Interpretación semántica y Caso en la interfaz sintaxis-semántica
Diego Gabriel Krivochen
e-mail: diegokrivochen@hotmail.com
0. Introducción:
La interpretación de la función semántica de los argumentos es un tema que ha estado presente desde los inicios
de la Gramática Generativa, con trabajos tan influyentes como Gruber (1965). Posteriormente, ya en el modelo
GB, se intentó formalizar el conjunto de estas funciones semánticas (los Roles Temáticos, o roles-θ) mediante la
llamada Teoría Temática. En el presente trabajo nos disponemos a hacer una revisión de la naturaleza y
justificación empírica y teórica de la Teoría Temática y los Roles Temáticos, partiendo de las concepciones
clásicas de GB hasta llegar a las últimas revisiones dentro del marco del Programa Minimalista. Por último,
intentaremos proponer una nueva teoría de los roles temáticos que se nutre no sólo de la Gramática Generativa
sino también de las propuestas de la Teoría de la Relevancia y el Funcionalismo norteamericano. Intentaremos
derivar una teoría temática con la menor cantidad posible de estipulaciones en un plano metodológico y de
primitivos en un plano ontológico, lo que requerirá una revisión profunda del concepto de Caso y la
determinación del ámbito de pertinencia de cada uno, en la medida en que consideramos que hay una relación de
proyección entre Caso y rol- έ
Palabras Clave: Interfaz sintaxis-semántica; Roles temáticos; Caso; Semántica relacional
1. Interpretación semántica en la Gramática generativa. Orígenes y fundamentos de la Teoría- μ
La teoría temática surge en el modelo generativista de Rección y Ligamiento (Chomsky, 1981, 1986a, 1986b,
Chomsky y Lasnik, 1993), como una forma de incluir elementos de la interpretación semántica en la sintaxis.
Como toda “sub-teoría” (también llamadas “módulos”), constaba de principios propios, condiciones de buena
formación que se aplicaban a representaciones estructurales, de ahí el marcado sesgo representacionalista del
modelo (en oposición al modelo más marcadamente derivacional de la década del 70). Los niveles, E-P, E-S,
Forma Fonética FF y Forma Lógica FL estaban sometidos a estas condiciones, y para que una expresión
estuviera bien formada, debía cumplir las condiciones aplicadas a cada nivel. Las teorías se aplicaban a niveles
determinados, de la siguiente forma:
Estructura-P: Teoría Temática, Teoría de la X-barra, Principio de Proyección
Estructura-S: Teoría del Caso, Teoría del Ligamiento, Principio de la Categoría Vacía, Teoría del
Control, Condición de Subyacencia (Teoría del Alindamiento), Principio de Proyección.
1
FL: Teoría del Ligamiento, Principio de Proyección, PCV, Principio de Interpretación Plena.
FF: PIP.
A nosotros nos interesa principalmente el nivel de Estructura-P, en particular, las condiciones de buena
formación que la Teoría Temática imponía a ese nivel de representación.
La Estructura-P (E-P) era un nivel de interfaz interna, entre el Léxico y el Sistema Computacional. Mediante una
operación Satisfacer, los elementos del léxico satisfacían sus requerimientos de selección-s (semántica, en
términos de rasgos semánticos) y selección-c (categorial) en una estructura que cumplía con las condiciones
establecidas por X-barra (binariedad, endocentrismo, maximidad). La E-P era la expresión pura de las relaciones
temáticas entre predicados y argumentos, construida a través de inserción léxica1 exclusivamente. Es decir, E-P
constaba puramente de posiciones- (posiciones marcadas temáticamente, en las que se asigna un rol semántico)
que serían “llenadas” mediante la inserción de ítems léxicos que cumplieran con los requerimientos-c y -s del
núcleo en cuestión. Los roles temáticos serían legibles en FL, la interfaz con el sistema externo C-I, de ahí su
relevancia en la interpretación semántica en un GB tardío y en las primeras versiones del PM. El locus de la
interpretación semántica ha sido motivo de conflicto desde las primeras etapas del generativismo. En la Teoría
Estándar, se consideraba que la Estructura Profunda2, generada por el componente de la Base (Lexicón + Reglas
de Estructura de Frase), era la que determinaba la interpretación semántica, mientras que la Estructura
Superficial, producto de la aplicación de reglas transformacionales, determinaba la interpretación fonológica.
Ahora bien, si consideramos que la Estructura Superficial era el producto de aplicar reglas Transformacionales a
la Estructura Profunda, con lo cual, en realidad, la Estructura Superficial contendría la misma información que la
Profunda, pero con los elementos en el orden fonológico final, ¿cuál es la pertinencia de la Estructura Profunda
en la interpretación semántica? Particularmente, si tenemos en cuenta que la Estructura Superficial también
contribuiría a la interpretación semántica, sobre todo mediante fenómenos como el Foco, Tópico y demás
movimientos de constituyentes a la actualmente llamada “periferia izquierda” (o “dominio-Ω”, en términos de
Grohmann, 2003) que establecerían, por ejemplo, las implicaciones generadas por algunas oraciones. Por
ejemplo:
Estructura Profunda: [O [SN Juan] [SV escribe cuentos]]
El término “inserción léxica” ha cobrado un nuevo significado dentro del marco de εorfología Distribuida, donde implica
inserción de un ítem de vocabulario (rasgos fonológicos solamente) en un nodo terminal en Spell-Out (late insertion). En el
modelo GB, inserción léxica implicaba insertar un elemento léxico con todos sus rasgos para satisfacer los requerimientos
de un predicado.
2
No debe confundirse Estructura Profunda con E-P, ni Estructura Superficial con E-S. La Teoría Estándar era un modelo
primariamente derivacional, en el que las “estructuras” eran puntos en la derivación, resultado de la aplicación sucesiva de
determinadas reglas, sean de Estructura de όrase o Transformacionalesέ δa “reescritura”, base de las Reglas de Estructura de
Frase, era un proceso secuencial, sin condiciones de buena formación más que el respeto a los símbolos terminales-no
terminales que explicitaba la regla. En GB, por otro lado, E-P y E-S eran niveles de representación, sujetos a las condiciones
de buena formación determinadas por las “teorías” o sub-módulos.
1
2
Transformación: Focalización (optativa)
Estructura Superficial: Es JUAN quien escribe cuentos.
La Estructura Superficial genera la implicación de que Juan, y no otro, escribe cuentos. Fenómenos como
éstos hacían difícil situar exactamente el locus de la interpretación semántica en la Teoría Estándar y Teoría
Estándar Ampliada. Para dar cuenta de algunos de estos problemas, en una tardía TEA se crean reglas de
interpretación semántica (RS-1), que proyectan la Estructura Superficial en una FL (Miranda Alonso, 2005). El
panorama cambiaría durante los años 80, con el desarrollo del modelo GB.
1.1 Los Roles temáticos y el Criterio Temático:
Los roles temáticos son propiedades semánticas que determinan la interpretación del argumento al que se
asignan. Estas propiedades están especificadas en la entrada léxica de los predicados, junto con información
fonológica, categorial, y estructura argumental (marcos de subcategorización). Esta última es especialmente
relevante a la sintaxis, ya que determina la “valencia” de un predicado, las posiciones que licencia mínimamente
y que deben llenarse por inserción léxica en E-P para la buena formación de la expresión. Un ejemplo de entrada
léxica, con la información antedicha especificada:
1)
romper:
/romper/
Forma fonológica
[-N] [+V]
Información categorial
[_+ SN]
Marco de Subcategorización / selección-c
(el argumento externo, por estar requerido por el PPA, no se incluye)
(Agente, Tema)
Grilla Temática
En la primera versión de GB existían dos tipos de selección: selección-s (semántica) y selección-c (categorial), la
primera relacionada con los “rasgos semánticos” ([± animado], [± humano], etc., heredados de la Teoría
Estándar y sus revisiones)3 de los argumentos subcategorizados, la segunda determina la categoría del
argumento. Tengamos en cuenta, para la interpretación del cuadro anterior, que en un primer momento de GB no
existía la VP internal subject hypothesis ni la hipótesis inacusativa, por lo que la generación de los sujetos se
veía de forma muy diferente a como se la ve hoy día. No debe confundirse la selección-s con la grilla temática,
3
Ver Lagunilla y Anula Rebollo (1995: 91), que distinguen entre dos tipos de propiedades semánticas, la selección-s por un
lado y la grilla temática por otro.
3
ya que en un principio componían dos sistemas diferentes4. En todo caso, podemos decir que determinados
rasgos semánticos en un ítem léxico permitían que le fuera asignado un determinado rol temático. Por ejemplo,
(i) resulta anómala porque el verbo inergativo jugar asigna rol temático de Agente a su argumento externo, rol
que requiere que el argumento tenga un rasgo [+ animado]:
2) ? El jardín juega alegremente
La distinción entre selección-s y selección-c se mantuvo durante algunos años hasta que Chomsky (1986b)
intentó la unificación de ambas “selecciones” en unaμ un predicado seleccionará-c a la categoría que sea la REC
(Realización Estructural Canónica) de la categoría semántica que constituya su selección-s. Cabe aclarar que, en
este punto, la distinción entre selección-s y roles temáticos se había oscurecido, y los ejemplos que pone el
mismo Chomsky parecen afirmar esta identificación (1986b: 105):
“(…) supongamos que si un verbo (u otro núcleo) selecciona-s una categoría semántica C, entonces selecciona una
categoría sintáctica que constituye la “Realización Estructural Canónica de C” (REC(C)). Sean REC(paciente) y
REC(objetivo [meta]) SSNN; entonces, hit [golpear] selecciona SSNN. (…)”
Como se ve, las categorías semánticas parecen coincidir con lo que entendemos por roles temáticos, lo cual, si se
interpreta literalmente, significaría reducir los roles temáticos a la subcategorización, lo que no parece adecuado.
Más abajo expondremos visiones alternativas sobre el problema.
No hay consenso general en cuanto a cuáles son los roles temáticos ni cómo se define cada uno, pero,
provisoriamente, presentaremos algunos de los más unánimemente utilizados:
Agente: iniciador de la acción. Generalmente se considera que el rasgo [+ volición] es condición necesaria para
la definición de la agencia: aunque un Agente puede actuar “sin querer”, aún será capaz de actuar volitivamente.
Un iniciador [- volición] se suele denominar fuerza. El Agente puede definirse en la Action Tier de Jackendoff
(1987) como el primer argumento de ACT.
Experimentante: el individuo que percibe un evento. Este rol requiere un rasgo [+ animado] en el argumento,
en este caso, la volición es irrelevante (tanto ver como mirar asignarían este rol).
Paciente: la entidad afectada por una acción. Habría una correlación entre Agente y Paciente, formalizada en la
Action Tier, de acuerdo a la cual el Paciente es el segundo argumento de ACT.
Tema: la entidad que se mueve o está localizada, de forma concreta o abstracta (los cambios de estado, por
ejemplo, son movimientos abstractos, aunque no haya un desplazamiento espacial)έ El rol “tema” ha sido
utilizado como una suerte de rol “por defecto”, ya que no hay condiciones estrictas para su asignaciónέ
4
En un principio, en realidad, sólo existían los rasgos semánticos al modo de Katz y Fodor, el concepto de rol temático es
históricamente posterior en la teoría.
4
Generalmente, sin embargo, se considera que un Tema es [- volición], aunque no necesariamente [- humano], ya
que los estados mentales pueden ser considerados locaciones abstractas, por lo que [John] en [John stayed angry]
sería un Tema. En términos de Thematic Tier, el Tema se define como el primer argumento de los primitivos de
Evento GO y BE y de Estado STAY y ORIENT.
Locación: el lugar, concreto o abstracto en el cual se ubica un Tema. Corresponde al primitivo complejo
PLACE en la Thematic Tier, donde hay una relación de coincidencia central: [PLACE IN/AT/UNDER, etc.
[THING/PROPERTY X]]
Fuente: la entidad, concreta o abstracta, desde la cual se produce el movimiento, concreto o abstracto.
Meta: la entidad a la cual se dirige el movimiento. Estos dos últimos roles corresponderían a expansiones del
primitivo PATH en Jackendoff, donde habría una relación de coincidencia terminal. La Fuente sería [PATH
FROM [THING X]], y la Meta, [PATH TO [THING X]].
De acuerdo con δagunilla y Anula Rebollo (1λλη), un rol temático es una “(…) propiedad léxica de un
predicado (…)”, y se asignan a posiciones en la sintaxis por rección de un núcleo [+V]5 (o, mejor dicho, [-N], ya
que P es [-V], [-N]). Como consecuencia, P, V y A son los asignadores temáticos por excelencia (pero ver la
nota al pie), y hay roles limitados al dominio de determinados asignadores. Por ejemplo, Locación y Meta
pertenecen al dominio de P. Los roles temáticos se asignan dentro de la proyección máxima del predicado
pertinente, por lo que los roles contenidos en la información léxica de un V, por poner un ejemplo, se asignarán
dentro de la VP. Dado que los roles no se asignan a DPs determinadas sino a posiciones en la sintaxis, conviene
introducir el rótulo de posición-θ (o temáticas) para las posiciones marcadas temáticamente, y posición-θ’ (o notemáticas) para aquellas posiciones en las que no hay asignación temática. Estos conceptos están relacionados
con los de posición-A (argumental) y A’ (no-argumental), aunque hay que hacer la siguiente aclaración: no todas
las posiciones-A son posiciones- έ En particular, la posición de Spec-TP, el lugar de materialización de un
Sujeto, es una posición-A ή ’έ Técnicamente, la condición es la siguiente (con base en Chomsky, 1981):
α subcategoriza la posición ocupada por β y le asigna un rol temático, siendo α un X0 que rige a la posición a la
que asigna el rol.
