Reseñas
<http://tremedica.org/panacea.html>
Una tríada de reseñas en torno al Diccionario
de términos médicos
José Antonio de la Riva Fort*
Real academia NacioNal de mediciNa (2011):
Diccionario de términos médicos. Madrid, Buenos Aires,
México, Bogotá: Editorial Médica Panamericana; 1800 pp.
ISBN: 9788498351835. Precio edición impresa: 95,00 euros,
395 pesos argentinos, 1420 pesos mexicanos, 169 000 pesos
colombianos; edición impresa más edición electrónica:
135,00 euros, 630 pesos argentinos, 2075 pesos mexicanos,
268 000 pesos colombianos..
En estas líneas me propongo explicar brevemente por
qué el Diccionario de términos médicos (DTM) de la Real
Academia Nacional de Medicina (RANM) cuenta con tres reseñas en este número de la revista y describir muy brevemente su contenido y algunas de sus características.
El DTM, que es solo una realidad desde que el año pasado saliera a la luz el resultado de años de trabajo, fue antes un
sueño, concebido ya en el siglo xvii; un deseo insatisfecho
de la RANM ya en el siglo xviii, y un proyecto tristemente
irrealizable durante los siglos xix y xx, épocas de decadencia de la lexicografía en español. Se trata de una obra única
por su historia, su ambición y su enfoque, en parte terminológico, en parte enciclopédico; muy compleja, debido a su
contenido especializado, al público al que va dirigida (principalmente, profesionales sanitarios) y a la peculiar estructura de cada uno de sus artículos léxicos; y sumamente útil,
por la variedad de su información: cientíica, enciclopédica,
ortográica, fonética, etimológica y hasta traductológica.
Por su importancia tanto en el plano cientíico como en
el lexicográico, por ser el fruto de años de trabajo y estar
destinado a ser una obra de cabecera para los traductores, los
redactores, los correctores y los revisores médicos, era evidente que en Panace@ debía publicarse una recensión lo más
completa posible del DTM. Sin embargo, su complejidad y
extensión diicultaban que una sola persona pudiera llevar a
término la tarea, pues era poco probable que algunos de nuestros colaboradores contara con el tiempo necesario y los conocimientos especíicos que le permitieran analizar las varias
facetas de la obra. Así pues, una división en tres partes me pareció lo más adecuado: una que abordara los aspectos terminológico y lexicográico, otra que se encargara del contenido
médico y el valor cientíico, y, inalmente, una que se ocupara
de las importantes particularidades de la versión electrónica.
El resultado es un conjunto de tres reseñas independientes pero complementarias: la de Rosa Estopà, que celebra la
excelencia lexicográica, la utilidad y la originalidad de la
obra; la de Juan Antonio Puerto, que trata el enfoque de los
artículos y señala algunas incongruencias e imprecisiones de
contenido, y la de Fernando Campos, que pone de relieve las
principales características de la versión electrónica y aporta
muchísima información sobre cómo potenciar sus cualidades
mediante herramientas informáticas.
El DTM es una demostración excelente de cómo la revolución digital afecta de manera diferente a los distintos tipos
de contenidos (ya no digo libros): en tanto que las obras de
lectura continua y lineal siguen teniendo una experiencia de
uso similar en su versión impresa y en su versión digital, las
versiones digitales de las obras de consulta tienen, con respecto
a sus homólogas de papel, posibilidades de desmarcarse y ser
muy superiores. Las tres reseñas, en particular la que se ocupa
de la versión electrónica, coinciden en su apreciación de esta
realidad.
No quisiera terminar esta introducción sin mencionar que
Fernando Navarro, coordinador del equipo técnico del diccionario, publicó el año pasado una reseña bastante completa,1
en la que explica los antecedentes históricos, el desarrollo
del proyecto, la estructura de los artículos y algunos de sus
aspectos originales, con abundantes ejemplos. La lectura de
ese artículo puede ser de mucho provecho para quien busque
ahondar en los pormenores de esta obra.
Notas
1. Navarro, Fernando (2011): «El Diccionario de términos médicos
(2011) de la Real Academia Nacional de Medicina», puntoycoma,
123:
47-68. <http://ec.europa.eu/translation/bulletins/puntoycoma/123/pyc12311_es.htm>.
El Diccionario de términos médicos
(RANM, 2012), obra de referencia capital
para la lexicografía médica en español**
Rosa Estopà***
La terminografía, la lengua española y la medicina están
de celebración, pues el 2011 ha visto nacer el Diccionario de
términos médicos (DTM) de la Real Academia Nacional de
Medicina, una obra anhelada que, en pocos meses, ya se ha
convertido en un hito de la lexicografía especializada.
Los responsables de la revista Panace@ me encargaron una
recensión de esta obra desde el punto de vista de una lingüista
que lleva trabajando en terminología durante toda su vida aca-
*Coordinador de proyectos editoriales (Madrid). Dirección para correspondencia: josedelarivafort@gmail.com.
** Agradezco a la doctora Chelo Vargas la lectura de este texto.
*** Institut Universitari de Lingüística Aplicada, Universidad Pompeu Fabra, Barcelona (España). Dirección para correspondencia: rosa.estopa@upf.edu.
118
Panace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
Reseñas
<http://tremedica.org/panacea.html>
démica. Huelga decir que para mí es un honor hacer la reseña
de esta magna obra, pues con solo olerla, tocarla y ojearla ya
tuve la sensación premonitoria de que, terminológicamente, era
impecable. El DTM es un diccionario de las ciencias biomédicas
original: original porque se ha pensado y escrito en español, original por la selección del lemario que se ha realizado y original
también por la coniguración del artículo lexicográico que se ha
diseñado. Pero quizás la mayor valía de la obra es su perspectiva pragmática: el DTM es un verdadero diccionario enfocado al
uso. Con un enfoque holístico que, en el campo de la lexicografía
especializada en general, y más aún en el de la lexicografía médica en español, convierten el DTM en una obra rara avis.
Las cifras: deslumbrantes y seductoras
El DTM contiene casi 52 000 entradas que equivalen a
unas 66 000 acepciones. Facilita 40 000 remisiones internas.
Incorpora equivalentes en inglés norteamericano para todos
los términos deinidos. Proporciona información etimológica
e histórica para cerca de 7000 tecnicismos médicos. Aporta
La información
El DTM es un diccionario sobre el léxico médico actual (a
pesar de que registra algunos términos históricos pero con vigencia en la actualidad o con nuevas acepciones) del español
peninsular —si bien se anuncia en el prólogo que en futuras
ediciones se recogerán las variantes del español de América
de manera sistemática.
El DTM incluye términos que se usan en textos médicos
de diversa estructura, tanto monoléxicos como, sobre todo,
poliléxicos; y todos reciben el mismo tratamiento terminológico, pues tienen una entrada autónoma. De este modo,
los cohipónimos tienen entrada propia y no dependen de su
hiperónimo. Así, al artículo afasia le siguen afasia adquirida, afasia adquirida con epilepsia, afasia adquirida infantil,
afasia adquirida con trastorno convulsivo, afasia agramática, afasia amnésica, afasia anómica, afasia auditiva, afasia
de Broca, afasia central, afasia combinada, afasia completa,
afasia de conducción y hasta veintiséis artículos más cuyo
núcleo es el término afasia. Esta decisión responde a un enfoque terminológico que se aleja del tratamiento que reciben los
términos en la lexicografía general y en algunos diccionarios
especializados.
Junto con las unidades terminológicas, el DTM incluye
otro tipo de unidades que no son términos: desde símbolos
a nombres en latín que pertenecen a nomenclaturas especíicas e incluso nombres propios (tanto antropónimos y
topónimos, como nombres de instituciones relevantes para
el ámbito). Este tipo de unidades no terminológicas, sin
embargo, son muy relevantes en los textos de ciertos ámbitos del conocimiento, pues son unidades de signiicado
especializado muy habituales en los discursos del campo
de la medicina.
Principio de adecuación
cerca de 35 000 sinónimos (incluidos vocablos arcaicos, términos coloquiales, formas incorrectas o desaconsejadas y
variantes morfológicas o gráicas). Además, ofrece más de
27 000 observaciones para resolver dudas lingüísticas y cognitivas. Sin duda, estos datos son unas cifras seductoras que
equiparan el DTM a cualquiera de los grandes diccionarios
de medicina existentes en otras lenguas con más tradición en
lexicografía médica que la castellana.
Panace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
Una de las cuestiones que me han preocupado a lo largo
de mi relación académica con los diccionarios especializados
es que estos respetaran el principio de adecuación (Cabré,
María Teresa [1999]: La terminología: representación y comunicación. Una teoría de base comunicativa y otros artículos.
Barcelona, IULA, Universidad Pompeu Fabra, según el cual
una obra es adecuada si cubre las necesidades profesionales
que la han motivado y las funciones para las que se utilizará.
Esto signiica que cada proyecto es adecuado y coherente con
una situación comunicativa deinida por parámetros como la
actividad profesional, el ámbito temático y el tema concreto, el
contexto sociolingüístico, la función lingüística o los usuarios
prototípicos. Por consiguiente, el supuesto de la adecuación
inluye en cada una de las diferentes fases de elaboración de
un proyecto terminológico. El principio de adecuación es un
principio muy simple, presente en cualquier aplicación, y, por
lo tanto, también en aplicaciones lingüísticas y terminológicas,
como son los diccionarios especializados, pero que —quizás de
tan obvio y banal— escasas obras terminográicas cumplen.
