La ciencia y el hermetismo

La forma antigua de ver el mundo dio un salto hacia la visión moderna a través del deseo humano de entender el universo

Un día como hoy, pero de 1971 se creó por decreto presidencial el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), bajo la dirección de Guillermo Haro. Además, el día de ayer, se celebró el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, efeméride promovida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y mañana 12 de noviembre, celebraremos el Día Nacional del Libro, efeméride que coincide -a propósito- con el aniversario natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz. Por todo lo anterior, estas breves e inacabadas líneas.

En la tradición hermética se plantea que, “el conocimiento es el fin de la ciencia, y la ciencia es un regalo de Dios”. Mientras que, para las Naciones Unidas “la ciencia es la herramienta que el ser humano ha creado tanto para comprender el mundo que le rodea, como para aplicar esos conocimientos en su beneficio”. De manera muy tosca, encontramos en ambos planteamientos, lo que de forma general se presenta como “Creacionismo contra Evolucionismo”. Veamos.

Hermetismo

El evolucionismo, postura atribuida al científico y naturalista inglés, Charles Darwin, pareciera dejar fuera la mano de una fuerza creadora, y pareciera defender más la frase atribuida al “Nigromante” Ignacio Ramírez, en su discurso de ingreso a la Academia de Letrán: “No hay Dios; los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos”.

Darwin, “encerró en un paréntesis la noción de un creador, Dios, que hubiese puesto en marcha el proceso de la evolución natural”, según puntualiza Octavio Paz en La llama doble. La ONU, decidió dedicar este 2021 el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo al propósito de “Construir comunidades preparadas para el cambio climático”.

De acuerdo con Naciones Unidas, este día “promueve que los ciudadanos estén informados sobre los avances científicos, creando sociedades más sostenibles, al tiempo que favorece la comprensión sobre la fragilidad del planeta en el que vivimos”. Aquí, Paz, vuelve a orientarnos “la crisis de la idea del amor, la multiplicación de los campos de trabajo forzado y la amenaza ecológica (cambio climático) son hechos concomitantes, estrechamente relacionados con el ocaso del alma”.

Según el acervo hermético “el fundamento de cualquier ciencia reside en la suma bondad de Dios”, este planteamiento es retomado por renacentistas como Rousseau, cuando planteó en su famoso Contrato Social: “toda justicia procede de Dios, él es su única fuente; pero si nosotros supiéramos recibirla de tan alto, no tendríamos necesidad ni de gobierno ni de leyes”.

De acuerdo con el hermetismo, el Creador dotó a “las mentes de los hombres de pensamiento, ciencia y entendimiento, pues gracias a estas facultades…podemos evitar los engaños, la perfidia y los vicios de la maldad”, en otras palabras: ciencia para la paz y el desarrollo.

Incluso al afamado físico de origen alemán, Albert Einstein, se le atribuyen frases como “el hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir” o “la religión sin la ciencia estaría ciega, y la ciencia sin la religión estaría coja también”. Más que un planteamiento es un deseo, que este tipo de efemérides sirvan para que la ciencia logré abrazar la búsqueda del espíritu universal, así lograr la comunión humana, el entendimiento de todos los seres, tal como dice el lema de nuestra Universidad Nacional.  

Ciencia en México

Científicos nacionales como Guillermo Haro, nos recordaron en su momento el peligro de “todos aquellos que tienen la parroquia más cercana como su único horizonte”. En un discurso pronunciado en El Colegio Nacional, en 1960, Haro -fundador del INAOE- planteó que el espíritu de las universidades debe ser como la “cuerda que vibre a todos los aires… para que traspase las fronteras inmediatas y alcance un eco perdurable”.

Al mismo tiempo, Haro reconoció: “o mi memoria es flaca o son pocas, si las hay, las aportaciones verdaderamente originales y trascendentes de México a lo que pleonásticamente se denomina ciencia universal… mas los pueblos ahora prósperos fueron ayer atrasado y pobres y, sin embargo, en ellos brotó un poderoso movimiento científico y tecnológico creador de riqueza, de bienestar, de dinamismo y poderío, y también -por qué no decirlo- de abuso y de catástrofe”.

Sor Juana

En fin, la ciencia no es un ídolo moderno, es una herramienta, un tema transversal que atraviesa a todas las culturas de nuestra civilización. Recordemos las palabras de la poeta erudita Sor Juana Inés de la Cruz con respecto a sus estudios, los cuales dirigió “a la cumbre de la sagrada teología; pareciéndome preciso, para llegar a ella, subir por los escalones de las ciencias y artes humanas; porque ¿cómo entenderá el estilo de la reina de las ciencias quien aun no sabe el de las ancilas?”.

San Carlos, breviario cultural

Como parte de las actividades conmemorativas por los cien años de la fundación de la SEP, se presenta en el Museo Nacional de San Carlos, la exposición: El proyecto artístico y cultural de la Secretaría de Educación Pública (1921-1946). Esta expo nos acerca al trabajo realizado en las misiones culturales y pone énfasis en los proyectos artísticos como el teatro guiñol, las publicaciones periódicas y las escuelas de pintura y escultura al aire libre. ¡Toca visitarla!

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