FUENTE DEL ALCREBITE – BAZA

FUENTE DEL ALCREBITE – BAZA

Cada pueblo de Granada guarda tesoros naturales en forma de fuentes, pilares y manantiales, que ofrecen alivio y frescura a residentes y visitantes. Las aguas preferidas son, por lo general, las más frescas y dulces, sin embargo existe un rincón en el altiplano granadino que desafía esta norma: la Fuente del Alcrebite.

Las aguas de la Fuente del Alcrebite no se caracterizan por su dulzura precisamente, sino más bien por su singularidad y sus propiedades únicas.

No es la típica fuente que se elige para calmar la sed en un día caluroso, pero atrae a aquellos que buscan algo más que simplemente saciar la sed.

¿Dónde se encuentra la fuente del Alcrebite?

La Fuente del Alcrebite se encuentra estratégicamente situada en los límites del casco urbano de Baza, específicamente en el extrarradio, a la izquierda de la carretera que conduce a la pintoresca localidad de Benamaurel.

FUENTE DEL ALCREBITE – BAZA

Este pilar actúa como enlace directo con un manantial subterráneo de aguas que yacen bajo tierra, añadiendo un elemento de encanto a este rincón de Granada.

Antes de acercarnos físicamente a este lugar, nos intriga su nombre: “Alcrebite”. El topónimo en sí mismo suscita curiosidad y despierta la imaginación, como si estuviera tejiendo historias y secretos que solo aquellos que se aventuran a explorar pueden descubrir. Es en este detalle aparentemente simple que la Fuente de Alcrebite comienza a revelar su carácter único y su conexión con la historia y la geografía de Baza.

¿Qué significa Alcrebite o Acribete? 

El nombre “Alcrebite” proviene del vocablo árabe “al-quibrit”. Un vistazo al Tesoro de los diccionarios históricos de la lengua española de la RAE nos lleva a descubrir que “Acrebite” o “Alcrebite” es un término antiguo que aún persiste en algunas provincias, utilizado para referirse al azufre, según el Diccionario de Farmacia de 1865.

Este vínculo con el azufre cobra una dimensión palpable cuando nos acercamos a la fuente. El aire impregnado con el distintivo olor a azufre nos recuerda la conexión directa con este antiguo término. Este enclave es un manantial de aguas sulfurosas.

FUENTE DEL ALCREBITE – BAZA

Aunque el aroma no sea precisamente agradable, estas aguas sulfurosas son valoradas por sus propiedades curativas para trastornos  cutáneos e intestinales.

La paradoja entre el desagradable olor y las virtudes terapéuticas de estas aguas añade un elemento de contraste a la Fuente de Alcrebite. Para muchos bastetanos, persiste el apodo de “La Fuente del Huevo”, una denominación que evoca el inconfundible olor a huevos podridos que emana de la fuente.

Amplia contenido ¿Por qué las aguas de este manantial son sulfurosas?

Las aguas sulfurosas que fluyen en la Fuente del Alcrebite en Baza proceden de las profundidades del suelo. La presencia de minerales, como el sulfuro de hidrógeno, procedentes de las capas subterráneas, son uno de los factores clave que confieren a estas aguas propiedades terapéuticas y únicas.

FUENTE DEL ALCREBITE – BAZA

Los minerales, al entrar en íntimo contacto con las aguas subterráneas, emprenden un proceso de disolución que transforma la composición química del líquido. 

Cuando esta agua con minerales emerge a la superficie en forma de manantial o fuente, se convierte en lo que conocemos como aguas sulfurosas.

El sulfuro de hidrógeno, entre otros minerales presentes, se considera un aliado para la salud. A lo largo de la historia, las aguas sulfurosas han sido buscadas como remedio para una variedad de dolencias, desde afecciones dermatológicas hasta dolores articulares.

La Fuente del Alcrebite de Baza ha sido, desde antaño, un enclave muy visitado por sus beneficios para mitigar ciertas dolencias

Los vecinos de Baza consumen estas aguas tras dejarlas reposar, permitiendo que los vapores y el fuerte aroma a azufre se disipen. Este proceso asegura que el disfrute de los beneficios medicinales no se vea comprometido por las peculiaridades olfativas del agua.