Así, en la siguiente configuración:
5
Esta condición pretendía dar cuenta de que los N puros (es decir, no generados por derivación de un elemento [+V]) no
son asignadores temáticos. Aparentemente, en casos de derivación, el elemento resultante conservaría la grilla temática del
elemento del que deriva, así, un N como [destrucción] conservaría la grilla temática del V [destruir], es decir, (Agente,
Tema).
5
3)
XP
X0
YP
Si X (sea de la categoría que fuese) tiene el rasgo de subcategorización [_+ YP], entonces le asignará a YP un rol
temático, ya que lo rige: es un núcleo, manda-c a YP y no media ninguna barrera entre X0 e YP. La asignación
temática, como hemos dicho, se da en E-P, y depende de dos factores: (i) las propiedades léxicas del núcleo
asignador y (ii) las funciones gramaticales del elemento asignado. Una consecuencia directa de la formulación
anterior es que los adjuntos no tienen rol temático, por no estar subcategorizados.
El marcado temático puede ser directo o indirecto (Chomsky, 1981; Marantz, 1984). Marcado directo es el que
se da entre un núcleo y su complemento: el X0 manda-c a su complemento, y si lo subcategoriza, la posición
estará marcada temáticamente. El problema se presenta al considerar la asignación de rol temático al sujeto, que
(de acuerdo a la VP internal subject hypothesis) se generaría en la posición de Spec-VP en estructuras
inergativas y transitivas: como no hay mando-c de un núcleo a su especificador, no lo rige, por lo que se
incumpliría la condición formulada arriba. Aparentemente, además, la asignación de rol temático al Spec-VP
sería componencial, no dependería sólo de V (lo que sería lo esperable, siguiendo (i)) sino del conjunto
[V+Compl], para incluir las propiedades del Compl- (por ejemplo, sus propiedades cuantificacionales, sus rasgos
semánticos, etc.). En la literatura se han propuesto dos soluciones a este problema:
a) Considerar que una posición (es decir, el elemento en esa posición) debe mandar-c al núcleo que le
asigna rol temático. Con esto se elimina el requisito de que un núcleo debe regir a la posición a la que le
asigna un rol.6
b) Crear la noción de mando-m, complementaria de la de mando-c, que se define como sigue:
α manda-m a β ssi α no domina a β y alguna proyección de α domina a β.
Mando-c, por su parte, se define en GB de la siguiente manera:
α manda-c a β ssi el primer nudo ramificado que domina a α domina también a β y α y β están desconectados
(es decir, ni α domina a
ni
domina a α)έ
La definición de mando-m incluye, como se ve, a la de mando-c, ya que da cuenta de la relación que se establece
entre un núcleo y su especificador, además de la relación núcleo-complemento.
6
Esta postura implica un cambio radical en la asignación de los roles temáticos, en la que el concepto de rección pasa a un
segundo plano. Consideramos que esta opción tiene algunos inconvenientes teóricos. Lo principal no es ya el núcleo y su
grilla temática (nuestro factor (i)), sino las posiciones a las cuales se marca- έ
6
Así, en una proyección como:
XP
4)
X’
ZP
X0
YP
X0 manda-m a ZP porque XP, la proyección máxima de X, domina a ZP; y manda-m a YP porque la proyección
intermedia X’ la dominaέ X0 también manda-c a YP, ya que el primer nudo ramificado que domina al núcleo, X’,
también domina al complemento, y no hay dominio entre ellos. La implicación para la teoría temática es clara:
un núcleo debe mandar-m a la posición a la que asigna un rol temático. Así, un núcleo (o el núcleo + el
complemento) puede mandar-m al especificador y la asignación temática se vuelve un proceso uniforme, con
una explicación teórica más elegante.
1.1.2 Algunos problemas con el mando-m
La definición de mando-m, si bien tiene ventajas desde un punto de vista representacional, es, no
obstante, objetable desde una concepción más derivacional del modelo, propia del PM. Los niveles de
representación de GB no tenían en cuenta la secuencialidad inherente a la construcción de una representación
simbólica compleja, que en el PM se formaliza mediante la operación Ensamble. La definición de mando-c más
consistente con una visión fuertemente derivacional es la de Epstein (1999). Epstein define mando-c a partir de
considerar a Ensamble (Merge) una operación inherentemente asimétrica y diacrónica. Esto es, en una
derivación, las aplicaciones de una operación se suceden y la asimetría estaría dada por el hecho de que: (i) las
categorías se introducen en la derivación secuencialmente (diacronía) y (ii) no se ensambla α con sino a , para
satisfacer un requerimiento de éste último (en el caso del ensamble por sustitución, podemos pensar en los
“marcos de subcategorización que se utilizaban en ύB), que es el que proyecta un marcador de frase7. Decir que
α manda-c a
equivale, en el modelo de Epstein, a decir que α se introdujo en la derivación después de haber
sido introducido έ δa versión de mando-c de Epstein explica también la relevancia del primer nudo ramificado
en la definición. Veamos la definición:
α manda-c a todos los términos del marcador β con el que se ensambla en el curso de la derivación
Término, por su parte, se define como sigue (Chomsky, 1998):
7
Un ensamble simétrico resultaría bien en una etiqueta (label) nula o bien en una etiqueta indeterminada (en el sentido que
el término tiene en física cuántica). Ver Uriagereka (1998).
7
Para toda estructura K:
i)
ii)
K es un término de K
Si L es un término de K, entonces todos los miembros de los miembros de L son términos de K.
Tenemos, entonces, una definición de mando-c que evita los problemas del enfoque representacional, más
estipulativo y complejo (compárese, por ejemplo, el modelo de gramática de GB con el PM estándar). Esta
definición, sin embargo, nos deja con varios problemas para las condiciones sobre la asignación temática con las
que venimos trabajando.
1.1.3 El criterio temático
El criterio temático es una condición de buena formación que se aplica a la E-P, estableciendo en su
primera formulación una relación de uno-a-uno entre elementos y roles temáticos. Su formulación clásica,
extraída de Chomsky (1981: 36) es la siguiente:
Criterio temático: Each argument bears one and only one θ-role, and each θ-role is assigned to one and only
one argument.
Chomsky presenta al criterio como una condición que vale también en FL. La formulación clásica ha sido
criticada (por ejemplo, por Jackendoff, 1987) a la luz de ejemplos como el siguiente:
5) Juan le envió un paquete a María.
En (5), Juan tendría dos roles, [Agente] y [Fuente]: podemos parafrasear (5) como [Juan causó que el paquete
fuera desde Juan hasta María]. Si en la E-P los roles se descargan por inserción léxica, entonces esto implica
que la posición en la que se ensambla [Juan] (Spec-VP, en GB) está marcada con dos roles, lo cual incumple
claramente el criterio temático como lo formulamos más arriba. La objeción de Jackendoff es válida para esta
formulación, que es la considerada estándar. Sin embargo, la reformulación del criterio en términos de cadenas
permite superar los problemas. Reformular el criterio en términos de cadenas significa que una cadena no puede
estar asociada a más de una posición temática, es decir, un elemento no puede moverse de una posición- a otra
posición- , adquiriendo varios roles temáticos a lo largo de la derivación. En palabras de Chomsky (1981: 339
fn. 14), “(…) a trace cannot be associated with several θ/A positioned antecedents (…)”έ En el momento de la
inserción léxica, la aplicación de la operación Satisfacer, una posición podría estar asociada con más de un rol,
lo que se está prohibiendo es el movimiento entre posiciones temáticas. Así, tanto el movimiento A (ej.: ascenso
de sujeto) como A’ (ej.: Wh- a Spec-CP) dejan una huella en posición- (en el segundo caso, si lo movido es un
8
argumento, ya que los adjuntos carecen de rol temático por no estar subcategorizados), y el desplazamiento se
produce a una posición- ’8.
1.1.3.1 El criterio temático y las construcciones de ascenso y control:
El criterio temático enriquecido tal como lo hemos formulado fue un elemento determinante en la diferencia
entre construcciones de ascenso (raising) y de control (Hornstein, 2000, 2003), como las siguientes:
6) a. John wants/tries/hoped to finish the work.
bέ John’s attempt ή hope to finish the work (derived nominal)
7) a. John seemed/appeared/was likely to finish the work.
bέ John’s being likely to finish the work (gerundive nominal)
La diferencia entre las dos construcciones estaría dada por cuestiones de teoría temática, que serían parcialmente
independientes de la realización categorial del núcleo que asigna el rol (vemos que los predicados de control
admiten las nominalizaciones derivadas, mientras que los de ascenso las resisten, admitiendo en cambio las
gerundivas). La posición de ensamble del sujeto del verbo de control (ejemplo (a)) está marcada temáticamente,
mientras que la misma posición del verbo de ascenso no lo está. Si el verbo subordinado es también un asignador
temático, entonces se presenta un problema: si [John] se origina en la cláusula subordinada, entonces habría un
movimiento de posición temática a posición temática motivado por razones de Caso que violaría el criterio tal y
como ha sido formulado. En el caso del verbo de ascenso, se da un movimiento de posición temática a posición
no temática, ya que estos verbos no serían asignadores. El problema de los verbos de control y el criterio
temático hizo necesaria la postulación de una categoría vacía (CV) que ocupara la posición de sujeto en la
cláusula subordinada y recibiera Caso y un rol temático dentro de esta cláusula, mientras que el sujeto realizado
fonológicamente sería insertado directamente en la cláusula matriz, recibiendo rol del verbo de control. Esta CV
sería PRO. La estructuras de (6) y (7) a la luz de estos datos serían la siguientes (omitiendo el movimiento de
Spec-VP a Spec-TP):
En Chomsky (1λκβ), εuévase α se define como la relación entre un antecedente (elemento lleno) y una CV si:
a) El antecedente carece de rol- independiente (sea un argumento o un adjunto, en ambos casos el desplazamiento es
a una posición- ´)έ
b) La CV es una huella regida propiamente (es decir, léxicamente, en cuyo caso tiene rol- o por antecedente, en cuyo
caso puede no tenerlo –como en el caso del movimiento de adjuntos-)
c) La relación cumple con la Teoría del Alindamiento (Subyacencia, por ejemplo).
A partir de la caracterización de Muévase α teniendo en cuenta la teoría- , se ve la importancia que tenía en el modelo ύB
desde un principio, pese a ser la menos formalizada.
8
9
6’) Johni wants/tries/hopes [PROi to finish the work]
Θ1
Θβ
7’) Johni seemed/appeared/was likely [ti to finish the work]
Θ1
Si la E-P es la expresión pura de las relaciones temáticas por inserción léxica en diagramas arbóreos que
cumplan con los requerimientos de X-barra, entonces todas las posiciones- deben llenarse en ese nivel mediante
Satisfacer. Así, sería imposible que el sujeto de un verbo de ascenso se originara directamente en la cláusula
matriz, porque habría una posición- sin llenar en la subordinada en E-P. A la inversa, el sujeto de un verbo de
control no podría originarse en la cláusula subordinada, ya que una posición temática en la cláusula matriz
quedaría vacante en E-P, y el movimiento entre posiciones temáticas está vedado. Esta distinción entre ascenso y
control, fundamental en GB, será revisada por Hornstein en su Movement theory of control, que revisaremos más
abajo.
2. Alternativas a la teoría temática de GB. Hacia el PM:
A fines de la década de los 80 y principios de los 90 el modelo de teoría temática vigente durante los
primeros años de GB comenzó a ser puesto en duda. Trabajos como Jackendoff (1987, 1997), Dowty (1991),
Hale y Keyser (1993, 1997), Chomsky (2001), Hornstein (2001, 2003) y Grohmann (2003, 2004) representan
una evolución desde la teoría temática clásica hasta versiones más minimalistas, con el foco puesto en la
definición de los roles, la posibilidad de derivarlos a partir de relaciones sintácticas o conceptuales y la necesidad
de reducir su número y evitar las superposiciones entre las caracterizaciones de cada rol.
2.1 La propuesta de Jackendoff (1987, 1997):
Jackendoff parte de la consideración de un “δenguaje del Pensamiento” (análogo al de όodor, 1983), que
organiza en estructuras conceptuales la información proveniente de la percepción del mundo real. En cuanto a la
Facultad del Lenguaje, considera que posee tres componentes (fonológico, sintáctico y semántico), como el
modelo Chomskiano clásico, pero niega la preeminencia de la sintaxis como el único mecanismo generativo.
