Valor, abnegación y sacrificio

Tío: Hola, chicos. ¿Qué tal, Facu? ¡Qué gusto verlos compartir un buen juego!

Facundo: Hola, tío. Al parecer tuviste algún servicio importante, se te ve cansado.

Tío: Cansado, pero contento, porque pudimos llegar a tiempo para salvar a una familia entera que quedó atrapada en un derrumbe del techo de su vieja casa.

Facundo: ¡Guau, tío! Eso debe ser muy emocionante, pero requiere tener todo eso que dice tu insignia: valor, abnegación y sacrificio. ¿Podrías explicarnos qué significan realmente esas tres palabras?

Tío: El valor tiene que ver con la firme decisión de realizar aquello que se debe efectuar en una situación de necesidad, sea esta leve o extrema. Los bomberos no podemos estar dudando, porque, en muchas ocasiones, la diferencia entre la vida y la muerte está en los segundos que se tiene para intervenir.

Primo: Pero supongo que tampoco se trata de arrojarse a hacer algo sin evaluar bien la situación, papá.

Tío: Así es, hijo. Para ello recibimos entrenamiento y estamos organizados mediante una disciplina muy estricta, para cuidar al máximo la vida de todos.

Facundo: ¿Qué significa la segunda palabra?

Tío: La abnegación es una cualidad muy necesaria en el bombero y, en general, en cualquier voluntario. El bombero debe estar dispuesto a dar su tiempo, esfuerzo, energía, coraje, dolor y alegría; incluso, su vida, con tal de llevar seguridad y tranquilidad a todos sin distinción. Sin abnegación no se estará dispuesto a poner en primer lugar las necesidades del que necesita ayuda.

Primo: La última palabra: sacrificio; todos sabemos lo que significa.

Tío: Bien, hijo. A ver, ¿qué significa esta palabra?

Primo: Significa ser capaz de esforzarse no solo para conseguir algo que uno desea para sí, sino para los demás.

Facundo: No debe ser fácil sacrificarse y ponerse en peligro por los demás, ¿por qué lo hacés?

Tío: Pienso que si se puede, por qué no hacerlo. Lo que yo no hago no lo puede hacer nadie en vez de mí. Es como una voz interior que me dice: «Hazlo, tú puedes, tú debes». Entonces, simplemente lo hago y siento mucha satisfacción poder ayudar y, en ocasiones, salvar la vida de las personas. Es una experiencia que no puede ser explicada en palabras, solo vivirla. Por eso creo que el que se siente que puede servir de alguna manera a los demás, sin recibir nada material a cambio, debe hacerlo. La persona está recibiendo algo mucho más valioso, que ayuda a encontrar sentido y valor a la vida, la hace feliz. La vida, aunque esté llena de dificultades, debe ser vivida siempre con un sentido y alegría.

Facundo: Es muy lindo lo que nos estás enseñando, tío. Yo también me siento con muchas ganas de ser bombero voluntario cuando sea más grande; quiero ser un experto socorrista y poder salvar muchas vidas.

Actividades

1. Investiga si en tu comunidad hay bomberos voluntarios. Si no, averigua sobre la necesidad o no de los mismos y el porqué.

2. Propone en tu clase una visita al cuartel de los bomberos voluntarios de tu comunidad o de otro lugar, para conocer de cerca la vida y el servicio de esta organización.