Detrás de la fuente, se revela otro elemento: una gran balsa, en la que actualmente apenas queda agua. Ese es el lugar donde emanan las aguas sulfurosas.

La construcción alrededor de la balsa es del siglo XX.

Historia de la Fuente de Alcrebite

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Las aguas del naciente del Alcrebite ya eran utilizadas en el siglo XVI para macerar el esparto. El agua brotaba y se acumulaba en una gran balsa sin paramentos.

Nuria Follana Ferrández, en su publicación “La cultura material hispano musulmana de la ciudad de Baza a través de los protocolos notariales”, ya nos habla de la importancia de este lugar tras la conquista castellana.

Yten, le supo una huerta en termino de esta çibdad, en la fuente del Alcrevite, tasada en doze myll maravedíes. XII maravedís 

A finales del siglo XVIII, el Abad Navarro dejó constancia de dos fuentes de agua fría conocidas como del Alcrebite. Estas fuentes, ubicadas casi en los muros exteriores de la ciudad, no solo eran apreciadas por su frescura, sino que también se ganaron la reputación de ser “hediondas o azufradas”, atribuyéndoles propiedades útiles para tratar enfermedades cutáneas.

FUENTE DEL ALCREBITE – BAZA

A finales del siglo XVIII, en plena era de la moda de los balnearios, fue cuando las aguas de Alcrebite comenzaron a utilizarse de manera terapéutica. Este uso especializado encontró su hogar en los Baños de Zamora, situados a escasos 300 metros de las fuentes originales. La tendencia de buscar tratamientos curativos en las aguas minerales alcanzó su auge, y la Fuente de Alcrebite se sumó a la lista de destinos terapéuticos dentro de la comarca de Baza.

En el año 1846 el clan de los Grisolía, comerciantes y caldereros italianos, apostaron por levantar una fábrica de salitre junto a la fuente. Aunque la empresa no prosperó como se esperaba, dejó tras de sí un legado tangible: vendieron los terrenos, que incluían casa, porche, balsa de lejía y agua, calderos y pilones, a Francisco Romera.

Este nuevo propietario, Francisco Romera, asumió el control de un enclave que había sido testigo de usos diversos a lo largo del tiempo. Además de las pretensiones comerciales, la Fuente de Alcrebite continuó siendo un referente en el ámbito terapéutico y medicinal. 

Aquellos que se aventuraban a bañarse en estas aguas lo hacían bajo el manto de la oscuridad, sumergiéndose en las frescas aguas sulfurosas durante las noches de verano. Esta práctica, aunque peculiar, refleja la creencia en los beneficios terapéuticos de las aguas y añade un toque de misterio a la historia de la Fuente de Alcrebite.

FUENTE DEL ALCREBITE – BAZA – 1895

En el escenario de las fiestas de agosto de 1895, el fotógrafo Gustavo Gillman Bovet inmortalizó una escena única y fascinante: la balsa del Alcrebite, convertida en un improvisado escenario acuático para las hijas del propio fotógrafo. La imagen captura la esencia de una época pasada, destacando un embarcadero artesanal y una modesta barca.

Este rincón peculiar de Baza tenía una función especial: proveer de aguas sulfurosas a los vecinos de Baza. El propietario de la casa colindante, dueño de la balsa, ofrecía garrafas de agua sulfurosa a un precio modesto, permitiendo a los habitantes locales acceder a esta fuente. Para facilitar este proceso, se utilizaba una barca de poco calado, como la que se distingue en la fotografía, para alcanzar la zona más limpia de la charca y obtener así el codiciado líquido.

La instantánea de Gustavo Gillman Bovet no solo es una mirada nostálgica a un pasado lejano, sino también un testimonio visual de cómo la Fuente del Alcrebite desempeñó un papel destacado en la vida de las gentes de Baza.

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