Habría operaciones paralelas en los tres componentes, que manipularían primitivos exclusivos de cada uno
generando representaciones simbólicas. La interacción entre módulos/niveles está a cargo de “reglas de
correspondencia”, que mapean una representación output de un nivel en una representación válida como input de
otro. El lenguaje de Jackendoff trabaja con algunos primitivos que se expanden de manera recursiva en
10
funciones complejas (predicados) y otros que son no relacionales (argumentos), de forma tal que un símbolo
puede contenerse a sí mismo en algún punto de la función de reescritura (ej. τ → SN, SV y SV → V, O). En el
modelo del 87, se distinguen varias tiers, que codifican distintos tipos de información. Nosotros utilizaremos
sólo dos para nuestra argumentación, ya que son las dos más directamente pertinentes a la teoría temática:
Thematic Tier: codifica las relaciones Tema-Locación
Action Tier: codifica las relaciones Agente-Paciente
Estas tiers son funciones (estructuras) conceptuales, que constan de predicados y argumentos primitivos que se
combinan para formar objetos conceptuales más complejos. En una función conceptual de la Thematic Tier,
entonces, podemos tener los siguientes primitivos semánticos (“semantic parts of speech”, en términos de
Jackendoff)9:
Primitivos
[THING]
Se reescribe como
no relacional
[CAUSE ([THING] [EVENT])]
[EVENT]
[STATE]
N
V inergativos/transitivos
[GO ([THING] [PATH])]
V inacusativos télicos
[STAY ([THING] [PLACE])]
V inacusativos atélicos
[BE ([THING] [PLACE]/[PROPERTY])]
V inacusativos atélicos
existenciales
[ORIENT ([THING] [PATH])]
[PLACE]
Categorías (realizaciones
prototípicas)
[Central Coincidence P ([THING]/[PROPERTY])]
V inacusativos atélicos de
configuración espacial
Central Coincidence P
[TO/FROM ([PLACE]/[THING]/[PROPERTY])]
[PATH]
[TOWARDS/AWAY FROM ([PLACE]/[THING]/[PROPERTY])]
Terminal Coincidence P
[VIA ([PLACE]/[THING])]
[PROPERTY] no relacional
A
9
La lista no es completa, ya que en sucesivas revisiones Jackendoff ha agregado o modificado las fórmulas de reescritura.
σo obstante, los que hemos incluido resultan más o menos “estándar”έ
11
Dentro de este modelo, los roles temáticos se definen configuracionalmente en la estructura conceptual, que es
cada una de las fórmulas lineales que se explicitaron más arriba. Los roles no son primitivos en la teoría, sino
que son “(…) relational notions defined structurally over conceptual structure (…)”έ Y, aparentemente, no
serían asignables sólo a NPs, sino que una AP o una PP también pueden recibirlos, de una forma no determinada
a priori sino según su posición estructural. No obstante, no hay una correlación uno-a-uno entre roles y
posiciones estructurales, por lo que Jackendoff propone debilitar la formulación clásica del criterio- para
permitir, básicamente, que una NP sea marcada con más de un rol en E-P. Este autor mantiene, sin embargo, la
restricción sobre el movimiento a posiciones- , es decir, el hecho de que un σP no pueda adquirir sucesivos
roles temáticos en el curso de la derivación.
Los problemas con el modelo de Jackendoff (1987) tienen que ver con su complejidad y, por tanto, con
sus posibilidades de implementación neurocognitiva. Si las estructuras conceptuales no se corresponden
directamente con estructuras sintácticas, y hacen falta reglas de correspondencia, entonces el modelo se complica
teóricamente porque hace falta una justificación epistemológica para la postulación de este tipo de elementos
teóricos (una violación a la “navaja de τccam”, el desideratum minimalista por excelencia), y empíricamente
porque la existencia de tales reglas es muy difícil de demostrar, además de que su formulación suele resultar
estipulativa y poco adecuada descriptivamente. Como problema adicional, y consecuencia de lo anterior, la
plausibilidad biológica del modelo se reduce, ya que pretendemos modelos “minimalistas” no sólo por razones
epistemológicas sino porque buscamos reducir el costo computacional de las operaciones y simplificar las
representaciones (si es que las hay, cf. Epstein y Seely, 2002). Cabe suponer que cada módulo del cerebro-mente
construye representaciones haciendo uso de mecanismos generativos óptimamente, universales (básicamente,
ensamble. Ver Krivochen, 2011, 2012). Así, las representaciones que se construyen en un módulo determinado
del cerebro-mente estarían restringidas por las condiciones de legibilidad del módulo que deberá leer esa
representación. Si asumimos un modelo de computación no linear, dinámico, abierto y paralelo, que poco tiene
que ver con las interpretaciones que se han hecho de la llamada Tesis de Church-Turing (ver Goldin & Wegner,
2005, entre otros), las reglas de correspondencia se vuelven superfluas y redundantes. Las computaciones
conceptuales requeridas en el modelo de Jackendoff nos parecen excesivamente costosas sin presentar
suficientes ventajas explicativas o descriptivas como para justificarse. No obstante, consideramos sumamente
útil la consideración de que los roles temáticos no son un sistema autónomo en la teoría lingüística, supuesto que
será retomado (y reformulado) en sucesivas oportunidades por otros teóricos, en especial, Ken Hale y Jay Keyser
durante los años 90.
2.2 El modelo de Hale y Keyser (1993, 1997a, b, 2002):
12
La hipótesis básica del modelo de Hale y Keyser es considerar que los procesos de formación léxica son en
esencia sintácticos, y están restringidos por los mismos principios. Así, todos los verbos son complejos en su
“sintaxis-l”, una derivación sintáctica interna al léxico, con niveles de representación (E-P y E-S) propios y que
proporciona un input a la “sintaxis-s”, el sistema computacional propiamente dicho (Hale y Keyser, 1993). Los
predicados complejos10 se formarían en la “sintaxis –l” por conflación de elementos nominales a nodos
fonológicamente defectivos (terminales nulas y afijales). En esta derivación habría dos sistemas lingüísticos en
juego:
a) Las categorías léxicas N, V, A, P (Cf. Chomsky, 1970)
b) Las proyecciones de estas categorías, caracterizadas por los tres axiomas de X-barra.
Así, se definen cuatro estructuras básicas:
8)
XP
X
XP
YP
X’
ZP
X
X=V (evento)
ZP
Z’
YP
YP
X=P (relación)
X
Z
X
X=A (propiedad)
X=N (entidad)
Hale y Keyser parten del supuesto de que la cantidad de roles temáticos es muy reducida, y su asignación
respondería a principios invariantes entre las lenguas. Las relaciones temáticas no existirían como un sistema
autónomo en la facultad del lenguaje, sino que se reducirían a relaciones sintácticas, Spec- o Compl- de
determinados núcleos léxicos. La relación entre posición sintáctica en E-P y relaciones temáticas ya había sido
formalizada en términos de mapeo directo por Baker (1988: 46) en la forma de la Hipótesis de la Uniformidad
en la Asignación de los roles Temáticos (UTAH):
Identical thematic relationships between ítems are represented by identical structural relationships
between those elements at the level of D-Structure.
Los roles temáticos se asignan dentro de las estructuras de (8), siendo que estas estructuras en sí tienen
significado, más allá de representar relaciones formales. Este significado incluye las relaciones temáticas que se
10
La atención de Hale y Keyser está puesta en los verbos, aunque una derivación análoga sería posible para las categorías A
y Adv, aunque éstas últimas no estén contempladas en el modelo categorial basado en rasgos que se asume desde Chomsky,
1970.
13
establezcan entre predicados y argumentos (siendo N el argumento prototípico, una categoría no relacional). En
palabras de Hale y Keyser (1997a: 40),
“(…) we maintain that certain crucial aspects of meaning are dependent on the very structural features whose
identification is at issue. If we “knew the meaning”, we would know the structure, perforce, because we know
the meaning from the structure (…)” Destacado nuestro.
La diferencia fundamental con la concepción de Jackendoff es la siguiente: mientras que Jackendoff considera
que los roles temáticos se definen configuracionalmente en la estructura conceptual, esencialmente separada de
la sintaxis y no mapeable directamente (sino mediante reglas de correspondencia), Hale y Keyser postulan que la
interpretación de los roles temáticos depende de una estructura significativa que es, en última instancia,
sintáctica (sea sintaxis-l o sintaxis-s, en el primer modelo).
Por poner un ejemplo, el rol Tema, asociado al objeto que está localizado o que se mueve (o, en otras palabras,
que permanece en un estado o que cambia de estado), se interpreta por la posición del argumento pertinente en la
siguiente configuración:
9)
VP
V’
NP
the sky
V
AP
clear
La posición del Tema (Spec-VP), al que bien podríamos considerar un argumento del A, responde a la
utilización de la estructura propuesta por Larson (1988), en la que la correspondencia entre posiciones y roles se
daba de la siguiente manera (tomado de Baker, 1997: 120-121):
i)
An Agent is the Specifier of the higher VP [i.e., vP] in a Larsonian structure
ii)
A Theme is the specifier of the lower VP [i.e, VP]
iii)
A Goal, Path or Location is the Complement of the lower VP [i.e, PP]
Estos tres roles son los definidos por Baker (1997) como proto-roles, aquellos que estarían contemplados en la
UTAH. Nosotros mantendremos estos roles en nuestra concepción de las relaciones temáticas, que
presentaremos más adelante.
14
2.3 Los proto-roles temáticos (Dowty: 1991):
Dowty parte de la crítica a la hipótesis de que los roles temáticos constituyen un sistema de elementos
discretos, en el cual cada rol (Agente, Paciente, Tema, etc.) es una categoría claramente definible, y en el que los
argumentos que reciben esos roles son, por lo tanto, homogéneos. Esta hipótesis fue mantenida, de forma más o
menos general, durante el modelo GB. No obstante, como ya había notado Jackendoff (1987), hay abundantes
casos en los que las “áreas” semánticas de los roles se superponen, y resulta difícil asignar un rol temático único
a una NP determinada. Por ejemplo, en:
10) John sent Mary a book.
No parece claro si el rol temático de la NP [John] es Agente o Fuente. Hay un cambio de locación de un Tema,
que se mueve desde John hasta Mary (quien se convierte en poseedora del tema, tal es la interpretación de la
construcción de Doble Objeto), por lo que Fuente estaría justificado. Este cambio de locación, además, es
causado por [John], por lo que Agente no parece tampoco inapropiado. El criterio temático debe necesariamente
debilitarse para poder dar cuenta de construcciones como (i). La crítica de Dowty, sin embargo, va más allá. El
sostiene la existencia de proto-roles, “(…) two cluster concepts called Proto Agent and Proto Patient (…)”έ Un
argumento, entonces, puede tener uno de estos roles o ambos y en diferente grado. La asignación temática no es
un proceso discreto sino que un argumento puede constituir una realización más o menos prototípica de un rol.
Estos roles se estructurarían como continua, con una zona nuclear, consistente en las realizaciones más
paradigmáticas de ese rol, y una periferia, menos prototípica (al modo de las categorías de Rosch, de amplia
utilización en Lingüística Cognitiva). Cada proto-rol (P-rol) se caracterizaría como sigue (Dowty, 1991: 572):
(27) Contributing properties for the Agent Proto-Role:
a. volitional involvement in the event or state
b. sentence (and/or perception)
c. causing an event or change of state in another participant
d. movement (relative to the position of another participant)
e. exists independently of the event named by the verb
(28) Contributing properties for the Patient Proto-Role:
a. undergoes change of state
b. incremental theme
c. causally affected by another participant
d. stationary relative to movement of another participant
15
e. does not exist independently of the event, or not at all
Vemos que la caracterización de los P-roles está diseñada para incluir a los roles tradicionales. Así, por ejemplo,
(27 b, e) subsumen al rol de Experimentante, y (28 c, e) podrían equipararse a la definición tradicional de
Benefactivo, a veces definido como un tipo de Paciente. Un argumento que cumple con (27 d, e) es lo que
normalmente denominaríamos Tema, que en estos términos es un Agente periférico.
La asignación de los roles depende de un principio que Dowty llama Principio de Selección Argumental, y que
enuncia como sigue (1991: 576):
“(…) In predicates with grammatical subject and object, the argument for which the predicate entails the
greatest number of Proto-Agent properties will be lexicalized as the subject of the predicate; the argument
having the greatest number of Proto-Patient entailments will be lexicalized as the direct object.(…)”
La asignación de los roles depende de cuán subespecificados estén los argumentos respecto de las características
de cada P-rol (27 y 28, arriba), como si “compitieran” por ocupar la posición de Sujetoέ Este principio, basado en
la mayor jerarquía de los argumentos más prototípicos resulta una alternativa a la asignación temática por
rección clásica de GB y a la definición configuracional de Jackendoff y Hale y Keyser.
Si bien consideramos útil (y adoptaremos en nuestra propuesta) la concepción de los roles como áreas continuas,
no como compartimientos estancos y homogéneos, consideramos que adolece de algunos problemas, sin intentar
una crítica detallada:
a) En primer lugar, como veremos más adelante, nosotros postulamos la existencia de un rol locativo como
básico, junto a Agente y Tema.
b) En segundo lugar, si bien la concepción sobre el sistema de roles en sí fue radicalmente modificada por
Dowty, no se hace mención a la naturaleza de los roles, ni a su relevancia en la sintaxis y/o en la
interpretación semántica. Los roles temáticos siguen siendo, como era habitual en GB, un sistema más o
menos autónomo, con principios propios, lo cual resulta en una teoría “menos minimalista” que lo
deseable.
