Juan de Ávalos

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No hace mucho tiempo, dando un paseo por Salamanca, la ciudad donde vivo, me detuve ante el escaparate de una tienda de antigüedades. Entre otros objetos había una figura femenina de bronce de unos 50 centímetros de altura con una etiqueta al pie que decía “Escultor Juan de Ávalos”.

¡Caramba! Nunca había visto tan de cerca una obra de Juan de Ávalos y no pudiendo resistir la tentación entré en el establecimiento para ver mejor la figura. Ante la pregunta, Antonio Moreno, el dueño de la tienda, me informó de su precio: 4500 euros.

Como no tengo ni idea de los precios en que se mueve la obra de Juan de Ávalos, no soy quien para juzgar si es caro o barato, en cualquier caso, está lejos de mis posibilidades económicas. 

Yo creo que un buen profesional al frente de negocios como una galería de arte, una tienda de antigüedades o un comercio numismático detectan en cuanto un cliente cruza la puerta si está dispuesto a gastar dinero o si solo va a mirar y estoy seguro de que Antonio Moreno se dio cuenta nada más verme entrar de que saldría de su local tal como había entrado, con las manos vacías.

Aun así, su trato fue exquisito, su conversación muy cordial y estoy seguro de que acabará vendiendo la escultura.

Juan de Ávalos García Taborda (Mérida, 21 de octubre de 1911 – Madrid, 6 de julio de 2006) es uno de los escultores españoles más destacados del siglo XX.

Su obra es en muchos casos monumental, de dimensiones colosales como las que le han dado más fama , que son las imágenes que hay al pie de la cruz del Valle de los Caídos.

Escultura de San Marcos. Los cuatro evangelistas tienen una altura de 18 metros (como un edificio de seis plantas) y un peso de 20.000 toneladas.

Comenzó su formación artística en un taller como aprendiz con diversos escultores de madera e ingresando a los 14 años en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando (1926-1931) donde aprendió de pintores de la talla de Julio Romero de Torres. A pesar de ser un magnífico dibujante, quiso hacer de la escultura su modo de vida.

En 1933 con 22 años logró una plaza de profesor de modelado y vaciado en la Escuela de Artes y Oficios de Mérida y realizando diversos trabajos de recuperación de restos romanos destacando los del teatro de Mérida. Posteriormente fue nombrado subdirector del Museo Arqueológico de Mérida (1934).

Durante la Guerra Civil cayó herido, fue trasladado al hospital de Córdoba y al salir le surgió la oportunidad de trabajar como dibujante de motores y piezas de maquinaria eléctrica para la extinta CENEMESA, alternando su labor con la ejecución de varias tallas religiosas de gran calidad artística.

Cristo crucificado en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario en Córdoba. (fuente).

En 1945 recibió un homenaje de la Cámara municipal de Oporto a lo que siguieron varios trabajos en Lisboa por lo que decidió fijar su residencia en la capital portuguesa. Participó de varias exposiciones en Buenos Aires y Río de Janeiro y se inició en esculturas de línea vanguardista y abstracta que firmó con el seudónimo de Arturo Sánchez.

En 1951 se le adjudicó el concurso que había de ornamentar la cruz del Valle de los Caídos. Regresó a España estableciéndose en Madrid donde trabajó en “La Piedad” y las ocho figuras de la cruz, cuatro evangelistas de 18 metros cada una en el primer basamento y cuatro representaciones de las virtudes cardinales (Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza) de 16 metros de altura en el segundo basamento.

La Piedad (1952) con seis metros de altura y nueve de anchura preside el acceso a la Basílica. (fuente).

El Valle de los Caídos fue un proyecto personal de Francisco Franco, una idea que había concebido incluso antes de terminar la guerra civil en 1939. Si Felipe II construyó el Monasterio del Escorial, Franco quería tener su particular mausoleo grandioso. Visitaba continuamente las obras y realizó muchas indicaciones durante su construcción como elegir personalmente el enebro que había que talar para hacer la cruz destinada al altar o mandar destruir la primera composición de La Piedad porque no le gustó al dictador y ordenar hacer otra.

