Las dos capitales canarias pueden presumir del privilegio de contar en sus calles y espacios públicos con una decena de obras del gran escultor grancanario Martín Chirino (1925-2019). Son esculturas que destacan por el esmerado trabajo realizado sobre metal y que muestran una conexión casi inexplicable entre el arte más vanguardista, la memoria remota del pasado aborigen canario y aspectos ancestrales del África ardiente.
Con su acusada personalidad y su preocupación constante por la expresión depurada, Chirino siempre supo conjugar una enorme solidez técnica combinada con el mundo artesanal de lo extraordinariamente bien hecho. Y lo gratamente sorprendente es que lo tenemos a nuestra disposición. Tanto en Las Palmas como en Santa Cruz de Tenerife encontramos maravillosos objetos artísticos salidos del taller de este singular escultor; obras que se acoplan con total naturalidad a las tramas urbanas por las que deambulamos sin apenas darnos cuenta.
Martín Chirino nació muy cerca de la Playa de Las Canteras, el 1 de marzo de 1925. Fue el undécimo de doce hermanos. Su padre era jefe de los talleres de los astilleros de la compañía Blandy Brothers del Puerto de la Luz, donde el joven Martín tendría su primer contacto con el, para él, mágico mundo del metal. Tras una larga carrera artística en la que fue partícipe de la formidable vanguardia canaria de posguerra (Millares, Gallardo, Hidalgo…), más tarde formaría parte de uno de los colectivos más interesantes del arte español del siglo XX: el grupo El Paso (Canogar, Feito, Saura, Serrano…). Chirino, además, llegó a ser también gestor de dos de las más grandes instituciones culturales del país: el Círculo de Bellas Artes de Madrid y el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) de Las Palmas de Gran Canaria. Pero es por su grandiosa obra por la que el escultor canario ocupa hoy un lugar privilegiado en la historia de la escena artística, gozando de un gran reconocimiento internacional.
Las esculturas de Chirino instaladas en nuestras ciudades se nos presentan como claros ejemplos que sintetizan lo mejor de su trayectoria artística. Encontramos en nuestro discurrir urbano hermosas “ladies” (Tenerife y Harimaguada), inconfundibles espirales, magníficas cabezas africanas e incluso, su propio monumento funerario ubicado en el cementerio de Vegueta. A todo esto habría que añadir la presencia de la Fundación que lleva su nombre, ubicada en el antiguo Castillo de La Luz de Las Palmas de Gran Canaria, que se preocupa por la difusión y conservación de todo su legado.
Tenemos, pues, la inestimable suerte de contar en nuestra cotidianidad con un grupo de estupendas obras de este canario universal. Te invitamos a visitarlas.
En Las Palmas:
- Raíz
- Lady Harimaguada
- El Pensador
- La Espiral del Viento III
- Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino
- Jano
En Santa Cruz: