Claves para adiestrar agapornis

Claves para adiestrar agapornis

Son, junto con los canarios, una de las aves favoritas de los hogares. Y está claro que sobran los motivos para ello. Además de sumamente hermosas, hablamos de una especie sociable y cariñosa si estrechamos vínculos con ellos. Por eso, saber cómo adiestrar agapornis suele ser una duda recurrente entre quienes deciden compartir su vida con ellos. Una manera de saciar la mente inquieta de estas aves pero, también, de estrechar todavía más nuestro vínculo con ellas.

A pesar de la fama de otras aves, como loros o periquitos, lo cierto es que los agapornis no tienen nada que envidiarles. No solo son animales con una gran inteligencia sino que, añadido, necesitan la estimulación del aprendizaje por una cuestión de bienestar. Si nos planteamos adiestrar agapornis, es interesante saber que no es solo para responder a su capacidad. También estaremos fomentando que sus patitas, sumamente habilidosas, se mantengan activas manipulando objetos.

Por todo ello, veamos algunas claves fundamentales para que estas preciosas aves desplieguen toda su inteligencia. Una actividad que, además, permitirá tanto a ellas como a nosotros disfrutar más de la compañía mutua.

ASPECTOS A CONSIDERAR PARA ADIESTRAR AGAPORNIS

Y sí: hemos utilizado el verbo disfrutar porque la diversión es fundamental para adiestrar agapornis con éxito. Por más curiosas e inteligentes que sean nuestras aves, no dejan de ser aves. ¿Qué queremos decir con esto? Pues, para empezar, que hablamos de una especie que de primeras puede mostrarse temerosa con el ser humano. Una razón de peso para que tengamos en cuenta que, antes que adiestrarlo, hemos de crear un vínculo de confianza con ellos.

Al margen de esto, hay otro detalle más a contemplar. Además de asustadizas, en líneas generales las aves son animales sumamente perceptivos. Algo que se acentúa todavía más si estamos ante especies más inteligentes. Por eso, no solo es primordial mostrarnos tranquilos y transmitirles calma. Además, es fundamental crear una atmósfera sosegada en la que nuestros agapornis puedan sentirse cómodos. Y es que, como cuenta nuestro compañero Dani en el siguiente vídeo, el enriquecimiento ambiental es precisamente una de las claves del bienestar de estas aves tropicales tanto en su día a día como en cualquier sesión de adiestramiento.

Contemplados este par de aspectos, veamos algunas de las pautas fundamentales para que adiestrar agapornis sea una actividad positiva y divertida.

1. Familiarizarles con el contacto humano

Un punto de partida fundamental: crear un vínculo de cercanía y confianza. Si nuestros agapornis llegaron a nuestra vida siendo papilleros o los hemos criado desde polluelos, es más que probable que estén acostumbrados a nosotros y al contacto físico humano.

Si hablamos de aves adultas, los tiempos son distintos. No se acercarán a nosotros de forma natural, sino que tendremos que ganarnos poco a poco su confianza. Un proceso en el que se combinan dos tipos de estímulos:

Estímulos auditivos

La voz juega un papel fundamental a la hora de adiestrar agapornis. No solo será parte de nuestra forma de comunicarnos con ellos sino que, incluso, del tono que utilicemos dependerá el éxito del aprendizaje. Los agapornis son sumamente sensibles a los sonidos, por lo que siempre tendremos que hablarles en un tono suave y calmado.

Además de acostumbrarles a nuestra voz, podemos trabajar ese vínculo mediante silbidos. Eso sí: que nunca sean estridentes o demasiado fuertes, ya que se asustarán.

Los estímulos auditivos, fundamentales para adiestrar agapornis

Importante: nunca gritarles o alzar la voz, ni siquiera si en estas primeras fases nos pican. De hacerlo, se asustarán e interpretarán nuestra cercanía como una amenaza.

Estímulos visuales y táctiles

Tan importante como la voz es que se acostumbren a vernos y sentirnos cerca. Solo rompiendo esa barrera de forma no invasiva conseguiremos trabajar con ellos pautas de comportamiento.

