MEMORIAS
V FORO NACIONAL
FILOSOFÍA Y LICENCIATURA
EN FILOSOFÍA:
FILOSOFÍA, PEDAGOGÍA Y
TECNOLOGÍA
Medellín, 2013
Escuela de Ciencias de la Educación
Escuela de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades
Directivos
Jaime Alberto Leal Afanador. Rector
Constanza Abadía. Vicerrectora Académica y de Investigación
Clara Esperanza Pedraza. Decana Escuela de Ciencias de la
Educación
Sandra Milena Morales. Decana Escuela de Ciencias Sociales,
Artes y Humanidades
Comité académico
Paola Lozano
Carmen Sofía Jiménez
Dignora Paez
Jhon Castaño
Oscar Augusto Bello
Adolfo Alvear
Laura Giselle Sáenz
Dénix Rodríguez
Edwin Bonelo
Grupos de investigación
Amautas
Cibercultura y territorio
Comité organizador
Viviana Vargas
John Fredy Vélez
Felipe García
Beatriz Amador
Diseño de portada
Raúl Alejandro Martínez
Contenido
LA REAPROPIACIÓN SOCIAL DEL CONOCIMIENTO ..... 6
Ernesto Hernández B.
Carlos Enrique Restrepo
SENTIDOS DEL CYBERPUNK Y POSTCYBERPUNK EN
EL CINE, E IMPACTO DE LA TECNOLOGÍA EN LA
SOCIEDAD: OVEJAS ELECTRÓNICAS Y SÚPER
JUGUETES. ......................................................................... 22
Diego Francisco Calderón Aponte
Claudia Patricia Munera Mora
INHOSPITALIDAD Y DESARRAIGO ................................. 46
Einar Iván Monroy Gutiérrez
ANTROPOLOGÍAS DE LA INTERFAZ: METÁFORAS Y
CONEXIONES FUTURAS EN EDUCACIÓN ..................... 61
John Jairo Cardozo Cardona
COMUNICACIÓN GLOBAL: ¿ERA DE LA SOLEDAD O
MARGINACIÓN? ................................................................ 75
Leopoldo Zapata Armas
ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN EN LA
ADAPTACIÓN A LA EDUCACIÓN VIRTUAL ................... 89
Diana Marcela Pinto Parra
ESCUETA REFLEXIÓN SOBRE EL MUNDO DE LA VIDA
EN LA NECESIDAD DE SER MEDIADO POR UNA
EDUCACIÓN CON SENTIDO Y UNA TECNOLOGÍA
COMO INSTRUMENTO DE ESE SENTIDO .................... 105
Francisco Javier Portilla Guerrero
EL MAESTRO INVESTIGADOR EN LA EDUCACIÓN
VIRTUAL............................................................................ 115
PhD. Arley Fabio Ossa Montoya
Magister. Ruby Cristina Giraldo Calle
EDUCACIÓN Y TECNOLOGÍA: DOS VERDADES EN
BUSCA DE UNA MEJOR FORMACIÓN CIUDADANA. . 176
Jhairo Molina Castaño
LA LIBERTAD EN EL AULA VIRTUAL: UNA
PERSPECTIVA KANTIANA .............................................. 192
Obed Góngora Picón
APRECIACIONES DE LA ESCUELA COLOMBIANA EN
EL SIGLO XXI ................................................................... 204
Emerson Ortega Buitrago
LA FILOSOFIA PARA: NIÑOS UNA PROPUESTA
SIGNIFICATIVA PARA LA FORMACION DE
COMPETENCIAS CIUDADANAS .................................... 216
Luz Estella Restrepo Zapata
DE BOYACÁ EN LOS CAMPOS Y EN LAS REDES
SOCIALES. ESTUDIO DE CASO, PAPEL DE LAS REDES
SOCIALES EN EL PARO AGRARIO BOYACÁ................. 231
José Manuel Alba Maldonado
FUNDAMENTACIÓN PEDAGÓGICA DE LOS
AUXILIARES DE POLICÍA DE MEDELLÌN, EN LA
PREVENCIÒN DEL PANDILLISMO EN JÒVENES DE
SECUNDARIA ................................................................... 246
Héctor Betancur Giraldo
LA DOMESTICACIÓN DE LA FILOSOFÍA
(FRAGMENTO) ................................................................. 257
Victor Raúl Jaramillo
LA REAPROPIACIÓN SOCIAL DEL
CONOCIMIENTO
Ernesto Hernández B.
Carlos Enrique Restrepo
UniNómada, Colombia
www.uninomada.co
Resumen: El texto presenta la noción de capitalismo
cognitivo a la luz de la cual se ordenan las prácticas de
investigación y la producción del conocimiento en la
actualidad. Se propone la lucha global por el conocimiento
como espacio para la reivindicación autonimista de la
producción de saber. Se esbozan algunas de las consecuecias
de este modelo de gestión del saber para la universidad.
Palabras clave: Capitalismo cognitivo, Cognitariado,
Investigación libre, Autonomismo, General Intellect.
***
Estudiante de Filosofía de la Universidad Nacional Abierta y a
Distancia UNAD (Cali, Colombia). Traductor e investigador
independiente. Director de las revistas El vampiro pasivo y Sé cauto.
Autor de artíulos en las revistas Nomadas (Universidad Central, Bogotá),
Euphorion (AIF, Medellín), Avatares (Universidad de Nariño, San Juan
de Pasto). Militante de la Red Universidad Nómada. Correo electrónico:
ehb_cali@yahoo.com
Doctor en Filosofía por la Universidad de Antioquia (Medellín,
Colombia). Profesor del Instituto de Filosofía de la Universidad de
Antioquia. Traductor de obras de teología francesa contemporánea.
Autor de artículos en las revistas Escritos (Universidad Pontificia
Bolivariana, Medellín), Euphorion (AIF, Medellín). Militante de la Red
Universidad
Nómada.
Correo
electrónico:
alteridad@quimbaya.udea.edu.co
Vivimos una época de extraordinario florecimiento de los
“objetos técnicos”. Cada vez mayores cantidades de
inteligencia humana se incorporan al objeto técnico, al igual
que una ingente variedad de inteligencia maquínica es objeto
de apropiación y compactación que dotan a la máquina de
una unidad indisoluble e indivisible. De esta manera, la
máquina se hace cada vez más autónoma y se libera una
enormidad de fuerza y tiempo humanos. La conexión del
hombre con el objeto técnico y su composición maquínica
están variando aceleradamente, de tal manera que el
automatismo humano —como trabajo material— es
absorbido por la máquina, y la conexión humana con la
máquina es cada vez más “inmaterial”. El hombre
experimenta así un doble conjunto de relaciones: de un lado,
como parte o pieza de la máquina, que aporta un trabajo
como conocimiento; de otro lado, parasita a la máquina
separando el producto del producir y apropiándoselo para
hacerlo circular bajo la forma de mercancía o de
comunicación. Está en juego el cuerpo, y eminentemente, en
las condiciones del capitalismo contemporáneo, el cerebro
como órgano rector de la afectividad y la conducta. Sobre el
cuerpo humano se monta una serie de prótesis —incluyendo
desde la conexión e instalación de dispositivos hasta la
modificación del genoma— que amplifican la percepción,
modifican sus hábitos, inducen posturas, compensan las
mutilaciones propias de la alienación del cuerpo en cuanto se
lo socializa: en suma, remodelan la relación consigo mismo.
Ahora bien, toda esta potencialidad maquínica que debería
inducir una movilización renovadora de la subjetividad, la
amplificación de los universos referenciales, la afirmación
positiva de ámbitos colectivos de existencia, el
acrecentamiento de los vectores de creatividad social, ética y
política, está por el contrario acarreando consecuencias de
grandes proporciones que amplían las diferencias entre ricos
y pobres, incrementan los márgenes de desocupación,
condenan a poblaciones enteras a una vida marginal, de
ghetto, incrementan y fortalecen las fronteras urbanas que se
han convertido en verdaderos muros infranqueables,
multiplican las asimetrías en el ejercicio de la vida
comunitaria entre los pobladores segregando y condenando a
amplios sectores al atraso, la desprotección o la simple y
llana asistencia; de otra parte, los individuos son captados en
las megamáquinas comunicacionales que les inyectan un
flujo continuo de irrealidad, infantilización y trivialización
de su mundo y sus referencias existenciales, lo cual está
conduciendo aceleradamente a que se extienda un
sentimiento de soledad, abandono, empobrecimiento y vacío
espiritual a nivel planetario, no sólo en los grandes centros
capitalistas. Estas condiciones son las propicias para el
retorno y florecimiento de la religiosidad, de la que nos dice
Peter Sloterdijk que como un fantasma “ronda hoy el mundo
occidental” (Sloterdijk, 2012: 13).
El dominio de la información y la tecno-ciencia parecen
haber adquirido hoy en día una autonomía e independencia
respecto de los demás dominios de la vida y de la producción
social, económica, estética, etc. Marcado por el ritmo de la
religiosidad ecuménica del mercado de los objetos y en
función de esta autonomía e independencia, se reorganizan
los diferentes universos referenciales y una nueva axiomática
modifica las esferas de valoración. Sobre el fondo de esta
mutación, el viejo conservadurismo adquiere una función
actual ligada al modelo de la seguridad y el terror. Se
configura así un conjunto de coacciones específicas al cual
se enfrentan la creación científica, técnica, filosófica, estética
y política, y estas coacciones modelan la conducta de los
hombres dotándolos de una subjetividad orientada hacia la
pura y simple empiricidad inmanente del consumo.
La modularidad de las facultades y su segmentación cada
vez más fina restablece sin duda los dualismos, y al tenor de
estos dualismos se restablecen bajo figuras renovadas las
trascendencias homogenizantes del tipo Dios, el Ser, la
Energía, el Hombre, etc. (cf. Guattari, 2008: 71-90).
Empiricidad inmanente del consumo y trascendencia dualista
estandarizan todos los procesos de individuación,
imponiendo de manera irrenunciable una jerarquía compleja
de deberes, derechos y normas que restituyen un Universal
para cada composición local, tales como el mercado, la
democracia, los derechos humanos, etc., desconociendo así
la procesualidad singularizante de los movimientos locales
que permanentemente se desvían de la homogenización y
restablecen una heterogénesis en la que lo ancestral vuelve
en función de una reconstitución territorial que se procura
una nueva consistencia y nuevos modos de valoración éticopolítica y ético-estética.
La producción del conocimiento en las condiciones actuales
pasa por la criba de esta axiomática, sin duda más rígida e
implacable que los anteriores modelos de codificación o
sobre-codificación, pues está ritmada al tenor de las crisis
mundiales y sus recomposiciones globales. Se hace evidente
que en este terreno, como lo muestran los autonomistas
italianos1, existe una división internacional del trabajo
intelectual, con una sectorización rigurosa que origina lo que
se ha dado en llamar el capitalismo cognitivo. Esta
sectorización concentra y distribuye la fuerza de trabajo
intelectual según un mapa de valoraciones dinámicas y
permanentes en el que se distribuyen los productoresconsumidores de información.
La concentración del conocimiento en manos de las
corporaciones ecuménicas y la sectorización y división
internacional del trabajo configuran un nuevo modelo en red
en el que todos los puntos se conectan, pero a esta
configuración en red se le superpone un régimen que
mantiene y refuerza relaciones jerárquicas en función de la
concentración de los conocimientos, su circulación
codificada y controlada, la distribución de la investigación.
El mapa mundial de las “universitas magistrorum et
scholarium” deja entrever esta jerarquización y
concentración intensiva del conocimiento, ligado al
predominio de la producción capitalista de bienes y
servicios, de nuevos medios y dispositivos. Como lo ha
mostrado Samir Amin (1975; 1993; 1998), las relaciones de
dominación centro-periferia son cada vez más marcadas,
pero ahora la periferia está en todas partes y el centro en
ninguna. La distribución asimétrica y su variación
reconfiguran y modifican continuamente la red y los centros
1
Los orígenes de este movimiento se remontan a los tiempos del
“operaísmo” italiano a finales de la década de 1960, representado por
Mario Tronti, Raniero Panzieri, Toni Negri, Sergio Bologna y Romano
Alquanti. Actualmente, esta línea se prolonga en una “nueva generación”
de pensadores post-obreristas o autonomistas, como Paolo Virno, Franco
Berardi (Bifo), Maurizio Lazzarato, Cristian Marazzi, Giuseppe Cocco,
Sandro Mezzadra, Gigi Roggero, entre otros.
de poder, dibujan cada vez un mapa intensivo y variable.
Esta complejidad acrecienta la marginalidad de amplios
sectores del “sur”, que limitan su “prosperidad” a ser grandes
proveedores de materias primas y excelentes consumidores
de los bienes y servicios que de manera homogénea oferta el
mercado.
Por su parte, la llamada “investigación científica” se
organiza y gestiona en función de esta “prosperidad”, de tal
manera que se concentra en sectores “secundarios” de
gestión de la vida humana con el refinamiento de la
biotecnología, y en la investigación y creación tecnificada de
procesamiento primario de las materias primas. Por lo
demás, no le es ajeno a esta gestión de la investigación todo
un entorno burocrático en el que priman prestigios y créditos
por sobre los apremios y exigencias colectivas. Dejada a un
margen o considerada tan sólo por su utilidad para la gestión
del Estado, para el control de la población y la producción de
nuevos axiomas, la investigación en “ciencias humanas”
ocupa un pequeño lugar en este modelo, lo cual no le resta su
importancia en su promoción y consolidación.
Si el límite de la máquina técnica era el desgaste, el límite de
la nueva máquina tecnológica en el régimen contemporáneo
del capitalismo cognitivo será la obsolescencia, y esto
impone una condición aún más dura de dependencia
maquínica y de usura respecto del corporativismo mundial.
Así también la investigación científica, con su descomunal
aparataje y bajo el sistema cada vez más opresivo y violento
de economía de las patentes, está sometida al rigor de la
obsolescencia. Esto nos pone en la condición de usufructo
marginal y secundario respecto de los dispositivos mundiales
de producción de conocimiento.
En estas condiciones, que definimos aquí en clave
guattariana, se nos impone la necesidad de recomponer la
subjetividad, de tal manera que seamos capaces de
reapropiar sus procesos en las condiciones de un presente
brumoso, pero en el que no dejan de insinuarse por todas
partes destellos, cargas, fuerzas que enriquecen esta nueva
subjetividad. El arte de esta ontología de nuestro presente
radica en no dejar escapar esos destellos, en hacerlos
compatibles con los nuevos universos de valoración que
ahora mutan aceleradamente, de tal manera que la analítica,
la literatura, las pedagogías innovadoras, el reordenamiento
urbano, las nuevas arquitecturas, en fin, toda la creatividad
rompa la red de hierro que el régimen actual del capitalismo
cognitivo y de su integración mundial levanta sobre nuestra
subjetividad “sureña” y podamos así conjurar la barbarie
social y política, la contaminación mental y la degradación
existencial para revertirlos en riqueza y promesas tangibles
que reinventen la vida social y humana.
Ciertamente, para América Latina —y en general para el
“tercer mundo”— esta incursión capitalista y corporativa se
reduce al imperativo pseudo-científico de que la educación
deba ser funcional y pragmática, orientándola en una
“pirámide del desarrollo del conocimiento hacia paradigmas
y hacia el uso práctico del conocimiento” (Cuero, 2012: 2-7).
Contra este paradigma funcional, cabe plantear otra fórmula,
aparentemente análoga, pero completamente diferente en su
concepto: la reapropiación social del conocimiento. Esta
consigna, lejos de toda gramática institucional, debe servir
para poner en práctica una operación discursiva, y por tanto,
también política, que comienza por reconocer que el
conocimiento es una producción social, hoy en día
enajenada y confiscada por los dispositivos de la
investigación finalista, dirigida o aplicada que se han
instalado en todas las universidades del mundo y en los
institutos de investigación avanzada, prefigurando una
verdadera lucha por el conocimiento a nivel global.
Contemporáneamente, los filósofos autonomistas son
quienes mejor han formulado las categorías fundamentales
para describir esta lucha y para trazar estrategias en ese
escenario de lucha, al calor de las agitaciones propias de una
Europa en la que vemos surgir infinidad de movilizaciones
sociales, toda vez que las dinámicas capitalistas han dejado
tras de sí una clara crisis social, mientras que a nosotros se
nos presentan apenas bajo el embeleco de opciones de vida
social consideradas promisorias.
Los pensadores de dicho movimiento coinciden en distinguir
tres fases en el proceso de expansión capitalista: en primer
lugar, un capitalismo mercantil, formado alrededor de los
intercambios de la producción artesanal y agrícola; en
segundo lugar, con la revolución industrial iniciada en
Inglaterra a comienzos del siglo XIX, se dio el paso a un
capitalismo industrial organizado mediante la producción
fabril, fase en la cual surgieron los sujetos políticos
constitutivos de toda la teoría marxista: una burguesía de
propietarios industriales y el proletariado. Y en tercer lugar,
una nueva fase del capitalismo post-industrial en la que nos
encontramos hoy, la del capitalismo cognitivo.
Entre cada una de estas fases, lo que resulta determinante
son las transformaciones en la concepción del trabajo y de la
producción. En el primer caso, se trataba de un capitalismo
rural, con viejas maneras heredadas todavía de la producción
feudal, con clases sociales bastante simples como la
aristocracia, los artesanos o el campesinado. En el segundo
caso, se trataba de un capitalismo cuyo proceso era
correlativo al surgimiento de las urbes, y en el que la
producción se organizaba alrededor de las máquinas, lo que
propició una organización en masa de las fuerzas
productivas, en razón de lo cual la producción de valor pasó
a depender directamente de la producción de manufacturas.
Marx y Engels describieron con gran precisión el campo de
fuerzas formado por este capitalismo industrial mediante las
relaciones de clase, con categorías que todos conocemos
como la lucha de clases, el trabajo enajenado y la
explotación, nociones que sirvieron para la autocomprensión
de las clases proletarias y su proyecto de emancipación. En
el tercer caso, en cambio, se trata de la producción en
condiciones sociales de un alto nivel de desarrollo
tecnológico, de sociedades comandadas por máquinas
informáticas y sistemas de información masivos, en las que
el valor no depende ya de la producción de bienes ni
mercancías, sino de la producción de saber. Dicho en otras
palabras, en el capitalismo cognitivo el conocimiento es la
genuina fuente de la producción de valor. Para ello han
tenido que darse estas enormes transformaciones en la
concepción del trabajo, no siempre reconocidas y a veces
imperceptibles en la cotidianidad.
El postulado de base para estos teóricos es, pues, que hemos
pasado del trabajo material, propio de las dos primeras fases
del capitalismo, a un tipo de trabajo llamado trabajo
inmaterial. Se trata del trabajo cognitivo, del trabajo que
realizan los desarrolladores de tecnología o los
manipuladores de signos, de la formulación y circulación de
consignas, eslogans y enunciados, de la producción estética,
de la producción de discurso, en suma, de un trabajo más
abstracto: el que realizamos investigadores, científicos,
docentes, programadores, comunicadores, mercadotecnistas,
publicistas, artistas, creadores de todo tipo, un trabajo que en
sus inicios estaba altamente valorizado, que en consecuencia
precarizó todavía más los viejos regímenes de producción
material (del campo, del taller, de la fábrica), ocasionando
otros escenarios de trabajo como el laboratorio, otras
prácticas como las del trabajo ingenieril, y otras formas de
vida como las del trabajo deslocalizado o el teletrabajo. Esta
transformación se refleja en todos los órdenes: aparecen los
discursos del capital humano, la educación es relanzada
vertiginosamente a las dinámicas de la mercantilización
general, las universidades pasan a verse disgregadas en una
enorme gama de saberes imposibles de ordenar en
facultades, calan en ellas los sistemas de competencia e
incentivos, se disuelven las fronteras entre el tiempo de vida
y el tiempo de trabajo, aparecen otras urgencias como la de
la innovación y toda una orquestación económico-política
que apunta a confiscar la producción de saber imponiéndole
sus ritmos y sus finalidades. Esto no significa, lógicamente,
que el trabajo material desaparezca; ciertamente sobrevive,
como sobreviven también los trabajadores operarios de estos
sectores de la producción, a saber: en condiciones precarias e
infamantes, sólo que pasan a un renglón muy secundario de
la economía que en adelante se orienta a explotar las nuevas
formas de producción.
El propio Marx (1972: 216-230), en un texto de los
Grundisse, había previsto este cambio de la producción
material al trabajo inmaterial, cuando advertía que también
el desarrollo industrial y tecnológico era producido en un
movimiento de apropiación progresiva del trabajo vivo, sólo
posible donde se había alcanzado un desarrollo determinado
de las fuerzas productivas, específicamente, las del
conocimiento y la ciencia. Esto significa que las fuerzas
asociadas al trabajo del conocimiento se ponen en el centro
de las fuerzas vivas, y por tanto, en el centro de los intereses
del capital. El desarrollo del capitalismo, de este modo,
demuestra —dice Marx— “hasta qué punto el conocimiento
social general se ha convertido en fuerza productiva
inmediata”, para lo cual acuña una noción nueva: la de
General Intellect o Intelecto General (1972: 230).
El General Intellect se refiere, de un lado, al gran capital de
los conocimientos acaudalado en el trasegar de las
generaciones humanas, que no pertenece a nadie, sino que
puede considerarse el patrimonio inmaterial colectivo de la
humanidad. El conocimiento no es un acto privado, si bien es
cierto que hay individuos que lo relanzan permanentemente a
dimensiones otrora desconocidas. Sin embargo, su
producción, transmisión, conservación y reinvención son un
trabajo social, al que concurrimos todos, cada uno a su
manera: desde las soluciones básicas que damos a las
necesidades prácticas hasta la agrupación de los
conocimientos en sistemas (matemáticos, filosóficos,
teológicos, jurídicos, técnicos o de signos) altamente
complejos.
Con estos presupuestos, Paolo Virno (2003) por su parte ha
sabido extraer asombrosas consecuencias del concepto
marxista de Intelecto General, a saber: que el trabajo del
conocimiento deviene la columna vertebral de la producción
social, lo que lo convierte en el primer objetivo del control
capitalista; que la politización del trabajo se inicia, no tanto
cuando se lo somete a la explotación material, sino cuando el
pensamiento deviene el resorte principal de la producción de
riqueza; que la actividad del pensamiento deja de ser
privada, es decir, una labor individual como en las antiguas
élites académicas de la burguesía, y que más bien se vuelve
exterior y pública, es decir, política, al punto que “la
actividad laboral puede absorber en sí muchas de las
características que antes pertenecían a la acción política”
(Virno, 2003: 37, 65).
En suma, el trabajo cognitivo se sitúa en el centro de los
intereses del capital. Esto ocasiona una nueva lucha social, la
lucha global por el conocimiento, que pasa por muchos
registros, y entre ellos, lógicamente, por el de la universidad.
Las transformaciones a nivel del trabajo implican,
ciertamente, la disolución de la universidad canónica, tan
bien descrita por Kant (1999) en El conflicto de las
facultades, y el paso de la universidad burguesa al proceso
de masificación de la universidad. Con esto surge también,
en palabras de Virno (2003: 114 ss), una nueva figura del
intelectual: la “intelectualidad de masas”, un nuevo sujeto
social que hace ya insostenibles figuras como la del
“intelectual orgánico” descrito por Antonio Gramsci, y que
en su lugar conforma una intelectualidad difusa, dispersa,
masificada, hecha de especialistas, que pierde los privilegios
de clase del intelectual burgués para aproximarse más bien a
una condición pseudo-proletaria del trabajo intelectual,
también éste paulatinamente precarizado a medida que se
masifica y se cierne sobre él una mayor explotación.
A este nuevo sujeto social, otro teórico italiano, Franco
Berardi (Bifo), designa de un modo más simple: el
cognitariado (cf. Berardi, 2003; 2005). Según él, así como
antaño hablábamos de explotación en la producción del
proletariado, el cognitariado resulta ser el sujeto de la
explotación en el régimen inmaterial de la producción del
capital. Según el autor, la noción de cognitariado tiene la
ventaja de no perderse en la vaporosa noción de General
Intellect, y en su lugar le devuelve carne y cuerpo al sujeto
de la explotación intelectual. El cognitariado, como agente
real del Intelecto General, es en la definición de Bifo: “el
flujo de trabajo semiótico socialmente difuso y fragmentado
visto desde el punto de vista de su corporeidad social”
(Berardi, 2003: 96). Se trata de los cuerpos agentes del
conocimiento general, bajo el estrés psíquico derivado de la
explotación constante de las facultades de la atención y del
pensamiento, de los cuerpos que dan vida al proceso
consciente de la Inteligencia Colectiva (como la llama por su
parte Pierre Lévy): esa comunidad consciente de individuos
cuyo trabajo por naturaleza es el más autónomo, el trabajo
del conocimiento, comunidad que tiene frente a los poderes
la ventaja de darse a sí misma su propia norma, pero que hoy
en día vemos paradójicamente envuelta en relaciones de
subordinación y de explotación.
El cognitariado aparece así como una noción en la que, junto
con los precarios y los migrantes, quedan comprendidos los
nuevos sujetos metropolitanos en condiciones de explotación
para un capitalismo cognitivo que hoy se enmascara en los
manidos eslogans como el de la innovación tecnológica o la
sociedad del conocimiento. Tenemos que empezar por hacer
una conciencia de clase de este cognitariado disperso, que
hoy va siendo cada vez más arrinconado, y donde más
perceptiblemente, en las universidades. Desde el escenario
de la lucha global, la tarea es inmediata: emprender la
reapropiación social del conocimiento entendida bajo la
prerrogativa de devolverle al trabajo cognitivo su fuente
colectiva, su naturaleza común: ya no la divulgación
científica ni su aplicación, sino la defensa de lo común en su
carácter común, lo cual implica levantar una trinchera: la de
la producción de saber, contra el agenciamiento económicopolítico de la investigación administrada, burocrática,
privatizada, patentada, indexada, clasificada, enganchada a
las lógicas de la apropiación y expropiación o de la usura
que impone el capital. La reapropiación del conocimiento
como función social y para el cuerpo social, necesariamente
prefigura un campo de fuerzas que institucionalmente pasa
por la disidencia y la confrontación. Se trata de recuperar el
patrimonio inmaterial colectivo, bajo las formas alternativas
de cooperación autonomista del cognitariado, pero también
en la inmensa diáspora de movimientos que adelanta ese
“arlequín geopolítico” que son los agenciamientos de la
multitud. En palabras de la ecologista y jurista ecuatoriana
Lucía Gallardo Fierro, “la reapropiación social del
conocimiento la entenderemos como la capacidad de la
sociedad de exigir un debate político, que resignifique el
espacio local como espacio de expresión de formas nocapitalistas de producción” (2005: 16). Eso implica nuevas y
difíciles luchas: contra el derecho de autor, las patentes, la
indexación, las bases de datos que comercian a gran escala la
producción científica, los rankings…; implica, por tanto,
liberar el conocimiento de la usura universal corporativa, e
inventar nuevas formas de circulación del saber para
salvaguardar entre todos el “derecho de lo común” (las
políticas de open access, el software libre, etc.); pero sobre
todo, implica hacer valer ante los poderes tecnocráticos, ante
los llamados “expertos”, que nosotros, cognitarios, somos
los que sabemos, que la producción de saber se traduce en
una autonomía real que impone nuevas tareas y nuevos retos
al trabajo del pensamiento. Querámoslo o no, el acto del
pensamiento compone hoy un trabajo político: algunos
escuchamos en ello reverberar a lo lejos los ecos de un
nuevo clamor: “¡cognitarios del mundo, uníos!”.
Referencias
Amin, S. (1975) Cómo funciona el capitalismo. México:
Siglo XXI.
Amin, S. (1993) Capitalismo y sistema mundo. Barcelona:
Lafarga.
Amin, S. (1998) El capitalismo en la era de la globalización.
Barcelona: Paidos.
Berardi, F. (2003) La fábrica de la infelicidad. Nuevas
formas de trabajo y movimiento global. Madrid:
Traficantes de Sueños.
Berardi, F. “Del intelectual orgánico a la formación del
cognitariado”. En: Archipiélago, No. 66. (2005): 5767.
Cuero, R. (2012) “La educación contemporánea debe
desarrollar la cultura de la creatividad hacia la
sostenibilidad”. En: Revista Debates, No. 61.
Medellín, pp. 2-7.
Gallardo Fierro, L. (2005) “Los nuevos confinamientos del
saber. Propiedad intelectual y nuevas
biotecnologías”. En: Ecología política. No. 29.
Barcelona, pp. 15-28.
Guattari, F. (1993) El constructivismo guattariano. Cali:
Universidad del Valle.
Guattari, F. (2008) “El nuevo paradigma estético”. En: La
ciudad subjetiva y post-mediática. La polis
reinventada. Ernesto Hernandez & Carlos Enrique
Restrepo (Eds.). Cali: Fundación Comunidad, 2008,
pp. 71-90.
Kant, I. (1999) El conflicto de las facultades de filosofía y
teología. Madrid: Trotta.
Marx, K. (1972) “Fragmento sobre las máquinas”. En:
Elementos fundamentales para la crítica de la
economía política (Grundrisse) 1857-1858, Vol. 2.
Trad. Pedro Scaron. México: Siglo XXI, 1972, pp.
216-230.
Sloterdijk, P. (2012) Has de cambiar tu vida. Valencia: PreTextos.
Virno, P. (2003) Gramática de la multitud. Para un análisis
de las formas de vida contemporáneas. Madrid:
Traficantes de Sueños, 2003.
SENTIDOS DEL CYBERPUNK Y
POSTCYBERPUNK EN EL CINE, E
IMPACTO DE LA TECNOLOGÍA EN LA
SOCIEDAD: OVEJAS ELECTRÓNICAS
Y SÚPER JUGUETES.
Diego Francisco Calderón Aponte2
Claudia Patricia Munera Mora3
Resumen
El ciberpunk es el espíritu de nuestra era desencantada, es el
contrapeso al conservadurismo que en tiempos de depresión
intenta imponerse. Es la estética de la banalidad y la
crueldad de este mundo (visto en los 80s) sobre informado y
desensibilizado.” Naief Yehya (Cortes, 1998, p.115).
TRAILER: Una investigación en construcción.
Las páginas que siguen muestran un ejercicio de
investigación en gestación. Dicho proceso de indagación
busca realizar un análisis de los planteamientos realizados
por el cyberpunk y postcyberpunk, obrados a través del
2
Economista y filósofo de la Universidad Industrial de Santander,
Magister en Historia de la Universidad Javeriana, correo electrónico:
cabamiuni@gmail.com
3
Licenciada en Idiomas y Especialista en Pedagogía y Semiótica de la
Lengua Materna de la Universidad Industrial de Santander y Magíster en
Educación Online de UNAD Florida, correo electrónico:
cpmuneram@gmail.com
séptimo arte por parte de este movimiento estético de la
ciencia ficción y entorno al problema del impacto de la
tecnología sobre el individuo y la sociedad. El primer
momento de la investigación consistirá en llegar al
planteamiento de una estructura actancial que dé cuenta de
las narraciones identificadas y catalogadas dentro del género.
Este texto (y ponencia) es un informe parcial de lo
alcanzado hasta el momento, y constituye más que un texto
terminado, un documento de trabajo.
En un primer momento se explicará qué es el cyberpunk y
postcyberpunk, señalando los problemas fundamentales que
plantean las narraciones de este género en su apuesta
narrativa sobre el impacto de la tecnología en el individuo y
la sociedad, para pasar a exponer el segundo punto de
anclaje de nuestra investigación: la semántica estructural y
el modelo actancial.
Después de estas consideraciones contextuales y teóricas se
planteará una estructura actancial que tiene un carácter
provisional, ya que
el volumen de material fílmico
catalogado y analizado ha aumentado considerablemente a
medida que avanza la investigación, encontrándose ésta en
pleno estado de construcción. Para finalizar, se realizará una
exposición de dos películas que hacen parte del catálogo.
Dichas exposiciones no tienen la pretensión de ser fichas
técnicas de las mismas, ni tampoco completos análisis, sino
que intentan ser muestras del cyberpunk, y postcyberpunk
conectadas con el análisis estructural.
FOTOGRAMA 1. ¿Qué es el Cyberpunk y postcyberpunk?
En la década de los 80 del siglo XX, un grupo de
escritores de ciencia ficción crearon relatos en contextos
distópicos
y
post-industriales
de
sociedades
hipertecnologizadas, en contraposición de la visión utópica
de la tecnología que existía (como por ejemplo la que
proyectaba la serie los supersónicos, en inglés The Jetsons
creada en 1962). Dichas narraciones nacieron en el mundo
literario y trascendieron al séptimo arte teniendo como eje
central la relación semántica estructural: Alta tecnología /
Baja calidad de vida. Dicha estructura de significado ha
logrado la configuración de relatos de ficción que plantean
reflexiones descriptivas del impacto de la tecnología en la
sociedad y el individuo, hoy realizadas también desde la
filosofía de la tecnología, junto a los estudios de Ciencia,
Tecnología y Sociedad (CTS).
El
lugar de estas
descripciones sobre el impacto de la tecnología, y desde la
ciencia ficción, es un futuro distópico y tecnológico en el
que la economía corporativa monopoliza el cuerpo, la vida y
la existencia.
La apuesta estética del cyberpunk se realizó mostrando
cómo la percepción sensorial cambia cuando el cuerpo
humano es trasformado por la alta tecnología, ya sea con la
tecnología de las drogas de diseño (como en la Naranja
Mecánica de Stanley Kubrik), la genética (en Gattaca de
Andrew Niccol), la robótica (Yo Robot de Isaac Asimov),
la realidad virtual o ciberespacio (la trilogía de la Matriz de
los hermanos Wachowski), y la biomecánica (eXistenZ de
David Cronenberg). Este tipo de estética creó relatos,
propuestas musicales, modas en la forma de vestir,
convirtiéndose en un movimiento estético underground que
se consolidó con la obra literaria y teórica de escritores como
William Gibon y Bruce Sterling.
Los sentidos juegan también un papel en la estética
del ciberpunk, pues el propio cuerpo se convierte en
protagonista, al ser alterado por las drogas de diseño
o la tecnología de los implantes y las prótesis
electrónicas. Su esfuerzo por evidenciar todo un
mundo sensorial, de una perturbadora sensualidad,
provocado por la alteración de los sentidos a través
de psicodélicos viajes al fondo de la mente,
constituye una verdadera novedad en la CF y confiere
un peculiar sabor surrealista a muchos paisajes
(Sterling, 1998, 13).
La palabra Cyberpunk fue usada por primera vez por
Bruce Bethke, como título de un cuento publicado en 1983, y
un año más tarde Gardner Dozois utilizó dicha palabra en un
artículo publicado en el Washington Post para describir el
género de la literatura de ciencia ficción que estaba naciendo
de la mano de escritores como Sterling, Cadigan y Gibson,
que en pocos años dejaría de ser término para convertirse en
la contracultura anglosajona de los 80s (Santana Cardoso,
2001). Pero en los noventas el movimiento contracultural
dejó de ser una cultura de subsuelo, se suavizó la agresividad
visual en las películas, el nihilismo radical desapareció, sus
personajes dejaron de ser solitarios para convertirse en
individuos de grupo y sociedad, su repertorio se amplió al de
la biotecnología y transversalidad tecnológica,
y se
incluyeron reflexiones éticas a sus crudas descripciones del
impacto de la tecnología en la sociedad (Sterling, 1998, 13).
Un ejemplo de postcyberpunk es una película
producida por Tim Burton y dirigida por Timur
Bekmambeto, en el año 2009: Número 9. A pesar que el
personaje 9 es el héroe, todos los otros 8 personajes (posthumanos) cumplen una función indispensable en la trama de
la película. Todo el grupo de posthumanos y su creador
hacen parte de una misma unidad ética, que generan dentro
del film un debate moral. Además de lo anterior, esta
película nos recuerda al mito del monstruo creado por el
Doctor Víctor Frankenstein, fuente de la narrativa del
cyberpunk clásico. El postcyberpunk conserva la esencia de
su antecesor de los 80s a pesar de suavizar el barroquismo
visual e introducir a la descripción clásica de los problemas
filosóficos4 reflexiones éticas.
Frente a lo planteado
anteriormente dice Bruce Sterling, quien fue uno los padres
del cyberpunk como movimiento literario, ideológico y
filosófico, citado por Ferrara:
En un análisis cyberpunk, Frankenstein es cienciaficción humanista. Promueve el dictamen romántico
de que hay cosas que el hombre no debe conocer. No
hay mecanismos meramente físicos para esta ley de la
alta moral, su alcance trasciende el entendimiento de
los mortales, es algo emparentado con la voluntad
divina. Ahora imaginemos una versión cyberpunk de
4
Una revisión del catálogo de películas dejan ver que el cyberpunk
clásico se mueve en los problemas de tipo: Epistemológico,
antropológico, ontológico y político. Por ejemplo, los problemas típicos
planteados en los relatos plantean problemas filosóficos como: El cuerpo
y la mente, el posthumanismo creado por la tecnología, la utilización del
poder del estado por parte de la corporación económica.
Frankenstein… el Monstruo podría ser el bien costeado
proyecto de Investigación y Desarrollo de alguna
corporación global. El Monstruo podría llevar a cabo
sangrientas incursiones, preferentemente contra
transeúntes ocasionales. Pero incluso así, nunca le
permitirían escaparse a pasear por el Polo Norte,
profiriendo profundidades byrónicas. Los monstruos
del
cyberpunk
nunca
se
desvanecen
tan
convenientemente. Ya están sueltos por las calles… El
Monstruo tendría un copyright, a través de las leyes
genéticas y sería producido en todo el mundo a muchos
miles. Pronto los Monstruos tendrían piojosos trabajos
nocturnos, atendiendo restaurantes de fast food (2008,
p. 2007- 2008).
Este género artístico y cultural no ha partido de cero,
las ideas seminales se pueden encontrar en la ciencia ficción
de los 60s, de la mano de autores como J.G Ballar, Brian
Aldiss, Philio K. Dick, Tomas Pynchon, Norman Spinrad,
Moorcock, y en los clásicos de la Ciencia ficción visionaria
como H.G. Wells, Aldous Huxley, y Olaf Stapledon, para
referir solo algunos. Siguiendo el planteamiento de Sterling
de la cita anterior, el género pretendió ser una vuelta a los
orígenes de la ciencia ficción con herramientas, recursos, y
preguntas de la contemporaneidad (Burgos, 2011).
Este tipo de narrativa es una combinación de la
novela policial y negra; tanto el cyberpunk clásico como el
post-cyberpunk introducen
personajes marginalizados,
solitarios que luchan contra la alienación de la economía
corporativa, viven sus existencias en el subsuelo social de
un futuro distópico.
De acuerdo con Lawrence Person:
los personajes del cyberpunk clásico son seres
marginados, alejados, solitarios, que viven al margen
de la sociedad, generalmente en futuros distópicos
donde la vida diaria es impactada por el rápido
cambio tecnológico, una atmósfera de información
computarizada ubicua y la modificación invasiva del
cuerpo humano (1998,p.35).
Los protagonistas en el género de cyberpunk que
suelen ser hackers, post-humanos etiquetados en el mundo
en que viven,
de visionarios, criminales, parias,
inconformes, problemáticos, disidentes, cargando con un
halo de anarquía sus personalidades y existencias. A pesar
de lo anterior y de representar la disidencia del futuro, estos
son manipulados: sus esfuerzos por estar en la posición de
límite y de borde del control del poder (que no es el del
estado, sino el de la gran corporación) resulta paradójica, ya
que no logran escapar totalmente del control ejercido sobre
ellos; luego entonces el cyberpunk en sí, no planteó una
postura anarquista frente al problema del poder, más bien se
planteó desde un nihilismo político, antropológico y
epistémico, (Sterling,1998) que está de la mano con el
nihilismo propuesto por Giovanni Vattimo en su libro El fin
de la modernidad: nihilismo y hermenéutica en la cultura
posmoderna , y por Jean-Francois Lyotard en su libro La
condición postmoderna: informe sobre el saber.
El post-humano del cyberpunk también trae consigo
la reflexión y las preguntas por la relación mente-cuerpo, el
tiempo, la realidad, las formas de saber, la verdad, la
estética del cuerpo humano, preguntas clásicas en toda la
historia del quehacer filosófico. Un eje semántico que
plantea la mayoría de las anteriores preguntas es el cuerpo
post-humano. Dicho cuerpo es invadido con prótesis, tanto
en los miembros motrices como en el sistema neuronal. La
tecnología se instala en la piel o en las redes del sistema
nervioso del cuerpo. Las drogas tecnológicas, la genética, el
ciberespacio y la realidad virtual transforman la estructura
del cuerpo, y los posthumanos invadidos y modificados por
la tecnología tienen cuerpos modificados, creados y
sustituidos por conexiones a otras realidades, hombres mitad
carne mitad robot, y cyborgs o androides que constituyen
un nuevo cuerpo y mente (Dyaz, 1998).
En la estética de este tipo de CF, el cuerpo humano
es usurpado por la corporación económica, o la máquina que
gobierna tanto a humanos como a posthumanos (producida
también por una empresa que busca el control total del
planeta), para convertirlo en esclavo, en una batería de ciento
veinte voltios para proveer de energía a las maquinas5. Las
prótesis implantadas, o los cuerpos cyborg6 que usan la
estructura del “cuerpo natural”, configuran una corporeidad
tecnificada y manufacturada, más producto de la ciencia que
de los procesos biológicos naturales (Ferrara, 2008). Pero el
cuerpo humano no es sin la mente, y aquí aparece el
problema del cuerpo y la mente en dicha narrativa al
introducirle a esa nueva corporeidad
inteligencias
artificiales, capaces no sólo de pensar, sino también de
sentir emociones y deseos. El humano ha inventado y
5
Dato extraído a partir de la exploración realizada de la película Matriz.
Dato extraído a partir de la exploración realizada d de las películas: Yo
robot, IA, y Terminator.
6
creado una nueva especie, reviviendo con la tecnología el
mito del monstruo del doctor Frankestein, pero esta vez no
lo ha hecho de pedazos de otros humanos, sino lo ha hecho
de cables, cromo, metal, compuestos resistentes y cerebros
artificiales.
Para finalizar este apartado, trascribiremos la
respuesta del escritor español Horacio Moreno a ¿qué es el
cyberpunk?
El movimiento Mirrorshades (anteojos espejados,
cyberpunk) desde la década de los 80s se convirtió en
un movimiento de culto. El negro y el cromo se
erigieron como los colores emblemáticos de esta
integración de mundo tradicionalmente separados: La
tecnología de punta y la cultura callejera se
amalgama para dar forma a esta vanguardia que
trascenderá lo literario (…) El progreso técnico
desintegra al sujeto racional, libre, moral y ético. El
poder (del estado) ya no es piramidal, sino lineal, (la
corporación) todos se controlan y son controlados
(2003, p.33)
Las palabras de Horacio Moreno nos transportan a
los apartados del
libro Vigilar y castigar del filósofo
Michel Foucault, cuando explica la arquitectura de
panóptico y sus implicaciones en la formación de la
sociedad disciplinaria. Dicha prisión diseñada a la sazón de
la razón utilitarista del pensamiento liberal de Jeremías
Bentham, no necesita de cadenas, grilletes, puertas en todas
las celdas, y otros dispositivos, realizado en un diseño de
prisión eficiente, que es llevado también al hospital, a la
escuela, y más tarde a la fábrica. (Foucault, 2002). Pero
aquí la idea de Moreno consiste en mostrar la evolución del
esquema del panóptico, ya que ahora no somos observados
desde un mismo punto por un mismo vigilante sino que a
partir de los dispositivos tecnológicos todos vigilamos de
todos, desaparecen los guardianes, al convertirnos todos en
guadianés de todos, de la misma manera que en Foucault, el
dispositivo es llevado a mas ámbitos de la vida humana con
la tecnología que nos permite a todos controlar y todos ser
controlados.
FOTOGRAMA 2. El análisis semántico estructural y el
estructura actancial.
A partir de la sociología de las estructuras simbólicas,
que se asocia con metodologías de la semántica, es posible
analizar datos e informaciones (materiales) de tipo
cualitativo.
El análisis estructural es una técnica del análisis semántico
de los contenidos que va más allá del análisis del discurso,
ya que esta considera que este es un contenedor de los
significados. Por lo anterior este tipo de análisis apunta a los
contenidos de los discursos, permitiendo estudiar de forma
científica la información cualitativa en niveles de abstracción
más altos que el alcanzado a un nivel interpretativodiscursivo.
Esta técnica hace parte de los métodos usados por la
ciencia general del signo: la semiótica. Dicha ciencia
investiga los fenómenos significantes y de sentidos, sistemas
de significación, lenguajes, discursos y los procesos a ellos
asociados como la producción e interpretación. La
producción de sentidos constituye una práctica importante de
los humanos, o como los llama Charles Peirce, los procesos
de semiosis7 que se vehiculizan mediante signos y se
materializa en textos.
La semiótica o semántica
estructural puede
considerarse como una gramática de los lenguajes. Su
interés analítico se concentra en el funcionamiento del
sentido
a partir del principio de la binariedad del
pensamiento y el lenguaje: la lógica humana es binaria, esto
es, pensamos únicamente por oposición8, no existe sentido
más que en la diferencia. Por otra parte, el análisis
estructural es un método científico y a la vez una teoría sobre
lo social que tiene sus antecedentes teóricos en la semántica
estructural de A. J. Greimas (1976), y en la antropología
estructuralista de Levi Strauss (1983). Su uso se ha hecho
extensivo para el análisis del contenido de los discursos y de
los modelos simbólicos que inciden en la producción de
7
La semiosis es cualquier forma de actividad, conducta o proceso que
involucre signos. Incluyendo la creación de un significado. Es un proceso
que se desarrolla en la mente del intérprete; se inicia con la percepción
del signo y finaliza con la presencia en su mente del objeto del signo. "el
proceso de la asociación de signos en la producción de significación
interpretativa" (Chandeler, D. 1999, p.23).
8
Oposición aquí no se refería a la opción dialéctica tradicional.