De entrada, mi conclusión inal, tras una mirada crítica sobre el principio de adecuación en las diferentes partes
del diccionario es que el DTM es una obra de lexicografía
especializada ejemplar que respeta el principio de adecua119
Reseñas
ción básico de la terminografía, tanto en la selección de la
nomenclatura y en la deinición de los signiicados como
en la inclusión de la información lingüística y pragmática
sobre los lemas. No obstante, en un primer momento dudé
cuando en las primeras páginas leí «El DTM está dirigido,
evidentemente, a los profesionales biosanitarios, como médicos, enfermeros o estudiantes de ciencias de la salud, pero
también a especialistas de otros campos y ciencias aines,
como psicólogos, farmacéuticos, biólogos, o químicos. Y
puede resultar, desde luego, muy útil a redactores médicos,
traductores, periodistas, etc. Pero es deseo de la RANM que
el DTM no sea un diccionario “por y para profesionales”,
por lo que su ámbito de inluencia puede muy bien extenderse a los destinatarios de la actividad médica, los pacientes y
a través de ellos a toda la sociedad» (DTM, 2012: v). Mis
alumnos saben que soy muy crítica con las frases de los prólogos de los diccionarios en las que se airma que una obra
puede servir para todos, pues no todos tenemos las mismas
necesidades lingüísticas y cognitivas.
Pero no desistí, y a pesar de que en las primeras páginas
del diccionario se insiste en que la obra puede servir para
todos, pero especialmente para «los médicos y los otros profesionales biosanitarios» (DTM, 2012: xv), me pregunté si
realmente es este colectivo el que más utilizará este diccionario. Sin embargo, como la respuesta me incomodaba, di
la vuelta a la pregunta y me cuestioné para qué se utilizará
este gran diccionario. Y entonces se presentaron una serie
de posibilidades, a cual más atractiva: para escribir un texto,
para entender una palabra, para buscar si todavía se usa una
determinada denominación, para comprobar la variación denominativa de una palabra, para asegurarse de la relación
que existe entre dos vocablos, para conocer de dónde procede un término, para saber si esa pronunciación es la correcta,
para saber qué opción es más adecuada, es más correcta, es
normativa, es más frecuente, etc., en un contexto comunicativo determinado.
Y volví al principio vertebrador de una aplicación terminológica, el principio de adecuación: ¿sirve este diccionario para
todas estas tareas profesionales? Y la respuesta, esta vez, fue
clarísima: este diccionario es un diccionario totalmente adecuado, útil, fácil de manejar, fácil de leer, claro, diáfano, bien documentado, de autoridad, con un tratamiento de los sinónimos,
con respuesta para todos los que quieran escribir o entender un
texto médico, de cualquier nivel de especialización, y tengan
una duda sobre un término —sea esa duda etimológica, fonológica, morfológica, sintáctica, semántica o pragmática—. Y, en
consecuencia, el DTM se convierte en un diccionario adecuado
a las necesidades para las que se usará. De manera que el DTM
es de una utilidad valiosísima para todos los que, médicos o
no, tengan que redactar, preparar, traducir, interpretar, entender
textos y discursos médicos. En resumen, es un diccionario que
en su especialidad es holístico y orientado al uso.
Un diccionario orientado al uso, pero con recomendaciones explícitas
El DTM no se limita a acuñar los usos de un término,
sino que da un paso adelante y se permite recomendar, acon120
<http://tremedica.org/panacea.html>
sejar, guiar el uso de los términos. Con lo cual los autores
han hecho el esfuerzo de ponerse en la tesitura de quienes,
en un momento concreto, van a usar un término determinado. Sus autores se debieron preguntar continuamente qué
problemas o conlictos concretos nos encontramos quienes
hablamos, leemos y escribimos en español textos sobre temas relacionados con la medicina. Eso signiica explorar todos los puntos de vista posibles de cada uno de los términos.
Nos consta que ha sido voluntad de la RANM que el DTM
contenga abundante información normativa sobre usos, incorrecciones, ortografía y otros aspectos relacionados con el
lenguaje médico, de tal modo que se convierta en un medio
útil y sencillo para completar el conocimiento sobre los términos usados en medicina.
El artículo básico
¡Los prólogos lexicográicos nos dicen mucho de las entrañas de los diccionarios! No obstante, es habitual que los
prólogos de los diccionarios especializados sean muy breves
y muy simples. No es el caso, sin embargo, del DTM, que
ofrece una guía de uso muy completa y sobre todo muy eicaz para comprender y usar adecuadamente el diccionario.
En esta guía al uso hay una detallada explicación del artículo básico, que consta de seis campos principales: lema,
información etimológica, equivalente inglés, deinición, sinónimos y observaciones. Solo se echa a faltar la inclusión
de manera sistemática de la categoría gramatical, pues quizás hubiera evitado el tener que explicitarla en el campo de
observaciones, que ya de por sí es un campo con una gran
diversidad de información.
Como leemos en las páginas de introducción, la RANM
optó inicialmente por un enfoque terminológico del artículo,
aunque el resultado es poco común en terminografía por la
información tan completa de cada una de las entradas que
ofrece. Así, la información etimológica está muy bien tratada, pues la RANM concedió gran importancia a la etimología como rectora de los criterios y directrices en cuanto a la
correcta acuñación y el buen uso de los términos médicos.
El diccionario aporta información precisa sobre la procedencia y la evolución histórica del léxico especializado de la
medicina.
Las deiniciones del DTM pueden considerarse a medio
camino entre un enfoque terminológico y un enfoque enciclopédico, pues tienen más de un enunciado y van un poco
más allá de la deinición ontológica. Las deiniciones que
nos proponen son un equilibrio entre lo que sabe el médico
de una especialidad y lo que necesitaría saber un aprendiz de medicina. Son interesantes las observaciones que
se hacen en algunas entradas para alertar al lector frente al
riesgo de confusión entre términos parecidos o de signiicados aines. El gran número de sinónimos que se ofrecen
muestra el trabajo de rastreo textual que han realizado los
autores. No querer ni eliminar ni obviar la riqueza que nos
aporta la sinonimia es también optar por un enfoque lingüístico de la terminología.
Pero quizás el campo más novedoso, más completo y
más útil para guiar el uso es el de las observaciones. En
Panace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
Reseñas
<http://tremedica.org/panacea.html>
este campo se ofrece información de índole muy diferente,
tanto cognitiva como lingüística o extralingüística: usos
restringidos, remisiones internas, relaciones con otros términos, usos obsoletos, informaciones enciclopédicas relevantes, recomendaciones de uso, información sobre cómo
pronunciar un término o cómo escribirlo, etc. Algunos patrones que sirven a los autores para introducir estas informaciones que orientan al usuario del diccionario son: úsese
con prudencia; úsese en plural; se usa con frecuencia en
un sentido restringido; se suele abreviar; se usa con esta
acentuación; se usa en esta zona geográica; no debe confundirse con; su adjetivo es; se usa en la expresión; se
considera incorrecta; con frecuencia abreviado; uso coloquial; la forma X es incorrecta; en el sentido estricto…,
pero en la práctica; la pronunciación original aproximada es; entre anatomistas es cada vez mas frecuente la
forma; puede suscitar rechazo por considerarse un término; en medicina se usa más la segunda acepción; por
influencia del inglés se usa también la forma; término
más usado pero contrario a la tradición terminológica
en español; su nombre común es; no debe confundirse
con; es incorrecta la grafía con guion; puede suscitar
rechazo por considerarse anglicismo confuso y de construcción impropia, pero su uso es abrumador, etc. Pero
estos patrones son solo algunos ejemplos de la riquísima
información que aporta este campo que marca la diferencia con otros diccionarios. En lugar de reproducir alguna
entrada, como la casuística es grande, creo que lo mejor es
que el lector sacie su curiosidad acudiendo al diccionario,
pues comprobará en cada una de las páginas que lo dicho
en los párrafos precedentes es solo una pequeña muestra,
al tiempo que comprobará que las horas discurren más deprisa, embelesado por su lectura, como un niño o una niña
con su juguete nuevo...
Adenda
Como lingüista, no se me escapa que detrás de este diccionario hay un equipo muy bien preparado lexicográicamente,
excelentemente formado en terminología, con un conocimiento profundo de la especialidad y gran conocedor de la diversidad de dudas, problemas y conlictos con los que se encuentra una persona que deba generar discursos, textos especializados, ya sean escritos u orales. Sin este equipo de lujo
—Fernando Navarro, Ignacio Navascués, Fernando Pardos,
Cristina V. González, Carmen Remacha, Paloma Manzanal—
el DTM sería otra obra. Mis más sinceras felicidades a todo
el equipo técnico, porque la calidad y rigurosidad del trabajo
terminológico de este diccionario es, en gran medida, mérito
de este equipo.
Finalmente, hay que apuntar que otro gran acierto de la
Real Academia Nacional de Medicina es la concepción de
un diccionario en línea. En los tiempos actuales, el hecho
de plantearse un diccionario abierto, dinámico, de búsqueda múltiple y accesible a toda la sociedad es tan adecuado
como útil. Es un evidencia que la ciencia médica avanza
cada vez más rápidamente y con ella surgen o se reciclan
nuevos términos que sirven para denominarla, para comunicarla, para referirla; aprovechar la tecnología actual para
que el lexicógrafo pueda actuar a esa misma velocidad es
una oportunidad para no volver a perder el tren de la lexicografía médica.
