón está pues tan mal dicho, como estarían herrerón y zapaterón,si tal se le ocurriese decir á algún neólogo pa­ lurdo; á no ser que se tratase de formar un derivado de signi­ ficación agrandada ó atenuada, pues on añado. fuerza especial á los derivativos ó, por el contrario, la disminuye según los casos. «Como si muchos carpinteros y para la cimbra y el arco de la puente». (Trueba—La vara de azucenas.) C A PELLA D A Es cierto remiendo que se cose á los zapatos rotos, y no Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" cabrasen l CAP 92 el cuero que cubre el pie en las botas, que se llama, según el Diccionario, cabezada. CÁPSU LA Con esta palabra, diminutivo de , caja, se nombra en química á un vaso redondeado, aplicable á diversos usos; en botánica, al fruto uni ó multilocular, seco, que se abre de varias maneras y no presenta caracteres de otro; en anatomía se denominan cápsulas cosas muy distintas: aparatos ligamen­ tosos ( cápsulasarticulares), porciones ó sacos membranoso (cápsula eG d lisson, cápsulas sinoviales, etc.); en farmac unos cuerpos huecos, elipsoides ó esféricos, solubles, destina­ dos á encerrar un medicamento generalmente desagradable al gusto ó al olfato. En milicia se llama cápsula ó pistón el som­ brerete metálico, que por contener una sustancia fulminante, estalla en la chimenea de las armas de fuego al ser percutido; mas no la carga de pólvora y bala ó perdigones correspon­ dientes á cada tiro de una arma de fuego es decir, el cartucho. CAPULÍ Está ya la palabra en el Diccionario para denominar al árbol y al fruto de la Drupácea,Cerasus sa li Prutius salicifolia (H. B. K.), según acostumbramos en el Ecuador; y no, como en el Perú, al frutito de la Physalis a tn elu cs(Willd), esto es, á lo que nosotros llama­ mos uvilla. Quizá pues convendría que los SS. Académicos, á la defi­ nición « Capulí,m. árbol oriundo de América, especie de ce rezo, etc.,» añadiesen. || Pr. Per. Planta de la familia de las so­ lanáceas que produce un fruto algo semejante á la uva. || El fruto de la misma planta. Sin duda por haber consultado la tabla de correspondencia científica de la obra de Colmeiro Curso de un erudito escritor nuestro, al hablar del árbol de , lo con­ funde con la plantita solanácea que hemos nombrado. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CARATULA La primera plana de los libros impresos, en que se pone el título del libro, el nombre del autor y el lugar y año de la im­ presión, se llama portada y no , vocablo castizo en otras acepciones. CARBÚNCULO Carbunco ó carbunclo. Conocedores del latín, se muestran los que llaman car­ búnculo al carbunco. « Carbuncoó carbúnculo es el rubí, y se deriva del L. porque su color lo asemeja á un carboncillo encendido». , ( Cltmencín—Comentarios.) Verásle ya á sus mismos concolegas Lindas zurras cascar; pero de algunos Ser padrino también, que hayles entre ellos Finosi como el coral, como el carbunclo; Y también clamará porque les paguen Esos cinco realetes como es justo. (F ra y —Capíliada i? ) En medicina se dice carbunco al ántrax (áv0 pa£). CARCOMER Leo en un periódico que el río Tahuando está carco­ miendo un barrio de Ibarra.—En sentido figurado quizá no esté del todo mal dicho; pues , además de roer la carcoma la madera, significa metafóricamente consumir poco á poco alguna cosa como la salud, la virtud, etc.—A los que no quieran hablar sólo de manera figurada, les recomendamos el verbo derrubiar. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CAR 94 C A R IÁ T ID A Cariátide, del griego xapoáxt^s;. «Como columnas emplearon también los griegos estatuas de hom­ bre y de mujer... Ejemplos de tales estatuas se encuentran en la tri­ buna situada en la parte del Erecteión que mira al Norte. Si hemos de atenernos á la tradición consignada por Vitrubio, aquellas estatuas re­ presentan mujeres de la Caria hechas esclavas por los griegos, dedu­ ciéndose de aquí el nombre de Cariátides que suele dárseles; pero es muy posible que semejante consejo no tenga gran fundamento...» (M anjarres—Las Bellas A rtes— Arquitectura.) Al cabo hallamos que los griegos modernos todavía dan el nombre de xopat á las Cariátides, cuya palabra vale en español (M anjarre's— Teoría estética de las A rtes del D ib Jijo.) CARIUCHO ¡Qué tal! Ha bastado el trastrueque de una letra para que no lo conozca ni la madre que lo parió. ¿Quién creería que, con arreglo al Diccionario, Carincho es el potaje compuesto de carne y de patatas con salsa de ají? i Suponemos que la mala letra del ecuatoriano, que envió á España el nombré de nuestro popular plato, se tuvo la culpa del cambio de la u con la n que dejó al dicho potaje hasta sin etimología. Cariucho, del quichua cari varón y ají, quiere decir bocado propio de hombres, ya por lo alimentoso, ya por lo picante y fuerte del pimiento molido, que constituye casi por sí solo la salsa que corona las papas del cariucho. Bueno está pues que el vocablo figure en el Léxico; pero restituyásele á su forma originaria y etimológica. El quichua, prestándose como el griego á las yuxtaposi­ ciones de vocablos, da frecuentemente la definición de la cosa en las denominaciones respectivas. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" I I CAR 95 CARLANCA Define el Diccionario: collar ancho de hierro ó de cuerpo muy fuerte, con unas puntas de hierro puestas hacia fuera, para armar el pescuezo de los mastines contra las mordeduras de los lobos. Según Aldrete, «el nombre carlanca vino del sonido que hace el perro en la garganta, cuando está cansado y falto de aliento, sacada la lengua y jadeando; y esto se llama ». El palo que se pone en el pescuezo á los animales para im­ pedirles que penetren en los sembrados ó salgan de los corra­ les, etc., se llama taragallo. «Pues con orejas como .las suyas, que le. sirven de sará jamás por la Sublime Puerta». , no pa­ (Juan Montalvo— Catilinaria undécima.) \ CARN ICERÍA Es lo que nosotros llamamos tercena (véase esta palabra en el lugar respectivo), esto es, la casa ó sitio público donde se vende por menor la carne para el abasto del común.— Car­ nicería significa, además, muchas otras cosas; mas no el sitio donde se mata el ganado destinado para el abasto público, que en castellano se denomina m,ni el lu vende la carne por mayor, que se llama rastro. «El marqués de la Cuérniga, ayer traficante en reses de concursado cien veces...» (Pereda— E l sabor de la tierruca.) CA RN ICERO El Diccionario de la Academia trae varias acepciones del vocablo como adjetivo; pero como sustantivo sólo la de «persona que vende carne públicamente». Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" \ I CAR 96 1 La persona que mata las reses en el matadero, las desuella, descuartiza ó destaza, se llama jife r o y además m atarife y matachín. Jife r o ¿del árabe d jifa } cadáver que hiede, ó del griego £i<poc;, espada? Más bien lo último; pues jife r o es tam­ bién el cuchillo del matarife. CA RPIN TERO Ninguna distinción hacemos entre el jornalero que trabaja obras de madera groseras y el que las labra finas; y hasta, acaso, nos es desconocida la palabra ebanista. Sin embargo, hay tanta diferencia entre el que corta una troza para cimbra, ó una viga para piso ó para tijeras, y el que pule un tablero ó una moldura para ménsulas y otros muebles, como la que existe entre el cantero y el marmolista, entre el artesano y el artífice. Ebanista se ha dicho por extensión á los que trabajan en maderas finas,no sólo en ébano. Carpintero, escribe la Academia, el que por oficio labra madera, ordinariamente común. Ebanistería, deberíamos asimismo denominar, más bien que carpintería, al taller ó al arte del que se ocupa en obras delicadas de madera no ordinaria. Los franceses hacen igualmente distinción entre el tier , el menuisier y el ébéniste. CARRASPOSO Dígase» áspero,carrasqueño. CARRETA Además del carro del que tiran los bueyes, tiene algunas otras acepciones; pero no la de cilindro taladrado, general­ mente de madera, con rebordes en sus extremos, que sirve para arrollar en él hilos de lino, seda, etc.,—que en caste­ llano se denomina carrete. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CARK CA R R IEL ó 97 C A R R IL ¿Del sustantivo inglés reia c,conductor, portador mos á lo que en España he oído á los viajeros llamar maleta de mano ó cartera de eja ,iv aunque en el Dicc están tales denominaciones.—Algunos ecuatorianos, que han consultado el Léxico y no han encontrado en él la palabr^ que estoy estudiando, llaman á la maletita ó saco de noche pe­ queño, no de tela de alfombra como éste, sino de cuero, gar­ niel; voz que no corresponde tampoco al objeto denominado, pues la Academia la define: «Cinto de los arrieros, al que llevan cosidas unas bolsitas para guardar el dinero». Tampoco me parece adaptable al referido objeto el nombre fa rd e l; pues, aun cuando el Diccionario llama así al «saco ó talega, que llevan regularmente los pobres» (cosa que no su­ cede con nuestro leira c), «pastores y caminantes de á p para las cosas comestibles ú otras de su uso»,—es palabra em­ pleada por los escritores castizos en el sentido de ó de fardo pequeño. «Alcanzaron (los de Creta) esta segunda petición, y las ferias cada uno hizo su fa rd e l de trabajos, y cargaron con ellos, mas después que salieron á la plaza, etc.» —D iferencia etc.) «Cuyo equipaje estaba reducido á una pequeña maleta y una gran cartera, que el mismo viajero llevaba á la mano». (Selgas—Dos muertos vivos.) «Ayer á media tarde salió de la fonda, dejándose su tnaletín y su cartera.» (Selgas— Dos muertos vivos.) El vocablo lein ra u g, con que sustituye á carriel el señor Cevallos, es, según entendemos, el mismo garniel de que se habló arriba. A falta de una voz que corresponda exactamente al objeto cuyo nombre corregimos, pueden aceptarse las dos 7 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 98 CAS palabras expresadas, que al menos son castizas y significan una cosa análoga á la que queremos denominar. Carnier en francés significa lo propio que , saco ó bolsa de red para llevar la caza. C A SC A R IL L A Es una corteza muy aromática proveniente del árbol Cro­ tón eleuteria,completamente distinto de los que producen la quina (Cinchona calisaya, C. condaminca, etc). De confundir los nombres de los objetos, pueden ocasionarse serios males, así para las lenguas, como para las necesidades sociales y do­ mésticas. Lástima, pues, que hasta la Academia hubiese, como nosotros, aceptado el nombre de cascarilla para la corteza de las cinclionas, esto es, para la quina. CA SERO Como adjetivo, significa «que se hace ó cría en casa ó per­ tenece á ella», etc.; y como sustantivo, «dueño de una casa, que la alquila á otro; persona que corre con la administración de ella; persona que cuida de una casa ajena,» etc. Mas los ecuatorianos denominamos , al sujeto que acostumbra comprar en una misma tienda lo que necesita, ó servirse siempre de un artesano, oficial ó jornalero, con prefe­ rencia á otros, es decir, al iu q o ra p. «Pero mirad que mandéis que el casero esté á la puerta, para que, si viniere alguno, sea quien fuere, diga que no estamos aquí, porque no nos estorben.» — a yM ( Diálogo de las lenguas.) Casera se dice también á la mujer hacendosa; y , de la persona que no sale de casa, ó gusta mucho de ella. «Entremos en mi cuarto donde no llega el ruido de la familia, por­ que estas mujeres caseras todo lo traen siempre revuelto.» (Selgas—Nona.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 99 CAS Pues yo... la verdad... Como tú eres tan Creí que el tiempo que estás En casa... aunque yo esté fuera... No te debía pesar. {Don Ventura de la Vega—E l Hombre de Mundo.') C A S IL L A Casa ó albergue pequeño y aislado del guarda de campo, heredad ó jardín, despacho de billetes de teatro, circo, etc., significa la pobre voz a lisc, que en el Ecuador como equivalente de la denominación inglesa , conforme con rubor muy plausible y sin duda para dar á en­ tender que en francés no hay palabra para ello, llaman en Francia y otras muchas partes al , que dicen los marinos españoles, ó sea al etr, ces, como nombran á los cabinets los españoles no marinos. En Castilla la Vieja se usa el vocablo (generalmente en plural) para designar el común. De ahí, pues, ha de venir­ nos la denominación. En Chile llaman casilla al apartado de correos, sin duda por la semejanza de éste con el casillero ó sea el mueble con varias divisiones que sirve para tener en él con la conveniente separación, papeles, cartas, billetes de teatro ó ferrocarriles, etcétera. Presentaremos un ejemplo del nombre castellano más vul­ gar, común, del watercloset: «El autor se extiende luego en tratar de este ramo de policía de las ciudades recordando y describiendo las cloacas máximas de Roma, los comunes públicos y sumideros de Sevilla...» ( Mesoner oRomanos—E l antigu C A SIN ETE Así nombran los comerciantes y sastres ecuatorianos á un pañete especial de poco precio y de menor duración. Cuando Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CAS IOO Quito era «el pueblo más industrioso de las Colonias», surtía de casinetes, bayetas y otras telas baratas á los pueblos de Santa Fe, y por el Sur hasta lo que es hoy República de Chile. En el segundo testamento de doña Catalina de los Ríos (Santiago, enero i 5 de i 6 6 5 ), publicado por don Benjamín Vi­ cuña Mackenna, hallamos en el 18: «Mando que se dé á los indios de mi encomienda un vestuario de paño de Quito y mil pesos en ganado ovejuno y por los difuntos se digan quinientas misas por los religiosos del Señor San Agustín de esta ciudad.» (Los la CASQUILLO Nuestros soldados denominan cosquillo al cartucho metá­ lico vacío. C A S T IL L A i Según el señor don Zorobabel Rodríguez, en su importante libro Diccionario de so m in el,h C seguramente por habe de Castilla las primeras ovejas que llegaron á Chile, se llamó carne de Castilla á la de oveja, carnero ó cordero. En nuestra República, como lo observa don Pedro F. Cevallos en el Breve resumende la Historia «decir que tal ó cual efecto era de Castilla, era decir que era bueno en supremo grado; y hasta ahora mismo ha quedado la vieja costumbre de llamar bayeta de Castilla á la de pellón; caña de Castilla, á la de azúcar; cera de Castilla, á la de abejas; arroz de Castilla, canela de Castilla, alumbre de Castilla, etc., aun cuando estas producciones fuesen americanas, asiáticas ó africanas, y de otros puntos de Europa ó de la misma España. / Castillacosa!—para el vulgo, que emplea esta construc­ ción del todo quichua, equivale á decir: ¡Cosa exquisita!» Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CAT IOI CA STILLO Es «lugar fuerte, cercado de murallas, baluartes, fosos y otras fortificaciones.» Además de éste y de otros significados, la palabra castillo quiere decir «máquina de madera ó de hie­ rro, en figura de o litsa c ,vestida de varios fuegos artificial de que se usa en algunos regocijos públicos: aunque en este caso se dice castillo de fuego». Nosotros llamamos simplemente castillo á la rueda llena de cohetes, que, dando vueltas á la re­ donda, los va despidiendo, esto es, á lo que en España se nombra girándula. También he oído nombrar á unos armazones de carrizos, especie de cucañas, que sirven á los indios para colo­ car frutas, cucharas, platos, etc. y que regalan á los dueños de los fundos en las fiestas de dichos fundos. CA TALÁN Papahígo es como se denomina la especie de , que cubre la cara y el pescuezo, para defender del «aire y del frío á los que van de camino». Catalán lo llama nuestro pueblo, acaso porque lo usó pri­ mero entre nosotros alguna persona de Cataluña, ó porque de este Principado nos vinieron los primeros Papahígo, según Covarrubias, está formado de , cue­ llo, y o jif ,fijar. Si el cielo ves ceñudo Y de nubes echado el , No el vigor enemigo Del rayo amedrentarte jamás pudo, Ni contra ti rezelas que se fragua Y tiemblas sólo que te toque el agua. (Quevedo— Canciones.) CATZO Llamamos so zla c, á varias especies de abejorros y quizá Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CAU 102 también á algunos cusos á las larvas de los mismos. so ja b rce,así como denominamos cusu A nadie se le trate con desprecio, Como al escarabajo; Porque al más miserable, vil y bajo, Para tomar venganza, si se irrita, ¿Le faltará siquiera una bolita? niego— E l águila y el escarab (Sam Que así como la reina de las flores Al sucio escarabajo desagrada, Así también á Góticos Doctores Toda invención amena y delicada. {Don Tomás de Ir ia r te — Fábulas literarias— E l escarabajo.') CAU CARA En quichua significa piel ó cáscara correosa y dura, quiere decir, la carne que está inmediatamente debajo del cuero de las reses, sobre las costillas, que por las fuertes fibras musculares de las cuales se forma, merece el nombre expresado. En Chile le denominan ya lm —voz , c mente llaman también al telón de boca de los teatros,—y en la Argentina, si no me equivoco, , palabra con la cual los ecuatorianos nombramos á una judía pequeña. ¿Cómo se dice en castellano? No lo hemos podido averi­ guar. ¿Será el o lim s? CAUS Caos ..... Pintor del mundo Que del confuso caos tenebroso Sacaste en el primero y el segundo Hasta el último día del reposo {Pablo de Céspedes— Poema de la P in tu ra .) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CEK 03 CENEGOSO Cenagoso, lleno de cieno. • En fin á poco trecho los alcanzan Que un paso cenagoso los detiene. (Don Alonso de CENSÍTICO Ha de decirse censual. C E Q U IA Palabra anticuada—Acequia ó cauce. El canal que se abre á fin de tomar ó llevar de los ríos el agua para regadíos, etc., se denomina también caz, de donde viene bocacaz, vocablo propio de lo que los ecuatorianos lla­ mamos bocatom a, y aun más propio que , con que algunas personas aconsejan sustituir el neologismo innecesario boca­ toma. Con júbilo ruidoso los lagares Con su vaivén rimado los telares, Las aguas mugidoras en el caz, Las abejas zumbando en los tomillos, Balando en el redil los corderillos Alzan todos el himno de la Paz. {Don M iguel G utiérrez Jim énez—Juegos Jlorales de Granada — L a P a z.) C ERA Por o irc ,está mal dicho. Cera es la materia que, excretada por las abejas, les sirve para fabricar las celdillas del panal, y aunque, cometiendo una sinécdoque, pudiéramos llamar al objeto con el nombre de la Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CER 104 materia de que está hecho, y aunque el conjunto de velas ó hachas de ceraque sirven en alguna función se denomina c sin embargo, la bujía ó vela de , larga y gruesa más de lo regular, como dice el Diccionario, se nombra cirio. \ «El cual (Teodosio el menor)..... envió algunos senadores nobilísi­ mos, para que con gran pompa y solemnidad, música, encendidos, procesiones y fiestas que se hiciesen por todos los lugares del camino, trajesen á Constantinopla el sagrado cuerpo de Crisòstomo.» (P. Pedro de Ribadeneira— Flos San «Un ratito después, calló la campana y llegaron dos hombres con sendos brazados de velas y de cirios que mandaba el Cura por delante.» * {Doti Jose' M aría de Pereda— Peñas arriba.) Antes la definición del Diccionario era incompleta, como lo hicimos notar en la primera edición de este libro; pues quedaba sin nombre la cera que consumimos en cirios los ame­ ricanos: la que producen las palmas de cera ( Ceroxylon andicolum, Copernicia a refi,c etc.). El Léxico de 1899 agrega que algunos otros insectos la fabrican también, y que se halla además en las hojas, flores y frutos de diversos vegetales. CERCÍN, A L CERCÍN Cercén, á cercén.—Es como si se dijera circularmente, del latín c i r c u i t i ,al rededor, ó de su derivado circinus, com instrumento bien conocido. A cercén, modo adverbial: á raíz. CERCH A Tiene varios significados; mas no el de armazón de madera para construir sobre ella los arcos ó bóvedas, es decir, de lo que en arquitectura y en castellano se denomina hoy y antiguamente se nombró cimbria. Es cierto que la tal armadura se ha llamado también chón, y de aquí, sin duda, el que nuestros arquitectos la deno­ minasen cercha. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" «Y una montaña de agua que bajaba rugiendo por las revueltas de Alonsótegui, arrastró Zubileta abajo andamios y ( Trueba— La vara de azucenas.) CERNIR ó CERN ER Respecto de este verbo debe advertirse que, si es cierto que significa separar con el cedazo la harina del salvado ó cualquiera otra materia reducida á polvo, de suerte que lo más grueso quede sobre la tela, y lo sutil caiga al sitio destinado para recogerlo; es cierto también que cuando es un líquido el que se pasa por el cedazo, por una manga ó por un paño, la operación se denomina ra lo c, verbo que, en el Ec quedado sólo para remedio; supuesto que no es conocido sino por los médicos y los boticarios. «Aquí descubre un arroyuelo, cuyas frescas aguas que líquidos cris­ tales parecen, corren sobre menudas arenas y blancas pedrezuelas que oro cernido y puras perlas semejan.» ( — setn a vrC Don Quijote de la Manch Colar, del lat. nes, recta y metafóricamente. era lo c,posee además varias otras acepc «Después debió colarsepor las ventanas y por los balcones (la ap rición)... porque siguió apareciendo.» {Selgas—Dos muertos vivos.) C E U T IL Limón ceutil dicen los que ya saben que no es ni menos ,litu sel limón especial proveniente de Ceuta, que por esta razón debe llamarse ceutí; pues el adjetivo étnico es, según se ha expresado, ceutí,y no los ecuatorianos. Del árabe ítb ec, natural de Ceu C IÉN EG A No trae el Diccionario la voz , pero sí los vocablos Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" J CIN 106 ciénaga, la g n ec, casos. Háse atenido al uso común. o n a tp—no , tampoco ,—según los La victoria tenemos en las manos, Y pasos en la tierra mil, seguros De ciénags, lagunas y pantanos Espesos montes, ásperos y duros. {E r cilla—Z,<z Araucana.) «Allí veo un animal inmundo, que pródigamente se está revolcando en la hediondez de un asquerosísimo cenagal, y él piensa que son flores.» ( Gracia n — Criticón .) «Pero los disparates que ensarta no se pueden tolerar, y todos na­ cen, lo primero, de la falta de estudio, y lo segundo, de los cenagales donde bebe, ó de los malditos modc-los que se propone imitar.» (P . Isla— F ray de C IG A R R O Mal denominamos á la libélula ó caballito del diablo. CIMBRÓN ¿De cim bronazo, golpe que se da de plano con la espada? A lo que los médicos denominan dolores , nom­ bramos cim brones, en singular cuando se presentan en la ca­ beza; llamárnosles también punzadas y está bien. En Chile los nominan puntadas y está muy mal. CINCHÓN • El círculo de hierro ó de madera, con que se aseguran y aprietan las duelas de los barriles y toneles, se llama cincho ó fleje, que, según la Academia, viene de /lextts, arqueado. CINEMATÓGRAFO La Academia acepta, en el suplemento de su Diccio- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" nario, este nombre nuevo para cosa nueva; está, pues, en tiempo hábil para modificarlo, si bien le parece, aunque el señor Uso se ha apoderado ya de él,—á pesar de la dificultadcilla que, sin duda, tuvo al principio para pronunciarlo. Muy atendibles son las razones del señor Soldevila Canela para que se denomine cinemógrafoal apara sobre un lienzo vistas animadas (yívyj¡xa, axo;, movimientoj y se. funda en la persistencia de las impresiones luminosas en la re­ tina. Admitida la denominación propuesta, siquiera consegui­ ríamos quitar al vocablo una sílaba; empresa, por otra parte, no fácil, ya que la voz ha pasado á varios idiomas en la forma aceptada por el español. CLA U SU RA R Del sustantivo a ru slc, supongo, hemos sacado el ver neológico ra u slc, que no sé si es necesario poseyendo, como poseemos, el verbo propio y puro , que además de otras significaciones, tiene la de poner fin á las tareas, ejercicios ó negocios de cuerpos comerciales, literarios, políti­ cos, etc. CLIMA Con frecuencia confundimos clima con temperatura y aun con temperamento: la distinción entre este vocablo y el penúl­ timo es muy notable (Véase temperamento); la entre clima y temperatura, no lo es menos. Temperatura, en efecto, es el calor de los cuerpos; el conjunto de las condiciones atmosféricas y terrestres pecu­ liares de un lugar: abraza, en consecuencia, la , la altura, etc.; ó, como lo expresa Humboldt, «la palabra clima comprende, en su sentido más general, todas las modificacio­ nes de la atmósfera sensibles para nuestros órganos, tales como la temperatura, la humedad, los cambios de presión baromé­ trica, la tranquilidad del aire ó los efectos de vientos heterónimos, la pureza de la atmósfera ó su mezcla con emanaciones de gases más ó menos insalubres, y por fin, el grado de diafa- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 108 CU nidad habitual, la serenidad del cielo, de tanta importancia por la influencia que ejerce, no sólo en la irradiación del suelo, en el desarrollo de los tejidos orgánicos vegetales y la madura­ ción de los frutos, sino además en el conjunto de los sentimien­ tos morales que experimenta el hombre en las distintas zonas». Clima (del griego xXi.ij.ct, ó de xXivoí, , con motivo de •que la inclinación de los rayos solares son causa principal de las diferencias de clima), significa también el espacio com­ prendido entre dos círculos paralelos al Ecuador terrestre, en los mapas; y por extensión, una porción de país en la cual la temperatura y las .otras condiciones de la atmósfera son muy semejantes ó idénticas. Las más notables son, como se ha ex­ presado anteriormente, la latitud, la elevación sobre el nivel del mar, los vientos reinantes, la mayor ó menor proximidad de las cordilleras, de los nevados y del mar ó de los grandes lagos y ríos, la naturaleza del terreno, la transparencia del cielo, la inclinación de los rayos solares. «Entiéndese por clima (región) un espacio geográfico, más ó menos extenso, donde, además de un calor igual, se experimentan fenómenos atmosféricos muy semejantes. El clima físico es el temperamento par­ ticular de las zonas terrestres. Y el carácter más distintivo de los cli­ mas la temperatura.» {Pedro FMoti «La temperatura es el grado apreciable de calor de un cuerpo, y suele medirse por medio del termómetro... La temperatura atmosférica varía según los , y sus variacio­ nes dependen de la presencia más ó menos larga del sol sobre el hori­ zonte y de su acción más ó menos perpendicular; de la naturaleza de los terrenos y de su inclinación; de la mayor ó menor elevación de los luga­ res sobre el nivel del mar; de la mayor ó menor evaporación de las aguas; de la figura de las montañas; de los vientos; de la mayor ó menor pure­ za del aire; de la hora del día, de la noche, etc.» (Monlau— Higiene P rivada.) CLIN Crin. De blanco, morado y verde Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 109 CL1 Corta Don Rábano, pareciendo Moro de juego de cañas. crin,y cola larga, ( Quevedo— Romances.) 9 ......Los caballos, Que fueron su esperanza en la pelea, Heridos, espantados, por el campo O entre las filas vagan, salpicando El suelo en sangre que su crin gotea; Derriban al jinete, lo atropellan, Y las catervas van despavoridas, 0 unas con otras con terror se estrellan. ( < — La victoria de 1 | s El garzón sin turbarse, de la yegua El grueso cuello y crespa crin halaga; La rienda acorta, afirma los estribos, Atrás el capellar airoso aparta. (D o n A t i g e l de Saavedra— E l Moro ......Los leones Con fuerte garra y con lanudas Y cierta ley de rigorosos fines. í , Pablo de Céspedes— Poema de la De crin se han formado los adjetivos , ta y , day que tiene largos los cabellos, y el verbo , equiva­ lente á peinar (aunque no lo traiga el Diccionario), como puede verse en el siguiente ejemplo: «Su longura (la de los cabellos) hasta el postrero asiento de sus pies; después de crinadosy atados con la delgada cuerda, como los pone, no há más menester para convertir los hombres en piedras.» {Fernando de Rojas— La Celestina.) La palabra clin probablemente se ha conservado en el Ecuador, como muchas anticuadas ya en España. Sin darle pase el Diccionario de 1729, en la voz crin , dice: «muchos Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" I IO CLU dicen clin»; y en la palabra clin, añade, «dícese también crin y con más propiedad.» Acoge el vocablo, nuevamente, el Diccionario académico de 1899. C LIST ER O clistel como se decía antes, viene de xXuanr¡p, voz griega aguda, y conserva el acento de origen. Es general el defecto de hacerla grave. CLOWN Pallaso ó payaso decíamos antiguamente, y decíamos bien, al sujeto que, en los circos, hacía reir con palabras, gestos y traje ridículos; hoy comenzamos, como en toda América, á denomi­ n vio lc , palabra inglesa, usada también en Francia, lo narle mismo que c l o w n e s s e ,cloivn femenino, y de clownsó bufonada de clozvn. La definición de payaso, pallaso ó pallazo-, dada por la Aca­ demia, es tan limitada, «titiritero que hace de gracioso», que contribuirá para que gane terreno, en pueblos de habla caste­ llana, el anglicismo anotado. CLUB Define el Vocabulario académico: Junta de individuos de una sociedad política, por lo común clandestina.—Sin em­ bargo, en España hay clubs de agricultores, de militares, etc., en que se trata de política sin duda alguna (pues españoles— españoles y españoles—americanos no pueden estar dos juntos sin pretender arreglar el mundo con esa quisicosa que llama­ mos política); pero cuyo objeto es el que les da nombre: la agricultura, la milicia, etc. En punto á lo de clandestina, bastárame decir que los clubs de Sevilla especialmente son algo como los escaparates ó vitrinas de los almacenes; pues las puertas y grandes ventanas de vidrio que dan á la vía pública, ponen en exposición permanente á los concurrentes á los di- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 111 COB chos lugares ó casas,—que deben llamarse al Diccionario. , conforme «Se puede salir con toda seguridad; por esta noche no hay nada; yo vengo del o n isa C,que se halla más concurrido que ninguna noche, y allí nada se teme.» i (Selgas— Un rostro y un alma.) «Habría aprovechado las palabras de Montenegro para dar una vuelta, á lo menos por el Casino.» {Selgas— Id.) Me parece que por esta noche podemos responder de la tranquili­ dad pública. ¿Viene usted del Casino?» {Id. — Ibidem. ) La palabra club no está, con todo, muy segura en su puesto, ya que trata de reemplazarla por completo la voz círculo,—como en francés elcr, assemblée ou lieu elle se tient. El sust. círculo está en el vocabulario castellano. Club nos ha venido del inglés. COBIJA , / La manta peluda que se echa sobre la cama, no se llama cobija ni tampoco fresada (antiguo nombre de un manjar), como dice don Pedro Fermín Cevallos, sino frazada ó frezada ó simplemente manta. «Todos sus muebles, adornos y aderezos (los de los moros) se vie­ nen á resolver en un lecho de muy pocos colchones, cuatro sábanas, dos fr a z a d a s ó paños, dos cabezales ó cojines...» {Céspedes y Meneses— E l Español Gerardo.) Don Pedro.—Cuidado con las ventanas y las puertas. Don Carlos.— Vamos, prima. Don Pedro.—Cubridla bien con la manta.» « {Don M anuel Eduardo de Gorostiza— Indulgencia para todos.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" COBRAR Debe de ser el vivo deseo de ser pagados lo que ocasiona que los comerciantes hablen de cobros cuando no hacen sino ex ig ir el pago de lo que se les adeuda. Mejor para los deudo­ res que hacen oídos de mercader. Percibir uno la cantidad que otro le debe, eso es cobrar. Dice bien un ilustrado amigo nuestro: «Así como no hay venta si no hay quien compre, por aquello de No ha de decir que la vende Sino que la tiene allí, tampoco puede haber cobro si no hay quien pague.» COCACHO, COSCACHO Dígase coscorrón. Monlau, en su Diccionario etimológico de la lengua llana, cita el parecer de Larramendi, quien opina que cosco­ rrón proviene del vascuence , parte superior de la cabeza, y el de Covarrubias que lo deriva de coca, antigua­ mente cabeza, casi cocorrón. » v «Y adviertan con la vehemencia y ahinco que le riñe, que no parece sino que le quiere dar con el cetro media docena de coscorrones, y aun hay autores que dicen que se los dio, y muy bien dados.» (' — Don .) « Coscorrón, golpe en la cabeza, que no saca sangre y duele,» dice el Diccionario. COCTEL Los yanquis dieron el nombre de Cock-tail ( Cock, gallo y tail, cola) á un aperitivo generalmente compuesto de la mezcla de varios licores, hielo, azúcar, nuez moscada, etc. La cosa y el Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" \ COG 113 nombre pasaron á la América española, donde hacemos uso de ellos, tal vez más que en la patria de origen. Hasta que los progresos del antialcoholisnto(querría ver esta palabra y anti­ alcohólico en todos los Diccionarios, como en todas partes lo que ellas significan) no hagan terminar el tal bebedizo, su nombre continuará muy señor nuestro, quiere decir, del puesto que se ha conquistado en el lenguaje hispanoamericano. Ya que éste libro trata de cuestiones de lengua y de buen gusto, no estará demás manifestar el refinado de los señores yanquis, dando á los golosos noticia de los componentes del, coctel más exquisito de todos cuantos son preparados por los eximios cocteleros norteamericanos. El referido coctel se com­ pone de ginebra, ostras, pimienta, limón, menta, hojas de eucalipto y hielo triturado... y un yanqui para tomarlo. CODEO Será acaso el acto de mover los codos ó dar golpes con ellos frecuentemente; pero no significa nunca lo mismo que socaliña. Aun cuando para hacer soltar contra su voluntad á alguien lo que tenga en las manos, sea conveniente gol­ pearle en el codo, no está justificada la significación que á codear damos los ecuatorianos. El verbo socaliñar es de todo punto desconocido entre nuestras gentes, aunque no son pocas las que ejecutan su sig­ nificado con ingenio y aplicación. , dice el Dicciona­ rio, «sacar á uno con artificio ó maña una cosa que no está obligado á dar». El ardidoso que nos saca algo que no debe­ mos y acaso algo que no queremos darle es, por lo mismo, socaliñador y no codeador. «De socaliñas de esta especie (de la de costearle á un mogollón los cigarros, el café y el chocolate) se halla sembrada nuestra historia colonial.» ( Don Ricardo Palma— COGER G O TERAS Me parece que lo he dicho antes: debemos recelarnos de 8 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" estar equivocados siempre que empleemos más de una pala­ bra para la expresión de una acción ó para una denomina­ ción, etc.: tan rica y concisa es la lengua castellana. Componer los tejados, reconociendo las tejas quebradas y poniendo otras nuevas, es trastejar. Trastejo acción y efecto de trastejar. Cuando simplemente se ponen tejas donde faltan: retejar. «Y aunque al impetrarlas (las bulas) eran ya suntuosas las catedra­ les, y el culto divino se hacía con bastante magnificencia, se creyó conveniente sostenerlas en el pie en que se hallan á expensas ajenas, y aunque las bulas cuentan ya siglos, y en algunas catedrales no se ha vuelto á poner ni una chinita, como siempre hay algo de retejo...» {Fray Gerundio— Capillada 1 0 .a) COLACIÓN. COLACIONES Colación es el acto de colar canónicamente un beneficio eclesiástico, ó el de conferir los grados de Universidad; pero los ecuatorianos decimos colaciones á los , nelones, acitro n es, etc. Probablemente esta acepción ecuatoriana corresponde á la que trae el Diccionario «porción de cascajo, , frutas, etc.» ó, si se quiere, es una extensión de ella. Confites.—Cierta confección ó composición que se hace de azúcar en forma de bolillas, de varios tamaños, lisas ó con piquillos. Lat. Salgamasaccharo codita. «En dando una viuda en ser golosa y galana, en comer y en tener calzas de color, y ligas con rapacejos dorados, pocos vicios hay en una mujer, que no se hallen en ella.» {Fonseca.Vida de tomo 2. «.Canelón.—Conlite largo, que tiene dentro una raja de acitrón ó de canela, el cual es labrado y quadrado. Llamóse así porque regular­ mente se funda sobre una raja de canela. Lat. Bolas Pragm . de Tass. año 1680, fol. 48. La libra de canelones de cidra, d cinco reales y medio.» {Diccionario por la R eal Academia Española, 1729.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" COL ” 5 Grajeas, son los confites muy menudos y de varios colores (griego Tpa-(y¡|ic(Ta, postres). Dícese que el vocablo grajea ó drajea viene del nombre del inventor de las almendras confi­ tadas, Julius Dragatus, de donde se las llamó dragati y en francés dragées. CO LAPÍS Cola de pescado. Colapís es probablemente abreviatura con que los repos­ teros ganan tiempo para dedicarlo á los flanes, huevos moles (no m oles, como ellos dicen), pestiños (no hojal­ dres (no masa de a ,jo h como los denominan, perdien tiempo que obtuvieron con la abreviatura consabida), turrones (no tur ruñes), bizcochos y bizcotelas (que así se llaman en España los dedos de damá.J El último Diccionario trae ya colapez y . COLETA ó CHOLETA Coleta llama la generalidad de los comerciantes quiteños á la tela de algodón de un solo color, que sirve para forros de vestidos y otros usos; mas algunos de dichos comerciantes, que han viajado por el sur de nuestro Continente, nombran choleta á la misma tela, palabra que, al fin, no es sino el voca­ blo anterior ligeramente modificado. Como coleta es el mechón posterior del cabello, que se so­ lían dejar los que, como los chinos, se lo cortaban «para que les sirviese de adorno,» según opinión de la Academia; ó el cabe­ llo envuelto desde el cogote en una cinta, en forma de cola que cae sobre la espalda; ó el que usan los toreros; ó familiar y figuradamente, la adición breve á lo escrito ó hablado, por lo general con el fin de salvar alguna omisión ó de esforzar com­ pendiosamente lo que antes se ha dicho; como , repeti­ mos, significa sólo los apéndices cabelludos ó verbales ó es­ critos que se acaban de expresar, echámonos en busca del genuino nombre de la tela aludida y hemos averiguado que es Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" COL 1 16 pcrcalina. a tel,o Csin embargo, en la acepción que anotamos, ajuicio del Señor Cuervo, no es sino un arcaísmo. COLOR Ambiguo. Nuestro pueblo usa más este vocablo como femenino, aun cuando en España se emplee actualmente más como mas­ culino. Antes se usaba indistintamente como masculino y como femenino. Véanse los siguientes ejemplos en que está la pala­ bra con ambos géneros: «La materia pues de los colores se debe considerar ó muy seca por excelencia ó umida grandemente: ó seca y umida medianamente: si sequedad señorea en la materia del color y el calor obra en tal materia se engendrará blancor, ca la color de su natura esparce y extiende las partes de la materia do obra y engendra sotilidad y claridad.» {Fray Y Ícente de Burgos— Libro de Proprietatibus , eti Romance, acabado de imprimir en 1529.) «La tez lisa y lustrosa, el cuero suyo escurece la nieve, la color mezclada, cual ella escogió para sí.» (Fernando de Rojas— La Celestina.) «V dijo (un diablo): Mira lo que hacen las feas; y veo una muche­ dumbre'de mujeres, unas tomándose puntos en las caras, otras hacién­ dose de nuevo, porque ni la estatura en los chapines, ni la ceja con el cohol, ni el cabello en la tinta, ni el cuerpo en la ropa, ni las manos con la muda, ni la cara con el afeite, ni los labios con el eran los con que nacieron ellas. Y vi algunas poblando sus calvas con cabellos, que eran suyos sólo porque los habían comprado. Otra vi que tenía su media cara en las manos, en los botes de unto y en color . » uevdo— Las Zahúrdas (Q é « Tampoco el color era constante: unos días muy encendido, otros malignamente jaspeado, con sus manchas verdi-pardas entre enjundia y apostema.» (Padre Isla— F ray Gerundio.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Vi á Don Felipe en $1 Prado Llegar, lacolor perdida, Por la mudanza debida Con que á mi padre he engañado. {F ra y G abriel Téllez—Marta la Piadosa.) E n se n tid o fig u r a d o : «Pasó en esto tan adelante, que repudió á la Reina, su mujer, hem­ bra de mucha bondad. E l color que tomó fue que era deuda suya y que estuvo antes casada con el Conde de Cominges.» i {P . M ariana—H istoria de España.) L o c u rio so , so b re to d o , es q u e color d e ja de ser p a la b ra d el g é n e r o a m b ig u o p a r a d o s e c u a to ria n o s, cu a n d o p a sa á s ig ­ n i f i c a r p o r a n t o n o m a s i a la m a t e r i a c o l o r a n t e d e n u e s t r o ( Bi xa orellana ), d e s t i n a d a achiote en vez d e l a za frán usado e p a r t e s , á te ñ ir y c o n d im e n t a r lo s a lim e n to s ; p u e s en e ste c a s o , s e la l l a m a s i m p l e m e n t e la color. C O L U M B IA R S E Columpiarse. E s t a r í a m o s e n lo j u s t o l o s e c u a t o r i a n o s s i, c o m o lo a s i e n t a a lg ú n e tim ó lo g o , columpio y columpiarse columba ó d e l g r i e g o xoXu¡jl6oq, á c a u s a columpia á u n a p a l o m a q u e v u e l a . v in iese n d e l la t ín de a se m e ja rse el q u e se C O L U M B IO Columpio. S e a que p ro v e n g a de ha de e s c rib irs e con xoXü|a6o<;, , ó de py n o xoXo|a6ccü), con c o n el s ig n o e q u iv a le n t e á la ú ltim a le tra e x p r e s a d a . Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" , a u n q u e en g r i e g o I COM 118 COMADRONA C om adre, p a rte ra . ♦ A u n c u a n d o el c iru ja n o m a drón , e sp e c ia lista en O b s te tric ia sea co comadre. el fe m e n in o d e e ste s u s ta n tiv o es «Más va en la comadre que en la que lo pare.» (R efrán .) «La. partera es la mujer que sabe una arte de ayudar á las dueñas á parir.» (Fray Vicente de Burgos—De pro prieta tib us, en .) \ C O M E D IR S E A rre g la rs e , m od erarse, c o n te n e r s e .— , edint,c o r t e s í a , om C a te n to , m o d e r a d o .— cortés, m o d e ra c ió n , u b a n id a d . S i lo m iento c, com e x p u e s t o sig n ific a n com edim iento a l s e r v i c i o q u e s e p r e s t a s in o b l i g a c i ó n , comedido a l s e r v i c i a l y h a s t a u n p o c o e n t r e m e t i d o , y comedirse a l a c t o d e o f r e c e r s e , ¿d e d ó n d e h abrem os sacad o lla m a r p r e s t a r s e á la e j e c u c i ó n d e a l g o n o r e m u n e r a d o y quizcá ni s o ­ li c i t a d o ? A q u í s e o r i g i n a e l p r o l o q u i o n u e s t r o , « n i n g ú n c o m e ­ d i d o s a l e c o n la b e n d i c i ó n d e D i o s , » á sab er, á lo s e n tr e m e ­ t i d o s n o l e s v a b ie n e n s u s e n t r e m e t i m i e n t o s . CO M EDÓ N E l q u e co m e m u ch o se lla m a comilón ó comedor. «Fue de Gobernador á Segovia un tal Quincocés, gordo, rebajete, coloradote y ilónc». om ( Trueba—¡Q ué gracioso! . ..) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 119 COM CO M PAÑ ÍA Compañía, en to d a s su s a c e p c io n e s . «Sin prudencia hablas, que de ninguna cosa es alegre posesión sin compañía.» (Rojas—La Celestina.) «A la sazón que falleció Don Alonso, rey de Castilla, doña Urraca, su hija, á quien por derecho venía el 1 eino, estaba ausente en compa­ ñía de su marido, que no se fiaba de todo punto de las voluntades de los grandes de Castilla.» {M ariana—Historia de España.) «Llegado á Andarax, envió á su hijo don Francisco con cuatro com­ pañías de infantería y cien caballos á Ohánez, donde entendió que se recogían enemigos.» (Don Diego Hitrtado de — a zo d i?eM G uer «Otro día al amanecer llegó la retaguardia: serían por todos cinco mil y quinientos infantes y cuatrocientos caballos; compañía bastante para mayor empresa, si se hubiera de tener en cuenta con sólo el nú­ mero.» (Id .—ibid.) D o n d e s e v e , e s p e c i a l m e n t e , c l a r a l a e s t r u c t u r a d e la p a l a ­ b ra c,e q u i v a l e s e n la f o r m a a n t i c u a d a com pañí, y v o c a b lo ñera , com paño, en la s v o c e s de o rig e n a n á lo g o l ,e t c . e u ñ a p m co «El Rey díxole que fuese á sosegar las posadas, é que después se viniese para él: é esto decía el Rey porque entraron con el Maestre muchas compañas en el Alcázar.» (Pedro López de Ay ala— Crónica de Do ti Pedro el Cruel.) .......Señora, trate De hacerse menos huraña, Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Venga en amor y compaña A tomar el chocolate. (Hartzenbusch—Doña Me a cia ) C O M P R A (Se) Se compra ¡C a ra m b a b o te lla s. c o n e l s o l e c i s m o t e r c o ! N o s o n p o c a s la s p e r s o ­ n a s q u e lo h a n c o m b a t i d o , y é l a t r i n c h e r a d o e n la s e s p e s a s t a ­ p i a s d e la p o r f í a d e l v u l g o , e r r e q u e e r r e e n s u p u e s t o . Los nos a n u n c ia d o re s, m achucan lo s y h asta ven d ed ores y a u n lo s p e rio d ista s nos m ach acan con el a v iso «Se vende te la s» , « S e c o m p r a b o te lla s» y con o tra s c o n c o r d a n c ia s sin tá c ­ tic a s p a r e c id a s , d el u so de lo s ta le s, q u e n os d e s p e lu z a n . Un este e n te n d id o e s c r ito r c h ile n o , con m o tiv o d e in c u r r ir en d e s p r o p ó s it o o tro e s c r ito r , d ic e con s o b r a de razó n : « S e venden lic o re s, d e b ió d e c ir y no se su je to d e la o r a c i ó n debe p a s iv a y p o r q u e lic o re s es el e stá en h a lla rs e en p lu r a l el v e r b o co n pongam os q u e en e sa o ra c ió n , p lu ra l; lu e g o ta m b ié n el cu al c o n c u e rd a . en vez de. licores, se Su­ h u b ie se licor, en s i n g u l a r , e l v e r b o h a b r í a q u e d a d o t a l c u a l e s t á , « s e vende;» l u e g o e l p l u r a l licores e x i g e v e r b o en p l u r a l , « s e venden.» S i a s í n o f u e r a , s e r í a i n d i s p e n s a b l e a c e p t a r e l a b ­ usado s u rd o de q u e un v e r b o en un s u je to , ta n to s in g u la r sirv e en s in g u la r c o m o en p lu r a l. A d e m á s , d é se á la p r o p o s ic ió n o tro g iro , y en ú s e s e la f o r m a p a s i v a d e l v e r b o tin o d e « se vende.» d o s lic o re s.» p lu ra l lu g a r ser, E n to n c e s se ¿Y por licores p a ra c o n c o rd a r con del el v e r b o se, y se v e rá p a te n te el d e sa ­ te n d rá q u e d e c ir «so n v e n d i­ q u é no «es v e n d id o re q u ie re p e rso n ific a tiv o en lic o re s ? » P o r q u e el p lu ra l: «son v e n d id o s .» I g u a l c o n c o rd a n c ia en p lu ra l d e b e , p u e s, h a c e rs e co n el v e r b o venderse: «se v e n d e n lic o r e s .» C ONCEJERO Concejal, in d iv id u o de un c o n c e jo ó a y u n ta m ie n to . Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 12 CON CO N CEJIL E l e m p le o honorífico, ad no rem u n erad o es , ó sim p le m e n te si d a h o n o r ; p e r o n o q u e sig n ific a p e r te n e ­ c i e n t e a l C o n c e j o , ó c o m ú n á l o s v e c i n o s d e un p u e b l o . gratis, S irv e rés, la p e r s o n a concejil. Concejil e s , gratuitamente, de , sin q u e , s e g ú n lo s e c u a t o r i a n o s , t i e n e un e m p l e o pues, p ara n o s o tro s el ,— y v a l g a el n e o lo g is m o ,— de s in e c u r a . CONCHO Poso, sedim n to , liondarras ( p r . d e R i o j a ) . D e concho f o r m a m o s rroso; p e r o q u e e n c a s t e l l a n o a ro b,/ ¿ ^ , y , si s e q u i e r e n m á s n o m o sh cn,q u e exp resá en q u ic h u a s ig n i a n im a l q u e tie n e c o n ­ chas. Concho, a d je tiv o : p a r a lo s qtñchnaístas ó qu i chita izantes, e s t a m b ié n d e c o l o r s e m e j a n t e á la s h e c e s d e la c h i c h a ó d e la c,m u í a c e rv e z a , y a sí d e c im o s c a b a llo CONDOR H a y q u ie n e s d ife re n c ia n cóndor y , lla m a n d o del p r i m e r m o d o a l p a j a r ó t e , y d e l s e g u n d o á la m o n e d a d e o r o . E s t á m a l: en a m b o s aún m a y o r c a s o s la gravedad el p a la b r a es g r a v e ; y q u iz á p o s e e c ó n d o r de o ro q u e el a v e a q u e lla de ra­ p iñ a , d ig n o s ím b o lo en el e sc u d o d e a rm a s d el E cu ador, de lo s s a r g e n t o s r a p a c e s , ig n a r o s y c o r r o m p id o s , q u e p o r a rte d e l a s r e v o l u c i o n e s s e e n c a r a m a n s o b r e la n a c i ó n y c l a v a n e n e l l a la s g a r r a s y la r o e n y la a n o n a d a n . V i e n e d e l q u i c h u a C O N F E R E N C IA N T E E l v o c a b u la r io a c a d é m ic o no ha a c e p ta d o aún esta p a la b ra m u y co m ú n en a lg u n o s lu g a r e s d e A m é r ic a y h a sta en E s p a ñ a . Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" '• , J N o s é si e l p a r t i c i p i o a c t i v o con p ro p ie d a d (le , , exp rese lo q u e a q u é l e x p r e s a : p e r s o n a q u e r a z o n a en p ú b lic o a c e r c a d e a lg u n a m a te ria . D e conferencia n t e conferencia se ha sacad o . C O N F IN IO M erecen s e r c o n fin a d o s , c u a n d o m e n o s a l Ñ a p o , lo s q u e e s c r ib e n p a r a el p ú b lic o a r t íc u lo s en lo s c u a le s h a b la n d e finio ^ e n vez de confinamiento ó con­ confinación. «Tarde ó temprano es preciso que nos convenzamos de la necesidad de tener un establecimiento de confitiacpara l tado sobre bases muy diferentes de las de Juan Fernández, cuya insu­ ficiencia y malos efectos tiene demostrados la experiencia. La confinación en una isla desierta y distante ofrecerá graves incon­ venientes, aun suponiendo expeditas las comunicaciones marítimas con ella...» (Bello—Establecimientos de confinación para los delincuentes.') C O N G R E S IS T A ó C O N G R E S A L N o s é si a l g u i e n h a p r o p u e s t o y a á l a A c a d e m i a la a c e p t a ­ ció n d e u n o d e e s t o s n e o l o g i s m o s , p a r a d e n o m i n a r á la p e r ­ s o n a q u e c o n c u r r e á un C o n g r e s o p o lít ic o , c ie n tífic o , a r tís tic o ó lo q u e f u e s e . N o s é , t a m p o c o , c u á l d e lo s d o s v o c a b l o s p a r e c e r á m e j o r á lo s lin g ü is t a s , q u e en m a te r ia d e g u s t o r e s p e c t o d e p a la b r a s , r a ­ t ific a n t a m b ié n l a v e r d a d d e l r e f r á n : d e g u s t o s n o s e h a e s c r i t o . C o m o s u c e d e v e r b ig r a c ia con el v e r b o , p resen tad o p o r d o n R i c a r d o P a l m a á la A c a d e m i a , p a r a la i n c l u s i ó n e n e l D ic c io n a r io , v e r b o re c h a z a d o p o r lo s a c a d é m ic o s y c a lific a d o d e preciso y elegante p o r don E d u a r d o d e la B a r r a , d e s p u é s q u e d o n A n íb a l G a l in d o lo h a b ía tild a d o d e L a verd ad congreso/, feo. a tsierg n o c, c o m o es q u e d e c im o s n o so c o m o lo h e m o s o í d o r e p e t i d a s v e c e s e n e l C o n g r e s o cie n tífic o la t in o - a m e r ic a n o de B u e n o s A i r e s , n o tie n e n re e m - Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 123 CON p la z o en e s p a ñ o l y d e b e n s e r a c e p t a d o s p o r e l L é x i c o ; q u ie r e d e c ir, d e b e se r a c e p t a d a u n a d e la s d o s v o c e s , la q u e m e j o r Congresal p o d r í a d e ­ o jecn, curial d e ojicinista d e oficina^ seminarista f o r m a d a p a r e z c a á lo s S S . A c a d é m i c o s . c irse c o m o concejal colegio; y d e seminario,e t c . ; de a tsierg n o c, c o m o m a s la v e r d a d re e m p la z a r c a stiz a m e n te es q u e , c no ten em os cóm o u n o d e lo s d o s v o c a b lo s . Diputado s e r á m u y b ie n la p e r s o n a n o m b r a d a p o r u n c u e r p o p a r a r e p r e ­ se n ta rle ; m os pero diputado en la s R e p ú b l i c a s h i s p a n o a m e r i c a n a s , l l a m a ­ al in d iv id u o d e la C á m a r a b a j a , q u e d i r í a n en a l g u n o s l u g a r e s d e E u r o p a , d e l o s C o m u n e s , d e la C á m a r a d e R ep resen tan tes, d e la com o d e c ía m o s n o so tro s Chambre des a n tig u a m e n te séi,u p d com o ó d ic e n t a m b ié n lo s ceses. P a r a m a n i f e s t a r m e j o r la s d i f e r e n c i a s , ' e s n e c e s a r i o a d e m á s e x p l i c a r lo q u e e n A m é r i c a d e n o m i n a m o s C o n g r e s o y lo q u e en E s p a ñ a a s í s e n o m b r a : C o n g r e s o l l a m a m o s n o s o t r o s , lo m is ­ m o q u e h o y en F r a n c ia , B é lg ic a , e t c ., a l S e n a d o y C á m a r a d e D i p u t a d o s , r e u n i d o s ; e n la N a c i ó n e s p a ñ o l a s e d e n o m i n a C o n ­ g r e s o á s ó l o la ú l t i m a , d e m a n e r a q u e e l S e n a d o y e l C o n g r e s o c o n stitu y e n la s C o r t e s . Se com p ren d e, pues, p erfectam en te congresista ó d e la p a l a b r a p o r q u é no n e c e s ita n d e l v o c a b lo congresal. L a C o n s t i t u c i ó n d e la R e p ú b l i c a d e l E c u a d o r , d i c e : « E l p o d e r l e g i s l a t i v o r e s i d e e n el p u esto de d os C á m a ra s, una Congreso N a c io n a l, c o m ­ de S e n a d o re s y o tra de D ip u ta ­ d o s» : en d o n d e se v e q u e , s e g ú n n u e stra C a r t a e q u iv a le Cortes: la p a la b ra Congreso á lo q u e e n « R e u n i ó n d e lo s d o s e s t a m e n t o s ó d ores, S e n a d o y F u n d a m e n ta l, Españ a cuerp os Congreso de b e r a r j u n t o s ni e n se lla m a c o le g isla - p i,Dq u e p r e s e n c i a d e l r e y , e t c . » , c o n f o r m e lo d i s ­ p o n e la C o n s t i t u c i ó n d e 1 8 4 5 . N u e s tr a s C á m a r a s , al c o n t r a r io , tie n e n q u e d e lib e r a r ju n t a s a lg u n a s v e c e s , y e n to n c e s , c u a n d o se re ú n e n , to m a n e l n o m b re d e C o n g r e s o , p . e j . : p a r a e l e s c r u t i n i o d e la e l e c c i ó n d e P r e s i ­ d e n t e y V i c e p r e s i d e n t e d e la R e p ú b l i c a . L a C o n s t i t u c i ó n d e C h i l e ( a r t . 1 1 , a n t i g u o 1 3 ) d i c e lo m i s m o q u e el a r t í c u l o 4 3 d e la n u e s t r a . E l a r t í c u l o 58 de Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" la c o l o m - no p 124 CON b i a n a d e 1 8 8 6 , e x p r e s a lo p r o p i o ; a s í c o m o e l a r t í c u l o 4 2 d e la C o n stitu c ió n d el P a r a g u a y . Con razón , u sados lo s pues, v o c a b lo s en c a s i t o d a la A m é r i c a e s p a ñ o l a congresista ó son , q u e no hacen m a l d i t a la f a l t a e n E s p a ñ a . C o n g r e s o (d e congred z\ c o n f e r e n c i a ) s e l l a m ó la r e u n i ó n d e s o b e ra n o s ó d e su s re p re s e n ta n te s p a ra a r r e g lo s p o lític o s, te r­ m in a r g u e r r a s , e tc. A s í c o m o e l C o n s e jo al de O x fo rd , sirv ió en Gran Consejo n om bre , dado al In g la te rra la n o ic,Ny p ara d e n o m in a r en F r a n c ia p a r a lla m a r al Corte del rey; a s a m b l e a d e l o s F r a n c o s , ó p o s t e r i o r m e n t e á la a s i m i s m o la A s a m b l e a c o n s t i t u y e n t e d e B é l g i c a en 1 8 3 0 r e c i b i ó el Congrès. n om b re de Las R e p ú b lic a s h isp a n o a m e ric a n a s t o m a r o n d e E s t a d o s U n i d o s la d e n o m i n a c i ó n Congreso p a ra el c o n ju n to d el siste m a re p r e s e n ta tiv o ó c u e r p o le g is la t iv o , esto Cortes en E s p a ñ a ; Communs),e n I n g l a Reichsraih ó e s , p a r a lo q u e s e l l a m a o f Lords and House o f e n A l e m a n i a ; Estados generales e n H o l a n d a ; Consejo del o ir,ep m I Reichstag húngaro e n A u s t r i a - H u n g r í a ; Rigsdag ó Riksdag e n D i n a m a r c a y S u e c i a ; Storthing e n N o ­ r u e g a ; Scoupchtina e n S e r b i a , e t c . Congreso, p u e s , lo r e p e t i m o s , e s e n n u e s t r a s R e p ú b l i c a s lo p r o p i o q u e C o r t e s e n E s p a ñ a . P o r lo c u a l el D i c c i o n a r i o d e la A c a d e m ia e stá e r r a d o a d e m á s en la ú ltim a p a r t e d e l p á r r a fo d e s t i n a d o á la p a l a b r a Congreso. C o r r e g i d o el tal e r r o r , d e lo s n o m b re s congresista y ó en to d o c a s o , n o s h a c e fa lta u n o congresal. L o s fran ceses y b e lg a s, co m o car membre d'un e s ju s t o , tie n e n p a r a s ig n ifi­ ,s erg n o c el v o c a b lo congressiste. CO N S E R Y A T IS M O ó C O N S E R V A D O R IS IM O «Liberal», d ic e la A c a d e m ia , « q u e p r o fe s a d o c tr in a s fa v o ­ r a b l e s á la l i b e r t a d p o l í t i c a d e lo s E s t a d o s » . — « orden de , i d e a s q u e p r o f e s a n lo s p a r t i d a r i o s d e l s i s t e m a l i b e ­ r a l . || P a r t i d o ó c o m u n i ó n p o l í t i c a q u e e n t r e s í f o r m a n » . E l D i c c i o n a r i o d e f i n e t a m b i é n la p a l a b r a Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ¿Por •25 CON q u é no tra e d e l p r o p io m o d o la s v o c e s va tism o conservador conservador ó y conser­ ismo? C O N S T IP A C IÓ N C o m o lo e x p r e s a la m i s m a e t i m o l o g í a ( , de tipare , c o n s t r e ñ i r ) e s p r o p i a m e n t e , estipticidad ó es­ treñim iento; p e r o n o s o t r o s d e n o m i n a m o s , no só lo al re s fria d o , sin o (yatappeco, a flu yo ) ta m b ié n al e s d e t o d o p u n t o c o n t r a r i a á la d e l v o c a b l o e m p le a d o . D e b e ría , p o r tan to , madizo La (psú[j.a, d e psco, d e c irse sie m p re catarro ó ro­ fluyo'). ú ltim a e d ic ió n conslipació)i , c u y a sig n ific a c ió n d el D ic c io n a rio d e la A c a d e m i a p o n e co m o sin ó n im a d e , y e s t a ú lt im a p a l a ­ o d a irfse ,p r i m e r a b ra com o e q u iv a le n te á Habrá barba betunada, Tos, catarro, orina, hijada Y mucho diente postizo. (F r . a c e p c ió n . G.Tellez— Marta la .) CÓ N SU L A s í lla m a m o s a l E n v i a d o E x t r a o r d in a r io y M in istro P le n i­ p o te n c ia rio , co m o al M in istro R e s id e n te , co m o de N e g o c io s. Cónsul c u a lq u ie r M in istro es, por c o n sig u ie n te , en al E n c a rg a d o el E cu ad or, d i p l o m á t i c o , s e a c u a l f u e r e la c l a s e á q u e p e rte n e z c a en la e s c a la d ip lo m á tic a . A d m ír a m e q u e no h u b ie s e h a s t a a h o r a a l g u n o d e e l l o s , á c a u s a d e e s t e t r a s t r u e q u e , in ­ t e r p u e s t o u n a r e c l a m a c i ó n y e x i g i d o la r e s p e c t i v a i n d e m n i z a ­ c ió n p e c u n ia r ia . «Los cónsules son agentes que se envían á las naciones amigas con el encargo de protejer los derechos é intereses comerciales de la patria, y favorecer á sus compatriotas comerciantes en las dificultades que les ocurran. El objeto principal de la misión del cónsul es velar sobre los inte­ reses del comercio nacional.» (.Bello—Derecho Internacional.) 'i Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" i Consulado d e c i m o s , gación e s n u e v a , lo q u e a s i m i s m o , á la legacióti. le­ legacía: L a p a la b ra e lla sig n ific a se lla m a b a an te s « Legacía—La embaxada ó recado que se envía», dice el Diccionario de 1734... «Se toma también por el mismo empleo, oficio ó función del Legado ó Embaxador.» «Ca la legacía que tuvo Don Bernardo, como lo nota el Arcediano de Ronda no se dió á su sucesor, sino á este Don Diego Gelmírez.» ( . raM—Historia «Informado Cortés de estas noticias, y no hallando razón para des­ preciarlas, trató de enviar sus mensajeros á la república, para facilitar el tránsito de su ejército, cuya legacía encargó á cuatro Zempoales de los que más suponían». (Solis—La Conquista de Me'jico.) $ «El rango que los agentes diplomáticos, acreditados á una misma corte han de guardar entre sí, se ha reglado por el acta del Congreso de Viena de 9 de Junio de 18 1 5 ... En él se estableció: Que los empleados diplomáticos se dividiesen en tres clases: pri­ mera, embajadores, legados ó nuncios; segunda, enviados, ministros, ú otros agentes acreditados de soberano á soberano; y tercera, encar­ gados de negocios, acreditados con los secreta! ios de Relaciones Exte­ riores (á las cuales añadieron los plenipotenciarios de Austria, Fran­ cia... en el Congreso de Aquisgrán ó Aix-la-Chapelle... la clase de segundo orden y los encargados de negocios)». (Bello —Derecho Internacional.) CONTADORES S o n lla m a d o s en Q u ito (y p r o b a b le m e n te se rá n n o m b ra d o s ta m b ié n en ta n la s d e m á s c iu d a d e s d e l i n t e r i o r d e la R e p ú b lic a , p r o n t o c o m o c u n d a e l m a l p o r e l l a s ) l o s l o g r e r o s sin c o n ­ c ie n c ia , q u e p re sta n d in e ro s o b r e p re n d a s y co n el in te ré s d el c in c u e n ta ó sesen ta del a p e llid o d e no h á m ucho, p o r c ie n to . T o m á s C o n ta d o r, fu n d a d o r del La d e n o m in a c ió n le s v ie n e c iu d a d a n o c h ile n o , m u erto p rim e r e s ta b le c im ie n to de esta c l a s e , d e s t i n a d o á d e s p a b i l a r á la g e n t e m e n e s t e r o s a . A u n q u e , para v o lv e r p o r la m ín im a h on ra d el m e n c io n a d o Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" p a tria rc a , CON 127 d e b e m o s a ñ a d i r q u e , g r a c i a s á lo p r o p i c i o d e l t i e m p o e n q u e v iv ie ro n su s su c e s o re s , e sto s fu e ro n q u ie n e s a m p lific a ro n , e x ­ te n d ie ro n con y e x p lo ta ro n la a d ic ió n m ás y n o v ísim a de m e j o r la p r o d u c t i v a i n d u s t r i a , la g r a n je ria de com p rar á lo s m a e s t r o s d e e s c u e l a y o t r o s e m p l e a d i l l o s , p o r la t e r c e r a p a r t e conta­ ó la m it a d d e l j u s t o p r e c i o , lo s v a l e s d e s u e l d o s , q u e l o s dores d e l T e s o r o c o b r a b a n sin m e r m a d e u n c e n t a v o . E l n om b re p ro p io n é rico , d el m ism o d e a q u e l p e rso n a je p a s a rá , m odo que pues, á g e ­ el d el c é le b re z a p a te ro rom ano P a s q u ín , q u e el d e P e r o Illá n ó P e r illá n , e tc. No s e r á e l p r im e r c a so d e q u e en S u d A m é r ic a t e n g a u n a , d e n o m in a c ió n tal o r ig e n : el s u s ta n tiv o ó a d je t iv o con e l c u a l en C h i l e n o m b r a n ó c a l i f i c a n á l o s c u r i o s o s q u e sin s e r m ilita re s a c o m p a ñ a n lo s e jé r c ito s , á lo s c o r r e s p o n s a le s de pe­ r ió d ic o s y q u iz á ta m b ié n á lo s e n tr o m e tid o s , p r o v in o d e A n to n io C u c a ló n , c a b a lle ro «H uáscar» p o r c u rio sid a d p eru an o ó que, p a trio tism o , em barcado c a y ó al don en el m ar y se a h o g ó en u n a d é l a s e x c u r s i o n e s d e l c o m a n d a n t e G r a u , c u a n d o la g u e r r a d e l P a c í f i c o , ó s e a d e C h i l e c o n t r a e l P e r ú y S o l i v i a ; según el chilón, tradicionista con que don R ic a rd o conocem os á lo s P a lm a , el v o c a b lo e m p le a d o s bar­ su b a lte rn o s de h o sp ita l, v in o de don P e d ro F e rn á n d e z B a rc h iló n q u e se c o n ­ s a g r ó e n L i m a á la p i a d o s a t a r e a d e c u i d a r e n f e r m o s . — C u a n d o la i n f a n c i a d é l a c i r u g í a e n F r a n c i a , l l a m a b a n t a m b i é n M ires á lo s c i r u j a n o s , d e l n o m b r e d e R o b e r t o le maitres M ire , n o ta ­ b le o p e r a d o r d e e n to n c e s . E l v e rd a d e ro n o m b re del M o n te le n o de m arras y c o n se rv a d o y , fu n d ad o p o r el c h i­ c o rre g id o unos cu a n to s h o m b re s só rd id o s, es y au m en tad o p o r , y el n o m b re q u e c o r r e s p o n d e á e l l o s . . . e l q u e f á c i l m e n t e y sin e s c r ú p u l o s p u e d e d a rle s el le c to r. CO N TRAERSE L o s S S . B a ra lt y R o d r íg u e z c o rrig e n el s u sta n tiv o ción e n el s e n tid o de aplicación: p a r e c e contrac­ q u e , s e g ú n el e n te n d e r de e c u a t o r i a n o s , v e n e z o l a n o s y c h i l e n o s , s i g n i f i c a s e lo p r o p i o q u e e n f r a n c é s la v o z contención, effort , grande applica- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" COR 128 tion. N o s o t r o s v a m o s m ás a llá q u e lo s v e n e z o la n o s y lo s c h ile ­ n o s; s u p u e s to q u e no só lo e m p le a m o s el s u s ta n tiv o e x p r e s a d o , en la a c e p c i ó n c o r r e g i d a , s i n o q u e nos se rv im o s d el v o c a b lo contraer, y e n e s p e c i a l e l r e f l e j o , e n v e z d e aplicar ó aplicarse. A s í d e c i m o s q u e e l e s t u d i a n t e t a l « s e contrae h a s t a e n f e r m a r » , q u e N . « e s m u y contraido á s u s d e b e r e s » , e t c . CONVENTO D e n o m i n a m o s i m p r o p i a m e n t e á la c a s a d e l c u r a . CO N VERSAR ra tn o c, re fe rir M a l d ic h o p o r sado q u e ...» P u e d e d a r s e u n a n o t i c i a s in « D . fu la n o me ha que h aya verd ad era c o n v e rsa c ió n . C O R M IL L O ________________ \ Colmillo «Las mortales navajadas de tus colmillos y heridas de tus manos sanarán en las del discreto, en cuyo abrigo seré dichosamente de tus adversas tempestades amparado.» {Mateo Alemán— Guarnan de A lfa r ache.) Los colmillos comidos de gorgojo, Una boca con cámara y con pujo á la que rosa fué vuelven abrojo. (Qicevedo— Sonetos.) CORTE D e c a ñ a d u lc e , d íg a se zafra; corte d e t r ig o , e tc ., d íg a s e siega. CORO (C a p a de) P a r a d a r á e n te n d e r q u e a lg u ie n h a ju g a d o á o tro u n a m a la Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 129 COR pasada gruesa ó irremediable,.decimos que le una de capa de coro, alusivamente á los entierros ó á los matrimonios, que celebra el sacerdote revestido, según mal se ha creído, con la capa de coro. Ahora bien, como la vestimenta empleada en los casos re­ feridos es la capa plu vial y no la de debemos decir para no levantar falso testimonio á ésta, que Fulano hizo á Zutano una de capa pluvial,y no como acostumbramos. Capa la ivu p , define la Academia, la que usan principal­ mente los prelados y los que hacen oficiqs de preste en víspe­ ras, procesiones y otros actos del culto divino: se pone sobre los hombros, ajustándola por delante con una manecilla ó con corchetes ó broches, etc.—Capa de coro. La que usan las dignidades, canónigos y demás prebendados de las iglesias catedrales y colegiales, para asistir en el coro (de aquí su nom­ bre) á los oficios divinos y horas canónicas, y para otros actos capitulares. COROZO Nombramos en las ciudades serraniegas, y tagua en las de la costa, al fruto del Cadi ( Phytelepk, cuyas hojas enormes sirven como tejas para las casas de campo de los habitadores de las tierras bajas, y los mencionados , tagua ó m arfil vegetal constituyen uno de los artículos de ex­ portación del Ecuador, muy estimados en Europa y Norte América. CO RREÍSTA Llámesele simplemente ero c,postillón, ó feta; pues así se denomina el correo ordinario que va á caballo de un lugar á otro. (Véase la palabra estafeta). CORRENTÓN, NA Está mal, en vez de o red a sp, , , , regula 9 I* Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" COV i3° COSTAL Denominamos en el Ecuador á la alfombra ordinaria, ge­ neralmente de fibras de agave. Esteras llaman en Cataluña á las alfombras ordinarias; nosotros empleamos con más pro­ piedad este último sustantivo,—aunque nuestras esteras di­ fieren de las usadas en España, así por el material de que se fabrican, como por la textura. COSCOJA Tiene varios significados, supuesto que así se llama una especie de encina; y así se nombra también la hoja seca de la carrasca, etc. Los campesinos del Ecuador denominan coscoja á diversas enfermedades de los rumiantes: á la , al huérfago ó o g a fléu hyquizá á la tuberculosis. Al animal que adolece de una de estas enfermedades se le califica de acoscojado, y aun se ha inventado el verbo acoscojarse para significar que una oveja ó un buey han contraído la cos­ coja. Ni el adjetivo ni el verbo están en el Diccionario. CO TEJA Denominamos al caballo, en alzada, fuerza y ligereza, igual al que debe correr con él; ó al gallo de valentía, vigor y esta­ tura equivalentes á los del que se presenta como contrario para la riña; ó al púgil tan esforzado y tan bruto como su con­ tendor, etc. La operación de arreglar eto c, supon esto es, la confrontación ó comparación del uno con el otro competidor, teniéndolos ambos á la vista. La palabra, pues, está acaso bien formada y debe ser acogida por el Léxico. COVACHA Palabra perfectamente castiza en su significado de cueva pequeña, no lo es en la acepción de tienda donde se venden « Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" COT 13 1 los cereales, leguminosas, patatas, etc., por cuenta del dueño, quien paga un tanto por ciento al vendedor ó vendedora res­ pectivos. Castiza del propio modo fue entre nosotros primitivamente la voz corregida, pues la memorada venta se hacía en los sóta­ nos ó cuevas de los atrios de la Catedral y San Francisco, de donde, por extensión, han seguido nombrándose covachas las tiendas á que más tarde se han trasladado las ventas de produc­ tos agrícolas. Covachuelas llaman de manera familiar los españoles á los Ministerios, por la misma razón que los quiteños denominamos covachas á lo antes explicado, porque dichos Ministerios esta­ ban situados en las bóvedas del antiguo real palacio. COVACHERO De covacha vino, como era natural, el adjetivo , no covachuelista conforme apellidan en la Península al oficial de covachuela; y es de suponer que la denominación se perpe­ tuará tanto como el oficio de esas dignas personas que, al de­ cir de los agricultores, motivos tendrían para bautizar sus tiendas con el diminutivo de aquella concavidad, que según los Diccionarios anteriores al de 1899, lleva á las veces un ca­ lificativo infamante: cueva de ladrones. Consignatarios comienzan á llamarse algunos entendidos no sólo en gramática parda, y á nombrar consignación lo que el vulgo covacha. No está mala la sustitución, ya que nar, comercialmente, significa «enviar las mercaderías á manos de un corresponsal»; pero estarían mejor las denominaciones comisionista y casa de n ó ism o c, ó corredor y correduría COTO Es lo mismo que o icb,según la décima acepción d lla palabra en el Diccionario último de la Academia; mas bocio según el mismo Léxico es sinónimo do. papera, lo cual tal vez no es cierto. Defina simplemente: Coto, «hipertrofia del cuerpo tiroides», y nos evitará hasta el trabajo de ver tres palabras en Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CRI 13 2 ♦ el gran libro antes de saber el significado del vocablo ameri­ cano. CRETÓN Tanto en español, como en francés de donde viene, la pa­ labra es femenina: a n o terc,cretonne, tela, comúnmente godón, blanca ó estampada. CRISPAM IENTO ' ' % «Con un crispamiento de nervios». No sabemos si será po­ sible que los nervios se crispen; pero sí que no hace falta en castellano la palabra o tn eim a p src,por existir ya el sus tivo crispatura. CRISTA Cresta. Aun cuando crista sea más conforme á su origen latina crista, el penacho de carne roja que llevan en la cabeza el gallo y otros so d in á a f , se ha nombrado desde antiguo en castellano cresta. «El ha (el gallo) la cresta bermeja sobre la cabeza en lugar de co­ rona: e quando él la pierde, pierde la fuerca de combatir contra su ad­ versario.» ( Burgos— Libro de proprietatibus en romance} CRÍTICO Para los ecuatorianos sin ilustración y aun para los media­ namente ilustrados, no es crítico el que juzga según las leyes de la crítica, quiere decir, del arte y del buen gusto, conforme lo han creído los señores Académicos; ni conforme á la opinión de todas las gentes instruidas, el que poseedor de varios cono­ cimientos, de perspicacia y de no vulgar inteligencia, percibe Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" « CRI 133 así los primores como los defectos de las obras que se le pre­ sentan, y los señala, llamando la atención sobre ellos, ya para educar el criterio ajeno, ya para producir en los menos pers­ picaces el placer que engendra la contemplación de lo bello, ya en fin, para que el artista novel imite lo bueno de la obra juzgada y evite lo malo que hay en ella. No, señor, no es lo expresado. Crítico es (y se han tenido la culpa para esto los que sin más condiciones que la malevo­ lencia juzgan á los otros ó las obras de otros) el el que detrae por sistema, por costumbre, por naturaleza; el odiador en especial de lo que sobresale; el que si acaso puede tener alguna luz en el cerebro y comunicar alguna sal á la pa­ labra, lleva la vejiga de la bilis en el lugar del corazón y el veneno corrosivo de la envidia empapándole el alma. El crítico necesita poseer una finura de percepción no común, que le permita apreciar en el objeto juzgado lo que está á regla respecto del prototipo calológico, criado por el estudio de modelos perfectos, por el conocimiento del arte y sobre todo por las propias naturales aptitudes; necesita ade­ más, se ha dicho con razón, idoneidad análoga á la del autor de la obra juzgada. Mal puede, pues, ser crítico quien sólo po­ see la facultad de percibir lo deforme y carece además de facultades para, adquirida la educación estética indispensable, crear algo semejante á la obra que somete á su juicio. El que padece las dolencias de las virtudes ó méritos aje­ nos, es simplemente un malaventurado, pero no es ni puede ser un crítico; sin embargo, á éste precisamente denomina crí­ tico el mal saber y entender del vulgo: al que carece de ojos para mirar lo bello y de oídos para oirlo, al que advierte no más que lo inarmónico en el conjunto de melodías, ó descubre el filamento de pincel que el maestro Murillo dejó pegado en el rostro de sus primorosos ángeles. Crítico es, según el vulgo, ese individuo á cuya retina no pasan sino los rayos Rœntgen del odio, rayos que muestran, eso sí, lo más íntimo, lo que la ley de imperfección de la naturaleza ocultó allá en lo interior de todo lo existente. Conforme á lo cual, crítica vendría á ser, no el sol que abrillanta el universo y maestra su hermosura, sino la linterna sorda que el antiguo sereno llevaba bajo el Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" # 134 CUA capote, para sacarla solamente cuando creía que iba á darse el gusto de descubrir un delito ó una inmundicia. A los que los ecuatorianos denominan , llámeseles malévolos, ó simplemente sen o citr, prodigando l si se quiere una palabra parecida á la que anotamos. CROCHET Voz francesa: aiguille a point , etc. No he podido saber el nombre consagrado por la Acade­ mia para el ganchuelo de marfd, hueso, madera ó metal, con que las mujeres tejen una randa especial de hilos de seda ó algodón. En el periódico madrileño La Ultima , encuentro ganchillo, palabra que no está en el Diccionario, pero que es castiza y muy adecuada para denominar el memorado instrumentito. CUADRA Posee varias acepciones, á saber: sala ó pieza espaciosa, caballeriza, sala de un hospital ó cuartel ó prisión, en que duermen muchos, cuarta parte de una milla, etc.; pero no sig­ nifica nunca lo propio que a lfa lfa l ó a lfa lfa r. Para reemplazar á cuadra en el objeto al que hemos qui­ tado este nombre, e npleamos la voz , que es el con­ junto de pesebres ó sean los cajones donde comen las bestias. «Nona siguió á Marta, la cual bajó la escalera que iba al parador, y entró en la a rd u c,de donde echó á Chucho con cajas destemplad y por unos peldaños de madera tosca, sujetos á la pared, de mayor á menor, en un rincón de la a rd u c,una detrás de otra en el pajar.» (Selgas—N ova.) Rica berberisca alfombra, Del rey moro de Granada Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" I c u c 135 Don ó tributo, cubría Las losas de aquella cuadra. {Saavedra — Romances: E l A lcázar de Sevilla.) El rey Don Pedro entre tanto Separado de los suyos, En una segunda cuadra Se entregó al sueño profundo. {Don A ngel Saavedra — Romances: E l Fratricidio.) CU CAYO Llamamos á los fiambres ú otros comestibles que se llevan de viaje; y debe ser de él (del vocablo corregido) ó del quichua cncahuiy de donde se dijo en Chile cocaví á la provisión que llevan en las alforjas los viajeros á caballo. No son pocos los vocablos quichuas que se conservan en el lenguaje chileno: asnaucho ( 1 ca n s,hediondo y o h cm l ají); , cochayuyo mar y yuyo, cogollo, planta, hortaliza); guagua , hijo, niño, cría); coronda ( a d n ,u rc tusa como decimos los ecuat nos ó o ru zcomo , dicen en España); guasca ( , soga, veta). Insinuamos el expresado origen, con motivo de las etimologías buscadas por don Zorobabel Rodríguez en su provechosa obra Diccionario de so m in elh C , para la palabra cocaví. Matalotaje nombramos también á los dichos víveres, voz de marinería que se usa asimismo en las Antillas españolas, según se ve en la leyenda q irn E,por don Man Galván. / CUCO En España se nombra coco al «fantasma que se figura para meter miedo á los niños.» Según la Academia viene del griego /ó/oq, feo ; pero es más probable que del vascuence c, gusano griego xoxxot;); pues basta y sobra un gusano «para meter miedo» á los niños, á muchas mujeres y aun á algunos ge­ nerales. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" c u c 136 «Vamos que no era el sona muy simpática y muy cortés.» ( cocoque mi mente se había DonRicardo Palma—Recuerdos de Es CUCURUCHO Nos es completamente desconocida esta palabra como de­ nominación del papel arrollado en forma de cono, que sirve para poner dulces, especias, etc., y que nosotros llamamos car­ tucho; en cambio, á fin de no dejar cesante al sustantivo que motiva este párrafo, le hemos destinado á significar la persona que iba en las procesiones de semana santa, vestida con una túnica larga de color y forma variados, según la respectiva cofradía, y cubierta la cabeza con una caperuza ó papahigo: quiere decir, el nazareno. En nuestra infancia vimos muchos en Quito, después los hemos vuelto á contemplar en Sevilla, junto con los armados y otros procesionales, formando los célebres pasos, entre los que descuella siempre el de la Virgen de la Esperanza de la Macarena. ¿De dónde les vino en el Ecuador el nombre de cucuruchos) Comprendímoslo al ver los ya citados de Sevilla, cuyo pa­ pahigo ó caperuza, de que antes hablamos, termina por encima de la coronilla en punta erecta, en forma de cono ó de cucu­ rucho. Entre nosotros, según parece, los vestuarios de han pasado á vivir en los escaparates de los arqueólogos; mas no acaece lo propio en otros lugares de América, como Chile por ejemplo: en Quillota los nazarenos forman parte muy prin­ cipal de la denominada procesión del Pelícano, que se verifica indefectiblemente todos los viernes santos. Sólo que el c u c j i rucho quillotano difiere por completo, tocante al vestido, del antiguo cucurucho ecuatoriano que, por lo común, llevaba una hopalanda toda morada ó azul, mientras que aquél gasta una túnica negra, con dos listas blancas á lo largo del cuerpo, y en el pecho y espalda calaveras y fémures igualmente blancos; en vez de la fontezuela de plata que los nuestros tenían en la mano para recibir las limosnas, solicitadas con golpecillos Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CUCH •37 dados en la misma fuente, los de Quillota llevan una hucha cuya llave guarda en su poder el cura respectivo, sin duda por la poca confianza que el roto le inspira aun rrado de penitente. La última vez que en Quito se vieron los cucuruchos fué en 1888, año en el que se trató de resucitar la procesión noc­ turna del viernes mayor; pero con tan mala fortuna que, des­ pués de gastados algunos miles de pesos en la poco devota función, un torrencial aguacero se encargó de disolverla ape­ nas había comenzado á desenvolverse por las calles de la ciuda'd. —¡Figuraos cuál sería la pena de los viern es como se dió en llamar á los curiosos de provincia, venidos solamente para g u s ta r (así decían por v e r ) la afamada pro­ cesión! «Ya que usted lo manda, lo haré. Don Fabiancito ha llegado ahora á la puerta, sudando como un pollo, me ha dejado este cucurucho (lo saca), y me ha encargado le dé á usted esta cartita.» artsenbuch— La coja y el encogido). (H «.Adela.—Sería un desprecio. Don Silvestre.—Y en señal de tu boda te llevaré un cucurucho de dulces de calabaza. Adela.— No haga usted tal cosa.» ( H artsenbusch — Id.) Por razón de similitud, se llamaba también en Quito cucu­ rucho á un estribo de forma cónica, que afianzaba uno de los muros del convento de San Agustín, y que dió á la calle el nombre de Calle del C ucurucho. CUCHILLO DE PA P E L ó CO RTAPAPEL Dígase plegadera. Cuchillo de papel es francés puro: couteau a papier; así como cortapapel es traducción galicana de coupe-papier. «Sentémonos frente á trente en cómodos, aunque no ricos ni elegan- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CUI *38 tes sillones, con una mesita entre los dos, cargada de papelejos, una plegadera, cajas de fósforos...» (Pereda - Peñas arriba). CUCHUBOS ó CUCHUGOS Denominamos las bolsas de las sillas para montar á caballo; llamárnoslas también pistoleras y está menos mal, aunque no sirven ya para llevar pistolas. CUERO Además de las legítimas acepciones de esta palabra, le atri­ buimos también, malamente, la de látigo, , y de la errónea significación hemos sacado cuerear por cue­ reada y cueriza por azotaina ó a lf ,cuera CU ETE Cohete. (C uete nos vendrá del catalán? Es probable. Vieja roñosa, pues te llevan, vete: No vistas al gusano de confite, Pues eres ya varilla de cohete. (Quevedo— Soneto á una vieja compuesta y afeitada). Es con moquita un pezón, Que le ordeñas si te suenas; Nariz, que aun hallarla apenas Puede el cohete á traición. (la . — Redondillas). «Soltó un «el Señor la corone de gloria», y emparejó calle arriba listo como un eth o c,clamando.á grito pelado...» (H artzenbusch— Los dos bofetones.) C U IC A L o m b rizi es el nombre castellano del animalito sin miem- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CUM \ •39 bros, con el cuerpo largo y cilindrico. De tal modo nos hemos acostumbrado á usar la denominación quichua , que si alguien dijese haber visto una , nadie le entendería sino que lo visto ha sido un csa, una teni zoario, que dicen los médicos técnicos, ú otros , que dirían los físicos menos revesados. Gusanos se llaman especialmente algunos animaluchos blandos, de varios tamaños y colores, que no tienen vértebras, y se arrastran y trepan.—Recordamos la palabra gusano por la particularidad de venir su nombre del sánscrito Kusú (de ku, tierra, y ,u shijo), vocablo fónicamente igual al quichua cierto gusano de la tierra. CU LATA Además de tres acepciones relativas á armas de fuego, tiene este sustantivo la significación figurada de parte posterior ó más retirada de una cosa, como la trasera del coche; mas no por esto ha de llamarse así, según lenguaje de nuestros alba­ ñiles y hasta de algunos de nuestros arquitectos, á la parte, ó si se quiere, cara lateral (no a h cf ,que dice el pues no es la parte anterior) de un edificio, rematada en pu ó en ángulo por las dos vertientes del tejado, esto es, al has­ tial (fastigiare,terminar en punta). CU M BRERA Caballete. Tal es el nombre de la línea más alta del tejado, de la cual descienden las hileras de tejas, etc.— , según la Aca­ demia, es la pieza de madera de veinticuatro ó más pies de longitud y con una escuadría de diez pulgadas de tabla, por nueve de canto,—que se destina especialmente á la construc­ ción de cubiertas de chozas y edificios: de donde, acaso, le hemos dado en el Ecuador la propia significación de caballete. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CURCO, CA Palabra quichua.— -Jorobado^ jibado^corco «Es así, dijo Critilo, dondequiera que hallamos corcovada la dispo­ sición, rezelamos también torcida la intención; en descubriendo ensena­ das en el cuerpo, tememos haya dobleces en el ánimo.» {Lorenzo —E l «Que está gibado de un golpe, y no confesara que son años, si pen­ sara remozar por confesarlo.» {Quevedo—Las Zahúrdas de Pintón.) CURIQUINGUE El curiquingui, cuyo nombre en quichua significa piulado or, era el ave sagrada de los aborígenes de esta parte de América; pertenece al género Polyborus y se parece al caracara del Brasil. Se le halla frecuentemente en las dehesas, de casi siempre acompañado de la hembra, y aun en bandadas. Es pintado de negro y blanco, ó pardo, y del tamaño de una gallina; tiene la cabeza sin plumas como otras aves rapaces. CURSO. CU RSAR «El i 5 del mes en curso» ó «el i 5 del que cursa», decimos y escribimos irreflexivamente en vez de «el 1 5 del », ó «del presente mes», ó si se desea algo que venga de los verbos latinos, casi sinónimos, cu rrere ó ,—«el i 5 del mes corriente » ó «del que corro'). CURTIEM BRE, ó CURTIM BRE Como dicen los que creen hender un cabello en el aire. C u rtid u ría ó tenría,del francés , de tanner re r les cuirs avec du t a n ), de tan,corteza vegetales que contienen tanino ó ácido tánico, principio que Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" unido á la materia gelatinosa de las pieles, las vuelve, al pro­ pio tiempo que flexibles, incorruptibles. «¿Quién? Parmeno, el hijo de Alberto tu compadre, que estuvo con­ tigo un poco tiempo, que te me dió mi madre cuando morabas á la cuesta del río, cerca de las rías». ten {Fernando de Rojas—La .) Según la primera edición del Diccionario académico, cur­ tiduría sería también el trato y comercio de las pieles ó cueros adobados.» CUSCUNGO Por onomatopéyica que sea la palabra, no puede pasar del quichua al castellano, donde hay voz propia para denominar al ave nocturna, de la cual dice el cantar quiteño: Canta el cuse migo Y el indio muere; Chanza parece Pero sucede, que es el Ignavas bubo, dirnm mortalibus Ovidio. , de las Metamorfosis de Hay varias especies de buhos; pero el más común en la se­ rranía del Ecuador es el Bubo rd c e Veillot «Si amaestrase el buho al águila, no la sacaría á desafiar con la vista los rayos del sol, ni la llevaría sobre los cedros altos; sino por las sombras encogidas de la noche, y entre los humildes troncos de los árboles.» Fajardo.) Y aquí me estoy hecho un buho Contemplando las flaquezas Y aberraciones del mundo. {Bretón de los H erreros— verás/... Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 142 CUY En castellano ciertos buhos se llaman además autillos y cárabos. Como se ha dicho, cuscungo es palabra quichua: R ílC U CUSCUNGU Ja tu n Huañtiy Huacacurcam i; U rp i Janac Llaqui llaquilla pacaypi, huaca huahuapas yu rapi H uacacurcam i. En un corpulento guabo Un viejo cárabo está Con el lloro de los muertos Llorando en la soledad; Y la tierna tortolilla En otro árbol más allá, Lamentando tristemente Le acompaña en su pesar. (Traducción de la estrofa anterior.— M era— Ojeada histórico-crí­ tica.) CUTUNDIR El verbo castellano, aunque familiar, es que sig­ nifica precisamente lo que nosotros queremos expresar con el barbarismo cutundir: dar golpes, palos, , tidiar, etc. CUY El animalito que los zoólogos llaman Cavia cobaya (orden Roedores, suborden Hystrichidce), no tiene, que sepamos, nombre en la lengua castellana. Los traductores de obras de Historia Natural francesas lo nombran cochinillo de Indias, otros apérea ó conejillo de Indias ó cerdo de la India. Para evitar la multiplicidad .de palabras en la denominación, de- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CUY «43 bería llamársele con el solo vocablo tanto más cuanto que así se le nombra en el Ecuador, Perú y otros lugares de Amé­ rica. Llamándole cochinillo aun podemos inducir á equivoca­ ción, tocante al orden zoológico del cuy, , absoluta­ mente alejada de los so ed ícb rp,á que pertenece el cerdo cochino. Una vez por todas, diremos que cincuenta millones de ha­ bitantes que hablan el castellano en América, tienen derecho bastante para denominar sus cosas conforme á las lenguas in­ dígenas, más bien que 18 ó 20 millones de españoles que no conocen dichas cosas y que ni siquiera, todos ellos, hablan el castellano, como v. g. los catalanes y vascos. Cuy denominamos también al cohete corredor que en Es­ paña llaman buscapiés. CUY DEL MONTE Roedor del tamaño de una liebre ó poco mayor, de color pardo. Los indios de ambos lados de la cordillera andina comen la carne del mencionado cuadrúpedo; su nombre científico es Dasyprocta cristata (Desm.) y pertenece al suborden H ystrichidce, familia Dasyproctince. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CH CHACANA El aparato compuesto de varas como silla de mano y ta­ blas ó lienzo, en que se traslada de una parte á otra á heridos ó enfermos, se denomina en castellano ó camilla. «Vino un día (el Prefecto de Antioquía) trayendo á su mujer en una camilla, y la puso á la puerta de la iglesia donde estaba Crisóstomo.» (P.Pedro Ribadeneira—Píos CHÁFALO. CH AFALO TE Chafarote. El alfanje corto y ancho, generalmente corvo hacia la punta, se denomina eto ra fh c,del árabe , cuchilla. Empero guerra eterna al zamacuco Indigno clerizonte le declara Que anda con la facción por esos mundos Armado de tizona y eto ra fh c, Hecho un perdona-vidas furibundo. {F ra y Gerundio— Capillada i CHACARERO Chacarero en ecuatoriano es lo que en español agricultor. Denomínase también así al dueño de una chacra. lo Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHA 146 CHAGRA Es el o n a ed l, o n isep m a c, , palabra aceptada como ecuatorianismo en el Diccionario de la Academia. El chagra de algunas de las Provincias del Ecuador, voz del todo quichua ( chagra significa además, heredad, sementera; chagrana cultivar, labrar las tierras), es el de Cuba,/#rocho de México, sabanero de Colombia, guaso de Chile y gaucho de la República Argentina. Con el mote de chagra se califica también á los no nacidos en la Capital, esto es, á los que en Guatemala llaman gua­ nacos. Por extensión llamamos asimismo chagra al individuo cortés,, grosero, o tlu cn i ,inurbano tosco. Los vocablos a rch, chácara son la misma palabr chua chagra, como lo manifiesta su significado en los diversos países á donde se extendieron ésta y otras muchas voces de la lengua de los Incas. En Bogotá se emplea la palabra chacra con la significación de heredad; mas el vocablo chácara con la de bolsa ó guarniel.— En Chile sí, chácara tiene ó t propia acepción que nuestra chacra. Encontramos en las Ac­ tas del Cabildo de Santiago, en la correspondiente al 10 de enero de ióqq, que el escribano Luis de Cartagena expresa habérsele quemado un libro, «en que estaban asentados los ca­ bildos y acuerdos que V. S. y mercedes habían hecho, así de la fundación de ella (la ciudad de Santiago del Nuevo E x­ tremo), como los términos que se les señalaron, y el reparti­ miento de solares y ,sa rcá h y medida que han de CHAGRILLO Chagrillollamamos en el Ecuador á la mezcla de pétalos de varias flores, rociada con perfumes, que arrojamos sobre las estatuas de los Santos de una procesión, ó sobre las gen­ tes el día de un festejo. El doctor Pedro Fermín Cevallos, de­ cano de los estudios lingüísticos en nuestro país, dice que lo Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHA 147 tal se denomina mistura ó m ixtura; pero el Diccionario no da á estas palabras más significado que el genérico de «mezcla, juntura ó incorporación de varias cosas.» El ilustrado señor Rodríguez, en su Diccionario de nismos, justifica la opinión del señor Ceballos; pues expresa que antonomásticamente se llama mistura en Chile y en el Perú á la mezcla de diversas flores que perfumadas y encerra­ das en canastillos de papel de colores, se distribuyen á las da­ mas en saraos y otras fiestas. Aunque algo difiere la m ixtura chilena del cliagrillo ecua­ toriano, bien pudiera pues, por antonomasia, llamarse á éste con aquel nombre que, además de ser castizo, está aceptado en sentido análogo. «Seguido el carruaje por los generales á caballo y la inmensa y re­ gocijada concurrencia, rodaba aquél por las calles de la población que semejaban pequeños jardines, al pisarse sobre flores; de los balcones llovían ramilletes y olorosas misturas arrojadas por bellas señoritas...» {Rey de Castro— Recuerdos del tiempo .) + CHAGUAR ó CHAHUAR Sin duda por la semejanza de los filamentos ó fibras de la cabuya con la crin y la cola del caballo bayo con cabos , damos el nombre quichua chag7tará la caball colores expresados, y aun á la roana. CHALÁN El que se emplea en comprar y vender con artificio y astu­ cia.—El que tiene el oficio de adiestrar caballos, es picador. Parece que el dueño, Que es, según me han dicho, Un chalán gitano De los más ladinos, Vendió aquella alhaja A un hombre sencillo. {Triarte—Fábulas literarias: La compra del asno.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHA 148 Trataba un viejo de comprar un perro Para que le guardase los doblones; Le decía el chalán estas razones: No es para marmitón ni despensero, Continúa el chalán muy presuroso, Sino para valiente centinela. o g ei?a m S ( —Fábulas: E l viejo y el chalán. Pues es caso averiguado, Que cuando entrega al señor Un caballo el picador Que lo ha impuesto y enseñado, Si no le informa del modo Y los resabios que tiene, Un mal suceso previene Al caballo y dueño y todo. (J . R . de A la r con—La verdad sospechosa.) • Generalmente, eso sí, los picadores ecuatorianos son ver­ daderos chalanes. * CHAMBA Con razón el señor Cevallos corrige la palabra quichua c h a m b a ,que con p,en vez de b como su c es usada hasta en Chile ( a p d m h c icen los chile adaptándose, mejor que nosotros, á la recta pronunciación quichua de los dos vocablos); pero la sustituye sólo con cés­ ped. En el Diccionario hay además la voz lepe, que significa lo propio que chámba. Del sustantivo anotado ha salido chambear, formar con tepes una represa para irrigaciones, ó cerrar con ellos un por­ tillo, etc. El pueblo, por semejanza despectiva, denomina chambas á las charreteras. CHAMBÓN Adjetivo familiar. De escasa habilidad en el juego. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHA « 49 Los ecuatorianos le damos una extensión que no tiene; pues lo empleamos en vez de cha(person que hace una cosa tosca y groseramente) ó de y quizá también en el sentido de chanflón.. Asimismo ampliamos el significado de , hacién­ dole sinónima de chapucería y hasta de , de des­ acierto, de error ó yerro. CHAMBURO Así se llaman tanto el árbol como el fruto de una especie del género Carica ó facaratia. Otra especie del mismo género denominamos .n á ca u g lihLos árboles lechosos, con sus gran­ des hojas digitado-palmatífidas, como dicen los botánicos, agrupadas al extremo superior, son casi iguales; pero en cuanto á las bayas se diferencian por ser más alargada la del chamburo, no estar lobulada y ser mucho más agradable en dulces, conservas y sorbetes, que la de su congénere el chil­ guacán. CHAMICO No me atrevo á asegurar que nuestro chamico sea la misma planta que los europeos llaman estramonio y Linneo deno­ minó Datura stramonium; pero sí que produce como éste, á pequeñas dosis, vértigos, turbación de la vista, alucinaciones sensoriales, delirio pasajero; y que á dosis elevadas, es un veneno narcótico-acre violento. Cree el vulgo que el delirio producido por la expresada datura es, si no erótico, al menos muy cariñoso hacia la per­ sona que la propinó, y emplea la frase: «parece que A hubiese dado chamico á B,» esto es, que B hace extremos de cariño por A. Otra cosa que es exacta y que se repite por desgracia á menudo entre nuestros campesinos, más bellacos que inocen­ tes, es que, ya por venganza, ya al contrario por lograr cariño, dan bebedizos intoxicados con chamico á los enemigos ó á los amigos, según los casos y los fines propuestos. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" aco, CHA >5° C H A M IZ A Es una hierba silvestre. La leña menuda, hojas y palillos que, dándoles fuego, le­ vantan mucha llama sin consistencia ni duración, chamarasca. Chamizo, tizón ó leña medio quemado, quizá tiene la culpa de que conservemos á chamiza la acepción anticuada de cha7narasca. CHAMPÚS Mazamorra ó gacha de harina de maíz, mote (ó sea maíz entero cocido), raspadura (azúcar prieta), y jugo de naran­ jilla, que come el pueblo de Quito el día de Corpus y lós que le preceden y le siguen; pues ha de saber el lector que por estas tierras hay comidas peculiares á determinadas épocas: son de Do­ así la juanesca es de Jueves santo, los mingo de Ramos, las guaguas de pan y la mazamorra morada de Día de Difuntos y los buñuelos y pestiños de Pascua de Nacimiento. Estar una cosa hecha un ,h a c es estar una cosa revuelta y desordenada, quizá más que por los varios componentes del sú p m a h c,según sospecho, tornos digestivos que producirá en el estómago del que lo traga. CHANCHO Cochinotpuercoy*cerdo\ guarro (de yoipo;), de donde gua­ ría, lechoncillo últimamente nacido de una cría, ; v e r r ó n ,según los casos, etc., sobran los nombres... «Que no es menos importante títulos para sus obras, y buenos que el meollo mismo ó sustancia puede ser anunciarles en letras Antón...» á un pobre autor discurrir buenos encabezamientos para sus capítulos ó doctrina que ellos contengan: y si tan gordas como el cochino de San {F ra y Gerundio— Capiliada X .) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHA 151 «Conozco, Padre mío, que soy tan miserable, que no merezco ser llamado tu hijo, ni es razón que nombre tan glorioso se dé á hombre tan infame, que se ha envilecido á guardar .» (L u ’Sde la Puente—Meditaciones espiritu «Muchos de ellos» (los del Reino de Francia en 1028 y los cinco años siguientes, según Guillermo Paradín) «cocían grandes calderas y ollas de malvas y cardos, mezclando con ellas algún puñado de sal­ vado, si lo podían haber, y de esto henchían los vientres como puercos. Que la necesidad y falta de las cosas hace á los hombres buscar re­ medios no pensados, como hizo acordar á estos miserables, que los cuerpos comerían las raíces del helécho, haciendo de ellas pan para sustentarse, quitando á los puercos su comida y sustento.» — g reb m iN ( D ifereticia entre lo temporal, etc.) «El puerco,según que dice Isidoro en el libro X II, es una sucia bestia... De los puercos algunos son monteses y algunos domésticos. Los machos son llamados verros ó verracos porque son de mayores fuerzas; y las hembras son llamadas súes, que quiere decir , porque debaxo de la tierra buscan su pasto; y entre los puercos monteses los machos son llamados apios, que quiere decir cruel.» {Fray Vicente de Burgos—Libro de proprietatibus rerum , en ro­ mance—Incunable.) \ La palabra araucana chancho es de no antigua importación en el Ecuador; pero ha llegado á sustituirse por completo á las denominaciones castizas, en algunos casos. Por ejemplo, nin­ gún guarnicionero recomienda una silla de montar, diciendo que la ha fabricado con piel ó cuero d sino con cuero de chancho, etc. Hablamos también de la carne de ,y del engorde de los so h cn a,y de otras ; y todo con aire de taco, y hasta con retintín de quien da lecciones de idioma. El nombre quichua ih cu, se ha extendido sólo que lo han cambiado ligeramente, cochi. Ajtrueco nos han dado o h cn a,para no quedar á debernos. [ ( 's (loa \\* Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 152 CHA CHAPA El mecanismo de metal que se fija en puertas, tapas de co­ fres, arcas, etc., y sirve para cerrarlas por medio de uno ó más pestillos que hace jugar la llave, se llama cerradura. «Oh alma mía, en medio de las lágrimas, respira un poco con estas dulces nuevas, mira que hoy se abren las puertas del paraíso, y aun­ que es á costa de la sangre de tu Señor, él se consuela de derramarla, para que con ella se quebranten las cerraduras de estas puertas!» (Padre de la Puente— Meditaciones espirituales.) Chapa, a tep h c, se denomina también la mancha de color encendido que suele salir en las mejillas, y está bien, aunque la primera palabra hubiese sido corregida por algún autor en extremo escrupuloso. Chapas, por fin, llama y llamará, sin que lo remedie Dios, nuestro pueblo, á \os policialesó que dice los corchetes ó setn a lig v, como nosotros mismos los llamá bamos antaño; á los agentes de policía ó agentes de orden blico, cual los nombran hoy en España. Y tan á gusto de nuestras gentes, es la afortunada y mal­ hadada denominación, y tan despectiva, y de tan tremenda etimología (chapa, que ve ó a rim , y. las del nombre del lago navegable más elevado de Sud América), que no adivinamos cómo se pueda lograr el que deje de usarse: es toda la inquina, todo el menosprecio del pueblo en­ tero, descendiente de andaluces y de los cholos agudos y pi­ cantes, convertido en una palabra híbrida y puesto, no de apodo, sino de nombre común, al empleaclillo vil, que los go­ biernos dignos no han tratado de levantar; y los brotados á nombre de fementidos partidos políticos, de las revoluciones y de las cloacas de los cuarteles, han degradado aún más con­ virtiéndolo en espía, delator, ladrón de caballos; en una pala­ bra, en el sér aborrecido y aborrecible, que se desquita del odio general haciendo imponer multas sin motivo, seduciendo Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHA i53 á las criadas del barrio, y no pocas veces sirviéndose de la ganzúa para obtener de los ciudadanos una adehala de renta en pequeño, como la en grande que sus superiores obtienen de las contribuciones forzosas y de las confiscaciones. Los rateros (os )so n u ta g del Brasil llaman en su jerg chafa al agente de policía. «En cuanto á la comodidad de los habitantes de Madrid, á su segu­ ridad y recreo, ocurrió con el establecimiento de los vigilantes noctur­ nos (serenos) y el de un regular alumbrado.» (Mesonero Roma?ios—E l M adrid) «Poco después comenzaron á sonar las campanas de Madrid; acu­ dieron las bombas de la Villa, los serenos, los celadores, los alcaldes, la guardia con dos docenas de aguadores embargados, los milicianos que estaban de imaginaria.» (Don Ju a n Eugenio Idartzenbusch— Historia de dos bofetones) «Yo no traigo corchetes, ni soplones, ni escribanito: quítenme la tara como al carbón, y hágase la cuenta entre mí y el agarrador.» {Quevedo— E l alguacil alguacilado.) CH A PA R Observar con cuidado recatadamente, procurando no ser visto, es acechar ó ra ,b sit á saber, lo que pretende decir nue tro pueblo con el verbo quichua chapar. Tómasele también, á las veces, en significación más amplia: de m irar y hasta de ver. CHAPARRO ó CH APA RRA Es mata de encina, de muchas ramas y poca altura; rral, sitio poblado de chaparros. Por extensión, sin duda, nosotros nombramos chaparro á la espesura formada por la muchedumbre de arbustos, como zarzales, , etc., esto es, á la maleza ó matorral. Cuando no sólo son arbustos, sino también árboles los que, juntos con matas espesas forman la Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" espesura, tiene por sí además esta última palabra la significa­ ción de paraje muy poblado de árboles, trepadoras, arbus­ tos, etc. Un penacho jalde y negro, Cual m atorral sobre un risco, Ondea sobre su almete, Y da al sol variados visos. (Don A ngel Saavedra— Luna.) Romances históric CH APO Chapuna, quichua, ra lczem, amasar; excelencia la de la harina de cebada tostada, con caldo ú otra comida líquida.—La dicha harina se llama y ha de­ bido primitivamente hacerse de maíz, ya que el trigo y la ce­ bada fueron importados por los conquistadores. Máchica la denomina el último Diccionario de la Academia; la definición no corresponde, tampoco, á lo que significa el vocablo de nuestro pueblo. CHAQUIÑÁN Senda que, para abreviar las distancias, toman los peato­ nes: de iu q a h c, pie y ñan} camino (Véase Desecho). Los denominados cliaquiñanes son torrenteras, precipicios ó cuando más senderuelos para cabras, por donde el indio, merced al tacto de la planta desnuda y al tino de la costum­ bre, va de un lugar á otro siguiendo la distancia geométrica más corta, la línea recta. Y á fe que si acorta la distancia, no siempre pierde tocante á la bondad de la vía; pues por malaventura, lo que nombra­ mos caminos en nuestro suelo quebrado y montañoso (singu­ larmente cuando los torrenciales aguaceros de la estación llo­ viosa han cortado con baches y zanjas los jabonosos declivios de las laderas) no son verdaderos caminos... sino para el otro barrio. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" me i 55 CHA CHARLÓN No hay en el Diccionario; pero sí que habla mucho y sin substancia ó indiscretamente. Hay asimismo hablador; y como adjetivos familiares, , hablantín y hablistán. « DonDiego.— Siempre lidiando con amas, que si una es mala otra es peor: regalonas, entremetidas, a h,llenas de jas, feas como demonios.» — S í de las niñas.) Con esta relación un chacharero Gana mucha opinión y más dinero: Pues el vulgo pendiente de sus labios Más quiere á un charlatán „qu e á veinte sabios. (S o g ein a m — Fábulas: E l charlatán.) CHAROL No tiene más significación que la de barniz muy lustroso, que conserva su brillo sin agrietarse y se adhiere íntimamente á la superficie del cuerpo á que se aplica. La pieza de metal ó de otra materia, plana ó algo cóncava, por lo común cuadrilonga, circular ú ovalada, con un labio alrededor, y en la cual se sirven dulces, refrescos y otras cosas, llámase bandeja. «No sé qué habría contestado el Cura que oía atentamente al señor Cañizares, si en aquel momento no hubiese entrado Marta, sosteniendo una gran bandeja de antiguo uso.» ( Selgas—Nona.) Charol es también lo que nosotros llamamos, y llamamos bien, betún ó sea lo que en Chile dicen, y dicen mal, unto. «Sabe, en fin, historia, economía política, frenología, pirotecnia, y t Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHI 156 hacer excelente charol de botas, y un garbanzal de una haza de alga­ rroba.» (Hartzenbusch—E l madrileño en la aldea.) CHARQUI La carne salada, enjuta y seca al aire, al sol ó al humo se llama cecina. El Diccionario trae, además, el vocablo , para deno­ minar lo que nosotros nombramos , aunque restringe su significación; pues cecina es, como acabamos de copiarlo, la carne salada en general, y tasajo pedazo de carne seco y salado ó acecinado para que dure. De cecina se originó el verbo , salar las carnes y ahumarlas para que, enjutas, se conserven. Como reflexivo, enflaquecerse uno y secarse tanto, que sus carnes parezcan cecina. Charquiiia, en quichua, acecinar. Y en un monte de cecina Vi cazar una tinaja Y unos órganos de paja Atestados de cocina Pescando sobre una encina. (Jua7i de la E n e i tía— Coplas jocosas.) CHICANA Si las palabras chicana,chicanería, chicanera, no prov sen del francés en a cih, eirn a ch, , ran venir de a n g ih c, escondite, ó de chingachina, confun­ dir. Por a n cih,vocablo castellanizado ya, entendemos en buena parte de Sud América, argticia abogadil ó de curial; embrollo en lo relativo á las leyes, á su interpretación, etc.; sofistería con que se hace frente á la razón y á la justicia. Ra­ cine, en los sru ed ia lP,dió el nombre Chicaneatc á uno de los protagonistas, pleiteador infatigable, que no acierta á hablar 4 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CH1 157 de otra cosa que de litigios, procuradores, jueces, códigos y testigos. Difícil será que este galicismo desaparezca del lenguaje de jueces, escribanos, abogados y litigantes; quizá tan difícil como que desaparezca de juzgados, escribanías, bufetes y litigios lo que el vocablo significa. CHICTA No he podido averiguar si se usa en España el restablecer con el arado los surcos que desaparecieron de la sementera, con motivo de la deshierba á que se sometió el suelo en que crecen las mieses. No habiéndolo averiguado, tampoco puedo saber cómo se llamaría la operación, caso de que la acostum­ brasen ó la hubiesen acostumbrado. Al beneficio descrito llamamos los ecuatorianos , del quichua a tcih,mitad, raja, separación; pues con la chicta se separan de nuevo las hileras de plantas, volviendo á trazar los surcos que fueron deshechos por los azadones de los desherbadores. El verbo es chictar,de mitad. Con remover mal que mal la porción más superficial de la epidermis de la tierra con arados primitivos; enterrar la semilla de maíz, verbigracia, á la buena de Dios; desherbarla después, á salga lo que saliere, matando las plantitas que beneficia más bien que las malezas; con una chicta y un palón (aporcamiento), sin abonos ni ninguna otra cosa, el agricultor ecua­ toriano hace su cosecha anual; y sin preocuparse de restituir los elementos gastados, vuelve y vuelve siempre á sembrar el mismo pródigo suelo. c CHICHIRIMICO Juego de los muchachos, que quitan á otro algún objeto y pasándoselo de mano en mano entre varios individuos, y di­ ciendo ¡chichirÍnticot fo cim rh escamotean dicho objeto. Llamárnosle juego, pues comúnmente es devuelta la prenda Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHI «58 que sirvió para el chichirimico; sin embargo, algunas veces el juego se hace veras, y entonces, el calificativo merecido es de ratería ó o b r ,según las circunstancias y la valía del esc moteo. Del sentido recto que creemos es el expresado, han venido significaciones figuradas como hacer chichirimico de los bienes de fortuna propios ó ajenos, que equivale á derrocharlos; ha­ cerse chichirimico alguna cosa, CHIGLÁN Lo que así llamamos los ecuatorianos, se denomina en cas­ tellano rencoso. CH IG Ü IL Masa de harina de maíz, manteca y huevos, con condumio de queso, envuelta en hojas asimismo de maíz, y cocida al va­ por. Hemos escrito la palabra condumio con letra bastardilla, porque para el Diccionario de la Academia, dicha palabra no significa, cual para nosotros los americanos, guiso ó manjar que se pone dentro de otro, como en las empanadas, etc.; sino «Manjar que se come con pan, como cualquier cosa guisada,» es decir, que toda cosa guisada es condumio para los españo­ les; pues el pan es el compañero inseparable de todo lo que se come. La voz relleno no equivale á nuestro , que entra expresivamente en varias frases: el negocio está con , á saber, hay algo interior que no se ve; esto tiene mucho dumio, es decir, lo tal es significativo, encierra importancia, etcétera. C H IH U A H U A Este nombre de un estado y de una ciudad de México, sirve en el Ecuador para denominar cierta tosca armazón de cañas revestida de papel ó pergamino, llena de pólvora y con grotesca figura de hombre, que sale á lucir siempre, entre los Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHI i59 fuegos de artificio, en las fiestas de los aborígenes ecuato­ rianos. He aquí el origen probable de la denominación: don Vi­ cente Rocafuerte, uno de los políticos más notables que ha producido nuestra patria, al servicio de México en puestos de importancia durante la época de mayor actividad de su vida, autor de varios opúsculos referentes á la política de esta Na­ ción, relacionado, por amistad y aun parentesco, con muchas gentes de viso de la patria de Iturbide, cuyo trono minó con tesón; don Vicente Rocafuerte, decimos, más mexicano que ecuatoriano hasta los cincuenta años de edad, en que se resti­ tuyó al Ecuador para tomar parte principalísima en su polí­ tica y contra el gobernante de entonces, llegó á constituirse jefe de un partido, al que los contrarios dieron el apodo de chihuahuas. Así á la campaña de 1834 se la llamó la de los huahuas, y es muy probable que entonces mismo, por despre­ cio de los parciales de Flores á los de Rocafuerte, bautizasen con el propio nombre las ridiculas armazones antes descritas. Dióse, asimismo, el nombre despectivo de chihuahuas á unos pesos deficientes de ley, importados á la República al amparo del desbarajuste económico reinante. Por fin, nómbrase a u h ic,en Guaillabamba, á un ins tillo que ataca al aguacate. CH ILCAS Arbustos de la familia de las Compuestas; por tanto, con flores aglomeradas sobre un receptáculo común, etc., blanque­ cinas; semillas sin albumen; hojas simples alternas, pegajo­ sas, etc. Las varias cliilcas pertenecen al género ,y se emplean en infusión y cocimiento como pectorales y antitu­ berculosas, singularmente la Baccliaris chilca. * CHILI Hay en Quito una calle que se llama de , y otra que se denomina de C hili,cuyo origen no hemos podido desc Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHI 160 ¿Habría por ahí una pahua de , que en quichua se dice ?ilh c O será quizá C hili el mismo Chile; pues aun pudiera ser que el nombre de la próspera República del sur de nuestro Continente, proviniese de las abundantes palmeras de coqui­ tos, con cuyo fruto hacen los chilenos comercio de valor no despreciable. ¿Provendrá de la denominación francesa le Chili; ó del río de Arequipa C hili) ¿O vendrá del nombre de uno de nuestros antiguos artistas? Si lo último, habría siempre una equivocación; pues el cé­ lebre escultor Caspicara se llamaba Manuel Chili y no Chili. C H ILPE Como curiosidad, ya que el señor Rodríguez trae esta pa­ labra quichua en su Diccionario de Chilenismos, recordaremos el origen y las varias acepciones tropológlcas del vocablo. Chilpe significa cortado; mas, por antonomasia, se denomi­ nan chilpes en algunas provincias del Ecuador, á las tiras de las hojas del agave ó cabuya que el indio ecuatoriano aprove­ cha en la construcción de casas y en muchos objetos, para los que le ofrece variado material la útilísima planta americana. C/¿/7^í,antonomásticamente, son también las hojas y cubier­ tas secas y desgarradas de la mazorca de maíz (cutul, la envol­ tura íntegra). Chilpe,y a en sentido metafórico, se dice la oreja hendi de la res señalada de esta manera; así como se denomina chilp ia r (chilpina), tanto esta operación, cuanto la de desgarrar pedazos ó tiras de cualquiera cosa. Conocidos los significados de la voz, puede, pues, compren­ derse la gracia con que los chilenos nombran chilpes á los ves­ tidos haraposos, esto es, al vestuario como las cubiertas ó ro­ pas de la mazorca, separadas á pedazos; ó como si dijésemos formado de un manojo de tiras, á modo de una hoja de cabuya chilpeada. C H IM B A D O R Mohatrón ó o reta h m,es decir, persona que hace inolia- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHI 1 6 1 tras.— M ohatra, venta fingida ó simulada que se hace, ó cuando se vende teniendo prevenido quien compre aquello mismo á menos precio, ó cuando se da á precio muy alto para volverlo á comprar á precio ínfimo, ó cuando se da ó presta á precio exorbitante. »¡Qué, es posible, se lamentaba, que esté el mundo lleno de engaños y que yo no le hable!... ¿Si estaría en casa de los mercaderes entre mo­ hatras paliadas y desnudos acreedores? Respondiéronle que no, porque no hay engaño donde se sabe que lo hay...» (G radan—Criticón.) «Llegó un mohatrero tres días há, y dijo que él se condenaba por haber vendido gato por liebre, y pusímosle de pies con los venteros, que dan lo mismo.» (Quevedo—E l alguacil CHIMBAR Mohatrar Hacer mohatras. Del árabe , arriesgar; y equi­ vale á venta ó compra en que se corre riesgo de perder. CHINCHE (El) chinche.— La que tenemos (¡ojalá no la tuviéramos!) en las cuencas calurosas del interior de la República, no es el G i­ mex lectulariuSy insecto del tamaño de una lenteja, sin alas, vivo, ágil y muy fétido, á causa de llevar primero unas glán­ dulas abdominales y d o rsa le,y después un aparato torácic esternal destinados á preparar el hedor característico choso) del desagradable animalito. La nuestra es un avácnido, mayor que el muy pare­ cida á la garrapata, torpe, sin olor fuerte, pero en cambio ex­ tremadamente venenosa. Su picadura produce á ciertas perso­ nas sólo un fuerte escozor y una pústula que desaparece presto ó que da aguadija por dos ó tres días; mas á los individuos T.a 11 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHI I62 nerviosos ocasiona trastornos de la inervación, y á los sanguí­ neos alarmantes síntomas, tales como comezón é hinchazón de la cabeza y luego de todo el cuerpo, , perturbaciones y hasta pérdida de los sentidos y aun del conocimiento. Al volver aquéllos y éste, se presentan escalofríos, vómitos, de­ yecciones diárricas, postración y en ocasiones calentura que se prolonga por algunos días. No soy suficientemente diestro en zoología para decidir si la chinche ecuatoriana pertenece al género Ixodes; si pertene­ ciese, debería llamarse Ixodes venenosas. 9 CHINCHÓN Chichón, según Covarrubias, viene de , carne, á causa de ser el chichón un bulto de carne abultado por un golpe. Chichia en vascuence significa carne hecha pedazos, y según Larramendi, es de donde se origina la palabra chicha.— chón, vocablo anticuado, en uso entre nosotros, podría ser au­ mentativo de eh cn i ,cuya forma de lenteja acrecida tien bulto de la cabeza, origen que, sin quebrársele la , se le puede ocurrir á cualquiera. El chichón se dice actualmente en España. En cuanto al cambio de género, recordemos que de mu­ chos nombres femeninos se torman aumentativos masculinos, como m em orión, n ó m a c, n ó lo b ec ,de No tal, que nadie se escapa Sin su chichón en la frente Al menos..... (D. Manuel Eduardo de — o G Ind CHINGANA i La tienda que*se pone en las calles para vender comestibles y bebidas á los transeúntes, se llama ,—nombre que bien podemos dar á los puestos de licores y de comidas que, en épocas de fiestas y festejos, pueblan las vecindades del lu­ gar donde se verifican dichos festejos ó fiestas. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHI El significado propio de la voz quichua v escondrijo; y acaso se le dió la acepción de tendpchaVgsp^p{a¿mente de licores, porque el bebedor se esconde panS=Sifc^nOcivo placer. a n ih cCse perder algo. ¿No pierde Xa. estima de los demás hombres, no pierde la salud y el dinero, no pierde á su familia y no se pierde á sí mismo el malaventu­ rado «loco voluntario» que decía Séneca? CHIRICATANA Poncho grueso de lana que abriga mucho, de donde le viene el nombre. irh C, en quichua, y jcitana ó ja nilla, manta: manta para el frío. El , en verdad, es el abrigo por excelencia del indio y aun del mestizo, tanto en el día como parte principal del vestido, cuanto en la noche como frazada. CHIRLAZO, CHIRLO La primera palabra no está en el Diccionario; la segunda significa «herida prolongada en la cara», como la que hace la cuchillada. || Señal ó cicatriz que deja después de curada. Tal vez nos ha venido de la jerga gitana el denominar chirlo ó chirlazo al golpe que se da con la parte palmar de algunos dedos de la mano. «Llegué á una parte donde estaba uno solo arrinconado, y muy su­ cio, con un zancajo menos, y un chirlo dado por la cara, lleno de cen­ cerros, y ardiendo, y blasfemando.» (Qutvedo y Villegas—Las Zahúrdas de Pintón CHIROTE Supongo que llamamos chiroteal gadas de largo, que tiene el lomo ceniciento, la cabeza, las alas y la cola negras, con una mancha blanca en el arranque de ésta y otra en las remeras exteriores. El macho se distin- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHO 164 gue de la hembra en tener el pecho encarnado. Se domestica fácilmente. No comprendo^por qué el pueblo encuentra tonta á la pobre avecita, y denomina chirotes á los que no han inven­ tado la pólvora ni otras cosas más fáciles de inventar; y tada á la zoncería. CHOCLO ó CHOCLLO Aunque en algunos lugares de Centro América llamen elote al maíz que está en leche ó aun no maduro; la Academia, caso de tener que elegir entre el vocablo quiché y la palabra quichua o lch,debería quedarse á ésta, cuyo uso no está res­ tringido á una pequeña porción de hispanoamericanos, pues es general en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile. Los venezolanos nombran jojoto al choclo. CHOCLLOTANDA Decimos á lo que los peruanos y chilenos umita. Se dife­ rencia del liü g h cen que éste se hace de maíz en sazón y está envuelto en hojas de la planta del mismo cereal; mientras que la chocllotanda ó choclotanda se prepara con el maíz cerollo y tiene por envoltura las cubiertas de la panoja del choclo ó chocllo: choclotanda, de chocllo y tanda, que significa pan también en quichua. Las chocllotandas ó umitas son más delicadas y agrada­ bles que sus congéneres los chigiiiles y, al contrario de éstos que son siempre salobres, son ya salados, ya dulces, entrando en su composición variados elementos culinarios. Cuécense, lo mismo que los mencionados chigüiles y los , en baño de vaho ó vapor. CHOCO Dice el Diccionario jib ia pequeña.—EnChile denominan chocos á los perros de aguas; y figuradamente, según el señor Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHU 165 Rodríguez, llámase también choco á la persona de cabello en­ sortijado. Nosotros nombramos choco al color de , de donde es de presumir que venga la palabra misma si, como asienta I). Pedro Felipe Monlau en el Diccionario etimológico, choco significa cacao en el idioma indígena de los antiguos mexi­ canos. CHONTA, CHONTILLA ------------------------------- / Palmas de los géneros Bactris y , no muy corpu­ lentas, pero tan elegantes como las demás palmeras. Los indí­ genas de las provincias del Oriente, de Manabí y de Esmeral­ das construyen armas arrojadizas y una especie de lanzas con la madera, cuya dureza es muy grande y el color casi negro. CHONTARURO Palma pequeña cuyo fruto, que se denomina asimismo chontaruro, semejante al albaricoque, se da en grandes racimos y se come cocido. Constituye durante los meses de la madura­ ción de la fruta, parte importantísima de la alimentación de nuestos indios selváticos. La denominación científica del chontaruro es Guilielma speciosa. CHÚCARO, RA En el Perú, según Salvá y Arona; en Chile, según Rodrí­ guez; y en las Repúblicas del Río de la Plata, según Granada, chucaro es un adjetivo que se aplica al animal arisco ó bravio. En el Ecuador no es un adjetivo, sino un sustantivo, y signi­ fica simplemente mulo ó muía indómitos, singularmente si son nuevos. ~ 1 CHUCCHIR Recoger las espigas ó mieses que los cosechadores han de­ jado en el campo que se está segando ó cosechando, se dice Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 166 CHU en lengua española espigar. De aquí que se llaman espigadoras ó espigaderas las personas que denominamos con las voces quichuas chucchidorasy chucchis. Sin duda en España sólo mujeres espigan; pues el Diccio­ nario no trae sino los sustantivos femeninos espigadera y espi­ gadora. Mas si, como sucede entre nosotros, hay también an­ cianos y niños que espiguen, los señores Académicos deben consignar en su Léxico el masculino . De las varias acepciones del verbo , la única en que lo empleamos los ecuatorianos es en la de empezar las mieses á formar espiga. »Aquí se vive... hay paz... todos nos conocemos, y, mal que bien, si no se siega, se espiga.» (Se/gas—Dos muertos vivos.) Quichua chucea ñ i,h recoger sobras. CHUCO ó CHUCU Chucu en quichua significa ;o ta lppero sea po es mamar, ó porque el plato del recién nacido y su alimento único es la leche de la mama ó teta de la madre, denomina nuestro pueblo chuco al chuchuó sea ubre, ó lo que fuere, según que se trate de las compañeras del hombre ó de las hembras de los animales irracionales; pues pechos son solamente las mamas de las que las llevan en el pecho, como las mujeres y las cuadrumanas; y ubre es sólo la de las cuadrúpedas, aunque venga de , , teta en general. Pudiera también la palabra chuco ser, y es lo más probable, una deformación de Algunas veces me ha parecido además que la denominación chuco se restringe á una parte de la mama, al pezón; pero, francamente, no he encontrado manera de aclarar del modo debido este punto, y le pongo punto. Como los italianos, llamamos mama á la mamá que dicen los franceses y los españoles; pero casi nos es desconocida, y con razón, la palabra técnica , teta, que da nombre á Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 167 CHU ana gran clase zoológica, los mamíferos ó sea animales que tienen mamas ( a my erf , llevar ó vienen asimismo o ira m, m, mamilar verbo m am ar, que sospecho no es desconocido para nadie. —Mammcea se llamó la madre de Alejandro Severo. En griego el vocablo es igual al latino, ¡xa¡qta. Su uso ge­ neral hace presumir que el origen sea onomatopéyico del len* guaje de los niños. CHUCURI Denominación quichua de dos especies de comadrejas: la Mostela agilis de Tschudi y la Mostela aureoventris de Gray. CHUCHUCA Es el choclo secado al fuego y guardado. Metafóricamente se adjetiva, además, el vocablo y significa persona ó cosa arru­ gada, plegada, etc.: vieja clmchuca. En Chile hemos oído asimismo este vocablo quichua, aun­ que con o en vez de la segunda chuchoca. Me parece también que la preparan, no con choclo, sino con maíz en sazón. C H UCHUMECAS 1 En Quito llamamos así á ciertas máscaras que remedan viejas ridiculamente vestidas; en el Perú, si no estamos equi­ vocados, denominan chuchumecas á las mujeres de mal vivir. El Diccionario acepta el vocablo como sustantivo masculino despectivo y lo define: «Hombre pequeño, de mala figura y despreciable (por alusión á los indios Solís mienta á los chichimecas ó , en su Con­ quista, como gentes valerosas y no despreciables. Bien pu­ diera, sin embargo, ser que el adjetivo nuestro fuese una de­ formación del sustantivo expresado. «Por la banda del Norte se alargaba (México) hacia la parte de Panuco hasta comprender aquella Provincia; pero se dejaba estrechar Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 168 CHU / considerablemente de los recortes ó serranías que ocupaban los chichimecas y otomíes, gente bárbara sin república ni policía, que habitaba en las cavernas de la tierra, ó en las quebradas de los peñascos, sus­ tentándose de la caza y frutas de árboles silvestres; pero tan diestros en el uso de sus flechas, y en servirse de las asperezas y ventajas de la montaña, que resistieron varias veces á todo el poder mexicano, ene­ migos de la sujeción, que se contentaban con no dejarse vencer, y as­ piraban sólo á conservar entre las fieras su libertad.» (Solis—La Conquista de México.) Es probable que nuestros chuchumecos ó no sean sino los zamarrones del valle de Pas en España, de donde acaso nos vendría aún la costumbre de los disfraces á fines de Diciembre; costumbre que, en la fecha expresada, no sabemos haya existido ni exista más que entre los ecuatorianos y entre los pasiegos. Véanse en la siguiente relación de Ibero Abantiade (nuestro amigo don José Lamarque de Novoa) las múlti­ ples semejanzas entre las fiestas de Inocentes y las de la Vijci­ ñera el día de San Silvestre en aquel valle de la provincia de Santander: «El 31 de Diciembre, día de San Silvestre, celébrase en estos pueblos de Ontaneda y Alceda, y entiendo que en casi todos los del Valle, una fiesta esencialmente popular y que no tiene igual en otros pueblos de España. Llámase la En ese día, y sin duda por materializar el nombre del Santo del día, ejecutando acciones propias sólo de gente silvestre, vístense de máscaras varios vecinos pobres y de buen humor con ropas viejas y sucias, unos de hombre y otros de mujer; quiénes con trajes de pasiegos, quiénes imitando los de otras provincias, no faltando alguno que se disfrace de fiera, en cuyo caso éste es conducido con cadena al cuello por otro hombre que figura ser el dueño de la alimaña. Una comparsa numerosa de máscaras bien vestidas acompaña á los que hacen de bufo en la er . ijan V »Hasta aquí la broma no tiene nada de particular: esto ó algo parecido se ve hasta en poblaciones de primer orden en los días de Carnaval, en que se exhiben máscaras, por las ca­ lles, dignas de ser enviadas á la cárcel sólo por el hecho de Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHU 69 ofender la vista de los demás con trajes asquerosos y repug­ nantes, y los oídos con palabras sucias y hasta inmorales. Pero lo que no pasa en otras poblaciones es la escena bárbara y continuada que aquí, al decir de los que la han visto, ocurre con los payasos celebrantes de la á quienes llama el pueblo zam arrones. Estos van por parejas, figurando una vieja y un viejo, y aquélla lleva en brazos un muñeco de trapo que representa un niño de pechos. Páranse delante de las ca­ sas á pedir aguinaldos, y con objeto, sin duda, de merecerlos, bailan grotescamente, ya dando brincos descomunales, ya ti­ rándose á tierra de golpe y á trueque de lastimarse; no fal­ tando algún zamarrón que, ante el ofrecimiento de un duro ó dos, esté dispuesto á zambullirse de cabeza en el río. Durante el baile cantan algunos de los acompañantes un romance mo­ nótono, cuya música no varía de cadencia en ninguna de las estrofas, y que comienza con los siguientes versos: Gracias á Dios que he llegado Al portal de tu hermosura, Donde se recrea el sol, Las estrellas y la luna. Gracias á Dios que he llegado Donde no pensé llegar, A darte las buenas tardes Y á venirte á visitar. <Esta fiesta, que nos recuerda la que nos pinta la mitología de los sátiros y las setn a cb,se repite delante de cada pue y si hay gente zumbona que aplaude á los zainarrones en sus visajes y cabriolas, animándolos al par con algún vaso de vino y algunas monedas, entonces el entusiasmo de los gro­ tescos bailarines llega á su colmo, haciendo tales atrocidades, que rayan.en lo increíble y fabuloso. A veces entran en las casas, y, por sorpresa cogen los comestibles que encuentran á mano, como chorizos, jamones ó cualquiera otra cosa de co­ mer que haya en las cocinas, siendo de rigor tomar este atre­ vimiento á broma y no perseguirlos por ello. Esta diversión concluye con una cena abundante, en la que toman parte to- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" dos los zam arrones, ya vestidos con sus trajes ordinarios; cena á la que suelen convidarse algunos de los comparsas, que ni han brincado ni tirádose al río; pero que les ayudan á con­ sumir los comestibles y el vino que se sirve en abundancia.» CH UECO ------- ;----Decimos al individuo que tiene algo torcido, especialmente los pies ó piernas: patojo, erop patiu atizambo. CHUGO No es vocablo castellano; el caballo, mulo ó asno de piel de varios colores es pío. 9 Si es del que hoy habéis caído No subáis en él, y aquí Recibid, señor, de mí Una p ía hermosa y bella, A quien una palma sella Signo que vuestra la hace: Que también un bruto nace Con mala ó con buena estrella. ( — n ó red la C E l médico de su honra. \ El alma aquí no podría Distinguir lo que procura, La pía de la pintura, O por mejor bizarría La pintura de la pía. (Calderón—Id.) «Se les hizo encontradizo (á Critilo y Andrenio) un hombre vene­ rable por su aspecto, muy autorizado de barba... la frente encapotada, su vestido por lo pío remendado, colgando de la cinta unas disci­ plinas...» (G radan —E l Criticón) A los animales que tienen el color parecido al del meló- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" I CHU i7 ' cotón, según dice el Diccionario, se les llama overos. Nuestro vulgo llama joveros á los individuos de rostro manchado. En un overo de tendidas crines, Que apenas cabe en la anchurosa plaza La rienda floja, el acicate á punto, La pica en ristre, á la sortija marcha. (Duque de R ivas— Moro expósito.) Revuelve lleno de venganza y furia, Rompiéndole al overo las ijadas, Y otra vez yerra el golpe, porque el brazo Iba temblando de despecho y rabia. (Duquede Rivas— Mo CH U LCO Cliullcues una hierba parecida á la acedera, respecto del sabor ácido, pero completamente distinta por lo que atañe á la forma exterior: trébol rastrero de flores amarillas pentapétalas, chicas, cuyos tallos jugosos y agrios, y hojas no grandes, comen los indios. Chuleo denominan también nuestros cocineros una sopa que acabo de ver descrita en una receta de cocina con el nom­ bre de sopa al tomate á la Cambaceres (las construcciones ga­ licanas son muy culinarias: escribir sopa de verduras ó de huevos ó de pescado ó de mariscos, sería tan impropio en un menú como que fuese por la calle un clérigo con ropas talares y sombrero mujeril). Desde que podemos comernos la tal sopa denominándola al tomate á la ,C puede que parecerá menos mala que cuando la comíamos llamándola chuleo. Ya se ha hecho, pues, merecedora de que se propague la receta para prepararla. Vamos á dar una copia: «Cuando esté hirviendo un buen caldo gordo, romped en él algunos huevos, sin remover para que se cuezan enteros, en propor­ ción de uno por comensal, y añadidle pedazos de tomates bien maduros. Esto es todo y serviréis una sopa excelente.» Así lo asevera el autor de la receta. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHU 172 CHULPI El género Zea de los botánicos, ó sea el cereal maíz, de que hacemos tanto uso en la serranía del Ecuador, posee mu­ chas variedades, que mencionamos al tratar del vocablo gtiil. C hulpien quichua significa arruga, y de allí se denominó chulpi á la variedad de maíz chico y , pero rico en materia sacarina, suave y delicado, que nuestro pueblo des­ tina á usos distintos de los del maíz ordinario. C H U LLA LEV A Según la etimología del vocablo híbrido quichua-español, chullaleva sería sólo el que tuviese una levita; pero según su valor comprensivo, chullaleva significa más, mucho más: es el poseedor de un vestuario, con el cual ostenta una riqueza de que carece; es el cualquiera que, gracias á las caricias de la ciega fortuna, se da aires de señor; es el mozo de taller que pretende instalarse como en casa propia en el salón del acau­ dalado; es el parvenú de los franceses, que el español traduce incompletamente con la palabra advenedizo; es aquel ente que, sin la preparación necesaria para subir, pretende colocarse en alto y lo que consigue es ponerse en ridículo; es un tér­ mino medio entre el fu tre y el pije de los chilenos; es el cursi, pero de nacimiento y de gusto; es el que se queja del orgullo de los demás, y recibe sentado en su oficina á las gen­ tes de importancia que le visitan; es un sujeto que puede muy bien alcanzar hasta- suposición quizá, pero que come con el cuchillo en el banquete á que se le convidó, que escupe en las alfombras á lo mejor de discutir acerca de alta política, que se pone zapatos amarillos al propio tiempo que chistera, que dis­ puta respecto de cualquier cosa con insistencia, que cree de w buen tono encontrarlo todo malo, que se priva porque sus hijos se casen con nobles y afecta sin ton ni son despreciar á la nobleza, que habla contra la soberbia de ésta pero ofende y escarnece á los infelices, que se disgusta de que no se le llame señor don y nombra por apodos al menestral, que se Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHU *7 3 precia de que su abuelo fue zapatero... aunque hijo de un sobrino del capellán de un marqués que vino de España. CHUMA, CHUMADO, CHUMAR, CHUMARSE Tanto como el alcoholismo se ha extendido por el mundo, cuanto ha crecido igualmente la sinonimia de lo que atañe á esa gran calamidad social. A lo que, según los grados de la embriaguez, se llama castizamente estar calamocano, estar en chispa, embriagarse, emborracharse, decimos todavía en tal cual castellano pero ya no castizo, rascarse, me­ terse perica, y por fin, en quichua puro, chumarse. Aficionados á circunloquios, á no ir recto, á hacer curvas, á perífrasis y otras figuras retóricas de palabr.a y de pensa­ miento, á tropos y otras vueltas; los bebedores, á la acción de beber simplemente ó empinar el codo, denominan de la propia manera con lujo de sinónimos, matar el gusano, hacer las ma­ ñanas, abrir boca, apretar la cincha, encender el farol, chzipar, sin duda por aquello de sacar con la boca el jugo de la caña dulce de que destilamos el aguardiente, etc. Asimismo la mona, chispa, ebriedad, embriaguez, borra­ chera, crápula, posee extensa nomenclatura entre los profeso­ res del ramo, contentándose los más modestos con el vocablo chuma para la borrachez, y con la denominación de chumados para sus condiscípulos ó comprofesores,—no para sí propios, pues nunca se creen en estado de merecer aquel nombre qui­ chua, ni los varios españoles, achispado, chispo, embriagado, ebrio ( hebreo,como decía alguno), borracho ó crapuloso, que corresponden al estado habitual. CH U PA R Además de la significación de beber ó tomar licor, que im­ propiamente damos á este verbo castizo, le atribuimos unos cuantos significados más, que es conveniente anotar: Chupar cañas, lo cual no es muy impropio, aunque no saca con los labios, sino con los dientes y muelas y todo el aparato bucal, el jugo azucarado de la cañamiel el que la caña (hemos Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" >74 CHU inventado también el verbo cañar para la expresada opera­ ción). Chupar naranjas ó sa m il , ya es impro tes, pues estaría bien sólo en el caso de que quien tomara naranjas ó limas se contentase con hacer la succión, dejando dentro de la cáscara los pellejillos de las células que en­ cierran el zumo, verbigracia como se verifica con algunas va­ riedades de mangos, que no se comen, sino se chupan para extraerles el jugo que empapa las fibras de la semilla. Chupar tabaco es manera de expresarnos innecesaria, supuesto que, aun cuando el fumador pone la boca como para chupar, y hasta mama el cigarro cuando no arde por estar roto ó por otra causa, tenemos verbo propio para la acción de aspirar y despedir el humo del tabaco, consumiéndolo en cigarrillos, ci­ garros, pipa tí otra forma: fu m ar. CHUPO Divieso, forúnculo ó o va lc ,conforme lo llama su forma las obras de medicina. Según el Diccionario, divieso es el tumor inflamatorio del tejido celular subcutáneo, y clavo el tejido muerto (?) que se desprende del divieso. CHUPÓN Del verbo clmparhemos formado nuestro , que ecuatoriano no significa, como en español, persona que saca dinero con astucia y engaño; ni vástago que arrojan los árbo­ les en el tronco ó en medio de las ramas principales, y que les chupa el jugo y estorba el fruto; ni cada una de las plumas no consolidadas que extraen la sangre al ave; no, señor, sino ins­ trumento para la succión de la leche, que consiste en una botellita de cristal ó porcelana, con un pezón de teta de vaca, de marfil reblandecido ó de goma elástica, con que se lacta arti­ ficialmente á los niños: instrumento que hoy se denomina en castellano n ó reb i ,de ,b o i bibis, bibere\ be Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHU i75 CH UQ UIRAGUA Las dos especies ( Chuqui ragay C/¿., ) de plantas de la familia de las , que denominamos cliuquiragua, habitan en grandes alturas de los Andes ecuato­ rianos, formando parte de la rara vegetación de las regiones azotadas por vientos helados y las escarchas de la cordillera. Resiste al rigor de la intemperie merced á lo coriáceo de sus hojitas menudas, sésiles, escamosas, puntiagudas, y á la soli­ dez de la estructura de toda la planta. Se la usa como febrífuga y tónica, probablemente por el principio amargo que contiene. CH URO Esta palabra, tomada del quichua , tiene entre nos­ otros varios significados, y no sólo es empleada por el vulgo, sino hasta por gentes un algo instruidas. Así, por ejemplo, no hay señorita, por bella y distinguida que sea, que no hable de churos rubios y cluiros negros, churos naturales y churos pos­ tizos; y en consecuencia, de clmreros ó , esto es, de instrumentos para hacer u h c;s y de decir personas ó cosas con ]so ru h cy de churear ó á saber, hacer ó hacerse churos. El lector no ecuatoriano debe de haber sospechado ya que, en este caso, denominamos churos á los zoneSy anillos ó sortijas del cabello, que todos estos vocablos encontramos en nuestro caudaloso idioma; y churero ó chureador al encrespador; chureado á lo , , en­ crespado^ enrizado ó o d a irn e , si se quiere emplear caísmo; y churear á encrespar,, ensortijar y enri Churo llamamos además los ecuatorianos, á los moluscos gasterópodos del género xileH,de donde debió ex denominación á los rizos; pues primitivamente significa caracol. Churo decimos, asimismo, á la escalera que en caste­ llano se nombra también caracol. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 176 CHU Churo, por fin, se llama en los campos, el cuerno con que los muchachos atruenan al ir á las doctrinas ó á alguna faena de la labranza; caso en el que quizá corresponde á lo denomi­ nado por la Academta a lo cr ,ó mejor al término ría cuerna. CHURUM BELA Dicción que no viene del quichua, á pesar de sus afinidades con churu, y que es bien castellana en el significado de instru­ mento músico de viento, semejante á la chirimía; no es caste­ llana en el sentido que le damos de bombillo ó bombilla con el cual se toma la infusión del mate y de otras hojas, para impe­ dir que pasen á la boca. Tampoco es castellana en vez de.pipa ó cachimba, aceptada por la Academia como voz americana. El Diccionario último trae ya la palabra con el signicado de bombillo para tomar el mate. CHUCSHI Lechuza Hay varias especies en el Ecuador: la más común en los campos de la serranía es la S trix pde Gr Y tan arbitrariamente vamos en esto de dar denominacioñes bárbaras á las cosas, que se llama en Cuenca al renacuajo. « A q u él de allá pide ven gan za; y el otro es un rondante, lechuzo de las tin ieb las, que d esea la noche más o b scu ra p ara cap a de sus ruin­ d ad es.» {Gracidìi.) « P u e s si uno va á n e g o c ia r, y topa zurdos, se vu e lve, como si to­ p ara un c u e rv o , ó o y e ra una lechuza. {Quevedo— Las zahúrdas de Pintón.) Diz que un día en un convento Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CHU 17 7 E n tró una lechuza... miento; Que no debió se r un día. ( T r— ia te Fábulas: La .) CHUZNIETO Chozno, chozna, cuarto nieto. Según la Academia, aunque con duda, chozno vendría del griego foóépfovo«;, hijo del biznieto, cuyas dos últimas sílabas gonos se asemejan algo en la pronun­ ciación á chozno. Más ingenioso que el origen expresado es.el que presenta para el vocablo nuestro, , el esclarecido lingüista señor Cuervo: «En el Ecuador, según don P. F. Cevallos, se dice chuznieto por chozno: ¿será ésta la forma primi­ tiva, y la otra abreviada, como manso de , fino de finitus? Es cierto que estas analogías no son satisfactorias, pero á falta de otra etimología, podría tomarse como com­ puesto á estilo de o tein zb, el portugués y gallego chus ( = lat más. Debe obser­ varse que en el Fuero Juzgo hay , tresnieto ó tris-nieto,cuadri-nieto; de suerte que el más podría hacer relación á esta serie numérica.» Don Rufino José Cuervo—Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano.) ¿No será nuestro chusnieto ó , como convencionalmente escribimos empleando una z que jamás pronunciamos, una palabra híbrida, cual las infinitas que tenemos, n i e t o , (ch u s, cuatro), cuarto nieto, como dice el Vocabu­ lario? Chuscu entra en la composición de varias palabras, así se llama chuscujeta al bezo, etc. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ein sa rt ,y l D D A M A JA U A Arbol tropical corpulento, cuya corteza proporciona á los indios de Cayapas una especie de paño del que hacen ropas de cama y vestidos. En la Exposición Nacional de Quito (años 1891-92) se presentó un poncho de , notable por las amplias dimensiones y por la flexibilidad y, puede de­ cirse finura, de las tupidas fibras. D A M A SA N A Parece que en toda la América española se deforma la pa­ labra damajuana. La Academia le señala la etimología del árabe damehan, botellón; mas Cuervo parece atenerse al ori­ gen señalado por Marsh, n a h g m D, ciudad de la pro persa de Korasán.—Monlau no trae la etimología de dama­ juana.— Castaña llaman más generalmente los españoles á la vasija ó vaso grande de vidrio ó de barro, que sirve para echar en ella algún licor. DAR BOTE Podemos decir lo mismo con una sola palabra: botar ó re­ surtir. No la pelota con tan p resto salto R esurte a rrib a del macizo suelo. (E—La Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" .) DEB 180 DAR E L PECHO Los animales irracionales atetan ó tetan i sus hijos, si se quiere expresar la acción en una sola palabra; ó también los lactan ó am am antan, lo mismo que las mujeres. Dar de mar, dice el Diccionario; pero sólo al definir el verbo ama­ mantar. DE AD RED E Corrigiólo el señor Cevallos; pero con poca suerte, ya que continúa la intrusa preposición antecediendo al adverbio de modo adrede que equivale á de , caso , con deliberada n ó icet, a tso p, No es imposible que el defecto nos haya venido de España, donde, como lo hace notar don Andrés Bello en el Glosario del poema del d iC , la preposición de se anteponía sin dad á no pocos adverbios, como , , , donde, y aun se duplicó en dedentro (dedans). D E B A JE R O Entiendo que del adverbio de lugar debajo hemos formado el sustantivo debajero,con el que pretendemos sign que en España se llama refajo: zagalejo interior de franela, bayeta ú otra tela semejante, usado por las mujeres para abrigo. « E sta b a una v ie ja , ílaca y ap erg am in ad a, acaban do de rem en d ar, á d u ras penas, p o r falta de v ista y de pulso, un refajo n e g r o ...» {Pereda— E l sabor de la lierruca.) D EBILITAM IEN TO Neologismo innecesario; pues tenemos en español las voces debilidad y n ó ica tlb ed,que significan, respectivamente, falta de vigor ó fuerza, y acción y efecto de debilidad ó debilitarse. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" DECEPCION Significa precisamente lo contrario de lo que los perio­ distas chanflones quieren que signifique, en las frases siguien­ tes ó parecidas, que hallamos todos los días en editoriales más ó menos campanudos: «La nación acaba de sufrir la más grande de las sen o icp d, con motivo de la nota liberticida de N. N... poniendo trabas á la libre emisión del pensamiento escrito.»—«¡Qué n ó icp ed, Cielo santo, esperar honradez y probidad y encontrarnos con peculado y miserias!—En la es­ cuela de la adversidad se forman los hombres, como en la de las decepciones las Repúblicas.»—«¿Se han dictado leyes que sirvan de garantía para los asociados?... Una triste decepción nos está dando á conocer todo lo contrario.» Como decepción equivale á engaño; pues viene del verbo anticuado rib ecd,engañar (decípere), vamos á sustituirla con su equivalente, á fin de que se conozca la monstruosidad re­ sultante del cambio. «La nación acaba de sufrir el más grande de los engaños con motivo, etc.,» donde, según entendemos, el diarista quiso decir «que la Nación acaba de padecer el mayor de los des­ engaños.» «En la escuela de la adversidad se íorman los hom­ bres, como en la de los engaños las repúblicas.» ¿De los enga­ ños? Mentira! Sí, de los desengaños, esto es, de las lecciones de una amarga experiencia. Las naciones no se forman en las escuelas de los , por aficionados que seamos á las metáforas; el escritor indu­ dablemente se propuso expresar que las repúblicas se educan en la escuela de los desengaños (lo opuesto á decepcionesJ, como los hombres bajo la férula de la adversidad. Por lo cual, de cierto, se empeñan en educar á nuestra patria, y en educarnos á nosotros los dictadores militares, que tan ap­ tos se nos manifiestan para formar á aquélla y para educamos á nosotros merced á los medios indicados. Pero donde se ve manifiesto el trastrueque es en un suelto de crónica de uno de los más afamados diarios de la Repú- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 182 D EC blica de Chile, que después de dar noticia del suicidio de un abogado de la capital, como epifonema exclama: «El señor Mesa Torres tenía, más ó menos, treinta años, la edad de las sen o icp d,según asegura Espronceda.» Ahora bien, lo que dice Espronceda en el canto III de «El Diablo Mundo,» es: ¡M ald itos trein ta años, F u n e sta edad de am arg o s desengaños! Por donde claramente se ve que el cronista de Santiago, como los nuestros, creía que lo mismo valía desengaño que decepción. El mismo error cometen generalmente los franceses en el uso del sustantivo deception. Los ingleses tienen el sustantivo deception y el adjetivo evitp cd,pero en la legítim etimológica de las palabras. DECEPCIONAR Decepción, al menos, es castellano; y aunque le hayamos apropiado cabalmente cualidades, quiero decir significado opuesto al que le pertenece, del propio modo, cual sucede con nuestros homúnculos de la política, que tal como decep­ ción son engaño y se nos presentan como desengaño. Decepción, sí al menos es cosa nuestra... Decepción, siquiera está en el Diccionario; pero nar, no está; aunque sospecho que también es muy nuestro. Si decepcionar viniese, como , decepción y deceptorio, de d ecipr, debería equivaler á , y con tal sig­ nificado que le conserven en buena hora los políticos; pues es verbo que les hace falta: insidias ficta dare verba, agere in sed u a rf, dolos mas del latino decipere y del griego SAsá^to, que significa tam­ bién cazar ó pescar con cebo. D E C L IN A R (un honor) En francés el verbo décliner tiene las mismas acepciones Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" DEM •83 que en castellano y á más la que nosotros le atribuimos: ner unh o n n e u r ,une invitation, etc. Dígase rechazar ó renunciarun currir en galicismo. r c 1 si no se • D EC REPITAR, SE y ~. 1 Hay en el Léxico el adjetivo que se aplica á la edad muy avanzada, y á la persona que por ser muy vieja, suele tener muy faltas las potencias (todos estos muys son del Diccionario). Hay del mismo modo, el sustantivo tud, suma vejez, chochez ó chochera; pero no el verbo decre­ pitar, con la significación de debilitarse las facultades menta­ les por efecto de la edad, es decir, con el significado de chochear. -r ' •-, •, ? . r• D E F E C C IO N A R SE Verbo que seguramente hemos formado los hispanoameri­ canos de defección, acción de separarse con deslealtad de la causa ó de la parcialidad á que se pertenecía; pues con dicho verbo pretendemos expresar lo propio que con rebelarse, al­ zarse, levantarse, sublevarse, co ¡Nos faltan palabras para expresar lo que nos sobra! DE GANA Los españoles dicen: sin razón 7ii motivo, porque sí. DEMANDERÒ, DEMANDA, DEMANDAR El que recibe las mandas ú ofertas hechas á Dios ó los Santos, es tan demandador, según el Diccionario, como el que demanda ó pide otras cosas. Demanda para nuestro pueblo significa solamente petición de una cosa en juicio, y '.no súplica, solicitud, que son los principales significados del vocablo, además de limosna que se pide para una iglesia, imagen ú obra pía. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 184 DEM Demandar,pedir, rogar; apetecer, desear; en lenguaje forense, deducir en juicio ó exponer el actor su acción ó de­ recho; significaba también antiguamente lo propio que pre­ guntar ó que intentar, pretender, hacer cargo de una cosa y pedir satisfacción de un agravio. Véanse algunos ejemplos de las acepciones de demandar, tomados del Poema del Cid. Mió Cid por los sos yernos demandó et non los falló. (La Gesta de mió Cid, Cantar I I I .) Por quanto esta cort ficiestes por mi amor Esto les demaiidoá Infantes de Carrión (Id .— Aun grande amor nos tace el Cid Campeador, Quando desondra de sus fijas no nos demanda oy. (Id .—Ibid.) D E M A SIA D O He aquí un vocablo que, tanto como adjetivo cuanto como adverbio, se usa en demasía por nuestros habladores y hasta por nuestros escribidores: —Agradezco á Ud. demasiado, dicen los que tienen que agradecer un favor. —Demasiado lo siento, exclaman los que creen encarecer con esta palabra el sentimiento que no tienen. —Está Ud. demasiado bien, aseveran como con galantería los empalagosos. — Antonio es demasiado honrado, afirma á manera de abono un raro defensor de la honradez ajena. 't puede asegurarse que ninguno de los dichos ha em­ pleado debidamente el vocablo, y aun que alguno de ellos ó todos han expresado lo contrario de lo que se proponían. En efecto, si demasiado significa, como lo define el Dic­ cionario y como lo demuestra la etimología, por demás, que tiene demasía,que es un exceso,—los que agradecen dema siado, en puridad dan á entender que agradecen más de lo Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" que deben y que se les adeuda una buena adehala de favor para compensar el exceso de agradecimiento del agradecido. Asimismo el que dice que se duele demasiado de una des­ gracia, que le sobrevino á su amigo, le hace saber claramente que la tal desgracia no merece ser sentida, ya que aun el do­ lor del amigo (ya se sabe lo que son dolores de dientes afuera) es excesivo respecto de ella. A quien le parece una persona demasiado bien, se le podría creer entendiéndoselo en castellano, envidiosa más bien que contenta de la demasía de salud, ó de prosperidad, ó de belleza, ó de vigor, ó de lo que fuere, de aquella persona. Lo de que Antonio sea demasiado honrado es simplemente una majadería; pues en la honradez no se comprende nunca cómo haya exceso. Lo que suponemos que se proponen decir los sujetos arriba citados es que agradecen mucho lo que agradecen, que sienten mucho el mal aquél, que juzgan muy bien al que tal juzgan y por fin que Antonio es muy honrado. Demasiado significa, pues, un exceso defectuoso. Véase ahora el acertado uso en los ejemplos siguientes: «DonPedro.—¿La han impreso? (la comedia) Don Eleuterio.— Sí, señor ¿Pues no se había de imprimir? Don Pedro.— Mal hecho. Mientras no sufra el examen del público en el teatro, está muy expuesca; y sobre todo, es demasiada confianza en un autor novel.» (Don Leandro Dem andes de M oratín.—La Comedia nueva.') « DonPedro.—Vamos: no hay quien pueda sufrir tanto disparate. Don Eleuterio.—¿Disparates los llama usted? Don Pedro.—¿Pues no? Don Eleuterio.— ¡Vaya, que es también demasiado! ¡Disparate! Pues no los llaman disparates los hombres inteligentes que han leído la comedia...» — «.Don Pedro.— No quiero dejarle (en la equivocación); me da com­ pasión... y sobre todo, es demasiada necedad después de lo que ha sucedido, que todavía esté creyendo el señor que su obra es buena...» (Fernández de Moratín—Id.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" DEM 86 «Como entramos en la casa, estaba de tal suerte, que no nos atre­ vimos á quedar allí aquella noche por causa de la demasiada poca lim­ pieza que tenía, y mucha gente del agosto.» [Sfa. Teresa—Libro de las .) «Porque así les saldría más barato (lo que fuese menester para el ejército y para la villa) que trayéndolo mercaderes, que siempre quie­ ren llevar demasiados y excesivos precios. (Francisco Lopes de Gomara—Conquista de Me'xico.) DEM ENTADO El adjetivo verbal de dem entarse, perder demente y no dementado. Puede decirse asimismo mentecato, fatuo; menos que demente, mentecato y fatuo es imbécil', y aun menos estúpido. Demente y mentecato significan lo propio: de, privativo y mens, entendimiento; mens y captus, privado, cogido, tomado. «Cuando el pupilo demetiteó loco haya llegado guirá el padre de familia cuidando de su persona y bienes hasta la mayor edad del pupilo.» (Bello—Proyectos de Código Civil.) «Y como en la corte de dos mundos no hay casa de dementes...» (Castro y Serrano—Cuerdos y locos.) «Pero el loco, amigo Juan, no era ciertamente el mejorador de los cangrejos, sino el mentecato que hacía asunto serio los extravíos de su razón.» (Id.—Ibid.) Era un padre don Gil tan mentecato, Y en educar sus hijos fué tan nulo. (Cayetano Fertiándes—La Cotorra). DEMITIR, DEMISIÓN D em itir es forma anticuada de d in iiiir, renunciar, hacer Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" D EM 187 dejación de un empleo ú otra cosa; pero demisión significa sumisión, abatimiento, y no desapropio de una cosa que se posee, renuncia ó apartamiento de lo que se tiene, ó del de­ recho y acción que se puede tener, lo cual se llama dimisión. ¡Cuánto nos recuerda la palabra Corría una de las turbulentas épocas de nuestras revolu­ ciones. Habíase hallado un pretexto para que las ambiciones impacientes perturbasen la paz pública, al parecer afirmada por tres sucesivos cambios constitucionales de gobierno: tra­ tábase de derrocar un gobernante débil y no conocedor de los hombres, cierto; pero más religioso que varios de los cau­ dillos conservadores de la oposición é incomparablemente más liberal que el partido triunfante poco después. La ofus­ cación de algunos de los hombres del poder y las nefastas intrigas de otros, empujaban á la República hacia el preci­ picio á que la arrastraban las gentes del trastorno. Parecía que la atracción tremenda del abismo hubiese producido vahídos aun á los ciudadanos no posesos del demonio de la revuelta. Todos, sí, preveíamos desventuras, profundas alte­ raciones morales, sacudidas de un magno cataclismo social. Pero ¡qué hacer! El movimiento de destrucción de lo exis­ tente era de tal naturaleza, que pretender detenerlo habría sido obra tan vana como la del niño que se hubiese propuesto contener los furiosos vaivenes de un terremoto, comprimiendo la tierra con sus manecitas. Veíamos á los hombres que el pueblo se había acostum­ brado á respetar, que tomaban como los pihuelos de la calle, el fango del arroyo para arrojarlo al rostro de la autoridad; mirábamos á los ciudadanos antes sensatos corriendo por los senderos de una asquerosa política, en las agencias degrada­ das de ayudar á los clientes de taberna en la labor de azuzar al chacal de los albañales. ¡Qué hacer! Trasponer los umbrales del seguro del hogar, equivalía á meterse entre los oleajes de la multitud delirante; mostrarse siquiera, era señalarse á la fu­ ria estúpida del monstruo que se saboreaba ya con el caniba­ lismo del desastre. Los pocos hombres que se libertaron entonces de la ho­ rrenda epidemia de la insensatez; los muy pocos que no con- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 88 DEM tribuyeron ni con una diminuta acción ni con una sola palabra á atizar el gran incendio, no consiguieron sin embargo evi­ tarse, más que las tribulaciones de una honda revolución, la profunda amargura de contemplar el criterio perdido, los jui­ cios extraviados, las más rudimentales nociones del bien y del mal trastrocadas lamentablemente, el desquiciamento de todo orden, la fe religiosa vacilante en su choque contra la impasi­ bilidad de los decretos ineludibles de una Providencia que no explica previamente sus resoluciones. Después... La concentración no solamente dentro de un domicilio profanado por el espionaje y la delación, sino dentro de sí propio; el alejamiento absoluto de los amigos, de los conoci­ dos, de las gentes, unas enloquecidas por el delirio de la re­ volución, otras envilecidas por la ruindad del interés y del egoísmo, otras idiotizadas por el instinto imbécil de seguir el camino que siguen los demás, otros, los villanos, que juzgan las épocas de desorden apropiadas para las venganzas de la inferioridad y hasta para escarnecer la honradez, el patrio­ tismo, el mérito; el abatimiento del amor patrio anonadado por el desastre... Todo esto nos hace recordar la palabra , pronun­ ciada sin cesar por los políticos y los politiqueros y repetida por el tonto eco de las multitudes ¡Dem isión! ¡dem isión! DEMOÑO Demonio', dcemonium (latín), demon (inglés), (fran­ cés); en ningún idioma de los que han tomado del griego $aí|juov, o in eg,la voz ,o in m edencontramos la que á nuestra ñ y que, por su semejanza con la hemos introdu­ cido en el vocablo. Así como tampoco en sus derivados: de­ moníaco, demoniado,demonial, demonomaniaco endemoni e n d e m o n i a r . % «Vió la sabiduría de Dios, que la malicia y envidia d«d demonio no había de tener fin.» (F r. José de Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" DE R 189 «¡Ay qué terrible demonio eres, memoria del bien que pude hacer, y de los consejos que desprecié, y de los males que hice!» ( — o d evu Q Las zahúrdas de «Y se ha de advertir, que los diablos en los alguaciles estamos por fuerza, y por mala gana, por lo cual, si queréis acertarme, debéis lla ­ marme á mí demonio enalguacilado, y no este alguacil endemoniado.» {Quevedo—E l A lguacil alguacilado.) Aat(jLo'vtov, demonio, numen, fantasma, en griego; Aaipovio;, divino, feliz, y ¡Filosofía de las lenguas!, también miserable, desgraciado. DENTRAR Por ra tn e, ha sido corregido varias veces en Hispano América; pero no entra la corrección entre los que cometen el error, que, sin duda por ser importado de la mismísima Es­ paña, posee vigor suficiente para resistirse á todos los ataques que se le dirigen y pueden dirigírsele en lo futuro. Probable es que digamos dentrar por analogía con el ad­ verbio o rtn ed,en el que, como lo observa Bello, se antepuso la preposición de sin necesidad, y hasta se duplicó en dedentro, que significa nada más que dentro ( intus). DENUNCIO (El) La acción y efecto de denunciar, sustantivo femenino, no masculino: la denuncia. Dícese también denunciación. DE REPEN TE El pueblo da algunas ocasiones á este modo adverbial el significado de de vez en o d ,n a tic ó más bien de alguna v dice: «de repente sucede, pues, que uno toma una copa»; «de repente no es malo divertirse», etc. La significación propia es , sin , sin discurrir ó pensar. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Des 190 DIRRITIDO Derretido. «No os maravilléis de mi turbación, ¡jorque vi dos demonios de tan abominable vista, que si se encendiese aquí un fuego de piedra azufre, y metal deretido, tan fuerte, que hubiera de durar desde ahora hasta el fin del mundo, escogiera antes pasar por él, que volver á verlos.» ( . g reb m iN—Difere?icia entre lo temporal y eterno.) «Hasta la misma princesa, que cada día estaba más derretida por el sastrillo...» ( Trueba— Las aventuras de un sastre.) D ERRITIR D erretir. Sea que venga de peto, fluyo ó de ©¿peo, según Covarrubias, ó de ertd, gastar, destruir, conforme op de Diez, ha de escribirse con e la segunda sílaba, lo mismo que la primera. D E S A P E R C IB ID O Inadvertido. Desapercibido, desprevenido, desprovisto de lo necesario; inadvertido, falto de advertencia, no advertido. «Inadvertidos de esto los padres, suelen entregar sus hijos en los primeros años al gobierno de las mujeres, que con temores de sombras les enflaquecen el ánimo y les imponen otros resabios que suelen man­ tenerlos después.» {Saavedra—Em presas políticas.) DESCACHALANDRADO * * Despechugado, o d a rise , Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" galichado, o d a b rg se , tan rica es la lengua castellana. desaliñado,desgairado, «Los Cartaginenses decían mal de Anníbal, porque andaba siempre desabrochado y despechugado el estómago. Otros burlaban de Julio César, porque andaba mal ceñido. No hay ninguno tan ajustado, que no halle en él que reprehender la envidia y mal afecto de otros, ó la con­ dición extravagante.» (Nieremberg—D iferencia entre lo temporal y .) «Paz.— Pero buen mozo. Pepita.— Alto y recio sí, pero sed,estrafalario (Hartzenbusch—Querer de miedo i) D ESCU AJERIN GARSE El Diccionario trae el verbo familiar asimismo lo emplean los escritores de la Península. , y «Y lo que es peor que todo ello, que el ánimo va cantando al son de la osamenta que se descuajaringa y no puede ya con el pellejo.» ( . Don Jo s é M aría de Pereda.— Peñas D ESCH A PA R Ya se ha dicho que no hay chapa en nuestro idioma, con el significado de cerradura; por tanto, tampoco , que hemos formado de aquella palabra. Violentar ó arrancar la cerraja ó cerradura de una puerta, escritorio, cofre, etc., descerrajar. Acción de descerrajar, descerrajadura. D ESCH AV ETARSE. DESCHAVETADO Perder uno la chaveta,frase figurada y familiar, p juicio, volverse ,cl no es lo mismo que significa nu o verbo deschavetarse. Deschavetado es, no el loco propiamente; sino, más bien, el que en España denominan chiflado. Por Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" DES 92 consiguiente, deschavetarse equivale al verbo familiar español chiflarse. DESECHO Denominamos en el Ecuador, cuando no , al atajo, es decir, á la senda ó paraje por donde se abrevia el camino, y la palabra es de noble abolengo; pues, aunque la Academia no traiga la voz desecha en su Léxico, la halla­ mos en antiguas obras castellanas: ✓ No tiene aquel camino otra Que el cerro casi en torno era tajado, Del un lado le bate la marina, Del otro un gran peñol con él confina. ( E r cilla— La .) El Diccionario escribe deshecha y la define: «Salida pre­ cisa de un camino, sitio ó paraje». No es, pues, lo propio que nuestros desecho y n á ñ iu q a h c ,ni que sendero ni atajo. «Tomando á la siniestra un mal sendero, Que á dar iba en un gran despeñadero.» ( —La Araucana.) «Pregúnteles por los atajos que podrían llevarme más pronto á Cifuentes; pero sus noticias eran tan vagas, que juzgué prudente seguir por el camino para no perderme.» {P érez Galdós—ju a n M artin el Empecinado.) DESENGAÑADO Es un adjetivo figurado y familiar que en España significa despreciable y malo, es decir, muchísimo más de lo que le ha­ cen significar entre nosotros los calificadores de bellezas fe­ meninas y aun de hermosuras masculinas, según quienes las frases: «Juana es a tid ñ g n es » , «Pablo es el más desenga ñado de sus hermanos», equivalen á «Juana no es bonita», «Pablo es el menos buen mozo de sus hermanos». Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" DES DESENRAIZAR . «93 D ESRAIZAR La fácil formación de verbos de esta naturaleza, ocasiona que el vulgo, expedito en sus procedimientos, no se detenga á averiguar cuál es la voz castiza, y encuentre más fácil y presto criar una palabra que llene las necesidades del mo­ mento. Arrancar de raíz un árbol ó una planta, , que posee además otras significaciones, aunque figuradas. Erradicar, tiene significado igual: arrancar de raíz. Descuajar, sacar de cuajo ó raíz, equivale á los dos verbos anteriores; pero la Academia lo limita como término de agri­ cultura. En obras antiguas encontramos desraigar. DESENTECHAR. D ESE N T EJA R Ahí está la mina. Con las preposiciones inseparables des y en ya hay el material suficiente para fabricar una buena co­ pia de palabras. Así como nuestros indios del Oriente no necesitan venirse á lo civilizado de la República para proveerse de dinero, sino que les basta acudir á los ríos auríferos y tomar una pepita que, sin cuños ni sellos, les sirve excelentemente para trocarla con una vara de género ó un sartal de cuentas, de igual manera el vulgo no ha menester inquirir si es condición indispensable para que circulen las palabras el que lleven el sello que les comunica ley y valor. No; echa mano á lo tácil y próximo, y posee lo bastante para la vida de relación, para el comercio con sus semejantes. ¿Ni para qué necesita más? Los pueblos cultos hacen un objeto de arte de sus mone­ das: las de cruz bastaban á las antiguas colonias españolas para sus cambios insignificantes, verificados muchas veces en­ tre comestibles ú otros objetos, sin intermedio de signo mo­ netario alguno. No eran tampoco modelos de grabado los ochavos morunos que pasaron á España después de la guerra de Africa. 13 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" DES «94 Ni entechar ni entejar hay en el Vocabulario, por consi­ guiente, tampoco desentechar ni desentejar; pero sí hay techar y tejar, de los que se forman castizamente destechar y des­ tejar. D ESG A RRA R Es otro de los despropósitos que corrigió inútilmente el señor Pedro Fermín Cevallos, lo mismo que el señor Cuervo y nuestro amigo el señor Rodríguez, quien recuerda que Carreño, en su Manual de urbanidad, dice , como los cubanos. Arrancar y arrojar por la boca las flemas y secreciones que se depositan en la faringe, la laringe, la tráquea ó los bronquios, expectorar (ex, fuera de, y , pecho) ó es­ putar. Desgarrar,romper ó hacer pedazos, á viva fuerza y sin e auxilio de ningún instrumento, cosas de poca consistencia, como tejidos, pieles, papel, etc. U. t. c. r. y en sentido figu­ rado, desgarrarse el corazón. || r. fig. Apartarse, separarse, huir uno de la compañía de otro. Asimismo desgarro (rotura, rompimiento. || fig. Arrojo, desvergüenza, descaro); aun cuando significa también afecta­ ción de valentía, fanfarronada, y aun cuando los farfantones escupen por el colmillo, no es en castellano lo que muchos his­ panoamericanos pretendemos que sea, á saber, lo propio que expectoración ó esputo ó escupidura. E scarrar, escarro,son palabras portuguesas q mente, nos fueron traídas de la Península ó del Brasil, y se cambiaron en esgarrar y esgarro ó desgarrar y desgarro. D ESG RA C IA . — D ISPA R A T E Ambas voces toma nuestro pueblo en la acepción de cosa insignijicante ó de ningún valor. DESHOJE Decimos en algunos campos del Ecuador á la operación Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" DES i 9 5 de cosechar el maíz, desprendiendo la mazorca de la caña y de los envoltorios respectivos. Aunque esta operación realizamos nosotros en la sementera misma, debe denominarse , como se llama el propio acto en algunos lugares de España, donde se verifica en los graneros, circunstancia que no tiene por qué cambiar el nombre de la cosa. Deshoje está bien para significar la caída de las hojas de las plantas; pero deshoja debe nombrarse á la acción arriba explicada, así como (a vc cava de papas hemos de d cave de papas como decimos) es la de cavar, siembra la de sembrar, cosecha la de cosechar, vendimia la de vendimiar y desyerba ó deshierba la de desherbar. Don José María de Pereda, en E l sabor de la des­ cribe la deshoja en el desván de una casa de Cumbrales y nos hace acordar del desgrane en las trojes de nuestras haciendas. «De esta costumbre de vida campestre montañesa», dice, «he ha­ blado yo en otro libro; mas no ha de impedirme esta consideración, que no deja de ser atendible, dedicar unas cuantas pinceladas á aquella deshoja de D. Pedro Mortera, etc.» {Pereda—E i sabor de la tierruca). DESMAMANTAR Desmamar ó denota privación, y de mamas de la madre, ó de crías. ra tesd,de des, preposición inseparable qu mamar,sacar los hijos tetar,dar la teta los DESMANCHARS E No es apartarse de la compañía con que se va. Apartarse ó salirse el ganado de la manada ó rebaño, se dice desman­ darse ó desmanarse. Por esto el adjetivo es desmandado ó manado, no desmanchado,que significa otra cosa. Desmandarse, de des y minare, conducir el ganado. Todos á un tiempo quieren ser primeros En esta empresa y suerte señalada; Y estaban como lobos carniceros Sobre la mansa oveja desmandada. (E rcilla —L a Araucana.