Entiéndase opción en términos de la diferencia, por ejemplo: Blanco más
negro en posición a solo negro. Observemos la función semántica de la
anterior afirmación. Opciones del negro= Blanco + negro / negro.
dichos discursos en el campo de la antropología y de la
sociología (Martinic, 1992).
2.1 La estructura actancial.
Una de las herramientas analíticas del análisis
semántico son los modelos actanciales. El primer tipo de
estructura fue propuesta por Vladimir Propp al realizar el
análisis de los cuentos folclóricos rusos, encontrando treinta
y un (31) elementos estructurales, es decir 31 elementos que
en todos los cuentos analizados se encontraban con
diferentes nombres y con tramas diferentes (Propp, 1985).
La evolución de los estudios narratológicos, y la discusión en
torno a las funciones y las acciones de los personajes dentro
del relato, de la cual participa Lévi-Strauss (1972) (uno de
los padres del estructuralismo), reduce los 31 elementos
identificados por el estudio, a seis elementos y tres ejes
semánticos, propuesta realizada por A J Greimas en su
semántica estructural (García, 1998).
En la figura 1, se observa que el modelo actancial
está constituido por seis elementos y tres pares de binomios.
1) Destinatario-Destinador 2) sujeto-objeto 3) ayudantesoponentes.
Figura 1: Estructura actancial greimasiana.
El sujeto es el héroe(s) de la historia; para sugerir un
ejemplo, en la trilogía de la película Matrix de los hermanos
Andy y Larry Wachowski, el personaje Neo interpretado por
Keanu Reeves seria dicho sujeto. Para seguir con este
ejemplo, su objetivo es liberar a los posthumanos que sirven
como biobaterías (esclavos que producen energía) dentro de
la Matrix, liberando al tiempo a lo últimos humanos que
habitan en la ciudad de Zion. Es decir que el objeto en esta
narración es la liberación. ¿La libertad de quiénes, para
quién, cuáles son sus destinatarios? Pues los humanos y
posthumanos que viven en Zion, y los potshumanos que
viven como biobaterias conectadas a la realidad virtual
creada por la Matrix.
Los oponentes de Neo son los
agentes, las máquinas centinelas que persiguen la nave
capitaneada por Morfeo, y Tank que los traiciona a cambio
de volver a la Matrix. Los ayudantes son la pitonisa, Neo,
Triniti, el resto de la tripulación de la nave Nebuchadnezzar
y lo habitantes de Zion. En esta narración el destinador es la
misma Matrix, dejando ver el argumento de la película la
postura nihilista del cyberpunk.
FOTOGRAMA 3. La estructura actancial del cyberpunk
y postcyberpunk.
Como cualquier narración, inclusive las teóricas, las
historias tramadas y narradas en el cine por los géneros
cyberpunk y postciberpunk comparten una estructura
actancial. Identificar esta estructura es uno de los objetivos
de nuestra indagación, ya que esta podría significar una
síntesis valiosa de cómo el séptimo arte, desde una
perspectiva nihilista del futuro, crea una visión crítica del
impacto de la tecnología en la sociedad, convirtiéndose la
reflexión del cyberpunk y postcyberpunk en la antesala de la
filosofía de tecnología y los estudios de CTS. Como se
planteó desde la introducción, la estructura que presentamos
en este texto es provisional, ya que por el momento tan sólo
se han catalogado 103 películas, encontrado 75, se ha
realizado una primera observación de 39 y observado y
analizado con mayor detenimiento 30.
Figura 2: Estructura actancial provisional del cyberpunk
y postcyberpunk en el séptimo arte.
Como se observa en la figura 2, el sujeto es una
anomalía y puede ser un humano o un posthumano.
Identificamos a este como anomalía, en la medida en que el
sujeto se sale de la norma establecida sin percibirlo de una
vez, sin esperárselo, su rol parece asignado aleatoriamente;
en un primer momento es un accidente de las situaciones y
acciones de la trama, pero cuando las historias están en plena
epicrisis descubrimos que dicha anomalía es producida por
el mismo sistema poder o por error y/o prevención (creado
como salvaguarda) de su inventor-creador (científico). El
objeto que siempre persiguen los sujetos (héroes) del
cyberpunk y postcyberpunk es la libertad, la liberación del
yugo de la máquina, de la gran corporación, del poder
reinante y tiránico, en beneficio de los humanos y
posthumanos
esclavizados
de
múltiples
maneras
(Destinatarios). En la línea de acción del Sujeto (anomalía),
el objeto (libertad),
y los destinatarios (humanos y
posthumanos), la investigación ha identificado que el
elemento destinador genera el nihilismo asociado a dicha
narrativa, ya que este es el mismo poder que subyuga, o es el
inventor-científico que ha estado al servicio de dicho poder.
En cuanto a los ayudantes (simples seguidores), como los
oponentes (guardianes y policías del poder tecnológico), son
simples peones/seguidores al servicio del sujeto o del
destinador. Poco se ha podido avanzar en estos dos
elementos de este modelo actancial provisional, como
estructuras de significado que lleven a una reflexión
profunda. Debemos aclarar en este punto, que la estructura
mejor lograda es la de libertad, las otras aún están
identificadas de forma tentativa, dado el estado actual de la
investigación.
FOTOGRAMA 4. El sueño de las ovejas eléctricas: Blade
Runner
Una
pirámide neomaya con una longitud de
kilómetro y medio, signo del poder de la corporación Tryller
(destinador), se erige como símbolo de poder sobre la sobria
ciudad de los Ángeles del 2019. La lluvia acida producida
por la contaminación de la pirámide cae sobre las enormes
imágenes de neón, y sobre las personas que no han podido
migrar a un mejor planeta. (Mike, 2001)
Al detective
retirado Deckard (sujeto-posible replicante) se le solicita que
cace a un grupo de replicantes (potshumanos-oponentes)
fugitivos.
Rick Deckard es un endurecido cazador de
replicantes que ha perdido sus habilidades de exterminador.
Este personaje es un justiciero individualista que aplica su
propia ética y se encuentra en el límite entre el gánster y el
policía. Los replicantes se encuentran en la tierra buscando
a su creador, J. F. Sebastian (el Dr. Frankenstein en el mito
de Frankenstein), para obligarlo a frenar su caducidad de
cuatro años.
Estos potshumanos de corta vida, son
revolucionarios y se niegan a aceptar su esclavitud y
caducidad (objeto) (Naief, 1994).
Blade Runner, película dirigida por Ridley Scott e
inspirada en la novela de Philip K. Dick, ¿Sueñan los
androides con ovejas eléctricas? es considerada una de las
piezas de cine más representativas del cyberpunk clásico,
junto con Videodrome del director David Cronenberg.9
Cabría aclarar aquí que Matrix, la trilogía de los hermanos
Wachowski es un intermedio entre el cyberpunk clásico y el
postcyberpuk, tal matiz se percibe al observar Blade Runner
y Videodrome (clásicas), en comparación a Número 9
(postcyberpunk).
Retomando a Blade Runner, esta película delinea las
características expuestas más arriba y plantea los problemas
básicos del género: génesis de posthumanos, control por
parte de la corporación económica, alta tecnología/bajo
nivel de vida,
con un guion simplificado pero de
implicaciones profundas. Uno de los problemas (planteados
en casi todas las películas del género) claves para el
funcionamiento de las narraciones, es la implantación de
recuerdos falsos en los individuos como control de la
memoria y conciencia histórica. Aunque en la bibliografía
referenciada y consultada hasta el momento no se encuentra
señalado ni discutido dicho problema, en la gran mayoría de
películas del cyberpunk y el postcyberpunk se encuentra esta
9
Este director ha realizado más películas bajo esta influencia, pero no
todas se puede catalogar en el cyberpunk clásico, ya que
algunas
cabrían en la clasificación de predecesoras y otras en postcyberpunk:
Por ejemplo podríamos clasificar a Shivers (1975) – en español parásitos
asesinos – de predecesora, y a Cosmopolis (2012) de postcyberpunk.
idea de radical importancia, para explicar una de las formas
de control sobre humanos y posthumanos. Algunos
replicantes tienen recuerdos implantados que en algunos
casos los hace creer que son humanos, como es el caso de
Rachael y posiblemente también el Blade Runner.
El problema del recuerdo implantado y la memoria
histórica, plantea en dicha narrativa un control sobre la
conciencia. Este problema también explorado en otras
películas, revela una discusión de tipo filosófico poco tratada
en la bibliografía disponible, pero sí muy trabajada en las
películas. La replicante Rachael, quien trabaja en la
pirámide de la corporación no sabe que es un modelo
avanzado de replicante, ella está convencida de ser un
“humano de verdad”, y a medida que la trama avanza, se dan
pistas para plantear que Deckard es otro replicante (Burgos,
2011).
La historia tiene en apariencia un desenlace feliz, tal
vez más por razones políticas su final fue editado, ya que
Estados unidos para la época se encuentra bajo el gobierno
de Ronald Reagan, y a este no le caía muy bien el
nihilismo triste de dicha narración. (Burgos, 2011) Muchas
versiones y muchas ediciones tiene la película, pero a pesar
de dicho final feliz, ésta es un importante pieza que encarna
el espíritu del Cyberpunk clásico.
Una mirada de
profundidad de la película y sus versiones saca a la luz la
siguiente pregunta: ¿Pero si será un desenlace realmente
feliz, para la humanidad?
El desenlace se presenta optimista, Decard logra huir
con su pesado bagaje de preguntas sin respuestas y la
bella Rachel (sin fecha de caducidad) a su lado. Es
irónico que el héroe se haya comportado como un
asesino cobarde y se salga con la suya. A bordo de
su nave recorren bosques y tierras fértiles que
contrastan notablemente con el hacinamiento urbano
de los Ángeles. Incluso en su extremo bucolismo
hacen pensar en un engaño; como si esas tierras
míticas no pudieran convivir en el mismo planeta
(Naief, 1994, p.20).
FOTOGRAMA 5. El Pinocho del siglo XXI: El proyecto
de I.A. de Stanley Kubrick heredado a Steven Spielberg.
Nuestros dinosaurios (Juguetes sintéticos) en
miniatura son casi igualmente estúpidos. Hoy
lanzamos una forma de vida sintética inteligente: Un
criado de tamaño natural. No solo posee inteligencia,
sino una cantidad controlada de inteligencia.
Creemos que la gente tendría miedo de un ser con
cerebro humano. (…) Hemos adelantado a la
competencia, Pet –dijo-. Cada centímetro cúbico de
córtex del cerebro humano contiene cincuenta
millones de neuronas. Es a eso a lo que nos
enfrentamos, desengáñate. La época de los cerebros
sintéticos ha terminado. Olvídala. Estamos
fabricando cerebros reales desde ayer. (Aldiss, 2001,
p.23, 35).
David con su súper-juguete Teddy, un oso de peluche
con inteligencia artificial, son abandonados en el bosque por
Mónica, ante la inminente desmantelación de David
(posthumano) por los conflictos tenidos con su hermano
Martin (humano).
David recuerda la historia de pinocho,
y desde su visión infantil de la historia, emprende la
búsqueda del hada madrina para que esta lo convierta en un
niño de verdad y pueda volver a casa para amar y ser
amado por su madre Mónica. En su viaje se encuentra con
otro cyborg, un gigoló que siempre está huyendo de la caza y
feria de la carne (Sánchez, 2007). Inteligencia artificial es
una película de origen estadounidense de 2001 dirigida por
su guionista, Steven Spielberg, quien heredó de Stanley
Kubrick. Dicho film está inspirado en la obra italiana Las
aventuras de Pinocho y
los tres cuentos
de Los
superjuguetes de Brian Aldiss: Los súper juguetes duran
todo el verano, Los súper juguetes duran todo el invierno y
Los súper juguetes en otras estaciones (Aldiss, 2001).
Esta película conserva del cyberpunk clásico el
nihilismo radical, y sus planteamientos básicos para usar
como excusa al mito del niño de madera, y de esta forma
logra conectar el mito fundacional del género: La creación
del Dr. Frankeisten. En este caso particular, los humanos
están en conflicto con los posthumanos, ese conflicto
configura la desafortunada existencia de David y de su
compañero de travesía el cyborg gigoló Joe. Aquí, los
posthumanos son catalogados de dos formas, en una son
esclavos sexuales, fabriles, y super juguetes de niños
humanos caprichosos; y en otro escenario son perseguidos
para su desmantelamiento por un grupo religioso que realiza
un culto-show donde se muestra un espectáculo en el que
estos son quemados y destruidos de múltiples maneras. Esta
película coloca el acento dramático en la condición
posthumana.
El amor del pequeño robot hacia Mónica es activado
por ella con el dispositivo imprinting, ante la advertencia de
su esposo, que le pide no hacerlo a menos que esté
totalmente segura. Aquí el tema de las relaciones
emociones - sentimientos/posthumanismo, entra a jugar en
la argumentación de la película su papel protagónico, y es
reforzado con el meca-gigoló que es el matiz de las
emociones, frente a la profundidad del amor que David
siente por Mónica. En esta línea argumental la película nos
plantea una paradoja: el robot-David posee más autenticidad
humana que muchos humanos; aquí los mitos de Pinocho y
Frankestein se amalgaman en la era hipertecnológica
(Guiseppe, 2007).
La apuesta del guionista y director es la de plantear el
porqué de la existencia humana desde la condición
posthumana. En otras palabras, como la metamorfosis del
paso de humano –posthumano implica un drama que busca
el camino de vuelta a la posición inicial: Humanoposthumano-humano. Al final de los tiempos, el robot niño
es la única muestra de la existencia humana, muestra que
hay que cuidar y conservar, ya que se trata del último
vestigio y testimonio de humanidad (Caldevilla, 2005).
Como la gran mayoría de películas del cyberpunk y
potscyberpunk, en I.A. la trama argumental es planteada
de forma vertiginosa ya que varía la velocidad y ritmo
con que se presentan los planteamientos, con oscilaciones
irregulares de lento a rápido en una montaña rusa de frases
cortas que parecen aforismos filosóficos como los de
Nietzsche. Los diálogos sacados de la cotidianidad de una
familia, o del grupo de adolescentes que va en busca de sexo,
en un principio parecen vacíos, pero cuando se profundiza
en estos a medida que la trama se desarrolla, se dejan ver en
su hondura los planteamientos y reflexiones, y la metáfora
se deforma al punto de parecer que la ficcionalidad de la
narración es la realidad en que vivimos. Es así que las
películas del género muestran de forma descriptiva y
descarnada el impacto de la tecnología en los individuos y
la sociedad.
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verano. La historia en que se inspiró la película inteligencia
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S, A.
INHOSPITALIDAD Y DESARRAIGO
Einar Iván Monroy Gutiérrez
10
Resumen:
La técnica moderna ha alcanzado, hoy por hoy, un progreso
tecnológico sin precedente alguno. Sin embargo, no es el
problema de la técnica en la dimensión antropológicoinstrumental lo que realmente se abre como camino para el
pensar. El problema es el destino –Geschick- que nos
interpela en la esencia de la técnica. Por destino hemos de
comprender el modo histórico en que el hombre es puesto en
camino, a caminar, de camino hacia la des-ocultación de
todo lo existente: la naturaleza como objeto extraíble,
almacenable, medible, cuantificable, en una palabra como
disposición; la cultura como diseño y planeación de
producción de ciertas subjetividades; la política como
política de mercado, esto es, como relaciones decididas y
calculadas por estructuras puramente económicas y
financieras. Ante este estado de cosas, hemos de afirmar que
el peligro subyacente a la esencia de la técnica es aquél que
conduce al hombre a residir en la dimensión de lo inhóspito
y que le expone al más extremo de los desarraigos.
El objetivo del presente ejercicio es meditar sobre el destino
de la esencia de la técnica moderna a partir de su
comprensión en Martin Heidegger. Para ello, se abordará en
primer lugar, la esencia de la técnica; acto seguido, se
esbozará la esencia de la técnica moderna; por último, se
caracterizará el destino de la esencia de la técnica moderna
en la época contemporánea.
10
Candidato a Magíster en Filosofía Contemporánea. Docente Programa
de Filosofía UNAD. einar.monroy@unad.edu.co
Palabras Clave: Destino, Esencia, Técnica, Inhóspito,
Desarraigo.
1. La esencia de la técnica.
Así como dice Heidegger (1994, p. 9), “técnica”, “esencia de
la técnica” y “técnico” no son lo mismo, se hace necesario
entonces buscar una mediana claridad, no tanto sobre su
definición sino sobre el sentido que ellas guardan y que
convocan al pensar a preguntar, esto es, a estar en camino, de
camino hacia el pensar.
Empecemos por considerar lo técnico –Technisches-. Al
ámbito de lo técnico pertenece el hacer y el usar, las
necesidades y los fines, los aparatos y las máquinas; de ahí
que impulsar o esquivar, satanizar o sacralizar lo técnico no
nos pone en camino de experienciar la esencia de la técnica.
Tampoco nos permitirá esto si preguntamos por la definición
correcta o común de la técnica –Technik-, vale decir, si nos
movemos en su definición antropológico-instrumental: “la
definición instrumental de la técnica, que es correcta, no nos
muestra todavía la esencia de ésta” (Heidegger, 1994, p. 11).
La definición corriente, que es correcta, dice que la técnica
“es un medio para unos fines [y] un hacer del hombre” (p. 9).
Lo que dice Heidegger acerca de la técnica, es que es un
todo de dispositivos –Einrichtungen-, una instalación –
Einrichtung- (p. 10).
De otra parte, para poder preguntar por la esencia de la
técnica –Wesen der Technik-, es necesario aclarar lo que es
menester comprender por “esencia”. Desde el horizonte
metafísico se comprende muy bien que la “esencia” es
“aquello que algo es” (1994, p. 31). Ahora bien, dado que la
palabra esencia –Wesen- es la sustantivación del verbo
esenciar –wesen- y éste es comprendido como durar –
währen-, aquello que algo es, es visto como lo que dura y
perdura, el aspecto –εἶδος- que permanece en medio de lo
que cambia y perece. Según esta definición, habría que llegar
a la conclusión de que la esencia de la técnica es aquello que
concede duración a la instalación, lo que otorga el aspecto al
todo de dispositivos y que atraviesa todo lo técnico. Esta
definición en tanto que instrumental es correcta.
En contraste con lo anterior, Heidegger nos ofrece un camino
distinto para experienciar una cercanía con la “esencia” de la
técnica, en dicho camino se trata de “buscar lo verdadero a
través de lo correcto” (1994, p. 11). En primer lugar, si se
parte de que la técnica es un medio para unos fines, entonces
es necesario comprender lo que es “medio” y “fin”. Al decir
de Heidegger, “Un medio es aquello por lo que algo es
efectuado” (1994, p. 11). Ahora bien, si acto seguido afirma
que “A lo que tiene como consecuencia un efecto lo
llamamos causa” (1994, p. 11), entonces se comprenderá que
un medio es la causa de algo; pero causa no sólo es el medio
sino también los fines a los que se ajustan los medios.
Medios y fines -vale decir, lo instrumental-, están
determinados por la causalidad. En segundo lugar, es
necesario ir al sentido tradicional de “causa” para
desentrañar lo verdadero de lo correcto. “Lo que es la
técnica, representada como medio, se desvela si retrotraemos
lo instrumental a la cuádruple causalidad” (1994, p. 11).
Se sabe que hay cuatro causas –material, formal, eficiente y
final-, pero ¿qué significa causa? Causa es lo que efectúa.
Ahora bien, según Heidegger, esta definición de causa no
tiene nada que ver con el obrar y efectuar, entonces nos
remite a una interpretación de causa en sentido griego de
αἴτιον como “aquello que es responsable de algo” (1994, p.
12). Así las cosas, la plata -ὕλη- son responsables de la copa,
pero también lo es el aspecto -εἶδος- por el cual la copa es
copa y no anillo u otra cosa; estas dos son corresponsables
del “estar-delante”. Igualmente el fin –τέλος-, la completitud
que asegura el “estar-a-punto” de la copa como utensilio
sacrificial. En cuanto a la cuarta causa –eficiente-, advierte
Heidegger que esta no es el obrar que lleva a la copa como
efecto de un hacer sino que es el entrar en juego de los otros
tres modos de ser responsable: “El platero reflexiona sobre, y
coliga, los tres modos de ser responsable. Reflexionar se dice
en griego λέγειν, λόγος. Descansa en el ἀποφαίνεσθαι, en el
hacer aparecer” (1994, p. 13).
En suma, las cuatro causas son responsables del dejar venir a
la presencia; en tanto causa, “el ser responsable es el
ocasionar” (1994, p. 14), entendiendo ocasionar no como
“estimular y desatar” sino como ποίησις, esto es, como
“traer-ahí-delante”. Pero ποίησις no sólo es el fabricar o
crear del artesano o del artista, también lo es –incluso en el
sentido más prístino- el surgir en sí mismo de la φύσις. “El
ocasionar concierne a la presencia de aquello que viene
siempre a aparecer en el traer-ahí-delante” (1994, p. 15). El
traer-ahí-delante desoculta algo. Desocultar se dice en griego
ἀληθείᾳ.
Se preguntó por la esencia y se convino en que es el aspecto
que dura. No siendo suficiente, se buscó por otro camino, en
el que preguntando por lo verdadero de la definición
correcta, instrumental, de técnica –medio y fin- se llegó
provisionalmente a la causa no como lo que efectúa sino
como lo que es responsable de, comprendiendo esto como un
ocasionar, esto es, como un “traer-ahí-delante”. Este extravío
de preguntar por la técnica y desembocar en el salir de lo
oculto no es tal ya que la técnica tiene justamente su esencia
allí: “Pues en el salir de lo oculto tiene su fundamento todo
traer-ahí-delante” (1994, p. 15). Podemos concluir este
apartado afirmando que para Heidegger, la esencia de la
técnica es el salir imperante de lo oculto.
2. La esencia de la técnica moderna.
En efecto, “La técnica esencia en la región en la que
acontece el hacer salir de lo oculto y el estado de desocultamiento” (Heidegger, 1994, p. 16). Por el contrario, la
técnica moderna, si bien es de algún modo un hacer salir lo
oculto, éste es determinado por un emplazamiento
comprendido en doble sentido: en primer lugar en tanto
provocación (p. 18. Cursiva mía) para ejecutar, dar cuenta de
y comparecer como; en segundo lugar, en cuanto producción
y representación que hace salir delante (p. 23), ex-poner algo
en un determinado lugar. Así las cosas, el ser es tomado
como “existencias” en su disponibilidad y la verdad como el
efectivo aseguramiento de la solicitud.
Ahora bien, aunque es el hombre quien lleva a cabo todo ello
mediante el representar, conformar e impulsar para asegurar
la permanencia de la solicitud, no se trata del hacer
confinado de una interioridad pura sino que el hombre en
cuanto ya está emplazado, es provocado y solicitado de un
modo más originario (p. 18); lo que quiere decir que el
hombre, siempre y desde siempre ha sido interpelado y
exhortado por el des-ocultamiento mismo. En el inicio de la
filosofía el pensar del hombre estuvo convocado por lo
inicial –φύσις- al “dejar-ver”; en el despliegue de la
metafísica, el pensar fue requerido por el aspecto -εἶδος- para
el traer-ahí-delante; en el medioevo el pensar se encontró
posicionado en un ordo de cara a las -veritates aeternae- a
las ideas en la conciencia absoluta de Dios; en la época de la
técnica moderna, al solicitar. Dice Heidegger (1994): “Aquel
provocar coliga al hombre en el solicitar. Esto que coliga
concentra al hombre a solicitar lo real y efectivo como
existencias” (p. 21). Aquello que esencialmente interpela y
convoca al hombre, acontece en la época moderna como
“estructura de emplazamiento”.
Lo que habitualmente significa la palabra alemana Gestell
podemos comprenderlo en sentido técnico como enseres,
estantería, esqueleto, armazón, montaje. En cambio, dado
que la esencia de la técnica moderna no es nada técnico, GeStell, estructura de emplazamiento, im-posición, hay que
comprenderlo como “lo coligante de aquel emplazar que
emplaza al hombre, es decir, que lo provoca a hacer salir de
lo oculto lo real y efectivo en el modo de un solicitar en
cuanto un solicitar de existencias” (Heidegger, 1994, p. 22).
En el inicio del pensar, que es un pensar de lo inicial, la
φύσις, la ἀληθείᾳ y el λόγος dicen “lo mismo”; en la época
de la técnica moderna, la Naturaleza es un almacén de
provisiones, la verdad es comprendida como conducta
solicitante y el lenguaje como un instrumento que representa
la calculabilidad de las fuerzas naturales. Das Ge-Stell, es un
modo -propiamente histórico- de darse el Ser, en cuyo
acontecer envía, pone en camino al hombre en pos de un
traer-ahí-delante en el modo de “existencias” pues, “Siempre
prevalece, de parte a parte, en el hombre el sino del hacer
salir lo oculto” (Heidegger, 1994, p. 26).
Lo anterior nos da pie para considerar la ambigüedad de la
esencia de la técnica y con ello, dar paso al planteamiento
del destino de la esencia de la técnica. La ambigüedad de la
esencia de la técnica se debe al misterio mismo de la verdad:
por un lado, la estructura de emplazamiento se im-pone
como voluntad de solicitar, desviando y desfigurando la
mirada dirigida al acaecimiento apropiador, poniendo en
peligro la esencia de la verdad. Por el otro, re-trae la mirada
del hombre hacia “lo otorgante”, hacia Aquello que destina
de diversa manera el hacer salir de lo oculto para que ingrese
en el ámbito de su propia esencia, esto es, “cobijar sobre esta
tierra el estado de des-ocultamiento –y con él, antes que
nada, el estado de ocultamiento- de toda esencia”
(Heidegger, 1994: 34) o como dirá en Carta sobre el
«Humanismo», pastorear del ser para llegar a la verdad del
ser (Heidegger, 2007: 281).
En conclusión, teniendo en cuenta que el mundo no es lo que
es y como es en virtud del hombre y, no obstante, tampoco
puede ser lo que es y como es sin él, el ser necesita del
hombre para su manifestación, salvaguardia y configuración.
El Ge-Stell, la im-posición en tanto que esencia de la técnica
es un modo de manifestarse el poder del ser. El Ser es
indigencia y hartura: indigencia en tanto necesita del
hombre, hartura por cuanto lo rebasa. No nos
experimentamos nosotros primero y luego al mundo ni
experimentamos el mundo para luego experimentarnos a
nosotros mismos. La cercanía es la relación esencial de serahí y mundo. Nunca hay una contraposición entre ellos
puesto que todo ser-ahí es ya en un mundo.
3.
El destino de la esencia de la técnica moderna en
nuestra época.
Si como se ha hecho saber en los numerales anteriores, el
problema fundamental no es la técnica, ni lo técnico sino su
esencia, es menester considerar el destino de la esencia de la
técnica moderna. No comprendamos destino –Geschickcomo fatalidad histórica o causalidad azarosa sino como un
modo histórico, vale decir, de desocultación de todo lo ente:
la naturaleza como objeto extraíble, almacenable, medible,
cuantificable, en una palabra como disposición; la cultura
como diseño y planeación de producción de ciertas
subjetividades; la política como política de mercado, esto es,
como relaciones transaccionales decididas y calculadas por
estructuras puramente económicas y financieras. Ante este
estado de cosas, hemos de afirmar que el destino subyacente
a la esencia de la técnica es aquél que conduce al hombre a
residir en la dimensión de lo inhóspito y que le expone al
más extremo de los desarraigos. Lo que haya que
comprender por inhóspito y desarraigo ha de ser dilucidado a
partir de lo que significa Cercanía –Nähe-. Para poder
dilucidar la cercanía –Nähe- como relación esencial de toda
relación, debemos partir de la crítica heideggeriana tanto a la
comprensión objetiva o moderna como a la comprensión
mediática de la cercanía a fin de llegar a la comprensión
originaria, vale decir en el lugar donde puede ser
experienciada, esto es, en la relación íntima de Ser y Habla.
En primer lugar, desde un punto de vista óntico, las
relaciones técnicas determinan una experiencia de la
cercanía a partir de su distinción con la distancia espaciotemporal. En un artículo de 1949 cuyo título reza: La Cosa,
Heidegger (1994) nos proporciona varios ejemplos a partir
de los cuales justifica su crítica a la comprensión de la
cercanía como encogimiento de la distancia y en
consecuencia, la necesidad de superación de tal
comprensión. Para Heidegger el avión es el artefacto que
permite recorrer la más larga distancia en el más breve
tiempo, que franquea el espacio en una relación
inversamente proporcional al tiempo. La radio reduce la
distancia espacio-temporal ya que no es necesario estar en el
lugar de los hechos para darse cuenta de lo que está
aconteciendo en un lugar distante al nuestro sino que lo que
allí sucede nos lo dice al oído. El cine acorta la distancia
espacio-temporal que nos separa de otras culturas y nos
permite ver el ciclo natural de las cosas en fracciones
mínimas de tiempo. Esto sin contar que Heidegger no vivió
la era del desarrollo de las TIC donde se tiene con más
vivacidad la experiencia de dejar “atrás las más largas
distancias y, de este modo, pone[r] ante sí, a una distancia
mínima, la totalidad de las cosas” (Heidegger, 1994, p. 143).
Así pues, reducir distancias no significa acontecer cercanía.
Espacialmente pensado, la cercanía no significa que se
acorten las distancias que nos separan de otras personas o de
otros lugares pues como puede comprobarse, el hecho de que
mediante un avión superemos la distancia que nos separa de
Alemania o de Grecia, ello no hace que estando allí, en lo
presente, en lo que se encuentra en frente se experimente la
cercanía sino que puede suceder todo lo contrario.
Temporalmente hablando, el presente no es lo más cercano
como tampoco lo pasado y lo futuro sea lo más lejano, pues
un recuerdo acontece de modo más íntimo que un hecho de
aquí y ahora. Lo que es más, la concepción tradicional de
distancia, esto es, de la relación dada entre objetos, personas
y acontecimientos ha sido transgredida por las TIC al punto
de que todo se halla instalado en una simultaneidad que
transgrede los criterios de demarcación de lo cercano y lo
lejano. Todo está a un clic. Incluso, la relación que
predomina no es ya la del sujeto-objeto sino la del engranajedisponible. El fenómeno que caracteriza nuestro presente y
que marca una diferencia respecto a la modernidad es que
nos desplazamos vertiginosamente de la objetualidad a la
disponibilidad del ente. El mundo no es ya voluntad y
representación sino engranaje y disposición. Sin embargo, a
pesar de que el mundo, incluso el espacio se nos haya hecho
más pequeño en virtud de los avances científicos y técnicos,
ello no es condición de posibilidad de experimentar la
cercanía de un modo esencial.
Ante este estado de cosas, Heidegger (1994) plantea que “la
cercanía no consiste en la pequeñez de la distancia… Una
distancia pequeña no es ya cercanía” (p. 143). Éstas
afirmaciones nos conducen a preguntar ¿qué es la cercanía
cuando a pesar de la reducción de la distancia espaciotemporal algunas cosas permanecen ausentes y extrañas y,
cuando a pesar de la lejanía otras cosas nos son más cercanas
y familiares? ¿Qué pasa con la cercanía, cuando ese lugar
que teníamos muy cercano al corazón, después de viajar en
un avión una veintena de horas, estar ahí y, al tenerlo en
frente se nos muestra como ajeno y peligroso; y al contrario,
en la distancia sentimos más propia nuestra tierra natal?
¿Qué acontece con la cercanía cuando nuestros seres
queridos han muerto, donde no hay técnica que sirva para
franquear cualquier espacio o tiempo y, sin embargo, están
más íntimos que nuestra propia intimidad?
En segundo lugar, para superar tal comprensión común y
responder a la pregunta ¿qué es la cercanía?, no basta con
una explicación teórica sino que es necesario experimentarla.
Al respecto nos dice Heidegger (1987): “Hacer una
experiencia con algo –sea una cosa, un ser humano, un diossignifica que algo nos acaece, nos alcanza; que se apodera de
nosotros, que nos tumba y transforma” (p. 143). Es decir,
tener una experiencia con la cercanía no significa realizar
una acción con la misma como si fuera un objeto a la mano
con el cual realizamos experimentos sino que nos dejamos
interpelar por ella. Aunque lo anterior pareciera denotar una
pasividad en el hombre, visto positivamente es lo más activo
que se le puede dar, lo que es más, la interpelación de las
cosas en los caminos vecinales es la condición de posibilidad
de toda acción humana, esto es, “estar-en-camino” (p. 159) o
“caminar los caminos” (p. 160) puesto que según Heidegger
(1987) “El camino, pensado en su amplitud, es lo que nos
permite llegar (gelangen), esto es, llegar a aquello que tiende
(langt) hacia nosotros, y que nos de-manda” (p. 176).
Lo que sea la cercanía no depende de un hecho objetivo
como tampoco de una vivencia subjetiva. Como afirma
Heidegger (1994): “A la cercanía, parece, no se la puede
encontrar de un modo inmediato. Esto se logra más bien
cuando vamos tras de aquello que acostumbramos llamar
cosas” (p. 144). La jarra es una cosa que nos llama la
atención mostrándose como algo cercano en tanto y en
cuanto hace parte del mundo cotidiano en que nos movemos.
Ésta jarra nos permite experienciar la cercanía desde varias
perspectivas: como la proximidad de algo que está a la mano
para el uso doméstico donde el criterio de lo cercano no es el
cálculo del espacio o del tiempo sino el estar ocupado;
también puede ser algo familiar y confiable por cuanto ella
guarda la bebida con la que nos alimentamos y como lo que
nos concierne e interesa en los diferentes modos del cuidado.
A partir de la tematización de la jarra, Heidegger se da a la
tarea de encontrar tanto la esencia de la jarra, de la cosa,
como de la cercanía.
Comúnmente la jarra se muestra como recipiente gracias a su
forma y material, sin embargo, no es esto lo que
precisamente define su esencia. Heidegger (1994) va mucho
más allá del aspecto sustancial y reconoce que es el vacío
aquello que da a la jarra el carácter de recipiente (p. 146),
pues en sentido estricto es el vacío el que acoge el líquido y
en virtud del cual es posible ofrecerlo. Ahora bien, según
Heidegger (1994) acoger posee un doble sentido que excede
el simple hecho de llenar. El acoger del vacío de la jarra hace
posible tanto el tomar como el retener, los cuales a su vez, se
co-pertenecen en virtud de una unidad que el filósofo de la
selva negra identifica con el escanciar, que no es un simple
vaciar o derramar sino esencialmente el obsequiar del vacío
que acoge (Heidegger, 1994, p. 149). Así pues, aquello que
ha sido acogido –tomado y retenido-, a su vez ofrecido y
dispensado por el vacío es el obsequio, el cual deja ver la
esencia de la jarra como jarra: el coligar en sí mismo simple
y a su vez múltiple: “En el obsequio de lo vertido demoran al
mismo tiempo tierra y cielo, los divinos y los mortales”
(Heidegger, 1994, p. 150).
A partir de la esencia de la jarra en tanto cosa, Heidegger
indaga por el ser cosa de la cosa y lo expresa con la pregunta
“¿de qué modo esencia la cosa? (Heidegger, 1994, p. 151).
Cosa no es ya la res de los romanos ni el ens de los
medievales, como tampoco un objeto que se tiene en frente
para ser representado, a la mano para ser usado o un
disponible que asegura el funcionamiento de un engranaje,
sino aquello que “hace permanecer, que coliga y hace
acaecer la Cuaternidad” (Heidegger, 1994, p. 151). En suma,
el modo en que esencia la cosa, es el del coligar, el del
reunir.
En virtud de lo anterior, Heidegger logra reconocer la
esencia de la cercanía: “Acercar es la esencia de la cercanía”
(Heidegger, 1994, p. 154). Claro está que dicho acercar no
consiste en un traer en frente, hacer presente algo sino que
acerca guardando a su vez lo acercado en la lejanía; lo que es
más, la cercanía no es un espacio que contiene a las cosas
sino que ella en su acercar se muestra como lo que reúne en
la Cuaternidad a los divinos y mortales, tierra y cielo, y no
obstante, los mantiene a cada uno en la simplicidad de su ser.
El acercar desde sí mismos a cada uno de los cuatro
manteniéndolos en su diferencia y hacerlos permanecer en
mutua pertenencia en la Cuaternidad, es el “juego de
espejos” que Heidegger ha llamado “Mundo”: “El acercar de
la cercanía es la dimensión auténtica y única del juego de
espejos del mundo” (Heidegger, 1994, p.158).
La comprensión heideggeriana de la cercanía no está
fundada desde una perspectiva objetual en la que se reducen
distancias y, mucho menos desde la perspectiva mediática
que asegura la disponibilidad independiente del tiempo y
lugar, sino como se ha dicho más arriba, desde aquello que
nos interpela porque es lo más íntimo y en consecuencia lo
más cercano, aunque en la mayoría de las veces es aquello de
lo que más dista el hombre de hoy. La cercanía mantiene la
proximidad de hombre y Ser, lo que es más, el Ser esencia
como cercanía, a esto se refiere Heidegger (2007) cuando
afirma: “El ser es [en el sentido de esenciar] lo más próximo.
Pero la proximidad es lo que más lejos le queda al hombre.
El hombre se atiene siempre en primer lugar y solamente a lo
ente” (p. 272). Éste es el peligro de la técnica: el hombre de
hoy está más cercano a un stock de existencias que al ámbito
que le es propio: la verdad del Ser.
En conclusión, la experiencia del malestar que proviene del
destino que interpela en la esencia de la técnica moderna es
la inhospitalidad y el desarraigo. ¿Qué significa lo inhóspito
y qué el desarraigo? Lo inhóspito es el ámbito en el que
camina el hombre de hoy, en el que la distancia espaciotemporal no es su mayor temor porque todo está a un clic de
distancia, todo funciona con el esfuerzo que implica un clic,
lo que funciona garantiza y conduce a más funcionamiento,
lo que coliga y reúne es la red en la que todos estamos
emplazados, la misma que nos arranca de nuestra tierra, que
nos expone en un punto que nos permite estar en todas partes
y en ninguna.
Estamos más próximos a todos y a su vez más desvinculados
de todo. Estamos pisando el suelo de otros planetas pero ya
no habitamos en nuestra tierra natal. El destino pone al
hombre en un camino, de camino hacia la des-ocultación del
ser como provocación y fabricación. Inhóspita es la
naturaleza que sólo comparece como un almacén de
existencias, lo cual conlleva al desarraigo del hombre mismo
de su ser –Ex-sistenz, apertura al Ser- para instalarlo como
una existencia –Bestand- más.
El destino de la esencia de la técnica moderna exilia al
hombre hacia lo inhóspito pero no en función de una tierra
prometida sino a partir del desarraigo de su tierra natal. El
exilio conduce al hombre hacia una inhospitalidad en la que
se pierden las coordenadas existenciales y se imponen
territorios ajenos que lo llevan a ser extranjero.
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ANTROPOLOGÍAS DE LA INTERFAZ:
METÁFORAS Y CONEXIONES
FUTURAS EN EDUCACIÓN11
John Jairo Cardozo Cardona12
Resumen
Las interfaces entran en nuestras vidas como todos aquellos
dispositivos de naturaleza variada, sea digital o análoga con
los que establecemos algún tipo de interacción, esto quiere
decir que las interfaces son “mecanismos” extensores de
nuestros cuerpos, tales como los computadores, los celulares,
los ascensores, una prótesis, etc.
En otras palabras, el concepto de interfaz es aplicable a
cualquier situación o proceso donde se experimente un
intercambio o transferencia de información -algunas de las
formas de pensar a la interfaz podría ser como “la superficie
o el lugar de la interacción entre dos sistemas diferentes no
necesariamente tecnológicos” o “Interfaz como instrumento
o extensión del cuerpo humano”-. Por eso, la cuestión no es
solamente cómo se define el concepto de interfaz, sino la
11
El presente trabajo hace parte de un avance de investigación del
proyecto “El campus virtual en la UNAD como espacio para la
construcción de aprendizajes colaborativos” a cargo del Grupo de
investigación Cibercultura y Territorio.
12
Licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad Santo Tomás.
Magíster en Filosofía Latinoamericana Universidad Santo Tomás,
Estudiante del Doctorado en Conocimiento y Cultura en América Latina
IPECAL/México y Docente auxiliar de la Universidad Nacional Abierta
y a Distancia -UNAD- Escuela de Ciencias Sociales, Artes y
Humanidades. Contacto: jjcc79@gmail.com/john.cardozo@unad.edu.co
manera como establecemos relación humana y
sociocognitiva con ella, la forma como aprendemos,
socializamos y construimos nuevos mundos y nuevas formas
de aprehensión de la realidad; al tiempo que reconfiguramos
y resignificamos nuestros entornos, nuestros contextos y
subjetividades; en pocas palabras, las nuevas formas como
construimos y dinamizamos nuestra relación con el mundo y
la realidad vital.
Palabras clave: conexión, convergencia, instrumento,
superficie, espacio, metáforas, cuerpo, interacción,
intercambio.
Introducción
De acuerdo con el diccionario de la Real Academia
Española, el término interfaz hace relación a la “conexión
física y funcional entre dos aparatos o sistemas
independientes”, así por ejemplo Wikipedia lo define como
“el punto, el área, o la superficie a lo largo de la cual dos
cosas de naturaleza distinta convergen”, pero también la
define de acuerdo a diferentes contextos y de forma
metafórica en las siguientes acepciones:13
1. Interfaz como instrumento: desde esta perspectiva
la interfaz es una "prótesis" o "extensión" (McLuhan)
de nuestro cuerpo. El mouse es un instrumento que
extiende las funciones de nuestra mano y las lleva a
la pantalla bajo forma de cursor. Así, por ejemplo, la
pantalla de una computadora es una interfaz entre el
usuario y el disco duro de la misma.
13
Concepto de interfaz. Recuperado el 10-15-2010 de
http://es.wikipedia.org/wiki/Interfaz
2. Interfaz como superficie: algunos consideran que la
interfaz nos trasmite instrucciones ("affordances")
que nos informan sobre su uso. La superficie de un
objeto (real o virtual) nos habla por medio de sus
formas, texturas, colores, etc.
3. Interfaz como espacio: desde esta perspectiva la
interfaz es el lugar de la interacción, el espacio donde
se desarrollan los intercambios y sus manualidades.
Conceptos, historia y aproximaciones teóricas
En un sentido más específico, P. Lévy define interfaz o
interface “como todos los equipos de materiales que
permiten la interacción entre el universo de la información
digitalizada y el mundo ordinario” (Levy, 2007, p. 22). De
acuerdo con esta definición, es sólo a partir de los años
setenta que se da un cambio cualitativo de la relación entre
las acciones corporales y la manera como estas son captadas
directamente mediante dispositivos informáticos tales como
teclados, mouses, pantallas táctiles, identificadores de voz,
escaners, sensores de movimiento y todos aquellos artilugios
que permitan una conexión directa entre el cuerpo y la
información digitalizada, de modo que la interfaz se
convierte en pocas palabras, en la idea fundamental de
mediación entre el hombre y la máquina, o sea que la
interfaz es lo que “media”, lo que facilita la comunicación, la
interacción entre ambas partes.
Las metáforas de la interfaz
Por su parte, Carlos Scolari expone que la manera más
adecuada para comprender y esquematizar la relación que
genera el ser humano al interactuar con el ordenador u otros
aparatos –interfaz-, debe ser explicada a través de algunas
“metáforas” como modeladores de percepción que nos
permiten ubicarnos en el plano situacional y dar coherencia.
En primer lugar Scolari (2006), plantea el concepto de la
interfaz como un concepto paraguas aplicable a cualquier
situación o proceso donde se experimente un intercambio o
transferencia de información -algunas de las formas de
pensar a la interfaz podría ser como “la superficie o el lugar
de la interacción entre dos sistemas diferentes no
necesariamente tecnológicos” o “Interfaz como instrumento
o extensión del cuerpo humano”-. Asimismo, determina que
la informática está cargada de metáforas -entendidas como
conceptos o definiciones derivadas de un original del cual se
subrayan y ocultan algunos aspectos- que se “solapan entre
sí”. De acuerdo con Scolari, las cuatro metáforas están
categorizadas así:
Metáfora conversacional, se refiere a aquella que emerge y
se desarrolla con las primeras experiencias de intercambio
entre el hombre y el ordenador. Sin embargo, el diálogo que
se produce entre el usuario y la máquina es limitado, ya que
no se tiene en cuenta la figura del diseñador; esta metáfora
implica un feedback y una ida y vuelta de instrucciones y
respuestas -inicialmente en lenguaje alfanumérico muy
limitado- que se dan en un intercambio simbólico: el usuario
realiza el envío de mensajes u órdenes a objetos que
responden reaccionando y provocando ejecución de esa
orden. “Puede verse aplicada la metáfora conversacional en
las esquematizaciones de diálogo que se daban al ejecutar
una pregunta a través de una serie de comandos en el MSDOS, el cual contaba con cierto caudal de posibles
respuestas; también en los teléfonos se da este tipo de
metáfora” Cfr., Scolari (2006).
Posteriormente, con la aparición de nuevos sistemas
operativos que se concentran en un entorno gráfico de
interacción, se comienza a desarrollar una nueva interfaz y
de acuerdo a ello, comienza a hablarse de la metáfora
instrumental en la que el usuario tiene la posibilidad de
controlar los objetos virtuales presentes en la pantalla, es
decir, hay un manipulación directa de los objetos
representados por el ordenador. Según Eduard T. Hall “(…)
Todas las cosas materiales construidas por el hombre pueden
considerarse como extensiones de alguna parte de su cuerpo”
Scolari (2006). No obstante, si consideramos a la interfaz
como un instrumento simplemente, una extensión del
hombre y los aparatos, lejos estamos de llegar a
comprenderla como un entorno de interacción. Debemos
entender que la interfaz, es más que una “prótesis” –es una
extensión- del cuerpo del usuario, como sucede por ejemplo
con el mouse que se convierte en una extensión de nuestra
mano.
