Cómo es el dálmata, un perro tan llamativo con sus representativos lunares como versátil en sus capacidades

Su nombre ya nos da la pista definitiva de a qué región del mundo se atribuye el origen de esta raza canina: Dalmacia, provincia croata en la costa del mar Adriático. Sin embargo, las evidencias científicas gracias a los avances en los análisis de ADN que mapean los genes compartidos entre las diferentes razas caninas, apuntan a que el dálmata tiene la peculiaridad de no alinearse de forma evidente con otras razas modernas. Algo de retriever por aquí, un poco de gran danés o dogo alemán por allá, pero nada que confirme, como suele ser habitual con otras razas, qué clado canino le proporcionó la mayor carga genética en su aspecto y por consiguiente arrojar luz en su historial.

Los perros con lunares o manchados han sido documentados en pinturas durante milenios, pero no podemos asegurar el origen del dálmata actual, más allá de que su peculiar apariencia llamó la atención en el siglo XVIII en la región de Dalmacia, donde era habitual compañero del pueblo itinerante romaní: participaba en sus espectáculos, les ayudaba a pastorear a los animales de granja de consumo que les acompañaban, y hacía funciones de protección y control de los carromatos.

Y aquí es donde el dálmata adquiere una relevancia popular especial, al convertirse en perros de aviso junto a los carruajes de los bomberos, mucho antes de la aparición del vehículo a motor, donde cargaban las bombas de agua. Los dálmatas corrían junto y delante de los bomberos como ‘sirenas vivientes’, advirtiendo con sus ladridos de la llegada de los caballos para que los peatones y otros carruajes les abrieran paso. Esta conexión fue particularmente fuerte en Estados Unidos. Cierta compañía histórica de cerveza, que realizaba sus entregas de esta bebida fermentada en carruajes tirados por una raza de caballo llamada Budweiser Clydesdale, incorporó también dálmatas en sus rutas, lo que aumentó la presencia y con ello el conocimiento por parte de la ciudadanía de esta raza canina.

Cómo es el pastor australiano, una raza desarrollada en Estados Unidos con posible origen español

Por supuesto, el espaldarazo definitivo para que esta raza fuera conocida y reconocida en todas partes, se lo debemos a Walt Disney en 1961, cuando realizó la versión animada de la novela 101 dálmatas, publicada en 1956. Gracias a Pongo y a Perdita, el dálmata conquistó el mundo y su demanda fue abrumadora. Tanto en esa década como en la de 1990-2000 cuando se estrenó la versión de acción en vivo, los dálmatas pasaron por un pico de moda cuya consecuencia tampoco se hizo esperar y muchos ejemplares fueron después abandonados al acabar en manos de propietarios sin experiencia que no sabían llevar una raza de perros con tanta energía y un carácter muy marcado.

Vigilante, enérgico y majestuoso

El dálmata es una raza extrovertida, muy inteligente, con gran disposición para el entrenamiento. Conservan la capacidad de mantener el trote por largos periodos de tiempo que tan famosos les hizo hace 200 años (y por la que probablemente pasaron por una selección durante la cría). Esto se traduce en que es un perro que requiere una actividad moderada-alta y estimulación ambiental para evitar problemas de conducta en el hogar. Tanto con niños como con otros perros, requieren una sociabilización adecuada y se recomienda la supervisión de adultos en las interacciones con menores.

Su pelaje manchado admite dos colores: blanco y negro, y blanco e hígado. El moteado debe ser simétrico y las manchas lo más parecidas posibles en cuanto a tamaño (2-3 cm) y distribución, sin formar grandes manchas ni tampoco parecer salpicaduras. Los ojos azules no están admitidos.

En cuanto a salud, hay dos enfermedades que afectan especialmente a los dálmatas. La primera es la hiperuricosuria, una anomalía hereditaria que impide que eliminen las proteínas y que da como resultado niveles muy altos de ácido úrico en la orina. La segunda es la sordera. Un criador honrado y comprometido con la conservación de la raza deberá entregar pruebas verificadas por un veterinario de que ha realizado a sus ejemplares el test de BAER, el método estándar por el que se diagnostica si un animal tiene problemas de audición. Ambas condiciones genéticas se resuelven retirando de la cría a los ejemplares que las padecen. Afortunadamente, es una raza que tiene un coeficiente de consanguinidad muy bajo tal como indica este estudio sobre la evaluación demográfica de la raza de perro dálmata: “en comparación con otras razas, el dálmata es una raza bastante diversa genéticamente”.

Para ampliar información y contactar con criadores, se recomienda consultar con la Real Sociedad Canina de España. Para adoptar un dálmata o un mestizo de la raza, se puede recurrir al grupo de difusión en español S.O.S Dálmatas y cruces de dálmatas