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" DES 196 Uno, dos, diez y veinte desmandados, Corren á la baxada de la cuesta, Sin orden, ni atención apresurados. —La Araucana). Desmancharse significarín más bien deshonrarse ó infa­ marse; pues el sustantivo desmancho equivalía á deshonra ó infam ia. Desmanchar significaba también antiguamente romper las mallas de la loriga; así hallamos en el Poema del Cid: Veriédes tantas lanzas premer e alzar: E tanta adarga aforadar e pasar: E tanta loriga falsa desmanchar. (La Gesta de mió Cid.) Separarse de la compañía con que se iba, como lo hemos expresado, decíase antes desmandar; y separar ó dividir la gente ó el ganado de suerte que cada uno vaya solo ó por una parte, ra fo tsed,verbo igualmente anticuado. «La primera jornada fué combatir una gruesa banda de moros que atravesaban desmandados en Illar; de allí fué sobre Filix; tomóla y sa­ queóla enriqueciendo la gente.» (Don Diego de Mendoza—La guerra de Granada). \ Desmanchar, en la acepcióa corregida, es un lusitanismo; pues aunque los portugueses tienen como los castellanos el verbo desmanar en el significado de apartar el ganado, po­ nerlo en desorden, poseen, además, los vocablos desmanchar (deshacer, dislocar, desordenar, separar, salir de filas), des­ manchado (desarreglado, desordenado), desmanchadlo (fácil de desarreglarse ó desordenarse), y desmancho. DESMANGUIL L A R No es propiamente el cerdear; pues el caballo llador, como decimos los ecuatorianos, no sólo «flaquea délos brazuelos, por cuya causa no puede asentar las manos con Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" DES •97 igualdad», conforme define la Academia el verbo sino que es caedizo. Según los casos, pues, desmanges en cast dear ó simplemente rea c,y el caballo desmanguillador romance cerdeador ó caedizo. Cerdear se emplea también tropológicamente: «Por allá (contestó Fermín), todos comen de la olla grande. Sola­ mente mi padre cerdea; está ya achacoso, y desde la muerte de mi her­ mano José, se le ha venido el mundo encima.» (Se/gas—Nona.) D ESH O N D RA Lo mismo que o n d r a , ondrarondrado) en vez de h o n r a , h o n r a r ,honrado, no son sino voces arcaicas que gran conservador de lo antiguo», el pueblo, ha conservado en uso. Desta desondra que me han fecha los infantes de Carrión, Que P pese al buen rey d’ alma e de corazón. (La Gesta de mió , Cantar I I I .) El casó mis fijas, ca non ge las di yo. Cuando las han dexadas a grant desonor, Si desondra hi cabe alguna contra nos. {Id .— Ib id.) Ondrástesvos,Minaya, ca aun vos lo hedes de far. {Id .— Cantar I.) Mi mugier e mis fijas con Minaya Alvar Fañez, Así como a mí dixeron, hi los podredes fallar. Con gran ondra aducídmelas delant. (Id .— Cantar II.) D ESPA V ISA D ER A ó D ESP A B E L A D E R A Despabiladeras ó espabiladeras, de despabilar ó Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" , esto es, quitar el pabilo de la vela. Si viniese de despavesar ( des y pavesa) debería decirse despavesaderas y no tampoco d e s p a v i s a d e r a . D ESPO STA R ¿Y éste de dónde habrá salido? Cuéntase de un muchacho que se sabía de memoria, sin entender palote, el Credo; y pidiéndole explicación ala madre tocante á la parte de y en Jesucristo su único decía: entiendo un poco, pero cuijo no comprendo absolutamente.» El sed, decimos nosotros, ya lo conocemos: es la boca de tierra del minero consabido; pero postar ¿de dónde ha aso­ mado? Matar, desollar, descuartizar, destazar las reses, suponemos que es lo que entendemos por despostar. ¿Será algo de D E S T A JA R De la mismísima mina, de que hablamos al tratar de los verbos desentechar y ra jetn sd,son , que hemo mado de la preposición des y de , cortar, partir, hacién­ dole significar, no lo contrario del verbo simple, sino una cosa parecida. De ahí eja tsd,que en ecuatoriano vale tanto corte. De la rica mina ha salido h csed,por per veta; é íbamos á añadir también desvestirse fdeshabillerj, que usamos tanto ó más que esra d u n, si no hubiésem dado que no pertenece á la expresada mina, sino al tesoro ó depósito escondido, al arcaísmo, del cual como de los rros, conforme decimos aquí, nos apropiamos con justicia los descendientes de quienes dejaron de aprovecharse del caudal. «Destajar. a. Ajustar y expresar las condiciones con que se ha de hacer una cosa. || ant. Atajar, precaver. || ant. Interrumpir. || Ant. Ex­ traviar, descarriar.» (Diccionario de la Academia.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" DES '9 9 D E S T E M P L A R S E (los dientes). Acaso no sería difícil volver á templarlos, es decir, darles vuelta como á las clavijas de la guitarra, si realmente se templasenlos dientes; lo malo está en que el tal destemple (disonancia de las cuerdas de un instrumento) consiste en «la sensación áspera y desagradable que hace en la dentadura el ácido fuerte de una fruta ó de otra comida agria, ó un ruido escabroso, como el que se causa al romper tela ó rozar metal ó madera fuerte,» que es la dentera. Ya sabemos que en castellano unas veces salen los deriva­ dos de los primitivos extraños, y otras de los ya castellaniza­ dos: a retn d,de sn ed,así como , dentadura^ dental, dentar, dentecer,d entecillo, , dentellado, ra letn d , ra eltn d, , tición, ra lu citn ed, dentículo,, , , dentón, o d u tn e, o d a tn es , , , tar, endentecer; de oo'L, ¿Üo'vítx;, odontalgia; de , sólo * dientecico, dientecillo y o ticen d,que no están en e nario, sin duda porque no suele poner los diminutivos, aun­ que sí se encuentra dentecillo. I . . . ¡Y a estaba yo Rabiando por enseñarla Mi regalo! — ¡ Qué dentera La he dado! — ¡ Qué rabia! — ¡ Anda! {Don Ventura de la Vega— E l Hombre de Mundo.) D ESTO RN ILLARSE (de risa). D esternillar se. Por mucho que se tuerza y se agite y se dé vueltas el que ríe, difícilmente se destornillará;supuesto que no hay tornillos en el cuerpo humano, aunque abunda la gente destornillada. Lo que sí hay es sa lin ret, de las cuales está especialm compuesta la laringe, principal órgano de la voz.—Desterni- \ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" V 200 DIA liarse de risa, equivale, pues, á romperse las ternillas á fuerza de reir. «Siempre tenía Gregorio alguna travesura que contar en el café del Iris, y todos se desternillaban de risa oyéndole.» (Trueba—¡Que gracioso!...») «Porque cada día tenía Gregorio una nueva broma que contarle y con qué hacerle destem plar de risa.» (Id .— Ibid.) No estará del todo mal, sin embargo, cuando D. Antonio de Valbuena, exagerado cuidador de los fueros de la lengua, emplea la palabra destornillarse en la traducción de la obra de Pablo Féval «Les ¿tapes d ' une conversión.» «La cosa era demasiado fuerte. El capitán gritó: ¡Bravo! y la fami­ lia, tranquilizada, hubo de destornillarse de , en tanto que los tres .comisarios se miraban con aire lastimoso al frente de sus constables aturdidos.» {Féval—Las dre—I I I . ) s,a p te etc.—P rim er episodio: La muerte del DESTRONCADO Además del significado recto, cortar ó derribar un árbol por el tronco, no tiene el verbo destroncar otras significacio­ nes figuradas que la de cortar ó descoyuntar el cuerpo ó parte de él, y la de arruinar á uno, , embarazarle sus negocios, etc. Sin duda de la segunda acepción hemos sacado los ecua­ torianos la de o d icea s , desfallecido y hasta moribundo ó mortecino, que atribuimos al adjetivo destroncado. DIALECTO Lenguaje que, sin ser realmente diverso de otro ü otros, difiere de ellos en algunos accidentes analógicos y sintácticos, Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" i DIA 201 y con especialidad en lo que atañe á los sonidos. || Cada uno de Iqs lenguajes particulares de esta índole que se hablan en determinados territorios de una nación, á diferencia de la len­ gua general, oficial y literaria del mismo país. Acento, n ó ica lu d o m, a leu co,tono, según los di sos, denomínanse el modo particular de hablar de cada uno, y el metal ó timbre de voz, más ó menos agradable ó quizá des­ agradable, peculiar de cada persona: á todo lo cual nosotros llamamos impropiamente dialecto. D IA R IS M O Voz que diariamente empleamos en la América española y, según sospecho, aun en España; pero que, á pesar de lo e x ­ presado, no ha obtenido carta de naturaleza de parte de los señores Académicos. Y probablemente porque nos hemos acostumbrado á usarlo, el vocablo nos parece irreemplazable". Periodismo será lo relativo* á publicaciones periódicas en ge­ neral, «ejercicio ó profesión de periodista», como dice el Dic­ cionario, limitando el significado de la palabra definida; mas no el ejercicio ó profesión, para servirnos de los mismos términos académicos, del a tsird,vocablo sí acep Léxico. Hay algo más: puede ya preverse que el nombre periodismo se añejará, acaso quedará arcaico y sin uso, pos­ tergado, ó tal vez sustituido por el sustantivo diarismo. Nada de cosas periódicas, esto es, que requieran un lapso, toleran desde ahora los contemporáneos de la electricidad (no ya del vapor, que comienza á parecerles cachazudo), del aire líquido y quién sabe de qué otros agentes que de hoy á mañana quizá descubrirán las ciencias de magia racional, la física y la química. El propio diarismo echa ya de sus raíces brotes que amenazan secar el árbol primitivo: las ediciones múltiples de las hojas diarias, edición de la mañana, edición de la tarde, acaso edición del mediodía ¿cómo denominaremos al diario de cada cierto número de horas?: ¿bidiario?, ¿tridiario? Diarista sin diarismo no es posible, y si aceptó la Acade­ mia aquel nombre, debió aceptar también estotro. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 202 DOM DOMINGO S I E T E (Salir con un) A quien quiera casi que se le pregunte en el Ecuador cuál es el primer día de la semana, contestará «el lunes». Lo cual depende de que desde la escuela se nos enseña á repetir los nombres de los días principiando por aquél, que según lo sabe el mundo entero excepto el común de nuestras gentes, es el segundo. No solamente, pues, por mentar el día santo entre brujas y diablos, como dice el Sr. Cuervo, cometió desacierto el tonto aquél que, cuando todos en el aquelarre cantaban —Lunes y martes Y miércoles tres, —Jueves y viernes Y sábado seis, I añadió y domingo s i e t e ,— sino tamb lugar el día primero de la semana. En español, como en otros idiomas, el diman­ che, dominica, etc., está dedicado á Dios (Dominas)', en ale­ mán é inglés, al astro rey, al protector de la tierra, al sol, sountag, (ya d n u s n u s’ s day), así como el lun nedi, monday, montag, etc., fue consagrado á la luna, el tes, mardi, martedi, á Marte, etc.; lo cual viene desde los ro­ manos, que daban á los días de la semana la designación de SoJis dies, Lnnae dies, M artis dies, etc.—Los que más clara­ mente señalan el orden de los días, son los portugueses con su segunda-feira (el lunes), terca-feira (el martes), quartafe ira (el miércoles), etc.; pues consideran o domingo como prim eira-feira. Se cree que, por aquello de haber descansado Dios al criar el mundo, el séptimo día, éste es el suyo, dominica dies. No hay tal: el de reposo fue el sábado, sabbati dies, esto es, el día del scliabat,descanso sagrado que, conforme á la ley de Moisés, los judíos debían observar el día séptimo. Los portu- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" DON 203 gueses, que siguen la liturgia cristiana, al menos desde el tiempo de San Jerónimo, fe r ia secunda, fe ria ; fe ria quarta, cambiaron el nombre de séptima fe ria con el de sabbado. Su nomenclatura, por tanto, no es pagana, como son las nuestras. De lo arriba expresado, se deduce que, quienes dicen queel lunes es el primer día de la semana y el domingo el último, salen con un domingo siete; aunque para los efectos de la jo ­ glería, cual decían antiguamente en España, ó del , como decimos aún en el Ecuador, nuestros artesanos hagan tan día de no trabajar el domingo como el lunes, al que algunos llaman domingo chiquito, y otros más entendidos domingo ed n a ,rg y aun San en u L , día muy trabajo. Nuestro salir con un domingo siete equivale á las locucio­ nes españolas irse como por los cerros de , ó salir con unpie de o cn ,a b según los casos. DONA Probable es que el ambiente de democracia que envolvió á las nuevas Repúblicas hispanoamericanas, en seguida de su emancipación de la Península, originó el que, como despectivo respecto del título, se llamase doñas á las indias, y como ade­ hala á las viejas; pues las jóvenes han sido y son h'uambras ó longas. Y tanto nos hemos acostumbrado á la denominación expresada, que hoy tomamos como sinónimos los vocablos india y doña. ¡Qué diferencia de los tiempos en que se compraba por los americanos españoles el derecho de gastar el don! En el Ar­ chivo de Indias de Sevilla he visto una orden impartida á los Directores del Crédito Público, año 1818 (Audiencia de Lima —Est. 1 r 5 —Caj. 6— Legajo 23—Años 1771 á 1825), para que recibiesen mil cuatrocientos reales de vellón de cada una de ciertas personas de nuestra Presidencia «por haberles conce­ dido la gracia de firmarse con el distintivo don.» ¡Y cómo es cosa para desternillarse de risa, después de haber leído las rendidas solicitudes para el logro de títulos, y las informado- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" nes respectivas, el contemplar la estúpida vanidad de los su­ cesores de los recurrentes, que en días de vivos y de despreo­ cupación republicana, se vanaglorian de una nobleza, que ni existió entonces en sus abuelos, ni vale una chita hoy; y que, aun cuando hubiese sido cierta antaño, hogaño se han empe­ ñado en hacer desaparecer los descendientes de aquellos sim­ ples, con la falta de ilustración y hasta de educación, mezquin­ dad de ideas, y ruindad en el porte social, entremezclado todo, eso sí, con la fatuidad y presunción características de los tontos de capirote! ¡Y sin embargo, preciándose de la antigüedad de su ape­ llido! Tan antiguo que ha desaparecido de la haz de la tierra á manera de los animales antediluvianos, como los y mastodontes, por ejemplo; conservado, con todo, en el Ecua­ dor, porque éste es el país de las cosas raras. Preciándose igualmente de no llevar en el rostro ni el color bronceado de los americanos, ni el negro de los oriundos del Africa. Mas esto, de puertas afuera, digamos; que hacia adentro, en el in­ terior de la cabeza, hay oscuridad y negrura y tinieblas de ignorancia y de torpeza. ¡Valientes imbéciles que brillan por el mérito de sus caba­ llos! Pescadores de riqueza en el piélago turbio de herencias infames ó de matrimonios consanguíneos, que precipitan á más honda degeneración una raza ya envilecida. Pero tienen razón; pues así y todo, en países sin sanción ni estímulos nobles de ningún género, ocupan puestos visibles en la sociedad y aun consiguen ir á lugares elevados en la po­ lítica: para lo que les sirven admirablemente las cualidades negativas que poseen con prodigalidad. Por lo que atañe á los expresados, paréceme completa­ mente lógico que hubiese pasado el don á los indios y hasta á los indios más burdos. DUEÑO (La) Ha hecho muy bien la Academia al poner en artículo aparte de su Diccionario el sustantivo , sobre todo si quedan todavía en España personas que, como aquí, no quie- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 205 DUR ren por nada que la mujer que tiene el dominio de una finca ó de otra cosa sea ^ a ñ eu dyDios que es Dios, la llaman la due aunque, en verdad, la terminación masculina haya sido reser­ vada sólo para poquísimos casos, como por ejemplo, el de la frase amorosa dueño mío y no dueña mía que, con razón, cita la Academia. Pero sube de punto el adefesio cuando se emplea el femenino con el artículo masculino. Después de la corrección de Cuervo en sus Apuntaciones críticas, no tocaríamos el punto, si no hubiésemos leído re­ cientemente en algún periódico el defecto censurado. «Por echarla de remirados y pulcros en el hablar» escribe el muy erudito filólogo mencionado, «dicen algunas y algunos: «yo soy la o ñ e,u d tú eres la dueño de la casa... Este es un error garrafal, porque ó se considera á dueño como epiceno (esto es, como significativo de los dos sexos sin variar de gé­ nero gramatical), y entonces hay que decir «el dueño de la casa es Diego, el dueño de la casa es María»; ó bien se le dan las dos formas o ñ eu d,dueña.» «Pero la imagen de la muerte se había apoderado de sus ojos, y era dueñade su pensamiento.» —Dos muertos vivos.) DURMIENTE Traviesa. Durmiente es el madero colocado horizontalmente y sobre el cual se apoyan otros, horizontales ó verticales. , además de otros significados, tiene el de cada uno de los ma­ deros que se atraviesan en una vía férrea para asentar sobre ellos los rieles. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" i E EC H A R SE y El verbo echarse es riquísimo en significados como activo; como reflexivo posee algunas acepciones, entre las cuales se hallan apoyarse con todo el cuerpo sobre una superficie hori­ zontal^ y tenderse uno vestido por un raio más ó menos largo. Para nosotros es perfecto sinónimo de acostarse: así decimos «Voy á echarme, ya es tarde. Juan está todavía echado. Pe­ dro desvístete y échate: estás enfermo.» Ejemplo el último en que se manifiesta que no se hará lo tal sólo por un rato y ves­ tido. Hemos oído emplear el verbo echarse con la significación indicada, en muchos lugares de Hispano América. En cuanto á la locución echar en , observa el señor Cevallos, que es desembarcar alguna cosa; cuando se quiere expresar la idea de que'se ha destruido ó arruinado algo, ó se ha rendido ó derribado á alguno al suelo, hay que emplear otro verbo ú otra preposición: dar en tierra, echar por tierra. ELE * . Sospechamos que el elé de nuestro pueblo, á pesar del as­ pecto de interjección ó de adverbio que toma según las cir­ cunstancias en que se le usa, no es otra cosa que el hele espa­ ñol, ó el hele ahí contraído y contrahecho en elái. En efecto, se halla algo que se ha perdido, y se exclama elé; nos topa- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 208 EMB mos con alguien á quien no hemos visto algún tiempo, y pro­ rrumpimos en «ele, pues, fulano.» Y aunque para manifestar extrañeza ó admiración el pueblo emplea también su elé enfá­ tico, con todo creemos que no es sino, conforme lo hemos di­ cho, la expresión arriba anotada. ELECCIONARIO Hablamos mucho y frecuentemente, y con razón y como justa aspiración de republicanos, de libertad eleccionaria. Está muy bien; pero no lo está el adjetivo, ya que lo pertene­ ciente á la dignidad ó á la calidad de elector, lo relativo á elec­ tores ó elecciones, es electoral. La Libertad Electoral se denominaba, por esto, un diario fundado, para defender esa basa de las instituciones democrá­ ticas, en la sensata República de Chile, donde la única revolu­ ción que ha perturbado después de muchos años la paz in­ terna fué motivada por la necesidad ineludible de hacer que la república fuese república, merced á la obtención de lo que por excelencia la constituye: la libertad electoral. Enemigos en principio de toda revolución, juzgamos no obstante que, si Chile obtuvo de la que tan hondamente le conmovió no há mucho, la libertad del sufragio, no se pueden considerar como un despilfarro el centenar de millones de pesos y la vida de diez mil ciudadanos que costó aquella inestimable conquista. —Bélgica trata de afirmar aun más la libertad electoral y sus benéficas consecuencias por medio del voto plural, concedido á gentes exentas de las venalidades que ocasionan la ignoran­ cia y la miseria. ¡Cómo aseguraríamos la paz interior los ecuatorianos, si gozásemos de la libertad indispensable para elegirnos los go­ bernantes, escogiéndolos entre los ciudadanos' más patriotas, inteligentes y honorables! EM BA R C A R SE (en coche) Los pueblos de la costa son en todas partes los primeros que gozan de los descubrimientos, inventos y comodidades Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" EMB 209 del progreso; y por lo mismo nuestras ciudades de cerca del mar, gran camino del universo, han debido poseer carruajes antes que las ciudades serraniegas. Acostumbradas aquéllas á los barcos,vehículos flotantes apropiados á sus necesidades,— por razón de similitud entre el ir en coche y el ir en barco, llamaron naturalmente embarcarse á aquello como á esto. De allí debió de trasmitirse al lenguaje de los habitadores de la sierra el verbo de que tratamos. Cierto que por catacresis, así como se dice ir á caballo en muía, instar montis equum ijd ec, podría decirs carse en coche; pero esta manera de expresarnos no hace falta, pues subir en eh c,o para la acción inicial, é ir en coche ex­ presan sencilla y perfectamente la idea, sin necesidad de figu­ ras retóricas. Y á propósito de embarcarse en , como decían los qui­ teños especialmente cuando se vió rodar el primer carruaje, ó mejor dicho, dar tumbos por nuestras escabrosas calles, se nos viene á la memoria que, en la época memorada, hubo conce­ jal que opinó que los trastejos de ruedas debían ser prohi­ bidos severamente como productores de terremotos artificiales que convertirían en escombros nuestra linda ciudad. La poli­ cía, por consecuencia, impidió la salida de cubil del monstruo destructor; y en cierta ocasión que fué desobedecida, impuso una multa al dueño de la alimaña, quien conservaba en marco y bajo vidrio, hasta no há mucho, la papeleta de imposición de la referida multa. Lo cual á su vez trae á la memoria que en España se pro­ hibió hacia 1577 el uso de coches «por ser perjudiciales á la hacienda, caballería y honestidad»; y esto á pesar de que lle­ vaban treinta y un años de pacífica posesión en las polvorien­ tas calles de algunas de las ciudades españolas, pues el primer carruaje fué introducido hacia i 5 q6 en tiempos del César Car­ los V.—Casi un siglo más tarde se establecieron en Madrid los coches de alquiler ó sen o m i , cuyo nombre proviene de món González, á quien junto con Diego de Robledo, se les hizo merced, por provisiones reales de 1639 y 1640, del es­ tanco de alquilar coches de rúa con caballos. En Francia proviene el nombre fiacre de la efigie de San Í4 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Fiacro, que adornaba el pórtico de la casa de la cual partían, en París, los primeros birlochos de alquiler. Pascal suminis­ tró la idea de fundar el servicio de carruajes públicos. La pa­ labra Jiacre, que no está en el Diccionario castellano, fue usada por L. Moratín: «Me parece que ni los (Cari, EMBAYADO La persona enojada y enfadada con poco motivo, bejín. «Bejín. Especie de hongos redondos y huecos que fácilmente se rompen y sueltan un polvo negro. Unos dicen que se llaman , xines, de su semejanza con una vejiga; y otros del latín v vento­ sidad, por haberse comparado el sonido apagado que despiden al rom­ perse con el de las ventosidades. Esto último parece lo cierto, y lo confirman las denominaciones vulgares lykoperdon del griego, pet de llop del catalán, y vesse-de-loup del francés.— Metafóricamente pasó be­ j í n á significar el niño que se hincha de enojado, y después de haber hecho pucheros, dispara en llorar.» (Motilan— Diccionario etimológico de la lengua castellana.) EM BA YA R SE Con sobrada justicia, el Breve catálogo de errores en orden á la lengua,dice: «Embayarse—Será ponerse ó hacerse bayo. ¡Allá se lo hayan!— esra jo n E,molestarse.» EMBONAR Úsase por EMPAÑETADO, ra m lp e,ensamblar. EM PAÑ ETAR Hay un nombre y un verbo de lenguaje común, y' otro nombre y otro verbo técnicos de albañilería, cuyas significa­ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" EMR 2 I I ciones, con pequeña diferencia, son las que damos á los voca­ blos arriba escritos: enlucido y enlucir, jaharro y jah arrar. Enlucido—Capa de yeso, estuco ó argamasa que se da á las paredes para que desaparezcan las desigualdades ó junturas de los materiales con que fueron construidas. E n lticir—Poner una capa de yeso ó argamasa á las paredes ó techos de un edificio. Ja h a rra —Acción y efecto de jaharrar. Jaharrar—Allanar la pared, igualándola con yeso ó arga­ masa y raspándola. Del árabe , cal, , encalar. EMPAQUETADO, EM PAQUETAR, SE Del vocablo de uso familiar etu q a pu s jeto que sigu rigor las modas y va muy compuesto; ó del sustantivo igual­ mente familiar empaque', traza y aspecto de una persona, se­ gún los cuales nos gusta ó desagrada á primera vista; debemos de haber formado el verbo p m e ,á saber, a adornar á una persona ó adornarse ella propia con esmero, a c i c a l a r s e ,ó familiarmente em pese, cinco aljileres ó con todos sus aljileres; y de allí mismo el nom­ bre empaquetado, da, con que calificamos á los ó las y en especial á los individuos llamados con voz española, to­ mada del francés, sertm ip.No sé si el barbarismo empaque­ tado corresponda también á los vocablos castellanos , barbilindo y barbilucio. EMPECINADO Esta palabra, en el sentido que la empleamos los ecuato­ rianos, es un tropo de otro tropo. Con efecto: á los naturales de Castrillo de Duero, llaman ó llamaban en España, los em­ pecinados, á causa de poseer aquel lugar un arroyo de aguas peceñas, que denominaban pecina. Por antonomasia apellida­ ron el Empecinado al célebre guerrillero don Juan Martín, na­ cido en Castrillo; y, sin duda, por el tesón de este heroico defensor de la independencia española, damos en nombrar empecinados á todos los que manifiestan grande firmeza y cons- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 212 tancia en lo que se proponen. Así decimos: «don Pedro está empecinado en ser presidente, Antonio empecinado en seguir su pleito», etc. Equivale, pues, á obstinado, encapri­ chado, y aun vale más que estos calificativos. O pudiera ser que nuestro empecinado proviniese de la propiedad pegajosa de la pez, difícil de desprenderse de la mano ó de algún objeto, como la porfía, obstinación ó capri­ cho del individuo que los posee. Empecinado, según el Léxico, es sólo el que por oficia saca ó fabrica la pez, ó el que trata en ella. E M P IP A D A ¿Se dirá porque llaman pipa á la barriga? Dígase ,n ó ca rt hartazgo. EM PIPARSE Don Rufino J. Cuervo pone en la Lista de voces que se de­ rivan de raíces castellanas y no lo son ellas mismas, el verbo apiparse, que corrige esra th,; atracarse. Con ello zan el doctor Cevallos y el señor Rodríguez el , que decimos los ecuatorianos y chilenos. Sin embargo, es de uso común y familiar en España el verbo empiparse en la acepción de hartarse. También empi­ pado en la significación fig. de harto. EM PLUM AR, En vez de h u ir, fugarse,etc., parece que es d significación común en Sud América; pues lo corrigen el señor Cuervo, el doctor Cevallos y don Zorobabel Rodríguez. El Diccionario define emplumar poner plumas en una cosar ya sea para adorno, como en los morriones y sombreros; ya para que vuele, como en la saeta; ya para afrentar, como se hacía con ciertas mujeres. En el sentido de enviar se usa en España: Lo emplumaron á Ceuta. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 213 ENA EM PO TRERAR Dígase ra jb eh, apacentar ó meter uno sus ganados en una dehesa ó prado para que pasten. || n. Pacer ó pastar el ganado. U. t. c. a.—También se dice herbajear y endehesar. EM PRETECER Ennegrecer. Decimos que se empreteceel que, por vivir á la ú otra causa, pierde el color blanco de la piel. Preto, como sustantivo, en portugués se dice al hombre etíope ó de color negro, de donde probablemente hemos sa-. cado nuestro verbo. O acaso vendrá de prieto. EMPUÑADURA \ * Asienta el Diccionario que es la guarnición ó puño de la espada; la pieza que guarnece la parte superior del bastón, puño. Lo mismo deben llamarse las del paraguas, quitasol, sombrilla, aunque no lo diga la Academia. «La raíz es como un palo, ó como un bastón sin puño ni contera.» (Motilan—Rudimentos de etimología.) EN A LFO M BRA D O Hablamos ya de cierta mina para la obtención ilimitada de vocablos nuevos, flamantes, gracias á las preposiciones inse­ parables en ó n i ,y ,sed—mina á la que p brado y enalfom brar, en vez de alfombrado y alfom byar; enconfitado y ra tijn o ce, sustitución de confitado y confitar; entechado y ra h cetn,entejado y , con que reemplaza­ mos techado y ra h cet,tejado y Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 214 enc ENANCADO La natural tendencia á la concisión nos ha hecho reempla­ zar la perífrasis ir á ancas ó á las ancas con el verbo enancar ó enancarse', ir una persona en las ancas de la caballería que monta otra persona. EN CA LM ARSE Sofocarse las bestias por trabajar mucho cuando hace de­ masiado calor ó están muy gordas es, ciertamente, diverso de alm agrarse ó enflaquecerse por morriña, anorexia ú otro mo­ tivo. Por esto Ercilla, en La n a c,u rAparte I, C pués de describir un prolongado, tenaz y sangriento combate en la cuesta de Andalicán, agrega que Floxos ya los caballos y encalmados, Los bárbaros por pies los alcanzaban, Y en los rendidos dueños derribados, La fuerza de los brazos ensayaban. r ENCAMOTADO, ENCAM OTARSE, Los que los oigan en el Ecuador, tradúzcánlos , enamorarse. Quién sabe qué afinidad tendrá con el Niño de las flechas el camote (batata)—bueno más bien para cataplas­ mas desinflamantes, que para algo que enardezca,—cuando de su nombre se han formado las voces anotadas. Averigüelo Vargas. « i ENCANIJADO , EN CANIJAR Canijo, ja , adjetivo familiar, que se usa también como sus­ tantivo, y que es igual á débil,enfermizo. flaco y enfermizo; dícese más comunmente de los niños; en- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" magrecer, adelgazarse como una caña, , de donde viene canijo. Acaece que se pone tesa la persona que se hiela, y por consiguiente, como un madero ó un tallo cualquiera, inclu­ sive la caña; pero no hemos de sacar de ahí que encanijarse valga tanto como arrecirse ó eta;ni que en ecuatoriano reemplaza á n a c ,tenga la aterido ó o d icera , ó pasmado ó entumecido por exceso de frío. EN CARADO Encarar, esra cn, no tienen otras acepciones que la de ponerse uno cara á cara, enfrente y cerca de otro; y con los nombres a tes , zu b a cr , etc., la de apuntar, dirigir á alguna parte la puntería. El participio o d a rcn e , aunque pasivo por su terminación, activo por la significación, no expresa otra cosa, en conse­ cuencia, sino que un individuo está enfrente de otro, esto es, vis-à-Qis, como se diría en francés; aunque quizá la acción del que se encara no sea tan urbana como da á entender la acaso deficiente definición del Diccionario. Significa también que la escopeta ú otra arma está dirigida ó apuntada á alguna parte. Nos expresamos, pues, impropiamente, cuando decimos -que Fulano es mal encarado. Por mala ó terrorífica que sea la cara, la partícula en está de más. , con los calificativos bienó mal\ que tiene buena ó mala cara. Que en la baranda apoyado, Al occidente Gran rato permaneciendo En una actitud inmoble. só ra cn e, (Saavedra— Una noche de M adrid—Romance I I , La Meditación.) «Y tan presto se levantó un cochero viejo de aquéllos, barbinegro y mal o d a r,c y dijo...» (Quevedo—Las zahúrdas de Platón.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ENC 2l6 El Diccionario de 1899 acepta ya el adjetivo que estudia­ mos, como equivalente á carado. Bastaba con uno de los dos. Ojalá la Academia, en vez de multiplicar sinónimos, destinase los lugares respectivos de su libro á acoger neologismos ame­ ricanos indispensables, como son los que significan cosas nuevas. EN CARN E El color de carne con que se pintan los rostros de las figu­ ras humanas, se llama encarnación. Encarne, término cinegético, significa primer cebo que se da á los perros, de la res muerta en montería. Regularmente suele ser de las entrañas y la sangre. ENCARCELAM IENTO Encarcelación, acción y efecto de encarcelar. EN C A RPETA R La frase figurada dar o za tep r,c—suspende tarías la resolución de alguna solicitud, no dándole curso,— ha sido reemplazada por nuestros oficinistas con el verbo carpetar, reemplazo que no ocasiona sino una disminución en la fuerza de la expresión; pues encarpetar es guardar papeles en carpetas, cosa que sucede también con el recurso ó memo­ rial que se desea ra v, es decir, tenerlo varado ó d Está bien, pues, dar á conocer la expresión propia; aun­ que sin censurar el uso del'verbo, castellano y aplicable al caso referido. EN C EN EG A RSE Encenagarse. Como natural consecuencia de denominar ciénega á la cié- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ENC naga y cenegal al nagarse. 217 la g n ec, decimos encenagarse en vez de enc «Anfibio monstruoso que brota de las orillas entre Strasburgo y Maguncia.» del Rhin, (Castro y Serrano—E l Libro.) Quiere aquélla el descanso, y en el lodo Nos hunde perezosa y encenagada. (Espronceda—E l Diablo Mundo.) EN C O N T R A R La Academia ha resuelto, gracias á Dios, la antigua cues­ tión relativa á la diferencia entre los verbos encontrar y hallar. Encontrar. Topar una persona con otra ó con alguna cosa que busca. Hallar. Dar con una persona ó cosa sin buscarla. Lo que está de acuerdo con la acepción de hallazgo. Mase, pues, sentenciado el pleito en favor de Orellana; sólo que en definitiva, según los señores Académicos, ha­ llar y encontrar significan lo mismo. Véanse la segunda acepción de encontrar y la ídem de hallar. Lo cual es tan terminante como aquello de: «Unos dicen que sí, otros que no; yo soy de la misma opinión.» EN CU ARTELAD O __________________________ \ Dígase acuartelado. «Donde ten los pueblos del Ñapo) Gonzálo Pizarro fué á ser testigo de la destrucción de unas sesenta casuchas del lugar en que se hallaba acuartelado.» (C so la v— e Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Resumende la ENC 2IS «Mas fracasó la empresa de los republicanos, porque no les secun­ daron en el asalto los que debían acometer á las tropas de Santa Fe y Cuenca, acuarteladas pared en medio con las otras.» (H H .de las E E . CC.— Compendio de la Historia del / Acuartelar. a. Poner la tropa en cuarteles. U. t. c. r.—No e n c u a r t e l a r . EN C U LEC A RSE, EN C LU EC A RSE Dígase enclocarse,encloquecerse. Así como de las gall y otras aves, que dejan de aovar y se ponen idóneas para em­ pollar, se ha de decir que están cluecas y no culecas. \ ENCURTIR Anotada la diferencia entre encurtir y se verá que no puede usarse indistintamente el uno por el otro. E ncurtir,define la Academia, hacer que ciertos frutos ó legumbres tomen el sabor del vinagre y se conserven mucho tiempo teniéndolos en este líquido. Es siempre verbo activo. Curtir, adobar, aderezar las pieles. Figuradamente se usa también como reflexivo, endurecer ó endurecerse el cutis de las personas que andan á la inclemencia. || Acostumbrar á uno á la vida dura y á la intemperie. Encurtidos son, por tanto, los frutos ó legumbres que se han tenido en vinagre; y so d itru c,el cuero adere mente con tanino, el cutis endurecido por el sol y el aire, y la persona acostumbrada á la vida dura y á las inclemencias del tiempo. EN C H A PA R R A R SE Embosquecer. Es decir, cubrirse de bosque un terreno. Hacerse bosque, ó boscaje, ó espesura. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" EN C H ISPA D O , E N C H ISP A R , E N C H IS P A R S E El que se pone alegre ó casi embriagado por el licor, está achispado ó chispo (adjetivo familiar). El verbo castizo es achispar, que se usa más como reflexivo, según lo anota la Academia. Los sinónimos de las voces expresadas son múltiples en el Ecuador; pues no solamente los aficionados se , pillan una m on a, se n a h cr,o b m e se e, se les s á la chimenea, etc., sino que se ponen ó se , se emperican, se meten ,cirep se a , están , se < monan, y por fin, se n a m u h c ,que es la expresión más por nuestro pueblo. Naturalmente, hay diversos grados de , entre el ale­ grarse y el estar hecho una uva. ENDENANTES El señor Cevallos corrige este adverbio, anticuado en Es­ paña conforme lo dice el Diccionario de la Real Academia; pero en pleno uso entre los ecuatorianos. Propone el mencio­ nado señor, para substituir á d n e— , , nantes y deantes. Mas hay que notar que los adverbios de tiempo setn a, e n a n t e ,donantes y , son, lo m la voz corregida, arcaicos y además no sinónimos. Véanse las diferencias, según Garcés: « i.° Deantes, denantes.—Diferénciase este primer adver­ bio del segundo con mostrarnos estado ó cosa que se ha inte­ rrumpido y vuelve á su sér. «Al tercer día tornó á ser dellos (escrúpulos) combatido como deantes.» i ( — a rien d b R Vida de San Ignacio, lib. i .°, cap. 6.°) «Quedándose tan entero y tan grande como .» (Granada— Guía. Libro i.°,p a r t. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" cap. 29.) 220 END «Abrazó (Corchuelo) al Licenciado y quedaron más amigos que deantes. » (Cervantes en el Ing. H id., part. i I , lid. °, cap. 29.) 2.0 Asienta el segundo sobre dicho ó palabra proferida poco antes: ✓ «Le volvió á preguntar ( Dorotea á doña Clara) qué era lo que le quería decir denantes. » {Cervantes enel Ing. H id. , part. /.a, lió. «Aunque denantes dixe que yo era Licenciado, no soy sino Ba­ chiller. » { E l mismo, part. /.*, lió. , cap. 19 .) «Denantesle oí hablar (al Mayordomo) y no pareció sino que la voz de la Trifaldí me sonaba en los oídos.» {E l o m si, part. 2.*, libro 7 {Garces—D el vigor y elega?icia de la lengua española.) Antes no denota tiempo limitado respecto de la anteriori­ dad: exprésalo mucho ó poco, según los casos. m «Talaba nuestras tierras (el Rey moro), trocado en atrevimiento el temor y miedo que los moros tenían antes.» {M ariana— Historia de España.) En cuanto á setn a, no citado tampoco por G Diccionario dice que equivale á , primera acepción,— adverbio que denota prioridad de tiempo ó lugar,—pero lo tacha de anticuado, aun cuando, agrega, se usa todavía entre la gente del pueblo. Tal cual lo afirman los Académicos lexicólogos, está á la verdad el vocablo en los escritores castellanos, como puede verse en el siguiente ejemplo: ¡O ínclito Conde! quisiste tan fuerte Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 'l omar con los tuyos enantes la muerte Que con tu hijo gozar de la vida. (Juan de Mena—E l Laberinto.) \ Endenantes, adv. t. ant. Antes. No estaba, pues, en lo justo, don José Joaquín Mora, cuando al nivel del despeluzo causado por el empleo del trar y del asco producido por los regüeldos de gentes incul­ tas, ponía el desagrado que le ocasionaba el endenantes de los chilenos, al alejarse de quienes tenía el contento de no oir ya más V El dentrar y el endenantes Y los regüeldos sonantes Del Señor de la Calera. E N D O SE • Endorso, esto es, en el ro d, revés ó e donde comunmente se escribe la cesión ó traspaso que se hace de una letra, vale ó pagaré á favor de otro. Endoso no es sino la propia voz sincopada. El nuevo Vocabulario acepta ya endose y conserva endoso y endorso. Véase lo dicho al fin del párrafo acerca de Enca­ rado. é EN FERM ARSE No es reflexivo. Juan ó m refn,no se enfermó. ENFERMOSO Dígase enfermizo. EN FLO RAR No hay en el Diccionario; pero sí el anticuado enflorecer. No obstante, hallo en Lope de Vega: , florecer y hasta < Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 222 ENQ Mayo los campos enflora. (S. Diego de .) EX G A X G R EN A R SE Decimos, cuando no caer ,c á can á fpouo, consumir, comer), morirse parcialmente, desorganizarse, pudrirse una parte blanda del cuerpo animal. Cuando la gan­ grena, mortificación ó extinción de la acción orgánica ataca todo un miembro ó un órgano compuesto de varios tejidos, muscular, nérveo, óseo, etc., toma el nombre de esfacelo (ScpaxeXo;). Según algunos autores, la palabra gangrena vendría de la voz céltica n a g,que significa lo mismo. EX G A ST A D O R Es el que encaja y embute una cosa en otra, como una piedra preciosa en oro ó plata. El soldado que va á la cabeza del batallón, destinado á franquear el paso en las marchas, para lo cual lleva pala, ha­ cha ó pico, se llama ro d a tsg, no , como d los ecuatorianos, sin duda para diferenciar al dicho soldado de la persona gastosa. ✓ Y con siete mil soldados, Dignos que el sol los envidie, Sin la chusma y Izaron velas sutiles. (D r. G abriel Téllez—M arta la .) EN G A T ILLA R Probablemente hemos formado de gatillo; bajar la cabeza el caballo, arrimando la boca al pecho, . Si por engatillar se entiende ponerse erguido y elegante: enga­ llarse. Engatillado, en castellano, es lo que nosotros denominamos Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ENQ 223 cargado ó cogotudo en los toros y caballos, esto es, que tienen gran cerviguillo ó sea que, como dice el Diccionario, tienen el pescuezo grueso y levantado por la parte superior. E N G E ST A D O Agestado. De a y o tsegque , no equivale á ceño, ni solamente á mueca, sino expresión del rostro según los diversos afectos del ánimo, buena ó mala: buen gesto, mal gesto. «.<Estaba un hombre en Francia, llamado Pedro el hermitaño, natu­ ral de la ciudad de Amiens, de sangre noble, y que seguía la milicia, si bien era de pequeño cuerpo y mal agestado; de manera que era al pa­ recer despreciable.» (Sandoval—Crónica general de España.) «Fué alto de cuerpo (Don Juan II) y de grandes miembros; pero no de buen talle, ni de grande fuerza, de gesto, blanco é rubio, los hombros altos, el rostro grande, de habla arrebatada, sosegado é manso, muy mesurado é lleno en su palabra.» (P érez de — n á m zu G Generaciones y Si gran fortaleza templanca y saber Pueden prestarnos varón muy apuesto Si es esso bueno lo qu’ es muy honesto Bien sé yo luego quien vos podeys ser. Soys el que á todo pesar y plazer Hazedes un gesto alegre y seguro Soys fortaleza de tan rico muro Que á toda fortuna podeys atender. (Juan de Mena—Pregujitasy respuestas.) Pues con desabrido gesto Y con burladora rabia, Que no recuerda, responde, De cuanto le dicen nada. V ( Saavedra — em bajador español.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" El que tiene el hábito ó costumbre de hacer gestero. , se dice ENHACENDADO Hacendado.—El que posee bienes raíces. E N JA E Z A R Es adornar á las caballerías con jaeces; poner la silla al caballo, ra lisn e, como también decimos y muy bien; po la albarda, enalbardar ó albaldar. Al excelso Dictador Eríjase estatua ecuestre: Merécela ¡Voto á Dios! Albardada y sin jinete. EN JAG U A R, EN JAGÜ E El verbo ni siquiera está en el Vocabulario; el sustantivo sí, pero con el significado de adjudicación que se hacía á los acreedores ó interesados en una nave en satisfacción de sus créditos. Enjuagar—Limpiar la boca con un líquido; aclarar y limpiar con agua lo que se ha jabonado ó fregado. eu g a jn E, enjuagadura ó enjuagatorio. Acción de en­ juagar. «Administrador, que administra, y enfermo que se enjuaga, algo traga.» (R efrán.) ENJUGAM ANO S Catalanismo: aixugamá. Dígase toalla ó paño de manos; no tampoco sólo paño,como solemos tambié que sirve para secarse y limpiarse la cara y las manos. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ENT 225 / ENLAZAR Además de los otros significados, tiene para nosotros el de arrojar el o za l , veta ó cabresto(Véans cuernos ó al cuello de los animales para cogerlos. EN RAIZAR Arraigar, echar ó criar raíces. Fig. Hacerse muy firme y difícil de extinguir ó extirpar un afecto, virtud, vicio, uso ó costumbre. EN RE P IS T A El que enreda ó figurada y familiarmente el chismoso y embustero son e n r e d a d o r e s . EN SA RTA R (la aguja). Ensartar está bien por formar sarta ó , á saber, pasar por un hilo, alambre, soga, etc., varias cosas, como per­ las, cuentas, anillos, etc.; pero no en vez de pasar la hebra por el ojo de la aguja, enhebrar. Podríamos, pues, ensartar agujas; mas tratándose de sólo una, la enhebramos. ENTIERRO Ruina, muerte, sepulcro, entierro en realidad de los mono­ maniacos que se dan á la simpleza de gastar los monises, bus­ cando lo que no han guardado, esto sí podrá significar la pa­ labra que anotamos; pero no depósito antiguo de dinero ó alhajas escondidas y cuyo dueño se ignora, es decir, lo que en castellano se llama tesoro. Conocí un maniático de éstos, que partía anheloso el pan que iba á comer en cuyo migajón creía siempre encontrar una peseta. 15 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 226 EPI i Una de las múltiples manifestaciones de ese feroz Proteo que se llama envidia, común especialmente en los poblachos donde todos conocen á todos, consiste en atribuir al hallazgo de un entierro lo que el prójimo debe á la honradez, al tra­ bajo, á la prudente economía; mientras la ruina propia se achaca, no á los vicios, ni á la ineptitud, sino á la suerte, po­ bre Hada en cuyos hombros se cuelgan los sambenitos que justamente pertenecen á los picaros y á los tontos. Por esto oímos con frecuencia: «¡Qué gracia la riqueza de don Pedro, si halló una fanega de perlas al demoler su casa para reedifi­ carla, ó un baúl repleto de peluconas, al abrir una zanja!» Y todavía hay que agradecer que no sea con el aditamento de que la casa era ajena, y que sabiendo lo del , don Pedro la compró por cuatro reales, abusando de la penuria del vendedor. El arte, ciencia ó no sé como llamarla, de descubrir entie­ rros es bastante complicada, según informes que he recibido de peritos: han de buscarse donde , á la luz de un palo de romero hecho ascua y agitado por la mano derecha de un zurdo, no se ha de chistar palabra durante la operación, los trabajadores han de llevar escapularios de cresta de gallina clueca; cuando se descubra un signo de la certeza del , se ha de mirar el lugar de la excavación cerrando el un ojo. Me olvidaba de lo principal: desde ocho días antes se ha de ayunar si es posible en absoluto... á fin de destinar ese dinero más, el de la economía, á enterrarlo en la excavación que se haga. Es probado. «lil descubrimiento de un tesoro es una especie de invención ó hallazgo. Se llama tesoro la moneda ó joyas, ú otros efectos preciosos, que elaborados por el hombre han estado largo tiempo sepultados ó escon­ didos sin que haya memoria ni indicio de su dueño.» {Bello—Proyectos de Código C ivil.) E P IL E C S IA Epilepsia, a ícerfl , a íselrptec. Aun cuando se haya usado en castellano el adjetivo Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" EPI 227 láctico, la enfermedad se llama , palabra conforme á la etimología eTtíXyjcjiíu (porque el enfermo cae bruscamente como tomado y empujado ó lanzado con violencia por una causa externa). Conocida desde la más remota antigüedad, la epilepsia es una de las enfermedades que mayor número de nombres han tenido: recordaremos sólo las denominaciones castellanas y las de otros idiomas, que apoyan lá castiza pronunciación del vocablo. Los griegos llamaban á la afección s~tX7¡c[>’.a, lo mismo que en español, y si rtXvj l os latinos, ep ilep ticu s ó ó ep ilen ticu s su ,brom a ito lp e, , ep ilen tica , simplemente e p ile p sia ; los ingleses y los alemanes e p ile p s ie ; los italianos ep ilessia ;los franceses los españoles epilepsia, a lfe re c ía (del árabe a l m a l de , m al caduco, gota la ro c, g r a n m a l y aun p erle sía por las convulsio nes del paciente. «El evangelio faze mención que sanó nuestro Redentor Jesús un hombre que entonce de su enfermedad caya á tierra y echava espuma por la boca. Esta enfermedad es comunmente llamada el gran y los phísicos la llaman epilencia y nosotros coral: ancianamente la llamaran yra de Dios. Esta enfermedad, según Constantino, es una humor: por el qual los pequeños vientres del celebro son cerrados y no del todo, y empacha el espíritu del anima de fazer liberalmente sus obras tasta tanto que natura haya librado y abierto las ya dichas venas para que el anima torne en su libertad y obre. Algunos la llaman la pasión sagrada: porque revna en la parte más sagrada del cuerpo que os en la cabeca. Otros la llamaron cades porque es fuerte como Ercules. Otros dixeron que era el mal que hombre cae, ca coando ella viene cierra los nervios y venas del celebro: así que los miembros que son instrumentos de los sentidos no pueden ser gobernados por la filena de los espíritus: y así cumple que el cuerpo caya á tierra. Esta enfermedad es cerca de aploplexia, ca todas dos son engendradas de una materia fría y viscosa en un lugar.» (F r. V cente de Burgos—L ibre de rerum en ro ­ mance—/ ncunable.) 1 / «Ni en su vida conoció otro mal, sino una especie de alferecía que le amagaba de cuando en cuando.» {Don Leandro Fernández de Moratín—E l sí de las niñas ) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ERO 228 Felipe, si perlesía Finges, no por mi deseo A mí me da (cuando veo Tu alférez) alferecía. (F r .Gabriel — zeléT Marta Sin poderme defender, Por tu ocasión vengo á ser Enfermo de perlesía. {Téllez—Marta la piadosa.) EROGACIÓN, ERO GAR, EROGANTE Erogación, acción y efecto de erogar. Erogar, distribuir, repartir bienes ó caudales. Dadas las dos definiciones precedentes, cualquiera cono­ cerá el error del empleo del verbo y del sustantivo apuntados, en los siguientes fragmentos de periódicos: «El señor don N. N. erogó la suma de $ 200 para la com­ pra que hemos expresado.» «Las mencionadas erogaciones se han distribuido atendien­ do los mayores perjuicios irrogados por el incendio, á algunas familias, dignas, por otra parte...» «La lista de los erogantes se publicará en nuestro número próximo para que reciban los agradecimientos debidos á su buena acción.» Entendemos que en el primer caso, se trató de escribir que el señor N. N. contribuyó con la suma de $ 200 para la expre­ sada compra; en el segundo comprendemos que se quiso decir que los mencionados donativos ó dádivas ó donaciones se han distribuido, etc.; y en el tercero adivinamos que la lista ofre­ cida ha de ser de los donantes ó donadores; pues ni siquiera encuentro en el Diccionario académico el p. a. de , erogante. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 229 ESP ESCALENTACIÓN DE SAN GRE La inflamación de la piel, caracterizada por manchas erup­ tivas, que se producen por accesos, y originan un prurito parecido al que ocasiona la ortiga ( ), La denominación escalentación de sa n g re debe de venirnos de España, pues escalentar es verbo sinónimo de calentar. Ya, Señor Glorioso, Padre que en cielo estás, Fecist’ cielo é tierra, el tercero la mar: Feciste estrellas e luna, e el sol para escalentar Prisiste encarnación en Santa María Madre. (La Gesta de mió Cid—Cantar ESCO BILLAR Allá en la voz ra lip ecA,á que se refiere el verbo , y en segunda acepción, se encuentra definido por el Dicciona­ rio lo que la mayor parte de los sudamericanos decimos esco­ b illa r : limpiar, quitar polvo con cepillo de cerda, esparto, etc. C e p illa r usamos en América con más frecuencia en el sen­ tido de alisar la madera con cepillo de carpintero. E s c o b illa r debe ser aceptado por la Academia: puede cali­ ficarse entre los neologismos que enriquecen el idioma, ya por ser castizo el sustantivo de que se deriva, , ya porque especifica la acción de limpiar con ella. ESCONDIDAS (Juego de las) Escondite,’ d o rm• irla s. t / Juego de muchachos, en el que unos se esconden y otros buscan á los escondidos. ESPEC ER ÍA Es la tienda en que se venden especias. Especia, dice el Diccionario, cualquiera de las drogas con Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ESP 230 que se sazonan los manjares y guisados, como son clavos, pi­ mienta, etc. «En el dilatado vientre del novillo estaban doce tiernos y pequeños lechones, que cocidos por encima servían de darle sabor y enternecerle: las especias de diversas suertes no parecía haberlas comprado por libras, sino por arrobas.» ( —Don Quijote i) «Estos (los que imprimen cuanto escriben) dan que hacer á las imprentas, sustentan á los libreros, gastan á los curiosos, y al cabo sirven á las sa írecp». ( — o d evu Q E l mundo p No se ha de decir, pues, especería en vez de especia: las cocineras y reposteros compran normalmente especias y no especerías; aunque, merced á ahorros y sisas, pueden algunos llegar á ser dueños de especerías ESP ELM A No se encuentra en el Diccionario en ningún sentido; mas sí esperma, que no significa tampoco lo propio que vela ó que bujía, á no ser que empleemos la materia con que está hecha la cosa por la cosa misma. Se dice bien vela de esperma á la esteárica ó de ácido es­ teárico; pero sólo cometiendo una sinécdoque, podemos nom­ brar esperma á la bujía. «El mozo le dejó una vela encendida, mal calz de cristal más verde que dorado, velaque nunca de cera y era muy dudoso que fuese de esperma.» (Selgas—Dos tmiertos vivos.) En un oscuro aposento Que solamente alumbraban Las luces de dos bujías En candeleros de plata. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ESP 23 {Don Angel Saavedra— Una secreto.) n o c h —Romanc De seis candelas de esperma Que un candelabro coronan, Do recorta y abrillanta La luz cinceladas hojas. (Saavedra— Una noche de M a d rid — Romance IV , La cartera verde.) «Rugía—Vela de cera blanca de poco más de tercia de largo, re­ donda, y bien formada, de que se sirven los señores y personas ricas para alumbrarse de noche. Lat. P arva candela e cera candida. ( Diccionario de la , año d E S P IN IL L A Parte anterior de la pierna, no tiene por qué confundirse con la inflamación de los folículos sebáceos, caracterizada por pustulitas aisladas, puntiagudas, etc. etc., que los médicos nombran én ca,según Cassius, de óx¡j.t¡, vigor, porque se pre­ senta de preferencia en los adultos, por lo cual pleonásticamente se le ha nombrado también acné Según otros, acné viene de ayyi¡, paja, plumilla, cosa ligera, por ser afeccioncita insignificante. Es, acaso, lo que en lenguaje no científico se llama barro. La palabra espinilla se usó antes en España con el significado ecuatoriano. ESPINO —Se me ha metido un espino. —Cosa gravísima, señora, esto de habérsele metido á usted un arbolillo de cuatro á seis metros de altura y con ramas espinosas, según define el Vocabulario la palabra espino, es cosa que va á hacerla reventar. — No, hombre, no es para tanto: véalo usted aquí en el dedo. —¡Ah! Pero es sólo una espina... Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ESP 232 ESPU ELA (de los gallos, pavos, etc.) La especie de cornezuelo que algunas aves tienen en el tarso, se llama espolón ó garrón; espuela es el instrumento, que todos conocemos, destinado para picar á las caballerías y avivarlas. Espolón, d e espuela; garón,de.garra. «Los tarsos son robustos, escamosos, y cada uno de ellos está pro­ visto de un espolón cónico.» (Los tres reinos de la Naturaleza.) En su corcel, que de espuma, De sangre y sudor cubierto, Cruza fatigado el campo Obediente á espuela y freno. S a ved r —La Victori ( Por otra parte no hay sino reciprocidad en lo de llamar hoy espuela al espolón; pues antes se denominaba espolón á la espuela. Quando las non queriedes ya, canes traydores, ¿Por qué las sacábades de Valencia sus honores? ¿A qué las firiestes a cinchas e a espolones? (Poema del Cid.) ESPU ELA ZO El golpe dado con la espuela á la caballería para que ande, es espolada ó espolazo. «Y arrimé dos espolazos á la bestia, precisamente en el instante en que ella daba una huida hacia la derecha.» (Pereda— Peñas arriba.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" EST 233 E SP U M IL L A Es una tela muy delicada y rala. El dulce que denomina­ mos espumilla en el Ecuador es, si no me equivoco, el sabe,, cuyos ingredientes son las claras de huevos y el azúcar. ESTACADO, ESTACADO R, E ST A C A R SE Estacador.El caballo que se planta es en lengua caste­ llana caballo n ó ra h,no estacador. Aunque la palabra sea tan significativa como plantado, y aun cuando se pudiera emplear figuradamente, ya que la caballería repropia ó inobediente á la sees decir, espuela y freno, está como la hubiese atado á una estaca fija en la tierra, según la defini­ ción de estacar dada por el Diccionario de la Academia; con todo, hemos de usar el vocablo castellano. Estacarse. En España dicen plantarse (como fig. de plan­ tar, plantarse, introducir en la tierra el vastago de una planta) á lo que nosotros llamamos estacarse, esto es, «pararse un animal en términos de que cuesta mucho trabajo hacerle sa­ lir del punto en que lo hace.» Cuando la caballería se resiste á obedecer al que lo rige: repropiarse. Estacado es, por lo mismo, cosa distinta. También suelen hacer hoyos mayores Con estacas agudas en el suelo, Cubiertos de carrizo, hierba y flores, Porque puedan picar más sin recelo: Allí los indiscretos corredores Teniendo sólo por remedio el cielo Se sumen dentro y quedan enterrados En las agudas puntas estacados. —La Araucana.) El último Diccionario dice: «Estacarse, fig. quedarse in- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" móvil y tieso á manera de estaca»; pueden, pues, usar el verbo los que gusten de metáforas. ESTAFETA Del italiano a tefs ,correo de á caballo, de staffa tribo, significa muchas cosas relativas al correo; pero precisa­ mente no lo único á que denominamos estafeta los ecuato­ rianos, á saber, la nóniraa de los que tienen cartas. Con efecto, estafeta es el correo ordinario que va á caballo, lo que está muy de conformidad con la etimología de la pala­ bra; el correo especial para el servicio diplomático; «el posti­ llón que aguardaba (en el Ecuador hay que decirlo aún de tiempo presente, pues el servicio postal por falta de ferroca­ rriles, etc. se hace de manera primitiva) la llegada de otro con las valijas, para salir con ellas y entregarlas al correo de la posta inmediata; casa ú oficina del correo, donde se entregan las cartas que se remiten, y se recogen las que vienen de otros lugares, etc.» E S T A M P IL L A ■ ¿Qué cree usted que le darían en España si pidiese una estampilla para pegarla en la cubierta de una carta? Acaso alguna estampa chica de Dios ó de los Santos. Cosa excelente en verdad; si usted escribiera al cielo; pero, según supongo, inútil para que la correspondencia de usted llegase á un lugar cualquiera dentro de los límites del globo terrestre. Estampilla es también, además de estampa pequeña, «el molde hecho de algún metal, en que están formadas de relieve las letras y rúbrica que componen la firma de una persona, con tal puntualidad, que, estampando con él en el papel, salga parecida á la propia de la persona cuya es. Usase principal­ mente para las firmas del Rey en los despachos, etc.» dice la Academia. «Sello.—(3.a acep.) Trozo pequeño de papel con figuras ó signos Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" EST 235 grabados, que se pega á ciertos documentos para darles valor ó efica­ cia y á las cartas para franquearlas ó certificarlas.» de .) Selo, viene de (m u lig s sigillare de ( palabras ambas de un mismo origen. Usted necesitaría, pues, pedir, para ser bien comprendido y bien servido en España, un o les ,ó si quiere especificar más el objeto, un sello de correo. Los ingleses se atribuyen el mérito de la invención de los sellos de correo, hacia 1840; pero los franceses, para probar que los habían empleado ya en tiempo de Luis XIV, citan á Mr. de Velayer, maître des ,têu q er que solicitó el privilegio para el billet de port , y las rimas de Jean Loret, en que se alude á la innovación, al hablar de los buzo­ nes primitivos ó boëtes (boîtes),que terminaron, por ces, del mismo modo que los primeros buzones establecidos en Quito por D. José M.a Arteta, esto es, á causa de que se arrojaban en ellos pasquines ó legumbres ó ratas ó pis , como escriben los autores arriba citados. ESTA N C O Además de otras acepciones, posee la de sitio, paraje ó casa donde se venden géneros y mercaderías estancadas: así en España, donde el tabaco está estancado, se entiende por estanco antonomásticamente á lo que aquí denominamos ciga­ rrería. Por la misma razón, desde las épocas coloniales en que estuvo estancado el aguardiente, hemos seguido llamando en el Ecuador estanco á la a u g, nombre d punto desconocido por nuestro vulgo. «Habíase establecido en la presidencia el estanco de aguardientes desde 1755, con el fin de que sus productos se invirtiesen en la recons­ trucción y mejoramiento del palacio real, y corría este ramo á cargo de particulares por la pensión de ocho mil pesos, pagaderos en ocho años. Concluido el palacio, siguió el estático con el mismo sistema de arrendamiento.» (C evalos— Resumen de la H istoria del E cuador.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ETI 236 E S T E R IL L A Es, según el Diccionario, especie de galón ó trencilla, or­ dinariamente muy angosta, de hilo de oro ó plata, ó también de paja. Los ecuatorianos llamamos esterilla la tela rala que sirve para ciertos bordados de lana ó seda, esto es, el cañamazo. ESTITIQUEZ Estreñimiento, accidente ó enfermedad del que no puede descargar el vientre. En medicina dícese también astricción. E ST U P A R ,E ST U P O Esputar, esputo; expectorar,expectoraci E T IQ U E T A Aun cuando la palabra a teu q i ,del inglés t bajo alenicán stickken, significa pegar, fijar ó adherir, no por eso equivale á a crm, o lu tó r, señal ó nota puestos en una cosa para darla á conocer. El vocablo etiqueta se conserva en castellano solamente en la acepción metafórica de ceremonial de los estilos, usos y costumbres que se deben observar y guardar en las casas rea­ les y actos públicos solemnes, y por extensión en el signifi­ cado de ceremonia en la manera de tratarse las personas parti­ culares, á diferencia de los usos de confianza ó familiaridad. En la acepción de o lu tó r , es hoy un galicismo; pues francés posee este significado la voz , de la que se derivan étiqu cer, rotular y eu q it ,rotulado. • Y después de varias frases De mera etiqueta todas, Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" De cortesana lisonja. (Saavedra— Una noche de M adrid— Romance 1 verde.) La cartera EXPRO FESAM EN TE, EXPRO FESAD AM EN TE De caso pensado, de propósito, exprofeso. EXTRAÑAR Por echar menos ó echar de menos es ecuatorianismo. Parécenos aún que nuestro extrañar significa más que echar me­ nos', es casi el tener sed a u, que dicen los portug sentir pena por la pérdida, privación, ó ausencia de persona ó cosa muy queridas, en una palabra, es padecer añoranza. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" FACCION ADO (Bien ó mal) Debe ser . FACTURA Posee varias acepciones, y entre ellas la primera la de he­ chura y, por lo mismo, quizá puede tomarse en el signi­ ficado de dinero que se paga al maestro ú oficial por hacer una obra; no obstante, la paga dada á una persona por el tra­ bajo de vender los géneros que se le encomiendan, se llama vendaje) vocablo al que hemos dado otra significación, con­ forme puede verse al tratar de él especialmente. FACUN DIOSO Facundo, y basta: abundante en el hablar. FAEN A Para los agricultores del Ecuador, significa trabajo de campo que se ejecuta por la mañana; el del día se llama tarea y el de la tarde chisipa,del quichua , tarde. Faena, a juicio de don Pedro Felipe Monlau, pertenece á Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" FAN 240 la misma familia de n á fa, y tiene por radical ha imitativa del sonido que despiden los operarios dedicados á trabajos fatigosos. En opinión de la Academia, faena,viene que se ha de hacer. En todo caso, significa trabajo corporal, y figuradamente trabajo mental. Si se limitase á la significación de trabajo de campo, acaso podríamos hallar la etimología en , de fascis, , yá/zXoq. FALLÓN A la persona que debiendo concurrir á alguna parte, falta con frecuencia, dando así prueba de carencia de educación, denominamos con el adjetivo anotado, que llena acaso una fa lta de nuestro riquísimo idioma; pues en otras de nuestras repúblicas hispanoamericanas han formado también un adje­ tivo, fallero^ a , que significa lo que el nuestro. FALTÓ N No está en el Diccionario tla f,a. El participio activo de fa lta r es faltantey que no equivale á nuestros adjetivos n ó la f, por costumbre, á las citas tí obligaciones. FANTOCHE Ninguna falta nos hace esta palabrilla en castellano, donde siempre por siempre ha habido títeres.—Recuérdense los de maese Pedro, que según Hartzenbusch, fueron toma­ dos por Cervantes del lance del César Carlos V con Juanelo Turriatio, el del artificio para subir el agua del Tajo. Por la misma razón, tampoco hace falta el vocablo marionete, del francés marionnette (de , diminutivo de M arie). Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 241 FAU De títere se dice vierte con los títeres. o reti ,titerista ó titiritero al qu «Este Ginés, pues,... determinó pasarse al Reino de Aragón y cu­ brirse el ojo izquierdo, acomodándose al oficio de titerero, que esto y el jugar de manos lo sabía hacer por extremo.» (Cervantes—Quij ote.) « Magdalena. Pues bien, refiriéndole há pocos días ese aconteci­ miento á mi hermano, soltó también una carcajada, diciendo: «Brava aventura para achacársela á un titiritero!» (Hartsenbusch—La locura contagiosa!) FARM ACEUTA Ya que los señores boticarios no quieren llamarse tales por parecerles el nombre muy gastado, llámense , ó si gustan de un vocablo que ha descansado fa r ó si desean palabra aun menos común farmacópolas, voces del griego <pap|i.aydq, cpapjxaxov, que ¡picardía de ese picaro idioma!, signiíican también ro d a n ev, , etc. FAROL DE R E T R E TA Farola, y se ha dicho en una sola palabra. . FAU M EN TO S Fomentos. «Tenemos por un provincialismo, no sólo chileno, sino his­ panoamericano, el uso de o tn em f ,» dice el señor R en su libro Diccionario de m sin elh C , «para significar medio que consiste en poner á los enfermos paños empapados en algún cocimiento.» El señor don Pablo Herrera ( Voces provinciales del Ecua­ dor) sospecha que la palabra fomento sea castiza, y no pro16 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" — t* ttU ± r ■ FED 242 vincial de América, por estar en el Diccionario de Fernández Cuesta. No queda duda de que la voz es castellana. En obras no modernas de medicina y farmacia hallamos la palabra. Véase cómo define los fomentos el de los Form ularios de don José Sánchez y Sánchez: «Fomentos.— Medicamentos de uso externo, unas veces infusiones ó cocimientos acuosos, y otras líquidos vinosos, acéticos, etéreos ó al­ cohólicos en los cuales se mojan compresas que se aplican calientes, templadas ó irías sóbrenlas partes enfermas.» Nótese que los ecuatorianos denominamos al tal medica­ mento, no en singular, sino en plural, conformemente aun con la naturaleza misma del remedio: paños que se cambian tan luego como empiezan á enfriarse ó á secarse. El Diccionario último trae ya la voz , el anterior traía sólo fomentación. F E D E R A R SE Encontramos en el Vocabulario federación como palabra sinónima de confederación; fed era l y , adjetivos que significan perteneciente á la confederación; , espíritu ó sistema de confederación entre corporaciones ó es­ tados. Pero el verbo requiere siempre la preposición separa- . ble con, que denota unión: confederar ó confederarse. ¡Confederación! ¿Cuándo la América española compren­ derá la necesidad de formar una ó dos grandes Confederacio­ nes? Cuando amanezca el día de la sensatez y las miserias de pueblos pequeños sean reemplazadas por verdadero patrio­ tismo y aspiraciones de grandeza. Entonces terminarán las revoluciones que nos anonadan, los tiranuelos que nos infa­ man y el desprecio con que nos miran las naciones de Europa y Norte América. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" FER 243 FÉFERES Cachivaches, m irh c etc. , FE L FA , FELFADO ó A FELFA D O No fe lfa sino felpilla, o sp lef felpudo. , a p lef de , donde se derivan Un abanico sin plata, Y en invierno una estufilla De a p lef ,ó de cabritilla, Que abriga y es más barata. ( Tirsode Molina— Marta la Pia De fe lp a ,y ante la silla En el testero un penacho La cabezada y rendaje De oro y seda roja, y lazos. (Saavedra—E l Conde de — n a id em lX Romance /, Los toros. Serán amantes , De estos rubios moscateles, Que para que no los hieles, Irán á verte aforrados. (F r . G abriel Téllez— M arta la Piadosa.) F E RÓSTICO Familiarmente se dice en España al irritable ó díscolo, no al feote; nosotros denominamos feróstico ó feróstico al que carece de belleza ó hermosura. «Se pusieron todos aquellos ferósticos (los diablos) á echar sapos y culebras.» ( Fernán Caballero—-Juan Soldado.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" FES 244 FER R O C A R R IL Camino con dos filas ( carril) de rieles, sobre los cuales ruedan los carruajes arrastrados generalmente por una loco­ motora. No está, pues, bien dicho salgo en el ferro c a rril ó llegó q\ ferrocarril^ etc., frases en que confundimos la voz anotada con el vocablo n ert ,ó sea la serie de carruajes enlazad á otros y que, como se dijo antes, ruedan sobre el ferrocarril arrastrados generalmente por una locomotora. Los franceses dicen: «Monter en de fe r » y no sé si con propiedad. FERRO CA RRILERO Ferroviario ó la ivo ref, perteneciente á las vías férre FESTACIÓN Sin duda por seguir al notable autor de la Exposición ra­ zonada y estudio comparativo del Código C ivil , algu­ nos estudiantes de leyes de nuestra Universidad hablan de festación, probablemente en vez de fetación (fecundación de la hembra, formación del embrión y después del feto vocablo poco empleado aun en Medicina, ó en vez de , pala­ bra más usada por los legistas y médicos y aceptada ya en el Diccionario de la lengua. Don Jacinto Chacón, en sus comentarios al libro primero del Código liv,C—título II, sección 2.a,—repite varias ve la voz que corregimos, que no sabemos de dónde saldría, ya que no es castellana, ni la encontramos tampoco en los Proyectos de Código C ivil de Bello, ni en las Instituciones de Derecho C ivil Chileno de don José Clemente Fabres. De la palabra fetación se ha formado otra mucho más usada, superfetacióu. El vocablo gestación no está aún en el Tratado de Medicina Legal de Orfila, quien emplea las vo- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 245 FIL •ces concepción, preñez y embarazo. Menos todavía ha podido estar en las Siete Partidas. La obra de Medicina Legal de Briand, Bouis y Casper, traducida al castellano por los señores Gómez Pamo y Romero Gilsanz, trae apenas una ó dos veces la palabra gestación (de , llevar consigo), de mucho uso en las obras de Obstetricia modernas. «Observaciones hechas sinceramente, tanto sobre los animales, cuya fisiología más se parece á la de la especie humana, como sobre in­ dividuos de esta misma especie, conducen á establecer que la gestación ó preñez tiene un término, del cual no puede pasar en el estado nor­ mal, y que este término jamás traspasa los diez meses.» {Mata— Tratado de Medicina y Cirugía Legal: Inform e con visos de consulta.) FIADOR Las cintas pendientes del sombrero, que se atan bajo la barba, para que no lo lleve el viento ó se caiga, se llaman en castellano barboqtiejo.En el sur de la América meridional las nombran o jib ra, que sin duda es sólo una deformación de barboqicejo. Los ecuatorianos, probablemente, las denominamos fiador por la similitud de oficio que tienen con el verdadero fia ­ dor, esto es, con los cordones que, cosidos al cuello de la capa ó manteo, sirven para que no se caiga. FIERRO S El conjunto de instrumentos de hierro ó acero con que los artesanos trabajan en las obras de sus oficios, . FILÁTICO El que acostumbra usar de filaterías es , según el Diccionario. Según el mismo, filatería quiere decir de palabras para explicar ó dar á entender un concepto; lo cual no es lo que en el Ecuador entendemos por filatería. El sen» Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 246 FLE tido en que nosotros tomamos la palabra viene á ser, poco más ó menos, el que expresa Covarrubias: «De este término usamos para dar á entender el tropel de palabras que un ha­ blador embaucador ensarta y enhila para engañarnos y per­ suadirnos lo que quiere; por semejanza de muchos enre­ dados unos con otros». Por filático,en verdad, entendemos no solamente individ que emplea exceso de palabras para explicarse, sino posesor además de taimería y quizá también de insolencia. FILO Filo, sustantivo masculino, corte de la espada, del cuchillo ú otro instrumento cortante, tiene además otras significacio­ nes que no hacen al caso. De la acepción expresada, hemos sacado los ecuatorianos una que desnaturaliza al vocablo tor­ nándolo adjetivo, y así decimos «este cortaplumas es Jilo», «aquella navaja está fila», en vez de este cortaplumas es lado, aquella navaja está afilada. FLAU TERO El que hace flautas; flautista el que las tañe. Por eso D. Tomás de Iriarte intituló «El Burro Flautista» á la VIII.a de sus Fábulas literarias, que comienza Esta tabulilla Salga bien ó mal, etc. en que se ve cómo hay burros que tocan la flauta, aunque por casualidad; mas no asnos que hacen flautas, ni por acaso. FLEBOTOM ISTA Flebótomo, fiebotomianoó más clarito (jue quiere decir lo propio; supuesto que es el que sangra, ó sea, abre una vena y deja salir la sangre en la cantidad conve­ niente, según dice el Diccionario. Flebótomo ó fiebotomiano Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" FLE i 247 es, asimismo, el que abre ó corta una vena, como lo expresa la etimología: cpA.é'j>, cpXsáoc, vena y xqxvto, yo corto. FLE T A N T E El que fleta es fletador F g ier( letar ( to alquilar la nave ó parte de ella para conducir personas ó mer­ caderías. Los de la sierra ecuatoriana denominan, con el vo­ cablo que anotamos, al acemilero que alquila sus mulos, as­ nos ó caballos para transportar personas ó cosas. Quizá no está del todo mal por semejanza; y sobre todo nos faltan los vocablos equivalentes á fletante ó fletador (el que fleta bestias de silla ó carga, según los ecuatorianos), (alquilar una caballería para conducir personas ó mercaderías) y flete (precio estipulado por el alquiler de la dicha caballería, siempre se­ gún los ecuatorianos). Bello, Fabres y nuestro Código Civil, entienden la palabra flete en el sentido general que nosotros le damos, y no en el limitado á precio que se estipula por alquiler de la nave ó de una parte de ella, como dice el Diccionario. «El alquiler de trasporte es un contrato en que una persona se com­ promete mediante cierto flete ó precio, á trasportar ó hacer trasportar una persona ó cosa de un paraje á otro.» {Bello— Proyectos de Código Civil.) «Se efectúa en segundo lugar en el arrendamiento de trasporte, en que el acarreador ó empresario de trasportes se obliga á trasportar ó hacer trasportar de un lugar á otro una persona ó cosa, por un precio ó flete. El acarreador se denomina v i e r o s, egún el modo de hacer el trasporte.» (F — serb a histituciones de Derecho C ivil Chileno.) «Arrendamiento de transporte es un contrato en que una parte se compromete, mediante cierto flete ó precio, á transportar ó hacer trans­ portar una persona ó cosa de un paraje á otro. El que se encarga de transportar se llama generalmente d o r ,y toma jos nombres fie arriero, carretero, barquero, naviero, se­ gún el modo de hacer el transporte.» ( CódigoC ivil Ecuatoriano—Articulo Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 248 I FON FORTE Es la fusta castellana. Nuestro foete ó fuete es un gali­ cismo innecesario; pues tenemos además el nombre específico látigo y el genérico azote para expresar lo que en francés se denomina fouet\ c o r d e ,lanière de att che, dont on se seri pour conduiret exciter les ani Al sur de nuestro Continente nombran huasca á la fusta. La denominación quichua ha ido del norte; pero con distinto significado, ya que nuestras aborígenes dan tal nombre á la correa retorcida con que enlazan (V. Enlazar) á los animales. FOLLÓN ó FOLLONES Llamamos las vestiduras mujeriles de la cintura abajo, á saber, refajos, zagalejos, enaguas. No es difícil que la de­ nominación, graciosamente pintoresca nos venga de Anda­ lucía y proceda del propio origen de los vocablos empanada hueca de hojaldre; follados, calzas muy huecas; fo le , bolsa de cuero, odre, fuelle, del latín ó de follium , hoja, como fo lla je y aun el mismo follón, vastagos que echa el árbol desde la raíz alrededor del tronco principal, que son como los vestidos de la cintura abajo que llamamos follones. Quizá la voz perifollos corrobore la suposición. Follón, con el significado castizo de hombre cobarde, vano, de poco seso, ruin, bajo, perezoso, etc., hallárnoslo á cada paso en los clásicos castellanos. En la antigüedad decíase también fo l. 1 FONDEARSE, FONDEADO De fondos,término comercial, caudales, dinero, etc., se ha obtenido el derivado fondearse, adquirir dinero, de donde se dice que «Pedro está Jondeado», esto es, acomodado ó rico, etc. O pudiera provenir del verbo marino Jondear, dar fondo, ó sea asegurar la embarcación echando las anclas al fondo; pues seguro de las marejadas de la vida y de los embates de Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 249 FRE la necesidad, está el que adquiere bienes de fortuna, á saber, el fondeado, como está seguro el buque que ha fondeado. FONDERO Es lo mismo que hondero (soldado que usaba de honda en la guerra)/ fondista, dueño de una fonda ó persona que la tiene á su cargo. FORTUNA Bienes de fortuna. «Yo, señores, soy... noble en sangre, rico en los tuna, y no pobre en los de naturaleza.» ( < de f o r ­ — setn a vrC Persiles y Segismunda.) FORTUNOSO Es precisamente todo lo contrario de lo que creemos que significa, pues equivale á desgraciado, tempestuoso. Adjetivo anticuado; hoy se dice infortunado ó desafortunado. Lo que nosotros decimos fortunoso es venturoso ó afortunado\ voz, la última, que antes significaba lo propio que la palabra anotada. FREGAR Empleen en buena hora figuradamente los cocineros, pin­ ches, marmitones y fregonas el verbo , que es cosa muy suya, concediéndole todos los significados que á bien tenga la real voluntad de esos personajes de escaleras abajo. Proclámen­ le, si gustan, dictador; y veje al mundo entero, que para eso y algo más nos tocó la gran suerte de nacer en república hispano­ americana, democrática, liberal, radical. Recorra así la nación f toda, de palabra y de obra, pero siempre en palmas de sus dig­ nos progenitores, los dichos galopines y fregonas. Mas ¿cómo saldrá ensuciando los rosados labios de la joven aristocrática? % Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 25o FRE ;Cómo vocablo tan inculto puede ser pronunciado por el ur­ bano mancebo, el respetable magistrado, la matrona venera­ ble? i ¿Y vosotros, guardia noble del idioma, capitaneada por los SS. González, Cuervo, Paz Soldán, Rodríguez, Cevallos, etc., seréis atropellados, hollados por la piara de fre g a r y sus ca­ chorros, que pretendisteis detener en su carrera triunfal por estos países americanos? ¿Y los pobres verbos castizos t a r , importunar, ra n iu, drán, por fin, que ceder al empuje del intruso y terminar en el destierro como nuestros presidentes constitucionales? F R E I LE Dice aún nuestro pueblo en vez de palabra (pie con razón ha sustituido definitivamente á aquélla en España; pues por venir de fra d e ó fra te r, la forma más apro está en uso. Lo mismo debe decirse de , apócope, en lu­ gar de f r e y ,vocablo todavía no anticuado como f fr a ir e . F R E JOL Palabra grave, no aguda como la pronunciamos los ecuato­ rianos. La voz poroto que, para decir verdad, no hacía mucha falta en castellano, ha sido aceptada ya en la última edición del Diccionario. La planta y los frutos, pues, del Phaseolus vulgariSy Phaseolus nanus y Phaseolus multi/lorus poseen las múltiples denominaciones de fr diáis, judiones, habichuelas, fásoles,alubias y hasta porotos. no hay quien se indigeste con ellos, no será por falta de nom­ bres. FRENTÓN, FRENTUDO Que tiene mucha frente, frontudo. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" FUE 25 F RÍOS Aunque, por lo regular, las fiebres intermitentes comien­ cen por frío, al que suceden calor y sudor; sin embargo, no hay por qué las denominemos f, palab probablemente al vocablo quichua chucchu, que,—cosa cu­ riosa, pero no rara,—lo hallamos en la República Argentina, con ligera deformación, chucho. En el Ecuador se da, además, el nombre de saíno á las fie­ bres palúdicas encubiertas ó á las débiles que,—manifestando la impregnación del organismo, de los agentes tóxicos clima­ tológicos peculiares de aquella enfermedad, por malestar y otros síntomas generales,—no se desenvuelven, empero, de manera completa. FRONTAL La correa ó cuerda de la cabezada y de la brida del caballo que le ciñe la frente: frontalera. F R U T IL L A ¿Es el fresón de España y del Diccionario? «F ru tilla.—Especie de coquillos de que se hacen rosarios. || En algunas partes de América, fresa Lo cual no es exacto; pues llamamos fresa al frutito de la Fragaria vesea, y fru tilla al fruto de la Fragaria , es decir, á dos frutos de plantas de un mismo género, pero de especies completamente distintas. FUEGOS Decimos los ecuatorianos á cierta erupcioncita que sale en las comisuras de los labios. Es verdad que el Diccionario, entre las acepciones figura­ das de la palabra o g eu f , pone la de «Encendimiento de gre con alguna picazón y señales exteriores que arroja el hu- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" b 252 FUN mor, como conchas, costras, etc.»; pero no es menos verdadero que la erupcioncita aquélla de los ángulos de la boca, tiene denominación propia: vaharera. FULMINANTE Cápsula ó pistón. «Los cartuchos con bala, toscamente preparados la noche antes por ellos mismos, los llevaban sueltos en los bolsillos del lástico, y los pis­ tones á granel en las faltriqueras del pantalón.» ( Pereda—Peñas a rrib a .) FU LLER O Es el que comete en el juego trampas ó enga­ ños. Al individuo que hace las cosas precipitadamente, sin cordura, sin reflexión, se llama en castellano atolon­ drado, o d ir,u ta o vixelfr ,indiscreto y familiarmente calv trueno. FUNDIR, FUNDIRSE Este verbo ni tan ruin como , ni tan comprensivo como él entre nuestras gentes, tiene sin embargo mucha ana­ logía con el tal en cuanto al significado, por lo que oímos á menudo: «tal negocio me fu ndió; Antonio está fundido con su reumatismo; Anita, empeñándose en casarse, se empeñó en fu n d irse,» etc. Así y todo, el origen de nuestro verbo ha de encontrarse probablemente allende los océanos; pues en verdad el refle­ xivo fu n dirse equivalía en lo antiguo á , que entre sus acepciones, posee las figuradas de abatir, abrumar, opri­ mir, destruir, consumir, arruinar. Désele, por tanto, paso libre, especialmente si ha de susti­ tuir al soez fregar. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" FUS 253 FUSTÁN Con el nombre genérico, n ég, toda cla acepción del Vocabulario), denominamos específicamente las de algodón y con singularidad las de un solo color, sean percalinas, madapolanes, fustanes, etc. —¿Fustanes? —Sí, señor, fustanes;pues la vestidura que usan las muje­ res y nosotros llamamos fzistán,no tiene enaguas; no tampoco a u g n e ,ni menos nagua. \ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" it r v G « GALOPA El baile húngaro, tan de moda no há mucho, pero hoy casi en desuso, galop. Del propio modo se denomina la música de dicho baile. GALPÓN Barraca, o zitreb c ,tinglado. «Saltaron todos en tierra, en la cual vararon las barcas, y con gran priesa se dieron á desgajar árboles y hacer una gruesa barraca para defenderse.» (Cervantes—Pensiles y .) «Chucho aullaba desaforadamente en el parador, vaciando en las grandes tinajas del cobertizo.» ( Selgas—Nona.) GALLINA DE PE R SIA ó G A LLIN A DEL JAPÓN Denominamos á la pintada. , \ GALLITO, G A L L O La flautita que hacen los niños con cañas, pipiritaña) ó más en general, silbato. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" i 256 GAN GAM ALOTE ó GRAM ALO TE Denomínanse diversas especies de Paspalum y excelentes- forrajes, de dos y hasta tres metros de altura, con que casi exclusivamente se mantienen los ganados en nuestras sabanas costaneras. Gramalote debe de provenir de grama. Si dz gramal,la desinencia aumentativa estaría perfectamente justificada por lo gigantesco de las gramíneas tropicales así denominadas; aunque gramaloteó pudi «bosque gram íneo,» que dice Wolf. La Academia debe aceptar la segunda de las dos voces ano­ tadas. GANADO Tanto el Diccionario de la Academia, como el Dicciona­ rio razonado de Legislación y Jurisprudencia definen la pa­ labra Ganado: Conjunto de bestias mansas de una especie que se apacienta ó andan reunidas; como ganado vacuno, cabrío, ovejuno y otros. Llámase ganado, agrega Escr que se compone de cabezas ó reses mayores, como bueyes, yeguas, muías, etc.; y ganado menor el que se compone de reses ó cabezas menores, como ovejas, cabras, etc. A las crías del ganado se da el nombre de ganado menudo. De lo expresado se deduce, pues, que los caballos, mulos y asnos, en agregación ó conjunto, son también y no sólo los de las especies bovina, ovina y , como creen nuestros campesinos y hasta algunos curiales. El artículo 1975 de nuestro Código Civil, ó sea el 2166 de uno de los Proyec­ tos de Código Civil de don Andrés Bello, ó el 2163 de otro de los Proyectos del mismo autor, se refieren, por tanto, á todas las bestias enunciadas; por lo que don José Clemente Fabres, al comentar el artículo 1984 del Código Chileno, sustituye la palabra ganadocon la más común, animal. «Los animales, dice, con que se arrienda un predio pertenecen al colono, debiendo dejar al fin del arriendo igual número de cabezas de Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" / GAN 257 las mismas edades y cualidades, y en. su defecto el precio; pues, el arrendador no es obligado á recibir animales que no estén aqueren­ ciados al predio.» bres— Institucionesde Derecho Civil Chileno.) Antiguamente se llamaba ,o d a n gno solamente á las besti mansas, sino también á las bravias ó fieras, aunque es verdad que entonces se les daba el epíteto correspondiente: gallados fieros. ...Primas, primas, Doñ’ Elvira e Doña Sol, Despertedes, primas, por amor del Criador, Que tiempo es el día, ante que entre la noch’: Los ganados fiero s non nos coman en aqueste mont’. (La Gesta de mío Cid—Cantar GANCHERO El que guía las maderas en el río con un palo largo y á su remate un gancho. A causa de que la silla de montar las mujeres se conoce entre nosotros con el nombre de gancho (probablemente por tener una pieza encorvada en que aquéllas afirman la pierna derecha), se ha dado la denominación de ganchero al caballo adecuado para señoras. GANCHO Entréme una vez á una sillería en un lugar de España y pedí un gancho.«No lo hay,» me dijeron, aunque yo veía ahí apilados los que en el Ecuador conocemos con aquel nombre. Comprendí entonces que había empleado un vocablo impro­ pio, de los con que tratamos de hacer conciso y simplificar el idioma, y mostrando el objeto que necesitaba, corregí: ne­ cesito una silla de montar para señora. —Ah! ¿Eso es gancho)me interrogó el comerciante. ¿En qué idioma? 