Diccionario de términos médicos de la Real
Academia Nacional de Medicina: más que un
diccionario terminológico
Juan Antonio Puerto Sebastián*
Desde su creación en el siglo xviii, la Real Academia
Nacional de Medicina (RANM) cuenta entre sus funciones la
elaboración de un diccionario de términos médicos, que por
diversas razones ha tenido que esperar al siglo xxi para salir
a la luz bajo la dirección técnica de Fernando A. Navarro y
con la participación de Ignacio Navascués como responsable
médico. La presencia de ambos es una garantía de solvencia
y de buen hacer.
En el número 123 de la revista puntoycoma, Fernando
A. Navarro realiza un detallado análisis de primera
mano de los antecedentes históricos, los planteamientos
iniciales, la estructura de los artículos y los aspectos más
novedosos del Diccionario de términos médicos (DTM).1
Recomiendo encarecidamente la lectura de dicho artículo,
porque parece imposible relejar de manera más completa
las características del DTM:
DTM: Planteamientos y objetivos iniciales
•
•
•
•
•
•
•
•
Diccionario especializado
De tamaño medio
Edición impresa (inalmente, también edición
electrónica en línea)
Enfoque terminológico
Dirigido a médicos y a otros profesionales
biosanitarios
Importancia de la etimología
Aportar el equivalente en inglés norteamericano
de todos los términos deinidos en el diccionario
Carácter normativo y didáctico
DTM: Estructura de los artículos
•
•
•
•
•
•
Lema
Información etimológica
Equivalencia inglesa
Deiniciones
Sinónimos
Observaciones
* Ginecólogo y traductor médico, Valencia (España). Dirección para correspondencia: jpuerto23@gmail.com.
Panace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
121
Reseñas
DTM: Aspectos destacados o novedosos del DTM
•
•
•
•
•
Diccionario original de nueva planta
Etimología con información histórica
Calidad de las deiniciones: homogeneidad,
coherencia interna, claridad de exposición,
actualización
Sinonimia y polisemia
Carácter normativo y didáctico, 27 000 observaciones
de utilidad práctica
Recibido el encargo de realizar una reseña de los aspectos
cientíicos y médicos del DTM, trataré de algunos que me han
llamado la atención: el enfoque de los artículos, la presencia
de algunas imperfecciones, la nomenclatura normalizada, el
carácter normativo y didáctico y otros.
Enfoque heterogéneo
Una de las primeras cosas que destaca en el DTM es la
desigual extensión de las entradas; junto a las que se esperaría
encontrar en un diccionario terminológico se encuentran
las que, más que en un diccionario enciclopédico, se
podrían encontrar en un manual de medicina. Los mismos
autores1, 2 explican cómo fue variando el enfoque a medida
que avanzaba la obra: el contenido de las deiniciones fue
cobrando mayor importancia, y el enfoque terminológico
inicial fue dejando paso a otro semienciclopédico. Algunas
entradas fueron revisadas y ampliadas, pero otras no, lo
que destaca cuando hay ejemplos de ambas en un mismo
campo temático.
cáncer de próstata [ingl. prostate cancer]
1 [CIE-10: C61] Tumor maligno de origen epitelial
derivado de las células de la glándula prostática,
caracterizado por su hormonosensibilidad.
SIN.: adenocarcinoma de próstata, carcinoma de
próstata.
OBS.: Puede verse también “cáncer prostático”. || Aun
cuando, en teoría, existen diferencias conceptuales entre
los términos “cáncer de próstata”, “carcinoma de próstata”
y “adenocarcinoma de próstata”, en la práctica todos ellos
suelen usarse de forma intercambiable, como si fueran
sinónimos.
cáncer colorrectal [ingl. colorectal cancer]
1 [CIE-10: C18-C20] Cualquier neoplasia maligna
del intestino grueso. La inmensa mayoría son
adenocarcinomas, y menos del 5 % corresponde
a carcinomas epidermoides de la unión anorrectal,
carcinomas de células de transición, melanomas,
linfomas primarios o tumores carcinoides
malignos.
2 Adenocarcinoma localizado en el intestino
grueso, de origen multifactorial, que afecta
por igual a ambos sexos. Representa el tercer
tumor maligno en hombres y mujeres, su
incidencia alcanza un máximo a los 65 años
122
<http://tremedica.org/panacea.html>
y tarda de 10 a 20 años en desarrollarse a
partir de la lesión premaligna, sea un adenoma
o un pólipo adenomatoso. Estos tumores se
clasiican como esporádicos (80 %), hereditarios
(10 %) y familiares (10 %), si bien todos ellos
muestran alteraciones genéticas. En los
cánceres esporádicos hay mutaciones genéticas
somáticas; en los cánceres hereditarios, la
mutación es germinal, como ocurre en la
poliposis adenomatosa familiar y sus variantes,
en los síndromes de poliposis hamartomatosas
(enfermedad de Peutz-Jeghers, poliposis juvenil,
enfermedad de Cowden y otras) o en el cáncer
colorrectal hereditario no asociado a poliposis;
los cánceres familiares aparecen en pacientes
con antecedentes familiares de adenomas o
de cáncer colorrectal esporádico en ausencia
de síndromes genéticos hereditarios con una
frecuencia dos o tres veces superior a la de la
población general. Se han descrito mutaciones
de los genes APC, KRAS, p53, hMSH2, hMLH1
y PMS2, causantes estos tres últimos de
inestabilidad de los microsatélites, y pérdida
de la heterocigosis del cromosoma 18 con
inactivación de los genes supresores de tumores
SMAD4 y DCC. Los avances más recientes en la
biología molecular están cambiando el cribado,
el diagnóstico, el tratamiento y el pronóstico del
cáncer colorrectal. Entre los factores ambientales
destacan la enfermedad inlamatoria intestinal,
las dietas ricas en carnes rojas y grasa animal y
con poca ibra, el consumo de alcohol y tabaco,
la vida sedentaria y la obesidad. En el colon
derecho, los tumores adquieren, de ordinario,
un gran tamaño y a menudo se necrosan; los
distales se extienden en un perímetro mayor,
producen una constricción anular, que explica su
aspecto en corazón de manzana o servilletero en
las imágenes radiológicas, y a veces se ulceran.
Los síntomas constitucionales asociados a una
anemia hipocrómica y microcítica, la diarrea y el
dolor abdominal o una masa palpable representan
las manifestaciones más habituales de los
tumores proximales, mientras que los distales
suelen cursar con alteraciones del ritmo intestinal,
obstrucción, dolor abdominal y rectorragia. No
obstante, cada vez se diagnostican más tumores
a través del cribado mediante tacto rectal, sangre
oculta en heces o rectosigmoidoscopia lexible.
El cribado periódico ha reducido notablemente
la incidencia y mortalidad de este carcinoma
y está indicado para casos con un riesgo muy
alto, por una poliposis adenomatosa familiar o
una pancolitis ulcerosa de más de 10 años de
evolución, o con un riesgo moderado, por una
colitis ulcerosa izquierda de más de 15 años de
duración, antecedentes personales de cáncer
Panace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
<http://tremedica.org/panacea.html>
colorrectal o pólipos adenomatosos, cáncer
de endometrio, mama, ovario o radioterapia,
o presencia del tumor en parientes de primer
grado. El diagnóstico se establece por medio
del tacto rectal y de la colonoscopia o la
rectosigmoidoscopia con toma de biopsia. El
estudio toracoabdominal de extensión con técnicas
de imagen se completa con un hemograma,
pruebas de la función hepática y medición del CEA,
un marcador útil para el pronóstico y el seguimiento
postoperatorio. Pese al carácter multidisciplinar
del tratamiento, la cirugía constituye la base y la
única opción curativa para el cáncer localizado y
las metástasis hepáticas o pulmonares limitadas.
En el último decenio, la quimioterapia sistémica
ha mejorado de forma notable el pronóstico de
todos los pacientes, en especial de aquellos con
metástasis, gracias a la aparición de nuevos
citotóxicos, luoropirimidinas y fármacos biológicos.
La radioterapia se aplica con carácter adyuvante,
neoadyuvante y paliativo (de la rectorragia y del
dolor) en los tumores rectales. En los cánceres
inoperables o avanzados de recto se emplean
también el tratamiento endoscópico con láser
y las prótesis endoluminales autoexpandibles.
Sin.: adenocarcinoma de colon, adenocarcinoma
colorrectal, adenocarcinoma de intestino grueso,
adenocarcinoma rectal, adenocarcinoma de
recto y colon, carcinoma de colon, carcinoma
colorrectal, carcinoma de intestino grueso,
carcinoma rectal, carcinoma de recto y colon;
desus.: adenocarcinoma proctocolónico,
carcinoma proctocolónico. Obs.: En propiedad,
las denominaciones “adenocarcinoma de colon” y
“adenocarcinoma rectal”, y “carcinoma de colon”
y “carcinoma rectal” no son sinónimos estrictos
de “adenocarcinoma colorrectal” y “carcinoma
colorrectal”, respectivamente, ya que no se
reieren a la totalidad del intestino grueso.
SIN.: cáncer de colon, cáncer de intestino grueso,
cáncer rectal, cáncer de recto y colon; desus.: cáncer
proctocolónico.
OBS.: Puede verse también “cáncer de colon y recto”; es
incorrecta la forma cáncer colorectal y la grafía con guion
cáncer colo-rectal. || En propiedad, las denominaciones
“cáncer de colon” y “cáncer de recto” no son sinónimos
estrictos de “cáncer colorrectal”, ya que no se reieren a la
totalidad del intestino grueso. || Se usa más en la segunda
acepción.
