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Los emu ntorios Rosa M.g leila (médica) * The emunctories. TELLA RM. Keywords: emuhctories, naturistic medicine, English Abstract: To keep health in a healthy man, the elimination mechanisms, called emunctories, must be active. So, to give back health to an ill man, the function of emuncto­ ries is inclusive! y more important. The mean emunctories are: kidney, skin, lung, liver, biliary way, intestine, limphatic system, dreaming. The pathological emunctories in­ elude self-regulation mechanisms and three kind of symptoms: minimum, slight, severe, and adaptation mechanisms: the artificial emunctories. One of more significant differences between orthodox Medicine and naturistic Medicine is that naturistic Medicine doesn' tmist\ke emunc­ tories work for acute illness. Naturistíc Medi­ cine respects the emunctories work to elimina­ te toxicity and stimules it with right measures like fast, ruit juices, good water and rest. INTRODUCCIÓN ción de la enfermedad ("un esfuerzo para exterminar la materia morbosa, procu­ rando con todos s.u s medios la salud del enfermo") y por su convicción del poder curativo de la naturaleza. LOS EMUNTORIOS La pérdida de la intuición y del instinto, así como la industrialización y el imperio del "Don dinero", han llevado al hombre a continuos errores que le dirigen a la pérdida de la salud y le sitúan en el camino de enfermar. La salud no sólo se logra superando la enfermedad, sino con­ servando y creando salud. Sea cual sea el nombre de la dolencia, la medicina naturista busca en el régimen higiénico del individuo, tanto físico como psíquico, la prevención y remedio a sus males, así como el retorno al camino del equilibrio o salud. Porque lo que da la salud, previene, cura y mejora la calidad de vida, facilitando la homeostasis (todas las estructuras y funciones corporales están organizadas de tal forma que ayu­ dan a mantener la continuidad de la vida, .incluso en situaciones de enfermedad) . El cuerpo humano tiene en su interior literalmente miles de sistemas de con­ trol; los más intrincados, los inmunita­ rios y genéticos; de estos últimos, en cuanto a la enfermedad se refiere, muy pocos son determinantes; la mayoría son sólo predisponentes. No deberíamos preocuparnos tanto de diagnosticar una enfermedad, aunque también podemos hacerlo, ya que el pa­ dre del diagnóstico nosológico fue Syden­ ham, sino de mejorar el medio interno o terreno. Sydenham fue nombrado el «Hi­ pócrates inglés» por su personal defini- La salud se conserva, obtiene y apoya en prácticas higiénicas del organismo o hábitos de vida saludables, en un buen estado y función de las vías de elimina­ ción o emuntorios y el respeto por éstos (emuntorio: del verbo latino emungo, limpiar o expulsar: depurativo, excretor; dícese de cualquier órgano o parte del cuerpo que sirve para evacuar o excretar, Diccionari Enciclopedic de Medicina de la Real Academia de Ciencies Mediques de Catalunya i Balears). Si para que el hombre viva sano es necesario mantener activas las vías de eliminación, con mayor razón es preciso procurar en el enfermo una eliminación más o menos enérgica según el caso, que permita la excreción de los restos del metabolismo celular, C02, urea, sustan­ cias tóxicas, bacterias y, en definitiva, desechos. Obtenida la desintoxicación, la natu­ raleza habrá realizado la puesta a punto para contar con la totalidad de su capaci­ dad defensiva. El cuerpo humano tiene capacidad para resistir a casi todos los tipos de microorganismos o toxinas que tienden a lesionar tejidos y órganos me­ diante los mecanismos de defensa no inmunitarios e inmunitarios. NATURA MEDICATRIX n.