17 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" QES 258 GA RRA PATERO Avecita oscura, poco más ó menos como un mirlo, útilí­ sima en la costa, pues presta á los ganados el inapreciable ser­ vicio de quitarles los insectos y sus larvas, y en especial las garrapatas, de donde le viene el nombre. El zoológico es. Crotophaga ani ó Crotophaga sulcirostris. Es curioso ver cómo las vacas recostadas perezosamente rumian su alimento, mientras los so reta p g, encima de ellas, las limpian de parásitos. ¡Ojalá hubiese Crotophagas para las naciones! GATILLO En las armas de fuego: piñón que detiene la patilla de la llave estando levantada. No es, por tanto, lo que el Dicciona­ rio, al tratar de la palabra a lu sp á c,denomina m cosa curiosa, al definir este vocablo, no le da la acepción de pieza de hierro encorvada, que movida fuertemente por un resorte en la parte exterior de la recámara, golpea la materia fulminante, la hace estallar é inflama así la pólvora que lanza el proyectil. Al mecanismo completo que dispara las armas de fuego, determinando la explosión de aquélla, llama el Diccionario llave. GESTO Expresión del rostro según los diversos afectos del ánimo. Mal puede, pues, llamarse simplemente gesto á la expresión de enfado, ó al mal aspecto de una persona; aun cuando para lo primero hay la frase poner gesto: mostrar enojo en el sem­ blante. Para expresarlo con una sola palabra tenemos, además, las voces o jecrb s ,ó ceño que la Academia define: «Demos­ tración ó señal de enfado y enojo, que se hace con, el rostro, dejando caer el sobrecejo ó arrugando la frente,» ó sobreceño que es algo más: «ceño muy sañudo», según el Diccionario. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" QIG 259 El que tiene ceño ó sobrecejo, es ceñudo; y el individuo con sobreceño, debe ser o sñ ec , si conforme su term es éste un adjetivo abundancial.. Para lo segundo, es decir, para la expresión de la mala cara, poseemos el nial agestado (Véase Engestado). Y de satánica risa Dando la expresión al gesto Salió detrás del alcalde A pasos largos y lentos. a rd evS—Romances: Utia de Sevilla.) s Alzase y sale turbada Del balcón al antepecho, Al gallardo maestre indica Con actitudes y gesto. (Saavedra—E l alcázar de Sevilla, romance IV .) — «En habiendo cumplido con esta parte de su oficio (Fr. Pedro Fer­ nández de Pecha), tornábase á su centro y á exercitar los oficios de humildad; sin el sobrecejo ó gravedad de que suelen andar vestidos los que no saben bien las leyes de estos oficios.» (F r. José de Sigñenza—Historia de la Orden de San Gerónimo) «Llegó en esto un hombre desaforado de ceño; y alargando la mano, dijo: Esta es la carta de examen.» (Quevedo— E l sueño de las calaveras.) GIGANTA Femenino de gigante. Giganta llámase también al girasol. Las figuras que sacaban en la antigüedad los días de cier­ tas fiestas, se denominaban simplemente ó gigantones; los ecuatorianos las llamaban mamas gigantas. «Son (los poderosos de la tierra) como los gigantes que sacan las fiestas grandes en las ciudades, que son unas figuras muy vistosas, muy cubiertas de oro y seda de mucha grandeza y majestad. Esto es lo que Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 1 parece, pero lo que no parece es nn hombrecillo muy cansado, y muy sudado, y que reventando y muriendo lleva aquella grandeza sobre sus hombros.» — g reb m iN ( D iferencia entre lo temporal, etc.) En algunos lugares de España sacan todavía, precediendo las procesiones, gigantes y cabezudos. G IG U E A R Decimos en vez de gem ir y tal vez de sollozar. «¿No los ves? dijo; y empezó á morder la silla, y á dar vueltas al rededor, y gem ir.» (Quevedo—Las Zahúrdas de Pintón.) «Dijéronme que era el retiramiento de los enamorados. Gemí triste­ mente viendo que aun en la muerte no dejan los suspiros.» ( Quevedo— y Pero al fin... ¿Cómo ha de ser? Aunque usted gima y , Dios lo hizo. No hay esperanza De que su fallo revoque. BretÓ7i de los H errerss—/ y verás.' GOLUMBIO Columpio. El Diccionario define el columpio primitivo y el columpio perfeccionado. Nuestros chiquillos no conocen sino el primero, esto es, el formado por una soga ó correa fijas por sus extre­ mos, en cuyo medio se sienta alguna persona y se mece; mas no porque no conozcamos sino éste, lo hemos de denominar golumbio. Llámase también mecedor. El verbo es columpiar. «Cuando para descansar de las fatigas del Gobierno se báje á estos jardines, y coja sus flores olorosas, y pesque los pececillos de estos estanques, y se columpie en estas hamacas de alambre dorado.» Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" OR A 261 (Don Jo s é de Castro y Serrano—Historias vulgares: Cuerdos y locos.) GRADA Parte de la escalera, por sinécdoque de uso exclusivo de los ecuatorianos, ha pasado á significar el todo de que es com­ ponente. Con efecto, cada uno de los escalones de una escalera nómbrase grada ó peldaño, aunque gradas (fijarse bien, en plural) se llama el conjunto de escalones que suelen tener de­ lante del pórtico ó fachada los edificios grandes, majestuosos. En cambio, el nombre de la parte de un edificio cualquiera, compuesta de peldaños de piedra, madera ú otra materia, para subir y bajar, esto es, el sustantivo escalera lo hemos reser­ vado para nombrar el trasto portátil compuesto de dos made­ ros con travesaños á iguales distancias, asimismo para subir y bajar, quiere decir, la escalera de mano ó, en una sola palabra, la escala. Gradería se llama el conjunto ó serie de gradas, y espe­ cialmente las de los altares. Grado se denominaba también al peldaño, escalón ó.grada. Mió Cid e su mugier a la eglesia van. Echós' Doña Ximena en los grados del altar, Rogando al Criador, quanto ella mejor sabe. (Poema del —Ca?itar I.) G R A D IEN TE Anglicismo: diente, declive ó tn eid a rG,que quiere decir en castellano o ivlced, ó ica n l ,etc. G R A D IO LA Gradiolo, o lid a g , gladio: siempre con el género mascu­ lino encontramos en el Diccionario los nombres vulgares de la Thypha latijolia L ., venidos del latín gladius; y con el g Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ÜUA 262 femenino la denominación tomada del griego o~á6rr con que se conoce también la dicha planta. , GRAN AD ILLA Indudablemente en España llaman granadilla á la flo r de la pasionaria, cuando así lo asegura el Diccionario último; mas en América denominamos granadilla al fru to de dos especies de Passiflora:la común y la de Quijos. Los SS. Académicos podrían, pues, agregar á la definición citada (si no es una errata) esta otra: «Fruto de algunas especies de pasionarias, globoso, de corteza correosa, lleno de pepitas envueltas en una sustancia semejante al almidón cocido, dulce y agradable». GRANADILLO La trepadora del género Passiflora ó pasionaria que pro­ duce la granadilla.—Según la Academia, granadillo es un árbol de América, cuya madera es muy maciza y de color en­ carnado muy obscuro. Las hermosas trepadoras Passzfloras producen varias agra­ dables frutas: las diversas d a n rgos l distint badea, etc. GUABA Pacay la llaman en quichua y ó en algunos lugares'de Hispano América. El Diccionario no trae la palabra. Fruto de varias especies del género Inga. Podría definirlo: «Vaina coriácea, verde, desde uno hasta cinco ó seis decímetros de largo, que encierra las semillas en gajos como copitos de algodón, sacarinos y comestibles». G U A BO I El árbol que produce la guaba: es alto, coposo, de hojas medianas,' flores como borlitas de color blanco verdoso; 0 la Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" QUA 263 madera se utiliza en construcciones.—El guamo y la guama definidos por el Vocabulario, tal vez sean nuestros guabo y guaba; pues nos parece haber visto escritas las dos palabras en alguna parte, así como las pone el Léxico. Pero nos deja en duda aquella cosa del «vello que entra en el cutis,» que no lo hemos experimentado nunca con las guabas del Ecuador. G U ACH AR Hacer surcos de distancia en distancia proporcionalmente para sembrar con igualdad, amelgar.—El verbo guachar ó i'machar, de u h ca, surco, sería acaso imposible sustituir entre nuestros agricultores; pero al menos los medianamente cultos deben no ignorar el término propio. Los españoles dicen también surcar ó , aunque el último verbo significaba más bien lo que nuestro chictar; su­ puesto que lo definían los Diccionarios anteriores al de 1899: hacer surcos en la tierra ya sembrada, para sacar las raíces de la hierba y abrigar los panes. GUACHARO, GUACCHO Quichna, a h cu,huérfano; abandonado, pobre, desgra­ ciado; kuacchara,ser pobre, huérfano, etc.—Aun cuando guá­ charo está en el Diccionario para significar persona enfer­ miza, y por lo común hidrópica ó abotagada, polluelo no volantón, etc., lo corregimos conjuntamente con por ser una misma la significación que damos los ecuatorianos á los dos vocablos, tomándola probablemente de las voces qui­ chuas arriba expresadas. El animal sin padres, huérfano; el abandonado por la ma­ dre, desmadrado. GUACHO Palabra quichua, significa bien en su idioma la línea honda que se forma en la tierra al ararla; pero lo tal en castellano se denomina surco. I # Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 2 Ó4 GUA «Angel se sentó rendido en un linde, y los perros rendidos también se tumbaron en un surco.» (Trueba—-¡Desde M adrid al cielo!) Si como tú se echan todos En el surco...... (Bretóti de los H erreros—¡M uérete y verás!) La parte elevada que el arado forma al surcar la tierra, se llama n ó la b c ,ó también ó lem a c palabra que he para determinar lo que en España se nombra bache. GUADÚA ¿Guadúa ó guadua? Entendemos que la gramínea gigantesca denominada gua­ dua en quichua, es una especie semejante á la originaria de la India y llamada, en malayo y hoy también en español, bambú. Quizá aun sea la misma especie, y en tal caso posee ya el nombre castellano expresado. GUAGUA El señor Cuervo, en su erudita obra Apuntaciones críticas sobre el lenguaje o ,n a tg b nota que en muchas lenguas a ricanas las palabras hombre y mujer empiezan por , , güi, a u h , kue y cita huaina, ra u h, etc. A sentados por el señor Cuervo, puede agregarse la palabra guagua, niño ó niña, hombre ó 7nujer aun no adolescentes. Guagua, para los chilenos y también para los peruanos, es palabra epicena de terminación femenina; pues se dice la guagua tanto al niño cuanto á la niña que están lactando; para nosotros es del género común, ya que decimos el guagua ó la gjiagua conforme al sexo respectivo. Con ser quichua la voz, tiene más uso que en el Ecuador y el Perú, en Chile, donde la vemos frecuentemente impresa, y donde aun ha dado origen á derivados que no conocíamos los naturales déla tierra de los Incas: v. g. y gua- » Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" QUA 265 gita lona, con que se moteja á las personas pueriles, aniñadas y, si no me equivoco, también á las que en España llaman an­ gelotes. GUANDO Palabra quichua, u d n a h,con la que conocemos el denominado en España eu h ira p, que sirve para heridos, enfermos, etc. Los nombres palanquin y andas con que corrige, también, el señor Cevallos el quichuísmo anotado, no corresponden propiamente á la palabra guando. GUANGO Graciosísimo es el quid pro quo en que incurre el Diccio­ nario de la Academia al dar la definición de Anaco: «Peinado de las indias ecuatorianas que consiste en una sola trenza fa­ jada estrechamente y que cae por la espalda.» El anaco es una pieza de vestido, como expresamos al tratar de dicha palabra. Lo que definen los académicos es el Guango ó huangu, como lo pronuncian castizamente los indios, es copo, atado y, no sé si de manera recta ó de modo tropològico, la trenza aquella que el Léxico describe en la palabra anaco. Guangudo se dice al que lleva como las indias y aun ciertos indios de algunos pueblos del interior de la República. GUANTO Quichua guantug, botánica D sanguinea. Especie de floripondio sin fragancia, con hermosas flores amarillo rojizas, antes muy común en las cercanías de Quito, á las cuales acu­ dían los muchachos á fin de ju gar á para la que suministraban balas rasas, bombas, granadas y otros proyec­ tiles, los frutos del guanto. No sé si la datura mencionada sea también europea, ni sé tampoco si tenga nombre castellano. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 266 QUA El guanio 110da como la española p ed ir peras al olmo. ,sa rep frase ecuat GUARACA Huaraca ¿De huaira,viento? Palabra quichua. El cordel ó a zn ert ,como dice el Diccionario, que se u antiguamente en la guerra y que hoy sólo tiene uso entre pas­ tores, para tirar piedras con violencia, se denomina en caste­ llano honda. «No dió tiempo á los malhechores la presteza del caso para pensar en otro partido más llano que juntarse, llegando á sí, de la gente de los lugares vecinos, tres mil personas de todas edades, en que había mil y ochocientos hombres de provecho armados de arcabuces, ballestas, lan­ zas y gorguees, y parte sa d n o h,como la ira y la posibilidad sin tomar capitán....» (Diego de — a zo d n elA La guerra de Ya calla el mar furioso y bravas ondas Al estallido espeso de las .» (Oña—Arauco domado.) GUARMI, GU ARM ILLA No solamente significa mujer la voz , conforme la propia palabra quichua hilar m i, sino mujer que sabe sus de­ beres y los desempeña de manera cumplida, que es , si este adjetivo español no es deficiente para expresar todo lo que expresa el vocablo guarm i,tomado com De él ha salido guar m illa, huarmish ina, hombre afemi­ nado, que sabe oficios de mujer, ó que se entremete en ocupa­ ciones mujeriles. GUASO En Chile apellidan guaso al hombre de campo, nosotros al grosero, tosco^ livc,n etc. Aun cuando la palabra parec Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" GUI 267 mada del quichua, sospechamos que trae su origen más bien del adjetivo familiar español u g,individu y viveza, persona sosa, pesada, desagradable; pues á este sig­ nificado corresponde exactamente nuestro calificativo. GU ATU SA El roedor Dasyprocta agutí y muchas de las especies zoo­ lógicas americanas no tienen nombre en castellano, aunque poseen múltiples denominaciones en los varios lugares del Nuevo Mundo donde se crían. ¿Cómo podríamos unifor­ marlas, para poder entendernos? De cierto, como ha comen­ zado á verificarlo la Academia: aceptando en el Léxico los vocablos más generalmente extendidos. Así ha aceptado la palabra eta cu g, común á casi toda América, aun cuando reemplazada en Chile y parte del Perú, por la denominación palta. Muy atendible para la aceptación debe ser, además, el nombre que se dió al objeto en el lugar de origen ó donde dicho objeto más abunda, ya que el comercio, elemento hoy importantísimo de propagación y extensión de los idiomas, sirve de juez y árbitro para esta materia. Deben también preferirse las denominaciones en una sola palabra, pues siempre serán imperfectas las perífrasis en tales casos. G Ü IL L E G Ü IL L E Renacuajo ó o ja u cn r , como quien dice rana que está formándose. La palabra corregida puede venir del castellano familiar bullebulle por lo bullidores que son los renacuajos; ó más bien del quichua ilu h, aun cuando los indios de Cuenca (lugar donde se conserva más puro el idioma indígena) llaman al renacuajo cih su,vocablo con el que en Quito denominamos á la lechuza. Todos los que han estudiado un poco de Zoología, ó si­ quiera han sido observadores, saben que los batracios (ranas, Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 268 GUI sapos, etc.) experimentan metamorfosis completas en los dos períodos de su vida: en la primera edad tienen el cuerpo pro­ longado con larga cola lateralmente comprimida, y en tal es­ tado se llaman renacuajos. «Y sería cosa que me fastidiaría de lo lindo el irme al otro barrio tan pronto, porque quisiera dejar casada á mi augusta hija y S. A. es todavía un renacuajo.» (Trueba—E l Preste Ju a n de las Indias.) Fortuna, ¿No estuvieran más decentes Puestas en un moscón y un renacuajo Las dos coronas, que en tan viles frentes? (Quevedo—Sonetos.) En la orilla del Tajo Hablaba con la rana el Alabando las hojas, la espesura De un gran cañaveral, y su verdura. ( Ir la r te—Fábulas literarias: La rana y el renacuajo.) GUINEO Adjetivo. Natural de Guinea. Perteneciente á esta región de Africa. Lo empleamos bien como sustantivo, aunque solamente para denominar una especie de plátano, la Musa Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" H H ABLAR (á uno). Hablar á uno dice nuestro pueblo en vez de tarte, hablar mal de él. , HACER HOJA Hacer novillos,dicé el Léxico, frase familiar, hacer falta en alguna parte donde se suele ó debe asistir. Aplícase espe­ cialmente á los muchachos que, por desaplicación, dejan de asistir á las aulas. Dícese también hacer bolas ó hacer . HACIEN D A Diferimos, en la significación específica de esta palabra, los del norte y los del sur de la América meridional. Los argen­ tinos llaman a d n eich,por antonomasia, no á la tierra de cul­ tivo, ni á los bienes de fortuna ó riquezas en general, sino á los ganados ó animales que posee el estanciero ó , esto es, el hacendado, como decimos bien los ecuatorianos. El Léxico trae la palabra hacienda en el sentido en que casi exclusivamente la usamos nosotros y los brasileños, Jacenda: herdade ou propriedade ru ral. Fazendeiro,—como el hacendero de algunos países hispano­ americanos,—es además del que «procura con aplicación los I t Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 2 70 HAT adelantamientos de su casa y hacienda», el propietario ó el administrado/ de una fazenda. H AM BRE En alguna ó algunas de nuestras Repúblicas más meridio­ nales se hace masculino al vocablo y así se dice: tengo mucho hambre,etc., equivocación proveniente, de cierto, oir decir el hambre y de no saber que el cambio del artículo proviene de la necesidad de evitar el hiato que resultaría si dijésemos la hambre. «Ni con toda hatnbreal arca, ni con toda sed al cánta HAM BREADO El que tiene hambre, es hambriento; el que continuamente manifiesta afán por comer, es hambrón. Nosotros empleamos de preferencia el participio pasivo del verbo anticuado ham­ brear en las significaciones de los adjetivos expresados. HATO ‘ Diputado á una de las Asambleas constituyentes ó Conven­ ciones que después de cada revolución se reúnen para hacer la felicidad del Ecuador, tan hecha y rehecha que los ecuato­ rianos estamos en vísperas de poseer la dicha más completa, —caso de que no la poseamos ya sin caer en la cuenta de ello. Digo, pues, que diputado á una de estas Convenciones oí tanto á ciertos abogados hablar de , que la cosa si no me interesó mucho, al menos se me grabó en el sentido del oídb, asimismo como llega á grabarse en el de la vista el aviso que los periódicos repiten todos los días y que el lector ve y ve sin mirar. Después, acaso los propios diputados á fin de conservar siempre fresca la memoria de los ecuatorianos to­ cante al importantísimo asunto, algo han tenido siempre que hacer respecto de hatos en las varias Legislaturas reunidas ulteriormente.—¿Qué será? ¿Algo así como la triple alianza, ó la cuestión de Oriente, ó la del monometalismo, ó de Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" HIN 271 la paz universal? De todo esto debe de tener; pero quede la magna cuestión para los que hacen leyes y... Pazilo minora canamus. Ley de hatos llegó á llamarse una que se dictó para bien, si no de los ecuatorianos, de los diputados de hato; pero lo que tal vez no estuvo bien (con perdón de los dichos aficiona­ dos á revolver el hato) fue que la significación dada al voca­ blo no es la que de modo castizo le corresponde. , como término de Jurisprudencia, es lo que no siendo privati­ vamente de ninguno, pertenece ó se extiende á muchos, todos los cuales tienen igual derecho de servirse de ello, como bienes comunes, pastos comunes, etc., que es, según parece, lo que se denomina con la voz anotada.—Con razón, pues, «la partición y demarcación de hatos ofrece dificultades,» como dice el con­ siderando de una reformatoria de aquella ley, si aun la inteli­ gencia del nombre mismo nos las presenta. HEMBRILLA Decimos los ecuatorianos al , germen ó sea la parte de la semilla de que se forma la planta. , diminutivo de hembra, tiene varios significados; pero no el que le damos en el Ecuador. H IG U E R IL L A Denominamos las semillas de varias plantas de los géneros Ricinus y a h p o rtJ ,de que se saca el aceite de palma Christi, ó de ricino, ó de castor, que todos estos nombres damos al óleo extraído de aquellas euforbiáceas. Higuereta nombra también el Diccionario al ricino, al que antiguamente los españoles llamaban higuera infernal. Ricino, según el primer Vocabulario de la Academia espa­ ñola, viene del latín ricinus por ser el fruto mmy parecido á la garrapata. HINCARSE Hincar, introducir ó clavar una cosa en otro, no está bien Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 272 HOR por arrodillar, significado único que nosotros concedemos al verbo anotado. No está mal dicho hincar la , hincarse de rodillas; pero hincarse sólo, no es sinónimo de a rro d i­ llarse. H O NO RABILIDAD Sin duda porque casi no va quedando honradez en el mundo, tratamos de dar reemplazo á la palabra con el vocablo hono­ rabilidad, que naturalmente no ha de significar lo mismo que el usado por nuestros abuelos y aun por nuestros padres. H O RC A D O Adj. En forma de horca. Ahorcado, sustantivo, persona ajusticiada en la horca. HORCÓN ó JORCÓN, Como dicen nuestros campesinos al bieldo. Aun cuando la Academia no da á horcón otro significado que el de palo, en figura de horquilla, que sirve para formar los parrales y para sostener las ramas de los árboles que están cargados de frutas, con todo, en algunos lugares de España debe de usarse el vocablo en la acepción que le atribuyen , los ecuatorianos; pues don José M. Pereda, en Peñas dice: «En el carro había una carga de heno verde,... y sobre la carga, un hombre de alta estatura que lanzaba con impe­ tuoso brío grandes horconadas de ella á un boquerón de la pared... Vuelto de repente hacia nosotros el hombre que des­ cargaba el carro, y mientras nos miraba frunciendo mucho los ojos, apoyándose gallardamente en el horcón clavado por sus puntas en el heno...» HORMIGUERO Horm iguillo. Enfermedad que da á los caballos en los cascos. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" HUA 273 Don Juan Montalvo emplea la voz hormiguillo por gueo, quizá á causa de haberla hallado con tal significación en algún autor. «Cosa es que le hace á uno erizarse los cabellos y correrle por las carnes un fatídico o liu g m rh,ver á Cristóbal Colón padecer y gemir...» ( —E l Buscapié.) «Señor, respondió Sancho en voz muy baja, me está discurriendo por el cuerpo un hormiguillo junto con un trasudor, que me quita el conocimiento hasta de mi propia persona.» ( . — o vla tn M Capítulos que se le olvidaron á Cervantes.) H O STIERO El que hace hostias. Hostiario la caja que tienen en las sacristías para guardar las hostias. Latín hostiarüim. HUACO Don Zorobabel Rodríguez, en su libro Diccionario de Chilenismos, recomendaba á la Academia Española la presta adopción del vocablo quichua (?) cheuto para denominar al que tiene el labio hendido. Don José Rufino Cuervo, en las Apuntaciones críticas sobre el Lenguaje o n a t,g B acepta, á pesar de la inquina que muestra al Diccionario de una'sociedad de , la palabra labi-hendido, que este Léxico trae para llamar á los que tienen labio o n irp el ,esto es, á los , como los nom­ bramos en el Ecuador, ó teneríasconforme se lo México, según el mismo señor Rodríguez. Cada cual se cree con derecho para inventar un remedio para las enfermedades sin remedio, y abundan los nombres para lo que no tiene nombre. H U ASILLA . Probablemente por nacer y desarrollarse con preferencia 18 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" HUM 274 en las paredes de las casas tJ(tapias, techos de las chozas ó cabañas (lla^ á veces diminutivo cari­ ñoso, de ternura), se dió por los indios el nombre d ó huasilla á la planta antiespasmódica llamada Valeriana oficinalis en botánica y valeriana menor ó silvestre en cas­ tellano. Hay varias especies, una de las cuales de olor más fuerte, á la par que más robusta, se halla cerca del cerro de Puntas, en nuestra cordillera oriental ( rigida (?). HUILÓN Dígase o zid u h,adjetivo, que huye ó es inclinado á huir.— Huidero se decía antiguamente, según se ve en el Vocabulario de Nebrija y ya también en el Académico de 1899. H U M A N A RSE y No he podido jamás oír este verbo, de labios de ayas, amas de llaves, sirvientas y hasta fregonas, sin que me produzca regocijo. Empléanlo de tal manera y con tal retintín, que no parece sino que son el mismísimo Verbo divino que encarna.— Las tales gentuallas son cuando menos reyes destronados, que «por la pobreza y la desgracia se humanan á trabajar para vivir;» «la suerte (naturalmente debe de ser la mala) las obliga á rebajarse, á abatirse, á humanarse hasta entrar á servir á personas que... valen menos que ellas». Esto último, claro está, no lo expresan, pero lo dan á entender merced al tonillo con que pronuncian el humanarse. Por lo demás, la significación atribuida al verbo reflexivo está bien, aunque no la traiga ya el Diccionario; pues la vemos en autores antiguos. El Léxico académico de 1734 dice: « Humanarse, familiarizarse, baxarse y deponerse de aquel estado elevado que se gozaba, haciéndose tratable á las gen­ tes,» que es justamente lo que nos espetan las cocineras y los otros personajes mencionados, cuando entran á servirnos. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" HUM 275 HUMAR F ilm ar. Curioso: una de las veces que la h toma el puesto de la despojadora f . No calumniamos á ésta: la _/, la y la j han destituido casi de sus funciones á la buena de la h} tan mo­ desta en castellano que n i truena , como decimos de las gentes que no gustan ponerse de manifiesto. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" I INANO Enano. « S o b re la m ansión que ocupaban las fieras, había un cuarto muy capaz donde habitaban los b u fo n e s,... en cuyo núm ero se contaban los m onstruos, los enanos,lo s c o rc o v a d o s...» (Solis— La Conquista de M éxico.) INCONADO, INCONARSE, INCONOSO Enconado, esra n o cE,Enconoso. « L le g ó á tal extrem o este ricazo tan lim pio y re g a lad o (el rico avariento del E v a n g e lio ) que tu viera por felicidad que le diesen una gota aunque fuese en el dedo más enconado y asq u ero so de un le p ro so ; pero aun esto le faltó.» N (— D iferenc B ram a el b á rb a ro ard ien d o de despech o, V íb o ra no se vió más enconada... (Don Alonso de E rc illa —La Araucana.) N u estras d isco rd ias infaustas N os llevan al p re cip icio . L a s pasiones enconadas N os c ie g a n ... (Bretón de los H erreros—¡M uérete y verás!) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" IND 278 « ...Q u e es p elig ro so a b rir ó a p rem iar las apostem as d u ras, porque m ás se enconan. E s té un poco; dejem os llo ra r al que dolor tiene; que las lág rim as é so sp iro s mucho desenco7ian el corazón dolorid o.» (Fernando de Rojas— La Celestina.) Purén que estab a ap arte , habiendo oído L a plática enconosa y rum or g ra n d e ... {Ercilla— La Araucana.) INCONOCIBLE Inconocible decimos de las personas, animales ó cosas que han experimentado tal mudanza que no es fácil reconocerlos. Así se encarecen el envejecimiento de Fulano, lo revejida que está Zutana, lo enflaquecido de un caballo, lo maltratado de un objeto, exclamando: «qué inconocibles que están Fulano, Zu­ tana, etc.» IN CREM EN TAR El Vocabulario académico trae , voz de la que hemos sacado el verbo que anotamos. Dígase aumentar, cer, acrecentar, que significan lo propio que aquel inútil neo­ logismo. INDEPENDIZAR, INDEPENDIZARSE Saben ustedes que no se ha de mentar la soga en casa del ahorcado, y dale que dale en el empeño de que este verbo (no lo nombro) sea aceptado por la Academia de los antiguos dueños de Hispano América. Emancipar significa, con efecto, lo mismo; pero propon­ gámonos desterrar de nuestro idioma ese independizado del lenguaje español, y encontraremos, cuando menos, tanta re­ sistencia de parte de nuestras gentes para extrañarlo, cuanta de parte de los académicos para no aceptar al que ellos juzgan intruso. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" INDÍGENA Ciertas personas cultas, escrupulizando en llamar indios á los aborígenes de América, los denominan indígenas, en lo cual yerran y aciertan; otras los nombran indianos; y por fin, no falta alguien, vano sólo culto sino culterano, que los llama índicos. Veamos las diferencias de los diversos vocablos. Itidio—Natural de la India; u. t. c. s. Colón, persuadido de haber descubierto, mas bien que un Mundo nuevo, un camino al Asia, á través del Atlántico hacia el oeste, denominó indios á los habitantes de Guanahaní, que tomó por una de las penínsulas del Asia meridional, esto es, por las Indias orientales; razón por la cual se dió desptiés á América el nombre de Indias occidentales. Está bien, por tanto, llamar o id n,así al antiguo poblador de América como al oriundo del Indostán, de la Indo China, etc. Indígena, adj., originario de un país, en oposición á exó­ tico ó advenedizo—Api. á pers.; ú. c. s. El indio, pues, del Ecuador es también indígena del mismo Ecuador, así como lo somos nosotros, con la diferencia de no ser quizá indios y sí indianos. Indiano, según los SS. Académicos, natural, pero no ori­ ginario, de América; u. t. c. s. Indico, por último, más próximo á la etimología latina es, de cierto, menos propio del lenguaje trivial y doméstico que del no casero. Es por otra parte adecuado á cosas, mejor que á personas. « E l estado de A rau co es una p ro vin cia p e q u e ñ a ... que produce, la gente más b elicosa que ha habido en las In d ia s... llám anse los indios dél A ra u c a n o s...» « Puelches se llam an los indios de la s ie r r a ...» «Ia7iaconds son indios mozos am igos, que sirven á los E s p a ñ o le s ...» « Canten... donde los E sp a ñ o le s fundaron la más p ró sp era ciu d ad ... la cual tenía trescientos mil indios casad os de s e r v ic io ...» «Mita es la c a rg a ó tributo que trae el ijidio trib u tario .» « Mitayo es el indio que la lleva ó trae.» Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 28o IND {Ercilla—Araucana—Declaración de algunas dudas que se pueden ofrecer en la obra.) L a saña y el coraje se ren ueva Con la sa n g re que saca el h ierro duro: Y a la E sp añ o la gen te á la India lleva A dar de las esp ald as en el muro. {E r cilla—Araucana.) L le g a d o el indio al rancho, ap lica el cuerno A l túmido c a rrillo y re cia b o c a ... [Oña—Arauco domado.) «M e atengo á la enseñanza de éste (P . V elasco ) que, indígena del antiguo R ein o de Q u ito ...» ( Pedro Ferm ín Cevallos—Breve catálogo de errores en orden á la lengua y al lenguaje — .so ija letc Quinta edición—Introducción.) «A d elan te pues con la dinastía de los R uiz de R ejos; y á fin de que en mí no se acab e, demos cuanto antes una rein a indígena á los tab lan q u e se s.» {Don Jo s é M aría de Pereda—Peñas arriba.) «A n tes que más adelante pasem os, q u iero d ecir mi p a re c e r a ce rca de este nom bre Ind ias, porque algun os tienen creído que se llam aron así por se r los hom bres d estas n u estras In d ias del color que los indios o rien tales. M as parécem e que difieren mucho en el co lo r y en las fa c ciones. E s bien verd ad que de la India se dijeron las In dias. India p ro ­ piam ente se dice aq u ella g ran p ro vin cia del A sia donde A lejan d ro M agno hizo g u e rra , la cual tomó nom bre del río Indo, y se divide en m uchos reinos á él com arcanos. D esta g ran India, que también nom bran O rien tal, salieron g ra n d es com pañas de hom bres, y vinieron (según cuenta H erodoto) á p ob lar en la E tio p ía , que está entre la m ar B e r­ m eja y el N ilo, y que a g o ra posee el preste G ia n . P re vale cie ro n tanto a llí, que mudó aqu ella tierra sus an tigu as costum bres y apellid o en el que trajeron ello s; y así la E tio p ía se llamó India; y por eso dijeron m uchos, entre los cuales son A ristó te le s y S é n eca , que la India estaba cerca de la E sp añ a. De la India pues del preste G ia n , donde y a con tra­ taban p o rtu g u eses, se llam aron n uestras In d ias, porq ue ó ib a ó venía de allá la ca ra b e la que con tiem po forzoso ap o rtó á ellas y como el piloto Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 1NG 281 vicio aqu ellas tierras nuevas, llam ólas Indias, y así las nom braba siem ­ pre C ristó b al C o ló n .— L o s que tienen p o r gran cosm ógrafo á Colón piensan que las llam ó In d ias por la India O rien tal, creyendo que cuando d escubrió las Indias iba buscando la Isla C ip an go , que cae á p ar de la China ó C ataio, y que se m ovió á ir tras el sol por lle g a r más aína que contra él: aunque muchos creen que no hay la tal isla. De cualquier ma­ nera, en fin, que fué, ellas se llam an Indias.» (Francisco López de Gomara—E l de Am érica.) A sí que doña M arta no consiente E l un extrem o de ese am or honroso, Ni puede dar el sí doña L u c ía , P o r p ed irla un ind ano, sa n g re mía. (T irso de Molina—Marta Piadosa.) Indiana, se dice también á una tela de algodón ó lino, ó mezclada de uno y otro, pintada por un solo lado. « E l m iércoles p aseab a en el P rad o vestida de terciopelo y el ju eve s paseaba en el mismo sitio vestid a de indiana.» ( — eba ¡D esde M adrid ru T IN D U STRIARSE Darse maña á hacer una cosa sin los medios necesarios para ello. Usárnoslo en varias repúblicas hispanoamericanas y, se­ gún nos parece, significa algo más que el verbo castizo inge­ niarse. IN GENIATURA Es vocablo familiar que el Diccionario define: industria y arte con que se ingenia uno y procura su bien. Cosa muy dis­ tinta, por cierto, del arte que enseña á hacer y usar ingenios ó máquinas, ó bien á trazar y ejecutar obras con arreglo á prin­ cipios científicos: ingeniería. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" IN GU EN TO , IN G Ü E N T E Ungüento. «Y h ay más que v e r ... que b añ arle (las doncellas al cab allero que se a rro jó en fervien te lago) con tem pladas a g u a s, y luego untarlo todo con o lorosos ungüentos y v e stirle una c a m isa ...» ( Cervantes— Quijote.) «O ro hacen (los b oticarios) de las arañ as, de los alacran es y sapos; y oro hacen del p ap el, pues venden hasta el papel en que dan el un­ güento.» (Quevedo—Las Zahúrdas de Plutón.) « S i un poco de ungüento fa b rica v isc e ra s, natural parece no conce­ der m ayor prep on d eran cia al C re a d o r que al b oticario .» (Castro y Serrano—E l sobrino de Tántalo.) INJUNDIA Enjundia. Gordura de los animales, en especial la que las aves tienen en la overa. ¡Q ué oronda viene y qué bella! ¡Q ué través y e?ijtindia tiene! {Baltasar del A lcázar—La cena jocosa.) IN JUNDIOSO EnjundiosOy sa. adj. Que tiene mucha enjundia. INMORTAL El nombre castellano de varias plantas de pétalos coriáceos, permanentes, es siempreviva; denominación que impropia­ mente damos los ecuatorianos á diversas especies de vegetales Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" IN SU BSAN ABLE A lo que no se puede reparar ó subsanar decimos que es insubsanable, palabra que no está en el Léxico de la Aca­ demia. IN TELEC TU A L Tal vez es innecesario el uso del vocablo como sustantivo; pues poseemos la voz inteligente (el que está dotado de facul­ tad intelectiva) y otras que equivalen á lo que tratamos de expresar con la palabra anotada. IN T E R E S A B L E Dice nuestro pueblo por lo corrijan críticos exajerados. interesady no está « L o prim ero tengo de p o n d e ra r... cómo hay muchos que en esta vida son tenidos por los p rim eros en la sa n tid a d ... y en el día del ju icio y de la cuenta serán tenidos p or los p o strero s, porque en los ojos de D ios fueron tibios, interesables y muy im perfectos en lo in terio r.» {La Puente— Meditaciones espirituales.) IN TRIG A RSE Galicismo, por dar en qué pensar, producir curiosidad, etc.: En vérité, j ' étuis fo r t intriguée de ce qui allait suivre. IRRIGACIÓN De irrigation. Riego, dicen los que no parlan gabacho ni gustan de an­ glicismos. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 2S4 IR R IR R IG A R. Del inglés to Irrígate ó del francés irrigu er. Como hemos dado al verbo regar acepciones latísimas, ha habido necesidad de conseguirnos el irrig a r para que sirva de Cirineo á aquella palabra, á la cual, eso sí, hemos relevado de casi todos sus deberes legítimos para trasladarlos á ir r i­ gar. IRREPRO CH ABLE Ni reprochable ni irreprochable están en el Diccionario; aunque sí reprochar (reconvenir, reprobar), de donde han sa­ lido reprochable que casi equivale á , é irreprochable que posee significación más amplia que irreprensible. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" JABONCILLO Fruto del Sapindussaponaria que por contener abun temente una sustancia alcalina, reemplaza al jabón. El árbol mismo que se cría en nuestra costa, se llama tam­ bién jaboncillo, denominación, la última, aceptada ya por el Diccionario de 1899. JA L E T IN A Ó jalalin a,como dicen los que creen entenderlas. Así de­ nominan algunas personas á lo que en castellano y en Quí­ mica Orgánica se llama gelatina. Se cuenta que se daba un espléndido banquete en una ciu­ dad yankee, para celebrar no sé qué fausto acontecimiento químico industrial. Allí en el lugar más visible de la gran mesa, ostentábase una artística gelatina , de colores, den­ tro de la cual chispeaban vividas luces eléctricas. Junto á ella se alzaba una campana de metal bruñido que, al parecer, es­ condía algún otro milagro del arte de repostero. Llega el momento de los postres y todos encomian el exqui­ sito sabor de la gelatina consabida, que los mayordomos se han empeñado en que nadie deje de gustar. Tal es el instante oportuno. Pónese de pie el anfitrión principal y asiendo solemnemente la agarradera de la cam- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 286 JAN pana aquella, dice: «Este es, tsiM ,el comp que se ha convertido en la deliciosa y fragante gollería que acabamos de saborear. Ved, amados compañeros, los milagros de la química...» y acaba de levantar el bruñido trasto, de­ jando á descubierto una enorme bota destalonada y erizada de remiendos acreditadores de múltiples períodos de servicios, prestados á diversos dueños de distintas y descendentes con­ diciones. JA M PA Jamba. Cualquiera de las dos piezas labradas que, puestas vertical­ mente en los dos lados de las puertas ó ventanas, sostienen el dintel de ellas. Como los ecuatorianos hemos ascendido al umbral hasta la categoría del dintel, haciendo aquello que todo revolucionario, desterrar al personaje sustituido, nos hemos visto en la preci­ sión de criar la palabra jampa ó de deformar el vocablo , para denominar con él la «parte inferior ó escalón, por lo común de piedra y contrapuesto al dintel» (la contraposición ha llegado hasta el despojo violento) «en la puerta ó entrada de cualquier casa.» El primer Diccionario compuesto por la Real Academia española trae la palabra sólo en plural: « , dice, los pies ú como piernas, que en las puertas ó ventanas mantienen el dintel. Viene de la voz italiana ,a b m gque significa Lat. lamba. Astragalus.Colmen. Hist. Segon. cap. 4 Una puerta, salpicado lintel y jambas con sangre, Brav. Benedict. Cant. 7. Las chaflanadas,jambas y linteles.» JA N E IR O Gramínea seguramente importada de Río Janeiro, casi tan abundante en nuestra costa como el ó , con el que comparte el primer puesto respecto del benéfico destino de alimentar á los ganados. Pertenece al género Pas- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 287 JiC palum. El janeiro se encuentra también en las cuencas abriga­ das de la sierra, pero mucho menos desarrollado que en el litoral. JAQUIM ON Ramal ó ronzal. JAZMÍN DEL CABO Llamamos á la los españoles. gardenia ó jazm ín de la como dic JE B E Xeb ó jebe llaman en árabe al alumbre, ó sea la sal doble que forma el sulfato neutro de aluminio con otros sulfatos alcalinos y en especial el de potasio. Nosotros denominamos jebe á la goma elástica ó h cu aápesar de que voz no es sino el cautcliouc de nuestros indios de la pro­ vincia del Oriente. La palabra jebe debe provenir de , nombre del árbol que únicamente producía antes el , extraído hoy de un gran número de vegetales, tica, Castíloa, etc., y hasta preparado artificialmente con un aceite y azufre. El Suplemento del Diccionario último trae ya la palabra jebe, como americanismo, con la significación de caucho ó goma elástica. JETÓN El que tiene jeta^ jetudo; no jetón. JIC A M A Raíz tuberosa de la planta Pachyrizus , se ase­ meja á la batata, pero no se come cocida como ésta, sino cruda: es jugosa y azucarada, con la adehala de indigesta hasta para los avestruces. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 288 J IL JÍLG U ER O Palabra de acentuación viciosa. No esdrújula, sino llana: jilguero. Sin recelo ni susto Los términos pasea De las cabañas que nacer le vieron; Y ora aparta con gusto La cabra en su pelea. O ve do los jilgueros nido hicieron. (Juan Va/de's—Batilo.) Donde se ve que el endecasílabo dejaría de constar si se leyese jilguero, esto es, si tuviese la acentuación métrica en la quinta sílaba en vez de llevarla en la sexta. Por el consonante es aún más claro el lugar del acento en el ejemplo siguiente, tomado de don Tomás de Iriarte: Calla tú, Pajarillo vocinglero, Dijo el cisne al gilguero: ¿A cantar me provocas, cuando sabes Que de mi voz la dulce melodía Nunca ha tenido igual entre las aves? (Fábula —E l d ig ie r o y el Cisne.) A propósito de la ortografía del vocablo, haremos notar de paso que debe escribirse con no con como lo hizo hasta el impresor del tomito de que sacamos el anterior ejem­ plo (Fábulas de Iriarte.—Madrid: Imprenta de I. Sancha. Noviembre de 1830). Las palabras que vienen de vocablos latinos que tienen S inicial, la cambian siempre p o r y nunca por g : v. g.: jeja, jejona,de seges; jeme de sem syringa; jerg a , j e r g ó n ,jergueta, jerigon de serpus ó de sarpere; jeta (hocico del cerdo) de seta; jib ia de sepia; jim enzar de sementis; jilg u ero ó silguero de sibilare. Esta regla tal vez no tiene excepción, y debería agregarse Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" / 289 JO R á las siete que preceptúa la Gramática de la Academia (¿r, J:Reglas para el uso de estas letras'). JIPA R Verbo quichua: jadear ó carlear. (Véanse los ejemplos en la palabra Asesar). JIPIJA PA ' \ No es,—como lo expresa el buen amigo mío don Ricardo Palma, en su importante libro y Americanis­ mos,—palabra que significa sombrero fabricado con la pajaconocida por bombonaje; sino nombre de una ciudad ecuatoriana de la provincia de Manabí, donde se fabrica la clase espe­ cial de sombreros, denominados jipijapas por metonimia. J OBACHÓN \ En ésta, como en otras muchas voces, no nos contentamos con aspirar la hde n ó h ca b o,sino que la pronunciamos clara­ mente como en inglés. En Andalucía, donde hemos hallado, más que en otros lugares de España, los mismos defectos de lenguaje que entre nosotros (prueba que de la tierra anda­ luza, especialmente, vinieron los pobladores de esta porción de la Colonia); en Andalucía, decimos, el pueblo da sonido á la h, lo propio que en la antigüedad sucedía en Castilla y Extremadura. Dígase hobachón ó ahobachonado. JO R A Es el maíz germinado que, por tanto, ha producido ya la diastasa necesaria para que se transforme en glucosa el almi­ dón del grano. Es, pues, lo que los cerveceros, tratándose de la cebada, denominan a tlm,ó más en inglés todaví palabra que, más feliz qu z. jo ra cuyo único derivad ha dado origen á un sinnúmero de voces: to , hacer ger19 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 290 JUC minar la cebada; Máliman ó , el que prepara la cebada para cerveza; n lik tá M, horno para sec Máltmill, molino para la misma; , Máltfloor, Máltdrink y hasta tsu d lá M ,polvillo que se desprende de la ma al molerla, etc. Nadie podría darnos razón si el vocablo jo ra , que trae el Diccionario en la X IIa. edic., es ó no nues­ tra jo ra ; pues la definición parece corresponder más bien á chicha ó a u z, vocablo enteramente quichua hoy de po uso hasta entre los indios, que ha merecido ser aceptado, sin que nadie tampoco pueda explicarnos el motivo, en el Léxico de la Academia. JUCO ¿Decimos quizá así por junco? Puede ser; aunque el juco nuestro corresponde mejor á cañay esto es, tallo de las plantas gramíneas, que por lo común es hueco y nudoso. Caña común> llama Colmeiro á la Arunda donax, ó sea á aquélla á que específicamente da el nombre de caña el Diccionario y define (2.aacep. de la palabra caña): «planta gramínea, tiene tallo leñoso, hueco, flexible y de tres á cuatro metros de altura, se cría en parajes húmedos, se cul­ tiva en grande escala, y sirve para hacer cestas, celosías, etc. La palabra junco equivale más bien á lo que denominamos suro ó o ru z, dicción esta última que, según la Academia deberíamos emplear en vez de tusa; pues zuro define el Diccio­ nario: «corazón de la mazorca del maíz después de desgra­ nada.» a su T, no obstante, ha sido ya aceptada por l SS. Académicos, aunque como americanismo. De juticos se vistió de esta laguna. (Lope de Vega— no vieran las mujeres!) Y tomando una Que un labrador tenía. cañ (Idem— Ibidem.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 291 JUR Ya que iba al bosque á hacer silbos con la corteza del castaño, ó al arroyo á hacer molinos de junco. — a d eu r' Desde M adrid, al C (7 Suro, dirémoslo de paso, llaman los catalanes al Quercus súber de Linneo ó alcornoque de los castellanos, variedad de encina que produce el corcho. JUNCO En cambio, equivocadamente se llama en varios países americanos, al o sicra n,planta de la familia de las amarilídeas, con flores olorosas, blancas ó amarillas, y hojas radicales lar­ gas y estrechas. JURÓN Dígase serón. «Entró (Victoriano) en un almacén de comestibles y aguardientes, donde vio entrar á un mozo con un serón de libros viejos, y se entre­ tuvo largo rato viendo si entre aquellos libros había alguno que le aprovechase.» ( Trueba—Que gracioso...!) 4 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" K KEPI Escrito con Kypronunciado agudo, conservamos la original del vocablo francés' kepis. La Academia acepta la palabra, pero la escribe con q,la hace gr que no suena en la voz gabacha: quepis. KILOGRAMO Ha de pronunciarse kilogramo. «Anagraina, a m ,rg ip e llanos. Así todos los poetas sin ex­ cepción. Y conforme á éstos deben ser llanos los demás en grama ó gramo-. a m rg elt, kilogramo». (Robles Degano.— Ortología Clásica de la Lengua Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ). LABIA Sobre ser un sustantivo de sólo uso familiar, significa afluencia persuasiva y gracia en el expresarse; y no alabanza afectada, para ganar la voluntad de una persona, lisonja; ni habilidad para el engaño ó para lograr artificiosamente algún fin, astucia; ni halago, no por justicia ó benevolencia, sino por vileza ó con interesado objeto, adulación; ni demostra­ ción de cariño afectada y empalagosa, zalamería; aunque de todo lo expresado tiene en el Ecuador lo que denominamos labia. LABIOSO En consecuencia, es un lisonjero ardidoso que nos adula con zalamerías y que algunas veces obtiene de nosotros lo que se propone, ya por engaño suyo, ya por la necesidad nuestra de libertarnos de algún modo del empalagoso. LAGARTO .Simplemente ó caimán, y no lagarto de , nombramos en el Ecuador al enorme saurio Crocodilus occidentalis. Por esta vez hemos rebajado á un animal respecto de la denomi­ nación; pues nosotros, que llamamos lobo á una pobre anima- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" f 296 LAN lia inofensiva, y leónal casi tímido , denominam garto, casi lagartija,al gigantesco anfibio que tiene seis metros de longitud y devora un ternero como una grajea. Dignos de verse son los lagartos tendidos al sol á las márge­ nes del hermosísimo río Guayas; tan valerosos algunos, que no se lanzan al agua aun cuando pasan cerca los vapores fluvia­ les, que transitan incesantemente por el límpido cristal, donde se reflejan las palmeras, naranjos, cafetos y otros árboles de las orillas. LAN A (de la humedad). Es el mucor de los latinos y de los botánicos, palabra de la que viene la española moho. Hay muchos hongos pertene­ cientes á este género, v. g.: el Mucor , que crece en el pan guardado, el aquosus que nace en las maderas sumergidas en el agua, el su ro h p ca,etc. LAN CE Decimos los ecuatorianos á lo que los muy dueños de la cosa, los españoles, llaman treu s,en las l cierto, la voz suerte es genérica; pues como denominaciones específicas hay pases y sa cin ó rev,y , y teos^ y tanta a n ,o mque no nos es dado conocer ni comp der á los no iniciados, tan inocentes y legos en el asunto, que hasta nos afligimos de ver que se degüellan caballos como premio de una larga vida al servicio del hombre. LANCHA, LANCHAR, SE. Lancha y ra h cn l ,sustantivos, son castellanos; pero tien significados de todo punto distintos de los que les damos en el Ecuador. El doctor Cevallos corrige nuestros lancha sustantivo, y lanchar verbo, con niebla y , cuyas significacio­ nes quizá sean las únicas que se den á los vocablos corregi­ dos, en las provincias del centro de la República, donde el Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" LÁT 297 decano de los estudios filológicos ecuatorianos espigó las palabras anotadas en su Breve Catálogo. Los de las provincias del norte damos, además, á lancha y lanchar las acepciones de helada, ra ,leh y a h crse , escarcha LAPO Golpe ó cintarazo (planazo como decimos nosotros) que se da con la espada de plano ó con un bastón ó vara, según el lenguaje familiar español. Pegarse un lapoyó echar un , ó tomar un los ecuatorianos, equivale á echar un trago. ¿Vendrá del término familiar francés lampee) LATERO, L A T E R ÍA Aunque el Diccionario denomina ya simplemente lata á la hoja de hierro estañada, esto es, á la hojalata; no ha aceptado aún la denominación latei'o para el individuo que hace objetos de hoja de lata, ni el nombre como decimos en el Ecuador, para el taller en que se hacen piezas del material mencionado, ó la tienda donde se venden. Llámalos hojalatero y hojalatería, conforme los hallamos también en las obras de escritores españoles. «Sonaba el martillo del herrador y el mazo del hojalatero... y, en fin, la campana del reló cuando callaban las de la iglesia.» ( . — a d erP El sabor de la tierruca.) LÁTIGO Por latigazos es un error. Á Pedro le dieron doce azotes ó latigazos, que bien le dolieron; mas no doce , que bien se los hubiera querido. Tampoco trae la Academia el sustantivo , usado por L. Moratín. «Al cabo de media hora de un continuo latigueo...» (V iaje de Italia.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" seg 298 LAV L A T IG U E A R Es dar chasquidos con el látigo, no azotar ó fustigar. La palabra latigueada por to zani siqui Léxico.—Ojalá no estuviera en ninguna parte el acto. M ajar encontramos frecuentemente en el Poema del por azotar; y o tn eim a l se azote ó plaga, en una antigua versión de la Biblia, citada por el Padre Scío y recordada por Bello. LAVACARA En singular no significa nada; en plural y familiarmente, lavacaras se dice á la persona aduladora. La vasija que sirve para lavarse la cara, manos, etc., se llama palangana, vocablo deí que se formó mueble donde se coloca la palangana para lavarse. Nómbrase también a n ifo jl , ó jofaina omiti tículo árabe a/, aunque el Diccionario aplica este nombre en especial á la palangana de barro vidriado. «Desde la palangana de loza, hasta la resmilla de papel de cartas.» ( . — d erP El sabor de la tierruca.) «Entró Juanguirle con una jofaina llena de agua, y media sábana vieja al hombro, y diose comienzo al lavatorio.» (Id.—Ibid.) «La verdad sea dicha tenemos también una aljofaina de metal, que no venderíamos por todo el oro del mundo.» {Alarcon—Diario de un testigo de la guerra de * LA V A M A N O S Tampoco está bien, supuesto que es el depósito de agua con caño, llave y pila para lavarse las manos. E l lava manos es catalanismo, lo raita. en el signifi­ cado de aljofaina. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" LED 29 9 LÁZARO El que padece el mal de San Lázaro, ó ó elefan­ tíasis de los griegos, ó lepra de los hebreos, ó lepra de los Cru­ zados, ó lepra tuberculosa, ó Asovt'.aotc, Satüptaa¡xo;, es elefan­ cíaco (de eXe<{)a<^ elefante, por la semejanza de las piernas del que padece elefantíasis de los árabes, con las del elefante), ó leproso, ó lazaroso, ó lazarino. «Y los monolitos solitarios y dispersos, se me antojaban erupciones de verrugas asquerosas sobre una inmensa piel de .» ( . —Peñas arriba.) LAVA N D ERÍA Vocablo anticuado en España, así como lavador’, pero vi­ gente en algunos pueblos de América. Lavadero nombran hoy en la Península al lugar en que se lava. LECHERO Nombre ecuatoriano de la Euphorbia latazi, árbol que ser­ vía admirablemente para las chozas vivas de los indios. Clava­ das seis ú ocho estacas de lechero, hecha la quincha y armada la cubierta pajiza, dichas estacas echaban renuevos que daban aspecto curioso á las miserables viviendas. Pero no es exacto hablar en pretérito; pues aun se ve una que otra choza, cual las descritas, en los campos de la sierra. El nombre le viene del abundante jugo lechoso, quizá aplicable á la industria como el cautchouc, que contienen las hojas y tallos. LEDINO Ladino. {Latino, que sabe hasta latín, entendido, vivo). ...Tengo miedo que como los hombres son Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" LEV 3 °o Ladinos y redomados No descubra la maraña... Manuel Eduardo de Go ros lisa— Indulgencia para todos.) LEÑ ATERO La persona que se emplea en cortar leña, ó que la vende, leñador ó leñadora\el sitio destinado para guardar ó h leña, leñera. El que vende leña se llama también leñero. LEO NERA La pieza destinada para guardar los trastos viejos ó que no son del uso diario, se denomina trastera. El Diccionario últi­ mo trae, no obstante, la palabra anotada con una de las acep­ ciones dadas en América, á saber, aposento habitualmente desarreglado, que suele haber en las casas de mucha familia. L E T R AS DE AGUA Las letras transparentes, hechas en el papel al tiempo de fabricarlo y que sirven de señal en los billetes de banco, etcé­ tera, se denominan con una sola palabra: \ LE V A N T A R SE DE MAÑANA Por m adrugar, es catalanismo: llevarse dematí. LEV IT A (El) La levita. Pocas, no muchas personas cambian el género de levita, confundiendo así el israelita de la tribu de Leví, tercer hijo de Jacob y Lía, con el traje moderno de hombre, que todos cono­ cemos. Ha debido formarse la palabra por la casi homofonía de la voz francesa ¿' kabit con la nueva castellana, levita. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" LID 301 «El rústico descargador de yerba había sustituido los burdos ropa­ jes del oficio con una levita cerrada y todos los accesorios correspon­ dientes á esa prenda de sempiterna distinción.» ( —Peñas .) «De la túnica corta procedió la esto es, la levita que recor­ tada, ha dado origen al fr a c del siglo xix.» {M anjarres— Teoría las artes del dibujo.) Hay también quienes, creyendo que levita es diminutivo, dicen a vel ,y se lucen. LIBRILLO ó L E B R ILLO Los rumiantes tienen casi tantos estómagos como los polí­ ticos: la a zn p,el bo7ieteó el nombre viene de que á muchas personas el estómago les hace pensar y discurrir) y el cuajar. Francamente, no sé á cuál de estos compartimientos denominan las cocineras librillo: si al libro no está tan mal; y quedarían, en tal caso, el nombre de pusón ó pusún para la panza; y para el cuajar el de , que tampoco está mal, ya que aun cuando su primer significado es de «materia contenida en el cuajar de los rumiantes que aun no pacen, y sirve para cuajar la leche», sin embargo significa también cuarto estómago de los mamíferos mencionados (los rumiantes, no los políticos). L ibrillo es el cuadernillo de papel de fumar, y posee á más otras acepciones; lebrillo es una especie de barreño vidriado, redondo, de una cuarta poco más ó menos de alto, que desde el suelo se va ensanchando hasta la boca, y sirve para varios usos, es decir, lo que aquí llamamos punchera ( (Ponchera) La vasija en que se hace ponche). LID IA D ERA Altercado. Sin duda alguna la hemos sacado de lidia. Andar en sa red ,il se dice en España andar en dimes y diretes. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" LIS 302 LIENCILLO No está mal el diminutivo de lienzo, pero no encontramos la palabra en el Diccionario. El género burdo de algodón, que los ecuatorianos llaman o licn e ,en Chile y en e bra tocuyo, dicción que el notable escritor don Ricardo Palma propone sea aceptada por la Academia para denominar la tela aludida. Sería preferible la denominación nuestra, perfecta­ mente castiza. LIMOSNERO Es el que da limosna, no el que la recibe; el caritativo; el encargado de distribuir limosnas. Pordiosero ó mendigo el que pide limosna. LISO, LISU R A Dígase o d iverta,da, atrevimiento. En germanía liso significa desvergonzado. ¿Vendría de ahí la significación ecuatoriana? LÍQUIDO Por o ru p,es puro adefesio. «Este picaro me ha vendido agua líquida por vino,» acabo de oír; y otras veces he oído tonterías todavía de mayor calibre, como las siguientes: «Fulano se ha mantenido con pan líquido» esto es, con sólo pan.—«¿He de tomar las píldoras líquidas)», que traducido á racional, significa: ¿He de tomar las píldoras sin otra cosa? L 1SIÓN Voz anticuada. Lesión. «Pues qué hay que pueda guiar al hombre con seguridad? No hay 1 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" LOB 303 otra cosa, sino la Filosofía, la cual consiste en esto, que conserves á tu ánimo sin mancha y lesión,incontaminado y entero...» {E Marco Aurelio en su filosofía. Lib. 2 pm. c. 18 S.) (Nieremberg— D iferencia entre lo temporal y .) LOBO t A falta.de lobos (se entiende entre los'irracionales, pues entre los racionales sí los tenemos) denominamos así á las zorras; con lo que ocasionamos un gran trastrueque en la clasificación zoológica, supuesto que aun ascendemos á otra alimaña, á la mofeta ó k o ta,á la categoría de zorra. El lobo^ Canis su p l, es un animal feroz mucho más pulento que la a ro z, Canis , á la que hemos dad aquel nombre, dejando éste para los zorrillos hediondos pliitis ¿orcatalWzLgn.— sith p eM de Less?). En España se llama también á la zorra, raposa; mientras que nosotros adjudicamos esta denominación á los marsupia­ les ó didelfos,que dicen los naturalistas. El zorro ó raposo se introduce en las alquerías, casas y hasta los pueblos en busca de alimento; de él, pues, habla la fábula de Esopo A' /ao“ /¡c*, traducida por Samaniego y sabida por todos los niños de escuela: Dijo la zo rra al busto, Después de olerlo: Tu cabeza es hermosa, Pero sin seso. Asimismo, el que nosotros mal llamamos lobo es el prota­ gonista, como personificación de la astucia, de los apólogos (XNOE KA1' A'Alfil HE, AÉQN KAL CTNOS KAL A'AQLHE, y A AifilHE RAI TPAFOS, del propio Esopo, y de las fábulas ya imitadas, ya traducidas, ya originales de Samaniego; así como de «El Avestruz, el Dromedario y la Zorra» y «La Oruga y la Zorra», de Iriarte. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" LONGO Palabra quichua, cuya traducción española es , joven; pero, restringido el significado, entendemos por , mucha­ cho indio, y por a g n o l ,india mos ni muchacho blanco ni negro sino siempre indio joven. LUNCH, LONCHE Aunque el acto de comer un algo ó unos algos en el inter­ medio del almuerzo y de la comida no sea meramente inglés, la palabra lunch es de todo punto inglesa. En España é Hispano-América donde, de cierto sin necesi­ dad del ejemplo de los señores británicos, se usa también to­ mar una refección ó refacción para vigorizar el estómago en el intervalo de las comidas del día, tenemos naturalmente los tér­ minos apropiados para denominar el acto. , Hacer ó tomar las once se dice, según la Academia, fami­ liarmente porque el refrigerio se toma entre once y doce de la mañana; aunque en América se pretenda dar como origen á la denominación, las once letras de que se compone la palabra aguardientey compañero ó acaso parte esencial del tal piscola­ bis ó gaudeamus. Tente en e,ip se le ha denominado asimismo, quizá po por su parvedad, no requiere que se lo tome á manteles ni sen­ tados á la mesa, ó porque el refrigerio le tiene á uno en pie y le vigoriza para que no desfallezca. «Una mañana estaba en su tienda cantando y cosiendo un calzón, cuando pasó una mujer vendiendo bollos calentitos y tiernos, y el sastrillo compró un par de ellos para tomar las once con los bollos y un vasitd de vino blanco.» (Trueba—Las aventuras de un sastre.) «En todas partes se le recibía con las mayores muestras de admira­ ción, y en cada úna de ellas encontraba el indispensable agasajo de un piscolabis.'» (Selgas—Nona.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" LUT 305 «Ya tenemos aquí el ahora vamos á dar de él la debida cuenta». gaudeamus,Padre cura (exclamó ( Selgas— ) «Jamón del pemil grande... huevos fritos, de los del día, aceitunas de las enteras, salchichón, miel... queso... pronto, pronto. Ahora to­ marás ese tente en p ie,y luego cenarás á tus anchas». ( Selgas — Nona .) El alimento moderado que se toma para reparar las fuerzas y continuar en el trabajo, así como el agasajo de dulces, bebi­ das, etc., que se da en las visitas, se denominan refresco. No aguardaron el , ' Que se conserva en barriles, Los idólatras de Meca, Ni osaron hacer el brindis (F r. Gabriel Té lies—Marta la Piadosa.) L U T E R A NA Quiere decir persona que profesa la doctrina de Lutero, ó cosa perteneciente á Lutero, ó relativa á él; mis compatriotas llaman luteranaá la mujer vestida de luto, ó sea á la que, por muerte de un pariente, trae vestido negro,—ya que el color de luto en los pueblos europeos es el negro, mientras que en los asiáticos son los colores blanco y amarillo. Dígase enlutada. Enlutados bultos andando venían; Y luego más cerca con asombro ve. (E — a d ecn o rp s E l Estudiante de Salamanca.) «...Detrás de los cuales venía una litera cubierta de luto, á la cual seguían otros seis de á caballo enlutados hasta los pies de las muías.» (Cebantes—Don Quijote.) Diga, señor , ¿A quién llevan á enterrar? 20 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" —Al estudiante endiablado Don Félix de Montemar. {Espronceda— E l Estudiante de Salamanca.) A los ya enlutados bosques, A las calladas llanuras A los altos campanarios Que entre nieblas se dibujan. (Saavedra— Don Alvaro de Luna— Romance I I I .) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" LLAMINGO Nuestros indios denominan llama á la oveja, y llamingo ó nina llama, oveja del indio, al rumiante Auchenia llama de Braud. El penúltimo Diccionario aceptó la denominación llama para el segundo, definiéndola: «Cuadrúpedo del género del ca­ mello, con los dedos separados y el lomo liso, del tamaño de un ciervo, y de pelo áspero y castaño.» Definición que ado­ lecía de dos defectos: no son los llamas del mismo , sino de la misma fam ilia de los camellos (géneros Lama Cuv. los unos, y C am elu sLin. los otros). Tampoco el pelo es áspero y castaño, sino suave y flexible, y de color vario; pues hay lla­ mas blancas, negras, castañas, etc. La definición del Léxico de 1899 es mejc>r que la prece­ dente; aunque nombra el llama á la llama, que decimos en América. LLAPANGO Quichua u g n a p l ,descalzo. Nombramos así especialmente á la persona que se viste bien; pero que por extravagancia ó por razón que la tal persona se sabrá, no usa calzado. LLAPINGACHO 1 Los que dicen máchica á la m, juzgando argucia hablan castellano culto, en vez de quichua, son quizá Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" m LLA 308 los mismos que nombran rapingacho al , temerosos de que el sonido de la ll indígena, sirva en sus labios de reac­ tivo para comprobar los glóbulos indios en la complicada mez­ cla de la sangre de los descendientes de iberos, pelasgos, celtas, germanos, árabes, y de los hijos de quitus, caras, huancavilcas, puruhaes, cañaris, pecamores... Y lo peor es que allende los océanos el dicho temor pasó por cosa de más fundamento; y hé ahí que la Academia deno­ minó, sin más ni más, á la preparación culinaria nuestra pingacho', voz sin abolengos ni solar, con que se ha suplantado al vocablo genuino o h ca g n ip l—legítimo , descendie liapina, ra tslp, ra sm, que son verbos activos en rezo de la, á juicio de muchos, delicada y sabrosa torta, com­ puesta de patatas, queso, huevos, manteca y especias, que las cocineras se saben y que bien nos saben al paladar. A falta de otro signo alfabético, escribimos , llapango, o g n im a l ,etc., con //, atribuyéndole un sonido que no es propiamente el español, sino uno semejante al de la francesa, ó sea el mismo que se da á la_y en la República Ar­ gentina. LLA Q U E Así pronunciamos los nombres inglés , chaqueta, jaqueta, y los franceses eu q a j ,jubón, ó , s qué es un vestido que participa en su forma de la levita y del frac; aunque de menos distinción, como diría Pereda, que los dos trajes nombrados. LLAVAZO Decimos nosotros al golpe dado con la llave. No hay en el Vocabulario, aunque sí en alguna obra de autor español: 1 «Sufriendo llavazosde sacristanes.» (L . Morafín— Viaje de Italia.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" LLU 309 LLUQUI J Jamamos en quichua al izquierdo ó zurdo. Pérez Galdós en uno de sus Episodios Nacionales, E l de Marzo y el 2 de M ayo, describe fisiológica y exactamente al zurdo: «Don Mauro Requejo, dice, era un hombre izquierdo... ¿Ha sido la naturaleza ó es la costumbre quien ha dispuesto que una mitad del cuerpo humano se distinga por su habilidad y la otra mitad por su tor­ peza? Una de nuestras manos es inepta para la escritura, y en los tra­ bajos mecánicos sólo sirve para ayudar á la experta compañera, la de­ recha. Esta hace todo lo importante: en el piano ejecuta la melodía, en el violín lleva el arco, que es la expresión, en la esgrima maneja la es­ pada, en la náutica el timón, en la pintura el pincel; es la que abofetea en las disputas, la que hace la señal de la cruz en el rezo y la que cas­ tiga el pecho en la penitencia. Iguales disposiciones tiene el pie dere­ cho: si algo eminente y extraordinario ha de hacerse en el baile, es in­ dudable que lo hará el pie derecho; él es también el que salta en la luga, el que golpea la tierra con ira en la desesperación, el que ahu­ yenta al perro atrevido, el que aplasta al sucio reptil, el que sirve de ariete para atacará un despreciable enemigo que no merece ser herido por delante. Esta superioridad mecánica, muscular y nerviosa de las extremidades derechas se entiende á todo el organismo: cuando estamos perplejos sin saber qué dirección tomar, si el cuerpo se abandona á su instinto, se inclinará hacia la derecha y los ojos buscarán la derecha como un oriente desconocido. Al mismo tiempo que en el lado siniestro todo es torpeza, todo subordinación, todo ineptitud, cuanto hace por sí todo resulta torcido, y su inferioridad es tan notoria, que ni aun en desarrollo puede igualar al otro lado.» Quevedo agrega de los zurdos: «Quién son? le pregunté. Dijo el diablo: Hablando con perdón, los zurdos: gente que no puede hacer cosa á derechas, quejándose de que no están con los otros condenados; y acá dudamos si son hombres, ó otra cosa; que en el mundo ellos no sirven sino de enfados, y de mal agüero: pues si uno va á negociar, y topa , se vuelve, como si topara un cuervo, ó oyera una lechuza. Y habéis de saber que cuando Scévola se quemó el brazo derecho, porque erró á Pórcena, fué, no Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" por quemarle, y quedar manco; sino queriendo hacer en sí un gran castigo, dijo: Así, ¿qué erré el golpe? Pues en pena he de quedar zurdo. Y cuando la justicia manda cortar á uno la mano derecha por una resistencia, es la pena hacerle , no el golpe. Y no queráis más, que queriendo el otro echar una maldición muy grande, fea y afrentosa, dijo: Lanzada de moro izqtiierdo te atraviese el corazón; y en el día del juicio todos los condenados, en señal de serlo, estarán á la mano izquierda. Al fin es gente hecha al revés, y que se duda si son gentes.» Se cree científicamente que el uso preferente del lado dere­ cho se debe á la costumbre, y este uso explica el mayor des­ arrollo de dicho lado. En efecto, los que desde la infancia acos­ tumbran al brazo izcpiierdo á servir tanto como el derecho, llegan O á ser ambidextros. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Macanazo, golpe dado con la macana. Aun cuando el chal difiera algo de la manteleta particular que en el Ecuador se nombra esta última voz; y han procedido, en consecuencia, con cor­ dura las personas que han adoptado la expresada palabra chal. «Quiso después Xicotencal el mozo, que iba por General de la Re­ pública, pasar la muestra de su gente... Pasaron delante los timbales... las nacanas ó montantes con la guarnición sobre el brazo izquierdo...» 7 (Solis— H istoria de la conquista de $ «Quita por fuerza á un indio la a n cm ..» . (Oña— Arauco domado.) I «Lita lleva la cabeza envuelta en una esponjada toquilla... y todo el cuerpo gentil arrebujado en un chal de lana gris, de mucho abrigo.» (Don José' M aría de Pereda— Peñas arriba.) En la República Argentina, si no he entendido mal, em­ plean macana en las acepciones de disparate, tontería, etc. MACOLL A R No hay este verbo en la X IIIa edic. del Diccionario en el Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" n a cmsetá m 312 MAG se n tid o de e x t e n d e r s e la s p l a n t a s ó m a t a s , echando m uchos h i j u e l o s ; p e r o n o e s t á m a l f o r m a d o , y a q u e sí e n c o n t r a m o s en acolr, c o n j u n t o m el L é x i c o el s u s ta n tiv o de p ie s ó c i d o s d e u n m is m o g r a n o . ra jih,s e g ú n E l verbo macollar; n u estro el D i c c i o n a r i o , n o e s lo p r o p i o q p u e s s ó l o s i g n i f i c a e c h a r la p l a n t a r e t o ñ o s ó h iju e lo s . ater, q u e m E l verb o m acolar, ria n o matas Y se re strin g e p o d r í a m u y b ie n e q u i v a l e r a l e c u a t o p o r la A c a d e m i a á l o s p a n e s ó de trig o . á p ro p ó sito c o n tra d ic c ió n tear. «M ata, m atas e n t r e la mata p a la b ra de y , nos parece m an era cóm o el e m p le o d ic e , de p la n ta que hace q u e v iv e h a lla r el D ic c io n a rio d e f in e la d e e lla en el v e r b o v a rio s añ o s, y una tie n e ma­ t a ll o b a jo , ra m ific a d o y le ñ o s o .» N o ú n ic a m e n te lo s b o tá n ic o s sa b e n T r itic u m que el que el trig o a c e p c ió n no d u ra cestivums s i n o un a n u a l; n in g ú n a g r ic u lt o r ig a ñ o .— P arece que la s e g u n d a d e l V o c a b u l a r i o c o r r i g e e m p e r o la p r i m e r a , y e n tal c a so d e b ía d e ja rs e s ó lo a q u é lla . A m acollarse ,d i c e el D ic c io n a rio , f o r m a r la s p l a n t a s ma­ colla . M A C H O T E (A ) P ara d a r á e n t e n d e r q u e u n a c o s a e s t á h e c h a , c o n s o lid e z , d e c im o s q u e está hecha á achote, m o d o m te lla n o s ig n ific a s im p le m e n te A macha adverb á golpe de mazo. ,m artilo d i c e n l o s e s p a ñ o l e s p a r a e x p l i c a r q u u n a c o s a e stá c o n s tr u id a con m ás so lid e z q u e p r im o r ; y fig u r a ­ d am en te con firm eza m achar e s lo m i s m o q u e e q u iv a le á á machaca , pues machacar. M AGU EY R e f i e r e la e x t e n s a o b r a « L o s t r e s r e i n o s d e l a n a t u r a l e z a , » en el tom o 8 . ° d e s t i n a d o á la B o t á n i c a , cju e e l á r b o l i n d í g e n a Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" MAJ 3*3 albaricoquero d e la I n d i a mango cultivado deSanto a refig n M ndica i ó m de L in n e o , p ro d u ce una r e s in a l í q u i d a u s a d a c o m o s u d o r í f i c a y a n t i s i f i l í t i c a ( a b r a n u s ­ t e d e s lo s p a r a g u a s , se u sa n com o y fo r t ific a n que a n tio d o n tá lg ic a s, e s d rú ju lo s ); q u e porque la s h o j a s l i m p ia n l o s d i e n t e s la s e n c ía s ; q u e el fru to se e m p le a c o m o a n t ie s c o r ­ b ú t ic o , y la a l m e n d r a g en te, llu e v e n to stad a com o a n tih e lm ín tic a y a strin ­ g u a r d á n d o s e s e c a y r e d u c i d a á h a r i n a . C o n la m a d e r a , a ñ a d e el lib ro , se h a ce n a ta ú d e s q u e se q u e m a n con lo s c u e r ­ p o s d e la s con e l l a p e rso n a s d istin g u id a s; hogu eras d e stin a d a s á lo s g r a n d e s b racm an es ad o rn an sus c a sa s con d ía s d e f ie s t a s y e n e l M a l a b a r s e fo r m a n ram as de p e rso n a je s. L o s e ste á r b o l en lo s p r in c ip a le s . E l fru to se c o m e c r u d o , s o l o ó m o ­ ja d o en v in o , y ta m b ié n se c o n s e r v a c o n fita d o ó en v in a g r e , y lo ll a m a n m aguey. R e p ro d u c im o s tod as estas n o tic ia s p o r re fe rirs e al , á r b o l a b u n d a n t í s i m o e n n u e s t r a c o s t a y a u n en la p r o v i n c i a d e L o ja , y v a m o s á lo q u e v a m o s : m aguey n om b ram os n osotro s á lo s t a l l o s n o g r u e s o s d e l c a b u y o . S e g ú n la A c a d e m i a s e l l a m a a s í el a g a v e e n g e n e r a l : d e b e d e e s t a r e q u i v o c a d a , lo q u e n o es ra ro t r a tá n d o s e d e c o s a s a m e r ic a n a s . M A JA R BLANCO M a n ja r car, a lm e n d ra s ,b lanco p l a t o d e p o s t r e q u e s e h a c e c o n l e c h e , a z ú ­ y h a r in a d e a rro z , s e g ú n lo s A c a d é m ic o s, q u e n a t u r a l m e n t e b u e n c u i d a d o t e n d r í a n , a n t e s d e d a r n o s la d e f i n i ­ c ió n , d e a s e s o r a r s e con a lg ú n m a ja r blanco e s lo q u e j a r de ángeles. M anjar v i e n e d e l i t a l i a n o nuestro rep o stero . Aunque creo que el D ic c io n a rio d e n o m in a a,c o m e r . m «Ni puede aprovechar el m anjar á los cuerpos que en comiendo se lanza; ni hay cosa que más la sanidad impida que la diversidad y mu­ danza y variación de los sera jn m ». {Rojas— La Celestina.) «Estando á la mesa dijo don Antonio á Sancho: acá tenemos noticia, Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" buen Sancho, que sois tan amigo de manjar blanco y albondiguillas, que si os sobran las guardáis en el seno para el otro día.» 1). D ie g o C le m e n c ín al tra ta r d e e sta p a rte d ic e : «El m anjar blanco se miraba en lo antiguo como regalado. Compo­ níase de pechugas de ave, leche, harina de arroz y azúcar, y solía ser­ virse en forma de pellas. Ahora sólo se hace en algunas provincias, de leche, azúcar y harina de arroz.» ( Cervantes— Clemencín.) D .Quijote de la M A L A G R A D E C ID O L o s c a ta la n e s lla m a n c o rre s p o n d e n c ia mal agrahit a l b e n e fic io re c ib id o , ó p a g a c o n u n m a l . L o s e s p a ñ o l e s d ic e n al p é s im o in d iv id u o q u e a l q u e n i e g a la d e b i d a com ete lo d esconoce, ingrato ó lo desagradecido ó in g ra titu d e s ó d e s a g ra d e c e . M ALAN O CH ARSE E l id io m a p r o t e s t a c o n tr a e ste v e r b o creem os, p r o te s ta n ta m b ié n malanocharse noche: e c u a to ria n o y , seg ú n lo s a fic io n a d o s q u iz á d e n o m in e n , á h a c e r d ía c o n e f e c t o , m á s b ie n h co n sa rt pernoctar , p a s a r la en el le c h o q u e no H ay d e la n o c t iv a g o s in c a p a c e s d e h acer una cu arteta al S o l, á q u i e n e s i n s p i r a lo u m b r í o , lo o s c u r o , lo t e n e b r o s o : la L u n a es la ú n ic a d iv a d e l firm a m e n to y d e su a lm a ; V é s p e r o e l lu c e ro m ás sim p á tic o , p o r q u e lo s h o m b r e s , d u e rm e n a n u n c ia la su s m a ld a d e s » ... e lla « D u e rm e n e x c e p t o lo s la d ro n e s nocharniegos. y m ás p ille te s H ay noche. E n t a m b ié n d i s p é p t i c o s q u e só lo d ig ie r e n lo q u e co m en d e n o c h e ; lo s n i c t á l o p e s n o v e n s i n o d e s p u é s d e p u e s t o e l s o l; la s s e r e n a t a s y lo s n o c tu rn o s no son p o s ib le s d e d ía ; d e lo s S r e s . n o c t u r n o s , l a s matinées pagne y v ís p e r a s son yor c o n s a l ; lo s m a i t i n e s son co m o lo s tom ar rezos á ju ic io cham­ de m a­ d e v o c i ó n p a r a l o s m o n j e s ; ha m a y o r p a r t e d e l o s t e a t r o s , c irco s y m á s l u g a r e s d e e s p a r c i m i e n t o s e c e r r a r í a n , si la cha- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 315 MAL rid a d d i u r n a s e a p o d e r a s e d e la s h o r a s p e r t e n e c i e n t e s á la e n lu ta d a , p e r o a l e g r e h e rm a n a d e l d ía . A lg u ie n a firm a q u e c a d a e s p e c ie z o o ló g ic a un s e m e j a n t e e n a l g ú n h o m b r e : irra c io n a l tie n e p o r lo q u e a t a ñ e á l o s a n i m a ­ le s n o c t u r n o s , s o b r a n lo s a n á l o g o s h u m a n o s . E n el lib ro M adrid por dentro y por don E u s e b io B la sc o , h a y chadores fica y un a r tíc u lo d e d ic a d o á lo s y e sc rito p o r el S r . F . M o re n o e stu d ia , d irig id o p o r G o d in o , trasno­ q u ie n c la s i­ m i n u c i o s a m e n t e á e s t o s d e v o t o s d e la m a d r e , p ero no del p a d re de M o rfe o . M A LET A D i c e e l D i c c i o n a r i o d e la A c a d e m i a : « C o fre pequeño de c u e r o ó l o n a , sin a r m a d u r a ó c o n e l l a , q u e s i r v e p a r a g u a r d a r r o p a ú o t r a s c o s a s y s e p u e d e l l e v a r á la m a n o . » «Y cuando llegó, fué á tiempo que alzaba con la punta del lanzón un cojín y una maleta asida á él... y mandóle su amo que viese lo que en la maleta venía...» ( N o s o tro s d e n o m in a m o s maleta —Don Quijote.) á la « p o r c i ó n o t r a s c o s a s a t a d a s » , c o m o d e f in e e l m i s m o de ropa ó de D i c c i o n a r i o al lío. N o s é si j u s t i f i q u e la d e n o m i n a c i ó n e c u a t o r i a n a la f r a s e e s ­ p a ñ o la hacer uno la maleta. M ALETERO E s el q u e h a c e m a le ta s ó la s v e n d e , y n o la p r o p i a maleta (V é a s e la d e fin ic ió n t r a n s c r ita a n te rio rm e n te ). L a q u e usan lo s o f i c i a l e s y s o l d a d o s d e la c a b a l l e r í a c io n a rio d el e jé r c ito , lla m a el D i c ­ maletín de grupa. ,M A L E T Ó N A u m e n t a t iv o d e m a le ta , no p u e d e lla m a rse al alm ofrej Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" aun- 3*6 MAL q u e se a c h ic o , tra sto q u e , p o r o tra p arte, p a r e c e q u e d a r en u s o s ó l o e n l o s r a r o s p a í s e s e n q u e la f a l t a d e f e r r o c a r r i l e s y d e s u s c o n c o m i t a n t e s lo s c ó m o d o s a l o j a m i e n t o s , e t c . , h a c e q u e e s t é n en vigencia jerfo m la(n o almofrés el d ic h o p u e b lo ) y la s m u ía s y lo s b u r r o s , in c o m p a tib le s co n to d a c iv i­ l i z a c i ó n , y lo s r e s p e c t i v o s a c e m i l e r o s , a l m o c r e b e s y y lo s tambos y a sn e riz o s, v e n t o r r o s , d o n d e h a lla n su fic ie n te c o m o d id a d lo s h a b ita n te s d e p u e b lo s q u e se re v o lu c io n e s p e re n n e s, y e n t r e t i e n e n d e g o l l á n d o s e en decoro cuyo c o n s i s t e e n la m u t u a d ia trib a . E l D i c c i o n a r i o , c o n e f e c t o , d e f in e e l q u e no se e stila y a en el m u n d o : « F u n d a alm ofrej en com o cosa q u e se llevaba la c a m a d e c a m i n o , y la c u a l e r a p o r f u e r a d e j e r g a ó v a q u e t a y p o r d e n t r o d e a n j e o ú o t r o lie n z o b a s t o . » C o m o en a lg u n a P o m p e y a v iv a (co n p e r d ó n se a d ic h o de l a c i v i l i z a d a c i u d a d d e s t r u i d a h a c i a e l a ñ o 79 a n t . d e J . C . ) t o ­ d a v ía h a y la s e x p r e s a d a s fu n d a s, y no co m o cu rio sid a d p a ­ le o n t o ló g ic a , lo s d o c to s a c a d é m ic o s d e b e n c a m b ia r al p re s e n te el p asad o del v e rb o llevar. MALTRACA Matraca. « In stru m e n to de m a d e ra con u n a s a ld a b a s ó m azos, con q u e se fo rm a un r u i d o g r a n d e y d e s a p a c i b l e » , d e f in e matraca el L é x ic o a c a d é m ic o d e 17 3 4 . \ — ¡Y dale, Jesús Señor, con la matraca! ¿Cómo quier, alma de Dios que se lo diga? (Pereda—Peñas a rrib a ). . A la opilación se acoge Porque no le den Y es verdad que se opiló De comer tierra con bragas. ( Quevedo—Romances.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 77ia MAN 3'7 MAMA D E RA Las person as que sospech an chupón que no s ig n ific a el a p a r a t o d e s t i n a d o á la l a c t a n c i a a r t i f i c i a l d e lo s n iñ o s , y c u y o s c o n o c im ie n to s lin g ü ís tic o s no lle g a n h a sta el que el re fe rid o mamadera. M amadera a p a ra tito se lla m a p u n to de sa b e r , n om bran á éste es té rm in o c a s te lla n o ; p e ro s irv e p a ra d e n o m i­ nar el in stru m e n to co n que se d e s c a r g a n p u é r p e r a s , c u a n d o no la c ta n á s u s h ijo s , lo s p e c h o s d e la s ó c u a n d o t ie n e n e x ­ ce so d e le c h e . Biberón n ó reb i ,d e l ( D e l fr. la t. m e n tó p a r a la l a c t a n c i a a r t i f i c i a l , q u e c o n s i s t e e n p e q u e ñ a , con un p ezó n d e g o m a e lá stic a , , b e b e r ) m . In str una b o te lla de teta de vaca, ó de m a r fil r e b l a n d e c i d o , p a r a la s u c c i ó n d e la l e c h e . M ANDA T A R IO F o ren se. P erson a que, o ta d n m, a c e p t a ll a m a d o en v irtu d del co n trato con sen su al del m an d an te la g e s tió n ó desem ­ peño d e uno ó m ás n e g o c io s. «Mandato es un contrato en que una persona confía la gestión de uno ó más negocios á otra, que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la primera.— La persona que confiere el cargo se llama comi­ tente ó m andante, y la que lo acepta apoderado, procurador, y en ge­ neral, mandatario.» ( CódigoC ivil de la República del Ecuador.—A rt. 2103.) E n l e n g u a j e o r d i n a r i o lo s e c u a t o r i a n o s d e c i m o s al g o b e r n a n t e . MANEQUÍ M aniquí «Ese maniquí (la opinión pública) de cien mil bocas y doscientos mil brazos, que está fantásticamente en todas partes y realmente en ninguna»... {Selgas — , demonio y carne). Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" MAN 318 M AM AT E Arropea, maniota ó manea de donde procede el verbo manear, poner dicha traba á las bestias. MANO Nuestros campesinos y aun los comerciantes al por menor en las ciudades, denominan mano á seis objetos de los que venden: así dos manos de naranjas, ó tres manos de patatas, equivalen respectivamente á doce de aquellas frutas ó diez y ocho de estos tubérculos. ¿De dónde viene la denominación? Si de los dedos de la mano, lo mismo que el mashjinbangga de los australianos, y los otros pueblos salvajes que numeran por los dedos, una manoequivaldría á cinco, y n nuestro vulgo. ¿Una mano es quizá lo que cabe de una vez en las manos? Tampoco nos parece acertada la suposición, pues el número de los objetos variaría conforme á sus tamaños. Acaso la de­ nominación fue traída de España y proviene del «Arte de la seda», en que, según la Academia, se llama mano la porción de seis ú ocho cadejos de pelo. M A N TEQ U ILLA La manteca de la leche, denominada antiguamente butiro y hoy conocida con el circunloquio manteca de vacasy se nom­ bra en el Ecuador y la mayor parte de Hispano América, man­ tequilla, vocablo que allende el mar tiene otro significado. Por su origen castizo y su generalización en los países americanoespañoles, debería ser una de las palabras acep­ tadas por la Academia de la Lengua. Se usa ya en España la voz mantequilla con la misma acep­ ción que en América, bien que no está autorizada aún por los señores académicos. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" MAN M A N TEQ U ILLERA _________________________ 3*9 • Con ocasión de nombrar mantequilla á la sustancia crasa y oleosa de la leche, llamamos mantequillera á la vasija en que se sirve dicha sustancia á la mesa. Como los españoles denominan manteca á la , apellidan mantequera á la vasija expresada. i MANZANA (de la garganta) Nuez. Aun cuando el pueblo sea aficionado á dar explicación de cuanto existe, con poesía ó sin ella, y atribuya la elevación de la laringe, más común en los hombres que en las mujeres, á un bocado de la manzana paradisíaca que se le atragantó al goloso Adán; con todo, creemos que nos falta autorización para despojar á otro fruto, al del nogal, del derecho de dar su nombre á la dicha elevación ternillosa. «Y como el calor le molestaba, había deshecho el leve nudo de la corbata y soltado el botón del cuello de la camisa, por cuya abertura se entreveía su rollizo y blanco pescuezo, sin barruntos de nuez ni asomos de costurones.» (Pereda—E l sabor de la tierruca.) Sin duda por la misma razón de nuestro pueblo, para lla­ mar manzana á la eminencia vertical media del cartílago roides ó escu ti fo rm e, denomínasele también bocado de Adán en las obras de Anatomía y de Fisiología. MAÑA Para los del interior de nuestra República no tiene sino el mal significado de mala maña; sin que, por lo mismo, sea na­ die capaz de comprender que también haya buenas , ni menos que la primera acepción del vocablo, según la Acade- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 320 MAR mia, lo coloque entre los denominadores de cualidad y no de vicio, y todo esto sin necesidad de que agreguemos el califica­ tivo bueno. Por lo mismo, mañoso para nuestro pueblo no será el que posee habilidad ó destreza, sino entre los brutos, el que tiene un defecto, y entre las gentes, el ladrón ó ratero; quizá porque estos personajes necesitan desplegar en el ejer­ cicio de su profesión mucho artificio ó astucia. Don Pedro de Valdivia, en carta al Emperador Carlos Y, dice: «Y como vi el servicio que á V. M. se hacía en acredi­ társela, poblándola y sustentándola» (la tierra de Chile ó Nueva Extremadura), «para descubrir por ella hasta el estre­ cho de Magallanes y mar del Norte, procuré de me dar buena maña, y busqué prestado entre mercaderes, y con lo que yo tenía y con amigos que me favorecieron, hice hasta ciento y cincuenta hombres de pie y caballo, con que vine á esta tierra.. » M ARGARITA Nombre vulgar de varias plantas de la familia de las Com­ puestas. Los ecuatorianos denominamos margaritas á espe­ cies de la familia de las sa ecá ilL,por ejemplo, al j MARIADO Mareado «Los marineros son gente gentil é inurbana... su Dios es su arca y su rancho, y su pasatiempo ver mareados á los pasajeros.» Mareado, da decimos, además, sin propiedad al ebrio ó borracho; pues no es aplicable sino al que se desazona, se le turba la cabeza y se le revuelve el estómago, por causa del movimiento de la embarcación, etc., y no al que experimenta los desastres provenientes de haber bebido en exceso vino, aguardiente tí otro licor alcohólico. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" MAS 321 MARISCO Cualquier caracol ó concha de mar, especialmente si es co­ mestible.—Las columnas pequeñas, de diferentes formas, que componen los antepechos ó pretiles, , de donde se deriva balaustrada, serie ú orden de balaustres colocados en­ tre los barandales. Impropiamente, pues, llamamos nosotros marisco al balaustre. MAROMERO Debe ser, más bien, el que hace maromas, y no el que anda, baila y efectúa otras habilidades sobre cuerdas ó alam­ bres, al aire,—á quien la Academia denomina acróbata. Antes se llamaba volatín y o ren ita lv,palabras que vienen de , así como aquélla de «ypoc, alto; y ¡fotvto, ando. Nosotros decía­ mos volantín y volantinero. Maromero dijimos de a m o r , en la que,—de un de diámetro,—andaban temblequeando y agarrados de una enorme balanza, los muy ilustres predecesores de los que, por los progresos de la civilización y del arte, bien se mere­ cen un nombre griego, acróbatas. Díceseles también sa tirb lu q e,voz que, como , no trae el Diccionario. M ARQ U ET A La apicultura es casi desconocida en el Ecuador, por lo que no tenemos marquetas propiamente tales, según la defini­ ción del Léxico; pero, productores de la tercera parte del cacao que se consume en el mundo, llamamos marqueta á la pasta de chocolate sin labrar, quiere decir, al pan de cacao molido ya, pero aun sin azúcar ni aromas, á que después se da la forma de pastillas, confites, etc. Está bien empleada la denominación. MASA DE HOJA Aun cuando la mezcla de harina con agua se llame , y aunque la con manteca y muy sobada, al cocerse haga hojas 21 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" MAT J 22 delgadas; sin embargo, la masa, que d torianos, está mal denominada, pues en castellano se nombra hojaldre, de donde se apellida hojaldrista al que la hace, y hojaldrado á lo semejante á la hojaldre. MASCAR CHOCOLATE En España la frase figurada y familiar con que se expresa entre muchachos, hacer salir sangre uno á otro cuando andan á puñadas, es hacer la mostaza. En Chile, según el Dicciona­ rio de Chilenismos del señor Z. Rodríguez, se dice sacar cho­ colate. M A STIL Del alemán mast. En ninguna de sus varias acepciones es aguda, sino grave: mástil. M ATA. AM ATA La herida ó llaga que se hace la bestia por ludirle el apa­ rejo, es matadura. — Pocas mataduras has tu visto.... — Mataduras no, mas petreras sí... (Fernando de Rojas— La Celestina. ) Y bajo la albarda, Al primer registro, Le hallaron el lomo Asaz mal ferido Con seis mataduras Y tres lobanillos. (Tomás de lria rte —Fábulas literarias.) Y ansí, del acostarse en quejas duras, Dicen, vuestra alma tiene mataduras. — Canciones.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" MAT El verbo asimismo es 323 m, no , se. MATACÁN En lenguaje cinegético ecuatoriano, se nombra matacán al cervato. MATANZA El toro de muerte de los españoles. a zn tm,que nosotros decimos, es el toro de M A T A P A LO S Denominamos los serranos á varias parásitas verdaderas ó falsas parásitas, que por chupar la savia ó por acción nociva mecánica, enferman y matan los árboles en que se implantan. Matapalos se llama en la costa á un árbol gigantesco, el Ficus dendrociday que lejos de matar á otros vejetales, da vida al cacao y al cafeto, merced á la sombra, que tan necesaria es singularmente al último, en la primera edad. M ATAPERRO El sustantivo figurado y familiar es muchacho callejero y travieso; así como es un pelagatos y no un gato, figurada y familiarmente, el hombre pobre y desprecia­ ble, según dice la Academia. MATRERO, R A Astuto, diestro y experimentado. Nosotros no empleamos el adjetivo sino aplicado al toro, buey ó vaca, que se aseguran para arremeter, esto es, á los que en España llaman m arrajos. Decírnosles también amatrerados; y usamos igualmente el verbo amatrerarse, cuya definición se desprende de lo que acabamos de expresar. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" MEC 324 MATRIMOÑO Matrimonio. En fin, Juan, el matrimonio Es origen, no lo dudes, De las mayores virtudes De la tierra... ¡Y ... qué demonio! Mucho contra él se propala. ' (Don Y entura de la Vega—E l hombre de mundo.) MAUL ER O Persona que vende retales de diferentes telas. Persona embustera y engañadora con artificio y disimulo. Aun cuando se merezcan algunas veces el calificativo los , no deben llamarse mauleros por antonomasia, como decimos los ecuatorianos. El Diccionario acepta también la voz , re­ mitiéndose á jugador de manos.— de , en segunda acepción, significa agilidad de manos con que los titiriteros y otras personas engañan y burlan la vista de los espectado­ res con varios géneros de entretenimientos. M ECHIFICA R Según las Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano del erudito señor Cuervo, nuestros vecinos del norte dicen ha­ blar de mecha en lugar de hablar de chanza, broma ó chunga, y volverlo a h cem , volverlo chanza ó broma. De ahí debió venirnos el ,ra cifh em que en el Ecuador tiene además la sig­ nificación de burlar, mofar, escarnecer. MEDIA-MEDIA Con una sola palabra ha de decirse, calcetín. Calcetín, media corta, diminutivo de calceta. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" MED 325 MEDIERÀ Medierò, a, persona que hace , y asimismo la que las vende. La medida en que cabe la mitad de una. fanega, media y basta; así como también se denomina , y no cuarti­ llera, la medida de capacidad para áridos correspondiente á la cuarta parte de la fanega. MEDIO PELO Vamos á presentar una hipótesis acerca de esta extrava­ gante denominación, con que hemos sustituido las castizas burguesía y clasemedia. ¿Quiere decir personas que tienen cabello entre lacio y crespo, como sucede con los mulatos, hijos de blanco y negra ó viceversa? Bien puede ser, y de aquí es posible también que la denominación se hubiese ex­ tendido á los nacidos de mezcla de indígenas y de europeos, de los cuales éstos constituyen en América la clase rica y aquéllos la que vive á jornal ó salario, resultando una clase media: la de los mestizos. .Burguesía es el conjunto de gentes de la clase media ó b u r g u e s e s .Burgués quiere decir natural ó habitante de un burgo, aldea ó población muy pequeña y dependiente de otra; y por asimilación, individuo de la clase media. Burgo del griego xupi'&Q, torre, por la que, para la defensa, tenían en la entrada los pueblos ó lugares. MÉDULA La Academia autoriza para decir médula ó medula. El uso constante de los poetas españoles está por la última. «Los acentos impresos en medula están mal. Ni hay razón alguna para hacer esdrújulo el vocablo.» {Robles Dégano—Ortología clásica de la Lengua castellana.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" MEN 32Ó MELODI O Mélodiumse llamó primitivamente en francés al nium, como se le dice hoy en ese idioma; ó , como decimos en castellano al instrumento músico con la figura de un piano pequeño ó de un órgano, cuyos tubos están sus­ tituidos por lengüetas ó estrangules, que hace vibrar el aire producido por un fuelle que se mueve con los pies. M EM BRILLADA La Academia define la voz mermelada: conserva de mem­ brillos con miel ó azúcar. Hácese también de otras frutas. Las m erm eladas, según los Formularios de medicina, se hacen no solamente de membrillos y otras frutas; pues las hay de quina, de carne, de ácido benzoico, etc. No obstante, el Diccionario de la Academia, que nada tiene que ver con la tecnología médica ni con la farmacopea, acaso hizo bien al limitarse á dar extensión al vocablo , usado primi­ tivamente sólo para denominar la conserva de membrillos. Pero si tal efectuó, ; porqué trae la etimología del latín mallum mellatum) ¿Porqué, si- le bastaba recordar que merme­ lada es lo propio que nuestra , esto es, conserva de marmello ó o lem ré ,como en portugués se llaman el m brillo y el dulce de membrillo ? Membrilladaycomo nosotros decimos, ó , como dicen los Académicos, son la misma cosa; con la única dife­ rencia que la primera palabra está formada de la originaria castellana y la segunda de la primitiva portuguesa. M ENSURAR, M ESU RAR Verbos anticuados, en uso aún entre nosotros con el sig­ nificado de .rid em Empléanlos especialmente los agrimenso res, sin duda recordando que del primero vienen su nombre y el de su oficio: agrim ensura. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 327 M IC MEO PE, MEOPÍ A, MIOPÍA M iope, miopía. Siempre hemos oído á nuestros palurdos, que quieren dár­ selas de sabihondos, hablar de la ó délos pero no hemos creído necesario incluir las dos palabras en estos apun­ tes, sino al verlas en letras de molde en un periódico, y pe­ riódico de gobierno, el mismo que, hablando de progreso y adelanto y civilización, dice que «Profanaron, (no se sabe quienes), demagogos, el arca santa donde guardaran para redo de la posteridad, la justicia varas y la sus tablas, para eregirse autócratas para la ley, tiranos para la justicia, y todo en nombre de Dios: ¡blasfemia horrenda!» ( E l Nuevo Régimen, N.° 73.—Quito, Febrero 11 de 1897). El vocablo miope viene del griego ¡xúo), cierro y or}, ojo, porque el miope amusga para ver. Tampoco ha de decirse a íp o im,conforme es u sino miopía. MELLOCO ó MILEOCO La planta y las raíces tuberculosas comestibles del tuberosus. M ICHI N A L 'Mechinal. «Pito Salces y yo... clavamos en las paredes... con tachuelas... cuanto habíamos podido haber á las manos en un mechinal de la bodega en que acumulaba Chisco las reservas de esta especie » {Don Jo s é M aría de Pereda— Peñas arriba.) Misinaldicen algunos de misi, gato: agujero ó entrada para los gatos. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" a ziu h cq, creyendo que vie 328 M IS MIEDOLENTO No trae el Léxico, ni en el sentido de temeroso ó nime, ni de cosa que infunde ó causa miedo, esto es, en nin­ guna de las dos acepciones de palabra castellana que sustituimos los ecuatorianos con la dicción que estamos corrigiendo. Miedoso, a s , adjetivo familiar que encontramos y Vocabulario de 1884, equivale á medroso. Miedoso es voz nueva: no está en los antiguos Diccionarios de la Academia. MIEL Además de las acepciones académicas, miel en algunas de las Repúblicas hispanoamericanas, tiene el significado de al­ míbar prieto, que se hace con la . (Véase esta pa­ labra). MIEL SOBRE BUÑUELOS*• La expresión figurada con que se quiere decir que una cosa complementa á otra, ó le añade nuevo realce, ó viene muy á propósito, es m iel sobre hojuelas. • «Pensaba en su bija, que, quieras que no quieras, había cumplido ya veinticinco años, y que además no debía al cielo grandes dones de belleza, y que, miel sobre sa leu jo h , encerrada en aquel baría por quedarse para vestir imágenes.» 1 .' (Selgas—Rayo de sol. ) . «Matrimonio desventurado y desastroso, que fue para los señores de Llanoverde miel sobre hojuelas.» (Sellas—Rayo de sol.) MISIÁ Hemos formado esta palabra de los vocablos y , semejantemente á la voz francesa madame (ma y dame) ó á la Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" MOC 329 inglesa madam ó á la italiana madonna (ma y donna) ; pero este último nombre se da en Italia solo á la Virgen Santísima, ó me­ jor dicho, á sus imágenes, mientras que nuestro equivale casi al antiguo (em a d n i titre d'haccor damesde qualitc)¡ya que no lo empleamos sino respecto de señoras de viso ó respetables. M isia, nombre de una región de la Anatolia, significa, pues, en gran parte de la América hispana, m i señora ó, si se quiere, m i señora doña. Seor síncopa de señor y seo apócope de , explican el miseá, de seoray sea. MITRA Por cierto que no vamos á hablar del ornamento de cabeza que usaban los persas, ni del que usan los arzobispos y obis­ pos; sino de la extremidad movible en donde están las plumas de la cola de las aves, lo que se llama en castellano , y no m itra, aunque una y otra palabra provengan de la forma de dicho apéndice caudal. También en España lo he oído llamar mitra. MOCA M oca, Mocha ó Moka es un puerto de Yemen en la Arabia, afamado sobre todo por el excelente café de los campos circun­ vecinos, que se exportaba en gran cantidad por Moka antes de que Adén la sustituyese como importante ciudad comercial. Ahora bien: ¿Qué cree Ud. que los ecuatorianos denomi­ namos moca? Llamamos así al tremedal ó , al atascadero ó lladero, al cenagal y hasta al pantano. De pantanos procuran guarnecerse por el daño y temor de los caballos. —La Araucana.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 330 MOL Un hombre viene, ruin Teme pantanos sin lodo. (Fr. G abriel — zeléT Marta la Piad MOCORA 0 Palma pequeña, con cuyas hojas se tejen hamacas y gran parte de los sombreros que se venden en el exterior con el nombre de sombreros de á m a n P , á pesar de qu de fabricarlos es casi exclusivamente ecuatoriana. ( Bactris acanlhocarpa ?J M O LD E Esta palabra genérica nos sirve en el Ecuador para, en asocio de otras voces explicativas, denominar muchas cosas, que el idioma rico de Castilla llama con diversos y apropiados nombres. Así decimos molde de hacer quesos ó banco de hacer quesos á la encella; molde de hacer tejas al , etc. En cambio, al molde de hacer ladrillos lo llamamos palabra que no trae el Diccionario; aunque sí trae el sustan­ tivo adobera con la acepción de molde de hacer adobes. ¿Por qué no aceptará el vocablo ladrillera (molde de hacer ladrilos), ya que no tiene palabra propia para el tal molde? MOL D U R A Decimos, á las veces, en lugar de marco ó cerco que rodea ó guarnece una pintura, etc. , á saber, M OLE S T O S O Molesto,a ; molestador, a; según los casos. También pesado, o sva ,rg el Diccionario. ra c, aun «¿Qué dijo de su suerte y felicidad el Emperador Constantino? Que Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" MOL 331 era vida poco más honrada que la de vaqueros y pastores, pero molesta y penosa. » (P . Ju an Ensebio eterno.) — g reb m iN D iferencia entre lo y «No tienen ninguna tacha las riquezas del cielo, porque á ninguno son cargosas, ni se quita á nadie nada para dar todo á los siervos de Cristo, que reinan en el cielo.» {Nieremberg. —D iferencia etc.) Aunque está admitido el adjetivo , creo que molesto se basta para todos los casos y es el único usado. MÓLOC ó MÓLOG A lo que impropiamente nombran en Chile pebre, y en el Perú asimismo de manera impropia , es decir, a la vianda formada de patatas molidas y no sé si otros ingredientes, en el Ecuador denominamos mólogó móloc. quichua, ya que no ha de ser el mismo vocablo, que equivalía á rey y aun á dios entre los fenicios y los cartagineses, por mucho que gusten las tales papas ó puches á nuestras gentes y por mucho que tengan éstas estragado el gusto. El Vocabulario académico ha acogido el vocablo en la misma significación del purée francés, esto es, sopa que se hace de legumbres, etc. Purea, dice Moratín: «Siempre engullendo ricas croquetas, gúes...» , fricandós y (Carl. 10 p.) MO LLE Schinus molle de Linneo. Arbol funéreo de los antiguos indios, se parece algo al sauce llorón ó de Babilonia; pero mucho más hermoso que éste, singularmente cuando cuelgan entre la copa las abun­ dantes agrupaciones de frutitos rojos. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" MOR 332 El tallo, las hojas y las bayas exhalan un olor terebentináceo; la resina es dentrífica, y disuelta en pequeña cantidad de agua pura puede utilizarse como un buen cosmético. La gran copia de árboles de molle, que antes se encontraba en un lugar cercano á Ambato, dió á dicho lugar el nombre de Molle-Ambato. Debió de haber estado allí un cementerio de los aborígenes. ¿Es, por ventura, el turbintoóp im en tero fa ls o m iento, como dicen en diferentes lugares de España? Aunque nos hace dudar aquello que expresa el Diccionario, respecto de que con las bayas se prepara una bebida muy agradable,— cosa qne ignorábamos. MONSULEO Mausoleo. .Sepulcro primoroso. —¿Quién no conoce la historia de la palabra? —Sólo los que llaman monsuleo á los Artemisa II, Reina de Caria (siglo IV ant. de J. C.), céle­ bre por los extremos de dolor á que le llevó la muerte de su esposo y hermano Mausoleo ó Mausolo, hízole erigir en Halicarnaso un sepulcro tan magnífico, que fué considerado como una de las siete maravillas del mundo. De donde denominóse jnansoleo á todo sepulcro muy bueno, después á los buenos, y por último á los malos: al fin no es costoso á los faroleros el empleo de palabras. i MONTUBIO Chagra decimos al campesino de la sierra y m ontubio al de la costa. Metafóricamente denominamos, de manera indistinta, chagra ó m ontubio al individuo inurbano, inculto, rústico, grosero. MORTIÑO Frutito del Vaccinium m or t i n i a, baya negra, chica, comes­ tible como la de las especies congéneres, los m irtilo s de Eu­ ropa y Norte América. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ¿El vocablo vulgar clador botánico, no será deformación de parecido al mirto? o ñ itrm,que ha pasado ya al , ó de , MOSCO Según el Diccionario, es lo mismo que mosquito; el insecto mayor, que abunda aún en las ciudades altas del Ecuador, se nombra siempre en femenino: mosca. «Cansado el sastrillo de ahuyentar las moscas con la mano, se le atufaron las narices y descargando los calzones sobre los bollos mató una porción de moscas que contó inmediatamente. ¡Oh placer de los placeres, había matado siete de un golpe!» (Trueba—Las aventuras de un sastre.) La mosca mayor que la común se denomina ,y moscón el que nosotros nombramos moscardón. El moscardón, propiamente, es un insecto distinto del cón, aunque los confunda la Academia. , 2.a acep.). MOTE Maíz cocido, según los ecuatorianos. En Chile, por mote se entiende el trigo cocido, que se vende por las calles y que al parecer gusta mucho al pueblo. A dicho trigo cocido se refiere don Daniel Riquelme, cuando en su obra «La revolución del 20 de Abril de i 85 i », nos relata que el Presidente General Bulnes, apoyado en el borrén de la montura tomaba tranquilamente su primer desa­ yuno una taza de mote comprada á un vendedor callejero, al propio tiempo que allá en el campo opuesto, el Coronel Urriola se ponía los guantes blancos deparada, mientras las tro­ pas cantaban el Himno nacional. Contraste que, según el mismo señor Riquelme, hacía decir á Vicuña Mackenna: «Los gene­ rales que comen mote en las batallas, las ganan; los que cantan la Canción nacional, las pierden.» Me parece haber oído en la República Argentina que asi­ mismo hacen el mote de trigo. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" MUD 334 El Diccionario podría, pues, decir: «Mote, m. maíz ó trigo cocidos, que se emplean como alimentos en algunas partes de América.» MUCHILA Mochila. Y ¿qué nos dijo en sustancia El Jefe de división? Que anduvimos cuatro leguas; Que el faccioso echó á correr Dejando en nuestro poder (Jna mochila y dos yeguas. (Bretón de los H erreros—¡Muérete y verás.) MUDADA «Muda, conjunto de ropa que se muda de una vez, y se toma regularmente por la ropa blanca», dice el Vocabulario académico. Si algo, respecto de vestidos, significase mudada, sería lo contrario de n m d a ,á saber, el conjunto de ropa que u para tomar otra. MUDO No es sinónimo de imbécil; ni de rudo ó torpe; ni de tonto, ó estulto, ó mentecato, ó necio, ó incapaz; ni de estólido, ni de estúpido, ni de idiota, ni de bruto. Mudo es el privado físicamente de la facultad de hablar, quizá sólo porque habiendo nacido sordo, le ha faltado el me­ dio de aprender el lengua ( loquloqu consideración que, sin duda, tuvo en cuenta el benedictino Pedro de Ponce para poner la palabra en los labios de los sor­ domudos, y sentar las basas para los establecimientos admira­ bles en que se devuelve á los infelices el dón más precioso de Dios, el de la palabra, que los educa y los instruye. Hay mudos más inteligentes que algunos individuos facun­ dos, que muchos palabreros, que casi todos los locuaces y que todos los habladores. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" MUL 335 Por esto y porque han leído en el libro de Job: «Ojalá os callarais para que os tuviesen por sabios», y porque han oído la fábula de «El Cuervo y el Zorro», ciertos individuos poseen la ciencia del mutismo y con positivo provecho. Don Gerónimo.— Pues ese es su mal. Ha venido en darse de , sin que se pueda saber la causa. Vea aquí desconsuelo para mí. Bartolo.— ¡Qué bobería! Al contrario, una mujer que no habla es un tesoro. La mía no padece esta enfermedad, y si la tuviese, yo me g-uardaría muy bien de curarla. « Don Geróniíno.—¿Y para qué es buena la sopa en vino? Bartolo.— ¡Ay amig-o, y qué falta le hace á Ud. un poco de ortogra­ fía! La sopa en vino es buena para hacerla hablar. Porque en el pan y el vino, empapado el uno en el otro, hay una virtud simpática y absorbe el tejido celular y la pía mater y hace hablar á los .» (DonLea7idro Fer7iández de Morat'm— E l á palos.) MULLO Cuenta, a riu q lc, o irla b,según los tamaños por abalorio se entiende más bien el conjunto de cuentecillas ensartadas. «Traía en las muñecas (la moza de la vent.a) unas cue7itas de vidrio, pero á él (D. Quijote) le dieron vislumbres de preciosas perlas orienta­ les.» ( Don ,Q uijote por do7i Miguel de Cervantes Paseábase el buen conde 'Podo lleno de pesar, Cue7itas negras en sus manos Do suele siempre rezar. (Jua7i de R ivera — La palabra cliaquira^que acepta ya el Diccionario, cuentra por primera vez empleada en obra castellana por Ercilla, quien, por lo mismo, la define en la Declaración de algunas dudas que se pueden ofrecer en esta obra ( La A rau­ cana): «.Cliaquira son unas cuentas muy menudas á manera de Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 336 MUR aljófar, que las hallan por las marinas, y quanto más menuda es más preciada, etc.» M U RALLA No sé si haya, en verdad, m urallas en los varios lugares de América, donde hablamos de ellas, entiendo que equivo­ cándolas con los m uros ó paredes. M u ra lla . Fábrica que ciñe y encierra para su defensa una plaza. Unos la toman por todo el terraplén de una plaza forti­ ficada, y otros sólo por la parte exterior ó camisa (Diccionario de la Acá lemia). MURMURÓN Este es el más canijo y sin embargo, quizá el más mal­ quisto de la lechigada: criticastro el que sin ciencia ni talento satiriza las obras de ingenio: criticón el que todo lo censura y moteja, sin perdonar ni las faltas ligeras; m u rm u ró n , según los ecuatorianos, el sér nefasto nacido con la triste destinación de hablar mal de todo y de todos, así de lo malo y los malos, como de lo bueno y los buenos, y aun preferentemente de és­ tos. Puede ser chistoso — cualidad que no deseo para ninguna de las personas á quienes estimo—•; y entonces infelices de las gentes que se acerquen al gracioso; pero, en todo caso, más infeliz el m u rm u ra d o r (que es tal vez la palabra que se ha sustituido con nuestro vocablo), especie de cínife, cuando no de escorpión. Mal dicho: hhy aún individuos más desventurados que las víctimas del m u rm u ró n y que el mismo , á saber, sus allegados. El goza al menos del inicuo contento de morder y envenenar; mas á éstos no alcanza ni siquiera la estúpida risa de los caudatarios del chistoso, ni el fingido sonreír de los que le temen. Lo que les toca es el desamparo, la descon­ fianza, la inquina que provoca ese desgraciado ente, á quien la sociedad arroja al abismo del aislamiento, no encerrado en un saco con fieras y sierpes, según como condenaban las Doce tablas á los parricidas, sino encerrando él mismo dentro de sí las víboras de su propio corazón. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" NACI ENCIA Nacencia ó o tn eim ca,de a n— , ñas cere, N A R A N JIL L A Naranja verde y pequeña de que se suele hacer conserva, dice el Vocabulario.—Debe aumentar: fruto del naranjillo, esférico y de color amarillo encarnado, como una naranja pe­ queña; el albumen, que encierra las numerosas semillas, es aromático y comestible, en una variedad ácido, en otra agri­ dulce y muy agradable. Llámanle en Colombia de Quito, y los botánicos Solanum Se hacen con ella bebidas, conservas, helados ó sorbetes, además de tomarse en fruta, sola ó con polvo de azúcar. Es tan aromática, que basta un fruto para llenar de agradable olor un salón. N A RA N JILLADA Bebida hecha con el jugo de la naranjilla ó naranjita de Quito, ya sea con agua y azúcar ó ya sólo con azúcar. 20 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" NARANJILLO Planta de la familia de las Solanáceas, de uno á tres pies de altura, hojas grandes, velludas, de color verde que tira á morado especialmente en la parte posterior, flores moradas, baya suculenta, llena de semillas, aromática, comestible, de sabor agrio ó agridulce, según las variedades. Ya se ha expre­ sado su nombre botánico: muítense. u olan S q NARIGADA Hasta nuestro castizo escritor Montalvo, emplea la palabrilla: «Y sacando (el fraile) de entre los hábitos una enorme caja de rapé, dio sobre la tapa repetidos golpecitos y ofreció una narigada á Don Quijote.» {Capítulos que se le olvidaron á .) La porción de qualquier cosa menuda, que se toma con las yemas de los dedos pulgar é índice, se denomina polvo ó pulgarada. NARIZÓN Decimos al que tiene grandes las narices; mas es tan inútil la palabra, como que abundan en castellano los vocablos que significan lo propio: u g ira n,y adj. superl. que no trae ya la última edición del Diccionario, aun cuando bastaría para que lo conservase el que esté en el siempre nuevo y tan conocido soneto de Quevedo: Erase un hombre á una nariz pegado, Erase una nariz superlativa, Erase una nariz sayón y escriba Erase un peje espada muy barbado: Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" NEM Era un reloj de sol mal encarado, • Erase una alquitara pensativa, Erase un elefante boca arriba, Era Ovidio Nasón más Érase un espolón de una galera, Erase una pirámide de Egipto, Las doce tribus de narices era. Érase un Muchísima nariz, nariz tan fiera, Que en la cara de Anás fuera delito. 339 naric istmoinfinito El Diccionario de 1734, además del narizado de este so­ neto, trae narigte,y cita el ejemplo de Cervantes: ¿Por dar cuenta quién era el caballero de los espejos, y su narigante escudero.» (Quijote). N A V A JA Decimos con impropriedad los ecuatorianos al tajaplum as ó cortaplum as .—Véase la diferencia que hay entre los dos objetos: cortaplumas,instrumento, á m anera de navaja queña, que sirve para cortar plumas de escribir; , cu­ chillo engoznado, de varias figuras y tamaños, que usan como arma los rufianes y gente baja. NEMA — Es la cerradura ó sello de la carta; la inscripción ó epígra­ fe, lema. Dicen los gramáticos que los nombres terminados en a son en su mayor parte femeninos, con excepción, entre otros, de los de origen griego. Por esto quizá (aunque dudamos que nuestro vulgo sepa cual es el origen de los ecuatoria­ nos hemos trastrocado el género de la palabra anotada. Viene del griego vvj¡ia, hilo, porque los antiguos cerraban las cartas con un hilo y después las sellaban.— Nema es pues palabra femenina y, como lo hemos dicho, significa cerradura ó sello de la carta, y no lo propio que , como pretendemos los ecuatorianos. % Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" N 1E 340 N IEV E Propiamente no la conocemos en las ciudades del Ecuador, donde jamás nieva; lo que conocemos es el granizo, que cae á menudo en nuestros cerros, de donde lo llevan á las pobla­ ciones cercanas para suplir al hielo. Conocemos también á éste que cubre nuestras enormes / montañas, tales como el Chimborazo, el Cayambe, etc. Ibamos á decir «nuestros grandes so d a vel »; pero no Léxico este vocablo como sustantivo. Por fin, conocemos mucho el hielo artificial, que reemplaza económicamente al natural. He aquí las diferencias entre , granizo y hielo: Nieve, agua helada que se desprende de las nubes en cris­ tales sumamente pequeños, los cuales, agrupándose al caer, llegan al suelo en copos blancos. Granizo, agua congelada que desciende con violencia de las nubes, en granos más ó menos duros y gruesos, no en co­ pos como la nieve. Cuando es crecido, se le llama también p ied ra , pedrisca ó o csird ep, en especial si cae dancia. H ielo, agua convertida en cuerpo sólido y cristalino por un descenso suficiente de temperatura. En el Ecuador no hemos visto caer nieve sino en las gran­ des alturas. El pueblo le llama , que en quichua sig­ nifica cosa completamente distinta. No obstante, el Diccionario casi nos autoriza para que si­ gamos nombrando nieve al hielo; pues confunde, también, las dos palabras al aceptar como nosotros las voces nevera y ne­ vería y definirlas cual las define. Lo que venden las neveras en las neverías, es granizo ó hielo, y no nieve, que dice la Academia. Explícase claramente la cosa, ya que antes de po­ seer el hielo artificial, lo que se vendía era el agua congelada naturalmente, en la forma que el meteoro la produjera, sea granizo, sea nieve. Decimos también como los franceses ves perpetuas ( nciges perpctuelles.) é Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" NÍSPERO Desconocidos en el Ecuador los , níspolos ó peras de Europa, América Septentrional y Asia, hasta no ha mucho (el año 1878 se importó de Chile con muchas otras plantas útiles, y se aclimató perfectamente en el valle de Puembo el Mespilus j a p ó n i c a ),los costeño nominan níspero á una fruta de todo punto distinta de la europea: á la que produce el zapotero como lo llaman en las Antillas, ó sea el Achras sapoia ó Sapoia achras de los botánicos. Fruto grueso, y muy carnoso, del que no se puede decir, por cierto, que: «Quien nísperos come Y bebe cerveza, Espárragos chupa Y besa una vieja, Ni come ni bebe, Ni chupa ni besa.» NO HACER NADA No trabajar, estar ocioso, puede expresarse con una sola palabra: ,ra g lo h verbo desconocido por nuestro vulgo, que prefiere aquella frase, semejante á la catalana no fe r res, ó á la francesa ríen /a ire,ó á la italiana /am iente. NO M Á S Es una locución á la que damos varias significaciones: así ya no más viene, ya no más yo vequivalen á ve voy sin demora; dile no más, pide no más, pretenden expresar, dile sin temor, pide sin vergüenza; me voy 710 más, se propone dar á entender, me voy sin esperar más pues estoy aburrido, etcétera,—traducción, esta última, que manifiesta hasta qué extremo liega la extravagancia en las acepciones concedidas al tal dislate. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" NUN 342 NONES — . ■■ »■ ■ ■ -■ - + «Ya te di un nones y si quieres te daré ciento», «Desde la muerte de mi mujer, he quedado ». Los ejemplos anteriores manifiestan que no conocemos e singular de n o n e s e, sto es, non. El Diccionario llamado de las , y el Etimoló­ gico del señor Monlau, recuerdan la opinión de Covarrubias, quien dice que el non nació del juego de muchachos que lla­ man pares y n o n e s ,porque el uno decía «par «non est», y corrompido se dijo pares y nones. El último, además del parecer de Covarrubias, cita el inge­ nioso de Rosal. Non vale lo mismo que no; es voz anticuada; No, como adverbio de negación, comenzó á usarse en vez de non en las contracciones de enclíticos, no etc. NUNCIO Para compensar á unos con detrimento de otros, á la par que hemos rebajado á los ministros diplomáticos denominán­ doles cónsules, hemos ascendido á los delegados apostólicos llamándoles nuncios; esto es, hacemos subir por nuestra au­ toridad, no por la pontificia, dos peldaños en el respectivo escalafón á los dichos excelentísimos é ilustrísimos monseñores Los legados son embajadores extraordinarios de la Santa Sede, los a latere cardenales; los nuncios son embajadores para representar al Papa en asuntos de cualquier clase que sean; los internuncios equivalen á enviados extraordinarios; por fin á los delegados, á quienes se encarga una comisión .exclusivamente eclesiástica, se les atribuye el carácter de mi­ nistros plenipotenciarios. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Ñ ARU SO No contentos con la palabra quichua hemos inven tado otra más para denominar al desgraciado que, á conse­ cuencia de las viruelas, tiene en el rostro hoyos, cicatrices ó costurones: deformidad muy común entre nosotros antes de que se generalizase el admirable descubrimiento de Jenner. En lengua de Castilla se dice picoso. X ATO Chato, ta,expresada Academia, que tiene la nariz casi llana y como aplastada. U. t. c. s. ¡j Dícese además de la nariz que tiene esta figura, etc. Al de nariz pequeña se le llama asimismo, romo. En al­ gunas provincias de España dicen á los chatos ,—pala­ bra con que los ecuatorianos nombramos cariñosamente á los Ignacios. «Tendría (el bachiller Sansón Carrasco) hasta veinte y cuatro años, carirredondo, de nariz chata y de boca grande.» ( —Don Quijote.) De los vocablos chato y romo encontramos varios ejemplos en la redondilla de don Francisco de Quevedo: Roma, hablando con perdón, Entre Gomorra y Sodoma, etc. «Pregunté qué gente eran, y dijeron que no eran sino cocheros; y Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 344 ÑIÑ dijo un diablo lleno de cazcarrias, manera de decir) lidiar con lacayos.» romy c (Quevedo—Las Zahúrdas de Pintón.) ÑEQUE Hombre de ñeqtiees el que familiarmente España de pelo en pecho ó de esto es, de ánimo esforzado, de corazón, alentado, animoso, valeroso, etc. «Vive Dios que es moza de chapa, hecha y derecha, y de pelo en pecho.» Clemencín, comentando este pasaje del Quijote dice: % « Pel oen pecho: una de las alabanzas ridiculas que hace Dulcinea; y tant«> más ridicula, cuanto se dice de los hombres vellosos de pecho, lo que vulgarmente se tiene por señal de forzudo, y en una mujer sería feo y espantoso.» Ni ÑO • Debe de ser por la propénsión que tienen las gentes (no so­ lamente las mujeres y los amujerados, sino también algunos varones de pro) á disminuirse los años, que se ha acostum­ brado á los sirvientes á llamar niños ó , que es lo más frecuente, á los señores y señoritos que dicen en España. De aquí que, al contrario de lo que sucede en la Península, Fran­ cia y otras partes, los muchachos, los mozos y les , no son los criados sino los amos. Es curioso ver cómo desde antiguo, la idea de respeto está íntimamente relacionada con la de ancianidad ó sea de proce­ dencia: Tta-ptç, patria, Tcaxtáp^yj«;, patriarca, , protector, abogado, patrocinium,patrocinio, antiguo linaje, nobleza, todos de "cc:r(p, îta-èpoç, raxpo;, , padre,— así como palróu. Amo, según algunos, vendría del verbo oriental ser madre; ro ñ es,de ro in es, comparativo de Sólo en el Ecuador, donde muchas cosas son al revés de lo que pasa en el mundo, creemos respetuoso el decir aun Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" a i NUT 345 al viejo, es decir, irrogarle un verdadero insulto, ya que niño es un adjetivo despectivo, empleado respecto de una persona que no tiene pocos años. ÑUÑO Palabra quichua, pecho,manta ó , sirve pa nar entre nosotros cosa distinta de lo que significa aún en el idioma al cual pertenece aquella palabra: nodriza que en qui­ chua propiamente es ñuñuchic. En castellano, además de nodriza, la mujer que amamanta hijo ajeno se nombra ama de ama 'de leche ó ama sim­ plemente. A causa de .ser las nodrizas españolas por lo general de Fas, ó por ser las mejores amas de leche las de este valle, ó por vestirse las amas de cría como las mujeres del lugar nom­ brado, llámaselas también en España pasiegas. «¿Cuántas desgraciadas criaturas no vemos desmejorarse á pesar de criarlas las mejores nodrizas,porque éstas prefieren, como natural, la criatura que han parido ellas mismas á la que les compra la leche?» (Descurel—Medicina de las pasiones: Traducción de D. Pedro Felipe M on ta.) «Unos lastimeros lamentos de criatura de pecho, que con toda la fuerza de sus débiles pulmoncitos pedía lo que no suelen dar los ejér­ citos sino las amas de cría.» ( Pe'rezGaldós—- Martín el Empecinado.) ÑUTO Quichua ñutu. Molido,desmenuzado, ptdverizado, , sutil.—De ñutu se formaron ,a n ih cu tñpulverizar, ñu tuna, remoler, ñutu i, pulverización, etc. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" o O B JE T A B L E Decimos en vez de rebatible,impugnable y rable, vitjiperable.Sustituimos también los dos primeros ad­ jetivos con otro neologismo, refutable. OBO Fruto aovado, amarillo ó rojo, del tamaño de una ci­ ruela mediana, con una sola semilla gruesa y asimismo aovada, entre la que y la película fina y lisa que cubre á la fruta, se contiene un jugo agridulce muy agradable. Prodúcenla varias especies del género Spondias,y en algunos luga la nombran impropiamente ciruela. Kl Diccionario acepta ya la denominación, pero escribe jobo ú kobo. Es posible que el nombre como decimos en casi todas las regiones donde se produce el fruto, provenga, no de los aborígenes americanos, sino de los conquistadores, que dirían obo ú o v ,de ovum, por la forma de la fruta. Al árbol nombramos árbol del obo ó simplemente obo. Está bien descrito por la Academia. I Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" OBSTETRIZ No hace falta en castellano; pues poseemos las voces tera y comadre. OCA Raíz tuberculosa de la Oxalis crenata. Como el melloco (UUncus tuberosus) era muy estimada, y es todavía, aunque no tanto como antes, por los aborígenes de la serranía ecua­ toriana.— a cO, palabra castellana con diversos significad del que le damos en el Ecuador, ha sido aceptada también ya por el Diccionario de 1899 en el último sentido. OCAL, OCALO ó EÚCALO El niño coloso, temible, formidable, pero voluble y extra­ vagante que se llama vulgo, forma juicios, emite pareceres, decide magistralmente, conforme á su antojo, sin someterse á regla alguna ni aconsejarse con nadie, quiere porque quiere, odia porque odia, cambia de opinión sin que nada haya cam­ biado á su alrededor, excepto su libérrima voluntad. Ese hace lo que le da la gana con el idioma, trapajo que le pertenece, que lleva consigo á todas partes, manoseándolo, estrujándolo, sirviéndose de él á todas horas y para todo, á solas y en sociedad, adaptándolo á sí mismo en cada una de las instantáneas é innúmeras variaciones de estado de ánimo, de lugar, de tiempo. Ese que, entre nosotros, se manifiesta ordinariamente aficionado á los diminutivos, por razón de no tener ninguna, ha creído que el nombre propio es un diminutivo, y pareciéndole la cosa demasiado grande para que se la deno­ mine con un vocablo que mengua la significación, ha resuelto llamar ocal} ocalo} encalo y no u e ála h ceas que tanta utilidad nos ha traído á los ecuatorianos. Oltal ú okáiis fonda ó posada en Egipto. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ÜJE 349 OCRE I Puede decirse bien que una cosa tiene el color del esto es, del mineral así denominado; pero mejor que llamar ocre á lo que tiene color amarillo subido, es decirle , ad­ jetivo castizo y propio para dicha nominación. O JALA ✓ Hémoslo oído alguna vez en el sur de nuestra República y muchas veces en el sur de nuestro Continente. Según Casrri, citado por Barcia, «Oxalá es voz árabe legí­ tima, compuesta de á lA -a x,la cual se corrompió en teniendo la misma significación optativa de ¡ quiera Dios ! ». El mismo Barcia agrega que O x-Allah ú Oj-Allah significa ¡Oh Alá!, ¡Oh D ios!— Catalán Oialá. La Academia dice que es palabra compuesta de xa , si Dios quiere. Según la etimología, puede ser hasta esdrújula, pero nunca llana. Ya que, en el uso castellano, significa quiera Dios, come­ ten una reduplicación disparatada los que dicen / Ojalá que Dios quiera /. O JEAR Cuando significa mirar con atención á parte determinada, viene de o j ;cuando levantar la caza con voces, tiros ú otro ruido, para llevarla, acosándola, hasta el sitio donde se la ha de tomar, viene de ox, interjección que se emplea en España para echar ó espantar á las aves domésticas, en vez del que, con el mismo objeto, se emplea en el Ecuador. En este caso, que debería decirse oxear para evitar la homofonía, figuradamente tiene también la significación de espantar y Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 0M 0 3 5 <> i ahuyentar; pero ni así hemos de confundir el verbo anotado con ra jo, hacer mal de ojo, ni debemos decir ojeadtira por aojo. OJÓ Quien no ha oído esta interjección nuestra y no ha visto el movimiento de hombros que la acompaña, no puede compren­ der cuánto significa. Es un quéme ello, por qué he de em rig lfa , etc.; pero reforzados por goroso énfasis, significador á las veces de indiferencia, otras de desprecio, y en no rara ocasión de despecho.—Es una de las innúmeras palabras que los hispanoamericanos estamos prohi­ bidos de emplear en nuestros escritos, por no constar en el Léxico de los españoles; pero que los ecuatorianos no pode­ mos reemplazar con vocablo alguno de los constantes en dicho Léxico. O M Ó PLATO Scapulum, eta lp o m,de <ó¡jlo;, espalda, y ancho, ó nXátYj, pala, la parte ancha del remo; por extensión cosa an­ cha y plana; ó reduplicación del nombre c>|to;, hombro, es­ palda, y a xá X r,»espaldas; ó, lo que parece mejor, de o¡u»;, jus­ tamente y TtXátat, espalda, hueso precisamenle de la espalda ó propio de la espalda; en ningún caso ha de pronunciarse como esdrújulo, conforme lo pronuncian nuestros estudiantes y aun los profesores de medicina, sino como vocablo llano que es, omoplato. OM OTO ú HOM OTO Quichua umutu. Enano, ó figuradamente, pigmeo. V e l a s q u i l l o el c o n t r a h e c h o , Enano y b u fó n q u e a lc a n z a , Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ORQ 351 N o sin d e s p e r t a r e n v id ia , G r a n f a v o r con el m o m a r c a . (Don A?igel Las máscaras y cañas.) — a rd evS E l Conde de — II: OPIMO Está tan mal acentuado como omóplato. Dígase , se­ gún la Academia. Así opina también D. Felipe Robles Dégano, en su impor­ tante libro Ortología clásica de la Lengua Castellana. De los poetas por él citados, sólo Arriaza, y esto una sola vez, dice opimo. ORANGUTANGO ú ORANGUTANO Orangután ó jocó. Se creía antes equivocadamente, que el mono más parecido al bípedo humano era el n á tu g a rou c yo nombre en ma significa hombre del bosque. Jocó es denominación usada en las regiones de las orillas d$l Congo. Ourangotango hemos oído en el Brasil ¿Vendrá de allí ó de Portugal nuestro orangutango? ORQUIDEA Hoy que se han puesto tan de moda estas hermosas plan­ tas vasculares, cuya patria puede decirse es el Ecuador: tantas y tan variadas son las especies que abundan en nuestros bos­ ques calientes y húmedos; indispensable es que corrijamos la viciosa acentuación de la palabra, orquídea, y no orquídea. De moda en verdad se han puesto (y esta vez la moda no es extravagante) las fragantes y bellísimas plantas menciona­ das, ya para colecciones, ya para ornamentación, ya aun para aromatizar los alimentos; pues los lectores saben, sin duda, que la vainilla es una orquídea trepadora. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" OSH 352 O SC U R O Aunque se dice del color que casi llega á ser negro, no es lo propio llamar así al caballo de color negro con viso rojizo, esto es, al morcillo. Un caballo Tascando el freno estaba de cabestro, Precio del que con suelta y presta mano Esgrimiese el bastón, más como diestro. morcillorabicano —La Araucana.) En un normando Que respira espuma y fuego, Cuya ligereza es rayo, Cuyos relinchos son trueno. — a rd evS ( La muerte de un c Micer Jorge de Austria, anciano De gran valor y respeto, Va á su frente en un Que hunde donde pisa el suelo. {Duque de Rivas— Amor,honory valor—Romance I : E OSHOTA Ushutaen quichua. Ojola hemos oído decir en Chile, Bolivia y Perú, ó quizá jota, aumentativo de hoja, acaso por parecerse á una vegetal ó por estar formada de una sola lámina ú hoja ¡Quién sabe! Lo que sí sabemos es que la ochiota, ojota ú hojota es una suela de cuero sin curtir, con que los indios defienden las plantas de los pies, atándola á éstos con toscas correas: á saber, un calzado aún más grosero y rudimental que la san­ dalia. Tal es, pues, la oshota, oshuta, ó ushuta, para pronunciarla de manera primitiva; nombre que, como otros quichuas, ha Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" OTR 353 podido pasar á Chile y ser ahí convertido en' , vocablo que aceptó ya la duodécima edición del Diccionario acadé­ mico. OTAYO Los vendedores de frutas gritan en los zaguanes: ¡Com­ pre otayos/, y los so ñ in,y los criados van á comprar , palabra cuyo origen habría yo rastreado en vano, si alguna vez no hubiese oído á un vendedor callejero, mucho más sa­ bido que sus congéneres: «Cómpreme otayetes.» Debe ser ith a oó ita, díjeme,—esto es, plá del archipiélago de Taiti, ó de la Sociedad, en Polinesia,—como llamamos siria á una caña de azúcar introducida de Siria. Otra variedad de Musa ísid a r,p ó plátano del Pa (á juicio de Linneo, fué el plátano la fruta de la tentación y de la caída de nuestros primeros padres), denominamos guineo por haber sido importado de la Guinea. OTRO SÍ .Sin buen resultado corrigió este error el tan modesto como notable autor del Breve catálogo de errores y del Resumen de la Historia del Ecuador, esta última la primera obra nuestra en su género, así en el orden de precedencia como de mé­ rito; sin buen resultado, pues los señores curiales continúan escribiendo de la manera errónea que hemos anotado el adver­ bio de modo íso rt,’ equivalente á también, , , demás de esto. Don Andrés Bello observa que es el francés alsz\ de donde aussi. Dixiéronlo al rey, mas non ge lo concloyó. n o Náeastes s ninguna, quando oviemos la cort. S i b u e n a s la s t e n e d e s , p r o a v r á n á v o s . Otrosí farán á los del Campeador. (La Gesta de mío Cid, Cantar I I I .) \ 23 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" p PADASTRO Padrastro ó respigón. Tan incómodo pareció á alguien eso de tener desprendido un pedacito de pellejo cerca de las uñas de las manos, que lo llamó padrastro, comparándolo, sin duda, respecto del dolor y estorbo que produce, al marido de la madre del individuo que padece doble orfandad: la de la muerte del padre y la del nuevo matrimonio de la madre. Padastro no significa nada. PAD RO TE No encontramos esta palabra en el Diccionario, y con ra­ zón; pues el castellano posee muchos vocablos para denomi­ nar el macho destinado en el ganado para la generación y procreación: padre, semental, reproductor, engendrador, pro­ genitor, en general; en particular, garañón entre camellos y asnos (pollino es cualquier borrico y en especial el nuevo y cerril); caballo padre, el que se destina para el caballaje; verraco ó verrón, el cerdo semental; morrueco el carnero re­ productor, etc. PAÍCO Es el nombre más común, que en el Ecuador, Perú, Chile y otras de nuestras Repúblicas, se da á la planta indígena del Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 356 PAJ mundo de Colón, á la Chenopodiun , que en algún lugar de América se denomina también pazote. P A IT A (D ejar, estar ó quedar á la luna de) Decimos en vez de dejar ó quedar á la luna de Valencia, modo adverbial figurado y familiar que, según los Académi­ cos, significa dejar ó quedar frustradas las esperanzas de lo que se deseaba ó pretendía. Es notable que Lope de Vega emplee la frase como nos­ otros: Si no te pesca el dinero Y con tu aforro de gayta Deja á la luna de Paita ( E l testigo contra sí). P A JA La caña del trigo, cebada, centeno, según los españoles; se­ gún los ecuatorianos, la planta que cubre leguas y más leguas del lomo de los Andes. Resistente á los ventarrones y nevadas de nuestras alturas, preséntase ya como una manta continua amarillenta, ya como mechones diseminados entre los otros vegetales descrecidos y enclenques, ó entre los calveros de los interminables páramos andinos; mas el melancólico aspecto del pajonal y su eterna uniformidad,—que interrumpen sólo las desigualdades del terreno, cortado por hondos precipicios, ó extendido como un pajizo océano, al que imita aún con las olas formadas por vientos ensordecedores,—están compensados por la utilidad proporcionada á las numerosas vacadas, que pacen los verdes renuevos del pajón y entre él se guarecen de las nevascas y tormentas. Allí se multiplican las codornices y conejos; y el venado del color de la paja, por ley de mime­ tismo de la naturaleza, ahí se resguarda de las inclemencias del hombre, más rigurosas que las de los elementos. Allá un leve penacho de humo ó el ladrido de un perro descubren alguna Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PAJ 357 choza de pastores, perdida entre la paja que le ha suminis­ trado todo el material de construcción, y que proporcionará aún mullido lecho al cazador de ciervos ó al viajero aterido por la enorme evaporación de las alturas, que produce un in­ tenso frío, aunque acercadas al sol cuatro ó más miles de me­ tros sobre el nivel del mar y situadas en el mismo círculo má­ ximo de la esfera terrestre. Pajallamamos además á la planta con que hacemos nues­ tros sombreros, mal denominados de Panamá. PA JA RERO El que se emplea en cazar, criar ó vender pájaros. Llámase también parancero (palabra que no encontramos en el Diccio­ nario de la Academia) al que caza con lazos, trampas, tollos, etcétera. El que se espanta, se asusta ó se asombra fácilmente, es espantadizo, asustadizo ó asombradizo. Tuvo, pues, mucha razón el extranjero aquel, como refiere don Pedro Fermín Cevallos, que pagó algunos pesos más de los que valía un caballo, así como supo que era , en­ tendiendo que, en vez de un defecto, poseía el rocín una cua­ lidad nada despreciable: la de saber cazar . «Era la muía a zid rb m o s , y al tomarla del freno se espantó de manera, que alzándose en dos pies, dio con su dueño por las ancas en el suelo.» (Cervantes—Pon Quijote.) «Escápate como gamo de su mano, y como ave de la mano del ja re ro .» (Los Proverbios— Traducción del P . Se ¿o.) O parancero, que es el cazador, que caza con perchas y otras in­ venciones.» (Nota del P . Scío de San M iguel al versículo anterior.) PAJONAL, PAJÓN No existiendo, como no existe, en el Diccionario la acep­ ción que nosotros damos al sustantivo mal pueden en- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PAL 35 $ contrarse en el Léxico los derivados pajón y , campos cubiertos de paja. Deben ser aceptados por la Academia. PALANCÓN El instrumento compuesto de una plancha cuadrangular de hierro, con un lado cortante y el opuesto provisto de un anillo donde encaja el mango, que forma con la plancha un án­ gulo; instrumento adecuado para remover tierras, etc., se llama a d z,ó azadón si la plancha es más larga que ancha, según el decir del Diccionario.—Semejante al azadón es el sacho, de donde viene el verbo sachay De azada y azadón (lat. a ics ,escard ozadada, golpe de la a d z, azadonada ó dado con el n ó d a z, ra n o d z,cavar con la azad dón, y azadonero} el que trabaja con el instrumento expresado. «Quien trae azada,trae zamarra.» ( R efrán). «Llevaban también palas, abrirse paso donde no le hubiera descubierto.» ( . azadas,cue —Peñas Benditos aquellos que con la azada Sustentan sus vidas y viven contentos Y de cuando en cuando conocen morada Y sufren plazientes las lluvias y vientos. {Mar que'sde «Y no hay peor cosa que ir tras el deseo sin esperanza de buen fin; y especial pensando remediar su hecho tan arduo y difícil con vanos consejos y necias razones de aquel bruto de Sempronio, que es pensar sacar* aradores á pala y azadón. (Fernandde «Veis como de mano en mano, se va guiando la conservación del mundo por medio del agradecimiento... la tierra, puntual en agradecer al labrador las azadonadas y sudor que le costó el cultivarla.» (F r . Ju a n Márquez— Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Los dos estados d PAL 359 PALETO, PALTÓ, PA LETÓ N Sobretodo, gabán. Paltó, paleto no son sino el sustantivo francés Pa­ letón en rastellano significa parte de la llave, en que se for­ man los dientes y guardas de ella. PALO ENSERADO .Se dice en castellano con una sola palabra: cucaña. «Allí te aguardan también... la cartera de Fomento, colocada en lo alto de una cucaña.» (Pedro * de A la r con— PALÓN, PALO NEAR Aporcadura, aporcar, voces de agricultura. P A LT A N A t Sustantivo que en el Ecuador equivale al adverbio de can­ tidad encima. Así decimos: «Juan dió su muía y diez pesos de paltana por el caballo de Pedro;» ó «Antonio cambió su vaca con la de Pablo, dándole dos fanegas de trigo de paltana.» Es la parte en dinero ó especies con que se compensa el mayor precio de una de las dos cosas permutadas ó trocadas. Dió el reloj y diez pesos de a n t,lp quiere decir, pues, dió el re diez pesos encima. Paltana tiene significado distinto de que es lo que se saca demás en un negocio (según Ur gún la Academia, lo que se da gracia sobre el precio de aquello que se compra, vende ó toma en arrendamiento, ó lo que se agrega de gajes al sueldo de algún empleo ó comisión. Adehala es más bien la palabra castiza equivalente al quichua yapa. El vocablo propina que, conforme á su origen griego, sig\ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 360 PAM nifica lo mismo que el pourboire francés, poco á paltn , que por su significación quichua, , una cosa sobre otra, no puede ser sustituido sino con el arriba expresado. PAMBA El sustantivo quichua pambasignificó primiti nura, o p m a c, y de él se formaron el adjetivo , bajo, llano, y el verbo pam bayachiH a,allanar. Después el primitivo mismo se adjetivó y en el lenguaje híbrido de nuestro pueblo vino á significar lo propio que pamballa; así la gente de esca­ lera abajo denomina plato pamba al plato trinchero y califica de pamba la laguna ó el riachuelo que no tienen profundidad. El popularísimo poeta y distinguido caballero, don Ramón de Campoamor, honrándome cierta vez con su visita en Ma­ drid, me decía que le llamaba mucho la atención la suavidad cjue los naturales de alguno.s de los países hispanoamericanos comunicamos al idioma español, según el ilustre poeta, excesi­ vamente varonil y quizá algo duro en la Península. Nótase, á la verdad, esta modulación dulce especialmente en el Ecuador y en el Perú, siendo más notable todavía que los ecuatorianos han suavizado aún el lenguaje indígena; pues observación ve­ rificada por los conocedores del quichua es la tendencia al cambio de las consonantes de sonido fuerte con otras de so­ nido suave: g en vez de c,d en mañaguni por mañacun /, yayada por y ayata, pamba por pampa. Palabra esta última que con su originaria pronuncia­ ción encontramos, como callampa y otras, muy al sur'de nues­ tro continente meridional y que aun se ha tornado de común ó apelativo en nombre propio. La Pampa, con efecto, se llama en la República Argentina ese magnífico mar de dehesas natu­ rales, Sahara de praderas, Siberia con tundras de vegetación en vez de hielos y pantanos, á donde podría trasladarse media Europa, si el suelo esquilmado obligase á los pueblos á emi­ grar colectivamente en busca de una fecundidad que niega ya la tierra hasta á los milagrosos recursos de la química y de la . Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PAN 361 física.—De la palabra que anotamos se ha formado el vocablo pampero, tifón de las Pampas. PANAMERICANO, PANAMERICANISMO De xáv, todo, y americano ó americanismo, esto es, concer­ niente 4 toda América, así á la septentrional, como á la meri­ dional, imitación de los vocablos paneslavismo y pangermanismo, con que se ha designado la tendencia á la unión de los pueblos de origen eslavo, y de los de origen alemán, respec­ tivamente. Neologismos consagrados por los representantes de las na­ ciones de América á los Congresos celebrados en Washington, México, Río Janeiro y Buenos Aires. Ojalá, como se han con­ sagrado las palabras, hubiese sido aceptada una conclusión para que se desconozcan, por las naciones signatarias, los go­ biernos de hecho, que nuestras inicuas revoluciones llevan al poder. Impedirlas, sería obtener el mejor medio de oponerse al descrédito externo de las Repúblicas latinoamericanas y conseguir el mayor bien interno que pudiera lograrse para los desventurados países despoblados periódicamente por degüe­ llos infames, sin más resultado que la deshonra y la corrupción, y el entronizamiento de déspotas destituidos de ilustración, de inteligencia y sobre todo de patriotismo. Comienza á hacerse extensivo el adjetivo á otras cosas; así se dice Je rro c a rril panamericano al que cruzará de un ex­ tremo á otro las dos Américas. Acaso bastarían las palabras americano y americanismo, y quizá por la misma razón de haberse apoderado exclusiva­ mente de dichos vocablos nuestros hermanos del norte. PANCADA Contrato, muy usado en Indias, dice el Diccionario, de vender las mercaderías por junto y en montón, especialmente las menudas. || P r. Gal. Golpe dado con el pie. En el Ecuador decimos darse una pancada á lo que en Es­ paña se dice darse una costalada, ó un , ó también un porrazo ó una porrada. Costalada ó costalazo, golpe que uno da en el suelo con Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 3Ó2 pan las costillas, por resbalarse los pies ó por otro accidente. Porrada ó o za rp... || fig. Golpe que se recibe por u caída. La escalera de la vida Está con jabón untada, Y el que baja más confiado, Si se descuida resbala, Y da con su cuerpo en tierra Como los demás: se trata Me parece, de que el novio Dé también su costalada. (Gorostiza—Indulgencia para todos). PA N FLET O Esta palabra pasada del inglés al francés, como lo expresa M. P. Poitevin en su Nouveau Dictionnaire universel de la langîie française, y cuya primera acepción, según el sabio Léxico de Littré, es la de «librito de pocas páginas», pudiera quizá ser aceptada en castellano en el segundo significado que le da la Academia francesa, esto es, en el de folleto indigno, despreciable, injurioso. Se cree que el paunflet, pamfó pa de palnie-feíiillet, hoja, folleto corto que se tiene á la mano, de donde se ha formado también en el mismo idioma pamphle­ teer, folletista; y pamphlétaire y pamphlélier en írancés, tér­ minos no sinónimos, ya que el primero corresponde exacta­ mente al pamphleteer de que se origina, y el segundo es de desprecio: «zurcidor de malos o telfn a pocmo diría vocablo fuese acogido por las SS. Académicos. Origen de la voz pudiera muy bien ser el vocablo empleado por Sófocles y Ateneo, TOt(í<pXexTo<;, quemante, ardiente, ente­ ramente encendido (îtàv, todo y cpXéfu), quemo), esto es, escrito que quema. PANTEÓ N Dícese que con la muerte dan fin las humanas vanidades; lo cual no es cierto, como lo demuestran las exequias, los va. liosos ataúdes, las coronas funerales, los mausoleos, las necro­ logías y las demás manifestaciones de una vanidad que llama- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" P AP 36 3 riamos postuma, si las hubiese dispuesto antes de morir el mismo á quien son tributadas. Pero muchas veces los monu­ mentos á los muertos, son simplemente monumentos que los vivos se erigen á sí propios, e i prueba de lo cual nos bastaría citar la presunción con que los deudos de cualquier tinado ha­ blan de construirle mausoleos y aun la sencillez con la cual hasta los campesinos nombran panteón al pobre campo santo, donde promiscuamente se depositan en la tierra las generacio­ nes pasadas. Marco Vipsanio Agripa, yerno de Augusto, embelleció á Roma con fuentes, baños, monumentos y templos, de los cua­ les el más famoso fué el consagrado á todos los dioses y por esto denominado Panteón (11 otv, Gso's), cuya actual advocación es Santa María de los seritá M , ó como lo llama el vulg Rotonda. Posteriormente Publio Elio Adriano, siendo Arconte de Atenas, edificó otro Panteón en esta ciudad; y por fin se dió el propio nombre á la antigua iglesia de Santa Genoveva de París, al ser destinada á recibir los restos de los grandes hombres. De este modesto origen debe de provenir el nombre de panteón, que nosotros damos á nuestros cejncnterios de ciu­ dad y hasta á los corrales ó dehesas de nuestras aldeas. « Cementerio, que significa dormitorio (/'jtpnfjr/jpioy, de xoi|iá(o, dormir. (-Cree hoy alguien que los muertos duermen?» ( — to n eB Arquitectura de las L PA PELA D A Sin duda de la frase castellana hacer el fingir una cosa, representarla al vivo, hemos inventado la voz papelada, á la que atribuimos las significaciones de , etc. PAPUJO Papudo ó o d a ju p,dícese, por lo general, de las aves que tienen grueso y abultado el papo ó , esto es, la carno­ sidad entre la barba y el pescuezo. Y Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PARAGUA Dígase paraguas. Los catalanes llámanle también gua; de allí debió de venirnos. r PARALELÓ GRAM O ___________________ _______ Quiere la Academia que digamos en griego es zapa)A7¡Xo-jfpa¡iov. No viene de ypá¡j.¡i.a, de que se forman hectogramo, miligramo, etc., sino de ipa|i¡i^ y de zapáXXyjXo P A R A L IS El pueblo que nada sabe de aféresis, síncopas ni apócopes, comete, sin embargo, estas figuras de dicción muy frecuente­ mente, como en la palabra paralis por , etc. Parálisis, dice el tomo sexto del Compendio de Medicina Práctica de los SS. Monneret y Fleury, notable por sus bue-. ñas definiciones, es la debilidad ó la abolición de las facultades de sentir y de contraer los músculos, ó de una sola de estas facultades, en una parte cualquiera del cuerpo. El vocablo se deriva de zapaXoetv, ervlo s,proveniente á su vez de Xo vere’, debilitare, desatar, relajar, y zapa que, antes del verbo, significa im perfecta, ,etn m a lp o ciesto es, debilidad ó resolución no completa: zaoaXaaaai, resolutio , relajamiento, flacidez de los músculos; Xudi s ol uci ón. Encontramos la misma palabra griega adoptada por los la­ tinos, paralysis; españoles, ;silá ra pfranceses, ita­ lianos, p aralisia; ingleses, islá ra p, PA RAM EA R Dígase ra n zivo l , molliznar ó . PÁRAMO Campo desierto, raso, elevado y descubierto á todos vien- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 365 PAR tos, que no se cultiva ni tiene habitación alguna. || Cualquier lugar sumamente frío y desamparado. Conocemos los ecuatorianos estas dos acepciones del sus­ tantivo o m a rá p,pero le atribuimos otra más, que no tiene: la de llovizna, a n zilo m, so b a lc,sin duda porque e páramos son frecuentes las lluvias menudas que caen blanda­ mente á modo de niebla gruesa. PARAPETO ____ ____ ____________________________ 1 Tiene varios significados, á saber: pared ó baranda que se pone para defensa en los puentes, escaleras, etc. ¡| Terraplén corto, formado sobre el principal, hacia la parte de la cam­ paña, el cual defiende el pecho contra los golpes enemigos á los soldados que están en él. Tal vez por su etimología (~apcc:sTavvu¡j.'., cubrir) no estaría del todo mal llamar o tep a r , como acostumbramos los ecu torianos, al mueble compuesto de varios bastidores unidos por goznes, que se cierra, despliega y abre, y sirve para defender las habitaciones de las corrientes de aire, de la vista, etc.; pero el mueble descrito tiene nombre peculiar: biombo ó para, según los casos. «Cuando no tuvo más que decirme, continuó su acompasada marcha monte arriba, y no tardé en verle detenido con su caballo, y como en­ caramados los dos en el parapeto de una azotea, sobre el perfil de la loma.» (Pereda—Peñas .) El biombo es originario del Japón ó China, y según el Dic­ cionario de 1726, de allá vino también el nombre. D. Pedro F. Monlau cita otro origen de la palabra: del latín y am­ bire circundar, ó bien o b m a,escudo, que, á juicio d Monlau, parece muy rebuscado. Don Antonio Solís emplea el vocablo como sinónimo de baranda, y merced á esta curiosa coincidencia podríamos quizá rastrear la significación de biombo que damos los ecua- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PAR 366 to ria n o s á parapeto: « a d n rbc, o m o d i c e la A c a d e m p o n e p a r a d e fe n sa » , etc. «Atajábase la pieza, con una baranda ó que sin impedir la vista señalaba término al concurso y apartaba la familia. Quedaban dentro cerca de la mesa tres ó cuatro ministros ancianos de los más favorecidos y cerca de la baranda uno de los criados mayores que al­ canzaba los platos.» (Solis—La conquista de México.) PA RARSE \ Por ponerse en p ie ó estar de , v ie n e p ro b a b le m e n te d e la t e n d e n c i a i r r e s i s t i b l e d e s i m p l i f i c a r lo s i d i o m a s : e l p u e ­ b lo d e m a n e r a i n s t i n t i v a h a s u s t i t u i d o v a ria s p a la b ra s q u e en con el v e r b o parar la s c a s t e l l a n o d e n o t a n e l a c t o d e e s t a r en p i e , ó p o n e r s e u n o d e r e c h o , e r g u i d o y a f i r m a d o s o b r e lo s p ie s , co m o d ic e el D ic c io n a rio ; e s t o e s , á lo q u e e n s á n s c r i t o s e d e ­ n o m i n a c o n un s o l o v o c a b l o la tin o stha d e l m is m o ra d ic a l del v e r b o stare. Parece descortesía El recibiros en p ie; Entrad y tomemos sillas. {Lope de Vega—¡ S i no vieran las mujeres!) PARA RSE LO S PELO S Ponerse los pelos de punta, erizarse el cabello. «Terrible cosa es, y para quebrantar el corazón y erizar el cabello de congoja, caer en las manos de Dios vivo.» {F r . Ju a n Márquez—Los dos estados de la espiritual Jerusalén.) «... Y los cabellos de la cabeza se le erizaron á Don Quijote, el cual animándose un poco dijo:...» {Cervantes— Don Quijote.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" * PAR 367 P A R E JA A u n c u a n d o a sí se d e n o m in e el c o n ju n to de dos person as ó c o s a s , e l p a r d e m u í a s 6 c a b a l l o s q u e t ir a n d e u n c a r r u a j e se lla m a tronco. «Montenegro es un gran jinete, que maneja con suma destreza los caballos más bravos; en el pescante de un coche no tiene rival; con las riendas en la mano es capaz de meter un tronco por el ojo de una aguja.» {Se/gas— Un rostro y un alma.) PAREN P E R A L a h e m b ra m u y fe c u n d a , paridera. P A R I E N T E (L a) ¿ Q u ié n p r e s u m i e r a q u e la s m i s m a s p e r s o n a s congreganta, d ic e n la la pariente) — P u e s sí, s e ñ o r , y l a s m i s m í s i m a s n o te n g a fe m e n in o y q u e d ic e n tan o r o n d a s h a b la n d e dueño q u ie re n que la dueño d e la c a sa , la dueño d e l a s a l h a j a s ; p e r o , e n c a m b i o , á cotigreganta, d i c e n l a q u e h a y t a m b i é n parturientes m a s c u l i n o s . y p a ra d ar c o m p a ñ ía parturienta ,sin duda p «Pero el intendente, en cuya casa de campo nos apeamos, se em­ peñó en que había de quedarme allí todo aquel día, por ser cumpleaños de su par lenta.» (— E l sí de las niñas.) 0 La tienes dentro de casa Si es parienta nuestra, y tuya Lo será luego... orstiza— Indulgencia para todo (G ' t P A R T ID A R IO , P A R T ID O D e n o m in a n n u e s tr o s a g r ic u lt o r e s nom bra aparcería y á lo que en E s p a ñ a se aparcero. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" A p a rcería ,d i c e don Jo a q u ín E s c r ic h e , el trato ó c o n v e n io d e lo s q u e v a n á la p a r t e en a l g u n a g r a n j e r i a , p rin c ip a lm e n te en a d m i n i s t r a c i ó n d e t i e r r a y c r í a d e g a n a d o . A parcero. E l q u e v a á la p a r t e c o n je r ia , c o m o d e fru to s de o tro a lg u n a h a c ie n d a , t r a t o e n e l l o s , e t c . ; y t a m b ié n el q u e en a lg u n a g ra n ­ c ría de g a n a d o s ó t i e n e p a r t e c o n o t r o en a lg u n a h e r e d a d ú o tr a c o s a q u e p o s e e n en c o m ú n . «Trabajaba además un poco de tierra prestada, y tenía una vacuca en aparcería.» (Pereda— E l sabor de la tierruca). P A S C A N A L a s p a la b r a s c a ste lla n a s nos que venia mesón. á lo q u e d e n o m i n a m o s , co rresp o n d en m e­ , es d e c ir, casa en l o s c a m i n o s ó d e s p o b l a d o s p a r a h o s p e d a j e d e l o s p a s a j e r o s ; lo q u e, con tambo, p a la b ra m ás d e l q u ic h u a , ta m b ié n v o c a b lo acep tad o y a d e n o m in a m o s p o r la A c a d e m i a a u n q u e c o n la n ota de p e ru a n ism o . «Pues, como el Señor determinase de hacer mercedes y favores tan singulares á esa Santa, y dotarla de tan maravillosas virtudes; puso primero en su alma la humildad, que si bien no es principio y origen de todas ellas, es empero la que desembaraza la , y la que es como aposentadora de todas.» (E r . Diego de épez— Vida de la Santa Madre Teresa de J Y «La gran puerta del edificio en que la diligencia acababa de parar tenía, sobre el arco rebajado que la cerraba, un rótulo enorme, escrito en la pared con tinta negra, que decía: « , Posada y Fonda.» (Selgas— Dos muertos vivos.) Según eso, á buena cuenta Seremos en esta danza Don Quijote y Sancho Panza Parando de venta en venta. (T irso de Molina, ó sea, E r. Gabriel — M arta la Piadosa). Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" I PAV 369 PASPA N o m b r a m o s á la s e s c a m i l l a s , q u e s e l e v a n t a n d e la e p i d e r ­ m is d e l r o s t r o ó d e la s m a n o s p o r e f e c t o d e la i n t e m p e r i e . PATO Ser el pato de la boda. L a frase c a ste lla n a es ser la vaca de la en e l s e n t i d o en q u e la e m p l e a m o s lo s e c u a t o r i a n o s . H a y o t r a f r a s e f i g u r a d a y fa m ilia r pagaruno el pato; p e ro con e lla se q u ie re sig n ifi­ car q u e u n o p a d e c e ó lle v a p e n a ó c a s tig o no m e re c id o , ó q u e ha m e r e c id o o tr o . «... Si es que para curar los males ajenos tengo yo de ser la vaca de la boda.» (iCervantes—Don Quijote.) D on D ie g o C le m e n c ín , h a b la n d o de esta c r i b e : « D í c e s e d e la p e r s o n a q u e s i r v e c o n c u rre n á e lla , y p o r e x te n sió n de del m ism a fra se , e s ­ d iv e rs ió n á lo s q u e s u je to á q u ie n tod os acu d en en su s u r g e n c ia s .» (P a rte II. C a p ítu lo L X I X ) . Si un alguacil no lo enloda, Haciéndonos á los dos Las vacas de aquestas bodas. (F r . G abriel —Marta la Piadosa.) P A V IM E N T A C IÓ N Pavimentar e s t á y a e n e l s u p l e m e n t o d e l D i c c i o n a r i o d e la A c a d e m ia , co m o sin ó n im o d e lo s a s ú o t r o m a t e r i a l ; mentación. no ha E n c o n se c u e n c ia , d íg a s e PAVO NAR, N o sé d e •24 p ero solar PAVONADO, donde se nos ó sea r e v e s t ir el su e lo con sid o a c e p t a d a la v o z pavi­ soladura. PAVONEADO ha o c u rrid o que Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" , d ar al 370 ' PED h ie rro c o lo r a z u la d o o s c u r o , s ig n ific a ra lo m, e s t o tru m en to ó sea , afilar un in s ­ es, a d e lg a z a r p o r el c o rte ó lo s i n s t r u m e n t o s c o r t a n t e s , p a s á n d o l o s p o r la m u e l a ó d e o t r a m an era. Pavonear {lo p m is m o q u e v a n a o s t e n t a c i ó n d e su g a l l a r d í a ú o tra s p re n d a s , e tc ., d e vaner ó se ren a v,p f r a n c é s , — c u y o pavonado, e m a n a d e l la t ín pavo: Se manière fière cornine Pavonado s i g n i f i c a a z u l a d o o s c u r o y n o aguzado, amolado. pa- o rig e n co m o el del a marchar unpaon , la rou , «El Rey Ciro cuando quiso ganar el Reino de los Medos, llamó á los Persas, mandándoles que viniesen todos con hachas , y ha­ biéndole obedecido, los ocupó todo un día en cortar un gran bosque.» ( N ierm berg— D iferencia entre lo temporal y lo eterno) «Luego en continente después de aquello assi fecho, al tiempo que ya el sayón ponía el tajante cuchillo amolado en la garganta del bien­ aventurado maestre.» (A utor desconocido— Crónica de don A lvaro de Luna.) * Pavonada s ig n ific a ta m b ié n p a s e o b re v e ú o tra d iv e rsió n s e m e j a n t e , q u e s e t o m a p o r p o c o t i e m p o ; c ju ie r e d e c i r , lo q u e lo s a fic io n a d o s á a n g lic is m o s lla m a n a h o r a Pick-nick. «Allá comieron y hubo animación y trajín, accidentes curiosos que contarse, chanzonetas en que entretenerse y cuanto más ofrece una povonada de las extraordinarias.» (Cevallos— Resumen de la H isioria del Ecuador.) PED A C EA R B a rb a ris m o , q u e c o m e te m o s h asta en el le n g u a je M a l d i t a la f a l t a q u e n o s h a c e la p a l a b r a . D í g a s e e sc rito . despedazar. P E D A G O G IA Pedagogía, d e l g r i e g o Tra’oaytoyia, d e "ccoo; n iñ o duzco. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" y ayo, c o n ­ PEG 37* P E G A DI L L E R A L la m a m o s b árb aram en te á pasamanera la ó r a n d e r a . P E G A D ILLO Encajey s e g ú n C o v a r r u v i a s , d e encajar. D í c e s e pimía, puntila, randa , o n a m sp,d e nería: o b r a y f á b r i c a d e p a s a m a n o s , ú o f ic io d e t a m b ié n d o n d e v ie n e n pasa , ó t a l l e r e n d o n d e s e f a b r i c a la o b r a d e p a s a m a n o s , ó t i e n d a en ra n m sp, f a b r i c a r d o n d e se v e n d e ; o ren a m sp, e l pasam an os; y ó d isp o n e r u na co sa con q u e h ace p a sa m a n o s, fra n ja s, e tc. ó el q u e l o s v e n d e . «Qué diré de los ornatos tan costosos y tan necios, que parece que aun el mismo mundo los condena, pues harto ya de guarniciones de oro, da en traerlas de paja, como quien ha caído en la cuenta que para el uso del vestido, lo mismo es guarnecerlo de paja, que de plata y oro? Y así se usan ahora puntas y pasamanos de paja que suplan los de oro.» bg.— ierm (N Difere?ientre lo «Sanchica hace puntas de ,rands gana cada día och horros, que los va echando en una alcancía para ayuda á su ajuar.» — Don Quijote i) (' «Mari-Pepa sacó de un bolsillo muy grande de su delantal los avíos de hacer media; Lita... los de hacer , y ambas comenzaron á trabajar en sus respectivas labores.» {Pereda— Peñas «... y sobre la colcha una muy blanda sabanilla con randas de mu­ chos calados.» ( Idem — Ibidem .) «Cerca de una. encaj Vivía un fabricante de galones. Vecina ¡Quien creyera, La dijo, que valiesen más doblones Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PEL 372 De tu encaje tres varas Que diez de un galón de oro de dos caras!» Iriate—Fábulas: E l fabricante de galones y la encajera.) ( De fino lienzo gallego Los puños y la gorguera, Unos y otra guarnecidos Con ra?idas barcelonesas. (A . Saavedra— Un castellano leal.) Del cuerpo ocupa el semblante Un blanco holán, que guarnecen Los e7icajes más costosos Que el prolijo belga teje. (Idem. Pegadillo, plasto^ E l solemtiedesengaño. Romance V: Lo que es el mun a d e m á s de d im in u tiv o no s ig n ific a sin o h o m b r e bizma de pesado en em­ ó la c o n v e r s a c i ó n , m o le sto y e n tr e m e tid o . PEGADURA A c c i ó n d e p e g a r ; u n ió n q u e r e s u l t a d e h a b e r s e p e g a d o u n a co sa con o tra. E l e n g a ñ o c o n q u e á u n o s e le b u r l a e n u n a m a t e r i a , pe­ gata. P E L E A R N u e stro p u e b lo p re fie re el v e r b o tear. , á litig a r y plei­ P o r lo q u e a l g u i e n h a d i c h o : Para de pleitos gozar, discurrió cierto abogado casarse, y de pelear desde entonces no ha cesado. PELO Montar á o lep , que e q u iv a le á montar á Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" , propósito PEL ú ocasión, ó h a c ia el la d o á que se in c lin a 373 el p e lo , c o n fo rm e al pelo ó á , d e c i m o s lo s montar en , e sto es, d e sn u d a m e n te , á s a b e r , s in a d e r e z o ó a p a r e j o . D í c e s e e x p l i c a la A c a d e m i a e l m . a d v . e c u a to ria n o s en v e z d e y sin a g r e g a d o a l g u n o , t a m b ié n en cerro. «Porque en esto se diferencia la lucha de la guerra, que en la gue­ rra no siempre andan los hombres al pelo; á tiempos descansan, comen y duermen: sus treguas tienen para descansar, para rehacerse, para recorrer las armas y curar las heridas; pero los que luchan ningún mo­ mento cesan ni descansan, ni para esto se les da lugar de parte del enemigo.» (F r. Fernando de Zarate— D iscursos de la paciencia .) «Quilatando con su estimación las cosas, no pensando cumplen con pintar el caballo, si lo dejan en cerro y desenjaezado, ni dicen la cosa, sino la comentan como más viene á cuento á cada uno.» (Mateo Alemán— Guzmán de A lfarache.) Los de acá como discretos, Son jinetes de ventajas; Que en pelo corren parejas, Muy cerquita de las ancas. ( Quevedo— Romances .) E l d e fe c to q u e c o r r e g im o s d e b e d e v e n ir n o s d e l fra n c é s, á poli, satis selle: «Les spahis du leurs chevaux á p o i l , firen t une sortie pour ramasser les armes des morts.» PELTRECH AR ó APELTRECH AR \ Pertrechar, d e l la t . per y trahere. «Acomodóse asimismo de una rodela que pidió prestada á un su amigo, y pertrechando su rota celada lo mejor que pudo, avisó á su es­ cudero Sancho.» ( Cervatites— Don Quijote .) «Por fortuna me cogía bastante pertrechado para salir airoso de compromisos con aquél, y recé lo que me pedía.» {Pereda— Peñas arriba.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PELTRECH O Pertrechos, d e l su tca repTa m p o c o la t . s e u s a en s i n «Salió en esto don Quijote armado con todos sus , con el yelmo aunque abollado de Mambrino en la cabeza.» {Cervantes— Don Quijote.) Y Que Con Con Saavedra— ( juzgando un imposible osen venir á su encuentro tan cortos escuadrones, tan escasos pertrechos. A m o r ,h onor y valor— Romance PELECH AR E m p e z a r el barbar, j! pelechar. h om bre á tener b arb as, a n im a le s el p rim e r p e lo 6 p lu m a , Echar lo s E l p e l i l l o q u e t i e n e n la s a v e s q u e a u n n o l l e g a á s e r p l u m a , se lla m a flojel. F ig u ra d a y fa m ilia rm e n te , c o m e n z a r á d e fo r tu n a , d íc e s e ta m b ié n m e d ra r, á m e jo ra r pelechar. RELUCHE etoffe felp a : t e j i d o loga an u velou P a la b r a fra n c e sa : E n c a ste lla n o d e a l g o d ó n , s e d a , e t c . , q u e t ie n e p e l o p o r la h a z . PEN CO S, C A B U Y O S ó CABUYA D e c i m o s á l a s p l a n t a s d e lo s g é n e r o s d e l a f a m i l i a d e la s ce rca s v iv a s, en n u estro s cam pos y Agave y Pottrcroya, sa ed ílirm A, q u e a b u n d a n , s i r v i e n d p ro d ig á n d o n o s m ad era p a r a e d ific io s, fib ra p a r a t e jid o s , h ilo s y s o g a s , flo re s p a r a en ­ c u r t i d o s y h a s t a m ie l p a r a e n d u l z a r l o s p o s t r e s d e p o b re . C o n el n o m b re e x tra íd a del cabuya d e n o m i n a m o s m á s b ie n cabuyo. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" la g e n t e l a fib r a PEP 375 E n M é x i c o c o n s t i t u y e g r a n p a r t e d e la r i q u e z a e l c o m o se d e n o m in a a h í el Penca agave. e s e n E s p a ñ a la h o j a c a rn o s a d e c ie rta s p la n ta s, d e pencos d o n d e h e m o s , sin d u d a , d e n o m i n a d o á lo s , cu­ pencas.L o s y a s h o ja s so n re a lm e n te h e m o s v isto d a r en lo s c a m p o s d e A n d a l u c í a á lo s g a n a d o s , d e s p u é s d e m o n ­ d a r lo s b o r d e s e s p i n o s o s . D e a l g u n o s l u g a r e s d e A m é r i c a h a id o á E s p a ñ a l a d e n o ­ m in a ció n penco p a ra lo s que p a r a lo s c a b a l l o s b á rb a ra m e n te son m a ta lo n e s y , en s in g u la r, a s e s i n a d o s e n la s p l a z a s d e toro s. PEO NADA O b r a q u e u n j o r n a l e r o ó p e ó n h a c e e n un d ía ; e l c o n j u n t o peonaje. s i g n i f i c a c i ó n d e peonaje d e p e o n e s q u e t r a b a j a n en u n a o b r a , Peonada c a ísm o ; con la m i s m a e s un a r ­ p u e s p r im it iv a m e n t e v o c a b lo d e m ilic ia , q u e r ía d e c ir tro p a d e p e o n e s, c o n ju n to d e in fa n te s ó s o ld a d o s d e á p ie , e sto e s, lo p r o p i o q u e , e n la a c t u a l i d a d y p r i m e r a a c e p c i ó n , e l s e ­ g u n d o v o c a b lo . Mandó veer sus gentes Mió Cid el Campeador. Sin las peojiadas é omes valientes que son, Notó trecientas lanzas que todas tienen pendones. {La Gesta de Mió Cid: Cantar /.) PEPINO E l n u estro , so la n á c e a (So/anum ), e s c o m p l e t a ­ m en te d istin to d el p e p in o e u r o p e o ó c o h o m b r o , e sto es, d e la C ucum is sa tiva s d e c u c u rb itá c e a el m e n c io n a d o c o h o m b r o sin o só lo en fra sc o s d e e n c u rti­ p e p in illo s c o n s e r v a d o s d o s, á s a b e r , lo s traen g e n e r a lm e n t e d e E r a n c ia .— L o s a l g o p a r e c i d o á lo s u y o d e E u r o p a , é s te ,— así c o m o lo s L in n e o . Q u iz á no c o n o c e m b a u tiz a ro n n u estro s y en v in a g re , e sp a ñ o le s e n co n tra b a n p o n ía n le el n o m b re d e lu g a re s y p o b la c io n e s, con lo s n o m b r e s d e lo s d e E s p a ñ a , f u n d a d o s e n c u a l q u i e r a s e — Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" que 376 P IE mejanza topográfica ó de otra especie que descubrieron ó cre­ yeron descubrir entre los lugares, pueblos, etc., de aquende, y los de allende los océanos. PERENCEJO ó PERENSEJO Perengano es una de las voces con que se suple un nom­ bre de persona, ignorado, ó que se quiere callar: así se dice: fulano, zutano y perengano. «Don Perengano!... ¡No se le puede aguantar, es un grosero;-una pieza.