En este contexto, la UB y el Banco de los Alimentos han creado la campaña
«Somos lo que tiramos», que se presentó en un acto el 5 de marzo en el
campus de la Alimentación de la UB, situado en Santa Coloma de Gramenet. En este campus se imparten los grados de Nutrición Humana y Dietética y de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, enseñanzas adscritas a la
Facultad de Farmacia de la UB.
Líneas principales de la campaña
La Universidad de Barcelona quiere actuar directamente en sus centros, y en especial en los espacios de comedor, para alertar de la urgencia de la situación y consolidar actitudes de cambio positivas respecto al despilfarro alimentario. El objetivo es responsabilizar a todos los ciudadanos y a los actores implicados en la cadena alimentaria para que mejore su gestión de los alimentos y reduzcan el despilfarro.
Uno de los objetivos de la campaña es divulgar la problemática del derroche de alimentos y hacer que la población tome conciencia de ella. Con tal propósito se organizarán conferencias técnicas y científicas en que se tratarán los puntos de especial actuación sin olvidar que es necesario mantener un sistema de vida y unos hábitos alimentarios definidos en la llamada dieta mediterránea.
Otro de los objetivos es promover la reducción de los residuos orgánicos, así como los excedentes en la producción, transformación y distribución de alimentos, con el fin de disminuir la huella ecológica producida por transportes innecesarios. El mejor modo de hacerlo es recuperando alimentos mediante acciones de proximidad, potenciando las redes solidarias que luchan contra la pobreza y enviando los alimentos consumibles pero no comercializables al Banco de los Alimentos.
En tercer lugar, se quiere denunciar las consecuencias que comporta el despilfarro alimentario en relación con la pobreza y el medio ambiente. Se busca sensibilizar a la población y a los actores de la cadena alimentaria, desde la producción de alimentos hasta el consumo doméstico, sobre la necesidad de reducir el impacto ambiental de los residuos orgánicos, a fin de limitar la producción de dióxido de carbono y de metano que inciden indirectamente en el cambio climático que nos afecta a todos.
La Universidad quiere centrarse en cumplir su primera función social, la de formar a los ciudadanos, y en especial a los alumnos, combinando adecuadamente la formación universitaria con actuaciones que incentiven actitudes positivas respecto al despilfarro de alimentos.
Finalmente, se quiere fomentar la colaboración con las administraciones responsables (municipios, Área Metropolitana, Agencia de Residuos de Cataluña), con objeto de crear sinergias que permitan optimizar los resultados de la campaña.
La campaña en la UB está impulsada por el Comisionado para el Desarrollo Social y Envejecimiento de la UB, y cuenta con el apoyo del campus de la Alimentación de la UB (adscrito al HUBc, el campus de excelencia de la salud) y de Alumni UB.
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