Cuidados del Oxalis, Acederilla o planta Mariposa

Es una de esas plantas que, probablemente, no tienes en mente y que, sin embargo, son sumamente decorativas. Son tan diferentes como originales y, a pesar de contar con más de 500 especies diferentes, todas las plantas de esta familia comparten dos características. Por un lado, el diseño de sus hojas. Por otro, que los cuidados del Oxalis son los mismos independientemente de la variedad. Unos tan poco exigentes como sencillos para disfrutar de una planta herbácea que podemos tener tanto en interior como en exterior.

Antes de ver a fondo qué demanda, es interesante conocer un detalle muy peculiar de estas plantas. Aunque a día de hoy se desconoce su procedencia exacta, el grueso de estas especies se dan de manera natural en climas fundamentalmente tropicales. Pero tampoco podemos generalizar: si bien se pueden encontrar Oxalis silvestres en todo el continente americano, el africano o el asiático; también está presente de forma abundante en zonas de Europa, con un clima sustancialmente más frío.

Independientemente de su procedencia o variedad, todos los Oxalis se caracterizan por sus singulares hojas. Unas que, en ocasiones, se comparan de forma errónea con los tréboles; y que son, sin lugar a dudas, su mayor atractivo.

ALGUNOS DETALLES DE ESTE «FALSO TRÉBOL» QUE CONVIENE CONOCER

Llama poderosamente la atención saber que el Oxalis tiene, a priori, la consideración de mala hierba. Y es que, a pesar de que podamos cultivarlo como parte de nuestras plantas de interior o plantas de exterior según variedad y clima, su presencia de forma natural es más que habitual en los jardines y huertos.

Por sus características tapizantes, suele colonizar el suelo de jardines y zonas de cultivo. Algo que, si bien puede resultarnos molesto, es del todo inofensivo. A diferencia de lo que sucede cuando ahondamos en cómo erradicar las malas hierbas del jardín, el Oxalis no se comporta como una hierba adventicia: ni roba recursos ni es aliada de las plagas. Eso sí: una vez instalada en un espacio, es sumamente difícil de eliminar. Así que ¿por qué no disfrutar de ella?

Ese es, precisamente, el motivo por el que esta preciosa planta de hojas singulares es cada vez más demandada como planta ornamental. Sus hojas, que oscilan según la variedad entre el verde y el púrpura, son de diseño sencillo pero sumamente llamativas. Y, aunque podríamos creer que el sobrenombre de planta Mariposa responde a cómo se mueven con el viento, el motivo es diferente: en función de la cantidad de luz, las hojas del Oxalis se abren y se cierran. Un movimiento que asemeja, precisamente, a las alas de estos hermosos insectos voladores.

Por último, un detalle más para enamorarnos antes de entrar de lleno en los cuidados del Oxalis: florece y, dándole lo que necesita, de forma generosa e incluso durante todo el año si la cultivamos en interior.

5 CUIDADOS DEL OXALIS FUNDAMENTALES PARA SU BIENESTAR

Vistas sus singularidades, es momento de conocer los cuidados del Oxalis y algunas de sus características vegetales. Es una planta rizomatosa que, con la llegada del invierno, puede llegar a desaparecer para volver a brotar con la llegada de la primavera. A pesar de su buen desarrollo, no es una planta de un crecimiento espectacular en lo que respecta a su altura. Según la variedad, puede llegar a alcanzar un desarrollo vertical de hasta 30 centímetros. Un detalle que la convierte en candidata perfecta para el cultivo en maceta pero, también, para estar en la lista de las mejores plantas para rocalla: un espacio que poblará sin dificultades.

Para ello, es fundamental conocer los cuidados del Oxalis tanto en suelo como en maceta. Unos sumamente sencillos en ambos casos; y aptos, incluso, para quienes se inician en cuidar plantas.

1. El suelo, un aspecto que no debe preocuparnos

Por sus características, el Oxalis crece sin inconveniente en casi cualquier tipo de sustrato. Por eso, tanto cultivado en maceta como plantado directamente en suelo, bastará con que tenga un buen sustrato universal para crecer sin inconvenientes. Eso sí: en el momento de plantado, conviene enriquecerlo con una enmienda orgánica. Además y para un mayor desarrollo, agradece un suelo ligeramente ácido.