— Porque don Perengano se tasa en lo que vale.» {Pereda—E l sabor de la tierruca.) PERFUM ADO R El que prepara cosas olorosas para perfumar, se llama perfum ador ó \o rem u fpnómbrase del mismo modo el vaso de metal ú otra materia que sirve para quemar perfumes; equi­ valía también á pomo ó a teju b,aunque no lo nario en la palabra que estudiamos. El trasto en que se sahú­ man ó calientan las ropas, tum billa PICOTÓN Picotada ó picotazo se nombran tanto el golpe que dan con el pico los animales que lo tienen, como la señal que queda de este golpe. PIE Desde que se dan lecciones de métrica hasta en los cole­ gios de niñas, saben aun éstas que pie es la porción de dos, tres ó más sílabas breves ó largas que, en la poesía griega y latina, compone el verso; porciones que se denominan, según su cantidad, o litcá d, o ed n p s ,etc. Saben asimismo q es una combinación artificiosa de palabras sujetas á medidas determinadas. Saben, además, que , , copla son Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PIN 377 voces con las cuales se llama una parte compuesta de un mismo número de versos y ordenada de modo igual, en la composición poética; parte que toma las diversas denominaciones &<zredon­ dilla, tercto, o tera u c ,etc., conforme sean los versos que en­ tren en su formación, y la manera como estén distribuidos los consonantes ó asonantes. Mas si todo esto saben las niñas, hay viejos que confunden lamentablemente los varios vocablos definidos, y creen que verso es lo que los preceptistas y hasta las susodichas niñas llaman tsero fa , y que p ie no es otra cosa que aunque en esto no les apoyen los retóricos, pero sí el Diccionario en una de las acepciones del vocablo pie. PIMÁN Llamamos un acueducto ó canal especial que pasa por en­ cima de otro, cruzándolo. Generalmente es de madera y cham­ bas, y entonces corresponde á lo que en el Perú denominan canoas. PININOS (Hacer) En España se llama familiarmente pino ó pinito al paso va­ cilante de los niños que empiezan á andar ó de los convalecien­ tes que comienzan á levantarse del lecho. Nuestros pininos deben provenir de los so cin p, que encontramos en obras antiguas, tan diminutivos de como «Levantámonos á hacer pinicos dentro de cuatro días, y aun pare­ cíamos sombras de otros hombres; y en lo amarillo y flaco, simiente de los padres del yermo.» (Quevedo - E l Gran .) PINOL De la voz nahuatle ,ilo n pharina de maíz, hemos denomi­ nado pinol á un polvo, compuesto de harinas de varios cerea­ les y leguminosas, aromatizado con canela, , clavo de olor y vainilla y azúcar. Antiguamente servía especialmente Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 373 P IQ para los que iban de viaje, quienes lo coriiían y aun bebían; pues echando una cucharada de pinol en agua, según asegura­ ban, se obtenía una bebida muy refrigerante, agradable y ali­ menticia. % PINTÓN Dícese en España del racimo de uvas cuyos granos van to­ mando color. En el litoral ecuatoriano pintón es el plátano á medio madurar; y o ru d a m, por antonomasia, el de c oro, que ha llegado á completa madurez. El verde asado es el pan de los agricultores costaneros; el sancocho, plato en que entra también el plátano, una excelente sopa; el pintón cocido, asado ó frito, una buena entrada; y el maduro un magnífico postre. Una comida completa. Con razón Linneo creyó que la Musa paradisíaca había sido la fruta tentadora de la tataradeuda Eva. PIOLA Define la Academia: «Mar. Cabito formado de dos ó tres filásticas.» Nosotros llamamos piola al . PIQUERO Soldado armado de pica. En las minas denominan piqueros á los jornaleros que arrancan el mineral con picas. «Pedro Fernández Barchilón, natural de Córdoba, en España, fué uno de los pizarristas condenados á muerte, por haber militado, como cabo de p iqu ero s, en la compañía del bravo Juan Acosta.» (Pahua— Tradiciones Cada soldado una arma solamente Ha de aprender, y en ella ejercitarse Y es aquélla á que más naturalmente En la niñez mostrare aficionarse: Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ) De esta sola procura diestramente Sal erse aprovechar, y no empacharse En jugar de la pica el que es flechero, Ni de la maza y flechas el piquero. fErcilla—La Araucana i) Nosotros denominamos piquero al vendedor de cerea otras especies agrícolas en pequeña cantidad, aunque no por menor; verbigracia: una ó dos fanegas de maíz, etc. PIRATA Parece que tratando de poner fuera de la ley á los enemi­ gos políticos, una Legislatura Ecuatoriana propuso un De­ creto que declarase piratas á los individuos levantados en ar­ mas hacia las sierras del norte de la República. Corsario, a trip,voces hasta cierto término del tecnicismo del Derecho de gentes, se aplican: la primera, al que manda una embarcación armada en corso con patente de un gobierno; y la segunda, al corsario sin la patente expresada, ó al ladrón que anda robando por el mar. De donde se formó el verbo piratear, apresar y robar las embarcaciones. Están de acuerdo respecto de la palabra todos los autores de Derecho Internacional, antiguos y modernos: Chitty, Wheaton, Kent, Bello, Calvo, Bluntschli, etc. Tfsipaxf^, nombre griego, adoptado por los latinos con un ligero cambio, p ira ta ,ha pasado al español en la misma forma en que éstos lo aceptaron, siempre con la significación de la­ drón marítimo. Han sido calificados también como actos los de violencia cometidos por naves de un Estado ó por particulares, en contra de una nación, antes de declararle formalmente la guerra. Menos mal estaría la palabra filibustero; aunque se aplica especialmente también á los ladrones de mar, conforme aun al propio origen del vocablo, proveniente del nombre de ciertos piratas. Por lo que el castizo historiador Cevallos emplea de manera indistinta ora la una voz, ora la otra. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 380 PLA «Casi desde los primeros años del siglo XVII había dado en vagar una turba de sa trip, que vivía cebándose con la sangre y produccio nes de los puertos del Pacífico, y Guayaquil había sido úna de sus víc­ timas. A fines de 1624 se vió en el mismo peligro que en ocasiones an­ teriores, pues llegó á traslucir que los filibusteros del norte habían doblado nuevamente el cabo de Hornos con una armada y destruido algunos pueblos marítimos del Perú» (Cevallos—Resumen de la Historia del Ecuador i) «Poco después, pero en el mismo año (1709), fué de nuevo asaltada y ultrajada la ciudad (Guayaquil) por otro género de piratas que, si no se portaban como los filibusteros con absoluta prescindencia de todo lo honesto y humano, eran al cabo ta ripUnos ingl dueños de dos fragatas de guerra, etc.» PITA Nombramos al bramante y al hilo hechos con fibras de agave. Pita-pita dice la Academia que es voz usada en algunos lugares de España para llamar á las gallinas, así como ox es interjección que se emplea para espantarlas. Sería necesario que diésemos algunas lecciones de idioma á nuestras aves de corral para que entendiesen aquella voz y aquesta interjec­ ción. Hasta tanto continúen vigentes el iuc-titc y el chí de los campesinos ecuatorianos. P LANAZO Cintarazo, el golpe que se da de plano con la espada. También cimbronazo. PL A N IL L A De gastos, de trabajadores, de ingresos, etc., decimos arbitrariamente los ecuatorianos á las varias cosas cjue en España nombran cuenta, lista ó nómina. Debe de ser un dimi­ nutivo de n a lp,según algunas de las acepciones del Vocabu lario. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PLU 381 PLÉY A D E Pléyades, término astronómico, femenino, plural, sirve para denominar una constelacioncita del hemisferio boreal, hacia la cabeza de Tauro. Según la Mitología, Pléyades ó Plé­ yades se llamaron las siete hijas de Atlas, que se suicidaron por desesperación y fueron metamorfoseadas en estrellas: tales son las siete principales y perceptibles á simple vista de la ex­ presada constelación. Los aficionados á tropos y pedanterías denominan Pléyade á agrupaciones semejantes ó desemejantes,—ellos se sabrán,— de oradores, de políticos y hasta de pedicuros; y así dicen: «Juan, Pedro, Atanasio y Gervasio forman la brillante (siendo de estrellas, brillante tiene que ser) pléyade de ciudadanos, que, etc.» Para decir verdad, la cosa no es nueva; pero sí lo son el rebajamiento y la prodigalidad, con que los pedantes deno­ minan hoy pléyadeá individuos ni brillantes, ni femeninos, ni siquiera siete. En cuanto á que no sean femeninos bien está, ya que no se sabe á punto fijo el sexo de las estrellas y ya que los antiguos dieron tal nombre á los sietes poetas: Lycofron, Arato, Teócrito, Nicandro, Homero el Joven, Eilico y Apolonio; y los franceses han llamado asimismo á más de una colectividad de siete poetas. Pero, en cuanto á nombrarles en singular, acaso no se está en lo justo. PLUMERO Es palabra muy castiza en el sentido de instrumento for­ mado de plumas, para sacudir y quitar el polvo; en el de caja ó vaso donde se ponen las plumas; ó en el de penacho de plu­ mas con que se adornan los sombreros, morriones, cascos, etc.; pero no es usada en España en vez de , ó sea mango de madera, hueso, metal ú otra materia, cuyo extremo, separable por lo regular, semejante á la pluma de ave cortada para es­ cribir, sirve para el mismo efecto. El vocablo plumero ha sido formado á imitación de lapi- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 382 POL cero; mas supone que pluma se llame sólo la punta ó extremo que se empapa en tinta para escribir, y no todo el instrumento que ha reemplazado á la pluma de ave, cortada hacia la parte del cañón en un pico dividido en los respectivos gavilanes. Por esto no encontramos escritor alguno castellano, ex­ cepto en el Ecuador, que diga: «Tomo el para escri­ birte estas pocas líneas...», y sí hallamos á cada paso el em­ pleo de la palabra plumano restringido solamente á la pu metálica de la misma pluma. Yo os abrazo, que es la pluma Que las amistades firma, Sin acordarme de agravios. (Lope de Vega—¡ S i no vieran las Dnt Matías— ¡Misericordia! ¡Una (Llega á la mesa y la toma). .................................Basta. Firmo como en un barbecho. {Bretón de los H erreros—¡M uerete y verás/) . POBLADA NTi menos pueblada. Hay muchas palabras castellanas que hacen innecesario el vocablo anotado: , , llanga, desorden , o tn eim a vl , , , , tumulto, a b ru t ,etc., según los casos. PO LECÍA Policía. «La policía secreta me ha informado que el pueblo murmura de que el servicio que me has prestado no corresponde á la recompensa que te he prometido.» ( 7' rueda— Las aventu Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" POL 383 POLICIAL Cuando no a p h c,nombramos al que con tres palabras, de nominan los españoles agente de policía y con cuatro los fran­ ceses gardiende la paix. Si, como los ingleses, quisiésemos emplear una sola palabra, policeman (hombre de policía), pu­ diera ésta, traducida á nuestra manera, , continuar vi­ gente, con venia de la Academia y beneplácito de algunas de las naciones hispanoamericanas, donde la voz es corriente y moliente. Nuestro policial no es propiamente el ni el darme españoles. POLÍGLOTO Esdrújulo según los ecuatorianos, grave según la Acade­ mia; no obstante, nosotros pronunciamos la palabra conforme la etimología griega. El Sr. Cuervo dice que se pronuncia siempre como lo ordenan los Académicos, tanto al usar el vo­ cablo como adjetivo, cuanto al emplearlo sustantivamente para denotar una edición de la Sagrada Escritura en varias lenguas. 1 PO LLERA Dícese en gran parte de la América española á lo que en francés se llama ju p e ,parte del vestido de las muje desciende de la cintura á los pies, esto es, á la prenda denomidada faldas en castellano. Es de origen castizo, según la última acepción del Voca­ bulario; pero hoy de ningún uso en España. Debió de nom­ brarse bollera á la falda por gracejo, á causa de la semejanza entre el cesto de mimbres para criar pollos ó guardarlos y la dicha saya, ó por su analogía con el artificio aquel que se pone á los niños para que aprendan á andar. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PON 384 PONDO Voz quichua que equivale á tinaja. Aunque pretendemos los ecuatorianos hacer distinción en­ tre el pondo y la a jn it ,con la última palabra basta y « Tinaja, dice el Diccionario, vasija grande de barro cocido, y algunas veces vidriado; desde el asiento va siendo más an­ cha y capaz, y forma una como barriga hasta el gollete ó cuello, que es más angosto.» «Chucho aullaba desaforadamente en el parador, vaciando en las grandes tinajas del cobertizo los cántaros de agua que, con ayuda del macho, traía de la fuente.» ( —Nona.) «Sube por un jarro de agua de la ración.» , que le voy á hacer la ope­ ( T ru eb a —¡ Desde M ¿Agua de la tinaja dice Ud.? Cá, no sea Ud. bobo. El agua de la ti­ naja como está cerca del fogón está templada.» ( Trueba: Id ) Al tiempo que el beber furioso andaba, Y mal de las tinajas el partido... {E rcilla — La Araucana.) PONEDORA Ponedor. Adj. Que pone, se aplica al caballo que se le­ vanta de manos y se sostiene sobre las piernas, quiere decir á lo que nosotros decimos pararse en dos pies. Las aves que ya ponen huevos son ponederas. PONER ( las gallinas) Aovar ú males ovíparos. ra vo, poner huevos las aves, insectos y otros Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" POS 385 POPELINA i Papelina llama la Academia á la tela muy delgada de seda, lana ú otra materia, que regularmente se teje con pintas y motas. Del francés en ilp ay p od e donde formado nuestro vocablo. PORRAZO En vez de muchedumbre, lu ,mes un gran adefesio; pues estrictamente no significa sino golpe dado con la porra, y por extensión cualquier golpe que se da con otro instrumento ó que se recibe por una caída. PORTA VIANDA Dígase fiambrera. portaviandas,vocablo de nueva formación; ó mejor, POSTEMA (El) Siempre ha sido femenino este sustantivo: la postema ó apostema. «Con todo quiérole dejar un poco desbrave, madure; que oído he decir, que es peligroso abrir ó apremiar las apostemas , porque más se enconan.» í Fernando de Rojas—La Celestina.) PO STURA Muchos significados tiene esta palabra; mas no el de con­ junto de cabos ó piezas de vestir, como pantalón, levita y cha­ leco, ó sea lo que denominamos también (y esta vez no mal) temo; aunque el vocablo, de acepción general, esté tomado en significado particular. — Vestido dicen los españo­ les, ó simplemente vestido á lo que nosotros llamamos postura. 25 I Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 386 \ POT , «Y no tardó mucho en colocar sobre el ancho tablero de las cajo­ neras los temos de más valor.» í —Nona.) P O T R E R A JE Lo que se paga al dueño de un pasto para poder apacentar allí los ganados, pasturaje. PO TRERO Es el que cuida de los potros. La dehesa en que éstos se crían se denomina, según el Diccionario X IIo, con el adjetivo p o tril. El X IIIo acepta ya el nombre para el sitio des­ tinado á la cría y pasto de ganado caballar. Nosotros denominamos o retpátoda dehesa. • «No se había curado Sancho de echar sueltas á Rocinante, seguro de que le conocía por tan manso y tan poco rijoso, que todas las yeguas de la dehesa de Córdoba no le hicieran tomar mal siniestro.» {Cervantes— Don Quijote.) Clemencín, anotando este pasaje, dice: «Hubo en Cór­ doba, desde antiguo un establecimiento para cría de caballos... Constaba de un magnífico edificio provisto de todas las ofici­ nas y dependencias necesarias, con varias , de las cua­ les la principal, etc.» «Salí dejando el charco á mano izquierda, á una , donde esta­ ban muchos hombres arañándose, y dando voces, y eran infinitísimos, y tenía seis porteros.» — o d evu Q ( Las Zahúrdas de Pintón.) POTRO El tumor inguinal es potra (del lat. botulus)bubón (gr. 60o8u>v), ó landre (lat. sn a lg,glandis) , según los aldito seas, traidor. Postemay landre te mate, y á manos Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PRE 387 de tus enemigos mueras, y por crímenes dignos de cruel muerte en po­ der de rigurosa justicia te veas. ¡Ay, ay!» (Rojas—La Celestina.) ¿Por qué me avisas, si picarme quieres? Que pues que das dolor á los que cantas, De casta y condición de potras eres. (Quevedo—Sonetos: A l mosquito de la trompetilla.) De landre se tormo el nombre de con que se denominó, en la Edad Media, á los hospitales de enfermos de pesie bubónica, desaparecida de Europa en el siglo pasado, y hasta de una parte de Asia, y reaparecida en los últimos tiem­ pos y aun extendida por primera vez á América. POZO Tiene varios significados, que todos conocemos; pero no el de nacimiento de las aguas, que no se llama tampoco tiente, como decimos asimismo los ecuatorianos, sino tial, ó si es muy abundante, alfaguara ó favara. P REÑ A D ILLA Pececillo del género Pim elodes(P. espontáneamente vive y se propaga en las lagunas, ríos y arroyos andinos, que quizá por falta de materias orgánicas, ó por el poco aire que contienen en disolución sus aguas á causa de la débil presión atmosférica, son hasta hoy poco apropia­ dos para la piscicultura. Húmboldt, en su interesante libro , explica las llu­ vias de los tales pececillos sobrevenidas en el antiguo Reino de Quito: las preñadillas, renacuajos, etc., son disparados junto con las aguas y lodo contenidos en las bóvedas subterrá­ neas, que abren violentamente las erupciones volcánicas. PREOCUPACIÓN, PREOCUPARSE, PREOCUPADO El sustantivo significa anticipación en adquirir alguna cosa, Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" único PRE 388 idea preconcebida, etc.; pero no recelo, temor, aflicción; idea que embarga el ánimo. Las acepciones del verbo correspon­ den á las del nombre. El que se preocupa está pues prevenido ó encaprichado en favor ó en contra de algo ó de alguien, no absorto ó atormentado por una idea ó un temor. En francés s \n o ita p cérsignifica inquietud, etc. PRESBITISM O Presbicia, defecto ó imperfección del présbite ó trope, como dicen los oculistas, es decir, del que ve mejor de lejos que de cerca, del griego Tcpeo^tc;, anciano, vista de viejo. Es lo contrario de miopia: ¡rúco, cerrar y <oj>, ojo, porque el miope amusga para corregir los de difusión, que dicen los técnicos. P R E S CINE) EN C IA Acción y efecto de prescindir. Está en el Vocabulario de todos los hispanoamericanos; mas no en el español. PRETENCIOSO No está en el Diccionario. Debe escribirse con , si se le acepta, por venir de pretensión. Pretencioso hallo, sin duda por error de imprenta, en Los , novela de Don Alberto Blest Gana, tan bien intencionada como admirable­ mente fotografiada del natural. Asimismo veo el vocablo aun en libros de escritores españoles, como por ejemplo, La Maja Desnuda del excelente novelista Sr. Blasco Ibáñez. Los fran­ ceses escriben n o iteérp, tn eérp, de donde la c en nuestro neologismo: cette mere ctait une femme a talents ei a prétentions. P R E T IL P re til es el antepecho ó vallado que se pone en los puentes y en otros edificios ó parajes para seguridad de los transeúntes (del lat. pectus, , pecho). Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PRI 389 Los ecuatorianos llamamos p re til al , esto es, al an­ dén que hay delante de algunos templos y palacios, por lo re­ gular enlosado y más alto que el piso de la calle, caso en el que el atrio puede tener p retil para evitar caídas. «Es tan grande la hermosura de la Justicia... que... se podrían des­ preciar innumerables años de esta vida... porque no se dixo con falso, ni con mal afecto aquella sentencia. Mejor es un día en tus atrios que mil.» (Sn. Agustín—De líber arb. 3). (N ierem berg—D iferencia entre lo temporal y lo eterno.) «Tiene la iglesia un atrio cercado de un muro de dos metros de altura, y se entra subiendo tres escalones de piedra.» (Selgas—Nona En el p retil de palacio, Cerca de una casa antigua, Donde hoy estudia sus obras Un esclarecido artista. (D . A ngel de Saavedra— Una noche de M adrid). PRINGADO, PRINGUE, PRINGAR, SE 1 Pringue no es qtiemadura,como pringarse no marse. El pringue ó la pringue se nombra la grasa que suelta el tocino ú otra cosa semejante sometida á la acción del fuego. P rin gar,amasar con los dedos y pedazos de pan algunas sustancias pringosas,en el acto de comer || Manchar con p rin ­ gue. U. t. c. r., etc. Puede muy bien quemarse el que se prin ga; pero esto no es lo principal. La idea capital está en engrasarse, ó enlar­ darse, ó mancharse con gordura, grasa, crasitud, lardo, unto ó mejor, lo hemos dicho ya, con pringue. Por asociación de ideas, pues, se le puede ocurrir al que oye que alguien se ha pringado,que se ha de mancharse; pero si la comprensión tropològica llegase hasta el trastrueque del significado de las palabras, podría acontecer que un día no nos entendiéramos los que hablamos un mismo idioma. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PRO 390 «Por supuesto, los tales libros serían muy santos, pero tenían tanta pritigue que se necesitaban ganchos para cogerlos » (Trueba— E l preste Ju a n de las Habla casi fregona de estropajo, El aliño imitado á la corneja: Tez que con pringue y arrebol semeja Clavel almidonado..,.» (Quevedo—Sonetos). Las significaciones dadas por nosotros á prin gar y podrían acaso venir del castigo usado antiguamente, de echar á uno pringue o d n ei.vrh PR IO STE Llamamos al individuo que costea una fiesta religiosa, ge­ neralmente designado al efecto por el cura ó rector de la igle­ sia respectiva. Por extensión, llamamos también prioste al personaje principal de cualquier festejo. PRISTIÑO La fritura ó frito aquel de harina y huevos, bañado con miel ó almíbar se llama o ñ itsepd el latín pi batido. PROM ETER Por protestar, asegurar, aseverar, afirm ar, certificar, dar por cierta una cosa, es tal vez un galicismo. El verbo certificar, muy usado antiguamente en la acepción que corregimos, hoy es menos empleado. « Certijicoá Vmd. que había uno de ellos que se llamaba Surre, tan olvidado ya de cómo y por dónde se comía...» (Quevedo—E l G ran Tacaño) No obstante la restringida definición de prometer dada por el Diccionario académico, en un proyecto de ley presen­ tado por el Ministro de Gracia y Justicia al Congreso español, leemos: «En todos los casos en que las leyes exijan la presta­ ción de juramento, podrá el requerido prometer (¿qué?) por su palabra de honor, siempre que manifieste que aquél no es con­ forme á su conciencia. Esta promesa (suponemos que la de decir verdad) surtirá los mismos efectos que el juramento.» Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PUC 391 En francés se usa alguna vez el verbo en el sen­ tido que corregimos: «Eh bien! je vous promets, qite ce Malón ne vous aurailpas rendulapareille.» PRUEBISTA La persona que verifica ejercicios gimnásticos, gimnasta; la que anda, etc., al aire sobre cuerdas ó alambres, acróbata. (Véase Maromero). PUCA Vocablo quichua, que significa colorado ó rojo, ha susti­ tuido en lengua vulgar ecuatoriana á los adjetivos , barbitaheño y o jrib a,palabras de las cuales la última no está en el Diccionario; aunque la traen obras de buenos au­ tores castellanos y aun ha servido de apodo á gentes cons­ picuas como Federico I, emperador de Alemania, hijo de Fe­ derico el tuerto. Quevedo, en Las Zahúrdas de dice «Vi á Judas... no sabré decir sino que me sacó de la duda el ser barbirrojo...» Los que tienen el cabello rojizo son propiamente los mejos, de vermicu/us, por el animal que producía el color rojo, nombre que damos nosotros á todos los que no tienen el pelo negro (por cierto menos á los canos), así á los que lo poseen castaño, como á los rubios, como á los blondos, como á los albinos. Para éstos el pueblo, que está más en contacto con los indios, tiene además la voz pintoresca urcu-camashca, que quiere decir mandado de los cerros, bro­ tado de los so d a ven,etc. P r. R. P r. ( ¿Quién es el de las botas que colgado Es" arracada vil de aquel garrote? Es Judas el apóstol Iscariote. Habéis los portugueses despenado, Bien está lo bermejo á lo ahorcado. Quevedo— Sonetos: A Ju d a s \ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Isca,lad.rÓ7i no de 392 PUC El catire ó o rita c ,importado probablemente de Colom con que antes se calificaba también á los blondos ó rubios, va desapareciendo ya del vocabulario popular ecuatoriano. PUCO ó PUCU Plato generalmente de madera; quizá así llamado porque se hace á las veces de cocos ú otras frutas maduras, quichua pucuc, pucushca. En castellano, hortera. PU C U C H O Quichua purito: de u cn p,plato de madera ó ó d o. pucuna,soplar. Pucucho,dice nuestro hueco, vacío,que no contiene sino aire. Dícese también meta­ fóricamente á las personas faltas de razón ó entendimiento. Así conocimos en Quito á un pobre individuo á quien por antonomasia llamaban el Pucucho. PUCHO Voz quichua (puchu) que ha tenido no sólo la buena for­ tuna de extenderse por el Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Re­ pública Argentina y Uruguay, amén del Cauca en Colombia; sino hasta de ser propuesta á la Academia por nuestro escla­ recido amigo don Ricardo Palma, para que se le dé cabida en el Diccionario Castellano, óigase bien, castellano. La palabra española es colilla. «Este tal quedándose con la apagada colilla del cigarro en los labios...» (Pereda—E l sabor de la tier ruca.) «... con una mesita entre los dos, cargada de... cenicero con coli­ llas, una petaca de suela y una bolsa abierta de cirugía.» {Pereda—Peñas .) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PU P 393 PUCHUELA No sé si es un derivado de pucha ó pacho. Decimos en vez de nonada ó de chita ó b l e d o ,en la frase: e corresponde á no vale una chitaóno importa un P U JA M A N T E El instrumento con que los herradores recortan el casco á las bestias, se llama pujavante, de pujar y avante. i PULGUERO No es masculino, sino femenino: conejera, etc. como PUNTERO Sustantivo muy castellano con varias acepciones; pero que no equivale á horario,ó sea, mano del reloj que seña horas, ni tampoco á minutero, saetilla que señala los minutos, ni á manecilla (úsase mejor en plural) ó aguja que sirve para señalar las horas, minutos y segundos. PUNZÓ Ponceau, dice el diccionario francés, adormidera salvaje, amapola. Materia colorante artificial. A dj. invar. Rojo seme­ jante al color de la adormidera.—De donde se deduce que nues­ tro punzó es simplemente un galicismo. Nos bastará, en espa­ ñol, llamar rojo al objeto que tenga este color, ó si queremos especificar más. rojo amapola. PUPO Voz quichua )u p (que significa ombligo. Hay épocas en que los pueblos descienden hasta en las expresiones. Así la en que se denominó á un partido político Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 394 PUP curuchupa (cttru gusano y hablar incesantemente de los p u, homb Provincia del Carchi, y en que hasta hallábamos, en partes oficiales impresos, alabanzas á los Pupos (ombligos) — color que, como insignia de una parcialidad política, debía sernos ingrato desde que lo adoptó un tirano de América tan repulsivo como Rosas... No podemos explicarnos, para decir verdad, de donde pro­ venga ni lo que signifique el innoble nombre con que se llama á los indisciplinados soldados de ocasión que nos vie­ nen del norte de la República. Si no es quichua la palabra que anotamos, debe de prove­ nir de la voz castiza pupatesto es, la costra ó que queda en el cuerpo cuando se curan las llagas, granos ó lastimaduras. Pupo decimos también á la puntada que se da á trechos á los colchones para mantener la lana en su lugar, es decir á la basta; y de ahí hemos formado pupear por bastear. El sobrenombre con que son conocidos los provincianos del Carchi ¿vendrá tal vez de Pupiales, pueblo del Cauca, perteneciente á la antigua provincia de los Pastos, que tiene al sur la ciudad ecuatoriana de Tulcán? Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Q QUEROSÍN, QUEROSINA, QUEROSINE Ninguna falta hacen las tales palabras para denominar la nafta , En algunos otros lugares de Sud América llaman al aceite mineral de que tratamos; pero tampoco están en lo cierto. El líquido impuro, espeso, de color oscuro que se extrae de la tierra es el petróleo (oleum teapceite de pie destilado, produce la nafta y los otros aceites ó esencias mine­ rales que se usan para el alumbrado; llevada más adelante la destilación, se obtienen los aceites densos, empleados para lubricar las máquinas, la vaselina, que sirve en farmacia como vehículo de medicamentos externos, y por fin la , materia cristalizable de la cual se fabrican las bujías transpa­ rentes de varios colores, que nuestros comerciantes nombran espeluías de a n iso reu q . La denominación aceite de petróleo, es pleonàstica; pues equivale á aceite de aceite de piedra. En varias provincias del Ecuador poseemos ricas minas de petróleo, que explotadas producirían pingües rendimientos: las de Santa Elena pueden competir ventajosamente con las de los Estados Unidos y de las cercanías del mar Caspio. QUICHUA ¿Por qué empleamos en este libro la voz quichua cuando la Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" V 396 _ QUI Academia ha aceptado la palabra con y no con en la pri­ mera sílaba? En algunas parroquias rurales de la provincia de Pichincha, —donde hemos tenido especialmente ocasión de oir hablar la lengua de los aborígenes de Quito,—nos ha llamado la aten­ ción el casi ningún uso que se hace de las vocales y hasta tal punto que pudiera llegarse á sospechar que las dos letras referidas quizá no existieron en el abecedario de los quitus. En Yaruquí, población de muchos indios, generalmente des­ piertos, vivos y hasta gallardos, donde se ve claro que la raza no ha degenerado, las raras ocasiones que se pronuncia la e, á la que restringimos por hoy nuestro estudio, es ó en voca­ blos castellanos quichuizados, ó de modo tai que el sonido se confunde con el de la i. No obstante, nada decidiremos acerca del asunto, ya por no creerlo de importancia, ya porque nues­ tros conocimientos en la materia no son tan grandes que po­ damos resolver acerca de menudencia alguna relativa al idioma indígena ecuatoriano. Mas sí entregaremos á los algunas observaciones con motivo de nuestra sospecha. Ni una sola vez hemos oído á los indios llamar quechua á su idioma, al que antonomásticamente llaman ó lengua del Inca (linguadinga)ó, aunque rarísima vez, En cambio, todos los quiteños no indios denominamos al idioma de éstos quiclma y nunca tampoco quechua. Hay quien cree que la voz viene de Quitu. Quichua nómbranle asimismo la mayor parte de las obras no modernas que se ocupan en lo tocante á él: así vemos escrita la palabra en el Vocabulario de la lengua general de todo el Perú, llamada lengua Quichua ó del , por el P. Diego Gon­ zález Holguín; así en el A rte y Vocabulario de la lengua gene­ ra l del P erú,llamada Quichua y en la lengua española (An así en el A rte de la lengita Quichua, por el P. Domingo de Santo Tomás; así en el Vocabulario de la lengua general del Perú, llamada Quichua, por Fr. Juan Martínez; así en el A rte y Vocabulario de la lengua por Torres Rubio y Juan de Figueredo; así en el Manual del idioma ge­ neral del Perú; Gramática razonada de la lengua etc., por Rossi; así en la Relación de todo lo sucedido en la Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" QUI 397 Provincia del ú riP , desde que Blasco Núñez de Vela f ue e viado por S. M. á ser V i sorey; así en Ellis, Peruvia Scy tilica. The Quichua language of Perú,etc.; así e chua est-il une langue Aryenne? ;así escribe la v dor Cevallos; así el Dr. José Fernández Nodal en sus Elementos de Gramática Quichua ó idioma de los Incas; así está en el R itual Peruano por Fr. Luis Jerónimo Oré; y en los Opúsculos dados á luzypor el impresor D. Antonio Ricardo; y en Dávila; y en la traducción de Palomino; y en Humboldt, en Tschudi, en Markham, etc. Algunos autores, principalmente modernos, sin embargo, llaman quechua ó a u h sekladicho idioma: por ejemplo, los P dres Redentoristas en el A rte y Diccionario que corrige y au­ menta (1901) al del P. Diego González de Holguín; y el Voca­ bulario poliglota o cia n I, compuesto por algunos Religio Franciscanos, etc. ( 1 9 0 5 ) . Pero no creemos que el alejarnos de la época en que se hablaba una lengua con pureza, sea adecuado para corregir lo que antes se escribió acerca de ella. No obstante las correcciones, en el Diccionario de los Re­ dentoristas, ni siquiera está la letra E, como si no hubiese pa­ labra alguna quichua que principiase por esta vocal; y en el prólogo se previene que «Respecto de las vocales, la ey , se usan casi indistintamente: la o, lo mism sentido». En la Dedicatoria, que consta casi de una página, no hay sino una palabra en que entra la ey además del nombre de España y de la denominación , con que los Pa­ dres Redentoristas corrigieron el vocablo quichua del libro original. P irú se nombró antiguamente al Perú y , á la ciudad que hoy se llama Arequipa. Cuéntase que, llegados los primeros españoles á la costa de Túmbez, preguntaron, na­ turalmente en castellano, á un indio que pudieron atrapar: —¿Cómo se llama esta tierra? Y que entendiendo el interrogado ¿Cómo se llaman estas aves? (unas aves domésticas, que por allí andaban),— ,»ú riP «contestó.—¡A h! , repiten los aventureros y bautizan con el nombre á la región.—¿Y esos cerros? interrogan otra vez.—« n A,» respond comprendiendo que se desea saber las riquezas de la cordi- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" llera {anti ó anta,el cobre); y los conquistadores den á la Cordillera Andes. El tal diálogo seguramente no es sino un cuento; pero prueba que su inventor, entendido en acha­ ques de quichua, para dar verosimilitud á la conseja, contra­ puso letras, que si muy usadas en un idioma, no se emplea­ ban en el otro.—En el Brasil y no sé si también en Portugal, se nombra aún p irú al pavo, por creerlo oriundo del Perú. En el tomo Elementos de gramático QUICHUA ó idioma de los incas, por el Dr. José Fernández Nodal (libro en que se dice estar en prensa un gran Diccionario castcllano-Q\3Wü\lk, por el mismo autor) se previene que «La y la /, la y la y viceversa, tienen equivalencia idéntica, para ser reemplaza­ das la una por la otra, ya sea en la pronunciación ó en la escri­ tura»; y, sin duda por esta razón, pone de vez en cuando, para variar, vocablos de idéntica estructura, con aunque infinita­ mente más veces los escribe con Hasta tal punto que en la primera columna de los nombres que con más frecuencia ocu­ rren en la economía a citsém o d , no hay ni uno sólo con la segunda columna, como hemos dicho, para variar, pone h u a u q u e ,quiquinhuaíique y otros vocablos análogos, al pr pio tiempo que ,iu q a ypalabra de formación idéntica á las anteriores y, casi de seguro, escrita ella sí castizamente. Los PP. Redentoristas, á pesar de decir quechua en su edición de la antigua obra de Fr. Diego González de Holguín, escri­ ben con i los derivados ó compuestos de (*), a u q u i l l o ,auquicuna, rinriyokauqui, etc. Metido en la maraña de esta quizá fútil investigación, he descendido hasta detalles diminutos, tales como contar los vo­ cablos en que entra la e, en las primeras escenas de Ollanta, la más importante obra literaria en el idioma de nuestras aborí­ genes, obra que, lo diremos de paso, no proviene de éstos, con­ forme lo comprueban no solamente lo intrínseco de la compo­ sición, sino aun su forma externa: redondillas, consonantes, división de actos y escenas según los preceptistas, frases de (*) Auquis, venerable, viejo; auquillo, antepasado, abuelo; hidalgo, señor; rinriyokauqui, nobles Orejones; yayauqui, padre, señor, amo respetable, tío; huatiqui, hermano de padre; quiquinhuauqui, hermano legítimo. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" QUI 399 estructura y hasta de sintaxis españolas, etc. No hemos encon­ trado en toda la escena i.a, por ejemplo, más que seis voces escritas con <?, y de ellas cuatro en que entra el propio com­ ponente ñecman: chayüecman, , , quillañecman. En la escena 2.a no hay sino un vocablo, cayüecman; y asimismo poquísimos en las demás, que con repe­ ticiones y todo, no dan sino veintisiete palabras en el acto I, ó sea quince, eliminadas las de elementos repetidos. Por último, y citando vocablos de uso diario y vulgar, aña­ diremos que no hay ¿?, ni mal pronunciada, en los nombres de los días de la semana, ni en los de los meses, ni en los núme­ ros cardinales. Pudiera haber sido que nuestros aborígenes tuviesen una vocal de sonido intermedio entre los de la y de la pero es la verdad que hay más razón para creer que la no perteneció al idioma de los indios, al menos de los Quitus. Tal creo. No obstante, y aunque considero la cuestión de tanta importancia como muchas de las que se discuten, días y más días, en nuestros Congresos; no obstante, digo, si alguien se empeña en sostener lo otro, dejóle el campo libre, y adiós. QUICHUISMO Vocablo ó giro de la lengua quichua empleado en otro idioma. No está en el Diccionario. Es indudable que podemos juzgar de la importancia de un pueblo por la extensión ó propagación de su idioma. Los Incas lo llevaron hasta regiones muy remotas, donde, aun después de la conquista y de la emancipación, se conservan muchas palabras, acreciendo el caudal de barbarismos de los pueblos hispanoamericanos, conforme lo hemos hecho notar en varios capítulos de este libro. Defecto tan extendido no debe, pues, carecer de nombre. QUIERDE Don Pedro Fermín Cevallos, en su útil libro Breve Catá­ logo de errores en orden á la lengua y lenguaje , Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 400 QUI corrige este vocablo con el adverbio donde; mas algunos crí­ ticos del mencionado libro argüyeron al doctor Cevallos que el dicho adverbio no reemplaza al barbarismo quierde en toda la significación que le damos los ecuatorianos, y propusieron que se dijese: (Dónde está) Supongo que ni el autor del Breve Catálogo ni sus impug­ nadores fijaron quizá suficientemente la atención en el sentido en que nuestro pueblo emplea el vocablo, siempre interroga­ tivo. ¿No es, por ventura, una yuxtaposición ó mejor dicho una conglomeración de (Qué es de? En apoyo de lo cual, acaso baste presentar algunos ejem­ plos de los principales casos en que usamos el terminajo. (Quierde el dinero?—(Quierde Antonio?—que de cierto, pueden ser sustituidos castizamente por (Qué es del dinero?— (Qué es de Antonio? Muy bien reemplazado estaría el (Quierde) por (Dónde está) Pero quedaríanos siempre por averiguar el origen del vocablo, que asoma claro en qué es , si estudiamos la ra­ pidez de la pronunciación en la conversación familiar, y la semejanza de la r con la s en la emisión sibilante de nuestro pueblo. QUIETISMO Leo en un periódico: «Es indispensable que los hombres públicos empujen á la Nación, para que dejando el abrumador...» El Quietismo (de quies ó quietud) secta ó doctrina, cuyo principal apóstol fué el sacerdote aragonés Miguel Molinos, hacía consistir la perfección en la completa inacción del alma, que encerrada de tal manera dentro de su propio reposo, no reflexiona en Dios ni siquiera en sí misma, sin que sean bas­ tantes á sacarle de esta quietud ni las tentaciones pecaminosas que, según el a tsieu q,son medios divinos para manifestar alma su miseria. Dígase quietud y se hablará claro y castellano. ...A esa experiencia Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" QUI 40i Que adquirí en mi juventud Debo, Juan, esta quietud. (D. Ve7itura de la Vega— E l Hombre de mundo.) «En ella (En la Guía espirtual, uno de los libros de Molino representa al hombre perfecto sin ejercitar en nada su discurso, y abandonado á una total inatención é inacción. No reflexiona en Dios ni en sí mismo; no desea ni teme nada, no desea la salvación, no teme el infierno, se olvida de sus pecados, y éste es para él el medio más seguro de borrarlos. Se conforma de tal modo con la voluntad de Dios, que no le incomoda nada de lo que pasa dentro de sí mismo: ni los pensamien­ tos impuros, ni las blasfemias, ni el revelarse contra la Providencia, ni la incredulidad con respecto á los misterios; en una palabra, ninguna de las tentaciones á que se rinde. Todo esto lo presentaba Molinos como medios de que se servía Dios para purificar un alma, para darla á entender su miseria, y para hacerla palpable el mal de las pasiones y de las inclinaciones desordenadas. De este modo no sería el hombre responsable á Dios de las acciones más criminales; porque su cuerpo podría ser instrumento del demonio, sin que su alma, íntimamente unida con Dios, participase de lo que suceda en la casa de carne en que ella habita................................................................................................................. Tal es la herejía de los quietistas...» (Beraultt B e r c a s t e l y o irn eH—H istoria de la I QUILCACAMA Quilcacama y—de quillca ó , escrito, carta ó papel y Camay oficio,—ó simplemente quillc.a ó quishca denomina el pueblo ecuatoriano al individuo que en México y Guatemala nombran huizacliCy esto es, al leguleyo y aun al curial y hasta al rábula y picapleitos. Quilcacama es algo más despectivo que tinterillo y nombre con que conocemos también á dicho sujeto, lo mismo que en casi toda Hispano América. Como rábula es el abogado ramplón y vocinglero, y pica­ pleitos el abogado sin pleitos que anda buscándolos; las deno­ minaciones tinterillo y quilcacama corresponden más bien al leguleyo castellano: el que se tiene por legista y sólo de me­ moria sabe las leyes. 26 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 402 QU1 QUILICO Cernícalo. «A quien su ignorancia les ha dado á entender que las uñas largas les hermosean las manos, como si aquel excremento y añadidura que se dejan de cortar fuese uña, siendo antes garras de cernícalo lagartijero: puerco y extraordinario abuso. » (Cervantes— Quijote.) Q UILLAY La Saponaria qttillayaempleada en Amér Europa la Saponaria officinalis ó Bootia para quitar manchas de las ropas, lavarse la cabeza, etc.— llaman en España á la saponaria europea {sapo, jabón). QUIMBOLITO No podemos dejar de tener en cuenta al individuo más no­ ble de la familia de los seliü g h c, , tam pastelones envueltos en hojas y cocidos por el vapor: el quim­ bolito. Hácese de harina de maíz ó de almidón de patatas, con azúcar, manteca, huevos, etc.; y le caracterizan, tanto el dulzor, cuanto el no contener co(véa mientras que sus deudos los dichos tatúales y choclotandas pue­ den ser dulces ó salobres, y llevan siempre entrañas de queso ú otros manjares empanados en la masa respectiva. Como la del tam al, la pasta de los quimbolitos, envuelta en hojas de achira, se cuece merced al vaho que desarrolla un perol, cuya agua del fondo está separada de aquéllos por un poco de paja. Q U IN CH A Especie de tabique, hecho comúnmente de cañas. Llámase también quinchalo que en España denominan cañizo: Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 403 QU1 chana, hacer barreras, vallar con ramas, etc. Al tabique for­ mado con cañas y barro nombramos los ecuatorianos va­ reque. QUINDE Es el vocablo quichua quintilque ha sust pleto á la denominación castiza pájaro mosca y al nombre caribe, aceptado ya por la Academia, colibrí. Quiere, pues, decir que con el quichuísmo quinde denominamos las múlti­ ples especies de su lih co rteO,etc., avecitas que son para el reino animal, como las piedras preciosas para el mineral, de las que no van á la zaga, respecto de los vividos colores que brillan así en ésas como en éstas, ya rojo rubí, ya verde esme­ ralda, ya amarillo topacio, ya violado amatista, ya azul zafiro. Llamárnoslas también picaflores cuando no queremos hablar quichua. QUINGO Es el quichua u g n iq,rodeo, vuelta, ziszás ó zigzag de u camino. De quingo se ha formado serpear ó ser­ pentear, subir ó bajar un declivio haciendo caracoles. QUINUA La planta y la simiente del vegetal que los botánicos deno­ minan Chenopodiumquinua, alimento muy importante de los antiguos aborígenes de las poblaciones andinas; quienes em­ pleaban además la ceniza del tallo mezclándola con las hojas mascadas de coca, para poner en libertad la cocaína y los de­ más alcaloides de la planta, que disueltos en la saliva y traga­ dos poco á poco, vigorizaban á los trabajadores y á los peato­ nes en sus grandes viajes. QUIPE Quichua mente de ropa. ip u q, dícese en vez de ,, Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" , especial­ QUO 404 QUORUM Número. Los ingleses emplean la palabra latina (de quie­ nes) para designar la junta, ó, mejor dicho, el de diputados, jueces ó comisarios, etc., suficiente para discutir, determinar ó resolver algún asunto. De aquí los periodistas la han hecho pasar al castellano, por cierto, al de periódicos; pues no han logrado aún natura­ lizarla ni en los Diccionarios de Legislación, ni en los de Polí­ tica, ni menos en el de la Lengua. Un ilustrado escritor chileno, después de recordar que, en las Cámaras inglesas, la de los Comunes exige un quorum de cuarenta miembros para sus deliberaciones, y lo reduce á sólo veinte, de los seiscientos cincuenta y cuatro de que se com­ pone, para las solicitudes de los particulares, y que el quorum de la Cámara de los Lores es de tres miembros; después de re­ cordar, asimismo, que en Chile se1 necesita la concurrencia de la tercera parte de los senadores y la cuarta de los diputados, cita á Jefferson, según quien, la voz quorum trae su origen de la costumbre que se ha conservado en Inglaterra, como en la Cancillería Romana, de dar á ciertos actos de Gobierno los nombres de los actos legislativos que los ordenan, ó de las fórmulas que les son propias, estando admitida esta práctica con especialidad para las diferentes órdenes que expiden los tribunales. Es verosímil que este nombre, dado al número de individuos que basta para constituir las Cámaras, dimana de alguna fórmula relativa al asunto, que empezaba con esta pa­ labra. (*) (*) Con efecto, en el Diccionario de Webster se encuentra la formula aludida: fhe termarose from the Latin words: quorum aliquem vestrum ... unum esse volumus (of whom we whish some One o f you to be one), wich were used the com­ mission fomerly issued to justices o f the peace England, by wich commission it was directed that no business o f certain kinds should be done without the presence o f one or more of certain justices specially designated, justice of the peace and of the quorum designates, a class o f justices o f the peace some o f the United States. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" QUO 405 El quorum exigido en el Ecuador para las sesiones, es la mayoría absoluta de cada una de las Cámaras, lo mismo que en los Estados Unidos; en Francia el quorum es también la mayoría absoluta, pero es necesario sólo para votar y no para discutir. Deberíamos exigir un número menor, singularmente para la instalación del Congreso; pues las dos terceras partes de la totalidad de sus miembros, exigidos por nuestras Consti­ tución y Ley de elecciones, hacen difícil la dicha instalación el día que tija la Carta fundamental. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" «E r R RA C IM O ¿Pueden ustedes creer, señores lectores, que hay todavía en el Ecuador personas medianamente educadas que dicen racimo en vez de racimo) ¿Que nó? Pues más vale que no lo crean ustedes. Nadie tenga su viña Junto al camino Porque todo el que pasa Corta un racimo. Y entre unos y otros, Se la van vendimiando Sin saber cómo. {Autor desconocido— Seguidillas antiguas). Uniforme, monótono y cansado Es sin duda este mundo en que vivimos: En Oriente de rayos coronado, El sol que vemos hoy, ayer lo vimos: De flores vuelve á engalanarse el prado: Vuelve el Otoño pródigo en , Y tras los hielos del Invierno frío Coronado de espigas el Estío. (Espronceda— E l Diablo Mundo). Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" KAN 408 RAMAZÓN El conjunto de ramas ó ramos de los árboles ó arbustos, ramaje. Si el conjunto es de ramas cortadas, , nombre que se da también á lo que se hace de ramas. RANCIO, RA N C IA RSE Estas voces poseen una acepción más amplia que la con­ cedida por los ecuatorianos. En efecto, rancio es para nos­ otros sólo el comestible, aceite, etc., que se han echado á perder; de consiguiente, no comprendemos que sea un mérito para el vino, por ejemplo, el ser rancio. Lo propio sucede con el verbo ranciarse. RANCLA, RA N C LA RSE En lenguaje de colegiales el sustantivo significa ria, esto es, salida oculta y apresurada, naturalmente, del colegio, del convento ó del cuartel; pues sospechamos que los soldados emplean también el vocablo, así como efectuaban los antiguos frailes el acto y usaban su nombre. El verbo tiene la significación de fugarse, escapar ó huir. Ranciado dícese del que anda fugitivo ó huidizo y, como com­ plemento generalmente, echando una cana al aire. RANGOSO, SA Adjetivo ecuatoriano. ¿De n a r cabal , endeble, en una palabra, a n o ltmN o; pues p aplicamos el dicho calificativo á la persona ostentadora ó que gusta de o ta b , á la casa o stn e ,etc. Lo conocer el origen de la palabra, que debe provenir del gali­ cismo rango ( rang, ordre: le degré d ’honnenr qni convient a chacun)t al que, seguramente por lo contrario de aquello de nadie es profeta en su país, hemos atribuido mayor impor­ tancia que la tenida por el vocablo en Francia, y hemos dado Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" RAS / las más extensas significaciones de tre, viso. 409 suposición, lus­ R A SC A D ILLA R Quitar ó arrancar las hierbas en general, desherbar; entre­ sacar y arrancar los cardos y otras hierbas de los sembrados cuando están las mieses tiernas y en hierba, escardar ó escardi­ lla r; dar segunda labor á las plantas ya algo crecidas, qui­ tando la hierbecilla extraña que ha nacido entre ellas, aparar. R A S C A R R A B IA S Ni familiarmente hemos visto jamás usada, en escritos es­ pañoles, la palabra que anotamos. Las que hemos visto son las voces paparrabias y cascarrabias. «Que merecías que no te lo dijera, por obcecado y cascarrabias,— respondió don Pedro Montera.» — P erd E l sabor de la tierruca.) ( RA SPA Equivale para los ec uiiX.oÚ7mos k re pa, etc., en la frase echar una raspa á alguien. Raspear formado, sin duda, de raspa equivale asimismo á corregii', reprender, amonestar. RA SPAD U RA Con el nombre de chancaca define Juan de Arona: «Es un bollo prieto, de figura hemisférica y como del tamaño de un pe­ queño plato sopero, que se hace, ó en las pequeñas haciendas de azúcar que no están montadas en grande, ó en estas mismas de una manera secundaria y accesoria. Para la exportación se casa una con otra y se lían con hebras de totora hasta dejar el atado perfectamente envuelto ó enchipado. Cada una de sus 1 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 410 RAS piezas toma entonces el nombre de tapa, es decir, que dos tapas componen el atado.» Después de tan excelente descripción de la raspadura ó rapadura, no tenemos que añadir sino que el Diccionario no acepta, para el tal bollo prieto de azúcar impuro, el nombre que le damos en el Ecuador, y que ha aceptado el que se le da en el Perú, Chile y probablemente otros lugares de Amé­ rica: chancaca; aunque su definición no corresponde por com­ pleto al objeto que nosotros conocemos, esto es, al singu­ larizado por Arona, y no por los señores académicos, que dicen: «Azúcar mascabado en panes prismáticos.» Panela lo llaman en Colombia. Rapadura lo nombran también los brasileños. RASQ U ETA No se usa generalmente en singular. Dícese , y no tampoco al instrumento «que se compone de una chapa de hierro con cuatro ó cinco serrezuelas de dientes menudos y romos, y de un mango de madera, y el cual sirve para sacar á las caballerías la caspa y. el polvo», como define la Academia á la almohaza; sino á otro distinto que sirve para raer y lim­ piar las cubiertas y costados de las embarcaciones. «Anda el almohaza, y toca en la matadura.» R ASQ U ETEAR Almohazar, esto es, rascar y limpiar las caballerías con la almohaza,—del árabe maháza y el artículo al; por lo que pri­ mitivamente al instrumento se denominó , según varios autores citados por Covarrubias. «Traigan aquí un peine ó lo que quisieren, y almoházenme estas barbas, y si sacaren dellas cosa que ofenda á la limpieza, que me tras­ quilen á cruces.» (Cervantes— Quijote.) | Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 4 '« REA RA STRA Aun cuando se llama así cualquier cosa que va arrastrando, y singularmente la narria ó m ie r r a carretón de maderos, sin ruedas, para llevar cosas de una parte á otra; sin embargo, tiene nombre especial el instrumento de madera, «á manera de unas parrillas grandes, con el cual se allana la tierra des­ pués de arada, para sembrarla», quiere decir, la La de ramas, califícase de cota, y la de púas es llamada dientes. \ RAYU ELA Es un juego á la verdad; mas no el que consiste en sacar de varias divisiones trazadas en el suelo un tejo á que se da con un pie, llevando el otro en el aire y cuidando de no pisar las rayas y que el tejo no se detenga en ellas.— La anterior definición, que hemos copiado del Diccionario de la Acade­ mia, corresponde al sustantivo del cual proba­ blemente hemos tomado la voz infiernillo, con que nombramos la división más estrecha y la más difícil, en consecuencia, de las que forman el trazado de nuestra ó sea del in fer­ náculo español. REATA Para diferenciar la cinta de seda, de las de algodón ó lino, los ecuatorianos llaman cinta sólo á la primera y reata á las otras. Que están errados manifiéstanlo las definiciones de las dos palabras: Reata. Cuerda ó correa que ata y une dos ó más caballerías para que vayan en hilera una detrás de otra. || Hilera de caba­ llerías que van de reata, etc. Cinta. Tejido largo de seda, hilo ú otra cosa, y de uno ó más colores, que sirve para atar, ceñir ó adornar. Veta, llaman los catalanes á la cinta, y nosotros á la correa retorcida que algunas veces sirve de reata: cosa curiosa. o 'í, V \ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" DO - Los chilenos denominan huincha á la cinta,—voz completa­ mente quichua. > R E BO ZO O rebociño llama en general el Vocabulario á la mantilla ó toca corta de que usan las mujeres para cubrir el bozo ( re y bozo). Los ecuatorianos hemos restringido el nombre rebozo á una especie de chal de bayeta con que abrigan las espaldas y el pecho las mujeres del pueblo. RECIÉN Adverbio de tiempo,—que significa poco , no há , poco ticjnpo s,etn a y se usa siempre antepuesto á los parti pios pasivos,—es empleado muchas veces con la significación de ahora, en elmomento en que se , en. el instante , solo ahora y aun como si equivaliese á solo ó solamente'. «Ma­ ñana recién llegará Juan». Es defecto muy común hacia el sur de la América Meridional. Así, por ejemplo, en una hermosí­ sima novela (calificóla de hermosísima muy merecidamente, no por el idioma, sino por el plan y desenvolvimiento, que mani fiestan las notables aptitudes de la autora), se lee: «La cono­ ció recién mucho tiempo después, cuando fué capaz...» «Stella dormía. Alejandra sintió n éicer ,en la quietud, Recién, del propio modo, se usa antepuesto á los adjetivos que tienen sentido participial; pero, lo repetimos, nunca con otra significación que la de poco tiempo antes: recién , recién o d a g el, recién o tircse, recién libre. Equiv veau francés, tanto como adverbio, , cuanto en las locuciones sustantivas ó adjetivas, nouveau , nouveaux mariés, nouvelles converties, etc. Pero nada hará resaltar más el contrasentido que corregi­ mos, como el sustituir en las frases citadas, , con temente\del cual es apócope: «Mañana recientemente llegará Juan», etc. «La conoció recientemeiite mucho tiempo des­ pués», etc. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 413 REO R EFRENDA La acción y efecto de refrendar, refrendación y refrendo. REGAR No sólo el pueblo, sino las gentes ilustradas, emplean este verbo en el significado de echar por el suelo una cosa, exten­ diéndola por muchas partes, esto es, en la acepción de derramar, d esp arm , rid n u fe, esparcir y au sembrar. Así en un buen artículo de un periódico nuestro leo: «Ya si quisiesen ustedes ir á regar su semilla en las selvas orien­ tales...» {La Defensa, Al.0S, de enero 9— —Art. «Pa Así también dicen nuestros campesinos: regar , por sembrarlas; regar ,g o irt por esparcirlo en la t que nazca. Así decimos todos: regar ,n iv por verterl por derramarla, etc. Regar no significa sino echar agua en los campos para beneficiarlos; en las plantas para que vivan y prosperen; en las plazas, calles, patios para barrerlos y refrescarlos y apagar el polvo; atravesar un río ó un canal un territorio, fecundán­ dolo. Regar viene del latín era g i ,del que provienen otras palabras que comprueban la limitada significación del verbo al cual tan lato sentido damos los ecuatorianos: Regadera, instrumento para verter agua sobre plantas, etc. Regadío,terreno que se puede regar. Regador,que riega. Regadura,riego que se hace por una vez. Regajo, arroyuelo ó charco que forma un arroyuelo. Regato,que significa lo propio. Reguera, canal ó atarjea para el riego. Reguero, etc., etc. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" RKü 4 14 «¿Cómo no?, respondió maese Pedro, ¿y estas reliquias que están por este duro y estéril suelo, quién las esparció y aniquiló, sino la fuerza invencible de ese poderoso brazo?» {Cervantes— Quijote.) «... Alma mía, Pide mi sangre y la vierto.'» {M artínez de la Rosa—La niña en casa y la madre en la máscara. «Pudiendo verter mi sangre, Con destierro me castiga.» {Lope de Vega—¡ S i no vieran las mujeres «... Anoche Jacinta Vertió en la mesa la sal Nombrando á don Pablo.» {Bretón de los H erreros—¡M ué're te y verás/) «Y á ejemplo de las gloriosas Heroínas que las águilas En este suelo humillaron De la usurpadora Francia, Verter sabría mi sangre En el altar de la patria.» (Idem—Ibidem. ) Granear corresponde exactamente á lo que nuestros cam­ pesinos llaman regar trigo, regar cebada, regar alverjas, ó tapar trigo, tapar cebada, tapar alverjas, etc., ó sea esparcir la semilla en un terreno. R E G A T IA R Regatear ó recatear. «... Pienso Que he visto una buena cara; Pero ando recateando En dar más ó menos alma.» {Lope de Vega—¡ S i no vieran las mujeres!) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" REM 415 REJO Los ganaderos del Ecuador denominan con la voz anotada el conjunto de vacas lecheras ó que están dando leche; y así hacen constar en los inventarios, por ejemplo: tantas vacas en el seco (es decir, sin leche) y tantas de rejo ó en el rejo ó de ordeño, vocablo que tampoco se halla en el Diccionario de la Academia, aunque sí ra ñ ed o, , Corral de rejo es, por lo mismo, en el Ecuador lo que en la República Argentina hemos oído nombrar tambo: corral donde se ordeña y quizá también lugar donde se vende leche. REJO SO Rijoso, lat. ,su o xirde a xir ,riña. Dícese «No se había curado Sancho de echar sueltas á Rocinante, seguro de que le conocía por tan manso y tan poco , que todas las yeguas de la dehesa de Córdoba no le hicieran tomar mal siniestro.» ( —Don Quijote.) REMANIENTE R e m a n e n t e . «... Y del remane?ite de su caudal, después de hechas éstas y otras menos importantes deducciones, me nombraba á mí heredero...» {Don José M aría de Pereda— arriba.) REMESÓN La cosa debió de haber sido tremenda. Lo que me admira es que no hayan venido á tierra todos los edificios,—digo si fué cierto lo que se refiere de un terremoto acaecido en una de nuestras ciudades, á saber, que «los remesones fueron mu­ chos y muy fuertes.»—Naturalmente la expresión no puede tomarse sino en sentido traslaticio, si atendemos á los signifi- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" cados rectos de la palabra: acción de remesar ó sea mesar repetidas veces la barba ó el cabello; ó carrera corta que el jinete hace dar al caballo, obligándole á pararse cuando va con más violencia, quiere decir lo que los ecuatorianos nom­ bramos sentón. Figúrese Ud., señor lector, cómo quedaría una ciudad á la que se le arrancaran, entiendo los edificios, como los cabellos ó barbas al que padece una mesadura; ó la ciudad á que se obligase á dar una carrera violenta, aunque corta, para dete­ nerla repentinamente. RENGUEAR Renquear, ó rengar que no trae ya el Diccionario último. «Y aunque renqueando unos y palpándose otros los coscorrones, cada cual se arrimó á su bando.» {Pereda—E l sabor de la «Renco, rengo. De un tipo in erdel lat. como si dijéramos cojo ó lesionado por causa nacida de los riñones. De renicus nació el tipo renicare, , y el prefijo de, der, derrengar.» ( Mon —D R E P E L A R , REPELO Los hacendados ecuatorianos entienden por repelar hacer que el ganado paste en una dehesa ó prado en que han pacido antes otros animales. Si algo en relación con forrajes significa el verbo, es precisamente lo contrario de lo entendido por esos señores: ra lep,cortar las puntas á las hierbas. De m nera figurada, además, cercenar, quitar, disminuir. Como consecuencia del primer error, los mismos señores denominan repelo á la dehesa despojada á medias de pastu­ ra, cosa que en modo alguno significa dicho sustantivo. Si pelar fuese lo propio que pacer (lo cual probable­ mente creen nuestros payos, deduciéndolo de que es castizo Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" REQ 417 calificar de pelado al campo sin hierbas), debería decirse más bien repeladura á lo que se nombra repelo. Pacer el ganado la hierba hasta agotarla: repacer. REPUNTADOR, REPUNTAR El Léxico contiene el verbo con varias acepcio­ nes, que ni remotamente se aproximan á la que le damos los serraniegos del Ecuador: revisar las vacadas, especialmente de los páramos, para saber si están completas. De tal verbo hemos formado el sustantivo u p er con , que no al cuidador especial de los hatos de ganado vacuno. REQUETEVIEJO, REQUETETONTO, ETC. No satisfechos con la preposición inseparable re\ que unida á algunas voces de la lengua castellana, denota aumento y reiteración ó repetición, hemos agregado á dicha preposición inseparable todavía algo más, que exagere la significación del adjetivo con que queremos ponderar generalmente lo despec­ tivo de una cosa. En uso tanto en Hispano América como en España. v R E Q U IS A Dice don Pedro Fermín Cevallos, «para defender los fueros de la lengua y de la propiedad, salteamiento.» Cerca de cincuenta años de no ver á los soldados y á los empleados de policía (cosa aun más escandalosa) lanzarse sobre los viajantes, vejarlos y despojarlos de sus cabalgaduras, ó in­ vadir los fundos, allanar las casas y apropiarse de lo ajeno, por la fuerza brutal, á nombre de las autoridades... Cerca de cincuenta años, decimos, de creernos tal cual cultos, nos habían hecho suponer innecesaria la corrección de las palabras requisición, requisa que, á nuestro juicio, quedaban sin signi­ ficado por los progresos de una civilización que se impone ya hasta á la Abisinia y otros países del Aírica negra, mas confe­ samos humildemente que nos habíamos equivocado, y en plena •21 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 4 iS REQ vigencia de lo que significa siu q er,exhumam la tumba del desuso, y restituírnoslo á la circulación, en honra y gloria de los ilustrados y honorables hombres de Gobierno, que á fines del siglo de las luces, y á nombre de la libertad, y con pregones de civilización, y ponderaciones de respeto á las garantías, y exageraciones de culto á los derechos, hacen retroceder el Ecuador á las épocas anteriores á las leyes; épocas, según un escritor, que consagraron el derecho de pro­ piedad «como el más identificado con nuestra existencia, le hicieron el más estable y le aseguraron contra los conatos del artificio y de la violencia, imponiendo severas penas á los que osasen turbarnos ó privarnos de su goce.» En honra de los dichos, la Academia, á la definición de re­ quisa «vista y reconocimiento de los presos y prisiones», debe agregar: || Ecuad. Salteo por mandato de la autoridad, efectua­ do por agentes del orden público, «torticeramente de que non se pueda amparar el que lo recibe», como dirían las REQUISICIÓN No es extraño que el doctor Cevallos no halle, como dice en su Breve Catálogo de los errores que cometemos los ecua­ torianos, la palabra propia en castellano ú otra lengua culta para expresar lo que los naturales del Ecuador denominamos requisición, esto es, el acto de apoderarse los soldados de los caballos, canoas, carretones, etc., violentamente y muy contra la voluntad de sus dueños. No es extraño, decimos; pues nin­ gún país medianamente civilizado necesita hoy la palabra, ya que no conoce lo que ella significa. Parece, no obstante, que la voz ha sido empleada también en Chile; supuesto que la encontramos en el buen libro Tra­ tado de Economía Política de nuestro amigo el señor don Zorobabel Rodríguez: «Las contribuciones c|ue los pueblos consienten á veces y que siem­ pre se ven en la necesidad de satisfacer, por lo que más propiamente se designan con el nombre de tseu p m i ,son... 7.1 que, principalmente en tiempo de guerra, se hacen en el país y en el Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" extranjero, de caballos, de forrajes, de víveres, de armas, con ó sin pro­ mesa de devolución.» t RESERV A D O Corno sustantivo y antonomásticamente denominamos en las serranías del Ecuador, al prado que se cierra, vedándolo á los ganados, para que críe pasto. R E SIE M B R A Define el Vocabulario: siembra que se hace en un terreno, sin dejarlo descansar. No obstante que el Léxico no trae otra acepción de la voz, no está mal el significado que le dan los agricultores ecuatorianos: llenar los vacíos que, al nacer las mieses, quedan en el campo, porque se han perdido algunas simientes ó por otra causa. Cuando las marras , según decimos) se llenan no con nuevas semillas, sino con plantas, replanteo; y no n ó ica tlp er ocmo mal nos expresamos en el Ecuador. RETOBADO, DA Es para nuestro pueblo la persona porfiada, , obstinada, a cret , pertinaz, u ra tse, , tenaz y a rezongona. Retobar dicen, en Chile y el Perú, en vez de ó enfardelar, de donde quizá proviene el vocablo ecuatoriano que equivaldría en tal caso á personacomo un cerrada como él, hecha impenetrable como los fardos que es­ tán cubiertos de cuero, encerado ú otra tela impermeable y fuerte, que no dejan pasar nada hacia el interior, precisamente lo mismo que el humano o d ra f , el caprichoso ú otr dor de ser calificado por el Diccionario con uno de los adjeti­ vos antes expresados. REVERBERO El Vocabulario define: cuerpo de superficie bruñida, en Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 420 R IE que la luz reverbera (lo cual los físicos llaman ), y también farol que hace reverberar la luz. Nosotros denominamos reverbero á la , aparato generalmente de hoja de lata para calentar agua y para otros usos. «Llevaba la primera zapato de charol con hebilla de oro;... doble chorro de encaje amosqueado al pecho; casaca azul y grana con rever­ beros por botones; grandes cintas en banda con dijes y santos en las puntas.» (Castro y Serrano— Cuerdos y locos). REVOLUCIONAR No está en el Léxico español, más sí en el Vocabulario y en las costumbres de algunos infelices pueblos semibárbaros. Revolver ¿Significará todo lo que el verbo anotado? San­ gre, miseria, descrédito, degradación, encumbramiento del crimen, del cinismo y de la ineptitud, esto y aun más, mucho más, causa el verbo que anotamas; no sólo como de revolver,dice el Diccionario. R EV U ELO Segundo vuelo que dan las aves. || Vuelta y revuelta del vuelo. ¡| Turbación y movimiento confuso de algunas cosas. Paréceme que nada de esto pretenden expresar los periodistas que hablan «del gran revuelo alcanzado por el proyecto tal», ó de «tener i'cvuelo una opinión», etc. Acaso alguna vez es una traducción del clan francés. Creo que se confunde con resonancia: tener , fr. fig. propagarse por la fama un hecho ó suceso. R IENDA Que está en rienda decimos del potro que, para acostum­ brarle paulatinamente al freno, lleva en la quijada inferior una correa ó soga, que hace las veces de éste atada á las riendas. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Rienda simplemente llamamos también á dichas riendas con la correa 6 soga mencionadas, á lo cual en el Perú y Río de la Plata denominan bocado. Entendemos que equivale á la cosa en España nombrada freno acodado que, según el Diccionario, es oportuno para hacer la boca á los potros, porque les lastima menos. R IF L E Vocablo con el que se va sustituyendo la voz de tal manera que ya casi esta palabra ha quedado solamente para denominar las antiguas armas de fuego de infantería, y la que anotamos para las modernas. Viene del inglés rifle, carabina rayada, quizá de to r ift, hender, rayar, ó de to rifle, robar, quitar algo y acaso también formar estrías ó rayar en hueco, como dice el Vocabulario. El sustantivo genérico fu s il ha sido sustituido adem los nombres propios Chassepot, Mauser, clier, Lebel, etc.., según los casos y conforme á los apellidos de los inventores ó reformadores de los varios fusiles, origen de las denominaciones de casi todos los elementos de guerra, ex­ cepto las tomadas del griego ó del lugar donde se fabrican dichos elementos: como las balas dum-dum provenientes de Dum Dum, cerca de Calcuta; y las woolzvicli, de Woohvich, ciudad del Condado de Kent en Inglaterra. ROCOTÍN Juego de niños que consiste en que uno se pone á gatas y adivina cuántos dedos extendidos tiene sobre su espalda otro de los que juegan. ROCOTO Planta y fruto de una especie de pimiento americano. La baya es redondeada y más gruesa que la del ají, del que po- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" # \ 422 ROS seemos diversas especies y variedades: el común, cilindrico ó mejor dicho cónico ó corniforme, de color generalmente rojo, aunque hay también amarillos; el mishquiucho (mishqui, dulce, techo, ají); el teña de pava óo ilcu p q ulga, y techo, por lo chico ó por lo que pica) de color asimismo rojo ó ama­ rillo, redondo ó alargado, pequeñito pero muy fuerte. RO LETA Ruleta Viene del francés tulare, rodar. rotelette,proveniente d ROM BR EA N T E R om ero, o n irg ep,palmero. «Pero en rigor y con propiedad, romeros son los que van á Roma al jubileo ó en cumplimiento de voto; peregrinos los que Uto tempore se dirigían á Santiago de Compostela con las conchas y el bordón, y palmeros los que emprendían el camino de Jerusalén y regresaban con la palma en la mano.» (Doña Em ilia Pardo Bacán—M i rom ería). \ ROSA Es la flor del rosal; mas no la planta misma, según defecto de los ecuatorianos. En la Santa Casa de Caridad de .Sevilla, en el «patio délos rosales de Manara», sobre un arquito, he leído: ««Ocho plantas de rosal con sus macetas traídas á esta Santa Casa por su ilustre fundador el venerable siervo de Dios Don Miguel de Ma­ nara... en 1671, conservadas en todo su vigor y dando frutos todos los años en su propia fuerza, como resulta del reconocimiento judicial que en 1749 hicieron de ellos los jueces del proceso informatorio, folio 1092 á 1097, y permanentes hasta el día en el mismo estado. Se han colocado en este lugar el año de 1802.» Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" RUN 423 «Por la gran escalera, ricamente alfombrada, abrían paso á la con­ currencia dos series de naranjos y r.» sa g leS (—Mundoy demonio y c RUCU Adjetivo masculino quichua, viejo; femenino paya\ tratán­ dose de cosas, manca. Empleamos la palabra anotada, con mucha frecuencia, par­ ticularmente en las denominaciones compuestas, ya sólo qui­ chuas, ya híbridas; entra asimismo en el nombre de uno de los más elevados picachos del cráter del Pichincha: chincha. Es curioso investigar cómo llegó el adjetivo rucuá. algunos lugares de Centro América con el significado de caballo des­ preciable, matalote; a g n r ,que decimos aquí. Probable se denominaron de tal manera las caballerías matalonas, á causa de que nada las hace desmerecer tanto como la vejez: rucni. RUNA En quichua, si no estamos equivocados, significaba primi­ tivamente hombre del país, de la tierra, indio como se dijo después. De ahí isa m n u r,pariente del indio ó indio pariente; rnnallama, oveja del indio; m tca n u r población , de in Con posterioridad, y seguramente á causa del infundado desprecio con que los conquistadores trataban á los aboríge­ nes de esta parte de América, ó más bien que los conquista­ dores, los mestizos, es decir, los nacidos de la mezcla de ésos y de aquéllos, dióse en usar el nombre , como adjetivo equivalente á ordinario, o j,a b sestimación, vulg Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" \ w SA C A R DE JUICIO Equivale entre nosotros á la frase castellana sacar de qui­ cio á una persona, esto es, exasperarla, hacerle perder el tino. SACAR EN CA RA \ Decimos también con una sola palabra: , que tampoco trae el Diccionario. Lo que sí trae es dar en , frase figurada, echair en cay a á uno los beneficios que ha reci­ bido ó las faltas que ha cometido. SACUDÓN La acción de sacudir ó sacudirse, sacudida ó sacudimiento. SA L P IC A R Rociar, esparcir en gotas una cosa líquida, como agua, etcétera. Azotar el viento y el agua en alguna parte, verberar. SALPICÓ N No es la bebida de jugo de frutas, etc., con granizo ó hielo, sino un fiambre de carne picada, compuesto y aderezado con Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 426 SA R pimienta, sal, vinagre y cebolla todo mezclado; por lo que el primer capítulo del Quijote de Cervantes dice que «Una olla de algo más vaca que carnero, las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de la hacienda del célebre Hidalgo.» Pasaje que comenta Clemencín de la manera siguiente: «Nota Cervantes la mezquindad con que los hidalgos manchegos, aprovechando los restos de la carne de la comida, los convertían en salpicón para la cena.— s a l p ic ó n se dijo como carne picada con sal.» ( E l Ingenioso Hidalgo Don Saavedra, comentado por Don Diego Quijoteetc., por M .) SALTO Tiene varias acepciones; mas para el movimiento nervioso, brusco del cuerpo, producido por un susto ó una sorpresa, hay palabra propia: repullo. SARSA Salsa (de sal) composición para aderezar ó condimentar los guisados. «Y ansí como el pan material, que da fuerza al cuerpo, tiene nece­ sidad de algunas otras ayudas... ansí era menester hacer diversas sas, para que el alma coma de buena gana su pan, y buscar con qué engañarla.» (E r . José' de — a zn eü g iS Historia de la orden de San .) Aquella cárcel de amor Que así me plugo ordenar, Qué propia para amador, Qué dulce para sabor, Qué salsa para pecar. (Diego de San Pedro—E l desprecio de la fortuna.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ....... Tío, ¿Se echa vinagre á la salsa Del pato?....... (G orostiza—Indulgencia para todos.) SARTÉN (El) La sartén. «En confirmación de esto, escribe el Venerable Pedro Cluniacense, que estando para morir un mal Sacerdote, se le aparecieron dos fieros demonios, que venían con wia sartén, en la cual decían le habían de freír en el infierno, y cayendo una gota de la sartén en la mano del enfermo, al momento se le abrasó y consumió hasta los huesos.» {Nierem berg—D iferencia entre lo temporal y eterno.) De la venta en la cocina Se hallaban dos reverendos, De una sartén apurando Magras con tomate y huevos. (A.Saavedra—Don A lvaro de Luna— Roniatice i .° La venta.) SAÚCO El arbusto que los ecuatorianos denominamos así, no es el saúco europeo ( Sambucas )a rg in de la familia foliáceas; sino una a ecá n lo Sd el género Cestrum. No estar pues bien recetarla como sudorífica equivocándola, á causa del nombre, con la mencionada planta europea, hoy ya aclimatada también en Quito. SEBIC A BR A % \ ~ Decimos al rumiante Cervus , que con el Cervus antisieusisy el Cervus nemorivagus (soche) y el Cervus tris, son los representantes en el Ecuador de la familia Cervince, Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" \ / 428 % SEL Cervicabra (esto es, entre ciervo y cabra) es como se de­ nominan en lengua castellana y en lenguaje científico unos cuantos individuos del género Cervicapra ó antílopes, abun­ dantes especialmente en el Senegal, Cabo de Buena Espe­ ranza y Sierra Leona, de Africa; en Sulú y Sumatra, de Oceanía; y en las provincias de Bengala y Oriza, en Asia. SECl'N DERO ó SEGUNDERO Xo tiene nombre especial la aguja ó manecilla que, en los relojes, señala los segundos. Los ecuatorianos hemos inventado las denominaciones anotadas. SELLA R Dos errores cometemos respecto de la palabra con que nombramos la piedra labrada, denominada silla r por las per­ sonas que saben hablar el castellano: primero, ignorando que viene de ,a lishemos cambiado la i en e; y segundo, hemos trabucado el género y decimos la silla r en vez de el sillar. De silla r se dijo sillarejo, sillar pequeño; y , fá­ brica hecha de sillares ó conjunto de sillares. «Algunas veces el ángulo del muro (en el opus de los ro­ manos) fue construido con sillares ó con ladrillos...» «El opus quadratumfue la obra llamada en la actualidad ría ... El labrado de los sillares fue tan perfecto que aun en el día el grande aparejo apenas deja ver las junturas.» (M anjarre's—Las Bellas A rtes.) «En alturas semejantes, cada amigo de ésos que se va es que se arranca en los cimientos de la vida del que se queda.» sillar —Peñas arriba.) «Trepaba á la cima del arco y colocaba allí aquel pesado sillar, que sin duda estaba destinado á completarle... pero por más esfuerzos que hacía el artífice por encajar el sillar no bajaba.» eu rT ( —La vara de azucenas.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 429 SEM «Entre elenorme sillar que constituía la clave del puente de Cas trejana, y las contraclaves ó sillares laterales, brotaban...» (Idem.) SEM BRAR (Tierras de pan) Tierras de pan llevar. «Una y otra locución pueden estimarse, dice Cevallos, como idiomáticas; pero con esta diferencia: la primera con el sentido de ignorancia, falta de letras é instrucción; la segunda con el modo de hablar contra las reglas ordinarias de la gra­ mática, pero propio y peculiar de alguna lengua.» t «¿Qué objetos halagüeños, qué señales de vitalidad presentaba (Madrid) en su radio exterior, sino una monótona sucesión de colinas areniscasf de tierras de p a7i llevar..:» (Mesonero Romanos—E l M adrid.) SEMBRÍO Sembrado. El adjetivo sembradío se aplica á la parte de tierra que está destinada ó es á propósito para sembrar; pero no es prin­ cipalmente con este sentido, sino de manera más común, con el de sem brado, con que en el Ecuador usamos el vocablo sembrío, que no existe en castellano, ni es necesario. Sembrado {ó a d rb m ,es según se decía antiguamente), tierra sembrada, hayan nacido ó no las semillas. «Somos señores de los campos, de los sembrados, de las selvas, de los montes, de las fuentes y de los ríos.» X {Cervantes—Don Quijote.) «Don Lucas no desmayaba como Angel. Atravesando sembrados en persecución de alguna alondra, se fue alejando, seguido de sus compañeros.» ( Trueba—¡Desde M adrid al cielo!) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" SEM 430 «\Ie atreví á hallarle más semejante... á los valles de Navarra cuando aún verdeguean en el campo sus sembrados.'» ( —Peñas arriba ) SEM OVIENTE No hay que confundir mueble con , el primero género y el segundo especie. Ambos movibles; pero el uno, considerado también como especie, pasivo, y el otro, activo. Quiere decir que, aun cuando ambos tengan de común lo de moverse,— elb ijm, mobilis; ,es m por sí,—se diferencian en que el primero, como una mesa ó un sofá, necesita de la voluntad y fuerza ajenas para ser tras­ ladado de un paraje á otro; mientras que el segundo, como un caballo ó una vaca, posee facultad propia de locomoción merced á propias voluntad y fuerza muscular. Conforme lo expresado antes, se toman las dos voces como genérica la una y específica la otra; pues el semoviente es, á la verdad, un mueble, pero este puede no ser un semoviente. Exprésase, por tanto, de manera disparatada el que llama se­ movientes á las azadas y más herramientas de una heredad. Dícense muebles en contraposición á inmuebles, bienes raíces, ó lincas (figere fijar, cosa fija), que no se pueden lle­ var de un sitio á otro. «Las cosas corporales se dividen en tnuebles é inmuebles. «.Mueblesson las que pueden transportarse de un lugar á otro, sea moviéndose por sí mismas, como los animales (que por eso se llaman semovientes), sea que sólo se muevan por una fuerza externa, como las cosas inanimadas.» ( CódigoC ivil inedito de Código o n a irtu ce, artículos 555 y 556 .—Bello— Proy livC , artículos 669 y 670.) Automóvil (oc'jto;, uno mismo) según su significación etimo­ lógica, es lo propio que semoviente; de donde no faltará acaso quien deduzca que automóviles, y acémilas, y asnos son la misma cosa: los extremos opuestos de la locomoción ¡Yaya, pues, por algo se dirá que los extremos se tocan!... Pero, añá­ dese, que también se estrellan: prevengámoselo á los burros. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" SES 43' SENDO Sendos. « Sentios, so d n ,e distributivo: cada uno el suyo: Trescientas lanzas son, todas tienen pendones: Sentios moros mataron, todos de sentios colpes; (Mió Cid.) Es decir, que cada lanza mató un moro, y cada lanza de un solo golpe. La significación de este adjetivo y el modo de usarlo lo hacen necesa­ riamente plural. A los que patrocinan el uso moderno de hacerle sig­ nificar fuerte, duro, etc., quisiéramos preguntarles de qué proviene que jamás se haya usado en singular. En los varios sentidos que le atribuyen, ¿Qué es lo que encuentran de incompatible con este número?» (Bello—Poema del Cid— .) De la Rábida el' prelado Con sus dos huéspedes entra, Y después que sendas sillas, Les oirece y les presenta. (Saavedra—Recuerdos de un grande hombre.) SEN TÓ N Sentar al caballo decimos á lo que los españoles denomi­ nan sofrenar, y de ahí que á la sofrenada llamamos , quizá porque alguna vez la caballería se sienta en el suelo, es decir, queda por efecto de una sofrenada ó de un remesón (Véase esta voz) apoyada y descansando sobre las ancas. La sobarbada, según entendemos, es menos fuerte que la sofrenada y distinta del remesón. S E S IO N A R La instintiva tendencia de simplificar la expresión ha hecho, de seguro, que se inventase el verbo sesionar: reunirse los di­ putados ó senadores ó los miembros de una corporación en general, para deliberar, etc. Parece vocablo aceptable, ya que poseemos el sustantivo sesión. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" SIN 432 S IG S I ó S IG S E D e n o m in a m o s á la h e rm o sa g r a m ín e a y a s h o ja s se e m p le a n p a ra husos; y c u b rir Anuido la s c h o z a s ; , cu­ lo s ta llo s para la f l o r , t e ñ i d a d e c o l o r e s , p a r a r a m o s ú o t r o s a d o r ­ n o s. C u a n d o tie rn a , a n te s d e q u e el b o r d e d e la s h o j a s se p o n g a c o r t a n t e , e s t a m b ié n un e x c e l e n t e f o r r a j e . % S IL G A D O D íc e se cenceños á lo s h o m b re s ó a n im a le s d e lg a d o s ó e n ­ ju to s. «Daba graneles pasos (Gómez de Pomar) con sus largas piernas al dirigirse á nosotros que le salimos al encuentro, y balanceaba el cuerpo, nervudo y cenceño y algo inclinado hacia adelante, al compás de las zancadas.» {Pereda— Peñas .) S I N D IC A D O , S IN D IC A T O , S IN D IC A T U R A Sindicato e s p a l a b r a c a s t iz a e n e l s e n t i d o d e j u n t a d e p e r ­ so n as e le g id a s p o r u n a so c ie d a d ó c o m u n id a d p a r a c u id a r de s u s i n t e r e s e s ; p e r o e l v o c a b l o , q u e p o s e e f u e r z a e x p a n s i v a tan trus,t i e n d e y a á ,a soción e t c . , en p o d e r o s a c o m o la d é l o s sociedad, que compañía, sig n m at m ic a s y q u iz á a ú n en o tr o s a s u n to s . Sindicado, su sta n tiv o , sig n ific a ju n t a de sín d ic o s; y no e q u iv a le á Sindicatura, exp resam os, por tíc u lo de m ism o reunido ó que , asociado. p o r fin , e s o f i c i o ó c a r g o d e s í n d i c o y o f i c i n a d e l s ín d ic o ; p e ro no D e d o n d e se lo reu n ió n . c fe d u c e q u e in c u rrim o s en e r r o r c u a n d o nos e j e m p l o , c o m o e l t a l e n t o s o a u t o r d e un ar­ d ia rio , d el q u e e n tre s a c o lo s s ig u ie n te s fra g m e n to s : «Los sindicatos progresan en Francia de un modo tan grande que dentro de poco no habrá en la República un ciudadano que no esté sin­ dicado». ((De que delito ó crim en))..... «De hoy en adelante, los lisia­ dos auténticos podrán, gracias á su......................... desenmascarar á los falsos estropeados......». «..... Precedentes que demostrarían la existencia, en tiempos ya Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" SIN 433 lejanos, de sociedades, de agrupaciones sindicadas por el estilo de la que se acaba de constituir en Marsella». L o s v o c a b lo s en s o c i o l o g í a syndicate, in g lé s, y , fra n c é s, se u san p a ra sig n ific a r a so c ia c ió n fo rm ad a p a ra fe n s a d e i n t e r e s e s e c o n ó m i c o s c o m u n e s . Se la d e ­ , orga­ n iz a r s e e n s i n d i c a t o , e t c . ¿H a c ía n fa lta , en c a s t e lla n o , e sta s p a la b ra s? SINVERGÜENZA N o es e x a c ta m e n te el desvergonzado d e l D i c c i o n a r i o d e la A c a d e m ia , y tan to q u e aun q u ie n e s sa b e m o s q u e a q u e l v o c a ­ b lo n o e x i s t e e n e l L é x i c o , c re e ría m o s no e x p r e s a r q u e q u e r e m o s s i le d i j é s e m o s desvergonzado t o d o lo al p e ta rd ista , al r u in , al s e r v i l ó n , a l m e n t i r o s o , e n u n a p a l a b r a , a l m a sc u lin o ó fe m e n in o , q u e n o s e n f a d a á lo s e c u a t o r i a n o s , p e ­ r u a n o s , b o l i v i a n o s , c h i l e n o s , a r g e n t i n o s y s e g ú n c r e o t a m b ié n á lo s v e n e z o l a n o s y c o l o m b i a n o s , e s t o e s , á m á s d e v e i n t e m i­ ll o n e s d e p e r s o n a s q u e u s a n cu al lo s S S . A c a d é m ic o s r io , y c o n t a n t a m á s d i c h o v o c a b l o . E n g r a c i a d e lo d e b í a n y a a c e p t a r l o en su D i c c i o n a ­ razón , cu a n to que de segu ro se u sa no p o c o en E s p a ñ a ; p u e s lo h a l l a m o s en l i b r o s d e e s c r i t o r e s m u y n o ta b le s c o m o P e r e d a . «A principios de este otoño oí en Tablanca que había vuelto el ca­ sado y que por aquí andaba tan sinvergüenza y haragán como siempre; pero yo no le he visto, ni á nadie he oído hablar de él.» (Pereda— Peñas arriba .) «Pues aun cuando el tabique era muy incómodo por su sonoridad y desvergüenza durante el tiempo en que el estudiante tuvo salud y com­ pañía. » {Castro y Serrano— E l sobrino de Tántalo.) E l D ic c io n a r io d e 18 9 9 tra e y a la lo c u c ió n co m o sin ó n im a de b rib ó n c u a rta e d ic ió n d el sin vergüenza y p ic a r o . E s p e r a m o s q u e la d é c im a L é x i c o a c e p t a r á e l v o c a b l o c u a l lo u s a m o s en A m é r i c a , ta n to c o m o a d je t iv o c u a n to c o m o s u s t a n tiv o . 