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Psicología y salud mental

9 Estrategias probadas para ayudar a los adolescentes a calmarse en momentos críticos

calmar a los adolescentes
Hay herramientas para recuperar la serenidad en situaciones de estrés, ira o frustración
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 05.06.21

Si en la edad adulta nos suele resultar difícil tranquilizarnos en un estado de ansiedad o frustración, durante la adolescencia es aún más complicado, ya que a esa edad hay una clara propensión a sentirse fuera de control. Para que vayan aprendiendo a dominar los impulsos, veremos aquí algunas estrategias concretas para calmar a los adolescentes. Podrán ponerlas en práctica en cualquier momento que necesiten volver a concentrarse después de la ansiedad, la ira o un día agotador, esos en los que nada sale cómo se espera.

Propuestas eficaces para recobrar la serenidad

1. Escribiendo una historia

Si a tu hijo le gusta escribir, proponle que cuente su historia sobre un papel en tercera persona. Referirse a sí mismo como un personaje le hará ver con perspectiva una circunstancia estresante. También es una forma de vislumbrar nuevas soluciones para los hechos narrados a medida que redacta los detalles del suceso o la situación.

En el caso de que lo suyo no sea la escritura, seguro que querrá omitir este consejo: lo último que desea un adolescente agobiado es emprender una tarea que lo haga sentirse aún peor. También es posible que no quiera ‘hacer pública’ su historia, en cuyo caso convendría hacerle saber que no tiene que compartirla contigo.

2. Cambiando el escenario

Cambiar el entorno puede ayudar a que su cerebro se recupere de la tensión, la ansiedad o la frustración. El simple hecho de moverse de adentro hacia afuera, de un lugar frío a otro cálido, o incluso de un entorno tenue a uno brillante, les otorga la oportunidad de obtener unos segundos de valiosa distracción mientras enfocan su mente en algo ajeno, su problema.

3. Conexión a tierra

Esta técnica es simple, casi siempre funciona y cualquier sitio es bueno para realizarla. La ‘conexión a tierra’ devuelve la atención al momento presente. Un método muy fácil de poner en práctica: pídele a tu hijo que observe tres cosas que puede oír, otras tres que puede ver, tres que puede tocar y tres más que puede oler.

También es útil percibir los colores del arco iris a su alrededor: encontrar un objeto rojo, uno naranja, otro amarillo, y así hasta completarlos todos. Esta técnica comprobada ayuda muchísimo al enfoque de la mente y a suavizar los nervios y la ansiedad.

4. Descargando tensiones

El ejercicio intenso no solo contribuye a eliminar la frustración reprimida, también proporciona un importante impulso de endorfinas que permitirá a tu hijo salir de la rutina. Si quiere compañía, unirse a él en su actividad le brindará la ocasión perfecta para desahogarse y darle una idea más clara de aquello que lo ha estado deprimiendo. Siempre que sea posible, ofrécele una forma de hacer ejercicio que lo haga sentir especial.

En general, es un excelente medio para calmar a los adolescentes, porque se consigue cambiar su entorno, descargar tensiones y disponer del espacio que necesitan para sí mismos.

5. Juego de roles

El juego de roles es otra opción para practicar cómo manejar situaciones estresantes. Pero, antes de preguntar, considera cuidadosamente si tu hijo se pudiera sentir mal con él.

Hay algunos escenarios en los que esto funciona de maravilla, como prepararse para hablar con un maestro sobre las calificaciones. U otros en los que no encaja muy bien, por ejemplo, tener una conversación delicada con un novio o novia. Plantear estos supuestos y hacerle preguntas difíciles que probablemente le haga la otra persona en la conversación puede darle el impulso de confianza que necesita para relajarse.

6. Acertijos de lógica 

Resolver un acertijo, especialmente uno que involucre números, a menudo hace maravillas para calmar a los adolescentes ansiosos. Centrarse en la lógica les obliga a alejarse de sus emociones, incluso si solo funciona durante unos minutos. Este breve espacio de tiempo en el que no piensa en el problema que le agobia tiene sus efectos. Posibilita que su cerebro comience a relajarse y a liberar la dopamina necesaria para enfrentar el asunto con una perspectiva renovada.

7. Descanso tecnológico

Todos estamos conectados; todo el tiempo. Anima a tu adolescente a que se tome un descanso tecnológico, aunque sea de media hora, para serenarse. El objetivo es que se relaje para que su cerebro comience a ver las cosas desde otra óptica. Esto es especialmente útil si la fuente de la ansiedad proviene de las redes sociales, los mensajes de texto o en tiempos de exámenes.

8. Un diario para momentos difíciles

Escribir en un diario no es solo una salida valiosa para dejar ir los sentimientos complejos. También se utiliza como una hoja de ruta para lidiar con circunstancias complicadas. Cuando tu hijo tenga dificultades, anímalo a que primero escriba en su diario y luego vuelva a leer lo que puso. Es una buena forma de encontrar otras ocasiones en las que se enfrentó problemas similares y logró superarlos. Revisar los momentos en los que tuvo contratiempos y salió victorioso le recordará que es más fuerte y capaz de lo que cree.

9. Desarrollando resiliencia

Cuanto antes aprenda a descubrir su resiliencia y potenciarla, antes podrá enfrentarse a los desafíos de una forma más inteligente y efectiva. Esto le permitirá seguir avanzando en la vida a pesar de las dificultades que encuentre en su camino.

En resumen, cuando se interactúa con adolescentes no solo es necesario dejarles su espacio para que no se sientan invadidos, sino que es muy útil poder poner en práctica algunas de estas pautas.

Gabriela García González
Educadora y experta en desarrollo personal integral para mujeres y niños
Autora de El poder de tu resilienciaLa mejor coach para tus hijos ¡eres tú!
Grandiosasconpower.com