Mixología colombiana

Alquímico, el templo del cóctel en Cartagena de Indias

Lunes, 28 de Marzo de 2022
Jean Trinh, Miguel Ángel Mora y Marcio SilvaJean Trinh, Miguel Ángel Mora y Marcio Silva

Mârcio Silva, coctelero trotamundos, une su nombre a Alquímico, un bar en Cartagena de Indias emblema de pureza y sostenibilidad. Eric Saavedra. Imágenes: Álvaro Fernández Prieto

Destila desparpajo, carisma. Filtra el mal rollo y esparce buena vibra en cada sonrisa. Mârcio Silva (nacido en São Paulo, Brasil) es mucho más que un coctelero. Considerado una celebridad reputadísima en el mundo de la mixología, ejerce de sumo pontífice de la mezcla y la dosis precisa allá por donde va. Estos meses ha estado fraguando y apuntalando la identidad de Alquímico, un cocktail-bar radicado en Cartagena de Indias que ha subido a lo más alto del escalafón de lugares de trago largo. Además, Alquímico se precia de ser el garito más sostenible del planeta por su manera de procesar, escoger y tratar los ingredientes y frutas –en finca propia– que luego desembocan en tragos inolvidables. Escoltado por Jean Trinh y Miguel Angel Mora, dueño y bartender del lugar respectivamente, Silva pasó por Madrid. “Lo mío con Alquímico es más que una colaboración, digamos una unión latina, compartir, aprender juntos. Conocí el proyecto de su finca, donde Jean cultiva los productos que luego trabaja y donde ha involucrado a la gente local vulnerable y que viene de un conflicto [Img #20397]armado. Ahora vienen más cosas juntos”, explica Silva. “Abrí un pop-up en el barrio bohemio de Getsemaní, lleno de backpackers, para un mes durante el Mundial de Fútbol de Rusia en 2018. Se llamaba El Laboratorio y fue éxito fue arrollador porque reduje el precio de las bebidas a unos 3 dólares. Porque en aquel momento un cóctel costaba más que el salario diario. Fue el prólogo para abrir Alquímico en una casa histórica en el centro de Cartagena”, recuerda Jean Trinh, quien además de gestionar este templo siembra cacao, café, vegetales, aromáticas y frutales pequeños en su finca, totalmente orgánica. La carta, con ese terroir como eje, es hoy gran experimento sensorial, donde cada planta de la casona (tres ambientes: Main, Classic, Rooftop) arropa un concepto diferente. Entre los bestsellers, Oaxaca Old Fashioned (cristalino), Junglebird (salvaje), Selva Martini (vermut y gin, plantas del Ama­zonas), Uturuncu (con naranjilla colombiana), Bacatá, Santa Cruz (con Jerez y extracción de coco...). Un universo colorista y feliz para un cliente de lo más ecléctico.

 

 

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