• 50 Primavera 1 998 Los emuntorios principales son: • riñón • piel • pulmón • hígado • vía biliar • intestino • sistema linfático o sistema excretor profundo • el soñar Existen también emuntorios secundarios: secreciones genitales, gládulas saliva­ res, secreción pancreática externa, . . . CLASIFICACIÓN DE LOS EMUNTORIOS PROCESOS FISIOLÓGICOS Estructuras excretoras y productos eli­ minados a través de una vía principal o de una vía secundaria en condiciones plenas de salud. El soñar como emuntorio . Mientras dormimos el descanso repa­ rador recupera el soma, pero es induda­ ble que al soñar se recupera también el estado psicológico del individuo. Podría decirse que el soñar es un sistema me­ diante el cual eliminamos, compensa­ mos, almacenamos, etc., de manera ade­ cuada la información recibida. ¿Se po­ dría considerar entonces al soñar como el 21 emuntorio psíquico, y por tanto princi­ pal? ¿Debería añadirse el sexo al emun­ torio psíquico, tal como sostenía el doc­ tor Eduardo Alfonso? PROCESOS PATOLÓGICOS Mecanismos de autorregulación -Síntoma "mínimo" (estornudos, tos, hi­ persialorrea, mucosidad vías respirato­ rias altas, febrícula, . . . ) -constituyéndose como un síntoma "leve" (diarrea, estreñimiento, tos, sudo­ ración, hipersecreción bronquial, muco­ sidad nasal, fiebre, . . . ) -síntomas "severos" (diarrea taqui­ trófica o una epistaxis copiosa, con el objetivo de evitar una HTA o una AVC; hipertermia, sudoración con olores ca­ racterísticos, . . . ) Mecanismos de adaptación -Úlceras, hemorroides, fístulas, tran­ sudados, exudados, forúnculos, psoria­ sis, dermatitis seborreicas, eccemas ató­ picos, verrugas, hiperpigmentaciones cutáneas, las salvas de estornudos, . . . Clásicamente, e n medicina naturista se han enumerado cuatro emuntorios prin­ cipales: riñón, piel, pulmón e intestino; en este último algunos autores incluyen el hígado y la vía biliar. El doctor Eduardo Alfonso nombra sólo tres emuntorios principales: aparato digestivo, riñón y piel, dej ando como secundarios: pulmón, hígado y vía biliar (sus alumnos dicen que nombraba a las relaciones sexuales como el emuntorio psíquico). Por mi parte me he atrevido a añadir el tejido linfático y el soñar dentro de los principales. Los riñones regulan las concentracio­ nes de hidrogeniones, iones como sodio, potasio, fosfatos, . . . y la cantidad de agua en el organismo; el hígado, multitud de funciones metabólicas. Por su parte, la vía biliar excreta aproximadamente 1 .200 mlldía que sirven de vehículo para expul­ sar por ejemplo biÜrrubina o excesos de colesterol sintetizado por las células he­ páticas. En cuanto a la piel, es llamada potencialmente el tercer riñón por su capacidad de excreción. El pulmón, junto con el sistema ner­ vioso central, regula las concentraciones de co2 en el líquido intersticial (el más abundante de todos los productos finales del metabolismo). El sistema linfático es un sistema ba­ surero que eliminael ·exceso de líquidos, residuos y otros materiales de los espa­ cios tisulares (Guyton, 8.• edición). La décima parte del líquido que sale de los · 22 capilares es devuelto a la sangre por los linfáticos, que, a diferencia del sistema venoso, pueden transportar sustancias de peso molecuar elevado como proteínas y bacterias . Ninguna partícula que penetre en los tejidos podrá pasar directamente a través de las membranas capilares a la sangre. Si las partículas no son destrui­ das en los tejidos, penetrarán en los linfá­ ticos, fluirán a través de éstos, y al atra­ vesar los ganglios linfáticos serán atra­ padas por los macrófagos que revisten los senos y destruidas . Los macrófagos alveolares fagocitarán partículas atrapa­ das en los alveolos, liberando también los productos de estas digestiones a la