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Diferencia Blindada vs Acorazada

 

Diferencia Blindada vs Acorazada

 
 
 

¿Puerta Blindada o Puerta Acorazada?

Ambos términos son usados incorrecta e intencionadamente por los vendedores. Para el comprador es difícil descubrir el nivel de protección que realmente está comprando. 

Recomendamos:

  • NO fiarse de esta terminología y hablar sólo de puerta de seguridad.
  • Solicitar el grado que cumple según a la normativa en vigor UNE-EN 1627:2011 o más actual y mayor protección la normativa UNE 85160 año 2013.
  • Comprobar adicionalmente la seguridad del escudo y bombillo de seguridad que incorpora la puerta.

A continuación vamos a ver las principales diferencias entre las puertas blindadas y las puertas acorazadas.

¿A qué se le llama puerta blindada?

Supuestamente a aquella puerta que su estructura de marco y de hoja de puerta son de madera y se revisten con una ligera chapa de hierro para fortalecer su estructura. No se pueden calificar como puertas de seguridad debido a que su resistencia global es muy baja y los supuestos refuerzos son del todo ineficaz  ante un sencillo ataque con palanca. 

¿A qué se le llama puerta acorazada?

Supuestamente a aquella que su estructura de marco y de hoja de puerta son de hierro o de acero y se revisten con madera para dotarla de una mejor estética. Estructuralmente son más resistentes que las puertas llamadas blindadas, pero muchas de ellas son también fáciles de abrir (2-3 minutos de laboratorio) debido a la baja calidad del escudo protector, cilindro y llave que incorporan. No hay que dejarse llevar por la terminología, ni por el aspecto estético.

¿Qué son los grados de seguridad en puertas?

Los grados de seguridad están referenciados en la norma Europea UNE EN-1627:2011 y más recientemente a la nueva y más actual norma Española UNE 85160:2013 que clasifican la resistencia de la puerta frente a ciertos ataques violentos concretos (aunque no todos los posibles). Una puerta clasificada según UNE EN-1627:2011 de grado 4 o superior significa que tiene una estructura buena y resistente, pero esta norma NO ensaya ataques de habilidad, ni ataques contra el sistema de cierre, por esta razón es insuficiente como referencia global de seguridad, y se hace necesario aplicar la norma UNE 85160:2013 que ensaya más tipologías de ataques con herramientas más actuales y eficaces.

Después de los ensayos realizados en el laboratorio acreditado por AENOR (Laboratorio Tecnalia), sin duda las puertas que han superado los ataques de grado 4C y grado 5C con herramientas y metodología UNE 85160:2013 son las más seguras del mercado.

Hablemos ahora del segundo punto importante: la cerradura. En este caso, tenemos que prestar especial atención a dos aspectos fundamentales. El primero y más relevante es que los pestillos sean independientes entre ellos, es decir, que no estén todos unidos a una sola pieza (la llamada barra de pestillos), sino que cada uno lleve su propia varilla. De nada nos sirve contar con 18 pestillos si con solo apalancar uno de ellos los hacemos retroceder todos a la vez y ya  tenemos la puerta abierta.

El otro aspecto es la facilidad de “hundimiento” del pestillo. La tendencia en este sentido es instalar pestillos de gancho, que hacen mucho más difícil el apalancamiento por hundimiento de este debido a su eje de giro. Las puertas blindadas suelen montar cerraduras de hasta 18 pestillos, pero en realidad su comportamiento al apalancamiento es como si colocaran un solo pestillo.

Ocupémonos ahora de las bisagras. Aquí nos encontramos con una diferencia fundamental, que es la sujeción de la puerta. Damos por hecho que en ambos casos los ejes y los pivotes anti-palanca pueden ser de la misma resistencia. Sin embargo, en las puertas blindadas las bisagras van atornilladas a madera, tanto en la hoja como en el cerco; mientras que en las acorazadas van atornilladas o soldadas a una pletina metálica de no menos de dos milímetros de espesor, tanto en el cerco como en la hoja, lo que le da una seguridad definitiva al apalancamiento.

Miremos finalmente qué diferencias existen en la hoja y el cerco. Evidentemente, aquí encontramos las mayores disparidades, que son la base fundamental por la que la puerta blindada –como apunto al comienzo del artículo– es un producto distinto a la acorazada, ya que aunque sirven ambas para mantener espacios independientes, hemos de tener muy claro que el objetivo fundamental, que es la seguridad (evitar que sea violada), queda en un segundo plano en el caso de las blindadas.

Una puerta blindada es una puerta de madera (normalmente de aglomerado) a la que en el proceso de fabricación se le adhiere una lámina de acero encolada, cuyo espesor oscila entre 0,8 y 1,2 milímetros de espesor y que no cubre todo el perímetro. El cerco es igualmente de madera y en él se aloja el cerradero metálico para recibir a los pestillos.

Por su parte, una puerta acorazada es una puerta metálica cuyo armazón está construido por una plancha exterior de en torno a 1,2 y dos milímetros de espesor, contando además con unas omegas interiores de refuerzo. El cerco es metálico, elaborado en chapa de acero de entre 1,5 y 2,5 milímetros de grosor. El acabado se realiza mediante tableros de madera de espesores de entre cuatro y seis milímetros. Como resultado, la estética es muy parecida, pero la resistencia al apalancamiento y a la presión son absolutamente distintas.

La normativa

El 10 de julio de 2013 se publica la Norma UNE 85160:2013 sobre puertas y herrajes de seguridad elaborada por el comité técnico de  AENOR CTN 085.

En nuestra condición de miembros de dicho comité técnico y, más aún, habiendo formado parte del grupo de trabajo encargado de la elaboración de dicha norma, quisiéramos contribuir a aclarar algunos aspectos que permitan su correcta comprensión inicial.

A modo de introducción, empezaremos por decir que, según nuestro criterio, el concepto verdaderamente novedoso y destacable de dicha norma es considerar puerta de seguridad a las que disponen, como mínimo, de una clase de resistencia 3 de acuerdo con la Norma UNE-EN 1627:2011, a la vez que desestima el uso de términos tales como puerta blindada y puerta acorazada.

Por lo tanto, para someter a ensayo las puertas según la norma española antes tienen que disponer, como mínimo, de una clase de resistencia 3 de acuerdo con la Norma UNE-EN 1627:2011.

El objetivo de la Norma UNE 85160 (norma exclusivamente nacional) no es el de anular, sustituir ni corregir a la Norma UNE-EN 1627 (norma europea). En consecuencia, la Norma UNE 85160 trata de complementar a la UNE-EN 1627 estableciendo criterios adicionales para la selección, aplicación e instalación de las puertas de seguridad que esperamos sean tenidos en cuenta en futuras revisiones de la norma europea.

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