2.4 La teoría configuracional de Chomsky (2001):
La operación básica en el PM es Ensamble, que, como hemos visto, toma dos objetos, α y y forma un
objeto ensamblando uno a otro y proyectando uno de los dos, aquél que requiere al otro, sin modificar
internamente a ninguno (No Tampering Condition)μ por ejemplo, {α {α, }}, siendo que α, en términos de ύB,
“subcategoriza” a . Siendo α=V y =σ, esto implica que el ensamble de un N a un V resultará en la proyección
16
de V, el “objetivo” del ensambleέ Chomsky distingue dos tipos de ensamble, el externo y el interno. El ensamble
externo se da desde la NUM, mientras que en el ensamble interno, un objeto K se ensambla a (la periferia de) un
objeto A, del cual es término. Ensamble interno es, entonces, movimiento. Dado un sistema de doble
interpretación semántica, SEM1 (relacionada con la estructura argumental y la saturación de la valencia de los
predicados) y SEM2 (relacionada con procesos motivados por razones discursivas, la interpretación de la
“periferia izquierda” y las posiciones ‘criteriales’ de Rizzi, βίί4), una correlación entre los dos sistemas parece
seductora. De hecho, se ha sugerido que el ensamble externo corresponde a las posiciones licenciadas por la
estructura argumental (ensamble por sustitución) mientras que el ensamble interno (Move) podría responder a
requerimientos discursivos. Frente a la postura tradicional en GB de que las posiciones- se ocupan en E-P por
inserción léxica, Chomsky (2001: 8) sugiere que el movimiento a posiciones- no estaría vedado por principioέ
La interpretación temática sería relevante en el nivel FL, la interfaz con el sistema C-I. Chomsky (2001) adopta
una versión de la hipótesis configuracional de Hale y Keyser al sostener que “(…) theta-theoretic properties
depend in part on configuration and the semantic properties SEM(H) of the head (label). In the best case, they
depend on nothing else (…)”. Dado que las cuestiones de teoría temática son puramente configuracionales, no
hay nada en la teoría temática en sí que pueda causar agramaticalidad o no convergencia en las interfaces, sino
que, cuanto mucho, la expresión será “deviant”, anómala. La estructura (el Constructo) estaría determinada por
las propiedades semánticas del núcleo pertinente (SEM(H)) que reemplazarían a la selección-s de GB. Si estas
propiedades son relevantes en FL, entonces el ensamble externo estaría determinado por requerimientos de C-I.
Si bien Chomsky no prohíbe el movimiento a posiciones- , tampoco lo aplica, ya que el movimiento cíclico se
da a través de posiciones en la periferia de los núcleos de fase (especificadores múltiples) que son por principio
posiciones-θ´, ya que o bien no están requeridas por la estructura argumental del núcleo pertinente en el caso de
v (que requiere sólo a su especificador más interno) o bien el núcleo no tiene estructura argumental, como en el
caso de C. El problema de la propuesta de Chomsky es el status del concepto de “estructura argumental”έ σo se
especifica cómo se codifica, si es una propiedad de las raíces o de las categorías, si es un rasgo o una matriz, y
cuál es su pertinencia en la computación sintáctica y en la interpretación semántica.
2.5 Movement Theory of Control. Hornstein (2001, 2003) y Grohmann (2003, 2004):
Uno de los módulos del modelo GB era la Teoría del Control, que regulaba la aparición de la categoría vacía
PRO en cláusulas no finitas. PRO es [+ anafórico] y [+ pronominal] y comparte con las DPs la obligatoriedad de
tener Caso y rol- έ De hecho, la Teoría Temática fue una de las razones principales para la propia postulación de
PRO. Compárense los siguientes ejemplos (1.1.3.1):
11) John seemed/appeared/was likely to finish the work.
12) John wants/tries/hoped to finish the work.
17
En (11), el verbo principal no asigna rol temático, por lo que la posición de Sujeto que licencia no es una
posición- έ Por el contrario, el verbo subordinado es un asignador temático, por lo que licencia una posición- έ
Si las posiciones- se ocupan via lexical insertion en E-P, entonces es claro que el sujeto [John] no puede haber
surgido en la cláusula matriz sino en la subordinada, en una posición- έ δuego, para recibir Caso σominativo del
verbo finito [seem / appear], la DP se mueve dejando en su lugar de origen una huella en posición- coindizada
con ella, y se genera de este modo una cadena, (John, h) que tiene un solo rol-θ, respetándose así el Criterio
Temático.
Por otro lado, en (12) tenemos dos asignadores temáticos, el verbo principal y el subordinado. Si suponemos que
las posiciones temáticas deben ocuparse por lexical insertion, entonces el sujeto de [finish] debe ser una
categoría que se haya insertado en E-P en una posición-Aή , recibiendo rol- , pero sin rasgos fonéticosέ [John],
entonces, se insertaría directamente en la cláusula matriz en una posición- licenciada por el verbo [want]έ δa
categoría vacía en cuestión es PRO. Las estructuras relevantes, como ya vimos, son:
11´) Johni seems [hi to be sleeping]
12´) Johni wants [PROi to be sleeping]
PRO está controlado por el sujeto de la cláusula matriz, es decir, tiene sus mismos rasgos-φ y están coindizados
(es decir, son correferenciales), pero no forman una cadena. Mientras que las huellas están regidas (léxicamente
o por antecedente) y sus antecedentes aparecen en posiciones- ´, PRτ no puede aparecer en E-S en posición
regida y tanto PRO como su controlador se originan en posiciones- έ La diferencia entre ascenso y control sería
la diferencia entre Movement y Constructo respectivamente. De acuerdo con Hornstein (2003), PRO sería una
categoría motivada casi exclusivamente por la existencia de E-P y la aplicación del criterio temático en este
nivel. Una desventaja de la postulación de PRO es el requerimiento de formular un conjunto de principios para
establecer las condiciones de su interpretación, la Teoría del Control. Con la desaparición de E-P en el PM, y los
principios de economía como rectores no sólo de los procesos computacionales sino también de la indagación
gramatical11, la legitimidad de PRO como CV quedaría puesta en duda.
La existencia misma de PRO ha sido puesta en duda a partir de los artículos de Hornstein sobre las
estructuras de Control. Para él, la imposibilidad de movimiento a posición- estaba determinada en ύB por la
misma naturaleza de E-P, es decir, la expresión pura de las relaciones temáticas a partir de lexical insertion. Ya
que en el PM los niveles de E-P y -S han sido eliminados por tratarse de requerimientos internos a la teoría, la
prohibición del movimiento a posiciones- quedaría anulada y con ella, la legitimidad de PRO quedaría puesta
en tela de juicio. La misma distinción entre Movimiento y Constructo representa una complicación teórica que
debe eliminarse, de ser posible. Para Hornstein, esta eliminación se da a favor del Movimiento.
11
Mimimalismo sustantivo y metodológico, siguiendo a Martin & Uriagereka (2001)
18
En el primer PM, el movimiento está motivado por la necesidad de cotejar algún rasgo no interpretable. Por
ejemplo, una DP se mueve de su posición de ensamble en Spec-vP a Spec-TP para cotejar un rasgo de Caso en
una relación Spec-Head. En versiones posteriores del PM, la relación de cotejo es Sonda-meta, pero los rasgos
siguen siendo el motor del movimiento. Para Hornstein, el movimiento a posiciones- es posible si se aceptan
los siguientes principios (Hornstein, 2003: 22):
a) Theta roles are features
b) There is no upper bound on the number of theta features that a DP can have
c) Movement is Greedy
d) Greed is understood as “enlightened self-interest” [i.e, MOVE allows A to target K only if a feature of A
or K is checked by the operation (Hornstein, 2001), una version debilitada de Greed, que incluye la
formulación original y Suicidal Greed de manera tal que tanto la probe como el goal puedan motivar
movimiento]
Los roles temáticos son, en el modelo de Hornstein, rasgos de los predicados que una DP adquiere mediante
ensamble con un elemento [-N] (Hornstein parece tener en mente específicamente a los V, aunque hemos visto
que P es también un asignador temático, por lo que también tendría un rasgo temático no interpretable a cotejar).
Siendo rasgos, los roles temáticos pueden motivar movimiento, como de hecho ocurriría en las estructuras de
control. En estos casos, una DP adquiriría dos roles temáticos en el curso de la derivación, mediante ensamble
sucesivo con dos predicados cada uno de los cuales tendría un [ -feature]: la DP se movería por la necesidad de
cotejar roles temáticos tanto en A (la DP en cuestión) como en K (la CL con el rasgo temático), ya que el
Movimiento se rige por la versión debilitada de Avaricia (suicida). La estructura resultante sería:
13) John wants [John to be John sleeping]
-2
NomCase
-1
En este modelo, la distinción fundamental entre Teoría Temática y Teoría del Caso vigente en GB, basada en
el hecho de que el Caso es un rasgo y los roles temáticos no, sería eliminada. Hay, sí, una distinción esencial
entre Caso y Rol- μ el Caso se coteja en el dominio de una Cό, mientras que el rol se coteja en el ensamble con
una CL. Los dominios de cotejo de ambos tipos de rasgos son diferentes, lo cual será retomado en el modelo de
Grohmann, convirtiéndose en un pilar fundamental de la propuesta. Los rasgos, en el modelo de Hornstein, se
cotejan en configuraciones licenciadas por la estructura de frase (es decir, posiciones creadas mediante merge), y
no a distancia. El Movimiento es condición sine qua non para el cotejo, ya que crea las relaciones en las que se
descargan los roles. Ya que Ensamble genera dos tipos de relaciones, Spec-Head y Head-Compl, esto tiene
repercusiones sobre la teoría temáticaμ los roles “externos” (es decir, los roles asignados a los argumentos
19
externos) se descargan en una relación Spec-Head creada por Internal Merge en las estructuras consideradas,
mientras que los roles “internos” (asignados a los argumentos internos) se descargan en una relación HeadCompl, creada por External Merge.
Grohmann (2003, 2004) retoma la concepción de Hornstein en el marco de su propia propuesta de Dominios
Prolíficos (Prolific Domains). δos Dominios Prolíficos ΠΔ son partes de la derivación contextualmente
definidas compuestas por varias “capas”, que proporcionan información de distintas clases a las interfacesέ
Grohmann distingue tres dominios:
Dentro del dominio de V y sus proyecciones asociadas (vP, por ejemplo) se establecen las relaciones
temáticas, por lo que este dominio será denominado dominio-Θέ El dominio-Θ correspondería a la
SEM1 de Chomsky (2005).
Dentro del dominio de T y sus proyecciones asociadas (AgrS, AgrO) se licencian las propiedades de
concordancia, por lo que este dominio será denominado dominio-Φέ
Dentro del dominio de C y sus proyecciones asociadas (Force, Topic, Focus) se dan operaciones
discourse- driven, correspondientes a la SEM2 de Chomsky (2005). Este dominio será denominado
dominio-Ω.
El dominio que nos interesa puntualmente es el llamado “dominio- ”, en el que se asignan los roles temáticos.
Grohmann acepta la hipótesis de Hornstein de que los roles temáticos son rasgos, y pueden motivar movimiento.
Partiendo de la concepción tripartita de la cláusula, distingue tres tipos de movimiento:
a) Movimiento A cíclico: de dominio-Φ a dominio-Φ
b) Movimiento A´ cíclico: de dominio-Ω a dominio-Ω
c) Movimiento-Θ cíclico: de dominio-Θ a dominio-Θ.
El movimiento está limitado por dos condiciones: localidad y anti-localidad. La anti-localidad prohíbe el
movimiento dentro de un dominio prolífico, mientras que la localidad establece las posiciones posibles para el
ensamble interno.
Las condiciones de localidad son las pertinentes para nuestra argumentación. Según Grohmann, dos principios
se aplican, dependiendo del alcance del movimiento:
a) Intra-Clausal Movement: se da entre diferentes dominios dentro de una misma cláusula. Un objeto sólo
puede moverse al dominio prolífico inmediatamente dominante. La regla queda formulada como sigue
(Grohmann, 2004: 214):
20
Intra-Clausal Movement Generalization
[
Δ
XP … [αΔ … XP … ] ], where
>> α
Así, por ejemplo:
i) [CP What did [TP you did [AgrOP what [VP buy what]]]].
Dominio-Ω
Dominio-Φ
Dominio-Θ
b) Inter-Clausal Movement: se da entre dominios idénticos en cláusulas diferentes. Un objeto sólo puede
moverse de un dominio en una cláusula al mismo dominio de la cláusula destino. La regla queda
formulada como sigue (Grohmann, 2004: 215):
Inter-Clausal Movement Generalization
[αΔ XP … ‡ … [αΔ … XP … ] ], where ‡ = clause boundary
En estos términos, Grohmann reinterpreta la distinción raising-control. Los verbos de ascenso (como
seem/parecer), por no ser asignadores temáticos, carecerían de dominio-Θ pleno12, el cual sí estaría presente en
la cláusula subordinada. Por el contrario, en las estructuras de control habría un dominio-Θ tanto en la cláusula
matriz como en la subordinada. Analicemos primero las cláusulas de ascenso. Si el sujeto se genera en el
dominio-Θ de la subordinada, y tiene que ascender hasta la principal para recibir Caso, este movimiento debe
respetar localidad. Considerando que la cláusula principal tendría un dominio-Θ defectivo, el movimiento de Θ2
a Θ1 es imposible. Por lo tanto, el sujeto se mueve al dominio-Φ de la cláusula subordinada, siguiendo (a), y
luego al mismo dominio de la matriz, siguiendo (b). La estructura sería la siguiente:
14) [Φ1 John seems [Φ2 John to be [Θ2 John sleeping]]]
Por otro lado, en las estructuras de control contamos con dos dominios-Θ plenos, uno en la cláusula subordinada
y otro en la matriz13. Cada uno asigna un rol temático diferente a su argumento externo, pero nada impide que
una DP adquiera más de un rol temático mediante movimiento en el modelo de Grohmann, así como tampoco en
el de Hornsteinέ El movimiento de Θ a Φ en la subordinada no es necesario, ya que la principal cuenta con un
dominio-Θ propio. De hecho, sería agramatical mover la DP de Θ2 a Φ2 y a Φ1, ya que quedaría un rasgo
temático en el dominio-Θ de la principal sin cotejar. La posición de Spec-IP en el dominio-Φ queda así vacíaέ
Grohmann entiende por dominio-Θ pleno (full) a la estructura vP-VP. Un dominio defectivo tendría solamente VP.