La metáfora instrumental por tanto, nos puede dar poderosas
fuentes para el diseño de nuevas y mejores interfaces, pero
sus aportes a una reflexión teórica sobre la interactividad son
aun demasiado limitados.
La metáfora superficial está sustentada en el hecho de que el
usuario reconoce lo que está en la pantalla –en el caso de los
íconos-, pudiendo así comprender de qué se trata -abrir
carpetas, organizar el escritorio, vaciar la papelera de
reciclaje-. En esta metáfora, la estética es muy importante en
cuanto al diseño o arquitectura de las interfaces, ya que
puede significar el éxito o el fracaso de un producto: “…un
problema demasiado importante para dejarlo en manos de
los programadores” (aparece el “Software Design”, “UserInterface Design”, etc.). Es por eso que Scolari sostiene que
la mirada superficial es veloz, más perceptiva que cognitiva,
o sea, más intuitiva. Las imágenes de esos monitores
interactivos, que inundan las vitrinas de los almacenes de
electrónica, donde los objetos se reducen a la imagen, son un
claro ejemplo de que la profundidad ha perdido valor frente a
la superficie. Affordance es un concepto que desarrolla esa
capacidad en la que los objetos nos informan su función
mediante su superficie.
Para los diseñadores que toman ideas de esta metáfora, las
interfaces deben estar configuradas de una forma que
consiste en la adaptación entre el cuerpo humano y los
ordenadores.
Por último, aparece la metáfora espacial. En este “sitio” se
articula la interacción entre el cuerpo humano, el artefactoobjeto y la finalidad de la acción; “el autor del dispositivo de
interacción y de su interfaz es el urbanista de este lugar, el
que lo plasma y hace posible frecuentarlo; el usuario es el
visitante, el habitante que ofrece su propia finalidad y sus
propias energías, su propia actividad” Scolari (2006). Aquí,
evidentemente, se le da una mayor importancia a los
diseñadores y a los usuarios como “diseñadores”: el usuario
deja sus marcas en la pantalla y colabora en la construcción
del mundo virtual o “inter-espacio”. Algunos ejemplos de
este tipo de metáfora pueden distinguirse en las plataformas
de videojuegos –Xbox, Wii, PSP, PS entre otros- que se
juegan en comunidad o en red, en los que cada usuario se
desenvuelve como un personaje dentro de un espacio virtual
o en realidad aumentada, junto con otros usuarios-jugadores,
así como también, se pueden definir quienes intervienen en
la construcción de un wiki o un documento compartido en
google.
De cualquier forma, la evolución de las interfaces se ha
llevado a cabo gracias a las mejoras en la definición y de la
diversificación de los modos de comunicación de la
información y de los entornos de interacción, ya que antes de
los años setenta, la gran mayoría de los ordenadores ni
siquiera tenían monitor y cuando fueron desarrollados,
muchos de los monitores, solamente mostraban caracteres,
no imágenes.
Lévy, Virilio y Serres: Tres lentes para la interfaz
De este modo afirma P. Lévy que en materia de interfaces se
han concentrado las miradas en dos vías paralelas de
investigación y desarrollo. Por un lado existe una inmersión
de los cinco sentidos en el mundo virtual o en los mundos
virtuales cada vez más realistas, no obstante y aunque
muchos de los desarrollos de simuladores se hayan diseñado
para algunos campos específicos como el campo de la
medicina, el militar y el urbanístico, se le ha hecho una
invitación al ser humano para que pase al otro lado de la
pantalla y a interactuar en un modo sensoriomotor con
modelos digitales (Lanier Citado Por Levy 2007, p. 24). Por
otro lado, el autor francés comenta que otra dirección de
investigación es la denominada “realidad aumentada”
representada por Bill Buxton. Según esta concepción, el
entorno en que vivimos está repleto de dispositivos ópticos,
sean estas cámaras, proyectores, módulos inteligentes, entre
otros. “Ya no estamos en relación con un ordenador a través
de una interfaz como intermediaria, sino que nos entregarnos
a una multitud de tareas en un entorno “natural” que nos
proporciona en el momento preciso los diversos recursos de
creación, de información y de comunicación que
necesitamos” (Levy, 2007, p. 24).
El ciberespacio, de acuerdo con Paul Virilio (1995), “es una
nueva forma de perspectiva. No coincide con la perspectiva
audiovisual que ya conocemos, es una perspectiva
completamente nueva, libre de cualquier referencia previa:
es una perspectiva táctil”. En el mismo sentido y guardando
las proporciones de sus postulados teóricos, el filósofo
francés Michel Serres (2001), considera que las nuevas
tecnologías son antiguas en sus objetivos y demasiado
novedosas en sus realizaciones. Lo interesante de este asunto
es que las tecnologías están cambiando en gran parte a toda
la sociedad, así como en su momento lo hizo la escritura,
afectando la ciudad, el Estado y en general a la cultura y a su
cosmovisión y se cree que en términos de costos, las nuevas
tecnologías poseen un costo mínimo en comparación con el
costo de las antiguas tecnologías. Así y a pesar de lo que se
ha pensado, no son los saberes los que se han transformado,
es el sujeto de esos saberes quien lo hace, de ahí que la
incidencia de la tecnología en la sociedad sea tan profunda,
que todos los saberes y las ciencias han sido afectadas de una
u otra manera.
Asegura Serres que en los años 60´s, cuando él predijo que
Hermes remplazaría a Prometeo, muchos de los filósofos
contemporáneos se escandalizaron, puesto que representa el
deterioro de la sociedad de la producción por la naciente
sociedad de la comunicación. Hoy sabemos que
efectivamente el fenómeno se ha dado así y que de alguna
forma los postulados de Serres han sido contrastados y
validados por la realidad y el avance de la tecnología y el
redimensionamiento de las interfaces.
Por otro lado y en una línea crítica, asegura Figueroa (2006).
El aspecto natural-artificial (híbrido) impone no solo serios
cuestionamientos al interfaz humano máquina sino que
devuelve a la mesa de discusión las formas de reconciliación
de estas dos dimensiones. Igualmente derrama sobre el
terreno fértil de la duda epistémica la imagen de la realidad
como construcción, como artefacto de la realidad. Es así
como se da paso a un nuevo y dinámico ámbito pluricultural,
es más hasta se puede hacer alusión a lo transcultural, en el
que emerge la exploración por nuevas identidades, la
conformación de nuevas comunidades, en las que las
tecnologías cumplen un papel esencial y es el de activar un
nuevo sujeto heterogéneo y complejo, vinculado con un
entorno múltiple: “inmediato y virtual, selectivo y masivo,
local y glocal, posicional y nómada al mismo tiempo. Para
pensar al sujeto en la red de la información puede ser clave
la noción de interfaz, tal como G. Bateson la entendía: como
interacción entre sistemas no enteramente cerrados, como
espacio de intercambio, de transcodificación, de
transubjetividad” (Abril, 1998. p. 45). En la que se da la
construcción de nuevas subjetividades, nuevos “yoes”.
Presente y futuro de la interfaces
Como un desafío para la web 2.0 se viene desarrollando los
blog como interfaz de usuario, en una nueva etapa de la
Internet que permite registrar a manera de diario o bitácora
datos personales y familiares y en los que se comparte
además juegos, videos o fotografías a manera de espacio
personal en el ciberespacio.
Sin embargo, algunas de las nuevas tecnologías o desarrollos
que posibilitan la web 2.0, las Rich Internet Application
(RIA) como AJAX, plantean desafíos de usabilidad en sus
interfaces y formas de interacción. A. Bosworth ha recogido
de forma breve una lista con algunos de los problemas o
errores que provoca AJAX (cancelación del botón volver
atrás del navegador, dificultad para guardar en favoritos las
páginas o de pasarlas a amigos, parpadeos inesperados en
algunas partes de las páginas, etc.).14
Así por ejemplo, existen dos aspectos que se deben tener en
cuenta a la hora de diseñar interfaces:
El diseño de sistemas intuitivos de interacción
Informar a los usuarios la respuesta que tienen sus
acciones en la pantalla.
Lo que se viene buscando respecto a la adecuación de
interfaces para las necesidades humanas, es que estas
provean al usuario de una mayor movilidad y posibiliten
cada vez más la interacción, sin embargo y aunque esta
interacción con la nuevas interfaces sea mayor, los usuarios
no tienen un modelo mental claro de su funcionamiento;
dado que en algunos casos dejan de ser intuitivas y exige de
quienes son sus usuarios un reaprendizaje y esto puede
generar en una dificultad.
Es por ello, que la falta de affordance, o sea de
características que lleven al usuario a distinguir de forma
clara cuáles son las instrucciones a seguir o de qué manera
usar la interfaz, puede llevar a que el usuario requiera de
algún tiempo para familiarizarse con el ambiente, mientras
14
http://www.usolab.com/articulos/desafios_interfaz_web_2.php
recuperado 12 de febrero de 2010 15:23
que para otros que se encuentran familiarizados con Ajax, no
presentan inconveniente. A pesar de ello es necesario
redefinir o rediseñar nuevos controles y convenciones para
la interfaz de usuario que permitan una mayor libertad al
momento de interactuar, al tiempo que permita comunicar
visualmente los cambios en la pantalla al usuario.
Es casi connatural para el usuario realizar algún tipo de
acción mientras se encuentra con una interfaz, no obstante, el
desarrollo de las misma está desplegando una nueva manera
de superar el modelo de interacción basada en peticiónrespuesta en algunas aplicaciones con RIA o Ajax.
Por su lado, el usuario de Ajax no tiene que esperar la
respuesta del servidor a su orden o acción, no interactúa, se
detiene y espera. Ajax ha de funcionar como un
intermediario entre el usuario y el servidor que se halla en un
segundo plano en el intercambio de datos; a pesar de ello,
puede generar problemas a los usuarios por cuanto estos
alcanzan a dudar si su acción llegó al sitio. De cualquier
forma, este sistema potencia la interacción rápida y evita
esperas en la misma.
Es de resaltar que estas aplicaciones están basadas en un
modelo de interacción diferente, por ello uno de los
principios de usabilidad es tener siempre informados a los
usuarios sobre el estado del sistema, dando pistas visuales
sobre lo que está ocurriendo, por ejemplo una
“retroalimentación” al usuario de su acción sin dejar ninguna
duda sobre su funcionamiento.
En este sentido, uno de los mayores avances que se presenta
como alternativa para distinguir los cambios, es el uso del
color y la animación, como lo hace el correo electrónico de
google –gmail- al señalar por ejemplo en la parte superior
derecha una caja roja que indica que la página se está
cargando o señalando que el mensaje ha sido guardado,
enviado o incluso en la mayoría de las situaciones si existe
un problema en la conexión del sistema, adaptándose de
forma casi personalizada al usuario como lo indica el slogan
de HP computers: "the computer is personal again."- “ahora
la computadora si es personal”-.
Por otro lado, y aunque pareciera ser ciencia ficción, El
Grupo de neuroingeniería Biomédica de la Universidad
Miguel Hernández (UMH) y el Centro de Investigación
Biomédica en Red en Bioingeniería, Biomateriales y
Nanomedicina (CIBER BBN) -España- han desarrollado
una interfaz cerebro-computados que permite navegar en
Internet, utilizando la actividad cerebral. Dicha interfaz será
presentada en abril de 2010 en una de las conferencias más
destacadas a nivel mundial sobre I.A. –Inteligencia artificial.
Esta interfaz, permite además de navegar por Internet, tener
el control total de computador y de todas las aplicaciones
asociadas a él, por medio de las señales del cerebro. La
herramienta usa señales electroencefalografías (EEG) que
son almacenadas mediante electrodos superficiales
colocados sobre la cabeza de la persona.
La interfaz posibilita identificar la intención de la persona y
refleja una respuesta automática del cerebro a un estímulo
visual externo y hace parte de un proyecto que buscará en el
futuro el desarrollo de interfaces cerebrales para controlar
dispositivos robóticos, generándose así, la posibilidad de
desarrollar interfaces para personas que poseen alguna
discapacidad.
No cabe duda que aquello que en algún momento se presentó
como parte del desarrollo creativo, hoy está tomando forma
real en la generación de diversos tipos de interfaz. Para
señalar un ejemplo, basta con remitirnos a la película
protagonizada por Tom Cruise en la que el computador es
una interfaz manipulada por las manos de manera táctil o
simplemente con el reconocimiento de un movimiento
corporal o gestual como el reciente “Nathal Project” –
denominado comercialmente como “Kinect”- de Microsoft
como desarrollo de una interfaz para su consola Xbox 360.
No cabe duda de que estamos en la era del touchpad, pero
lejos estábamos de pensar que simplemente mediante los
gestos, pudiésemos manejar una interfaz, como es el caso del
prototipo Gesture Cube, un “cubo” que interpreta el
movimiento de la manos y nos permite actuar con diversos
dispositivos sin necesidad de tocar la herramienta y
moviendo las manos a corta distancia. Así que, el Gesture
Cube posee una serie de sensores que detectan la posición
instantáneamente y transmite las coordenadas al “cerebro”
instalado en el interior, de manera que ciertos movimientos
programados con anterioridad permiten la ejecución de una
tarea determinada como abrir un programa, llamar a alguien,
escuchar música.
A diferencia de lo que se puede pensar, GestIC como la han
llamado sus creadores no posee sensores que leen la posición
de las manos en un proceso óptico, sino que por el contrario
está equipado con un grupo de sensores que se agrupan de
cuatro en cuatro para medir la variación del campo
magnético generado por la piel humana que se produce
conforme a la variación de la distancia. Lo interesante
además de esto, es que la interfaz hace posible asociar un
dispositivo a cada una de las caras del cubo.
Referencias
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“Sujetos, interfaces, texturas” En: Revista de
Occidente, No. 206, pp. 59- 76.)
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desafíos de la interfaz de usuarios Recuperado el 0212-2010 de,
http://www.usolab.com/articulos/desafios_interfaz_w
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LEVY, Pierre (2007) Cibercultura: Informe al Consejo de
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http://tecnologiainformatica.wetpaint.com/page/(Teor
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VILIRIO, Paul. (1995) Velocidad e información. Alarma en
el ciberespacio. "Le monde diplomatique".
Recuperado el 12-09-2010 de, http://alepharts.org/pens/speed.html
COMUNICACIÓN GLOBAL: ¿ERA DE
LA SOLEDAD O MARGINACIÓN?
Leopoldo Zapata Armas
15
Resumen
En la sociedad de la información y la comunicación, las
nuevas tecnologías se presentan, primero, como poderosos
instrumentos de control social, y segundo, como medios
eficaces para la aproximación y conformación de los sujetos
(actores) y grupos sociales que, paradójicamente, utilizando
los mismos medios buscan crear resistencia al poder
hegemónico del capitalismo informacional. Desde esta
perspectiva, este escrito tiene como finalidad reflexionar
sobre la posición del sujeto, como actor social constructor de
cultura, lenguaje y comunicación, en relación con las nuevas
tecnologías de la información y la comunicación que
propone la globalización.
Palabras Clave: Sujeto, Globalización, Tecnología,
Medios de Comunicación, Actor social, Movimientos
Societales.
Importancia de la comunicación
Las nuevas tecnologías de información
y comunicación están generando
efectos emocionales en la sociedad
desde una perspectiva biológica y
antropológica, que ve en el ser humano
un sujeto biocultural.
El eros electrónico.
15
Programa Filosofía: Semestre VII.. Institución: Fundación
Universitaria Luis Amigó, Sede Bogotá. Correo de contacto:
polo.zapata@hotmail.com
ROMÁN GUBERN
Desde el comienzo de la historia el hombre ha sentido la
necesidad de comunicarse con sus semejantes por medio de
signos, símbolos y fonemas que expresen su sentir. El
funcionamiento de las sociedades humanas es posible gracias
a la comunicación, pues, desde que nacemos vivimos
vinculados a un grupo y en él desarrollamos nuestras
capacidades. La comunicación se constituye, entonces, en
“un instrumento con el cual se logra la adaptación cultural a
la que tiende la vida humana en la experiencia social en la
que se halla inmersa…” (Vargas, 2006:72).
Ésta (del latín communicare, “poner en común”) consiste
en el intercambio (transmisión y recepción) dinámico de
mensajes o contenidos de ideas que permiten llevar a cabo la
interacción entre los individuos, ya sea a través del lenguaje
o por otros medios16. Como dice Ilse Scherer-Warren, la
comunicación [en red] hace posible “la búsqueda de una
relación dialógica entre lo tradicional y lo moderno (incluso
lo posmoderno), entre lo local y lo global, y entre lo
individual y lo colectivo” (Scherer-Warren, 2004:80). Por
eso, y sin lugar a dudas, los medios de comunicación se han
vuelto una necesidad vital para los seres humanos, pues cada
vez es más fácil acceder a ellos, cada vez la información nos
llega más rápido y cada vez más los avances tecnológicos
abaratan los costos de los aparatos, permitiendo que hasta las
personas de más bajos recursos cuenten con uno o más de
ellos en sus hogares. Para Houtart, todos estos avances son
un nuevo salto del capitalismo, porque “las nuevas
tecnologías extienden la base material de su reproducción: la
16
Cf. Diccionario filosófico. Voz: “Comunicación”. Nika Editorial S.A., Bogotá,
2007, p. 90.
informática y la comunicación, que le dan una dimensión
realmente global” (Houtart, 2006:436).
Esta nueva situación ha sido estimulada por los avances
tecnológicos en el ámbito de los transportes, la
información, las comunicaciones, el entretenimiento (…),
gracias a ellos se han reducido las distancias, se han
acelerado los tiempos, aumentado las posibilidades de
comunicación, se ha originado nuevos lenguajes, estéticas
y usos sociales (…), por eso, cuando se habla de
globalización, no sólo se debe pensar en la economía o la
política, sino también en lo seductor y apasionante de la
globalización cultural mediática (CELAM, 2003:49.5556).
Sujeto y nuevas tecnologías
Las nuevas tecnologías no modifican sólo el modo de
comunicar, sino la comunicación en sí misma, y la
comunicación es una de las grandes utilidades que ofrece la
globalización al hombre actual. “Por tanto, resulta reductivo,
inexacto, y puede inducir a un error de comprensión,
restringir la visión sobre la comunicación exclusivamente a
los medios, es decir, a su aspecto instrumental” (Urango,
460). La comunicación debe ser considerada hoy en día
como un fenómeno socio-cultural complejo, crítico,
generador y soporte de nuevos consensos; tal es el caso de
las redes sociales, donde los sujetos se transforman en
actores políticos por medio de conexiones, ya sea con
pretensiones solidarias o estratégicas de instrumentalización
de las redes de movimientos (feminista, ecologista, negro,
etc.). Estos actores y sus respectivos movimientos “son
formas de resistencia y de proposiciones en relación con los
códigos culturales” (Scherer-Warren, 2004:79), tanto locales
como nacionales e internacionales, pues, la sociedad de la
información encierra en sí misma aquellas características que
definen las circunstancias mundiales:
En sentido positivo: progreso humano, interconexión y
apertura entre las naciones, apoyo invalorable al desarrollo
de las identidades culturales propias, reivindicación política,
económica, social y cultural de los grupos locales y
pequeñas comunidades, etc. “La comunicación puede ser,
entonces, un espacio vital de búsqueda de sentido, en el que
se expresa el ser y el quehacer de los seres humanos en las
más diversas formas de existencia”. La comunicación, por
tanto, no se agota en los medios.
En sentido negativo: manipulación de la información a
través de los medios masivos, masificación y homologación
cultural, uniformidad de valores, pautas de comportamiento,
en particular, de los hábitos de consumo, dependencia,
nuevos estrados para la difusión del discurso de poder, etc.
“Hoy los grandes medios de comunicación, incluida la
informática, en manos del poder económico, contribuyen
más a la explotación y generan exclusión”. El criterio que
prima en este campo de la comunicación no es el de
verdadero o falso, sino el de la eficacia y el lucro (cf.
Botero, 2006:67-75).
“Como todo fruto del ingenio humano, las nuevas
tecnologías de la comunicación deben ponerse al servicio del
bien integral de la persona y de la humanidad entera”
(Benedicto XVI, 2011). En teoría, suena bien, pero los
enormes costos de producción y manejo, que exigen, hacen
que el control de dichos medios queden en manos de ciertos
grupos económicos y financieros, utilizando los mismos al
servicio de los intereses de dichos grupos17, sumado a esto,
17
Para Houtart, “el capitalismo global tiene sus instituciones: la OMC, el
BM, el FMI, los bancos regionales, y también sus aparatos ideológicos:
los medios de comunicación social, cada vez más concentrados en pocas
manos” (Houtart, 2006:437).
se encuentra también la pasividad colectiva de las masas que
hacen que la comunicación se convierta en una simple
información, consumida acríticamente; la utilización del
sistema de medios como instrumento para la propaganda
comercial, la imposición de ideas políticas o religiosas;
construcción de la falsa imagen de “integración cultural” a
un mundo global y comunicado, donde todo se universaliza e
iguala según las pautas de consumo, en directa contradicción
con la realidad cotidiana del mundo; venta de un mundo
simbólico como paradigma de statu quo del hombre y la
mujer posmodernos, etc., de esta forma los grandes medios
de comunicación, incluida la informática, en manos del
poder económico, contribuyen más a la explotación y
generan exclusión.
Sin embargo, no todo es pesimista y negativo, pues, el
desarrollo tecnológico-informacional (aparatos de punta más
internet) y, especialmente, la creación de las redes sociales,
ha ido acompañado de un impactante cambio social, no sólo
de los sujetos, sino también de los colectivos, con amplio
abanico de hábitos, actitudes y comportamientos. Así, por
ejemplo, el surgimiento de nuevos tipos de sociedades
inmersas en las tecnologías que la hacen posible, genera una
gran oportunidad para avanzar en la participación y la
movilización social, e incluso llegar al auto-gobierno
participativo, pues estas redes (Facebook, Twitter,
MySpace…) están siendo utilizadas cada vez más para
compartir pensamientos, propuestas, e incluso para llamar a
acciones o movilizaciones (cf. Díez; Fernández; Anguita,
2011:74).
¿Hacia dónde vamos?
Pese a la “súper interconexión” a la que puedo llegar a
través de las redes sociales y otros espacios (chats, video
llamadas), sin embargo, ¿estoy construyendo verdaderas
relaciones sociales? ¿O sólo conexiones esporádicas? Surge,
entonces, la inquietud: ¿se está convirtiendo la era de la
comunicación, paradójicamente, en la era de la soledad o de
la marginación?
La radio, el cine, la televisión, los computadores, la
internet, las redes sociales instalados en los domicilios del
mundo desarrollado, y en vías de desarrollo, han conseguido
formar una red de comunicación global, abriendo un nuevo
abanico de posibilidades, pero a la vez peligroso, por la
cantidad de información, no necesariamente adecuada para
todos los públicos, pues en muchos de ellos se deja entrever
los pilares centrales de nuestras sociedades, el sexo y el
dinero, la agresividad y la violencia, el discurso hegemónico
consumista del mercado capitalista, etc. Desde aquí se vende
una sociedad falaz que suple las carencias emocionales y
sentimentales de los espectadores que acaban por
estereotipar a los actores y la vida de éstos, imitándolos hasta
el punto de llegar a grandes enfermedades de nuestra
sociedad como la anorexia, con el fin de conseguir el cuerpo
de nuestro ídolo televisivo. Qué decir de aquellas personas,
en especial los jóvenes, que niegan el alter, que temen el
encuentro físico y se amparan en el anonimato de las
relaciones vía e-mail o vía chat, evitando así el cara a cara
entre dialogantes, gestos y miradas de la comunicación
directa tradicional (cf. Gubern, 2000).
Los medios de comunicación social influyen tanto en la
creación de los estilos de vida de los usuarios, que ya se
habla de una cultura de la virtualidad real. Una cultura de
la virtualidad porque los inputs culturales llegan al
usuario por vía telemática (internet, televisión, cine); una
cultura real porque influye realmente sobre los estilos de
vida, los valores y las actuaciones de las personas
(Villagrasa, 2000:63).
En esta dirección, deben considerarse tres dimensiones de
análisis de la virtualidad: 1) temporalidad, es decir,
nuevas formas de comunicación en red en tiempo real,
pero que permiten la conexión de tiempos sociales
distintos; 2) espacialidad o creación de territorialidades
de nuevo tipo (de lo local a lo global), presenciales y
virtuales, y la conexión entre ambas; 3) sociabilidad o
nuevas formas de relaciones sociales en términos de
intensidad, alcance, intencionalidad y conectividad con
nuevas dimensiones en la esfera pública (Scherer-Warren,
2004:80).
Toda esta evolución cultural ha hecho que se afirme más
el concepto de aldea global, ese concepto de McLuhan de la
desjerarquización de la red y la estructuración social en una
aldea; esto es, la consideración del sistema de medios
masivos como componente fundamental de una “nueva
cultura planetaria”, que apunta a la globalización y, si fuera
posible, a la uniformidad cultural de pueblos y comunidades
según los parámetros y ambiciones de las economías
dominantes, las empresas transnacionales y las políticas de
los países y grupos hegemónicos (cf. Esteinou, 1997). Por
eso, esta estructuración sólo es visible en un sistema dual y
bipolar donde el que posee más información es el más fuerte.
Así, por ejemplo, “el ciberespacio constituye un nuevo foco
de interés para repensar las relaciones políticas […] que
pudieran afectar al mundo real (off-line) y producir
transformaciones de largo alcance hasta ahora impensadas”,
pues,
“el
ciberespacio
produce
fenómenos
de
horizontalización y desjerarquización, impulsadoras de una
diseminación y una proliferación de identidades efímeras,
moldeables, flexibles y contingentes” (Morueco, 2006:2.4).
Sin embargo, la gente camina por la calle ignorando, muchas
veces, que todos estos medios son instrumentos de poder que
hacen parte de un funcionamiento global, de un mundo que
se convierte en posibilidad, pero a la vez en competencia.
Niños, jóvenes y adultos son bombardeados diariamente
por mensajes provenientes de los diferentes medios de
comunicación: radio, prensa, televisión, internet, vallas
publicitarias, entre otros, cuyo objetivo, en la mayoría de los
casos, tiene un afán mercantilista que supera todos los
límites, sin importar el daño que puede hacer, pues lo
importante es el beneficio económico, sobre todo cuando el
“espectador” no cuenta con un criterio formado a la hora de
consumir la “información”.
Ciertamente, hoy la disponibilidad de conocimiento es
casi ilimitada. La informática nos acerca y hace que
podamos intercambiar mensajes en tiempo real, sin
necesidad de desplazarnos, pues las nuevas tecnologías de la
información y de la comunicación son una novedosa
herramienta de trabajo que facilitan la búsqueda y el
intercambio de información, la gestión de conocimiento, la
relación con los demás… Esto nos hace más cercanos y
solidarios, pero también nos expone a manipulaciones,
exclusión y nuevas formas de dependencia. De ahí que se
necesita, entonces, una capacidad crítica para reconocer los
nuevos lenguajes que pueden ayudar a una mayor
humanización global o aquellos que se revelan como
mecanismos opresivos y deshumanizantes que inducen a
generar una mentalidad consumista. Pues estos lenguajes no
deben sustituir la comunicación interpersonal, la
conversación, el encuentro en familia y con los amigos.
Tampoco deben terminar con la comunicación no verbal:
gestos, voces, miradas, caricias…
Por eso, al hablar de comunicación, no podemos
entenderla como simple fenómeno exterior de intercambio
de datos o relación interpersonal, sino como una capacidad y
una actitud básica del ser humano para encontrarse más allá
de las fronteras del espacio y de las propias culturas, y más
aún en la era del “mundo digital” y de la “red social” donde
ya no sólo se transmite información sino que el
conocimiento se comparte en el ámbito de intercambios
personales, pues, “cuánto más se participa en el espacio
público digital, creado por las llamadas redes sociales, se
establecen nuevas formas de relación interpersonal que
inciden en la imagen que se tiene de uno mismo (…) La
presencia en estos espacios virtuales puede ser expresión de
una búsqueda sincera de encuentro personal con el otro, si se
evitan ciertos riesgos, como buscar refugio en una especie de
mundo paralelo, o una excesiva exposición al mundo virtual
[construcción artificial del propio ‘perfil’ público; tendencia
a distorsionar la información personal, riesgo de construir
una cierta imagen alejada de la realidad” (Benedicto XVI,
2011).
Por eso, ante esta reflexión, y de frente a la realidad
latinoamericana, donde estos medios han sido acogidos con
gran expectativa y “esperanza”, se necesita con urgencia un
“plan en educación para los medios”, esto es, aprenderlos a
asumir con sentido crítico, criterio ético y posición moral,
desde todas las instituciones y escenarios, ¿cómo?:
° El mensaje de la comunicación debe tender siempre a
una valorización cada vez mayor del hombre a todos
los niveles: material, político, social, económico y
espiritual.
° Debe evitarse todo tipo de manipulación de la persona
mediante una desinformación o una propaganda
ideológica o publicitaria alienante. Además, debe tener
como meta la liberación de toda clase de
condicionamiento desde el analfabetismo hasta
cualquier situación injusta.
° El mensaje debe ser interpretado críticamente, de lo
contrario se está ante un hecho claro de manipulación
en la antípoda del carácter formativo, que deben tener
los medios de comunicación. Una cosa es consumir
noticias y otra muy distinta tomar una postura reflexiva
y crítica en el mejor de los sentidos.
° El Estado no debe controlar ni menos aún
‘monopolizar’ la información, por el contrario, tiene
como tarea defender la libertad de comunicación y de
información de todo tipo de opresión económica,
ideológica y política.
° Los dueños de los media deben garantizar el
pluralismo de la información evitando la concentración
en manos estatales.
° Los medios de comunicación tienen que estar al
servicio de la persona tutelando su dignidad. Para ello
debe respetar la libertad de las personas en toda su
exigencia y manifestaciones (cf. Acha Irizar, 1980:3334.37).
En fin, los medios masivos y en general la comunicación
debe tener como misión informar, educar y entretener, la
pregunta es: ¿se cumple al pie de la letra con estos
postulados?
Para nadie es desconocido que vivimos en un proceso de
grandes y profundos cambios que van desde la moda (que
cambia con cada estación del año), pasando por la política, la
economía, las comunicaciones… pero es más profundo el
cambio en el campo de los valores, de la cultura, de la
mentalidad. Es la cultura misma la que está cambiando:
hemos pasado en América Latina en menos de tres décadas
de una sociedad agraria (pequeñas poblaciones donde casi
todos se conocían, tenían unos mismos ritmos de trabajo o de
descanso, vivían relaciones de cercanía y amistad) a una
sociedad urbana e industrial (donde cada cual vive por su
cuenta, es un ser anónimo en la masa…la pequeña aldea es
suplantada por la fría indiferencia de los conjuntos
residenciales, herméticos como sus habitantes, donde viven
muchos, pero sin hablarse, incluso sin conocerse).
Hoy se habla de un mundo globalizado. Es como la honda
de un estanque que se extiende a toda la superficie del agua,
ninguna zona de la superficie queda intacta… Así, hoy no
hay acción humana, grande o pequeña, que no repercuta en
todo el mundo. En el campo económico, si el dólar se
debilita, el euro se refuerza; si la Opep alza el precio del
barril de petróleo, aumentará también el precio de la gasolina
y de los hidrocarburos en todo el mundo. En el campo de las
comunicaciones, si hay un acontecimiento en una parte del
mundo, lo sabemos inmediatamente en el otro lado del
mundo en tiempo real. Hoy nuestro mundo se ha convertido
en una “aldea global” y ninguno puede sentirse extranjero.
Los mass media e internet están cambiando la mentalidad de
las nuevas generaciones.
La globalización como “red de relaciones de nivel
planetario” es un “logro de la familia humana”, porque
intercomunica mejor a la gente en el campo económico,
cultural, informativo… en la globalización se manifiesta una
aspiración profunda del género humano a la unidad, así lo
demuestran los movimientos societales impulsados por las
redes sociales; pero también la globalización tiende a crear
una cultura única, un modo de vivir igual entre todos los
pueblos: la homogenización de la cultura, lo cual representa
un empobrecimiento, pues cada pueblo tiene su propia
lengua, sus propias tradiciones, su propio modo de ver el
mundo, es decir, su propia cultura. Todo hombre y toda
mujer son diversos de todos los demás hombres y mujeres,
porque cada uno tiene su propio rostro, su propia
personalidad. Así cada pueblo tiene su propia fisonomía
cultural. Asumir los elementos de otras culturas para
conocerlas, no quiere decir dejar de lado las tradiciones
culturales propias, sino potenciarlas. Vivir en la virtualidad
no significa olvidarse del mundo real, por el contrario, la
virtualidad ayuda a estrechar y potenciar más las relaciones
interpersonales, para pasar de la soledad y la marginación a
la participación activa y solidaria de la comunidad.
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Ecclesia 14/1.
ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN
EN LA ADAPTACIÓN A LA
EDUCACIÓN VIRTUAL
Diana Marcela Pinto Parra
18
Resumen
Los estudiantes que inician una experiencia de formación
académica por mediación virtual afrontan algunos retos en
relación con esta modalidad educativa, especialmente en
cuanto a la interacción con los compañeros en las aulas
virtuales y al uso de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación – TIC –. Dichos retos hacen que se busquen
estrategias de comunicación que permitan cumplir los
objetivos académicos19.
18
Diana Marcela Pinto Parra. Profesional en Filosofía y Licenciada en
Filosofía de la Universidad Minuto de Dios – UNIMINUTO – ,
Especialista en Educación, Cultura y Política de la Universidad Nacional
Abierta y a Distancia – UNAD –. Magister en Desarrollo Educativo y
Social de la Universidad Pedagógica Nacional y CINDE. Tutora virtual
certificada por la UNAD. Actualmente es docente de tiempo completo en
la UNAD, con funciones de líder del Programa de Licenciatura en
Filosofía para la zona Bogotá – Cundinamarca. Correo electrónico:
dianapintop@gmail.com
19
Este trabajo está basado en algunos elementos hallados en la
investigación titulada “Reconfiguración de la Subjetividad en Espacios
Virtuales Académicos y su Manifestación en Contextos Cotidianos”. Fue
realizada con la Universidad Pedagógica Nacional y la Fundación Centro
Internacional de Educación y Desarrollo Humano – CINDE – en el año
2011, en la Línea de Investigación sobre Desarrollo Comunitario de la
Maestría en Desarrollo Educativo y Social. En la investigación se contó
con la colaboración de algunos estudiantes y tutores pertenecientes a la
Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD –, de los
programas de licenciatura en filosofía e inglés y del programa nacional
Una vez ocurre la adaptación al espacio virtual se percibe
una satisfacción por el logro en el manejo de las TIC y por
la posibilidad de apertura a otras maneras de ver el mundo.
Esta experiencia adquirida por los estudiantes se manifiesta
en nuevas maneras de vivir la cotidianidad y en el traslado
de lo aprendido a sus contextos más cercanos.
Palabras clave: Tecnologías de la Información y la
Comunicación – TIC –, espacio virtual académico,
comunicación, educación virtual.
Las tecnologías de la información y la comunicación –
TIC – y el ingreso a la educación virtual.
En las dinámicas sociales actuales, mediadas por realidades
locales y globales, fragmentación y complejidad, las
tecnologías de la información y la comunicación – TIC –
han cobrado gran relevancia. Existen diversos modos de ver
su protagonismo, así como se rechaza la utilización de las
tecnologías como instrumentos de dominación y
preservación de lógicas de mercado20, y de exclusión por la
de inglés. Esta participación fue voluntaria y no compromete a la
institución.
20
Para Marcuse el papel central de la tecnología es la
instrumentalización del hombre, así lo menciona: “la fuerza liberadora de
la tecnología – la instrumentalización de las cosas – se convierte en un
encadenamiento de la liberación: la instrumentalización del hombre”.
Marcuse, H. (2001. P. 35). El hombre unidimensional: Ensayo sobre la
ideología de la sociedad industrial avanzada. Barcelona: Ariel.
brecha digital, hay también posturas que las resaltan como
posibilitadoras de apertura a otras formas de comunicación,
de conocimiento, de participación, de simplificación de
procesos y gestiones21, y de ruptura de barreras espaciotemporales, entre otras. Su uso trasciende también los
diversos espacios de la vida de los sujetos, instalándose
como parte constitutiva de su cotidianidad.
El ámbito educativo no ha sido ajeno a las posibilidades que
brindan las TIC y las ha ido incorporando paulatinamente en
su quehacer. La educación a distancia, que en sus inicios
llevó a cabo la enseñanza a través de la correspondencia y
posteriormente de medios como la radio, la televisión y el
teléfono, ha incorporado en años recientes la internet con
gran aceptación. El uso de la internet en la educación a
distancia inaugura así una nueva modalidad educativa
denominada educación virtual.
La educación virtual o en línea22, se presenta como una
opción de apertura y cobertura educativa, que busca integrar
a la población que por motivos diversos no puede acceder a
21
Ello tiene que ver con situaciones tan simples como, por ejemplo, la
posibilidad de realizar transacciones en línea o envío de información vía
e-mail de manera inmediata. Pero también tiene que ver con asumir una
ciudadanía digital.
22
Para el Ministerio de Educación Nacional de Colombia: “la educación
virtual, también llamada "educación en línea", se refiere al desarrollo de
programas de formación que tienen como escenario de enseñanza y
aprendizaje el ciberespacio”. Ministerio de Educación Nacional de
Colombia. (2009). Educación virtual o educación en línea. Recuperado
de: http://www.mineducacion.gov.co/1621/article-196492.html
una formación académica presencial23. La incursión y el
éxito en esta modalidad educativa dependen de factores
como la conectividad y la capacidad de manejo de las
herramientas informáticas. Se trata de poseer la pericia para
utilizar “un computador” y acceder a todos los recursos que
brinda la navegación, tales como, utilización de correo
electrónico, búsqueda de información, ingreso a redes, entre
otras. Aunque estos temas sobre el manejo de la internet y
demás tecnologías son absolutamente normales entre la
mayoría de los jóvenes, por la familiaridad que éstos tienen
con ellas, siendo considerados nativos digitales, las
generaciones anteriores o la población que no cuenta con
estas oportunidades de acceso al mundo digital, encuentra
dificultades al enfrentarse a un computador y al universo
que se abre desde allí.
Muchas personas que deciden ingresar en la educación
virtual han dejado atrás hace bastantes años su formación
académica, realizada además en la modalidad tradicional de
educación presencial, por lo que su acercamiento al internet
no se da sino hasta ese momento24. El entusiasmo inicial de
retomar estudios es tan grande que se está dispuesto no solo
a afrontar una nueva experiencia formativa sino a asumir la
participación en un espacio virtual de aprendizaje.
23
En Colombia, la Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD
– ha sido pionera en la implementación de la educación a distancia, y
actualmente, de la educación virtual, teniendo cobertura a nivel nacional
y contando con un porcentaje menor de residentes en el exterior
matriculados en sus programas.
24
Esta situación es frecuente entre una gran parte de los estudiantes que
ingresan en la formación virtual. Las edades de ingreso están en mayor
medida entre los 25 y 50 años.
Estrategias de comunicación y adaptación al espacio
virtual académico
El mayor motivo de ingreso en la educación virtual es la
posibilidad que ésta ofrece de llevar a cabo el proceso de
formación profesional, de manera paralela a otras actividades
cotidianas.
La falta de
tiempo, principalmente por
cuestiones laborales, es uno de los factores de mayor
incidencia para que se incursione en esta modalidad
educativa. Ello ratifica lo planteado por García (2009), pues
con los avances de las tecnologías de la información y la
comunicación – TIC –, ya no es necesario que el tiempo, el
cuerpo y el espacio físico se conjuguen para un encuentro
dialógico. Estas mediaciones permiten establecer
interacciones y relaciones interpersonales de carácter
educativo, sin las limitaciones espacio-temporales.
En un segundo lugar de motivación se encuentra la confianza
en la eficacia de la modalidad virtual para realizar un
proceso de formación académica, mientras que en un tercer
lugar, está el interés por aprender el manejo de los recursos
tecnológicos a la par con la formación profesional.
La flexibilidad en la administración del tiempo refleja una de
las características con las que se presenta la educación
virtual, pues ofrece la posibilidad de adaptar el tiempo a las
actividades diarias. Sin embargo, cuando se inicia el proceso
formativo en el aula, los estudiantes se encuentran con dos
obstáculos: dificultades en la comunicación relacionadas con
el manejo del trabajo grupal, y dificultades en el acceso y la
utilización de los recursos tecnológicos.
Se dice que las dificultades de comunicación entre los
estudiantes se dan principalmente por la carencia de tiempo
para el ingreso al aula y la navegación, o dificultades de
conectividad. Ello va enlazado directamente con las
dificultades para el trabajo en equipo, pues sin una
comunicación asertiva no es posible realizar actividades de
carácter colaborativo. Sumado a ello, muchos estudiantes no
poseen los conocimientos básicos para el manejo de la
internet lo que obstaculiza su participación en los foros del
aula.
Cuando un estudiante participa activamente en los foros de
trabajo colaborativo25 y no obtiene respuesta por parte de sus
compañeros, o no tiene la posibilidad de establecer un
diálogo con ellos, emerge una sensación de soledad. Se
expresa como un vacío producto de las dificultades en la
interacción y la comunicación con los compañeros, situación
que limita las posibilidades de aprendizaje y crea una
necesidad de conocer, por medio de la palabra escrita, a
quienes están detrás de la pantalla del computador. Es una
búsqueda de “pistas” en el mensaje para identificar al otro.
Ante tal situación, en algunos casos se recurre a espacios de
comunicación alternativos que complementen el contacto por
el medio virtual académico, tales como Facebook,
Messenger, Skype, e incluso la comunicación telefónica.
Estos espacios se hacen más eficaces para la comunicación y
25
Ornelas define los foros de trabajo colaborativo o foros de discusión
virtual como “centros de discusión sobre un tema particular, que
concentran opiniones de personas de distintos lugares, en forma
asincrónica”. Ornelas, D. (2007). El uso del Foro de Discusión Virtual en
la Enseñanza. Revista Iberoamericana de Educación, núm., 44/4, 10 de
noviembre de 2007. Organización de Estados Iberoamericanos para La
educación, la Ciencia y la Cultura – OEI- Recuperado de:
http://www.rieoei.org/expe/1900Ornelas.pdf
la interacción, pues las aulas resultan al principio demasiado
formales y de difícil manejo. Aquí surge otro elemento
importante y es que en las aulas virtuales se percibe la
necesidad de la comunicación no verbal26, que en los
espacios virtuales no formales puede suplirse un poco con el
uso de emoticones e imágenes, así se tiene la sensación de
una mayor calidez en la comunicación.
Los estudiantes perciben que la interacción en espacios
virtuales académicos difiere de la interacción en la
presencialidad por la carencia de la comunicación no verbal,
mientras que la interacción en los espacios virtuales
académicos difiere de la interacción en las redes sociales
virtuales y demás espacios virtuales alternativos utilizados,
en la formalidad de la comunicación27. Si en la interacción
26
La comunicación no verbal hace referencia a una amplia gama de
manifestaciones tales como,
expresiones faciales, movimientos
corporales, el tono de la voz, la dirección de la mirada, el manejo de la
distancia corporal, entre otros. Davis, F. (1980). La comunicación no
verbal. Madrid: Alianza.
27
La UNAD cuenta con un documento que expone las normas de
netiqueta (2007), las cuales define de la siguiente manera: “La netiqueta,
palabra derivada del inglés net (red) y del francés etiquette (buena
educación), es el conjunto de normas que regulan el comportamiento de
los usuarios de las diversas aplicaciones del internet. De la misma
manera que existen protocolos para los encuentros físicos entre personas,
la netiqueta describe protocolos que se deben utilizar en los encuentros
electrónicos. (…) Por lo demás, ajustarse a las normas de la netiqueta
permite evitar malentendidos y disputas entre usuarios, así como evitar
que la actuación de un usuario pueda molestar a muchos o utilizar
recursos indiscriminados del sistema”. El documento completo se puede
consultar
en:
en los espacios virtuales hay una marcada sensación de
necesidad de comunicación no verbal, que si tienen los
espacios presenciales, se hace más grande la brecha en los
espacios virtuales académicos pues allí no es posible utilizar
el lenguaje chat28.
En este lenguaje se encuentran los acrónimos (uso de siglas
para representar frases, como por ejemplo, Te quiero mucho:
TQM,), emoticones (representaciones de rostros que
expresan el estado de ánimo,), onomatopeyas (por
ejemplo, utilizar la z repetidas veces para representar
aburrimiento: zzzzzzzz), repeticiones (por ejemplo,
representar aplausos como: clap, clap, clap), e imágenes (por
ejemplo, avatares y representaciones gráficas que identifican
a los usuarios). Estos recursos gráficos son utilizados en las
redes sociales y permiten una cercanía con la expresión de
las emociones y las acciones, a través de los símbolos e
imágenes utilizados. Esta es la forma de suplir un poco la
necesidad de la comunicación no verbal.
Por ende, los problemas de falta del tiempo para navegar y
de no posibilidad de conectividad que se presentaron como
dificultades iniciales en la adaptación e interacción en el
espacio virtual académico, se ven opacadas por las
dificultades que se tienen para lograr una comunicación
cercana con los compañeros. La frialdad en la comunicación
http://calidad.unad.edu.co/documentos/sgc/normograma/DOCUMENTO
S/DOCUMENTO_2007_NETIQUETAVIRTUAL.pdf
28
Consultar: Morala, J. Entre arrobas, eñes y emoticones. España:
Universidad de León. Recuperado de:
http://congresosdelalengua.es/valladolid/ponencias/nuevas_fronteras_del
_espanol/4_lengua_y_escritura/morala_j.htm
lleva a salir a espacios informales para complementar el
trabajo del aula. Con ello también se busca superar la
soledad, el silencio que deja el solo recibir aportes en los
foros de trabajo, con contenidos simplemente académicos
pero carentes de una intencionalidad dialógica.
Luego de las dificultades iniciales que propician el manejo
de estrategias de comunicación e interacción, se llega a una
adaptación al espacio virtual académico y se presentan otra
serie de dinámicas que vale la pena considerar.