linfa. Más de la mitad de la linfa proviene del intestino y lel hígado; la procedente del intestino a través de la vena porta (antes de pasar a la circulación sanguí­ nea) es conducida al hígado para atrave­ sar los sinusoides hepáticos con sus célu­ las de Kuffer. Estas células son tan efica­ ces que casi ninguna de las bacterias logra pasar a la circulación general. Si alguna bacteria o toxina logra pasar a la circulación general, es atrapada en la ma lla reticular del bazo y de la médula ósea. Durante el reposo el flujo de linfa es muy lento; con el ej ercicio aumenta de 1 O a 30 veces; también se incrementa por compresión externa (drenaje linfático). En todas las células el oxígeno se combina con los glúcidos, grasas y pro­ teínas liberando la energía que se necesi­ ta para la función celular. Los mecanis­ mos generales para convertir los nutrien­ tes en energía son básicamente los mis­ mos en todas las células, y todas ellas vierten los productos finales de sus reac­ ciones químicas en los líquidos circun­ dantes. Recordemos que el 56% del adul­ to es líquido, la mayor parte intracelular y una tercera parte extracelular, encon­ trándose en continuo movimiento por todo el cuerpo. Este líquido tiene en dilución los diferentes solutos, tanto nu­ trientes como desechos. Se mezcla con los líquidos tisulares por difusión a tra­ vés de las membranas ; o sea, todas las células viven en un medio esencialmente idéntico: el líquido extracelular. Las células son capaces de vivir, cre­ cer y llevar a cabo sus funciones especia­ les en tanto que el medio interno conser­ ve las concentraciones adecuadas. Es fácil, por tanto, comprender que la causa principal de la enfermedad es la presen­ cia de sustancias indeseables en el orga­ nismo; es decir, la verdadera etiología es la "suciedad del terreno". La función del circulatorio es básica­ mente servir las necesidades de los tejí- NATURA MEDICATRIX n.º 50 Primavera 1 998 dos, transportar nutrientes, oxígeno, CO2, conducir hormonas, El líquido inters­ ticial, el plasma, la linfa, el líquido sino­ vial, . . . deben conservar su composición ideal para poder nutrir y oxigenar ópti­ mamente los tejidos, y al mismo tiempo recoger los desechos con eficacia; es decir, el medio interno o "terreno" es · muy importante para la correcta transfe­ rencia de sustancias entre el extracelular y el intracelular, y viceversa. Los desechos que se dirigen a los emuntorios desde los tej idos profundos son transportados por: linfa - ganglios linfáticos - vía venosa - corazón derecho - corazón izquierdo - circulación general (bazo, médula ósea, pulmón, riñón, piel, hígado). Al hígado, no obstante, la ma­ yoría de desechos le son transportados, como hemos dicho anteriormente, a tra­ vés del sistema venoso portal. Tanto el sistema de nutrición como el de eliminación necesitan que las arterias, venas y linfáticos estén en buen estado. Los emuntorios liberan desechos (endó­ genos y exógenos), pero si la cantidad de desechos excede las posibilidades de eli­ minación, se acumulan en los tejidos y facilitan las enfermedades. Los depósi­ tos y desechos pueden situarse en cual­ quier tejido u órgano. Cada célula se beneficia de la ho­ meostasis y cada célula a su vez contri­ buye a ésta. Todo es una interrelación recíproca, incluso en el hecho de que en la enfermedad todas las células del cuer­ po sufren. ... CRISIS DE DESINTOXICACIÓN Y ENFEMEDAD Si las sustancias tóxicas superan un máxi­ mo tolerable, el organismo provoca lo que llamamos crisis de desintoxicación o de eliminación, con el fin de reducir o evitar la intoxicacion o toxemia y el posterior mal funcionamiento, degene­ ración y muerte celular. Las crisis depurativas iniciales son lo que en medicina