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Dejar huella es inevitable; arrecharse por un “ex” opcional

23 Nov

El otro día estuve pensando en lo mucho que uno va cambiando a medida que el tiempo pasa y en cómo cosas que pensamos que nunca haríamos, opiniones que creímos que en la vida compartiríamos e incluso costumbres que –¡antes muertos!- jurábamos que jamás adaptaríamos se terminan convirtiendo en cosas tan propias como lo son nuestros genes.

 

Recientemente me topé con una carta publicada en una revista en la que una mujer pedía ayuda a un terapeuta después de contar su historia sobre lo mucho que le desagradaba en su relación actual el encontrar constantemente cosas de la ex en el apartamento de su novio. La mujer no llevaba bien aquello y acudió al psicólogo desesperada. Éste le confesó que no podía decirle lo que a ella le gustaría escuchar pero que tenía al menos una buena noticia.

Para hacerle la vaina más light le dio primero la mala. Le dijo que todos tenemos un pasado y que todas las personas dejan una huella en nuestra vida. Dicho esto, pasó a explicarle que el hecho de que ella encontrase cosas de la ex en la casa de su pareja no es más que toparse con parte de ese pasado que tiene él. También le dijo que tener un pasado era algo que iba más allá puesto que aunque se diese el caso de que ella dejase de encontrar cosas de la ex en el apartamento de su novio, eso no iba a eliminar realmente el rastro de la ex.

La ex va a seguir viviendo en la memoria de aquel hombre y va a seguir estando allí simplemente porque en algún momento ellos vivieron una relación que aunque hoy forma parte del pasado siempre será parte de la vida de este hombre. La buena noticia es que lo mejor que se puede hacer es mantener una buena relación en el presente y saber que el hecho de que él hubiese amado antes no significa que no pueda tener ahora una relación sana con ella. A fin de cuentas ella también tiene un pasado y todos lo tenemos.

Esto me hizo reflexionar sobre muchas cosas por distintas razones. Principalmente llevo este episodio a mi vida y pienso en lo celosa que soy y en lo difícil que para mí también sería encontrar cosas de alguna ex en la casa de mi novio y por otra parte en las muchas veces que sin darme cuenta hablo sobre las virtudes de mi ex sin hacer caso a los posibles sentimientos negativos o el daño que esto podría generarle a mi pareja actual. A veces uno dice o hace ciertas cosas con naturalidad sin percatarse de que para otras personas esas cosas tal vez no son tan normales o agradables o que simplemente a ellos no les afectan de la misma manera (sino peor).

 

Resulta que hace apenas unos días una de las ex de mi novio publicó en el Caralibro unas fotos viejas en las que ella sale con él. No sé a ciencia cierta si alguna de esas fotos es del período en el que fueron novios porque es un hecho que fueron amigos antes y lo siguieron siendo después (incluso lo son ahora), pero me llamó un poco la atención que ella publicase las fotos en este momento.

Por supuesto que es una mera cuestión de cómo uno se lo tome; coincide con que ella dejó a su pareja hace poco y seguramente es un buen momento de publicar fotos abrazándose con otro porque ya no hay susceptibilidades que herir por su parte, pero uno inevitablemente se siente amenazado y -por mucho que uno conozca a la caraja, que uno sepa que ella nada que ver con él, que uno jure que no supone peligro y que uno esté seguro de su novio- siempre existe la posibilidad de que queden cenizas donde hubo fuego. Uno no sabe lo que otras mujeres buscan, qué son capaces de hacer, hasta dónde son capaces de llegar; pero se han visto casos de casos y uno siempre tiene ese sustico por dentro.

No me gustan las relaciones forzadas así que intento no privarle su libertad. Además ¿qué culpa tiene él de que a la muchacha le haya dado por colgar esas fotos?. Ese álbum fue como una prueba de fuego para mí, para caer en cuenta de mi reacción y también fue una muestra de lo civilizada que me he vuelto con cosas que para mí son tan delicadas.

 

Vale, I get it. Él tuvo un pasado con ella pero yo soy su presente. Intentar olvidar a alguien a quien una vez amamos es como tratar de recordar a alguien a quien nunca conocimos, así que trato de comprender y aceptar que ella también es una parte de lo que él es hoy y que no puedo más que disfrutar lo que tengo e ignorar ese tipo de pequeñeces que a cualquiera le incomodan.

En cualquier otra circunstancia no me hubiese hecho ni puta gracia ver esas fotos y menos que su ex decidiese publicarlas ahora. En todo caso me lo he tomado con calma, no le he dado más importancia de la que tiene y aunque lo que me provoca decir es “Here, let me tie your shoelaces so you don’t fall for anyone else” al final he resuelto que #theugglytruth es que si él me va a dejar por su ex, no hay nada que yo pueda hacer para evitarlo.

 
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Posted by on November 23, 2010 in no asumir lo que no es evidente

 

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