Posibilidades de expresión en el aula virtual e incidencia
del aprendizaje en los contextos cotidianos
Al avanzar en el proceso de formación, y ante la necesidad
de lograr una interacción adecuada y un diálogo con los
compañeros, algunos estudiantes encuentran en el manejo
del anonimato una posibilidad de expresión. El anonimato es
entendido por ellos como la oportunidad de comunicarse con
otro sin ser identificado, de tal manera que se da un peso
central al contenido del mensaje emitido minimizando
posibles sesgos, debido a algún prejuicio sobre quien lo dice
o lo expresa. De esta manera el anonimato es visto como un
elemento importante para la integración de los sujetos en la
virtualidad, para ser valorados por sus ideas y argumentos, y
no por sus características físicas o culturales.
Se considera el anonimato como un elemento característico
de la interacción en espacios virtuales (Blázquez, N. 2000),
pues posibilita mayor libertad y fluidez en la presentación de
los argumentos. También permite una mayor comodidad y la
oportunidad de apertura a personas que sienten algún tipo de
discriminación o falta de seguridad en sí mismos, para lograr
integrarse a la comunidad virtual. Este permite a algunos
participantes manifestarse ante los demás desde una
identidad no definida, posibilita al sujeto hacerse visible solo
a través de su palabra escrita sin importar otras de sus
características personales, ser escuchado por sus ideas y no
por su apariencia.
Entonces, a pesar de lo controversial que puede resultar este
tema, desde esta visión el anonimato hace posible descubrir
o reafirmar las potencialidades que se tienen, construir un
discurso propio y ser capaz de presentarlo ante los demás, es
ganar confianza en sí mismo.
Esa paulatina adquisición de confianza desde la incursión en
la educación virtual, contribuye a su vez con el
fortalecimiento de la autonomía y el compromiso para con
la formación. La motivación de permanecer en esta
modalidad educativa se incrementa y se asume el aprendizaje
autónomo como parte esencial para alcanzar las metas
académicas. Según Kami, el aprendizaje autónomo significa
“llegar a ser capaz de pensar por sí mismo con sentido
crítico, teniendo en cuenta muchos puntos de vista, tanto en
el ámbito moral como en el intelectual” (2000, p. 60). Así, el
papel activo y empoderado del estudiante lo impulsa a
decidir sobre su proceso de aprendizaje.
La convicción de las capacidades que se poseen y la
ganancia de dominio en el manejo de las TIC, asociada a la
formación virtual, lleva a los estudiantes a no limitarse al
espacio del aula y lo que ella ofrece. Por ello, la navegación
en la internet se hace cada vez más frecuente y se convierte
en una herramienta fundamental para culminar de manera
exitosa los estudios. Los espacios virtuales alternativos como
las redes sociales, se utilizan también para la comunicación
con diversas personas, compañeros de formación, amigos, o
familiares que se encuentran en otros espacios geográficos.
El lugar del internet en la cotidianidad de muchos
estudiantes se vuelve imprescindible, se pasan varias horas
del día navegando en la red y la mayor parte de la vida social
se da a través de estos espacios. Ello deja un
cuestionamiento en relación con los motivos de ingreso a
esta modalidad educativa, pues los estudiantes manifestaron
que una de las razones fundamentales para tomar sus
estudios por mediación virtual era el escaso tiempo con que
contaban debido a sus múltiples ocupaciones, en especial por
los compromisos laborales, sin embargo ahora la navegación
en la red ocupa gran parte de su vida. Así, adquirir experticia
en el manejo de las herramientas virtuales toma relevancia
en el proceso de formación, incluso superando en algunas
ocasiones a la formación académica.
Este manejo de las herramientas virtuales también hace
posible impactar los contextos inmediatos de interacción de
los estudiantes, tales como el laboral o el familiar. Los
estudiantes se convierten en una especie de líderes de sus
familias al compartir sus experiencias de aprendizaje, pues
en muchas ocasiones les ayudan a incursionar en las nuevas
formas de interacción y participación en espacios virtuales.
Gracias a ello a sus familiares les es posible realizar
diversas actividades que antes no contemplaban posibles,
como por ejemplo, transacciones por internet, comunicación
vía Skype con familiares y amigos, consulta de información,
entre otras. En el ámbito laboral es frecuente que los
estudiantes de licenciaturas que ejercen la docencia, integren
el manejo de las TIC en la educación tradicional, como
herramientas pedagógicas y didácticas.
La riqueza de experiencias adquiridas a través del proceso de
formación en un espacio virtual, abierto a la participación de
personas cultural y socialmente diversas, permite a los
estudiantes conocer otras maneras de ser, expresarse, asumir
el mundo, que les cuestionan y les impulsan a transformar
muchas de sus visiones y a ser más tolerantes y pacientes
con quienes les rodean. También a valorar cada oportunidad
que se tiene de compartir en espacios presenciales.
Conclusiones
El proceso motivacional que se muestra desde la incursión
en la educación virtual sigue un proceso en “U”. Se inicia
con altas expectativas, pero los inconvenientes con el manejo
de las tecnologías y la comunicación,
generan
inconformidad y desazón en los estudiantes, sin embargo, al
lograr las habilidades necesarias para trabajar en la
modalidad la motivación se incrementa y se mantiene hasta
llegar a las metas de formación. En ese tránsito emergen
ciertos vacíos respecto a las relaciones con los otros,
manifestados en la necesidad de la comunicación no verbal y
asertiva, y una real interacción.
La búsqueda de mecanismos para superar estos
inconvenientes impulsa a los estudiantes a encontrar en los
espacios virtuales sociales una nueva oportunidad de
aprendizaje y de expresión, que complementa su formación
en el aula y atraviesa luego sus relaciones cotidianas.
El aula virtual se percibe como un espacio frío y rígido, pues
exige el uso de reglas que conserven una comunicación
formal, lo cual constituye una limitante para la libre
expresión de los participantes y la manifestación de sus
emociones. Regula el trato entre los participantes pero
restringe su expresión. A diferencia del aula virtual, el
espacio virtual social permite el uso de
acrónimos,
emoticones, onomatopeyas, repeticiones e imágenes, lo cual
permite la expresión de las emociones y las acciones de los
participantes haciendo más cálida la comunicación y
manifestando algo de la personalidad de cada uno. La
complementación de las formas de comunicación dadas en
cada uno de estos lugares resulta de gran beneficio para la
formación de los estudiantes
Pero, más allá de ello, estas expresiones permiten nuevas
formas de comunicación en nuevos espacios de interacción,
como son los espacios virtuales.
Así mismo, la apertura a los recursos tecnológicos transporta
a los participantes del aula virtual a otros espacios de
navegación, haciendo cotidiano el uso del internet. De esta
manera se puede acceder a múltiples recursos en la red,
habilitados para la realización de gestiones, consulta de
información, intervención en redes de opinión, entre otros,
que capacitan al estudiante, y por extensión a sus allegados,
para aproximarse al ejercicio de una ciudadanía digital. Para
Robles, Ciudadano Digital es “aquel individuo, ciudadano o
no de otra comunidad o Estado, que ejerce la totalidad o
parte de sus derechos políticos o sociales a través de internet,
de forma independiente o por medio de su pertenencia a una
comunidad virtual” (2009, p. 55).
De otra parte, para lograr una adecuada interacción en los
espacios virtuales, es necesario entender que ésta es mucho
más que el envío de aportes en los foros de trabajo
colaborativo, para cumplir unas metas académicas. Requiere
una comunicación asertiva donde haya un ejercicio de
autonomía y de reconocimiento del otro, que permita un
ejercicio dialógico. Como afirma Ángel (2005), la
competencia comunicativa en los ambientes virtuales implica
los siguientes aspectos:
Tener la capacidad de compartir aspectos generales
de la vida personal, familiar y social, como punto de
partida para establecer relaciones interpersonales.
Reconocer que al otro lado de la red se encuentra un
ser humano, con necesidades emocionales, por lo
tanto, los mensajes deben estar atravesados por la
calidez y el respeto.
Personalizar los mensajes, de tal manera que el
destinatario se sienta reconocido y valorado.
Emitir mensajes claros para que éstos puedan ser
interpretados adecuadamente.
Generar motivación permanente frente a los procesos.
Asumir una actitud abierta, donde prime la escucha y
el respeto frente al otro.
Manejar adecuadamente los momentos de silencio
que se presentan en la interactividad.
Asumir con tranquilidad las dificultades de
comunicación que se evidencien, generando diálogo
y alternativas de solución conjuntas.
De esta manera, la formación por mediación virtual puede
significar grandes logros para quienes incursionan en ella,
tales como la formación profesional, la ganancia de
autonomía y autoestima, el reconocimiento social y la
posibilidad de mejoras en el ámbito laboral, pero requiere
también prestar mucho cuidado de no posicionar la
virtualidad por encima de las relaciones con quienes nos
rodean.
Las instituciones que ofrecen educación virtual tienen el
gran reto de implementar nuevos ambientes de formación
que permitan una más fluida interacción y comunicación
entre los estudiantes. Es importante que las plataformas
tecnológicas posean los recursos que hagan posible, por
ejemplo, la comunicación sincrónica con audio y video, que
aún no es muy implementada, como una alternativa que
supla de alguna manera la urgente necesidad que se tiene en
la formación virtual de la cercanía con el otro.
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nuevo concepto de ciudadano. Barcelona: UOC.
Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD –.
(2007) .Netiqueta en las Plataformas de Unad Virtual.
Recuperado
de:
http://calidad.unad.edu.co/documentos/sgc/normogra
ma/DOCUMENTOS/DOCUMENTO_2007_NETIQ
UETAVIRTUAL.pdf.
ESCUETA REFLEXIÓN SOBRE EL
MUNDO DE LA VIDA EN LA
NECESIDAD DE SER MEDIADO POR
UNA EDUCACIÓN CON SENTIDO Y
UNA TECNOLOGÍA COMO
INSTRUMENTO DE ESE SENTIDO
Francisco Javier Portilla Guerrero29
Resumen
La educación y la vida parecen deambular por espacios no
convergentes, la descontextualización se hace cada vez más
evidente; que mientras que la vida se sucede en las
dinámicas, la educación parece mantenerse en las herencias
y
tradiciones,
en
una
estática
convencional,
descontextualizada y fija; lo que se enseña en las
instituciones educativas parece servir muy poco para lo que
se aplica en la vida y el educere entendido como el guiar o
conducir, contemporáneo parece sucederse hoy más que
antes fuera de las aulas y aún más en las nuevas tecnologías
de información y comunicación; en este marco otros textos
29
Curriculum Vitae: Maestro en Artes Plásticas, Tecnólogo en
Cerámica, Licenciado en Educación Preescolar y Básica Primaria,
Especialista en Estudios Latinoamericanos
con énfasis en
Educación e Investigación, Maestría en Etnoliteratura. Actualmente
tutor de la Escuela de Ciencias de la Educación CEAD Pasto de la
Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD y docente de la
facultad de educación IU CESMAG. Correo electrónico:
francisco.portilla@unad.edu.co
están tejiendo el mundo, textos que merecen otro tipo de
lecturas desde donde emergen otro tipo de lectores en un
filosofar el conocimiento en aras de significar desde otras
expectativas los fines institucionales de la educación en
función de un mundo de la vida donde las personas sean
más importantes que las cosas. El presente texto no es más
que una escueta reflexión sobre el mundo de la vida que
debe ser mediado por una educación con sentido y una
tecnología como instrumento de ese sentido, en este
panorama las tecnologías re-significan las formas de afectar
el mundo.
Palabras Clave: Educere, tecne, lebenswelt, sociedad, ser,
otros.
Somos lo que hacemos para dejar de ser lo
que somos
Galeano
en el mundo de la vida (Lebenswelt)30 el sujeto y su
complejidad se da no como individualidad sino como una
construcción dada en el interese, un ser; el ser entre los otros,
el nos-otros; en donde la mismidad se referencia a partir de
la existencia de esos otros (con esos otros), en como
expresaría Borges una conversación interminable;
conversación que mediada a partir de la interpretación del
mundo, se deconstruye para inventar la vida, narrándola
generalmente no como ocurre, sino como se quiere que
ocurra, ya que después de todo “…la vida es algo que pasa
30
El concepto de Lebenswelt fue creado por Edmund Husserl y se
refiere a todos los actos culturales, sociales e individuales a los cuales
nuestra "vida" no puede sobrepasar. Jürgen Habermas empleó este
concepto en su Teoría Crítica junto al concepto de Sistema.
mientras estamos ocupados haciendo otras cosas” (Lennon,
en Beautiful boy). La vida entonces se sucede relación, en
conversación, en medio de caminos llenos de preguntas en su
mayoría resueltas a partir de los afectos y antinomias, en
donde muchas veces el amar sin amor del Fedro permite el
ser feliz y no sufrir en la siempre probable ausencia del otro.
Pero es en el lenguaje como casa del ser heideegueriano
donde se hacen posible las conversaciones, los encuentros,
encuentros en cuyas experiencias se preñan las palabras en
función de los conceptos, conceptos de la praxis y de las
herencias, en si conocimientos. Y ese precisamente en ese
encuentro, en ese nacimiento de lenguajes heredados de las
praxis, donde con el otro se produce el educere, el tecne y el
sofos, como ese sacar e instruir, ese mediar e instrumentar y
ese pensar desde el conocer y desde el desconocer; en la
función de construcción de mundos en los cuales lo más
importante ya no es, pero debería ser, el preguntarse por lo
fundamental… Quien o que se es.
“el hombre se convierte en un observador desinteresado del
mundo, se convierte en filósofo”
(Husserl. 1936);
Siendo para fuera de sí mismo en el tiempo, siendo tiempo,
ocurriendo en el tiempo, siendo así posibilidad y
cotidianidad; donde el tiempo no sea más que el destino que
lo lleva como ser humano a ser posible en el mito;
encontrándose en lo que aún no se ha dicho, en lo que se está
siempre por decirse; y ya no solo en el tiempo impuesto del
mercado, del objeto de la cosa; para no vivir en el mundo
ajeno de los héroes, sino en los mundos propios, dejando
fuera el deseo de ser reyes, sabios, héroes, para que todos
vivan en los mundos participados; mundos en él nos-otros
inventados, mundos participantes, donde todos, desde la
tecne en el educere, construyan un desarrollo que permita
crecer en humildad desenmascarando la ignorancia,
develandola con preguntas en una construcción de
autonomía anti algorítmica, ajena al procedimiento, la regla,
el absoluto; ya que una sociedad que pone reglas a todo es
porque evidencia la carencia de pensadores y por ende hace
de su razón una tecne, como instrumento de “consumo
luego existo”, promoviendo así un subdesarrollo perverso de
pobreza absoluta, soportable e invencible donde el poder se
condensa en el mercado libre de libertad agredida, desarrollo
para algunos y una autonomía determinada por otros,
dejando al humano en un vacío lleno de olvido, siendo un no
posible en una sociedad erosionada de autonomía y
desarrollo, un ente en ausencia de su tiempo y con la
interrogante de que es el ser. Es entonces deber ser del
educere hacer de la tecne un instrumento humanizador del
mundo de la vida en donde el ser sea menos cosa.
El “ser” es un concepto evidente por sí
mismo. En todo conocimiento, en todo
enunciado, en todo comportamiento respecto
de un ente, en todo comportarse respecto de sí
mismo, se hace uso del “ser”, y esta expresión
resulta comprensible “sin más”. Cualquiera
comprende: “el cielo es azul”; “soy feliz”, y
otras cosas semejantes. Sin embargo, esta
comprensibilidad de término medio no hace
más que demostrar una incomprensibilidad.
Esta incomprensibilidad pone de manifiesto
que en todo comportarse y habérselas respecto
del ente en cuanto ente, subyace a priori un
enigma. El hecho de que ya siempre vivamos
en una comprensión del ser y que, al mismo
tiempo, el sentido del ser esté envuelto en
oscuridad, demuestra la principal necesidad
de repetir la pregunta por el sentido del “ser”.
(Heidegger. Ser y tiempo p. 51)
Filosofar sobre educación y tecnología es entonces hacer
evidente la necesidad del ser en la construcción de una
pedagogía de pensamiento crítico (tecno-critico), entendido
este, en como el sujeto desde su realidad interpreta el
problema en la complejidad contextualizada para dar
respuesta pertinente en espacios y tiempos; argumentando
que la función del conocimiento es servir de base para su
desarrollo y no de su enajenación. La educación y la
tecnología entonces más que proveer información, deben
generar espacios dialecticos y dialógicos en aras de la
formación del ser humano sintiente, pensante, actuante,
deseante y posible, en un contexto de lenguajes mediados
y virtual izados. Ya que hoy más que antes las nuevas
tecnologías, las tecne parecen virtulaizarlo todo. Y es a partir
de estas tecnologías en donde como espacio coyuntural se
significan, o deberían significarse los paradigmas educativos
y las razones de la educación como participe de la formación
humana y por ende de la deconstrucción cultural; y es
responsabilidad en la tecnología también considerar al ser
humano como un ser simbólico, de lenguaje, habla, norma,
leyes, deónticas, lugares, cosas, voces cuya finalidad es el
reconocimiento de las humanitas en su total complejidad;
siendo símbolo, en todo aquello en lo que se reconoce, en un
mundo en el cual en donde entre más se conoce mayor se
hace el mundo del desconocimiento.
La virtualidad no es un algo nuevo en la
historia de la humanidad. Desde el mito de la
caverna de Platón pasando por las imágenes o
leyendas de la Edad Media, hasta la visión –
no desde la fe– de la percepción cristiana de la
eucaristía, la virtualidad, entendida como
semblanza de realidad (pero no real), ha
estado siempre presente entre nosotros. La
diferencia radica en que mientras a lo largo de
la historia el potencial de la virtualidad residía
en la imaginación, en las ideas, en las
creencias, hoy día, manteniendo todavía vivo
–por suerte– ese potencial, la tecnología nos
brinda la posibilidad de, incluso, visionarlo
con nuestros propios ojos, reconstruir la
imaginación, de hacer realidad visual nuestras
ideas. Se trata de lo que paradójicamente
llamamos “realidad virtual”. Hoy existe,
además, la posibilidad ampliamente difundida
de construir auténticas comunidades virtuales,
es decir, espacios no físicos y atemporales de
interacción humana. (Porter. 1996.)
Las nuevas tecnologías de información y comunicación en
su accionar, están virtualizando al mundo, lo virtual del latín
virtus (fuerza o virtud) que se presentó en su sentido original
como virtud para producir un efecto; actualmente se asocia a
aquello que tiene existencia aparente y no física, por tal
razón hacen uso de él la informática y la tecnología en
función de nombrar la realidad construida por los formatos
digitales. las nuevas tecnologías de información y
comunicación TIC, están transformado las formas de
interpretar los mundos y sus distancias, el otro ya no es otro
tradicional o heredado, es un otro virtualizado, existente
desde otras realidades muchas de ellas aun por conocer;
donde el personare, persona , mascara, se vela entre sutiles
transparencias informáticas, simulaciones y verosimilitudes,
icónicas, rituales y simbólicas que en sus dinámicas
trastocan la forma de intervenir los mundos y sus historias,
sus histerias, en pro de reconocimientos.
La reproducción de una vida social se cumple
bajo el imperativo de un reconocimiento
reciproco, ya que los sujetos solo pueden
acceder a una autorrealización practica si
aprenden a concebirse a partir de la
perspectiva normativa de sus compañeros de
interacción, en tanto que sus destinatarios
sociales (Honneth, A. 2009. p.101.)
Ya que el ser humano no solo responde a estímulos,
responde al reconocimiento a un reconocimiento lleno de
símbolos, ya que como humano se sabe a si mismo que
ocurre en el mundo de la vida como posibilidad así esta esté
siendo virtual; y en este sentido la educación en la sociedad
de la información se convierte en un actor más de los
procesos de formación y de socialización, razón por la cual
es de su menester propiciar por un deber ser educativo que la
catapulte como protagonista de unas nuevas razones
educativas, dotadas todas ellas de discursos que les permita
resistir las intenciones de legitimación de las relaciones de
poder que en su interese pretenden hacer de la educación un
mero procedimiento técnico.
La pedagogía, subsumida a las ciencias de la
educación, se ve remitida, entonces, a una
serie de fenómenos observables, describibles
y sistematizables que suponen: primero, que
los actos educativos son solo la expresión de
realidades psicológicas y/o sociales y que, por
ende, la pedagogía debe afectar las variables
psicológicas o sociales del aprendizaje; y
segundo que los actos educativos son actos de
relación del sujeto con el conocimiento
científico escolar. (Epistemología de la
pedagogía módulo UNAD)
Educación y tecnología deben darse como ese puente entre la
formación y la información en función de lo humano, una
especie de tamiz facilitador de información formadora y
constitutiva de los procesos de enseñanza y aprendizaje que
contextualicen el mundo de la vida y permitan pensarlo
como opción ontológica, axiológica y desinteresada de las
relaciones perversas de poder, ya que en estos tiempos más
que en otros se ha hecho evidente que el mundo de la vida se
confunde, se (funde con) el mundo del mercado, el mundo de
la máquina, el mundo de la tecnología prospectando
ausencias más que presencias; y se hace necesario subvertir
las intenciones y desde allí las funciones de todo aquello que
como sociedad se construyó para incluir y hoy en las
desigualdades solo excluye.
Puede decirse que nuestro problema no
consiste solamente ni principalmente en que
no seamos capaces de conquistar lo que nos
proponemos: que nuestra desgracia no está
tanto en la frustración de nuestros deseos,
como en la forma de desear. Deseamos mal.
En lugar de desear una relación humana,
inquietante, compleja y perdible, que estimule
nuestra capacidad de luchar y nos obligue a
cambiar… en vez de desear una sociedad en la
que sea realizable y necesario trabajar
arduamente para hacer efectivas nuestras
posibilidades, deseamos un mundo de
satisfacción, una monstruosa sala-cuna de
abundancia pasivamente recibida. (Zuleta,
1990)
Todo esto, educación, filosofía y TIC, hacen y harán parte de
un proceso, un camino que está siempre en (de)
construcción, donde todo aun esta por decirse, por hacerse,
por aprenderse y desaprenderse; y en donde no se vislumbra
un final sin un sinnúmero de principios. La intención
entonces es como interpretar desde estos conceptos como el
ser humano se deconstruye así mismo a partir de un discurso
pedagógico mediado. Ya que ante una sociedad que acusa
escases de pensamiento y abundancia de violencias, la
educación debe plantearse como el espacio de pensamiento y
argumentación en pro de prospectar alternativas pedagógicas
de paz y convivencia en los cuales los medios no se
confundan con los fines y las tecnologías estén al servicio
del hombre y no al contrario.
Referencias
Zuleta, E. (1990) El elogio de la dificultad, editorial el
Abedul. p14
Porter, D. (1996) Internet Culture. New York, Routledge.
p.18
Habermas, J. (1981) “Teoría de la acción comunicativa, II”.
Madrid: Taurus Ediciones. p. 208.
Honneth, A. 2009. Critica del agravio moral. Patologías de la
sociedad contemporánea. Traducción Peter diller. Buenos
aires FCE. Argentina. p.101.
Husserl, E. (1991). La Filosofía en la Crisis de la Humanidad
Europea. Barcelona. p. 154.
Módulo UNAD. Epistemología de la pedagogía. …..
Heidegger, M. Heidegger en castellano, Ser y Tiempo
Traducción, prólogo y notas de Jorge Eduardo Rivera
Edición digital de: http://www.philosophia.cl tomado el 12
de Julio de 2013.
EL MAESTRO INVESTIGADOR EN
LA EDUCACIÓN VIRTUAL
PhD. Arley Fabio Ossa Montoya
Profesor Facultad de Educación. Universidad de Antioquia
Magister. Ruby Cristina Giraldo Calle
1. ASPECTOS PRELIMINARES
Actualmente se reconoce y promueve la importancia de la
investigación en educación, por ello se ha apostado por un
maestro que sea investigador de sus prácticas, principio que
ha convertido la investigación en un eje relevante en la
formación docente, para dotar al sujeto maestro de
herramientas metodológicas y conceptuales que le permitan
pensar y potenciar su práctica y saber pedagógico a partir del
tejido de las múltiples y complejas relaciones que este oficio
implica para la producción de saber.
Optamos acá por una narración en género gramatical masculino tal
como lo propone la Real Academia Española
El artículo está asociado a los resultados de la investigación: Modos de
Emergencia y Existencia de la Noción o Concepto de Maestro
Investigador en Colombia entre 1974 – 1994.
Tecnólogo, licenciado, magister y doctor en Educación. Profesor
Investigador. Universidad de Antioquia
Ingeniera en sistemas, especialista en tecnologías de la información y
la comunicación aplicadas a la educación, magister en ingeniería
aplicada a las TIC. Profesora Universidad Minuto de Dios.
En este sentido se pretende a continuación hacer referencia a
la relación docencia investigación que realiza el maestro
investigador y mostrar la relevancia de este eje en la
educación virtual apoyada en las tecnologías de la
información y la comunicación como herramientas de
aprendizaje estimulantes y motivadoras. Para ello se
mostrará la visibilidad que adquiere la figura de un maestro
investigador en el plano internacional y nacional, se mirará
cómo él es activado en el campo pedagógico y curricular
para cerrar visibilizando los retos de éste en relación a la
educación apoyada en TIC. Para la problematización crítica
del objeto de saber maestro investigador, se emplean
herramientas de carácter arqueológico que posibilitan el
análisis de los campos y espacios en que estuvo inserta la
práctica y el discurso del maestro investigador en eventos
pretéritos y presentes, desarrollados en espacios
institucionales o en posiciones de sujetos.
2. LA DISCURSIVIDAD DEL MAESTRO
INVESTIGADOR EN EL CONTEXTO ANGLOSAJÓN
La noción maestro investigador como dispersión discursiva
se visibiliza a nivel internacional en los discursos teóricos
como los de Katherine McFarland y John Stansell
(McFarland & Stansell, 2002) que hacen un recorrido
histórico al concepto de “maestro investigador”, en el cual
encuentran como antecedente el trabajo realizado por Francis
W. Parker, educador estadounidense, quien desde 1875
promovió la investigación realizada por maestros y en 1882,
como director de la Escuela Normal del Condado Cook, en
Chicago, llevó a que los maestros de esta institución
realizaran investigaciones en el salón de clase y las
publicaran a partir de un análisis de la complejidad de lo
real. Por la vía anterior se impulsó la denominada
“educación progresista”, fundamentada filosóficamente por
John Dewey, quien en 1896 fundó junto con su esposa la
Escuela Laboratorio de la Universidad de Chicago, en la cual
puso en práctica sus teorías y a partir de la cual en 1919,
ayudó a establecer la Asociación para la Educación
Progresista y la institucionalización en 1924 del Progresive
Journar, en el cuál se publicaron los trabajos realizados por
los maestros inscritos a esta asociación.
Randi y Corno (2000), valoran a Joyce y Weil por la
problematización realizada en relación a la concepción del
profesor como innovador. Los últimos en 1973 plantearon la
necesidad de ofrecerle al maestro una amplia gama de
estrategias que reconocieran la complejidad de la enseñanza
a partir de la investigación, convirtiéndola en tema de
reflexión. En este ejercicio encontraron que las estrategias
deben ser abiertas y que el profesor con su capacidad de
reflexión puede elegir la que mejor se acomode a su
necesidad particular. En esta dirección del análisis de la
prácticas de enseñanza y aprendizaje Perkins (1994),
Stenhouse (1985), Schön (1983) y otros más recientes,
plantean la enseñanza como arte creativo dentro de una
interactividad compleja de prácticas y saberes a reconocer y
centran su atención en ella como un proceso dinámico,
innovador, sensible a los contextos (Giraldo, 2005). En esta
vía, la enseñanza es considerada como investigación en la
medida en que posibilita pensar la práctica del maestro y
desde allí generar conocimientos sobre la enseñanza y el
aprendizaje
El creciente interés en la enseñanza como
investigación promete legitimar el papel del
profesor como investigador, además de revelar
lo que los profesores aprenden a partir de la
práctica. Las descripciones de la investigación
por parte del profesor han destacado el papel de
éste como generador de conocimiento sobre la
enseñanza y el aprendizaje (Randi & Corno,
2000: 215).
En este sentido, otros investigadores, como Cochran-Smith y
Lytle (2003) consideran que la investigación del profesor es
una poderosa herramienta para el cambio, en tanto evidencia
las formas como los profesores y los estudiantes construyen
en común el currículo.
En otra perspectiva, en la academia norteamericana la noción
maestro investigador está fuertemente vinculada con el
establecimiento y mejoramiento de los estándares educativos
(Freeman, Marx, & Cimellaro, 2004). La preocupación allí
se centra en altos estándares de aprendizaje de los
estudiantes. Para ello se diseñan programas para capacitar a
los docentes de ciencias en la formulación de proyectos y su
aplicación en las aulas de clase, con el propósito de potenciar
la investigación con los estudiantes. Este tipo de formación
incluye la selección de los docentes interesados quienes
quedan bajo la dirección de investigadores universitarios
externos al centro educativo, los cuales utilizan grupos
focales para desarrollar las capacitaciones. La preocupación
por elevar los estándares de aprendizaje, hace parte también
“The standards-based education reform movement sweeping though many countries is called
for high standards of learning, deeper thinking, centralized curriculum, aligned assessments, and
consequential accountability (…) with literacy, numeracy and science being primary targets.
de las más recientes políticas y reformas educativas a nivel
mundial.
En esta pauta, el maestro es un ejecutor de los proyectos
diseñados por los investigadores “expertos”, que buscan las
mejoras de la escuela y de las prácticas de enseñanza. Esta
situación permite señalar la forma como algunas prácticas de
investigación educativa y pedagógica utilizan al maestro
para desarrollar sus proyectos, confiriéndole el carácter de
investigador, cargándolo de mayores responsabilidades que a
su vez implican exceder el tiempo de dedicación escolar.
En este sentido advierte Andy Hargreaves como es posible
“ver si, a largo plazo, las escuelas innovadoras y con buenos
resultados agotan a sus maestros hasta que no queda nada de
sus vidas privadas y de sus personalidades, o si, por el
contrario, enriquecen e infunden energía a estas vidas
mediante el logro de una satisfacción y de una plenitud
personales” (1993: 52).
Con esta advertencia Hargreaves, plantea la pregunta por la
tensión entre la investigación y la enseñanza como una
práctica que se está desarrollando en el ámbito de las
escuelas, la cual debe ser analizada para comprender la
realidad que se vive en la aplicación de las políticas y
reformas educativas que pretenden hacer del maestro un
productor de investigaciones, dentro de los mismos tiempos
y espacios escolares con el debilitamiento de ello en el
fortalecimiento de una educación que elogie el pensamiento
de la complejidad.
Teachers have been placed at center of these change initiatives and are seen as key
implementers”. ( F
,
C
reeman & imellaro,
2004: 111)
”
En la literatura educativa anglosajona también se han
desarrollado prácticas de investigación en la escuela a partir
de la organización de colectivos de maestros. Entre ellas
Hargreaves (1994:221), plantea la noción de culturas
colaborativas, pero advierte que en muchos casos son
colectividades artificiales, en tanto se instauran en una
institución educativa con el fin de establecer, desde la
administración, los lugares y tiempos para que los maestros
se reúnan a trabajar en torno a las prácticas de enseñanza y al
currículo. Al respecto dice Hargreaves:
En términos micropolíticos y, más en general,
sociopolíticos, la colegialidad artificial no es un
simple ejemplo de insensibilidad personal de
ciertos administradores, sino que es constitutiva
de los sistemas sociopolíticos y administrativos
que no respetan en absoluto su compromiso
retórico con la potenciación del profesorado.
Son sistemas preparados para delegar en los
docentes la responsabilidad colectiva y
compartida de la implementación, mientras
asumen la responsabilidad, cada vez más centralizada, del desarrollo e imposición de
objetivos a través del curriculum y de las
órdenes relativas a la evaluación. Son sistemas
de reglamentación y control estatales en donde
los aspectos de concepción y planificación se
mantienen en gran parte al margen de la
ejecución técnica. En muchos aspectos y en
muchos casos, la retórica humanista de la
colegialidad y de la potenciación enmascara esa
división fundamental (Hargreaves, 1994:233).
En contraste, en el trabajo de Richard Sagor (2003), se
encuentra que la propuesta de la investigación cooperativa
para la acción permite que los docentes en sus instituciones
educativas elijan las problemáticas y objetivos que
despiertan su interés profesional, y no como respuesta a
personas ajenas a la cotidianidad del maestro. Además
Sagor, describe los principios y enfoques básicos de la
investigación cooperativa para la acción. Respecto a la
investigación para la acción, comenta:
La enorme mayoría de los comentarios y
experimentos en la investigación docente para la
acción se concentró en ayudar a los educadores a
mejorar su condición de profesionales reflexivos
[…] La teoría en que se apoya este enfoque es
que cuando los docentes optan por desarrollar los
hábitos de pensamiento y las disciplinas de la
investigación resultantes de la reiterada
experiencia con el proceso de la investigación
para la acción, no sólo son más eficaces en la
práctica sino también educadores más integrales.
Pero esa dedicación a la práctica reflexiva31 no
conduce automáticamente al cambio escolar
(Sagor, 2003:240).
31
La práctica reflexiva puede ser inscrita en el análisis de la noción
de práctica pedagógica planteada por Zuluaga (1999: 147) la cual
como categoría metodológica al ser apropiada por el Movimiento
práctica reflexiva
Pedagógico se transforma en una
que le permite al
maestro comprender cuál es la naturaleza de su hacer de su pensar
y su sentir.
Aquí Sagor llama la atención sobre la intención inicial de la
investigación acción, la que si bien acerca al maestro a la
reflexión no posibilita exigirle que por ese avance en su
condición profesional, éste propicie el cambio escolar. Aun
lo anterior para Sagor las transformaciones escolares se
pueden alcanzar a través de la organización de la
investigación cooperativa: “ahora lo entendemos, la
institucionalización de la investigación cooperativa para
la acción en una escuela puede hacer que la cultura se
vuelva transformadora, y esa cultura es la que alimentará
constantemente un cambio educativo significativo”
(Sagor 2003: 261).
En cuanto al trabajo colaborativo, Núñez (1998) propone que
la escuela sea pensada bajo otra estructura, que responda al
trabajo colaborativo, donde los centros educativos se
conviertan en ejes de producción de conocimiento desde el
tejido de acciones, interacciones, determinaciones y azares
que en la investigación se presentan en el campo educativo.
En definitiva, proponer el trabajo colaborativo o equipo
docente a partir de un trabajo que saque partido a la
perplejidad, al asombro, lo nuevo y abierto a posibilidades
desconocidas, nucleado a partir de trabajos de investigación,
exige pensar la reestructuración de la educación en general y
de las instituciones educativas en particular, en razón a que
hay múltiples factores tanto en la estructura interna de la
institución como en las políticas estatales que limitan el
proceso de formación permanente del maestro. Entre estos
factores, las limitaciones de tiempo y las condiciones
laborales a las que es sometido el maestro son los de mayor
incidencia. Al respecto Núñez (1998:) comenta:
La formación continua también necesita
condiciones objetivas como tiempo disponible
de los participantes, ojalá “tiempo remunerado”,
problema que lleva a la cuestión de las
condiciones laborales y de remuneración de los
docentes, algo que tampoco se resuelve en la
escala de cada escuela y que requiere
decisiones, normas y recursos originados en los
niveles superiores del sistema (Núñez,1998:
123).
La propuesta de formación permanente o continua, al igual
que la apuesta por un maestro investigador, se vienen
posicionando a partir de una serie de reformas educativas
que se han implementado desde los ochenta, y que en los
noventa se hicieron explícitas en la formulación de las leyes
generales de educación. Para este caso es importante tener en
cuenta trabajos como los de Díaz Barriga e Inclán Espinosa
(2001) quienes reflexionan acerca de las reformas educativas
y sus incidencias en los docentes, coincidiendo con
Hargreaves y otros, cuando afirman que:
La reforma no cambia los mecanismos y
procesos del funcionamiento escolar. La
reforma modifica libros, establece nuevos
sistemas de regulación del trabajo académico
(evaluación de docentes y de estudiantes),
incorpora una nueva cosmovisión de la
educación, pero no está concebida para
modificar la «institución escuela», sus
mecánicas de funcionamiento, sus estructuras
organizacionales (Díaz & Inclán 2001:39).
En otras palabras, la responsabilidad de un cambio en las
prácticas educativas no depende únicamente del maestro en
cuanto a una formación continua que lo conduzca a
reafirmarse como maestro investigador, profesional reflexivo
(Schön, 1983) o intelectual transformativo que implica para
Giroux “la necesidad de conseguir que lo pedagógico sea más político y lo político más
pedagógico (1990: 177 -178)
”
para establecer relaciones políticas con el
saber y el conocimiento.
Es importante aclarar que las tres nociones que aquí se
nombran, no se
apropian como sinónimas, sino
complementarías; así, la noción maestro investigador
construida en el desarrollo de este trabajo posibilita al
maestro ser productor de conocimiento pedagógico a partir
de un pensamiento relacional y se nutre de la noción de
profesional reflexivo, y la de intelectual transformativo.
Ahora, el profesional reflexivo posibilita configurar al maestro investigador en
tanto lo conduce a p
reguntarse y a encontrarse en medio de las incertidumbres de su
quehacer para r
eflexionar la práctica pedagógica, como principio profesional. Principio
compartido por la n
oción de intelectual transformativo que lleva al
maestro a asumirse como hombre público que ejerce la
critica de las condiciones políticas y sociales, lo que implica
necesariamente un pensamiento relacional.
Nociones que, al tener en común el principio de
profesionalización, han puesto al maestro en tensión entre el
deseo de reivindicación profesional y el entramado de
relaciones de fuerzas que lo sujetan en el quehacer cotidiano
de su práctica magisterial o docente. De aquí que sea
pertinente la pregunta por las relaciones de poder que ponen
al maestro en dicha tensión.
El conocimiento pedagógico abarca tanto lo conceptual como lo
narrativo.
3. APROXIMACIÓN A NIVEL LATINOAMERICANO
Y COLOMBIANO EN TORNO AL MAESTRO
INVESTIGADOR
Latinoamérica camina más lento que Europa y Estados
Unidos. Mientras en éstos últimos países los sistemas
educativos se han logrado constituir e incluso están siendo
reformados, en el contexto latinoamericano estamos
iniciando las adaptaciones, siguiendo los modelos de Europa
y/o Estados Unidos, visibilizándose en nuestro contexto
amalgamas de ambos, tal como los muestran los
historiadores de las reformas educativas latinoamericanas
(Zuluaga y Ossenbach, 2004).
Las propuestas gestadas a finales del siglo XIX y principios
del XX en Europa y Estados Unidos, pudieron llegar casi al
tiempo, como lo muestra en el caso de Colombia Agustín
Nieto Caballero, y en el de Venezuela, Luis Beltrán Prieto
Figueroa (1908-1950). En otros países de América Latina
también se introdujeron las ideas de un maestro investigador,
en cuanto permitían trasformar la educación de los sistemas
educativos nacionales. El desarrollo de estas iniciativas a
comienzos del siglo XX, era prematuro, en tanto no existían
las condiciones materiales y políticas para su materialización
(Álvarez, 2004: 320). Así las cosas, el movimiento de
Escuela Activa o Escuela Nueva que emergiera a principios
Al respecto es importante retomar los trabajos recopilados en el
proyecto de investigación internacional Bases para el Avance de
la Historia Comparada de la Educación en Iberoamérica —
BADHICEI—, en especial el tomo II, titulado: Modernización de
los sistemas educativos iberoamericanos siglo XX.
del siglo XX, se empieza a apropiar en el contexto
latinoamericano después de la décadas de 1920 y 1930, con
la emergencia de las Facultades de Educación, las cuales
sustentan su saber en los postulados de las Ciencias de la
Educación (Ríos, 2004), retomando los desarrollos que
Europa y Estados Unidos habían realizado a finales del XIX
y principios del XX.
Los discursos de la Escuela Activa se convierten en el
soporte discursivo de la pedagogía que se instalará en las
instituciones formadoras de maestros; en el caso colombiano
el hecho se evidencia con claridad con la emergencia de la
primera facultad de educación en 1933. Sin embargo, el
proceso de trasformación del sistema educativo y la
introducción de los nuevos discursos se remonta al Congreso
Pedagógico realizado en el país en 1917, donde Nieto
Caballero expone una propuesta de trasformación educativa,
y es por ello que la primera facultad de educación se pensó y
se institucionalizó siguiendo el modelo del Gimnasio
Moderno (Quiceno, Sáenz, Vahos, 2004:165)
El trabajo realizado en el Gimnasio Moderno bajo los
preceptos de la Escuela Activa, al ser un acontecimiento
anclado en la Pedagogía Activa y la Psicología
Experimental, tuvo niveles de apropiación, asimilando
medianamente un movimiento pedagógico que se venía
dando en Europa y Estados Unidos a principios del siglo
XX. Gracias a él fue posible la introducción de la Sociología
y en especial de la Psicología Experimental como saberes
que marcarían un hito que trasformaría la visión de la
formación no sólo de maestros sino de todos los
profesionales universitarios, en tanto la experimentación se
convirtió en la base del saber, tal como lo muestra Quiceno
(1986: 174).
La experimentación fue un aspecto característico del nuevo
enfoque de formación que implicó pensar el desarrollo de las
ciencias, ya no tanto con base en los discursos teóricos
estáticos, como sí en la puesta a prueba de los mismos en
casos concretos. En concordancia con estas ideas, en
Colombia para la década de 1940 se planteó un nuevo
maestro. Así lo constatan Sáenz, Saldarriaga y Ospina
(1997:134):
Para 1937, en las condiciones del buen maestro
establecidas en la fichas del maestro utilizadas
por el Ministerio de Educación para el
escalafonamiento del magisterio […] Existe
ahora un nuevo conjunto de preceptos definidos
en función del ideal de un maestro activo y
funcional a los fines sociales del Estado liberal:
compañerismo y cooperación, capacidad de
adaptación, comprensión y simpatía por la
infancia y acción social.
A este nuevo ideal de maestro se le fueron
añadiendo otros elementos que complementaron
el cuadro con otras exigencias de perfectibilidad:
el maestro moderno debería estar infundido por
una fuerte y firme vocación educativa y un claro
espíritu investigativo que le permitiera vivir
actualizado con las innovaciones psicológicas y
pedagógicas; debería ser además portador de una
cultura general, entendida esta como las ideas
seminales de las diversas ciencias, y de un
conocimiento de la “vida y el hombre” .
Tal como se presenta en este apartado, la década de 1940
esboza una idea del maestro investigador, más como aquel
que se preocupa por estar actualizado en los discursos y
teorías pedagógicas para poder actualizar sus prácticas, no
tanto para realizar experimentaciones pedagógicas desde su
práctica, como se plantearía en el trabajo del movimiento de
maestro investigador propuesto por Dewey y sus colegas en
Chicago, o por Stenhouse en Inglaterra.
Sin embargo estas ideas y posturas no generaron el cambio
que se esperaba, en medio de luchas de los gobiernos
liberales entre 1930 y 1946 por unificar el sistema educativo
bajo la idea de apostar por la educación rural, para superar la
marginalidad de ésta frente a los procesos de modernización
del país, y su integración a la vida y a la democracia
moderna (Quiceno, Sáenzy Vahos, 2004:140). Ideas que para
los líderes conservadores y la Iglesia Católica se convertían
en una amenaza, en cuanto daban pie para una intervención
de la educación tanto en el ámbito público como privado,
este último en manos de las comunidades religiosas, que se
oponían a la reforma.
Retomando el trabajo de Quiceno, Sáenz y Vahos (2004) se
evidencia que entre 1946 y 1953, en medio de la violencia
partidista, se da el retorno al poder por parte del Partido
Los elementos complementarios aquí señalados son retomados
por Sáenz, Saldarriaga y Ospina (1997) del trabajo de grado de
Gómez, Antonio (1940): El Maestro. Trabajo de grado Escuela
Normal Superior de Medellín.
Conservador, el cual inicia el desmonte de la Pedagogía
Activa, símbolo del liberalismo, retornando a la pedagogía
confesional. En 1948, los partidos tradicionales entran en un
proceso de reconstrucción nacional que coincide con la
emergencia del discurso del desarrollo, que introduce la
noción de planeación. Este acontecimiento se da de forma
simultánea en América Latina con la internacionalización de
la educación nacional, mediante la adopción de los
lineamientos de la UNESCO, y el diseño de programas
nacionales basados en el diagnóstico de las misiones
económicas que estuvieron en diferentes países de la región
realizando estudios en múltiples aspectos, entre ellos la
educación, con el ánimo de caracterizar el desarrollo
regional. En este contexto se dio el auge de investigaciones
diagnósticas por parte de los profesionales de las ciencias
sociales, sociólogos y economistas que empezaron a
caracterizar los sistemas educativos con el auspicio de los
Ministerios de Educación y en alianza con las universidades.
Los resultados de estos trabajos llevaron a cuestionar los
sistemas educativos de la región y aponer el énfasis en los
maestros, quienes terminaron siendo responsables por no
mejorar los niveles educativos, ni reducir la deserción y la
repetición. Estos señalamientos, producto de las
investigaciones desarrolladas durante las décadas de 1960 y
1970, coincidieron con el fortalecimiento del sindicalismo en
Latinoamérica, el cual se empezó a oponer a las políticas de
la planeación educativa que venían determinando el
quehacer del maestro mediante programas altamente
En Colombia se referencian las misiones Currie (1949) y Lebret
(1958), la primera impulsó la creación del Consejo Nacional de
Planeación y el Comité de Desarrollo Económico en 1950.
estructurados en los que sólo tenían que ejecutar lo que estos
indicaban, reduciendo cualquier posibilidad de creación.
