EL-SUR

Martes 14 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Cultura  

Cierra la compañía de danza contemporánea Barro Rojo las Jornadas Alarconianas

Develaron placas conmemorativas y les entregaron flores y reconocimientos al coreógrafo y bailarín Serafín Aponte y al conjunto dancístico del que fue cofundador

Claudio Viveros HernándezTaxco

Mayo 29, 2017

Taxco “es la cuna cultural del estado, Taxco es alarconiano, Taxco es nochebuena, Taxco es plata, Taxco es cultura”, destacó el secretario de Cultura de Guerrero, Mauricio Leyva Castrejón, durante la clausura de las Jornadas Alarconianas celebradas en distintos espacios de esta ciudad durante nueve días.
En su trigésima edición el festival culminó con creces y se reivindicó la obra y figura del homenajeado, el dramaturgo taxqueño del Siglo de Oro, Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza, quien fue vapuleado en años anteriores por la ignorancia y falta de sensibilidad de directivos, y esta vez se manifestó con calidad para dignificarlo y posicionar al festival cultural como el más importante de Guerrero.
Durante la ceremonia se homenajeó al bailarín guerrerense Serafín Aponte, como parte de los fundadores de la compañía de danza contemporánea Barro Rojo, y un segundo homenaje a la misma agrupación, con quienes se develaron placas conmemorativas y les entregaron flores y reconocimientos.
En el retornó de creadores como Serafín Aponte, quien abrió la presentación, Leyva Castrejón dijo que “el que vengan los artistas a darlo todo, es algo que nos dignifica, que dignifica a las Jornadas, el festival cultural más importante de Guerrero y uno de los cinco más importantes del país, un festival de los taxqueños y de Taxco para todo el mundo”.
De Barro Rojo, que surgió en Guerrero y tuvo que emigrar, anunció que estará de regreso muy pronto en Taxco en el Centro Cultural y de las Artes –que se abrirá próximamente en la Ex hacienda de El Chorrillo– para generar propuestas dancísticas como la que presentó en el cierre con Amor, perfume, ausencia…boleros del alma estructurado por un mosaico de imágenes que conmueven íntimamente en un viaje por la música popular mexicana y la expresión del cuerpo de los jóvenes bailarines.
En ella, para goce y éxtasis de los cientos de asistentes, se lanzó “una propuesta auténtica que en el sentido de su tema encuentra la universalidad expresada a través de la visión particular de un pueblo”, donde la belleza y la libertad de los cuerpos en movimiento, la música, flores y pétalos, la perfección en cada una de las escenas y el talento de los creadores impactaron los sentidos y fueron retroalimentados por sentidos aplausos.
El secretario de Turismo de Taxco, Zeus Rodríguez Miranda, quien asistió en representación del alcalde taxqueño, Omar Jalil Flores Majul, expresó que con esta edición las Jornadas Alarconianas “marcaron un hito; sin duda, la propuesta fue la mejor, con un elenco extraordinario, por lo que Juan Ruiz de Alarcón está más vivo que nunca, gracias a que lo recordamos con un homenaje tan sentido, lo queremos, lo actuamos, donde los niños y la gente estuvieron integrados. Por eso, las Jornadas seguirán siendo un referente” con el que reconoció el trabajo realizado por la Secretaría de Cultura y el respaldo del gobierno federal.
En el acto, también estuvieron presentes el coordinador del festival cultural, Leonel Maciel; el director de la Orquesta Filarmónica de Acapulco, Eduardo Álvarez; la maestra y gestora cultural, Lucina Jiménez, y los integrantes de la compañía Barro Rojo Arte Escénico con su directora, Laura Rocha, entre otros invitados.
La fiesta del arte escénico cerró después de nueve días con el entusiasmo del público en las calles y escenarios, donde las actividades artísticas fueron intensas por medio del teatro, música, danza, títeres, exposiciones, conferencias, presentaciones de libros con la Biblioteca Alarconiana, la edición especial de la revista teatral Paso de Gato, pregoneros, zanqueros, los Diablos de Teloloapan y los conciertos de la Orquesta Filarmónica de Acapulco, el sábado en las Grutas de Cacahuamilpa y la noche del sábado en el escenario principal, a un costado de la monumental parroquia de Santa Prisca, ante miles de taxqueños y turistas.