Cabe preguntarse qué sucede si el verbo subordinado es inacusativo, ya que, por hipótesis, carecen de vP por lo que su
dominio-Θ sería defectivoμ ¿hay o no asignación temáticaςέ δa cuestión podría resolverse al considerar que los argumentos
en una estructura inacusativa son en realidad argumentos de P (figura y fondo), con lo que la presencia o ausencia de vP no
afectaría la estructura temática. PP, no obstante, no es considerada un Dominio Prolífico.
12
13
21
Dado que Grohmann no considera válida la propuesta de un rasgo EPP que requiere que la posición de Spec-TP
(IP) se ocupe por ensamble interno, la estructura quedará bien formada:
15) [Φ1 John [Θ1 John wants [Φ2 Ø to be [Θ2 John sleeping]]]]
El dominio-Θ en la cláusula matriz permite que una DP coteje un segundo rol temático. El movimiento con
motivaciones temáticas sigue el mismo principio de Avaricia debilitada de Hornstein: se produce sólo si un
rasgo de la sonda y/o del objetivo se coteja en el proceso.
Las propuestas de Grohmann y Hornstein permiten eliminar en una misma movida una categoría vacía (PRO) y
la teoría que regulaba su aparición, y reducir la oposición Movement-Constructo a mero Movement. No obstante,
vemos que el modelo funciona solamente si consideramos que un rasgo se coteja en una relación de Spec-Head o
de Head-Complement, al modo del primer PM (Chomsky, 1995). Resulta difícil ver cómo podría mantenerse la
propuesta sin cambios sustanciales adoptando la teoría de Sonda-Meta para el cotejo de rasgos, que considera a
Move como un epifenómeno, frecuentemente motivado por rasgos como el EPP en las CCFFCC (Chomsky,
1998, 2002).
Hay una diferencia sustancial entre la propuesta de Chomsky y la de Hornstein/Grohmann: si los rolesson rasgos, entonces, de no cotejarse, pueden ocasionar el colapso de la derivación, mientras que si son resultado
de relaciones configuracionales, una falla en el ámbito temático será consecuencia de una falla en otra esfera
(como por ejemplo la del Caso), y no generará agramaticalidad de por sí. Tanto Hornstein como Grohmann
prescinden del Criterio Temático, lo cual consideramos positivo, pero mantienen el concepto de “asignación” de
roles temáticos y su concepción como elementos sustantivos del sistema computacional, cosa que nosotros
cuestionaremos en la sección siguiente.
3. Una teoría sobre las relaciones temáticas:
La primera pregunta que debemos hacernos si queremos proponer una teoría sobre las relaciones
temáticas es qué son, cuál es su naturaleza. En este punto, coincidimos con Hale y Keyser en considerarlos
resultados de relaciones configuracionales, no un sistema autónomo con principios propios. No creemos, por lo
tanto, que sean rasgos, ya que esto implica una complicación de la teoría (la añadidura de elementos a las
representaciones y pasos derivacionales para manipularlos/computarlos) que no creemos que esté justificada. La
segunda pregunta es dónde (i.e, en qué módulo o punto de la derivación) son pertinentes las relaciones
temáticas. Nuestra respuesta es que son pertinentes en C-I, y sólo en C-I. Es decir, los roles temáticos no están
en la sintaxis en sentido estricto (C(HL)) porque no tienen ninguna injerencia en las computaciones sintácticas,
que son en este sentido ‘ciegas’ (ver también ύallego, βί1ί a este respecto, y Krivochen, 2011, 2012 para un
desarrollo en los mismos términos del presente trabajo).
22
Para justificar teóricamente nuestra hipótesis utilizaremos conceptos de la Teoría de la Relevancia (Sperber y
Wilson, 1995, 2003, Yus, 2010) y seguiremos los principios del Minimalismo metodológico, intentando eliminar
elementos superfluos de las representaciones y pasos superfluos de las derivaciones. Veremos, además, que
nuestra propuesta es compatible con otras desarrolladas fuera del paradigma generativo, en el marco del
Funcionalismo estadounidense (DeLancey, 2001). Por último, intentaremos poner a prueba la hipótesis con datos
filológicos tomados del sánscrito, latín y el griego clásicos.
3.1 Explicatura e interpretación semántica:
De acuerdo con TR, los hablantes codifican Formas Lógicas14, que son el output de la sintaxis,
representaciones conceptuales, abstractas, del significado (componencial) codificado. Esta representación
(sintáctico-semántica) constituye el input para el proceso inferencial, ya que es una representación incompleta,
que contiene variables referenciales y elementos ambiguos o no enriquecidos en contexto. Es muy importante
aclarar que no debe confundirse contenido codificado con contenido explícito, ya que, para TR, el contenido
explícito es resultado de un proceso inferencial, y recibe el nombre de explicatura. Las explicaturas son FL
enriquecidas, construidas a partir de varios procesos15:
Desambiguación de elementos
Asignación de referente a las variables referenciales
Enriquecimiento semántico (donde entra en juego el conocimiento de mundo, puede no estar “previsto”
por ninguna categoría gramatical –enriquecimiento libre–).
Al módulo inferencial llega como input una representación jerárquica y endocéntrica, en la que hay predicados y
argumentos posicionados de forma aparentemente significativa (Hale y Keyser, 1993, Mateu, 2000), y mediante
los procedimientos inferenciales mencionados arriba, este módulo construye una forma proposicional completa:
la explicatura. Esta representación de lo explícito es el primer paso en la interpretación. Dentro de las
explicaturas podemos encontrar dos tipos:
Proposicionales: las relacionadas con la asignación de referente y los procesos antes consignados. Las
CCFF D, T, v y Asp (un nodo en el cual habría rasgos de aspecto flexivo) participarían de la extracción
de este tipo de explicaturas. Las explicaturas proposicionales corresponderían a la SEM1 (thetaoriented) de Chomsky (2005).
Es muy importante no confundir este uso del término con el que tiene en Pε, donde expresa “aquellos aspectos de la
semántica que se expresan sintácticamente” (como el alcance relativo de ciertos cuantificadores, por ejemplo), de acuerdo
con Huang (1995). Es un nivel de interfaz, aquel que media entre la Facultad del Lenguaje y el sistema C-I.
15
El primer paso para la construcción de explicaturas es la decodificación, pero ésta no es inferencial.
14
23
De nivel superior: la información eventiva contenida en la explicatura proposicional es caracterizada
como un enunciado, al que se le imprime una determinada fuerza ilocucionaria, y en que se define la
actitud del hablante con respecto al contenido proposicional (en términos de Bally, modalidad, que
modifica al dictum). Las CCFF C (incluyendo todo el contenido de la periferia izquierda, Fuerza,
Tópico, Foco y Finitud) y Mod (modalidad) codificarían la información necesaria para extraer estos
contenidos. Las explicaturas de nivel superior estarían incluidas en la SEM2 (discourse-oriented) de
Chomsky (2005).
Para nuestro análisis de las relaciones temáticas son pertinentes sólo las explicaturas del primer tipo. La
hipótesis con la que nos manejaremos provisoriamente será la siguiente: los roles temáticos son sólo pertinentes
en un nivel inferencial, en la construcción de la explicatura, y no existen fuera de ese nivel. Son relaciones
configuracionales que se leen a partir de la estructura proposicional incompleta que llega a C-I.
Considerar la FL (en términos de TR) implica considerar todos los aspectos de la estructura sintáctica que
constituye el output de C(HL). Si tenemos en cuenta que sólo los elementos nominales pueden tener roles- ,
entonces hay que analizar todos los rasgos que afectan a los nominales. Nosotros trabajaremos, en un nivel local,
la relación entre roles temáticos y Caso en los nominales, en un nivel global, la relación entre los roles, el Caso
y el Constructo en el que estas expresiones nominales aparecen como argumentos.
3.2 Teoría Temática y Teoría del Caso
Desde GB se ha establecido una relación estrecha entre Teoría del Caso y Teoría Temática. Esta relación
fue formalizada en términos de la Condición de Visibilidad, según la cual un elemento es visible para el marcado
temático si y sólo si tiene Caso. Resulta útil en este punto volver a la primera definición de marcado-θ, a saber,
un V marca temáticamente una posición si la subcategoriza. Si tenemos en cuenta que no hay predicados que
subcategoricen más de 3 argumentos (uno externo y dos internos), entonces esto nos lleva a considerar sólo tres
posiciones-θ como máximo en una proyección. Un V puede subcategorizar 1, 2 o 3 argumentos, uno externo y
dos internos como máximo. En planteos más recientes, el argumento externo no está dentro del dominio de V
sino que es requerido por v, la proyección agentivo-causativa que domina a V en constructos inergativos y
(di)transitivos, y los argumentos internos son en realidad argumentos de P, no de V (que resulta un nodo
puramente “transicional”, ver Mateu, 2000, 2002). v tiene un primitivo semántico de [Causa] interpretable en FL,
así como también tendría un rasgo de Transitividad necesario para cotejar caso Acusativo con la DP más cercana
en su dominio de mando-c. Veremos más adelante que esto último (el proceso de cotejo) es en realidad
prescindible en una teoría fuertemente componencial. El primitivo semántico interpretable en V puede ser [GO],
24
dinámico, o [BE], estativo, pero V no toma argumentos. El nodo relacional P, por su parte, puede ser una
relación de coincidencia central [WITH] o terminal [TO], dependiendo de los elementos que se ubiquen en las
posiciones Spec-P y Compl-P. Tenemos, entonces, las tres posiciones temáticas posibles en el siguiente
diagrama arbóreo (que utilizamos solamente para propósitos expositivos):
16)
vP
v´
1
[CAUSA]
VP
[GO/BE]
PP
2
P´
[WITH] / [TO]
3
La opción óptima parece ser considerar un rol temático por posición temática (i.e., licenciada por un predicado).
Seguimos la propuesta de De Lancey (2001) de proponer tres roles temáticos, en nuestros términos, Iniciador,
Tema y Locación. Provisoriamente, Iniciador estaría asignado a la posición
y Locación (correspondiente a fondo) varían entre
2
y
3 dependiendo
coincidencia central o terminal. Si P es central, entonces
2
1,
Tema (correspondiente a figura)
de la naturaleza del núcleo P,
será όondo y
3,
Figura, mientras que si P es
terminal, será a la inversa.
En este punto surge la pregunta de cómo dar cuenta de la multiplicidad de roles posibles, que han sido sugeridos
en la bibliografía sobre el tema. Es decir, cómo podemos dar cuenta de la diferencia entre Fuente, Locación y
Meta, diferencia que parece surgir en la consideración de ejemplos concretos. En nuestra propuesta, esto se
resuelve fácilmente tomando en cuenta las operaciones involucradas en la extracción de la explicatura. El último
paso en la extracción es el enriquecimiento semántico, una serie de refinamientos sobre la información contenida
en la FL que depende del conocimiento de mundo y del contexto que se haya seleccionado para la computación
de la oración que estemos considerando (que, en última instancia, es un subconjunto del conocimiento total del
mundo), ambos de naturaleza proposicional. En este marco, nuestra propuesta es la siguiente: los roles temáticos
son como “esferas”, que se definen e interpretan en el ámbito de las proyecciones de determinadas categorías
funcionales/procedimentales CCFF/PP (ver Escandell & Leonetti, 2000 para un desarrollo respecto de la
identificación de estos conjuntos)έ σo hay más “esferas” que las tres que hemos mencionado (Iniciador, Tema y
Locación), aunque, dentro de esas esferas, puedan hacerse refinamientos, distinciones que son inferenciales, en
25
la etapa del enriquecimiento semántico de la construcción de la explicatura, posiblemente en paralelo a la
construcción de la/s implicatura/s:
Force se encuentra en la esfera de Iniciador
Percept (“entidad percibida”), en la esfera de Tema
Source, Path, Goal, Experiencer (ver De Lancey, 2001), en la esfera de Locación.
Antes de continuar, creemos prudente señalar que, si bien la FL es una configuración sintáctica con
determinados nodos y determinados rasgos, y establece la opción más accesible para la satisfacción de las
expectativas de relevancia, no es la única. Como se sostiene en Krivochen (2010), la sintaxis pre-sub-determina
la inferencia. La predetermina porque no puede inferirse aquello para lo que la sintaxis no provee instrucciones
(por medio de categorías procedimentales), y la subdetermina porque la inferencia resulta de un enriquecimiento
de la FL, en tanto ésta representa una forma proposicional incompleta. El módulo inferencial, entonces, puede
efectuar ciertos “cambios”, preferir una opción (un “efecto cognitivo”) menos accesible si la primera en orden de
accesibilidad no lleva a la relevancia óptima (ver también Carston, 1998, para una comparación de este
mecanismo de filtrado con la Condición de Eslabón Mínimo del primer Minimalismo). Con esto queremos decir
que, si bien tenemos tres posiciones- y tres roles- que parecen corresponder con regularidad a esas posiciones,
no creemos prudente determinar estipulativamente que hay una relación determinística entre posición y rol
asignado, ya que hay tipos de verbos bastante problemáticos a este respecto (por ejemplo, los verbos
psicológicos). Por lo pronto, preferimos manejarnos con la versión débil de la hipótesis que se ha esbozado
arriba, que luego enriqueceremos.
En cuanto a la relación entre roles- y Caso, partiremos de un fragmento de De δancey (βίί1, δecture γ)μ
“(…) suppose we could demonstrate that there are, say, exactly x universal semantic roles which can occur as
core arguments in a clause in human language. The most obvious language design would have x case markers,
one for each underlying role; every argument would simply be marked for its semantic role, which could then be
read directly off the surface morphosyntax (…)” El destacado es nuestro.