Pero ¿cómo acercarse a los agapornis de primeras? De una forma sumamente sencilla: ofreciéndoles comida en la palma de la mano, y dentro de la jaula. Es importante mantener la mano quieta para evitar que se asusten. Y, si bien es posible que los primeros días miren nuestra mano con curiosidad pero se mantengan alejados, si somos disciplinados con la actividad conseguiremos que acaben subiéndose a ella y perdernos, así, el miedo.

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Además, es fundamental comenzar a acercarnos a ellos de una forma no invasiva. ¿Cómo? Empezando por ofrecerle comida en la palma de la mano. Para ello, es interesante abrir la jaula y mantener quieta la mano para que se vaya acostumbrando. Con el paso de los días y si somos disciplinados, acabará subiéndose en ella y perdiéndonos el miedo.

2. Tener disciplina y paciencia en el aprendizaje

Solo si nos tomamos adiestrar agapornis en serio conseguiremos que surta efecto. ¿Qué queremos decir con esto? Que hemos de ser disciplinados a la hora de enseñarle, tanto en lo que se refiere a la regularidad de las sesiones como a la forma de aprendizaje.

Para que nuestras aves aprendan, lo ideal son dos sesiones diarias y de apenas 5 minutos cada una. Hay que contemplar que, sobre todo al principio, es más que probable que no nos hagan caso a lo que tratamos de enseñarles. Por eso, lo ideal es convertir esas sesiones de adiestramiento en parte de su rutina tanto para llamar su atención como para que las asuman como algo del día a día.

Y, al margen de esto, paciencia. Mucha paciencia. Solo si somos capaces de entender que adiestrar agapornis es una carrera de fondo conseguiremos hacerlo.

3. Controla el espacio de la actividad, fundamental para adiestrar agapornis

Un punto fundamental ya que, conquistada su confianza, buena parte del aprendizaje se dará fuera de su jaula. Si bien este hábitat seguro forma parte de las necesidades de los agapornis, lo cierto es que estas aves reciben de buen grado poder volar con cierta libertad. Algo que podemos procurarles, siempre y cuando tomemos ciertas precauciones.

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Cuando nos planteemos el adiestramiento, tendremos que seguir las mismas pautas que cuando le permitimos volar por casa. Lo ideal es que realicemos la actividad en una habitación con la puerta y las ventanas cerradas; y no solo por su propia seguridad. Si nuestra ave no tiene cosas que descubrir o llamen su atención, estará más centrada en lo que intentemos enseñarle.

4. Evitar forzar a nuestras aves a aprender

De la misma manera que los humanos no estamos receptivos todos los días, a las aves les sucede lo mismo. Es bastante probable que, sobre todo cuando tratemos de enseñarles algo nuevo, no le presten mucha atención o se nieguen a hacerlo.

Si detectamos que no quiere hacer algo, nada de obligarle. Bastará con suspender la actividad y retomarla en otro momento.

5. Recompensar sus logros, un plus a la hora de adiestrar agapornis

Si nos planteamos cómo usar los premios para perros en el adiestramiento canino ¿cómo no hacer lo mismo con estas preciosas aves? Un refuerzo positivo necesario y fantástico tanto para afianzar conocimientos como para hacer que nuestros agapornis se esfuercen en seguir aprendiendo.

Las recompensas, importantes en el adiestramiento de agapornis

Para que este momento recompensa surta efecto, tendremos que tratar de darle pequeños caprichos que se salgan de la dieta habitual. Bien podemos optar por esos antojos de alimentación para aves que sabemos que le gustan, bien podemos ofrecerle alguna fruta que le demos en poquitas ocasiones. En cualquiera de los dos casos y siempre que le demos cantidades moderadas, nuestra ave comprenderá que estamos recompensando su esfuerzo.

¿Te animas a poner en práctica estos consejos con tus agapornis? ¡Hazlo y disfruta de una relación todavía más estrecha con ellos!