La ONU y los asociados humanitarios se movilizan para responder al agravamiento de la situación humanitaria en Níger
Hama Sorka, un pescador de 75 años de Saguia, en Niamey, Níger, observa el lugar donde se encontraba su casa antes de ser arrasada por las inundaciones que asolaron su barrio en octubre de 2020.
Hama, que lo perdió casi todo en las inundaciones, pudo refugiarse con su familia en el campamento para desplazados internos de Gamou, en Niamey. Al igual que los 7.000 residentes del campamento, Hama y su familia recibieron asistencia multisectorial, como alojamiento, educación de emergencia, atención sanitaria, agua, saneamiento y servicios de higiene de varias organizaciones humanitarias.
Sin embargo, los servicios de necesidad básica en el campamento están en aumento debido a las continuas inundaciones en la zona. Las tiendas de campaña están en mal estado y corren el riesgo de ser destruidas por los fuertes vientos y las intensas lluvias. Las mujeres y niñas son las más vulnerables y necesitan servicios de protección.
Hama, que ha trabajado duro toda su vida, se las ha ingeniado para volver poco a poco a la carga. “Para ayudar a mi familia, vendo productos básicos como jabón o repelente de mosquitos a los residentes del campamento”, dijo.
Pero al igual que los 7.000 residentes del campamento, la familia de Hama debe ser reubicada de nuevo porque el campamento sólo debía ser un lugar de tránsito. “Instamos al Gobierno y a sus asociados a que aceleren el proceso de reubicación en un nuevo emplazamiento”, dijo Hama. Funcionarios del Gobierno han confirmado el inicio del traslado de unas 12.000 personas del campamento de Gamou y del campamento del Hipódromo al recién creado campamento de la Cité des Enseignants Chercheurs en Niamey.
Desde el inicio de la temporada de lluvias en junio de este año, las lluvias torrenciales han provocado el derrumbe de más de 12.000 casas, la inundación de casi 6.000 hectáreas de tierras cultivables y la muerte de más de 10.000 cabezas de ganado. Hasta el 24 de septiembre, más de 238.000 personas se habían visto afectadas por las lluvias torrenciales y las inundaciones en Níger. Miles de personas se han quedado sin hogar y son vulnerables debido a la pérdida de sus medios de subsistencia.
Las organizaciones humanitarias están respondiendo a las necesidades prioritarias proporcionando alimentos, refugio y artículos no alimentarios. El Plan de Contingencia de Inundaciones para 2021 (Flood Contingency Plan for 2021, en inglés) tiene como objetivo ayudar a unas 583.000 personas en zonas propensas a las inundaciones.
Una emergencia humanitaria multidimensional
Níger se enfrenta a una compleja emergencia humanitaria caracterizada por la pobreza endémica, los efectos del cambio climático—incluyendo inundaciones estacionales y episodios de sequía—y la inseguridad alimentada por la continua violencia perpetrada por grupos armados contra la población civil.
La pandemia de la COVID-19 ha agravado aún más la situación humanitaria, provocando un aumento exponencial de las necesidades. Este año, el número de personas que necesitan asistencia y protección humanitaria en Níger ha aumentado de 2,3 millones a 3,7 millones.
Alrededor de 2 millones de personas se enfrentan a la inseguridad alimentaria aguda y crónica por los recurrentes choques y efectos climáticos, a su vez que 457.200 niños y niñas de entre 6 y 59 meses han quedado expuestos a la malnutrición aguda grave este año.
El hambre acecha
Recientemente, la crisis alimentaria se ha agravado aún más, sobre todo en la región de Tillabéri, donde casi 600.000 personas se enfrentan al riesgo de inseguridad alimentaria, según los resultados preliminares de una reciente misión de evaluación.
En total, más de 445 comunidades rurales estarán expuestos a la inseguridad alimentaria debido al abandono de los terrenos de cultivo y a las dificultades que tienen los agricultores para acceder a los mercados. Sólo en el departamento de Banibangou, más de 79.000 personas corren el riesgo de sufrir inseguridad alimentaria.
“Debido al deterioro de la situación de seguridad, la gente se ha visto obligada a abandonar sus terrenos. A esto se suma la dificultad de acceso a los mercados para vender los productos y la disminución del poder adquisitivo de la población. Esto ha provocado una intensa presión sobre la seguridad alimentaria de los hogares”, dijo Louise Aubin, Coordinadora Residente y Coordinadora Humanitaria en Níger.
Amenazas a la educación
Con más del 50% de los niños y niñas de entre 7 y 16 años sin escolarizar, el futuro de la niñez en Níger está en peligro. En los últimos meses, el número de escuelas obligadas a cerrar debido a la inseguridad en las zonas de conflicto ha pasado de 312 a 377. En 2020, se cerraron más de 300 escuelas en todo el país, afectando a casi 22.000 niños y niñas.