El Caso es el resultado de la relación local entre un argumento y una CF, siguiendo los supuestos minimalistas.
La FL que llega como input al módulo inferencial tiene argumentos ‘marcados’ con roles temáticos, a cada uno
de los cuales, siguiendo a De Lancey, correspondería una marca morfológica (que puede ser Ø) que materializa
este marcado, con la posibilidad de materializar los refinamientos temáticos dependiendo de la disponibilidad de
ítems morfológicos en una lengua L. Seguimos a De Lancey en considerar que la opción óptima de diseño del
lenguaje tendría un Caso por cada Rol, por lo que nos manejaremos con un sistema de tres Casos, también
estructurados como “esferas”έ Estos Casos subyacentes y universales serían Nominativo, Acusativo y Dativo,
nombres que mantenemos por cuestiones de comodidad, pero en realidad podríamos hablar de un Caso Iniciador
26
(Agente / Fuerza), un Caso Tema y un Caso Locación (con sus variantes de coincidencia terminal y central),
independientemente de las posibilidades de realización morfológica en cada lengua. Las correlaciones, entonces,
serían:
Nominativo – Iniciador, externo al proceso y causante del mismo. En construcciones no-causadas
(inacusativas, ergativas), el nominativo morfológico marca lo que semánticamente es un Tema.
Acusativo – Tema, limitación del evento denotado por el V, en términos de telicidad (Bosque &
Gutiérrez Rexach, 2008) o de entidad término de un movimiento (complementos quo en latín)
Dativo – Locación (concreta o abstracta)
Si bien consideramos que los casos y los roles son universales, lo que varía interlingüísticamente es (a) las
posibilidades de inserción léxica, es decir, la disponibilidad de ítems que puedan expresar morfológicamente las
diferencias o refinamientos semánticos y (b) el carácter más o menos subespecificado (distribucionalmente) de
cada Caso. Veremos esto en detalle más adelante. Es importante establecer una distinción entre Caso y rol
temático, pese a las correspondencias que hemos establecido. El Caso de un nominal sería, en el Minimalismo
tradicional, un rasgo con pertinencia en el espacio de trabajo, resultado, aparentemente, del cotejo de un rasgo
no valuado en un nodo funcional16. Los roles temáticos, desde nuestra perspectiva, no son rasgos (a diferencia de
la propuesta de Hornstein / Grohmann), y por ende no motivan movimiento: el rol temático es una función
semántica que se lee a partir de tres factores:
1. El Constructo subyacente, es decir, la Estructura Semántica Relacional (ESR) abstracta, que se ha
generado en la instancia pre-sintáctica de C-I agrupando elementos primitivos conceptuales mediante
procedimientos sintácticos (en un sentido amplio17). Este Constructo es un conjunto de instrucciones
presentadas en un formato legible para la sintaxis (es decir, respetando binariedad, endocentrismo y
ramificación binaria). La posición de un argumento en la ESR es parte de lo que determinará a qué
esfera temática pertenecerá como primera opción en accesibilidad para la inferencia.
16
Para Pesetsky y Torrego (2004, 2007), el Caso es visto como un rasgo de T no valuado en el nominal, lo que requiere dos
proyecciones de T para el cotejo de los casos estructurales: T S para el Nominativo y TO para el Acusativo. Nosotros
consideramos que estas proyecciones de T son reminiscentes de las Agr-projections vigentes en el GB tardío y eliminadas
por Chomsky (1995) mediante el argumento de que estas proyecciones serían meros receptáculos de rasgos-φ sin
motivación en las interfaces. Si bien creemos que T S puede ser la proyección que albergue los rasgos de Tense, no queda
clara la justificación de TO en términos de interfaz.
17
El concepto de sintaxis en sentido amplio se maneja en Krivochen (2011, et seq.) como un mecanismo generativo capaz
de combinar símbolos. El componente computacional de la Facultad del lenguaje se entiende como una sintaxis en sentido
restringido.
27
2. El Caso (abstracto) que haya sido “asignado” al nominal en cuestión, en nuestros términos, Nominativo,
Acusativo o Dativo, por mantener los rótulos tradicionales. El problema del Caso será analizado más
adelante.
3. La Materialización, entendida en dos sentidos:
a) Por un lado, los morfemas de Caso que se manifiesten en los nominales, en las lenguas que cuenten
con inflexión casual rica (por tanto, capaz de materializar distinciones más finas entre los roles).
b) Por el otro, la posición del argumento en la estructura linealizada, particularmente en aquellas
lenguas que presenten un orden de palabras más bien fijo.
Puede surgir una objeción a nuestra concepción del Caso, derivada de la de De Lancey, a partir de la variedad
interlingüística en cuanto a la riqueza de la morfología casual. Se dice que el sánscrito, por ejemplo, tenía 8
casos, es decir, 8 morfemas que expresaban distinciones casuales, el latín tenía 6 y el griego antiguo, 5. Nosotros
proponemos subsumir la aparente variedad a los tres Casos subyacentes: Nominativo, Acusativo y Dativo. Así,
por ejemplo, la contribución a la explicatura que hacía el caso Locativo del Sánscrito pasó a hacerla mayormente
el Ablativo en Latín y se repartió entre Dativo y Genitivo (y, en algunos casos, el Acusativo) en Griego. Pese a
los procesos históricos que afectaron la morfología (i.e, la disponibilidad de ítems para insertar en los nodos
terminales), las distinciones semánticas permanecieron intactas, ya que la FL llega como input al sistema
inferencial con DPs en una relación local con determinadas CCPP y las distinciones más finas quedan a cargo de
procesos de enriquecimiento semántico. Suponer que realmente existieron 8 casos implica suponer, desde una
perspectiva generativa, que había 8 categorías funcionales-procedimentales encargadas de asignar esos casos, y
por consiguiente 8 roles temáticos correlacionados con esos casos, siguiendo la propuesta de De Lancey.
Además de a la indeseable proliferación de CCFF, esto lleva a una complicación del aparato explicativo: con
nuestro sistema, bastan 3 CCFF/PP (T, v y P) para licenciar los Casos, y con tres constructos posibles (el
inergativo, el inacusativo y el transitivo) como punto de partida semántico-pragmático, podemos dar cuenta del
comportamiento de una gran cantidad de construcciones con el mínimo uso de nociones estipulativas. En cuanto
a la variedad de Materialización, podemos atribuirla a la riqueza de la Lista B de una determinada lengua, lo cual
no restringe la combinación de nodos en la sintaxis (aunque sí, aparentemente, su configuración. Ver Halle y
Marantz, 1993 y Krivochen, 2012). El hecho de que una lengua no cuente con ítems de vocabulario que
diferencien Instrumental de Locativo no quiere decir que no puedan realizarse estas distinciones semánticas en la
construcción de la explicatura. Volveremos sobre la variedad de los casos más adelante.
Tenemos, entonces, tres grandes áreas casuales, y realizaciones que, invariablemente, pertenecerán a una
de las tres, o a las interfaces entre ellas. δos distintos “usos de los casos” son resultado de la componencialidad,
aplicada siempre en un nivel local: el nivel de fase.
28
El diagrama de los Casos tendría la siguiente forma:
Dativo
Acusativo
Nominativo
En este sistema, los usos más puros (más primitivos) de los otros casos en el sistema más rico (el sánscrito) se
describirían de la siguiente manera:
Locativo, Ablativo: esfera del Dativo (las variantes de la Locación son cubiertas por el Dativo, un claro ejemplo
es el llamado “Dativo Posesivo” en latínμ Domus est mihiDAT. (Lit. La casa existe en mi [haber], “δa casa es mía,
tengo una casa”))
Genitivo: por ahora, lo ubicaremos en la esfera del Nominativo (de acuerdo a las gramáticas tradicionales, su
función corresponde a la CL Adjetivo, aparece siempre en el ámbito de un nominal y establece, en los usos
paradigmáticos, la relación existente entre dos entidades –ej: posesión-. Los llamados genitivos subjetivos y
objetivos, dependientes de nominalizaciones, no son la excepción, aunque aquí se conceptualiza la relación entre
un nominal, semánticamente agente o paciente y un evento categorizado como un nominal). Más adelante
revisaremos esta clasificación profundamente, en términos localistas.
Instrumental: esfera del Acusativo (en los usos paradigmáticos, denota un instrumento, un tema que se mueve en
general, en posición de figura en la PP).
Vemos que las esferas se tocan en algunos puntos, estos puntos son aquellos usos “anómalos” de los Casos,
donde un Caso aparece en la posición que en construcciones “no marcadas” ocupa otro, o bien recibe la
interpretación que es la que corresponde nuclearmente a otro. Nosotros creemos poder explicar estos usos
mediante la apelación a la componencialidad en la sintaxis y al proceso de enriquecimiento en la inferencia. Para
nosotros, estos usos anómalos son “usos intersectivos”έ Esto es, son usos que ubicaríamos en el diagrama en los
puntos de contacto entre las esferas casuales. Algunos ejemplos (ρ = “se interpreta como / aparece en lugar de”)μ
29
Acusativo > Dativo: el acusativo expresa locación en tiempo o espacio (i y ii), o bien meta de un movimiento
(iii).
i)
Acusativo de Dirección:
Latín: Eo RomamACC (δitέ Voy Roma “Voy aήhacia Roma”)
Sánscrito: grāmamACC gacchāmi (δitέ Pueblo voy “Voy al pueblo”)
Polacoμ idę na pocztęACC “Voy a la oficina de correos”, idź po niegoACC “Voy por él” (a
buscarlo)
ii)
Acusativo Temporal:
Latín: Complementos quamdiu (cuánto dura un estado o acción, durante cuánto tiempo se
mantiene: Urbs Troia a Graecis decem annosACC oppugnabatur. Nótese el imperfecto pasivo,
que facilita la interpretación del acusativo temporal), quamdudum (desde cuándo se
mantiene un evento: Mithridates annum iam tertium et viscesimumACC regnat. Cic. Pomp., 7.
Aquí, la imperfectividad está dada por el presente [regnat]), a quo tempore (hace cuánto se
produjo un evento: Demostenes abhinc annosACC prope trecentosACC fuit. Cic, De Div. 2,
118), etc. .
iii)
“Doble acusativo” en construcciones ditransitivas: tradicionalmente denominados “acusativo de
cosa” y “acusativo de persona”, están dentro del ámbito de la PP, como Theme y Goal.
Latín: HocACC teACC vehementer rogo (Cic. Ad Fam. XIII); confrontar con De his rebusABL
CaesaremACC docent (Cic. Verr. I, 86). Ver apunte sobre Tipología.
Griego: Ł Ł Ń ω ńο
παîŁα ń
α
αń
[didáskō toús paîdasACC tḗn
grammatikḗnACC] (δitέ Enseño los niños gramática “Enseño ύramática a los niños”).
Sánscrito: rājānamACC vacanamACC abravīt (δitέ rey unas palabras dijo “Dijo unas palabras
al rey”)
Acusativo > Nominativo: el acusativo aparece como sujeto léxicamente realizado de la cláusula no flexionada.
La alternancia con el Nominativo se da en algunas lenguas (ver nota 11).
i)
Construcciones ECM (Exceptional Case Marking):
Inglés: I want [themACC to come]
30
Latín: Video [teACC venire] (δitέ veo te venir, “Te veo venir”)18
Griego:
ł Ńł ἐ łî [légei [seACC eltheînINF]] (Lit. dice te haber venido –infinitivo aoristo
activo- “Dice que tú has venido”)
Polaco: Widzę cięACC spiącegoέ (“Te veo durmiendo”)
Dativo > Nominativo: el dativo aparece en posición de sujeto en la forma materializada. No hay movimiento a
Spec-TP para cotejar rasgos del elemento movido, ya que, de acuerdo al generativismo “tradicional”, el Dativo
es un Caso Inherente que se asigna en E-P mediante marcado-l.
i)
Construcciones de “Caso caprichoso” (Quirky case):
Islandés: HenniDAT leiddust ϸeirNOM (δitέ ella aburrieron ellos “Ellos la aburrieron”)
MerDAT ϸótti [MariaNOM vera garfuđ] (δitέ a mí parece εaría ser inteligente “εaría
me parece ser inteligente”)
Polaco: MariiDAT znudziła się pracaNOMέ (“εaría se aburre con el trabajo”)
JanowiDAT podoba się we Włoszechέ (“A Juan le gusta Italia”)
De los ejemplos anteriores podríamos extraer que el Nominativo es el Caso por excelencia, aquél cuya
asignación está más condicionada y por tanto es más reacio a aparecer con usos de interfaz. Por el contrario, el
Acusativo y el Dativo parecen ser más versátiles, y aparecer en mayor variedad de contextos. La disponibilidad
de determinados Casos para ocupar determinadas posiciones parece variar interlingüísticamente, por lo que
estamos frente a un fenómeno a analizar desde una perspectiva comparativa.
