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EL MILAGRO DE LA VIDA Base Bíblica: Is. 53:4-5 Pr. Rocío Zevallos Alegre Propósito: Kerygmático Palabra clave: vida Tema: Sanidad Divina Fecha: 30/10/2016 Proposición: Jesús es el Autor y la Fuente de la vida Introducción.- Is. 53:3-6 v.3 Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción; y como uno de quien los hombres esconden el rostro, fue despreciado, y no le estimamos. v.4 Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido. v.5 Mas El fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, y por sus heridas hemos sido sanados. v.6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, nos apartamos cada cual por su camino; pero el SEÑOR hizo que cayera sobre El la iniquidad de todos nosotros. Bosquejo: 1.- Jesús fue despreciado por amor a nosotros (v.3) Jesús, siendo el Creador del Universo, se humilló al tomar la condición de hombre, haciéndose obediente hasta la muerte. Fue desamparado y rechazado. Se le describe como “Varón de dolores” para expresar los sufrimientos físicos que tuvo que padecer. El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, el Justo estaba padeciendo por causa de nosotros los injustos y pecadores. La Biblia dice que no hay justo ni aún uno, no hay quien busque a Dios (Ro. 3:10). Jesús fue sometido a maltratos, a la humillación, los azotes, la corona de espinas, las burlas y blasfemias, los escupitajos, la traición de un amigo, la soledad, y los clavos que atravesaron sus manos y sus pies. Sin embargo, la razón más poderosa que le mantuvo en la cruz no fueron los clavos sino el amor más grande que existe en todo el Universo, al dar su vida en sacrificio por amor a ti y a mí. En esta escena tan desgarradora nosotros también estamos incluidos al decir “no le estimamos”. 2.- Jesús llevó nuestras enfermedades sobre sí mismo (v.4a) El Mesías personalmente llevó sobre sí mismo nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores. Tanto el dolor como la enfermedad envolvían un sufrimiento no sólo corporal sino también espiritual, total. 3.- Jesús cargó los dolores de nuestra alma (v.4b) Él hizo suyo nuestros dolores, se identificó con nuestra miseria y cargó con nuestros males sobre su propio cuerpo, quitándola de entre su pueblo. Jesús no llevó las enfermedades y sufrió dolores por culpa suya, sino por su pueblo. 4.- Jesús fue herido por nuestras transgresiones e iniquidades (v.5a) La principal razón de la muerte violenta de Jesús fue por nuestras rebeliones. Esto quiere decir que nosotros hemos transgredido (desobedecido) las leyes divinas y nos hemos rebelado contra Dios. Jesús al tomar nuestro lugar, fue traspasado por nosotros hasta la muerte, una muerte violenta (la peor de las torturas en el Imperio Romano era “la muerte de cruz” (Fil. 2:8) Jesús fue la víctima que llevó el cruel castigo por las iniquidades y rebeliones que otros habían cometido. Y entre ellos también estamos incluidos nosotros. ¿Cuál fue el precio de la paz con Dios? Era el precio de la sangre de Jesús. Pues “sin derramamiento de sangre no hay perdón de pecados.” Jesús sufrió el castigo que merecían nuestros pecados. Sobre Jesús fue aplicado severo castigo que le ocasionó heridas y llaga en su cuerpo. La muerte de Jesús nos trajo la paz con Dios. Para todo aquel que mira con fe la escena de la cruz, recibe el perdón de sus pecados, la sanidad de su cuerpo y de su mente. Este mensaje se resume en que “su castigo nos sana y sus heridas nos curan” para todo el que quiera acudir al Cristo de la cruz. 5.- Jesús tomó nuestro lugar en la cruz (v.5b-6) La Biblia dice que una multitud estaba contemplando la escena de la cruz. Miraban a Jesús con disgusto, con horror a causa de su rostro desfigurado. El hecho de la cruz era para los judíos ciertamente tropezadero y para los que no eran judíos (los gentiles) era locura (1 Co. 1:23). La incredulidad de los hombres que le crucificaron, hizo que escondieran sus rostros para no verle. ¿Qué harás tú esta noche? ¿Te esconderás de Jesús para seguir viviendo a tu manera? Referencias Cruzadas: Ef. 2:4-9 v.4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, v.5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos).[4] v.6 Juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,[5] [6] v.7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús, v.8 porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.