Arch.argent.pediatr 2003; 101(5) / 375
Artículo original
Evaluación clínica e inmunológica de 90 pacientes
con deficiencia selectiva de inmunoglobulina A
Dres. Liliana Bezrodnik*, Daniela Di Giovanni*, Alejandra Ginaca*, Silvia Krasovec*,
Denise Menard*, Patricia Carabajal* y María Isabel Gaillard*
* Servicio de
Inmunología.
Hospital de Niños
"Dr. Ricardo Gutiérrez",
Buenos Aires.
Correspondencia:
Liliana Bezrodnik.
Gallo 1330.
(1425) Ciudad
de Buenos Aires.
inmunogutierrez@fibertel.com.ar
Aclaración de intereses:
no existe conflicto de
intereses para aclarar.
Resumen
Introducción. La deficiencia selectiva de IgA se
comporta como una enfermedad heterogénea,
(asintomática o sintomática con infecciones recurrentes respiratorias y gastrointestinales, enfermedades atópicas y autoinmunes), caracterizada
por presentar IgA de 7 mg/dl o menos en pacientes de 4 años de edad o más. Entre 1990 y 1999 se
registraron en nuestro servicio 176 inmunodeficiencias primarias; la deficiencia selectiva de IgA
representó el 61%.
Objetivo. Describir las distintas formas de presentación clínica de la deficiencia selectiva de IgA y
buscar un patrón inmunológico que permita diferenciarlas.
Población, material y métodos. Se evaluaron inmunológicamente 90 pacientes con diagnóstico de
deficiencia selectiva de IgA. Se excluyeron 18 pacientes por falta de seguimiento.
Resultados. La mediana de edad al diagnóstico fue
de 7 años. Las manifestaciones clínicas más frecuentes fueron las infecciones respiratorias, seguidas por enfermedades alérgicas y enfermedades autoinmunes. En 12 pacientes se constataron
antecedentes familiares de inmunodeficiencia primaria. La mayoría de los pacientes mostraron
niveles normales o elevados de IgG e IgM. La
respuesta de anticuerpos contra antígenos
proteicos fue normal y en un solo caso se observó
falta de respuesta ante antígenos polisacáridos. Se
detectaron anticuerpos antinucleares positivos en
18%; 9/11 presentaron anticuerpos anti-gliadina
IgG y en sólo uno se constató enfermedad celíaca.
Las subpoblaciones linfocitarias se evaluaron en
38 pacientes, detectándose en 15 un descenso de
los niveles de CD4. La respuesta proliferativa celular, estudiada en 10 casos, fue normal.
Conclusión. Pudimos observar diferentes formas
de presentación clínica. Los datos del laboratorio
no fueron homogéneos, y no se las puede relacionar con ningún grupo clínico.
Palabras clave: deficiencia de IgA, infecciones recurrentes, alergia, autoinmunidad.
Summary
Introduction. Selective IgA deficiency is a disorder
with heterogeneous clinical manifestations,
varying from none at all to recurrent infections
mostly involving the respiratory and gastrointestinal tracts, as well as autoimmune and atopic
diseases. Definitive diagnosis of selective IgA
deficiency is made when seric IgA is less than 7
mg/dl in children older than 4 years. 176 patients
with primary immunodeficiencies were registered
between 1990 and 1999 in our institution, and
selective IgA deficiency represented 61%, of cases.
Objective. To describe different forms of clinical
presentation and look for an immunologic pattern
to clasify them.
Population. 90 patients with selective IgA deficiency
were evaluated.
Results. Average age at diagnosis was 7 years old.
A wide spectrum of symptoms was observed in
most of patients, with at least 2 different manifestations. Recurrent infections of the respiratory tract
were the most frequent, followed by atopic
disorders and autoimmune disorders.
12 patients had a family history of primary
immunodeficiency. Normal or elevated serum IgG
and IgM levels were seen in most of cases. Antibody
response against protein antigens were normal in
all. No response against polysaccharide antigens
was seen in 1 case. 18% had antinuclear autoantibodies. Antigliadin IgG antibodies were increased
in 9/11 and only 1 patient had coeliac disease.
Lymphocytes subsets were analized in 38 patients.
Low CD4 counts were detected in 15. In vitro
cellular proliferative response assessed in 10 cases
was normal.
Conclusion. We found different clinical groups but
the immunologic results were heterogenous, so
they could not be related to any group.