28 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" SIPO Picoso. com o Sipu, p a l a b r a q u i c h u a , s i g n i f i c a a r r u g a , sipuna, f r u n c i r , a r r u g a r , — d e d o n d e , lo s h e m o s t o m a d o la d e n o m i n a c i ó n sipo F ig u r a d a y fa m ilia rm e n te tie n e el r o s tro m u y s e ñ a la d o e c u a to ria n o s . lo s e s p a ñ o le s con así p a r a l o s s e ñ a l a d o s p o r la Ñar us o) v iru e la (V éa se ru g o sid a d ; d e n o m in a n al q u e h o y o s de v iru e la s, cara de rallo ó cara apedreada. S IR V IE N T E ( L a) Sirvienta. L o c u r io s o es q u e h a y q u ie n e s d ic e n p io tie m p o lla m a n parturienta la , y al p ro ­ á la m u j e r q u e t e m e r o s o s s in d u d a d e q u e a l d e n o m i n a r l a está de p a rto , parturiente se e n ­ te n d ie se m a s c u lin o ... « Vlmorzóse en la galera, comimos en Cabanillas lo peor que puede imaginarse: sirvientas, mantelería, loza, cocido, asado, pan y agua, todo fué allí sucio y mal acondicionado.» • Es u—Un viaje en b rtzen a H ( m uy o tro s nos p ro b a b le , haya s in em b argo, que e sté d e fe c to com o v e n i d o t a m b i é n d e E s p a ñ a , p u e s lo e n c o n t r a ­ m o s en b u e n o s a u t o r e s e s p a ñ o l e s : «Los compañeros de Alfredo, que son un ex-mancebo de tienda, un tratante en carnes y una sirviente dimisionaria, harta comienzan á blasfemar de Madrid, donde han hecho su fortuna, y por poco se tragan á Alfredo, que se opone á sus invectivas.» ( artzenbusch— E l triadrile ño en la alde H SISA R P o m a r ó q u i t a r d e lo q u e se c o m p r a ó se g a s ta Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" una pe- SIS queñ a p arte. f¡ A c o r t a r ó r e b a j a r la s m e d i d a s en la p r o p o r c i ó n q u e c o r r e s p o n d e al im p u e sto s o b r e lo s c o m e s t i b l e s . en lo s v e s t i d o s la p a r t e n e c e s a r i a n ie n te . ¡¡ P re p a ra r con esto s ig n ific a el v e r b o e c u a to ria n o s, 435 p a r a d a r l e s la f o r m a c o n v e ­ sisa lo la an o tad o ; q u e se h a m a s n o , c o m o q u e r e m o s lo s pegara y esp e c ia lm e n te || C o r t a r a d h e r i r ,conglutinar l o s p e d a z o s ó f r a g m e n t o s d e un u u t e n s i l io d e c ris ta l, v id r io , p o r c e la n a , lo za , e tc. S i n o v i e n e la s i g n i f i c a c i ó n q u e d a m o s á d e la s c a s t i z a s c ita d a s, p o d ría , d e la ú lt im a v e n ir d el in g lé s to sízy, vi s c o s o , dar, e n co la r, ó de , en gru ­ p e g a jo so , ó size, «¿Para qué me dijiste embustera, Que me querías? ¿Este era el motivo De estar conmigo por las noches seria, Y de darme sisados los cuartillos?» (Don de la Cruz—Manolo.) * S IS M Ó G R A F O Sismógra fo, sismología, sismo, sísmico, isósista d ic e n e n p a ñ a ; seismógrafo, seísmo logia, seísmo, isoseísta, c im o s en A m é r i c a á l o s ' a p a r a t o s , fenómenos geodinámicas, un Es­ de­ c ie n c ia , e tc ., r e la tiv o s á lo s co m o se e x p re sa ría n un g e ó l o g o ó m e t e o r ó l o g o , ó s e a á lo s t e r r e m o t o s h a b l a n d o l l a n a m e n t e . D e n in g u n a de la s d o s m a n e r a s están la s p a l a b r a s en el V o c a b u la r io , a c a s o p o r c o n s id e r a r la s lo s S S . A c a d é m ic o s c o m o té c n ic a s; no o b s ta n te , ú sa n se y a en el le n g u a je v u l g a r y d e b e ­ r ía n s e r a c o g i d a s , y c u a l n o s o t r o s la s e m p l e a m o s , p u e s e s t á n m á s c o n f o r m e s c o n la e t i m o l o g í a : asTa¡j.a, s a c u d i d a ; astato;, s a ­ c u d id o , a g ita d o ; asía>~, r e m o v e r , Ssia|iaxia(; tacpoc, s e p u l c r o a g ita r, sa c u d ir, q u e b ra n ta r. d e p e r s o n a s m u e rta s en t e r r e m o t o (P lu ta rc o ). Los L é x ic o s v o ces an o tad as; de o tro s id io m a s, pero en lo s d ia rio s tam p o co traen a ú n la s fra n c e se s e n c o n tra m o s seismal ó sismal, séismique ó sismique y sis­ m ografía y sismología ó séismographe y séismologie. E n d i a r i o s b r a s i l e ñ o s l e o : JVashington j de Setembro. Os in d istin ta m e n te Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" en gru 436 so c SEISM OGRAPHOS um terremoto, do Observatorio esta madrugada e t c . L o s p o r t u g u e s e s e s c r i b e n , p u e s , la p a l a b r a , s e g ú n su e t im o lo g ía . SO BERAD O D e c im o s, c o m e tie n d o u na e p é n te sis in n e c e sa ria , al . N o s ó l o l o s n iñ o s , c o m o o b s e r v a d o n P e d r o F e l i p e M o n l a u , Rudimentos de en sus a íg o lm itE , sin o lo s ig n o r a n g ra n d e s, p o n en una v o ca l d esp u és de cad a co n so n an te p o r no c o n o c e r e l a r t i f i c i o d e la s e u f o n i z a c i o n e s . «Hubiera subido al sobrado á coger los pájaros que buscan allí abrigo contra la intemperie...» ( Tm eba—/ M adrid al cielo!) SO BERN A Sobornal, lo q u e s e D í c e s e t a m b ié n añade y pone e n cim a de una carga. sobrecarga. SO BR EPA SA R «Los e sc á n d a lo s Q u ie re d e c ir q u e de anoche sobrepujan sobrepasan la m e d i d a ....... » . xe ó S O B R E R R IE N D A Falsa rienda. a d n eirb o s p, o r S in d u d a se h a d ic h o cincha, se m e ja n z a c q u e e s t á b ie n d i c h o . SO CAPAR H a de v e n ir de t o m a p a r a d i s f r a z a r la v e r d a d e r a a p co s ,p r e t e x t o in te n c ió n con u n a co sa . O se rá a c a so u n a d e fo rm a c ió n d e fin g id o y a p a re n q u e se h ace q u e fig u ­ r a d a m e n t e s i g n i f i c a o c u l t a r m a l i c i o s a y c a u t e l o s a m e n t e la v e r ­ d a d ó l a i n t e n c i ó n ; a u n q u e e m p l e a m o s el v e r b o , m á s b i e n , en el s e n tid o d e o c u lt a r ó e n c u b r ir á u n a p e r s o n a p a r a q u e e je c u te l o q u e n o q u i e r e ó n o le c o n v i e n e q u e s e s e p a . Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" SOÚ 437 SOCORVA Esparaván. En fr a n c é s c a si lo m is m o : ép a rvin ó épervin, t u m o r e n lo s c o r v e j o n e s d e l o s c u a d r ú p e d o s . SO C R O C IO , • E s p e c i e d e u n g ü e n t o ó e m p la s t o en q u e e n tr a el aza frá n fcroctisJ. N o e s p o s i b l e a d i v i n a r la r a z ó n p o r q u é l o s e c u a t o ­ ria n o s d a m o s el n o m b re ó se a p a n a l, socrocio á un a z u c a rillo o r d in a rio , d e l a z ú c a r p r i e t o q u e l o s c o l o m b i a n o s ll a m a n panela , chancaca lo s p e r u a n o s y c h ile n o s , z o la n o s y n o s o t r o s papelón lo s v e n e ­ raspadura. \ SO CH E D e c im o s en el E c u a d o r a l ru m ia n te q u e lo s z o ó lo g o s c o n o ­ cen con el n o m b re de C ervus nemn a l g u n o s l g y en o tro de A m é r ic a con el n o m b re d e cariacn, d e n o m in a c io n e s q u e no e stá n en el D ic c io n a r io , a sí com o ta m p o co n in g u n a o tra q u e sirv a p a ra n o m b ra r al c ie rv o re fe rid o . A c e p t e a lg u n a d e é sta s p a ra q u e n os e n te n d a m o s .— ¿Q u e el L é x i c o l l e g a r á á s e r en e x t r e m o v o lu m in o s o ? — C e r c é ­ n e n se le lo s a r c a ís m o s p r o p ia m e n t e ta le s, e sto e s, lo s c a íd o s en d e su so de u n a m a n e ra c ie r ta a sí en E s p a ñ a c o m o en A m é r ic a (y a h e m o s v is to q u e lo s a m e r ic a n o s c o n s e r v a m o s en u so p a la ­ b ra s, fra s e s, g i r o s , e t c ., a n t ic u a d o s en la P e n ín s u la ) , y q u e ­ d ará so b ra d o lu g a r p a ra n e o lo g ism o s n e c e sa rio s. D e lo s a r c a ís m o s m u e r to s é in h u m a d o s se p o d r ía fo rm a r un D ic c io n a rio in d e p e n d ie n te , d e su m a u tilid a d p á r a l o s h o m b re s d f le tra s y d e c ie n c ia s , y a lg u n a vez au n p a r a el v u lg o . SO G U EAR E s, según n u estro s la b rie g o s , a t a r á un b u e y , c a b a llo ú o t r a b e s t i a c o n e l r o n z a l l a r g o , á fin d e q u e p u e d a p a s t a r á l a re d o n d a con a lg u n a lib e rta d . Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" SOR 43& SO LA R T i e n e la s i g n i f i c a c i ó n g e n e r a l d e e c h a r s u e l o a l e d i f i c i o ó p o r c i ó n d e é l; l o s e c u a t o r i a n o s l e d a m o s la p a r t i c u l a r d e p o n e r su e lo al e d ific io , p e ro s u e lo q u e se c o n s e r v e se c o co m o so b re a rc o s ó v a c ío s , q u e e stén en c o m u n ic a c ió n con el a ire e x t e r io r p o r l a s a b e r t u r a s r e s p e c t i v a s d e lo s m u r o s , — a b e r t u r a s q u e ntichinales ,lo d e n o m in a m o s m echinal c u a l e s tá ta m b ié n m al d ic isnal) e s m (n o ta m p o c o el a g u je r o c u a d r d e j a e n l a s p a r e d e s c u a n d o s e f a b r i c a un e d i f i c i o p a r a f o r m a r d e s p u é s lo s a n d a m io s . SO N AN TE (D in e ro ) P E s t á b ie n : d in e r o q u e s u e n a a l s e r c o n t a d o ; d e lo c u a l p o r a so c ia c ió n d e id e a s, p r o b a b le m e n te , h em o s e sta b le c id o d e n o ­ m in a r a s í al dinero a l c o n t a d o ,contan S O N R IE N T E N o h a y tal p a rtic ip io a c tiv o d e sonreir; p e ro , con el s ig ­ n ific a d o q u e á a q u e l d a m o s , te n e m o s el a d je t iv o D el a d je tiv o fra n c é s, est la, devant sa porte. SO PLAD O R, risueño. souriant:Mme. F r é m ie t , S i h ic ie s e fa lt a , n o e s t a r ía m a l. SO PLAR Soplador s i g n i f i c a tador; p e r o n o p o s e e v a r ia s c o s a s y h a s ta lo p r o p i o q u e la a c e p c i ó n de apuntador: aven- ^ person a que e n el t e a t r o s e c o l o c a e n u n a g u j e r o , a b i e r t o e n e l c o m e d i o y al b o r d e d e l p r o s c e n io , y o c u lt o p o r la c o n c h a á la v is t a d e l p ú b lic o , v a apuntando (n o soplando) á lo s a c t o r e s lo q u e han d e d e c ir . H e m o s to m a d o e l n o m b re y el v e r b o d e lo s v o c a b lo s sou fier,s o u ffle r. fra n c e se s SO RO CH E, PUNA C o n e s t o s n o m b r e s c o n o c e m o s lo q u e e n f r a n c é s s e d e n o - Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" SOT ¡nal m in a desmontagnes, 439 e s t o e s , el c o n j u n t o d e s í n t o m a s t a l co m o n á u se a s, v é r t ig o s , c e fa la lg ia , d isn e a , p a lp ita c io n e s , e tc é ­ t e r a , p r o d u c i d o s p o r la d i s m i n u c i ó n d e l o x í g e n o en la a t m ó s ­ fera y , s e g ú n a lg ú n a u to r , d e á c i d o c a r b ó n i c o e n la s a r t e r i a s , á cau sa del e n ra re c im ie n to del a ire . sea de p aso, creo q u e c o n f o r m e lo E n fe rm e d a d q u e , d ic h o p a d e c e m o s c r ó n i c a m e n t e lo s q u i t e ñ o s , m a n i f i e s t a n e l m a l e s t a r o r d i n a r i o , la i n a c c i ó n , c a n sa n c io q u e n os s o b r e v ie n e n al m ás lig e r o li d a d fís ic a y m o r a l , el t r a b a j o , la d e b i ­ la f a t i g a , e t c . , q u e n o s c o n s t i t u y e n p o c o a p t o s p a r a l a b o r e s s o s t e n i d a s ; a l c o n t r a r i o d e lo q u e n o s a c a e c e á n o s o tro s m ism o s, c u a n d o e sta m o s al n iv e l d e l m a r ó s iq u ie r a en a l t u r a s m e n o s c o n s i d e r a b l e s q u e l o s 2 8 5 o m e t r o s á q u e e s t á Q u ito . L a co stu m b re de v iv ir tan a lto , sin e m b a r g o , ó la p o c a r a p i d e z c o n q u e la s c a b a l l e r í a s n o s l l e v a n c u a n d o á m ayores e l e v a c i o n e s , y la a c c i ó n ascen d em os m u sc u la r q u e r e q u ie r e el ir á c a b a l l o y q u e , c o m o t o d o m o v i m i e n t o , p r o d u c e en e l o r g a ­ n is m o ó á c id o c a rb ó n ic o , ó tod o soroche a g u d o e s t o j u n t o , h a c e q u e la n o s e a ta n c o m ú n e n t r e n o s o t r o s , c o m o e s en e l P e r ú , C h i l e , R e p ú b l i c a A r g e n t i n a y o t r o s l u g a r e s , d o n d e la ra p id e z del ascen so y la c a s i q u ie tu d m u s c u l a r e n lo s fe rro ­ c a r r i l e s y c a r r u a j e s , o c a s i o n a n á la s v e c e s d e m a n e r a a l a r m a n t e lo s e f e c t o s d e u n a c o n s i d e r a b l e Soroche b a ja de p re sió n b a ro m é tric a . lla m a ta m b ié n n u e stro p u e b lo á c u a lq u ie r g u ija r r o q u e c o n t e n g a p a r t íc u la s m e tá lic a s ó q u e b rille n c o m o m e ta le s . SO T A (E l)' N o basta el v e stir c a lz ó n p a r a s e r m a sc u lin o ; sírv a n o s de e j e m p l o e l s u j e t o é s e d e la b a r a j a , q u e a u n q u e g a s t a g r e g ü e s c o s y á la s v e c e s e s p a d a , a m é n d e b ig o t e y p e r a , es fe m e n in o , la sota y n o el sota. a r t í c u l o el e s a b r e v i a t u r a sí s e ñ o r, y h a d e n o m b r a r s e C u a n d o se u sa con el bres de lo s su b a lte rn o s in m e d ia to s o fic io s, c o m o d e T a n t o el s u s t a n tiv o , la tín c o m o la de lo s n o m ­ ó s u s t i t u t o s en a lg u n o s o zirela b cs ,sotacómitre, e t c . p r e p o s i c i ó n sota, v i e n e n del subter. E n o t r o s i d i o m a s l a t e r c e r a f i g u r a d e lo s n a i p e s t i e n e n o m - Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 440 SUC bres masculinos: eva n k, sona que está al servicio ó debajo de otra, subtus. SUBSISTEN CIA _____________________ tela v, etc., é Falta, especialmente la de asistencia, cuando se pasa lista. Vocablo inventado en los cuarteles, lo mismo que el verbo siguiente. S U B S IS T IR Significa permanecer, durar una cosa ó conservarse; tener con qué satisfacer las necesidades de la existencia; mas no equivale á fa lta r ó esra tn u , según lenguaje de nuestros s dados y aun del notable escritor don Juan Montalvo: «¡Pues la mesa de este gran señor! Los dos reinos son sus tributa­ rios; la perdiz provocativa, el pichón delicado, el capón suculento, allí están á su albedrío, haciendo requiebros á su paladar esquilimoso. Ni por lejano el mar deja de ofrecerle sus productos: el rico gusta de peces finos: el salmón, hele allí... La tortuga, presente... La anguila, no s u b s i s t e n t e ...» (E l Buscapié'i) SUBVENCIONAR Subvenir significa lo propio que auxiliar, amparar, so­ correr y lo mismo que pretendemos decir con el innecesario verbo corregido. Trastrocamos los papeles al derivarlo de subvención; pues este sustantivo se deriva de subvenir. Subvencionar ¿Será un nieto espurio que trata de reempla­ zar á su abuelo? SU CRE Unidad monetaria del Ecuador. Equivale á un peso duro. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" SUEDRO, A El inventor de este barbarismo debió de ser un yerno. ¡Tan fecunda es la inquina!, y probablemente el objeto que se pro­ puso el de hacer más aborrecibles los nombres , , denominaciones de un parentesco que, por eufemismo, los franceses dicen beau père y belle mère. SU SCEPTIBLE, SU SCEPTIBILID AD Susceptible. Adj. Capaz de recibir modificación ó impre­ sión.—El propenso á formar sospecha ó á tener desconfianza, suspicaz; el que se siente ú ofende con facilidad, sentido; el que con facilidad se enoja, vidrioso ó ,—no tam­ poco en ojón , como solemos también decir. Susceptibilidad, en castellano no significa nada; aunque en bárbaro la hacemos sinónima de delicadez y La hemos trasladado del francés csiz,lo mismo ceptible, que figuradamente se emplea para significar lo que nosotros queremos que signifique en español: homme suscep­ tible, homme facile à se fâcher ou à . S Ú T IL Ha de decirse Limón Ceutil). stilli. — .litu s Limón ceutí ó , esto es, de Ceuta (Véase Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" T A B IQ U E Está muy bien empleada la palabra en vez de , como decimos bárbaramente los ecuatorianos á la pared delgada que, por lo común, sirve para la división de los cuartos ó apo­ sentos de una casa; pero está mal empleada—como han co­ menzado á estilarlo los alarifes y pintores—, para denominar el alero ó ra l ,ó sea la parte inferior del tejado, que sale fuera de la pared y sirve para desviar de ella las aguas llove­ dizas. «Crecía hasta tocar con la cabeza en los aleros de los tejados, y menguaba hasta esconderse debajo de la tierra.» {Selgas—Rayo de sol.) «Oían el rumor del viento que silbaba en las copas de los árboles, bramaba al rasgarse en los aleros de los tejados...» (Idem—Ibidem.) TABLAD O Es todo suelo formado de tablas y especialmente el pavi­ mento del teatro en que se representa, ó el fondo de los carros, ó la parte de la cama sobre la que se pone el colchón, etc.; pero los ecuatorianos llamamos labiados á los palenques en que se Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 444 TAI pone la gente á ver una función, como define el Vocabulario á la voz p a l c o ,y por antonomasia á los de las plazas d TACUNGA El nombre de la capital de la Provincia de León es Latactmga: del quichua a tcl ,ciudad, pueblo, país; y, ganta (garganta del país). Cunea se emplea también como partícula pospositiva ó sufijo, que expresa dónde está aquello que significa el radical, etc. El error de nuestro pueblo se ha extendido hasta el Diccio­ nario Castellano Enciclopédico de D. Manuel González de la Rosa, quien cree que La es artículo, y no la primera sílaba del nombre de la ciudad mencionada. T A IT A Padre. Es curioso hallar la palabra taita en lugares de Sud Amé­ rica donde no se h ablaba el quichua, como por ejemplo en Chile; aunque es cierto que, por motivos de que da expli­ cación la Historia, abundan ahí las voces quichuas, tales como asna-ucho (ají fragante ó hediondo), cocha-yuyo (hierba de agua ó de mar), a u g,etc. Curioso es, asimism conservando la terminación en a los c nutivo de a ti ,taitita. Notable es también el parecido del taita de nuestros aborí­ genes con el tata italiano; y, por fin, la semejanza del aita vascuence, que casi pone en duda el origen netamente quichua del vocablo sudamericano. «Taita, dice el Diccionario, nombre con que el niño hace cariños á sus padres, á su nodriza, ó á otra persona que atiende á su cuidado ó crianza. || Padre de la .» Así, sin duda, emplea el vocablo don Francisco de Quevedo. «¿Para qué nos persuades eres niña? ¿Importa que te mueras de viruelas? Pues la falta de dientes y de muelas Roca de taita en la vejez te aliña.» ( < Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" u Q— Sone T A JE El corte que se da con un instrumento, tajo; el corte á golpe sólo de hacha ó azuela, que los carpinteros hacen á tre­ chos en una pieza que tiene mucha madera que desbastar, para facilitar la operación, ep so c, según la undécima Léxico; mas no se encuentra ya el vocablo en la duodécima. «Y á pie combate y resiste Dando tajos y mandobles, Y á su vigor y destreza Debió el no morir entonces.» (Saavedra—La victoria de Pavía—Romance i.°: Pescara y los ñoles.) TA LA M O C O El animal racional ó irracional con el iris y la piel, pelo ó plumaje más ó menos blancos, por falta del pigmento que colorea aquellas partes del cuerpo, se llama albino. Como se ha dicho en la palabra , nuestro pueblo de la serranía denomina urctt-camashcaá las gentes parecer cubiertas de nieve ó escarcha. Albino del latín sa b l ,del griego áX^oc, blanco. TAM AL El Léxico académico trae la palabra y la define: «Especie de empanada de harina de maíz, muy usada en América,»—lo cual es confundir géneros diversos y aun familias ó clases dis­ tintas, como si dijésemos «caballo es una especie de buey,» ó como decía un italiano explicando lo que es un loro (lora decimos los ecuatorianos) «una gallina verde que parla como la gente.» El tamal es una masa de harina de maíz, de almidón, de plátano ó de otra cosa, envuelta en hojas de achira ó del mismo plátano y cocida al vapor,—no en horno, como dice el Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 1 446 TAP Diccionario de la empanada,—como las y quimbolitos (Véanse estas palabras). , TAM BARRIA i Dicen los ecuatorianos y remolienda los chilenos al rio, parranda ó jarana. TAMBO Tampu, quichua, venta)mesón; tampucama yoc, ventero,mesonero. En la República Argentina nombran tambo al lugar donde hay vacas ó se vende su leche, es decir, á la vaquería. TAMO No está mal dicho; pero es la paja más menuda, casi con­ vertida en polvo, del trigo, centeno, cebada, avena, lino, etcé­ tera, trillados. El grueso, el que los ecuatorianos denominamos propiamente o m a t ,tiene varios nombres en castellano, se la semilla de que proviene: rt, pelaza (aunque no encontramos ya esta palabra en la décima segunda edición del Diccionario), y genéricamente paja. «Porque así como mandó Faraón cosas imposibles á los hijos de Israel, ordenando que no les diesen paja para encender los hornos; como antes se la daban, mas que no por eso dexasen de dar la misma tarea y trabajo de los adobes que hacían cuando les daban anees la provisión de p aja ...» {Nierem berg—D iferencia etitre lo temporal y eterno.) TAPANCA Gualdrapa. «Eran de terciopelo carmesí aforradas en tela de oro, jubones de raso blanco con botones de oro... collares de oro con mucha pedrería, gualdrapas de terciopelo, frenos, estribos y guarniciones de los caba­ llos doradas. >' (.Mesonero Romanos—E l antiguo M adrid.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" T A P IA L Es el molde con que se fabrican las tapias ó paredes, que se hacen de tierra pisada en una horma, ó sea en el tapial. Tapia es, pues, lo que nombramos tapial. «Esperando que... no consentiría que su pobre Paquita pasara á manos de un desconocido, y se perdiesen para siempre tantas caricias, tantas lágrimas y tantos suspiros estrellados en las tapias del corral.» —E l sí de las niñas.) «Con el infelice suceso deste asalto no se alteró nada Don Juan de Austria; antes viendo que la artillería hacía poco efecto en las casas, y que solamente horadaba las paredes de , y no derribaba tanta tierra que pudiese hacer escape por donde poder subir la gente, acordó de hacer una mina...» (Luis de Mármol C arvajal—Rebelión y castigo de los moros de G r anada.) «Al frente cortaban el horizonte los áridos cerros de San Isidro, coronados no de hermosos árboles y misteriosos castillos, sino de ahumados tejares y tristes cementerios, circuidos de tapias de tierras.» (Trueba—Desde M adrid al cielo.) T A P 1A L A R ó A T A P IA L A R Dígase tapiar. «... Porque antes que un mundano sea arrebatado de los demonios para llevarle á la tierra tenebrosa del Infierno, es en esta vida abru­ mado, y puesto en una obscuridad tan grande, que ni vea un rayo de luz de un desengaño, y esté como tapiado para que no entre en su cora­ zón contento y alegría cumplida.» — g reb m iN ( D iferencia entre lo temporal y eterno.) «Llegado al convento, que estaba cerca del bosque, halló tapiada la puerta que antes solía servir, y que habían abierto otra en otra parte.» (Idem— Ibidem.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" TAS 448 T A P IA LE R A Como al sustantivo tapial le hemos dado la significación de tapia,nos hemos visto en la necesidad de criar un nuevo vocablo, a relip t ,que ni existe en el Léxico, ni es necesario en nuestro idioma. ¡Cuántos trabajos se ahorraría la ignoran­ cia, si se tomase el trabajo de estudiar! TAQ U ILLA ó TAQUILLO, TAQ U ILLAR, TAQ UILLA!)Q La espiguita ó clavo de madera con que se aseguran los tacones y algunas veces también las suelas de los zapatos, se llama estaquilla; asegurar con , , y por consiguiente estaquillado debe llamarse lo asegurado con estaquillas. Taquilla significa papelera, ó armario para guardar pape­ les, que se usa principalmente en las oficinas. TASCAR Por lo que atañe al significado etimológico, tascar (de masticare) no posee actualmente más que dos acepciones: que­ brantar con ruido la hierba las bestias cuando pacen; y mor­ der el caballo el bocado ó moverle entre los dientes, ó sea, lo propio que expresa la frase tascar el fren o. En ambos casos, pues, eso de tascar es cosa de bestias; no obstante, nuestras gentes,—motivos de propia conciencia ten­ drán para ello,—lo tascan todo, en vez de morderlo ó mas­ carlo ó co tn erl, según las circunstancias. (Véase el primer ejemplo de TA SÍ N Tiene en quichua dos significaciones, recta la una, figu­ rada la otra: la de nido y la de rosca ó aro en que se asientan las ollas, etc. Plntendemos que la recta es la de nido ó nidal ó aun nidada, porque dichos objetos de la naturaleza debieron de haber sido los primeros que impresionaron los sentidos de los Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" / TAU 449 hombres de la a zelru tn , esto es, de los antiguos pobladores de nuestras tierras. Además hoy mismo llámase tasín con espe­ cialidad al nido y pollazón, y como secundariamente á la rosca ó aro de que se habló antes. , cabeza desgreñada, sin peinar, como un nido. Por parecer derivado de a t ála que se forma, alguien ha creído que debería escribirse tacín; pero el vocablo es conocidamente quichua. Las similitudes, tocante á derivaciones y etimologías, pueden conducirnos á chistes tan festivos como el de un jnediquero,—según n pueblo á los charlatanes, saludadores, matasanos ó curande­ ros,—que traducía de un recetario francés tetes de , tetas de pavo, en vez de cabezas de adormidera. Véase la manera de discurrir de un ingenioso etimòlogo: « Opodeldoch, que se pronuncia , es claramente hopo del dogo, cola del perro,—sin duda porque el inventor del re­ ferido bálsamo lo empleó primero para curar el apéndice caudal de uno de dichos cuadrúpedos. Es origen que se le ocurre á cualquiera sin que le sude el hopo». LAURA Tahúr. «Fulano es un a ru t», oímos decir de tal ó cual individ no muy ejemplar en su conducta. El Diccionario contiene las voces tahúr y talmrería para significar, con la primera al jugador fullero, y con la segunda el garito ó casa de juego, el vicio de los tahúres y, por fin, el modo de jugar con trampas ó engaños. El vocablo taura es más comprensivo como dicterio, y tiene el origen siguiente: allá, en una de las varias revueltas á que, desde la emancipación, hemos estado sometidos los malaven­ turados ecuatorianos, un caudillo trajo á Quito un escuadrón de negros y mulatos, naturales de la parroquia de Taura en el cantón de Guayaquil. Soldados ad hoc para sólo la revolu­ ción, no eran naturalmente ni subordinados, ni moralizados, ni maldita la cosa y, como es natural también, cometieron 29 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" TAX 45° toda clase de tropelías y desafueros, que contribuyeron no poco á la inmediata impopularidad del aludido caudillo y á las mediatas revoluciones con que se le fustigó, quedando en pie el nombre a ru t ,con que, adjetivado, se denomina á las g tes no tenidas en olor de santidad. Cuervo, corrigiendo la pronunciación de la palabra recuerda el testimonio de Guibert, según quien, significaba truhán, o lip,y la opinión de Littré que dice es la misma pa­ labra tajir que Freytag traduce: sordens et ,y agrega: «Es el caso que tafures llamaban á aquella muchedumbre haraposa y hambrienta que acompañaba al ejército de los cruzados, y se hizo temer tanto por su valor como por la voz que corría de haber devorado ansiosamente los cadáveres sarracenos.» (' — o vreu C Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano.) Sea de esto lo que fuere, de tahúr y se formaron tahurería y tafurería. El rey don Alfonso agregó á las Siete Partidas, una del Digesto, según la cual sólo se castigaba el delito de homicidio, de los cometidos en los garitos, porque, dice: «todo orne debe asmar que los tahúres ó los vellacos, usando la a íreu h t ,por fuerza conviene que sean ladrones é ornes de mala vida; é por ende, si le furtaran algo ó le ficiesen otro daño, suya es la culpa de aquel que ha la compañía con ellos.» «La lengua implacable llama indistintamente banquero, lo mismo al hombre de negocios que al tahúr.» (Selgas—Mundo, demonio y carne.) TA X O Fruto de la planta trepadora Taxonia m ixta: hay dos ó tres variedades, más ó menos dulces, pero siempre con un aroma muy agradable. El nombre indígena ha servido para la denominación cien­ tífica del género, a in o xT,estimado además de los fru las hermosas flores. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" TAZ CON TAZ El modo adverbial castizo es taz. T E JE M ADEJE La expresión familiar con que se da á entender la destreza de alguno en asuntos y negocios, ó la acuciosidad en un tra­ bajo, es teje ej. an m «Y su futuro yerno, loco de atar y completamente inexperto en el teje maneje de la Bolsa...» sagleS(—Mundo, demonio T E L A DE HUEVO El que quiera decir lo mismo con una sola palabra, diga fárfara: de donde proviene el modo adverbial en , «que expresa el modo de estar el huevo que se halla dentro de la gallina con sola la fá rfa ra ,sin haber criado la TEMA (El) Proposición ó texto que se toma por asunto ó materia de un discurso, masculino; idea fija de los dementes, porfía, obs­ tinación, contumacia, femenino. No obstante, los cajistas hi­ cieron decir á Montalvo: «No lo era (loco) D. Quijote sino en lo concerniente á la caballería, mostrándose, por el contrario, cuerdo y hasta sabio en lo que no to­ caba á su negro tema.» (Capítulos que se le olvidaron á Cervantes.) TEM BLA D ER A Posee varios nombres el sitio cenagoso que, con poco mo­ vimiento que se haga, retiembla: , , - Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" niedcil, tremadal.— ( ra m e,Tant., , del latín temblar). Tembladera en español es lo que nosotros llamamos totuma. (Véase esta palabra.) TEMBLOR Leve ó fuerte, dé alguna duración ó pasajero, el movi­ miento del terreno, ocasionado por varias causas geológicas, se llama o tm er , que quiere decir movimiento de tierra. Nosotros denominamos así á los fuertes, y á los leves temblor. Como este sustantivo significa otra cosa, al menos debemos especificar diciendo temblor de tierra. TEMPERAMENTO Según los fisiólogos es la constitución particular de cada individuo: modo de ser proveniente del predominio en el orga­ nismo de la acción de un órgano ó de un sistema de órganos. No es, pues, lo propio que temperatura ni clima. «Se obstinan en que el o tn em a rp,la edad ni el genio tener influencia alguna en sus inclinaciones, ó en que su voluntad ha de torcerse al capricho de quien las gobierna.» (Don Leandro Fernández de —E l si de las niñas.) «Además la conducta de Guillen no le hacía maldita la gracia, y se sentía muy dispuesto á penetrar en el secreto de aquel extraño proce­ der, á viva fuerza: este era su temperamento.'» (Selgas—Dos muertos vivos.) TEM PLAR, TEM PLA R SE, TEM PLE Son lo opuesto de lo que los ecuatorianos queremos que signifiquen; pues templar equivale á moderar, entibiar ó sua­ vizar la fuerza de una cosa y templarse á contenerse, mode- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" / TER 453 rarse, y evitar el exceso en una materia. Nosotros atribuimos el calificativo de templado al hombre ó á las acciones enérgi­ cas y vigorosas; y damos á templarse la significación de arros­ trar peligros, acometer resueltamente actos de valor, de teme­ elp m T,por lo mismo, qu ridad y aun de crueldad. en nuestra jerga, energía\y para que se vea cuán c y extravagantes son las acepciones que damos á las voces los americanos, anotaremos que en Chile significa rado, y temple ó tiemple que es lo más común, miento, ro ,m a así como también , amante. Es de sospechar que vienen las erróneas acepciones ecua­ torianas, ya de la de valiente con serenidad que los españoles dan familiarmente á o d a lp m et ,ya de la operación de temp los metales, de donde acaso se tomó aun la dicha expresión familiar española, ya de entesar ó dar tensión á las cuerdas de un instrumento músico, etc. TENDER (la cama) Excusado sería copiar aquí las varias acepciones del verbo tender, ninguna de las cuales corresponde á la de preparar la cama para acostarse en ella; aunque como parte de dicha ope­ ración éntre la de tender ó extender las sábanas y frazadas sobre los colchones. La frase propia es hacer la cama; así como también se dice en España estar la cama a h ce ,y no , cuand parada para que en ella nos acostemos. «La cama se encontraba ción, etc.» a h ce,intacta, y por debajo (Selgas—Nona.} T E R CENA Llámase el almacén en que el Estado vende directamente tabaco ú otros efectos estancados. No se comprende por qué extravagancia, aunque la carne Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" jamás que sepamos se ha estancado (excepto en épocas de no grata recordación en que el público comía carne de ), los ecuatorianos llamamos tercenas á las , ó tiendecillas ó puestos de carne, esto es, álos lugares en que se vende carne al por menor. En cambio, á la palabra carnicería hemos elevado á la con­ dición de matadero (lugar donde se mata el ganado) ó de rastro (sitio donde se vende la carne al por mayor). TER C EN ISTA Persona que tiene á su cargo la , ó sea pues, el individuo encargado de vender efectos estancados por el fisco, y no la persona que vende carne, quiere decir, el carnicero. TERCO Damos á este adjetivo significaciones que no tiene, recta ni tropològicamente: o d a g ep s, , , se­ vero, o ire,s etc. Defínelo el Vocabulario: «TERCO, CA. adj. Pertinaz, obsti­ nado é irreducible. ¡ Persistente, duro y bronco, como el mármol y otras cosas.» TERNEJO Ternejón, palabra que encontramos en el Léxico, es sinó­ nima de n ó ret ,adjetivo familiar que se aplica al que se enternece con facilidad; de donde resulta que ternejón es cosa contraria, no sólo distinta, de las significaciones que damos á ternejo: enérgico, vigoroso. Terne, sin embargo, aunque familiarmente, se emplea en el sentido de valentón, y es de suponer que de ahí hemos sacado nuestro adjetivo ternejo. O quizá de , que en plu­ ral y con el verbo echar equivale á juramentos y otros primores que salen de las bocas especialmente de los perdonavidas, jaques y matones, esto es, de los que nombra­ mos ternejos. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" TES 455 TERQUEDAD Que se dice también terqueza y viene de y conforme lo que se ha dicho en esta palabra, significa perti­ nacia, obstinación,inflexibilidad, porfía, disputa molesta y cansada, inflexible á la razón',y no desvío, a apego. TESTAR No es subrayar. Tratándose de cosa escrita, significa b o r r a r l a . TESTIM O Ñ O Testimonio. «Y porque no sea todo bueno (aunque lo es todo para los buenos); veríanse malos y ruines tratos y grandes desagradecimientos contra el Santo; falsos testimonios,malicias, mentiras, y motines de amigo enemigos.» — zn eig íS ( Vida de San Otra vez yo ataré corto Al que me pida dinero Sin recibo... y testimonio De no morir insolvente, No vuelvo á prestar al prójimo. ( Bretón de los H erreros—¡M uérete y ...Y aunque impida La muerte de Don Antonio Ver fiestas, en testimonio De su amistad... (F r . G abriel Téllez— Marta la piadosa.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" TIBIAR Entibiar. — Para algo ha de ser, pues, que aumentamos la preposi­ ción inseparable en á unos cuantos vocablos que no la nece­ sitan. Claro está: para poder cercenar dicha preposición á otras palabras, cuando nos venga deseo. TIEMPO (Hacer) Ocuparse en alguna cosa mientras llega el tiempo señalado para una ocupación, expresan los españoles con la frase hacer hora. Nosotros lo expresamos con la frase hacer , que en España significa esperar el momento oportuno para una diligencia. A las veces, nuestro hacer tiempo equivale también á las frases figuradas castellanas matar el , entretener el iienipo ó engañar el o p m e,it ocuparse uno en.algo, el tiempo se le haga más corto. TIERNO Significa blando, delicado, y aunque en sentido figurado se emplee también como reciente ó , está mal que, como única significación, le demos en el Ecuador la de no ma­ duro ó que no ha llegado á sazón ó á punto. Así decimos «esta fruta está ,» y expresamos lo con­ trario de lo que nos proponemos; pues tiernos estarían la chi­ rimoya, ó el plátano, ó las uvas, que, por haber llegado á su madurez, estuviesen blandos y delicados, y no los que, aun verdes ó en za rg, encontramos duros, ásperos y desag dables. Carnes verdes se dice en portugués á las carnes frescas ó recientes de las carnicerías, etc. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" / T IN 457 TIG R ILLO Llamamos á un ecn id ra Ppequeño, de hermosa piel sem jante á la del tigre. Linneo dió la denominación de dalis á la especie cuyo nombre vulgar anotamos. TIN A JER A (La) El sitio ó lugar destinado á las tinajas, ó la armazón en que se ponen la piedra de filtrar el agua potable y la tinaja que la recibe, o reja n it ,masculino. TINGAR, TINGAZO Tingar, dar capirotes ó papirotes, debe de ser quichua: tincnni, darse una cosa con otra, toparse, golpearse; chini. iincunacuni, competir, desaliarse, combatir, etc. Tingazo es papirote^ papirotada^ papirotazo ^ , ca­ pirotazo. « o m in ó reJ— . Bendita sea tu boquita de miel! Rosa.—(Dándole un papirotazo.) Anda malo!» ( Prueba—E l tiro por la culata.) TINT E R IL LO Nada diremos particularmente de este entremetido, que anda ya tan dueño de los tribunales, como del art. 48 del Có­ digo de Enjuiciamientos en Materia Civil de la República del Ecuador. (Véase el quichuismo TINTERO Es sólo el vaso en que se tiene la tinta. El juego de , salbadera, y algunas veces también de plumas, plegadera y otros útiles, colocado en una pieza de metal, madera ó cristal, se denomina escribanía.No está, pues, bien expresado: «Lafor- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Q. ) 45s T IR tuna del celebre escritor quedó reducida á su mesa de escribir y á un tintero de su especial cariño, compuesto de un frasco de tinta, arenillero, corta papel y plumas, contenidos en un elegante recipiente de metal amarillo, color de bronce, repre­ sentando el grupo de Laocoonte hallado en los establecimien­ tos balnearios de Tito.» Con las lenguas sucede generalmente lo que con las gentes: las en verdad opulentas y además de buen tono, lo manifiestan por la sencillez de los adornos y por la lujosa parsimonia de alhajas, randas y bordados; mientras que los pobretones, cuando pueden, se cargan de joyas y de sedas y de primores, que no manifiestan más riqueza que la del mal gusto. Las lenguas concisas lo son por ricas; los idiomas pobres necesitan de rodeos para la expresión de las ideas, es decir, gastan muchas palabras por escasez de palabras. La lengua de Castilla es, de cierto, entre las vivas, una de las más abundan­ tes; por lo que, como se ha repetido varias veces en estas Consultas, debemos presumir que no nos expresamos castiza­ mente, cuando empleamos circunlocuciones para presentar un pensamiento ó empleamos varias voces para denominar un objeto. Pudo decirse con menos vocablos: Los bienes de fortuna del célebre escritor quedaron reducidos á su escritorio y á una elegante escribanía a d ecn o rb , que representaba el gru Laocoonte, hallado en los baños de Tito. TIPO Dice el Diccionario: «(del lat. , del gr. xú“o;) m. Mo­ delo, ejemplar. || Letra de imprenta. || Cada una de las clases de esta letra.» No existe, pues, hierba alguna en España que se llame tipo; aunque sí hay la planta misma, cuyo nombre es polco. T ipo, seguramente del quichua , crespo, por la inser­ ción ensortijada de las flores del p T IR IC IA La voz ictericia, de ixtepo;, oropéndola, por el color ama- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" \ T IR 459 rillo de esta ave, ó de txxtv. milano, ó de txxtí, garduña, cuyos ojos, como los del ictérico, son amarillos; la voz , de­ cimos, según la etimología, es la palabra más apropiada para expresar la enfermedad, cuyo síntoma más visible, la amarillez verdosa, ha servido á varios autores desde antiguo para denominarle: morbus arquatus, es decir, de uno de los matices del arco iris, la llamó Celsio; ru a,de , Plauto, Sin embargo, el uso, supremo juez y árbitro en mate­ ria de idioma, deformó el referido vocablo apropiado, y la pa­ labra a icrt ,que corrige el señor don Pedro Fermín Cevallos en su Breve Catálago de sero , continúa cam obras de Medicina, ni más ni menos como la usa nuestro pueblo. No trae el Diccionario el vocablo , mas sí el icte­ ricia. ¿Por qué no lleva á una gruta Su negra misantropía? Malo está ese hombre. Yo creo Que padece de ictericia. ( . Bret ónde los H erreros— verás!) Melancólico era el uno, De edad cascada y marchita Macilento, enjuto, grave Rostro como de ictericia. (Saavedra— Una noche de M adrid—Romance v Tres galanes.) Los ecuatorianos pueden apoyarse, no solamente en la autoridad de las obras médicas españolas, sino en la de don L. Moratín, que en la Lección ,a citéo p escribe: ...Llena de jirones La pobreza con cara de tiricia... TIRO Caballos de tiro decimos los ecuatorianos á los que se llevan Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" sin servir, á n ó icevrp,ó de , ó de , vayan sueltos ó del diestro. T iro, en castellano, es conjunto de caballerías que tiran de un carruaje; tratándose de aquéllos, está pues mal empleada nuestra denominación. El Diccionario no trae la caballo de mano, que hallamos en escritores españoles como don Pedro A. de Alarcón. «Así sucede á los viajeros que les embisten los baguales y los dejan sin poder continuar, llevándoseles los caballos mansos de respeto ó de remuda.'» {A sara— Viajepor la A «El día que cruzó por aquí, iba muy bien vestido (Muley-Ahmed), todo de blanco, montado en una hermosísima yegua, blanca también, y seguido de tres caballos de mano...» {Don P . A . de Alarcón—La G uerra de A frica .) «Después venía el Príncipe (Muley-el-Abbas), montado en una ca­ ballo alazán, ricamente enjaezado, y seguido de tres caballos de 7nano que conducían del diestro tres esclavos negros.» (Idem—Ibidem.) I Diel propio modo chevaux de n ia d menominan los á los caballos de repuesto: «Les convoyeurs étaient admirablement montes et conduisaient des chevaux de main'». T IS E R A S Tijeras, tijera. La verde yerba nace tan menuda Orillas del estero cristalino, Y toda por igual por donde quiera, Como si la cortaran con tijera. {Pedro de Oiia—A rauco domado.) Ya le crece la barba, é valle alongando, Dijo mió Cid de la su boca á tanto: Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 461 TOD Por amor del Rey Alfonso, que de tierra me ha echado, Nin entraríe en ella a rejit ,ni un pelo non habríe E que fablasen desto moros é cristianos. (Poema del Cid). Tiseras u s á b a s e e n la a n t i g ü e d a d e n E s p a ñ a ; p o r lo q u e H a rtz e n b u sc h , im ita n d o el a n t ig u o ro m a n c e , d e c ía : 0 «E cuando á la primer tiserada sintió el (río del hierro, digovos que le paresció que le atravesaban el cuer con una daga buida.» (Hartzenbusch—M ariquita la pelona—Crónica del siglo X V ). «Desviábase mal su grado á un lado é otro fugiendo las mordedoras tiseras, cuyo fuerte golpeo é crujido feríale acerbamente las orejas.» (Idem—Ibidem). . TOCTE ó TO GTE M a g n ífic o árb ol e c u a to ria n o (Juglans cinérea)) c u y a e x c e le n t e m a d e r a o s c u r a e m p le a n c o n g r a n e stim a c ió n lo s e b a n is ta s , y c u y a n uez e s fé r ic a , m ás e s c a b r o s a y m u c h o m ás d u r a q u e la d e l n o g a l e u r o p e o , c o n t ie n e ta m b ié n u n a p a r t e c o m e s tib le p a r e c id a á la d e l fru to d el Juglans aunque m e n o s d u lc e . El sarcocarpo es m ás a strin g e n te aún q u e el d e la nuez ú ltim a m e n te n o m b r a d a . T O D IT O , T O D IT IC O poco S i el a d je tiv o ó el su sta n tiv o d im in u c ió n , s u p u e s t o poquito, es, cho y la parte son s u s c e p tib le s d e q u e lo p o c o p u e d e s e r m ás p o c o , e s to parte, m u y p e q u e ñ a , es d e c ir, parlecita; mu­ muchito, y m e n o s t o d a v í a s e r á d e c i r , la cosa íntegra ó e l exceso de c o n v e r t i r s e e n todito y ioditico, c o m o en n in g ú n c a so p o d r á s e r p o sib le q u e algo, todo, q u ie re se a re b a ja d o h a sta m al d e c im o s en n u e s tra te m a d e u s a r d im in u tiv o s . E m p lé a lo s ta m b ié n el p u e b lo paña: « ¡V iv a M a ría de a lg u n o s lu g a re s de E s ­ S a n t ís im a y v iv a su m e rc e d , q u e es el Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 4Ó2 TOQ am o de ioitico ventura de D . P e d ro A n to n io de A la rc ó n . el m u n d o !» , c o m o d ic e el g it a n o en Buena­ TO LA V o c a b lo d e lo s a b o r íg e n e s d e Q u ito . E l m o d e sto y e ru d ito h is to ria d o r D . P e d ro F e rm ín C e v a - de la Histo­ llo s e x p lic a , en el s ig u ie n t e p á r r a fo d e l ria del E cuador, lo q u e e ra n la s tolas: «Los caras no abrían sepulturas para enterrar los muertos como hacían los quitus. Colocaban el cadáver al haz de la tierra en lugar separado de las poblaciones, y poniendo en contorno las armas y alha­ jas que fueron de más estimación para el muerto, celebraban los fune­ rales. Concluidos éstos levantaban al ruedo del cuerpo una pared baja, construida de piedras brutas, y la operación comenzaba primero por los más allegados al difunto. Hecha la circunvalación de la pared y construida una bóveda sobre el cadáver, cargaban tanta piedra y tierra t que venía á formar un montezuelo que llamaban tola, mayor ó menor, según la condición ó categoría del muerto, sobre la cual se hacían las demás ceremonias, ora mensual ó anualmente. Casi en todas las provin­ cias serraniegas de la república se encuentran esparcidos esos monu­ mentos de nuestros mayores, y en muchos de ellos se han hallado algu­ nas alhajas ó piezas de oro, muestras patentes de su abundancia.» E l su sta n tiv o com ú n ha p a sa d o , a d e m á s, á se r n o m b re p ro ­ p i o ; p u e s t e n e m o s e l p u e b l o d e la T o l a , l a i s l a d e l a T o l a , d o s ó tre s h a c ie n d a s lla m a d a s T o la y v a r io s s itio s d e n o m in a d o s T o la , s in d u d a p o r q u e e n e l l o s h a y ó h u b o c ie n d o á tolas. E stas van desap are­ c a u sa d e la s e x c a v a c io n e s v e r ific a d a s p o r lo s a n tic u a ­ rio s y s in g u la r m e n te p o r lo s n e g o c ia n t e s en o b je t o s in c a ic o s . T O Q U IL L A La Carludovica palmata,se m e j a n t e á una pa d u c e e s p o n t á n e a m e n t e en lo s c a m p o s a b r i g a d o s d e la r e g ió n in fe rio r d e mocora, n u estra R e p ú b lic a ; y p r o p o r c io n a , ju n to c o n la el m a te ria l p a r a lo s v a lio s o s s o m b r e r o s q u e se e x p o r - Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" TOR 463 tan de varias Provincias y en especial de Manabí. Sabido es que hay algunos de Jipijapa, Portoviejo y Montecristi que se venden hasta por quinientos francos y aun más. Y á propósito de los referidos sombreros, haremos notar al esclarecido autor de Remerdosde España que el nombre común , que se da á algunas de aquellas prendas del traje, proviene del lugar donde se fabrican y no de la materia de que están hechas, como cree nuestro amigo el autor aludido. «La industria principal de los manabitas consiste en la manufactura de sombreros de paja toquilla: los de Montecristi son los más finos, y tanto que algunas veces se ha pagado ochenta sucres por cada uno, los de Jipijapa, los que se trabajan en mayor número y los de Santa Ana los más ordinarios. El uso de estos sombreros es tan general, que se llevan á todos los mercados de América y Europa, aunque no con el nombre de la Provincia en que se fabrican, sino con el de la segunda, tercera ó cuarta plaza en que los compran, como sombreros de Panamá á los introducidos al Brasil, y sombreros del Brasil á los llevados á Europa de los exportados de Manabí á Panamá. Cierto que el tejido de sombreros de paja toquilla se ha generalizado ya bastante en otros pueblos de América; pero estamos entendidos que ni la paja ni el tejido son tan finos como los de Manabí. (P. E . Cevallos—Restañen de la Historia del .) TORTA \ Denominan aquí los niños al Phaseolus . Proba­ blemente es lo que en San Salvador llaman piloy; pues el doc­ tor Santiago Barberena, en su libro intitulado , dice que los piloyes son unas hermosas judías ó fríjoles, de más de media pulgada de largo y de diversos y hermosos colores, con que juegan los niños, como César Augusto jugaba con almendras. Dice también que son comestibles, lo cual ignorá­ bamos de las sa tro,á pesar de su nombre. TO RZÓ N Respecto de esta voz hay que notar: primero, que es tan Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" TOT 464 castiza como torozón; y segundo, que viene del latín y significa contorsión, esto es, movimiento convulsivo ó violento y desordenado que hacen los animales cuando padecen una enfermedad que ocasiona gran dolor en las visceras del vien­ tre. Es, pues, un síntoma y no lo propio que , timpanitis ó simplemente cólico. < TOSTADO El Diccionario último trae ya la palabra aunque in­ completa; pues si los ecuatorianos y peruanos teníamos dere­ cho para que los Académicos aceptasen el nombre del maíz c o c i d o ,los chilenos y no sé si también los argentinos, lo tenían para que el tal nombre se hiciese extensivo al trigo cocido. Con añadir: «Jiote, m. maíz ó trigo cocidos, que se emplean como alimento en algunas partes de América,» nada quedaría por reclamar. Pero sí, aun pondríamos pleito al Léxico por haber acep­ tado la voz quichua cancha y no la que motiva este artículo. Tostado es, por antonomasia, en el Ecuador el maíz tostado. La palabra cancha no está en uso ya más que entre los indios que no hablan castellano ó que afectan no hablarlo, mientras que nuestro término pertenece al vulgo, á la burguesía y aun á la nobleza cuando el tostado es de canguil y, en especial, si viene confitado ó sea en forma de colación de pobres, que no menosprecian tampoco los ricos. En las estaciones de ferro­ carriles de los Estados Unidos de Norte América hemos visto vender el canguil reventado ótostado de y Juan de Arona dice que lo vió comer en Egipto, donde se le de­ nomina dourah. TOTORA Planta acuática, especie de anea ó espadaña, de que se fabrican esteras. la ro tT, sitio lleno de totoras, general pantanoso ó lacustre. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ff .t 465 TRA TRADICIO NALISTA Tradicionista,tradtetona lista llamamos á los escritores de tradiciones, y en singular al criador de este género literario, al gallardo prosador y poeta don Ricardo Palma. nista no se encuentra en el Léxico; mas sí que profesa la doctrina del tradicionalismo, ó cosa pertene­ ciente á esta doctrina. Por estar en el Diccionario al menos la palabra, la hemos empleado aún en este libro en la acep­ ción que no trae el Vocabulario académico. TRAGO Por antonomasia es para nuestro pueblo el de aguardiente, ó algo más aún, pues trago es sinónimo de aguardiente. T R A JE Denominamos al enmascarado, encaratulado, máscara, mo­ jiganga, etc. En España se da una significación análoga al sustantivo anotado. Así leemos en E l , de Madrid, del 2 5 de marzo de 1907: «En Odessa ha ocurrido un trágico su­ ceso: habíase organizado un baile de niños que era de trajes. Concurrieron á él gran número de pequeñuelos elegantemente disfrazados...» Es una como elipsis en la forma que usamos la voz. Baile de trajes, leo también en un programa de fiestas madrileño; debe de ser baile de trajes del siglo tantos, ó de tal país. TRA N SA R Mal dicho. rig sn a T. TRA Q U EA D O Damos á esta voz todos los significados que derivan del verbo español traquear. Mas, no sólo nosotros, sino tam­ bién escritores que no son ecuatorianos, como don Alonso Alvarez de Soria: 30 I Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 466 TRA Ninfas que en las tasqueras Del Compás, Resolana y San Bernardo Sobre humildes esteras Tendéis el pobre y traqueado fardo. (Sátira). TRASPLANTACIÓ N Dígase trasplante. T R A ST R A BA D O Es, según nuestros entendidos en caballerías, el mulo ó caballo sometido á la operación de que se habla en el párrafo que sigue. En todo caso es término ecuestre ó hípico (como dicen los que «para mayor claridad», prefieren palabras ve­ nidas del griego); pues significa en castellano, caballo ó yegua que tiene el pie derecho y la mano izquierda blancos. T R A ST R A B A R Decimos á cierta operación por la que el picador obliga á la caballería á tomar un paso anómalo que, cambiando el mo­ vimiento de pie y mano contrapuestos como se efectúa en el trote, sirva para acostumbrarla al portante, paso de ó de ambladura, que estas tres denominaciones tiene lo que nosotros llamamos andar de paso. Probablemente el verbo trastrabar vino de trabar; supuesto que á las caballerías rea­ cias al trastrabe,se las precisa á él poniéndoles una cuerda del pie á la mano, esto es, echándoles como se dice en cas­ tellano. Entiendo, pues, que estaría bien decir trabar en vez de trastrabar; y que aun este último vocablo no es del todo malo, tanto más cuanto que trastrabarse la lengua ó trabarse la lengua son sinónimos en castellano. T R A S T R A B IL L A R Debe de tener el mismo origen que trastrabar. En el Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 4 TRI * 467 Ecuador lo conservamos tal como, según Cuervo, hubo de venirnos de España; en algunos otros lugares de la América española se dice trastaviltar.Equivale á vacilar, ir ha eses, estar hecho una equis, dar traspiés; , no ialear como, sin duda por error de imprenta, dice el Breve Catálogo del doctor Cevallos. T R E NCILLA Por similitud con una trenza ó con el galoncillo denomi­ nado castizamente a licn ert ,llamamos así á varias especies d licopodios, abundantes Criptógamas vasculares ecuatorianas, de las que el profesor de Botánica de la Universidad Central, P. Luis Sodiro, ha descubierto seis ó siete nuevas especies y aun dedicado una al autor de este libro, la Licopodium Tobari. El pueblo les atribuye distintas propiedades medica­ mentosas. T R E S C U A R T O S (para las cuatro) Ha de decirse las cuatro menos cuarto. .[ T R E S Q U IL A Esquilar, cortar con la tijera el pelo, vellón ó lana de los ganados; dícese también a liu q srt , verbo del que sacado mal el sustantivo que anotamos. La acción y efecto de esquilar y el tiempo en que se es­ quila, se denominan esquileo; lo primero, además, esquila. Tampoco hay tresquilar en el Léxico español. TRI BU L Trébol ó meliloto: Género de leguminosas papilionáceas, que comprende especies muy estimadas, comestibles, forra­ jeras y oficinales. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" TRO 468 TRINCAR I Dígase atar, sujetar, amarrar, etc. Don Juan Montalvo acaso halló en algún autor español el verbo , en la acepción usada por nuestra plebe, cuando lo emplea en el si­ guiente pasaje de los Capítulos que se le olvidaron á Cer­ vantes: «No dejó de admirarse don Quijote cuando á la luz del día, que en largos rayos entraba por las rendijas de la puerta, se vió trÍ7icado al maderamen del aposento.» El último Diccionario acepta ya el verbo familiar y figura­ damente, en la acepción anotada. TRINCHE No es vocablo español ni con el significado de , ni con el de trinchero,en la denominación plato trin damos al plato plano. Ha de ser probablemente abreviatura de trinchero ó de etn a h cir,palabra que significa, entre otra cosas, instrumento con que se afianza ó asegura lo que se ha de trinchar. En Chile parece que se da aún mayor extensión á la voz que anotamos; pues leemos en la sección de avisos de los dia­ rios de Santiago y Valparaíso que «se vende (también allí co­ meten esta falta de concordancia, común entre nosotros) apa­ radores, mesas seh cn irt, etc.» T R IQ U IS M IQ U IS O simplemente siu q rt.Dígase tres en raya. TROMPADA, TROM PEAR, TROMPEADOR, TROMPÓN, TROMPIZA El verbo está en el Léxico de la Academia, pero definido «trompar ó ra ep m o t, jugar al trompo»; el adjetivo no, mas Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" TRO 469 pudiera acaso significar, si hiciese falta, persona que juega con trompos. T r o m p a d a ,dice el Vocabulario, golpe d trompa, ó con el trompo. p m o rT, si algo signi trompa ó trompo grandes, según el más común valor de la ter­ minación aumentativa 011. Trompiza no trae tampoco el Dic­ cionario. De lo que se deduce que los ecuatorianos andamos des­ viados cuando atribuimos á las palabras expresadas las acep­ ciones de combatir á sa d ñ u p , que damos á tromp pú gil á trompeador;de puñetazo, puñada ó puño, á trompada y trompón; y de o ta lig u pátrompiza. Aunque, para descargo de nuestros compatriotas, debemos añadir que un miembro respetable de esta temible familia, trompada, nos vino de la tierra andaluza, donde, como se ha dicho antes, hemos trope­ zado con muchos de esos personajes que creíamos compatrio­ tas nuestros, oriundos y autóctonos de América, y que prue­ ban, además de ciertas costumbres, etc., que el actual Ecuador, especialmente, fué poblado en gran parte por andaluces, cuya sal brota á cada momento en los labios de los quiteños y de los pobladores de otras de nuestras ciudades. Así hay otras muchas palabras de las corregidas como americanismos por Baralt, Cevallos, Cuervo, Paz Soldán, Ro­ dríguez, etc. Aceptado por el Diccionario el vocablo púgil, como con­ tendor d puñadas, y no sólo como «antiguo gladiador», sería innecesario el anglicismo boxeador con que se ha dado en llamar á aquellos brutos,—perdónenos la palabra la culta Albión,—que uno con una órbita vacía y otro escupiendo los dientes, arrancan aplausos á los extravagantes británicos ó á sus hijos los norteamericanos, estos bárbaros de la civili­ zación. El golpe dado con el puño, se nombra también puñete. «Que es una recia cosa... andar buscando aventuras toda la vida, y no hallar sino coces y manteamientos, ladrillazos y puñadas.» ( — Quijote.) «Allégate a mí; ven acá, que mil azotes y puñadas te dé en este mundo y otros tantos besos.» (Rojas—La Celestina.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" TRO 470 «Cantaba el ciego al són de la ronca gaita, y el lazarillo al de su pandereta, herida á pitñetazo seco.» ( . — a E l sabor de la erd P «Casualmente me coge Ud. en un momento en que aplastaría al mundo de una sola a d ñ u p». — Dos muertos vivos.) «—¿Qué tienes tú que darme puñetazos en el pecho? —Yo piiñetazos! Hombre, tú sueñas. —No, señor, el que sueña eres tú, y sin duda soñando me has dado un p u ñ e t a z o .» ( Trueba— Las aventuras de un sastre . ) La razón no quiere fuerza. Dice un refrán, y es un necio, Que con fuerza una pxiñada Tiene cosas de argumento. {Don Antonio de Solis— E l amor al uso.) TROMPEZAR Trompezar y entropezar ó entrompezar son las formas antiguas en España, vigentes aún en el Ecuador, del verbo tropezar como se dice hoy. «Iban las mujeres al infierno tras el dinero de los hombres, y los hombres tras ellas y sus dineros, tropezando unos con otros.» {Quevedo— Las Zahúrdas de Pintón.) «El incrédulo es un ciego que anda á tientas, y como no ve nada, en todo tropieza.» ( Selgas— Dos muertos «A nadie encontramos que pueda anunciar a Guillén la visita de sus amigos, lo cual no dejaría de ser cómodo si tropezáramos con alguna puerta...» ( Idem — Ibidem). Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" {Duque de R ivas—E l desengaño.) TROMPEZÓN --------------— Tropezón, según lo dicho en trompezar. «Comenzó á andar, dando n o zep rt ,zancadillas y su f — o d evu Q Las Zahúrda T RO NCO Si alguien hablase de un troncho no sería ciertamente en­ tendido por nuestro pueblo; pues así nombra tronco al de los árboles, como—y quizá con más especialidad—al tallo de las hortalizas y en singular al de las coles, es decir, al troncho ó sea vara de las hortalizas que corresponde al tronco de los ár­ boles. De troncho se han formado , que se aplica á las hortalizas de troncho largo ó grueso: repollo tronchudo; chazo, golpe dado con un o h cn rt ,etc. oLas gentes desvalidas se disputan con ferocidad un troncho de col, y las sobras de aquellos pocos que tienen todavía en su casa mesa con manteles.» {P érez Galdós—La Batalla de los A ra piles). TRO PEÑ A Dícese á la mujer que sigue á los soldados, particularmente cuando salen á campaña. TRU N CO «Tomo trunco de tal obra», decimos del que, perteneciente á una obra en varios tomos, está descabal. Obra a cn u rt ,llamamos asimismo á la incompleta, etc. m Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 472 TU C TRUST ’ \ / y Aunque pudiera reemplazarse esta palabra por el vocablo español m onopolio, no es él propiamente. Por trust se entendía antes la coalición de productores con el objeto de conseguir la disminución de gastos, el perfeccio­ namiento del producto y aumento de beneficios; más tarde se denominó trust la unión ó sindicato (Véase la palabra) de especuladores, con el fin de acumular tales ó cuales mercan­ cías, ó apoderarse de una empresa ó de un negocio para obte­ ner enormes ganancias, monopolizándolos. Los grandes trusts tuvieron su origen en los Estados Unidos de América; aunque el nombre proviene de Inglaterra, donde se denomina trustee á la persona á quien se confía la administración de los bienes de otra, esto es, al apoderado, depositario, administrador ó síndico. La primera sociedad á que se llamó ué The Standard OH Trust, formada por acuerdo de las diversas compañías ex­ plotadoras del petróleo descubierto en Ohío y Pensilvania, uni­ das por el millonario Rockefeller después de sostener entre ellas una tremenda lucha de competencia. Posteriormente han ve­ nido los trusts de algodón, de azúcar, de ferrocarriles, de bu­ ques, etc., administrados por los respectivos trustees. No será imposible que un día la Magna República constituya un trust para absorber todos los asuntos del globo terrestre. Trusts como sustantivo, significa seguridad, confianza, car­ go de confianza, crédito, administración, fundación, institu­ ción, etc. TUCUR PILLA Columba passerina (?) Tórtola del mismo color que la co­ mún, pero casi tan chica como un gorrión. No gusta de po­ sarse en las ramas; y sociable como es, corre y busca el ali­ mento bajo los árboles, acompañada de varias amigas ó siquiera del inseparable macho. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 473 TUM TUMBADO Adjetivo. De figura de tumba.—El techo en lo interior de los edificios, de superficie plana y lisa, cielo raso. «No dejó de^admirarse don Quijote cuando á la luz del día que en largos rayos entraba por las rendijas de la puerta, se vió trincado al maderamen del aposento, que no tenía cielo raso... , ( — o vla tn M Capítulos qjie se le olvidaron á Cervantes). \ \ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" u UMBRAL, U M BRALAD A, UM BRALADURA Umbralada ni umbraladura no hay en el Diccionario; bral, lugar en que hace sombra fu m braj el , es la parte inferior ó escalón, por lo común de piedra, y contrapuesto al mismo letn id, en la puerta ó entrada de cualquiera casa. Nos­ otros denominamos timbral al dintel ó , esto es, á la parte superior de las puertas y ventanas que carga sobre las jambas. ¡Mas qué veo! ¡Arrodillada Al umbral una mujer! ( Br et ónde los H erreros— «¡Qué cosas se ven (dijo) desde los umbrales de la muerte! Jamás Celia me ha parecido tan hermosa como en este momento...» (Selgas— , Carne.) «¡Qué cosa tan natural es el sueño, y al mismo tiempo qué impene­ trable!... Parece que nos asomamos al umbral de un mundo descono­ cido.» {Selgas— Rayo de sol.) No merezco vuestro trato, Ni pisar vuestros umbrales. ( . Martínez de la Rosa— La niña eji casa y la madre en la máscara.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" UVI 476 «En vano las colgaduras de seda amarilla se cruzaban como bande­ ras sobre los di?itelesde las puertas.» fSelgas—Rayo de Sol.) El Léxico de 1899 acepta, como término de arquitectura, la acepción de umbral, «madero que se atraviesa en lo alto de un vano, para sostener el muro que hay encima;» con lo cual autoriza, casi, el significado que los ecuatorianos dan á la pa­ labra anotada. UÑA DE GATO ¿Del nombre botánico Inga La planta que así denominamos, se conoce en castellano con una sola palabra: gatuna ó , ó simplemente gata. U T IL IZ A B L E Aprovechable. Quizá la Academia no halle mal formado el adjetivo zable, y lo deseche por creerlo innecesario; sin embargo, nos­ otros creemos que entre utilizable y aprove pia diferencia que entre los verbos casi sinónimos utilizar y aprovechar, matiz tenue que se percibe más bien que se ex­ plica y con razón ha hecho decir á los filólogos entendidos que propiamente no hay sinónimos en castellano. El Diccionario último ha acogido ya el vocablo. UV 1LLO Ovillo. De dicen m u vo huevo; , no de itvillo. i uvaycomo «Que vuestra merced sea servido de mostrarnos algún retrato de esa señora, aunque sea tamaño como un grano de trigo, que por el hilo se sacará el ovillo. (Cervantes—Quijote.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" V VACA LOCA Es lo propio que, conforme un útil libro que leo al con­ cluir la impresión de estas Consultas—el Diccionario de bar­ bar ismos y provincialismos de Costa Rica por don Carlos Gagini—,nombran los costarriqueños y «consiste en una piel de buey sostenida por una armazón de cañas y recubierta de buscapiés; etc.» «Un hombre, agrega el señor Gagini, pasea el aparato en torno de la plaza, dispersando á los espectadores y dando lugar á mil lances divertidos.—Pro­ bablemente guaco es el mexicano , cosa seca ó enjuta.» VAHU V aho, el vapor visible que sale y se eleva de una cosa ca­ liente. En la antigüedad se dijo vafo> como vocablo de tran­ sición del latino ro p a v,yaporis. «La furia del contagio (de una mortal pestilencia) era tan grande, que de sólo mirar á uno solo se le pegaba y moría, por estar el aire de la ciudad tan corrompido del calor gravísimo del pestilencial mal, que á cualquier miembro que llegaba el vaho y aliento, se levantaban gran­ des ampollas, y hacían llagas mortales.» ( —D iferencia ele.) Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" VEL 478 VA LA CA D A ó BALACAD A Jactancia. «Que si los que tan mal empleados van, se esmeran tanto en servir á tan ruin señor, que tiene por caso de menos valer andar con floxedad, y no crecer mucho en su trato, en tanto que á veces quieren igualar con jactancias fingidas los hechos torpes y verdaderos de otros...» (Fr. Ju an Márquez—Los dos Estados de la E spiritu al .) VALONA (Hacer la) Valona, de n ó la v, su la w,nada tiene leo de las crines de las caballerías, operación á la cual el Dic­ cionario denomina afeitar (4.a acep.) Mas hoy que son pocas las señoras y señoritas que no se , podría ser que se juzgara poco respetuoso hacia ellas, el que se hablase de afei­ tar caballos, mulos y asnos; y en tal caso convendría que para estos animalejos recordásemos otro verbo usado también por nuestros campesinos, y bien usado: tusar ó atusar. «Atusar, dice el Diccionario de 1726, cortar con tijera el pelo con igualdad, y muy bajo, así á los hombres como á las bestias... Viene del francés Toyson, que significa vellón, y antepuesta la A se forma el verbo, que significa cortar el vellón, ó trasquilar. Antiguamente se decía Tusar...» Y no sólo cortar el pelo á los hombres y á las bestias, sino también podar ó despuntar las plantas. Don José María de Pereda, en Peñas arib,dice que «Chisco precedía trepando sosegadamente por derecho, garantido por sus tarugos contra los resbalones de que no se libraba el caballo que conducía de las riendas, cuando pisaba sobre el atusado ramaje de los brezos.» VELORIO Así denominamos el acto de velar los cadáveres, especial­ mente de los niños. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" VEN 479 Mejor estará decir n ó ica lev ,según el Diccionario; a la voz no significa todo lo que nuestro , esto es, acción de velar á un difunto, singularmente niño, mitigada por traguitos de licor, piscolabis y algunos divertimientos ( de velorioJ, etc. VENA 4-------- * La ignorancia que nos hace en ocasiones inventar vo­ cablos, otras veces es motivo de que les atribuyamos sig­ nificados que no poseen; con lo cual quedan cesantes unas cuantas palabras, y el lenguaje del vulgo reducido á un glosario especial en que abunda lo inútil y falta lo indis­ pensable. Ocúrrensenos estas reflexiones por lo que pasa con el sus­ tantivo a n ev,feliz personaje al que hemos entregado á puertas cerradas todo cuanto poseían una multitud de desaparecidos, olvidados, muertos é inhumados en el idioma ecuatoriano. Así llamamos venas á los tallos flexibles de ciertas plantas trepadoras ó rastreras que los campesinos utilizan en vez de sogas. Denominación que incluye les bejucos y lianas em­ pleados por los habitantes de la costa para las ataduras de las cercas, de las balsas y hasta de los tabiques de las casas. Así nombramos las fibras tendinosas ó aponeuróticas de las carnes comestibles; así los cartílagos y hasta las arterias y nervios del cuerpo animal; así la porción fibrinosa de las fru­ tas y de las hortalizas, etc. VENADERO Sitio ó paraje en que los venados tienen su querencia ó acogida. Nosotros decimos perro venadero al que sirve para cazar venados, generalmente galgo ó podenco. VEN D AJE Los que saben que yapa es quichua, pero ignoran que Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" VEN 480 existe en castellano la voz a lh ed,nombran á obtiene sobre lo que corresponde legítimamente en las ventas ó compras, vendaje; y pronuncian el vocablo de tal modo que no parece sino que espetan una lección á quienes les oyen. Vejidaje es cosa que recibe, no que da el vendedor; pues es paga dada á uno por el trabajo de vender lo que se le en­ comienda. Lo que agregan el vendedor ó comprador, de gracia, á la cantidad de lo vendido ó precio de lo comprado, llámase tam­ bién momio figuradamente. v VENDIMIA Del latín vindemia. Es un sustantivo que tiene, por cierto, un significado muy distinto de venta pública y común como en feria: vendeja; ó de cosa que se puede vender ó está de manifiesto para venderse: vendible; ó de todo género vendible, como dice el Diccionario: mercancía. «Cuando concluyó la la Virgen la vara de azucenas y...» vendeja,subió á Begoña, co ( Trueba—La vara de azucenas.) V E N IR Si el tal verbo significa, como en verdad significa, caminar de allá para acá, ó llegar al sitio en que está el que habla, lo emplean detestablemente los ecuatorianos que al encontrarnos en la calle, por ejemplo, nos dicen vendrás á , ó es­ tando en la ciudad nos preguntan ¿cuándo vienes á la hacien­ da?, ó nos contestan, si les llamamos, vengo! Irás á casa, debe decir el primero; ¿Cuándo vas á la hacienda? ha de preguntar el segundo; y voy contestará el ter­ cero, caso de ser llamado. Los franceses dan más amplia acepción á ven ir: se trans­ porter d' unlieu dans celui oü se trouve la personnc ou á laquclle on ,elra p ou de laquelle on parle, etc. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" VES 48 VESTIDO ____________ / T ie n e una sig n ific a c ió n m u cho m ás am p lia q u e la c o n c e ­ dida p o r los e c u a to r ia n o s , q u e d en o m in an así só lo la ó faldas m u je rile s. VETA _________ Veta. Según el Diccionario de los Académicos, es filón metá­ lico. || Faja de tierra ó piedra, que por su calidad ó su color se distingue de la masa en que se halla interpuesta. || Cada una de las listas onduladas ó ramificadas y de diversos colores que tienen ciertas piedras y maderas.—Todo lo cual corres­ ponde á la etimología del vocablo: del latín , faja, lista. Los ecuatorianos nombran veta ó beta á la correa cortada, sin solución de continuidad, de toda la piel de un toro, de un buey ó de una vaca, correa que retorcida y curada sirve para eiilazará los ganados y sujetarles. Diferenciase del cabresto en que aquella es más larga y fuerte. Llámanla tam­ bién lazo ó, en quichua, huasca. Enlazar es hacer prisioneros á los animales arrojándoles á los cuernos ó al cuello el lazo ó veta. El extremo de esta tiene un nudo corredizo. Es digna de verse la operación, en espe­ cial cuando el enlazador la efectúa á la carrera de su caballo y á la del toro, al que ya enlazado, retiene y hasta arrastra merced á la larga veta, atada á la cabezada de la : lo cual se llama arcionar. B e t a . E n c a ta lá n , c o m o en c a ste lla n o , sig n ific a la c u e rd a e m p le a d a en el a p a r e jo de un b u q u e . V ET A . Significa lo mismo que en castellano, y además es el tejido largo y angosto que sirve para atar. Pero sólo se le da este nombre cuando es de hilo, lana ó algodón; pues cuando es de seda, se le llama cinta. A la variedad de macarrones llamada tallarines ( tagliolino), también se denomina veta en catalán . Huasca en Chile nombran á la fusta. 31 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" VICTIMAR Por ra tm,ni en sentido alguno, no está en el Diccionario. Tampoco hace falta. V IG EN C IA Van á admirarse nuestros curiales y hasta nuestros políti­ cos al saber que no hay vigencia en el Léxico de la Academia. Están en vigor y observancia ó sea vigentes las leyes y ordenanzas, ó estilos y costumbres, en fuerza de obligación, ó de duración constante, respectivamente. Creemos que la voz debería ser aceptada. VIJAO ó BIJAO Las hojas de las Heliconias llamadas bijaos bihai y H. )a iltp s, que nuestros montañeses emplean para cubrir sus cabañas y para preservar de las lluvias las cargas que trasportan. V IN A G R ER A Vasija destinada á contener vinagre para el uso dia­ rio. ¡j pl. Conjunto de dos frascos ó ampolletas con aceite y vinagre para el servicio de la mesa de comer. ¡| Angarillas ó taller, pieza para el servicio de la mesa. Tales son todos los significados del sustantivo vinagrera; es, pues, arbitraria y extravagante la acepción que los ecua­ torianos le damos de eructaciones ácidas, provenientes de haberse agriado los alimentos en el estómago—para no dar una explicación más médica—, lo cual se denomina del latín ro ca, sa tid c,ó pirosis (irüp, fuego) por la se como de quemadura en la faringe que experimenta el que pa­ dece acedías. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" VOL 483 V IR G Ü E L A Viruela. ¿Para qué nos persuadas eres niña? ¿Importa que te mueras de N. í u Q—Soneto—A una ...Nunca, nunca He conocido en mi infancia Semejante enfermedad: Entonces sólo se usaban Indigestiones, viruelas. ( G orostiza— Indulgencia para todos.) V IR U SA V ir uta. «Y me embelesaba viéndolos manejar la azuela de angosto y largo peto cortante, ó sacar con la legra rizadas virutas de lo más hondo é intrincado de la almadreña.» . —Peñas arriba.) V O LA D A En lenguaje ele truhanes, volada equivale á trampa ó rate­ ría con engaño, estafa, petardo. No es propiamente el volata germanesco; pero de seguro es la misma palabra que, al tras­ ladarse á nuestra tierra, cambió así la t con d, como el género y el significado, que en jerga de rufianes peninsulares, es el de ladrón que hurta por tejado y ventana. VO LA N TÍN Volatín ó volatinero (de volar), funámbulo ( funis, ambulare ). Mientras de un volatín bastante diestro Un principiante mozalbillo toma Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" V 484 VUL Lecciones de bailar en la maroma, Le dice: Vea Usted, señor Maestro... ( . etra iT—Fábulas: E l volatín y su m En Chile llaman volantín á la cometa de los muchachos. V O LA TER ÍA Nada tiene que ver la caza de aves, que se hace con otras enseñadas á este efecto, ó el conjunto de diversas aves, que es lo que se llama terí ,con los cohetes la vo , á la congreve, chisperos ó tronadores. Volatería probablemente decimos porque los cohetes lan­ zados al espacio parece que vuelan, es decir, por la misma razón por que al manteamiento del escudero de don Quijote, Cervantes llama la volatería de Sancho: «Desearon saber todos qué era aquello de la manta, y el ventero les contó, punto por punto la volatería de Sancho Panza.» ( Cervan tes— Quijote.) «Y deseando saber el P. Dionisio en qué consistía el gusto tan grande, que hallan los señores en esta caza de , pues así se ocupan y consumen y aun muchos se destruyen en ella y sufren tanto cansancio y trabajo y se desentrañan en sustentar y renovar pájaros tan costosos...» (P . Ju a n Eusebio qtce fu e’ Duque cuarto de Gandía.) — g reb m iN Hechos políticos y religio VU ELTO El sobrante que el vendedor devuelve al comprador, que ha entregado cantidad superior al precio concertado, es vuelta. VULGARISMO A la acepción «dicho ó frase vulgar», podría agregarse: uso de voces introducidas por el vulgo ignorante. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" u » « Y YACUPUMA ó MARGUAY El F elis de la familia tigrina de Linneo, carnívoro de los más peque a n ileF.? YAPA Adehala. La gratificación que se da sobre el precio de una cosa que se vende, se llama adehala ó guantes. Si yapa y ra p ,y dar ó recibir momio ó de momio, no fuesen indudablemente quichuas creería­ mos que son el sustantivo llapa y el verbo llapar de los mi­ neros. La edad... Quisiera acertarla... A ver si le yerro mucho: La vista viva, la planta Firme... Serán... ¿Treinta y ocho? —Y otros doce de adehala. ( . Martínezde la Rosa— La niña e7i casa y la madre en la máscara.) YEG U A RIZO Es palabra anticuada, que equivale á Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" , YUY 486 esto es, el que cuida ó guarda las yeguas; mas no á yegüería ó yeguada, es decir, conjunto de yeguas. «Una profunda hoyada con hermosas breñas en sus laderas, y arro­ yos cristalinos en el fondo, golosinas que saboreaban á sus anchas las yeguadas y rebaños que se buscaban la vida por allí.» —Peñas a rrib a . ) YERBU N O Decimos al conjunto de hierbas que se crían en los prados y dehesas. La palabra castellana es herbaje. \ YUGO CARA Voz híbrida del castellano yugo y del quichua correa. Ha de decirse cornal ó cornil. , cuero, YUYOS Entendemos que se nominan con esta palabra quichua las herbecicas de cocina, las fines herbes que dicen los franceses, las que sirven de dar buen olor ú ornato á los manjares. Como palabra componente, empléase el vocablo hasta en Chile para denominar un vegetal comestible, el a h co,mar, lago, y yuyu, hortaliza). (cucha ó Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" ZA FIR O Así sería según la etimología griega, mas no según la latina. La Academia sigue la última, zafiro. ZAMBULLÓN La acción y efecto de zabullir ó zabullirse (no zambullir ni zambullirse), zabullidura ó zabullida. ZANAHORIA ó AZANORIA Nosotros confundimos dos especies botánicas de distintos géneros, aunque de una misma familia con una sola denominación, y llamamos zanahoria á la arracacha ó racachade los indígenas (Arracacha cuya raíz tuberosa blanca ó amarillenta, según la variedad, es incompa­ rablemente mayor y mucho más sabrosa que la de la zanahoria propiamente tal (Daucíiscarota), á la cual nombramos zanaho ria am arilla para diferenciarla de la otra. ¡Cuánto más sen­ cillo sería dar á cada cosa el nombre que le corresponde! • De paso, no estará mal recordar con don Rufino J. Cuervo, que debe pronunciarse zanahoria,como en el s plo por él traído: H a y m uy g e n tile s le ch o n e s Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 488 ZA P P o r c o n s e rv a c a la b a z a . Zan a-h ória y b e re n g e n a . ( — cnerdo en su casa.) « « E s t a es voz a r á b ig a ,» a g r e g a el eru d ito co lo m b ian o , * , m ediante la tra sp o sic ió n de las d o s c o n so n an tes f y « , c o sa m uy o rd i­ n a ria en las d e r iv a c io n e s de a q u e lla le n g u a , com o en alerebite, etc.» (Cuervo—A p u n t a c i o t i e s críticas sobre el lenguaje bogotano.) Monláu advierte que este vocablo árabe se halla escrito en los autores con variadas formas, tales como , niya, safonáriyá, sannáriya, y sannára.— Larramendi pretende que es voz vascongada, que significa raíz amarilla. Azanoria ó azanahoria deben de ser voces anticuadas, al menos la última; y de ahí se diría azanahoriate á la zanahoria confitada, y metafóricamente á los cumplimientos afectados. ZANJERO Decimos al que se ocupa en hacer zanjas. Está bien for­ mado y debe conservarse, aunque no lo trae el Diccionario de la Academia. ZAPALLO La familia botánica de las Cucurbitáceas propia, en la mayor parte, de las regiones tropicales, posee muchísimas especies en el Ecuador, algunas de gran uso para la alimentación. Cite­ mos las más notables: El zafallo cuyo pepón llega á las veces á un enorme tamaño, y el zam bo, asimismo de baya voluminosa, variedades de la Cucúrbita a ,m ixque se comen cocidos; el melón ( Cucumis pepo) y la sandía ( Cucumis rtió c que se producen en temperaturas más elevadas, cuya pulpa sacarina no necesita ser sometida á la cocción; las variedades de calabazas, so ru p,etc. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" zoc 4S9 Las plantas llevan el mismo nombre de los frutos respec­ tivos. ZAPATÓN No hay tal palabra en el Diccionario. El zapato impermea­ ble, en que entra el pie calzado, se llama chanclo y aun (cosa que ha de admirar á los ecuatorianos) choclo. Uno especial de las mujeres se denominaba chapín.—Advertimos también que chanclo y choclo significan asimismo lo que .los ecuatorianos nombramos ztieco,palabra castiza, cuya primera ac la de zapato enteramente de madera, que se usa entre la gente pobre de algunas provincias de España y de otros lugares de Europa. ZARAZO, ZA ó SARASO , SA Las inieses algo verdes y correosas al tiempo de cosechar­ las, están cerollas, y no zarazas ó sarasas, como decimos los ecuatorianos. ZO CO LAR O mejor dicho socolar,pues así se pronunci tras gentes del litoral no precisamente lo mismo que talar; pues la acción que significa el verbo consiste en una 'manera especial de ra tn o m sed, por procedimientos sucesivos, que el doctor Wolf describe de la manera siguiente: «En la selva vir­ gen el primer trabajo es ei de z, e los arbustos, enredaderas y árboles pequeños, dejando en pie solo los grandes; se amontona el ramaje, y después que se ha secado, se quema. Entonces se procede á tumbar los árbo­ les gruesos, y después de haber separado los troncos de buena madera, que uno quiere aprovechar, se reduce el resto y el ramaje también á cenizas. Las raíces quedan en el suelo y se pudren poco á poco, así como también muchos troncos grue­ sos, que no se han quemado del todo. Con esto el terreno ya Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 490 ZUR está listo, y sin otra preparación se procede al sembrado, haciendo huecos en el suelo con el machete...» ( TeodoroIVolj—Geografía y Geología del Ecuador). ZUMBADOR Denominamos los ecuatorianos á las chochas ó cho­ chaperdices, aves de carne excelente, muy comunes en los terrenos húmedos. ZUMBAMBICO Bramadera ó zumba. Con detenidos pormenores describe el Diccionario este juguete y la manera de usarlo: «Pedazo de tabla delgada, en forma de rombo con un agujero y una cuerda atada en él, que usan los muchachos como juguete. Cogida esta cuerda por el extremo libre, se agita con fuerza en el aire la tabla, de modo que forme un círculo cuyo centro sea la mano, y hace ruido semejante al del bramido ó del viento.» ZURRÚN Además de las razones expresadas por el señor Cuervo en su erudito libro Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogo­ tano, para la tendencia del cambio de la o en u, hay otro motivo más entre el pueblo ecuatoriano: la propensión quichua de convertir en una letra muy usada, la u, otra que ó no se usó ó casi no se usó por los incas, la o. Así nuestro vulgo dice zurrún, cucu ó o cu , cuyuntura, ahugar, en vez de zurrón, coco, c o y u n t u r a , ra g o h , gorrión, etc. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" SUPLEM EN TO AFLUJO Acéptalo la Academia como término de medicina. En va­ rios puntos de Hispano América lo empleamos con los sig­ nificados de acción y efecto de afluir, es decir, en vez del vocablo común y castizo afluencia. i A G U A D IJA R Producir aguadija ó salir aguadija. No hemos formado mal el verbo; pues la lengua castellana posee el sustantivo aguadija: «humor claro y suelto como agua, que se forma en los granos ó llagas», según el Léxico académico. A L F IL E R DE GANCHO Con tres palabras denominamos impropiamente, en algu­ nos países hispanoamericanos, al útil instrumentito que los españoles llaman elb id rp m. AM ANSADOR % Es para los ecuatorianos lo que en España se llama dor, desbravador. Genéricamente no está mal; pero específi­ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 492 B LA camente hay los términos que hemos expresado para la per­ sona que tiene el oficio de domar y adiestrar caballos. AUTO, AUTOBÚS Para abreviar denomínase aó au como debería decirse al automóvil ómnibus. Con sobrada razón el señor Araujo, profesor en el Insti­ tuto del Cardenal Cisneros, anatematiza el término , en cuanto no es castellano, ni francés, ni latino, ni griego. Omnibus, como lo recuerda el mismo señor, es dativo de la voz latina omnis,para todos; pero ,—de aúxoiuno mismo, de sí mismo, por sí mismo, y , última sílaba de aquella palabra latina,—no tiene significación alguna. No obstante, juzgo disculpable el uso de las palabras que estudiamos, adoptadas en Francia y trasladadas á España y otros lugares. en iC,se dice al cinematógrafo, y al pueb le parece mal eso de apocopar esta palabrota de seis sdabas á la que, con justicia, trata de cercenarle siquiera una el señor Soldevila. ¿Qué significa cine?Nada, si ate mondo; pero significa todo cuanto quiere decir si le conside­ ramos como síncopa de la voz, formada por xívv]|ia y Ypácpco. Metro denominan en París al metropolitano y taxis á los taxímetros; en Nueva York al elevated , ó sea ferro­ carril elevado, le llaman ele y aún le denominan por escrito L. No solamente hoy, en día de los automóviles y de los tranvías eléctricos y de las autocicletas y de los teléfonos y de los telégrafos y de los trasatlánticos, que van en cuatro días de Europa á América, y de los aparatos de aviación y de aerostación, no solamente hoy, decimos, el uso ha tratado de acortar las expresiones: en todos los tiempos la tendencia ha sido la misma y de ahí las aféresis, las síncopes y las apócopes, metaplasmos abundantísimos en todos los idiomas. BLANQUEADOR Tiene denominación propia el individuo que enjalbega esto es, blanquea las paredes con cal, yeso ó tierra blanca: enjalbegador. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" CAR 493 BOYCOT, BOYCOTE O, BOYCOTAJE Excomunión de pueblos en punto á la fé y la religión del siglo, el dinero. Boycottage acción y efecto de , poner entredicho generalmente comercial á una casa de comercio, á una sociedad ó á una nación ó estado: viene de pro­ pietario irlandés inscrito en el índex. C A L Z O N A R IA S La prenda de vestir de las mujeres, que se ciñe al cuerpo en la cintura y que baja hasta las rodillas cubriendo separada­ mente cada pierna, se denomina en español, en francés y en rumano pantalón y casi lo mismo en portugués (pantalonas) y en inglés p ( antaloon). De aquí la denominación de pantalón faldas ó pantalon-jupe dada á la novísima moda que está levan­ tando en el mundo tantas protestas, entre los enemigos de innovaciones de indumentaria,—como lasque provocó, según se refiere, la introducción del uso de las mismas calzonarias entre las mujeres de antaño. Parece que el pantalón femenino entonces fué calificado hasta de pecaminoso en algunos lugares de este globo terráqueo, tan apegado á las costumbres y no obstante amigo también de innovaciones, en especial en lo tocante á la dicha indumentaria. CAM O TE Llamamos á la batata, moniato, boniato ó buniato de los distintos lugares de España. No sé si todos estos nombres co­ rresponden á la Convolvulus batatas de los botánicos, especie que, por otra parte, sí tiene muchas variedades. CARRERA Casi es un catalanismo, en vez de calle: Correr les Corts Catalanes, Correr de Ansias March., etc. En tyíadrid hay la Carrera de San Jerónimo y no recuerdo si alguna otra más. Ig­ noro si el vocablo se empleará, también excepcionalmente, en Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 494 (i A R otras ciudades españolas. Pero, en todo caso, parece que más castellano sería que denominásemos en el Ecuador calle de tal ó cual cosa á las que, — todas las de la ciudad de Quito,— denominamos carreras de no mucho tiempo á esta parte. En la jerga de los gitanos ó de rufianes y ladrones, ó sea en germanía, se denomina carrera á la calle; en catalán carrer significa calle y de aquí, sin duda, no de la lengua de gitanos, debemos haber tomado la palabra. En español, carrera es camino real que va de un lugar á otro, ó calle que antes fué camino, por lo cual así se deno­ mina en Madrid la citada Carrera de San Jerónimo. CINTILLO Cordón ó cinta de seda, que se «usaba» para ceñir la copa del sombrero. Todavía llamamos así, en algunos lugares de América, tanto al cordón ó á la cinta que ciñen la parte inferior de la expresada copa, como á los que sirven de adorno ó para sujetar los cabellos de las mujeres de nuestro pueblo. COCHA Cucha, mar ó lago, en quichua; hoy empleamos el vocablo para denominar más bien los depósitos pequeños de agua, que no los grandes, esto es, las lagunas, las charcas, etc. CONGONA Nombre de una Piperácea ecuatoriana, la Peperomia gona, planta fragante de Quito y sus alrededores, conocidí­ sima por el vulgo. En el Perú denominan á otra Peperomia, la P . incequalijolia. GARRO TERO La voz estuvo muy de moda en una feliz época para el Ecuador: época en que para obligar á que se eligiese jefe de la nación á un personaje, se mandaba á los salones de diputados Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" MAD 495 á otros personajes,—congéneres de los sans-culoites de Francia ó de los más-horquerosde la República Argentina,—quienes, como emblema de sus altos destinos, llevaban un grueso ga­ rrote en la mano y en la gorra ó el sombrero una cinta con la inscripción-divisa «Fulano ó muerte». ¡Figuraos la libertad é independencia con que lps padres conscriptos procederían á deliberaciones y nombramientos, pastoreados por los insignes garroteros: que ya sabéis á quienes así se les denominaba! JA L Ó N En el sentido de tirón,es tan usado en el Ec el verbo ja la r (halar) en el sentido de tirar, ó sea, hacer fuerza para traer hacia sí algo, ó para llevarlo tras de sí. Jalón es palabra castellana; pero no, por cierto, con el significado ecuatoriano. LIM A (Llevar limas á Guaillabamba) Por producirse en mucha abundancia la expresada fruta en el pueblo mencionado, decimos en el Ecuador, en vez de llevar leña al monte ó hierro á Vizcaya, con que en la Península se encarece el desacierto de llevar una cosa á donde ella abunda. MACOMA, MACOMITA Nuestros muchachos denominan ó , á un juego parecido al de que hemos hablado en la palabra escon­ didas, esto es, al escondite ó dorm irlas que dicen en España. MADRINO Llamamos al caballo que sirve para amadrinar, esto es, al que sirve al desbravador para ayudarle en la obra de domar un potro ó mulo bravios. Amadrinador, por lo mismo, decimos al que montado en el madrino, ayuda en su trabajo al dicho desbravador. Acepciones castizas de madrina y am adrinar ex­ plican el significado de las voces ecuatorianas que estudiamos. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" M UC 496 MAMADA La cosa apreciable, que se adquiere á poca costa ó con poco trabajo, denominamos ,a mó también se dice asimismo en España. «Hoy comes de la olla grande, porque no te cuesta otro trabajo que meter el cucharón en ella; pero esta ganga tendrá su fin...» (Pereda—Nubes de estío). « En algunas de nuestras repúblicas del sur nombran p i­ chincha á lo que nosotros mamada. MATICO No mático,como dice la Academia, llamamos en el Ecua­ dor á una planta de la familia de las la Eupatorium glutinosum, completamente diversa de la que en el Perú denominan con el vocablo que anotamos: la Piperácea Piper angustifolium, muy usada en medicina, singularmente como antiblenorrágica. Ignoro si los peruanos hacen esdrú­ julo el vocablo, siempre grave para los ecuatorianos. MONDONGO Los intestinos y panza del animal, en castellano; la cabeza y patas cocidas, en ecuatoriano. MONTAÑA En el Ecuador damos á este vocablo, de preferencia, las acepciones de selva ó bosque, más bien que la de grande ele­ vación natural de terreno. MUCHA, MUCHAR Sustantivo y verbo completamente quichuas ( , muchana), usados por el vulgo del Ecuador en vez de beso y besar. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" I 4 TEN 497 PELLÓN Denominamos la zalea ó el cojín, etc., que pone el ginete sobre la silla de montar para proporcionarse comodidad. • v. PO ST EM ILLA Voz con que nombramos la ó , de los mé­ dicos, es decir, el abceso formado en la encía por enfermedad de ella ó de los dientes. PROPORCIONES Decimos por haberes, de proporciones.» bienes,hacienda: « RECLAMO Está muy mal dicho en vez de ó sea acción y efecto de reclamar, en el sentido de pedir ó exigir con dere­ cho ó con instancia una cosa. SA LV A G U A RD A R Galicismo • ' . ( sauvegarder)por , , etc. TAM BERO De tambo (Véase esta palabra). Ventero, mesonero, hos­ pedero. TENNIS Palabra inglesa innecesaria: , trinquete y hasta juego de pelota si se quiere. Hay unos cuantos tontos, que ni siquiera saben inglés, pero que no juegan pelota sino tennis; que nombran jockey al postillón ó al ginete; que hablan del high-life,dzfive-o’ dock tea, de , de gar ­ den-party; que califican de shocking las palabras ó las cosas; que jlirtean, etc. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" I 498 V IV T IG R A Parécenos que, no tanto por ignorar que el sustantivo tigre es del género común, cuanto por gracejo, en algunos lugares de nuestra república se dice tigra á la hembra del felino aquel. Así suelen denominar leche de tigra al aguar­ diente.— Tigra díjose también en la antigüedad en España. TOTUMA ó TUTUMA Es para los ecuatorianos lo que en España se llama tembla­ dera: un vaso ancho (entre nosotros generalmente de plata), de figura redonda, con dos asas á los lados, etc. En Venezuela, de donde proviene la voz anotada, totuma es una vasija hecha de un fruto seco y hueco, como el calabacín. Parecíanos voz quichua y le buscábamos la etimología sin encontrarla; pero, en todo caso, viene de un idioma afín del de los primitivos ecuatorianos. TROMPUDO Decimos al prognato y alguna vez al , esto es, á las personas que tienen salientes los huesos maxilares ó al menos los labios. V IR A R Dárnosle la significación de dar vuelta ó volver una cosa en una dirección ú otra. ¿Concedemos una ampliación al sig­ nificado del verbo español, ó viene del v ire r francés? V IV A R Por vitorear ó ra eo tciv. no es castellano. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PALABRAS ANOTADAS ABA ALM Págs. Págs. Abaleado........................... A b a le ar........................... Abanderizarse . . . . Abarcar........................... Abarrote........................... Abizcochar...................... A b o lla r ............................ Abordonado . . . . Abollonado...................... Abrasarse (de calor, etc.) Abrazar (la gallina, etc.) A b rid o r...................... A busivo........................... Acabar (á una persona). A c á p ite ........................... A c c i d o ........................... Aceite de petróleo . Acentuarse...................... Acial . . . . • Acoscojado...................... Acoscojarse. . . Actitud . . . . . . A c h o la d o ...................... Adefecio. . . • Adefesioso . . . . Adobón ........................... A d ueñ arse...................... Adulón . . . . . Advenimiento . . . . Advocación...................... A e r e o lit o ...................... Afelfado . . . • Aflujo. . . . • Africauizarse . . . . 15 15 16 16 17 17 18 18 18 ls 16 19 19 19 19 21 395 20 21 130 130 45 21 22 22 23 23 23 21 54 24 243 491 40 A g a l l a .............................................. 24 A g a l l u d o .............................................. 25 A g a r r a d e r a ........................................25 A g a r r ó n .............................................. 25 A g i l i t a r ...............................................25 A g u a d i j a r ......................................491 A g u a j e ...................................... 25 A g ua t er o . . . . . . 26 A g u i l ó n ...............................................26 A g u j e t e r o ........................................ 53 A h o g a d o r ........................................26 A h u g a r ............................................490 A i j a r e s .............................................. 27 A j u s t a r .............................................. 27 A j u s t ó n .......................................27 A l a b a n c i a ................................ 27 Alabancioso. . . . . . 27 Al acena . . . . . . 29 A l a d e a r ...................................... 29 A l b a ñ e l ...................................... 30 A l b e r j a ...............................................30 A l c a c h o f l a ........................................30 A l c a p a r r a s ................................ 3 1 A l c a y a t e .......................................3 1 A l c u z a ...................................... 3 1 A len tad o.......................................32 A l e n t a r ...................................... 32 A l e p a n t a d o ................................ 33 Alepantamiento . . . . 33 A l e s n a .......................................3 1 A l f e ñ i q u e ................................ 34 Alfiler de ganc ho . . . 491 A l i m e n t o s o ................................ 35 A l m a d a .......................................35 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" A l m a i z a l .......................................36 A lm of ré s.......................................3 1 6 A l m u a d a .......................................35 A l o j a d o ....................................... 36 A l p i l l e r a .......................................52 A l q u i l ó n .......................... . 36 Alt am isa . . . . . . . 37 A l t i l l o ...............................................37 Alto ( V e s t i d o ) ..................................37 Aluvión ( L a ) ..................................37 A l v e r j i l l a ........................................ 38 Amadrinado«' . . . . 495 A m a d r i n a r ......................................495 A m a n e r a d o ........................................ 38 A m a n s a d o r .......................... 491 Amansaje . . . . . 3 8 Amanse . . . . . . 38 A m a s a r ...............................................38 Amasijo . . ■ ........................ 39 A m a t a ............................................ 32 2 A m a t a r ............................................ 3 2 3 A m a t r e r a d o ......................................3 2 3 Amatrerarse . . 323 A m b a t e ñ o ........................................ 39 A m e l l a r ...............................................1 8 Amer ica niz ar se. . . . 40 A m o d o r r a d o ..................................40 A m o jo s e a d o ........................................ 41 A m o j o s e a r s e ..................................40 A n a c o ...................................... 41 A n a l f a b e t o ........................................ 42 A n d a n z a ...............................................42 A n d a r (de paso) . . . • 466 A n e x i o n a r ........................................ 43 An no..................................................... 43 A n t e n a l l a ........................................ 43 A n t i a l c o h ó l i c o .................................. 43 Antialcoholismo . . . . 43 A p a r t a d o r ........................................ 43 A p e l t r e c b a r ...................................... 3 7 3 A p l o p e j í a .........................................4 4 A p l o p é t i c o ........................................ 4 4 A p o l t r o n a d o .................................. 45 A p t i t u d ............................................... 45 A p u r a r ............................................... 46 A p u r i s m a d o ........................................ 45 46 A p u r o ....................................... 46 A r c i ó n ....................................... 78 A r c i o n a r ...................................... 46 A r e n i l l e r a ................................ 46 A r e n i l l e r o ................................ 47 A r i s m é t i c a ................................ 47 A r i s t í n ...................................... 47 A r r a n c a r (gritos) . . . . 48 Arrayador . , 48 Arrayar . . . . . . . 48 A r r e l l e n a r s e .......................... 48 A r r e t r a n c a ................................ 49 A r r i a r ....................................... 49 A r t e s ó n ....................................... 49 A r t e s o n a d o ................................ 49 A r u ñ a r ....................................... 49 Aruñazo ....................................... 49 ...................................... Aruño 50 A s c e n s o r ...................................... 50 A s e s a r ....................................... 51 A s i g n a d o ................................ 5*1 A so r ad o . . . * . . 52 A s o r a r ....................................... 52 A sp ill e ra . . . . 4 17 A t a p i a l a r ................................ 52 A t e n o r ....................................... 53 A u j a ............................................. 53 A u j e t e r o ....................................... 192 A u t o ............................................. A u t o b ú s ....................................... 492 53 A u t o m ó v i l ................................ 53 A u t o m o v i l i s t a .......................... 53 A u to m o v il is m o .......................... 24 Avenimiento • .......................... 53 A v í o ....................................... 51 A v o c a c i ó n ................................ 51 A z a f a t e ....................................... 51 Aza njar . . . . . . 488 Aza nor ia. . . . . . 40 Az ogueño ................................ 54 Azorrarse . . . . . 39 Azuayo . ................................. 40 B a b a h o y a n o ................................. 56 B a c e n i c a ....................................... 56 Bacenilla. . . . . . 57 B a d u l a q u e ................................. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" BAJ-CAJ 501 Págs. PAgs. Bajar (el vestido) . . Balacada. . . . . Balaustre . . . . B a l u m b a .......................... Bam puche . . . . B a n a l ................................ Banalidad . . . . Banalmente . . . . Banquillo . . . . Bañador. . . B a r a j o .......................... Baratillo . B a r a t u r a ......................... B a r b i j o .......................... Barbiq ue jo . . . . Barbo qu ejo . Barchilón . . . . B a r r a ................................ Barrullo . Bascosidad . . . . Bascoso .......................... B a s t o ................................ Batalla (campal) B a y on es a . . . . Be be d er o . . . . Belermo . . . . Benefactor . . . . B e r m e j o .......................... B e r r e a r .......................... B e r r e o .......................... B i j a o ................................ B i la b ar qu ín . Birabarquín. B i r o n d o .......................... Blanqueador B o c a r a d a ......................... Bocatoma . . . . B o c i n a .......................... Bodoquera . . . . B o h e m i a .......................... B o h e m i o .......................... B o l a ................................. Boletería.......................... B o l e t o .......................... B o l iv a r e n s e . Bolsico . . . . • • • • • V . Bolsicón...................... Bolsicona . . . . B o m b a ...................... Bonhomia . . . . Botar........................... Botoncillo . . . . Botualante . . . . B o y c o t ...................... Boycotaje . . . . Boycoteo...................... Bozalillo...................... Braceador . . . . Bramadero . . . . Brasilero . . . . Brevario...................... Broches ...................... B ro q u el...................... Buchazo-. . . . . Buche........................... Buen día...................... Buena noche Buñega ...................... Buñelera..................... B u ñ e lo ...................... Buonhomía . . . . Buscar ...................... Cabalgadura . . . Cabeza (del arado) . Cabezada (de la silla). Cabezazo..................... Cablegrafiar. . Cabl egrama. . . . Cabos........................... Cabrestero .' . Cabrestillo . . . . Cabresto. . . . . Cabro........................... Cabuya ...................... Cabuyo . . . . C a c h o ...................... Cachudo ...................... C a d a ........................... Caer cáncer. C a f é ........................... Caja de fierro . . . 68 Cajeta.......................... 37 57 57 58 58 59 59 59 59 60 60 60 60 245 60 61 1 27 61 61 61 62 62 62 63 64 64 64 39 1 64 64 482 65 65 65 492 65 1 03 66 67 67 67 68 68 68 39 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . : . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68 69 69 69 69 69 70 493 493 493 70 70 71 71 71 71 71 72 72 73 73 74 74 74 69 75 77 77 78 78 78 78 80 81 81 80 81 81 37 4 81 82 82 222 82 82 82 502 C A J — COI) Págs. Cajonera. Calavera. Calce. . Calé . . Calentura Cálido Calostre . Calza . Calzar Calzonarias Callá . . Callamba. Callampa. Camada . Camapé . Camellón. Camisola. Camote . Canasta . Cáncer . Cancha . Caneca . Cangagua Canguerejo Canguil . Canilla . Canterón. Cañarejo. Capellada Cápsula . Carbúnculo Carcomer Cárchense Cargado . Cariacu . Cariátida. Cariucho. Carlanca. Carnicería Carnicero Carpintero Carrasposo Carrera . Carreta . * 83 90 85 83 83 84 85. 86 86 493 86 87 87 88 88 264 88 493 88 89 464 89 89 90 90 91 91 40 91 92 92 93 93 93 40 2 23 437 94 94 95 95 95 96 96 493 96 P ágs. Carriel Carril. Cartucho Cascarilla Casero Casilla Casinete Casquillo Castilla Castillo Catalán Catire. Catzo. Caucara Caus . Cave . Cenegoso Censítico Cequia Cera . Cercín Cercha Cernir Ceutil. Ciénega. Cigarrería Cigarro Cimbrón Cinchón Cine . Cinematóg rafo Cintillo Círculo Clausurar Clima. Clin . Clister Clown Club . Cobija Cobrar . Cocacho . Cocaví . Coctel. . Cocha. . Codeador. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 97 97 136 98 98 99 99 100 100 06 101 101 392 101 102 102 1 95 103 103 103 103 104 104 105 105 10 5 235 106 106 106 492 492 491 111 107 107 108 110 110 110 111 112 112 135 112 494 113 COD -CUR Págs. Codear ................. Codeo..................... Coger (goteras) Cogotudo Colación . . . . Colación (de pobres) Colapís . . . . Coleta . . . . Color...................... Columbiarse. . Columbio. . Comadrona . Comedido Comedimiento . Comedirse . % Comelón . . . . Compañía . Compra (Se) Concejero . Concejil . . . . Concho . . . . Conchoso Condor . . . . Condumio Conferenciante. Confinio . . . . Congona. Congreganta Congresal . Congresista. Conservador Conservadorismo . Conservatismo . Consignación . Consignatario . Constipación . . Constipado . Cónsul . . . . Consulado . Contador. . .' . Contracción. . . Contraerse . Contraído Convento. . Conversar . . . Cormillo. . . . 113 113 113 223 114 464 115 115 116 117 117 118 118 118 118 118 119 120 120 121 121 121 121 158 121 122 494 367 122 122 124 124 124 131 131 1 25 1 25 1 25 126 126 127 127 127 128 128 128 503 Págs. Coro (Capa de)...........................128 Corozo . r ................................129 Correista..................................... 129 C o rre n tó n ................................129 Cortapapel................................ 137 Corte...........................................128 Coscacho.....................................112 C o sc o ja ..................................... 130 Costal......................................130 C o t e j a ......................................130 C o t o ........................................... 13 1 Covacha......................................130 C o vach ero ................................ 131 C r e t ó n ......................................132 C rispam iento...........................132 Crista........................................... 132 C r í t i c a ......................................132 Crítico . . . .. . . . 132 C roch et..................................... 134 C u a d r a ......................................134 Cuajo...........................................301 C u artillera................................325 Cucalón......................................127 C u c a y o ......................................135 C u co........................................... 135 C u c u ...........................................490 Cucurucho................................ 136 Cuchi........................................... 151 Cuchillo (de papel) . . . 137 C u c h u b o s ................................ 138 C u c h u g o s ................................ 138 C u e n c a n o .................................. 40 Cuereada..................................... 138 Cuerear . . . . . 138 Cuerazo......................................138 C u e riz a ..................................... 138 Cuero...........................................138 Cuete........................................... 138 Cuica........................................... 138 Culata............................... . 139 C u l e c a ..................................... 218 C u m b re ra ................................ 139 Curco........................................... 140 Curiquingue................................140 C u r s a r ................................ 140 Curso (Mes en) . . . . 140 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" P ágs. C u rtid o ..................................... 218 Curtiembre................................ 140 Curtimbre . . . 140 Curuchupa................................ 3 9 4 C u s c u n g o ...................... 141 C u s o ..................................... . 1 0 2 Cutundir..................................... 142 C u y ........................................... 142 Cuy (del monte) . .143 Cuyuntura . . . . 490 Chacana......................................145 C h ácaia......................................146 C h a c a re ro ................................ 145 C h a c r a ..................................... 146 C h á fa lo ......................................145 Chafalote..................... . 145 C h a g r a ..................................... 146 C h a g r illo ................................ 146 Chaguar..................................... 1 4 7 C h a l........................................... 3 11 C h a lá n ..................................... 1 4 7 Cham ba......................................148 C h a m b e a r................................ 148 Chambón..................................... 148 C h am b on ad a...........................149 C h am b u ro ................................ 149 Chamico...................................... 1 4 9 Chamiza......................................150 Champús......................................150 Chancacá..................................... 4 3 7 Chancho. 150 Chapa. . . . . . . . 152 C h a p a r ......................................153 Chaparra. . . . . . . 153 Chaparro..................................... 153 Chapo.......................................... 1 5 4 Chapuna...................................... 1 5 4 Chaquiñán . . . . . 154 Chaquira..................................... 3 3 5 C harlón...................................... 1 5 5 C h a r o l ...................................... 1 5 5 C harqui......................................156 C h a u ffe u r .................................. 5 3 C h í ........................................... 380 C hicana......................................156 C hicanería.................................156 Págs. C h ican ero ................................ 156 C h i c t a ......................................157 C h ic ta r ......................................157 C h ich irim ico ...........................157 C h ig lá n ......................................158 C h ig ü il......................................158 Chihuahua .................................158 C h i l c a ......................................159 Chilguacán................................ 149 C h ili................................ 159 C h i l p e ......................................160 C h ilp ia d o ................................ 160 Chilpiar......................................160 Chimbador........................... 160 Chimbar...................... 161 Chimboraceño . . . . . 40 Chinche ( E l ) ...........................16! Chinchón..................................... 162 Chingana.....................................162 Chiricatana . . . . .163 Chirlazo...................... 163 C h i r l o ......................................163 C h iro ta d a ................................ 164 C h iro te ......................................163 C h is ip a ....................................... 81 Chivo......................, . . 81 C h o c lo ......................................164 C h o c llo ........................... ... . 164 C h ocllotand a........................... 164 Choco...........................................164 C h o le ta ......................................115 C h o n t a ......................................165 Chontaruro................................ 165 Chontilla......................................165 Chucaro...................................... 165 Chucchidor. . 166 Chucchir......................................165 Chucchi......................................166 Chuccho..................................... 251 Chuco. 166 C hucshi......................................176 C hucuri......................................167 C h u ch o ......................................251 C h u c h u c a ................................ 167 Chuchumeca................................167 C h u e c o ...................................... 170 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" P ágs. Chugo . . . . C h u leo . . . . C h u lp i . . . . C h u lia le v a . C h u llcu . Chum a . . . . C h um ado. C h u m ar . . . C hupar . . . . Chupo . . . . C h u pón . . . . C h u q u ira g u a C h u re a d o . . C h u re a d o r . C h u re a r . . . . C h u re ro . . . . C h u ro . . . . . C h u ru m b e la . C b u sc u je ta . C h uznieto D am ajah u a . D am asan a . D a r (b o te) . D a r (b u ch azo s). D a r (el p ech o ) . D e a d re d e . D e b a je r o . . . D e b ilita m ien to . D e cep ció n . D e c e p c io n a r D e c lin a r (un honor) D e c re p ita r . D e c r e p ita r s e D ed o de dam a . D e fe c c io n a rse . De gan a . . . . D em an d a. D em an d ar . D e m a n d erò . D e m a sia d o . D em en tad o . D e m isió n . . D e m itir . . . . D em oño . D en an tes. . D e n tra r . . . . 170 171 172 172 171 173 173 173 173 174 17 4 175 175 175 175 175 175 176 177 177 179 179 179 72 180 180 180 180 181 182 182 183 183 115 183 183 183 183 183 184 183 186 186 188 219 189 . Denuncio (El) . De repente . . . . . „ Derritido. . Derritir . . . . Desapercibido . % Descachalandrado. Descuajeringarse . Deschapar . . . . Deschavetado . Deschavetarse . Desecho ...................... Desengañado . Desenraizar. Desentechar Desentejar . . . . Desgarrar . . . . Desgarro..................... Desgracia . . . . D eshoje...................... Desgrane . . . . Desmamantar . . . Desmanchado . Desmancharse . Desmanguillador . Desmanguillar . Desondra . . . . Despabeladera. . Despavisadera . . Despostar . Desraizar . . . . Destajar...................... D e s ta je ...................... Destemplarse (los dientes) Destornillarse . Destroncado. . Destroncar . . . . Desvestirse. . . . Dialecto...................... Diarismo...................... Dictaminar . . . » Disparate . . . . Domingo siete . Doña........................... Dueño (La) . . . . Durmiente . . . . E ch arse...................... Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 189 189 190 190 190 190 191 19Í 191 191 192 192 193 193 193 194 194 194 194 195 195 195 195 196 196 197 197 197 198 193 198 198 199 199 200 200 198 200 201 122 1 94 292 203 204 205 207 506 ELE—ESP Fágsi l ’ágs. E l é ........................... E le c c io n a r io E le v a d o . . . . E m b a r c a r s e (en co ch e) Em bayado . E m b ayarse . E m b o n ar. . E m p a ñ e ta d o . . E m p a ñ e ta r . E m p a q u e ta d o . E m p a q u e ta rs e . E m p ic in a d o . E m p ip a d a . E m p ip a r s e . E m p lu m a r . E m p o tre ra r. E m p r e te c e r . E m p u ñ a d u ra Enagua . . . . E n a lfo m b ra d o . E n a lfo m b r a r Enancado . E n an carse . E n a n te s . . . . E n c a lm a r s e . E n c a m o ta d o . . E n c a m o ta rse . E n c a n ija d o . E n c a n ija r E n ca ra d o E n cararse . E n c a rc e la m ie n to . E n carn e . . • . E n c a rp e ta r . E n cen egarse . E n c lu e c a r s e . . E n c o n tr a r . E n c u a rte la d o . E n c u a r t e la r . E n c o n fita r . E n c u le c a r s e . . E n c u rtid o . E n c u r t ir . E n ch ap arrarse. E n c h ip a d o . E n c h is p a d o . . . i 207 208 33 . 208 . 210 . 210 . 210 . 210 . 210 . 211 . 211 . 211 212 . 212 . 212 • 213 . 213 . 213 . 253 . 213 . 213 . 214 . 214 . 219 . 214 . 214 . 214 . 214 . 211 . 215 . 215 . 216 . 216 . 216 . 2 16 . 218 . 217 . 217 . 218 . 213 . 218 . 218 . 218 . 218 . 409 . 219 E n c h is p a r . E n c h is p a r s e . . E n d e n a n te s . E n d o se . . . . E n fe r m a r s e . E n fe rm o so . Enf l or ar . . . . E n gan g ren arse E n g a s ta d o r . E n g a t illa d o . E n g a t illa r . E n g e s ta d o . E n h a ce n d a d o . E n ja e z a r . E n ja g u a r E n ja g ü e . . . . E n ju g a m a n o s . E n la z a r . . . . Enm onar E n r a iz a r . E n r e d is ta E n ro stra r . E n s a r t a r (la a g u ja ) E n te c h a r . . E n t e ja r . . . E n t ie r r o . E p ig r a m a . E p ile c s ia E p ilé c tic o . E q u ilib r is t a . E ro g ar . E r o g a c ió n . E ro g an te ... E s c a le n ta c ió n (de s a n g r e ) E s c a le r a . E s c o b illa r . E sc o n d id a s ( Ju e g o de la s) E s c u p id e r a . E s c u p id o r . E sg arrar E sgarro . . E s m e ra ld e ñ o E s p e c e r ía . E s p e lm a . E sp erm a. E s p in illa . Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219 219 219 221 221 221 221 222 222 222 222 223 224 224 224 224 224 225 219 225 225 425 225 213 213 225 293 226 227 321 228 228 228 229 261 229 229 56 56 194 194 40 229 230 230 231 Págs. P ágs Espuela (de los gallos) Espuelazo . Espumilla . Estacado. Estacador . Estacarse . Estafeta . . Estampilla . Estanciero . Estanco . Esterilla. Estitiquez . Estupar . ' Estupo . Etiqueta. Eucalo . Europeizarse . Exprofesamente Extrañar. Faccionado . Factura . . Facundioso . Faena. . F a lla . . . Fallón . . . Faltón Fantoche Fardel Farmaceuta . Farol de retreta Faumentos . Federarse . Féferes . Felfa . . . . Felfado . Feróstico. . Ferrocarril , Ferrocarrilero F estación . Fiacre . Fiador . . Fiebre . Fieróstico . Fierros . Filatería. , , , , . 232 232 233 233 233 233 234 234 209 235 236 236 236 ! 236 236 348 40 237 237 239 239 239 239 419 240 240 240 97 241 241 241 242 243 243 213 243 244 244 241 210 245 83 243 2 15 245 F i l á t i c o .......................... F ilib u s te r o . F il o ...................................... F l a u t e r o ........................... F le b o t o m is ta . . . . F l e t a d o r ........................... F l e t a n t e ........................... F le t a r ................................. F le te .................................. F o e t e .................................. F o lló n ................................ F o l l o n e s ........................... F o n d e a d o ......................... F o n d e a r s e ....................... F o n d e r o ........................... F o r t u n a .......................... F o r tu n o s o ....................... F r e g a r .............................. F r e i l e ................................ F r é j o l ................................. F re n tó n . F re n tu d o . . F resa . F r e s a d a ........................... F r e s c o ......................... F r í o s ........................... F r o n t a l.............................. F r u t illa . F u e g o s .............................. F u e t e ........................... F u lm in a n te . F u lle r o ............................... F u n d ir. . F u n d ir s e . F u s tá n . . G a lo p a . . G a lp ó n ............................... G a llin a (de P e r s ia ) G a llit o ................................ G a llo . . . . G a m a lo te .......................... G anado . . . . G an ch ero . . G a n c h o ........................... G a r n ie l........................ G a rra p a te ro . . Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 245 379 246 246 246 247 247 247 247 248 248 248 248 248 219 249 219 249 250 250 250 250 251 111 84 . 251 . 251 . 251 . 251 . 248 . 252 252 . 252 . 252 . 253 . 255 255 . 255 255 . 255 . 256 . 256 . 257 . 257 . 97 . 258 I G a rro tero . G a tillo . . G én ero . . . . G e s to . G ig a n ta . G ig u e a r . G o lu m b io . . G rad a. . G ra d ie n te . . G r a d io la . G ra m a lo te . . G r a n a d illa . . G ra n a d illo . . G uaba. . G uabo. . . G u ach ar. . . G u á ch a ro . . G uaccho. G uacho. . G uadua . G uagua . G uando . G uango . G uangudo. . G u a n to . . G u araca . G u a ra n d e ñ o . G u a rm i. . G u a r m illa . . G u a r n ie l. G u aso . . G u a tu sa . G u a y a q u il. . G u a y a q u ile ñ o . G u ayasen se. G u a z o b ir a . . G u i lle g ü ille . G u in e o . . G u isa n te de o lo r G u r rió n . G u sta r. . H a b la r (á u n o ). H acendado . H a c e r h oja . H a c ie n d a . . . H a lla r . . . . H a m b re . l'ágs. Págs- 494 258 253 258 259 260 260 261 261 261 256 262 262 262 262 263 263 263 263 264 264 265 265 265 265 266 40 266 266 97 266 '267 39 40 40 437 267 268 38 490 137 269 269 269 269 217 270 Hambreado. Hato . Hembrilla. . Higuerilla. . Hincarse. . Homoto . . Honorabilidad Horcado. . Horcón . Hormiguero. Hormiguillo. Hostiero. . Huaco. . . Huasca. . Huasilla . Huevo molle. Huilón. . Huincha. . Humanarse . Humar. . . Hundido. Ibarreño. Ido. . . . Imbabureño. Inano. Inconado. . Inconarse. . Inconocible . Inconoso. Incrementar. Independizar. Indiano. . . Indico. . Indio . Indígena. Industriarse. Infiernillo. . Ingeniatura. Ingüente. Ingüento. . Injundia . Injundioso. . Inmortal. Insubsanable. Intelectual. . Interesable . Intrigarse. . Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . '. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270 271 271 271 350 272 272 272 272 273 273 273 481 273 115 274 412 274 275 18 40 33 40 277 277 277 278 277 278 278 279 279 279 279 281 411 281 282 282 282 282 282 283 283 283 283 509 IR R — MAC Págs. Pdgs. Irreprochable.......................... 284 Irrigación................................... 283 Irrigar.........................................284 Jaboncillo....................................285 J a l a r ...........................................495 Ja la tin a ..................................... 285 Jaletina........................................ 285 Ja ló n ........................................... 495 Jampa.......................................... 286 Janeiro................... . 286 Jaquimón. . . . . • 287 Jazmín del Cabo. . • 287 J e b e ........................................... 287 Jetó n . 287 Jicama......................................... 287 Jilg u e ro ..................................... 288 J i p a r ...........................................289 Jip ija p a ..................................... 289 Jobachón..................................... 289 J o c k e y ......................................497 Jo ra..............................................289 Jorcón......................................... 272 Jorero.......................... . 289 Jovero..........................................171 Juco............................................. 290 Junco........................................... 291 Jurón...........................................291 K alogram a.................................. 80 K e p i...........................................293 K ilo gram o ................................293 Labia...........................................295 L ab io so ......................................295 Ladrillera................................... 330 Lagarto . . . 295 Lana (de humedad). . . 296 Lance................................ 296 Lancha........................ . 296 Lanchar...................... • 296 L a p o ........................................... 297 Latacungueño . . .4 0 Latería........................................ 297 Latero. . . . . . . 297 Látigo......................................... 297 Latigueada . • 298 Latigueo..................................... 297 Latiguear. . . . • 298 Lavacara. . . Lavamanos . Lavandería . Lázaro. . Lazo . . . . Lebrillo . Lechero . Ledino. . . . Leñatero. . Leonera. Leonés . • •• Letras de agua. * Leva . . . . Levantarse (de mañana). Levita (El) . Librillo . Lidiadera. . Liencillo. Lima . . . . Limosnero . . Líquido . Lisión. . . . Liso . . . . Lisura. . Lobo. . . Lojano . Lonche . . . Longo. . Lora . . . Lunch. . . Luterana. . Llama. . . Llamingo. . Llapango. . Llapingacho. . Llaqué. . . . Llavazo . . Lluqui. . Macana . . Macanazo. . Macollar. Macoma . Macomita. . Machaleño . Máchica . Machote (A). . . • Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" . 298 . 2 98 . . . . . . . . 299 299 481 301 299 299 300 300 40 300 301 300 300 301 301 302 495 302 302 302 302 302 303 40 304 304 445 304 305 307 307 307 307 308 308 309 3 11 3 11 3 11 495 495 40 307 312 . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . MAD—MOS 5 10 Págs. Madrino . . . . Maduro . . . . • • • # • • Majar blanco . • • 4 Malagradecido . • Malanocharse . . Malaya . . . . Maleta.................... • • • • Maletero. • • • Maletón . . . . • • • Maltón . . . . • • • Maltraca. . . . • • • Mama. . . . . • Mamada . . . . . • • Mamadera. . • • Mama giganta . Mampuche . • . Manabita . • • Mandatario . . Manequí . . . • t • Maniate . . . . Mano...................... . . Mantequilla . . Mantequillera . Manzana (de la garg;anta) . Maña...................... . Mañoso. . . Marconigrama . . Margarita. . • Marguay. . % • Manado . . . . . Marionete. . . Marisco . . . . . • Maromero. . . Marqueta. . . Masa de hoja. . Mascar chocolate . . • Mastica................... . Mástil...................... M ata...................... . Mata (de trigo). . Matacán . . . . . < • Matahambre. . • Matalotaje . . Matanza . Matapalos. . 495 378 M a ta p e r r o ............................... M a tic o ....................................... M a t r e r o .................................. M a t r im o ñ o ........................... 313 M a u c a ....................................... 3 11 M a u l e r o .................................. 314 M e c h ific a r.............................. 102 M ed ia-m ed ia.......................... 315 M e d i e r a .................................. 315 M edio p e l o ........................... 31 5 81 M e d i q u e r o ........................... 316 M éd u la. . . . . . . 166 M e l o d i o .................................. 496 M e l l o c o .................................. 317 M e m b rilla d a .......................... 259 M e n s u r a r ................................. 58 M eop e. . . . , . 40 M e o p ía ...................................... 317 M e s u ra r . 317 Mi c hi na l . . . . . . 31 8 M ie d o le n t o ........................... 318 M ie l............................................ M iel s o b re b u ñ u elo s . 318 M io p ía ...................................... 319 M isch q u iu ch o . . 319 319 M i s i á . .................................. 320 M i s i n a l .................................. 80 M i s t u r a .................................. 320 M it r a ......................................... 485 M o ca 320 M o c o r a ........................... 240 M ojo . . . . M o ld e ........................................ 321 321 M o ld u ra . M o le s to s o ......................... 321 M ó lo c .................................. 321 322 M o lle . . . 15 1 M o n d o n g o ............................... 322 M o n s u le o ................................. M o n ta ñ a .................................. 322 M o n tu b io ................................. 3 12 M o q u illo .................................. 323 M o ro c h o . . . . . 102 135 M o rtiñ o . . . 323 M o s c a r d ó n ........................... 323 M o s c o ........................................ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" Págs. 323 496 323 324 423 324 324 324 325 325 449 325 326 327 326 326 327 327 326 . 327 328 328 . 328 . 327 . 422 . 328 . 327 . 147 . 329 . 329 . 330 40 i 330 330 . 330 . 331 . 331 . 496 . 332 . 496 . 332 21 90 . 332 . 333 . 333 M O T -P A P 5" Págs. Págs. M o t e .................................. M u c h a ................................ M u c h a r ........................... M u c h i l a ........................... M u d a d a ........................... M u d o .................................. M u llo .................................. M u r a l l a ........................... M u rm u ró n ........................ N a c ie n c ia .......................... N a c h o ................................ N a g u a ................................. N a r a n jilla ......................... N a ra n jilla d a . N a ra n jillo . . N a r ig a d a ........................... N a r i z ó n ........................... N a v a ja ................................ N e m a .................................. N e v a d o ............................... N ie v e .................................. N i ñ a .................................. N í s p e r o ........................... N o h a c e r n ada . N o m ás. N o n e s ................................. N u n c io ............................... Ñ a r u s o ............................... Ñ a t o .................................. Ñ e q u e ................................ Ñ i ñ o .................................. Ñ u ñ o .................................. Ñ u to . . . . . . O b je t a b le .......................... O b o ...................................... O b s te triz ........................... O c a ....................................... O c a l .................................. O c a lo .................................. O c r e .................................. O j a l a .................................. O je a d u r a ........................... O je a r .................................. O jó ....................................... O jo t a . . . . . . O m ó p la to .......................... 333 496 496 33 i 334 331 335 336 336 337 343 253 337 337 338 338 338 339 339 340 340 344 341 341 341 342 342 342 343 344 344 345 345 347 347 348 348 348 348 349 349 340 349 350 352 350 Omoto.................... Ondra..................... Ondrado. Ondrar................... Opimo..................... Orangutango. . Orangutano. Ordeño................... Orense . . . . Orquídea. Oscuro.................... Oshota.................... Otayete . . . . Otayo..................... Otro sí................... Padastro. Padrote . . . . Paico...................... Paita (A la luna de) P a j a ...................... Pajarero. Pajón...................... Pajonal................... Palancón. Paleto..................... Paletón................... Palo ensebado . Palón. Palonear. Paltana................... P altó ...................... Pamba.................... Pampa.................... Pampero. . Panamericano . Panamericanismo . Pancada . . . . Panela. . Panfleto . . . . Pantano . . . . Panteón . . . . P a ñ o ..................... Papacara. . Papelada. • . Papelón . . . . Papujo.................... / ti * Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 350 197 197 197 351 351 351 415 40 351 352 352 353 • 353 353 355 355 355 356 356 357 357 357 358 359 359 359 359 359 359 .. 359 360 360 361 361 361 361 437 362 106 362 224 340 . . \X 363 437 363 PAR—PRI 5>2 Págs. Págs. f ------------- P arafin a . . . . P a ra g u a . . . . P a ra le ló g ra m o . P a r a lis ........................ P aram ear. . P áram o . . . . P arap eto . P a ra rse . . . . P a ra rse (en dos pies) P a ra rse (los pelos). P a r e ja ........................ P aren d era. . . . P arien te (L a ). . P a rtid a rio . . . . P artid o . - . P artu rien ta . • P ascan a . . . . P a sp a .......................... P ato ( S e r el). . . P avim entación . P avon ead o . P avo n ar . . . . P a y a ................................ Pazote. . . . P e d a c e a r. . . . P e d a g o g ía ...................... P e g a d ille ra . P e g a d illo . . P e g a d u ra . . P e la g a to . P e le a r ......................... P elo (M on tar á). . P eltrech a r. . P e ltre ch o . . P e lu ch a r. P elu ch e . . . . P e lló n ......................... P e n c o .......................... Peonada. . . . P e p in o ........................ P eren cejo . . P e rfu m a d o r. P e se b re ra . . P i c a f l o r .......................... P i c o t ó n .......................... P ich in ch a......................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 395 364 364 364 364 364 365 366 384 336 367 367 367 367 367 367 368 369 369 369 369 369 423 356 370 370 371 371 372 323 372 372 373 374 374 374 497 374 375 375 376 376 134 403 376 496 Pichinch ense......................40 Pie................................................. Pimán.......................................... 3 7 7 Pininos........................................ 3 7 7 Pinol........................................... 3 7 7 Pintón..........................................3 7 8 P io la...........................................378 Piquero..................................... 378 Piquiucho....................................422 Pirata.......................................... 3 7 9 Pistoleras....................................138 Pita..............................................380 Planazo..................................... 380 P la n illa ..................................... 380 P lé y a d e ..................................... 381 Plumero..................................... 381 Poblada..................................... 382 Polecía........................................ 382 P o lic ia l......................................383 Polígloto..................................... 383 Pollera.........................................383 Pollino......................................... 3 5 5 Pondo.......................................... 384 Ponedora. .. . . . 384 Poner...........................................384 Popelina..................................... 385 P orrazo..................................... 385 Portavianda................................ 385 Portovejeño.................................. 40 Postema (El).............................. 385 Postemilla.................... . 497 P o stu ra ..................................... 385 Potreraje. . . . . . . 386 P o tre ro ..................................... 386 Potro........................................... 386 P o z o ........................................... 387 Prendedor.....................................72 Preñadilla................................... 387 Preocupación............................. 387 Preocuparse............................... 387 Presbitismo................................ 388 Prescindencia...........................388 Prestidigitador...........................324 Pretencioso................................ 388 Pretil........................................... 388 Pringado. .. . . . 389 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" P ágs. Pringar . . Pringarse. . Pringue . Prioste. . Pristiño . Prometer. . Proporciones. Pruebista. . Puca , Puco . Pucucho . Pucho. . Puchuela. Puéblala. Pujamante. . Pulguero. Puna . Punchera. . Puntada . Puntero . Punto acápite. Punto aparte. Punzó. Pupear. . Pupo . Puré . . . Pusón. . Pusún. . Querosín. Querosina. . Querosine. . Quichua . Quichuismo . Quierde . Quietismo. . Quilcacama . Quilico. . Quillay. . . Quillca. . Quimbolito . Quincha . Quinde. . Quingo. . Quinguear. . Quinua. . Quipe. . . . s . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Quishca . Quorum . Rácimo. . Ramazón. Ranciarse. . Rancio. . Rancla. . . . Ranciado. Ranciarse . Ranga. . Rango. . Rangoso. Rapingacho. Raposa. . Rascadillar . Rascarrabias. . Raspa. . Raspadura . Raspear . Rasqueta. Rasquetear . 20 Rastra. . Rayuela . 391 Reata. 394 Rebozo . 393 Recién. . 331 Reclamo. 301 Refrenda. 301 Refutable. . 395 Regar. . 395 Regatiar. 395 Rejo . . . . 395 Rejoso. . 399 Remaniente . 399 Remesón. 400 Remolienda . 401 Renguear. . 402 102 Repelo. . Repelar . 401 Replantación. 402 Reprochable. 402 Repuntador . 403 Repuntar. . 403 Requetetonto. 403 Requeteviejo. 403 Requisa . 403 389 389 389 390 390 390 497 391 391 392 392 392 393 382 393 393 438 301 106 393 20 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" P ágs. 401 404 407 408 408 408 408 408 408 423 408 408 308 303 409 409 409 409 409 410 410 411 411 411 412 412 497 413 347 413 414 415 415 415 415 446 416 416 416 419 281 417 417 417 417 417 RKQ— TAL 5*4 Págs. R e q u is ic ió n . . . R ese rv a d o . . R e s ie m b r a . R e to b a d o . . R ev erb ero . \ R e v o lu c io n a r . . R e v u e lo . . . . R ie n d a ......................... R ifle . . . . . R io b a m b e ñ o R io e n s e . . . . R o c o tín . . . . R o c o to ......................... R o le t a .......................... R o m e re a n te . R o s a ........................... R u c u ........................... R u n a ........................... R u n a lla m a . S a c a r de ju ic io . S a c a r c h o c o la te . . S a c a r (en c a r a ). . Sacu dón . . . . S a i n o ........................... S a lp ic a r . . . . S a lp ic ó n . S a l t o ........................... S a lv a g u a r d a r . S a r a s o ......................... S a r s a ........................... S a r té n ( E l) . S a ú c o ........................... S a y a ........................... S e b ic a b r a . . Seco . . . . . S e c u n d e ro . . S eg u n d ero . S e ll a r ........................... S e m b r a r ( T ie r r a de pan ). S e m b r ío . . . . S e m o v ie n te . S e n d o ........................... S e n t a r (al c a b a llo ). S e n tó n . . Ses i onar . . . . S ie m p r e v iv a . . • 418 419 419 419 419 420 420 420 421 40 40 421 421 422 422 422 423 423 307 425 322 425 425 251 425 425 426 497 489 426 427 427 69 427 415 428 428 428 . 429 429 430 131 431 431 431 282 Págs. Sigse..................................... 432 Silgado.............................. 432 Sindicado............................... 432 Sindicato................................ 432 Sindicatura............................432 Sinvergüenza......................... 433 S ip o ..................................... 434 S iria ..................................... 353 Sirviente (La)....................... 434 Sisar..................................... 434 Sismo..................................... 435 Sismógrafo............................ 435 Sismología............................435 Soberado............................... 436 Soberna................................ 436 Sobrepasar............................ 436 Sobrerrienda.......................... 436 Socapar................................ 436 Socolar.................................. 489 Socorva................................ 437 Socrocio................................ 437 Soche..................................... 437 Soguear................................ 437 Solar................................. 438 Sonante (Dinero) . . . . 438 Sonriente........................... 438 Soplador............................ 438 Soplar. . . . . . . . 438 Soroche............................ 438 Sota (El)............................ 439 Subsistencia....................... 440 Subsistir............................ 440 Subvencionar................... 440 Sucre................................. 440 Suedro............................... 441 Susceptibilidad................... 441 Susceptible........................441 Su til................................. 441 Tabique.............................443 Tablado............................ 443 Tacunga.............................444 Tagua................................ 129 Taita . . * ................... 444 Taitita................................ 444 T a je ................................. 445 Talamoco........................... 445 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" I TAM TRO Págs. Págs. Tamal........................... Tambarria . . . . Tambero...................... Tambo......................... Tamo............................ Tapa (de raspadura) . Tapanca...................... Tapar........................... Tapial.......................... Tapialar...................... Tapialera.................... Taquilla . . . . Taquillado . . . . Ta judiar..................... Taquillo...................... Tascar......................... Tasín............................ Taura.......................... T a x o ........................... Taz con taz. Teje madeje. . Tela de huevo . lema (El)................... Tembladera. Temblor...................... Temperamento. Temperatura. . Templar...................... T e m p le ...................... Tener agallas . Tender (la cama) . Tennis......................... T e r c e n a .................... Tercenista. . Terco........................... T e rn e jo ...................... Terno........................... Terquedad . . . . T e s t a r ...................... Testimoño................... Tibiar..................... Tiempo (Hacer). . ! Tienda de abarrotes . Tierno......................... T igra........................... T ig r illo ...................... 445 • • l 46 • • 497 i 46 • • i 46 ll" • 446 • 414 • 447 • 447 • 448 • 448 • 448 • 448 • 448 • 448 . 448 449 450 451 . 451 • 451 . 451 • 451 . 452 . 452 • • 452 452 . 452 • 25 . 453 . 497 . 453 . 454 . 454 454 385 . 455 . 455 . 455 • 456 . i56 . 18 . 456 . 49S • 457 • 5i5 9 . . Tinajera . . . . . . Tingar. . . . Tingazo . . . . . . Tinterillo. . . . Tintero . . . . . . T ip o ...................... . . Tiricia.................... . . Tiro (Caballos de). . . Tiseras . . . . . . Tóete...................... . . Tocuyo . . . . . Toditico . . . . . . Todito.................... . . Togte . . . . . . T o l a ...................... . . Toma...................... %. . ' Toquilla. . . . . . Torta...................... . . Torzón................... . *. Tostado . . . . . . Totora. . . . Totoral . . . . . . Totuma . . . . . . Tradicionalista . Tradicionista. . . Trago..................... . . T raje...................... . . Trajes..................... . . Transar . . . . . . Traqueado . . . Trasplantación. . . Trastrabado. . . Trastrabar . . . Trastrabe. . . . Trastrabillar. . . . Trencilla. Tres cuartos (para la una) . . . Tresquila. . . . Tresquilar . . . Tribuí..................... . . Trincar . . . Trinche . . . . . . Triquis................... . . Triquis miquis . . . Trompada . Trompeador. . • . . Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 457 457 457 457 457 458 458 459 460 461 302 461 461 461 462 103 462 463 463 464 464 454 498 465 465 465 69 465 465 465 466 466 466 466 466 467 467 467 467 467 468 468 468 468 468 468 P ágs. Trompear....................................468 Trom pezar................................470 Trompezón................................ 471 Trompiza.....................................468 Trompón..................................... 468 T ro m pu d o ................................ 498 T r o n c o ..................................... 471 Tropeña......................................471 T r u n c o ..................................... 471 Trust........................................... 472 Tucurpilla . . . . . . 472 T u lcan eñ o .................................. 40 T u m b a d o ................................ 473 Tungurahuense . . . . 40 T u r r ó n ......................................115 T usar.......................................... 478 T utum a......................................498 U m b ra l..................................... 475 Um bralada................................475 U m braladura...........................475 Umita...........................................164 U nto........................................... 155 Uña de g a t o .......................... 476 Uña de p a v a ...........................422 Urcu—camashca . . . . 391 U tiliz a b le ................................476 U v i l l a ........................................92 U v i l l o ......................................476 Vaca l o c a ................................477 Vahu................................ 477 Valacada........................... • . 478 Valona (Hacer la). . . . 478 Vareque......................................443 V e lo rio ......................................478 V en a...........................................479 Venadero . . . . . 479 Vendaje......................................479 Vende ( S e ) ................................ 120 V e n d im ia ................................ 480 V e n í............................................. 86 Venir........................................... 480 PAgs. V e r t ie n t e ...................... V estid o ........................... V e t a ................................ Victimar........................... Vigencia........................... V ijao................................. Vinagrera ...................... V irar................................. Virgüela........................... Virusa ........................... Vivar................................. V o l a d a ........................... Volantín. . . . . Volantinerò...................... Volatería..................... .... V u e l t o ........................... Vulgarismo...................... Yacupum a...................... Y a p a ................................. Y a p a r ........................... Y e g u a riz o ...................... Yerbuno............................ Yugocara * Yuyos................................ Záfiro................................. Z a m b o ........................... Z a m b u llir ...................... Zam bullón...................... Z a n a h o ria ...................... Zanahoria amarilla Z a n je ro ........................... Z a p a llo ........................... Zapatón........................... Zarazo ........................... Z o c o la r............................ Z o r r o ........................... Zueco................................ Z u m b ad o r...................... Zumbambico . . . . Z u r r ú n ........................... . . 482 482 . . 483 483 . . . . . 483 484 484 484 485 . . 485 485 . 486 . 486 . 487 . 488 . 487 . 487 . 487 . 487 . 488 . 488 . . . 489 489 303 . . . 490 490 490 Herederos de JUAN GILI, Editores, Cortes, 581,'BARCELONA De venta en las principales librerias de España j América 8 p e s e ta s, rú s tic a 10 p e s e t a s , t e l a Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" < 3 5 w < Z > W < 3 5 < 3 5 w < 3 5 ^ <35 <35 <35 <35 ® <35 < 3 5 < 3 5 W W < 3 5 < 3 5 W < 3 5 < 3 5 < 3 5 @T ' $ ¡$ ¡ CONSULTAS 8L DICCIONARIO DE LA LENGUA I POR C^DRUAiOS D R ,. T O B A R Director de la Academia Ecuatoriana, Correspondiente de la Española: Miembro honorario de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Pellas Artes de la Universidad de (’hile; de la Aso­ ciación de Escritores y Artistas Españoles; del Ateneo Hispalense, etc ; é Individuo corres­ pondiente de la Real Academia de la Historia; de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras; de la Sociedad Científica Argentina, etc. TERCERA U IST TOMO H >J E 3 M^.S E DI C I ÓN DE 5 0 0 PÁ G IN A S Algunos otros juicios acerca de la obra (*) «He leído con mucho interés su libro C o n s u lt a s a l D iccionario de la L e n g u a , que es un nuevo y valioso contingente que usted ofrece al estudio del idioma que nos ha legado la madre patria, y que pasa por una evolución en las repúblicas hispanoamericanas, marcándose por un tipo especial en cada una de ellas. Esta evolución se caracteriza por los , que han enri­ quecido el vocabulario del mundo del habla castellana, y cuyo inventarío crítico consigna usted en su libro, por lo que respecta al Ecuador, con tan rico caudal de erudición. Enseña usted á la vez á los españoles y á los americanos, anotando los verdaderos americanismos y corrigiendo los barbarismos de unos y otros, al aceptar los neologismos que son necesarios; ha evitado así incu­ rrir en el doble error en que han incurrido algunos de sus predecesores en la materia, pecando unos al aceptar sin criterio lo que no tenía razón y corrompía estérilmente el idioma, y otros por su apego á un purismo estéril que inmovilizaba y empobrecía la lengua materna. Es digno de notarse, en mrdio de todo esto, que los americanos, que por lo general hablan tan mal la lengua materna, de modo tal que encada (*) Publicáronse varios en el Prospecto de la 2.a edición. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 2 PR O SPECTO una de las secciones se habla una especie de dialecto castellano, son los que han enseñado á los españoles á hablarlo con propiedad y con provecho para unos y otros. Los nombres de Bello, Baralt, Cuervo, Caro, etc., en sus obras mo­ numentales sobre la gramática, el vocabulario, la métrica y la construcción del idioma, dan testimonio de esta verdad. A estos nombres, debe agre­ garse ahora el de usted y me es grato felicitarle por la manera con que ha desempeñado su laboriosa y útil tarea». (B a rto lo m éM itre.—Buenos Aires, noviembre 20 de 1 9 0 1 ). «Notable y erudito trabajo del castizo escritor ecuatoriano que hace poco nos visitó. Si el autor no hubiera prescindido del último Diccionario de la Academia ( 1 3 a edición), como expresa y sistemáticamente lo hizo, y si no hubiera prescindido también de las obras de Cuervo, porque no cali­ ficaran sus artículos «de plagios hechos al sabio señor Cuervo», nos habría dado el Sr. Tobar un Diccionario completo de ecuatorianismos, para lo cual no le faltan ni preparación ni talento». (R evista C atólica.—Santiago de Chile, diciembre i5 de 1 9 0 1 ). «A pesar de la modestia de su título, es este libro un trabajo filoló­ gico meritísimo, digno de figurar al lado del D iccionario de Galicism os, de Baralt, de las A puntaciones sobre e l lenguaje bogotano, de D. Rufino José Cuervo y del D iccionario de Chilenism os, de D. Zorobabel Rodrí­ guez. Arguye de parte de su autor una copiosísima erudición, no sólo en la lengua castellana, sino también en el latín y en el griego, y en los prin­ cipales idiomas vivos contemporáneos. Es el Sr. Tobar una de las más conspicuas personalidades intelectua­ les del Ecuador. A su versación en las ciencias médicas, á su brillante habilidad como publicista, junta una rara instrucción en todo género de letras, y es no solo un hablista consumado, nimio en la pureza de la lengua, sino también un prosador dotado de gran fuerza comprensiva y generali­ zados en el entendimiento y de notable lozanía de imaginación». (ElPorvenir.—Santiago de Chile, 1 8 de enero de 1 9 0 2 .— Núme­ ro 8 , 7 3 6 ). «Breves son las «Notas preliminares» á esta obra, que por fuerza habrán de tener presente cuantos al estudio del idioma castellano se dedi­ quen, pero su brevedad no impide que estén llenas de interesantísimos datos y de opiniones muy dignas de consideración, expuestos en lenguaje elegante, preciso y claro. Desde el artículo a b a rca r hasta el de zumbam­ bico hay 1 , 1 2 1 definiciones de palabras, con comentarios, ejemplos, refe­ rencias y citas en extremo notables, que, al dar idea acabada del lenguaje de los quiteños, la dan de las costumbres y sentimientos de aquellos hispa­ noamericanos». (B oletín de la Biblioteca M useo mayo de .—Villanueva y Geltrú, 1 9 0 2 .—Números 2 8 - 2 9 ). Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PR O SP ECTO 3 «En un volumen de más de 5oo páginas ha reunido el doctor Tobar, miembro correspondiente de la Sociedad Científica Argentina en Quito (Ecuador), una serie de interesantes datos, como valiosa contribución al estudio del Léxico, de frases locales en uso corriente en aquella Repú­ blica. Estos estudios, pacientes obras de benedictinos, son de un valor realmente grande, si se tiene en cuenta la importancia que adquieren los vocablos locales al introducirse de una manera permanente en el idioma castellano. Aún más, algunas palabras perfectamente castizas sufren, según los pueblos, cambios que las transforman de tal modo que su inter­ pretación se hace difícil. Todos estos inconvenientes quedan subsanados con la publicación de obras como la que nos ocupa, que aportan un serio contingente de elementos para que ciertas corporaciones incluyan en sus estudios lexicológicos ese gran conjunto de frases usuales en Hispano América». ( F é lix F . O ules.— A nales de la Sociedad C ientífica A rg en tin a ila l .— Buenos Aires, junio de 1 9 0 2 ). «...He calificado de hasta «amena» la lectura de sus C o n s u l t a s al D i c c i o n a r io , cosa tan desusada en las obras de este linaje, porque además de lo que enseña y entretiene la de usied, está escrita con un gracejo muy castizo siempre y muy donoso en ocasiones. Quiero decir con todo esto, que la considero muy merecedora del aprecio no sólo de las gentes litera­ tas, sino del público lego, por poco tentado que sea de la curiosidad, libro, en suma, que honra en alto grado á su autor y le hace más y más dig­ no del preferente lugar que ocupa en esa docta Academia Ecuatoriana...» ( J . M . de P e re d a . — Polanco (Santander), junio 1 7 de 1 9 0 2 ). «El Dr. Tobar tiene ganado alto renombre de literato de fuste en toda la América Española y en la Madre Patria, y esto basta para demos­ trar desde luego que su libro ha de ser una obra muy importante y de gran valor literario. Bajo el título bien poco prometedor que hemos copiado más arriba, contiene el libro interesantísimos estudios sobre gramática, y compara varias palabras, locuciones y frases usuales en el lenguaje sudamericano, especialmente en el Ecuador, con los preceptos del idioma y la autoridad del D iccionario de la R e a l A cadem ia E spañola, para deducir de la compa­ ración la verdadera doctrina y corregir los vicios del lenguaje corriente en Sudamérica. Por este aspecto el libro del Dr. Tobar equivale al D ic­ cionario de Chilenism os de D. Zorobabel Rodríguez; pues aquel autor conoce el idioma tan bien como éste y ha penetrado con igual profundidad en la filosofía del lenguaje. Tiene la ventaja el libro del Dr. Tobar que no abarca solamente las p a la b ra s y locuciones ecuatorianas, sino que se extiende á todos los p a íses de Sudam érica. Terminamos esta breve noticia declarando que, según nuestro humil­ de juicio, el libro del Dr. Tobar es necesario en la mesa de todo escritor y de todo el que ame la lengua castellana». 0 (R evista Chilena de H istoria Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" u ta N— . Valparaís 4 PR O SP ECTO « . . . Y tiem po es y a de q u e h ab le en e lla d el E c u a d o r , con p alm as y un án im es v o to s re p re s e n ta d o en lid es in te le c tu a le s, d en tro y fu e ra de su s lím ites y a c a so con m a y o r e sp le n d o r a fu e ra q u e a d e n tro ( i ) , p o rq u e la ju s tic ia e x tra ñ a e stá sie m p re m enos e x p u e sta qu e la p ro p ia á los peccata tninuta. ¿ P e ro quién la re p re se n ta b a ? E l D r . C a rlo s R . T o b a r , E x c e le n t í­ sim o M in istro a c re d ita d o en la R e p ú b lic a A r g e n tin a á p rin cip io ^ del año q u e v u e la . L a o b ra q u e a q u í tiene d e re c h o s de p ro g e n itu ra , se titula C o n ­ s u l t a s Al D ic c io n a r io de la L e n g u a . M á s p ro p ia q u e cu an ta s he cita d o , sin e x c lu ir la de C u e rv o , en la e le cc ió n del título, q u e es su p ro g ra m a , d ig n a g e m e la me p a re c e d e la d el ad m irad o b o g o ta n o , p o r el n o b le sen tid o de la in sp ira c ió n , la e le g a n c ia d el le n g u a je y ló g ic a de las a m p lifica cio n es c o rre s p o n d ie n te s á c ad a voz. S u s « N o ta s P re lim in a r e s » , son in te re sa n tísim a s re v e la c io n e s de una ev o lu ció n in te le c tu a l. P rim e ra m e n te d íó á su s p á g in a s el titu lillo de D ic ­ cionario de Quiteñismos. E s ta im itación lo c a liz a d o ra de C u e rv o , le p a r e ­ ció , p o r fo rtu n a , d e s a c e rta d a . ¿ S e r ía n e c e s a rio re d a c ta r un lib ro p a ra cad a p ro v in c ia del E c u a d o r? S i se h u b ie ra p ro p u e sto a le ja r á su p a tria del m undo, m ás de lo q u e la g e o g r a fía la a le ja , p ro y e c ta n d o un idiom a « n a c io ­ n a l» , h a b ría se v isto en a p rie to s el ilu stre e s c r ito r de b e lla s c o s a s en. e n c a n ­ ta d o ra fo rm a , p o rq u e lo s e c u a to ria n o s « d ife rim o s tanto, a lg u n a s v e c e s , to can te á sig n ific a c ió n de p a la b ra s , m od ism os, e t c ., lo s d el n o rte d e la N a c ió n , de los d el c e n tro y de los del s u r , lo s de la s ie r r a y lo s de la c o sta , tan to , d ecim o s, qu e una p a la b r a sig n ific a a q u í una c o s a , y a llí o tra en teram en te d iv e r s a » . ¿C uál e r a la so lu ció n d el conflicto? E n s e ñ a r la le n g u a m ad re con tesó n , y tra ta r de e n r iq u e c e r la con la ad m isión de v o c e s a m e ric a n a s n e c e s a ria s y c ien tíficam en te p re s e n ta d a s . T a l es el o b je to y la ta r e a d e e sta o b r a . E l d o c to r T o b a r , c ita tra b a jo s del n o tab le c o m p a trio ta s u y o , d o c to r P e d ro F . C e b a llo s , q u e p ro b a b le m e n te no han p a sa d o al lib r o . L a p ro fe sió n de fé del d o c to r T o b a r , e s tá e s c rita de e s ta s u e rte : « N o p o r lo e x p u e sto o p in am o s q u e la ún ica h e re n c ia q u e nos q u ed a de E s p a ñ a , la d u lce le n g u a de C a s tilla , d eb a d e s a p a r e c e r d el C o n tin en te a m e­ ric a n o , y e sta v e z á los g o lp e s de la z ap a d e m o le d o ra de la ig n o ra n c ia . N o , mil v e c e s no; p e ro s í esta m o s á una con q u ie n e s co m p ren d en q u e el idiom a e sp a ñ o l, p o r ra z o n e s del tra s p la n te , e x p e rim e n ta a lg u n a s m o d ific ac io n es, a d a p ta d a s al m edio d istin to q u e le p re se n ta n las n a cio n e s h isp a n o a m e ri­ c a n a s. H a y , a d e m á s, un é n fa sis p ro p io n u e stro , q u e com u n ica á c ie rra s lo c u c io n e s, no so lo fu e rz a d e e x p r e s ió n q u e las v ig o r iz a , sin o a c a so un sig n ific a d o d istin to del q u e les p e rte n e c e . ¿ S e rá n in te lig ib le s ta le s lo c u c io ­ nes e n fá tic a s p a ra q u ie n e s no están en c o y u n tu ra de c a la r el én fasis? E s to s y o tro s son los m a tic e s, á lo s c u a le s nos re fe rim o s a n te s, y que si no han (1) «...Teníamos en suelo argentino á uno do los hombres más notables del Ecuador, donde culminaría en la política, si la era del militarismo hubiera ya concluido para este país. Los re­ cuerdos que dejó en Buenos Aires fueron tan gratos al espíritu argentino, como honrosos para el Ecuador; y so recordará siempre con entusiasmo mi magistral discurso pronunciado en el acto de la clausura del Congreso Científico, saludado con aplausos al fin do cada párrafo y aclamado con espontáneas manifestaciones al terminar.» (E . S. Zebullos.Ministro de Relaciones Exteriores de la República Argentina. Historia y Letras. Buenos Aires.—Tomo XI. Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" - R 5 PROSPECTO de cambiar, propiamente, andando el tiempo, nuestro primoroso idioma, han de hacer necesario que el crítico de ultramar desentrañe el significado íntimo de la expresión, para no incurrir en apreciaciones erróneas tocante á obras literarias de Hispano-América». Cierto y sensato es cuanto observa el doctor Tobar, y de acuerdo con él, finalizo este capítulo». (Estanislao S . al libro Notas al Castellano en la nos Aires, Imprenta Carlos Parral.— 1 9 0 3 ). so la b eZ,C. de la Real Academ tn eg rA , por R. Mo «...Pero, á pesar de no contener más de unas mil voces, merece más cumplidos elogios el libro de Carlos R. Tobar, intitulado C o n s u l t a s al D iccio n a r io de la L e n g u a , Quito, 1 9 0 0 . Trata de lo que falta en el voca­ bulario académico, y que sobra en el de los ecuatorianos, quichuismos, barbarismos, etc. El distinguido literato y diplomático conoce muy bien el dialecto que­ chua de Pichincha, es decir, de la región de Quito, y el castellano de la misma región, pero por escrupulosidad dice que ha ido quitando cuanto halló en Cuervo y otros autores, y por demasiado académico omite muchos vocablos vulgares, por considerarlos como indignos de escribirse. Fuera de este criterio aristocrático á la antigua, la obra está trabajada con esmero». (Julio ro d a j,eC Profesor de Estudios Superiores en el Ateneo de Madrid. — Bibliografía sobre el castellano en América.—La España derna, tomo 2 2 4 , agosto i.° de 1 9 0 7 ). «...Un hombre de indudable valer político, científico y literario,el doctor Carlos R. Tobar, es ejemplo muy apreciable de ese amor espiritual (á Es­ paña) á que me he referido. Ministro del Ecuador en distintas épocas, representante de su nación en varios países americanos y europeos, altruista y abnegado como inteligente, realizó una labor meritísima con su libro C o n s u l t a s al D iccio n a r io de la L e n g u a , obra no sólo de erudito, sino de excelente filólogo y benemérito amador de la pati ia hispana. La evolución por que pasa en las repúblicas hispanoamericanas el idioma, bien valía la pena de que inteligencia privilegiada como la del doctor Tobar, gran humanista y perfecto hablista, dedieárala una atención digna de todo elogio. Y no sólo ha realizado con su libro una labor de purificación estimable, sino que la unió á un trabajo de enriquecimiento, señalando aquellas intromisiones bárbaras que es preciso desterrar, y aque­ llas otras de racionalismo indubitable, que conviene aprovechar; de modo que, no únicamente á americanos, sino también á españoles, dió el distin­ guido diplomático ) notable escritor conocimiento útil y semilla esplén­ dida.—Y el caso es que supo el doctor Tobar aderezar su obra con lo no común á todas las inteligencias: el sello de amenidad, que es miel sobre hojuelas. Aún añadió, como quien vierte el alma, otra cualidad: la de dar á conocer junto con el lenguaje, costumbres y sentimientos de aquellos hispanoamericanos, hijos amorosos al fin de la madre patria... ...No en vano autoridades, como el malogrado Pereda, Julio Cejador, Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 6 PROSPECTO Zeballos, Mitre y otros, dieron al libro C o n s u l t a s al D iccio n a r io ejecu­ toria de bondad y utilidad en grado sumo por lo que al Léxico se refiere...» (La Voz de Guipúzcoa.—San Sebastián, 30 de abril de 1 9 0 8 ). «Libro indispensable á todo el que se dedica á literatura ó gusta de ella, es el libro C o n s u l t a s al D ic c io n a r io de la L e n g u a , de D. Carlos R. Pobar, escritor ecuatoriano, en que se adicionan á nuestro Diccionario las palabras de uso general en aquella República, y se critican y depuran los neologismos y barbarismos admitidos por los escritores del Sud Amé­ rica, y traídos á la Península por la prensa y libros de nuestros hermanos de allá. Tiene además esa obra el mérito del estilo, alabado en su día por el mismo Pereda, y el de una erudición copiosa que ilustra al lector acerca de usos, costumbres, objetos, etc., de América, generalmente descono­ cidos; por lo que ha merecido plácemes de filólogos y literatos, y es acree­ dora á grande aceptación y estima. Es ya la segunda edición, y está pre­ sentada con mucha pulcritud y buen gusto tipográfico». (D iario de Barcelona.— Edición de la tarde del 8 de mayo de 1 9 0 8 ). « C o n s u l t a s al D ic c io n a r io de la L e n g u a , por Carlos R . Tobar.— 2 .a edición. Barcelona, 1 9 0 8 .— El autor, director doctísimo de la Acade­ mia Ecuatoriana, continúa la tradición de los Andrés Bello, Rafael Baralt, Cuervo, Caro, &, sudamericanos que nos han enseñado á nosotros á hablar y escribir con propiedad el castellano, siendo así que tan mal suelen hablarlo por allá. El señor Tobar da razón de algunas voces que faltan en el Diccionaraio de la Academia y de otras que sobran en el vocabulario de su país. Para lo primero no ha tenido más que recoger multitud de pala­ bras que nos dejamos olvidadas por allá y nos han guardado; pero no son solamente esas las que faltan en el Diccionario de los Académicos de la Española, sino algunos millares de otras, de uso corriente en la Península, que al parecer éstos ignoran, como tantas otras cosas, aparte de las garra­ fales equivocacion“s en que incurren y de las perogrulladas que forman la base de sus definiciones. Aparte de esto, propone el señor Tobar la incorporación al vocabu­ lario hispano de gran número de neologismos absolutamente necesarios, quf' han adquirido carta de naturaleza en toda la extensión de la América española, y son pronunciadas en consecuencia, por cincuenta millones de personas. A lo dicho hay que añadir que el libro está escrito con tanto gracejo que resulta muy amena su lectura, sin incurrir jamás el autor en groserías ni rudezas de lenguaje, como es costumbre en trabajos de parecida índole». (La Vanguardia.— Barcelona, 11 de mayo de 1 9 0 8 ). «C o n s u l t a s al D ic c io n a r io de la L e n g u a . —Con este título ha publi­ cado el insigne literato y académico Dr. D. Carlos R. Tobar una meritísi111a obra de gran utilidad, que por su importancia científica ha de servir de poderoso auxiliar á los escritores y amantes de la lengua castellana. Digna y merecedora de toda atención es la obra de nuestro distin­ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" PROSPECTO 7 guido amigo el Dr. Tobar, reflejándose en ella los vastos conocimientos que sobre literatura posee, y lo fácil que le es materia tan delicada como difícil. Cerca de i,5oo vocablos forman el conjunto de esta hermosa obra, á la que han tributado merecidos elogios notables escritores y de la que tan favorablemente se ha ocupado la prensa y de un modo especial la ameri­ cana. Va cada uno de los vocablos especificado con extensas é importantes citas, que demuestran la importancia que ha de tener no solamente para la Academia Ecuatoriana,^ino para todos los países sudamericanos y para la Real Española, de la cual es miembro correspondiente. De agradable y hasta am^na puede calificarse esta gran obra litera­ ria, gracias á la inspirada pluma del Dr. Tobar, que con la habilidad de consumado escritor ha sabido despojarla de aquella aridez y monotonía propias de esta materia». (M ercurio.—Madrid, i.° de junio de 1 9 0 9 ). «C o n s u l t a s al D ic c io n a r io de la L e n g u a — «Algo de lo que falta en el vocabulario académico y de lo que sobra en el de los ecuatorianos, &», di­ ce su autor Carlos R. Tobar, figura harto descollante en la república de las letras para que necesite presentación. Así ha llamado su autor á la colec­ ción de i ,5 1 5 vocablos, cuya distribución en dos grandes grupos ha hecho él mismo con el enunciado de su obra; vocablos que faltan en el Dicciona­ rio de la Academia y vocablos que sobran en el de los ecuatorianos, y pu­ diera añadir en el de los hispanoamericanos, porque muchas de las frases en este libro contenidas, son propias de todos los países de la América es­ pañola ó contiene frases de uso vulgar en cada uno de esos países. Es esta obra de las C o n s u l t a s al D iccio n a r io de la L en g u a una verdadera obra de benedictino, que revela el profundísimo conocimiento de los clásicos que tiene el autor! No es extraño que su obra le haya me­ recido elogios entusiastas de los más brillantes escritores de todos los países, entre los cuales podríamos enumerar á Z. Rodríguez, chileno; Bartolomé Mitre y Estanislao S. Zeballos, argentinos, José María de Pereda y Julio Cejador, españoles, sin contar los diarios y revistas ameri­ canos y europeos, que en todos los tonos han cantado los elogios del señor Tobar por su obra meritísima que, aparte de otros trabajos, le ha dado la patente de filólogo consumado. Este concierto de elogios de personas tan eminentes, nos releva de aplaudir al autor como se merece, porque nuestro aplauso sonaría muy poco al lado de los que le han prodigado hablistas y escritores tan emi­ nentes... Con razón su obra de las C o n s u l t a s ha llegado á ser un libro indis­ pensable en el despacho de todo escritor americano». ( E l Pueblo.— Buenos Aires, 2 de junio de 1 9 0 8 .—N.° 2 , 6 0 0 ). «...Una de grande importancia en la esfera de los estudios lingüísticos han publicado igualmente (los herederos de Juan Gilí), de innegable utili­ dad para cuantos rinden tributo á la limpieza, propiedad y esplendor del habla castellana: la que lleva por título C o n s u l t a s al D ic c io n a r io de la L e n g u a , por el ilustre y sabio filólogo, Director de la Academia Ecuato- Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" 8 PROSPECTO riana, Carlos R. Tobar, meritísimo cultivador del habla castellana, solíci­ to en extremo de su brillo y primor. Arguye la presente obra paciente y concienzuda investigación de nue3tro idioma, digna de todo respeto y aplauso. En volum n reducido para lo que abarca, ofrece el sabio y diligente lexicógrafo un riquísimo caudal de voces americanas, cuyo significado íntimo explica y desentraña con sobrado ajuste y perfección, y que com­ para con los preceptos sancionados por la Real Acalemia Española, auto­ ridad legislativa que profundamente acata y venera, y en la cual descansa con fe inquebrantable para sentar sus conclusiones. Resulta en extremo beneficiosa tan docta y prolija enseñanza grama­ tical para los devotos del habla castellana; por lo cual, débil será siempre el testimonio de alabanza y gratitud que se tribute al señor Tobar por su meritísima producción, y no menos leve, por entusiasta que sea, el que se rinda á los infatigables y diligentes editores de la misma». ( E l Universo.— Madrid, io de junio de 1 9 0 8 ). «C o n s u l t a s al D ic c io n a r io de la L e n g u a , por Carlos R. Tobar, Di­ rector de la Academia Ecuatoriana.—Segunda edición.— Barcelona 1 9 0 8 . — Un volumen de 5oo páginas. Como indica el título, el intento del autor es introducir en el caste­ llano algunas palabras quichuas comunes en América, ó que no tienen equivalencia en nuestro Diccionario; desterrar otras, supliéndolas con las castellanas corresoondientes, y rectificar la pronunciación torcida y las acepciones abusivas que allí como aquí abundan más de lo que se quisiera. Justa y noble empresa que ayudará á conservar la comunión de idioma y las relaciones entre España y sus antiguas colonias, tan merecedoras de atención como las regiones de la Península. Obra llena de ciencia y de erudición, y escrita con tino y hasta con donaire, cosa rara en asuntos lexicográficos. Por ella merece el señor Tobar que los amantes de la len­ gua castellana nos congratulemos con él y le animemos á seguir trabajando en materia tan provechosa. Una cosa desearía yo, y es que no haga tanto caso de autores sin autoridad, como Moratín, Selgas y otros modernos galicistas». ( F . Robles.— De la revista España y al i.° de julio de 1 9 0 8 ). , correspondiente Herederos de JUAN GILI, Editores. Cortes. 581.— BARCELONA y en todas las principa'es librerías de España é Hispano América Precio de la obra. — Un hermoso tomo en 8.°, esmeradamente impreso en rústica, 8 pesetas; encuadernado en tela inglesa, rótulos en oro, 10 pesetas. I mprenta . A t l a s G eográfico », Consejo de C iento , 140.— B arcelona Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"