La situación que se va percibiendo y denunciando por
diferentes actores sociales, obliga a desarrollar alternativas
que se empiezan a manifestar por los investigadores sociales
y educativos latinoamericanos, entre ellos Paulo Freire, en
Brasil, a finales de los sesenta, con su propuesta de la
Educación Liberadora, expresada en su obra: La pedagogía
del oprimido. En ella, sitúa al maestro como investigador de
los “temas generadores” (Freire, 1970: 93); ya no como el
maestro que trasmite los temas programados por los
expertos, como burócrata del conocimiento, sino como un
investigador que al entrar en contacto con los sujetos que
pretenden aprender, les otorga la palabra, los reconoce
maestros en cuanto le enseñan la realidad social, cultural e
histórica. En palabras de Freire:
En una visión liberadora y no “bancaria” de la
educación, de su contenido programático no
implica finalidades que deben ser impuestas al
pueblo, sino, por el contrario, dado que nacen de
él, en diálogo con los educadores, refleja sus
anhelos y esperanzas. De ahí la exigencia de la
investigación de la temática como punto de
partida en el proceso educativo, como punto de
partida de su dialogicidad (1970: 93).
Esta mirada de la construcción del contenido educativo
implica una metodología de acción participación, diálogo y
reflexión, codificación y recodificación; acciones que en su
conjunto se convierten en el sustento teórico-metodológico
del movimiento de educación popular. De este modo, Freire
aporta una forma de producción de conocimiento a partir de
la práctica educativa e involucra al maestro en la
investigación.
Por su parte, en la década de los setenta, después de dejar la
Universidad Nacional, Orlando Fals Borda se interesa por el
estudio de las culturas populares, mediante la aplicación del
método investigación-acción participativa. Al respecto,
Ocampo precisa:
Fals Borda se interesó por realizar estudios con
el método de investigación-acción participativa,
que buscaba la investigación sociológica en las
culturas populares, conocer sus necesidades
sociales y promocionar una conciencia social
para transformar la realidad con base en las
necesidades sociales en los grupos más
necesitados
de
la
población.
Estas
investigaciones sociológicas las promovió a
través de la Fundación “La Rosca”, de la cual fue
director entre los años 1970 y 1975. Del mismo
modo, en esa década fundó la Editorial “Punta de
Lanza” y la revista “Alternativa” en la década de
los setenta, la cual volvió a editar en los años
noventa. Su interés fue la educación popular, los
problemas agrarios y la crítica al reformismo y el
cooperativismo (2009:17).
El compromiso de Fals Borda con las políticas
revolucionarias y alternativas que se evidencia tanto en las
empresas editoriales como en sus acercamientos a grupos de
izquierda, le permitía inspirar a los maestros para repensar la
educación aplicando el método de la investigación-acción
participativa.
A finales de la década de los setenta, en América Latina se
percibe un próspero desarrollo de las investigaciones
educativas, especialmente en el campo de la Sociología
como referente científico para explicar la realidad educativa
(Schiefelbein,1997; McGinn, 1997). En ese momento la
propuesta consistía en superar los diagnósticos e iniciar una
etapa de intervención con el apoyo de un sector del cuerpo
docente gracias al fortalecimiento de los movimientos
sindicales y la influencia de propuestas alternativas como las
de Freire, que ponen al maestro como protagonista del
cambio. En Colombia, a finales de los setenta y durante toda
la década de los años ochenta, se da un movimiento de
reivindicación magisterial al que se le denominó
Movimiento Pedagógico, en el cual la investigación y las
reflexiones por parte del maestro fueron fundamentales.
La activación de la investigación en la década de los años
setenta estaba relacionada de igual forma con una serie de
encuentros que se desarrollaron a nivel latinoamericano.
Entre ellos, el encuentro de los jefes de Estado en Punta del
Este, Uruguay (1967), en el marco del cual se planteó la
necesidad de solicitar asistencia técnica en investigación,
experimentación e innovación en el campo educativo para
cualificar el personal especializado. En concordancia con
esta solicitud, el Departamento de Asuntos Educativos y el
Programa Regional de Desarrollo Educativo de la
Organización de Estados Americanos (OEA), propuso en
1969 una serie de directrices que señalaron las líneas de
investigación que se debían iniciar. En Colombia, para 1966
ya se había realizado un evento que ponía en evidencia las
carencias en materia de investigación educativa y mostraba
los tímidos intentos de iniciación investigativa en las
Facultades de Educación, lo cual permitió establecer una
relación importante entre lo regional y lo nacional. Como
resultado de estas propuestas se planteó la creación del
Instituto Colombiano de Pedagogía (ICOLPE, 1968-1976),
el cual intentó definir los ámbitos de investigación.
En la anterior perspectiva, en las décadas de los setenta y los
ochenta los proyectos de investigación en el campo
educativo colombiano presentaron un florecimiento que ha
permitido ampliar la discusión en él. Al respecto, Zuluaga y
Echeverri sugieren que estas investigaciones se pueden
“agrupar en dos modalidades: primero, las que tienen
incidencia en la estructura interna de la pedagogía. Segundo,
las que trabajan sus condiciones de realización en la
sociedad” (2003: 75).
Como se puede observar, en las investigaciones
desarrolladas en Colombia y Latinoamérica aún priman las
realizadas por expertos en educación. Todavía no se presenta
claramente una preocupación por plantear la necesidad de
formar maestros investigadores de su propio quehacer. Sólo
después de los encuentros de Isla Negra, en Chile (1980),a
nivel nacional se apunta hacia la formación de maestros
investigadores a partir de las reflexiones realizadas en el
Tercer Seminario Nacional de Investigación en Educación
liderado por el Centro de Investigaciones de la Universidad
Pedagógica (CIUP), en 1986, que se concretan en el Plan
Estratégico del Programa de Estudios Científicos de la
Educación de Colciencias en el período de 1995-1996, y se
hacen explícitas en el Plan Decenal de Educación elaborado
para el período 1996-2005, especialmente en el capítulo III,
que refiriéndose a los objetivos y metas plantea la necesidad
de diseñar y ejecutar un programa de investigación e
innovación educativa y pedagógica en el que tengan una
efectiva participación los educadores, las normales
superiores y las facultades de educación.
Con este objetivo, en Colombia se presenta explícitamente la
apuesta por un maestro investigador de su quehacer. El
maestro deja de ser un receptor pasivo de investigaciones
para convertirse en la última década del siglo XX, en un
participante activo en el campo pedagógico y educativo. La
aparición de los maestros en el escenario de la investigación
es corroborada en la cultura escolar en la que se presenta
para la década una preocupación investigativa fundamental
manifestada en los estudios financiados por Colciencias y
otras instituciones, contexto en el que se generó la
legitimación de lo cualitativo como uno de los enfoques
investigativos para aproximarse a su comprensión, la
incursión de nuevos actores: los maestros como
investigadores de su propia realidad, las fundaciones y las
Ong´s como gestoras de investigación.
En relación con los anteriores sucesos, en esta misma
década, se propone la reestructuración de las escuelas
normales como escuelas normales superiores (ENS), y de las
facultades de educación. En lo que corresponde a la
reestructuración de las Facultades de Educación, se
reglamentan a través del Decreto 272 de 1998, y se regulan a
partir del Consejo Nacional de Acreditación, desde el cual se
plantea la investigación formativa como estrategia para
configurar la cultura investigativa en dichas instituciones, a
través de las prácticas de enseñanza y los trabajos de grado
en los programas académicos de pregrado. De otro lado se
plantea que la formación en investigación propiamente dicha
se ofrece en los programas de maestrías y doctorados.
Las anteriores políticas y reformas educativas dejan ver la
apuesta por la formación de maestros con perfil
investigativo. Sin embargo, en las investigaciones que han
analizado la puesta en marcha de dichas políticas y reformas,
se presentan posiciones encontradas en cuanto a este
enfoque. Tanto maestros como intelectuales e investigadores
resaltan la importancia del papel del maestro como
investigador, en tanto esta actividad está dentro de su trabajo
pedagógico, pero no es considerado un investigador
profesional, a pesar de afirmarse, con las políticas y
reformas, que el maestro debe ser formado para generar
teoría. En este sentido se observa que los estudios acerca de
las implicaciones de la actividad investigativa para el
docente no van más allá de considerar su importancia para la
profesionalización, sin hacer referencia a las relaciones de la
práctica investigativa con los sujetos que la llevan a cabo, en
las que se presenta una ‘falta de tiempo’ manifiesta de los
docentes para realizar labores de investigación por falta de
reconocimiento de esta labor como parte del ejercicio
profesional y, por tanto, de la dedicación laboral.
Se evidencia la tensión entre el maestro enseñante y el
maestro investigador, en lo que respecta al reconocimiento
del saber que produce como investigador en su práctica
magisterial. Esta confrontación se relaciona con el estatus de
naturaleza inferior asignado a la innovación y a la
investigación realizada por el maestro, puesto que, los
expertos son quienes realizan las investigaciones, y los
maestros las innovaciones en los contextos escolares,
relegándolos al lugar de simples consumidores y
contextualizadores de las investigaciones producidas por los
investigadores de profesión. El maestro, como intelectual, es
productor de saber pedagógico y, por consiguiente,
generador de teorías pedagógicas, en oposición a las
tendencias que lo reducen a mera función instrumental y
reproductora que lo excluye de la producción de nuevo
conocimiento.
De otro lado se encuentran quienes consideran que el
maestro y el investigador de oficio ocupan posiciones
distantes entre sí, y responsabilizan de la confusión entre el
rol del maestro de oficio y el investigador al movimiento que
ha apostado por la autonomía de la pedagogía en el campo
de la educación, en el caso colombiano. Al respecto, Adrián
Serna Dimas, observa:
La complicidad entre el intelectual y el maestro
de oficio, que inserta al primero en las
pertinencias del segundo y a éste en las lógicas
del primero, se ampara en el propio carácter
difuso de la pedagogía que permite poner en
comunicación las razones sistemáticas de unos y
las visiones del mundo de otros, presentándolas
como hemisferios de una misma realidad. No
obstante, donde ese carácter difuso permite la
comunicación —que en verdad sólo es posible
por la denegación de las condiciones objetivas al
interior del campo—, también oculta que unas y
otras posiciones asumen la pedagogía desde
necesidades distintas y distintivas —producto de
esas mismas condiciones denegadas (Serna,
2004: 123).
Serna manifiesta que la institucionalización de las prácticas
escolares como objeto de indagación es una estrategia para
llevar a la intelectualización del oficio de maestro, la cual es
validada por el discernimiento pedagógico, ya que al
recuperar las más heterogéneas y disímiles prácticas
escolares como objeto de sistematización del maestro se les
confiere una legitimidad como objetos de conocimiento.
“Así, la preocupación intelectual se torna preocupación del
maestro de oficio y viceversa, generando una comunidad de
intereses compartidos” (Serna 2004: 123) que opera sólo en
apariencia. Es necesario aclarar que la naturaleza intelectual
no deviene del exterior sino de las condiciones del oficio,
empezando por su formación, que lo inscribe en un
entramado discursivo que le exige preguntarse por las
condiciones de la experiencia, preguntas que hacen que
devenga como productor de saber pedagógico, intelectual
transformativo, profesional reflexivo o investigador.
4. RESIGNIFICACIÓN DE LA PEDAGOGÍA, LA
PRÁCTICA PEDAGÓGICA Y EL MAESTRO
INVESTIGADOR
Tres elementos activan la noción de maestro investigador en
Colombia en las últimas décadas: la problematización de la
pedagogía como técnica al servicio de la instrucción y de un
maestro reproductor del conocimiento, el análisis de las
prácticas pedagógicas en perspectiva histórica para la
visibilización en ellas de formaciones discursivas, y el
quehacer del maestro en las aulas como elemento que al ser
analizado, permitió darle un lugar destacado como sujeto
productor de saber a partir de la indagación de su práctica
pedagógica en las clases y la escuela.
4.1 Resignificación y problematización de la pedagogía
con relación al maestro investigador
La figura de un maestro investigador se ve dinamizada por la
problematización de la pedagogía que como actividad
relacionada con la construcción de conocimiento, demandó
de la voluntad de saber de maestros y alumnos que requerían
guiarse para la búsqueda de conocimiento en la realidad
natural y social. Vargas plantea la necesidad de pensar la
“pedagogía como la capacidad de contribuir a la actividad en
que se escruta la realidad. El considera que a cada evento
común de construcción del conocimiento se llega “dotado” o
“preparado” por el recorrido que cada uno de los actores en
dicha producción ha hecho en medio de las cosas ordinarias
y extraordinarias que componen cada hecho vital” (1986:
47). Para Vargas, la pedagogía implicaba pensar en la
relación que se desata entre las personas cuando las media la
pregunta por algo. “La pregunta y el intento de ver los
distintos matices que están cifrados en ella es la acción de
construcción pedagógica que se intensifica y sintetiza en
actos de investigación” (1986: 47). La pedagogía se da
cuando el “maestro está en capacidad de mostrar los matices
de una pregunta y hasta de sugerir caminos para allanarla.
No se trata de decir una verdad, ni siquiera de afirmar, se
trata de sugerir o de suscitar. La pedagogía […] es la
continua capacidad de irritar. Se es maestro cuando se
provoca en el estudiantado una pregunta, cuando se incrusta
en cada persona con quien se trabaja un pathos por el
conocimiento, una capacidad de saborear o de degustar la
realidad mediante el conocimiento -en esto siempre ha
consistido el saber y la sabiduría-” (Vargas, 1986: 48). Hay
allí la voluntad de hacer de la pedagogía una experiencia
apasionante y la base de una práctica de investigación, en la
que los maestros han de abrirse permanentemente al diálogo
con sus estudiantes, a fin de reconocer con una mirada atenta
sus inquietudes y descubrimientos (Hernández, 2005: 15).
En el anterior horizonte,
ubicado en el acto pedagógico la relación entre
ciencia y enseñanza, entre discurso científico y
práctica social de la enseñanza, entre condiciones
de emergencia del conocimiento y condiciones
para su reproducción, comienzan a aparecer
cuestiones fundamentales sobre las cuales debe
responder el discurso pedagógico: ¿Qué se
enseña de la ciencia?, ¿Cómo se enseña? ¿Para
qué se enseña? Respuestas que son las que van a
determinar el paradigma curricular y a la postre,
el modelo pedagógico institucional (Amaya,
1990: 58).
En este contexto de la acción pedagógica, el método
científico con su experimentación y observación, se
convierte en elemento central en la escuela contemporánea.
Éste se visibiliza por momentos, en el período de estudio
como método de enseñanza aplicado en la escuela primaria,
secundaria y en la formación de maestros, en tanto forma
experimental de acceso al conocimiento en las diversas áreas
del programa escolar.
Vistas así las cosas, la pedagogía implica para el maestro, un
dominio de conocimientos que le permitan relacionar con
pertinencia las prácticas de enseñanza, la difusión de los
saberes específicos y su aprendizaje, tríada que debe
articularse al discurso de las ciencias mediante dispositivos
de enseñanza y aprendizaje. El anterior oficio, demanda del
maestro la reconceptualización del discurso de la ciencia
desde una práctica que le implica ver, hablar, pensar,
indagar, problematizar y apropiar aquellos lenguajes que le
prestan la palabra a la pedagogía y a los maestros para
ejercer su labor. Hay allí en palabras de Chevallard, una
trasposición didáctica en el que el saber sabio se reelabora
para ponerse a circular como un saber enseñado que varía
según los campos específicos de saber, los cuáles demandan
a su vez de didácticas diferenciadas que se articulen a las
lógicas epistemológicas, teóricas y conceptuales de los
mismos.
De igual manera la apropiación de las orientaciones que la
práctica social imprime a la práctica pedagógica, demanda
de un maestro que desarrolle un pensamiento relacional, que
genere un dominio de saber con los objetos discursivos con
que trata, que los articule, que los ponga a circular… es pues
una labor de permanente formación, búsqueda, encuentro,
desencuentro, construcción y deconstrucción en tanto
sustantivos que reflejan la presencia de un maestro
investigador (Zuluaga, 1979: 138).
Es posible relacionar la anterior mirada con los
planteamientos de Zuluaga, quien concibe la pedagogía no
sólo como un “discurso acerca de la enseñanza, sino también
una práctica cuyo campo de aplicación es el discurso”
(Zuluaga, 1979: 138). En esta práctica el maestro complejiza
su labor investigativa, al reconocer en el proyecto histórico
que lo atraviesa, para qué se enseña; en el contexto del
aprendiz, a quién se enseña; en el territorio del enseñante, el
qué enseña; en la comprensión del contexto social, el saber
dónde se enseña, y en las alternativas de recontextualización
del saber, el dilucidar cómo ha de enseñarse.
La pedagogía es así un “proceso en el cual los saberes sufren
recontextualizaciones dependientes de la experiencia
cultural, de la interrelación de un saber con los demás y de la
estructura de los sujetos que entran en interacción” (Vargas,
1993: 28-31).
La pedagogía al ser vista como una "disciplina que
conceptualiza, aplica y experimenta los conocimientos
referentes a la enseñanza de los saberes específicos en las
diferentes culturas (Zuluaga, 1987: 192), demanda de un
maestro que los problematice, que devele a partir de sus
prácticas conocimiento y saber, que reconozca que es un
campo específico por el que circulan objetos de
conocimiento a los que es necesario desenmarañar, articular
y visibilizar conrelación a las redes conceptuales que
permitan develar relaciones de tensión, jerarquía,
complementariedad,
transformación,
continuidad,
ordenamiento y funcionamiento. Las anteriores prácticas
demandan de análisis, observación, formación, creación e
investigación de la pedagogía desde el “interior de su teoría
y desde el interior de su práctica en las instituciones del
saber” (Zuluaga, 1979: 138).
En lo expuesto, se evidencia un enriquecimiento de la labor
del maestro, de la que se deriva la exigencia de una
formación y un rigor académico. Pero las demandas de su
oficio no finalizan allí. Están presentes en la discursividad
que él, además, requiere para el ejercicio de su labor como
pedagogo, de una explicación y comprensión del mundo en
el que se realiza el proyecto de formación de los diferentes
saberes y ciencias, de claridad frente a las relaciones que la
pedagogía establece con éstos, de dominio de las demandas
de cada saber respecto a una forma particular de la
pedagogía, y de la apropiación de lo anterior para coadyuvar
desde una lectura del contexto, a la transformación y
potenciación social, cultural y ambiental (Vargas, 1993 : 32).
Se va consolidando según lo dicho, la evidencia de que en
las disciplinas humanísticas se logra una interesante
vinculación entre la docencia e investigación en todos los
niveles de formación, a partir de la visibilización de una
relación en que la investigación se intercepta temáticamente
con éstos (Letelier, 1999: 27-28).
El replanteamiento de la pedagogía permitió para Restrepo
(2000, 104-105) que ella fuese objeto de reflexión, de crítica,
de transformación, de articulación de saberes, de
resignificación de la pedagogía misma, de escritura de
experiencias sistematizadas que generaron saber pedagógico
a partir de la práctica pedagógica.
4.2 Vertiente histórica y epistémica en el estudio de las
prácticas pedagógicas
Además de la resignificación de la pedagogía en relación al
maestro investigador, se visibiliza una vertiente durante la
década de los ochenta, que se afianza de forma moderada en
los años noventa del siglo XX y en la primera década del
siglo XXI, en la que se plantea un trabajo histórico para la
recuperación de la práctica pedagógica. En ella a través de
pesquisas realizadas por maestros investigadores, se recupera
la historicidad de la pedagogía como saber que tiene su nexo
conceptual y metodológico con la disciplina pedagógica.
Esta ruta de trabajo llevó a un nacimiento y florecimiento de
maestros investigadores que tuvieron como “objeto de
análisis la memoria del saber institucionalizado [del discurso
pedagógico] y de los sujetos que mediante él participan de
una práctica” (Zuluaga, 1999: 16). Ello implicó indagar la
pedagogía en su historicidad para problematizar las prácticas
pedagógicas en relación a prácticas de saber.
En este tipo de pesquisas, realizadas por maestros
investigadores, la práctica pedagógica se convirtió en una
categoría que se formuló en el Grupo Interuniversitario de
Historia de las Prácticas Pedagógicas, con el propósito de
recuperar la historicidad de la pedagogía, en su relación con
instituciones, sujetos y discursos, es decir, en la correlación
de enunciados en los que se visibilizan y problematizan por
diversas instituciones, personas y saberes, la formación de
objetos discursivos, conceptos y estrategias relacionadas con
lo pedagógico.
El anterior trabajo implicó a los maestros investigadores de
la práctica pedagógica dejar de lado las comprensiones
históricas como construcción lineal, ininterrumpidas, e
instalar una nueva concepción que planteó las preguntas por
las interrupciones, por las rupturas, por las relaciones que se
entretejían entre series conceptuales. Las interrupciones o
discontinuidades marcan en este horizonte, los cambios
transitados para llegar a dónde se instala ahora, en la
actualidad, el presente. Identificarlos y analizarlos
críticamente, así como relacionarlos entre sí, superponerlos y
visibilizar sus reconfiguraciones, se convirtió en este tipo de
investigaciones en una acción vital para el análisis histórico
por parte de maestros investigadores. Se daba así un especial
valor a lo discontinuo que en otrora “era a la vez lo dado y lo
impensable: lo que se ofrecía bajo la especie de los
acontecimientos
dispersos
(decisiones,
accidentes,
iniciativas, descubrimientos), y lo que debía ser, por el
análisis, rodeado, reducido, borrado, para que apareciera la
continuidad de los acontecimientos” (Foucault, 1997: 18).
En el trabajo investigativo del Grupo Interuniversitario de
Historia de la Práctica Pedagógica, liderado en su momento
por Zuluaga como epígona de Foucault, el saber aparece
como el epicentro, al ser en sí mismo preocupación y campo
de acción, es decir, al ser una constante la pregunta por su
nacimiento, formación y transformación; campo abierto
donde se pueden encontrar discursos, objetos, conceptos y
estrategias en la amplia dispersión que comportan las
prácticas y los saberes. Para Foucault el saber es “el conjunto
de elementos formados de manera regular por una práctica
discursiva y que son indispensables a la constitución de una
ciencia, aunque no estén necesariamente destinados a darle
lugar” (Foucault, 1997: 237). La indagación de dichas
prácticas en el campo pedagógico por los maestros posibilitó
el establecimiento de regularidades discursivas (un orden,
posiciones
en
funcionamientos,
transformaciones,
correlaciones), dispersas en una multiplicidad de registros en
los que se recuperan enunciaciones propias de los dominios
científicos y otras que hacen parte del territorio arqueológico
y que se encuentran en los textos literarios o filosóficos.
La posibilidad de indagar por los maestros, las formaciones
discursivas en una dispersión de registros, parten de analizar
cómo las unidades discursivas se forman, cómo aparecen en
términos de regularidad y de proliferación, en tanto no se
visibilizan estáticas en un tiempo determinado, ni mucho
menos se tejen a partir de una sola ciencia, disciplina, saber
o práctica. Para esta vertiente histórica y epistémica en el
estudio de las prácticas pedagógicas, las formaciones
discursivas se crean a partir del entrecruzamiento, relación y
correlación de las unidades discursivas: sus objetos,
enunciados, conceptos y estrategias, visibles en diversos
espacios de saber y conocimiento. Es así como en la
proliferación de estos cuatro elementos y en las relaciones
que se hallan en el entramado de enunciaciones en que es
posible ubicarlos, podemos hallar ciertas regularidades que
nos permiten reconocer que el saber opera como una
[…] herramienta que permite ubicar la mirada y
sopesar los problemas más allá de lo que vemos
formado. El saber responde más a las condiciones
que explican lo que se va formando, que a lo
condicionado de las formaciones. Por eso no es una
metodología de análisis sino una forma de entender el
conocimiento, la ciencia y el concepto (Zuluaga,
1999: 16).
La pregunta por el saber en esta vertiente histórica y
epistémica, liga una clara intención por la pregunta sobre las
condiciones que dieron la posibilidad de que un objeto
discursivo, un concepto o sus enunciaciones se formen en
prácticas, y es allí donde un análisis histórico de tipo
investigativo le permitió a los maestros que usaron estas
herramientas investigativas, identificar y relacionar los
acontecimientos, las discontinuidades que le dieron forma.
En esta forma de estudio de las prácticas pedagógicas, el
saber demanda del dominio de lo que se habla, ese objeto
discursivo que se encuentra en las prácticas que forman
regularidades y que obedecen a sus propias reglas de
formación. Estas reglas son visibles a partir del develamiento
en trabajos investigativos de las condiciones de existencia y
emergencia a que están sometidos los elementos de la
repartición discursiva, es decir, los objetos, las modalidades
de enunciación, los conceptos y las elecciones temáticas o
estrategias. Reglas de formación que implican el análisis de
las condiciones de existencia, es decir, de coexistencia, de
conservación, de modificación y de desaparición de los
cuatro elementos que configuran la analítica discursiva en
Foucault y Zuluaga y, que de igual forma, implican un
razonamiento metódico de las condiciones de emergencia, es
decir, del punto o puntos de surgimiento del concepto o del
objeto, en un marco de enunciaciones electas de forma
estratégica, cruzadas por escenarios de fuerza que se
combinan y oponen. Ambos elementos, las condiciones de
existencia y emergencia, dan como resultado la "posibilidad"
de que emerjan determinados conceptos u objetos en un
juego de enunciaciones y estrategias, en un juego de
prácticas. Éstas no surgen en cualquier unidad espaciotemporal, sino en aquella que la constelación de fuerzas le
permite. La pregunta por el saber conlleva reconocer en él
las relaciones de poder que se tejen, retar y romper con
verdades absolutas, implica un acercamiento histórico,
analítico y relacional a sus formaciones, a sus ordenamientos
en un tiempo y en un lugar definido.
Como se ha indicado, al indagar el maestro por el saber, le
implicó definir y hablar de prácticas, entendidas como “las
instancias decisivas de la formaciones discursivas (…) las
prácticas son fuerzas de poder, formas de saber.
Exterioridades, acontecimientos imposibles de prever o de
controlar de forma racional. Son, pues, las prácticas las
instancias más decisivas para discursos que no tienen un
carácter científico” (Zuluaga, 1999: 13). En este sentido, al
abordarse las prácticas como formas de saber y de poder, se
configuran de dos formas, como prácticas discursivas y
como no discursivas. Las primeras como lo plantea Foucault
son “un conjunto de reglas anónimas, históricas, siempre
determinadas en el tiempo y en el espacio, que han definido,
para una época dada y para un área social, económica,
geográfica o lingüística dada, las condiciones de ejercicio de
la función enunciativa” (Foucault, 1997: 154). Las segundas
como lo plantea Runge, son aquellas que “poseen una
realidad efectiva, se refieren a un hacer, se definen por el
saber que forman y son susceptibles de ser historiadas”
(Runge, 2002: 364). Estas prácticas fueron indagadas en esta
vertiente histórica y epistémica por los maestros
investigadores en sujetos e instituciones que producían
discursos desde tensiones y trasformaciones que les dotan de
historicidad; son lo que se ha dicho y lo que no se ha dicho,
son acciones y relaciones entre sujetos, instituciones y
discursos. La práctica pedagógica sirvió a los maestros
investigadores para leer el presente, en tanto acontecimiento
de saber/poder y no como aquello que acontece en las
prácticas de las escuelas.
A partir de la apropiación del enfoque arqueológico, el
Grupo Interuniversitario de Historia de la Prácticas
Pedagógicas y los maestros investigadores que con en él
trabajaron, definieron al maestro como portador del saber
pedagógico y en esa medida, la recuperación de la
historicidad de la pedagogía se propuso rescatar ese saber
para el maestro. Para dicho grupo, el maestro no era el
productor del saber (como el que simplemente reflexiona
sobre su práctica) sino el sujeto portador de ese saber y se
definió a partir de su relación con la enseñanza en tanto
acontecimiento de saber (Zuluaga, 1987: 149).
Fue evidente así, la presencia de espacios institucionales en
los que se buscaba contribuir a la investigación de la
pedagogía como disciplina y como saber en perspectiva
histórica y a la recolección y diseminación de la información
educativa y pedagógica, producto de las investigaciones
nacionales e internacionales (Batista & García, 1990: 75)
La pedagogía fue, pues, reflexionada desde un horizonte
histórico en relación a sus conceptos articuladores como la
formación, la educación, la instrucción, la enseñanza, el
aprendizaje y la escuela, objetos discursivos que
comprometen a la pedagogía en su aclaración y realización.
4.3 Experiencias, experimentación e investigación-acción
pedagógica y educativa
El Movimiento Pedagógico como intento de recuperar la
pedagogía como acto de asombro y de rechazo a la
instrumentación de la educación, como corriente para crear
una pedagogía ligada al humanismo, la vitalidad y el
conocimiento racional (Quiceno, 2002: 3), reafirmó la
necesidad de un maestro investigador de su propia práctica
(Aristizábal, 2008: 199). Por esta vía, éste favoreció la
construcción de saber pedagógico mediante la reflexión y
análisis de la realidad cotidiana de la escuela. La
investigación de igual manera posibilitó el desplazamiento
de la dependencia del maestro con respecto a lo extradisciplinar y la superación de la enseñanza e instrucción sólo
a los procesos de aula (Vargas, 1986: 52). Así como ocurrió
en la perspectiva de trabajo histórica y epistémica, en la de
experimentación e investigación acción pedagógica, el
maestro fue sujeto del saber pedagógico y productor de ese
saber a partir de la reflexión sobre lo que se desarrollaba en
la escuela.
Al igual que el Movimiento Pedagógico, otra experiencia
que activó la relación maestro investigador fue la Expedición
Pedagógica Nacional. Ésta acción se llevó a cabo en los años
noventa y más que ser un movimiento de recuperación, lo
fue para intentar crear en los sujetos relacionados con el acto
educativo –sobre todos los maestros- una actitud activa,
plural, vital y creativa que les permitiera abandonar vicios,
prejuicios, dogmas y servidumbres. Por la anterior vía se
invitó al maestro a que construyera y emprendiera nuevos
caminos, pedagogías más potentes que le permitiesen pensar
nuevas maneras de educar, en las que era imprescindible una
escuela abierta, plural y democrática. “La pedagogía de la
Expedición emerge de pensar de otro modo la escuela, el
maestro, el niño y la educación” (Quiceno, 2002: 5). Para
hacerlo, esta empresa pedagógica buscó el saber que
estuviera fuera de las instituciones, el cual no se podía
recoger mirando sólo dentro de ellas. Para hacerlo, la
Expedición propuso el emprendimiento de nuevos caminos,
la experimentación y la mirada desde lejos, en función de
sospechar de la verdad instituida y posicionar en palabras de
Quiceno al expedicionario, al nuevo maestro que sabe, que
sabe hacer, que conoce los problemas y es capaz de
solucionarlos. De allí, de los expedicionarios que salieron de
las escuelas para reconocer su diversidad y su entorno, se
mostró una nueva pedagogía que visibilizó saberes
problemas y saberes en experimentación (2002: 6-9).
En el anterior horizonte, en las prácticas que se vislumbraron
en la década de los años ochenta con el Movimiento
Pedagógico y en la década de los años noventa con la
Expedición Pedagógica Nacional, fue posible apreciar
nuevos ordenamientos y funcionamientos del maestro y la
escuela, en los que se valoró la reflexión crítica que
reconocía el papel de la experiencia y su diálogo con los
saberes ligados a la práctica pedagógica, educativa e
investigativa. Este reordenamiento permitió la emergencia de
alternativas de solución a problemas que aquejaban a la
pedagogía y la educación (Vera, 1986: 39).
En experiencias como las descritas, el empleo de la
investigación se fundamentó en la vivencia y en el mundo de
la vida de los sujetos; en ellas objetivar equivalía a
“codificar” o “retener” los sentidos aclarados en los actos en
que se veían involucrados los sujetos de la pedagogía; no se
trató en esta práctica de tomar distancia, como lo exigía la
racionalidad empírico-analítica sino de experimentar el
fenómeno del aula, la vida pedagógica al interior de la
escuela y en el exterior de ellas para leerlas, analizarlas,
interpretarlas, racionalizarlas y vivirlas (Vargas, 1990: 34).
Por la anterior vía se presentó la investigación como
estrategia cruzada con procesos de enseñanza y aprendizaje
en el aula. Ella sirvió para reconocer la importancia de la
actividad exploradora y curiosa, así como el componente
espontáneo en el aprendizaje humano, compatible y
adecuado con la concepción constructivista de la adquisición
del conocimiento a partir de la interacción social en el
aprendizaje escolar y con base en procesos comunicativos en
el aula que proporcionaban el fomento de la autonomía y la
creatividad y que reordenaban la relación pedagógica del
maestro y el alumno (García, 1999: 191-192). Para García, la
“investigación en el aula afecta al conjunto de la
intervención educativa, pudiéndola equiparar a uno de esos
principios didácticos que, en la tradición pedagógica, sirven
como resumen y síntesis de toda una concepción de la
educación. Como tal, la investigación orientaría la toma de
decisiones en el aula, proporcionando coherencia a la labor
del enseñante” (García, 1999: 191-192).
La investigación como estrategia pedagógica permitió el
desarrollo de un maestro investigador que experimentó el
fenómeno del aula, la vida pedagógica, para racionalizarlo a
través de la vivencia. Hay de alguna manera allí, una
investigación que parte de la vivencia y del mundo de la
vida, que demandó ser analizada a través de los “sentidos
aclarados en los actos en que se ven involucrados los
sujetos” (Vargas, 1990: 34).
La perspectiva anterior se vio enriquecida por
discursividades que veían en la sola práctica una experiencia
rutinaria, limitada y nada decisiva; viendo por ello la
necesidad de usar la teoría como medio que al estar
interlaminada con la práctica y la observación, permitía
investigar y obtener respuestas (Herbart, 1990: 60).
Fue necesaria, pues, una resignificación de la práctica
pedagógica del aula para hacer de ella un “taller de
producción intelectual y desarrollo personal mediante el
intercambio de lo leído y vivido en diferentes experiencias
educativas del medio”. Para la concreción de lo anterior, se
demandó de prácticas profesionales que sirvieran como
espacio de reflexión y confrontación pedagógica entre la
teoría y la práctica (Hurtado & Jiménez, Salinas, 1990: 101102). La reflexión de la práctica por la anterior vía posibilitó
la experimentación in situ de la enseñanza como objeto
cultural no de naturaleza ahistórica sino de producción
contingente (García, 1985: 166). Con esta experimentación
se posibilitaba el desplazamiento de los métodos generales o
didácticos totalizadores para dar cabida a una experiencia o
acción razonada a partir de la descripción de la enseñanza,
de sus dispositivos, sus estrategias y sus efectos en función
de una producción de saber, en tanto medio de apropiación
de la práctica que concierne a los maestros (García, 1985:
166). Se visibiliza allí, en la formación de una actitud
experimental del maestro, una disipación de los límites entre
la investigación y la docencia y un impulso de la formación
de maestros intelectuales que evitan en el proceso de
enseñanza y aprendizaje despilfarrar la experiencia
pedagógica como fuente de conocimiento, para la
construcción de conceptualizaciones pedagógicas (Echeverri
& Zuluaga, 1990: 47), como reveladora de límites,
deformaciones, obstáculos y potencias creativas en el
proceso de formación de maestros investigadores (García,
1985: 1173).
En
relación
a
los
anteriores
reordenamientos,
funcionamientos y transformaciones visibles sobre la
práctica pedagógica y el impulso de un maestro investigador,
en los que se daba importancia a la relación de la escuela con
la comunidad científica, la formación y la investigación, se
presentan materialidades discursivas como las de Restrepo,
un poco más allá del período de estudio de esta
investigación. Restrepo impulsa el programa de
investigación-acción pedagógica, en el que se asume la
pedagogía como una “disciplina teórica y práctica, objeto de
reflexión, de crítica, de transformación, de articulación de
saberes, sobre todo entre las disciplinas que se enseñan y la
didáctica de las mismas, de resignificación de la pedagogía
misma, de escritura de las experiencias sometidas a
tratamiento sistemático” (2003: 49-50). Por la anterior vía, se
generó saber pedagógico para un saber hacer en la educación
y en la enseñanza. En este saber validado por una práctica
consciente y crítica, se visibilizó el desplazamiento del saber
práctico o del actuar apoyado en teorías instrumentales o
implícitas para dar cabida a un saber pedagógico fundado en
teorías explícitas y sólidas.
La investigación-acción generó nuevas maneras de llevar a
cabo la acción pedagógica en el aula y un desplazamiento de
los funcionamientos asentados en prácticas empíricas y
acríticas para favorecer el análisis colectivo con el propósito
de tomar distancia de la práctica rutinizada llevada a cabo
bajo teorías operativas no explícitas (Restrepo, 2003: 51).
La investigación-acción pedagógica propuesta por Restrepo,
la cual tuvo su nacimiento en el año de 1998, llevó con
prácticas de autoformación y trabajo cooperado a las
maestras y maestros a
[…] tomar consciencia de la teoría que informa
la práctica, unido al proceso crítico de la
deconstrucción de la práctica como un todo […]
Pero, a su vez, el proceso de reconstrucción de la
práctica se emprende con elementos de
transformación o innovación apoyados en teorías
vigentes o en buena medida validadas. Se da así
una articulación entre nueva determinación
teórica y nueva estructura de la práctica, anclada
en bases de un mayor poder explicativo. En esta
fase de la reconstrucción los participantes suelen
atinar mejor en la relación entre los nuevos
componentes de la práctica con teorías
fundamentadoras. Se hace el esfuerzo por leer y
comprender teorías vigentes, es decir, circulantes
en el medio educativo, por aceptar sus
explicaciones
y por adoptar prácticas
consecuentes (Restrepo, 2003: 51-52).
Los desarrollos de la investigación como estrategia
pedagógica a partir de la reflexión e indagación sistemática
de la teoría y la práctica, con el propósito de que las ideas se
probaran y experimentaran en la escuela, secundadas por la
contemplación reflexiva, guardan relación con la
investigación como base del aprendizaje, implementada a
finales de la década de los sesenta y principios de los setenta
en la tradición anglosajona, específicamente en su paradigma
curricular.
5. LA INVESTIGACIÓN COMO BASE DE LA
ENSEÑANZA Y EL APRENDIZAJE EN EL
CURRÍCULO
La activación del maestro investigador no se da sólo a partir
de pesquisas en relación al currículo para su posterior
realimentación y desarrollo sino también en procesos en los
que la investigación se convierte en la base del aprendizaje y
la enseñanza en el currículo, en el que la relación entre
alumnos y profesores, la investigación se convierte en una
experiencia que posibilita deliberar en relación al
conocimiento, problematizarlo, indagarlo, deconstruirlo y
construirlo.
La investigación como base de la enseñanza y el aprendizaje
en el currículo que en el apartado anterior activaba por la vía
pedagógica la indagación, es desarrollada en una perspectiva
curricular -entre otros- por Stenhouse, quien expresa:
El conocimiento que enseñamos en las
universidades se gana a través de la
investigación; y he llegado a creer que semejante
conocimiento
no
puede
ser
enseñado
corrientemente, excepto a través de alguna forma
de enseñanza basada en la investigación. Los
fundamentos
de
esta
creencia
son
epistemológicos. El conocimiento del tipo que
tenemos que ofrecer se falsifica a menudo
cuando se le presenta como resultado de una
investigación, al margen del entendimiento del
proceso de la investigación que es garantía de
tales resultados (1987: 162)
Stenhouse invita por la vía anterior, no a una transmisión del
conocimiento como se impulsa por la lógica macrocurricular
en la que priman los estándares, los lineamientos y las
competencias estandarizadas sino a la vivencia de la
aventura de su construcción a partir de indagaciones que
permitan comprender no sólo cómo se ha producido el saber
existente sino iniciar la pesquisa de nuevos objetos de
investigación. El proceso de enseñanza y aprendizaje debe
garantizar el desarrollo de una “comprensión del problema
de la naturaleza del conocimiento a través de una
exploración de la procedencia y garantía del conocimiento
específico que hallamos en nuestro campo de estudio”
(Stenhouse, 1987: 164). Este objetivo de singular relevancia
en el proceso de enseñanza, nos remite a la relación
didáctica-didácticas específicas-currículo y no omite la
fundamentación conceptual y teórica que el docente trabaje
de forma deliberativa con el estudiante. En el mencionado
propósito se implica la indagación y el descubrimiento, que
van acompañados de la incertidumbre y la duda, asuntos que
en la experiencia investigativa hay que superar. Hay pues acá
una lógica de problematización de lo microcurricular que lee
y se articula al contexto y que rompe con la lógica
hegemónica. La apropiación del conocimiento basado en la
indagación organizada como investigación, impulsa el
aprendizaje basado en problemas, potencia la capacidad
humana para abordar dudas y, sobre todo, genera un
progreso en la enseñanza, reordenando los funcionamientos
de los alumnos y las prácticas de los maestros con relación a
las formas tradicionales de enseñanza. Los objetos de saber
en este despliegue curricular que activa la figura del maestro
investigador no son asuntos a ser transmitidos, son asuntos a
ser estudiados a través de métodos de indagación y análisis
que hacen de las clases laboratorios en los que se vivencian
experiencias investigativas diversas, llevadas a cabo de
forma paciente. Gracias a ellas, el maestro investigador
puede, poco a poco, alcanzar un nivel de dominio de algunos
objetos de saber (Stenhouse: 1987: 170-177).
En este sentido por la vía curricular, fue visibilizándose en la
década de los años ochenta y noventa un modelo curricular
no a priori, ligado en todos sus momentos a la experiencia, a
la acción de los estudiantes, a sus intereses y expectativas.
En él, la búsqueda a la solución de problemas, la respuesta a
preguntas de interés y significativas para los discentes,
demandó una planificación y jerarquización colectiva del
trabajo, asignándose funciones, tiempos y responsables
desde un modelo que no estaba centrado en el saber, sus
secuencias y la organización con base en las disciplinas, sino
en uno cuya centralidad eran las actividades, en las que no se
negaba la búsqueda y articulación de la información
pertinente en relación al problema y el uso de técnicas e
instrumentos de recolección de información para resolverlo
(Pérez, 1997: 18).
En este trabajo por problemas, que se empleó tanto en el
campo pedagógico como en el curricular, el contenido de las
clases guardó estrecha relación con el proyecto como
instrumento organizativo para la solución de los problemas.
Así, en este modelo, el currículo, sus temas y conceptos,
aparecían a posteriori, determinados por las actividades
relacionadas con los problemas y no por una organización o
secuencia predeterminada por tecnócratas o por las lógicas
disciplinares que se alejaban de perspectivas complejas y
transdisciplinares en las formas de relación con el
conocimiento. En el aprendizaje por problemas, los logros se
registraban, de ser necesario, después de ocurridos los
procesos. Se trataba por tanto de una labor de reconstrucción
del proceso que requería de un gran esfuerzo del docente
para hacer seguimiento y recoger información (Pérez, 1997:
18). Trabajar por procesos y por proyectos no excluía la
planificación sino que le cambiaba el sentido y la intención.
Se trataba de una planeación de actividades, de manera
“colectiva, abierta y flexible con una finalidad de
conocimiento clara, que respondía a intereses explícitos de
los estudiantes” (Pérez, 1997: 19).
El currículo investigativo, al igual que el currículo por
procesos, deja ver no sólo la planificación sino los
planteamientos, es decir, las consideraciones previas que
sobre un evento curricular se consideran, los enfoques o
puntos de vista que de manera anticipada configuran la
organización de un evento curricular, los aspectos que se
prevén con relación a un núcleo temático y problemático
anclado a una determinada dinámica curricular. De esta
manera se hace de la organización curricular, una tecnología
de gestión flexible; una forma de planificación flexible, de
currículos abiertos, en los que se impulsan planteamientos
curriculares flexibles, cuya centralidad gira con base en
fundamentos e ideas centrales a partir de las cuales se lleva a
cabo un proceso educativo mediante experiencias
investigativas.
La visibilización del maestro investigador con relación al
currículo puede apreciarse con mayor nitidez en Colombia
en los trabajos de López, como uno de los curricularistas
epígonos de la tradición anglosajona que valora la
investigación como base de la enseñanza y el aprendizaje.
Éste propone una apuesta curricular alternativa que defiende
y consolida la función emancipadora de la educación, que
supera la concepción de diseño y desarrollo curricular como
una mera acción operativa e instrumental y que apuesta por
un proceso de enseñanza y aprendizaje fundamentado en la
investigación y evaluación permanente, todo ello en función
de la pertenencia social y académica de la labor desarrollada
(López 1993: 42).
En su propuesta, López afirma la configuración
microcurricular como punto que genera quiebre con lo
macrocurricular y aporta las nociones de núcleo temático y
problemático, que se entienden como las series conceptuales
y el “conjunto de saberes afines que posibilitan definir líneas
de investigación en torno al objeto de transformación,
estrategias metodológicas que garanticen la relación teoríapráctica” (López, 2002, p. 76) y actividades de potenciación
científica y tecnológica.
Las anteriores nociones que hacen del currículo un producto
de investigación, favorecen su pertenencia social y
académica, su construcción grupal y colectiva; su
flexibilidad en su academicismo y asignaturismo (López,
1995: 42). Sobre este último aspecto es “conveniente señalar
que la producción de conocimiento (científico, tecnológico,
disciplinario) es un proceso cambiante que, obviamente,
reclama una reacción similar a los agentes y las agencias
involucradas en su construcción, exige procesos permanentes
de transformación [por la vía investigativa] y por ende, en
las estructuras curriculares que lo soportan” (López, 2002, p.
60).
En síntesis, la enseñanza basada en la investigación permite
un desempeño integral del docente al debilitar su función de
informador e incrementar su labor de creador por medio de
la investigación disciplinaria; una renovación metodológica
o didáctica de los saberes por la vía del seminario
investigativo como síntesis de la docencia y la investigación
y como herramienta metodológica de trabajo de aula, que
alimenta el espíritu de indagación, la cooperación y la
capacitación docente e investigativa.