oficial se conoce como enfermedades agudas, que generalmente son autolimitadas y de corta duración, las cuales no son más que diferentes formas de eliminación, constituyendo el proceso de limpieza (sd. febriles, catarros, bron­ quitis aguda, tos seca, vómitos, diarrea, etc .). Durante el proceso de desintoxicación es muy importante facilitar el drenaje mediante ayuno, agua de buena calidad, zumos de fruta, monodietas, . . . y descan­ so. Si no se procede así y se continúa con una in gesta "normal", se obstaculiza el proceso depurativo y el organismo em­ peora. · Al hablar de la diferencia entre crisis de desintoxicación y enfermedades, se precisaría hacer mención especial de las inlamaciones en tejidos linfoides como amigdalitis, adenoiditis, adenitis intesti­ nales, etc. No podemos olvidar que son tejidos de defensa estratégicamente dis­ tribuidos y esenciales para la supervi­ vencia del ser humano. La función de los órganos linfoides secundarios consiste en llevar a un nivel máximo los encuen­ tros entre los linfocitos vírgenes o inge­ nuos y las sustancias extrañas; es a partir de estos sitios donde se instrumentan la mayoría de las respuestas inmunitarias. Los linfocitos ingenuos, al recibir se­ ñales de la presencia de una sustancia extraña o un patógeno específico, se ac­ tivan, pudiendo realizar varios ciclos de d.visión celular. Algunas de estas células regresan al estado de reposo para conver­ tirse en linfocitos de memoria, los cuales representan una proporción grande de células del sistema inmunitario del adul­ to. El resto de células sólo sobreviven unos días, pero durante ese tiempo reali­ zan actividades defensivas. Los diferentes síntomas (dolor, fiebre, secreciones a través de los emuntorios, etc.) nos avisan de la necesidad de des­ canso físico y psíquico, así como de la necesidad de aporte hídrico y calórico (frutas, miel, ... ). Las enfermedades que siguen su curso clínico conducen a un estado de salud mejor del que se tenía antes de enfermar. Pero si no dejamos a estas enfermedades banales seguir su curso, interferimos en el proceso de curación y no depuramos el medio interno, con lo cual cronificamos. Puede que haya más enfermedades banales intermedias pero también puede aparecer posteriormente una crisis depu­ rativa que origine un estado delícado o comprometido para la vida, dependiendo de la frecuencia, intensidad y tipo de síntoma. Esto es muy importante, dado que el diagnóstico del estado condicio­ nará el tipo de tratamiento. Si iniciamos un tratamiento a un nivel muy inferior al que deberíamos, por ejemplo en un en­ fermo con sepsis meningocócica, posi­ blemente el paciente no tendrá el tiempo suficiente para reconducir su vida. Evidentemente pueden emplearse fár­ macos, si se consideran convenientes: a) si creemos que la integridad física o la vida están en peligro; b) frente a invasiones microbianas que nos h agan presuponer que podrá tener una mala evolución; · e) ante dolores insoportables (no olvi­ demos que el dolor es un síntoma subje­ tivo, no se puede objetivar); d) cirugía; e) otros, a criterio médico. El enfermo una vez recuperado, podrá escoger (si se le da la información y la educación sanitaria convenientes) entre seguir por el camino de la enfermedad o utilizar este aviso como trampolín hacia la salud (la visión positiva del síntoma) . DRENJES DE EMUNTORIOS Los drenajes son medios que nos ayudan a limpiar nuestro organismo mediante la �stimulación de los distintos emuntorios. Puede utilizarse: ayuno, agua, plantas, zumos, caldos de alimentos, masajes, enemas, etc. Ante todo es el propio emun­ torio el que se limpia de todos los dese­ chos que atascan su filtro (Las toxinas, como eliminarlas del organismo, Chistopher