Al ampliar el contenido se introduce en algunos casos
información que da lugar a imprecisiones.
neoplasia intraepitelial cervical [ingl. cervical
intraepithelial neoplasia]
1 [CIE-10: N87, D06] Neoplasia del epitelio
escamoso del cuello uterino producida casi
Panace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
Reseñas
siempre por el virus del papiloma humano y
precursora del carcinoma escamoso invasor
que puede afectar parte o todo el epitelio, pero
sin atravesar la membrana basal. Se clasiica
en tres grados: leve o grado I, en el que la
alteración celular aparece en el tercio basal
del epitelio; moderado o grado II, en el que se
afectan los dos tercios basales; y grave o grado
III (también llamado carcinoma in situ) que
daña todo el espesor del epitelio. Las de grado
I tienden a remitir espontáneamente y las de
grado II y III deben tratarse, por su riesgo de
progresión a la malignidad, mediante técnicas
ablativas (criocirugía o vaporización con láser) o
escisionales que permiten obtener material para el
estudio anatomopatológico (conización con bisturí,
láser o asa diatérmica).
SIN.: neoplasia intraepitelial cervicouterina, neoplasia
intraepitelial del cuello uterino.
ABR.: NIC, CIN.
OBS.: Puede verse también “neoplasia cervical
intraepitelial” y “neoplasia intraepitelial del cérvix”. || Se usa
mucho la forma siglada inglesa CIN.
No es exacto que la NIC III se llame grave, que dañe a
todo el espesor del epitelio, ni que se le llame carcinoma in
situ. El término neoplasia intraepitelial sustituye al de displasia y se clasiica en tres grados, 1, 2 y 3, que corresponden,
respectivamente, a displasia leve, moderada o grave (si afecta
parcialmente al tercio superior del epitelio)/carcinoma in situ
(si afecta a todo el espesor del epitelio). Se mezclan dos sistemas de clasiicación como hace la CIE-10,3 que contiene la
siguiente aclaración en lugar recóndito:
Códigos y términos de la CIE 10 © Organización
Panamericana de la Salud, 2008.
Tumores [neoplasias] in situ (D00-D09) +
Nota:
Muchos de los tumores in situ son considerados como
parte de un proceso continuo de cambio morfológico entre
la displasia y el cáncer invasor.
Por ejemplo: en la neoplasia intraepitelial cervical (NIC)
se reconocen tres grados, el tercero de los cuales (NIC III)
incluye la displasia severa y el carcinoma in situ.
Al decir de una cesárea que «Según la urgencia de su indicación se clasiica en programada (realizada antes del inicio
del parto por estar este contraindicado), intraparto (cuando se
realiza durante el parto) y urgente (cuando existe un problema
vital para la madre o el feto)» también se están mezclando dos
criterios de clasiicación.
Que la cirugía laparoscópica «[s]e realiza practicando un
neumoperitoneo con anhídrido carbónico, que crea un espacio
de trabajo entre las vísceras y la pared abdominal, e insertando a través de esta una videocámara [...]» es otra imprecisión:
lo que se inserta a través de la cavidad abdominal es la óptica,
que se conecta en el exterior a la videocámara.
123
Reseñas
<http://tremedica.org/panacea.html>
En la entrada
aspartato-aminotransferasa [ingl. aspartate
aminotransferase]
1 s.f. [EC: 2.6.1.1] Enzima presente en las
mitocondrias (80 %) y el citosol (20 %), que
cataliza la transferencia de radicales α-amina del
aminoácido aspartato al radical α-ceto del ácido
cetoglutárico para dar lugar a ácido oxalacético,
utilizando fosfato de piridoxal como cofactor. No
es una enzima exclusiva del hígado ya que está
presente en el músculo cardíaco y esquelético,
el riñón, el cerebro, el páncreas, el pulmón y
células sanguíneas. Por lo tanto su elevación en
el plasma es menos especíica de enfermedad
hepática y suele ser menor que la de la alaninaaminotransferasa, salvo en el caso de la
hepatopatía alcohólica, en la que predomina sobre
esta. Se considera normal una concentración de
hasta 40 UI/ml.
SIN.: aminotransferasa del ácido aspártico,
aminotransferasa aspártica, aspartato-transaminasa,
glutamato-oxalacetato-transaminasa, glutámicooxalacético-transaminasa.
ABR.: ASAT, AST, GOT, TGO.
liasa [ingl. lyase]
1 s.f. [EC: 4]
ligamento amarillo [ingl. ligamentum lavum]
1 [TA: ligamentum lavum]
En el caso de la leucoplasia, la introducción del código
desvirtúa la deinición, ya que K13.2 solo corresponde a la
leucoplasia bucal, según se puede comprobar en el cuadro
captado de la CIE-103.
leucoplasia (leuko- gr. ‘blanco’ + plasíā gr. cient.
‘formación celular’; docum. en fr. desde 1900; véase
también → -plasia) [ingl. leukoplakia]
1 s.f. [CIE-10: K13.2] Placa blanquecina,
ligeramente elevada y de supericie rugosa, que
aparece en diversas mucosas. Existen dos tipos
fundamentales: la leucoplasia oral, de origen
desconocido, más frecuente en fumadores y que
se considera una lesión premaligna, por lo que
requiere biopsia y seguimiento, y la leucoplasia
vellosa, que consiste en placas blancas
aterciopeladas en los bordes laterales
de la lengua, está producida por infección
por el virus de Epstein-Barr y es muy
característica de la infección por el VIH, aunque
puede aparecer en otros estados
de inmunosupresión.
SIN.: leucoplaquia, leucoqueratosis; desus.:
alfelasma, leucoma.
OBS.: La preferencia por “leucoplasia” o “leucoplaquia”
depende de los gustos personales. || Se usa con
frecuencia en un sentido más restringido, referido tan
solo a la leucoplasia bucal, a la leucoplasia lingual o, más
raramente, a la leucoplasia vaginal.
considero innecesaria la última frase de la deinición: las cifras
de normalidad de los parámetros de laboratorio varían con el
laboratorio que las determina. En mi centro de referencia, la
cifra de normalidad de la ASAT es de 10-31 U/L.
Nomenclatura
La utilización de nomenclaturas normalizadas aporta
precisión y especiicidad de las denominaciones y es una
manifestación del espíritu cientíico. Los artículos del DTM
asociados a una de esas nomenclaturas la especiican entre
corchetes [ ] situados al principio de la acepción correspondiente, inmediatamente antes de la deinición, donde se indica
también el tipo de nomenclatura, ya sea un símbolo matemático o físico, una fórmula química, un nombre cientíico de
animal o planta, una DCI farmacéutica o un término de la
Terminología Anatómica.
esquizofrenia (al. Schizophrenie [skhizo- gr. ‘dividir’ +
phren(o)- gr. ‘mente’ + -íā gr.]; acuñado por E. Bleuler en
1910) [ingl. schizophrenia]
1 s.f. [CIE-10: F20; DSM-IV: 295.XX]
cocaína (coca + -īna quím. ‘sustancia’; docum. en ingl.
desde 1874; véase también → -ina) [ingl. cocaine]
1 s.f. [fórm. quím.: C17H21NO4]
clopidogrel [ingl. clopidogrel]
1 s.m. [fórm. quím.: C16H16ClNO2S; DCI: clopidogrel]
carabela portuguesa [ingl. Portuguese man-of-war]
1 [n. cient.: Physalia physalis]
124
Leucoplasia
•
ano K62.8
•
boca, bucal K13.2
•
cuello uterino N88.0
•
cuerdas vocales J38.3
•
esófago K22.8
•
laringe J38.7
•
lengua K13.2
•
oral, incluso la lengua (mucosa) (tejidos
blandos) K13.3
•
pelvis (riñón) N28.8
•
pene (infecciosa) N48.0
•
pilosa K13.3
•
recto K62.8
•
riñón (pelvis) N28.8
•
siilítica (tardía) A52.7
•
uréter (postinfecciosa) N28.8
•
uretra (postinfecciosa) N36.8
•
útero N85.8
•
vagina N89.4
Panace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
Reseñas
<http://tremedica.org/panacea.html>
•
vejiga (postinfecciosa) N32.8
•
vulva N90.4
3. Normas gramaticales, ortográicas o tipográicas
de interés para la redacción de textos médicos y
cientíicos:
Carácter didáctico y normativo
genu recurvatum […]
Uno de los aspectos destacados del DTM es que se trata
de un diccionario normativo que recoge el uso, además de
aportar información de diversa índole. El DTM recoge unas
27 000 observaciones de utilidad práctica acerca de:
OBS.: Se escribe en cursiva, por tratarse de una expresión
latina.
-´lisis (gr. lýsis ‘descomposición’, a partir de lýō ‘desatar’,
‘descomponer’) [ingl. -lysis]
1 Elemento compositivo que denota
descomposición. En griego era un sustantivo
abstracto verbal que servía para formar
compuestos, algunos de los cuales siguen en
uso, como “análisis” y “parálisis”. A partir del
siglo xix se usó para crear compuestos como
“bacteriólisis”, “cariólisis” y “electrólisis”.
OBS.: Desde el punto de vista etimológico, los vocablos que
incorporan este formante deben tener en español acentuación
esdrújula; en la práctica, no obstante, son muchos los casos
en los que la acentuación llana antietimológica es hoy
mayoritaria, probablemente por inluencia del francés.
1. Riesgo de confusión entre términos parecidos o
conceptos aines:
teratoma […]
OBS.: No debe confundirse con → embrioma [1].
disostosis craneofacial
1 [ingl. craniofacial dysostosis] […]
2 = enfermedad de Crouzon.
SIN.: disostosis craneofacial hereditaria.
OBS.: Por semejanza de campo temático, existe riesgo
importante de confusión entre ambas acepciones.