Las amenazas a la educación de los niños son especialmente graves en las regiones de Tillabéry, Tahoua y Diffa. El acceso restringido a las escuelas en estas zonas está obstaculizando los esfuerzos para apoyar a los niños y niñas afectados por la violencia armada. En algunas zonas, hasta el 80% de los niños y niñas pueden sufrir traumas psicológicos que podrían impedirles alcanzar su pleno potencial como adultos.
“Los ataques contra las escuelas, los estudiantes y los maestros niegan el derecho de los niños y niñas a la educación y amenazan su futuro. Sin acceso a la educación, toda una generación de niños y niñas que están viviendo durante el conflicto, corren el riesgo de desarrollarse sin adquirir las habilidades que necesitarán para contribuir al desarrollo de su país y su economía, lo que resultará en el agravamiento de la ya desesperada situación”, dijo Stefano Savi, Representante de UNICEF en Níger.
A través de UNICEF, el sistema de las Naciones Unidas en Níger está ayudando al Gobierno a hacer frente a la situación. En 2020, más de 176.000 niños y niñas afectados por las crisis de seguridad y de desplazamiento recibieron asistencia como parte del apoyo a la continuidad educativa. En marzo de 2021, además de los niños y niñas ya apoyados como parte de la respuesta a la crisis humanitaria, 68.000 niños y niñas adicionales, incluidas 23.000 niñas, habían accedido a la educación a través de los sistemas de educación formal e informal. Un total de 28.000 niños y niñas habían recibido material didáctico.
También se ha prestado apoyo a las familias desplazadas y afectadas por el conflicto cuyos niños y niñas necesitan reintegrarse en el sistema educativo formal. Cuando esta integración en las escuelas “convencionales” no es posible, UNICEF trabaja con sus asociados para crear entornos de aprendizaje alternativos, seguros y temporales para los niños y niñas.
Brote de cólera
Níger también se enfrenta a una epidemia de cólera que afecta a seis de las ocho regiones del país. Se han registrado unos 4.907 casos de cólera en todo el país, de los cuales 153 han sido mortales. Alrededor del 55% de los casos son mujeres.
El personal sanitario nacional y los asociados médicos humanitarios están respondiendo a la epidemia mediante la gestión y el tratamiento de los casos en los centros de tratamiento del cólera que se han establecido en las regiones afectadas.
La respuesta sanitaria también consiste en el refuerzo de las actividades de vigilancia, el preposicionamiento de suministros para el control del cólera, la participación de la comunidad en los mensajes de promoción de la higiene y la distribución de pastillas de purificación del agua. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha donado equipos y kits médicos por valor de 308.000 dólares en respuesta a la epidemia.
Sin embargo, con una tasa de letalidad del 3%, la respuesta no ha sido suficiente para contener la epidemia.
“Tenemos que mejorar la calidad de nuestros servicios a los pacientes de cólera para reducir la mortalidad. Se necesitan más expertos sanitarios con experiencia, mientras se organizan sesiones de formación de actualización para el personal sanitario de primera línea. El tiempo es esencial, y debemos actuar ahora y muy rápidamente para salvar vidas”, dijo el Dr. Tambwe Didier, Coordinador del Grupo Sanitario en Níger.
La financiación del CERF ayuda a proporcionar apoyo
El 21 de septiembre de 2021, el Coordinador del Socorro de Emergencia, Martin Griffiths, asignó 8,5 millones de dólares del Fondo Central de la ONU para la Acción en Casos de Emergencia (Central Emergency Response Fund, CERF, en inglés) para apoyar la respuesta a las personas afectadas por los desplazamientos internos, las inundaciones y el cólera en Níger.
“Estos fondos permitirán a las entidades de la ONU, entre ellas UNICEF, la OMS, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR), proporcionar atención sanitaria, servicios de agua, saneamiento e higiene, alojamiento, artículos no alimentarios, servicios de protección y apoyo educativo a más de 720.000 personas. Financiarán el suministro de ayuda de emergencia a más de 81.600 personas vulnerables, entre las que se encuentran los nuevos desplazados, los retornados y los miembros de las comunidades de acogida en las regiones de Diffa, Maradi, Tahoua y Tillabéri”, declaró la Coordinadora Humanitaria Louise Aubin.
La versión original de este artículo fue publicada en inglés por Laura Fultang en el sitio web de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Níger. Traducción y colaboración editorial de Ahmed Ben Lassoued, Oficina de Coordinación del Desarrollo. Para saber más sobre los resultados de nuestro trabajo con los datos y más allá, lea el último informe de la presidenta del GNUDS sobre la Oficina de Coordinación del Desarrollo.