Y, aunque no es exigente en lo que respecta a los tipos de sustratos para plantas, sí hay un par de aspectos que no podemos perder de vista. Su raíz es un bulbo y, como tal, no tolera los encharcamientos ya que corre el peligro de pudrirse. Por eso, es fundamental que nuestra planta tenga un drenaje eficaz y, además, que el suelo en el que crezca esté bien aireado. Por eso, al sustrato que decidamos usar le añadiremos fibra de coco y perlita: dos auténticos aliados para mejorar la estructura del suelo.

2. La luz, abundante para su correcto desarrollo

¡Fundamental! Es más: una falta de luz, especialmente en los Oxalis cultivados dentro de casa, se manifestará con una planta con poco follaje y tallos débiles. Y, aunque podría parecernos una cuestión meramente estética, en realidad esto hace que sea más susceptible de morir.

Para evitarlo, nada como plantar nuestro Oxalis en un lugar muy luminoso e, incluso, de pleno sol si vivimos en un clima templado. Si lo cultivamos dentro de casa, crecerá a la perfección al lado de una ventana siempre y cuando reciba la luz tamizada.

3. La temperatura, uno de los cuidados del Oxalis determinantes

Un factor a vigilar de cerca, especialmente en los Oxalis plantados en exterior. Por sus características, es una planta que se lleva regular con los extremos ya sean de frío o de calor. Su rango de temperatura ideal está entre los 18 y los 23 grados, motivo por el que se cultiva cada vez en interior.

En lo que respecta al frío, soporta bien las bajadas del termómetro hasta los cinco grados sobre cero. También puede aguantar heladas moderadas y puntuales; pero, de ser continuas, la planta se resentirá. Si la tenemos plantada en exterior, no está de más hacerle un mulching en meses de invierno para proteger sus rizomas.

¿Y qué sucede cuando la temperatura pasa de los 30 grados? Que tendremos que paliar el calor con el riego.

4. El riego, moderado y regular

Es, sin lugar a dudas, el más delicado de los cuidados del Oxalis. Y no por la tarea en sí, sino por la escasa resistencia de esta planta a los excesos de agua.

Para estar sano y crecer correctamente, el Oxalis necesita una pauta regular de riego especialmente en los meses de primavera y verano. Saber cuándo toca volver a regar pasa por observar la capa superficial del sustrato: es fundamental que esté seco antes de volver a hidratar.

Si la tenemos en exterior y con la llegada del otoño, iremos descendiendo paulatinamente la pauta de riego hasta que, a mediados del otoño, sea inexistente.

5. El abonado, una tarea que dejaremos para el otoño

Dado que es una planta de crecimiento rápido y con un ritmo de desarrollo importante, no es una gran demandante de nutrientes. Pero no confundamos esto con olvidarnos de nutrir el suelo en el que está plantada, especialmente si la tenemos en maceta.

Para promover su buena salud, es recomendable aplicar humus de lombriz con la llegada del otoño sobre la superficie en la que crece nuestro Oxalis. Gracias a este gesto, estaremos enriqueciendo el suelo progresivamente y ayudando a nuestro falso trébol a afrontar los meses de frío y, por tanto, de reposo vegetativo.

6. La poda, una labor que no forma parte de los cuidados del Oxalis

Ni la demanda ni la necesita, salvo si queremos retirar las flores marchitas. Sin embargo, es posible que nos planteemos meterle tijera por una cuestión estética o práctica. De hacerlo, es recomendable posponer esta tarea hasta el otoño: un momento en el que, como paso natural hacia su reposo invernal, nuestro Oxalis puede oscurecer las hojas hasta marchitarse.

Si lo tenemos dentro de casa y en maceta, es probable que esto no suceda.

7. Las plagas, el menor de nuestros problemas

Has leído bien: no tendremos que preocuparnos por saber cómo proteger de plagas las plantas de Oxalis. Por sus características, presentan una resistencia natural a los insectos.

Y ahora que conoces a fondo los cuidados del Oxalis y sus características, confiesa: ¿tú también te has enamorado de esta planta tan sencilla como singular? ¡Lo contrario es simplemente imposible!