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Resuelto interiormente (Parte II)

El tiempo ideal para comenzar una relación es cuando usted está bien resuelto consigo mismo y con su pasado.

El tiempo ideal para comenzar una relación es cuando usted está bien resuelto consigo mismo y con su pasado.

Resuelto interiormente (Parte II): Palabras de señora Cristiane Cardoso

Pregúntese: ¿estoy en el momento indicado para comenzar un noviazgo? De nada sirve encontrar a la persona indicada si no es el tiempo indicado para comenzar una relación. Será como si esa persona no fuera la indicada para usted. Podrá arruinarlo todo.

Son muchas las jóvenes que, por odiar a sus padres, ven a una relación sentimental como un escape. Y otras pasaron por abusos emocionales y están buscando a alguien que pueda hacer el papel que la madre o el padre no hizo.

El tiempo ideal para comenzar una relación es cuando usted está bien resuelto consigo mismo y con su pasado.

Lamentablemente la mayoría de las personas no se da cuenta de que necesita una cura interior. Cuando usted se cae o se golpea con la esquina de algún objeto, si es como yo, enseguida aparece un hematoma en el lugar donde se lastimó. Se pueden usar pomadas y evitar tocar el lugar lastimado. A veces usted no nota que se lastimó hasta que esa mancha aparece. Por su parte las heridas internas no son tan obvias como las externas… ¿cómo identificarlas?

Esas heridas invisibles se materializan en nuestras acciones y reacciones. Por ejemplo, cuando una de nosotras ve a una mujer bonita y con ropa sensual, es común tener una de dos reacciones típicas: admiración o condenación. Existe quien quiere ser igual a ella o tener lo que ella tiene. Otras la miran como a una amenaza, como a una mujer vulgar. Lo que no logran ver es lo que su reacción realmente está diciendo sobre sí mismas…

Esa mujer probablemente piensa que necesita usar ropa sensual para tener la atención y ser admirada. Pone todo su valor en su físico y, por eso, es esclava de él. Las que quieren ser iguales a ella también son esclavas de la apariencia y, por no tenerla, se creen inferiores y desvalorizadas. Ambas, tanto la mujer bonita como la mujer que no se cree tan bonita, tienen el mismo problema interior: su valor depende de su exterior.

Por su parte, quienes acusan, juzgan y condenan a las mujeres bonitas que se visten más sensuales, también muestran otro problema interior — un poco más disfrazado, pero que quedó muy claro en un episodio que involucra a una mujer en la época de Jesús.

Algunos religiosos sorprendieron a una mujer cometiendo adulterio. La costumbre era apedrear a los adúlteros públicamente hasta la muerte como castigo. A fin de probar a Jesús, los religiosos llevaron a la mujer hasta Él, pero la respuesta sirvió y aún sirve de lección para quien se coloca en el lugar de acusador:

El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.

Cada vez que usted condena, juzga, o maltrata a alguien, aunque esa persona haya hecho algo incorrecto, está mostrando cuán ciego es consigo mismo.

Lo que Jesús le dijo a esa mujer muestra cuán bien resuelto estaba dentro de Sí:

Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni Yo te condeno; vete, y no peques más.

Si Jesús hubiera visto a esa mujer bonita y sensual, Él solo le hubiera dicho buen día. No codiciaría ni condenaría.

La persona que tiene un interior limpio transmite lo que es justo y bueno en su exterior y a las demás personas a su alrededor.

La mejor manera de realizar eso es entender que una relación sentimental solo puede ser su tercera relación en orden de prioridades. Vamos a entender más sobre esto en el próximo capítulo.

Continuará…

Libro: Noviazgo Blindado

Autor: Obispo Renato y Cristiane Cardoso

Si le interesa lea también: Resuelto interiormente (Parte I)

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