Diez alimentos que creías que eran saludables... y en realidad no lo son tanto

A menudo, muchos productos se venden como muy sanos y saludables, pero hay que prestar atención a sus verdaderos contenidos y propiedades.
Dieta variada, la más saludable.
La moderación y el conocimiento son claves para llevar una dieta verdaderamente saludable.
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Dieta variada, la más saludable.

A medida que crece la conciencia sobre la importancia de la dieta en nuestro bienestar a lo largo de toda nuestra vida, cada vez son más las personas que buscan en lo posible adoptar una alimentación saludable. Se trata de algo positivo, sin duda; con todo, los fabricantes son conscientes de este interés y tratan de explotarlo, presentando como altamente saludables productos que desde el punto de vista nutricional pueden ser más complejos.

Por ejemplo, el medio Esquire ha recopilado en un artículo muchos de ellos, contando con las explicaciones de un grupo de nutricionistas sobre los aspectos a tener en cuenta en cada caso.

Granola

Frecuentemente, la granola disponible en las tiendas contiene grandes cantidades de calorías, en forma de grasa y azúcar. Por ello, siempre se aconseja revisar la etiqueta y escoger aquella que encontremos más baja en calorías y con menos cantidades de azúcar y grasas añadidas.

Yogures... con sabores

El yogur es una buena fuente de calcio y productos probióticos, pero debemos buscar siempre los naturales. Los azucarados y los de sabores, a menudo, tienen un altísimo contenido en azúcar que perjudica a las propiedades saludables del alimento.

'Carnes' vegetarianas

Los sustitutos vegetarianos de la carne son sin duda una gran opción para quienes, por las razones que sean, deciden eliminar este producto de su dieta. Sin embargo, no deben llevarnos a error: a menudo contienen ingredientes como la proteína de soja procesada, el aceite de canola o el colorante de caramelo que resultan perjudiciales. Para los que sigan una dieta basada en plantas, una buena idea es tratar de elegir fuentes de proteínas enteras, como los frijoles, las lentejas, los huevos, los productos lácteos o la soja fermentada.

Mixes de frutos secos

La ciencia ha demostrado sobradamente que los frutos secos son un alimento increíblemente saludable que todos deberíamos incorporar a nuestra dieta de manera habitual. No obstante, hay que ser cautos con las mezclas prefabricadas: es común que contengan muchas más cosas, como fruta seca, chocolate, aperitivos fritos o grandes cantidades de grasas añadidas.

Kombucha

Los alimentos fermentados se consideran generalmente saludables, pero no todos son iguales. Mientras que algunos como el yogur, los encurtidos, el kimchi, el chucrut o el kéfir se fermentan con bacterias, la kombucha lo hace con levaduras. Esto no es en sí mismo negativo, pero cuando se consume en exceso puede contribuir a desequilibrios en la flora intestinal. Como siempre, la moderación es la clave.

Zumo

El zumo natural de fruta es saludable y aporta abundantes vitaminas, pero palidece nutricionalmente cuando se compara con la pieza de fruta entera: al elaborarlo, en esencia eliminamos la fibra saludable de la fruta y obtenemos un concentrado con mucho mayor contenido en azúcar. Esto no significa que debamos eliminarlo de nuestra dieta, pero conviene no llevarse a engaño pensando que equivale a una ración de fruta.

Crema de cacahuete baja en grasas

¿Eres un amante de la crema de cacahuete pero buscas reducir tu consumo de calorías? No te molestes con la crema de cacahuete baja en grasas, porque tiene casi las mismas que la crema de cacahuete normal. De hecho, frecuentemente este producto contiene grandes cantidades de azúcares añadidos que pueden resultar muy dañinos. La mejor opción, en este caso, es prestar atención a la lista de ingredientes y optar por una que no contenga aceite añadido, azúcar o grasas transaturadas.

Refrescos light

Puede que tengan menos calorías que sus contrapartes azucaradas, pero eso no significa que no contengan ingredientes poco nutritivos. De hecho, los sustitutos del azúcar pueden causar molestias gastrointestinales, como hinchazón y gases y, según algunas investigaciones recientes, favorecer incluso la aparición de patologías como la diabetes tipo 2 (esto no significa que las versiones azucaradas sean preferibles: en este caso, también contribuyen de manera importante a la diabetes).

Leche de avena

Muchos entre quienes abandonan el consumo de leche, ya sea por adoptar una dieta vegana/vegetariana o porque son intolerantes a la lactosa, optan por la leche de avena. Por desgracia, a menudo contiene más grasa y azúcar que la leche de vaca normal, con una concentración menor de proteínas. Una vez más, lo mejor siempre es revisar las etiquetas, ya que la composición puede variar entre distintos fabricantes.

Mantequillas vegetales

Existe un mito bastante extendido que dice que las grasas vegetales son más saludables que las animales, pero esto no es así en todos los casos. En muchos casos, estas grasas de origen vegetal, como las frecuentes en las mantequillas vegetales, son saturadas, con lo que aún tienen un impacto negativo sobre nuestro cuerpo.

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Referencias

Karla Walsh, Krissy Brady & Colleen De Bellefonds. 40 alimentos supuestamente saludables que los nutricionistas nunca comen. Esquire (2023). Consultado online en https://www.esquire.com/es/salud-fitness-running/g38277999/alimentos-saludables-falsos-mentiras/ el 24 de agosto de 2023.

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