[7] v.9 No por obras, para que nadie se gloríe,[8] [4] 2.5 La palabra salvos, lo mismo que la palabra herencia (véase Ef 1.11), puede referirse tanto a la participación presente de la obra redentora de Dios por medio de Jesucristo (v. 8), como a la posesión futura y definitiva de ese don (Ro 5.9-10). [5] 2.5-6 Col 2.12-13; Ro 6.4-11; 1 P 1.3. [6] 2.6 Ef 1.20. Lugares celestiales: Véase Ef 1.3 1.3 En los lugares celestiales: esto es, en esa nueva vida del cristiano, que vive para Dios. Esta expresión aparece solo en esta epístola (aquí y en 1.20; 2.6; 3.10; 6.12), y destaca los beneficios obtenidos por la victoria de Cristo (1.4-14; véase 1.21-22) [7] 2.8 Ro 9.16. [8] 2.9 Ro 3.27-28; 4.2,5; Gl 2.16; 2 Ti 1.9; Tit 3.5. ¿Qué es la gracia? Es un regalo de Dios, algo totalmente inmerecido. En el corazón del hombre reina la actitud de ser desagradecido, pues en vez de agradecerle por sus bondades, permitimos que el orgullo, la avaricia, el egoísmo y la idolatría amenacen con corromper por completo nuestro corazón. Por esta causa, la Biblia dice que: “La paga del pecado es muerte, en cambio la dádiva (el regalo) de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor Nuestro.” Lo contrario a la gracia es la desgracia, ese estado de separación de Dios a causa del pecado del hombre. “Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman”. (1ª Corintios 2:9) 1 Pe. 2:24-25 v.24 Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,[30] para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia.[31] ¡Por su herida habéis sido sanados![32] v.25 Vosotros erais como ovejas descarriadas,[33] pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.[34] [30] 2.24 El madero o el árbol: referencia a la cruz ; véase Hch 5.30 [31] 2.24 Ro 6.2-11. [32] 2.24 Is 53.4-5,11-12. Ilustraciones: LOS 7 PRINCIPIOS PARA DARLE SENTIDO A TU VIDA Dedicado a Jesús quién le dio sentido a mi vida y a todos aquellos que lo han pedido, deseando que pueda ayudarles a entender la vida. Usted tiene la capacidad de hacerlo, somos seres que somos como actuamos y actuamos como somos. Muchas veces buscamos las respuestas, pero lo que más necesitamos es hacernos las preguntas correctas. “Porque tal es su pensamiento en su alma, tal es él”. Proverbios 23:7 a 7 PRINCIPIOS: 1. Todos tienen libertad de escoger, incluso si no creen tenerla. Tú eliges cambiar, no espere a que la otra u otras personas lo hagan. ¿Víctima o Protagonista? 2. Establece y asume valores en tu vida. ¿Cuáles son tus valores? ¿Qué es lo que más valoras en tu vida? 3. Descubre que los buenos y los malos momentos: ¿Qué significa esta situación? 4. No trabajes contra ti mismo. No te obsesiones tanto, por hacer algo, que puedes cometer errores. ¿Va en contra de mis creencias? 5. Mírese a sí mismo desde la distancia y con sentido del humor. ¿Me acerca a la meta? 6. Piense y busque la parte positiva en todo, siempre la hay. ¿Qué puedo aprender de todo esto? 7. Por último, hay que ir más allá de uno mismo: no se trata sólo de ti, sino de tus familiares o de tus clientes. Viva la vida dando el 1% más cada día. ¿Estoy dando lo mejor de mí? La vida exige a todo individuo una contribución y depende del individuo descubrir en qué consiste. Viktor Frankl Testimonio de Sanidad Conclusión: Oración y Llamamiento: Es el tiempo de meditar con la fe de un niño acerca del maravilloso milagro de la vida. Hoy el Espíritu de Dios ha hablado a tu corazón por medio de la Palabra del Señor, la Biblia. Es tiempo de que tomes la decisión más importante y que cambiará definitivamente el rumbo de tu vida. ¿Vives una vida vacía, sin sentido, sin dirección? ¿Qué quieres obtener en la vida? Sabes, las cosas materiales, las comodidades, el dinero, el mejor trabajo o profesión, ni siquiera las amistades o la familia, ninguna persona en este mundo podrá llenar el corazón jamás, sólo Jesucristo. ¡Ven a Jesús! ¡Sí amiga, amigo que has venido en esta noche a la casa de Dios, sólo Jesucristo da el sentido a la vida, sólo Él es la razón y el propósito para una vida diferente, una vida nueva, una vida abundante. Sólo la Presencia del Bendito Salvador, de Aquel que se sacrificó hasta la muerte por ti, puede satisfacer toda necesidad de tu vida. Por esta causa, es imprescindible dar un paso de fe, abrir el corazón de par en par para tener un encuentro, una relación personal con Jesús. ¡Ven a Jesús! Sólo Él te ayudará a salir de ese hoyo, de ese foso de la desesperación en el que te encuentras. Vamos a orar… (Oración de entrega a Jesucristo)