Clásicamente se ha llamado “disostosis craneofacial” a
la enfermedad de Crouzon (es sinonimia recogida en la
CIE), si bien en propiedad existen otras muchas formas de
disostosis craneofacial, todas ellas hereditarias.
4. Diicultades de escritura y pronunciación de
palabras y nombres extranjeros:
2. Recomendaciones prácticas de uso:
medicina basada en la evidencia [ingl. evidence-based
medicine]
1 Ejercicio de la medicina basado en la
aplicación del mejor método de diagnóstico,
tratamiento o proilaxis conocido tras una
evaluación crítica de las pruebas bibliográicas
y de la experiencia clínica y con arreglo a las
preferencias y peculiaridades del paciente.
SIN.: medicina basada en pruebas, medicina factual,
medicina probatoria.m
ABR.: MBE, MBP.
OBS.: Puede verse también “medicina basada en
evidencias”. || Puede suscitar rechazo por considerarse
que → evidencia [2] es en este contexto anglicismo
innecesario y confuso por calco del inglés evidence
(prueba, indicio); su uso, no obstante, es abrumador.
Veress
1 n.p. János Veress (1903-1979): internista y
neumólogo húngaro; introdujo la → aguja de
Veress en 1938.
OBS.: Puede verse también Veres; la forma Verres es
incorrecta. En su partida de nacimiento igura como
apellido Veres, con una sola s; pero el propio János Veress
utilizó ambas grafías, y irmó Veress, con doble s inal, el
artículo en el que describió la aguja laparoscópica que hoy
lleva su nombre. || La pronunciación original aproximada
es /verés/, pero entre hispanohablantes se oye también /
béres/. || En Hungría, la forma habitual de escribir los
nombres es con el apellido en primer lugar: Veress János.
5. Observaciones destinadas a señalar errores frecuentes, traducciones incorrectas o formas viciadas que se
señalan mediante una línea horizontal de tachado:
terminolateral […]
Western blot […]
OBS.: Es incorrecta la grafía con guion término-lateral.
OBS.: Con frecuencia abreviado a Western, especialmente
en el registro oral coloquial y jergal. || Ninguna de las
traducciones propuestas ha logrado hasta ahora imponerse
en la práctica. || La RANM es partidaria de sustituir los
extranjerismos crudos por alguno de sus sinónimos en
español o equivalentes castellanizados. || Obsérvese que
Western no es un apellido, sino un juego de palabras en
inglés a partir del método original descrito por Southern
para el análisis del ADN.
Panace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
línea […]
OBS.: Es error frecuente el uso incorrecto de línea con
el sentido de → catéter intravenoso, por inluencia del
inglés line (catéter intravenoso).
Otros
Uno de los planteamientos iniciales era el tamaño medio,
de entre 40 000 y 50 000 entradas, que debía tener el DTM.
125
Reseñas
La obra terminada contiene cerca de 52 000 entradas, número que habrá de ir aumentando en sucesivas ediciones.
No es de extrañar que se pueda detectar la ausencia de algún término.
Por deformación profesional, una de las primeras consultas
que realicé en la edición electrónica del DTM fue «ligamento
uterosacro». La respuesta que obtuve:
El término ligamento uterosacro no igura en el lemario;
el que se muestra a continuación es muy parecido.
ligamento (lat. ligāmentu(m) [ligā(re) ‘atar’, ‘liar’ +
-mentum] ‘atadura’; adquirió el signiicado anatómico en
lat. mediev.; docum. en fr. desde 1363)
1 [ingl. ligament] s.m. [TA: ligamentum] Medio
de unión de las articulaciones constituido por
una estructura de tejido conjuntivo denso, con
forma de fascículo, cordón, banda, cinta, lámina
o engrosamiento capsular que, ijándose en
los extremos articulares, cartílagos u otras
estructuras, les da estabilidad, las mantiene en
posición y limita sus movimientos.
2 [ingl. ligament] s.m. [TA: ligamentum] Banda
ibrosa, condensación fascial, expansión
aponeurótica o pliegue membranoso que enlaza
o sostiene uno o varios órganos; por ejemplo,
pliegue de peritoneo que mantiene en su posición
anatómica las vísceras abdominales.
3 [ingl. ligament] s.m. Resto embrionario de
estructuras tubulares que pierden su luz después
del nacimiento y persisten en el organismo.
4 s.m.; desus. = ligadura [1].
y, al consultar «uterosacro», observé una errata:
El término uterosacro no igura en el lemario, pero se
encuentra incluido en el artículo
fondo de saco de Douglas [ingl. Douglas pouch, rectouterine
pouch]
1 [TA: excavatio rectouterina] Bolsa profunda formada por
el repliegue del peritoneo entre la cara posterior del útero y
el fondo de saco posterior de la vagina con la cara anterior
del recto; constituye el punto más declive de la cavidad
abdominal en la mujer.
SIN.: fondo de saco vesicorrectal; desus.: espacio de
Proust, excavación rectovesical.
OBS.: Con frecuencia abreviado a “saco rectovesical”. ||
No debe confundirse con → fondo de saco de Douglas;
los cirujanos, no obstante, suelen llamar de forma impropia
“fondo de saco de Douglas” tanto al fondo de saco
rectouteriono como al fondo de saco rectovesical.
<http://tremedica.org/panacea.html>
Otra errata que he encontrado ha sido en la entrada
volframio (Wolfram al. ‘volframio’ + -iu(m) lat.; docum. en
al. en 1562 en la forma wolform y desde 1747 Wolfram)
[ingl. tungsteno, wolfram] […]
Para acabar
Un entusiasta colega y librero dice en su blog:4 «Me
he comprado un Diccionario de Términos Médicos porque me ha parecido imprescindible tenerlo [...]. Y me ha
parecido imprescindible porque no es sólo un Diccionario
Médico, es también un corrector de expresiones medicas,
un traductor al inglés, una enciclopedia de personajes ilustres, un manual de estilo, un manual de códigos diagnósticos... y no lo estoy contando todo. Como en los buenos
coches, aunque el motor sea lo importante los extras son
los que te enamoran».
Por mi parte, diré que el DTM es una herramienta imprescindible a la que debería tener acceso, electrónico si es posible, todo aquel que trabaje con el lenguaje médico en nuestro
ámbito idiomático, por el rigor y la calidad de los contenidos,
por su enfoque práctico y porque es más que un diccionario
terminológico. En las futuras ediciones en las que ya trabaja
la RANM, según consta en la presentación del DTM,5 se corregirán sin duda las imperfecciones detectadas y adquirirá
mayor solidez, si cabe.
Notas
1. Fernando A. Navarro «El Diccionario de términos médicos (2011) de
la Real Academia Nacional de Medicina», puntoycoma, 123. <http://
ec.europa.eu/translation/bulletins/puntoycoma/123/pyc12311_es.htm>.
2. Ignacio Navascués Benlloch (2011): «Sobre las deiniciones del
Diccionario de términos médicos (DTM)», boletín monográico
de la RANM, noviembre 2011. <www.ranm.es/images/pdf/boletin/
Boletin_Monog_Dicc.pdf>.
3. eCIE10: <http://eciemaps.mspsi.es/ecieMaps-2010/basic_search/
cie10_basic_search.html>
4. <http://medicablogs.diariomedico.com/josemateos/2011/09/29/mehe-comprado-un-diccionario-de-terminos-medicos/>
5. Real Academia Nacional de Medicina (2011): Diccionario de
términos médicos. Madrid: Ed. Médica Panamericana.
La versión electrónica del Diccionario
de términos médicos
Fernando Campos Leza*
La publicación a inales del 2011 del Diccionario de términos médicos (DTM) de la Real Academia Nacional de Medicina
supuso una gran noticia para los traductores de medicina y
ciencias aines. Desde entonces, contamos con una obra que
puede considerarse, quizá con más propiedad que ninguna otra,
una obra de referencia.
* Traductor autónomo. Brasilia (Brasil). Dirección para correspondencia: fernando@tradore.com.
126
Panace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
Reseñas
<http://tremedica.org/panacea.html>
Este diccionario tiene dos versiones: la edición impresa
(que en adelante abreviaré como DTMi) y la edición electrónica (DTMe), a la que me ceñiré en esta reseña. No obstante,
dichas versiones diieren tanto en su forma que podrían considerarse, en el fondo, dos obras distintas. ¿Acaso no es un
libro algo radicalmente diferente de una web, aunque ambos
presenten el mismo contenido y correspondan a dos versiones de una misma obra?
En esta reseña pondré de relieve las principales características del DTMe y sus diferencias y ventajas respecto al
DTMi. Veremos también de qué forma es posible agilizar
más aún las búsquedas en la versión en línea. Asimismo espero que resulte útil para conocer este recurso y ver que se
trata de un recurso de referencia, sumamente útil para los
traductores de ciencias en general e indispensable para los
traductores médicos.
Figura 1: Interfaz del DTMe
1. Acceso al DTMe
2. Tipos de búsqueda
Para acceder a la versión electrónica del Diccionario
de términos médicos es necesario comprar la versión del
diccionario que incluye acceso al DTMi y al DTMe. En el
momento en que escribo esto, en el primer semestre del
2012, la política de venta de la Editorial Panamericana es
no vender el DTMe por separado: o se compran ambas versiones juntas o solo la versión impresa, por un precio en
torno a un 30 % inferior a la adquisición de ambas, un
ahorro que en ningún caso me parece justiicar que se prescinda del DTMe.