6. RETOS DEL MAESTRO INVESTIGADOR EN LA
EDUCACIÓN APOYADA EN TIC
La docencia apoyada en la investigación en la perspectiva de
lo acá planteado, es una materialidad discursiva que no
alcanza a ser una corriente curricular hegemónica en el
sistema escolar contemporáneo, al que le es más económico
y rentable políticamente, el impulso de dinámicas
curriculares de carácter técnico. Aún lo anterior, de forma
prospectiva la acción del maestro investigador es una
realidad que ha de afirmarse en la escuela para resistir a
formas tradicionales de enseñanza y poner a circular,
problematizar y construir conocimientos, por la vía de la
educación presencial o por vías ancladas en la educación
virtual.
Para el caso que nos ocupa, la labor de un maestro
investigador en la educación virtual implica el oficio de
alguien que no sólo enseña sino que investiga, que hace
progresar el saber en cuanto prepara desde la universidad, la
generación venidera de académicos y científicos que
continuarán la búsqueda del conocimiento. La enseñanza
universitaria desplegada a partir de una educación virtual en
la que se facilite el manejo de la información y de los
contenidos que se deseen tratar, mediante tecnologías de la
información y la comunicación -TIC- como medios para
proporcionar herramientas de aprendizaje más estimulantes y
motivadoras que las tradicionales, es necesariamente
subsidiaria y complementaria al trabajo de investigación y ha
de ser llevada a cabo por maestros comprometidos con el
escrutinio del conocimiento, con la capacidad para atraer a
otros a su campo de investigación bajo la figura de tutor. El
maestro investigador al desplegar una educación
caracterizada por el uso de las TIC, debe pues ir tras la
búsqueda del conocimiento, junto con la supervisión y
consejería que sistemáticamente ha de ofrecerle a los
estudiantes para que ingresen a la exploración del saber;
como lo diría Veblen, es un personaje que orienta las
sinergias a desarrollar el conocimiento, a poner a prueba el
dominio del saber y adscribirse por esta vía legítimamente a
la universidad (1994: 54). En este sentido el profesor de
universidad que se apoye para su docencia en las TIC, debe
ser en suma, “un maestro, por precepto y por ejemplo” que
aprovecha el espacio de aprendizaje como un recurso
fundamental para la indagación, como elemento esencial
para lograr una docencia que promueva el aprendizaje activo
y autónomo, la creatividad y la adaptación al cambio
(Letelier, 1999: 16), no un simple transmisor de información,
un corrector de tareas o un vehículo de adoctrinamiento.
El maestro universitario en el campo de la educación
presencial o virtual, debe ser aquel que desarrolle acciones
de docencia e investigación como las dos áreas de trabajo
académico de más significado en este nivel de la educación
(Letelir, 1999: 16). En la anterior perspectiva, la
investigación del maestro es condición necesaria para que
exista docencia de calidad en la universidad y su ausencia es
síntoma de un nivel académico inferior (16-17), es un
poderoso recurso potencial de desarrollo y un bien cultural
del mayor nivel intelectual. En este sentido, el maestro
investigador innovador, es aquel que promueve el
aprendizaje generativo o donde el estudiante desarrolla a la
par la capacidad de comprender el conocimiento establecido
y la de emplearlo en nuevas situaciones; es aquel que tiene la
capacidad de cultivar la autonomía de pensamiento, la
creatividad y el aprendizaje independiente en los alumnos
(Letelir, 1999: 21). Es esta última característica, un elemento
central en la formación mediada por las TIC y que se afirma
de igual modo en una enseñanza basada en la investigación,
la cual debe ser aprovechada en la educación virtual para la
afirmación de un aprendizaje significativo, problematizador,
constructivista en la relación que los estudiantes de la
educación virtual establecen con el conocimiento.
Afirmar a futuro vías como las anteriores, a través de un
maestro investigador en el campo de la educación mediada
por TIC, dará la posibilidad de mejorar las competencias de
los futuros profesionales a través de un conjunto de
elementos heurísticos y científicos que permiten una
aplicación creativa, indagadora y propositiva que se oriente
al conocimiento de los fenómenos y relaciones que
intervienen en las diferentes disciplinas científicas para
producir modelos, teorías, principios, reglas en función de
una materialización del conocimiento para fines sociales,
culturales, políticos y ambientales (Letelir, 1999: 22-23)
Se debe pues en la e-learning como maestro, relacionar la
docencia y la investigación, para usar en la práctica
pedagógica, los resultados obtenidos por otros investigadores
o por el trabajo conjunto que con otros indagadores del
campo disciplinar o interdisciplinar se lleva cabo. Dicha
relación ha de ser cultivada por el maestro investigador a
través de estrategias como el incremento de competencias en
metodología de la investigación, el fomento del uso de
resultados de investigación en la docencia, la publicación de
artículos en revistas especializadas, el desarrollo por
investigadores de actividades de docencia, la incorporación
de alumnos en actividades de investigación, la conformación
de grupos de investigación en los que se desarrollen entre
otras investigaciones, trabajos cooperados con profesores de
distintos niveles educativos. Lo anterior debe permitir
producir una educación superior de calidad, gracias a los
atributos que ofrece la combinación de la investigación y
docencia como actividades complementarias que garantizan
una efectividad de la docencia, es decir, el concepto de
profesor efectivo que tiene la capacidad de explicar,
comprender y transformar cualitativamente las prácticas en
el aula.
7. APUNTES FINALES
Como lo afirma Meirieu, no solamente los profesores de
enseñanza superior son “docentes-investigadores”: todo
profesor de primaria y secundaria puede ser –y debe ser- un
investigador de su propia enseñanza (Meirieu, 2007: 59).
Alguien que produce de forma rigurosa y sistemática
conocimientos disciplinares y pedagógicos destinados a
analizar críticamente sus prácticas para transformarlas hacia
formas no sólo más eficientes sino democráticas de
enseñanza-aprendizaje. Las palabras de Meirieu, van más
allá del poder ser como una posibilidad por explorar o
conquistar, ellas se ubican en el deber ser, es decir, en el
lugar de una condición propia del ser maestro hoy.
En función del anterior propósito es esta indagación, se
realiza una revisión histórica y epistemológica del objeto
discursivo maestro investigador, en donde se muestra que la
emergencia de éste en el ámbito occidental (Europa y
EE.UU.) se remonta al periodo comprendido entre finales del
siglo XIX y comienzos del XX, sin embargo la
materialización de ella en el campo práctico del maestro, ha
sufrido altibajos, discontinuidades, en especial por la falta de
generalización que los trabajos de los maestros proporcionan
al campo educativo y pedagógico. La mirada racionalpositivista de la ciencia ha planteado que los conocimientos
científicos deben servir como soporte explicativo de la
realidad y, por tanto, se pueden aplicar en ella para verificar
su efectividad. E aquí una tensión y regularidad que persiste
desde la emergencia del maestro investigador que surge por
la condición generada por los discursos de cientificidad que
eclosionan en el campo de las ciencias sociales y humanas en
el siglo XIX, y que logran su máximo esplendor a finales de
éste y principios del siglo XX, y con ello se inicia un proceso
de conquista del campo educativo, el cual conlleva a
repensar el papel del maestro bajo la idea de la cientificidad,
tal como lo pensaron los pedagogos del movimiento Escuela
Nueva o Activa.
A pesar del desarrollo teórico y práctico del movimiento de
la Escuela Activa, con el cual se logró perfilar en el maestro
algunos principios de la investigación para cambiar las
practicas pedagógicas de la escuela, los resultados y
producciones de éstos, no lograron la generalización que los
investigadores y estudiosos de la educación y la pedagogía
de mediados del siglo XX esperaban, con el propósito de
hacer del campo educativo y pedagógico una ciencia fiable,
que pudiera soportar los sistemas educativos que se estaban
configurando como tal a nivel de los Estados Nacionales. Por
tanto, en la década de 1960, se plantea controlar los procesos
educativos y pedagógicos mediante el diseño de programas
educativos elaborados por expertos, ya que los maestros y
los trabajos de investigación desarrollados, no lograban
mostrar un modelo generalizable que pudiera ser controlado
bajo el rigor de la ciencia positivista.
Las condiciones anteriores muestran una discontinuidad en
el campo educativo y pedagógico que genera tensión entre
los que ponen al maestro como protagonista en la
configuración del campo educativo y pedagógico y los que
los ubican como ejecutor de los lineamientos y políticas
producidas por expertos quienes diseñan los programas que
direccionan los sistemas educativos desde unos principios
generales en los cuales no se toman en cuenta las
particularidades locales y las experiencias del maestro que
demandan un vínculo directo con la lectura del contexto.
Por ello, se logra concluir que en la década de 1970, se forja
un movimiento de investigadores que empiezan a cuestionar
las posiciones utilitaristas de la educación, en la que se
desvaloran el trabajo investigativo e innovador de los
maestros. Ello coincide con la creación del ICOLPE para el
fortalecimiento de la investigación educativa y pedagógica
en el ámbito universitario, lo cual se refleja en la formación
de maestros desde las facultades de educación y el
fortalecimiento del movimiento sindical del magisterio
colombiano a partir del Estatuto Docente promulgado con el
Decreto 2277 de 1979. Lo anterior permitió que un sector del
magisterio colombiano, le apostara a fundamentar el estatuto
epistemológico de la profesión docente, con el apoyo de
docentes universitarios que se unieron a esta iniciativa para
conformar el denominado Movimiento Pedagógico Nacional.
A partir de estas condiciones de posibilidad identificadas en
la década de 1970, se da el resurgimiento del objeto maestro
investigador en el contexto de la educación básica y media
(primaria y bachillerato). Se identifica de igual modo que el
movimiento que sustenta el resurgimiento del objeto
maestro investigador, no es algo homogéneo, al interior del
magisterio se dan luchas que se manifiestan de un lado,
entre los grupos de investigadores gestados en las
universidades que apoyan el Movimiento Pedagógico que
pretenden por medio de la investigación científica soportar la
consolidación disciplinar del campo pedagógico y educativo,
frente a otros que apuestan llegar a esta afianzamiento
disciplinar mediante un trabajo de corte histórico
epistemológico. Esta mirada da una apertura a la
construcción del saber del maestro desde la reconstrucción
de su práctica, retomando metodologías cualitativas y socio
críticas como la etnografía escolar, investigación acción y el
trabajo arqueológico y/o genealógico.
De igual modo se puede concluir que el punto clave de la
activación del objeto maestro investigador desde el punto de
vista pedagógico se da en la década de 1980, gracias a la
confluencia de varios componentes que coinciden en
fortalecer el discurso pedagógico y, por ende, la formación
de maestros. Lo anterior guarda relación con el desarrollo
teórico y metodológico de las didácticas específicas, las
cuales se asocian a la influencia del cognitivismo en el
campo educativo, en especial del enfoque constructivista, el
cual planteó la posibilidad de acercar al sujeto que aprende a
la construcción del conocimiento de cualquier saber
partiendo de los principios propios de dicho saber, lo que
implicaba un vasto conocimiento de los procesos cognitivos
del sujeto que aprende y de las ciencias o saberes que se
pretende que éste aprenda. Esta configuración desde las
didácticas específicas coincide con el movimiento de
reivindicación del maestro como productor de conocimiento,
que había iniciado en Inglaterra de la mano de Stenhouse en
la década de 1970. Con ello se permitió que los maestros y
en especial las instituciones formadoras de maestros,
introdujeran un discurso renovado y con sustento científico
para la formación de maestros tendiente a trasformar las
prácticas docentes en las aulas de clase, activando los
movimientos y redes de maestros que investigan desde el
aula.
En cuanto al currículo, se encuentra que el maestro
investigador se desarrolla en el discurso colombiano a partir
de la década de 1950, después de la implementación de los
planes quinquenales de educación, lo cual implicó un
proceso de planificación educativa a nivel nacional que
incidió en la configuración del actual sistema educativo
colombiano. Así las cosas, el currículo es una categoría
potente para la administración educativa, en tanto permite la
direccionalidad política de la educación desde una
perspectiva macro y micro; sin embargo para los
planificadores curriculares estatales su visión se centra en lo
macro. A la perspectiva macro educativa desarrollada por el
Estado desde mediados del siglo XX y durante la década de
1980, se enfrentaron los maestros colombianos a través del
Movimiento Pedagógico que se desarrolló en dicha década
con el que se empezó a replantear la concepción de currículo
que tenía el Estado. Además de las movilizaciones y
encuentros en congresos impulsados por el mencionado
movimiento, se propuso la Expedición Pedagógica como
estrategia para visibilizar los modos en que los maestros
adoptaron las políticas educativas y crearon alternativas al
currículo partiendo de la realidad local. Estas experiencias
permitieron que en el marco de la Ley General de Educación
y el Decreto 1860 de 1994, se diera a los maestros la
oportunidad de diseñar los currículos pertinentes a la
realidad del contexto social en el cual se inscribía cada una
de las instituciones educativas del país, mediante el diseño
del Proyecto Educativo Institucional. En esta perspectiva el
currículo se reconfigura desde lo micro, permitiendo
visibilizar el saber de los maestros. En relación a esta nueva
perspectiva micro curricular se encuentran los
planteamientos de Nelson López (1995) para quien el
currículo es por excelencia un proceso investigativo, que al
involucrar al maestro por defecto, lo está asumiendo como
investigador.
Finalmente se muestra los retos que debe asumir el maestro
investigador no sólo en la educación presencial sino en la
educación virtual en la cual debe cuestionar
permanentemente los saberes que enseña, escapando a la
pereza expositiva del enquistamiento recurrente, apelando a
una formación continua en la que busque, construya, analice,
confronte con colegas y expertos, no sólo la producción de
conocimiento que desarrolla en la investigación propiamente
dicha sino en las pesquisas formativas, que funjan como
medio de formación de los actores que la sociedad reclama y
que posibilite trabajar la generación de conocimientos y sus
distintas aplicaciones según las profesiones, con el propósito
de crear espacios, oportunidades de práctica, familiarización
con métodos y técnicas de investigación, espacios de
laboratorio, de ensayo, de experimentación en los que se
promuevan aquellos docentes y estudiantes que se dedicarán
de lleno a la investigación en sentido estricto. Es decir, la
investigación formativa como oportunidad para ir
preparando los grupos de investigadores que requiere la
Universidad o que requiere la sociedad en general. De ello
no puede estar ausente la educación virtual.
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EDUCACIÓN Y TECNOLOGÍA: DOS
VERDADES EN BUSCA DE UNA
MEJOR FORMACIÓN CIUDADANA.
Jhairo Molina Castaño32
Resumen:
Es un hecho, es toda una realidad de que el mundo en el
contexto educativo cambia, así, como la sociedad presente
que se inclina ante la tecnología y la manera en que se está
llevando la comunicación, la expresión y un nuevo lenguaje
más cercano a lo digital que lo tradicional. El verdadero
hecho que se enfrenta por estos días, es que la forma
tradicional con la cual hoy se ve la clase, el aula o el
estudiante está pasando por una metamorfosis evidente y la
causa de este efecto lo encontramos en la tecnología, como
su aplicación está cubriendo grandes campos, otras
necesidades y una nueva oportunidad de lograr una
revolución de la educación.
Aprovechando lo que las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación nos brinda, me propongo a
32
Estudiante Licenciatura en Filosofía. Universidad Nacional Abierta y a
Distancia.
Asistente
de
investigación.
Correo
electrónico:
gianacopullos88@hotmail.com
elaborar una propuesta que tiene como objetivo dinamizar la
manera de participar en los foros colaborativos, sobre todo
en los aportes colaborativos para la realización del producto
final en cursos relacionados con la sociedad o la ciudadanía
como (Sociología, la ciudad como propuesta cultural,
construyendo ciudadanía). Hay un propósito más, y es, tratar
de conocer los contextos de los integrantes de grupo
colaborativo, para finalmente conseguir el objetivo de esta
propuesta que es promover una formación ciudadana, a
través del foro colaborativo.
Palabras Clave: Formación ciudadana, trabajo colaborativo,
aporte individual, recurso virtual, reflexión social.
***
1- La educación y su fundamento
Desde tiempos remotos en que el ser humano comenzaba a
entender su papel y la relación que éste tenía con la
naturaleza, su contexto y con los demás, fue el momento en
que las relaciones humanas comenzaron a tener una mayor
aprobación. Desde la edad antigua y más cercano a la Grecia
clásica, la educación se llevaba a través de la narración en
donde se fundamentaban las enseñanzas del cosmos, la
naturaleza pero además cuestiones que competen al ser.
Todo amante de la educación, todo pedagogo y hombre
preocupado por una óptima enseñanza y comunicador del
aprendizaje, no debe olvidar pero tampoco dejar de relatar a
sus discípulos lo importante que fue la educación antigua
como la génesis que marcó el paso a la educación actual.
“La historia de la educación en la antigüedad no puede
resultar indiferente para nuestra cultura moderna: Nos hace
recordar los orígenes directos de nuestra propia tradición
pedagógica. Nuestra cultura grecolatina determina este
parentesco y esto se aplica, en grado eminente, a nuestro
sistema educativo” (Marrou, 2004). Posteriormente en la
edad media la educación toma más fuerza en donde ingresar
a la escola o la universidad (Universitas) era una prioridad
para el hombre, sobre todo para aquel que poseía un estatus
mayor en la sociedad de la época. Hasta entonces la forma en
que se educaba no contaba más que con conocimientos
basados en la medicina, legislación, teología y filosofía, pero
se debe destacar que la tecnología que había para la época
era la suficiente y necesaria para enseñar y descubrir.
Desde el renacimiento la manera de la educación ha
cambiado considerablemente y esto se debe a que el hombre
ya es el centro del universo, está en la cúspide de su
grandeza puesto que ha alcanzado una libertad más evidente
a comparación de otros tiempos, en los cuales el
conocimiento era más restringido. Pero ya en la era industrial
la educación sigue teniendo componentes más importantes
debido al acelerado mundo que el mismo hombre a creado, y
es aquí donde nuevos cambios, otras generaciones y la
educación misma gira en torno al crecimiento industrial más
que al hombre y su preocupación verdadera por la naturaleza
en inclusive por sí mismo; hay una desconexión. En este
presente las nuevas innovaciones y otros postulados han
generado cambios que surgen a consecuencia de las
innovaciones tecnológicas tal como lo señala Delors. J
(1996) “En el siglo XXI, que ofrecerá recursos sin
precedentes tanto a la circulación y al almacenamiento de
informaciones como a la comunicación, planteará a la
educación una doble exigencia que, a manera vista, puede
parecer casi contradictoria: la educación deberá transmitir,
masiva y eficazmente un volumen cada vez mayor de
conocimiento teóricos y técnicos evolutivos, adaptados a la
civilización cognoscitiva , porque son bases de la
competencia del futuro” Ya con esta afirmación podemos
entender uno de los objetivos de la educación actual, que
uniendo fuerzas con la tecnología desea brindar un amplio
camino de competencia y de manera masiva. Por tanto,
siempre se encontrarán posiciones en contra de las nuevas
dinámicas de enseñanza, posiciones de carácter más
conservadoras que apelan por costumbres tradicionales en la
manera de transmitir y receptar los conocimientos. La
educación sin duda alguna siempre será vista como la guía
que ayuda a encontrar el norte, facilitando al estudiante su
manera de percibir el mundo, garantizando su crecimiento
cultural, social, cognoscitivo “En cierto sentido, la educación
se ve obligada a proporcionar las cartas náuticas de un
mundo complejo y al mismo tiempo, la brújula para poder
navegar por él” (Ibíd. 91). No es desconocido para nadie el
complejo mundo en el cual vivimos, siempre ha sido
problemático entender la naturaleza y como la misma opera
en el contexto, pero más ardua se ha transformado la tarea de
entender el mundo que los seres humanos han construido,
como por ejemplo el actual en donde tantas innovaciones
parecen milagros salidos de la ficción, pero existen, están
con nosotros pero la pregunta verdadera es ¿Para qué sirve
toda esta innovación? ¿Podremos sacar algún provecho de
los aportes tecnológicos hacia la educación? Sin duda,
Delors tiene una respuesta a estas preguntas “Es que ya no
basta con que cada individuo acumule al comienzo de su
vida una reserva de conocimientos a la que podrá recurrir
después sin límites. Sobre todo, debe de estar en condiciones
de aprovechar y utilizar durante toda la vida cada
oportunidad que se le presente de actualizar, profundizar y
enriquecer ese primer saber y adaptarse al mundo en
permanente cambio” (p, 91) No solo se trata de reservar el
conocimiento, los seres humanos pueden hacer la diferencia
interactuando con las posibilidades que el mundo de hoy le
ofrece, una educación innovadora que puede ser pensada
desde adentro y hacia afuera, no solo pensando en el bien
individual sino también en el bien colectivo, ahora, y más
que nunca están los medios para hacer de un mundo
complejo y caótico en una propuesta para formar a
estudiantes para la sociedad y para reflexionar en este mismo
medio. A pesar de todo, las disputas entre lo bueno y lo malo
de las innovaciones tecnológica en la educación será un tema
de no parar, innovadores y tradicionalistas aportarán en esta
nueva complejidad en que el mundo ha abierto las puertas.
1.2 - Entre innovadores y tradicionalistas
La educación siempre se encontrará con dos conceptos que
siempre han circundado en las distintas generaciones que
pasan y que el tiempo no se cansa de ver. Innovación y
tradición es la más grande antítesis que se ha posado desde
hace poco tiempo, desde el mismo momento en que se
advertía el paso de la tecnología en el proceso educativo “Lo
tradicional y lo nuevo, el pasado y el futuro, la visión
retrospectiva y la visión prospectiva son elementos que
ejercen simultáneamente una fuerza sobre la dirección de la
educación” (Álvarez. B. Pág. 99) No cabe duda alguna que
la innovación siempre tratará de romper las cadenas, y las
rompe. Un ejemplo muy cercano del triunfo innovador lo
podemos ver reflejado en la educación superior a distancia
que ha pasado por distintos métodos, como la radio, las
revistas, los materiales en CD Rooms y ahora de manera
virtual, de forma sincrónica y asincrónica, sin importar las
barreras, las distancias, ni los más lejanos horizontes. “Para
una población estudiantil dispersa geográficamente y en
particular, que se halle en zonas periféricas sin instituciones
convencionales, administrativas por mecanismos de
comunicación múltiples que enriquecen los recursos de
aprendizaje y soslayen la dependencia de la enseñanza “cara
a cara”; personaliza el proceso de aprendizaje para garantizar
una secuencia didáctica que corresponde al ritmo del
rendimiento del estudiante, formaliza las vías de
comunicación bidireccional y frecuentes relaciones de
mediación dinámicas e innovadoras; promueve las
habilidades para el trabajo independiente y para el esfuerzo
autorresponsable; garantiza la permanencia del estudiante en
su medio cultural y natural, lo que incide el desarrollo
regional; alcanza niveles de costo de decrecimiento luego de
coberturas amplias, combina la centralización con la
descentralización” (Kaye. A, Rumble. G. 1979) Es de tal
manera que la educación a distancia es uno de los pilares que
logró buscarle una salida a los límites pero también
obstáculos de educar con democracia, sin importar los
kilómetros de distancia, sin importar la presencia física y
temporal de un integrante. Así lo declara Beatriz Fainholc
(1999) “La educación a distancia como estrategia idónea y
pertinente para extender democráticamente las oportunidades
educativas a grupos y personas, regiones, contextos, países;
ha proliferado rápidamente en estos últimos cuarenta años a
través de una diversidad de modelos, medios y estrategias”
De tal manera la tecnología se manifiesta para así darle la
oportunidad a muchas personas que no cuentan con mayor
oportunidad de encontrar conocimientos, fortalece las
lejanías y cumple con la misión de formar para el futuro, de
encontrar un factor tan esencial para el mismo humano como
es el caso de dinamizar, prepararse, adaptarse al mundo de
las Tics. “La educación a distancia ha permitido
revolucionar el fenómeno educativo en el mundo
contemporáneo, al posibilitar que cualquier estudiante pueda
acceder sistemáticamente al conocimiento de un modo
orientado a través de múltiples tecnologías duras y blandas;
convirtiéndose cada vez más en el protagonista
descentralizado de este proceso” (IBID Pag,25). Que más
ejemplo que mostrar los aportes de la educación a distancia
como un paso tan innovador y a la vez motivante que sin
duda alguna deja atrás cualquier postura tradicional. La
educación sufre cambios, cada día, cada década, en muchos
siglos después se verán otros aspectos innovadores que lo
único que logrará es ver obsoleto lo que hoy tenemos y
quizás sin saberlo nos convertiremos en tradicionalistas por
defender lo que un día aprendimos, solo es cuestión de
reflexionar que el mundo es una cadena de movimientos y
que estos mismos permiten los cambios. Pero no todos los
sujetos que intervienen y creen en el proceso educativo están
de acuerdo con las nuevas maneras de ver la enseñanza, hay
partidarios que quieren conservar los métodos tradicionales,
puesto que ven en la tecnología un alto riesgo que puede
salir caro para las sociedades futuras y más cuando se toman
elecciones como alternativas sin ser medidas desde sus
causas y efectos. “ La palabra elección que hemos utilizado
nos lleva a otro asunto delicado: En muchos casos, la
introducción de nuevas tecnologías en prácticas e
instituciones sociales complejas no dependen de verdaderas
elecciones, sino de una constelación de cambios activos,
pasivos, deliberados, algunos solo manifiestos en
retrospectiva: tal vez, por un breve instante, se haga una
elección o se tome una decisión fundamental pero rara vez
con plena conciencia de sus alcances, consecuencias
prácticas o de las alternativas existentes” (Burbules. N;
Callister. T; 2006) Hay razones que realmente explican que
la tecnología involucrada con la educación puede tener altos
riesgos siempre y cuando no haya conciencia de los efectos
que la propia reproducción tecnológica pueda constituir. En
cambio, hay razones diferentes que apoyan la tecnología en
la educación cuando se trata de hablar del progreso mismo,
desde el ámbito consumista, económico como pilares de
estabilidad y crecimiento de un Estado “La educación debe
ser el medio más estable y sistemático para la difusión de las
ciencias y la tecnología en una sociedad contemporánea, en
esta calidad, la educación no es una condición suficiente
pero sí necesaria para el desarrollo Nacional autónomo”
(Andrade. E, 1989) Pero también se encuentran otras
discusiones sobre el aporte tecnológico a la educación como
punto de partida para el progreso de una Nación, tal lo
afirma Castell (1986): “Un nuevo espectro recorre el mundo:
La nuevas tecnologías. A su conjuro ambivalente se concitan
los temores y se alumbran las esperanzas de nuestra sociedad
en crisis. Se debate su contenido específico y se desconocen
en buena medida sus efectos precisos, pero apenas nadie
pone en duda su importancia histórica y el cambio
cualitativo que introducen en nuestro modo de producir, de
gestionar, de consumir y de morir” No cabe duda que en las
anteriores afirmaciones hay un debate que hasta el momento
sigue en vigencia, con el mayor vigor sobre la innovación, la
tradición y en los casos de servir los interese innovadores
educativos para una nueva oportunidad capitalista
insertandola en una sociedad consumista, pero la verdadera
pregunta que se debe plantear con respecto al verdadero
aprovechamiento tecnológico es si ¿ No debería plantearse
las innovaciones tecnológicas para apoyar el proceso social
desde un aspecto constructivo, cultural y reflexivo? Esta es
una pregunta que sin duda puede tener una o más respuesta,
pero todo depende de la manera en cómo se condicione la
tecnología a favor de la educación, como un nuevo punto de
partida para establecer una sociedad digna, en condiciones
de tolerar al prójimo, al anciano, al niño, a la mujer y las
diferentes razas o ideologías culturales como en el caso de
Colombia, donde abunda una interesante mezcla de
individuos.
1.3 La sociedad actual
Para ningún colombiano es desconocido el difícil momento
que atraviesa nuestro país en diversos aspectos tales como:
desplazamiento forzado por la violencia o el invierno, alta
tasa de desempleo, narcotráfico, maltrato infantil e
intrafamiliar o sucesos violentos como las que transcurrieron
durante el paro agrario en las que se evidenció toda
conducta inadmisible para un país que quiere crecer no solo
en lo económico o en el reconocimiento mundial sino
también en la condición humanista. Para dichos casos
mencionados, suele haber alternativas que sin duda se
pueden comentar y que también se complementa con la
acción ciudadana con alto interés de transformar el contexto
nacional y del territorio colombiano. Pero en realidad ¿Cómo
podría la acción ciudadana tratar de resolver problemas que
afectan a nuestro país? ¿Como se podrán evidenciar las
propuestas culturales en pro de una alternativa ciudadana?
¿Cómo describir las características de nuestra ciudad o
pueblo para ser apreciado por los demás y demostrar que
existe, que este mismo tiene problemáticas o que posee vida
por su propio contexto en el que se encuentra? ¿Las
propuestas a un cambio en la formación ciudadana puede
empezar desde un individuo, toda una comunidad o desde la
misma comunidad académica, como podría ser desde la
comunidad Unadista? Quizás muchas de estas preguntas
puedan ser contestadas en la medida en que se logren crear
propuestas desde la academia y quien más que involucrar a
los estudiantes para desde este mismo enfoque sientan que se
están formando como ciudadanos del presente y del mañana
2- Propuesta
En párrafos anteriores se pudo demostrar que la tecnología
como desarrollo de investigaciones científicas ha culminado
en una amplia expectativa representada de oportunidades y
nuevos conceptos para el cambio, así se ha demostrado con
el nacimiento de la universidad virtual y la formación de las
“Tics” que en el momento son necesarias para satisfacer las
necesidades y motivar a gran escala el aprendizajeenseñanza “Las TICS constituyen una respuesta integrada
también para estas necesidades, tanto a través de
videoconferencias como, y sobre todo, a través del
denominado web training: en este caso las características
funcionales más evidentes de dichas tecnologías son la
capacidad de emancipar el proceso de enseñanza-
aprendizaje de la necesidad de compartir el espacio tiempo y
la creación de espacios de trabajos colaborativos en los que
sea posible la interacción, el intercambio de experiencias y la
co- construcción de conocimiento”( Ardizzone. P. 2003).
También se demostró que el pensamiento innovador puede
en cierta forma estar más en la cúspide de todo ideal
tradicionalista de educación, ya que la innovación abre el
paso para la transformación pero en consecuencia para
dinamizar el aprendizaje. Es de tal forma que innovando se
quiere llegar a una mejor elaboración de aportes individuales
para trabajos colaborativos de la UNAD, pero como
característica principal a clases o cursos que tengan que ver
con la crítica social y ciudadana, como es el caso de la
antropología, la ciudad como propuesta cultural, sociología,
construyendo ciudadanía y entre otras que tienen este mismo
perfil que busca una mejor actitud como ciudadanos para ser
críticos ante la sociedad. El estudiante Unadista puede ser el
eje de este emprendimiento, que pueda contagiar a la
comunidad a mostrar su lugar, su hábitat, el contexto con sus
problemáticas o con sus alternativas de cambio y progreso.
El aporte colaborativo individual es una propuesta que liga el
oficio investigativo y a la vez, es inherente a la preocupación
por el sentido de la sociedad y del ser ciudadano porque este
mencionado sentido no puede perecer si lo que se trata
siempre es mostrar una cultura digna y habitable.
A través de un corto video pero de manera explícita, se
puede generar una dinámica para lograr una construcción de
un aporte individual colaborativo, en el cual se pueda
mostrar las condiciones nefastas de cierta población, sea
vereda, municipio o ciudad o inversamente lo agradable de
dichos sectores que conforman un núcleo ciudadano. Hablar,
reflexionar e imponer una visión crítica de lo que ocurre es
un pie adelante para comenzar a hablar de lo ciudadano y
posteriormente promover una atracción de interés hacia los
problemas, debilidades o grandezas de nuestros territorios,
de nuestros espacios ciudadanos. Con esta dinámica se
fortalece el rigor y criterio como estudiantes preocupados
por lo que sucede en nuestros entornos y al mismo tiempo se
cumple con profundos objetivos de educación en donde la
tecnología y los medios son claves para esta labor.
2.1 Algunos ejemplos que
individual
contribuyen al aporte
En este momento se posee 2 ejemplos relacionados con los
videos cortos en los cuales muestran dos clases que
competen a la manifestación de la ciudadanía y los espacios
ciudadanos. En los mismos se puede apreciar la belleza, la
tranquilidad y la majestuosa arquitectura que adornan el
lugar.
EJEMPLO DE TRABAJOS INDIVIDUALES
- Trabajo colaborativo 1 actividad 5- sociología.
Actividad individual: A través de un video corto mostrar un
lugar agradable de tu ciudad, pueblo o vereda, manifiesta lo
mejor o peor de este lugar para después socializar con tu
grupo y generar debate de manera reflexiva con un criterio
propio de lo que se evidencia.
RESPUESTA AL TRABAJO INDIVIDUAL:
http://www.youtube.com/watch?v=RG87UN1zEsQ&feature
=em-upload_owner
- Trabajo colaborativo 1 actividad 5- La ciudad como
propuesta cultural.
Actividad individual: A través de un corto video identifica
qué lugar de tu ciudad o comunidad se puede observar cómo
ocurren transformaciones de manera simbólica, colectiva,
artística. Después hacer un buen argumentado debate sobre
si lo apreciado en el video es una problemática con solución,
es un gran aporte para la ciudad o comunidad o quizás es un
hecho admirable.
RESPUESTA AL TRABAJO INDIVIDUAL:
http://www.youtube.com/watch?v=lDfQdmYYQUI&feature
=youtu.be
3. Conclusiones
La educación es el acercamiento más notable no sólo a la
obtención de nuevos conocimientos o de adquirir procesos
cognitivos, es también la forma en que nos relacionamos y
formamos cultura y con ella el punto de partida para crear
sociedades pero no sociedades devastadas por el terror y la
ignorancia excluyente, todo lo contrario, la educación está en
la capacidad de integrar lo mejor de cada individuo para
formarlo con principios de dignidad y comprensión al
prójimo. Los métodos tradicionales han logrado encaminar
una campaña duradera en la construcción de individuos
capaces de respetar los valores, pero incluso los códigos que
se evidencian en un espacio social y no quiere decir que la
innovación haga que este intento previo de los esfuerzos
tradicionales se sepulten, por el contrario, debe haber una
conciliación donde se reconozca la tarea tradicional en el
ámbito educativo. Pero el verdadero hecho es que no se
puede seguir polemizando sobre si lo innovador no debe
existir o si lo tradicional debe perecer, cada uno deberá
enfocar la manera de enseñar a formar, no solo a educar, en
tanto que lo innovador debe usar las herramientas que tiene
sobre la mesa y desprender dinámicas de acción para lograr
cumplir sus metas. Es triste tratar de apreciar que la
tecnología en el proceso educativo solo quiera ser un
mecanismo más de producción y consumo, en el cual se ve la
preocupación de catapultar el capitalismo en vez de las
percepciones sociales para dar de una vez por todo un
cambio acertado. Usar los medios como eje de construcción
para los ciudadanos del mañana, debe ser una propuesta que
se debe contemplar para desarrollar los planes que se ajusten
a ese fin último, un mejor presente y mañana para Colombia.
Referencias
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Voluntad.
Andrade. E (1989) La tecnología contemporánea y sus
implicaciones en la evolución. Revista educación y cultura #
17. Bogotá
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Revista interamericana de bibliotecología (2006) Escuela
interamericana de bibliotecología Vol. 29, Nª 2. Medellín:
Universidad de Antioquia
LA LIBERTAD EN EL AULA VIRTUAL:
UNA PERSPECTIVA KANTIANA
Obed Góngora Picón33
Resumen
La posibilidad de estudiar virtualmente ha sido una de las
innovaciones pedagógicas que más han revolucionado el
ámbito educativo de la actualidad. Este tipo de educación
goza de un elemento que la diferencia radicalmente de los
demás modelos educativos: la libertad bien sea temporal,
espacial, temática, entre otras. Dicha libertad es en un alto
porcentaje beneficiosa para el estudiante, pero en ocasiones
puede tornarse en una variable problemática si el estudiante
no sabe hacer un sabio uso de ella.
La libertad puede tomarse desde dos enfoques, uno
causativo y uno teleológico. En el primero la libertad es
considerada un derecho innato para la persona, y el
ejercicio de la misma es la causa de las conductas
autónomas que el ser humano puede realizar en su vida. En
el segundo, planteado por el pensador Emanuel Kant, la
libertad es una meta a alcanzar por el ser humano, y la
conducta que desarrolle es sólo un esfuerzo para lograr el
uso pleno de dicha autonomía.
33
Técnico en Teología Pedagógica, del Instituto de Formación
Teológica Hebrón. Pastor Cristiano. Licenciado en Filosofía de la
Universidad Nacional Abierta y a Distancia. Correo electrónico:
obedyuly@hotmail.com
La libertad dentro de la educación virtual debe abordarse
desde una perspectiva filosófica, con el propósito de que no
se convierta en un distractor de la meta instructiva, sino
más bien en un vehículo hacia la misma. Se hace necesario
que los educandos partícipes de este nuevo modelo
educativo tengan claridad filosófica sobre la orientación
adecuada que deben darle a la libertad. Sólo de esta manera
la educación virtual podrá seguir siendo un factor
determinante en la construcción de una sociedad más justa,
inclusiva y filosófica.
Palabras Clave: Libertad, Virtualidad, Teleología,
Autonomía, Disciplina
Hablar de libertad dentro de la educación virtual parece una
labor estéril y porque no decirlo, redundante. Porque si
existe un ambiente educativo en el cual puede decirse que se
disfruta de la libertad, es en el aula virtual. Hay libertad
espacial, pues puede accederse a la clase desde cualquier
lugar del mundo; libertad temporal, puesto que el estudiante
puede programar sus actividades de manera muy flexible;
libertad de interacción, ya que el estudiante puede gracias a
las Tics, interactuar con estudiantes de cualquier rincón del
planeta; libertad de elección temática, pues se puede acceder
a la oferta académica de innumerables universidades; e
incluso, libertad de compromiso, pues muchos de los
MOOC´s34 actuales son gratuitos, y también tienen la
34
Sigla del idioma del inglés con que se designan los “Massive Online
Open Courses”, que puede traducirse “Cursos Abiertos Masivos en
Línea”. Para ver un buen ejemplo de los mismos puede visitarse la
página: www.coursera.org
posibilidad de retirarse en el momento en que el estudiante lo
desee.
Pero esta libertad casi ilimitada bien merece ser analizada
por la filosofía. Es decir, una vez que la educación ha
triunfado sobre los claustros, y se ha hecho mucho más
accesible a la humanidad a través de las redes, es hora de
que asumamos con una postura racional esta nueva
situación, ya que la misma nos presenta un nuevo ambiente
pedagógico y ético que no puede pasarse por alto, ni dejar
de ser filosofado. El hombre del siglo XXI, el Homo
Digitalis, debe estar preparado para asumir su nueva
libertad de la mejor manera, de modo que el uso de la
misma sea beneficioso y no destructivo para su nuevo
mundo.
Antes que nada, el primer paso de nuestro análisis debe ser
el de definir la libertad. La definición más simple de
libertad la podríamos tomar de un diccionario: la “facultad
natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de
otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”
o el “estado o condición de quien no es esclavo” (DRAE,
2009, bajo la entrada libertad). Así pues, la libertad es
entendida como un derecho, como una facultad innata que
tenemos los seres humanos de poder elegir nuestra
conducta y nuestro pensamiento, de manera que nos
hacemos responsables de nuestro propio destino. Esta
manera de ver la libertad podríamos llamarla enfoque
causativo, pues hace de la libertad la causa o matriz de
nuestra conducta en la tierra. La corriente actual de
pensamiento jurídico hace uso de este pensamiento, en
especial con relación a los derechos humanos, proclamando
que la persona es libre desde el momento en que nace, y
goza de todos los privilegios que le concede el hecho de
serlo. La libertad es el fundamento y la causa del derecho, y
es tarea del Estado y del propio individuo garantizar el libre
ejercicio de la misma.
Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley,
recibirán la misma protección y trato de las autoridades y
gozarán de los mismos derechos, libertades y
oportunidades sin ninguna discriminación por razones de
sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión,
opinión política o filosófica
(Constitución, 1991, artículo 13)
Pero hay otra perspectiva filosófica que bien vale la pena
ser retomada a la hora de hablar de la libertad. Emanuel
Kant usa la libertad como una de sus categorías filosóficas
más importantes, pero analiza la libertad desde una óptica
mucho más racional, producto de sus profundas críticas
filosóficas en cuanto a la razón pura y la razón práctica. Por
consiguiente, la libertad para Kant se entiende de otra
manera. Si bien la libertad es la facultad de no ser
gobernado por nada ni nadie, no puede entenderse
solamente como independencia de los factores externos al
hombre, sino que incluye también la supremacía sobre los
factores internos. La voluntad buena que menciona Kant es
la única que puede anhelar la ley moral, y es por tanto la
que goza de la verdadera libertad. Ahora bien, nuestra
voluntad está afectada por deseos y pasiones erróneas, y es
la liberación de estas mismas la que puede considerarse la
conquista de la verdadera autonomía del ser. Una voluntad
libre es aquella que no está dominada o presionada por
fuerzas externas, sino que es capaz de gobernarse a sí
misma, y regirse por su propia ley. Eso es libertad. La
libertad absoluta no existe para Kant, pues siempre
estaremos constreñidos a obedecer una ley, así lo hagamos
autónomamente.
Pero en el primer caso, la ley tiene forma de imperativo
porque en esos entes, aun siendo racionales, puede
suponerse una voluntad pura, pero no santa, porque está
afectada por necesidades y móviles sensibles, o sea que no
puede atribuírseles una voluntad incapaz de máxima
alguna contraria a la ley moral. De ahí que en ellos la ley
moral sea un imperativo que ordena categóricamente
porque la ley es absoluta; la relación de esa voluntad con
esta ley es la dependencia, con el nombre de
obligatoriedad, que significa una imposición, aunque
mediante la mera razón y su ley objetiva, para una acción
que se llama deber porque una voluntad patológicamente
afectada (aunque no de esta suerte determinada y en
consecuencia siempre libre) lleva en sí un deseo que
proviene de causas subjetivas y, por consiguiente, a
menudo puede ser contraria al motivo determinante
objetivo puro y, por lo tanto, necesita como imposición
moral una resistencia de la razón práctica, que puede
calificarse de intrínseca, pero intelectual. (Kant, 1788, pág.
19)
Podríamos llamar al pensamiento de Kant un enfoque
teleológico de la libertad, pues hace de la misma no el
origen de nuestra conducta, sino más bien la meta suprema
a la que ésta debe estar dirigida. Como bien lo dice el
profesor Paton: “Kant's doctrine becomes intelligible only
when his law of nature is interpreted teleologically as
concerned with the harmony of human purposes35” (Paton,
1947, pág. 155). El hombre no nace libre, sino que más
bien nace para ser libre, y ésta libertad debe ser una especie
de imperativo supremo que debe ser obedecido con toda la
esencia de nuestra vida. Esta libertad teleológica difiere del
concepto común de libertad en el hecho de que hace de ella
un propósito, un premio al que bien la buscara.
Ahora bien, ¿por qué es tan importante tener un claro
significado de lo que es la libertad? La respuesta es muy
simple: porque de la manera en que entendamos la libertad,
de igual modo será la aplicación que hagamos de ella en
nuestra vida. En el caso del enfoque causativo, por
ejemplo, la libertad es entendida como un derecho de cada
quien, y el uso de la misma es prerrogativa de cada
individuo. No obstante este tipo de pensamiento impone
unos límites al uso de la libertad, tales como son el
ordenamiento jurídico y los derechos de los demás, puede
decirse que la idea general que queda para muchos es que
la libertad me da permiso de hacer lo que mejor me
pareciere. Existe una zona mínima de libertad donde soy
libre de hacer, pensar, decir y proyectar lo que me plazca,
sin importar lo que otros opinen al respecto. Es indudable
que este tipo de pensamiento ha contribuido a grandes
tensiones dentro de los ámbitos educativos, en los cuales
los alumnos luchan por ejercer su derecho de libertad, y los
docentes y/o administrativos por conservar el orden dentro
del entorno institucional.
35
“La doctrina de Kant sólo llega a ser entendible cuando su ley de la
naturaleza es interpretada teleológicamente, como afectada con la
armonía de los propósitos humanos” (Traducción personal)
Por otro lado, asumir un enfoque teleológico de la libertad
nos llevaría a una perspectiva diferente. Primeramente, nos
mostraría la gran necesidad que tenemos de descubrir
aquellas cosas que nos tienen encadenados y no nos
permiten disfrutar de nuestra libertad, pues como diría
Rousseau: El hombre ha nacido libre, y sin embargo, vive
en todas partes entre cadenas (Rousseau, 1762, pág. 1).
Pero en segundo lugar, un enfoque teleológico nos
permitiría ver que necesitamos crecer como seres humanos
para poder disfrutar de la libertad, y ese condicionamiento
pondría en alto la importancia de una educación apropiada
para nuestra vida, y una formación adecuada para nuestra
manera de pensar. La educación no es una limitación para
la libertad; es más bien, usando términos aristotélicos,
quien la lleva de ser potencia para que llegue a ser acto en
nuestras vidas.
Así bien, retomando el punto central de nuestra reflexión,
hemos de asumir esta última postura filosófica sobre la
libertad para poder meditar sobre sus implicaciones en la
educación virtual de la actualidad. No quiere darse a
entender en el presente escrito que la educación virtual sea
nociva (nosotros mismos somos prueba de ello), sino sólo
que presenta nuevos retos para el filósofo de hoy. Podemos
sintetizar todo lo dicho hasta ahora diciendo que la
educación virtual deberá pensar la libertad desde un
enfoque teleológico, tomando la autonomía como un logro
más que como un derecho, y enfatizando la educación del
estudiante para que pueda hacer un uso pleno y racional de
la misma. Esto traería varias implicaciones importantes que
bien vale la pena mencionar ahora.