Sabemos que, para que un elemento ocupe una determinada posición, esa posición debe estar licenciada
por otro elemento (una categoría funcional-procedimental) y el elemento debe tener los rasgos requeridos por el
nodo terminal en cuestión. No obstante, frecuentemente los elementos no tienen todos los rasgos requeridos por
un nodo, por lo que hablamos de Subespecificación. Cuanto más subespecificado esté un elemento (es decir,
cuanto más “general” sea su matriz de rasgos), mayor será la variedad de contextos en los que podrá aparecer, ya
que menos restricciones se aplicarán a él. Como contrapartida, los elementos altamente subespecificados sólo
pueden insertarse si no hay un elemento más especificado respecto del nodo terminal. La inserción se da, como
se sostiene en Morfología Distribuida, por la competencia entre los distintos ítems que podrían ocupar una
posición, seleccionándose en orden de especificación. El principio subyacente podría expresarse de la siguiente
manera (Embick y Noyer, 2004: 7):
18
Existe en latín una construcción menos común, en la que el sujeto realizado léxicamente en una cláusula infinitiva lleva
caso σominativo (“nominativo concertado”), con los llamados “infinitivos históricos”έ
31
Subset Principle: The phonological exponent of a Vocabulary Item is inserted into a position
if the item matches all or a subset of the features specified in that position. Insertion does
not take place if the Vocabulary Item contains features not present in the morpheme. Where
several Vocabulary Items meet the conditions for insertion, the item matching the greatest
number of features specified in the terminal morpheme must be chosen.
Los elementos de la Lista B contendrían, además de la información fonológica propiamente dicha, información
distribucional, que establece en qué contextos puede insertarse ese ítem. Nosotros haremos extensivo el Subset
Principle al licenciamiento de todas las categorías, es decir, la aparición de un elemento en una posición, en
cualquier nivel, requiere que el elemento esté de alguna manera especificado respecto de los rasgos de la
posición a ocupar.
En cuanto a los Casos, no estaríamos hablando de un rasgo sino de matrices de rasgos, cuya combinatoria daría
como resultado lo que llamamos un Caso. Esta es la propuesta de Halle (1997) de la descomposición de los
Casos latinos en matrices de rasgos:
NOM
OBLIQUE
STRUCTURAL +
SUPERIOR +
ACC
+
-
GEN
+
+
-
DAT
+
+
+
ABL
+
+
Nosotros tomamos solamente Nom, Acc y Dat, y consideramos a los otros como subsumidos a una de estas tres
esferas. La composición de los Casos, no obstante, no puede limitarse a esta propuesta de Halle (si es que la
propuesta es válida en un principio), ya que no da cuenta de la diferencia interlingüística en el espectro que cubre
cada Caso. Por ejemplo, en variedades estándar de español, Acusativo y Dativo están bien definidos en la
mayoría de los casos, y sus distribuciones no son libremente intercambiables19. El inglés, por el contrario,
contaría con un Caso Objetivo, opuesto como una unidad a la esfera del Nominativo, sin mayores distinciones
internas. En nuestros términos, en realidad, tendríamos un Acusativo y un Dativo sumamente subespecificados,
sin distinción morfológica visible, subsumidos a este Objetivo sólo en un nivel superficial. Esta
Subespecificación es la que permite que el sistema se organice en torno a una marcada oposición entre la esfera
del Nominativo y la esfera del No-Nominativo, no necesariamente marcada por un rasgo de Transitividad. Una
prueba de esto es la libertad con la que el inglés permite la formación de pasivas. Compárense los siguientes
ejemplos:
17) No one has ever slept in this bed (verbo inergativo, no hay [Tr.], con una PP adjunta)
1ι’) This bed has never been slept on
19
Dejaremos a un lado las cuestiones como el leísmo en el análisis de los ejemplos. Creemos, sin embargo, que no resultan
del todo problemáticos para nuestra propuesta, la Subespecificación de los Casos podría variar intralingüísticamente.
32
18) John saw Mary at the party (verbo transitivo, [Mary] tendría caso Acusativo)
1κ’) Mary was seen at the party
19) John sent a book to Mary (verbo ditransitivo, locativo. El uso de la DOC no modifica la posibilidad de
pasivización)
1λ’) Mary was sent a book
1λ’’) A book was sent to Mary
En español, por el contrario, la presencia de un primitivo causa (con su correspondiente argumento iniciador) y
de un argumento tema son condiciones necesaria para la pasivización, ya que hay más restricciones que
determinan que el elemento que se inserte en cada caso tenga más rasgos coincidentes con los del nodo terminal.
Volvamos a los 8 casos del sánscrito. Podemos preguntarnos cuán especificados estaban, si tenían
distribución invariablemente complementaria o si había un cierto grado de Subespecificación. Aparentemente, la
“superposición” entre los usos de los casos se daba también en este sistema con variadas posibilidades
morfológicas para distinciones casuales. De acuerdo con Rollié (2009: 31):
“[En sánscrito] la relación casual es extremadamente libre, es decir que muchas veces un caso comparte su campo
de significación con otros: la causa es expresada a la vez por el instrumental y por el ablativo, además de por
diferentes perífrasis; el complemento partitivo puede aparecer en genitivo, ablativo o locativo; el objeto indirecto,
en dativo, genitivo o locativo, etc. (…)”
Esto nos lleva a pensar que mayor disponibilidad de ítems en la lista B no es igual a mayor especificación de
estos ítems, sino que la cuestión es mucho más componencial. Comparemos la declinación del pronombre
personal de primera persona en singular en las lenguas que hemos estado mencionando, a título ilustrativo:
Nominativo
Acusativo
Dativo
Genitivo
Ablativo
Locativo
Instrumental
Sánscrito
aham
mām / mā
mahyam / me
mama / me
mat
mayi
mayā
Griego
ἐ ώ
(ἐ)
(ἐ) oî
(ἐ) οû
Latín
ego
mē
mihi
mei
mē
*
Español
yo
me
me
mí, mío
Inglés
I
me
me
my, mine
*[Nota: el latín clásico mantenía, como un remanente de la época arcaica, el caso Locativo en algunas palabras
de primera, segunda, tercera y cuarta declinación. Morfológicamente, se materializaba como la desinencia –i,
33
que en primera declinación evolucionó en –ae. Era muy frecuente su uso con el nombre de ciudades (Romae,
Corinthi), aunque también se usaba con otros nominales (domi –casa-, vesperi –el Lucero-, etc.)]
Se habrá notado la ausencia de las formas mí-migo, correspondientes al llamado Caso Oblicuo, en el cuadro
anterior. Históricamente, estas formas no pertenecen a un Caso aparte, sino que son derivaciones de una forma
del ablativo latino utilizada para el llamado “complemento circunstancial de compañía” en la gramática
tradicional. La forma original utilizaba un compuesto de pronombre en ablativo con preposición pospuesta,
mecum, tecum, secum. Posteriormente, el valor semántico de la “posposición” fue perdiéndose (ya no se la
percibía como preposición), por lo que se agregó nuevamente la preposición, esta vez antepuesta, quedando cum
mecum, que por cambios fonéticos derivó en la forma moderna conmigo, etc. Esta forma fue subespecificándose
de forma tal que el llamado oblicuo no se limita a las PPs con [PP con + DP] sino que tiene una distribución más
amplia y posibilidades de materialización más ricas (es decir, hay competencia entre más elementos de la Lista B
en el momento de la inserción léxica), que dependen, por ejemplo, de factores contextuales. No creemos
necesaria la introducción de un nuevo rótulo de Caso, dado el origen histórico de la forma. El Oblicuo, de
acuerdo a las caracterizaciones generativistas, estaría regido por P, lo cual está registrado en el origen de las
formas modernas prototípicas, P + (Prn + P).
3.3 Caso inherente y Caso estructural. Una revisión:
La teoría del Caso en GB distinguía dos tipos de Caso: inherente y estructural. El caso inherente se asigna en EP siguiendo la llamada “Condición de Uniformidad” (δagunilla y Anula Rebollo, 1λλημ 1θκ)μ
Si α es un asignador de caso inherente, entonces asigna caso a un SN ssi α marca temáticamente a β
Es decir, en el Caso inherente, el asignador de caso y el de rol- coincidenέ Estos Casos se asignan en E-P, pero
se materializan en E-S. Ejemplos de asignadores de caso inherente son P, A y N deverbales, los casos resultantes
son ύenitivo (incluyendo a los llamados “genitivo subjetivo” y “genitivo objetivo”) y Dativoέ Por otro lado, el
Caso estructural es un caso que se asigna en E-S en posición de Spec- de una CF con rasgos-φ (en un ύB
tardío, proyecciones de Concordancia de Sujeto y Objeto AgrS y AgrO). Estos casos se asignan por cotejo, por
lo que no pueden asignarse en E-P, sino que se materializan directamente en E-S. Casos estructurales son
Nominativo (correspondiente a AgrS) y Acusativo (correspondiente a AgrO).
La diferenciación entre los dos tipos de Caso abstracto dependía esencialmente de la existencia de los dos
niveles E-P y E-S. Una vez eliminados estos niveles (Chomsky, 1995), la distinción entre estos tipos de Caso
queda puesta en tela de juicio. Nosotros abogaremos por una uniformidad en la asignación de los casos,
mediante licenciamiento de interpretaciones temáticas y materializaciones casuales en elementos nominales por
parte de núcleos funcionales que necesariamente deben tener rasgos interpretables en las interfaces, para no
34
violar el PIP. A partir de nuestro sistema de tres Casos estructurados como esferas, podemos aspirar a una
simplificación del sistema y de la teoría. El Caso es tan configuracional como cualquier otro ‘rasgo’ de la
sintaxis, definiéndose por la posición de un elemento que contiene potencialidades de interpretación en un
Constructo sintáctico-semántico, que se ensambla por fases y que accede a las interfaces en “cascadas”
(Uriagereka, 1999), definidas como unidades semánticamente mínimas y sintácticamente máximas. La
“asignación” de Caso, al contrario que en las versiones estándar de un GB tardío (y el primer PM) no requiere
movimiento, sino solamente posicionamiento en la estructura, siguiendo la idea configuracional de Hale y Keyser
(1993, 1997). Para nosotros, el Caso se lee en la interfaz morfo-fonológica a partir de una relación local de
licenciamiento de rasgos en el ámbito de determinadas CCFF. Un intento de formalización podría tomar como
punto de partida la propuesta de Rizzi (2004):
Feature K is licensed (checked, valued…) on (H, XP) only if:
i)
XP is a Minimal Configuration with H and,
ii)
C-command holds
Minimal Configuration debe entenderse como un requerimiento de Localidad: entre H y XP (en este caso) no
debe mediar ningún “rector potencial” que pueda entrar en relación con XP: ningún núcleo, en el caso que nos
interesa, que sea capaz de licenciar un rasgo en XP. El planteo de Rizzi sería el principio que subyacería a la
variación interlingüística respecto de la (sub)especificación de los casos, que dependería, entre otras cosas, de los
rasgos de los núcleos pertinentes y la posibilidad de inserción de ítems de vocabulario en los nodos terminales.
Consideramos que nuestra propuesta podría ser “más minimalista” que la versión del cotejo de los rasgos de
Caso ya que ésta requiere rasgos no valuados en el nodo funcional que actúen sonda y una dimensión idéntica en
el objetivo (en el sistema de Pesetsky y Torrego, la dimensión pertinente sería T, valuada en T 0 y no valuada en
D). El Movimiento podría llegar a ser un epifenómeno, incluso, motivado exclusivamente por requerimientos de
rasgos procedimentales de tópico o tema (ascenso del elemento que debe interpretarse como tema, ver Krivochen
& Kosta, 2013), sin injerencia alguna en el componente computacional pero sí en las interfaces. Ilustremos con
un diagrama arbóreo, manteniendo la estructura más o menos unánimemente aceptada en el PM (seguimos a
Mateu, 2002 en la estructura de la PP):
35
20)
TP
DP
T´
[Nom]
T
vP
DP
v´
[CAUSE]
[Tr.]
VP
[EVENT]
DP
PP
P´
[Acc]
[TO / WITH]
DP
[Dat]
En español, por ejemplo, parece que un nodo T con rasgos interpretables20 licencia la esfera del
Nominativo en la DP más cercana en su dominio, por otro lado, el grado de especificación de Dativo y
Acusativo establece algunas diferencias para su licenciamiento. La esfera del Acusativo (en especial los casos
más representativos) se licencia en la periferia de P, bajo el alcance de v(*), mientras que la esfera Dativo se
licenciaría en posición de complemento de P, sólo bajo su alcance. En inglés, por otra parte, las esferas del
Dativo y el Acusativo están más subespecificadas, por lo que las condiciones de licenciamiento serían más laxas,
similares para uno y otro (ver, por ejemplo, el caso de las construcciones de “doble objeto”). Esta es meramente
una propuesta provisional, pero si resulta de algún modo acertada, significaría eliminar el proceso de cotejo (y
valuación, etc.) en favor del de licenciamiento, en consonancia con nuestra idea general de una sintaxis
fuertemente componencial y guiada por la semántica, en lugar de ser un sistema autónomo dependiente de
operaciones sobre rasgos. Obviamente, el requerimiento de c-command vale exclusivamente para aquellas
propuestas que consideran una ontología de árboles como representaciones mentales. De otro modo, tenemos
que hablar de accesibilidad relativa, en términos de dominios locales definidos no en términos metafóricos de
teoría de grafos, sino como dominios informacionales definidos en la medida en que una estructura sea
interpretada por el sistema semántico.
La siguiente pregunta sería si realmente el Caso es relevante en la sintaxis. Aparentemente, según el PM estándar
si no se valúan los rasgos de Caso en los nominales a partir de los rasgos de los nodos funcionales, la derivación
20
En cuanto al requerimiento de finitud de T para el licenciamiento de NOM, que se seguiría de las propuestas
chomskyanas, creemos que no es solamente esa la dimensión pertinente. De hecho, en latín, el sujeto de una forma no finita
podía estar realizado léxicamente y tener caso Nominativo, aunque la construcción era bastante infrecuente.