Actualmente, el DTMe se comercializa en los siguientes países: España (versión impresa, 95 euros; ambas, 135);
Argentina (versión impresa, 395 pesos argentinos; ambas,
630); México (versión impresa, 1420 pesos mexicanos; ambas, 2075), y Colombia (versión impresa, 169 000 pesos colombianos; ambas, 268 000).
No obstante, el DTMe cuenta también con una versión
gratuita, de acceso restringido a la letra A y al modo de
búsqueda por aproximación, a través del siguiente enlace:
<http://dtm.ranm.es/accesoRestringido.aspx>. Además del
acceso a todos los lemas que comienzan por A, dicha versión gratuita permite acceder también a las remisiones de
tales entradas. Así, si por ejemplo buscamos el término antirretroviral, encontraremos una remisión a la entrada viral
y podremos acceder a la entrada correspondiente. Pese a
las limitaciones del acceso restringido a las búsquedas por
aproximación, es de agradecer que se pueda probar el DTMe
antes de decidir comprarlo.
A la interfaz del DTMe (igura 1) se llega a través del siguiente enlace: <http://dtme.ranm.es>. Tras introducir los
datos de nuestra cuenta personal, accedemos a la interfaz de
búsqueda simple, que muestra apenas un menú desplegable,
una casilla de búsqueda y un vínculo a la búsqueda avanzada.
En el menú de izquierda podemos acceder a la ayuda, que
contiene una guía de uso, la lista de abreviaciones del diccionario y una imagen con la explicación de todos los campos de
que consta una entrada típica.
Si comparamos la versión electrónica del DTM con otras
obras lexicográicas en línea, es de justicia destacar la riqueza
de opciones de búsqueda que ofrece el DTMe. Pensemos, por
ejemplo, en la versión del diccionario de la Real Academia de la
Lengua Española (DRAE) o en el de la Academia de Medicina
de Francia, en los que las opciones de búsqueda brillan por su
ausencia, si bien es cierto que son diccionarios gratuitos.
Para conocer los diversos tipos de búsqueda y algunos ejemplos merece la pena visitar la «Guía de uso» del DTMe, <http://
dtme.ranm.es/guiaDeUso.aspx>. Las opciones de búsqueda se
agrupan en la búsqueda simple y la búsqueda avanzada.
2.1. Búsqueda simple
Entre las principales ventajas de la versión en línea del
DTM cabe citar sus numerosas opciones de búsqueda. La interfaz principal muestra la búsqueda simple y el menú desplegable que indica sus opciones de búsqueda. Descubrir en qué
consiste cada criterio de búsqueda es fácil, pues al pasar el
cursor del ratón sobre cada opción aparece una explicación.
Veamos en primer lugar la interfaz principal de la búsqueda simple. Las lechas apuntan al menú desplegable con las
diversas opciones de búsqueda y a los mensajes explicativos
de cada tipo de búsqueda que surgen al pasar el cursor del
ratón por encima (igura 2).
Figura 2: Opciones de la búsqueda simple
Panace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
127
Reseñas
Búsqueda por aproximación. Se trata del tipo de búsqueda por defecto. Busca palabras exactas o con semejanza
fonético-ortográica. La lexibilidad del buscador respecto a
la semejanza fonético-ortográica resulta sin duda muy útil,
pues evita que no encontremos un término por haberlo escrito
con un error ortográico.
Lema que contenga la palabra. Busca palabras que
forman parte de un lema. Por ejemplo, nos puede interesar
buscar todas las entradas del DTMe que incluyan la palabra
viral. Esa búsqueda nos devolverá 20 resultados y mostrará
lemas como cápside viral, carga viral, etc. Entre los resultados igura también linfadenitis viral regional, aunque aparece tachado, que es la marca gráica que usa el diccionario
para indicar una incorrección, algo muy útil para ponernos
en guardia inmediatamente. De esa forma, este tipo de búsqueda es perfecto para descubrir terminología compleja,
cuyo lema consta de dos o más palabras. Es además un tipo
de búsqueda imposible en el DTMi, que solo permite buscar
por orden alfabético.
Secuencia de caracteres al inicio, en el medio y al inal.
Estos tres tipos de búsqueda son asimismo muy útiles para
descubrir terminología y resolver dudas rápidamente sobre
qué términos están aceptados en el diccionario. Además, esas
funciones permiten descubrir con rapidez las cinco entradas
del DTMe que comienzan por mononucl- y obtener en un santiamén una lista de los 15 lemas terminados en -centesis, ¡o
los 422 acabados en -itis!
Aunque de forma mucho más lenta, y por su composición
alfabética tradicional, en el DTMi también se puede buscar
por secuencia de caracteres al inicio, aunque no por secuencia
de caracteres en mitad de un término ni al inal de él.
Todos los campos. Mediante este criterio se busca en
todo el diccionario, en todos los campos de los artículos
(lema, deinición, observaciones, etc.), por lo que las búsquedas que lo utilizan son las más amplias. Por ejemplo,
si buscamos sulfametoxazol en todos los campos, encontraremos las cuatro entradas en que aparece ese término en el
diccionario. Evidentemente, es un tipo de búsqueda que resultará útil para buscar un máximo de información sobre un
término o un tema.
Otro de los aspectos interesantes de este criterio es que
permite encontrar la nomenclatura normalizada incluida en
el DTM (CIE-10, fórmulas químicas, nombres cientíicos,
DCI, etc.).
Por otro lado, si usamos esta opción como criterio de
búsqueda por defecto (mediante uno de los motores de búsqueda para los navegadores, a que nos referiremos en el
apartado 4.3, o sirviéndonos del programa IntelliWebSearch,
como se explica en el apartado 4.1.), podríamos utilizar el
Diccionario de términos médicos como un diccionario de
español, pero también de inglés. De esta manera, cuando al
traducir surja un término que nos presenta diicultades, buscar ese término inglés en todos los campos del DTMe podría
ayudarnos a encontrar una solución para la traducción.
Equivalente exacto en inglés. Mediante este criterio de
búsqueda se busca exclusivamente en el campo del equivalente
en inglés del término. Así, si buscamos fomite, llegaremos di128
<http://tremedica.org/panacea.html>
rectamente a fómite, y wrist nos llevará derechos a muñeca. Sin
embargo, si buscamos wrist con el criterio «Todos los campos»,
aparecerán siete artículos en que igura ese término inglés.
Este criterio de búsqueda es también muy útil para usar
el DTMe como si se tratara de un diccionario bilingüe, algo
imposible en la versión en papel.
2.2. Búsqueda avanzada
La igura 3 muestra la interfaz de la búsqueda avanzada
del DTMe. En la lista de los criterios de búsqueda observamos
unos cuantos que ya se encontraban en la búsqueda simple,
por lo que no nos detendremos en ellos.
Figura 3: Opciones de la búsqueda avanzada
Sin embargo, la búsqueda avanzada incluye otros criterios
de búsqueda especíicos, que trataremos a continuación.
Sigla o abreviatura. Busca una sigla o una abreviatura
que tengan entrada propia o que hayan sido consignadas como
sigla o abreviatura en el campo de observaciones. Por ejemplo, si buscamos CD4 en todos los campos obtendremos en
los resultados trece entradas, pero si limitamos la búsqueda al
criterio «Sigla o abreviatura», encontraremos exclusivamente
las dos entradas en que CD4 consta como sigla o abreviatura,
acotando signiicativamente la búsqueda.
Tipos de lema. Permite delimitar la búsqueda a términos
sencillos o a términos complejos, es decir, a lemas formados
por una única palabra o por varias. Por ejemplo, podemos
realizar una búsqueda de todos los términos complejos cuyo
lema incluya sistema.
Categoría gramatical. Permite reinar la búsqueda por
sustantivos masculinos o sustantivos femeninos, nombres propios, verbos, adjetivos, etc.
Lengua en etimología. Sirve para buscar términos que
incluyen información etimológica en función de la lengua de
la que proceden. De esta forma podemos ver, por ejemplo,
que el DTMe incluye trece entradas cuyos términos proceden
del portugués.
Terminologia Anatomica. Sirve para limitar la búsqueda a
la terminología anatómica del DTMe, escribiendo el nombre del
latín registrado en la Terminología Anatómica Internacional. Por
Panace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
Reseñas
<http://tremedica.org/panacea.html>
ejemplo, si buscamos centralis, encontraremos los ocho lemas
que en el campo de terminología anatómica incluyen el término
centralis, como sistema nervioso central o vena central.
En la deinición. Este criterio de búsqueda se limita a
buscar en el campo de la deinición. De esta suerte, si buscamos, por ejemplo, el término cardíaco utilizando tal criterio,
encontraremos solo las entradas en que dicho término aparezca en la deinición.
En las observaciones. La búsqueda se restringe al campo
de las observaciones. Estas son muy variadas: comentarios ortográicos, gramaticales, de uso, anglicismos, etc. Es un criterio
de búsqueda particularmente útil, pues en este campo se recogen la mayor parte de las ricas indicaciones y recomendaciones
lingüísticas del DTMe, donde podemos encontrar información,
por ejemplo, sobre términos desaconsejados por considerarse
anglicismos, palabras no aconsejadas pero de un uso muy extendido, palabras en desuso, voces polisémicas, etc.
Así, por ejemplo, este tipo de búsqueda podría resultar útil
para encontrar todas las entradas del DTMe en que se hace
referencia a términos considerados anglicismos.