Key words: selective deficiency IgA, recurrent
infections, atopic disorders, autoimmune disorders.
INTRODUCCIÓN
La deficiencia selectiva de IgA (DSA)
representa la inmunodeficiencia primaria (IDP) más frecuente en el ser humano.
Su prevalencia varía entre 1/223 a 1/
1.000 en las diferentes poblaciones.1-3 La
forma de herencia puede ser autosómica
recesiva o dominante, aunque también
se registraron casos esporádicos.1-4 Estudios genéticos indican una asociación de
genes de ciertas regiones del complejo
mayor de histocompatibilidad (CMH):
haplotipos HLA de clases I, II y III. Los
haplotipos más frecuentes encontrados
fueron HLA A1, B8, DR3, C2, C4A y
deleción de la 21-hidroxilasa A (56%);
con menor frecuencia se informaron HLA
A29, B14.7 Estos mismos haplotipos se
376 / Arch.argent.pediatr 2003; 101(5) / Artículo original
han encontrado en pacientes con inmunodeficiencia común variable (IDCV), por lo
cual varios autores relacionaron estas dos
entidades como formas de una misma enfermedad.1,4,5
El defecto básico de la DSA aún no se ha
aclarado. Se postula que podría deberse a
una diferenciación anormal de células B
IgM-positivas a células plasmáticas secretoras de IgA. Sin embargo, la presencia de
células B con IgA de superficie, que coexpresan IgM e IgD, sugiere una falla en la
diferenciación terminal de estas células.
Otros autores sostienen que el defecto radicaría en mecanismos inmunorreguladores
como: a) efecto de células T supresoras sobre la síntesis de IgA; b) inadecuada función
de células T ayudantes; c) defectos intrínsecos B o presencia de autoanticuerpos antiIgA.1,2,4,5
La DSA es en realidad un síndrome más
complejo de lo que se sospechaba hace unos
años. Es sabido que en su evolución, pacientes con DSA han desarrollado un cuadro de
panhipogammaglobulinemia global (IDCV),
así como pacientes con IDCV pueden virar
con el tiempo a DSA. Se han registrado ambas patologías (DSA/IDCV) en integrantes
de una misma familia.6-9 Se postula que estas
enfermedades forman parte de una misma
entidad, cuya forma más benigna estaría representada por la DSA y en el otro extremo se
encontraría la IDCV.8,10
Aún es controvertido el punto de corte
que define la concentración patológica de
IgA sérica. Según los grupos étnicos, diferentes autores han tomado distintos niveles
séricos de IgA y edades para realizar el corte
y definir DSA. Se han observado deficiencias transitorias de IgA en niños por debajo
de los 3 años, y en casos esporádicos han
normalizado los niveles a los 10 años de
edad. Hammströng et al. definen la enfermedad en niños a partir de los 10 años con
niveles de 5 mg/dl o menores. Buckley considera a los niños desde los 5 años de edad
y con valores de 10 mg/dl o menores.1 En
nuestro país, se ha definido DSA en pacientes de 4 años de edad o más con niveles
séricos de IgA de 7 mg/dl o menores, en
más de una determinación. Hemos definido
este punto de corte por la experiencia registrada en los diferentes centros de inmunología de nuestro país y consensuado por el
Grupo de Trabajo de Inmunodeficiencias
Primarias de la Sociedad Argentina de Pediatría.
La DSA es una enfermedad heterogénea
en su forma de presentación clínica, debido a que puede ser un hallazgo en individuos sanos (en bancos de sangre) o manifestarse con diversos síntomas y grados de
morbilidad.1,4
Las consultas pueden deberse a: infecciones recidivantes del tracto respiratorio
alto y bajo, enfermedades alérgicas (asma,
eccema atópico, etc.), gastrointestinales (enfermedad celíaca, diarrea crónica, etc.) o
neoplasias (cáncer y linfoma del tracto gastrointestinal).1,4,11 El trastorno frecuente se
asocia con enfermedades autoinmunes (artritis reumatoidea, lupus eritematoso sistémico, etc.),4,11,12 además de otros trastornos
específicos (enfermedades neurológicas,
otras inmunodeficiencias, etc.).
Desde enero 1990 a julio de 1999 hemos
registrado en nuestra institución 176 IDP;
las DSA representaron el 61% (108). El objetivo de este trabajo fue mostrar la evaluación de 90 de estos pacientes, en busca de
algún patrón inmunológico que nos permita diferenciar los distintos grupos clínicos.