La primera de ellas es que la libertad de dimensión espaciotemporal presente en la educación virtual no debe dejarse
permear por el facilismo, sino debe enfocarse hacia la autodisciplina. Y es que lo que para muchos pueden ser una
gran bendición propiciada por la tecnología, para otros
puede convertirse en un serio reto, a la hora de programar
su tiempo y espacio para poder cumplir con las actividades
académicas de un aula virtual. Para muchos quizás será
fácil ceder a la tentación del “corte y pegue” a la hora de
hacer trabajos, o de convencer a otro de que realice el quiz
por nosotros. Es por eso que la libertad debe ser entendida
como la autonomía para poder imponernos sobre nuestros
propios caprichos y deseos, de modo que estemos en
condiciones de poder establecer nuestros propios
cronogramas y espacios de trabajo pedagógico, para luego
cumplirlos en la mayor proporción posible. El internet
mismo se convierte en un laberinto peligroso, en el cual
nuestro tiempo puede malgastarse en las redes sociales, las
películas en línea, la ilimitada actualidad noticiosa, o
incluso placeres tan lujuriosos como el chisme o la
pornografía. El estudiante debe ser consciente de que la
libertad en la educación virtual no consiste solamente en las
posibilidades de acción que tiene, sino también en la
capacidad que adquiera para poder disciplinarse en procura
de alcanzar el conocimiento y la sabiduría.
Pero otra implicación importante de una perspectiva
kantiana para la educación virtual tiene que ver con el
derecho al libre desarrollo de la personalidad. Según el
pensamiento constitucional, cada colombiano es libre de
“(…) optar por su plan de vida y desarrollar su
personalidad conforme a sus intereses, deseos y
convicciones, siempre y cuando no afecte derechos de
terceros, ni vulnere el orden constitucional" (Corte, 1998,
pág. 1). Quiere decir esto que no es competencia de los
demás el interferir con las decisiones propias de cada
quien, no obstante podamos disentir de las mismas, ya que
la norma constitucional no prohíbe esto último. Como
filósofos nos encontramos, pues, ante un gran reto: respetar
el libre desarrollo de la personalidad de cada quien, a la vez
que reflexionamos sobre cada una de estas tendencias y
tratamos de ponerlas en la perspectiva adecuada. Y la
virtualidad es un catalizador más de esta situación, pues
hace que la multiculturalidad y la diversidad de
pensamientos se estrechen cada día más, pues en la aldea
global nos vemos obligados a relacionarnos con personas
de toda clase y tipo. Se hace, entonces, muy necesaria una
educación para la libertad, una educación que nos prepare
para poder respetar la diversidad, y aceptar a la persona
aunque no concordemos con su pensamiento. La libertad
teleológica nos previene de usar nuestra autonomía como
medio de agresión, y nos enfoca a usarla como un vehículo
que conduzca a la armonía y el crecimiento dentro de la
educación virtual.
Una última implicación que vale la pena tener en cuenta
dentro del entorno pedagógico virtual es la de la libertad
para construir un pensamiento filosófico propio. Vivimos
en un mundo donde coexisten los pensamientos más
disímiles y las filosofías más opuestas. Como pensadores
ya no sólo somos influidos por la herencia filosófica
occidental, sino que nos vemos precisados hoy en día a
abrir nuestra mente a la filosofía oriental, las corrientes
políticas, los pensamientos de las juventudes, la diversidad
religiosa, entre otras. La libertad que tenemos para acceder
a toda esta amplia gama de ideologías, no obstante un
privilegio del tercer milenio, puede convertirse también en
un peligro. Corremos el peligro de convertirnos en simples
discos duros ambulantes, llenos de conocimiento e
información sobre cualquier tema, pero sin una posición
filosófica definida sobre algo. Quizá parecidos al
presentador de un noticiero, que se limita a transmitir el
contenido de la noticia sin realizar una reflexión sobre la
misma (tanto que en nuestros shows de noticias actuales se
pasa de informar sobre una sangrienta masacre a las
noticias de la farándula sin ni siquiera una transición
pausada). El estudiante de un ambiente virtual se ve ante el
gran desafío de hacer un alto en medio de la autopista de la
información para tomar una postura definida sobre la
misma. Su gran tarea será la de procesar el conocimiento,
para luego asumir la postura crítica que de buena cuenta del
mismo, y no ser simplemente un transmisor de ideas y
pensamiento ajenas y diversas. La virtualidad nos presenta
una libertad que debe ser enfocada a la posibilidad de
conocer muchos tipos de pensamiento, para luego tomar
una adecuada postura filosófica frente a cada uno de ellos.
Podemos decir, finalmente, que la libertad de la que goza la
educación virtual debe ser orientada, según el modelo
kantiano, a la construcción de un sujeto autónomo que
pueda vencer toda coacción interna y externa en procura de
ser un agente transformador del pensamiento de nuestra
sociedad. Como miembros de esta nueva situación mundial
estamos llamados a hacer de la educación virtual el
mecanismo que permita que la filosofía llegue a los más
recónditos lugares del planeta, sin dejar que la libertad nos
convierta en seres indisciplinados o conformistas con una
sociedad de la información que no reflexione sobre sí
misma. La libertad es uno de los bienes más preciados de la
virtualidad, pero no debe convertirse en un limitante de su
desarrollo sino más bien en un potenciador de la
autonomía, de la grandeza de ser nosotros mismos nuestra
propia ley.
¿Qué puede ser, pues, la libertad de la voluntad sino
autonomía, esto es, propiedad de la voluntad de ser una ley
para sí misma? (Kant, 1785, pág. 66)
Referencias
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Corte Constitucional (1998) Sentencia C-481/98.
Magistrado ponente: Alejandro Martínez Caballero.
Disponible en la página web de la corporación
www.corteconstitucional.gov.co
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Versión digital. Microsoft® Encarta® 2009. © 1993-2008
Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
H. J. Paton (1947) The Categorical Imperative: a study in
Kant's moral philosophy. Hutchinson & Company, Ltd.
Londres
Kant, Emanuel (1785). Fundamentación de la metafísica
de las costumbres. Traducción al español por Manuel
García Morente, 1921.
Kant, Emanuel (1788) Crítica de la Razón Práctica.
Traducción
al
español
disponible
en:
www.infotematica.com.ar
Rousseau, Juan Jacobo (1762) El Contrato Social o
Principios de Derecho Político. Publicado y editado por el
aleph.com (1999). Disponible en la página de internet
www.elaleph.com
APRECIACIONES DE LA ESCUELA
COLOMBIANA EN EL SIGLO XXI
Emerson Ortega Buitrago36
Resumen
El siguiente ensayo es producto de reflexionar la escuela en
los doce años del nuevo siglo, para lo cual se apoya en tres
referentes: lo normativo,
tecnológico y pedagógico.
Argumenta cada temática señalando retos y desventajas,
comunicándolo a todos los sujetos que dinamizan en la
escuela, en particular va dirigido al profesor en formación
que pronto llegará a la institución educativa, ofreciendo
opciones del proyecto educativo.
Palabras clave: Escuela, servicio, tecnológico, pedagogía,
democracia.
Debatir la escuela tiene para ella un fin , propiciar en el
tiempo nuevas y mejores dinámicas desde su esencia, para
esto es conveniente considerar mínimo tres enfoques, en
particular hacia la educación básica y media, con el fin de
conocer qué no ha traído y qué ha llegado de nuevo a su
campo en el corto transcurrir del siglo XXI; quizás la única
institución social que no está salpicada o contaminada por el
escándalo y la corrupción en toda su estructura, con un
objetivo fundamental: de ser oída o leída y también criticada
por el educador en formación que llegará pronto a los
salones de clase y que podrá escoger entre dos opciones o
sugerencias prácticas encontradas al finalizar del escrito
36
Estudiante Licenciatura en Filosofía. CEAD Palmira. Correo
electrónico: eortegab@unadvirtual.edu.co
según su reflexión, referenciando este tiempo como el
momento histórico para la innovación y el desarrollo.
Entre algunos aspectos a destacar de la escuela37 en el
documento se encuentran: lo normativo, lo tecnológico y lo
pedagógico.
En el orden se inicia con la ley educativa:
La norma general de educación, desde 1994 está vigente,
conforme a la constitución política colombiana, define y
desarrolla la organización y prestación de la educación
formal, no formal, adultos, campesinos, grupos étnicos,
personas con limitaciones físicas.
En su objeto de ley promulga la educación como un
proceso de formación permanente, personal, cultural y
social, que se fundamenta en una concepción integral de la
persona humana, de su dignidad, de sus derechos y sus
deberes (1994, p.1).
Pero al regular las dinámicas
educativas, terminó configurando a la estudiante o al
estudiante como un cliente desde sus primeros artículos: El
servicio38 educativo será prestado en las instituciones
educativas del Estado. Igualmente los particulares podrán
fundar establecimientos educativos en las condiciones que
para su creación y gestión establezcan las normas pertinentes
y la reglamentación del gobierno nacional39, esto nos puede
dar pautas para entender más adelante por qué se quiere
37
La escuela en este texto abarca la educación inicial, la básica primaria,
la básica secundaria y la educación media del sector público.
38
Referenciándolo desde lo económico, un servicio es un conjunto de
actividades que buscan responder a una o más necesidades de un cliente.
39
Ibíd. Art. 3
estructurar el funcionamiento de una escuela como el de una
fábrica estándar o por qué funciona la institución educativa
muy similar a esta.
Nombrando otras características, la educación básica
hasta grado noveno se definió en la ley vista, y la educación
media se configuró para dos grados más, dejando una
primera puerta abierta a las y a los estudiantes que ya no
deseasen seguir en su proceso de formación y buscar así
nuevos rumbos fuera de la escuela, se apreció que este
referente ayudaría a reducir la tasa de estudiantes y con ello
la necesidad de menos profesores pagos en la fase media
educativa; otra referencia económica.
La ley 115/94 proyectó la educación para el trabajo para
quienes culminasen la formación básica, se estructuró
paralela a la educación media la formación para el trabajo y
desarrollo del talento humano en instituciones privadas que
ofrecen en la actualidad diversidad de planes de estudios,
muchos de ellos des-contextualizados para sus egresados con
garajes adecuados para la enseñanza en pro del talento,
brindando certificados de aptitud ocupacional, con currículos
flexibles no referidos a los grados de la educación formal.
También se configuro la categoría de educación media
técnica con énfasis técnico laboral en las instituciones
oficiales enfocada para grados 10 y 11, que deberían tener
infraestructura tecnológica y que desde el S.E.N.A ( Servicio
enseñanza nacional- adscrito al ministerio de trabajo) en la
figura de articulación o integración lograrían dicha meta,
para ello y en acuerdo propio pueden modificarse los planes
de estudio de las escuelas para formar en el trabajo y cumplir
las necesidades de la industria colombiana con nueva mano
de obra, así mismo se facilitaría para el SENA ampliar las
cantidades de colombianos listos para el trabajo en su figura
de rendición de cuentas.
Hasta aquí es necesario resaltar que en la actualidad las
instituciones educativas públicas se clasifican por su carácter
en: académicas, de media técnica, técnicas y las de tipo
normalista o pedagógico.
Y para completar la visión del estudiante como un
verdadero cliente ante terceros, las instituciones educativas
de la media se podrán articular con instituciones de
educación superior para que desde grado 10 y 11 estudien
un semestre en jornada complementaria y lograr la llegada a
la universidad en segundo semestre cuando finalice la
formación escolar, con precios que oscilan entre 1 y 2
salarios por semestre.
Completa lo anterior el valor que consigna el gobierno
desde el ministerio de educación nacional a cada escuela por
estudiante matriculado y verificado en el SIMAT (sistema de
matrícula estudiantil de básica y media) en promedio son
$80000, lo que hace apetecible la cantidad de matrículas en
año académico, producto de la gratuidad educativa que es
reciente40.
Siguiendo lo político, se reguló en la ley 115 que los
profesionales de la educación no son solo los licenciados
egresados
de las facultades de educación de las
40
Ibíd. Art. 32-35
universidades de Colombia, se presentaron cambios desde el
decreto de profesionalización docente 1278, gracias al cual
se pueden presentar a concurso de méritos para vinculación
al servicio educativo de la básica y media: ingenieros,
abogados, arquitectos, y otros profesionales que al no estar en
actividad laboral, y previo resultado en convocatorias podrán
difundir su saber (2002, p. 1) en las asignaturas obligatorias y
fundamentales de la escuela, superando además un año de
prueba con evidencias diversas de buen desempeño41, aspecto
que ha generado un gran descontento para aquellos que
actualmente se forman académicamente en las licenciaturas.
Con el anterior y des-motivador referente dejamos
momentáneamente lo normativo, el siguiente componente
de la escuela a considerar es el tecnológico.
Muchos son los objetos tecnológicos que han llegado a la
escuela colombiana en los primeros doce años del nuevo
siglo: el reloj, la bicicleta, cámaras fotográficas, el radio, el
circuito cerrado de televisión, la calculadora graficadora , el
vehículo automotor, teléfono móvil con todas sus
presentaciones, la tableta digital, tablero digital, internet y
muchos más.
De la lista nombrada sobresalen 3 objetos que
actualmente centran la atención y también preocupación en
el campo de la educación: computador (Fijo o móvil),
Videobeam y banda ancha, juntos conforman una gran
41
Estas reflexiones tienen cabida en el próximo foro de la
modernización de la educación media y su tránsito a la educación
terciaria entre el 9 y 11 de Octubre del 2013, proyectado por el
ministerio de educación.
tripleta; han opacado las expectativas tecnológicas que otros
productos tecnológicos evidenciaron con aportes a la técnica
como la rueda y el motor, el telégrafo, la imprenta y el avión
faltando otros importantes ; que demostraron su aparición y
evolución como necesidad de adaptación del hombre a su
medio cercano.
Durante gran parte del siglo pasado el momento
educativo configuraba un tablero, un objeto de escritura
(Tiza o Marcador) y la voz. Hoy con el advenimiento
tecnológico poco se escribe correctamente, llegan a las
clases imágenes, sonidos, material multimedia diverso y
gran cantidad de información hospedada en la nube,
gracias a la tripleta nombrada: pc - video beam y banda
ancha.
Producto de la dinámica tecnológica, el léxico para un
profesor en una escuela de este tipo se ha incrementado: elearning, blog, página web, webquest, e-mail, moodle,
objeto virtual de aprendizaje, objeto informativo, educa
trónica, hipervínculo, hipertexto, mayéutica digital, etc.
Lo anterior es consecuencia de la entrada masiva del
computador y sus complementos a la escuela, que continuará
con tendencia al aumento porque están listos una gran
cantidad de contenedores con computadores portátiles
provenientes del norte o de oriente, para ser descargados en
los puertos del país, y distribuirlos con destino a cualquier
escuela pública.
El fenómeno que se describe ha producido que se genere
una solicitud urgente (imperativo tecnológico) en las
escuelas: una gran sala de sistemas o de informática, con
banda ancha para vincularla con rapidez en todos los planes
de estudio, independiente a otras necesidades como la
infraestructura física; que no es la mejor en los planteles
educativos del país, en especial en los lugares más apartados
de las capitales.
En esta lógica es común oír que la tecnología puede
mejorar los resultados académicos de las y los estudiantes
en el país, pues ellos son nativos en lo tecnológico; es el
argumento mayor.
Según la publicidad, en Colombia se adquieren los
computadores portátiles más económicos del continente, hay
un plan gubernamental y un ente estatal encargados de
repartir en los 4 puntos cardinales computadores para
educar, obedeciendo a los deseos de muchos profesores por
tener entre 20 y 40 equipos para su escuela, previo a un
proceso de selección. Lo anterior indicará que el uso de la
tecnología educativa se incrementará enormemente, es
posible que esto influya para evitar la deserción escolar en la
básica y media, pero, si en los años que vienen el fenómeno
persiste o se repite negativamente tendremos un gran espacio
de reflexión en materia educativa
sobre la inclusión
tecnológica.
Debido al uso o no uso del computador en la escuela, de
forma perversa, por muchos se hace clasificar las escuelas
en dos tipos: las de sistema tradicional o la escuela del siglo
XXI.
Por el mismo hecho, En otro extremo están las visiones y
predicciones futurísticas que argumentan la extinción del
sujeto llamado profesor por culpa de la plataforma educativa,
la interface y el usuario lejano, que avanza fuertemente
ayudada por el efecto mercantil de la educación. Hay que
aclarar que se encuentran otras analogías asociadas al
desplazamiento del hombre por efecto tecnológico en el
contexto laboral, hay espacio para el siguiente chiste que
cuentan los pilotos casi sin sonreír: “en los aviones del futuro
solo habrá dos puestos en la cabina: uno para el hombre y el
otro para un perro. El perro estará allí para impedir que el
hombre toque los comandos y el hombre estará allí para
alimentar al perro (Rabardel, 2011, p.21). Aún no se aportan
evidencias definitivas y fundamentadas que configuren
totalmente el reemplazo del hombre por la máquina de forma
inminente, por lo menos en lo educativo.
Al terminar la visión de este componente se manifiesta
el deseo de conocer prontamente los
estudios
e
investigaciones que revelen cuál ha sido el resultado final
para la escuela – estudiantes y profesores - de incluir la
tecnología en sus dinámicas de enseñanza.
El último punto a señalar de la escuela es lo pedagógico,
con muchas tareas y desafíos.
Se recuerda la escuela como el lugar ideal donde se
convive desde los referentes de la pedagogía, la cultura y el
conocimiento, y tiene una misión fundamental: contribuir al
desarrollo de la sociedad.
Uno de los referentes para cambiar la sociedad es la
democracia.
Tomando a Kant en esta relación, existe “un imperativo
categórico” de la escuela en democracia: “Educar y enseñar
a los niños para que puedan tomar parte en la vida
democrática”.
Las consecuencias de un imperativo tal pueden
declinarse en diversos registros: antropológico, político,
didáctico y pedagógico (Meirieu, 2004).
La escuela para la democracia en el plano antropológico
debe permitir la comprensión en quienes van a ella de por lo
menos dos prohibiciones: La violencia y el dañar.
Se debe entender que todas las diferencias y
problemáticas por convivencia deben ser analizadas y
superadas con ayuda de la comunicación, el uso de la fuerza
física debe estar enfocada a otras actividades como la
deportiva o el trabajo. Es en la escuela donde cada quien
debe encontrar un espacio y poder hacer relaciones
constructivas con los otros.
Prohibir el daño, logra garantizar la vida útil de las
instituciones humanas, aquellas que son edificadas en grupo
y de las que otros podrán hacer uso para cumplir con tareas y
objetivos, es garantizar entre otras la escuela del y para el
respeto.
El imperativo categórico de la escuela en el plano
político, debe garantizar la existencia misma de la polis, el
espacio donde grupos y colectivos se encuentran con ideas,
proyectos y metas comunes, donde se construye entre
muchos; respetando los momentos de opinión y diferencias
ideológicas.
La escuela, basada en la democracia, en un plano
didáctico, debe facilitarles a sus miembros comprender el
mundo que le rodea, las circunstancias, motivos y
consecuencias, para participar y
tomar parte en las
discusiones que serán importantes en un futuro y que no
afecten los grupos venideros.
La escuela de la democracia, desde un plano pedagógico,
es la que hace y facilita la domesticación y emancipación:
domesticar, al brindar el ingreso a la casa que existe con
una
historia, cultura y normas, por la cual han pasado muchos,
así deba partir pronto y en la que día a día evidencia que su
tránsito es clave en el sobrevivir, y emancipa para que se
elaboren historias nuevas, que no repitan el pasado de otras
generaciones, de cara al futuro.
El camino anterior nos permite visualizar que la escuela
es más que un servicio.
En Colombia buscar la escuela de la democracia tiene
grandes retos: dinamizar en el respeto y valores, pese a que
hace muchas décadas en sus alrededores circula firme el
antivalor producto de la pedagogía perversa del narcotráfico.
La construcción de ciudad y región o su reconstrucción debe
proyectarse con dinámicas y procesos diferentes, sin llegar a
la vía de hecho, porque con ella se puede llegar a un acuerdo
con el costo amargo de muchas vidas. Las regiones del país
se deben estudiar y llegar a conocer en la escuela desde la
cultura y diversidad preparando un gran viaje, pero no por
referencias noticiosas de zonas exclusivas del conflicto con
la cuantificación de sus muertos.
Para terminar podemos afirmar que:
La escuela es mucho más que un servicio, es una gran
institución que se funda en lo filosófico y lo pedagógico en
pro de la sociedad.
La tecnología que ingresa es un inmueble para la escuela,
su uso no garantiza vencer los obstáculos educativos o
retos verdaderos en su interior y exterior.
La proyección pedagógica y didáctica de una escuela no
puede estar enfocada solamente a obtener un gran puesto o
puntaje en las pruebas estatales, lo pedagógico y didáctico
de la escuela es mayor.
Por último, la ley 115 de 1994 está en mora de su
derogación.
Y se clausura con la propuesta para el educador o
educadora en formación que aún lee o escucha este ensayo,
que es doble: dinamizar con su saber para que la escuela
encaje en la comunidad solo como un servicio simple o
participar en la escuela que aporta significativamente a la
sociedad.
Referencias
Meirieu, P. (2004). En la escuela hoy. España: Ediciones
Octaedro.
Ministerio de educación nacional (1994). Ley 115 general de
educación. Recuperado de
http://www.mineducacion.gov.co/1621/articles85906_archivo_pdf.pdf
Ministerio de educación nacional (2002). Estatuto de
profesionalización docente. Recuperado de
http://www.mineducacion.gov.co/1621/articles86102_archivo_pdf.pdf
Rabardel, P. (2011). Los hombres y las tecnologías: Visión
cognitiva de los instrumentos contemporáneos (Acosta
Martin, trad.). Colombia: Ediciones universidad industrial de
Santander.
LA FILOSOFIA PARA: NIÑOS UNA
PROPUESTA SIGNIFICATIVA PARA LA
FORMACION DE COMPETENCIAS
CIUDADANAS
Luz Estella Restrepo Zapata42
INTRODUCCIÓN
El presente artículo pretende mostrar
una propuesta
pedagógica que surgió a partir de la búsqueda de estrategias
favorables a la formación en competencias ciudadanas desde
el preescolar, particularmente en el grado transición de la
Institución Educativa Atanasio Girardot, enmarcada en un
proyecto de investigación.
El objetivo de la investigación pretendía generar y
promover desde la escuela la formación de un pensamiento
crítico y reflexivo en los niños y las niñas, a partir de la
estrategia de comunidad de indagación de la Filosofía para
Niños, desarrollando actividades que condujeran a la
formación en
competencias ciudadanas, dadas la
dificultades de convivencia evidenciadas por los niños y las
niñas en su proceso de socialización.
El proyecto ha sido realizado a partir de un enfoque
cualitativo, implementando el método investigación-acciónreflexión y haciendo uso de instrumentos como el trabajo de
campo, la observación participante y el análisis de textos y
documentos, y considerando que la practica pedagógica
42
Docente de Educación Preescolar
permite reconocer las condiciones del contexto donde se
realiza y que el objetivo de la educación debe contribuir de
manera significativa en la formación de los educandos, es
válido desde un proyecto de investigación contribuir a la
transformación de las practicas ciudadanas.
Pensar en la formación en competencias ciudadanas
desde una concepción participativa y reflexiva, permitió
encontrar en el programa de Filosofía para Niños (FpN),
creado por el investigador y filósofo norteamericano
Matthew Lipman, una propuesta educativa, que se
desarrolla desde la transversalidad y que permite hacer de la
práctica pedagógica en el aula un espacio para el desarrollo
del pensamiento crítico y el ejercicio de la ciudadanía.
El programa de FpN, es una estrategia didáctica que
cobra validez desde una perspectiva humanista de la
educación, se enmarca en los lineamientos de una
formación integral, en la cual se debe propender por la
formación de personas críticas, reflexivas y propositivas, es
decir ciudadanos competentes; dichas características son
objetivos principales dentro del programa, que también se
consideran esenciales dentro de la formación en
competencias ciudadanas.
Implementar una propuesta filosófica desde el nivel de
transición implica conocer y entender el proceso de
aprendizaje de los niños, para lo cual los aportes de teóricos
como Piaget, Vigotsky y otros autores dedicados a temas
como la inteligencia emocional de Daniel Goleman (1.995),
la teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner
(1.995) y la teoría de la acción comunicativa de Jurgen
Habermas (1.981),
brindan un soporte sólido para la
consecución del objetivo en un ejercicio pedagógico
enfocadas a la formación desde el ser.
También se retoman los aportes de Diego Pineda,
filósofo e investigador colombiano, quien se ha dedicada al
tema de la FpN, traduciendo y adaptando la obra de Lipman
al contexto colombiano, y quien además ha desarrollado el
tema de competencias ciudadanas para el Ministerio de
Educación Nacional.
El tema de Pensamiento crítico se trabaja a partir de
los aportes de John Dewey, filósofo norteamericano que
plantea la necesidad de democratización de la escuela y
destaca el diálogo como método para lograrlo.
También se retoma
la implementación del
“pensamiento crítico enmarcado en unos estándares por
competencias”, programa desarrollado en Estados Unidos,
por Paul, Richard y Elder, Linda. (2005), que está orientado
hacia una concepción metacognitiva del aprendizaje.
LA
FILOSOFIA
PARA
NIÑOS
COMPETENCIAS CIUDADANAS
Y
LAS
La UNESCO publicó en el año 2007 el documento
“LA FILOSOFIA, UNA ESCUELA DE LA LIBERTAD, el
cual hace referencia importancia de la promoción de la
filosofía desde el preescolar, planteando la necesidad de
enseñarle al niño a pensar por sí mismo y educarlo en la
ciudadanía reflexiva, lo cual contribuye de manera
significativa en su buen desarrollo.
El principal referente en torno al tema de la filosofía
para niños (FpN), es el estadounidense Matthew Lipman,
filósofo, educador e investigador sobre pedagogía quien a
partir de los aportes de John Dewey, crea una novedosa
propuesta educativa, que permite hacer de la práctica
pedagógica en el aula un espacio para el desarrollo del
pensamiento reflexivo. La idea surgió a partir de la
necesidad de llevar la filosofía al aula de manera transversal
y desde los primeros grados de escolaridad.
Esta propuesta se materializo a través de:
(…) un currículo filosófico basado en novelas, en donde un
niño contaba a otros sus experiencias más fundamentales en
su casa, colegio o grupo de amigos, al tiempo que se
planteaba diversos tipos de preguntas filosóficas en torno al
conocimiento y el significado, el sentido de nuestras
acciones y creencias o la validez de nuestros pensamientos y
emociones.” (Pineda, 2.008)
La puesta en práctica de la propuesta de FpN se inició
en Estados Unidos en 1969 y en la actualidad se implementa
en muchos países; el objetivo no es trabajar la filosofía como
una asignatura más, el objetivo es desarrollar el pensamiento
crítico, la búsqueda de significado, la formación ética y el
desarrollo de la creatividad, de manera transversal dentro del
currículo.
La UNESCO (2007) hace referencia a la importancia
de la promoción de la filosofía desde el preescolar,
partiendo de seis desafíos, no sólo educativos, sino también
políticos.
Dichos desafíos son: “Pensar por uno mismo, Educar
para una ciudadanía crítica y reflexiva, contribuir al
desarrollo del niño, facilitar la maestría de la lengua, de la
expresión oral y del debate como género, Conceptualizar el
acto de filosofar y elaborar una didáctica adaptada a la
filosofía”
Diversos autores dedicados al análisis del pensamiento
del niño en edad preescolar, han coincidido en caracterizarlo
como un pensamiento creativo, lógico, cargado de un gran
potencial, que le permite analizar, razonar y emitir juicios
frente a diversas situaciones de su cotidianidad.
Esta caracterización, sumada a la curiosidad innata del niño
permite validar la propuesta de implementar la Filosofía
para Niños (FpN) desde el preescolar, a partir de la estrategia
comunidad de indagación, que le brinda al niño, no sólo la
posibilidad de expresar sus pensamientos, sino también la
confrontación con las ideas de los demás, llevándolo hacia la
reflexión crítica y transformadora de su propio pensamiento.
Según Piaget el niño en edad preescolar se encuentra en la
etapa preoperatoria, caracterizada por un gran desarrollo del
lenguaje, donde el símbolo y la interacción social son
elementos relevantes en el desarrollo de su pensamiento.
(…) asistimos durante la primera infancia a una
transformación de la inteligencia que, de ser
simplemente sensorio-motriz o práctica, se transforma
a partir de ahora en pensamiento propiamente dicho,
bajo la doble
influencia del lenguaje y la
socialización. (1964, p. 34)
El programa de FpN, no sólo estimula el proceso de
socialización, sino que fortalece el proceso de aprendizaje,
dotándolo de significatividad, pues en la interacción con el
otro los niños están en parmente confrontación de saberes.
Según Vigotsky la interacción social que permite la escuela
estimula la formación y desarrollo de habilidades de
pensamiento, necesarias dentro del ejercicio de la
ciudadanía, que implica la práctica de valores ciudadanos
como el respeto y la tolerancia.
(…) el proceso de apropiación de la cultura constituye
un factor esencial en el desarrollo, en dicho proceso es
necesario considerar al niño no como un receptor
pasivo sino como sujeto activo que interacciona no
solo con objetos materiales, sino con adultos y
coetáneos
que
constituyen
mediatizadores
fundamentales ya que sin su ayuda no podríamos
pensar en la apropiación de la cultura por el niño de
manera independiente. L. S. Vigotsky demostró el
papel del “otro “como potenciador del desarrollo,
capaz de organizar y estructurar conscientemente el
proceso de apropiación del conocimiento. (BARBA T,
Marianela y otros,
Revista Iberoamericana de
Educación. Nº 42, 2007)
Cuando Vigotsky plantea el concepto de zona de
desarrollo próximo ZDP, permite identificar la importancia
del otro en el desarrollo de los PPS de cada sujeto y entender
el papel mediador de la cultura en el proceso de socialización
del niño. “…el aprendizaje despierta una serie d procesos
evolutivos internos capaces de operar sólo cuando el niño
está en interacción con las personas de su entorno y en
cooperación con algún semejante.” (1979, p. 139)
Desde el preescolar se espera que el niño aprenda
los valores y los comportamientos que le permitan la
interacción armónica con su grupo, por ende debe ser una
constante la formación en el respeto, en la escucha y en la
tolerancia, a partir de las situaciones cotidianas que emergen
de la convivencia y desarrolladas siempre de una manera
lúdica, ya que como afirma Vigotsky “…el juego no es un
rasgo predomínate de la infancia, sino un factor básico en el
desarrollo” (1979, p. 154)
El niño en edad preescolar necesita la interacción con
un grupo social diferente a su grupo familiar, y este grupo es
la escuela, esta le permite al niño un espacio de
socialización, donde además de ser reconocido y valorado
como ser individual debe interactuar con otros niños, en un
entorno diferente, que le exige ajustarse a unas prácticas
culturales necesarias para una convivencia armónica, estas
prácticas son denominadas competencias ciudadanas.
El documento Orientaciones Pedagógicas para el
Grado Transición (2010), aunque no plantea la formación
desde el concepto de competencias ciudadanas, si incluye en
su título competencias en ciencias sociales una alusión a lo
que debe ser la formación en esta área:
El desarrollo de las competencias en esta área tiene
como propósito contribuir a la formación de niños
capaces de construir y reconstruir su comprensión del
mundo social, mediante la proximidad al
conocimiento y el fomento de una actitud frente a los
acontecimientos, las causas y consecuencias
presentados al interior de variados grupos, en su
entorno social y cultural. Para ello, es necesario
proponer la participación permanente en donde los
niños comprendan e interactúen con su realidad,
desde los principios de integración y respeto por la
diferencia. (p. 42)
Dicho planteamiento requiere de un trabajo reflexivo
en el aula, que le permite al niño enfrentarse con éxito a las
diversas situaciones que implican resolución de conflictos,
manejo de las emociones, expresión de sentimientos,
reconocimiento de sí mismo y de los demás, siempre con
miras a lograr un adecuado proceso de socialización.
El propósito de esta competencia (competencias
ciudadanas) solo se logra si los niños tienen
conocimiento de sí mismos, y comienzan la
construcción de su autonomía, de su identidad y el
conocimiento, interacción y convivencia con los
demás y con su entorno. Todos ellos, espacios que
contribuyen al desarrollo de su capacidad de
participar, manifestar opiniones y plantear
soluciones ante situaciones de la vida diaria. (2010,
p. 44)
La propuesta de FpN permite que se estimule la
expresión oral, dándole al niño la posibilidad de opinar, de
expresar su pensamiento, sus puntos de vista, y de escuchar
la opinión de otros, lo cual da lugar la confrontación, la
reflexión y la crítica.
LA ESCUELA: UNA COMUIDAD DE INDAGACION
El filósofo e investigador colombiano Diego Pineda,
que se ha dedicado a trabajar la propuesta de Lipman y
ajustarla al contexto colombiano, a partir de la traducción y
adaptación de los textos de dicho autor y la profundización
y validación de la propuesta, enmarcada en una formación
para el ejercicio de la ciudadanía, resalta un concepto
relevante del programa, como lo es el de la “comunidad de
indagación”, el cual es coherente con la teoría de Vigotsky y
su concepción de aprendizaje como proceso social.
El concepto de comunidad de indagación hace
referencia a una de las estrategias de trabajo en el aula que
permite el desarrollo del programa. La estrategia de
comunidad de indagación o comunidad de investigación,
permite generar un ambiente de discusión y de reflexión
libre y espontáneo. Al respecto Ann M. Sharp, citado en la
revista Creamundos, (versión on-line, 2007, p. 17) plantea:
(…) podemos resumir las características de la
propuesta educativa de la comunidad de investigación
del modo siguiente:
Sus participantes la configuran mediante el diálogo
razonado. La discusión será más disciplinada si se
incluyen consideraciones lógicas, epistemológicas,
estéticas, éticas, sociales y políticas.
Se producen conductas cognitivas: pedir y dar
buenas razones, realizar inferencias válidas,
establecer buenas relaciones y conexiones, plantear
hipótesis, generalizar, presentar contraejemplos, usar
y reconocer criterios, hacer buenas preguntas,
inventar analogías y metáforas, ofrecer puntos de vista
alternativos, etcétera.
Los participantes son conscientes de que el
conocimiento producido es contingente, enraizado en
los intereses y actividades humanas y, por lo tanto,
revisable. La justificación de una creencia se remite
siempre a la acción humana. La capacidad de juzgar
se basa en el sentido cívico comunitario que es
necesario para hacer juicios morales y políticos.
Se producen conductas sociales. Los miembros de la
comunidad no sólo tienen cuidado de que se respeten
las reglas procedimentales del diálogo argumentativo,
sino también se cuidan mutuamente del crecimiento de
todos ellos y de la comunidad. Esta actitud presupone
un deseo real de ser transformado por el otro. Esta
confianza mutua es una precondición del desarrollo de
la autoestima y de la autonomía.
La comunidad de investigación constituye una praxis
-acción comunitaria reflexiva-, un modo de actuar en
el mundo. Es un medio de transformación personal y
moral que inevitablemente conduce a un cambio en los
significados y valores que afectan a las acciones y
juicios cotidianos de todos los participantes.
Consecuente con esta línea pedagógica y filosófica
John Dewey afirma que la primera responsabilidad de la
escuela es invitar a la curiosidad natural y a la actividad del
niño y dirigirlos hacia la investigación de materias de interés.
John Dewey, cuyos aportes son incorporados en la
fundamentación teórica de
la propuesta de Lipman,
considera que las sociedades democráticas deben
fundamentar sus prácticas pedagógicas en el ejercicio de la
reflexión para formar en un pensamiento crítico, pues la
educación basada en la obediencia sin ningún tipo de
cuestionamiento corre el riesgo de formar seres altamente
manipulables.
Dentro de los aportes de Dewey, además de sus aportes
filosóficos en torno a la moral y la democracia, también se
resaltan aportes pedagógicos valiosos, relacionados con la
metodología, el papel de docente y del alumno. El filósofo
plantea la necesidad de democratización de la escuela y
destaca el dialogo como método para lograrlo.
La propuesta metodológica de Dewey consta de 5 fases
(citado por Noreña, 2010, p. 58):
1. Consideración de alguna experiencia actual y real del
niño.
2. Identificación de algún problema o dificultad suscitados a
partir de esa
3. Inspección de datos disponibles, así como búsqueda de
soluciones viables.
4. Formulación de la hipótesis de solución.
5. Comprobación de la hipótesis por la acción.
La propuesta de Dewey es de corte humanista con una
visión transformadora de la educación y en la cual el
estudiante ejerce un papel protagónico dentro del proceso de
aprendizaje y el docente es un mediador que estimula,
facilita y optimiza dicho proceso.
Las características que definen la pedagogía crítica,
son claramente las mismas que definen la propuesta del
trabajo filosófico con niños. El ejercicio constante de una
actitud reflexiva frente a los comportamientos y procesos de
comunicación entre los niños, permite no sólo evidenciar
avances en su dimensión cognitiva, sino también la
formación de un pensamiento crítico, que le permite realizar
unas prácticas ciudadanas competentes.
IMPLEMENTACION DE LA PROPUESTA
La implementación de la propuesta se hace llevando al
aula de manera consciente y organizada el tema de la
Filosofía para niños, como ya se ha dicho, retomando de
ésta propuesta la estrategia de comunidad de indagación,
por ser una de las estrategias del programa más acordes al
nivel de los niños, ya que da lugar al diálogo espontaneo,
característico de los niños en edad preescolar, estimulando
así su curiosidad innata, validando sus pensamientos y
teniendo en cuenta sus palabras.
El trabajo realizado con el grupo transición de la
Institución Educativa Atanasio Girardot, para sistematizar la
propuesta realizada del trabajo de FpN se hizo durante las
cuatro semanas del mes de septiembre y la primera semana
del mes octubre de 2012, con una sesión semanal.
El desarrollo de la propuesta se hizo en cinco sesiones,
las cuales siempre iniciaban con la lectura de un cuento
acorde con la temática a trabajar, seguidamente se pasaba a
la estrategia de comunidad de indagación, en la cual
realizaba un diálogo guiado por la docente, procurando
estimular en los niños el pensamiento crítico y reflexivo, a
partir de preguntas realizadas; posteriormente se llevaban a
cabo actividades complementarias, con el propósito de
favorecer la asimilación de la temática por parte de todos los
estudiantes, estimulando así los diferentes tipos de
aprendizaje.
La implementación de la propuesta fundamentada en la
estrategia comunidad de indagación del programa FpN, se
apoyó en un recurso web CUENTOS PARA DORMIR,43
que brinda elementos muy valiosos para trabajar valores con
niños en edad preescolar, los cuentos fueron seleccionados
teniendo en cuenta el tema competencias ciudadanas.
Se trabajó a partir de tres ejes, (1) el autocontrol,
enfocado hacia la identificación de las emociones y el inicio
en el control de las mismas, (2) la escucha, que permite
considerar y respetar la palabra del otro y (3) el respeto a la
norma, eje que se trabajó a partir de la construcción de las
propias reglas por parte de los niños, para el desarrollo del
43
http://cuentosparadormir.com/
trabajo en el aula, lo cual les permite identificar la
importancia del respeto por las normas al interior de
cualquier grupo social.
Cada una de las sesiones iniciaba con la presentación
de la agenda de la misma, que era escrita en el tablero por la
docente y se acompañaba de imágenes, cada día había un
niño encargado de revisar la agenda y señalar en ella los
puntos que se iban realizando.
La actividad fue presentada a los niños bajo el nombre
“VAMOS A PENSAR Y LUEGO A CONVERSAR”, se
iniciaba a partir del cuento seleccionado de recurso web
CUENTOS PARA DORMIR.
Desarrollo de la sesión: Siempre que se iniciaba uno de
los puntos de la agenda se le recordaba a los niños y niñas
pensar primero antes de hablar.
(1) Lectura del cuento: se hacia la lectura en voz alta
del cuento impreso o a partir del audio, directamente desde
el computador, durante la lectura se permitía la participación
de los niños con predicciones e inferencias.
(2) Contamos cosas del cuento: se abre el espacio para
conversar, los niños cuentan que fue lo que más les gusto
del cuento, cual personaje creen que hizo lo correcto, quien
hizo lo incorrecto…, siempre tratando de justificarlo,
respondiendo al ¿por qué?
(3) Pensemos y conversemos: en este punto se motiva
a los niños para que piensen en las situaciones o
comportamientos presentes en el cuento y que son similares
a situaciones o comportamientos vividos en la escuela con
los compañeros.
(4) Actividades complementarias: estas fueron
variadas, se realizó dibujo del cuento, manualidad, clase de
música, clase de yoga.
DE BOYACÁ EN LOS CAMPOS Y EN
LAS REDES SOCIALES. ESTUDIO DE
CASO, PAPEL DE LAS REDES
SOCIALES EN EL PARO AGRARIO
BOYACÁ.
José Manuel Alba Maldonado44
Resumen:
El paro agrario en Boyacá desnudo un abandono histórico de
los diferentes gobiernos al campo colombiano. Fue así como
los campesinos decidieron bloquear las vías en un legítimo
acto de dignidad; frente a esto, la respuesta del gobierno fue
una militarización sin precedentes del departamento. Fue
así, que las batallas campales que se estaban viviendo en las
carreteras, se trasladaron a la ciudad, pero también nuevos
dinámicas del paro empezaron a emerger jugando un papel
protagónico las redes sociales.
Los abusos de las autoridades, en especial por el ESMAD,
se visibilizaron; videos, fotografías, de allanamientos sin
permiso judicial, robos, uso de fuerza excesiva a la
población civil, incluidas ancianas, niños, mujeres
embarazadas, suplantación de la autoridad civil, etc;
inundaron los perfiles, muros y mensajes de las redes
sociales. Esto llevó a las calles expresiones de protesta sin
precedentes en Colombia.
44
Licenciado en Filosofía, Ingeniero Agrónomo, Magister en Desarrollo
Rural. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Docente
tiempo completo, Escuela de las Ciencias de la Educación, CEAD
Tunja. Correo electrónico: jose.alba@unad.edu.co
La presente ponencia parte de un análisis radiográfico frente
a la evolución de la sociedad, y las dinámicas de la
“Sociedad de control” según Deleuze. Posteriormente
realiza una mirada sobre la situación del agro en Boyacá,
para al final llegar a analizar el papel de las nuevas
configuraciones sociales y el desarrollo de las tecnologías
frente a las dinámicas del paro agrario.
Palabras clave: Sociedad de control, omnipantalla, redes
sociales, paro agrario.
SOCIEDADES EN TRANSICIÓN
Sociedad de Soberanía y Disciplinar
Para Deleuze comentando a Foucault45 han existido
diferentes tipos de sociedades cada una en su tiempo y con
sus características.
Desde una cronología la primera
sociedad es la de soberanía, seguida de la disciplinar y por
último la sociedad de control.
La sociedad de soberanía se caracterizaba por tener en su
centro de poder el Rey y la Iglesia, uno de sus aspectos más
relevantes estaba centrado en “gravar la producción más que
organizarla decidir la muerte más que administrar la vida”46.
Esto quiere decir que el sistema de justicia estaba soportado
en la decisión sobre quien vive y quien muere, y no sobre la
forma en cómo se debía vivir.
45
DELEUZE, Gilles. Post-scriptum sobre las sociedades de control.
En: Conservación pre-textos. Barcelona: Pretextos .1999. Pág. 5.
46
Ibíd. Pág. 5.
La sociedad disciplinar, Foucault47 la sitúa en los siglos
XVIII y XIX, con un apogeo a principios del siglo XX.
Como característica principal de esta sociedad están los
centros de encierro, que funcionan como moldes, estos son el
colegio, la fábrica, el hospital, la cárcel. Por otra parte en la
cárcel, ya no se castiga el cuerpo, sino el alma.
En la actualidad la sociedad se encuentra en una transición,
en la línea divisoria entre la sociedad disciplinar y la de
control. Es la emergencia de una nueva sociedad, con
nuevas estructuras y múltiples rompimientos.
Surge una nueva sociedad: La sociedad de control
La emergencia de una nueva sociedad para Foucault48 es
innegable, ésta se manifiesta en que los centros de encierro
están sumidos en una crisis: la cárcel, hospital, fábrica,
escuela, familia. La fábrica es sustituida por la empresa, “la
empresa es un alma, es etérea”49. El centro de encierro,
donde los trabajadores se congregaban,
empieza a
extinguirse. Emerge entonces la empresa, la invasión de
artículos “made in china”, con insumos de Corea y marcas
Europeas. La empresa, ya no está anclada en un territorio, ni
tiene una infraestructura fija.
La escuela no se escapa a los tentáculos de la crisis de la
sociedad disciplinar y del brotar de la sociedad de control, la
educación semestralizada “año en seis meses” empieza a
ganar acogida en los jóvenes. Por otro lado, en la sociedad
de control, en tanto que los centros de encierro colapsan, la
cifra ya no es importante, ya no se necesita individualizar,
47
Ibíd. Pág. 5
Ibíd. Pág. 5
49
Ibíd. Pág. 6
48
ni masificar, por esta razón aparece la contraseña. La
contraseña se vuelve la puerta de entrada a un objetivo, la
contraseña no es un número, es la llave para obtener algo.
Pero la sociedad de control se sustenta en las
resplandecientes maquinas, que nunca antes se habían
articulado a la vida de la sociedad, como hoy ha sucedido.
En esta sociedad “actúan mediante máquinas de un tercer
tipo, máquinas informáticas y ordenadores cuyo riesgo
pasivo son las interferencias y cuyo riesgo activo son la
piratería y la inoculación de virus”50.
Quizás una de las cosas que más impacta en la sociedad de
control, es que el mundo está en un “clic informático”, el
internet es una nueva forma de ver el mundo, de sentirlo, de
olerlo. Se pasó del teocentrismo, al antropocentrismo, y
ahora al “webcentrismo”. El internet reconfigura las formas
de relacionarse de la sociedad, se conoce, se habla, se
siente. La realidad se reduce a pixeles, todo cabe en la
pantalla del ordenador.
El control en esta sociedad ya no está ligado a los centros de
encierro disciplinares, se ejerce al aire libre. Los registros de
las contraseñas, son como huellas innegables de cada
movimiento que hacen los individuos.
