Una alimentación adecuada es necesaria para el cuidado del bienestar y la salud de las personas. Por lo que, todos debemos obtener el derecho a una alimentación segura, que aporte unos nutrientes variados para llevar una vida sana y activa, y que satisfaga nuestras preferencias culturales.
Un sistema alimentario está formado por todos los recursos, procesos y actividades relacionadas con la producción, la elaboración, la distribución, la preparación y el consumo de alimentos, como también se implican los impactos sociales, económicos y ambientales de esos procesos y actividades.
Con lo que, llegamos a la conclusión, que para que un sistema alimentario sea sostenible hay que garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición para todos. De esta forma, no se comprometerían las bases económicas, sociales y ambientales para las futuras generaciones.
¿Cómo logramos un sistema alimentario sostenible?
Para lograrlo es esencial que se tomen medidas para procesar todas las actividades de los sistemas alimentarios para hacerlos sostenibles, justos e inclusivos. La población tiene permiso mediante las regulaciones a acceder a productos saludables y seguros a un precio justo y producidos de manera responsable con el medioambiente.
- En el primer proceso del sistema alimentario encontramos la producción, se promueve la diversificación del cultivo manteniendo la salud de los suelos y adecuada rotación.
- En el almacenamiento y distribución son necesarias unas buenas prácticas de poscosecha, almacenamiento, transporte y distribución para alinear la fortificación de alimentos sólo cuando sea necesario.
- El tercer proceso es el procesamiento y comercialización donde se regula el contenido de sodio, azúcar y preservantes y una clara disponibilidad de los productos frescos en mercados, ferias y tiendas.
- El último proceso es el consumo personal donde entra en acción la cocina teniendo en cuenta las porciones apropiadas y evitando el uso excesivo de sal, azúcar y grasas. Un buen aprovechamiento de todas las partes de los alimentos será adecuado para minimizar los desechos alimentarios manteniendo una higiene adecuada de los alimentos y una buena usabilidad de agua segura.
A todo ello, se le aplica una regulación en la que intervienen los impuestos a los alimentos altos en sal, azúcar y grasas, subsidio de alimentos saludables, registro sanitario, etiquetado frontal de advertencia nutricional y publicidad.
En SEGAL somos conscientes de la importancia del sistema alimentario sostenible por lo que promovemos la educación alimentaria con formaciones y auditorías en la que informamos sobre las normas de seguridad alimentaria, entrando en la rueda de alimentación saludable. ¡Contacta con nosotros!