Neblina arbitral en Cascante.

Mucha gente criticará el título y me reprochará mi hipocresía cuando presumo de jamás hablar de los árbitros. Para algunos sería más conveniente resaltar el buen partido de los de Matías, pero eso éste último mes ya no es noticia. Otros argumentarán que el Ondalán, pese a sus múltiples carencias, fue capaz de plantar cara y «acochinar» al Aluvión en su área durante 15 agónicos minutos, pero esto en Preferente suele ser tónica habitual; de hecho, es una categoría apretadísima. Por tanto, lo más destacable de la tarde de hoy en el Malón de Echaide ha sido la cantidad de público que se acercó al feudo cascantino (muchos de Villatuerta) pese a la espesa niebla que cual manto cubría nuestra insigne localidad. Precisamente, a la niebla puede agarrarse el trío arbitral, desastroso en casi todas su decisiones, y esperpéntico en la que acertó (luego comentamos la «Tarantiniana» escena del penalty en el segundo gol, que tiene miga). Y hasta aquí puedo hablar del trío Guergue-Zamora-Eguskiza (se podría comentar también los dos penalties no señalados sobre Youssef, pero no quiero hacer sangre, cada uno hace lo que puede). Es hora de hablar de fútbol.

Acaba el partido y desde la grada alguien grita a Josi Gómara que está echo un crío. ¡Madre mía que sí lo está! Jugadas «Maradonianas», slalons más propios de esquí de fondo y compromiso, mucho sacrificio defensivo cuando el partido lo requería, y por supuesto, un gol, lo que lleva haciendo toda la vida, lo que nunca se olvida. También polémico resultó ese gol, por cierto, ya que los jugadores del Ondalán reclamaron insistentemente doble fuera de juego en dicha jugada. El árbitro está lejos y la niebla impide ver con claridad, pero sí parece que Tomás toca en última instancia y que se halla en posición ilegal. Nunca lo sabremos. Lo que sí sabemos es de lo que es capaz nuestro equipo, que tras el maravilloso gol de Ekaitz (el mismísimo Ibrahimovic firmaría ahora mismo tal tanto) volvió a dedicarnos una hora de buen fútbol (todo lo bueno que la categoría, las limitaciones y las patadas permiten) de la mano de sus baluartes, el propio Josi y Aitor Berges, creciendo al mismo ritmo que el equipo. Se puede pedir algo más de profundidad a los nuestros, que se vieron dominadores del encuentro pero a quiénes costó crear peligro; se echaron en falta balones más precisos a Youssef, nuestro hombre más incisivo. El caso es que en el descanso todos estábamos seguros de que la remontada se culminaría. Y así fue: corría el minuto 57, cuando de manera infantil Hugo toca el balón con la mano (algo ilegal en este deporte) dentro del área. El show acababa de empezar: el árbitro no ve nada (ni escucha dicho sea de paso) y mientras, jugdores, cuerpo técnico y aficionados cascantinos se desgañitan reclamando lo que es suyo. Pasado casi un minuto del transcurso de la acción, el linier levanta su bandera y se dirige a la línea de fondo. Por fin Guergue señala el penalty, que el capitán Aitor Berges anota de forma sencilla pero eficaz, como es él.

A partir de ahí, la niebla se diluyó y también el equipo de Matías, que se echó atrás y acabó sufriendo más de lo que el partido merecía. El Ondalán apretó y puso en algún apuro a Jesús, que volvió a realizar paradas de mérito y mostrar seguridad en el juego aéreo. Ahí apareció la figura de Tomás, único capaz de bajar la pelota e intentar aguantarla, todo ello hasta que fue sustituido -de momento su físico no da para más-, y por supuesto, la de los centrales locales, con Calavia a la cabeza, que achicaron balones hasta que el colegiado (más tarde de lo habitual, siempre se alargan los partidos cuando el Aluvión va ganando) señaló el final de la contienda, con tres puntos para los gualdinegros que se alzan hasta la octava posición, a sólo 4 puntos del cuarto puesto y consolidando una buena racha (4 partidos van ya sin perder) que esperemos no acabe nunca.

BMLkR1OCQAEk5W1

Alejandro Ayuso. La Cruzeta de Radio Cierzo.

Deja un comentario

Blog de WordPress.com.

Subir ↑