La nueva tecnología como parte de la sociedad de control
Desde la transición entre la sociedad disciplinar y la de
control, emergen acontecimientos como la popularización
de la televisión y posteriormente la masificación del internet
50
Ibíd. Pág. 7
y nuevos fenómenos de comunicación como las redes
sociales, pero esto no sería posible sin el desarrollo de la
pantalla. En la sociedad en transición y tras un cumulo de
nuevas dinámicas, el mundo empieza a entrar y ser parte de
la pantalla. La pantalla populariza el espectáculo, penetra
las fibras más intimas de la sociedad. Para Gilles
Lipovetsky51. En menos de medio siglo se ha pasado de la
unipantalla a la omnipantalla. Pantalla en todo lugar y todo
momento, un proceso de mutación cultural.
La pantalla dentro de la sociedad de control, convierte el
espectáculo en algo a la mano.
Los “Smartphone”,
convierten el “internet” en un artículo que puede estar en el
momento deseado. Las redes sociales dejan de ser un
artículo de comunicación esporádico, otrora ancladas a la
conexión de internet en centros de encierro, ahora se cargan
y usan en cualquier momento y en cualquier lugar.
Siguiendo a Lipovetsky52, la explosión de las pantallas es tal
que hace diez años, la edad de internet, se ha presenciado
una auténtica revolución copernicana que ha dado vuelta
incluso a la forma de estar en el mundo.
“La pantalla en red instaura una temporalidad inmediata que
genera intolerancia a la lentitud y necesidad de ganar
tiempo”.53 Las comunicación se miden en tiempos de
conexión, rapidez, es el termino de hoy, transito veloz,
51
LIPOVETSKY, Gilles. SERROY, Jean. La pantalla global, Cultura
mediática y cine en la era hipermoderna. Barcelona: Editorial
Anagrama. 2009. P.10.
52
Ibíd. Pág. 270.
53
Ibíd. Pág. 313.
conexión a internet veloz, mensajes veloces. Es el tiempo
de la liebre rapidez, la rapidez es la nueva consigna, en una
época donde las ideologías han perdido también terreno.
La omnipantalla, ha permitido nuevas interconexiones, y es
en ella donde la sociedad se empieza a relacionar de nuevas
formas, y en donde la información sin control empieza a
tener un sustrato. Todos ahora son periodistas, todos son
fotógrafos, todos pueden generar información y consumir
información, en una nueva sociedad, gracias a las nuevas
tecnologías,
nuevas conexiones y nuevas formas de
entenderse socialmente. Lentamente empieza a surgir
entonces, dentro de nuevas dinámicas nuevas formas de
poder y de resistencia.
DE BOYACA EN LOS CAMPOS
Según cifras oficiales, para el DANE a nivel nacional en el
año 2012, el porcentaje de personas en situación de pobreza
fue de 32,7% en área urbana, en las cabeceras de 28,4% y en
el resto de 46,8%. En cuanto pobreza extrema el año 2012,
fue de 10,4% en área urbana, en las cabeceras 6,6%,
mientras que en el resto es 22,8%.54.
El número de boyacenses, que habita en los campos, según el
DANE en su informe 2013, es del 49% de la población55.
54
DANE. Comunicado de prensa DANE 18-04-2013. Bogotá D.C.
Oficina de Prensa.
http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/condiciones_vida/pobreza/
cp_pobreza_2012.pdf (22-04-2013)
55
SALAS. Pedro. Agricultores de papa en Boyacá, por dignidad
organizan su batalla El Debate Boyacense. . 6 de abril 2013. En web:
http://eldebateboyacense.blogspot.com/2013/04/agricultores-de-papa-enboyaca-por.html (22-04-2013)
Es decir que alrededor de la mitad de Boyacenses viven en el
sector rural y la otra mitad en el sector urbano.
Como se señala en las cifras anteriores sobre pobreza, las
zonas rurales son la que llevan el peso de la pobreza en
Colombia. Ya que éste fenómeno afecta a casi la mitad de la
población (46,8 %); mientras que la pobreza extrema está en
un alto nivel: 22,8 %56.
Este marco demuestra el impacto que ha tenido en el sector
rural, en especial el pequeño campesino, las medidas
político-económicas durante el siglo XX y XXI. Al
respecto Forero señala:
“la principal deuda que tiene la sociedad con el
campesinado es reconocerlo como un productor,
que contribuye sustancialmente a la alimentación,
agroindustria y exportaciones del país. Y como
un ciudadano que tiene plenos derechos a la
alimentación, la vivienda, la educación, la salud
y a ser sujeto activo y partícipe de la producción
cultural del país”.
La deuda histórica que tiene la sociedad con el campesino,
es la expresión de las políticas de exclusión de los Estados,
que desde una visión de pensamiento occidental, observan al
campesino como un sector de atraso, que frena el desarrollo.
Las ultimas políticas en el sector agrarios, están diseñadas
para beneficiar a los grandes empresarios, dejando a un lado
a las poblaciones que históricamente han cargado con el
sector productivo. El discurso, excluyente de las políticas,
plantea que el desarrollo viene de la mano del empresario
moderno y no de las culturas como la campesina.
56
El heraldo. Índice de pobreza se situó en el 32,7% en 2012, según
DANE. En web: http://elheraldo.co/noticias/economia/indice-depobreza-se-situo-en-el-327-en-2012-segun-dane-107301 (22-04-2013)
Una breve ojeada al sector productivo agrícola deja ver que
“el de uso del suelo entregado por el IGAC, comparativos
del periodo 1997 – 2008 demuestran que en el Departamento
se pasó de sembrar 525.009 Ha, en 1997, a tan solo 285.385
en el año 2008, una reducción del -45%, en una década; por
el contrario el área de potreros para pasto paso de 224.777 a
953.334, son cambios significativos”.57
La actividad agraria en Boyacá disminuyo casi un 50%, esto
se dio básicamente porque el sector agrario es improductivo,
debido a los altos costos de insumos y a políticas de
comercio exterior como el TLC, que quiebran literalmente
al pequeño campesino. Sólo para recordar en 1990 éramos
un país con seguridad alimentaria, y actualmente pasamos a
importar casi el 90% de cereales.
Ni que decir de las exploraciones que se están realizando en
Tota o las extracciones de recursos naturales en municipios
como Corrales, Tasco o Nobsa, donde no hay contratación
de los pobladores, donde altas cantidades de contaminantes
son arrojadas a la atmosfera, o donde se empiezan a trazar
proyectos sin contar con las comunidades.
PARO AGRARIO
Esta parte se centra en algunos hechos que ocurrieron de
importancia en el paro agrario que serían puntos cardinales e
iban a cambiar lentamente las dinámicas de la protesta social
en Boyacá
Inicio
El 18 de agosto del 2013 las y los campesinos de Boyacá
salen a las carreteras, en una justa y digna lucha por
reclamar sus derechos. Frente abandono estatal e histórico y
57
SALAS., op. cit.
debido a las consecuencias de las medidas políticoeconómicas, que están dejando en la ruina la economía de
familias y pequeños y medianos agricultores.
El bloqueo de las vías que buscan de llamar la atención y
recordar el incumplimiento por los tratados que se habían
firmado en mayo del mismo año, llevó a hechos inusitados
que a la postre iban a desencadenar protestas sin precedentes.
Como es costumbre la presencia del Estado se limitó al envío
del Escuadrón móvil antidisturbios ESMAD, esto originó
los primero enfrentamientos en las vías del departamento.
Ocasionando varios heridos y uso excesivo de la fuerza por
parte de la Policía.
Pero en una nueva sociedad, con nuevas tecnologías, hay
cámaras, cámaras en los postes, cámaras en los buses, y las
y los campesinos no se quedan atrás, así que empiezan a
aparecer fotos y videos de un sin número de actuaciones a
todas luces por fuera de la ley por parte de la policía. De la
misma forma, llamadas desde los celulares hacen que la
información este casi en directo a través de las emisoras
comunitarias de los pueblos.
En twitter y facebook, empiezan a aparecer las primeras
informaciones desde las carreteras, campesinos robados y
apuñalados. Por su parte en Caracol y RCN apenas
aparecían campesinos votando voladores a los policías, y
voz de indignación de las autoridades civiles y militares.
La información entonces empieza a tener dos orígenes, la
oficial desde grandes emisoras y la que empieza a
construirse desde los actores fundamentales que lideran la
digna lucha.
Abuso de la fuerza
El jueves 22 en la ciudad de Tunja, la UPTC es escenario de
una arremetida sin precedentes, en horas de la noche al
campus hace su arribo gran cantidad de policía, lo que llevó
a los y las estudiantes salieran corriendo buscando refugio
en las inmediaciones de la universidad.
El ESMAD, como un aparato de guerra y represión arremete
sin ningún control sobre las y los estudiantes, pero lo que es
más grave sobre cualquier transeúnte y las propiedades
cercanas a la universidad.
La respuesta civil no se hizo esperar, videos y fotos de
ESMAD rompiendo vidrios de las casas empiezan a invadir
los muros de facebook y mensajes de twitter. Por su parte
en las noticias oficiales se decía que los estudiantes habían
arremetido contra la policía; sin embargo, se observaban
policías con pasamontañas rompiendo vidrios con caucheras,
chaquetas al revés para evitar la identificación y lo más
preocupante uso de pasamontañas.
Por otra parte, en las vías de cercanas a Tunja, aparecen
videos de policías entrando a las casas sin orden judicial y
robando a campesinos, Así lo señalo la Revista Semana del
26 de agosto, mostrando el caso del campesino José Henry
Pineda, habitante de la vereda Santa Teresa, del municipio
de Tibasosa Boyacá, golpeado en la terraza de una casa por
miembros del ESMAD, quien además manifiesta que le
robaron $10.000.000.
La indignación empieza a crecer, a medida que los videos en
YouTube, fotografías en facebook, comentarios en twitter,
germinan fruto de la primavera del paro. Policías disparando
en las calles de Duitama, policías golpeando a jóvenes en las
noches de Tunja, Policías agrediendo a ancianas.
Los reportes del Hospital San Rafael de Tunja aparecen en
un clic en twitter, y los primeros heridos por arma de fuego
se hacen visibles en el alto de la moral. En total Seis
campesinos heridos por armas de fuego. El aeropuerto de
Tunja empieza a funcionar después de años de olvido. Los
helicópteros vuelan muy bajo haciendo temblar los vidrios
para infundir terror en la población, al tiempo que en las
marchas arrojan papeles para denunciar a “quien sabe
quién”.
Por otra parte llegan y llegan más policías, los hoteles son
copados, policías de civil, ejercito patrullando las calles,
pero las información sigue creciendo, cadenas de indignados
copan las redes sociales, todos son reporteros, todos son
fotógrafos, todos son lectores, todos están indignados, todos
son campesinas y campesinos.
La cantidad de información rodando por las redes sociales
hace que los medios de comunicación oficiales se vean
obligados a mostrar las otras realidades, los videos ya no
pueden ser coaptados, las fotografías no pueden ser
ocultadas, lo que pasa en las carreteras y calles oscuras, no
puede ser invisibilizado.
Respuesta civil
La presencia del Estado en manos de una fuerza pública sin
control se hizo más y más fuerte, pero la información y la
indignación seguían creciendo en solidaridad con las y los
campesinos. Entonces ocurrió algo sin precedentes en la
historia de Colombia, en cada esquina de la ciudad, sin un
dueño, sin un organizador, sin un líder, simplemente como
un rumor en una esquina, en las redes sociales, en el
facebook, en el twitter, empieza sonar una olla, de pronto
empieza a sonar otra, y otra y otra, y en el frio clima de
Tunja, el domingo 26 de agosto, frente al miedo de una
ciudad militarizada, frente al miedo de un ESMAD sin
control, las mujeres, los hombres, los niños y niñas,
ancianos, comienzan a salir de las casas llenando las calles
con una bella sinfonía de dignidad, al compás de tapas de
ollas, cucharones, cacerolas y todo lo que pudiera hacer
ruido.
La dignidad empezaba a colorearse, el respaldo a la
memoria, a los abuelos, a las y los hermanos campesinos,
se entretejía en un hibrido cultural. Entonces los tweets,
decían la “avenida Colon llena”, “el barrio la fuente
marcha”, y aparecen las primeras imágenes de la plaza de
Bolívar de Tunja llena de tunjanas y tunjanos, banderas,
ruanas, pitos, fiesta.
Así ocurrió un hibrido cultural, en donde en una nueva
sociedad como la de control,
gracias a las nuevas
tecnologías y nuevas formas de comunicación, como las
redes sociales,
desde la onmipantalla de celulares,
computadores, tabletas,
llevo al encuentro “con nuestra
memoria, nuestra cultura, nuestro pasado, con nuestro ser”.
Así desde las nuevas tecnologías, desde la democratización
de la información, todo un departamento se encontró
consigo mismo.
El resto lo escribirá la historia como protocolo de un
presidente obtuso, que no supo reconocer la dignidad de un
pueblo, de unas campesinas y campesinos que salían a las
calles a reclamar un desconocimiento histórico. Pero en
realidad eso es lo menos importante, lo más importante fue
el encuentro “con nosotros mismos” y el saber que las y los
campesinos nunca más estarán solos.
CONCLUSIONES
Desde Deleuze comentando la obra de Foucault, se
describen tres tipos de sociedades. En la actualidad se está
cambiando de una Sociedad Disciplinar a una sociedad de
Control, en esta sociedad, el control se ejerce al aire libre,
esto va ligado al desarrollo de grandes avances tecnológicos,
en donde los ordenadores son de tercera generación.
Para Lipovetsky, emerge en la actualidad la omnipantalla,
pantallas en todo sitio se articulan con una sociedad de
control, cámaras en todos lados, tabletas, el mundo a un
clic desde la red. Entonces, todos se convierten en
fotógrafos, periodistas, reporteros. La información empieza
a fluir, las comunicaciones, las charlas, los diálogos son
mediatizados por el webcentrismo.
Esta realidad mundial, la reconfiguración de las nuevas
formas de relacionarse, la configuración de una nueva
sociedad desde la tecnología y las nuevas formas de poder,
empieza a invadir todas las partes geográficas, culturas,
naciones.
Esto se pudo presenciar en el paro agrario de Boyacá, en
donde después de años de desconocimiento a un sector
cultural y productivo de la nación, como lo es el
campesinado, se generaron nuevas dinámicas dentro de la
protesta social,
que unieron a toda una población
posibilitando nuevas formas de resistencia,
desde la
circulación de la información y la configuración de protestas
sociales.
Sin embargo emergen nuevas formas de poder y de control
desde las nuevas formas de resistencia y protesta social, así
la policía arremete sin piedad contra los que tienen una
cámara y pueden estar grabando sus actos de represión,
brutalidad policial e ilegalidad. En el plano de las redes
sociales, el acceso y generación de información, el poder
empieza a formar hackers informáticos que borran los
videos, bloquean señales y penetran las cuentas de los
nuevos ciudadanos informáticos.
El paro Agrario en Boyacá fue la muestra de esta nuevas
formas de resistencia y protesta social, fue el escenario
donde se encontraron la agresividad de una sociedad
disciplinar en manos de la las fuerzas represivas del Estado y
el accionar de la nuevas formas de información que
movieron a una sociedad.
Las nuevas tecnologías configuran nuevas relaciones de
poder, nuevas relaciones sociales, pero sobre todo nuevas
relaciones de resistencia y de lucha por la dignidad.
Referencias
LIPOVETSKY, Gilles. SERROY, Jean. La pantalla global,
Cultura mediática y cine en la era hipermoderna. Barcelona:
Editorial Anagrama. 2009. P.10, 270, 313.
DANE. Comunicado de prensa DANE 18-04-2013. Bogotá
D.C. Oficina de Prensa.
http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/condiciones_vi
da/pobreza/cp_pobreza_2012.pdf (22-04-2013)
DELEUZE, Gilles. Post-scriptum sobre las sociedades de
control. En: Conservación pre-textos. Barcelona: Pretextos
.1999. Pág. 5, 6, 7.
El heraldo. Índice de pobreza se situó en el 32,7% en 2012,
según DANE. En web:
http://elheraldo.co/noticias/economia/indice-de-pobreza-sesituo-en-el-327-en-2012-segun-dane-107301 (22-04-2013)
SALAS. Pedro. Agricultores de papa en Boyacá, por
dignidad organizan su batalla El Debate Boyacense. . 6 de
abril 2013. En web:
http://eldebateboyacense.blogspot.com/2013/04/agricultoresde-papa-en-boyaca-por.html (22-04-2013)
FUNDAMENTACIÓN PEDAGÓGICA
DE LOS AUXILIARES DE POLICÍA DE
MEDELLÌN, EN LA PREVENCIÒN DEL
PANDILLISMO EN JÒVENES DE
SECUNDARIA
Héctor Betancur Giraldo58
PALABRAS
CLAVES:
soluciones,
comunidades,
intervención.
Pandillismo,
indagación,
prevención,
pedagogía,
INTRODUCCIÓN
Una realidad concreta que sucede en el contexto social de la
ciudad de Medellín en torno al fenómeno del pandillismo en
jóvenes de escolares de grados 9 a 11, es motivo de una
profunda reflexión filosófica proyectada a dar soluciones que
se pueden abordar desde la práctica pedagógica; por tal
motivo surge la propuesta de intervención de un equipo de
trabajo conformado por jóvenes auxiliares de policía con el
objetivo de intervenir dicha comunidad objeto con
herramientas pedagógicas, didácticas y metodológicas
necesarias a fin de prevenir, contrarrestar, evitar o restituir a
los jóvenes implicados en estas problemáticas, en una
58
Semillero: tintas y letras. lìnea de investigaciòn: educaciòn y
desarrollo humano. área temática: pedagogía y aprendizaje para el
desarrollo humano.
apuesta pedagógica desde el área de formación castrense de
coayudar a dar una solución pertinente a la problemática
social registrada.
Teniendo en cuenta las diferentes manifestaciones de
violencia juvenil y de pandillismo que se han presentado en
la ciudad de Medellín a través de los años, se pretende
estructurar un equipo de trabajo conformado por auxiliares
bachilleres de policía que prestan su servicio social en la
ciudad de Medellín a través de comunidades de indagación
desde la innovación de la teoría de (FpN) filosofía para niños
de Mathew Lipman, llevada a un contexto diferente de la
escuela como metodología de intervención en las
comunidades, planteado en una estrategia pedagógica que al
realizar actividades de diagnóstico logren la identificación y
prevención de los factores de riesgo para los estudiantes de
secundaria, al momento de ser vulnerables para integrar
pandillas juveniles donde pongan en peligro sus vidas e
integridad y donde la función social de los jóvenes se
evidencie en las diferentes actividades llevadas a cabo por
parte de los auxiliares de policía, atendiendo a las diferentes
manifestaciones de violencia que están en medio de los
conflictos urbanos que se presentan en la ciudad de
Medellín, teniendo de por medio a los escolares como
elemento determinante en la sociedad.
OBJETIVO GENERAL
Diseñar estrategias pedagógicas fundamentadas en las
comunidades de indagación de Mathew Lipman, para que los
auxiliares bachilleres las implementen en su servicio social
con los jóvenes de secundaria de los grados 9 a 11 y así
evitar que integren o conformen las pandillas de la ciudad de
Medellín.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
-
Socializar las estrategias pedagógicas a los auxiliares
de policía de Medellín que permitan realizar
actividades de prevención con los jóvenes estudiantes
de la secundaria de los grados 9 a 11 para que no
hagan parte de las pandillas de la ciudad.
-
Desarrollar un diagnóstico sobre el grado de
vulnerabilidad al que se encuentran expuestos los
jóvenes de secundaria de la ciudad de Medellín entre
los grados de 9 a 11, con el fin de adelantar acciones
que contrarresten el fenómeno del pandillismo en la
ciudad.
-
Justificar la importancia de una estrategia pedagógica
de prevención, que contrarreste vulnerabilidad de los
jóvenes de secundaria de Medellín y que les permita
su normal desarrollo educativo, evitando con ello la
deserción escolar.
DISEÑO METODOLÓGICO
LÌNEA: EDUCACIÓN Y DESARROLLO HUMANO.
Área temática: Pedagogía y aprendizaje para el desarrollo
humano.
Se realiza un planteamiento en el anteproyecto bajo los
parámetros de la investigación cualitativa en la categoría de
Investigación participativa ya que posee elementos que
combinan, la forma de interrelacionarse la investigación y
las acciones en un determinado campo de acción que ha sido
seleccionado previamente por el investigador, teniendo en
cuenta que en ella participan los sujetos investigados
tratando de generar cambios sustanciales en las comunidades
o poblaciones para así ver cambios representativos de
manera positiva en las condiciones de vida de esas
comunidades intervenidas, por tal motivo exige un esfuerzo
especial del personal que la adelantará, teniendo en cuenta
que tendrá que actuar y adecuarse a la población intervenida,
por tal motivo se delimita en términos el estudio de las
actividades y las relaciones y medios de una problemática
social que posee elementos de intervención donde se intenta
a través de alternativas de indagación analizar una
problemática fundamentada en generar posibles soluciones
que permitan abordar la complejidad de una situación que
afecta a un sector de la sociedad, teniendo en cuenta que se
emplea una metodología de trabajo que vaya en pro de
solucionar algunas necesidades que se desprenden de las
condiciones humanas y que muy en especial en este caso van
ligadas a las condiciones de seguridad, de libertad, de ocio,
teniendo claro que la importancia de la investigación se
fundamenta en estos casos en la dinámica que se relacionan
tanto la educación como el desarrollo humano con el fin de
intervenir en la sociedad con una alternativa de solución de
problemáticas que afectan la sociedad, en este caso particular
a los asuntos que hacen vulnerables a los estudiantes de
secundaria.
Realización de un cronograma de actividades dirigidas desde
la fundamentación de diferentes actividades de aprendizaje y
prevención que se llevarán a cabo dirigidos por los jóvenes
auxiliares bachilleres de policía con los estudiantes de las
diferentes instituciones educativas de secundaria que poseen
alumnos en edades vulnerables que pueden ser objeto de
intereses para la conformación de las pandillas de la ciudad
de Medellín, teniendo en cuenta que dicho trabajo se llevará
a cabo en el diseño desde la comunidad de indagación de un
sistema metodológico por unidades que procuran fortalecer
los valores de los estudiantes para que no accedan de forma
activa al fenómeno del pandillismo.
Tipo de Estudio: investigación cualitativa en la categoría de
Investigación participativa , la cual tiene como característica
principal la acción de referirse a los sucesos complejos que
se procuran ser descritos en su totalidad y en su medio de
características naturales, en la ejecución del trabajo no hay
una abstracción de las propiedades o en efecto de sus
variables por tal motivo no hay que analizar resultados
mediante técnicas estadísticas apropiadas para su descripción
y su correlación, por tal motivo en esta investigación, se
procura estudiar la realidad en su contexto natural ,
evidenciando lo que sucede, tratando de darle un sentido o
interpretación de los fenómenos en los cuales se encuentran
inmersos las personas implicadas en dicha investigación, por
tal motivo
se trata de evidenciar las situaciones
problemáticas y sus significados en la vida de las personas
que están en medio de la investigación.
Población y Muestra
Básicamente va dirigido a un total de 85 auxiliares
bachilleres de Policía, que prestan su servicio social
obligatorio en la Policía de la ciudad de Medellín con una
edad que va desde los 18 hasta los 25 años de edad, con el
fin de diseñar y ejecutar proyectos de intervención social,
que generen alternativas de solución a las diferentes
problemáticas que existen en la sociedad, pero muy
específicamente en la prevención para que los jóvenes que
integran la secundaria en sus grados 9 a 11 no ingresen a
hacer parte de las diferentes manifestaciones que se
presentan en el fenómeno del pandillismo en la ciudad de
Medellín y que con la fuerte influencia de estos grupos
pueden afectar el normal desarrollo y evolución de estos
jóvenes que terminarían abandonando sus procesos de
formación secundaria y que por tal motivo podrían hacer
parte de alguna de las pandillas que existen en la ciudad y
que tienen injerencia en muchos de los sectores de la ciudad
donde normalmente existen las instituciones educativas.
FOTOGRAFÌAS
PERSPECTIVAS
La perspectiva y los resultados esperados de la experiencia
pedagógica de prevención en los jóvenes de secundaria de
grados 9 a 11 con los auxiliares bachilleres de Policía de
Medellín que prestan su servicio social, se esperan de forma
cualitativa, orientados a generar alternativas de solución a las
problemáticas que se vienen presentando en las comunidades
de la ciudad, por tal motivo van dirigidos con los objetivos
lineados y planteados en el anteproyecto y se plantean de la
siguiente manera.
-
Que se disminuyan de forma representativa las
deserciones
escolares
en
la
secundaria
específicamente en los grados 9 a 11, con el fin de
contrarrestar la influencia que ejercen las pandillas en
los jóvenes de secundaria de la ciudad de Medellín.
-
Prevenir que los jóvenes estudiantes de la secundaria
de los grados 9 a 11, hagan parte de las pandillas,
evitando al máximo la generación de violencia y de
muertes de jóvenes víctimas de los conflictos
generados a causa de las guerras que se presentan
entre pandillas.
-
Plantear como experiencia exitosa la teoría de
Mathew Lipman FpN, en un contexto totalmente
diferente al que normalmente se ha venido
desarrollando, con la proyección de investigación de
carácter social con una metodología cualitativa,
donde los resultados tangibles sean evidenciados en
beneficio de las soluciones a las diferentes
problemáticas de violencia que afectan la sociedad,
en este caso la ciudad de Medellín.
CONCLUSIONES
Propiciar los espacios de discusión a través de las
comunidades de indagación de la teoría de Mathew Lipman
FpN, pensado desde un ámbito diferente a la escuela con el
fin de generar soluciones en beneficio de la sociedad y como
anteproyecto experimental que genere alternativas que
mejoren las condiciones de vida de los estudiantes de
secundaria de los grados de 9 a 11, para que no sean objeto
de intereses de las diferentes pandillas de la ciudad.
Tener la posibilidad de intervenir comunidades de jóvenes,
con jóvenes y para jóvenes desde la implementación de
estrategias pedagógicas de prevención, permite establecer
vínculos de amistad y camaradería ante los flagelos que
afectan a los jóvenes y que necesitan de nosotros como
educadores de un apoyo incondicional que les permita tener
alternativas diferentes a las drogas y la violencia y que se
sientan acompañados de procesos serios en pro de su
bienestar.
Las comunidades de indagación les permite a los jóvenes
auxiliares bachilleres de policía, asumir un compromiso
social de intervención con sus propias comunidades, además
de hacerlos sentir útiles a las comunidades, les dará la
posibilidad que otros jóvenes no sucumban a las
manifestaciones de violencia, representados particularmente
en la conformación del fenómeno del pandillismo que ha
afectado de forma coyuntural los cimientos de la sociedad
medellinenses tan golpeada por los diferentes fenómenos de
violencia que han desangrado de una manera muy particular
los jóvenes de la ciudad.
REFERENCIAS
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española. Madrid: Espasa-Calpe S.A. 1970. Pág. 969.
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Editorial Bedout.1976. pp. 171-186.
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México D. F: McGraw-Hill. 1979. PP. 61-84.
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Carlos E., VARGAS Francy J.; PALACIOS Sandra R.;
BONILLA Liliana P. La pandilla juvenil: breve revisión y
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[Citado en marzo de 2011] Disponible en Internet:
http://www.colombia.com/actualidad/nacionales/20100829/3
9638/guerra-de-pandillas-desborda-a-medellin-con-mas-de1-250-muertos-desde-enero.
COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPUBLICA DE
COLOMBIA. Ley 1098 de 2006. Por la cual se expide el
Código de la Infancia y la Adolescencia” El Congreso de
Colombia. Bogotá D. E: 14 de noviembre de 2006.
www.filosofiaparaninos.com.mx/comunidad.php.
redalyc.uaemex.mx/pdf/771/77100607.pdf.
www.uned.es/dpto_pen/delincuencia-juv/.../factoresdelincuencia.pdf.
LA DOMESTICACIÓN DE LA
FILOSOFÍA (FRAGMENTO)59
Victor Raúl Jaramillo
Casi todo el tiempo vivimos
porque la entrada a la muerte
está muy bien guardada.
Fernando González
Ya no hablemos de la muerte,
ni del morir, el tuyo y el mío,
y mientras pasa el tiempo,
si alcanzamos la plenitud
de nuestra vida,
reencantemos el mundo
con una filosofía del diario vivir.
Ayarda
¿Desaparece el filosofar
una vez alcanzada
la plenitud de la vida?
No: el verdadero filosofar
comienza justamente ahora.
59
Tomado del libro inédito:Hay que reír sin dejar de
filosofar
Nietzsche
¿Para qué pensar bien
si no se sabe ni se puede vivir?
Michel Serres
UNO: Cómo desarrollar la academia del programa de
filosofía
1
Un programa de filosofía en Colombia, debe ser una
propuesta que pretenda reconfigurar las perspectivas
prácticas que los griegos le dieron a la disciplina filosófica
desde sus inicios: el afán de formación personal, la
preocupación por la vida en sociedad y la búsqueda de la
racionalidad y de la inquietante “autenticidad” en todas las
circunstancias de la vida, y hacerlos nuestros en la medida de
nuestra cultura y contexto.
La paideia griega, el bios theoretikós y el ethos theoretikós
que se conocen de los griegos, sintetizan esos tres aspectos
fundamentales e indisociables de sus preocupaciones
filosóficas, como el resultado de una larga reflexión que se
extiende y evoluciona desde el siglo VIII de la era antigua,
hasta el término de la época helenista en el siglo III de
nuestra era, y que fue de visita a Oriente.
La filosofía debe formar el carácter de quienes la estudian y,
por su medio, el de los habitantes del mundo. Los estudios
de filosofía deben hacer aportes fundantes a los procesos
pedagógicos de la institución que los ofrece y a la tarea de
construcción personal que poseen sus estudiantes, pues, es
significativo tener en cuenta su contexto; ya que somos
colombianos y no griegos, a pesar de que éstos hayan
vinculado sus problemas y los de la naturaleza humana a
Occidente, recogiendo de otras culturas como de los
alfabéticos fenicios o los piramidales egipcios.
La filosofía, que es griega si nos detenemos exclusivamente
en Occidente, ha formado, no obstante, un todo indisociable
con los aspectos distintivos de la cultura del crepúsculo. Esto
debe ser transformado en una búsqueda de formas de vivir.
Aunque se ha pretendido que la historia de la filosofía
occidental esté presente en el ethos académico de las
universidades colombianas y sea un aspecto importante del
perfil de sus estudiantes, deben contextualizársele los
problemas de nuestra realidad para formarlos en el
conocimiento de sí, y de la búsqueda del pensar, en la
inmanencia de la praxis que procure por la recuperación y
transformación constante de nuestro pensarnos en nuestra
cotidianidad.
La filosofía debe preocuparse por la vida personal y en
sociedad; es decir, ha de aportar a la construcción de la
convivencia. Aunque esta es una tarea ineludible e
inalienable
del
sistema
educativo
nacional,
y
consecuentemente de las universidades, al menos como
iniciativa teórica, a la filosofía le compete una
responsabilidad especial en su realización por la naturaleza
misma de sus contenidos que deben proteger la
individualidad plural, el re-conocimiento del cuerpo y su
erótica como ethos.
El objetivo principal de los estudios planteados por un
programa de filosofía, debe ser una individualidad que viva
críticamente a la sociedad y a la cultura, sin dejar de lado la
dimensión existencial de sí misma, su propia comprensión y
la recepción del otro como dinámico otro.
Esta mirada crítica se construye desde múltiples perspectivas
que sin perder sus diferencias y especificidades, debe
integrarse en modos de vida, donde las metas y los fines
determinen los énfasis y las prioridades de un país entrado en
políticas impuestas y ajenas de gobernabilidad en entredicho,
para permitir el libre desarrollo de los ciudadanos que sólo
han aprendido temor y obediencia.
La formación del hombre “virtuoso” también constituiría un
objetivo de los estudios: hay que dar el paso hacia la
preparación para la vida cotidiana y la convivencia con los
otros y la Naturaleza que involucre obras articuladas a la
ética y la estética. Esto, para evitar desviarnos de nuestra
condición de hombres entrados en libertad y protagonistas de
un cuerpo autónomo que se responsabiliza de sí mismo; sin
tapujos impuestos desde las instituciones religiosas, de
Estado y de conocimiento. He estimado a los jóvenes, no a
la Academia.
Queremos un ser humano libre y digno: hombres y mujeres
individuales que estén capacitados para pensar por sí
mismos, siendo eficaces en la recepción de los demás,
solidarios y con el respeto a las diferencias. Siempre
dispuestos a entrar en el tercer mundo del diálogo, para
lograr una convivencia sana que es la disposición para la
actividad acogedora de la alteridad, y con una erótica como
virtud que abra la puerta al goce y no la cierre sólo en
ordenar vidas pulcras y piadosas.
Recordemos que para Platón era imprescindible que además
de un logos o mundo de la racionalidad que enuncia
verdades, se vincule un érgon (fuerza), o sea, que la
actividad filosófica produzca consecuencias. En otras
palabras: “ir hacia”, “abrirse camino”, o como lo exponía
Edgar Garavito: una potencia capaz de transformar la vida
de un pueblo.
La fuerza de la filosofía no está en darle forma, a través de
conceptos, a las posibles verdades, no sólo eso; también está
en la tarea de transformar dichas verdades cuando se vuelven
incapaces de solucionar la dimensión existencial y social de
los individuos que co-participan en una relación humana
real.
De allí que la filosofía que se propenda transmitir en los
programas de filosofía de nuestro país, no deba estar
desligada del pathos o potencia vital que procura activar
todas las fuerzas y afectos de los que debe ser capaz un
filósofo, para transformar el pensamiento y procurar una
actividad, una praxis capital.
La hermenéutica crítica es entonces valedera en función de
esa transformación, también acompañada de un eídos o
punto de vista que, como potencia de la mirada y la escucha,
introduce una nueva perspectiva sobre el sucederse de las
cosas en el lenguajear de la intersubjetividad, que es el
encuentro de los sujetos donde se resguarda un yo; y también
en la transindividualidad donde los individuos están en la
capacidad de ausentarse de sí para dar entrada y acogida a la
otredad, y no exactamente en el estudio de los hombres y
mujeres como objetos.
Esa búsqueda de transformación tiene particular vigencia en
una sociedad que, como la colombiana, está en proceso de
construcción bajo todos los aspectos, y se encuentra todavía
sometida a grandes índices de ignorancia ostentando en sus
relaciones sociales y con la Naturaleza, altos niveles de
mendicidad, donde la muerte aúlla como perra sedienta
conquistando la vida inútil de nuestros niños que asesinan a
diestra y siniestra.
Para ese cometido será indispensable leer nuestros propios
aportes a la filosofía desde un punto de vista regional,
nacional y, por supuesto, latinoamericano. Atrevernos a
pensar. Salir a las calles. Mezclarnos.
2
Un programa de filosofía debe tener como intención la
lectura, la escritura y la conversación; todo en el marco de
una hermenéutica crítica que busque establecer un
conocimiento en contexto y en miras de un propósito
cualitativo desde la comprensión. El arte de comprender,
posterior a la contemplación y con miras a la interpretación y
a la búsqueda de sentido, posiblemente derive en un dar
salida a, en una desvelación de que actualice, en una
mostración de lo que permanece en estado de oculto. Quizá
sea un sentir distinto, otra manera de la sensibilidad.
En su concepción epistemológica, se designará al
conocimiento como plural y en vías de un tercer mundo del
diálogo que procura por la reciprocidad, el respeto y el
reconocimiento del otro como posibilidad de sentido en su
individualidad; en la instancia de lo múltiple que participe y
sea solidario a pesar del egoísmo que es obedecerse a sí
mismo. Esto, en función del lugar en que se sitúe que es lo
más importante. Fuera de la relación sujeto-objeto. Más bien
como la tríada sujeto-diálogo-sujeto.
Su actividad, porque la filosofía antes de ser teoría es
actividad como ya lo realzó Wittgenstein, manifiesta las
vertientes de las interdisciplinas que estructuran un saber
complementario y, claro está, propio de su dirección y su
horizonte, entendidos aquí como paideia, como el camino
hacia la realidad y la posible obtención de los sueños. Que
no es otra cosa que el caminar mismo, el juego en que todos
jugamos-conjuntamente.
La relación se hace en sus momentos acontecimentales como
apertura a la creación de lo propio y a la reflexión de los
conocimientos compartidos en una nueva variable
transdisciplinar. A la relación de los saberes activada desde
su propio presupuesto y sin acceder a un “objeto” y un
“método” unívoco que es lo que se llama interdisciplina.
Lo transdisciplinar convoca a una apertura tal, que
desterritorializa todo acto concreto en miras de una
disciplina específica en el acto teórico, entendiendo theoría
en griego, es decir, como contemplación, como “dejarse
llevar”. Más también como acto en el sentido griego de
praxis, o sea, práctica: puesta en común de textos que, al ser
leídos, nos exigen estar erguidos a la altura de sus voces.
Intercambio de experiencias que movilicen las dinámicas
conjuntas como un juego en el que se quiere jugar.
Lo no objetivo de una teoría en función de su práctica, es
decir, la mirada particular de una disciplina, debe pasar por
el tamiz de la intersubjetividad y la transindividualidad en la
medida de una común puesta en marcha y en miras no sólo
de lo académico, sino también de lo existenciario de los
individuos y sus agrupaciones, y esto sólo es posible en el
tercer mundo del diálogo, aunque muchas veces ese objetivo
común indique que lo buscado sólo es un capricho de “unos
cuantos” que quieren el dominio, e imponen su modo de ser.
Lo que debe buscarse es la finalización de los determinismos
y la quietud de los absolutos que siempre han intentado
oprimir y violar la libertad de hombres y mujeres, a los que
se les priva de un conocimiento plural, para seguirlos
esclavizando a través de la “opinión pública”, de las
disciplinas que deberían ser abiertas a la interpretación y
evaluación, y, en el sentido de la transdisciplinariedad,
permitir saberes exteriores que las confronten para el buen
desarrollo de su episteme. No pueden seguir sujetándose a
meras teorías abstractas, sino en función de un futuro
“mejor”, digno y actuante; real para una humanidad que se
acerca a su suicidio universal.
No hay que tener miedo a las irrupciones de las demás
disciplinas en la medida de la preservación de un discurso
“claro y distinto” que por tal, y a la manera cartesiana, se
promulga como “verdadero”; mismo que en el caso de la
filosofía, crea dogmatismos por la insistencia de los intereses
privados que se promulgan con el ánimo de seguimiento y
crear escuela. Hay que devolverle al ser humano la confianza
en su propio “ir hacia” que lo presente como libre y en
obediencia a sí mismo como ser humano creativo.
La pureza se la dejamos a lo puro. Que entre otras cosas no
es más que el mestizaje de los conocimientos en esta
modernidad amalgamada o transmodernidad, entendida
como lo que aún vive en la correspondencia de lo moderno
de nuestro país, pero con una insinuación de nuevo aparecer:
la modernidad sigue estando presente, puesto que en la
transmodernidad se intenta un desligue de su fuerza, de su
impulso que ha errado, y en este tratar de separarse de ella,
sus fundamentos están presentes como imago que debe ser
deconstruída para poder tener un nuevo envite creador,
donde ya no habrá seguimiento.
3
Leer, escribir y conversar sobre y desde la filosofía en
contexto, es ante todo tratar de fundamentar una
hermenéutica crítica en torno a los sistemas que han sido
fundantes sin repetirlos, y en miras de una comprensión
expansiva que ofrezca nuevos símbolos y conceptos, pero
también nuevas oportunidades para ser.
No es sólo una visión frente a la historia de la filosofía,
puesto que ésta también es represora, sino una dinámica que
amplía la concepción de la misma desde el buen ejercicio de
la interpretación, la intersubjetividad y la transindividualidad
que conceden comprensión y correspondencia con una
tradición desde múltiples miradas, para alcanzar una versión
particular del mundo y sus cosas, y con argumentos.
Sapere aude decían los ilustrados, y esto quiere decir, ante
todo, pensar el pensamiento, conocer el conocimiento,
atreverse a pensar por uno mismo; esto es, realzar, jugar,
investigar, crear; es activar la condición de individuos
comprometidos con los cambios de nuestro planeta a nivel
histórico y cultural, de la demanda de lo que venimos siendo
y de lo que se espera transformar para una vida diferente.
También es dar validez y apertura a la razón sensible y al
hecho de comprometernos con nuestro cuerpo y su goce.
Hermenéutica crítica es poner en cuestión los estatutos del
magisterio, de la ley, de la autoridad y del dogmatismo; es
enfrentarse a la distinción, a las heteronomías con una cierta
manera de pensar, de decir y también de actuar; es crear
apertura y comunidad donde se reconozcan y se respeten los
individuos maltratados por una civilización entrada en armas
y alienación por los medios de comunicación y la publicidad
que sirven a los estamentos de control en esta
transmodernidad que es un hallazgo.
4
La actitud crítica de la que habla Foucault, a quien no se
puede dejar pasar de largo, se adentra en la Aufklärung
kantiana y es, ante todo, una relación con la edad donde se
obedece con la decisión y el coraje de integrar el carácter y
el propio entendimiento, aunque aún no hayamos llegado a
ella.
La Aufklärung es, entonces, el llamado para llegar a la
mayoría de edad; una exhortación, si se quiere, que impulsa,
abre, moviliza a instaurar una racionalidad razonable que
rompa con el imperativo “obedece”. Pero sería más claro,
hablar de una adolescencia que todavía no ha encontrado,
por su rebeldía y frustración, la senda clara y coherente por
donde caminar, pues, cree todavía en el camino heredado y
adolece de iniciativa.
Como dice Foucault, la actitud crítica es en suma “el arte de
no ser de tal forma gobernado” y, no querer ser gobernado,
es ciertamente no aceptar como verdadero lo que una
autoridad nos dice que es la “verdad”, no porque sea la
autoridad, sino porque hay que sopesar los juicios para
aceptarlos, y en esto radica nuestra autonomía.
Para Foucault la Aufklärung se debe intentar desarrollar bajo
un entredicho sobre la clase de condiciones, generalizaciones
y modificaciones que presenta la historia; es decir, de las
relaciones entre los poderes, la verdad y el sujeto.
De esta manera, la hermenéutica crítica implica un estado de
familiarización con el propio saber y una claridad frente al
poder y el conocimiento mismo, en inmediaciones de una
historia de las ideas que se emplaza como “verdadera”, pero,
que llevada a la intersubjetividad y la transindividualidad en
el tercer mundo del diálogo, crea apertura y eficaz recepción
del otro que se acepta como otro distinto y total, que debe
hablar de lo que es a partir de su propia experiencia y no de
oídas.
De igual manera que Kant o que Foucault, se debe intentar
un entrar-para-traer-no-y-hacer-sí desde la tradición y por
esto un programa de filosofía en Colombia, debe adoptar la
hermenéutica crítica bajo el plan de estudios. Esto, a manera
de ofrecimiento para las nuevas generaciones de filósofos
que buscan establecer su propia mirada en el camino de la
vida, y con una intención de activar nuevas formas de
valorar para una Latinoamérica perdida en democracias que
no pasan de ser totalitarismos disfrazados.
Hay que pensar y poner a pensar a nuestros estudiantes con
todo el dinamismo y el rigor que aquí se sugiere; con una
conciencia poética que los lleve a una actitud creadora y
valerosa, digna de quien reconoce en su propia vida la
medida y la plasticidad de su habitar y relacionarse.
La universidad en Colombia, que todavía no es autónoma y
sigue siendo invadida por el Estado, debe adecuarse a un
nuevo programa académico que no insulte la vida y la lleve a
ser puesta en el interés supremo, para que pueda ser pensada
en relación con la realidad de nuestro país; cosa que nunca
ha sido bien vista por nuestros gobiernos que se saben
vulnerables. Gobiernos que nos han enseñado la indigencia.
Contar la historia de Colombia, es contar el desorden de los
acontecimientos que no han pasado de ser, como lo dice el
poeta de la tribu Jaime Jaramillo Escobar, un amargarnos la
vida los unos a los otros, por no aceptar que si hay una
patria debe ser para todos por igual, y no sólo para una
minoría. Esto lo piensa un poeta: es que la filosofía siempre
deberá fijarse en la poesía que va más adelante por ser la
primera, y dejarse de rompecabezas metafísicos que no
tienen ni pies ni cabeza. Ya estoy a punto de cortarme la
oreja… antes, un poema del chileno Vicente Huidobro:
Paréntesis
Y tú, hombre de hoy, buscas la clave
de tus meditaciones graves,
estrujas tu cerebro
buscando el gran secreto
de todo el Universo.
Hombre, para llegar a todo
ten más reposo,
sé más poeta,
deja a un lado tu ansiedad inquieta,
cierra tus ojos ante el sol
-pon en el acto una serena uncióny después de mirar un largo rato,
verás bajo tus párpados
un continuo girar de átomos.
Eso son todas las cosas en el Tiempo,
eso es todo,
eso es el Universo:
un eterno girar contradictorio
a un punto fijo.
Medita, observa y otra vez medita,
ese es el único camino
que lleva a toda maravilla.
Busca el sentido de las cosas
que encantan tu mirada ansiosa,
búscalo por la parte más sencilla.
Todas las cosas salen de la tierra
para volver a ella,
todo lo que es el diario tráfago
y tus ojos encanta:
los tranvías, los carros
los coches, los caballos,
las lujosas y las pobres casas,
los castillos de cuerpos y de almas
salen de la tierra
a poner nuevas formas sobre el mundo,
a aumentar el tumulto,
a delinear siluetas en el aire
y volver a la tierra alguna tarde.
La vanidad que arrastra por las calles
su gran cola de armiño,
todas las majestades graves
que cruzan los caminos,
todo, todo
lo que viste de oro,
de mármol o de seda
viene de la tierra, va a la tierra.
¿A qué tanto afanarse?
¡Oh! Sí; es la vida que gusta engalanarse.
¿No lo sabéis? Es el progreso,
el más noble acicate del cerebro.
Es tierra, solamente tierra
que da la Naturaleza,
es un pequeño alargamiento que ella
deja salir de sus enormes fuerzas
y queda aguardando que a su seno vuelva.