POBLACIÓN,
MATERIAL Y MÉTODOS
Se estudiaron 90 pacientes con diagnóstico de DSA en el Servicio de Inmunología
del Hospital de Niños "Dr. R. Gutiérrez"
(mediana de edad: 6 años).
Se confirmó el diagnóstico de DSA en
niños de 4 años o más con niveles séricos de
IgA menores o iguales a 7 mg/dl, en por lo
menos dos determinaciones consecutivas.
Se incluyeron todas las formas de presentación clínica. Se excluyeron del análisis 18
pacientes por falta de seguimiento.
Se analizaron retrospectivamente las historias clínicas de DSA, la edad de comienzo
de los síntomas y los antecedentes familiares. Los pacientes se controlaron clínicamente y con estudios de laboratorio cada 6
meses.
Se realizó dosaje de inmunoglobulinas
séricas IgG, IgA, IgM y fracciones del complemento C3 y C4 por nefelometría, utilizando antisueros policlonales monoespecíficos (nefelómetro QM 300) IgE sérica por
ELISA y cuantificación de subclases de IgG
Evaluación clínica e inmunológica de 90 pacientes con deficiencia selectiva de inmunoglobulina A / 377
por inmunodifusión radial.
Las poblaciones linfocitarias se tipificaron mediante el uso de anticuerpos
monoclonales: CD3 TCR αβ, CD3 TCR ␥␦,
CD4, CD8, CD20, HLA DR, CD56 y análisis
por citometría de flujo (citómetro Becton
Dickinson).
La funcionalidad de la respuesta inmunológica humoral se evaluó mediante la
cuantificación de: a) anticuerpos anti toxoide
tetánico (estímulo proteico) antes y después
de la vacunación con toxoide tetánico, con el
método ELISA (criterio de respuesta: posvacunación, 4 veces el basal). Boletín del
Grupo Latinoamericano de Inmunodeficiecia
(LAGID) 1997; (1):1; b) anticuerpos antineumocócicos globales (antígenos polisacáridos) antes y después del estímulo con vacuna 23-valente, con el método ELISA (criterio de respuesta: título consecutivo al estímulo de 113 mg/l o más, según consenso del
Grupo de Trabajo de Inmunodeficiencias
Primarias de la Sociedad Argentina de Pediatría, datos no publicados, Servicio de Inmunología Hospital Nacional de Pediatría
“Prof. Dr. J.P. Garrahan”).
La funcionalidad de la respuesta inmunológica celular in vitro se valoró mediante
la cuantificación de la respuesta proliferativa
de linfocitos frente a mitógenos inespecíficos: concanavalina A (ConA), fitohemaglutinina (PHA), forbol-12-miristato-13acetato/ionomicina (PMA/I), anti-CD3 y
mitógeno pokeweed (PWM).
Se investigó la presencia de autoanticuerpos por inmunofluorenscencia indirecta: anticuerpos antinucleares (FAN) sobre
línea celular Hep2; antimúsculo liso
(ASMA), anticélulas parietales gástricas
(APCA) y antimicrosoma de hígado y riñón
(LKM) sobre cortes criopreservados de hígado, riñón y estómago de rata; anti-ADN
nativo sobre improntas de Crithidia luiciliae.
Anticuerpos antigliadina IgG por ELISA, y
por inmunoelectrotranferencia (“immunoblotting”): anti-Sm, anti-RNP, anti-Ro, antiLa, anti-scl70, anti-Jo1.
Análisis estadístico: los datos se procesaron con el programa EPI INFO versión 6.
RESULTADOS
La mediana de edad de comienzo de los
síntomas fue de 12 meses, con un rango de
1 mes a 12 años; con la siguiente distribu-
ción por sexo: 40% mujeres y 60% varones.
El 85,2% de los pacientes eran eutróficos. La
mediana de edad de detección de niveles de
IgA menores o iguales a 7 mg/dl fue de 7
años, con un rango de 19 meses a 19 años. En
todos ellos se confirmó el diagnóstico de
DSA durante su evolución, al cumplirse los
criterios establecidos (edad mayor o igual a
4 años con niveles de IgA menores o iguales
a 7 mg/dl en 2 determinaciones o más).
Sólo el 19% (12/90) refirió antecedentes
familiares de inmunodeficiencia primaria
(1 madre con IDCV, 2 madres con DSA, 9
hermanos con DSA o hipo-IgA).