Vasey). Una vez limpio, el emuntorio es capaz de filtrar correctamente la sangre; y ésta, a su vez, puede desembarazarse de las toxinas acumuladas en los tejidos pro­ fundos transportándolas hacia los emun­ torios . . Yo creo que la interpretación anterior no sigue las leyes correctas de curación (de dentro hacia fuera). Posiblemente, lo que sucede es que al dej ar de haber aporte de sustancias tóxicas, el plasma, el inters_ ticial, el sinovial, . . . , están menos satura­ dos de los distintos desechos, por lo que pueden arrastrar más de los depósitos, siendo el emuntorio el último en quedar limpio (curación de dentro hacia fuera). Un autor da a cada grupo de nutrientes una correspondencia con un emuntorio concreto, afirmando que cada emuntorio tiene preferencia sobre los demás en el mantenimiento del equilibrio de un siste­ ma u órgano. Las posibilidades de curación depen­ derán de los daños ya producidos en el organismo, como también de la capaci­ dad de regeneración individual que casi siempre es mayor de lo que se espera. Si a cada persona le damos los alimentos, el descanso, el ejercicio, etc., que realmen­ te precisa, nos pueden sorprender las mejorías observadas. Hay que regular cuidadosamente la efectividad del drenaje, y ésta depende tanto del tipo e intensidad del drenaje como íe la idiosincrasia del individuo; de aquí la importancia del seguimiento del enfermo. Cabe preguntarse si en lugar de inten­ tar curar las enfermedades, no debería · NATURA MEDICATRIX n.• 50 Primavera 1 998 intentr curarse el angor temporis con que se procede a la anamnesis y al seguimien_ to de los enfermos. Porque el efecto de los drenajes sólo es profundo a largo plazo. La estimulación de uno o más emun­ torios debe estar en función de cada caso. Hay diferentes técnicas de drenaje, des­ de las más sencillas, dictadas por el sen­ tido común, hasta las indicadas en las diferentes bibliografías. Los mejores dre­ najes son los simples y de fácil asimila­ ción. "Donde hay amor para el hombre, hay también amor para el arte" (Hipócrates ) . CONCLUSIÓN De todo lo expuesto cabe concluir que es básica la observación y el estudio de los emuntorios; sería conveniente crear una fi siopatología naturista en la que el estu­ dio de los emuntorios fuera el objeto primordial. Uno de los rasgos divergentes más importantes entre el criterio médico ofi­ cial y el criterio naturista, es que éste último no confunde el trabajo de los e_ muntoios con enfermedades, y el respe­ to que ello implica hacia los emuntorios. Ví las cosas antiguas con ojos nuevos, y mis ojos eran también nuevos para ver las cosas nuevas. No recuerdo quien es el autor de este aforismo, ni tampoco si el original es exactamente como lo transcribo aquí, pero a mí me sirve para comprender lo ignorante que fuí al estudiar Historia de la Medicina. O * Médica de A. P. Master de Medicina Naturista, Fundación Bosch y Gimpera, Universidad de Barcelona. BIBLIOGRAFÍA -Curso de medicina natural en 40 lecciones. Dr. Eduardo Alfonso. -La medicina natural al alcance de todos. Ma­ nuel Lazaeta. -Las toxinas, cómo eliminarlas del organismo. Chhristopher Vasey. -Tratado de Fisiología médica. -Inmunología básica y clínica. Guyton. 8 .' ed. 8.' edición. Sti- tes, Terr, Parslow. -¡A tu salud! Dr. Karmelo Bizkana. -¡Salve su cuerpo! Dra. Kousmine. -La antidieta. Harvey y Marilyn Diamond. -Vida sana. Harvey y Marilyn Diamond. -Guía médica del hogar. Adrian Vander. Obras diversas. Nicolás Capo. -El médico en casa. Editorial Integral. -Curarse uno mismo sin los peligros de los Dr. E. Landaburu (Asoc. Sumendi). Carmen Caaballo. -Charlas de la Societat Vegetariana de Mollerussa. Doctor Pablo Saz. medicamentos. -Guía práctica de vitacultura. 23