36
colapsa en las interfaces, ya que los rasgos no valuados son no interpretables. Podemos preguntarnos si
realmente el Caso es en sí pertinente al Componente Computacional o lo es exclusivamente a nivel de la
Explicatura, como una marca existente en la FL (el input del módulo inferencial) a partir del Constructo (en
términos de Hornstein) estableciendo a nivel formal las funciones de los argumentos en el evento, una
contrapartida formal del rol temático. Nuestra respuesta es que el Caso es pertinente sólo a la construcción de la
forma proposicional completa, pero no a los procesos de la sintaxis en sentido restringido. Si esto es realmente
así, implicaría que el Caso es una dimensión procedimental, con una semántica pertinente para la construcción
de la explicatura, en la medida en que la morfología casual actúa como una ‘pista’ para que el receptor del
mensaje reconstruya la forma proposicional completa. De acuerdo con Chomsky (2004), una “falla” en el cotejo
de Caso traería aparejada la no convergencia, mientras que una falla de naturaleza Temática lleva a una
“desviación”, pero no al colapso en las interfaces, con lo que se plantea una simetría entre los dos sistemas.
Nosotros propondremos una solución tentativa: el Filtro de Caso de GB está actualmente subsumido al PIP, ya
que un elemento sin Caso no es interpretable en las interfaces, así como tampoco es interpretable un elemento
sin rol temático21έ Por otro lado, un elemento que “no es capaz de recibir un determinado rol” por cuestiones de
selección-s (en términos de GB, por supuesto), representa un símbolo anómalo en la representación, pero puede
recibir una interpretación, por “desviada” (deviant) que ésta sea. La relevancia óptima, claro está, difícilmente
pueda alcanzarse, pero eso está fuera del ámbito de la sintaxis. Las diferencias se ven claramente en los
siguientes ejemplos:
21) ? El jardín juega alegremente
22) *Juan trabajó un regalo
En el primer caso, el sujeto no puede interpretarse como Agente por cuestiones que en GB estaban subsumidas a
la selección-s, no obstante, en un modelo más configuracional, (21) sería una mera anomalía a nivel de la
explicatura, pero no de la sintaxis. En (22) hay una violación del PIP, que a la vez está relacionada con la
llamada “Estructura Argumental” del predicado en cuestión [trabajar], que no licencia una posición para un
argumento interno a menos que se trate de un objeto cognado. En los términos en los que nos interesa analizar
este ejemplo, habría un elemento no licenciado en el Constructo, sin rol temático ni caso. Por lo tanto, es
absolutamente superfluo y la derivación colapsa por contener un símbolo no interpretable.
3.3.1
Una nota sobre el Genitivo:
El Genitivo se postula provisoriamente como el caso intersectivo por excelencia, ya que podemos pensar que sus
distintos usos pertenecen a distintas esferas. Podríamos proponer de manera tentativa que pertenece mayormente
21
Recuperando así la intuición de Vergnaud en su carta a Chomsky & δasnik, luego formalizada en el “όiltro de Caso”έ
37
a la esfera del Nominativo, ya que su uso paradigmático relacionaría dos nominales, o un nominal y un adjetivo,
de diferentes formas a nivel semántico:
a) Posesión (material):
i)
Sánscrito: Damayantyās svayaṃbaras (Lit. la elección de Damayanti)
ii)
Latín: id est domusNOM regisGEN (δitέ ésta es casa del rey “Esta es la casa del Rey”)
iii)
Griego: ἡ οἰ α ńοû παń
[hē oikía toû patrósGEN] (Lit. La casa del padre)
b) Origen:
i)
Latín: Sed tamen alteriusGEN partisGEN periculum… (Cic. De Imp. 10)
ii)
Griego (tanto con locaciones concretas –ciudades- como abstractas –familias-): Σω
ń
ὁ
Ńωφ ο Ń ου [Sōkrátēs ho sōfronískou] (δitέ Sócrates de Sofronisco “Sócrates, hijo de
Sofronisco”), Ἀ ł α ω [Athenáiōn] (“Sócrates de Atenas”)έ
c) Cualidad (sólo para predicados inherentes, para predicados no inherentes se usa el ablativo22):
i)
Latín: Vir magnaeGEN auctoritatisGEN (Caes., B.G., V, 35)
d) Locación qua:
i)
Griego:
ουŃα πłŁ ο ο [théousai pedíoioGEN] (Lit. Corriendo llanuraGEN “Corriendo por la
llanura”)
e) Locación final:
i)
Sánscrito: PrājapatesGEN ātmānam paridadāmi (δitέ Prajapati mí mismo entrego “me entrego a
mí mismo a Prajapati”)
f) Locación fuente:
i)
Griego: ἥ πο
oὐ πο
απ χł ń
ἥπł υ [hḗ polýs ú polý apékhei tḗs hḗpeiru] (Lit. La ciudad
no muy lejos de la costa “δa ciudad no está muy lejos de la costa ή a partir de la costa”)
g) Parte-todo: “ύenitivo partitivo”
22
i)
Latín: Magna pars ItaliaeGEN (Caes., B. G., II, 32) (“Una gran parte de Italia”)
ii)
Griego: π ńł ο ńώ αŁł φώ [póteros tṓn adelfṓnGEN] (“Cuál de los hermanosς”)
Cf. Galán, L. y P. Martínez Astorino (2010) Sintaxis de los Casos. La Plata, Auster Cathedra.
38
No obstante, todos los usos establecen una relación locativa entre los nominales, bien concreta (b, d, e y f) o
bien abstracta (a, c y g), un nominal “pertenece” a otro de forma concreta o abstracta-metafórica, y la
pertenencia es un tipo de locación (una con coincidencia central, específicamente). Por lo tanto, proponemos
subsumir todos estos usos a la “esfera del Dativo”, ya que expresan distintos tipos de locación. En el caso de las
construcciones absolutas (construcciones formadas por un nominal y un participio que concuerdan en caso y que
configuran una cláusula no finita con un sujeto distinto al de la cláusula principal), el genitivo presenta también
una aparente variedad: en Griego antiguo, el genitivo absoluto tenía múltiples valores, muy frecuentemente no
marcados por ninguna partícula, y sólo distinguibles a partir de un proceso inferencial sensible al contexto
(Sperber & Wilson, 1986):
h) Genitivo absoluto:
i)
(i)
Griego: … α ń ο ńῶ Ńυ
ω ἐ ωńώ ο [kái tinos tṓn synḗthōnGEN erōtṓnosGEN…]
Puede traducirse como:
1. Y al preguntar uno de sus allegados… (valor puramente temporal, “al mismo tiempo que”)
2. Y dado que uno de sus allegados preguntó… (valor causal)
3. Y aunque uno de sus allegados preguntó… (valor concesivo), etc.
Nuestra propuesta es que, siendo todos los valores propios del Caso expresables en términos locativos, el
Genitivo pertenece a la esfera del Dativo. Lo que varía, podemos decir, es la motivación de la inserción de un
ítem de vocabulario “genitivo”. En los usos pertenecientes a la esfera nominal, la CF encargada de licenciar
Genitivo es D, siguiendo la tradición de Abney (1987). Allí, Abney presenta la hipótesis de Larson según la cual
el afijo ocupa la posición de D0 y se mueve en FF para adjuntarse al N ubicado en posición de Spec- en la
estructura:
23)
DP
John
D´
´s
book
39
En nuestros términos, en realidad, sólo importa que en un nivel sintáctico el Genitivo se materializa en el ámbito
de la DP, mientras que podemos decir que en un nivel conceptual el Genitivo pertenece al ámbito del nodo
Locativo (r en los trabajos de Mateu). Por lo tanto, si bien es cierto que la materialización del Genitivo se da
dentro de una DP, es necesario asumir que hay un nodo locativo PP, que establece una relación de coincidencia
central entre figura (elemento poseído) y fondo (posesor), relación que bajo el alcance lógico de la CF
Determinante se interpreta como una entidad sortal (sortal entity) a los efectos categoriales.
Hay otro tipo de “genitivo”, el llamado “Subjetivo” y “τbjetivo”, que aparece en nominalizaciones23 como una
PP (con una P liviana, sin contenido semántico). Este tipo de Genitivos también establece una relación entre
entidades nominales: un evento, categorizado como un nominal, y un participante, bien agente/iniciador, o bien
tema. Esta relación, en términos conceptuales, debe proyectarse a la interpretación de la forma oracional
correspondiente. Esto no implica que la nominalización derive transformacionalmente de la oración, sino que el
proceso de extracción de explicaturas en ambos casos es análogo. El genitivo subjetivo / objetivo es una
característica común al latín, español e inglés, por lo que no puede considerarse una anomalía aislada. Se utiliza
el genitivo porque es el Caso que expresa relación entre entidades nominales (categorizadas como N), aunque
conceptualmente una de ellas sea un evento, la proyección sintáctica será una DP.
En el caso de las construcciones absolutas, nuestra hipótesis será que las lenguas que cuentan con esta forma de
cláusula no finita de [Nominal + Participio] concordando en caso, el Caso utilizado será aquél cuyos ítems de
vocabulario sean los más subespecificados, una suerte de inserción de morfemas de Caso “por defecto”έ σo hay
una CF que licencie (o asigne, si mantenemos la terminología de GB) Caso Genitivo, sino que la inserción
parece ser una inserción por “último recurso”, ya que no puede llegar a όό un nodo terminal sin rasgos
fonológicos. Nótese que el genitivo absoluto griego (como su contrapartida latina con el ablativo) no tiene una
interpretación determinada por la forma gramatical, sino que depende por completo del contexto y de la
inferencia, por lo que nosotros ubicamos estas diferencias semánticas en el campo del enriquecimiento
semántico, definitivamente post-sintáctico y proceso final en la construcción de la explicatura. Los nodos,
entonces, deben estar sumamente subespecificados en términos de rasgos procedimentales, ya que si bien
tenemos raíces (la nominal y la verbal), correspondientes a Categorías Conceptuales, no tenemos instrucciones
procedimentales sobre cómo interpretar la relación entre esas raíces, relación que debe suplirse por
enriquecimiento.
4. Conclusión:
23
σos referimos exclusivamente a las llamadas “σominalizaciones derivadas” por Chomsky, 1λιίέ
40
En este trabajo hemos intentado revisar los fundamentos de la Teoría Temática del modelo GB e integrarla al
conjunto de herramientas disponibles en el Programa Minimalista. Indagamos en la naturaleza de los llamados
roles- y su papel en la sintaxis en sentido restringido y en la interpretación semántica, desde una perspectiva
componencial del funcionamiento de la sintaxis y su interacción con los sistemas externos. Creemos que sostener
que los roles temáticos no existen en la sintaxis, sino que son leídos en la construcción de la explicatura a partir
de información provista por el output de la sintaxis (la FL) en forma de rasgos procedimentales tiene algunas
ventajas, tanto teóricas como prácticas:
Simplificar el sistema de Hornstein / Grohmann con dos rasgos ([Caso] y [rol temático]) mediante el
desarrollo de un modelo fuertemente componencial en el que las nociones de licenciamiento y
Subespecificación pasan a un primer plano, con lo cual, además, evitamos los problemas que surgen
cuando el movimiento por razones temáticas interactúa con el movimiento por razones de Caso, ya que
si son dos rasgos diferentes, por separado pueden motivar movimiento.
Repartir las tareas entre el componente computacional y el módulo inferencial de una forma que nos
parece más cercana a la optimidad. Esto no sólo lleva a alivianar el costo de procesamiento en ambos
sistemas sino también a un modelo más componencial, en el que no hay lugar para estipulaciones.
Recuperar la intuición, presente en GB, sobre la relación entre rol temático y Caso, expresada en la
Condición de Visibilidad.
Nuestra revisión de la Teoría Temática nos ha llevado también a una revisión de los fundamentos de la Teoría
del Caso, en un intento por simplificar el funcionamiento del sistema computacional y dar cuenta de ciertos
fenómenos apelando al sistema inferencial relevantista y a la interfaz entre ambos. En resumen, la teoría vincula
Caso e interpretación temática de la siguiente manera:
24) Esfera del Nominativoμ licenciada en una configuración [T…α…SD], en la que α es un número n de
nodos no intervinientes a los fines de Minimalidad, por no estar distribucionalmente especificados.
Temáticamente, se interpreta como Agente (si hay causa) o Tema (en constructos inacusativos o
anticausativos).
Esfera del Acusativo: licenciada en una configuración [v…α…SD]έ Temáticamente, se interpreta como
Tema afectado, entidad que es movida hacia una locación meta o bien se encuentra en una locación ubi.
Esfera del Dativo: licenciada en una configuración [P…α…SD]έ Temáticamente, se interpreta como
Locación, sea a partir de una relación de coincidencia central o terminal con el Tema, dependiendo de la
contribución semántica del nodo P.
Creemos que hemos logrado esbozar una propuesta minimalista en cuanto a la reducción de elementos
descriptivos y simplificación del aparato explicativo, así como en el intento de ir más allá de las diferencias
41
superficiales (producto de la evolución histórica) entre los Casos para buscar los núcleos semánticos
subyacentes, aquellos a partir de los cuales se hipotetiza que surgió la variación y la multiplicación de los
morfemas casuales. Esperamos que nuestra propuesta sirva como fundamento para el debate y la investigación
futura en el marco de una visión del Programa Minimalista dinámica y abierta a la interfaz con la Pragmática de
orientación teórico-cognitiva, la filología, entre otras disciplinas.
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