El 45% de los pacientes con DSA consultó por infecciones recurrentes. En 18 pacientes se detectó parasitosis, 3 de los cuales
presentaron infección por más de un parásito; en éstos, el parásito más frecuente que
Giardia lamblia, seguido de Enterobius
vermicularis, Toxocara canis, Ascaris lumbricoides y Blastocystis hominis. El 41% presentó
cuadros alérgicos. Durante su evolución,
estos DSA presentaron más de una manifestación clínica.
Un 10% consultó por manifestaciones
autoinmunes. El 3% de las DSA se asoció
con otra enfermedad. El paciente restante
TABLA 1. Motivo de consulta (n= 90)
Motivo
N° de pacientes
Infecciones recurrentes
%
40
45
Otitis media aguda
16
18
Neumonías
14
16
Diarrea
6
7
Otras
4
4
37
41
26
29
8
9
Atopia
Asma
Rinosinusitis
Eccema
3
3
9
10
Lupus eritematoso sistémico
1
1
Artritis reumatoidea juvenil
3
3
EMTC
1
1
Enfermedad celíaca
2
2
Autoinmunidad
Psoriasis
1
1
Tiroiditis autoinmune
1
1
Otros
3
3
Hallazgo casual
1
1
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resultó un hallazgo casual (hermana asintomática con DSA) (véase Tabla 1).
Se presentaron complicaciones de baja
incidencia en 7/90 (8%): 3 bronquiectasias
(uno requirió lobectomía), 1 absceso
hepatoesplénico, 1 otomastoiditis crónica, 1
osteomielitis crónica, 1 edema de glotis.
La inmunidad humoral se evaluó en todos los pacientes. Se observó un comportamiento diferente según los isotipos de inmunoglobulinas: 37/90 presentaron valores de IgG mayores a 1 desvío estándar (DE)
de la media para la edad, 6/90 pacientes
presentaron descenso de IgG y 5/90, de IgM
por debajo de 1 DE; 27/57 mostraron aumento de IgE.
En 59/90 se cuantificaron las subclases de
IgG; se observaron descensos en tres pacientes (uno IgG2, uno IgG3 y uno IgG2-IgG3).
La respuesta funcional humoral a estímulos proteicos (toxoide tetánico) se evaluó en 38/90 pacientes; el resultado fue
normal en todos los casos. La evaluación de
estímulos polisacáridos a través de la
cuantificación de anticuerpos antineumococo se midió en 50 pacientes. Cuarenta y
uno de ellos (82%) presentaron respuesta
funcional anticorpórea adecuada, 8 presentaron respuesta parcial y 1 no presentó respuesta (véase Tabla 2). Veintitrés pacientes
mostraron niveles altos de anticuerpos
basales (16 eran atópicos).
En todos los pacientes, el dosaje de C3 y
C4 fue normal.
Inmunidad celular: en 38/90 pacientes
se tipificaron las poblaciones linfocitarias,
todos presentaron población B (CD20) normal. En 15 pacientes se detectó descenso de
CD4, en los cuales 10 se asociaban con la
disminución de más de una población:
CD8+, CD56+(NK). Se encontró aumento
de la población CD3 ␥␦ + en 6/11 pacientes (5 atópicos y 1 con infecciones).
En los pacientes se evaluó la respuesta
funcional celular in vitro; ésta fue normal en
todos los casos, para todos los estímulos
utilizados.
En 64/90 pacientes con DSA se investigó
la presencia de autoanticuerpos. La frecuencia de anticuerpos antinucleares (FAN) en
esta población fue del 18% (12/64): 5 presentaban criterios de enfermedad autoinmune (1 con enfermedad mixta del tejido
conectivo con anti-RNP positivo, 2 con artritis reumatoidea juvenil, 1 con Tiroiditis
de Hashimoto y 1 con lupus eritematoso
sistémico con anticuerpos anti-ADN nativo, Sm y Ro-positivos). En 2 pacientes sin
clínica de autoinmunidad gástrica se encontró APCA. Ninguna DSA presentó
ASMA ni LCM.