2.3. Combinación de varios criterios de búsqueda
Todas esas ya de por sí abundantes posibilidades de búsqueda se multiplican gracias a la posibilidad de realizar búsquedas que combinen varios criterios mediante el uso de los
operadores booleanos Y, O y NO (igura 4). De esta forma,
podemos buscar, verbigracia, una secuencia de caracteres al
inicio y reinar más aún esa búsqueda indicando una secuencia de caracteres al inal o una palabra que deba formar parte
del lema, combinando ambos criterios con el operador Y.
Además, hay que señalar que se pueden añadir tantas condiciones como deseemos, y no solo dos, como se observa en
la igura 4. Por ejemplo, podríamos realizar una búsqueda con
las siguientes condiciones: 1) que sea un término complejo, es
decir, cuyo lema esté formado por más de una palabra; 2) que
el lema incluya la palabra sistema, y 3) que la entrada contenga alguna observación con el término inmune. Esta sería una
forma de buscar qué dice el DTMe acerca del término sistema
inmunitario y el uso de otras expresiones como sistema inmune o sistema inmunológico.
Figura 4: Ejemplo de búsqueda con tres criterios de búsqueda
Panace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
3. El DTMe y el DTMi
Comencé esta reseña diciendo que una web y un libro son
cosas tan distintas que una misma obra con ambos formatos
podría considerarse como dos obras diferentes. Veamos a
continuación en qué radican tales diferencias.
3.1. Ventajas del DTMe
Ubicuidad. El DTMe vence a su hermano impreso en el
ámbito de la ubicuidad: la versión electrónica puede consultarse no solo desde cualquier ordenador conectado a internet,
sino también en los teléfonos móviles y las tabletas. Esto signiica que es posible acceder al DTMe desde prácticamente
cualquier sitio y en cualquier situación.
Comodidad y peso. Este aspecto supone una gran diferencia entre ambas versiones y una buena razón en favor de
la obra electrónica: el DTMi es un señor libro que pesa 3,8
kg, mide 21 × 29 cm y tiene 1800 páginas. Eso hace que la
versión en línea sea más cómoda.
Rapidez. El sistema de remisiones del DTMe hace que
consultar esta obra sea mucho más rápido que consultar la
versión en papel. Mientras que pasar a otro lema es instantáneo en el DTMe, esa operación puede llevar un rato si
ambos lemas están separados por algunos cientos de páginas en el DTMi. Por ejemplo, si buscamos ipsolateral, nos
indica que es sinónimo de homolateral, que es el término
preferido, por lo que tendremos que acudir a él para ver la
deinición. Evidentemente, ese salto será mucho más rápido
en el DTMe, pinchando en la remisión, que en el DTMi, donde habrá que pasar muchas páginas. Además, más adelante
veremos que las búsquedas en el DTMe pueden ser todavía
más rápidas si aprovechamos otros programas.
Actualización. Por ser una obra en línea, el DTMe tiene
también la ventaja de que se actualiza permanentemente y corregirá las erratas detectadas, algo que en el DTMi solo será
posible con cada nueva edición.
Versatilidad o diversidad de búsquedas. El DTMe ofrece una gran riqueza de tipos de búsqueda, entre la búsqueda
simple y la avanzada, en inglés, según información lingüística, etc., posibilidades de las que carece el DTMi por tratarse
de un libro. Además, el DTMe puede usarse también como
un diccionario en inglés o como un diccionario bilingüe con
algunos matices, como veremos más adelante.
Potencia de las búsquedas. Además de los tipos de
búsqueda, la potencia de las búsquedas del DTMe es también muy superior a la de las que pueden realizarse en la
versión impresa del diccionario. Por ejemplo, el DTMe
permite obtener decenas y hasta centenares de resultados
para algunas búsquedas específicas, algo impensable en
el DTMi.
Flexión de género y número. El DTMe admite la lexión
de género y número, con lo que no es necesario adaptar el
término a su forma masculina y singular para aumentar las
posibilidades de encontrarlo, a diferencia de lo que sucede, verbigracia, en el DRAE. De esta manera, asintomática
lleva a asintomático, y microorganismos, a microorganismo. Asimismo, la búsqueda por semejanza ortográica hace
posible que encontremos lo buscado pese a haber olvidado
129
Reseñas
una tilde. De este modo, si buscamos parasito, nos llevará a
parásito. Lo mismo sucede con palabras escritas con todas
las letras en mayúscula. El DTMe busca de tal forma que si
buscamos DEFENSA ABDOMINAL nos llevará a la entrada
defensa abdominal, algo muy práctico y que no hacen todos
los diccionarios en línea.
3.2. Desventajas
Pese a todas las ventajas que acabamos de explicar, el
DTMe puede presentar algún inconveniente. El principal de
ellos está relacionado con lo que explica casi todas sus ventajas: la conexión a internet. En efecto, si por el hecho de ser un
recurso en línea tiene tanta fuerza, por esa misma razón podría perder fuerza frente a la versión impresa en caso de que
faltara la conexión a internet, ya sea por un problema técnico
o por encontrarnos en una región remota sin conexión.
Por lo demás, no he observado hasta el momento más
que escasos aspectos negativos, casi insigniicantes a la luz
de sus grandes ventajas. Por ejemplo, en ciertos momentos
me ha parecido que las búsquedas más complejas, las realizadas en todos los campos, tardaban demasiados segundos.
Algo que, por otra parte, no sería de extrañar, dada la gran
cantidad de texto que deben procesar ciertas búsquedas del
DTMe. Por lo demás, he notado algunas nimiedades técnicas no lo suicientemente importantes como para explayarme en este punto.
A mi juicio, el mayor inconveniente del DTMe actualmente es que no se venda separadamente del DTMi. Para los
que usamos exclusivamente la versión en línea, la compra
obligatoria de un libro de varios kilos y cercano a las 2000
páginas resulta un despropósito. Por ende, para mí, lo peor
del DTMe es la obligación de adquirirlo junto con el libro,
sin alcanzar a ver qué utilidad darle a ese libro teniendo acceso al DTMe.
<http://tremedica.org/panacea.html>
4.1. IntelliWebSearch
IntelliWebSearch (abreviando, IWS) es un programilla
gratuito para Windows que acelera las búsquedas en internet
mediante atajos. Una vez instalado y conigurado, no hay más
que marcar la palabra que se desea buscar (desde Word, desde
el navegador, desde vuestro programa de TAO...) y pulsar el
atajo. Para ver más detalles sobre este programa y saber cómo
instalarlo, os invito a consultar la web del programa: <www.
intelliwebsearch.com> o a leer la reseña que escribí en 2009
para Panace@: <http://medtrad.org/panacea/IndiceGeneral/
n29_tribuna-Leza2.pdf>.
4.1.1. Configuración del DTMe en IntelliWebSearch
Para añadir el DTMe a IntelliWebSearch, hay que abrir la
ventana de coniguración del programa y pinchar en «Añadir
nueva búsqueda». Para facilitar la operación, coloco aquí
un pantallazo de la ventana de coniguración del DTM en
IWS (igura 5), que muestra la línea de inicio, el elemento
separador de palabras para buscar lemas que tengan más de
una palabra y el atajo atribuido, que cada uno podrá escoger
a su gusto.
4. Otras vías de consulta del DTMe
Hemos hablado de la interfaz del DTMe y nos hemos referido a su simplicidad y a la riqueza de sus opciones de búsqueda. No obstante, quienes usen el diccionario con bastante
frecuencia podrán ahorrar tiempo consultándolo no a través
del formulario estándar de su web, sino realizando las búsquedas desde otros programas.
Entre los programas que me gustaría citar se encuentran
IntelliWebSearch y Click.to, dos herramientas gratuitas para
Windows que funcionan desde cualquier aplicación. Por
otra parte, me referiré también a otras dos formas de buscar
desde el navegador que permiten asimismo acortar las búsquedas: usar un motor de búsqueda de navegadores o ciertas
extensiones.
Para servirse de todas esas aplicaciones, el quid de la
cuestión radica es conocer la sintaxis que utiliza el DTMe
en sus búsquedas. Una vez conocida, veremos cómo configurar esas cuatro formas de consulta. Huelga decir que
para lanzar búsquedas en el diccionario a través de cualquiera de estas cuatro herramientas es necesario haber
comprado la versión electrónica y haber introducido las
claves en el navegador.
130
Figura 5: Ventana de coniguración del DTMe
en IntelliWebSearch
Como decíamos, una vez añadido el DTMe a IWS, podremos lanzar una búsqueda en el diccionario desde cualquier
lugar de Windows —desde Word, desde el navegador, desde
el programa de TAO y desde cualquier lugar en que se pueda
copiar texto al portapapeles— con tan solo marcar el término
que deseemos buscar y pulsar el atajo, en este caso Alt+M.
Con estos dos simples pasos podemos hacer búsquedas en el
DTMe desde cualquier parte, lo cual podrá agilizar notablemente nuestro trabajo.
Un pequeño problema al buscar mediante estos cuatro
métodos es que si buscamos lemas formados por más de una
palabra, el DTMe tendrá en cuenta apenas la primera palabra
del lema, aunque en la línea de búsqueda del navegador aparezcan todas. En IWS ese problemilla se resuelve de manera
sencilla si se añade un guion bajo para separar las palabras
buscadas en la coniguración de este recurso (igura 5).
De las cuatro opciones de búsqueda desde fuera de la inPanace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
Reseñas
<http://tremedica.org/panacea.html>
terfaz del DTMe que tratamos aquí, la más versátil es indudablemente IWS, aunque, en contrapartida, es también la que
requiere una coniguración inicial algo más prolongada. No
obstante, esta coniguración se simpliica bastante si sencillamente se copian los datos de la igura 5.
