Los verdaderos adoradores
Adorar a Dios con rencor en el corazón es como escribirle poemas de amor a quien estás traicionando. Una cosa no compensa a la otra. Es preferible no ser traicionada, que recibir poesía, así como lo es tener el corazón limpio, que cantarle alabanzas a Dios.
Nuestra adoración solo llega a Dios cuando es verdadera, así como nuestro amor por nuestra pareja solo se define a través de la fidelidad.
«Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren. Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad» (Juan 4:23-24).
Por Cristiane Cardoso
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