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UN ADVENEDIZO EN DEFENSA DEL NATIVO

Maezztre con Juglar, le apuesta al reto

UN ADVENEDIZO EN DEFENSA DEL NATIVO

Cuánto quisiéramos y pagaríamos para colonizar mentes y corazones de las nuevas generaciones de caribes: riohacheros y guajiros; samarios y magdalenenses; vallenatos y cesarenses, en particular, para que se apropien, defiendan y promuevan su cultura, la cultura vallenata, el vallenato, más específicamente.

Volvamos a decirlo: el vallenato no recibe esa denominación por Valledupar, no. Se llama así porque es nativo del Valle del Cacique Upar, que extendía su dominio por los departamentos de La Guajira, el Magdalena y el Cesar. Es aquella porción del Caribe norte colombiano, que luego se llamara Magdalena Grande, hoy fraccionada en tres departamentos.

El vallenato es una pequeña gran porción de la cultura vallenata, que afronta temibles amenazas por influjo de géneros musicales contemporáneos como el pop, rap, Champeta, y hasta por los propios artistas vallenatos y, por qué no decirlo, compositores que han sido absorbidos por el arrebato de la comercialización en el que importa el mercado por encima de todo lo demás.

Juvenil y genial intento musical

Los unos inducen al vallenato a través de formatos de géneros extraños para ganar mercado, mientras otros como el joven diseñador gráfico Alejando Maestro Villero, Maezztre, nombre artístico, intenta aprovecharse de aquellos para insuflar contenidos en defensa del vallenato tradicional.

“Hace un tiempo, sostiene, venía con ganas de exaltar la cultura Vallenata, mostrar esa esencia del vallenato y de la juglaría campesina. No sabía cómo, pero un día cualquiera encontré la forma: hacerlo desde el Rap que es apetecido por los jóvenes. Hice una composición en ese ritmo y yo mismo hago al rapeo”.

Alejo, como le llaman cariñosamente, por un momento dejó a un lado sus equipos de diseños, contactó a Mario PL, un amigo que tiene un estudio de grabación y, patos al agua: tenía la idea más o menos clara, quería hacerlo y, desde el principio, pensé que debería llevar acordeón, y así lo hicimos. Generamos a través de software el sonido de acordeón y grabamos mi voz. Mi amigo se encargó de la mezcla y la masterización”.

Maezztre intenta, con esta fusión musical, llegar a las generaciones contemporáneas, del territorio especialmente, para que conozcan la cultura Vallenata y contribuyan con su salvaguarda. “La esencia de nuestros juglares, dice, porque veo a los jóvenes con mucha apatía hacia el vallenato tradicional. Es mi invitación a que se empapen de la cultura vallenata y vean lo bonito que es. Que es algo que nos representa y debemos rescatarla y protegerla”.

Lo curioso es que Maezztre, para salvar una manifestación musical tradicional, lo hace a través de un ritmo exógeno. “Tengo claro, sostiene el joven artista, que lo estoy haciendo a través de un género musical que no es vallenato, pero busco llamar la atención a la juventud, a través de un ritmo que les atrae. De esa manera, cuento historias y leyendas de importantes juglares como Alejo Durán, a quien, a través de la carátula, le rindo homenaje, la piquería de Zuleta y Morales, como de otros hechos propios de nuestra cultura”.

El producto musical de Alejandro Maestre Villero, Maestre, Maezztre, quien canta y rapea Juglar la canción de su autoría, empezó a circular en formato digital y está disponible en todas las plataformas. El diseñador de la caratula es un artista y muralista Guajiro “BEJE art”.

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Luis Joaquín Mendoza Sierra

De esencia campesina, hijo de la calle, como llamaron, por siempre, a los paridos fuera del matrimonio, nacido en el corregimiento de La Peña (La Guajira), creció realizando tareas rurales en calidad de sirviente, hasta que soñando trascender, fundado en su gran tenacidad, se trasladó a Valledupar, y al ganar unos pesos desempeñándose como maletero y, más tarde, lustrabotas en el aeropuerto Alfonso López, de esa ciudad, se lanza a la conquista del universo que soñaba convirtiéndose en comunicador social-periodista, en la Universidad Autónoma del Caribe.

Luego de un recorrido feraz a través de medios de comunicación de Valledupar, escala hacia Bogotá en donde labora como periodista de RCN radio orientado por el maestro Juan Gossaín, y al tiempo, por las noches y los fines de semana estudia, inicialmente, la maestría en ciencias políticas y, luego, la especialización en integración económica internacional en la Pontificia Universidad Javeriana.

La experiencia y los estudios lo convierten en estratega de campañas políticas exitosas, a través de un marketing innovador y, finalmente se encamina por la competitividad a partir de la que lidera la formulación de planes y agendas de productividad y competitividad, de los departamentos del Cesar y La Guajira.

Luis Joaquín, un ser humano que transpira humildad y generosidad, ha escrito varios libros, entre ellos la biografía novelada de Diomedes Díaz, Un Muchacho Llamada Diomedes que, con la muerte del cantautor de fama internacional, desarrolla una versión aumentada llamada El Silencio del Coloso. Es, así mismo, músico y compositor por afición y estudioso de la competitividad territorial en la que se desempeña como consultor regional.