La relación entre el general y el escultor era puramente laboral. Franco conocía la obra de Ávalos a raíz de una exposición (1950) en la que presento “El Héroe Muerto”, escultura que sorprendió gratamente al dictador. Unos meses después presentó su propuesta para el concurso que habría de adjudicar la obra de las estatuas del Valle. Franco recibió algunas opiniones en contra de Ávalos procedente de tres académicos de la Real Academia de San Fernando por no ser adepto al régimen. De hecho, estaba afiliado al partido socialista y su nombre figuraba en el BOE nº 208 de 27-07-1942 como “inhabilitado para el ejercicio de cargos directivos y de confianza en instituciones culturales de enseñanza”, cuando era Director de la Escuela de Artes y Oficios de Badajoz.

Héroe muerto, 1950. (fuente).

El escultor quiso renunciar al proyecto ante las protestas, pero Blas Pérez González, Ministro de Gobernación le recomendó entrevistarse con el general y mostrarle sus bocetos. El Caudillo le recibió y durante la conversación comentó que le gustaría hacer una semblanza a héroes y mártires de la Guerra Civil española; Ávalos recomendó que nada de hechos históricos memorables como el asedio del Alcázar de Toledo o los trenes de Jaén de 1936 porque los monumentos así son destruidos en el futuro por el rencor de los descendientes de los vencidos, porque héroes y mártires hubo en ambos bandos durante la Guerra Civil.

Franco adjudicó al día siguiente a Ávalos las esculturas y el artista talló cuatro imágenes de los evangelistas, la piedad y las cuatro virtudes cardinales. Estas últimas (Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza) tradicionalmente se representan con imágenes femeninas, pero fueron esculpidas con representaciones masculinas porque Franco estimó que “las mujeres no suelen encarnar realmente esas virtudes”.

Alegoría de la Prudencia. En la Iglesia de la Purísima, en Salamanca, están talladas las cuatro Virtudes Cardinales representadas con personajes femeninos.

El tiempo le dio la razón a Juan de Ávalos varios años después. La escultura ecuestre que le encargó el Sha de Persia (1971) fue destruida tras la revolución iraní que puso en el poder al ayatolá Jomeini y el “Ángel de la Paz” (1964) sufrió un atentado el 1 de octubre de 1976 por el grupo terrorista GRAPO, al año siguiente de la muerte del dictador. Lamentablemente no se reparó en su día cuando el coste era de 7.500.000 pesetas (45.000 euros) quedando abandonada la figura y siendo objeto de un progresivo saqueo para venderla como chatarra.

Ángel de la Victoria y de la Paz en origen y en la actualidad. Valdepeñas, Ciudad Real. (fuente).

En 1955, durante una visita a la ciudad de Teruel se quedó impresionado al ver las momias de los amantes de Teruel, que se encontraban en un sepulcro de madera con la tapa de cristal en la Iglesia de San Pedro declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Con motivo del cuarto centenario del hallazgo de los amantes en 1555, le encargaron al escultor un mausoleo para alojar los cuerpos.

Ávalos entregó al año siguiente un magnífico trabajo en alabastro formado por dos sepulcros sobre los que reposan sendas esculturas talladas que representan a los amantes. El escultor donó gratuitamente el mausoleo a la ciudad de Teruel y no cobró nada por el monumento funerario. 

Detalle de las manos del mausoleo dedicado a Los Amantes de Teruel (1956). Las manos no llegan a tocarse. (fuente).

Las esculturas del Valle de los Caídos y de Los Amantes de Teruel le dieron al escultor extremeño fama y reconocimiento internacional. Las décadas siguientes fueron años de intensa labor tanto en España como en Europa y América. Trabajó tanto esculturas monumentales como obras de pequeño tamaño, incluso diseño de joyería.

50 céntimos 1949 (*1952) y una peseta 1963 (*1965).

