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De allá ité especies invasoras La RaTa aLMIZCLERa un roeDor traÍDo por peleteros Que terMinÓ poBlanDo la tierra Del FueGo Ejemplar adulto de rata almizclera alimentándose entre la vegetación acuática en el Área Nacional de Vida Salvaje Cap Tourmente, en Quebec, Canadá. Tomada en agosto de 2010 por Simon Pierre Barrette (Cephas). Wikipedia Commons. Las montañas, mares, ríos o desier tos son ambientes particulares en sí, pero también han separado o aislado a innúmeras especies animales y vegetales a lo largo de la historia de la vida. Las barreras geográicas son motor de la evolución y cumplen un rol fundamental en la distribución de los organismos y los ecosistemas. Sin embargo, algunas especies, de forma natural, han podido franquear dichas barreras, para colonizar e invadir nuevos ambientes y hábitats, y alterar así las relaciones previas existentes. Este proceso, azaroso y lento, fue recientemente incrementado por la actividad humana. En unos pocos siglos, los humanos hemos movilizado, intencional o accidentalmente, gran cantidad de especies a través de barreras geográicas mayores, con lo que hemos ocasionado un cambio abrupto en la distribución de las especies vivientes y provocado que el número de especies introducidas sobrepase con creces cualquier tasa natural. Aunque algunas especies nativas han podido tolerar a los intrusos, la mayor parte de ellas quedan mal paradas en una confrontación en la que no pueden competir o defenderse exitosamente, acercándose irremediablemente a la extinción. En la Argentina abundan las especies introducidas, ya sea de Asia oriental o de Europa, y muchas de las cuales han impactado de manera negativa sobre la fauna y lora nativas. Así, vemos que la introducción de plantas o animales por causa humana puede ser considerada mundialmente como una de las mayores conmociones históricas de la lora y la fauna. En esta sección nos ocuparemos de estas especies “de allá ité” (de allá lejos, en guaraní, parafraseando la canción de Pocho Roch). AzArA-Nº 2 / 77 Cráneo de Ondatra zibethicus en vista dorsal (izquierda) y ventral (derecha). Ejemplar de la colección de mastozoología de la Fundación Azara, colectado por Elio Massoia en Río Grande, Tierra del Fuego, el 4 de mayo de 1966. Los roedores constituyen el grupo de mamíferos posiblemente más exitoso que ha habitado el planeta Tierra. Este grupo incluye casi unas tres mil especies, entre las que se cuentan diversos tipos diferentes, como ser ratas, ratones, castores, carpinchos, coipos y perritos de las praderas. Los roedores se encuentran distribuidos en casi todos los continentes (con la única excepción probable de la Antártida), e incluyen habitantes de desiertos y grandes ciudades, especies acuáticas y arborícolas, así como subterráneas. La clave del éxito de los roedores aún no fue bien deinida por los especialistas, aunque los investigadores coinciden en señalar como un factor fundamental la gran proliicidad de estos animales. En la provincia de Tierra del Fuego, hay 19 especies de mamíferos invasores procedentes de prácticamente todas las masas continentales. Entre ellos el roedor conocido comúnmente con el nombre de rata almizclera. Cientíicamente denominada como Ondrata zibethicus, la rata almizclera debe su nombre común al hecho de que en la región perianal tiene dos glándulas con abertura al exterior, que segregan un líquido blanco, de fuerte olor a almizcle. Comparado con otros roedores, estas ratas son de gran tamaño, su longitud corporal alcanza los 40 centímetros y su peso puede ser de hasta 1,8 kilogramos. Son muy buenas nadadoras y bucean sin diicultad, inclusive bajo aguas superi78 / AzArA-Nº 2 cialmente congeladas. Su cola ligeramente aplanada, de color gris y sin pelos, es utilizada a la hora de desplazarse en el agua. Asimismo, las patas traseras con membranas y la capacidad de cerrar los oídos impidiendo el paso del agua son factores que contribuyen a la natación en esta especie. En las orillas vegetadas de los cuerpos de agua, las ratas almizcleras construyen madrigueras formadas por galerías largas que tienen una entrada por debajo del agua. También construyen refugios en forma de cúpula de 90 centímetros de altura y 1,5 metros de diámetro. Las ratas almizcleras son principalmente nocturnas y durante la noche forrajean sobre la vegetación ribereña. Es curioso que los individuos que habitan nuestro país son especialmente herbívoros, mientras que en el Hemisferio Norte esta misma especie incluye en su dieta una gran cantidad de animales, especialmente invertebrados. Distribución Las ratas almizcleras son originarias de América del Norte. Sin embargo, debido a su introducción en diversos territorios mediante intervención humana, su distribución hoy en día abarca gran parte de Europa y Asia. El interés de los humanos por esta especie radica en la belleza de su piel, que