Se determinaron anticuerpos antigliadina IgG en 11 pacientes con síntomas
gastrointestinales; 9 de ellos presentaron
TABLA 2. Valoración de los isotipos de inmunoglobulinas, subclases de IgG y respuesta global a la vacuna
antineumocócica 23-valente en 9 pacientes con deficiencia selectiva de IgA
P AAN basal mg/l AAN PE mg/l IgE UI/ml IgG mg/dl IgM mg/dl IgG1 mg/dl IgG2 mg/dl IgG3 mg/dl IgG4 mg/dl
1
28
66
elevada
1.477
188
756
279
120
34
2
26
60
nr
2.209
196
840
440
90
nr
3
17
78
elevada
1.092
139
714
293
130
2
4
21
80
elevada
2.261
118
2.520
645
149
29
5
11
74
nr
1.429
62
882
455
32
64
6
45
82
normal
1.271
177
nr
nr
nr
nr
7
39
75
nr
1.553
145
nr
nr
nr
nr
8
10
76
normal
1.012
162
900
136
95
28
9
6
14
nr
1.700
100
1.220
96*
137
62
AAN: anticuerpos antineumocócicos.
PE: posestímulo.
Criterio de respuesta: Adecuada: título posestímulo mayor o igual a 113 mg/l.
Parcial: título posestímulo de 30 a 112 mg/l.
Ausente: título posestímulo menor a 30 mg/l.
*IgG2 < a 1DE para la edad.
nr: no realizado.
Evaluación clínica e inmunológica de 90 pacientes con deficiencia selectiva de inmunoglobulina A / 379
títulos elevados, con un rango de 27 a 190
unidades (valor normal hasta 20 U). Se constató enfermedad celíaca por biopsia de intestino en 2 pacientes, uno con anticuerpos
antigliadina IgG positivos y otro con anticuerpos negativos.
CONCLUSIÓN
Las DSA representan un grupo heterogéneo de trastornos que varían desde un
extremo sin manifestación clínica hasta distintos grupos con entidades bien definidas
y diversas.
Nuestros pacientes registran la misma
variabilidad en su forma de presentación,
excepto que el 99% se presentaron con diversos síntomas, por lo cual fueron derivados a nuestro servicio para su evaluación.
Hemos tratado de correlacionar los datos obtenidos del laboratorio inmunológico
con las diferentes formas de presentación
clínica. Los resultados obtenidos no nos han
permitido encontrar perfiles inmunológicos
que se asocien con algunos de ellos. Un solo
paciente se reclasificó por presentar alteración funcional ante el estímulo contra
polisacáridos de la vacuna antineumocócica 23-valente.
DISCUSIÓN
En un período de 9 años (1990 a 1999) se
siguieron 90 pacientes con diagnóstico de
DSA.
Muchos niños consultaron antes de los
cuatro años, por lo que se consideraron como
cuadros transitorios de deficiencia selectiva
de IgA. Todos los pacientes en quienes se
mantuvieron niveles de IgA de 7 mg/dl o
menos se consideraron con DSA, de acuerdo con la definición utilizada. Los pacientes
que presentaron valores normales de IgA
fueron dados de alta.
Excepto un paciente, todos ingresaron a
nuestro consultorio por alguna manifestación clínica recurrente, la mayoría relacionada con síntomas alérgicos (38%) e infecciones (45%).
La frecuencia de atopía en nuestros pacientes (38%) fue mayor que en la literatura
(20%).1,4 Pensamos que estos datos podrían
estar sesgados debido a que nuestro servicio es un centro de referencia al cual se
derivan enfermos con manifestaciones
alérgicas o infecciones de evolución tórpida.
Las manifestaciones más frecuentes fueron las infecciones recurrentes, generalmente de las vías aéreas superiores, en la mayoría se asoció más de una localización. Un
35% fueron neumonías; 3 enfermos de este
grupo presentaron bronquiectasias como secuela permanente, uno de ellos requirió
lobectomía; en ninguno se constató defecto
funcional humoral. No tenemos una explicación clara de esta evolución tórpida, pensamos que quizás una base atópica sumada
a diferentes estímulos antigénicos locales y
continuos, así como el tipo o la agresividad
del germen pudieron producir las lesiones.
La asociación familiar fue similar a la
registrada por otros autores (18%).1,8,10 Hemos observado en una misma familia pacientes con DSA, IDCV e hipo-IgA.
El 10% de los casos de DSA se asociaron
con enfermedad autoinmune antes del diagnóstico de inmunodeficiencia. Ingresaron
al hospital con sintomatología de su enfermedad de base y la DSA se constató al
realizar los estudios de laboratorio. Ningún
paciente estaba recibiendo medicación que
nos pudiera hacer pensar que el trastorno
podía estar relacionado con los niveles disminuidos de IgA.
