Mateo 21:33-45
Hoy comenzamos una nueva serie de predicaciones titulada Inconmovible: cuando todo se derrumba, Jesucristo permanece. Si hay una palabra que puede describir lo que está pasando a nuestro alrededor, la misma es incertidumbre. A nivel local estamos en expectativa por los procesos electorales, el posible paso de huracanes y terremotos impredecibles. A nivel global luchamos con el COVID19, que cuando parece que se está controlando nos sorprende. No es fácil este momento histórico. Puede que sintamos que no tenemos algo de lo cual sostenernos, porque todo parece incierto.
La incertidumbre trae ansiedad y desesperanza, si no aprendemos a aceptarla como parte de la vida. Ansiedad, porque los seres humanos tendemos hacia el control. Desesperanza, porque al no tener un panorama claro del futuro, tendemos a imaginarnos lo peor. A pesar de que este es el contexto en que vivimos, la ansiedad y la desesperanza no tienen que dominarnos. Hay otras opciones a la ansiedad y desesperanza: paz y esperanza. ¿Cómo podemos experimentarlas?
Una de las enseñanzas más extraordinarias que nos presenta la Biblia es que Dios es como una roca firme de la cual podemos sostenernos en tiempos de dificultad. Uno de los salmos preferidos por la iglesia es el 46 que dice:
Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;
3 Aunque bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza.
Este salmo es una invitación a refugiarnos en Dios como cuando nos refugiamos en nuestras casas durante una tormenta. Dios es nuestro lugar seguro. Dios es inconmovible, que significa firme, estable, que no se altera con el paso del tiempo. Todo cambia, pero Dios no.
En el Nuevo Testamento también se nos habla de Jesús como la piedra angular o principal. El Salmo 118:22 puede considerarse como una profecía acerca de Jesús que dice:
La piedra que los constructores rechazaron
ahora se ha convertido en la piedra principal.
Los evangelistas tomaron este salmo y lo citaron en sus escritos para hablar de Jesús, como por ejemplo Mateo 21:42 que dice:
Entonces Jesús les preguntó:
—¿Nunca leyeron en las Escrituras:
“La piedra que los constructores rechazaron
ahora se ha convertido en la piedra principal.
Esto es obra del Señor
y es maravilloso verlo”?
El concepto piedra angular o principal se define como la primera piedra de una construcción, y de la cual todas las otras piedras se establecen a partir de esta. Esta piedra principal o angular en ocasiones se coloca en la esquina para darle firmeza a la estructura y unir dos grandes partes. ¿Por qué Mateo habla de Jesús como la piedra angular o principal?
En este relato bíblico, que es la parábola de los labradores malvados, se habla de cómo los religiosos de la época no pudieron reconocer y aceptar que Jesús era el hijo de Dios. Se les compara con agricultores malvados que matan al hijo del dueño de la propiedad. Se describe cómo rechazaron a Jesús a pesar de que fue el cumplimiento de las promesas que tanto esperaba el pueblo judío. Prefirieron su sistema de leyes antes que el nuevo sistema del reino de Dios basado en el amor, paz y justicia.
Si pudiéramos resumir lo que el pueblo judío, representado principalmente por el liderato religioso y político, hizo con Jesús, podemos decir que ellos prefirieron lo movible por lo inconmovible; lo alterable por lo inalterable, lo inestable por lo firme.
Es muy fácil criticar desde este momento histórico las acciones de estas personas, pero es mucho más difícil pensar que quizás hubiéramos hecho lo mismo; y siendo muy honestos, quizás lo estamos haciendo ahora también. ¿Cómo puede ser esto posible? Cuando en medio de los terremotos y huracanes (literales y simbólicos) nos aferramos y agarramos de lo inestable, movible y alterable, en vez de sujetarnos del Dios inconmovible que se revela a través de Jesucristo. Les doy un ejemplo.
Todas las mañanas, al despertar, tenemos una primera decisión: entramos a nuestro celular para ver las últimas noticias o separamos un tiempo devocional para refugiarnos en Dios y sujetarnos de la piedra angular. Si nuestra estabilidad emocional y espiritual está puesta en las noticias, experimentaremos inestabilidad porque las noticias cambian de minuto a minuto. Un día nos traen esperanza, y al otro, desesperanza. Las noticias no son terreno firme, no son una piedra angular. No están diseñadas para ayudarnos a experimentar paz y esperanza. Están diseñadas para atraparnos en un ciclo vicioso que nos quita calidad de vida.
No quiero subestimar la importancia de estar informados. Con este ejemplo quiero resaltar cómo la búsqueda constante de las últimas noticias responde más a obsesiones y compulsiones. Las obsesiones son ideas recurrentes en nuestra mente provocadas por la ansiedad; mientras que las compulsiones son las acciones que buscan saciar esa ansiedad. Las noticias en muchas ocasiones son compulsiones que responden a nuestra ansiedad. Lo triste es que nunca nos saciamos con las mismas.
Por otro lado, podemos entregarle a Dios nuestra vida, orar por todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor y leer su Palabra en Isaías 40 que dice:
27 ¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio? 28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. 29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Las noticias son un ejemplo de cosas que nos dan una falsa estabilidad, pero en realidad son arena movediza que poco a poco nos atrapa y quita calidad de vida. no son la única arena movediza que lentamente nos van restando calidad de vida. A nuestro alrededor hay muchas cosas que tampoco nos brindan estabilidad emocional y espiritual. Lo irónico del asunto es que son cosas importantes, como el dinero, que son tan importantes para sobrevivir que creemos que son más importantes que Dios mismo, y caemos en la trampa de sujetarnos de estas más que de Dios. Lo triste es que nunca llenan nuestras necesidades más profundas. Eso solo lo puede hacer Dios.
Puedo seguir con muchos ejemplos, pero no tengo tiempo. Solo tengo varias preguntas: ¿De qué nos estamos agarrando en estos tiempos de incertidumbre? ¿Estamos rechazando a Jesús como piedra angular, así como lo hicieron los agricultores malvados? ¿En qué estamos descansando nuestra vida? ¿En lo movible o en lo inconmovible?
En 1735, Wesley se fue como misionero para las nuevas colonias de América. Allí él esperaba fundar un grupo de creyentes muy parecido a los metodistas. Sin embargo, algo inesperado sucedió en su viaje en barco hacia América. En un momento dado, enfrentaron una tormenta, y parecía que iban a morir. En medio de la crisis, un grupo de moravos que estaba en el barco cantaba y alababa a Dios. El grupo de moravos expresaba tener paz y seguridad de su salvación ante la amenaza de muerte. Wesley, por el contrario, no sintió esta paz y mucho menos seguridad de su salvación.
Las crisis, aunque duras, son oportunidades para sujetarnos de algo. Lo movible es arena movediza que nos resta calidad de vida, mientras que Jesucristo es la piedra angular que trae paz y esperanza. Cuando todo se derrumba, Jesucristo permanece. ¿De qué nos estamos sujetando?
Isaías 28:16 dice: “Por eso Dios el Señor dice así: «Miren esto: yo he puesto en Sión, por fundamento, una hermosa piedra angular, probada y de cimiento firme; quien se apoye en ella, no se tambaleará.”
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro; que fue concebido del Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió al cielo, y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; de donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Universal, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo y la vida perdurable. Amén
-Credo de los Apóstoles