se aprovecha para peletería (las pieles llegaron a valer hasta 2,5 dólares cada una en la década de 1950), y en el almizcle que se extrae de sus glándulas, que se utiliza en perfumería. Así, la especie se cría en cautiverio en muchas partes del mundo. Con miras a su explotación peletera, en abril de 1948 el Ministerio de Marina introdujo la rata almizclera en nuestro país, más precisamente, en Tierra del Fuego. Unos 197 individuos provenientes de Canadá fueron liberados con la intención de que la especie prosperara y se la pudiera explotar comercialmente. Para 1954, a sólo seis años de su llegada, la rata almizclera fue declarada plaga mediante la Resolución Nº 1.227 del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación. Rápidamente, la rata almizclera se distribuyó en la Isla Grande y también en casi todas las islas del archipiélago, con excepción de la Isla Mari Ann y la Isla de Los Estados. En el área del Lago Fagnano, la especie es extremadamente abundante, y su población se estima entre 25 y 125 animales por hectárea. Su rápido incremento distribucional se calcula en un avance anual de entre 10,8 y 3,9 kilómetros, tal como el que se constató en Europa. Este avance, extremadamente veloz, posiblemente se deba a dos causas principales. En primer lugar, por tratarse de una especie totalmente exótica, la rata almizclera no cuenta con muchos predadores naturales; de hecho, sólo ha sido constatada su depredación por el zorro colorado (Lycalopex culpaeus). Rata almizclera (Ondatra zibethicus) nadando en el río Rideau, en Ottawa, Ontario, Canadá. Tomada por D. Gordon E. Robertson en abril de 2009. Wikipedia Commons. En segundo lugar, la rápida expansión geográica y abundancia numérica de esta especie se debe a sus características reproductivas. La época de reproducción de las ratas almizcleras varía según las latitudes. Mientras que en su región de origen ocurre entre los meses que van de la primavera al otoño, en nuestro país estas ratas pueden tener crías durante casi todo el año. El período de gestación es de menos de un mes (un promedio de 28 días) y cada hembra puede parir dos veces al año un promedio de 6 crías, las cuales se desarrollan muy rápidamente y adquieren capacidad reproductiva a partir de los 12 meses de nacidas. Además de su introducción en Tierra del Fuego, existía el proyecto de introducir ratas almizcleras en bañados y pajonales poco productivos de Entre Ríos, Corrientes y el Delta del Paraná. Afortunadamente nunca se llevó a cabo la introducción de la especie en esas latitudes. Rata grande, daño grande A diferencia de otras especies exóticas, la rata almizclera es claramente perjudicial tanto para las actividades humanas como para el ambiente en el que habita. En primer término, las ratas almizcleras producen grandes daños en los depósitos de forrajes y granos, así como sobre la lora autóctona circundante en ambientes acuáticos, dado que las plantas constituyen su principal fuente alimenticia. Por otro lado, con sus potentes incisivos, estas ratas dañan pilotes de muelles y puentes de madera. También son capaces de interrumpir y desviar cursos de agua debido a la construcción de sus madrigueras, lo cual puede ocasionar inundaciones a cultivos y ambientes arbolados naturales. No se conoce claramente el impacto que la rata almizclera ha tenido sobre la fauna local. Debido a que es una especie forrajera, es posible que compita por el consumo de plantas palustres con otras especies herbívoras autóctonas como el coipo (Myocastor coypus). Además, se sospecha que las ratas almizcleras introducidas en la Argentina pueden haber portado alguna enfermedad que, sumada a la competencia por el recurso forrajero, haya puesto en riesgo a las poblaciones fueguinas de roedores herbívoros. ■ ■ ■ La rata almizclera en la Isla Grande Tierra del Fuego, sin predadores naturales, proliferó en gran cantidad y generó graves daños ambientales, razón por la cual fue incluida entre los animales perjudiciales de Tierra del Fuego, por Resolución Nº 1.227 del 21 de septiembre de 1954. Sobre los protagonistas Cricetidae - Arvicolinae - Ondatra zibethicus (rata almizclera). Caviomorpha – Octodontoidea - Myocastor coypus (coipo). Canidae - Lycalopex culpaeus (zorro colorado o culpeo). Por Hugo P. Castello Lecturas sugeridas Fundación Azara CONICET Universidad Maimónides Chebez, J. C. y Rodríguez, G. O. 2013. La fauna gringa. Especies introducidas en la Argentina. Fundación de Historia Natural Félix de Azara. Buenos Aires. Castello, H. P. 2013. Historia de la liberación de la rata almizclera (Ondatra zibethicus) en la Isla Grande de Tierra del Fuego durante 1948. Historia Natural, 3 (2): 5-19. Fundación de Historia Natural Félix de Azara. Buenos Aires. Federico L. Agnolin Laboratorio de Anatomía Comparada del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia Sergio Bogan Fundación Azara Universidad Maimónides AzArA-Nº 2 / 79