Observamos en 9 niños la presencia de
autoanticuerpos (7 FAN, 2 APCA) y 8 IgG
antigliadina sin clínica de enfermedad autoinmune. Varios autores informaron estos
hallazgos.4,11 Se postula que distintos estímulos sobre las mucosas de pacientes con
deficiencias humorales podrían inducir la
producción de anticuerpos reactivos que en
el tiempo pueden conducir a la aparición de
mecanismos disregulatorios o relacionarse
con ellos. Nos parece útil realizar el monitoreo de estos autoanticuerpos, debido a que
estos enfermos asocian diferentes alteraciones genéticas que ante estímulos constantes
pueden llevar a un desequiulibrio del sistema inmunológico produciendo una enfermedad del tejido conectivo. Varios autores
sostienen que la mayor prevalencia de enfermedades autoinmunes en DSA e IDCV se
basa en estos mecanismos.1,4,8,9
En la literatura se ha registrado asociación entre DSA y enfermedad celíaca.1,4,11 En
nuestra serie comprobamos celiaquía en sólo
dos niños y detectamos la presencia de IgG
antigliadina en pacientes que no presentaron hasta la actualidad enfermedad celíaca.
380 / Arch.argent.pediatr 2003; 101(5) / Artículo original
Pensamos que los anticuerpos IgG serían
una respuesta secundaria a diferentes estímulos antigénicos y que no se relacionarían
con el daño tisular.
Los niveles séricos de IgG, IgM, IgE fueron en casi todos los pacientes similares a
los registrados por otros grupos.
Se ha informado que un 20% de las DSA
se asocian con deficiencia de subclases, con
a predominio de IgG2.13-15 Por el contrario,
en nuestra serie sólo un 5% asoció alteraciones de alguna de las subclases de IgG. Estos
pacientes se consideraron con DSA sin cambiar la conducta terapéutica, debido al comportamiento heterogéneo de las diferentes
subclases de IgG ya que no se encontró una
alteración funcional anticorpórea. El dosaje
de complemento, que se incluyó como parte
de la valoración del sistema inmunológico,
fue normal en todos los pacientes.
En sólo 1 de los 50 pacientes en los que se
evaluó la funcionalidad contra antígenos
polisacáridos se encontró una respuesta funcional inadecuada; lo que motivó reclasificarlo como una DSA asociada con alteración funcional.
Relacionamos la presencia de títulos
basales elevados de anticuerpos antineumocócicos en pacientes alérgicos con una
mayor frecuencia de infecciones bacterianas,
sobre todo de vías aéreas superiores, que
estimulan en forma constante al sistema
inmunológico.
Fue interesante observar que 15/38 DSA
se asociaban con descenso de niveles de CD4.
No pudimos relacionar este patrón con ninguna entidad clínica. En cambio, observamos
que en 5/11 enfermos con antecedente de
atopía prevaleció un aumento de la población
CD3 ␥/g. Esta población habitualmente representa un 5% de la población linfocitaria. Su
aumento se ha relacionado con estímulos
antigénicos crónicos. Esto nos podría sugerir
que los pacientes con DSA estarían expuestos
a un mayor estímulo antigénico a nivel de sus
mucosas, permitiendo la expansión de esta
población CD3 ␥g.
Fue escaso el número de enfermos (10/
90) en los que se analizó la respuesta
proliferativa celular; ésta fue normal en todos ellos. Estos datos coinciden con los registros en la literatura, donde se descarta el
compromiso celular en los pacientes con
DSA.
Ya ha sido evaluada por diferentes grupos de trabajo la participación de distintas
citoquinas (TGFb, IL10, etc.) y del complejo
CD40-CD40 ligando en esta entidad,16-21
como así también, la existencia de un
desequilibrio en las células efectoras Th1/
Th2.22 Si embargo no es claro aún cuál o
cuáles son las causas de las diferentes formas de presentación clínica, por lo cual
pensamos que factores genéticos u otros
cofactores pueden estar involucrados en los
mecanismos etiopatogénicos y la evolución
en esta entidad.
Aunque la mayoría de los pacientes con
DSA son asintomáticos,23,24 la búsqueda de
los factores o las causas que puedan desencadenar las diversas formas de presentación
representa actualmente un desafío.
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