4.1.2. Configurar búsquedas diversas en IWS
Conviene tener presente que, para instalar el DTMe tanto en IWS como en el resto de herramientas que veremos
a continuación, lo esencial es descubrir la sintaxis de las
búsquedas de ese diccionario, que aparece oculta. La sintaxis en cuestión, para el criterio «Búsqueda por aproximación», es la vista en la ventana de coniguración de
la igura 5: <http://dtm.ranm.es/php/busca.php?NIVEL_
BUS=3&LEMA_BUS=>.
Como esa sintaxis es diferente para las distintas opciones
de búsqueda del DTMe, es posible conigurar en IWS búsquedas diversas para las distintas opciones de búsqueda. Por ello,
dejó a continuación algunas otras líneas de sintaxis para quien
desee usar IWS no solo para tener grabado el camino de la
búsqueda por defecto, sino los de otros tipos de búsqueda que
le resulten particularmente útiles. Ejemplos:
a)
Equivalente exacto en inglés (búsqueda simple)
<http://dtme.ranm.es/dtm/busca.php?NIVEL_
BUS=4&LEMA_BUS=>.
b) Todos los campos (búsqueda simple) <http://dtme.
ranm.es/dtm/busca.php?NIVEL_BUS=8&LEMA_
BUS=>.
c)
Figura 6: Ventana de coniguración del DTMe en Click.to
Una vez añadido el DTMe a Click.to, se marca el término que deseamos buscar, se pulsa Ctrl+C y aparecen las
aplicaciones que hayamos elegido como destinos posibles
para enviar el texto (igura 7). Escogemos el DTMe y, estemos donde estemos, la búsqueda será lanzada y aparecerá
en el navegador. Para quienes usen con frecuencia este recurso, será recomendable colocar el DTMe el primero de
la lista.
Lema que contenga la palabra (búsqueda simple)
<http://dtme.ranm.es/dtm/busca.php?NIVEL_
BUS=9&LEMA_BUS=>.
Quien desee añadir otras opciones de búsqueda tendrá
que detectar la sintaxis utilizada por el diccionario en cada
caso. Para ello, podrá servirse del navegador FlashPeak SlimBrowser, que tiene una función para crear motores de búsqueda que logra detectar la sintaxis de muchos recursos en línea.
No obstante, si nos ijamos en las diversas sintaxis, veremos
que la sintaxis de las distintas opciones de búsqueda simple
diiere en solo un número.
4.2. Click.to
Otro programa para lanzar búsquedas del DTMe sin necesidad de entrar a su interfaz es Click.to (<www.clicktoapp.
com>). Se trata de una herramienta ligera, para Windows, que
permite copiar texto y pegar su contenido en diversas aplicaciones. Como Click.to no trae el DTMe por defecto, habrá que
añadirlo tras la instalación.
Para ello, hay que hacer clic en «Options», «Add» y
«Add a web action». He aquí un pantallazo sobre cómo
añadir el DTMe, con la línea de búsqueda (en «Website
call»):
<http://dtme.ranm.es/dtm/busca.php?NIVEL_
BUS=3&LEMA_BUS=[TextURL]>. También se puede
añadir un «favicono».
Panace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
Figura 7: Buscar en el DTMe con Click.to
Recordemos que tanto IWS como Click.to son programas
que se instalan en Windows y no en un navegador, por lo que
su radio de acción es mayor que los que veremos a continuación, que son herramientas que funcionan exclusivamente
dentro del navegador.
4.3. Motores de búsqueda del navegador
4.3.1. Instalación
Los motores de búsqueda disponibles para los navegadores
Google Chrome, Mozilla Firefox e Internet Explorer pueden
131
Reseñas
instalarse desde la siguiente página web: <http://mycroft.mozdev.org/search-engines.html?name=dtm&opensearch=yes>.
Si se preiere, es posible entrar a <http://mycroft.mozdev.
org> y buscar «dtm». Actualmente existen dos motores: uno
que busca según el criterio «Aproximación» y otro que
busca según el criterio «Todos los campos», y cada cual
podrá instalarse el que le resulte más conveniente o ambos. Los motores se instalan de la misma manera en los
tres navegadores, con un simple clic en el enlace correspondiente.
La instalación en Chrome tiene una particularidad: nos
saldrá una ventana que nos invita a añadir una palabra clave que lance la búsqueda directa desde la barra de navegación. Una posibilidad sería quedarse con la palabra dtm,
que es breve y fácil de recordar. De esta manera, solo tendremos que situarnos en la barra de direcciones del navegador, escribir dtm, pulsar la barra espaciadora, escribir el
término que deseemos buscar y pulsar «Enter» para lanzar
la búsqueda.
Cabe destacar que los tres navegadores ofrecen la posibilidad de deinir un motor como motor de búsqueda predeterminado, algo que podremos hacer con el DTMe si lo utilizamos
muy a menudo.
4.3.2. Acceso a los motores de búsqueda en cada
navegador
Para poder conigurar los diversos motores, hay que averiguar cómo se accede a su coniguración en los diversos navegadores. En Internet Explorer, hay que hacer clic en el menú
«Herramientas», «Administrar complementos» y, a continuación,
en «Proveedores de búsquedas» de «Tipos de complementos».
En Mozilla Firefox, habrá que pinchar en la barra de búsqueda y a continuación en «Administrar motores de búsqueda».
<http://tremedica.org/panacea.html>
escribir en la barra de direcciones el término que deseamos
buscar seguido de un «Enter» (igura 9).
Figura 9: Ventana de búsqueda del Chrome con el DTMe
Otra forma de buscar en el DTMe tras haberlo seleccionado como buscador predeterminado es mediante el
menú contextual, que aparece al hacer clic con el botón
derecho del ratón. Al marcar una palabra y hacer clic con
este botón nos aparece la opción de buscar dicha palabra
en el recurso predeterminado, que en nuestro caso podría
ser el DTMe.
4.4. Extensiones
La última herramienta a la que nos referiremos para
agilizar las búsquedas realizadas en el DTMe son las extensiones, de las que citaré unos ejemplos para Google
Chrome y Mozilla Firefox. En todo caso, los interesados
podrán buscar extensiones similares para su navegador
favorito.
En Chrome destacaría una extensión llamada Context
Search, que permite lanzar búsquedas en las webs que deseemos mediante un clic del botón derecho y seleccionando el
recurso deseado (igura 11). Su coniguración es muy fácil y
no requiere más que añadir la sintaxis de la línea de búsqueda
del DTMe (igura 10).
Figura 8: Ventana de búsqueda del Firefox con el DTMe
En Chrome, pulsamos con el botón derecho del ratón sobre
la barra de navegación y luego en «Editar motores de búsqueda...» (igura 9). En la lista que aparece, podemos seleccionar
el DTMe y deinirlo como motor de búsqueda por defecto.
Así, podremos buscar en ese diccionario simplemente con
132
Figura 10: Ventana de coniguración de la extensión
Context Search (Chrome)
Panace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
Reseñas
<http://tremedica.org/panacea.html>
5. Conclusión
Figura 11: Búsqueda con la extensión
Context Search (Chrome)
Muy similar es Context Menu Search, que permite buscar
directamente en cualquier web directamente desde el menú
contextual, haciendo clic con el botón derecho.
En Firefox se pueden agilizar las búsquedas en el DTMe
mediante la extensión Context Search (igura 12), prima hermana para este navegador de la extensión homónima para
Chrome.
Hemos visto qué es lo que nos ofrece el DTMe y cuáles
son sus principales diferencias y ventajas respecto al DTMi.
Tras analizar estos aspectos y a partir de la experiencia durante los escasos meses que llevo usándolo, no podría dejar
de recomendar esta obra para cualquier traductor no ya solo
de medicina, sino de ciencias aines, y hasta para traductores cientíicos en general. Para los traductores de medicina y
ciencias aines se trata, sin duda, de una obra indispensable.
La inversión no es despreciable, pero lo que ofrece es mucho,
y a mi juicio la compensa con creces.
Tenemos, por primera vez, un diccionario normativo y redactado en español, no traducido, que ofrece una gran cantidad de información no solo técnica, sino también lingüística,
y que dispone, como espero que hayan podido ver, de una
riquísima interfaz de búsqueda en su versión electrónica, a la
altura de una obra de su tiempo. La versión en papel es, sin
duda, una obra excelente. La versión en línea es, a mi juicio,
doblemente excelente.
Bibliografía
Click.to: <www.clicktoapp.com/add-web-action/> [consulta: 12.3.2012].
IntelliWebSearch: <www.intelliwebsearch.com> [consulta: 12.3.2012].
Navarro, Fernando A. (2011): «Novedades en lexicografía médica (I). El Diccionario de términos médicos (2011) de la Real
Academia Nacional de Medicina», <http://ec.europa.eu/translation/bulletins/puntoycoma/123/pyc12311_es.htm> [consulta:
12/03/2012].
Project Mycroft: <http://mycroft.mozdev.org/search-engines.
html?language=es> [consulta: 12.3.2012].
RANM: Boletín de la RANM, <http://www.ranm.es/images/pdf/boletin/
Boletin_Monog_Dicc.pdf>: número monográico del Boletín de la
RANM dedicado al DTM [consulta: 12.3.2012].
RANM: «Guía de uso de la versión electrónica del DTM», <http://dtme.
ranm.es/guiaDeUso.aspx>, también disponible en PDF: <http://
dtme.ranm.es/guiaDeUso.pdf> [consulta: 12.3.2012].
Figura 12: Búsqueda con la extensión
Context Search (Firefox)
Panace@.
Vol. XIII, n.o 35. Primer semestre, 2012
133