“Lo mejor es agradarse a una misma”

Nos reunimos con la ex top model en el salón de una entrañable amiga, Rommy, responsable justamente de su presencia en nuestro país, con el fin de dar una charla sobre moda y estilismo; temas en los que se destacó siempre desde su profesión de modelo y conductora de televisión.

De punta en blanco, con un corte sobre los hombros, poco maquillaje, un importante collar de su creación, y muy sencilla por cierto, Mora se dispuso a charlar con ABC Revista. Después de los saludos formales, resaltó su complacencia por poder visitar nuevamente nuestro país y brindar toda su experiencia con relación a la moda, a lo que se usa, lo que queda bien, según la edad y estructura de cada persona. Opina que es más importante tener un estilo propio que seguir la moda; y ella es una persona que sabe de esto. “Hay que tratar de disimular aquello que no nos gusta, tener conocimiento básico de maquillaje, buscar un estilo propio, algo que distinga a la persona de las demás. La búsqueda de un estilo único y personal es, a la vez, descubrirse a una misma, y en el camino ir encontrando espacio para la experimentación y para los aciertos y errores”, afirma la exmodelo.

Para ella, el objetivo es encontrar un estilo que le haga sentir bien a la persona todos los días. “No se trata de seguir reglas. Es más bien entrar en un proceso creativo constante y, sobre todo, uno que evolucione a medida que una misma lo hace”.

Bien ya lo dijo Madonna, diva de las divas: “La vida se trata de reinventarte todos los días”. Pero claro que no es tarea fácil. Mora aconseja mirar las revistas, pero no copiar, sino ir encontrando aquella propuesta con la que te sientas identificada, ya sea un collar, la textura, la combinación de colores.

Recordemos que Mora Furtado pertenece a la época dorada del modelaje en Buenos Aires. También realizó conducción de televisión. Se casó y tuvo hijos. Hoy se siente plena y se dedica a dar charlas sobre estilismo y, a la vez, promocionar sus diseños de collares que tienen por nombre Una Complementos. Sigue siendo una diosa sobrepasando los 50. Su clave es justamente ser autocrítica, sin perder su estilo, y adaptando la moda a su personalidad y cuerpo. “Insisto en que cada una debe tomar de la moda lo que mejor le quede”.

Sus años dentro del modelaje se remontan a la década del 60, tiempo en que aparecieron innovaciones en la moda, tales como la minifalda de Mary Quan y, al final de los 60, los famosos pantalones campana conjuntamente con el movimiento hippie, con su lema “Paz y Amor”. “Era muy joven”, dice. Y aunque no fue apoyada por la familia para esta profesión, siguió su camino y se convirtió en una celebridad de las pasarelas. “Fue la generación de los cambios. El desenfado más popular y recordado fue la minifalda. Las modelos famosas y las jovencitas lucían sus faldas cortas, generalmente de muchos colores, quizás por eso mis padres no querían que ingresara a las pasarelas, pero yo tuve la suerte de conocer y desfilar para la alta costura argentina, que era fabulosa”, recuerda.

Desfiló para “Greta”, “Carola”, “Marilú”, importantes referentes de la haute couture argentina, más tarde Gino Bogani, gran maestro de la moda también. “Las ropas para los desfiles eran personalizadas. En una ocasión realice ¡36 pruebas!, todo tenía que ser perfecto, cada detalle era minuciosamente controlado. El vestido terminaba siendo la segunda piel de la modelo, que salía a la pasarela con una seguridad y soltura tremendas”.

Rescata de esos tiempos “los cuerpos normales”. “Actualmente hay una sobreexigencia sobre el tipo de silueta. Reclaman a las modelos unas medidas corporales mínimas para desfilar y, en muchos casos, esta delgadez extrema lleva a casos irreversibles. Las pasarelas están exigidas al máximo y sucede en todo el mundo. Tengo gente conocida que trabaja fuera y me cuenta que se les pide tener un peso muy por debajo de lo normal. El mundo de la moda sigue aceptando a mujeres ultradelgadas y muchas modelos hacen hasta lo imposible por conseguir resultados poco saludables en la balanza. No solo hacemos daño a las adolescentes, sino a la sociedad en general. Hay que defender o volver a imponer la figura de modelos saludables, dejar de proyectar esa imagen frágil e insana”, afirma.

Y no podíamos dejar de hablar del bisturí en el afán de querer llegar a la perfección. “Me parece horrible las mujeres todas siliconadas. Nosotras no sabíamos de la existencia de colas postizas, por ejemplo, o de senos. Creo que actualmente hay una fiebre y, lejos de lograr una figura armoniosa, muchas veces lo que se logra es transformar la silueta, las facciones. Noto que la obsesión por el físico se convirtió en un estilo de vida”, exclama Mora.

El boom del modelaje también fue otro tema que abordamos con la exmodelo. “Antes éramos 16, como mucho, las modelos. Hoy en día, la posibilidad de usar ropa de diseño, ser el centro de atención, convertirse en una estrella hace que los jóvenes accedan más rápidamente a este mundo. En Buenos Aires se dio el boom de las lolitas, comenzaron muy chicas y hasta ahora a algunas les va muy bien”.

Recuerda también el glamour de aquella época dorada, los grandes shows, desfiles de mucho lujo y elegancia, deslumbrantes. “Cada pasarela era todo un acontecimiento, lo recuerdo muy diferente a las de ahora”, dice. Rescata lo agradable de este trabajo. “Si una lo toma con la seriedad debida es una profesión que te da muchas satisfacciones. Es un trabajo en el que vivís rodeada del placer, de la belleza, del agrado, pero hay que tener cuidado, porque o si no una termina siendo un cuerpo y no maniquí”. Y ella se mantiene, dando charlas sobre su experiencia, dando consejos y subiendo a la pasarela aunque en casos excepcionales.

Finalmente, Mora hace una reflexión sobre el comportamiento de las personas, sobre todo de los jóvenes. “Muchas veces piensan que usar lo que está a la moda es reafirmar la identidad, reflejar una personalidad única y original, tratando de ganarse el cariño de sus amigos o de quienes los rodean. Quiero resaltar que lo mejor es buscar el estilo propio y agradarse a una misma, que es lo más importante”. Bien vale en este punto recordar una célebre frase del escritor Ralph Waldo Emerson: “Insiste en ser tu mismo, nunca imites”, y ¡manos a la obra!

Diseñadora

UNA Complementos se llama la marca de bijou de Mora. Ya tiene seis colecciones que integran todo tipo de materiales como cristales, hilos, chapas metálicas, piedras, cadenas y perlas. Los resultados son accesorios superllamativos que hacen honor al más es más, que actualmente está pisando fuerte. “Con un buen collar realzás cualquier conjunto. Somos una sociedad y trabajamos muy bien. Me encanta armar y combinar”, expresa Mora.

Candy Crystal, Barroca, Hilos, Jardín de las Delicias, Nubica y Perlé son las líneas, cada cual con una historia en particular que la define y distingue. No dejen de visitar la página web www.unacomplementos.com de la marca para conocer la historia de cada una. También pueden encontrar toda la información en Facebook.

Texto ndure@abc.com.py