En 1966, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre decide cambiar la aleación y el diseño de las monedas de 50 céntimos y una peseta que aparecen en la imagen superior y que estaban en circulación desde 1951 y 1948, respectivamente. La primera será de aluminio y la segunda aumentará la proporción de cobre para hacerse más maleable.

Para el cambio de diseño contó con los servicios de Juan de Ávalos que realizó un busto de Franco acorde con el aspecto del Jefe del Estado en ese momento puesto que en 1966 Franco ya tenía 74 años. También se empleó el busto de Ávalos en una moneda nueva de 100 pesetas de plata que se emitió ese año. Este es el resultado.

Ávalos falleció en Madrid el 6 de julio de 2006 trabajando hasta el último día y siendo fiel a sí mismo, a pesar de que una parte de su obra ha perdido la aceptación merecida, lastrada por la cultura faraónica de la política franquista.

Este consejo se lo dio en Mérida muchos años atrás, en 1933, don Miguel de Unamuno a quien conoció durante el estreno de “Medea” en el Teatro Romano de Mérida en una versión adaptada por el escritor y profesor de la Universidad de Salamanca.

“Yo le planteé mis dudas sobre qué camino seguir en el arte. Paró en seco, las manos atrás siempre, traje con tirilla cual protestante y me dijo: -Sea usted fiel a sí mismo, a sus mayores, y desde entonces siempre he tenido a don Miguel presente. Sigo siendo fiel a mí mismo”.

Esta es la escultura de bronce que vi en la tienda de antigüedades. Si vuestro presupuesto no les permite comprar, ya sea ésta u otra de las que alguna vez salen a subasta, siempre pueden buscar en algún monedero viejo o en el fondo de algún cajón y tal vez aparezca alguna peseta de Franco olvidada. Sí, ya sé que no es una obra única y original, hay millones de pesetas iguales, pero ya saben que tienen en sus manos un busto diseñado por el gran escultor, Juan de Ávalos.

Bibliografía

Fundación Juan de Ávalos. (2022). Biografía cronológica de Juan de Ávalos. Obtenido de Fundación Juan de Ávalos: http://www.fundacionjuandeavalos.es/biografia.htm

Equipo de investigación. (21 de febrero de 2020). La cinta que probaría que Franco quería ser enterrado en el Valle de los Caídos. Obtenido de La sexta: https://www.lasexta.com/programas/equipo-investigacion/noticias/la-cinta-que-probaria-que-franco-quiso-ser-enterrado-en-el-valle-de-los-caidos_202002215e5051d30cf2547d2a2d438d.html

M.M.P. (20 de febrero de 2015). La primera fotografía de los Amantes de Teruel. Obtenido de Heraldo: https://www.heraldo.es/noticias/aragon/teruel/2015/02/20/la-primera-fotografia-los-amantes-teruel-340846-2261128.html#!kalooga-14969/~%22momias%20amantes%20teruel%22%20~%22momias%20isabel%20y%20diego%22%5E0.75%20~teruel%5E0.56%20~foto%5E0.42

El Mundo. (s.f.). Conversaciones íntimas con… Juan de Ávalos. Obtenido de Magazine El Mundo: https://www.elmundo.es/magazine/2001/114/1007133379.html

Guillermo Valiente Rosell. (2018). Juan de Ávalos y el Valle de los Caídos, un escultor republicano para un monumento franquista. Obtenido de Fundación Dialnet: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6238135

Semana Romana en 1934. (1 de junio de 2003). Obtenido de El periódico de Extremadura: https://www.elperiodicoextremadura.com/merida/2003/06/01/semana-romana-1934-45735736.html

Daniel Sueiro. (diciembre 1976). La verdadera historia del Valle de los Caídos. Madrid: Sedmay ediciones.

Tomás Fernández; Elena Tamaro. (2004). Juan de Ávalos. Obtenido de Biografías y vidas: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/avalos.htm

Wikipedia. (30 de noviembre de 2022). Juan de Ávalos y Taborda. Obtenido de Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_%C3%81valos_y_Taborda

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